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Tarea 3 - El Cristianismo.
ASIGNATURA:
Filosofía I.
CATEDRATICO (A):
Gloria Patricia Mejía Orozco.
ALUMNO:
Nadia Sofia Benites Madrid.
No. De Cuenta:
202310050212.
LUGAR Y FECHA
La Unión, Trinidad, S.B.
En la primera parte del informe, se analizará la vida y las obras de San Agustín.
Nacido en el siglo IV, San Agustín fue una figura fundamental en la filosofía y
teología cristiana. Su obra más conocida, "Las Confesiones", es una autobiografía
espiritual en la que reflexiona sobre su vida, su conversión al cristianismo y su
relación con Dios. Además, se explorarán sus ideas sobre el mal, la gracia divina y
la relación entre fe y razón.
2. Explorar las ideas de San Agustín sobre el mal, la gracia divina y la relación entre
fe y razón.
La escolástica tuvo su apogeo con la obra del sabio más relevante de toda la Edad
Media: Santo Tomás de Aquino. Este filósofo fue el más fiel exponente de la
escolástica y (siguiendo a Aristóteles) creó la unión entre el saber y la fe, indicando
los dos caminos que llevan a Dios: el de la fe y la revelación y el de la razón y la
observación formado con los sentidos. La escolástica también afirmaba que la
humanidad ha sido creada a imagen y semejanza de Dios y tiene características tan
importantes como la razón y la voluntad.
¿QUE ES LA PATRÍSTICA?.
La patrística de Occidente, representada por los Padres latinos, fue desarrollada por
San Agustín, quien formuló la primera filosofía cristiana bajo la búsqueda de la
verdad y del conocimiento.
En este mismo sentido, San Agustín se propuso demostrar la existencia y esencia
de Dios. La patrística también se caracterizó por la supremacía de la fe sobre la
razón, y la fe cristiana fue considerada la única verdadera.
Pensamientos Filosóficos:
El problema del mal: San Agustín abordó el problema del mal, argumentando
que el mal no tiene una existencia positiva en sí mismo, sino que es la privación
o ausencia del bien. Sostenía que el mal surge cuando los seres humanos se
alejan de Dios y se entregan a sus deseos egoístas.
SANTO TOMÁS
A continuación, se presenta una biografía de Santo Tomás de Aquino, así como una
breve explicación de sus contribuciones al pensamiento filosófico y teológico:
Santo Tomás de Aquino es conocido por ser uno de los principales introductores de
la filosofía de Aristóteles en la corriente escolástica del siglo XIII. A él se le debe el
rescate y reinterpretación de la metafísica y una obra de teología monumental, así
como una teoría del Derecho que sería muy consultada posteriormente. También
recogió las virtudes aristotélicas cuya realización está en el justo medio,
profundizado y trascendido por la revelación cristiana. Las virtudes cardinales de
Santo Tomás son la prudencia, la justicia, la templanza y la caridad. Fue canonizado
en 1323, declarado Doctor de la Iglesia en 1567 y santo patrón de las universidades
y centros de estudio católicos en 1880.
Pensamientos Filosóficos:
La ley natural: Santo Tomás desarrolló la idea de la "ley natural", que es una
ley moral objetiva y universal que se deriva de la misma naturaleza del ser
humano. Según él, la ley natural es accesible a través de la razón y forma la
base de las leyes humanas justas.
SAN ANSELMO
San Anselmo fue uno de los prelados más cultos de su tiempo. Considerado el
fundador de la teología escolástica, su influencia sobrepasó. Entre sus obras, cabe
destacar "Cur Deus homo", donde exponen una hermosa doctrina de la redención.
Como filósofo, es conocido por su célebre argumento ontológico. San Anselmo fue
un hombre de singular encanto, su simpatía y sinceridad le ganaron el afecto de
hombres de todas clases y nacionalidades. La caridad del santo se extendía aun a
los más humildes de sus fieles. Fue uno de los primeros que se opusieron a la
esclavitud. San Anselmo murió en el año 1109 en Canterbury, Inglaterra.
Pensamientos Filosóficos:
El problema del mal: San Anselmo reflexionó sobre el problema del mal en el
contexto de la existencia de un Dios benevolente y todopoderoso. Sostenía que
el mal no es una entidad real, sino la privación o ausencia de bien. Argumentaba
que Dios permite el mal como una consecuencia de la libertad humana y que, a
largo plazo, incluso el mal contribuye al bien.