Está en la página 1de 9

Caucus moderado

 La delegación de Bolivia Propone un Caucus moderado 5 minutos, 30 segundos por


orador para hablar sobre las soluciones, pactos o compromisos que cada país en contra
del acoso infantil

 La delegación de Bolivia Propone un Caucus moderado 5 minutos, 30 segundos por


orador para hablar sobre las sanciones que deberá cumplir cada país si no cumplen con
los objetivos determinados.

 La delegación de Bolivia Propone un Caucus moderado 5 minutos, 30 segundos por


orador para hablar sobre las maneras o propuestas que tienen para acabar el acoso escolar
en su país respectivo.

 La república de Bolivia propone un caucus moderado de 5 minutos, 45 segundos por


orador para hablar sobre las consecuencias que puede traer el acoso infantil en los
menores
Información de solución – general
“UNICEF y Educo Bolivia firman un acuerdo para prevenir la violencia y promover una cultura
de paz en las escuelas”
Implementaran el proyecto “Escuelas constructoras de paz y bienestar”
17 Octubre 2020

UNICEF Bolivia/2019/Garsón

El acuerdo se inscribe en el marco del Programa de País 2018 – 2022, que UNICEF firmó con
el Estado Plurinacional de Bolivia, para la implementación del programa Escuelas Amigables y
Seguras para la prevención de la violencia y la promoción de la cultura de paz en las escuelas,
que será ejecutado por la Fundación Educación y Cooperación Educo, en coordinación con las
direcciones departamentales y distritales de educación, y gobiernos locales subnacionales de
cuatro departamentos del país.

LA PAZ, 15 de octubre de 2020 – El Representante de UNICEF en Bolivia, Rafael Ramírez y


el Director de la Fundación Educación y Cooperación Educo en Bolivia, Lorenzo Leonelli,
firmaron hoy un acuerdo para la implementación del proyecto “Escuelas constructoras de paz y
bienestar”, que se enmarca en el programa Escuelas Amigables y Seguras de UNICEF, para
prevenir la violencia y promover la cultura de paz en 118 unidades educativas priorizadas de 13
municipios de Cochabamba, Pando, La Paz y Santa Cruz.

Lina Beltran, Jefa de Educación de UNICEF y coordinadora del programa, manifestó que la
firma de este acuerdo contribuirá a cambiar las normas sociales que toleran la violencia en el
ámbito escolar y contribuirá a que los niños, niñas y adolescentes puedan aprender, crecer y
desarrollarse en un ambiente de paz, tolerancia y respeto.

Por su parte Lorenzo Leonelli, expresó que la alianza entre UNICEF y Educo será de gran apoyo
a la población destinaria, y que están convencidos de poder responder a los objetivos planteados.

De acuerdo con estudios realizados por UNICEF Bolivia, durante la gestión 2019 en La Paz, el
90% de las y los estudiantes de secundaria perciben la existencia de violencia escolar en sus
unidades educativas. Un 27% afirma que todos los actores en las unidades educativas muestran
conductas agresivas, especialmente aquellos de cursos superiores. En Santa Cruz, 7 de cada 10
estudiantes están expuestos a algún tipo de violencia en el ámbito escolar. Los casos de violencia
que ocurren de manera frecuente afectan a 5 de cada 10 estudiantes en primaria y a 6 de cada 10
estudiantes en secundaria. La violencia escolar afecta por igual a mujeres y varones, sin
embargo, en el caso de las mujeres esa situación las afecta más a medida que van creciendo.

El proyecto fortalecerá el rol de las direcciones departamentales y distritales de educación, y


gobiernos subnacionales, en la prevención de la violencia en la escuela y su articulación con
servicios locales de protección de la niñez y adolescencia, de acuerdo con las políticas del
sistema educativo, promoviendo el  enfoque de derechos de la niñez y adolescencia, la educación
en valores y el buen trato, así como la identificación y la actuación ante la violencia contra la
niñez y adolescencia en la formación y actualización de 3.000 maestras y maestros.

Por otra parte, el proyecto fomentará el involucramiento de la comunidad educativa y sus


diferentes actores (consejos educativos/juntas escolares), con un fuerte énfasis en la participación
activa y transformadora de 13.800 niñas, niños y adolescentes para la convivencia pacífica y
armónica en la escuela desde un enfoque intercultural y de género, así como para la detección
oportuna de situaciones de violencia, la derivación y seguimiento en coordinación con instancias
del sistema local de protección.

