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Avances y aportes de la neurociencia

Ccalla Sucapuca, Cristian Keni

74708282@continental.edu.pe

Introducción

La neurociencia y la tecnología se han convertido en campos de investigación


multidisciplinarios que han transformado nuestra comprensión del cerebro y su
influencia en el comportamiento humano, juntas ofrecen un panorama emocionante y
prometedor para comprender el cerebro humano y su aplicación en diversas áreas de
la vida, cuando comprendemos la complejidad del cerebro, se abren nuevas
posibilidades para mejorar la salud mental, mejorar el aprendizaje y promover el
bienestar general. Al respecto Araya y Espinoza (2020), indican que:

Las Neurociencias son el conjunto de ciencias y disciplinas científicas y


académicas que estudian el sistema nervioso, centrando su atención en la
actividad del cerebro y su relación e impacto en el comportamiento. Se
presenta como una rama de investigación bastante reciente cuyo origen se
remonta a la década de 1960 abordando aspectos neurobiológicos de la
conducta apoyados en la psicología cognitiva, la lingüística, la antropología y la
inteligencia artificial, entre otros. Además, se trata de un conjunto de ciencias
cuyo interés por ser estudiadas ha aumentado durante la última década del
siglo XX. Desde las Neurociencias se identifican varias ciencias y disciplinas
vinculadas, tales como la neurobiología, neurofisiología, neuropsicología,
neuroquímica, neuroanatomía, neuromarketing, neuroliderazgo,
neuroeconomía, neuromanagement, neurogenética, neurociencia
computacional, entre otras. Asimismo, se ha iniciado su aplicación en
diferentes campos como la filosofía, la ética, la sociología, el arte, la economía
e incluso la educación. En tal contexto, destacan dos conocidas líneas de
trabajo vinculadas a las Neurociencias y el Aprendizaje: la Neurociencia
Cognitiva y la Neuroeducación. La primera, puede comprenderse como la rama
de las Neurociencias dedicada a estudiar las relaciones entre el sistema
nervioso y la cognición humana. Por ello suelen describirla también como un
área científica que nace de la convergencia de dos disciplinas: la Psicología
Cognitiva que estudia las funciones mentales superiores y las Neurociencias,
que estudian el sistema nervioso que las sustenta (párr. 7).
El diagnóstico precoz de enfermedades neurológicas y la búsqueda de métodos de
tratamiento más efectivos para enfermedades neuropsiquiátricas son áreas muy
importantes desde el punto de vista de la salud y el bienestar humano. En este
ensayo, presento la tesis de que el desarrollo de la investigación en el campo de la
neurociencia ha llevado a un progreso significativo en varias áreas clave. Se ha
logrado un diagnóstico temprano más certero de las enfermedades neurológicas,
permitiendo una intervención más oportuna y eficaz, los avances en
neurorrehabilitación han brindado nuevas herramientas y enfoques para promover la
recuperación funcional y mejorar la calidad de vida de los pacientes con daño cerebral
o trastornos neurológicos. Autonomía, se desarrollaron métodos de tratamiento más
efectivos para enfermedades neuropsiquiátricas, finalmente, la integración de
interfaces cerebro-máquina hizo posible crear conexiones directas entre el cerebro y
dispositivos externos, lo que abre nuevas posibilidades para la comunicación,
rehabilitación y tratamiento de enfermedades psiquiátricas. Capacidades de las
personas con problemas de movilidad.

A través de la presentación de cuatro argumentos, pretendo respaldar y reforzar la


validez de la tesis que propongo.

