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En la ciudad de Guanajuato, Guanajuato, a 8 ocho de Marzo del

año 2021 dos mil veintiuno. “2021: Año de la Independencia”.

Se procede a emitir la resolución correspondiente al Toca


********, formado con motivo del recurso de apelación interpuesto por el
asesor jurídico de la víctima indirecta ***** ****** *****, en contra
de la decisión asumida por el Tribunal Unitario de Enjuiciamiento del Sistema
de Justicia Penal Oral de la sede y base en León, Guanajuato, respecto a la
negativa a la solicitud de modificación de medidas cautelares,
pronunciada dentro de la audiencia celebrada el día 27 veintisiete de
noviembre de 2020 dos mil veinte, en la causa penal ***********,
********* ******** ******, por el delito de
instaurada en contra de
Desaparición Forzada de Personas, cometido en agravio de *****
****** ********* ******.

R E S U L T A N D O:

PRIMERO.- En audiencia que tuvo verificativo el 27 veintisiete de


noviembre del año inmediato anterior, el Tribunal de primera instancia
decidió negar la petición sobre modificación de las medidas cautelares,
desestimando la prisión preventiva rogada.

SEGUNDO.- Inconforme el asesor jurídico de la víctima indirecta


***** ****** *****, en contra de esa resolución asumida, interpuso el
recurso de apelación, del que correspondió conocer a esta Séptima Sala
Penal del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Guanajuato, que lo
registró con el Toca ********.
TERCERO.- Este Tribunal de Alzada radicó el presente asunto el
11 once de enero de 2021 dos mil veintiuno, decidiendo que en el caso no
era necesario el desahogar audiencia de alegatos, puesto que ninguno de los
interesados manifestó su deseo de exponer oralmente aclaraciones sobre los
agravios, ni esta Sala Penal lo estimó pertinente.

Luego, el 13 trece de iguales mes y anualidad, se decidió


suspender el presente asunto hasta en tanto se resolviera el toca
*********, por medio del cual se haría el análisis de la sentencia de
condena impuesta en el proceso penal *********** , en contra de
********* ******** ******, por el delito de Desaparición Forzada de
Personas, cometido en agravio de ***** ****** ********* ******.

Así, hasta el día 26 veintiséis de febrero de este año, se levantó la


suspensión decretada, motivo por el cual, ha llegado el momento de resolver
lo que legalmente corresponde en términos de lo establecido en el artículo
476 en relación al diverso numeral 478 del Código Nacional de
Procedimientos Penales, al tenor de lo siguiente.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO.- (Competencia). Esta Séptima Sala Penal Unitaria del


Supremo Tribunal de Justicia del Estado, resulta legalmente competente
para conocer y resolver el recurso de apelación, conforme a lo que disponen
los artículos 14, párrafo segundo, de la Constitución General de la República;
7, segundo párrafo, de la Constitución Política del Estado de Guanajuato; 474
del Código Nacional de Procedimientos Penales; y, 4, 14 y 52 fracción II de la
Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado.
SEGUNDO.- (Legitimación y oportunidad). Con fundamento
en lo establecido en la fracción II, así como el último párrafo del precepto
105, en concordancia con los diversos numerales 456 y 458 del Código
Nacional de Procedimientos Penales, se tiene por cierto que el asesor
jurídico de la víctima indirecta ***** ****** *****, es parte en la
causa que se estudia y, por ende, está legitimado para interponer el recurso
de apelación en contra de la decisión recurrida.

Medio de Impugnación que es procedente conforme a lo dispuesto


en el artículo 160, en concordancia con la fracción V, de la citada ley
adjetiva nacional.

Además, en términos de los dispositivos 457 y 471 del


ordenamiento procesal invocado, el recurso propuesto fue promovido de
manera oportuna y en el término de Ley.

TERCERO.- (Principio de la Suplencia de la Queja acotada y


análisis de agravios amplio, en tratándose del asesor jurídico del
ofendido o víctima del delito). Con base a la resolución de amparo, se
tiene que de conformidad con lo dispuesto por los artículos 479, 481 y 483
del Código Nacional de Procedimientos Penales, la apelación tiene como
finalidad que un órgano superior al que emitió la resolución impugnada, la
revise y, en su caso, la confirme, revoque o modifique, o bien ordene
la reposición del acto que dio lugar a la misma, incluyendo aquellos
que resulten contrarios a los derechos fundamentales de la parte que haya
recurrido.

