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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

ESCUELA NACIONAL DE ENFERMERÍA Y OBSTETRICIA


SISTEMA UNIVERSIDAD ABIERTA Y EDUCACION A DISTANCIA

NOMBRE DE LA ALUMNA: AGUILAR MORALES MARIBEL

GRUPO: 9621

NOMBRE DE LA ASESOR: MIGUEL ÁNGEL GONZÁLEZ MELCHOR.

ASIGNATURA: EPISTEMOLOGÍA Y ENFERMERÍA

UNIDAD 4. BASES EPISTEMOLOGICAS DE LA CIENCIA ENFERMERA

FECHA DE ENTREGA: 03 DE JUNIO DE 2016


Bases epistemológicas de la ciencia de la enfermera

El primer nivel se refiere al cuidado como objeto de estudio disciplinar, la enfermería, en las últimas
décadas del siglo XX, presenta transformaciones importantes, pues se empieza a ahondar en el análisis y
reflexión epistemológica de las implicaciones de la enfermería, el cuidado como objeto de estudio y la
jerarquía estructural del conocimiento de la enfermería contemporánea. Uno de los componentes de la
sintaxis disciplinar lo constituyen los fenómenos que la enfermería debe investigar para desarrollar
conocimientos. Estos conocimientos derivan del metaparadigma o conceptos básicos, que influencian y
determinan la práctica profesional y su área de competencia; surgen de los fenómenos abstractos y
generales, y dan una perspectiva universal a la disciplina. Son muchas las propuestas teóricas de
enfermería que explican los fenómenos de los cuales se derivan conceptos que les son comunes, permiten
su análisis, dan significado y especificidad a la disciplina. El cuidado humano en enfermería no es una
simple emoción, preocupación o un deseo bondadoso; cuidar es el ideal moral de enfermería, el fin es
protección, engrandecimiento y preservación de la dignidad humana; implica valores, deseos y
compromiso de cuidar, conocimiento y acciones de cuidado.

El segundo nivel se basa en los Núcleos Básicos Disciplinares del cuidado de la enfermería, estos son: la
interacción, la persona, el entorno, el cuidado, la salud y la transición.

La interacción se refiere a la acción que la persona realiza con el entorno y la que efectúa la enfermera
con la persona, para establecer y desarrollar el proceso del cuidado. No es posible otorgar cuidados a una
persona sin la interacción que conlleva a la comunicación; la enfermera, al comunicarse con la persona
identifica necesidades, conoce sus expectativas, sus sentimientos, inquietudes, preocupaciones, motiva su
participación en su propio cuidado y se manifiesta como profesional de la enfermería, entre otras cosas. La
persona, sujeto de estudio y de cuidado, se concibe como un ser fisiológico, psicológico, sociocultural y
espiritual, un todo integral indisociable, más complejo que la suma de sus partes y diferente a estas, que
tiene maneras de ser únicas en relación consigo mismo y con el universo.

El entorno comprende el medio interno genético, fisiológico, psicológico y espiritual, y el medio externo
compuesto por el conjunto del universo del cual la persona forma parte: los aspectos físicos, ecológicos,
sociales, culturales, políticos, económicos; así como la visión del mundo y todo factor que tenga influencia
sobre el estilo de vida de la persona, de tal forma que todas las influencias del entorno proporcionan un
significado a las experiencias de la salud y de la vida.

El cuidado es invisible, pues cuidar o preocuparse por alguien, creer en alguien, reforzar sus capacidades,
permitirle recobrar la esperanza, acompañarle en su camino, estar presente, son acciones invisibles. La
enfermera invita a la persona a tomar conciencia de sus elecciones de salud, a actuar y a llevar a cabo las
actividades ligadas a la salud; por lo tanto, el papel de las enfermeras consiste en hacer posible la acción
personal de quien cuidan. El cuidado requiere de una reflexión disciplinar, además de reconocer la
necesidad del carácter científico constitutivo del mismo y la explicación de fenómenos relacionados con el
cuidado, es necesaria la reflexión acerca del lenguaje con el que se construyen dichas explicaciones. El
cuidado, es una cualidad implícita a la cultura que se expresa en el individuo, la familia y la sociedad. Por
lo tanto, debe ser concebido dentro de categorías y relaciones compartidas entre comunidades de
investigación. El cuidado es la expresión del trabajo amoroso, científico y técnico, que la enfermera realiza
junto con la persona, con el propósito de desarrollar sus potencialidades, para construir formas de
bienestar, mantener la vida, recuperar la salud o preparación para la muerte, que ocurre en los diferentes
escenarios donde se desarrollan las personas o donde procuran su salud.