Desarrollo

Diagnóstico temprano de enfermedades neurológicas

Al respecto Solís et. al, (2020) en el ensayo titulado: Formación en imagenología en la


Universidad de Costa Rica: Retos y desafíos del proceso de actualización del
currículo, menciona lo siguiente: “El uso de la resonancia magnética en el diagnóstico
temprano de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer,
enfermedad de Parkinson, o la esclerosis múltiple. Las imágenes de resonancia
magnética cerebrales facilitan el diagnóstico y seguimiento de estas patologías” (p.12).
El diagnóstico precoz de enfermedades neurológicas es un área muy importante en la
práctica clínica actual, el uso de la RM en este contexto ha demostrado ser una
herramienta valiosa en la detección temprana y el seguimiento de enfermedades
neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson y
la esclerosis múltiple. Las imágenes de resonancia magnética del cerebro
proporcionan información detallada que facilita un diagnóstico más preciso y mejora
los resultados clínicos. Los avances en imagen y la introducción de métodos de
diagnóstico más sofisticados prometen un futuro prometedor para la detección
temprana y el tratamiento efectivo de estas enfermedades neurológicas.
El diagnóstico temprano de enfermedades neurológicas se ha convertido en un
objetivo importante de la investigación médica actual. La identificación de
biomarcadores precisos y confiables para la detección temprana de estas
enfermedades ha sido objeto de considerable investigación y progreso. En este
sentido, Lavoz (2020), menciona que:

Considerando la importancia de lograr biomarcadores para el diagnóstico


precoz de la EA, y en vista de los resultados mostrados por estudios con MRI y
PET, lo más eficaz es la integración de las distintas técnicas. Así, un reciente
estudio desarrolló un algoritmo para ML de aprendizaje profundo (deep
learning) para detectar individuos en riesgo de EA; dicho algoritmo
automatizado se basa en datos obtenidos por PET y MRI, determinando que el
diagnóstico temprano es más acucioso utilizando ambas técnicas en vez de
cada una por separado. En la misma línea, otro estudio determinó que
combinando correctamente la información otorgada por MRI funcional y
estructural permite mejorar la agudeza del diagnóstico. Para ello, proponen
como potencial biomarcador al grosor de la corteza en los giros supramarginal
y temporal superior del hemisferio izquierdo, mientras que en otro estudio se
propone desarrollar un algoritmo que permita integrar no solo MRI y PET, sino
también los biomarcadores de LCR. En esta misma línea, otro estudio ha
mostrado que la correcta integración entre MRI funcional y estructural logra
resultados tan buenos como el PET-FDG en la detección de las alteraciones de
los biomarcadores del LCR. Utilizando esta multimodalidad y habiendo
desarrollado una ML de aprendizaje profundo, otro estudio ha propuesto la
posibilidad de predecir el paso de DCL a EA, para lo cual se basan en datos
otorgados por biomarcadores del LCR e imágenes4 (p. 109).

El diagnóstico temprano de enfermedades neurológicas se ha visto muy favorecido por


la combinación de diferentes métodos de imagen como la resonancia magnética (RM)
y la tomografía de emisión de positrones (PET). La adecuada combinación de
información y la aplicación de algoritmos de aprendizaje profundo permitieron mejorar
la precisión y alcance del diagnóstico, sugiriendo incluso posibles biomarcadores. La
investigación continua en el campo promete seguir avanzando en la detección
temprana y el tratamiento oportuno de estas enfermedades, lo que mejora la calidad
de vida de los pacientes y abre nuevas perspectivas en el campo de la neurología.

Rehabilitación neurológica
La rehabilitación neurológica es un área en evolución continua que tiene como
finalidad mejorar la calidad de vida de las personas que padecen diversas
enfermedades neurológicas. Al respecto Conde (2020), menciona que:

