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Ahora bien, cuando se inicia la síntesis de Hb en los hemocitoblastos formados en el hígado y la médula
ósea, la biosíntesis de las cadenas Z y ε cesa, para dar inicio a la síntesis de cadenas y, δ, β por lo que
aparecen las Hbs F (α2 y2), A (α2β2) y A2 (δ2 β2). Los genes β, y y δ se hayan íntimamente ligados en el
cromosoma 11, mientras los genes α se encuentran en el cromosoma 16.
Aunque la HbA aparece desde la novena semana de gestación, la síntesis de la cadena β no excede a
aquella de la síntesis de la cadena γ hasta después del nacimiento. Por tanto, el producto normal a
término tiene de 50 a 85% de HbF. Después del nacimiento, el porcentaje de HbA aumenta con la edad
del niño hasta que se alcanzan los valores normales del adulto al final del primer año de vida. La
producción de HbF constituye menos de 2% del total de la hemo- globina del adulto.
La HbA2, aparece tarde en la vida fetal, compone menos de 1% del total de la hemoglobina al
nacimiento y alcanza los valores normales del adulto después del primer año (1.8 a 3.5%).
TIPOS DE HEMOGLOBINAS
Se forman diferentes tipos de hemoglobina, de acuerdo con la composición de las cadenas tétradas de
globina relacionadas. La composición de estas cadenas de globina es responsable de las distintas
propiedades funcionales y físicas de la Hb. Existe seis tipos de cadenas de globina de Hb humanas (en la
etapa embrionaria, fetal y adulta) como: alfa(α), beta (β), gamma (γ), delta (δ), épsilon (ε) y zeta (ζ). A su
vez, las cadenas γ tienen dos subtipos según el aminoácido 136 sea una alanina (Aγ) o una glicina (Gγ).
Hemoglobina A (α2 β2): constituye aproximadamente el 97% de toda la Hb del adulto, mientras que en
el recién nacido su cuantía es del 20-40%.
Hemoglobina A2 (α2 δ2): En el neonato representa menos del 0,5% del total de Hb, mientras que en el
adulto representa el 0,3% a 2,6%, dichos valores dependen en parte del método empleado para su
cuantificación. Su estructura es muy homogénea debido a que las cadenas α y δ de la Hb tan sólo
difieren en 10 de los 146 aminoácidos que componen la secuencia primaria de la cadena β. En vista de
su baja cantidad en los glóbulos rojos, la Hb A2 es poco probable que tenga algún papel fisiológico en el
transporte de O2.
Sus propiedades de unión al O2 simulan aquellas de la Hb A. Las dos hemoglobinas tienen similar
afinidad por el O2, cooperatividad entre subunidades, efecto Bohr y respuesta al 2- 3 DPG. La Hb A2 es
más resistente a la desnaturalización térmica que la Hb A. Esto puede explicarse por un contacto
adicional en la interfase α1 δ1, lo cual confiere aumento de la estabilidad al dímero αδ.
Puede encontrarse aumentada en forma congénita en las β-talasemias, en pacientes con S/ β-talasemia,
así como S/S y A/S y en forma adquirida en la anemia megaloblástica, hipertiroidismo y malaria. Por otra
parte, se encuentra disminuida en estados de carencia de hierro, anemias sideroblásticas, α-talasemias,
δβ-talasemias, δ-talasemias y persistencia hereditaria de Hb fetal (PHHF). Lo único que explica estas
alteraciones es que las cadenas α se combinan más fácilmente con las cadenas β que con las δ, por lo
que tendrán más posibilidad de formarse unión α/δ.
Hemoglobinas fetales: El descubrimiento por Körber, que en 1866 estudiaba globulos rojos en recién
nacidos observo que las moléculas de hemoglobina presentes en estos eran estructuralmente distintas.
un tetrámero con dos subunidades idénticas en común con la Hb A (cadenas α). Sin embargo, las otras
dos subunidades tienen una estructura común diferente de las subunidades de la Hb A, que corresponde
a las cadenas γ. La secuencia aminoacídica de la cadena γ de la Hb humana es muy similar a la de la
cadena β. Las secuencias de las dos proteínas difieren en 39 de 146 residuos. De éstos, 22 residuos están
en la superficie externa de la molécula, y es por lo tanto muy improbable que tengan otro efecto
significativo sobre las propiedades de la Hb F.
