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CORTE PROVINCIAL DE JUSTICIA DE TUNGURAHUA

PRIMERA SALA DE LO CIVIL, MERCANTIL, INQUILINATO, MATERIAS RESIDUALES,


LABORAL, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

AUTO / JUICIO NO. 122-2013

VISTOS: (JUICIO NO. 122-2013).- En el juicio verbal sumario por suspensión de pensión de
alimentos, iniciado por MIGUEL ANGEL MALLQUI QUISINTUÑA en contra de MARIA ROSARIO
TISALEMA QUINATOA y JENNY DEL PILAR MALLQUI TISALEMA, esta Sala integrada por el doctor
Pablo Vaca Acosta, Presidente, la doctora Marianita Díaz Romero, Jueza Provincial, y el doctor
Edwin Quinga Ramón, Juez Provincial, dicta la presente resolución:
I ANTECEDENTES Y OBJETO DE LA RESOLUCIÓN EN SEGUNDA INSTANCIA.-
1.- A fojas 357 a 357vts. del cuaderno de primera instancia (en adelante la mención a fojas del
proceso que no identifique el cuaderno al que corresponde, se referirá al cuaderno de primera
instancia), comparece la parte accionante y adjuntando los documentos de fojas 354 a 356,
manifiesta: 1.1.- Que mediante resolución dictada en la causa, se encuentra suministrando una
pensión alimenticia a favor de su hija Jenny Del Pilar Mallqui Tisalema, que el 12 de diciembre
del 2010, cumplió 18 años de edad, y que en la actualidad no se encuentra estudiando en
ninguna institución educativa. 1.2.- Que los fundamentos de derecho de su pretensión son los
artículos 349 inciso 2º del Código Civil, innumerado 4 numeral 2 de la Ley Reformatoria al
Título V, Libro Segundo del Código Orgánico de la Niñez y Adolescencia, publicada en el
Registro Oficial No. 643 de 28 de julio del 2009. 1.3.- Que la pretensión de su demanda es la
suspensión de proporcionar alimentos a favor de su hija, para lo cual indica que está el día con
los pagos de la pensión fijada. 1.4.- Que la cuantía por su naturaleza es indeterminada, el
trámite es el establecido por la por ley; y, el lugar en que debe citar a la parte demandada y
aquel en que recibirá sus notificaciones, son aquellos que explicita en su demanda.
2.- A fojas 358vta. el Juez A quo, califica la demanda, la acepta al trámite verbal sumario, y
dispone citar a la parte demandada, diligencia que consta practicada según actas de fojas 362 y
362vta.. A fojas 373 y 373vta. consta el acta de la audiencia de conciliación y contestación a la
demanda, en la que la parte demandada propone las siguientes excepciones: 2.1 Falta de
derecho; y, 2.2 Nulidad de la acción por vicios de fondo y forma; agrega la parte demandada
que no es verdad que Jenny Del Pilar Mallqui Tisalema haya dejado de estudiar; por lo que,
ante la falta de conciliación entre las parte, se abre la causa a prueba por el término de ley.
3.- A fojas 410 a 410vta., la abogada Nelly Paredes Ochoa, Jueza Temporal a cargo del Juzgado
Segundo de lo Civil de Tungurahua con competencia en el cantón Ambato, dicta resolución en
la que rechaza la demanda por improcedentes, sin costas ni honorarios que regular. Sobre la
resolución dictada, la parte actora de este incidente, dentro de término legal (fs. 412)
interpone recurso de apelación el que es concedido (fs. 413), lo que permite a esta Sala
conocer la causa, previo sorteo de ley constante a fojas 1 del cuaderno de segunda instancia.
II PRESUPUESTOS PROCESALES.-
4.- El Tribunal se encuentra debidamente integrado por quienes están investidos de
jurisdicción en forma constitucional y legal, el que conforme el artículo 208.1 del Código
Orgánico de la Función Judicial, es competente para conocer y resolver sobre el recurso de
apelación planteado, y debe decidir por el mérito de los autos en observancia del artículo 334