La patofisiología de la fibromialgia (FM) todavía no se conoce con exactitud,


pero se asume como mecanismo clave la sensibilización del sistema nervioso
central y la alteración del control de las vías del dolor. La consideración de esta
hipótesis ha conducido al desarrollo de múltiples métodos de tratamiento. Los
tratamientos recopilados por la guía clínica más actual para el abordaje de la
FM realizada por la European League Against Rheumatism incluyen el uso de
terapias conservadoras no farmacológicas como primera línea de actuación.
Dentro de estas se incluyen el ejercicio terapéutico, la educación terapéutica y
la terapia cognitivo-conductual, entre otras. En los últimos años, gracias a los
avances en neurorrehabilitación, se ha comenzado a desarrollar otro tipo de
abordajes conservadores no farmacológicos como son la estimulación
transcraneal con corriente directa (tDCS) y la estimulación magnética
transcraneal (TMS). Ambas técnicas neurofisiológicas son de carácter no
invasivo y tienen como objetivo la modulación de la actividad cerebral y la
normalización de alteraciones. La tDCS lo realiza a través de la generación de
una corriente eléctrica continua de baja intensidad (0,5-2,0 mA) que pasa a
través de electrodos colocados sobre el cuero cabelludo a un área específica
del cerebro, mientras que la TMS lo realiza a través de la generación de un
campo magnético que pasa a través del cuero cabelludo y que induce una
corriente a nivel cerebral, por lo que se considera una estimulación eléctrica por
inducción electromagnética. En los últimos años se ha incrementado el número
de estudios en los que se aplican estas técnicas de tratamiento, mostrando
efectos analgésicos en patologías crónicas (p. 428).

La combinación de enfoques conservadores no farmacológicos como el ejercicio


terapéutico y la terapia cognitiva conductual con técnicas avanzadas de
neurorrehabilitación como tDCS y TMS ha abierto nuevas posibilidades en la
rehabilitación neurológica. Estos abordajes permiten un tratamiento integral de las
enfermedades neurológicas subyacentes a la fibromialgia y otras patologías crónicas,
proporcionando alivio y mejorando la calidad de vida de los pacientes. A medida que la
investigación y la aplicación de estas técnicas continúen desarrollándose, se espera
que la rehabilitación neurológica continúe avanzando y beneficiando a más y más
personas en el futuro.
La neurociencia ha investigado los trastornos adictivos, centrándose en técnicas de
estimulación cerebral no invasiva como la estimulación magnética transcraneal y la
estimulación eléctrica transcraneal por coriente directa. En este contexto, Abellaneda
et. al, (2023) señala que:

Las técnicas de neuromodulación han emergido como una alternativa


terapéutica prometedora dada su capacidad para restaurar el funcionamiento
homeostático de las redes cerebrales mediante la modulación de sus nodos
principales. La mayoría de las investigaciones llevadas a cabo con
procedimientos de estimulación cerebral no invasiva (non-invasive brain
stimulation, NIBS) en el campo de los trastornos adictivos se han focalizado en
el uso de la estimulación magnética transcraneal (transcranial magnetic
stimulation, TMS) y en la estimulación eléctrica transcraneal por corriente
directa (transcranial direct current stimulation, tDCS). Estas técnicas también
han irrumpido con un gran potencial traslacional, particularmente la TMS, en
otros trastornos psiquiátricos, existiendo protocolos aprobados por la Food and
Drug Administration (FDA; https://www.fda.gov/), para el tratamiento, por
ejemplo, de la depresión resistente al tratamiento y el trastorno obsesivo-
compulsivo. Antes de pasar a su aplicación sobre las redes cerebrales,
veamos, a grandes rasgos, cómo funcionan estas técnicas. En primer lugar, la
TMS es una técnica que permite estimular la corteza cerebral de una forma no
invasiva mediante la generación de pulsos magnéticos breves y potentes que
producen una corriente eléctrica secundaria en el cerebro, modificando su
excitabilidad. La TMS se puede aplicar en pulsos simples, apareados y
repetitivos. En la práctica clínica, los pulsos simples y apareados se han
utilizado principalmente con fines diagnósticos (por ejemplo, en esclerosis
múltiple o en envejecimiento patológico). Mientras que los trenes de pulsos
repetitivos (repetitive TMS, rTMS), se han aplicado con fines terapéuticos (p. 4).