No obstante el contenido del ordinal 461 del citado ordenamiento


legal, este Tribunal de Alzada no se limitará a la expresión de conceptos de
agravio de la parte recurrente de conformidad con el principio de la
suplencia de la queja; por ello, lo que implica enderezar oficiosamente los
motivos de disenso expuestos por los recurrentes, examinar por iniciativa
propia si en la resolución recurrida se hizo un incorrecto análisis jurídico de
la cuestión sometida, si existió una deficiente valoración de la prueba o de
inobservancia de normas procesales, por lo que este Tribunal de Alzada hará
valer y reparar de oficio, en favor del imputado o la parte ofendida las
violaciones a sus derechos fundamentales.

Precisándose, que de acuerdo a los lineamientos establecidos en


la contradicción de tesis 311/2017, así como los amparos directos en
revisión 4321/2017, 7060/2018 y 7077/2018, dictados por la Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que son replicados por el Primer
Tribunal Colegiado del Decimosexto Circuito entre otros, dentro de los
amparos directos números 209/2018 y 145/2019, el recurso de apelación
en contra de sentencias dictadas por Tribunal de Enjuiciamiento en
el sistema procesal acusatorio, es procedente para analizar
cualquier punto establecido en la sentencia.

Ello, se afirma así, puesto que ello se basa en el derecho humano


a una doble instancia o apelación, que se encuentra implícito en el artículo
23 constitucional, al disponer que “Ningún juicio criminal deberá tener más
de tres instancias…”, lo que en sentido contrario permite concluir que se
tiene derecho a dos instancias en el trámite de los procesos en materia
penal”.

Tal derecho a una doble instancia se relaciona directamente con


los derechos al debido proceso, acceso a la justicia real, completa y efectiva
y defensa adecuada, reconocidos en los artículos 14, párrafo segundo, 17,
párrafo segundo, y 20, Apartado B, fracción VIII y Apartado C, fracción II,
parte final del primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, siendo esa la forma de garantizar la correcta
administración de justicia y otorgar la posibilidad de interponer un recurso,
para evitar que una sentencia que se estima deriva de un procedimiento
viciado o contiene errores en perjuicio del inconforme, quede firme.

Así, debe establecerse que tal postura que fue sostenida por la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la cual señala que
entre las garantías esenciales del procedimiento, se encuentra el principio
de impugnación de sentencias, por virtud del cual se obtiene justicia
completa e imparcial, tal como se advierte de la tesis con número de
registro 177539, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Tomo XXII, Agosto de 2005, tesis 1a. LXXVI/2005, página 299, con
rubro y texto siguiente: “PRINCIPIO DE IMPUGNACIÓN DE LAS
SENTENCIAS. CONSTITUYE UNA DE LAS FORMALIDADES ESENCIALES
DEL PROCEDIMIENTO”. “De los artículos 14, segundo párrafo; 17, segundo
párrafo y 107, fracción III, inciso a), todos de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, se advierte que constituye una formalidad
esencial del procedimiento el hecho de que sea impugnable un acto
definitivo de un tribunal que lesiona los intereses o derechos de una de las
partes. En efecto, si los citados artículos 14 y 17 obligan, respectivamente, a
que en los juicios seguidos ante los tribunales se respeten las formalidades
esenciales del procedimiento y a que la justicia se imparta de manera
completa e imparcial, y por su parte el aludido artículo 107 presupone la
existencia de medios impugnativos en contra de sentencias definitivas,
laudos y resoluciones que ponen fin al juicio mediante los cuales se
nulifiquen, revoquen o modifiquen, es evidente que dentro de dichas
formalidades están comprendidos los medios ordinarios de impugnación por
virtud de los cuales se obtiene justicia completa e imparcial”.

Señala la Primera Sala que, para cumplir con las formalidades del
procedimiento, defensa adecuada y acceso a la justicia, todo proceso penal
debe establecer, como garantía procesal la posibilidad de apelar o
impugnar la decisión adoptada en una primera instancia, por medio
de un recurso judicial efectivo, que a su vez, es el medio idóneo para
contar con un acceso a la justicia completo y eficaz.

Ello, lo sostiene la Primera Sala aludiendo que en el ámbito


internacional, el derecho a una doble instancia o apelación se encuentra
expresamente reconocido en tratados internacionales en materia de
Derechos Humanos, específicamente en el artículo 8.2, segunda parte, inciso
h), de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el cual ha sido
interpretado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en los casos
Herrera Ulloa vs Costa Rica y Vélez Loor vs Panamá.

En los casos en reseña, la Corte Interamericana estableció que el


derecho a recurrir el fallo no se satisface con la mera existencia de un
órgano de grado superior al que juzgó y condenó al inculpado, ante el que
éste tenga o pueda tener acceso; sino que, para que haya una verdadera
revisión de la sentencia, es preciso que el Tribunal superior reúna las
características jurisdiccionales que lo legitiman para conocer del caso
concreto, de manera que el recurso ordinario, para ser eficaz, tiene que ser
útil para que el órgano de alzada procure la corrección de
decisiones jurisdiccionales contrarias al derecho, sin restricciones o
requisitos que infrinjan la esencia misma del derecho de recurrir el
fallo, por lo que debe ser accesible, sin requerir mayores complejidades que
tornen ilusorio ese derecho, garantizando un examen integral de la decisión
recurrida.

