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5.1. ¿Qué es el diagnóstico en educación?

El sistema educativo integra a las instituciones (infraestructura, organización,


funcionamiento), a los estudiantes, docentes, padres de familia, autoridades y
comunidad; a la enseñanza aprendizaje y sus resultados; en tal sentido, aparece
la necesidad de conocer mejor el funcionamiento de una situación educativa
determinada o de dar respuesta a las múltiples preguntas que nos hacemos
acerca de cómo mejorar nuestras actuaciones educativas. (Martínez González,
2007)

Con el antecedente expuesto, el diagnóstico educativo es el proceso de


investigación que lleva a cabo el docente, para analizar y describir una
determinada situación, identificando causas o factores que están influyendo
sobre determinando comportamiento, que en unos casos puede ser menor a lo
esperado o no, de todos modos, el resultado facilita los procesos posteriores de
toma de decisiones sobre lo que conviene hacer con la situación analizada.

Cuando la situación no presente falencias o carencias se podrá tomar medidas


de potenciación o a su vez de prevención para alcanzar un mejor funcionamiento;
en cambio si existieran limitaciones o privaciones se tomará decisiones
encaminadas a eliminar, corregir o mitigar las causas que ocasionan un mal
funcionamiento, comportamiento o resultado de aprendizaje.

Iglesias Cortizas (2006) manifiesta que el «diagnóstico escolar ha estado


siempre vinculado con las actividades derivadas del proceso de enseñanza-
aprendizaje y tiene por finalidad determinar la naturaleza de las dificultades, su
gravedad y los factores que las subyacen»; sintetiza varias definiciones de
autores diferentes y clarifica los siguientes puntos:

 El diagnóstico es un proceso general de identificación y valoración de las


necesidades que presenta un sujeto en un contexto dado (De la Orden,
1969).
 Una postura evidente, dentro del diagnóstico, es desde la óptica correctiva
de los trastornos de aprendizaje, del lenguaje o comportamental; por
tanto, el diagnóstico está vinculado con las actividades derivadas del
proceso de enseñanza aprendizaje (Lerner, 1976; Faas, 1980; Bush y
Waugh, 1982; Martí Quirós, 1982; Álvarez Rojo, 1984; Brueckner y Bond,
1986).
 Se puede considerar el diagnóstico como un puente entre la evaluación y
la orientación; que conecta la enseñanza con el desarrollo psicológico
(Del Val, 1981; Rodríguez Espinar, 1982; Gil Fernández, 1991; Sobrado y
Docampo, 1997; Sobrado, 2002).
 Finalmente, la idea de que el diagnóstico implica una labor multidisciplinar
(Martínez González, 1992; Parra, 1993) y de síntesis de toda la
información recogida mediante técnicas diversas (Buisán y Marín, 1987),
en el que se aplica el rigor científico (García Nieto, 1990; Pérez Juste,
1990).

Iglesias Cortizas (2006) al final define el diagnóstico en educación como:


Un proceso sistemático, flexible, integrador y globalizador, que parte de un marco
teórico para explicar o conocer en profundidad la situación de un alumno o grupo
a través de multitécnicas que permiten detectar el nivel de desarrollo personal,
académico y social, con el fin de orientar el tipo de intervención más idónea y
que optimice el desarrollo holístico de la persona.

Las definiciones conceptuales y argumentos antes expuestos son suficientes


para considerar la necesidad de contar con docentes formados
profesionalmente, para analizar e interpretar su práctica o la de otros en sus
contextos con el propósito de mejorarla, que tengan claro para qué sirve un
diagnóstico.

En el siguiente video del doctor Andere Martínez (2011) se encuentra respuestas


a la interrogante: ¿Para qué hacer un diagnóstico?

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