Las técnicas de neuromodulación como TMS y tDCS representan un enfoque


innovador y prometedor en el campo de la rehabilitación neurológica. Su capacidad
para modular las redes cerebrales y restaurar las condiciones internas y estables en
las neuronas, abriendo nuevas opciones de tratamiento para muchos trastornos
neurológicos y psiquiátricos. Con los avances en la investigación y la aplicación clínica
de estas técnicas, se espera que la rehabilitación neurológica continúe evolucionando
y brinde opciones de tratamiento más efectivas y personalizadas para mejorar la vida
de los pacientes.

Terapias más efectivas para trastornos neuropsiquiátricos


La neurociencia ha hecho contribuciones importantes a la búsqueda continua de
tratamientos más efectivos para los trastornos neuropsiquiátricos. En este sentido
Mías (2020) destaca lo siguiente:

Entre todos los aportes de las neurociencias que contribuyen al abordaje de un


espectro amplio de problemas derivados de la interacción cerebro-conducta-
medio-aprendizaje (perspectiva ideográfica y sistémica), por ahora podríamos
referirnos a lo que podría denominarse “Terapia Neuroconductual”; basada por
ejemplo, en el empleo de técnicas y procedimientos de aprestamiento,
ejercitación y estimulación de regiones prefrontales (y sus aferencias límbicas,
subcorticales y corticales posteriores), con el objetivo de ordenar
conductualmente al paciente en la construcción de su progreso; pero desde la
lectura de la funcionalidad cerebral (no excluye las particularidades
psicológicas de generaciones anteriores).

Estos procedimientos implican afrontar problemas de la funcionalidad de la


vida diaria, de la vida de rendimiento o socioafectiva, enfatizando de modo
reiterado los pasos a seguir a fin de fortalecer, por ejemplo, el procesador
ejecutivo central (frontal), hasta lograr su internalización (nuevas
conectividades neurales o de mayor eficacia sináptica, en ocasiones facilitadas
por la acción de psicofármacos) (p. 8).

La terapia neuroconductual representa un enfoque terapéutico valioso para el


tratamiento de trastornos neuropsiquiátricos considerando la función cerebral y su
impacto en el comportamiento. Al estimular y fortalecer áreas específicas del cerebro,
como la unidad de procesamiento central de la corteza prefrontal, debería fomentar
nuevas conexiones neuronales y mejorar la eficiencia sináptica. La integración de
técnicas neurocientíficas en las intervenciones conductuales puede proporcionar
tratamientos más efectivos y personalizados para mejorar la calidad de vida de los
pacientes con trastornos neuropsiquiátricos. A medida que avanza la investigación en
esta área, es posible que se descubran nuevas estrategias y enfoques de tratamiento
que mejorarán aún más los resultados y el bienestar de los pacientes.

Por otro lado, en la búsqueda de terapias más efectivas para trastornos


neuropsiquiátricos, Cerisola et. al, (2022), menciona que

Los fármacos antiepilépticos convencionales se consideran de primera línea


para el tratamiento de la epilepsia en los pacientes con CET. Sin embargo, solo
un tercio de los pacientes lograrán el control de la epilepsia con ellos. Dentro
de los fármacos con eficacia demostrada, la vigabatrina se recomienda
actualmente como terapia de primera línea para los EI y para las crisis focales
relacionadas con CET dentro del primer año de vida. La dosis máxima de
vigabatrina recomendada por la FDA es de 150 mg/kg/día. Aunque eficaz, el
uso de vigabatrina se ha visto limitado clínicamente por la posible toxicidad
retiniana, cuyo riesgo es mayor cuanto mayor sea la dosis y la duración del
tratamiento (p. 73).

El abordaje de los trastornos neuropsiquiátricos, como el síndrome de espasmos


infantiles, requiere de terapias más efectivas para lograr un control adecuado de las
crisis epilépticas. Es crucial continuar investigando y desarrollando nuevas terapias
que brinden una mayor eficacia en el control de trastornos neuropsiquiátricos y
minimicen los efectos secundarios. La búsqueda de alternativas terapéuticas más
seguras y efectivas sigue siendo un objetivo primordial en el campo de los trastornos
neuropsiquiátricos, con el fin de mejorar la calidad de vida de los pacientes y
proporcionarles opciones de tratamiento adecuados y personalizados.