Bajo los anteriores parámetros la Primera Sala analizó el alcance


de los recursos en el Sistema Penal Acusatorio y Oral, regulados en el Código
Nacional de Procedimientos Penales, concluyendo que el artículo 461 del
código procesal referido, en congruencia con la esencia del derecho a
recurrir el fallo, establece, de manera genérica, el alcance de los recursos, a
través de una metodología para su estudio que los dota de eficacia, pues
permite un examen de la decisión recurrida, en el que el Tribunal de alzada
procure la corrección de decisiones jurisdiccionales contrarias a derechos
humanos.

Como se ha dicho, el párrafo primero del artículo 461 del Código


Nacional de Procedimientos Penales establece que el tribunal de alzada que
conozca de un recurso sólo se pronunciará sobre los agravios expresados
por los recurrentes, sin extender el examen de la decisión impugnada a
cuestiones no planteadas por las partes, al menos que se encuentren
violaciones a derechos fundamentales que deban repararse de
oficio.

Determinando la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de


la Nación que del artículo 461 del Código Nacional de Procedimientos
Penales se desprenden dos reglas: la primera consistente en que el órgano
jurisdiccional tiene la obligación de analizar, de oficio, con independencia de
que se formulen agravios o no al respecto, si existen violaciones a derechos
fundamentales que deban repararse; y la segunda que, cuando no se esté
en ese supuesto, deberá limitarse al estudio de los agravios planteados, sin
tener que fundar y motivar la ausencia de violaciones a derechos.

Así, sostiene la Primera Sala que el sistema de recursos del


Código Nacional de Procedimientos Penales, establece de manera
implícita el principio de suplencia de la queja acotada, al prever la
obligación del tribunal de alzada, de emprender un estudio al
margen de que existan agravios al respecto, para determinar si se
actualizaron violaciones a derechos fundamentales que deban
repararse.

Aclaró la Corte que el principio de suplencia de la queja referido


debe entenderse en su concepción amplia, es decir, como la revisión de
algún aspecto, sin necesidad de petición de parte, pero además, circunscrita
o acotada al alcance que le dota el contexto normativo en que se encuentra
(actos violatorios de derechos fundamentales).

Estas consideraciones también formaron parte de la ejecutoria


recaída a la contradicción de tesis 311/2017, que dio origen a la
jurisprudencia con número de registro 2019737, dictada por la Primera Sala
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en la Gaceta del
Semanario Judicial de la Federación, Libro 65, abril de 2019, Tomo I, tesis
1a./J. 17/2019 (10a.), página 732, con rubro y texto siguiente: “RECURSO
DE APELACIÓN PENAL EN EL SISTEMA ACUSATORIO. LAS SALAS
DEBEN SUPLIR LA DEFICIENCIA DE LA QUEJA PARA REPARAR
OFICIOSAMENTE VIOLACIONES A LOS DERECHOS FUNDAMENTALES
DEL IMPUTADO. De una lectura del artículo 461 del Código Nacional de
Procedimientos Penales se desprenden dos reglas: (i) el órgano jurisdiccional
debe reparar oficiosamente las violaciones a derechos fundamentales; pero
(ii) cuando no se esté en ese supuesto, el órgano jurisdiccional debe
limitarse al estudio de los agravios planteados, sin tener que fundar y
motivar la ausencia de violaciones a derechos. Para precisar lo anterior es
importante distinguir entre dos momentos diferentes: el análisis del asunto y
el dictado de la sentencia. Así, aunque las reglas antes descritas cobran
vigencia al momento de dictar la sentencia de apelación, el Tribunal de
Alzada debe analizar la sentencia impugnada en su integridad para verificar
que no existan violaciones a derechos humanos; y posteriormente, al emitir
su decisión, debe limitarse al estudio de los agravios, salvo que hubiere
advertido violaciones a los derechos fundamentales del imputado, en cuyo
caso deberá reparar las violaciones oficiosamente. Por lo tanto, aunque los
Tribunales de Alzada deben analizar toda la sentencia, no tienen el deber de
reflejar ese análisis en los considerandos de su decisión. En consecuencia, se
puede concluir que el Código Nacional de Procedimientos Penales contempla
–de manera implícita– el principio de suplencia de la queja a favor del
imputado. Es importante precisar que la facultad de reparar violaciones a
derechos de forma oficiosa se encuentra acotada a la materia del recurso.
En este sentido, la suplencia de la queja no opera del mismo modo en
procesos abreviados, que en procesos ordinarios. En el primer caso, tal como
esta Primera Sala sostuvo en la contradicción de tesis 56/2016, sólo puede
analizarse la violación a los presupuestos jurídicos para la procedencia de
esa forma de terminación anticipada del proceso penal. Mientras que en el
segundo, se podrá analizar cualquier acto que sea materia de la sentencia
que resuelva el juicio oral y que implique una violación a los derechos
fundamentales del acusado, como lo podrían ser, según sea el caso: la
valoración de pruebas, el estudio de tipicidad, la reparación del daño y la
individualización de la pena, entre otras cuestiones. Ahora, también debe
aclararse que sólo se hace referencia a la suplencia de la queja en favor del
imputado, por lo que la Primera Sala, en este momento, no se pronuncia
sobre la aplicabilidad de ese principio en favor de otras partes”.

