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Loreto Molina Tapia

Rumiación y pensamiento intrusivo:


¿Como la temporalidad desarrolla un rol determinante en la regulación emotiva a
través de la práctica de mindfulness?

Capítulo Tesis para optar al grado de magíster “Mindfulness, prácticas clínicas y
neurociencias” de la facultad de Psicología, Universidad Sapienza, Roma, Italia.

Director
Prof. Antonino Raffone

Capítulo II. REGULACION COGNITIVA

¨Cuando un pensamiento te domina lo encuentras siempre en todas partes, lo anuncias


incluso en el viento . Thomas Mann

2.1 Perspectiva evolutiva de las emociones


Las emociones presentan una especie de mapa evolutivo, mediante el cual los seres
vivos logran sobrevivir y adaptarse a su medio. Estas entregan información relevante
sobre el medio o que permite buscar la respuesta o modo de reacción mas adaptada a
lo que se enfrenta.

El miedo, el ansia, la angustia y el pánico por ejemplo, son emociones cuya similitud
radica en su contenido cognitivo de un lado y la reacción somática que lo acompaña de
otro. El contenido cognitivo, se relaciona con un peligro eminente y la emoción
experimentada será tanto más intensa, cuanto más grande sea el presunto peligro.
(Sassaroli, Lorenzini, Ruggiero, 2006).

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De esta forma el ser humano regula su comportamiento por medio de la representación
mental que obtiene a partir de la situación actual que enfrenta, cuya motivación radica
principalmente en obtener una respuesta favorable para el sistema.

A partir de la evaluación de los estímulos del entorno, son finalmente los propósitos los
que están a la base de las respuestas que adoptamos, que actúan a partir de las
representaciones que emergen en la mente y de las creencias sobre si mismo y sobre el
mundo que explican la adopción de aquella particular estrategia para alcanzar un
propósito. De esta forma, podríamos afirmar, que funciona de manera instrumental
(Sassaroli et al, 2006).

Poniendo el acento en la idea de que las evaluaciones que nos damos de los eventos,
dependen de los propósitos activos en un momento preciso, será inmediatamente
percibido la relación que surge entre propósitos y emociones. (Gordon 1987).

Las emociones entonces, nos dan información crucial con respecto a como alcanzar
nuestros propósitos, pero también son un patrón primario en nuestro conocimiento
personal. Desde unas perspectiva evolutiva, las emociones fueron probablemente el
primer sistema organizado de conocimiento que activamente construyieron las
regularidades ambientales. A diferencia del lenguaje y la cognición, la responsabilidad
emocional es universal entre las especies animales (Eibl-Eibesfeldt, 1972; Plutchik,
1980; Zajonc, 1980), ya que desde las fases mas tempranas del desarrollo y mucho
antes que se desarrollen nada que se parezca a las habilidades verbales, los bebés ya
poseen tanto las cualidades primarias de los sentimientos como su habilidad para
manifestarlas a través de patrones expresivos emotivos.

Siguiendo esta senda, las emociones son adaptativas según la experiencia que
experimentamos. El miedo por ejemplo, se constituye por excelencia como la
emoción más básica y automática, pues necesita de una menor mediación cognitiva y al
activarse prevalece sobre toda las otras. Su naturaleza es más bien preventiva por ende
se orienta al futuro, sin embargo desaparece al comprobarse la ausencia de amenaza.

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El propósito por el cual viene activado el miedo correspondería entonces al mismo de
la ansiedad, pudiendo incluso hablar de que forman parte de la misma emoción. Sin
embargo, la diferencia principal radica en que pertenece solo al género humano puesto
que para experimentarla se requiere de un sistema cognitivo mas complejo, que pueda
prevenir consecuencias a largo plazo y que este en grado de hacer razionamientos
hipotéticos, mientras esto no es necesario para probar miedo , ya que en ese caso el
peligro es evidente y presente en el aquí y el ahora.

En este sentido, la emoción de ansiedad, ilustra magníficamente como la temporalidad


de ésta y su proyección hacia el futuro, genera una tensión que aumenta la vigilancia en
el sistema humano, aun tratándose de una amenaza menos especifica y evidente,
volviéndola mas prolongada en el tiempo.