Las sustituciones internas son conservadoras involucrando a aminoácidos de polaridad similar. Cuatro
sustituciones ocurren en la interfase α1γ1, las que probablemente explican el aumento de la estabilidad
de la HbF y la disminución de la disociación en monómeros. En contraste ninguna sustitución ocurre en
la interfase α1 γ2que es tan importante para el efecto de cooperatividad entre subunidades.
Desde el punto de vista funcional la Hb F tiene una mayor afinidad por el O2 que la Hb A. Esto es
fundamentalmente consecuencia de la incapacidad de la Hb F para unirse al 2-3 DPG con la misma
intensidad que la Hb A, lo que le confiere una ventaja funcional en la captación de O2 a presiones bajas
(pO2 de 45 mm Hg) como sucede en el intercambio placentario. Los niveles de Hb F en el adulto se
sitúan por debajo del 2%.
Estos niveles se ven incrementados en algunos trastornos hereditarios tales como: β-Talasemias, PHHF y
en las hemoglobinopatías S, E y C homocigotas y en trastornos adquiridos como en la anemia
megaloblástica, aplasia medular, algunas leucemias y tumores y durante el embarazo fisiológico. Los
niveles de Hb F pueden también verse afectados por diferencias en la atracción para el ensamblaje de
unas cadenas con otras, sugiriéndose que las subunidades α se combinan con menor facilidad con las γ
que con las β, observándose Hb F más baja en recién nacidos con α-talasemia que en aquellos recién
nacidos normales o con deficiencia de hierro.
Hemoglobinas embrionarias: son hemoglobinas transitorias, con gran afinidad por el O2.
Gower 2: Es un tetrámero compuesto de dos cadenas α y dos cadenas ε (α2 ε2). Las cadenas ε son
codificadas por un gen localizado en el complejo génico de βglobina en el cromosoma 11. El gen ε está
localizado en el lado 5 ́ del gen Gγ20. Corresponde al componente menor de las hemoglobinas
embrionarias.
La Hb como una proteína libre en el plasma ejerce una presión osmótica de alrededor de cinco veces
más que la producida por las proteínas plasmáticas solas. Al estar este pigmento en corpúsculos
(eritrocitos), la viscosidad de la sangre puede ser mantenida a un bajo nivel no provocando
deshidratación de los tejidos. En cada hematíe hay alrededor de 280 millones de moléculas de Hb, cada
una con un peso molecular de 64.458 daltons, tiene forma elipsoide y unas dimensiones de 64 x 55 x 60
Å.
Hem es un anillo tetrapirrólico con un hierro ferroso localizado en el centro del anillo. Este hierro está
en forma de complejo (complejo de coordinación) con la histadina F-8 de la cadena de globina. Cada
átomo de hierro posee 6 enlaces de coordinación cuatro de esos enlaces los utiliza uniéndose al anillo
de protoporfirina, 1 de los dos enlaces disponibles se utiliza para unir el grupo prostético a la parte
proteíca de la molécula (específicamente en un residuo de aminoácido de histidina) y por último el
enlace restante es el que enlaza el átomo de oxígeno. El enrollamiento de las cadenas coloca al hem
cerca del exterior de la molécula, donde está fácilmente accesible para el oxígeno. Cada hem logra
transportar una molécula de oxígeno, por lo tanto, cada molécula de Hb logra transportar cuatro
moléculas de oxígeno. Cada anillo pirrólico tiene la capacidad de enlazar un átomo de O2, así el grupo
Hem de la Hb une 4 átomos de oxígeno. La unión del O2, es uno a uno (enlace progresivo). Así, entrada
de O2 en el interior del tetrámero de Hb permite una captación más fácil de las siguientes moléculas de
este gas, es decir la incorporación de O2 a una cadena aumenta la afinidad que por este gas tienen el
resto de las cadenas que todavía no han reaccionado con él, esta es la base del denominado efecto
hemo-hemo o de cooperatividad.