En suma, concluyó la Primera Sala que la facultad para reparar


violaciones a derechos de forma oficiosa, se encuentra acotada a la materia
del recurso; y por ello la suplencia de la queja no opera igual para procesos
abreviados y ordinarios, pues en estos últimos, se puede analizar
cualquier acto que sea materia de la sentencia que resuelva el juicio
oral y que implique una violación a los derechos fundamentales del
acusado, como pueden ser, según sea el caso la valoración de
pruebas, el estudio de tipicidad, la reparación del daño y la
individualización de la pena.

Se resalta, que no es un obstáculo a la anterior conclusión el


contenido del artículo 468, fracción II, del Código Nacional de Procedimientos
Penales, pues respecto a la limitación que se establece en este
precepto, de analizar la sentencia en cuanto a “aquellas
consideraciones contenidas en la misma, distintas a la valoración de
la prueba siempre y cuando no comprometan el principio de
inmediación”, teniendo en cuenta el mismo parámetro
constitucional previamente reseñado, la propia Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó al fallar el amparo
directo en revisión 6643/2018, en sesión de catorce de agosto de
dos mil diecinueve, que el numeral en cita en la parte resaltada, es
contrario al derecho humano al recurso judicial efectivo y, por
tanto, puede ser válidamente inaplicado.

Concluyendo entonces que, este Tribunal revisor tiene


atribuciones para analizar tanto cuestiones jurídicas como fácticas y
probatorias.

En mérito de todo lo expuesto, esta Sala al conocer del recurso de


apelación interpuesto, deberá tomar en consideración que:

a) Al emprender el estudio relativo a la apelación, está vedado su


examen desde la perspectiva de estricto derecho y, por ende, no es
permitido declarar los agravios inoperantes, por insuficientes, bajo el
argumento medular de que no se controvierten frontal y cabalmente las
consideraciones en que se apoye la resolución de primera instancia, ello en
el supuesto en que se afecten derechos fundamentales del acusado o la
parte ofendida.

b) El estudio de la causa si bien debe ser integral, en el que se


abarquen los aspectos relevantes, no es indispensable, sino potestativo, que
se expresen las consideraciones que reflejen que no existió, en su caso,
violación a derechos fundamentales, pero sí deberá de plasmarse que se
efectuó ese examen, o bien destacarse en qué aspectos existe infracción a
los derechos del inculpado o de la parte ofendida según sea el caso.

c) Que el estudio ha de acotarse, conforme a la naturaleza del


procedimiento penal del que derive; de tal manera que si proviene de un
juicio abreviado, el examen ha de constreñirse al cumplimiento de los
requisitos que para el mismo exige la ley; ello de acuerdo con la
jurisprudencia de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, de título y subtítulo: “PROCEDIMIENTO ABREVIADO PREVISTO EN EL
ARTÍCULO 20, APARTADO A, FRACCIÓN VII, DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA
DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. CONSIDERACIONES QUE PUEDEN
SER MATERIA DE CUESTIONAMIENTO CONSTITUCIONAL EN EL JUICIO DE
AMPARO DIRECTO PROMOVIDO CONTRA LA SENTENCIA DEFINITIVA
DERIVADA DE AQUÉL”. En tanto que, si deriva de un procedimiento
ordinario, tal análisis ha de centrarse a los aspectos propios de la etapa de
juicio, conforme al sistema de cierre de etapas, que también ha definido el
propio Máximo Tribunal de la Nación, en la tesis de título: “VIOLACIONES A
DERECHOS FUNDAMENTALES COMETIDAS EN UN PROCEDIMIENTO PENAL
ACUSATORIO, NO SON SUSCEPTIBLES DE ANALIZARSE EN AMPARO DIRECTO
CUANDO OCURREN EN ETAPAS PREVIAS AL JUICIO ORAL”.