Interfaces cerebro-máquina

En el campo de la neurociencia, las interfaces cerebro-computadora han surgido como


una tecnología prometedora para adquirir datos cerebrales para la detección de
enfermedades y atrofias cerebrales. Cedeño (2019), destaca que:

Para la adquisición de datos cerebrales existen múltiples métodos los cuales


hasta la actualidad son utilizados por los especialistas en neurociencia,
mediante la adquisición de datos cerebrales se pueden detectar enfermedades
o atrofias en el cerebro. Existen métodos de adquisición de neuroseñales los
cuales son invasivos y no invasivos. Los métodos invasivos son aquellos que
se requiere de cirugía para poder colocar emisores o receptores en lugares
claves del cerebro, los cálculos son exactos, pero son cirugías muy
complicadas y para ello se requiere de personal altamente profesional y
calificado. Los métodos no invasivos toman medidas sin necesidad de cirugías.
Entre los principales métodos no invasivos se tiene: imágenes por resonancia
magnética funcional (FMRI), tomografía de emisión de positrones (PET),
resonancia magnética espectroscópica (MRS), tomografía cerebral por
computación activa de microondas (EMIT), imagen por ultrasonidos en 2
dimensiones (2D UI), electroencefalografía (EEG). Actualmente, también se
están utilizando interfaces BCI, que hacen uso de sensores fisiológicos no
invasivos, usan una serie de electrodos para leer señales eléctricas en el cuero
cabelludo causadas por la actividad cerebral y este tipo de BCI no invasiva, se
puede conseguir como una opción viable para el control de dispositivos y
aplicaciones mediante la interpretación de las señales cerebrales; que son
relativamente más accesible que sus contrapartes médicas. El FMRI es aquella
que utiliza la resonancia magnética para medir la respuesta de los flujos
sanguíneos que se producen durante la actividad neuronal en el cerebro (p.
10).

Las interfaces cerebro-máquina han abierto un nuevo horizonte en el campo de la


neurociencia, permitiendo la adquisición de datos cerebrales de forma no invasiva.
Estas interfaces, ofrecen la posibilidad de medir y analizar la actividad neuronal del
cerebro, lo que puede ser muy útil en la detección temprana de enfermedades y
atrofias cerebrales. Además, las interfaces cerebro-máquina no invasivas han
demostrado ser opciones viables para controlar dispositivos y aplicaciones, lo que
permite a las personas interactuar de manera más fácil e independiente con su
entorno. A medida que avanza la tecnología, es probable que veamos un mayor
desarrollo de las interfaces cerebro-máquina y su aplicación en áreas como la
medicina, la rehabilitación y la interacción humano-computadora.

Por otro lado, las investigaciones actuales en el campo de la neurociencia y la


tecnología vienen evolucionando a lo largo de la historia, teniendo un potencial
extraordinario para revolucionar nuestra forma de interactuar con la tecnología y
nuestra manera de entender el cerebro humano, al respecto Vargas y Ramírez (2022)
mencionan lo siguiente:

El origen de las tecnologías BCI nació con el descubrimiento de la naturaleza


eléctrica del cerebro. El científico Richard Caton en 1875 usó un galvanómetro
para observar impulsos eléctricos en la superficie del cerebro vivo de
algunos animales. Años más tarde, Hans Berger dio continuidad al trabajo
de Caton y consiguió registrar la actividad cerebral mediante la
electroencefalografía siendo en 1924 el primero en registrar un EEG de
un cerebro humano. Mediante análisis de EEG, Berger consiguió clasificar las
diferentes ondas cerebrales, por ello las ondas Alfa (8-12 Hz) también se
denominan ondas Berger. Hubo que esperar hasta 1970 para que se iniciara la
investigación de los primeros dispositivos BCI. Esa inicial de utilizar un sistema
computacional para extraer información del cerebro de un individuo fue
propuesta por Jacques J. Vidal, en el marco del proyecto “The Brain-Computer
Interface”. En ese momento, Vidal le dio nombre a una área de investigación
que casi 40 años después presenta una actividad impresionante, en la que
están involucrados decenas de grupos de investigación y laboratorios de todo
el mundo. Durante los próximos años, el mercado experimentará un
crecimiento escalonado debido a la creciente demanda de tecnologías
avanzadas en el campo de la neurociencia y la tecnología de la información y
la comunicación. Sin embargo, esta tecnología se encuentra aún en su
infancia quedando abiertos muchos campos para la investigación y
desarrollo (pp. 32-33).

