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Acompañamiento terapéutico

El Acompañamiento Terapéutico (A.T.) surge para dar respuesta al problema que


plantean aquellas patologías mentales más severas: qué hacemos con aquellos
pacientes graves que no son ingresados en instituciones pero que tampoco pueden
sostenerse por sí mismos. 
El A.T. está junto al paciente día a día en su entorno habitual, escuchando sus
preocupaciones, conteniendo su angustia, ayudándolo a desenvolverse en tareas
cotidianas, proporcionando una mayor adherencia al tratamiento. Es un agente de
salud capacitado para sostener a pacientes crónicos y agudos. La función del
Acompañante Terapéutico siempre es complementaria a la actuación de otros
profesionales como el psicólogo o el psiquiatra, formando parte de un abordaje
múltiple que se debe aplicar a pacientes graves con tendencia a interrumpir el
tratamiento.
Funciones del A.T.
Entre las funciones del Acompañante Terapéutico se encuentran: la contención,
ofrecerse como referente, organizador psíquico, el desarrollo de la creatividad,
fomentar la autonomía, restablecer…

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Ámbitos del A.T.
El Acompañante Terapéutico se inserta en todas aquellas facetas de la vida del
paciente dónde éste necesita un sostén: en el ámbito de la salud, el social, el laboral,
el del ocio y tiempo libre…

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Usuarios del A.T.
Este tipo de modalidad terapéutica está especialmente indicada para todas aquellas
patologías graves como las crisis psicóticas, esquizofrenia, trastorno bipolar,
depresión, trastornos de personalidad…

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¿Quién puede solicitar un Acompañante Terapéutico?


Tanto los profesionales de la salud mental como los familiares del enfermo pueden
solicitarlo. Contacten con nosotros a través del formulario de contacto o en el
número de teléfono: 634 64 83 98.
Antes de realizar una propuesta de Acompañamiento Terapéutico debe valorarse la
situación particular de la persona y su entorno. Esta valoración se realizará de forma
totalmente gratuita acudiendo al domicilio, tras lo cual se entregará la propuesta.
Psicodinámicas ofrece este servicio en Madrid capital y diferentes localidades que
circundan la capital. Informate sin compromiso en nuestro formulario de contacto si
nuestro servicio de Acompañante Terapéuticos se desarrolla en tu localidad.

¿Qué funciones realiza un Acompañante Terapéutico?


Entre las funciones del Acompañante Terapéutico se encuentran:
 Contener al paciente: el A.T. se ofrece como sostén auxiliando al paciente,
acompañándolo y amparándolo en su desvalimiento, su angustia, sus miedos y
su desesperanza.
 Ofrecerse como referente: el A.T. trabaja en un nivel dramático-vivencial, no
interpretativo, es decir muestra al paciente en cada situación modos diferentes
de actuar y reaccionar frente a las dificultades de la vida cotidiana.
 El A.T. actúa como un organizador psíquico, ayudando al paciente a tomar
decisiones que él aún no es capaz de tomar.
 Alentar el desarrollo de las capacidades más organizadas de la personalidad del
paciente, ayudando a desplegar sus capacidades creativas y animándolo a
probar y realizar tareas acordes a los intereses del paciente.
 Facilitar la autonomía del paciente, ayudando a sostener o restablecer los
vínculos de su entorno familiar, social y laboral. El objetivo es crear una red
normalizada de apoyos que puedan contener al paciente evitando la
cronificación y posterior estigmatización del mismo.