En los adultos normales existen cuatro tipos de cadenas de globina: alfa(α), beta (β), gamma (γ), delta
(δ). Un par de cadenas α se combina con un par de cadenas β, γ y δ para formar tres tipos de
hemoglobina: hemoglobina A, hemoglobina A2, y hemoglobina F, respectivamente. La disposición de
cada cadena de globina es semejante. La cadena α tiene 141 aminoácidos, mientras que las cadenas β, γ
y δ tienen 146 aminoácidos y difieren en la secuencia de aminoácidos. La hemoglobina A es la principal
del adulto y constituye, por lo general, 97% de la hemoglobina total La hemoglobina A2, y la
hemoglobina F son hemoglobinas menores. Las cuatro cadenas de globinas están unidas mediante
enlaces no covalentes en una forma tetraédrica, dándole a la molécula de hemoglobina su forma casi
esférica. Aunque existe poco contacto entre pares de Cadenas semejantes (α, α y β, β), existe contacto
estrecho entre cadenas no semejantes (α y β). Estos contactos estrechos entre α1 y β1 o α2 y β2,
permiten un pequeño movimiento entre las subunidades. Estos contactos α y β son importantes para
mantener la estabilidad de la molécula. Sin embargo, debe presentarse algún cambio en la
conformación de la molécula de hemoglobina que facilite el consumo y el suministro de oxígeno bajo
estados fisiológicos. Los contactos α1 y β2 y α2 y β1, son menos firmes y permiten el cambio en la
conformación de la molécula mientras pasa de la forma oxigenada a la forma desoxigenada. En esta
última forma, la distancia existente entre las cadenas β aumenta a 7A. La pérdida completa del contacto
α1 y β2, produce la disociación de la hemoglobina en dímeros α1 y β1 y α2 y β2. En el feto humano, en
un principio, no se sintetizan cadenas alfa ni beta, sino zeta (ζ) y epsilon (ξ) (Hb Gower I). Al final del
primer trimestre las subunidades α han reemplazado a las subunidades ζ (Hb Gower II) y las subunidades
γ a los péptidos ξ. Por esto, la HbF tiene la composición α2γ2. Las subunidades β comienzan su síntesis
en el tercer trimestre y no reemplazan a γ en su totalidad hasta algunas semanas después del
nacimiento.
Existen tres condiciones imprescindibles que deben ser satisfechas para que la globina funcione en
forma adecuada:
Libre acceso del agua a la superficie de la globina para mantenerla en solución, para ello el exterior
molecular debe ser rico en cadenas laterales hidrofílicas polares.
El interior de la molécula debe seguir siendo hidrofóbico, resultado de su alto contenido en aminoácidos
repelentes al agua.
La molécula de globina debe mantenerse lo suficientemente rígida, lo que se logra con una proporción
extraordinariamente alta de aminoácidos en disposición helicoidal.
La globina como toda proteína tiene un nivel de organización estructural primaria, secundaria, terciaria y
cuaternaria.
Estructura Primaria:
Cadena α: La cadena de α-globina humana consiste de 141 aminoácidos en secuencia lineal. El grupo
hemo está unido covalentemente por un enlace entre el hierro del hemo y el grupo imidazol de un
residuo de histidina en la posición 87 (contando desde la región N-terminal del polipéptido). Esta es la
denominada histidina proximal.
Cadena β: La cadena β es ligeramente más larga que la cadena α (146 residuos). El hemo se une a la
histidina 92 de la cadena β globina. A diferencia de muchas otras proteínas no hay puentes disulfuro sea
dentro o entre las subunidades de Hb. El residuo de cisteína en posición 93 de la cadena β es altamente
reactivo y fácilmente se oxida para formar disulfuros mixtos y otros tioésteres. Este fenómeno puede
estar involucrado en el catabolismo de la Hb.
Cadenas δ, γ, ε y ζ: Existe una considerable homología estructural entre las cadenas δ, γ, ε y las cadenas
β. En realidad, estas cadenas son sintetizadas a partir de un grupo de genes localizados en el cromosoma
11. De igual manera la cadena ζ es homóloga con la cadena α, siendo ambos productos de un grupo de
genes localizados en el cromosoma 16.
Estructura Secundaria:
Está determinada por la relación espacial entre residuos que están cercanos uno de otro en la secuencia
lineal. Las subunidades de Hb son muy buenos ejemplos de un patrón de hélice α y dextrogira,
consistiendo de 3,6 aminoácidos por vuelta. Esta hélice se establece por enlaces de hidrógeno entre el
grupo carboxilo de cada residuo y el grupo amino de cuatro residuos antes (enlaces intracatenarios). En
su estado nativo, aproximadamente el 75% de la molécula de Hb es una hélice α. Este relativamente alto
contenido helicoidal en comparación con otras proteínas globulares simplifica la solución de su
estructura tridimensional. En ciertas localizaciones específicas de las subunidades de Hb, la hélice es
interrumpida por segmentos que pierden la configuración helicoidal, adoptando así una disposición
lineal por donde la cadena suele angularse.