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de la Codificación del Código de Procedimiento Civil. En este punto es preciso señalar que la
competencia del Tribunal sobre el caso, se sustenta en la Resolución del Consejo de la
Judicatura publicada en el Registro Oficial No. 574 de 21 de Abril del 2009, que señala que
“Art. 1.- Hasta que las judicaturas de la niñez y adolescencia sean transformadas en juzgados
de la familia, mujer, niñez y adolescencia, los juzgados de lo civil de todo el país, incluidas las
Salas correspondientes de las cortes provinciales, continuarán ejerciendo la competencia en
los asuntos a los que se refieren el artículo 234 y el literal c) de la Décima Disposición
Transitoria del Código Orgánico de la Función Judicial”, disposición expedida en uso de las
facultades conferidas a dicho órgano de gobierno de la Función Judicial por el artículo 178 de
la Constitución de la República del Ecuador, Sentencia Interpretativa No. 001-008-SI-CC dictada
por la Corte Constitucional, publicada en el Suplemento del Registro Oficial No. 479 de 2 de
diciembre del 2008, con el carácter de jurisprudencia vinculante y los principios de aplicación
directa e inmediata de las normas constitucionales e interpretación más favorable a la plena
vigencia de los derechos constitucionales; así como, en observancia del artículo 264 numeral 8,
letra b) del Código Orgánico de la Función Judicial, por el cual, al Consejo de la Judicatura, le
corresponde establecer o modificar la sede y precisar la competencia en que actuarán las salas
de las cortes provinciales, tribunales penales, juezas y jueces de primer nivel, resolución que
ese Tribunal no estima contraria a los principios y preceptos constitucionales y que al contrario
observa el principio de eficacia del proceso, contemplado en el artículo 169 de la Constitución
de la República del Ecuador, por el cual, el sistema procesal y por ende los procesos judiciales
deben propender a resolver el conflicto jurídico material, debiendo tenerse presente en la
especie que conforme el artículo 11.4 eiusdem, “Ninguna norma jurídica podrá restringir el
contenido de los derechos ni de las garantías constitucionales” y que los niñas, niños y
adolescentes constituyen un grupo de atención prioritaria y especializada en los ámbitos
público y privado, cuyos derechos prevalecen sobre los de los demás, conforme los artículos 35
y 44 ibídem. Por lo tanto, no existiendo aún en esta provincia, Salas de la Familia, Mujer, Niñez
y Adolescencia, corresponde a este Tribunal, por los preceptos y principios jurídicos anotados,
asumir competencia en el presente caso.
5.- Se han cumplido con las garantías básicas que aseguran el derecho al debido proceso,
señaladas por el Artículo 76 de la Constitución de la República del Ecuador, así como se han
observado las solemnidades sustanciales comunes a todos los juicios e instancias determinadas
por el artículo 346 de la Codificación del Código de Procedimiento Civil; y, aún cuando
conforme el artículo 271 del Código Orgánico de la Niñez y Adolescencia, el trámite de la causa
es el contencioso general, al ser la controversia parte de las materias de que trata el Libro
Segundo de dicho Código, el que resulta aplicable tanto en observancia del artículo 7.20 de la
Codificación del Código Civil, ya que es una ley concerniente a la sustanciación y ritualidad de
los juicios, que prevalece sobre las anteriores desde el momento en que comenzó a regir,
cuanto, por la jerarquía normativa de que goza el citado Código, conforme los artículo 133.2 y
425 de la Constitución de la República del Ecuador, al ser normas jurídicas que regulan el
ejercicio de los derechos Constitucionales de un grupo vulnerable de la población, que
prevalece por tanto sobre las normas ordinarias civiles; no ha influido en la decisión de la causa
ni influye en ella, el que se haya tramitado y se tramite en este instancia la controversia por la
vía verbal sumaria, pues “… lo procedente es que el juzgador de instancia analice en cada caso
específico si se observó o no el procedimiento respectivo, y en caso de haberse inobservado, si

