Unidad Educativa Particular

“América”

Quevedo – Los Ríos

La Filosofía Y Teología

Ensayo

Romina Mailyng Cárdenas Bazurto

Alex Moncayo

Quevedo – Ecuador

2023 – 2024

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Introducción

Se trata de un asunto que se planteó desde el principio del cristianismo, cuando éste
se introdujo en el mundo griego y se topó con la filosofía en el camino en el cual la
relación entre filosofía y teología aflora cuando se propone determinar el objeto de la
metafísica, cuestión que, “se ha convertido en uno de las aberturas más aprendidas
de toda la historia de la escolástica” A ella se ofrece por su extenso la primera de sus
Disputaciones Metafísicas y la cuestión sobre este argumento por lo que se extiende
en la disputación sucesiva, propuesta a dilucidar “la razón esencial o concepto del
ente”.

La relación entre ellas ha estimulado una nueva inquietud en su momento en que la

teología tiene el riesgo de encerrarse sobre sí misma recogiendo sutiles invitaciones
a la que renuncie a su tozudez dogmática para convertirse en una sección más de
fenomenología donde se la relacione entre la filosofía y adquiere una importancia
primordial. Por su fragmento, la filosofía, corre el riesgo de derrochar esa vocación
innata por dejarse admirar y atrapar ante la realidad y el misterio del ser. Mientras
tanto se puede definir dos tendencias entre los teólogos para unos la filosofía es un
adversario y para otros un aliado por lo con siguiente la filosofía se convirtió en aquel
tiempo en "la doncella de la teología", es decir, la teología se sirvió de ella para sus
propias conclusiones.

«SIN FILOSOFÍA NO HAY TEOLOGÍA»

La expresión no es de Rahner, sino de H. U. von Balthasar es decir entre muchas

otras cosas ambos teólogos están totalmente de acuerdo en cuanto a la meditación
sobre la declaración con el pensamiento teológico simultáneo la relación entre
filosofía y teología parece enseñar con una doble sugerencia, por un lado, el estudio
de esa mutua relación parece haber perdido en la actualidad. Algunos han respetado
que Rahner, al explicar que la filosofía es un instante íntimo de la teología y en
innegable medida su estado de posibilidad, quedaba aplicando a la declaración unas
suposiciones que forman a la primera, no surja en toda su descubrimiento o
ostentación (disminución antropológica), desliendo la filosofía en teología, sin
respetar a la independencia de la primera.

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Para percibir esta analogía desde el inicio del punto de perspectiva de la teología de
Rahner, hay que comprender la analogía entre entorno y elegancia o entre cosmos y
personificación desde el punto de emigración es el atrevimiento de Dios de participar
a su igual para ejecutar esta ambición, elabora un plan, que envuelve al cosmos de
un universo o entorno como receptor expectante de esa declaración. A excepción de
Rahner no se ha complacido con expresar un carácter indeterminada a esta analogía
entre filosofía y teología, de casualidad ha estudiado a su ajustada labor de la
teológica en este sentido asumimos que percibir el uso que se ejecuta a la filosofía
moderna frenar a la reflexión sobre la manifestación y la perspicacia de la fe en el
instante en el que le tentó vivir.

En este sentido la revolución antropológica ha abordado por excusas y acabado por

la filosofía existencial de Heidegger, para Rahner ha coexistido la aleatoria del Kairós
del cristianismo y la meditación que este propio ha inducido instituir entre teología y
filosofía apaleamos a examinarla en determinado momento en cláusulas que él
perpetuamente utiliza en sentido extenso y parecido, hallando esta analogía a manera
de una similitud con su uso filosófico, en su mayor disimilitud encima de estos
cláusulas juzgan a reseñar a tres de los grandes exponentes de la filosofía actual:
Kant, Hegel y Heidegger.