Los segmentos helicoidales se denominan con letras que van desde la A a la H, comenzando por el
extremo N-terminal de la molécula, los no helicoidales reciben su denominación a partir de las hélices
entre los que están situados, es decir: NA, AB, CD, EF y así hasta GH. Los dos pequeños segmentos
lineales situados en los extremos se denominan NA y HC. La subunidad β ha demostrado tener 8
segmentos helicoidales, desde la A hasta la H. Los segmentos helicoidales de la cadena α son
comparables a los de la cadena β, con excepción de los residuos que constituyen la hélice D de la cadena
β que están ausentes en la cadena α. Dado que el número de aminoácidos en las distintas cadenas es
diferente, 141 en la α y 146 en la β, y con el fin de lograr una máxima homología entre subunidades,
cada aminoácido se numera de acuerdo con su posición en la cadena lineal y con el lugar que ocupa en
cada segmento, de este modo la histidina F8 en la α87 y β92.
La homología entre subunidades de Hb de diferentes especies se mantiene, de tal forma que residuos
que son importantes para la función de la molécula se conservan a través de la evolución de las
especies.
Estructura Terciaria:
Se refiere a como está plegada tridimensionalmente cada cadena polipeptídica, y está determinada por
la situación en el espacio de los residuos aminoacídicos que forman parte de la estructura lineal, lo que
facilita la comprensión de las propiedades funcionales de la proteína.
Hoy en día existen evidencias claras de que la secuencia primaria de los aminoácidos es la que
determina fundamentalmente los plegamientos de la proteína en el espacio tridimensional, y que
solamente esta secuencia primaria es la que está determinada genéticamente, definiéndose
posteriormente las estructuras secundaria y terciaria por uniones entre los radicales de los aminoácidos
que forman la misma.
Los plegamientos hacen que dentro de la forma esferoide que adopta la molécula se cree una cavidad
donde se alojará el hemo, denominada “bolsillo”, limitada por las hélices B, G, H en el fondo, por la E y F
en sus paredes y con una apertura próxima a la superficie tapada en parte por la hélice C y D. Hay mayor
enrrollamiento, metiendo sus aminoácidos no polares hacia el interior, logrando de ésta forma
participar en el medio acuoso. Esta cavidad está esencialmente tapizada por residuos cuyas cadenas
laterales, fuertemente hidrófobas, evitan la presencia de agua y por tanto la oxidación del átomo de
hierro, permitiendo el transporte reversible del O2. Existen además numerosos puentes de hidrógeno y
fuerzas de Van der Waals que mantienen la cohesión externa de la estructura terciaria.
Estructura Cuaternaria:
Está referida a la forma como se articulan las cuatro subunidades de globina, la cual se realiza por
uniones débiles como son los enlaces iónicos y fuerzas no covalentes tipo Van der Waals y no por
fuertes enlaces covalentes. Es decir, cuando una proteína consta de varias cadenas polipeptídicas
o subunidades. También decimos que en ese caso, se trata de una Proteína oligomérica, esto es,
un oligómero formado por varios monómeros. Es decir, es la asociación de dos o más estructuras
terciarias. Esta estructura está estabilizada por puentes salinos (fuerzas electrostáticas), los cuales
permiten establecer dos configuraciones de estructura cuaternaria: la forma T(tensa), que es la forma
más estable que puede tener la Hb cuando no tiene O2; y la forma R (relajada), cuando la molécula sí
tiene oxígeno.
La combinación de las cadenas para formar el tetrámero de forma elipsoide, es esencial para que la Hb
realice las funciones que le son propias: curva sigmoideade disociación de la oxihemoglobina,
interacción hemo-hemo y efecto Bohr. Las diferencias físicas y químicas que se producen entre la forma
oxi y desoxi se manifiestan por cambios en la estructura cuaternaria de la molécula.
En un tetrámero de Hb del adulto (Hb A0) se aprecia que cada cadena contacta con las dos cadenas β a
lo largo de dos diferentes superficies. La interfase α1β1 y α2β2 permanecen relativamente fijas durante
la oxigenación. La unión entre estos dímeros es muy estrecha debido a los 40 contactos entre residuos
que en esta interfase se producen, incluyendo 9 puentes de hidrógeno, por lo que no hay diferencias
entre la forma oxi y desoxihemoglobina, permitiéndose movimientos de tan sólo 1 Å.