Al contrario de la ventaja evolutiva que presenta el miedo, la ansiedad misma


representa una desventaja en este proceso, pues esta preocupación crónica en relación a
los eventos negativos que pueden suceder se da paso a la instauración de un continuo
worry o rumiación ansiosa relativo a todos los eventos desagradables que podrían
suceder. Esta cualidad de amenaza, surge a partir de lo imprevisible, por ende debemos
enfrentar eventos desconocidos e incontrolables. En este escenario lo que en esencia
resulta amenazante, es mas bien un estado de Si mismo desconocido, deconstruido e
incierto. (Sassaroli et al , 2006).

En resumen el modelo cognitivo presente en la emoción de ansiedad, sería la


percepción de una realidad amenazante y la certeza de que no tendremos los recursos
internos para hacer frente a los eventos. En este sentido, resulta fundamental afirmar
que en la mayoría de las patologías mentales, tales como Depresión y Ansiedad
generalizada, se evidencia este componente, siendo la rumiación, el fenómeno mental
que acompaña al ansia perpetuandola. La rumiación ansiosa (worry) se puede definir
como una actividad mental que implica continuar a racionalizar en modo repetitivo
sobre ciertos pensamientos negativos ya sean hipótesis sobre el futuro o juicios
negativos sobre si mismo y los otros (Caselli, Ruggiero e Sassaroli 2017 pag 23).

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2.2 Cuándo el pensamiento se vuelve desadaptativo: Rumiación mental

El flujo de la experiencia mental de los seres humanos no se limita a razionamientos


conscientes, voluntarios y orientados a un propósito. La conciencia humana es
atravesada de actividades cognitivas involuntarias que se manifiestan a través de
sensaciones, sentimientos impulsos y pensamientos automáticos que pueden también
interferir con la actividad cotidiana (Sarason, Pierce,Sarason, 1996).

El concepto de mind wandering, ha sido ampliamente investigado a partir de las


neurociencias, dando cuenta que es un estado en el que la atención se dirige a la cadena
de pensamientos, habitualmente inconexos y sin objetivo evidente, alejándose de los
estímulos ambientales, divagando por el pasado, presente y futuro, fantaseando e
imaginando. Sin embargo al prolongarse en el tiempo, se torna disfuncional, puesto que
tambien se asocia a pensamientos con tendencia a la rumiación (Ottaviani et al 2015).

Este punto nos introduce entonces a reflexionar en torno al efecto que tienen los
pensamientos negativos recurrentes en los individuos y su instalación como una
modalidad de regulación emocional absolutamente desadaptativa, a través de un
pattern que actúa de forma recursiva, por medio de la proliferación mental que afecta
ya sea el funcionamiento interno, como la proyección externa creando una
desregulación en la vida del individuo.

Los estudios neurocíentificos han intentado explicar que es lo que surge en una persona
para adoptar un distress profundo y duradero. Una respuesta viene dada a partir de la
metacognición, a la cual se le adjudicaría el control de nuestra mente; afirmando que el
contenido del pensamiento intrusivo no tendría una implicancia tan determinante; sino
mas bien el cómo pensamos las cosas y cual es nuestra respuesta frente a los diversos
pensamientos que nos invaden. Este factor , resulta fundamental puesto que define la
tonalidad emotiva y el control que logramos ejercer sobre nuestras emociones (Wells,
2009).

Podemos ver a un niño en los primeros años teniendo un repertorio de tonalidades


emotivas que potencialmente están listas , pero que tienen que tomar forma a través de
la experiencia inmediata en el proceso de vinculación. Dependiendo de las

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características de la persona que ejerce el vínculo, ciertas tonalidades emotivas serán
más seleccionadas que otras. Por ejemplo, una madre muy ansiosa, muy asustada, hará
que la tonalidad de miedo esté más desarrollada y más representada (Guidano 1995).

En este sentido, para Bowlby (1986), el comportamiento de apego es todo aquel que
permite al sujeto conseguir o mantener proximidad con otra persona diferenciada y ,
que motiva la búsqueda de proximidad entre el niño pequeño y sus padres o cuidadores.

