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REFLEXIVIDAD CORPORIZADA

ESTUDIANTE
JUAN MATEO OCAMPO GIRALDO

PROFESORA
JULIA ADRIANA CASTRO CARVAJAL

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
INSTITUTO UNIVERSITARIO DE EDUCACIÓN FÍSICA
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN FÍSICA Y DEPORTE
EXPRESIONES MOTRICES DE AUTO – CONOCIMIENTO
MEDELLÍN
2018 – 1
Miércoles 18 de Abril del 2018
Expresiones Motrices de Autoconocimiento – Sesión 16
Reflexividad Corporizada
En el inicio de la clase se realizaron varios ejercicios secuenciados que
permitían dirigir la conciencia hacia el apoyo e inicio del movimiento; todo esto,
direccionado por algo tan común pero que es tan poco profundizado, como lo es
la respiración. En todo momento pude percibir como mi respiración fue superficial,
pues solo se expandía la caja torácica, sin hacer efectiva la respiración, a
diferencia de cuando se expande el área abdominal. Mientras realizamos este
ejercicio pude representar una imagen mental del comportamiento de la caja
torácica al momento de la respiración, visualizando una imagen anatómica pero
dinámica del complejo torácico, lo cual facilitaba bastante la conciencia sobre esta
zona, partiendo de que el esternón fue el apoyo o guía en todo momento, pese a
no estar apoyado.
Cuando la profe nos decía que respiráramos en dirección adelante, podía
sentir como se desplazaba mi esternón hacia delante, y a su vez, la zona dorsal se
relajaba; cuando dijo que la respiración fuese hacia atrás, podía sentir como el
esternón hundía mi pecho desplazando así la espalda. Posteriormente, al finalizar
este ejercicio introductorio a la clase de hoy, conversamos sobre el documento
enviado y realizado por la profesora que consistía en los aspectos que convergían
en una lección somática; yo participe de esta charla inicial haciendo varias
apreciaciones sobre lo que se ha hecho y la relación con el documento, y también
sobre el contexto del movimiento y las maneras en las que se podría generar una
empatía para posibilitar una lección más significativa. Seguidamente, atendimos
una exposición general de la profesora donde recogía lo más relevante del
documento; y así, cuando aún faltaba algo de tiempo para finalizar la clase, la
profesora nos asignó uno de los aspectos estudiados que se debían tener en
cuenta en la realización del movimiento, delegándonos la función de la dirección.
Para este ejercicio, decidimos retomar la articulación de la cadera al
entender su dirección multiplanar, es decir, tiene movimientos en dirección
adelante y atrás desde un plano sagital, a la derecha y a la izquierda desde un
plano frontal, y rotatorio en estas mismas direcciones desde un plano transversal.
Ahora bien, pensamos en la rotación de cadera para desplazarnos hacia los lados,
e incidir en la participación del resto del cuerpo en este movimiento, para así
contrastarlo cuando este movimiento iniciaba con otro segmento, haciendo énfasis
en la dirección con diferentes segmentos, sin embargo, y para mi disgusto, la
profesora nos interrumpió y más allá de sentir que nos hacía una corrección lo vi
como la manera en la que ella haría este trabajo, adelantándose a muchas cosas
que íbamos a mencionar, pues queríamos partir precisamente de los múltiples
movimientos que realiza la cadera en diferentes direcciones y como participa el
resto del cuerpo; por ejemplo, pensábamos explicar lo que ocurre con esta
articulación en un solo paso, partiendo de ese momento en el que un pie
culminaba su estado de reposo y se adelantaba al otro, haciendo énfasis,
precisamente, en que ambos hemi cuerpos estaban en dirección diferente, pues
mientras el pie guía está haciendo la flexión, el pie de apoyo (por este mismo
movimiento inicial), queda en extensión, siendo más que evidente que cuando una
se dirige adelante, el otro se dirige atrás pese a reconocer que hay una sola
dirección, o ese es el sentido de quien se moviliza.