La técnica trascendental es en contexto para Rahner la herramienta inevitable para

emerger del ilusorio dilema que se planeó la teología del siglo XIX que o conforme se
ve a Cristo a modo de un hecho específico que lo aparta de la trascendencia actual y
mundial relacionado a la historia humana, que nada tiene que ver con la individuo
histórico-concreto de Jesús de Nazaret, uno de las temas de anagramas esta en
cristología o teología importante es el moderación de la analogía auténtica entre
historicidad y trascendentalita pero éste no es sin más un inconveniente figurado,
casualidad que él está en juego la importancia escatológica y por la proporción
además proctológica del enigma de Cristo relación con otros ideales de amparo y de
cosmovisión del ambiente. El propio Rahner nos sitúa en el ímpetu y el foco del
inconveniente al investigar por la organización primordial que apalea tener el
cristianismo cuya acogida de resguardo va encaminada a todo el individuo
(exhaustivo) y a todos los individuos (mundial). En sinopsis, logramos expresar que
Rahner no posee inconvenientes en ocupar el reto que en su día figuró la filosofía de
Kant para la teología.

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Desarrollo

En la tendencia teológico simultáneo la analogía entre filosofía y teología juzga exhibir

con una dupla de parentesco, por una parte, la monografía de esa equitativa analogía
entiende el haber traspapelado la novedad de lo íntegro tanto a la fábula habituada
por estar al tanto filosófico a partir de la certidumbre de la innovación inclusive la
dificultad del argumento de la autenticidad, se funda todo a partir de Heidegger a
modo de la supuesta independencia de la teología relación a todo saber el extraño a
la señal divina semblante radicalizado en la perspectiva de Karl Bart.

Por otra parte, el parlamento entre teología y filosofía entiende por revitalizarse en el
existente argumento de un suceso de evangelización en contexto, una teología que
ambicione acentuar la significatividad de la Manifestación tendrá que exponer en qué
reside su perpetua capacidad de demanda y, por lo tanto, adquirir dialogo de
cualquiera representación con la filosofía de la segunda mitad de siglo XX ha
retornado a echar una percepción al misterio de la Encarnación del Verbo.

La integridad y sinopsis del Descubrimiento del mismo, carácter puesto de reseña

para vislumbrar la analogía que en el insuperable plan divino hay entre universo y
amparo, entre lo que es humanitario y lo que es seguidor entre entorno y elegancia
de este recuadro crucifijo urbano, a desigualdad de sus iniciaciones en la teología del
siglo anterior.

Por lo tanto, no desiste de tener beneficio meditar un ensayista como Matthias Joseph
Scheeben (1835-1888), que ya hacia la medianía del siglo XIX estar al corriente de
perfilar una ruta adonde la agudeza de la analogía entre razón y fe, filosofía y teología,
se agitaba a partir del proyecto de la ancilaridad para alcanzar a una analogía en
tonadillera, coexiste de tener por guía la alianza hipostática de las dos naturalezas
humanas y la celestial donde el alma del Oral. Podemos sintetizar aquí, sin embargo,
sea muy momentáneamente, la tendencia de este autor sobre ese argumento, situar
en el cuadro de su cristo centrismo planteamos todavía brindar un balance entre el
punto de vista de Scheeben y la idea de una re-comprensión de la razón.

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Tanto en Los Misterios del Cristianismo (1865), a manera de su Dogmática, al departir
del refrán philosophiam es se ancillam theologiae, el teólogo de Emigración, tras
prometer la acostumbrada metodología de cómo la filosofía alcanzar a suministrar su
asistencia a la teología (preambular fidei, defensa de la fe y discurso de la disertación
teológica), pasa a orientar el sentido de esa asistencia.

No se simpatiza de sumisión de la cognición, acaso simbólicamente, de llamamiento

a administrar, es decir, tonelaje de alcanzar a prometer en todo lo que la unida a la
que, una agudeza subterránea y moderna del naturaleza y del individuo, puesto que
valdré Deo regnare esto Al mismo tiempo, se frecuenta igualmente de una
llamamiento a la independencia, no estrictamente culta tal emancipación de los
deslices, acaso a manera de una cabida de ser ella idéntica también de alcanzar su
fin propio y verdadero.

La analogía mariológica revela otro exterior de utilidad: la polaridad razón-fe o

filosofía-teología, que se acople analogía antropológico-esponsal alcanzaba todavía
subrayar una escueta disposición del elemento receptiva-forma restablecer (según un
criterio más bien imparcialmente) se traslada al presente hacia mero razonamiento
acrecentamiento personalista los acontecimientos lineales son las de la polaridad de
asociarse señal condesciende y Declaración celestial, entre la autonomía del fiat
mariano y el consentimiento de Dios que se transmite, el documento comunicar a al
individuo humano en la ofrenda de su propio Espíritu.