Entonces, se debe de analizar el recurso de apelación


interpuesto desde la suplencia de la queja acotada, sin que se tenga
la obligación de fundar y motivar la ausencia de violaciones a
derechos.

d) A fin de que el recurso de apelación no se torne ilusorio, sino


que sea efectivo, es necesario que esta Sala analice tanto cuestiones
jurídicas, como fácticas y probatorias, al ser inescindible la cuestión
jurídica de la fáctica; ello, sin afectar el principio de inmediación de
conformidad con lo previsto en el artículo 20 apartado A, fracciones
II y IV de la Constitución Federal y los numerales 9º, 348, 482 y 483
del Código Nacional de Procedimientos Penales.

Apoyándose lo señalado en último término en la jurisprudencia


con número de registro 2020268, dictada por la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, consultable en la Gaceta del Semanario
Judicial de la Federación, Libro 68, Julio de 2019, Tomo I, tesis 1a./J. 54/2019
(10a.), página 184, que establece lo siguiente: “PRINCIPIO DE
INMEDIACIÓN COMO HERRAMIENTA METODOLÓGICA PARA LA
FORMACIÓN DE LA PRUEBA. EXIGE EL CONTACTO DIRECTO Y
PERSONAL DEL JUEZ CON LOS SUJETOS Y EL OBJETO DEL PROCESO
DURANTE LA AUDIENCIA DE JUICIO. Del proceso legislativo que culminó
con la instauración del Nuevo Sistema de Justicia Penal, se advierte que para
el Poder Reformador de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos en vigor, el principio de inmediación presupone que todos los
elementos de prueba vertidos en un proceso y que servirán para decidir
sobre la responsabilidad penal de una persona, deben ser presenciados sin
mediaciones o intermediarios por el juez en una audiencia. Los alcances de
dicho propósito implican reconocer que es en la etapa de juicio donde la
inmediación cobra plena aplicación, porque en esta vertiente configura una
herramienta metodológica para la formación de la prueba, la cual exige el
contacto directo y personal que el juez debe tener con los sujetos y el objeto
del proceso durante la realización de la audiencia de juicio, porque de esa
manera se coloca al juez en las mejores condiciones posibles para percibir
–sin intermediarios– toda la información que surja de las pruebas personales,
es decir, no sólo la de contenido verbal, sino que la inmediación también lo
ubica en óptimas condiciones para constatar una serie de elementos que
acompañan a las palabras del declarante, habilitados para transmitir y
recepcionar de mejor manera el mensaje que se quiere entregar, como el
manejo del tono, volumen o cadencia de la voz, pausas, titubeos, disposición
del cuerpo, dirección de la mirada, muecas o sonrojo, que la doctrina
denomina componentes paralingüísticos”.

CUARTO.- (Posturas de la controversia sometida a


revisión). Como antecedentes de la decisión impugnada, tenemos que en
audiencia desahogada el 27 veintisiete de noviembre de 2020 dos mil
veinte, el Ministerio Público solicitó la revisión de las medidas cautelares
impuestas al acusado ********* ******** ****** -a través de las
cuales se encontraba en libertad enfrentando el proceso-, para el efecto de
abrir debate sobre la modificación de las mismas y pretender la prisión
preventiva rogada o justificada.

Sin embargo, el Tribunal Unitario de Enjuiciamiento decidió


desechar de plano la petición, al considerar que no habían variado las
condiciones, toda vez que no era un argumento novedoso el expuesto por la
fiscalía; ello, en virtud de que previamente al haber explicado el sentido de
su sentencia condenatoria, simplemente había hablado de una definición de
las penas, además hizo notar que al no haber variado las condiciones en las
que se fincó su resolución anterior (de fecha 20 de noviembre del año
próximo pasado), no estaba facultado para revocar sus propias
determinaciones, lo que justificaba la improcedencia del incidente.

Inconforme con esa decisión, el asesor jurídico de la


víctima indirecta ***** ****** *****, interpuso el recurso de
apelación, a través del cual invocó motivos de agravio,
advirtiéndose que la línea argumentativa, versa sobre la base de los
siguientes aspectos:

1).- Que al haber desechado de plano el planteamiento de la


fiscalía por parte del Tribunal Unitario de Enjuiciamiento, se infringió el
principio de exhaustividad y completitud de las resoluciones judiciales
inmerso en el numeral 16 primer párrafo y 17 segundo párrafo de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Lo anterior, al considerar el disidente que la resolución del órgano


jurisdiccional no fue completa, ni exhaustiva, al haber omitido argumentos
novedosos y objetivos puestos en su conocimiento por la representación
social y el propio recurrente, que involucran tres vertientes: a) riesgo para
las víctimas indirectas menores de edad, justamente los hijos de la ofendida
***** ****** ********* ****** ; b) riesgo de fuga de parte de
********* ******** ******; y, c) riesgo en la integridad de la víctima
directa ***** ****** ********* ******.