La salud es un proceso vital que se genera por la naturaleza y esencia del hombre, en sus necesidades
ecológicas y de especie, y en la estructura y funcionamiento de las sociedades humanas; se refiere al
equilibrio de los sujetos con su entorno, el cual determina desde el bienestar hasta la enfermedad terminal
o muerte. La salud es un valor y una experiencia humana que se vive según las perspectivas, las
creencias y las formas de actuar que son culturalmente conocidas y utilizadas, con el fin de prevenir y
conservar el bienestar individual y colectivo, permitir la realización de las actividades cotidianas, las cuales
varían de una cultura a otra, lo que significa que la salud para una sociedad puede ser diferente para otra.

La transición hace referencia a los cambios temporales que experimenta la persona en sus etapas de
desarrollo, con eventos característicos en cada una de ellas (desde el nacimiento hasta la muerte) en
situaciones de cambios de salud: accidentes, enfermedad aguda o crónica, y en lo que uno espera de sí
mismo(a) o de los demás, o en sus capacidades. Todo esto constituye transiciones, ya que se trata de
acontecimientos unidos a situaciones de salud-enfermedad. La enfermera interactúa con seres humanos,
integrantes de un contexto sociocultural, que se encuentran en transición o que la anticipan. Las
interacciones enfermera-persona están organizadas alrededor de un objetivo (gestión clínica, resolución
de problemas, evaluación holística).

En el tercer nivel se centran las escuelas de pensamiento, son numerosas las teorías en enfermería,
como Meléis, Holter, Clare, McLean, Hiraki, Meyer, Bevis y Murray, que sostienen que la autonomía
profesional pasa por la práctica de una educación crítica y emancipadora, que permite al profesional
superar las contradicciones que experimenta al mostrarse crítico y en desacuerdo con la aceptación
incondicional de las rutinas prácticas y la utilización del conocimiento creado por otros. El dotar a la
enfermería de un cuerpo de conocimientos y de intervenciones propias, ha sido un interés constante para
las enfermeras. Para algunas, el inicio se ubica en la figura de Florence Nightingale, al dejar evidencia de
sus observaciones, pues cambió el concepto de la enfermería, al concebirla como un servicio femenino a la
humanidad, basado en la observación minuciosa y en la experiencia fundada, a fin de poner a la persona
enferma o sana en las mejores condiciones posibles para que la naturaleza pudiera restablecer o
conservarle la salud, iniciando de esta manera un importante proceso de dignificación del trabajo de las
enfermeras. Las distintas concepciones sobre la disciplina pueden agruparse en seis escuelas de
pensamiento, mismas que sustentan las bases filosóficas y científicas para la comprensión de los
fenómenos de estudio e incorporar dicho conocimiento a la sintaxis disciplinar, estas escuelas son: la
escuela de las necesidades, de los efectos deseables, de la interacción, de la promoción de la salud, del
ser humano unitario y la del caring.

La escuela de las necesidades: Está centrada en la búsqueda del hacer específico de las enfermeras, el
cuidado se centra en el logro de la independencia y en la satisfacción de las necesidades fundamentales,
por lo que el papel de estas debe privilegiar la capacidad para el autocuidado. La salud es vista como el
logro de la autonomía de la persona.

La escuela de los efectos deseables: Considera que el propósito de los cuidados consiste en
restablecer un equilibrio, una estabilidad, una homeóstasis, o en preservar la energía. Se fundamenta en
las teorías de adaptación, de desarrollo y de sistemas.

La escuela de la interacción: Considera que el cuidado es un proceso interactivo entre una persona que
tiene necesidad de ayuda y otra capaz de ofrecer ayuda, por lo que la enfermera debe analizar sus propios
valores, sus potencialidades para utilizar su propia persona de manera terapéutica, por lo que se basa en
la teoría de la interacción, en la fenomenología y el existencialismo.