Lunes 23 de Abril del 2018


Expresiones Motrices de Autoconocimiento – Sesión 17
Reflexividad Corporizada
Hoy la clase tuvo un toque diferente, más dinámico diría yo. Tuvimos la
oportunidad de hacer una práctica liberadora, donde centrábamos la atención en
ese juego que jugábamos mi pareja y yo, atendiendo principalmente al
relacionamiento que surgía de esta nueva experiencia, pues ya no era solo la
experiencia centrada en las cosas que me ocurrían, sino la experiencia focalizada
en los sucesos en conjunto, teniendo una actitud compartida, y por supuesto,
basados en la experiencia atenta. Ahora bien, retomando los ejercicios realizados
el día de hoy, es más que evidente que el apoyo no estuvo únicamente en esos
segmentos que estaban sobre el suelo, puesto que el verdadero apoyo estuvo en
nuestra pareja o compañero de experiencia, debido a su rol como guía y cuidador
en las actividades realizadas; siendo este comportamiento fundamental en el rol
docente, pues nosotros también deberíamos propender por ser un apoyo en las
diferentes esferas de la vida, principalmente en el ámbito académico o escolar,
para quienes solicitan esas características en un momento particular. Dicho así, es
gracias a este apoyo que se genera la confianza en el relacionamiento horizontal.
En la misma clase, tuvimos la posibilidad de guiar los movimientos de
nuestra pareja, haciendo énfasis en los gestos o zonas inexploradas, tratando de
iniciar estos movimientos, precisamente, en segmentos no habituales para
nuestra pareja de experiencia. Esta actividad posibilito el acompañamiento de
nuevos gestos, haciendo posible la liberación perceptiva y posterior acción, en una
relación que constantemente se iba afianzando, pues no era únicamente indicar
los puntos del movimiento, sino además, estar atento a que nuevos sucesos
podrían surgir de lo explorado allí. En este sentido, y enlazado con el suceso
anteriormente descrito, es más que explicito que en el ejercicio de direccionar los
movimientos, se trató de estimular la motricidad en los diferentes planos, pues no
nos quedamos con el predominio sagital, en movimientos adelante y atrás o de
flexión y extensión, sino que se pudo incursionar en el plano trasversal y sagital
con movimientos rotatorios y acercando y alejando las extremidades de la línea
media corporal. Este ejercicio, como bien lo he mencionado, no solo exploraba los
movimientos posibles en nuestra pareja, sino también, el espacio que le rodea;
articulado al concepto trabajado de e – ducare.
Por consiguiente, también se sobreentiende que en las actividades
realizadas hubo secuencia¸ debido a que los movimientos no eran esporádicos o
limitados a las indicaciones del docente, sino que se propendía por indagar y
enlazar una articulación con la otra, o bien, un movimiento con el otro. Dicho así,
la clave en estos ejercicios fue la cooperación entre el guía y el guiado, puesto que
en los movimientos, había cierta intención de quien era dirigido por ser dirigido, lo
cual también facilito los movimientos, permitiendo la exploración mutua de las
posibilidades motrices; contrario hubiese sido que nuestra pareja estuviera
estuviese tensionado, es decir, no hablo únicamente de una tensión a nivel
muscular, sino una tensión hacia los ejercicios, o además, una tensión hacia estar
acompañado en esta propuesta de vivencia mediante la experiencia libre.
Por otro lado, la fluidez estuvo supeditada a la dinámica de los ejercicios,
por lo que se entiende a su vez, que esta misma fluidez estuvo al margen de la
intencionalidad de nuestro compañero; los ejercicios de tracción, empuje, vibración
y rotación fueron ideales en el ejercicio experimental de percibir la corpo –
realidad, debido a que fueron movimiento continuos en un mismo segmento que
cambiaban la noción de dicha articulación, en función de la representación
generada por los movimientos anteriormente descritos. En el ámbito educativo, se
tiene que hacer una valoración de la experiencia o del proceso, partiendo de que
esta es la realidad que debería ser evaluada, pues somos lo que hacemos en un
presente, no lo que hacemos para un futuro, pues bien lo mencionan en el texto,
se debe erradicar esa idea finalista, puesto que nosotros no somos el resultado de
algo, somos el constante cambio propiciado por un evento, con lo cual se puede
inferir que no hay una concepción precisa o estática de lo que somos.
Asimismo, el esfuerzo durante los ejercicios únicamente los percibí a la
hora de ser guía, debido a que en el ejercicio de direccionar los movimientos y
explorar en el amplio repertorio motriz, realizaba posturas inadecuadas que
generaban cierto cansancio; pero lo paradójico aquí, es que mientras uno se
cansaba, la pareja se relajaba, haciendo una analogía de la tensión y relajación en
el mismo ejercicio de las parejas. Cuando me toco ser la persona que era guiada,
podía sentir algo de facilidad en los movimientos que realizaba, diferente a cuando
esos mismos movimientos se producían por una intención propia; por lo cual, se
debería propender por que los ejercicios realizados sean asistidos por otra
persona, pues siento que de esta manera se genera una mayor atención haciendo
la actividad más placentera; pero ojo, al decir esto también quiero hacer énfasis en
que se deben buscar las maneras de hacer que este tipo de ejercicios no generen
desgaste o cansancio para quien los realiza o mejor dicho, lo asiste, por lo que la
educación en este aspecto, también debe ser direccionada a cómo asistir sin
sentirnos agotados.
Finalmente, pude sentir una fuerte conexión con mi existencia, cuando
finalizado los ejercicios nos colocamos en bipedestación y realizamos una última
actividad; allí pude sentir como cierta energía recorría todo mi cuerpo, sin dejar
espacio alguno; también pude percibir como había menos tensión, a la vez que me
sentía más relajado y presentaba mayor fluidez en los movimientos. En síntesis,
sentía que verdaderamente estaba allí, que mi cuerpo no solamente ocupaba un
espacio, sino que se empoderaba de ese mismo espacio. Fue una experiencia
muy placentera y dinámica. Me genera mucho gusto saber de qué sí existen las
maneras de hacer que este tipo de clase sea un espacio más agradable y ameno
para el estudiante sin perder el foco de lo que es el autoconocimiento.

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