2).- Menciona que se lesionó el derecho humano de la víctima a


ofrecer medios de prueba para probar la actualización de un riesgo procesal,
en términos del artículo 163 del Código Nacional de Procedimientos Penales.

En ese sentido, considera que debe revocarse la decisión del


Tribunal A-quo, para que en su lugar se imponga a ********* ********
******, la prisión preventiva justificada.

Por su lado, el sentenciado ********* ******** ******, al


contestar la vista que se le dio de aquellos motivos de disenso, estimó que
debe confirmarse el acto impugnado.

QUINTO.- (Análisis de la resolución de primer grado en


relación con los motivos de disenso). Al respecto, como bien lo pudo
advertir el sentenciado ********* ******** ******, es notorio que el
asesor jurídico de la víctima indirecta ***** ****** *****, en su escrito
de agravios, deja de manifiesto que ya se había intentado esta pretensión
incidental, precisamente en la audiencia que tuvo verificativo el 20 veinte de
noviembre de 2020 dos mil veinte, así como el hecho de que en ese
momento no se habían establecido razones jurídicas que en esta
nueva audiencia -27 veintisiete de noviembre de 2020 dos mil veinte- se
establecieron, lo cual hace patente al tenor de lo siguiente:

“[…] 2.- Luego entonces, estos principios constitucionales como lo


es el de completitud y exhaustividad cobran sentido en el presente
agravio, toda vez que el juez en su resolución textualmente dijo que
desechaba de plano la petición porque supuestamente “no es un
argumento novedoso el que presente la fiscalía”, pero, este es un error
en el cual incurrió el juez, ya que SU RESOLUCIÓN NO FUE COMPLETA,
NI EXHAUSTIVA, YA QUE OMITIÓ ARGUMENTOS NOVEDOSOS
PUESTOS A SU CONOCIMIENTO POR PARTE DE LA FISCAL, pues basta
con efectuar un cotejo de los argumentos expuestos por Fiscalía y el
suscritao (sic) en la diversa audiencia del 20 de noviembre de 2020
(alrededor de las 12:29:44 horas) de la que se asegura el Juez que no hubo
argumento “novedoso”, para darnos cuenta que casi todos los argumentos
presentados por la Fiscalía y el suscrito, fueron novedosos y objetivos.

[…]

Segundo, con relación a lo expuesto en el argumento “2)”


transcrito en supralíneas, el cual involucra riesgo de fuga. Sobre ello es
necesario decir que en aquella audiencia del 20/11/2020, se abordó un
riesgo de sustracción de la acción penal, pero en la audiencia del 27/11/2020
se estableció un aspecto novedoso que bien argumentó la Fiscalía:

[…]

Tercero, sobre el argumento transcrito con el número “3)”.


Claramente es un argumento novedoso. De hecho, resulta contradictorio
consigo mismo el Juez al respecto pues, primero en aquella audiencia del
20/11/2020, el A Quo negó la actualización del riesgo que hay sobre la
integridad de ***** ****** , argumentando que no se proporcionó
información de que la investigación estuviera continuando. Pero después,
contradiciéndose, en la audiencia del 27/11/2020 que nos ocupa, indica que:
[…]

Finalmente, sobre el argumento transcrito en el punto “5)”.


Tenemos prácticamente un argumento que aporta razone (sic) jurídicas
nuevas que no se habían vislumbrado en la audiencia del 20/11/2020…”.

De tal manera, conviene precisar que en términos del artículo 161


del Código Nacional de Procedimientos Penales, se establece que la solicitud
de revocación, sustitución o modificación de una medida cautelar, procede
para su revisión cuando hayan variado de manera objetiva las
condiciones que justificaron la imposición de la misma, es decir, se
deberá abrir debate sobre la subsistencia de las condiciones o circunstancias
que se tomaron en cuenta para imponer la medida y la necesidad.

En ese sentido, debemos establecer que de la simple lectura de


los motivos de inconformidad, se advierte que la pretensión es sustituir las
medidas cautelares previamente impuestas al acusado y que lo mantienen
enfrentando su proceso en libertad, por la prisión preventiva rogada o
justificada; lo que denota lo abstracto de la solicitud de la fiscalía y el
disidente, pues en sus argumentos se ocupan de procurar una modificación
de esas medidas.

Además, menester resulta puntualizar, contrario a lo que sostiene


el recurrente, que para efectos de que proceda la solicitud realizada por el
Ministerio Público, con el objetivo de se imponga ahora a *********
******** ******, como medida cautelar la prisión preventiva justificada,
no es correcto considerar argumentos novedosos, con la finalidad de tratar
de justificar las razones jurídicas que a su consideración no se expusieron en
una audiencia previa (20 veinte de noviembre del año próximo pasado), a
través de la cual se realizó la misma petición.