La caracteríztica central del comportamiento parental es la “provision por parte de


ambos padres de una base segura a partir de la cual el niño, puede incursionar en el
mundo externo, y a la cual puede regresar sabiendo que será bienvenido cuando llegue
allí, nutrido física y emocionalmente, reconfortado cuando esté afligido, re asegurado
si está asustado (Bowlby, 1980).

La interacción que se produzca entre el cuidador y el niño podrá dar cuenta de la


calidad del vínculo, lo que tendría que ver con lo que Bowlby (1980) identificó como
modelos operantes internos, que serían expectativas que posee el niño acerca de sí
mismo y de los demás, y que le hacen posible anticipar, interpretar y responder a la
conducta de sus figuras de apego, ya que integran experiencias presentes y pasadas en
esquemas cognitivos y emocionales.

Así, las relaciones tempranas de apego poseen amplia influencia en la capacidad para
regular el estrés, en la regulación de la atención y en la función mentalizadora de los
sujetos (Fonagy & Target, 2002).

Crittenden (1990, 1995) también habla de modelos internos, que implican cierta forma
de procesar la información acerca de la conducta de las figuras de apego y, asimismo,
mayor o menor tendencia a ciertos tipos de psicopatología.

Resulta entonces, fundamental explorar si existe alguna relación entre la adquisición


de estrategias de regulación cognitiva como la rumiación , las metacredencias, los
propósitos que gobiernan su activación y la historia individual con las figuras de apego
en la infancia, y como estas pueden favorecer la elección de esta estrategia que
favorece un estilo rumiativo (Caselli, Ruggiero, Sassaroli 2017).

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2.3 Tipos de Apego y metacognicion

Posterior a los hallazgos de Bowlby, Ainsworth (1970) diseño una situación


experimental , la cual le permitió observar la conducta de los niños frente a esta
condición, logrando indentificar tres patrones de comportamientos representativos de
los diversos tipos de apego:

El patron seguro, caracterizado por un sentido de proximidad con la madre, donde el


niño percibe su presencia y responde al llamado de sus necesidades en cada momento,
aumentando su capacidad de exploración en su presencia. Es decir sus patrones
saludables, permiten la regulacion emocional.

En terminos de conocimiento metacognitivo, la seguridad ofrecida por parte de la


figura de apego permite el conoscimiento de sus propios estados internos. De esta
forma al presentarse emociones y pensamientos negativos, para el niño no siempre
darán cuenta de una realidad externa. Estas experiencias se perciben subjetivamente
inocuas, ya que no logran desestabilizar la figura de apego, ni generar una respuesta de
alarma.
En éste sentido, el niño logra diferenciar los estados negativos como transitorios,
sujetos a evaluación y no considerados de hecho (Caselli, et al 2017).

Contrariamente, cuando hablamos de apego inseguro, el niño percibe los cuidados de


su figura de apego como insatisfactorios, a partir de una falta de empatía y de
sensibilidad hacia las necesidades físicas y afectivas , estas serán internalizadas a través
de una representación del mundo poco confiable y amenazante.

A partir de esta lectura negativa de lo externo, desarrollaran estrategias de regulación a


partir de respuestas de tipo evitativo o ansioso-ambivalente. Por consiguiente, los
niños inseguros forman modelos de cuidadores poco fiables e inconsistentes a la hora
de ayudar y apoyar ante sus necesidades, no sirviéndoles como base segura para su
exploración (Bowlby, 1973; Bretherton y Munholland, 1999; Thompson, 1999;
Weinfield et al., 1999).

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Mikulincer (2003), enfatiza que en el estilo evitativo no hay seguridad en el apego, se
produce una autosuficiencia compulsiva y existe preferencia por una distancia
emocional de los otros. Además los niños tienden a minimizar la expresión de sus
propias emociones evitando a la figura de apego. Con esta mecanismo el niño no
expresa sus necesidades y garantiza un mínimo grado de protección por parte de la
figura paterna.

En términos de regulación cognitiva, la desactivación emotiva a estimulos amenazantes


y vulnerabilidad personal, una natural propensión a suprimir pensamientos y recuerdos
que evocan stress o sentimientos de vulnerabilidad.
De esta forma, es fijada en lo que se percibe seguro conocido. Este esfuerzo es
protegido a mantenerse en una zona de confort cognitive, el monitoreo de los estados
internos es limitado a fin de reducir la percepción de perturbación (Mikulincer,
Birnbaum, Wooddis et al, 2000 )-.