Contacto α1 α2: La unión entre las dos cadenas, aunque escasa, es de importancia fisiológica. Ocurre
sólo en la molécula de desoxihemoglobina y juega un importante papel en la interacción hemo-hemo,
efecto Bohr y transporte de CO2.
Contacto β1 β2: Las cadenas β están más ampliamente separadas que las cadenas α. El hueco dejado en
la conformación desoxigenada es capaz de acomodar una molécula de 2-3 difosfoglicerato (2-3 DPG). En
la conformación oxigenada, cuando las cadenas β se mueven en conjunto, este hueco se hace más
estrecho expulsando a la molécula de 2-3 DPG.
Las porfirinas son compuestos cíclicos formados por el enlace de cuatro anillos pirrolicos a través de un
puente metileno estos compuestos se pueden conseguir como grupos prosteticos de algunas proteínas y
tienen la capacidad de formar complejos con iones metálicos enlazados a los átomos de N del anillo
pirrol. Las porfirinas son metabolicame activas sólo cuando son queladas.
La síntesis del grupo Hem, como toda porfirina, inicia en mitocondria con la condensación de la glicina y
succinil CoA en presencia de fosfato de pirridoxal, CoA, Fe+2 y ALA sintetaza; para producir ácido gamma
aminolevulínico (ALA). Dicho producto abandona la mitocondria y, en el citoplasma, dos ALA lineales se
condensan y se ciclan para formar pirrolato, porfobilinógeno. Dicha reacción de deshidratación es
catalizada por la enzima ALA deshidratasa. Este importante producto intermedio, el porfobilinogeno, es
el bloque de construcción Primaria para la formación de todos los tetrapirroles naturales, entre ellos no
solo el Hem sino también las cobalaminas. En la siguiente reacción 4 moléculas de porfobilinogeno se
condensan para formar tetrapirrol lineal ( hidroximetilbilano), el cual se cicla más tarde para formar un
uroporfirinógeno III. La reacción de ciclado requiere tanto uroporfirinógeno I sintetasa y
uroporfirinógeno III cosintetasa. En ausencia de la cosintetasa solamente se forma el isómero simétrico
tipo I, el cual no tiene un papel fisiológico. La descarboxilación de las cadenas de uroporfirinógeno,
catalizadas por la enzima citoplásmica uroporfirinógeno descarboxilasa resulta en la formación de
coproporfirinógeno III. Dentro de la mitocondria la enzima coproporfirinógeno-oxidativa de carboxilasa
cataliza la no saturación del anillo porfirínico y la conversión de las cadenas laterales de propionato a los
grupos vinil, formando protoporfirina IXl mediante la protoporfirinógeno-oxidasa. El Paso final en la
mitocondria es la quelación de hierro con el anillo protoporfirínico catalizado por la ferroquelatasa.
La síntesis del grupo Hem depende principalmente de la expresión del gen ALAS (para el ácido
aminolevulínico sintasa). Cuando hay mucho Hem formado, éste inhibe por retroinhibición a la ALA
sintetasa para así disminuir el ALA y, regulando la formación del grupo Hem.
Otros factores que también podrían interferir en la síntesis del grupo Hem podrían ser:
Disponibilidad de hierro.
Los medicamentos que se metabolizan a través del citocromo P450 (que contiene hemo), como los
barbitúricos, inducen la síntesis del hemo. El citocromo P450 es un conjunto de enzimas
(hemoproteínas) monooxidasas con capacidad para catalizar diversas reacciones, siendo su principal
sustrato los xenobiótico. Su función es transformar sus sustratos en moléculas más polares e
hidrosolubles y, por tanto, más fácilmente excretables.
SINTESIS DE GLOBINA
El hemo se encuentra insertado en una hendidura entre las hélices E y F. El hierro está ligado
covalentemente al nitrógeno imidazólico de la histidina proximal F8 y con la E7, también llamada
histidina distal. Estos residuos de histidina son una característica invariable de todas las globinas de los
vertebrados normales. El residuo de valina β E11 parece guardar el acceso del O2 al bolsillo del hemo.