Se afirma lo anterior, debido a que en la especie deben variar, de


manera objetiva, las condiciones o circunstancias que justificaron la
imposición de las medidas cautelares y la necesidad, más no así los
razonamientos lógicos jurídicos que se hayan dado de una fecha a otra, lo
que pone de relieve lo infundado de sus conceptos de disenso.

Luego, bajo la misma óptica que en su escrito de alegatos destaca


********* ******** ******, es un hecho notorio, por así haberlo
informado las partes del proceso en el desahogo de la audiencia materia del
presente recurso (27 veintisiete de noviembre del año inmediato anterior),
así como en los motivos de informidad hechos valer en el presente medio de
impugnación, que la razón toral por la que el Tribunal Unitario de
Enjuiciamiento justificó la improcedencia del incidente incoado por la fiscalía,
fue por no estar facultado para revocar sus propias decisiones.

En efecto, lo que aconteció en el caso concreto, fue que en una


primera oportunidad, la fiscalía en la audiencia desahogada el 20 veinte de
noviembre de 2020 dos mil veinte, solicitó de manera incidental la
pretensión de sustituir las medidas cautelares que hacían prevalecer que el
sentenciado ********* ******** ******, enfrentara su proceso en
libertad, por la prisión preventiva justificada o rogada, resolviendo el
Tribunal A-quo que no se habían variado las condiciones y, por consiguiente,
decretó inatendible la petición.

Sin embargo, esa resolución dictada en la audiencia oral


del 20 veinte de noviembre del año inmediato anterior, quedó firme
al no haber sido recurrida por las partes procesales, es decir,
deberá estimarse consentida por ellas.
Motivo por el cual, los conceptos de agravio que hace valer el
asesor jurídico apelante, devienen inoperantes para revertir el sentido
de la decisión asumida por el de primera instancia, pues como se dejó
establecido en líneas que anteceden, la incidencia incoada nuevamente por
el Ministerio Público en la audiencia que tuvo verificativo el 27 veintisiete de
noviembre del año próximo pasado, implicaría concederle una doble
oportunidad, para en su caso perfeccionar con argumentos novedosos -y
no bajo la variación, de manera objetiva, de las condiciones y circunstancias
que justificaron la imposición de las medidas cautelares y su necesidad- la
pretensión de su incidente.

Esto es, las razones que dio a conocer el Tribunal Unitario de


Enjuiciamiento en la audiencia que tuvo verificativo el 27 veintisiete de
noviembre de 2020 dos mil veinte, para efectos de desechar de plano por
improcedente el incidente pretendido por la fiscalía, son consecuencia
directa del contenido de la resolución que previamente emitió en la diversa
audiencia evacuada el 20 veinte de ese mismo mes y año, por medio del
cual decretó la improcedencia del incidente que se intentó en los mismos
términos.

De tal forma, atender a los motivos de disenso que expone el


asesor jurídico de la víctima indirecta ***** ****** ***** , es
jurídicamente inaceptable porque atenta contra la certeza jurídica de las
partes; ello, en un recto entendimiento del principio de legalidad, como
garantía del derecho humano a la seguridad jurídica, cuya adopción para el
orden jurídico nacional se refleja en el primer párrafo del artículo 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Pero, además, debemos centrar la atención al contenido del


precepto 157 segundo párrafo del Código Nacional de Procedimientos
Penales, mediante el cual se advierte que la única parte procesal que
puede solicitar al Órgano Jurisdiccional la prisión preventiva, es el
Ministerio Público.

Ante tal contexto, si bien la representación social fue quien realizó


vía incidental la solicitud que por esta vía se atiende, también es verdad que
no recurrió ninguna de las decisiones del Tribunal Unitario de Enjuiciamiento;
de tal forma, ni la víctima indirecta ***** ****** ***** ni su asesor
jurídico, están legitimados para solicitar la sustitución de las medidas
cautelares previamente impuestas al acusado -y que lo mantienen
enfrentando su proceso en libertad-, por la prisión preventiva rogada o
justificada; porque se reitera, en términos del mencionado precepto del
157 segundo párrafo del Código Nacional de Procedimientos Penales, solo el
Ministerio Público podrá solicitar la prisión preventiva.

En ese tenor, devienen infundados e inoperantes los


conceptos de inconformidad que hizo valer el recurrente.

Ahora bien, cabe hacer mención que de conformidad con el


dispositivo 180 de la Ley Adjetiva Nacional, continuará el seguimiento de
una medida cautelar hasta en tanto, cause estado la sentencia decretada en
el juicio.