Función del acompañante terapéutico


¿Qué es el acompañamiento terapéutico?
El Acompañamiento Terapéutico constituye un rol de múltiples funciones: compartir,
escuchar, observar, ayudar a hacer cosas, frenar impulsos, contener, estimular, etc.,
pero no interpretar. Y fundamentalmente una función de maternaje.
Funciones:
1. Contener al paciente.En el caso del AT, ésta es la función primordial y se da
desde el inicio del tratamiento hasta el final. El AT hace las veces de un soporte
o continente de la ansiedad, angustia, miedo, desesperanza, alegría, gratitud,
etc. del paciente. Es quien los escucha y acompaña, junto con el equipo
terapéutico.
2. Ofrecerse como modelo de identificación.- Lo quiera o no el AT, dada su
función de trabajar a un nivel directo, será una muestra de cómo actuar y
reaccionar ante situaciones de la vida diaria. Resulta terapéutico porque el
paciente encuentra otras formas de vinculación a las que había estado
sometido, porque indirectamente aprende a esperar y a postergar, y porque se
le permite adquirir mecanismos de defensa más adaptativos.
3. Prestar el Yo.- Significa impulsar al paciente a planificar y decidir sobre asuntos
que él aún no es capaz de hacer con el propósito que éste se desarrolle. Por
ejemplo, organizar y cumplir con las actividades diarias, verificar que cumpla
sus citas con el médico, dentista, psicoterapeuta, etc., e incluso tomar
decisiones si el paciente no está en condiciones.
4. Percibir, reforzar y desarrollar la capacidad creativa del paciente.- Primero,
durante el diagnóstico se intentará registrar las capacidades evidentes y las
latentes del paciente de manera que se las organice en orden jerárquico.
Luego, se reforzará el desarrollo de las áreas más organizadas buscando reducir
los efectos de los aspectos más perturbados. El propósito de canalizar las
partes más desorganizadas del paciente es sacar a la superficie toda esa
creatividad o estilo particular del paciente, que ha permanecido oculto durante
tanto tiempo para poder estructurar su personalidad de manera más
consciente y lúcida.
5. Brindar su información para la comprensión global del paciente.- El AT brindará
información fidedigna sobre el comportamiento del paciente fuera del espacio
terapéutico. Será él quien verá con quién se vincula el paciente, qué tipo de
emociones predominan en sus relaciones y reacciones, qué conductas suelen
llamar la atención, su tipo de alimentación, sueño, hábitos de higiene, etc.
6. Representar al terapeuta.- Para el paciente, el AT es como una extensión del
terapeuta fuera de los límites del espacio terapéutico. Por lo tanto, en
ocasiones el AT tendrá que ayudar al paciente a digerir ciertos señalamientos
hechos en la sesión terapéutica, intentando reforzarlos.
7. Servir como agente catalizador de las relaciones familiares.- Dada su
neutralidad y su capacidad de ver objetivamente las situaciones y relaciones
familiares, el AT funcionará como una especie de árbitro cuando hay
situaciones familiares conflictivas. Es conveniente que el AT evite que cualquier
miembro de la familia perpetúe los síntomas del paciente o sabotee el
tratamiento.
8. Investigación.- Es el AT quien tendrá que investigar las potencialidades del
paciente para proponerle tareas acorde con sus intereses que le permitan
recomponer su realidad y elaborar un proyecto de vida.

¿En qué ámbitos interviene un Acompañante Terapéutico?


El Acompañante Terapéutico se inserta en todas aquellas facetas de la vida del
paciente donde este necesita un sostén, por ejemplo:
Ámbito de la salud: Acompañamiento en citas médicas y tratamientos, seguimiento y
control de la medicación, redireccionamiento a los recursos necesarios en caso de
crisis, acompañamiento al hospital de día.
 Ámbito Social: acompañamiento en el domicilio, ayuda para comprender y
solucionar problemas cotidianos, acompañamiento para realizar trámites
administrativos, apoyo en la organización doméstica, apoyo en la regularización
de horarios y la organización del tiempo, acompañamientos relacionados con el
mantenimiento de las redes sociales y familiares del usuario.
 Ámbito laboral: Acompañamiento a recursos que ofrezcan empleo y/o
formación adecuados a las características del usuario, acompañamiento a
entrevistas para formación y empleo, seguimiento y apoyo en el
mantenimiento del empleo.
 Ámbito de ocio y tiempo libre: Realización de actividades de ocio con el usuario
en función de sus intereses. Información y acompañamiento a los distintos
recursos deportivos y socioculturales. Acompañamiento en la búsqueda de
actividades gratificantes.
¿Quién necesita un Acompañante Terapéutico?
Este tipo de modalidad terapéutica está especialmente indicada para todas aquellas
patologías graves como las crisis psicóticas, esquizofrenia, trastorno bipolar,
depresión, trastornos de personalidad graves, TOC’s severos, autismo y TGD’s,
trastornos graves de alimentación, trastornos de conducta y violencia intrafamiliar o
cualquier otra situación donde la subjetividad del paciente se halle gravemente
comprometida a causa de un padecimiento.

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