Aunque esta tecnología aún está en pañales y muchas áreas aún están abiertas para
la investigación y el desarrollo, su impacto en la neurociencia, la medicina y otros
campos es prometedor. La creciente demanda de tecnología avanzada en el campo
de la neurociencia y las tecnologías de la información y la comunicación impulsará el
crecimiento y desarrollo de las interfaces cerebro-máquina en los próximos años. Con
el tiempo, estas interfaces pueden proporcionar nuevas formas de rehabilitación
neurológica, mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y abrir
nuevas vías para la investigación y la comprensión del cerebro humano.

Conclusiones

1. El uso de técnicas de imagen como la resonancia magnética y la tomografía


por emisión de positrones permite el diagnóstico precoz y el seguimiento de las
enfermedades neurodegenerativas. Sin embargo, la disponibilidad de estos
dispositivos sigue siendo problemática en muchos sistemas de salud, por lo
que la mayoría de los diagnósticos se realizan en una etapa avanzada de la
enfermedad. Existe la necesidad de mejorar la disponibilidad de estas
tecnologías para lograr un diagnóstico más temprano y por lo tanto un mejor
tratamiento de estas enfermedades.
2. En el campo de la rehabilitación neurológica se han desarrollado nuevos
tratamientos no farmacológicos como la estimulación transcraneal de corriente
continua (tDCS) y la estimulación magnética transcraneal (TMS). Estos
métodos no invasivos tienen como objetivo modular la actividad cerebral y
normalizar los cambios que se producen en enfermedades como la
fibromialgia. Además, el efecto analgésico de estas técnicas también se ha
observado en otras patologías crónicas. Estos avances en neurorrehabilitación
abren nuevas opciones de tratamiento para mejorar la calidad de vida de los
pacientes.
3. La terapia neuroconductual, basada en la estimulación y entrenamiento de las
regiones prefrontales del cerebro, ha demostrado ser una alternativa
prometedora en el tratamiento de diversos trastornos neuropsiquiátricos. El
objetivo de esta terapia es fortalecer el sistema nervioso central y fomentar la
creación de nuevas conexiones neuronales. Además, se han desarrollado
fármacos antiepilépticos y técnicas neuromoduladoras como la estimulación
magnética transcraneal (TMS) y la estimulación eléctrica de corriente continua
transcraneal (tDCS) y han demostrado su eficacia en el tratamiento de los
trastornos de adicción, el trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno
obsesivo-compulsivo. obligatorio
4. Se han desarrollado varios métodos invasivos y no invasivos para adquirir
datos cerebrales en el campo de las interfaces cerebro-máquina. Los métodos
no invasivos como la resonancia magnética funcional (FMRI) y la
electroencefalografía (EEG) permiten la detección de enfermedades cerebrales
y atrofia sin cirugía. Además, las interfaces cerebro-máquina no invasivas
basadas en la interpretación de señales cerebrales ofrecen alternativas viables
para el control de dispositivos y aplicaciones que pueden afectar
significativamente la calidad de vida de las personas con discapacidad.

Reflexiones

En conclusión, la lectura de los textos proporcionados nos invita a reflexionar sobre la


importancia de la investigación y la aplicación de avances tecnológicos en el ámbito de
la neurociencia. Estos avances tienen el potencial de transformar la forma en que
diagnosticamos, tratamos y comprendemos las enfermedades neurológicas y los
trastornos neuropsiquiátricos.

Referencias bibliográficas

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