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VIGENCIA Y APLICACIÓN DE LA LEY DEL DIEZMO

Mensaje predicado por el Pastor Tomás Mackey,


el domingo 16 de septiembre,
Iglesia Bautista del Once.

TEXTO BIBLICO: Deuteronomio 14: 22-29.

I. ENSEÑANZAS DEL PASAJE BIBLICO.

1. El pasaje enseña que lo que “es” y lo que “tenemos” es de Dios. Dios es el Creador,
el Sustentador y el Señor de lo creado.

2. El pasaje enseña que lo que obtuvimos con nuestro trabajo, lo traemos, con
responsabilidad, a Dios, porque a El le damos cuenta de nuestra productividad.

3. El pasaje enseña que a Dios lo adoramos y lo servimos con nuestro corazón,


con todo nuestro ser, y con nuestro “quehacer”.

4. El pasaje enseña que lo que tenemos debe estar a disposición de Dios, a


disposición de los otros, a nuestra disposición, y también de toda la creación.

a. El diezmo es un acto de “desprendimiento-libertad”. La enseñanza es


que la libertad y la generosidad no son actos “externos” sino del “interior”.

b. El diezmo es un acto de confianza en la provisión de Dios, y en la


buena administración de la misma.

5. El pasaje enseña que al ofrendar:

a. Nos solidarizamos con la misión de Dios.


b. Nos hacemos co-responsables de las acciones de servicio, y formamos
una común-unidad con los otros.

6. El pasaje enseña que al ofrendar nuestros bienes, incluimos a la creación


toda, en el servicio y en la adoración de Dios.

a. Esto asigna a las cosas un valor extra.


b. Esto es parte de la acción redentora del propio Dios.

7. El pasaje enseña que al ofrendar asumimos responsabilidad frente, y nos hacemos


solidarios con, los pobres, los necesitados, los sufrientes.

8. El pasaje enseña que al ofrendar aprendemos a administrar mejor nuestra vida.


9. El pasaje enseña que al ofrendar realizamos un festival de gratitud a Dios.

II. VIGENCIA Y APLICACION DE LAS ENSEÑANZAS MENCIONADAS.

1. Todas las enseñanzas mencionadas son aplicables a nuestra realidad y a nuestro


tiempo por vía de la superación de los principios rectores indicados.

a. Esto es, el diezmo es lo mínimo, pero a partir de allí podemos y debemos


crecer en nuestra ofrenda, tanto personal, como en bienes, comportamientos, actitudes, y en
capacidad.

b. El modelo es la entrega de Cristo, y la entrega del 100 % de la vida tomada


como ejemplo por Jesús.

2. Nuestra ofrenda debe potenciarse a partir de nuestra capacidad de administrar, que es


resultado del crecimiento de nuestra comunión y seguimiento de Jesús.

3. Nuestra entrega personal debe madurar a partir de nuestra toma de conciencia


creciente de las necesidades del prójimo y del desarrollo de la obra de Dios.

4. Nuestra entrega personal crece a medida que “sanamos” nuestros errores y


aprendemos a vivir una vida menos superflua.

5. Nuestra entrega personal se amplía al crecer nuestra libertad interior para la


generosidad.

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