Cuando no quieras sentir es un musical donde el hardcore melódico está
presente no sólo por la composición sonora, sino por las letras y diálogos en sus personajes, develando conflictos sociales, crisis económica, amor, odio y demás injusticias del entorno. La obra transcurre en un Buenos Aires distópico donde hay pandillas, asesinatos, refugiados y fugitivos. Matt Sani, director de la puesta, y la banda Shaila recrean desde lo musical un ambiente de caos. El grupo actoral está conformado por Emmanuel Degracia, Ana Devin, Belu Arilla, Julián Rubino y Donna Lunadei Devin en los roles principales. Junto a ellxs se encuentran Eugenia Fernández, Rodrigo Muñoz, Victoria Godoy, Esteban Poblete, Noelia Vera, Joaquín Caso, Juana Falcao, Aimé Barea y Federico Giacomantone. La obra narra la historia Jerónimo, Pipo, Juana, Pilar y Emilia, personajes que por diferentes causas terminan conviviendo y luchando en un mismo lugar. Desgraciadamente, sus destinos van a estar llenos de obstáculos por la represión social, la injusticia y la violencia. Estos cinco personajes sólo pueden brindarse la mano para luchar y seguir adelante con sus sueños. El musical logra llamar la atención de lxs espectadores desde el inicio, pues, antes de ingresar a sala hay una instalación pequeña que resume la escenografía de todo el espectáculo. Además de esto, la música -durante todo el proceso de acomodación- ayuda a entrar en la atmósfera rebelde, situando al público en el ambiente de euforia que tiene la obra. Durante la función hay una serie de cuadros que nos permiten conocer el mundo interno de cada protagonista y su pasado, sus luchas internas y demonios. Es así, como poco a poco, canción tras canción, conocemos quién es quién en escena. Sobre la actuación El grupo protagónico logra en ciertos momentos una buena sintonía y empalme. La dupla Devin-Arilla ayudan con el contraste, los colores entre dos hermanas totalmente diferentes pero que se cuidan y aman. Sin embargo, durante los primeros cuadros Devin -acorde a su personaje- recurre a pequeños movimientos que terminan convirtiéndose en tensiones físicas, tal vez, estas tensiones, puedan explorarse un poco más para darle más peso a su personaje hasta el conflicto y resolución de este. Frente a la dupla se encuentran Degracia y Rubino, quienes logran una armonía justa respecto a los contrastes de cada personaje, ayudando a la historia y haciendo conmovedora la historia de estos dos hombres. Cabe destacar el trabajo de Rubino, quien encarna a Pipo, un hombre solitario que ve en Emilia (Lunadei Devin) el reflejo de su hermana perdida. El trabajo actoral, entonación, afinación y verosimilitud del actor ayudan a la construcción del personaje, generando la comicidad de la obra desde la ingenuidad, la nobleza y el amor por el otro. Pipo se convierte en el personaje más noble y encantador, da gusto verlo en escena y conocer cuadro tras cuadro cómo va desarrollándose su conflicto hasta su inesperado final. En cuanto al trabajo de Lunadi Devin es necesario pensar y organizar juegos que permitan encontrar los matices frente a la transición de las emociones necesarias en cada nuevo conflicto y suceso de la obra. Así se da mayor luz al montaje y se cuida a la actriz. En cuanto al grupo de la banda, muchos lograron estar presentes y atentos a la escena, haciendo resaltar el trabajo del elenco principal. Este musical es perfecto para grupos estudiantiles y jóvenes que deseen explorar y acercarse al teatro ya que, de una u otra manera, logran un espectáculo con canciones y conflictos interesantes, lo cual, es un buen material para mover la cabeza al ritmo de la batería. Cuando no quieras sentir es un musical de hardcore punk independiente. Quedan pocas funciones y vale la pena ir a compartir en familia para cuestionarse cómo el conflicto social puede afectar al individuo. Se presenta en el Teatro Multiescena los domingos de junio a las 20hs.