La escuela de la promoción de la salud: En esta escuela el entorno constituye el centro de la reflexión,


puesto que es en él donde se ubican los factores condicionantes del proceso salud-enfermedad. Se
distingue el enfoque social y cultural de la salud y no solo el carácter biológico. Se enfatiza el papel del
aprendizaje en la consecución de la salud como expresión de la autonomía de la persona en su relación
con las instituciones

La escuela del ser humano unitario: El ser humano unitario es un término promovido por Martha
Rogers, quien considera que la salud y la enfermedad son expresiones del proceso de vida y no están ni
opuestas ni divididas. Sustenta que la salud es la realización continua de uno mismo, como ser humano
unitario, y la enfermedad es parte de la salud. Esta escuela se sustenta en la psicología, sociología,
astronomía, filosofía, historia, biología y la física, la enfermera tiene que mantener al corriente de los
conocimientos más recientes en estos campos, de tal manera que pueda innovar el servicio que ofrece a la
población.

La escuela del caring: Esta escuela define a la enfermería como “cuidado”, el cual es un imperativo
moral en esta sociedad en constante transformación, considera que la enfermería tiene que ser diálogo
humano, como un acto de cuidado y como una presencia de ambos, la persona y la enfermera, la
experiencia del cuidado tiene características intersubjetivas y recíprocas, y se considera que la enfermera
y la persona son igualmente importantes en el entendimiento de las necesidades de ambas. Los resultados
de la relación de cuidado son considerados a través de las percepciones y las respuestas humanas.

En el cuarto nivel se posiciona la Teoría y el método, la teoría proporciona los conocimientos necesarios
para perfeccionar la práctica diaria. Es la expresión del conocimiento articulado y organizado en
significados completos que responden a preguntas significativas. La enfermería, al ser una disciplina
práctica, debe permitir que las ideas innovadoras surjan de la misma práctica, con una buena
fundamentación teórica, en relación con las necesidades de cuidado, para mantener la salud de las
personas y de la sociedad. Las teorías que pueden ser comprobadas en la práctica, proporcionan una base
de conocimientos a la ciencia de la enfermería, son verificadas y validadas a través de la investigación y
proporcionan una orientación para esa investigación

Es necesario que más enfermeras y enfermeros participen en la construcción teórica de la disciplina, a


partir de la generación de investigaciones en la práctica del cuidado y en el desarrollo de estudios de
posgrado que apunten hacia la investigación sobre el cuidado.

Las teorías enfermeras se construyen para proporcionar a las enfermeras una perspectiva sobre el
paciente, lo cual es característico de una profesión, y ya en la práctica, las enfermeras cuidan a la persona
basándose en cómo la cuidan, dependiendo de una perspectiva sobre cómo interpretar la acción de
enfermería, es decir, de una teoría.

La teoría permite a la enfermería organizar y entender aquello que sucede en la práctica, para analizar de
forma crítica la situación de la persona cuidada, para tomar decisiones clínicas, planear y evaluar la
eficacia de los cuidados. Claro está, como profesión, la enfermería requiere de la práctica para aportar
conocimientos a la teoría, lo cual beneficia tanto a la disciplina como a la propia profesión.

El método, es un modo ordenado de proceder, que utiliza un procedimiento adecuado para alcanzar un fin
determinado, es decir, está conformado por operaciones conceptuales y acciones prácticas, lo cual
significa que el método es mucho más amplio e integrador, ya que implica una actividad interna e
intelectual y un procedimiento para llegar a un fin.

Los componentes del método son tres: el sujeto, que es la persona en particular a quien sirve el método;
el ámbito en que se aplica el método (que puede ser intelectual o espacial y temporal, lo que determina
que existan métodos de pensamiento y métodos de acción práctica); y la intención de llevarlo a cabo.

Y por último el quinto nivel se basa en las formas de conocimiento propias de la enfermería, y los
fenómenos de estudio, las formas de conocimiento van a determinar los fenómenos de estudio de la
disciplina, después de un análisis exhaustivo de la producción científica en enfermería, propone cuatro
formas de conocimiento: personal, ético, estético y empírico, cada una contribuye al desarrollo del
conocimiento de la enfermería.