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la violación del trámite hubiese influido (efecto actual) o pudiese influir (efecto potencial) en la
decisión de la causa, analizando además si es que quedó o no una de las partes en estado de
indefensión. Adviértase que el juzgador esta en la obligación de determinar si la omisión
procesal influyó en la decisión de la causa, o si era probable que influya en ella; es decir, no es
suficiente la verificación de que efectivamente haya influido, sino que es necesario realizar un
análisis para determinar la posibilidad de que pudiese ser distinto el resultado de la contienda
si se hubieran observado las formalidades omitidas. Cuando se tiene la opción de ejercitar la
acción ejecutiva para que se lleve a cumplimiento el derecho reclamado, el actor puede
perfectamente renunciar a ella y optar por una acción de conocimiento, ya que sin lugar a
dudas que resulta mejor servida la justicia, aunque implique un lapso de tiempo más dilatado,
porque puede entrarse al análisis del fondo del asunto para que el juez “diga el derecho”; de la
misma manera, si teniéndose expedido el juicio de conocimiento por la vía verbal sumaria, el
actor prefiere proponer el juicio de lato conocimiento por la vía ordinaria, en que se discutirá
la posición del actor y del demandado en forma exhaustiva, ello de ninguna manera implicaría
un perjuicio para ninguna de las partes, no habría indefensión ni tampoco se estaría influyendo
ni podría influirse en la decisión de la causa. El factor tiempo es uno de los elementos dignos
de considerar, pero no es el único y ni siquiera es el fundamental; atropellar los
procedimientos no hace el menor servicio a la justicia, más importante es el dar a las partes la
oportunidad de exponer todos sus argumentos y practicar todas las pruebas pertinentes…”
(RESOLUCIÓN No. 229-2001, R.O. 379 de 30-jul-01, GJ XVII No. 6, dictada por la PRIMERA SALA
DE LO CIVIL Y MERCANTIL de la CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, en que se cita además las
resoluciones 550-98 publicada en el Registro Oficial 58 de 30 de octubre de 1998 dictada por la
misma Sala y las sentencias de la Tercera Sala de lo Civil y Mercantil de aquella Corte: N°. 237-
99 de 18 de junio de 1999 (Registro Oficial 272 de 8 de septiembre de 1999) y N° 385-99 de 8
de noviembre de 1999 (Registro Oficial 26 de 28 de febrero del 2000) que igualmente
confirman el principio de la trascendencia y de la convalidación); y, en la especie, con la
sustanciación de la controversia por la vía verbal sumaria, se ha dado mayor oportunidad a las
partes de ejercer sus facultades procesales; por lo que, sin que se aprecie violación del trámite
correspondiente a la naturaleza del asunto o al de la causa que se está juzgando en
observancia de los artículos 1014, 334 y 838 de la Codificación del Código de Procedimiento
Civil, que influya o pueda influir en la decisión de la causa, y observados además los principios
de especificidad, trascendencia, convalidación, protección y conservación que rigen la nulidad
procesal, no se aprecia que deba ser declarada en el presente caso y en su lugar se reconoce la
validez del proceso.
III ANÁLISIS DE LA PRUEBA Y HECHOS.-
6.- Acorde con el artículo 115 de la Codificación del Código de Procedimiento Civil, es
obligación de los juzgadores expresar en la resolución la valoración de todas las pruebas
producidas, actuaciones probatorias que además, acorde con el principio de verdad procesal,
contemplado en el Art. 27 del Código Orgánico de la Función Judicial, que ordena que las
juezas y jueces, resolverán únicamente atendiendo a los elementos aportados por las partes,
generan una dependencia directa de los infrascritos respecto de la información introducida al
proceso por los sujetos del mismo, y que a su vez origina responsabilidades legales en aquellos,
en caso de que se cambie artificialmente el estado de las cosas, lugares o personas a fin de