Como consecuencia , la relación con los otros resulta un mundo desconocido, al igual
que su mundo interno el cual no se utiliza como vehículo de información al respecto de
considerar los proprios propósitos, necesidades y deseos.

En términos de conocimiento metacognitivo se asume que los estados negativos


resultan peligrosos. La primera metacredencia al respecto se funda a partir de que las
emociones disturbantes no pueden ser reguladas. Para ello resulta útil adoptar criterios
de seguridad tales como distancia de intimidad o en su defecto la mantencion de
estados positivos euforicos y de exitacion (Caselli et al 2017).
.
La segunda y tercera metacredencias correspoderían a condicionar la seguridad para
protegernos de pensamientos y emociones disturbantes. Y por otro lado el rol del
evitamiento. Como consecuencia a la no comunicación de infomación emocional creará
dificultades en las relaciones interpersonales (Caselli et al 2017).

Finalmente, en el apego inseguro-ambivalente, el niño muestra ansiedad de separación


pero no se tranquiliza al reunirse con la madre o cuidador, según los observadores
parece que el niño hace un intento de exagerar el afecto para asegurarse la atención
(Fonagy, 2004). En este tipo de apego parece que la madre o cuidador, está física y

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emocionalmente disponible sólo en ciertas ocasiones, lo que hace al individuo más
propenso a la ansiedad de separación y al temor de explorar el mundo. Para Mikulincer
(1998), es evidente un fuerte deseo de intimidad, pero a la vez una sensación de
inseguridad respecto a los demás.

En términos de regulación cognitiva, la hiperactivación de la expresion emotiva


requiere de un monitoreo y una focalización constante sobre señales de separación,
procesos cognitivos de rimuginio y ruminazion que mantienen vivos estados de
vigilancia e alarma hasta cuando no vengan interrumpidas de una intervención
externa (Mailk, Wells, Wittkowsky, 2015).

Esta modalidad le permite a los individuos obtener cierta proximidad con la figura de
apego, sinembargo, no otorga seguridad. En el estilo ambivalente se utilizan con mayor
frecuencia estrategias de búsqueda de proximidad hacia las figuras de apego,
hipervigilancia, rumiación, y sobreactivación general del organismo, inhibición
emocional, atención directa al estrés, acceso constante a recuerdos emocionales
negativos, activación crónica y disfuncional del sistema de apego (Andersson & Perris
2000).

En conclusion, la atención a nueva información se reduce, puesto que tiene el foco


hacia señales de amenaza, y es esta misma propensión de monitoreo a estímulos
amenzantes los que generan la rumiación (Caselli et al, 2017).

A nivel de metacredencias, la ambivalencia de parte de la figura de apego podría ser la


base de metacredencias incoherentes. Por un lado, positivas, sobre la necesidad de
rimuginiar y fomentar pensamientos negativos con el fin de crear una cercanía con la
figura de apego Por otro lado, las metacredencias negativas acerca la falta de control,
puesto que la figura de apego pudiese no estar presente, para da una respuesta apta para
disminuir o cancelar el malestar brindando protección (Caselli et al, 2017).

2.3 Estrategias de regulación cognitiva y Psicopatología

Cuando hablamos de psicopatología o sufrimiento psíquico, la investigación clínica


tiene mucho que decir. Sobretodo en lo que se refiere a la persistencia de ciertos

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patrones de regulación cognitiva que resultan disfuncionales y de algún modo
ineficaces, puesto que perpetuan estados de ánimo negativos, volviendo a los pacientes
que la padecen, solo más vulnerables a futuras recaidas. Esto es precisamente lo que
sucede en la depresión (Wells, 2012).

De echo, segun los trabajos de investigación clinica desarrollados a partir de la terapia


metacogonitiva, se tiene la premisa fundamental que la presencia de un trastorno
psicólogico sea la señal de que los pensamientos se estan extendiendo en nuestra mente
sin que se eliminen. Estos esquemas recursivos se relacionan con las proprias
experiencias internas y adquieren una particularidad de patrón de pensamientos que se
presentan cuya cualidad ripetitiva, auto-perpetuante y de rumiación es dificil de tener
bajo control (Wells 2012).