El programa Escuelas Amigables y Seguras cuenta con el financiamiento y apoyo de la


Embajada de Canadá, de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea – KOICA, de la
Embajada de Suecia y de los comités nacionales de UNICEF en España y Canadá.
Explotación infantil en Pandemia – América Latina y el Caribe

América Latina y el Caribe esperaba ser la primera región del mundo en erradicar la explotación
de menores de edad para 2025. La covid-19 ha roto este objetivo

A pesar de la disminución del trabajo infantil en la región en 2,3 millones entre 2016 y 2020, se
estima que la crisis provocada por la pandemia podría revertir esta tendencia positiva

El trabajo infantil perjudica a los niños y niñas física y mentalmente, compromete su educación,
restringiendo sus derechos y limitando sus oportunidades futuras. De acuerdo con el último
reporte de Unicef, son 100 millones el número de ellos que aún no reciben clases
presenciales. Miles podrían estar en riesgo de no regresar a clases debido a la falta de recursos
familiares y de programas de apoyo por parte del Estado que ayuden a estos hogares para que no
tengan que recurrir al empleo de sus hijos e hijas.

La combinación de la pérdida de empleo, el aumento de la pobreza y el cierre de escuelas es una


tormenta perfecta para la proliferación de este tipo de explotación. Abandonar la escuela y entrar
prematuramente en el mercado laboral reduce las posibilidades de conseguir mejores trabajos en
el futuro, perpetuando la trampa de la pobreza. Aunque reconocemos que ha habido avances en
las últimas dos décadas en la región, las cifras de explotación de menores de edad siguen siendo
demasiado altas, y la crisis social y económica provocada por la pandemia podría causar un
retroceso dramático si no se actúa pronto.

Dado que muchas escuelas siguen cerradas, y que las familias empobrecidas en situación de
confinamiento han perdido ingresos durante muchos meses, estamos viendo que más niños y
niñas de la región se incorporan y se seguirán incorporando al trabajo infantil abandonando
también sus estudios. América Latina y el Caribe esperaba ser la primera región del mundo en
erradicarlo para 2025. La pandemia ha hecho que este objetivo sea cada vez más difícil de
alcanzar. Es probable que más menores de edad de toda la región se sumen en los próximos
meses, a menos que sus familias reciban ayuda rápidamente.

También es indispensable asegurar el trabajo decente para los adultos y los jóvenes en edad legal
de trabajar y prestar atención al trabajo infantil en la agricultura. Igualmente, es necesario
promulgar leyes que protejan mejor a la infancia, mejorar los sistemas de inspección laboral,
aplicar eficazmente sistemas integrales de protección o fortalecerlos allí donde sea necesario.

En estos tiempos de crisis, todos los gobiernos de América Latina y el Caribe están bajo presión
para cortar la inversión en educación. Sin embargo, ahora no es el momento de ahorrar. Al
contrario, es el momento de invertir en las escuelas para impulsar la recuperación económica de
toda la región asegurando mejores oportunidades para los niños, niñas y adolescentes.
Explotación Infantil - Bolivia

El Código Niña, Niño y Adolescente (Ley 548) fija en 14 años la edad mínima para trabajar y,
excepcionalmente, con autorización de las Defensorías, desde los 10 años, si se trata de una
actividad laboral por cuenta propia, siempre y cuando la misma no ponga en riesgo la integridad
física y psicológica de los menores.

Sin embargo, la realidad en el país nos muestra, sobreabundantemente, que miles de niños son
sometidos a trabajos forzosos, sin una remuneración justa, con horarios nocturnos y, por ende,
poniendo en riesgo su integridad física y psicológica, en detrimento, además, de sus estudios, ya
que la mayor parte de los pequeños trabajadores abandonan la escuela.

Desde hace varios años se ha venido denunciando, en forma recurrente, que hay niños, cientos o
miles, trabajando en la zafra, en la minería y en otros sectores que menoscaban no solo la salud
de los menores sino también su dignidad.

Para erradicar el trabajo infantil, hace poco más de una década se lanzó un programa que, si bien
ha dado pasos importantes, sobre todo, en el rubro de la zafra, aún es insuficiente por la cantidad
de niños que siguen siendo sometidos a extensas y duras jornadas laborales por salarios que, en
muchos casos, no llega siquiera al mínimo nacional.

Ante la escasez de fuentes de empleo para los adultos, miles de niños se ven obligados (o son
obligados) a salir a las calles para trabajar en el comercio informal o realizando actividades
riesgosas como malabaristas, limpiadores de vehículos o cargadores en jornadas que se inician
muy temprano en la mañana y que no tienen hora de cierre.

Para sacar a los niños de los trabajos insalubres, lo primero que se tendrá que hacer es asegurar
un trabajo estable y con una remuneración digna para los padres que por el momento se
encuentran desempleados, de modo que los niños tengan la posibilidad de acceder a alimentos
diariamente, vestirse con lo necesario y estudiar.
La iniciativa de erradicar el trabajo forzoso busca que las empresas tengan la certificación del
triple sello, es decir que son industrias que no incurren en trabajo infantil, trabajo forzoso o
discriminación.

