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El diagnóstico educativo es un proceso de investigación que lleva a cabo el docente para analizar una situación educativa determinada, identificar los factores que la están influyendo, y facilitar la toma de decisiones sobre cómo mejorarla. El diagnóstico tiene como objetivo determinar la naturaleza de las dificultades en el aprendizaje o comportamiento de los estudiantes, su gravedad y las causas subyacentes, a fin de orientar el tipo de intervención más adecuada.
El diagnóstico educativo es un proceso de investigación que lleva a cabo el docente para analizar una situación educativa determinada, identificar los factores que la están influyendo, y facilitar la toma de decisiones sobre cómo mejorarla. El diagnóstico tiene como objetivo determinar la naturaleza de las dificultades en el aprendizaje o comportamiento de los estudiantes, su gravedad y las causas subyacentes, a fin de orientar el tipo de intervención más adecuada.
El diagnóstico educativo es un proceso de investigación que lleva a cabo el docente para analizar una situación educativa determinada, identificar los factores que la están influyendo, y facilitar la toma de decisiones sobre cómo mejorarla. El diagnóstico tiene como objetivo determinar la naturaleza de las dificultades en el aprendizaje o comportamiento de los estudiantes, su gravedad y las causas subyacentes, a fin de orientar el tipo de intervención más adecuada.
El sistema educativo integra a las instituciones (infraestructura, organización,
funcionamiento), a los estudiantes, docentes, padres de familia, autoridades y comunidad; a la enseñanza aprendizaje y sus resultados; en tal sentido, aparece la necesidad de conocer mejor el funcionamiento de una situación educativa determinada o de dar respuesta a las múltiples preguntas que nos hacemos acerca de cómo mejorar nuestras actuaciones educativas. (Martínez González, 2007)
Con el antecedente expuesto, el diagnóstico educativo es el proceso de
investigación que lleva a cabo el docente, para analizar y describir una determinada situación, identificando causas o factores que están influyendo sobre determinando comportamiento, que en unos casos puede ser menor a lo esperado o no, de todos modos, el resultado facilita los procesos posteriores de toma de decisiones sobre lo que conviene hacer con la situación analizada.
Cuando la situación no presente falencias o carencias se podrá tomar medidas
de potenciación o a su vez de prevención para alcanzar un mejor funcionamiento; en cambio si existieran limitaciones o privaciones se tomará decisiones encaminadas a eliminar, corregir o mitigar las causas que ocasionan un mal funcionamiento, comportamiento o resultado de aprendizaje.
Iglesias Cortizas (2006) manifiesta que el «diagnóstico escolar ha estado
siempre vinculado con las actividades derivadas del proceso de enseñanza- aprendizaje y tiene por finalidad determinar la naturaleza de las dificultades, su gravedad y los factores que las subyacen»; sintetiza varias definiciones de autores diferentes y clarifica los siguientes puntos:
El diagnóstico es un proceso general de identificación y valoración de las
necesidades que presenta un sujeto en un contexto dado (De la Orden, 1969). Una postura evidente, dentro del diagnóstico, es desde la óptica correctiva de los trastornos de aprendizaje, del lenguaje o comportamental; por tanto, el diagnóstico está vinculado con las actividades derivadas del proceso de enseñanza aprendizaje (Lerner, 1976; Faas, 1980; Bush y Waugh, 1982; Martí Quirós, 1982; Álvarez Rojo, 1984; Brueckner y Bond, 1986). Se puede considerar el diagnóstico como un puente entre la evaluación y la orientación; que conecta la enseñanza con el desarrollo psicológico (Del Val, 1981; Rodríguez Espinar, 1982; Gil Fernández, 1991; Sobrado y Docampo, 1997; Sobrado, 2002). Finalmente, la idea de que el diagnóstico implica una labor multidisciplinar (Martínez González, 1992; Parra, 1993) y de síntesis de toda la información recogida mediante técnicas diversas (Buisán y Marín, 1987), en el que se aplica el rigor científico (García Nieto, 1990; Pérez Juste, 1990).
Iglesias Cortizas (2006) al final define el diagnóstico en educación como:
Un proceso sistemático, flexible, integrador y globalizador, que parte de un marco teórico para explicar o conocer en profundidad la situación de un alumno o grupo a través de multitécnicas que permiten detectar el nivel de desarrollo personal, académico y social, con el fin de orientar el tipo de intervención más idónea y que optimice el desarrollo holístico de la persona.
Las definiciones conceptuales y argumentos antes expuestos son suficientes
para considerar la necesidad de contar con docentes formados profesionalmente, para analizar e interpretar su práctica o la de otros en sus contextos con el propósito de mejorarla, que tengan claro para qué sirve un diagnóstico.
En el siguiente video del doctor Andere Martínez (2011) se encuentra respuestas
a la interrogante: ¿Para qué hacer un diagnóstico?