Muchos otros aspectos de la metacognición operan fuera de nuestra consciencia. Una


de las caraterísticas que presentan disturbios como el ansia y la depresion , derivan
del pensamiento repetitivo negativo expresados en las formas de worry y ruminacion,
los cuales se perciben como difíciles de controlar o tendencialmente producen
perspectivas distorsionadas de la realidad que alimentan estados de animo negativos.

En los últimos años, la rumiacion depresiva ha tomado un gran interés ya sea en el


ámbito clínico como en el de la investigación. Numerosas evidencia empíricas (Carter,
Scheier 1981; Ingram 1990; Nolen Hoeksema, Morrow,1990; Pyzczynsky,
Greenberg1987 Teasdale han demostrado, como este tipo de self-focus, asume un rol
central en la etiología del trastorno depresivo y en su mantenimiento.

Susan Nolen Hoeksema desarrolló una importante investigación, en la cual observo


diferencias sustanciales entre la repuesta de individuos en situaciones de estados de
animo depresivo. En este sentido reveló como un grupo de individuos reaccionaban a él
focalizando la atención sobre si mismos, mientras que un segundo grupo desarrollaban
tácticas orientadas a distraerse de si mismos y de la propia mente.

En este sentido, definió como respuesta ruminativa la manera de reaccionar a los


eventos a partir de un análisis interno en cuyo afán por buscar una alternativa por salir
de este monólogo, reproduce un patrón repetitivo que solo prolonga el estado

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depresivo; se trata entonces de un proceso que las personas activan cuando estan tristes
o deprimidas, exacerbando y prolonga los síntomas de tal modo que los convierten en
crónico. A su vez las interpretaciones y juicios crean un verdadero circulo vizioso
entre humor y procesos de pensamiento (Nolen-Hoeksema, 1991).

Uno de los elementos más utilizados para medir la rumiacion es la Response Style
Theory (RST) , desarrollada por Nolen e Hoeksema (1991).

Un aspecto a considerar sobre la RST, radica en que diversos estudios (Nolen-


Hoekesema, 2004), han evidenciado que el número de mujeres que sufre de depresión
mayor y sintomatología depresiva es el doble de los hombres. Esta variable de género,
se adhiere a que los hombres aplican como respuesta la distracción, focalizándola hacia
estímulos externos; de forma inversa, las mujeres recurren a la rumiación focalizando
la atención en los síntomas, causas y consecuencias del estado disfórico.

Esta información resulta relevante ya que el estilo de respuesta puede contribuir a la


gravedad, cronicidad y recurrencia de un episodio depresivo. Este hallazgo permite
distinguir el estilo de respuesta ruminativa de las mujeres, como la mayor
vulnerabilidad de estas frente a la depression, a diferencia de la tendencia a la respuesta
de los hombres la cual reduce sus niveles depresivos (Nolen-Hoeksema, 1987).

Existe otro aspecto a considerar que deriva de esta Scala, los autores han analizado dos
componentes, etiquetados como Reflexion (Reflection) y ruminacion (Brooding). La
primera implicaría un giro interno para ocuparse de un problem solving cognitivo,
dirigido a aliviar los síntomas de la depresión; la ruminación en cambio se trataría de
un enfrentamiento pasivo de la situación actual, con algunos estandar no alcanzados, en
una contemplación pasiva de lo que no va bien en la propia vida (Treynor, González,
Nolen Hoeksema, 2003).

En conclusión, el worry y la rumiacion, además, contribuyen a gatillar y mantener


activo un sentido de amenaza tal por el cual el ansia y la depresion, mas que ser
transitorias, persisten. Estos procesos consumen preciosos recursos de atención y
pueden debilitar la capacidad de pensar y de tomar un decision clara y ponderada en
condiciones de estrés.

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El hecho de rumiar frecuentemente incrementa la actitud de adoptar éste tipo de
estrategias, al punto que la persona no se da cuenta nisiquiera de utilizarlos y todo
termina por pasar inobservado: la fuerza del hábito y la escasa conciencia contribuyen a
crear un sentido de pérdida de control de estos procesos mentales (Wells, 2012).