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inducir a engaño al juez, conforme nuestra legislación punitiva vigente. Por lo tanto, acorde
con la información existente en el proceso, se aprecia:
6.1.- El comprobante de depósito bancario de fojas 349, acorde con el artículo 116 de la
Codificación del Código de Procedimiento Civil, es impertinente en relación con el objeto de la
litis, pues se discute la suspensión del derecho de alimentos y no el pago de la pensión fijada
en la causa.
6.2.- La partida de nacimiento de fojas 355, acorde con los artículos 166 de la Codificación del
Código de Procedimiento Civil y 332 y 333 de la Codificación del Código Civil, justifica que
JENNY DEL PILAR MALLQUI TISALEMA, es hija en común de la parte accionante del presente
incidente y quien también integra la parte demandada, que a la fecha tiene 20 años 7 meses
de edad.
6.3.- El recibo de caja conferido por el Colegio Particular a Distancia “CADVFISH” de fojas 380,
cumplido que ha sido el principio de contradicción señalado por el artículo 168.6 de la
Constitución de la República del Ecuador, en concordancia con el artículo 194.4 de la
Codificación del Código de Procedimiento Civil, hace tanta fe como un instrumento público,
pues la parte contra quien se los ha presentado no los ha redargüido de falsos ni ha objetado
su legitimidad en específico, en el momento procesal oportuno que tenía para hacerlo, esto es
dentro de tres días contados desde que se notificó con su presentación al proceso, anotándose
además que la impugnación para enervar la fuerza probatoria de aquel documento debe
efectuarse en específico y en relación particular con él, sin que sea aceptable la impugnación
genérica de falsedad e ilegitimidad y teniendo en cuenta que conforme la carga de la prueba
que establece el artículo 114 eiusdem, corresponde a quien alega probar sus afirmaciones; por
lo que, conforme al artículo 166 del mismo cuerpo legal hacen fe, aún contra terceros, en
cuanto al hecho de haberse otorgado y su fecha, pero no en cuanto a la verdad de las
declaraciones que en él se hayan hecho, pues en esta parte no hacen fe sino contra los
declarantes, en este caso contra las personas que han conferido tales documentos, por lo que
con tal instrumento se justifica tan solo que la demandada JENNY DEL PILAR MALLQUI
TISALEMA, ha cancelado el valor de USD $ 2,00 por la inscripción No. 3673 el 01 de agosto del
2012.
6.4.- El título de bachiller de fojas 386, las impresiones tomadas del Sistema Nacional de
Nivelación y Admisión SNNA de fojas 395 y 399, certificadas ante Notario Público, y el
certificado de asistencia de fojas 5 del cuaderno de segunda instancia, en observancia de los
artículos 164 a 166 de la Codificación del Código de Procedimiento Civil, al ser conferidos por el
competente empleado público en el ejercicio de sus funciones, constituyen instrumentos
públicos con los que se justifica, respectivamente, que la demandada JENNY DEL PILAR
MALLQUI TISALEMA, ha obtenido el título de bachiller en Ciencias Químico Biológicas, ha
seguido el procedimiento vigente de postulación de carrera para el ingreso a los estudios
universitarios y ha rendido el examen para ello, y al 21 de junio del 2013, asiste normalmente
como estudiante de la carrera de terapia física de los cursos de nivelación general en la
Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Técnica de Ambato.
6.5.- La confesión judicial rendida por el actor de fojas 392 y su aclaración de fojas 397, acorde
con los artículos 122 a 125 del código procesal varias veces referido, considerando que dicho
medio probatorio es la declaración o reconocimiento que hace una persona, contra sí misma,
de la verdad de un hecho o de la existencia de un derecho, la que debe hacerse de una manera

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explícita y cuyas contestaciones deben contener de forma pura y llana el hecho o hechos
preguntados, no aportan elementos de convicción adicionales a los que surgen de los medios
de prueba analizados anteriormente. En cuanto a la confesión judicial tácita o ficta de la
demandada JENNY DEL PILAR MALLQUI TISALEMA, declarada a fojas 387vta., en observancia
del artículo 131 del código procesal varias veces referido, y, atendiendo a las circunstancias
que han rodeado a dicha declaratoria de confesa, y las reglas de la sana crítica, entre ellas la de
fiabilidad de las pruebas, no enerva la fuerza probatoria de los instrumentos y pruebas antes
analizados, principalmente al existir instrumentos públicos agregados al proceso, que deben
ser apreciados por este Tribunal.
IV ANALISIS DE LAS PRETENSIONES, EXCEPCIONES E IMPUGNACIONES.-
7.- El artículo 35 de la Constitución de la República de Ecuador, determina que las niñas, niños
y adolescentes, deben recibir atención prioritaria y especializada en los ámbitos público y
privado, protección prioritaria que es ratificada en el artículo 44 eiusdem y que es cumplida
por este Tribunal al resolver la controversia antes de observar el orden de antigüedad que
establece el artículo 340 de la Codificación del Código de Procedimiento Civil, precisando que
la prioridad constitucional per se no determina la procedencia incuestionable de las
pretensiones de la parte accionante, lo que depende del cumplimiento de los presupuestos
legales que se exigen para cada caso. En tal sentido, el artículo 69.1 de la Constitución de la
República, determina que para proteger los derechos de las personas integrantes de la familia,
se debe promover la maternidad y paternidad responsables; por lo que, la madre y el padre
estarán obligados al cuidado, crianza, educación, alimentación, desarrollo integral y protección
de los derechos de sus hijas e hijos. Por su parte, el TITULO V reformado del libro segundo del
Código Orgánico de la Niñez y Adolescencia, señala que “… el derecho a alimentos es
connatural a la relación parento-filial y está relacionado con el derecho a la vida, la
supervivencia y una vida digna. Implica la garantía de proporcionar los recursos necesarios
para la satisfacción de las necesidades básicas de los alimentarios que incluye: 1. Alimentación
nutritiva, equilibrada y suficiente; 2. Salud integral: prevención, atención médica y provisión de
medicinas; 3. Educación; 4. Cuidado; 5. Vestuario adecuado; 6. Vivienda segura, higiénica y
dotada de los servicios básicos; 7. Transporte; 8. Cultura, recreación y deportes; y, 9.
Rehabilitación y ayudas técnicas si el derechohabiente tuviere alguna discapacidad temporal o
definitiva.” (artículo 2); derecho intransferible, intransmisible, irrenunciable, imprescriptible,
inembargable y que no admite compensación ni reembolso de lo pagado, salvo las pensiones
de alimentos que han sido fijadas con anterioridad y no hayan sido pagadas (artículo 3); cuyos
titulares son: 1. Las niñas, niños y adolescentes, salvo los emancipados voluntariamente que
tengan ingresos propios, 2. Los adultos o adultas hasta la edad de 21 años que demuestren
que se encuentran cursando estudios en cualquier nivel educativo que les impida o dificulte
dedicarse a una actividad productiva y carezcan de recursos propios y suficientes; y, 3. Las
personas de cualquier edad, que padezcan de una discapacidad o sus circunstancias físicas o
mentales les impida o dificulte procurarse los medios para subsistir por sí mismas, conforme
conste del respectivo certificado emitido por el Consejo Nacional de Discapacidades CONADIS,
o de la institución de salud que hubiere conocido del caso (artículo 4); y, que se extingue: 1.
Por la muerte del titular del derecho; 2. Por la muerte de todos los obligados al pago; y, 3. Por
haber desaparecido todas las circunstancias que generaban el derecho al pago de alimentos
según la ley (artículo 32).