La ambición de pensar de un saber filosófico que se sacuda en su principio contiguo

a la esperanza, y siempre en un instante continuo, a modo declaración de ensamble
requerimiento de herramientas el porqué del beneficio, encima de nosotros el
veredicto es que Scheeben obtiene a esta consumación sacudir centralmente de un
cuadro de iluminación, no obstante beneficiado por la deliberación de San
Buenaventura indicación de que la teología medieval quedaba legalmente inclinada a
crear la cognición a modo no se apartada de la fe.

«Una manera sinónima en el hueco de nuestro espíritu asume de nuestros

inclinaciones y caracteres carne y casta humana.»

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Encima el recorrido de la historia ajenos escritores se han detallado a Cristo a modo
de representación y asimismo corno implícito de la oración teológica en ciertos
asuntos esto ha acarreado a conjeturar que el Vocablo encarnado estuviese no sólo
el objetivo determinado de toda teología, sino igualmente el único subyugado que
originalmente obtenga hacer teología.

El símbolo que Cristo obtenga meditar el objetivo oportuno de toda teología obtener
el encontrar en la época medieval y en unos escritores de humanidades, afiliarse entre
ellos Nicolo Cusano. En la cosecha simultánea, conforme es trivialmente esta idea es
acentuada esencialmente en campo bíblico, sobre un individuo siendo este Karl Barth.
en campo cristiano consigue indiscutible progreso en el movimiento de Émile Mersch,
no obstante, abarcaría insinuar asimismo el teólogo italiano Giovanni Moioli.

«La filosofía de Occidente ha existido de mil urbanidades manifiesta históricamente

visibles encendida en su conveniente existencia por la manifestación y teología
cristianas.»
La teología de Scheeben, al encontrado en esta inquebrantable analogía
transcendental y íntima con su sustancia de manera que su cristo centrismo, encima
término de formar un solo estreno explicativo genérico, existe interminablemente
respaldado por una extensión egoísta, mantenida por la fe y el apego hacia el
Hombre-Dios.

En sinopsis, Matthias Joseph Scheeben nos brinda un modelo de cómo la admiración

del misterio del Verbo representado obtiene el beneficiar de una excelente perspicacia
de la analogía entre filosofía y teología, introduciéndola en un cuadro antropológico-
personalista, adonde la cognición halla en su alianza con la esperanza el sentido y de
la integridad de su obrar autónoma.

Se frecuenta de un enfoque que consigue beneficiar asimismo una excelente

autocomprensión de la propia teología, docta como aplazamiento de la
personificación de la Sabiduría duradera en la imaginación y en el sentimiento de la
razón religiosa. Son modelos de cristo centrismo exclusivamente abundantes,
posiblemente escaso comunes en el medio del siglo XIX, la dificultad ahora muy
estimados, principalmente por la teología fundamental.

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Conclusiones

«Si la teología es la sabiduría de Dios, la filosofía es la dogmatismo del

hombre.»

La filosofía es ese trabajo que es perpetuamente investigación y refutación,

adonde las versiones y ausencias consideran funda el estudio fustigador, el
maderamen nomológico del conocimiento, que rápidamente de largas horas,
días y años de experiencias eruditos y de vida, van transigiendo el embrague
del idolatra de la sabiduría.

Los filósofos del siglo XIX que facilitaron con el gran impulso al No de Dios,
comprendieron, unos con más impulso que otros, en la sabiduría occidental.
Comenzando en sendas desiguales, estar al tanto hallar eslabón de No a Dios,
un no, deliberado, examinador, pensativo; despojando la habilidad, el
dogmatismo y la consorcio.

La teología de Rahner y tres de los grandes filósofos de la actualidad (Kant,

Hegel y Heidegger) nuestros virtuosos que Rahner perennemente se revolvió
centralmente de la disertación y la meditación teológica.

Tanto el cimiento actual de su teología a modo que su objetivo, era el

descubrimiento, atestiguada en unas documentaciones escritos (Biblia) e
descifrada por la práctica y la enseñanza eclesial.