Este también corresponde a un residuo que es considerado invariable y que aparece sustituido en
algunas hemoglobinopatías inestables y metahemoglobinas. Además de las uniones descritas el hemo
está ligado a la globina por dos puentes de hidrógeno que unen los grupos propiónicos de las cadenas
laterales de la porfirina a los segmentos FG y GD y a la hélice H, pero la unión más fuerte está asegurada
por un gran número (aproximadamente 80) de enlaces hidrofóbicos. Con la unión a la globina, el hemo
logra hacerse soluble asegurándose además un ambiente hidrofóbico, el cual es necesario para captar
de forma reversible el O2. Como se desprende del análisis estructural señalado, la incorporación del O2
a la molécula de Hb desencadena una profunda alteración en la conformación de la molécula, lo que
implica una cooperatividad entre las subunidades. Es decir, la transición de la estructura cuaternaria
desoxigenada a la oxigenada afecta al medio ambiente de los hemo no ligados, de tal forma que la
afinidad por el O2 se incremente.
CONCEPTO DE P50, INTERACCION HEMO-HEMO Y EFECTO BORH
Interacción Hem-Hem: La entrada de O2 en el interior del tetrámero de Hb permite una captación más
fácil de las siguientes moléculas de este gas, es decir la incorporación de O2 a una cadena aumenta la
afinidad que por este gas tienen el resto de las cadenas que todavía no han reaccionado con él, esta es
la base del denominado efecto hemo-hemo o de cooperatividad. Este mecanismo tan eficiente de
transporte de O2 no podría ser posible si no fuera por la forma sigmoide de la curva de disociación entre
el O2 y la Hb, producto del fenómeno de cooperatividad recién señalado. Si cada uno de los cuatro
grupos hemo de la molécula de Hb se unieran a O2 independientemente de los otros, la curva de
disociación del O2 sería de forma hiperbólica como la de la mioglobina.
Para que la Hb cumpla con su papel fisiológico debe ligar O2 con una afinidad apropiada. Si la ligazón
O2-Hb fuera demasiado débil la sangre no podría oxigenarse en la circulación pulmonar, si fuera muy
fuerte sólo una escasa cantidad de O2 sería descargada a los tejidos.
Efecto Bohr: un organismo liga y descarga O2 y CO2 recíprocamente, el O2 es captado por los pulmones
a medida que el CO2 es expelido. En los tejidos ocurre el proceso inverso. Debido al efecto Bohr, el
intercambio de CO2 facilita el intercambio de O2 y viceversa. Sobre un rango de pH fisiológico, la P50
varía inversamente con el pH. Esto corresponde al denominado efecto Bohr alcalino. A medida que el
CO2 es expelido durante la circulación a través de los pulmones hay un correspondiente aumento en el
pH y una disociación a la izquierda en la curva de disociación del O2. De este modo el relativo aumento
en la afinidad por O2 favorece la unión del O2 a la Hb. A la inversa, a medida que la sangre circula a
través de los capilares el CO2 entra al plasma y glóbulos rojos. Debido a la abundancia de anhidrasa
carbónica en los glóbulos rojos, rápidamente se forma ácido carbónico: CO2 + H2O ↔ H2CO3. La
ionización de este ácido débil (H2CO3↔H++HCO3-) provoca una disminución en el pH intracelular.
Debido al efecto Bohr la afinidad de la Hb por el O2 disminuye, resultando en una mejoría en la descarga
de O2 a los tejidos. Así, el efecto Bohr permite un ciclo fisiológicamente apropiado para el trasporte de
O2 y CO2 en el organismo. El hecho de que los protones se unan más fácilmente a la estructura desoxi
(T) que a la oxi(R), es debido a que hay grupos específicos sobre la molécula en este estado cuando las
uniones salinas se han formado, que tienen una mayor afinidad por ellas. Se han identificado tres
lugares que contribuyen al efecto Bohr alcalino: el imidazol de la histidina β 146 (HC3), el grupo amino
N-terminal de la cadena α, y el imidazol de la histidina α 122 (H5).
El sistema tampón, es dependiente del efecto Bohr, la unión de protones a la Hb representa el sistema
tampón más importante para mantener neutro el pH intracelular. Es decir, la mayor parte del CO2
producido en los tejidos pasa a los hematíes donde se hidratan rápidamente gracias a la acción de la
anhidrasa carbónica eritrocitaria, se genera H2CO3 que se disocia a H+ y HCO3-, siendo la Hb capaz de
captar este hidrogenión y equilibrando de este modo el pH intracelular. Así mismo, el bicarbonato
formado en los eritrocitos pasa a constituir en el plasma el sistema amortiguador más eficaz de que
dispone la sangre.