El conocimiento personal considera lo subjetivo, lo interpersonal, lo existencial, la experiencia interior,


apropiada, total, consciente y auténtica, en donde se reconocen las actitudes, aptitudes, capacidades y
potencialidades que tienen las personas que cuidan para reconocer de la misma manera a las personas
cuidadas como un todo, entender sus experiencias, el significado que le dan a su situación personal, y
establecer, a través de la interacción, formas de cuidado que den respuesta a las necesidades del otro,
permite reconocer las diferencias individuales, las diversas formas de percibir el mismo fenómeno, la
confrontación de los puntos de vista de la enfermera con los de las personas que cuida y su genuino deseo
de prodigarle bienestar. Además permite reconocer en el otro su propia esencia como persona, para
entender las diferentes dimensiones que la conforman y cómo pueden ser atendidas a través del cuidado.

El conocimiento ético, guía la práctica de la enfermería; permite indagar las formas en que las personas
asumen valores como la salud, el respeto, la dignidad, el amor, la autoestima. En suma, lo que es
moralmente correcto para el bienestar de las personas.

El conocimiento estético implica el desarrollo de la sensibilidad para percibir a la persona en sus


diferentes dimensiones, capacidad de abstracción para representar la realidad de la persona, y creatividad
por parte del profesional de enfermería para establecer el cuidado. Asimismo, requiere de bases teóricas
relacionadas con el conocimiento disciplinar, en el método enfermero y en la tecnología propia, este se
desarrolla a partir de posibilidades imaginativas, creativas, la narración oral y la formación de elementos
del arte, en realidades concretas donde se crean representaciones de las posibilidades. Estos procesos
creativos se constituyen en la base para construir la crítica estética, la cual revela una forma discursiva de
conocimiento de lo artístico de la enfermería. Las formas de arte que se han creado en enfermería para
representar el significado y la importancia de la experiencia y la salud, incluyen la poesía, la fotografía, la
escultura y otras formas de arte visual, como narraciones, dramas y danza

El conocimiento empírico alude al desarrollo teórico a partir del trabajo empírico, generando
interrogantes sobre la práctica del cuidado y teorizando sobre ellas, mediante diferentes metodologías
investigativas que permitan la indagación, reflexión, explicación e interpretación a través de metodologías
como la inducción o la deducción, en el entendido de que un solo paradigma investigativo no da las
respuestas necesarias debido a la complejidad que implica el cuidado.

Los fenómenos de estudio, son el cuidado fenomenológico, la autoestima y el auto-concepto, los valores,
la vida, la dignidad y el amor, las expresiones estéticas vinculadas con el cuidado, el bienestar, la salud,
las evidencias del cuidado, la evidencia científica de la aplicación de la práctica de la teoría.

La enfermería, como disciplina profesional, ha profundizado y teorizado en su objeto de estudio: el


cuidado, y ha determinado que su razón de ser es centrarse en el significado que la persona tiene ante las
experiencias de salud y bienestar, así como del entorno. Las teorías contribuyen en el conocimiento a
partir de los productos de teorizaciones que se han realizado en torno a los núcleos básicos de la
enfermería (metaparadigma).

El proceso de enfermería es una serie de acciones diseñadas para procurar el bienestar de la persona y
evaluar la calidad de los cuidados prestados. La conformación del proceso se sustenta en la teoría general
de sistemas, en la teoría de la información y de la comunicación, en la adopción de decisiones y de la
solución de problemas, en la teoría de la percepción y las necesidades humanas, teniendo como
característica común la retroalimentación, ya que se considera que los fenómenos que estudia son
modificables, influenciables, adaptables y dinámicos, características que se pueden aplicar al proceso de
enfermería.

El modelo de cuidado es una estructura del conocimiento de enfermería formada por un marco de
referencia (o marco teórico) y una metodología. Posee un nivel de abstracción inferior al de la teoría,
porque puede ser derivado de una o más teorías, y presenta, además de un aporte filosófico y teórico, una
posibilidad de planeamiento y sistematización del cuidado. La elaboración de un modelo de cuidado, por el
hecho de ser dinámico, necesita de la interacción directa entre la (el) enfermera(o) y el sujeto, con la
finalidad de realizar los ajustes necesarios en el modelo, adecuándolo al cuidado. La etapa de
implementación del modelo es condición necesaria para el refinamiento de la propuesta, ya que le permite
al investigador confrontar su modelo abstracto con la realidad concreta.

BIBLIOGRAFIA
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