Motivo por el cual, resulta pertinente establecer que éste Tribunal


de Alzada mediante resolución dictada el 25 veinticinco de febrero de 2021
dos mil veintiuno, en el Toca de apelación *********, modificó la
sentencia de condena decretada en contra de ********* ********
******, dentro de la causa penal ***********, tramitada por el delito de
Desaparición Forzada de Personas, cometido en agravio de *****
****** ********* ******.
De ahí que, si se tiene que el presente medio de impugnación,
subyace del mismo procedimiento penal, debemos precisar que desde el
punto de vista doctrinal-procesal, la sentencia de condena dictada en
primera instancia, por ministerio de ley causó ejecutoria, es decir,
quedó firme mediante la resolución de segunda instancia y será ejecutable
sin necesidad de declaración alguna, en términos de lo dispuesto en el
precepto 412 de la Ley adjetiva nacional.

En consecuencia, en la especie devienen inaplicables las


medidas cautelares, pues lo que procede de la sentencia ejecutoria es el
cumplimiento de la consecuencia jurídicas del delito, entre ellas la sanción
privativa de la libertad (pena de prisión), para lo cual el Ministerio Público
deberá procurar hacer cumplir las mismas a través del Juez de Ejecución que
corresponda, a quien deberá solicitar lo conveniente, según los artículos 23,
101 y 102, en su tercer párrafo, de la Ley Nacional de Ejecución Penal.

SEXTO.- (Sentido de la resolución de segunda instancia).


En consecuencia, cabe destacar que está Alzada no sólo examinó los
motivos de disenso de la parte recurrente de manera exhaustiva, sino que
adicionalmente como ya ha quedado plasmado en esta resolución
de segunda instancia, también procedió a estudiar de manera
pormenorizada el asunto que nos ocupa, sin encontrar agravio
alguno que enmendar en favor de la víctima indirecta ***** ******
***** , dado que no advirtió violación a sus derechos
fundamentales; por lo tanto, se CONFIRMA la decisión de primera
instancia en el sentido de haber desechado de plano por
improcedente la solicitud de modificación de medidas cautelares,
pronunciada dentro de la audiencia celebrada el día 27 veintisiete de
noviembre de 2020 dos mil veinte, en la causa penal ***********,
instaurada en contra de********* ******** ******, por el delito de
Desaparición Forzada de Personas, cometido en agravio de *****
****** ********* ******.

R E S O L U T I V O S:

Por todo lo expuesto, fundado y con apoyo además en lo que


disponen los artículos 478 y 479 del Código Nacional de Procedimientos
Penales, se resuelve:

PRIMERO.- Esta Sala es competente para resolver del recurso de


apelación interpuesto por el asesor jurídico de la víctima indirecta
***** ****** *****, en contra de la decisión asumida por el Tribunal
Unitario de Enjuiciamiento del Sistema de Justicia Penal Oral de la sede y
base en León, Guanajuato, respecto a la negativa a la solicitud de
modificación de medidas cautelares, pronunciada dentro de la audiencia
celebrada el día 27 veintisiete de noviembre de 2020 dos mil veinte, en la
causa penal *********** , instaurada en contra de *********
******** ******, por el delito de Desaparición Forzada de Personas,
cometido en agravio de ***** ****** ********* ******.

SEGUNDO.- Al resultar, infundados e inoperantes los motivos


de disenso que hizo valer el recurrente, se CONFIRMA la decisión
impugnada, en términos de las consideraciones expuestas en el
considerando quinto de esta resolución de segundo grado.

TERCERO.- Con fundamento en lo previsto por el artículo 82, 83,


84 y 85 del Código Nacional de Procedimientos Penales, la presente
resolución se ordena notificar personalmente a las partes, a través de la
oficina del Sistema de Gestión de Oralidad Penal en la Segunda Instancia.
Así lo resolvió y firma, el Licenciado LUIS ALBERTO VALDEZ
LÓPEZ, Magistrado Propietario de la Séptima Sala Penal Unitaria del
Supremo Tribunal de Justicia en el Estado de Guanajuato. Doy Fe.

(vhbm)

Este documento constituye una versión pública de su original, consecuentemente, se suprimió la información
considerada legalmente como confidencial, en virtud de encuadrar en los supuestos normativos previstos en los artículos
27, fracción III; 58; 59 y 77 fracciones I y III de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública para el Estado
de Guanajuato, así como, lo señalado en el diverso 3, fracción VII de la Ley de Protección de Datos Personales en
Posesión de Sujetos Obligados para el Estado de Guanajuato y en los demás establecidos en las disposiciones legales
aplicables, que fue aprobada en sesión del Comité de Transparencia del Poder Judicial del Estado de Guanajuato.

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