TRANSPORTE DE OXÍGENO
A nivel del mar el aire que respiramos contiene 20,95% de O2 . La tensión de O2 ambiental (PO2) es
aproximadamente 0,21 x 760 ó 160 mm Hg. A medida que el aire pasa por la vía aérea superior llega a
saturarse completamente con agua. Dentro de las vías aéreas y pulmones el aire inspirado se mezcla
tanto con el gas del espacio muerto y el gas alveolar que permanentemente está siendo alterado por
captación de O2 y liberación de CO2 desde la sangre que pasa a través de los capilares pulmonares. Así
la pO2 en el aire alveolar cae hasta alrededor de 95 mm Hg. La cantidad de O2 transportado a través de
la membrana alveolar por unidad de tiempo es un producto de la capacidad de difusión de la membrana
por unidad de tiempo y la diferencia de pO2 entre el gas alveolar y la sangre del capilar pulmonar. Esta
membrana es de alrededor de 0,2 μm de grosor y consiste de surfactante, epitelio alveolar, membrana
basal, tejido intersticial y endotelio capilar. El O2 es transportado pasivamente a través de la membrana
del capilar alveolar. En el tejido pulmonar normal la resistencia al movimiento del gas a través de esta
membrana es prácticamente despreciable, un factor que contribuye levemente a crear un gradiente de
O2 alvéolo-capilar es el tejido pulmonar, incluyendo macrófagos metabólicamente activos que captan
O2 directamente del gas alveolar. La expulsión de CO2 en la circulación pulmonar resulta en un aumento
en el pH intracelular. Debido al efecto Bohr, la afinidad por O2 de la Hb aumenta, facilitando el
transporte de O2 al glóbulo rojo. La sangre de los capilares pulmonares se mezcla con sangre de las
venas bronquiales, pleurales y de Tebesio. En condiciones normales este “shunt” produce una caída de
la pO2 en las venas pulmonares a 90 mm Hg. Esta presión parcial de O2 se mantiene hasta que la sangre
alcanza las arteriolas. La difusión de O2 dentro y fuera del eritrocito es incrementada por la alta
concentración intracelular de Hb. La membrana del glóbulo rojo no posee una barrera adicional, pero la
capa de agua que circunda a la célula retrasa la tasa de captación y liberación del O2. Así, las tasas de
oxigenación y desoxigenación de las suspensiones de glóbulos rojos son diez veces menores que una
solución equimolar de Hb. Sin embargo, los tiempos de tránsito en los capilares pulmonares y periféricos
son aproximadamente de cinco veces el tiempo medio que se requiere para realizar la oxigenación y
desoxigenación. En un individuo normal y en reposo el glóbulo rojo tarda alrededor de 0,75 seg. en
transitar a través del lecho capilar pulmonar. Se ha estimado que el equilibrio con el gas alveolar se
completa en 0,35 seg.
TRANSPORTE DE CO2
El CO2 es transportado principalmente como ion bicarbonato. En condiciones fisiológicas sólo un 10%
del CO2 producido por la respiración tisular es transportado como complejo carbamino con la Hb. El CO2
puede combinarse de forma no enzimática con el grupo amino N-terminal de la molécula. Lo mismo que
con la unión a los protones, la carbamino Hb a un determinado pH tiene una afinidad por el O2 más baja
que lo que pueda tener la Hb en ausencia de CO2. Las cadenas α y β difieren en su interacción con el
CO2. En ausencia de fosfatos orgánicos (2-3 DPG) la cadena β de la desoxihemoglobina se une al CO2
con una afinidad aproximadamente tres veces mayor que la cadena α.
Se hace a través de la curva de disociación de la hemoglobina, sigmoidea (forma de “S”) que surge al
representar el porcentaje de saturación de O2 de la hemoglobina en función de la presión parcial de O2.
La curva muestra un aumento progresivo del porcentaje de hemoglobina con oxígeno a medida que
aumenta la PO2 sanguínea.
Existen factores que, manteniendo la forma sigmoidea, desplazan la curva de disociación de la Hb hacia
una u otra dirección. Cuando la afinidad de la Hb por el O2 disminuye la curva se desplaza hacia la
derecha y la p50 aumenta. Cuando la afinidad aumenta, la curva se desplaza hacia la izquierda y la p50
disminuye.
Acidosis (↑H+): cuando la sangre se vuelve ligeramente ácida (pH 7,2) la curva se desplaza hacia la
derecha en aproximadamente un 15%. La acidosis es directamente proporcional a la cantidad de CO2;
debido a la abundancia de anhidrasa carbónica en los glóbulos rojos, rápidamente se forma ácido
carbónico: CO2 + H2O ↔ H2CO3. La ionización de este ácido débil (H2CO3↔H++HCO3-) provoca una
disminución en el pH intracelular, disminuyendo así la afinidad por el O2.