Como otra consecuencia importante es que ambos procesos de regulación cognitiva,


pueden interferir con otros procesos cognitivos de autoregulación: la rumiación
ansiosa (worry), por ejemplo, se explicita en forma verbal y puede interferir en la
elaboración de las imagenes necesarias para alcanzar o superar traumas a nivel
emotivo. De manera similar, rumiar sobre el pasado, así cómo repensar continuamente
en los proprios errores y en los propios fracasos, aumenta la accesibilidad de éste
material cuando, en el futuro se deberiesen formular juicios sobre si mismo (Wells,
2012).

2.4 Intervenciones terapéuticas para su tratamiento

Segun el enfoque que desarrolla la Terapia Metacognitiva (MCT)- si algunas personas


permanecen prisioneras en la vorágine del sufrimiento emotivo se deve a que- sus
metacogniciones frente a determinadas experiencias internas, da vida a un modelo
particular de respuesta que contribuye a mantener y a reforzar las emociones que las
ideas negativas. El pattern en cuestion toma el nombre de Síndrome Cognitivo
Atencional, CAS y se manifiesta con fenómenos de preocupación, rumiación,
focalización de la atención y con el uso de estrategias de coping y/o de regulación
disfuncional- (Wells, 2012).

El CAS se distingue, tipicamente, como un estilo de pensamiento perseverante que se


expresa con rimuginio o ruminazione, focalizando la atencion sobre amenaza. Se
considera además disfuncional, puesto que obstacula los procesos de adaptación,
estimula otros pensamientos cuya reducción se logra a través de medios como consumo
de drogas y/o alcohol, y lo mas importante es que se vuelve absoultamente ineficaz
frente a la reducción de emociones negativas que fomentan el sufrimiento psíquico.

El terapeuta debe centrarse en eliminar el CAS y se han desarrollado técnicas


específicas para hacerlo. El tratamiento, por tanto, debe centrarse en modificar

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creencias metacognitivas erróneas. También es importante mejorar el conocimiento del
procedimiento de los pacientes (planes metacognitivos implícitos); esto significa
capacitarlos para que desarrollen nuevas habilidades para responder a eventos internos,
de una manera más flexible y descentralizada.

En conclusión, de este análisis surgen tres importantes objetivos terapéuticos: 1) la


modificación de estilo o estrategia de pensamiento (CAS); 2) la modificación de
creencias metacognitivas explícitas; 3) la adquisición de nuevos métodos
procedimentales, o planes implícitos, para orientar procesos cognitivos y experiencias
subjetivas. Esta terapia, fue diseñada y desarrollada precisamente para poder lograr
estos efectos.

Dentro del modelo metacognitivo, se desarrolla una versión particular de atención


plena denominada atención plena desapegada (detached mindful- ness) (Wells, 2005).
La atención plena desapegada es sólo una de las tantas maneras en las que el
tratamiento apunta a cultivar el modo metacognitivo, dado que se presentan ejercicios
bien definidos para su práctica en el interior del protocolo de la TMC.

La inclusión de ejercicios de atención plena desapegada se basa en los siguientes


supuestos. Dado que para el modelo metacognitivo, la patología psicológica está
relacionada con la activación de un estilo de pensar tóxico, el SCA que consiste, como
se ha mencionado, en un estilo perseverativo de pensamiento que toma la forma de
preocupación o rumiación, foco atencional en la amenaza y estrategias de afronte
contraproducentes, se propone la atención plena desapegada como un modo de impedir
la activación del SCA (Wells, 2009).

Como veremos en el próximo capítulo, en la búsqueda de nuevas alternativas para el


tratamiento del pensamiento repetitivo, y gracias al descubrimiento de el factor
ruminativo como factor principal en la recaída de la depression mayor, la psicología
entablará un diálogo con las prácticas de meditación mindfulness: El programa MBCT
nace con el objetivo de ayudar a los individuos a realizar un trasformación radical en su
relación con los pensamientos, con las emociones y con las sensaciones físicas que
pueden contribuir a las recaídas depresivas (Segal, Williams, Teasdale, 2014).

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