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8.- De lo expuesto, se tiene que para proceder a la extinción o suspensión del derecho de
alimentos, en el caso del numeral 3 del artículo 32 antes citado, se debe justificar que hayan
desaparecido todas las circunstancias que generaban el derecho al pago de alimentos, antes
determinadas; y, en la especie no se ha justificado que hayan desaparecido aquellas, pues aún
cuando la demandada JENNY DEL PILAR MALLQUI TISALEMA, conforme la prueba analizada en
el numeral 6.1 de esta resolución, es mayor de edad, de la prueba analizada en el numeral 6.4
del mismo fallo, se ha justificado que se encuentra estudiando; por el contrario, conforme toda
la prueba analizada en el ordinal anterior, no se ha justificado que la derechohabiente se
dedique a alguna actividad productiva y posea recursos propios y suficientes como para
extinguir la obligación del accionante, por lo que no se han cumplido con los presupuestos
legales antes determinados.
9.- En observancia del artículo 12 del Código Orgánico de la Función Judicial, se tiene que el
régimen de costas procesales debe sujetarse a las regulaciones dadas por dicho código y
demás normas procesales aplicables a la materia, debiendo la jueza o juez calificar si el
ejercicio del derecho de acción o de contradicción ha sido abusivo, malicioso o temerario;
pues, quien haya litigado en estas circunstancias, pagará las costas procesales en que se
hubiere incurrido, sin que en este caso se admita exención alguna, costas que de proceder,
darán lugar también al pago de los honorarios de la defensa profesional de la parte afectada
por tales conductas, conforme a los artículos 283 y 284 de la Codificación del Código de
Procedimiento Civil. En la especie, el ejercicio del derecho de acción e impugnación por parte
del actor no se considera temerario, o en términos de la Real Academia Española de la Lengua,
excesivamente imprudente, al haber existido elementos que debieron ser analizados por este
Tribunal, por lo que no corresponde el pago de costas y honorarios en esta instancia, en
aplicación además del artículo 342 eiusdem.
V DECISIÓN
10.- Por la motivación expuesta, SE RESUELVE:
10.1.- Rechazar el recurso de apelación presentado por la parte actora MIGUEL ANGEL
MALLQUI QUISINTUÑA, y confirmar la resolución de primera instancia subida en grado jurisdic-
cional.
10.2.- Sin costas, ni honorarios que regular acorde con el artículo 342 de la Codificación del
Código de Procedimiento Civil, pues la motivación de la resolución que se emite no es en todo
conforme con la de primer nivel.- Ejecutoriada que sea esta resolución, devuélvase el cuaderno
de primera instancia al juzgado de origen para los fines de ley, junto con la ejecutoria
respectiva.- NOTIFÍQUESE.

viernes, 07 de julio de 2023 21:39:21

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