Algunas empresas, sobre todo informales, se abastecen de mano de obra infantil porque a los
niños les pagan salarios míseros, sin ningún beneficio social, sin contratos ni aportes a las AFP y
menos seguridad a corto plazo, es decir, seguro de salud.

Esta campaña, que se inició en Santa Cruz, hace unos once años, debería ser aplicada en todo el
país, como una política de Estado, y tanto el Gobierno como las empresas privadas deberían
invertir tiempo y recursos para erradicar, finalmente, el trabajo infantil que lo único que está
haciendo es socavar el futuro del país, porque miles de niños están dejando de estudiar.
México contra la Explotación infantil

Millones de niños corren el riesgo de tener que realizar trabajo infantil como consecuencia de la
crisis del COVID-19, lo que podría propiciar un aumento del trabajo infantil por primera vez tras
veinte años de avances, según se desprende de un nuevo informe de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Según el informe COVID-19 and child labour: A time of crisis, a time to act [COVID-19 y el


trabajo infantil: período de crisis, momento para actuar] el trabajo infantil ha disminuido en 94
millones desde 2000, una mejora que ahora podría verse amenazada. 

El documento dice que los niños que ya trabajan podrían tener que hacerlo durante más horas, o
en peores condiciones. Muchos de ellos podrían verse obligados a realizar las peores formas de
trabajo, lo que causaría un daño significativo a su salud y a su seguridad.

"Habida cuenta de las graves consecuencias de la pandemia en los ingresos de las familias,
muchas de estas, al no tener apoyo alguno, podrían recurrir al trabajo infantil", afirmó Guy
Ryder, Director General de la OIT. "La protección social es fundamental en épocas de crisis,
puesto que permite brindar asistencia a los más vulnerables”. 

"Tener en cuenta los problemas asociados al trabajo infantil en el marco de políticas de mayor
alcance sobre educación, protección social, justicia, mercados de trabajo y derechos humanos y
laborales a escala internacional supone una diferencia fundamental", añadió el Sr. Ryder.

Según el informe, el COVID-19 podría resultar en un aumento de la pobreza y por tanto en un


incremento del trabajo infantil, ya que los hogares utilizan todos los medios disponibles para
sobrevivir. Algunos estudios aseguran que un aumento de un punto porcentual del nivel de
pobreza conlleva un aumento del 0,7%, o más, del trabajo infantil.

"En tiempos de crisis, el trabajo infantil se convierte en un mecanismo de supervivencia para


muchas familias", dijo la Directora Ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. "A medida que la
pobreza aumenta, las escuelas cierran y la disponibilidad de los servicios sociales disminuye,
más niños se ven empujados a trabajar. Cuando imaginamos el mundo después de la COVID,
debemos asegurarnos de que los niños y sus familias disponen de las herramientas necesarias
para afrontar tormentas similares en el futuro. Una educación de calidad, servicios de protección
social y mejores oportunidades económicas pueden cambiar las cosas".

Los grupos de población vulnerables, en particular los que trabajan en el sector informal y los
trabajadores migrantes, serán los que más padezcan los efectos de la recesión económica, el
aumento de la informalidad y el desempleo, así como el empeoramiento general de la calidad de
vida, las crisis sanitarias y las deficiencias de los sistemas de protección social, entre otras
consecuencias adversas de la crisis.

Hay cada vez más pruebas de que el trabajo infantil está aumentando a medida que las escuelas
cierran durante la pandemia. El cierre temporal de escuelas afecta actualmente a más de 1.000
millones de alumnos en más de 130 países. Incluso cuando se reanuden las clases, es posible que
algunos padres ya no puedan permitirse enviar a sus hijos a la escuela.

Como resultado, más niños podrían verse forzados a realizar trabajos peligrosos y de
servidumbre. La desigualdad de género puede agudizarse, puesto que las niñas son
particularmente vulnerables a la explotación en el sector agrícola y en el trabajo informal o
doméstico, según el informe.

En el informe se propone un conjunto de medidas encaminadas a paliar el riesgo de que aumente


el trabajo infantil, entre ellas, ampliar la protección social, facilitar la concesión de créditos a
hogares en situación de pobreza, promover el trabajo decente para los adultos, facilitar el regreso
de los niños a la escuela sin costos de escolaridad, y disponer de más recursos para realizar
inspecciones laborales y hacer cumplir la ley.

La OIT y UNICEF están elaborando un modelo de simulación para evaluar los efectos de la
COVID-19 en el trabajo infantil a escala mundial. En 2021 se publicarán nuevas previsiones
globales en materia de trabajo infantil.

También podría gustarte