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ORIGEN DE LA TEOLOGÍA

Literalmente, el término significa estudio de Dios. La teología tiene su origen en la


antigua Grecia. Es Platón el primer pensador que acuña el término y que realiza
muchas reflexiones acerca de lo divino. No recoge una idea teológica actual, que
atribuye la creación del universo a un ser superior.

El termino teología no es de origen bíblico, ni si quiera de origen cristiano. Fueron los


griegos quienes acuñaron el término. En los teatros griegos se decía que había un lugar
encima del palco donde los dioses aparecían, a dicho lugar le llamaban, “theologeion”.
El verbo “theologeo”, dentro de la cultura clásica griega significa “discursar sobre los
dioses” o sobre cosmología. El termino teología para los griegos expresaba la ciencia de
las cosas divinas, y el “theologos”, era el que pronunciaba discursos sobre los dioses, o
discursos sobre poetas. El termino trasciende al ámbito religioso de himnos dirigidos a
las divinidades, allí la teología era vista como proclamación hímnica a los dioses,
atreves de himnos se les agradecía y glorificaba. En este contexto la teología estaba
estrechamente ligada con la explicación de manera mítica los orígenes del mundo, los
dioses y su relación con los seres humanos. 

Con un modo propio de proceder la teología en América latina busca posicionarse en las
comunidades de fe, con un modo de reflexión basada en una realidad plural,
comunitaria, y emancipadora, teniendo como fin dignificar al pobre. Sus nuevas rutas
teológicas son identificar objetivos comunes con teologías hermanas que desde sus
comunidades particulares hacen una reflexión crítica y liberadora, que colocan en el
centro de su reflexión al excluido, marginado e invisibilizado convirtiéndolo un sujeto
teológico, histórico y eclesial. Además, camina hacia el gran desafío, que la comunidad
de fe asuma su responsabilidad teológica, el ecumenismo, y atreves del dialogo y la
reflexión dar alternativas reales a las exigencias actuales en América latina.

Historia de la teología

Ciertamente, al esbozar la historia del pensamiento teológico es necesario narrar sucesos


y acontecimientos, precisar fechas y datos, analizar las afirmaciones concretas de
autores del pasado. Pero, si se quiere alcanzar una verdadera comprensión de aquello
que en una Historia de la Teología se narra —es decir, de la doctrina de los diversos
autores y del tránsito de unos a otros—, la intención última debe ser teológica. La pura
sucesión de acontecimientos o la simple descripción del parecer de unos u otros autores,
aislada del movimiento de fondo que explica y sostiene a la Teología, serían, por sí
mismas, muy poco relevantes, especialmente en el contexto de una Facultad o Instituto
teológicos. Tomás de Aquino dijo que el estudio de lo que han dicho los antiguos debía
tener por fin no tanto conocer lo que han afirmado cuanto dialogar con ellos a fin de
profundizar en la percepción de la verdad de las cosas. El Aquinate hizo esta afirmación
tratando de la Historia de la Filosofía, pero sus palabras se pueden trasladar a la Historia
de la Teología, con la misma fuerza y claridad.

Que es la teología

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