Ahora bien, en los capilares pulmonares, las condiciones son las indicadas para que la curva se desplace
a la izquierda aumentando la afinidad por el O2 hasta 500 veces más. Ese fenómeno es conocido como
Efecto de Haldane (la colaboración de la hemoglobina desoxigenada en el transporte del dióxido de
carbono).
Alcalosis: cuando la sangre se alcaliniza (pH 7,6) la curva se desplaza a la izquierda, en un porcentaje
similar al de la acidosis.
Hb fetal: la Hb fetal se une al DPG con menos afinidad que la hemoglobina del adulto y por tanto la HbF
fija más oxígeno. De esta manera se facilita la cesión de oxígeno desde la circulación materna a la fetal.
La diferencia entre el Efecto Haldane y el Efecto Bohr radica en que uno habla de los efectos del bajo pH
(acidez) y de la alta PCO2 (hipercapnia) sobre EL TRANSPORTE DE O2 (Efecto Bohr); mientras que el otro
habla de cómo la disminución en la PO2 (hipoxemia), y por tanto la mayor cantidad de Hb desoxigenada,
favorece EL TRANSPORTE DE CO2 (Efecto Haldane).
Estas Hb son adquiridas cuando han sido alteradas después de la transcripción ribosómica para producir
moléculas defectuosas para el transporte de oxigeno de tal manera produciendo hipoxias, cianosis o
ambas. El grado de hipoxia está estrechamente relacionado con la disminución en la Hb normal,
mientras que el grado de cianosis se hace presente de acuerdo con la concentración de Hb anormal.
Los niños son más susceptibles a la producción de metahemoglobina debido a que la HbF es más
fácilmente convertida a metahemoglobina, y también porque a los eritrocitos de los niños les faltan
enzimas reductoras. Algunos alimentos, medicamentos o el agua con gran cantidad de nitrito logran
producir metahemoglobina.
La cianosis se desarrolla cuando los valores de metahemoglobina exceden un 10%, mientras que la
hipoxia se produce en concentraciones por arriba de 60%, La metahemoglobina puede ser disminuida
mediante tratamiento médico con azul de metileno o ácido ascórbico, el cual acelera la reducción
mediante enzimas NADPH-reductoras. En casos de metahemoglobinemia grave, las
exanguinotransfusiones son útiles.
Hemoglobina glucosilada:
La hemoglobina (Hb) de los seres humanos adultos normales, está compuesta por tres fracciones
llamadas:
Hemoglobina A
Hemoglobina A2 y
Hemoglobina F.
glucosa: a mayor glicemia, mayor adicion de glucosa a la hemoglobina. Esta reacción, conocida desde
hace muchos años, recibe el nombre de glicosilación no enzimática o más recientemente, glicación.
Etapa inicial:
Con una tasa de reacción rápida (período de horas), donde se produce la condensación de la proteína
con el azúcar. En esta unión covalente, el extremo Nterminal (amino terminal) y más reactivo de la
cadena beta de la globina, se enlaza por adición nucleofílica con el carbono carbonílico (o carbono
anomérico en la estructura cerrada o proyección de Haworth), por ser el más reactivo de la glucosa,
dando lugar de forma reversible a un compuesto denominado Base de Schiff, Aldimina o HbA1c lábil
(Fig. 1B). La base de Schiff es sólo estable por un corto tiempo, luego del cual se inicia un proceso de
reordenamiento de los enlaces químicos.
Etapa de reordenamiento:
Los productos de Amadori poseen un grupo carbonilo que puede seguir reaccionando con otros grupos
amino. El mecanismo de estas reacciones no se conoce con detalle, aunque se sabe que es un proceso
que involucra complejos reordenamientos intramoleculares y en algunos casos la asociación entre varios
de estos compuestos. Los productos de Amadori pueden seguir dos vías: una es la deshidratación y
reordenamiento del producto de Amadori, tanto en condiciones oxidativas como en no oxidativas. La
segunda vía es por reacción de compuestos carbonílicos o dicarbonílicos altamente reactivos con grupos
funcionales amino, tiol y guanidino. Ambas vías conducen, de manera irreversible y más lenta, a la
formación de un conjunto complejo y heterogéneo de compuestos estables llamados Productos Finales
de Glicación Avanzada.