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JURISPRUDENCIA

Roj: STSJ M 1088/2018 - ECLI:ES:TSJM:2018:1088


Id Cendoj: 28079330062018100059
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Contencioso
Sede: Madrid
Sección: 6
Fecha: 07/02/2018
Nº de Recurso: 879/2017
Nº de Resolución: 60/2018
Procedimiento: Recurso de apelación
Ponente: MARIA TERESA SOFIA DELGADO VELASCO
Tipo de Resolución: Sentencia

Tribunal Superior de Justicia de Madrid


Sala de lo Contencioso-Administrativo
Sección Sexta C/ General Castaños, 1 , Planta Baja - 28004
33010280
NIG: 28.079.00.3-2015/0016640
Recurso de Apelación 879/2017
Recurrente : COLEGIO DE PROCURADORES DE MADRID
PROCURADOR D./Dña. PILAR AZORIN-ALBIÑANA LOPEZ
Recurrido : D./Dña. Secundino
PROCURADOR D./Dña. FELIPE SEGUNDO JUANAS BLANCO
S E N T E N C I A NUM. 60
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCION SEXTA
ILMOS . SRES . :
PRESIDENTE :
Dña . TERESA DELGADO VELASCO
MAGISTRADOS :
Dña . CRISTINA CADENAS CORTINA
Dña . EVA ISABEL GALLARDO MARTIN DE BLAS
D. LUIS FERNÁNDEZ ANTELO
En Madrid a 7 de febrero de 2018.
Visto el presente recurso de apelación nº 879/2017 , seguido ante esta Sala de lo Contencioso-Administrativo
del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, contra la sentencia de fecha de 21 de abril de 2017 , dictada, en
el procedimiento abreviado nº 354/2015 , por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Nº 34 de Madrid ,
en el que ha sido parte demandada , y ahora apelante el ILUSTRE COLEGIO DE PROCURADORES DE MADRID
, representado por la Procuradora DOÑA PILAR AZORÍN-ALBIÑALA LÓPEZ , y demandante, y ahora apelado,
D. Secundino , Procurador de los Tribunales, actuando en propio nombre y representación; turnándose la
ponencia a la Ilma. Sra. Dª. MARIA TERESA DELGADO VELASCO, quien expresa el parecer de la Sala.

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JURISPRUDENCIA

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO. - Por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo Nº 34 de Madrid ,se ha dictado sentencia referida
ut supra de fecha 21 de abril de 2017 en los autos de Procedimiento Ordinario n° 354/2015 en los que figura
como parte demandante Don Secundino , representado y bajo la dirección letrada de Don Enrique Herrera
Aguilar, y como parte demandada el Ilustre Colegio de Procuradores de Madrid, bajo la dirección letrada de
sus servicios jurídicos, sobre administración corporativa. Y en la que se fallaba :
" ESTIMAR el recurso contencioso-administrativo interpuesto por Don Secundino , representado y bajo la
dirección letrada de Don Enrique Herrera Aguilar, contra los actos administrativos identificados en el fundamento
de derecho primero de la presente resolución, que se ANULAN por no ser ajustados a Derecho, dejándolos sin
efecto, con todas las consecuencias legales inherentes a esta declaración".
"Con expresa imposición de las costas procesales causadas en esta instancia a la parte demandada en los
términos expuestos en el fundamento de derecho correlativo".
SEGUNDO .-Se interpuso el presente recurso de apelación por el ILUSTRE COLEGIO DE PROCURADORES DE
MADRID , mediante escrito presentado en plazo en mérito a las alegaciones que en tal escrito se contienen
y que luego resumiremos en aras de la brevedad. Admitido el mismo, se dio a los autos legal curso en sede
de Instancia, con traslado a la parte demandante D. Secundino , Procurador de los Tribunales, actuando en
propio nombre y representación, que lo impugnó.
TERCERO.- P or providencia se acordó remitir las actuaciones a esta Sala. En la tramitación del presente
recurso de apelación se han observado todas las prescripciones legales; habiéndose señalado para votación
y fallo el día 17 de enero de 2018, en el que, efectivamente, se ha deliberado sin concluir, continuándose la
deliberación el día 31 siguiente ante la imposibilidad de hacerlo antes por permiso de uno de los magistrados
que forman Sala.
SIENDO PONENTE la Magistrada doña MARIA TERESA DELGADO VELASCO quien expresa el parecer de esta
Sala.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO. - Tienen su origen los presentes autos de apelación en la impugnación de la sentencia nº 141/2017,
de fecha 21 de abril de2017 , dictada por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 34 de los de
Madrid en el Procedimiento Abreviado nº 354/2015, en la que en síntesis se ha estimado el presente recurso
contencioso- administrativo y se han anulado los actos administrativos impugnados por no ser ajustados a
Derecho, dejándolos sin efecto con todas las consecuencias legales inherentes a esta declaración.
Concretamente los actos anulados son los siguientes:
- 1°.- Acuerdo de la Junta Electoral, de 9 de febrero de 2015 por el que se amplían mediante la circular 21/2015
los lugares y formas de presentación del voto por correo para elecciones a la Junta de gobierno el día 24 de
febrero de 2015 (ver folios 9, 10 y 11 del expediente administrativo), añadiendo sobre la regulación del artículo
52.3 b de los Estatutos de 2011 el voto en la sede del colegio , tampoco recogido en los de 2007.
-2º Acuerdo de la Comisión de Recursos del ICPM de fecha 6 de marzo de 2015 por el que se desestima el
Recurso de Alzada nº19/2015 interpuesto contra el Acuerdo de la Junta Electoral del ICPM de fecha 9 de
febrero de 2.015 relativo a la impugnación del voto por correo a las elecciones de cargos para la Junta de
Gobierno del ICPM.
3°.- Acuerdo de la Comisión de Recursos del ICPM de fecha 12 de junio de 2015 por el que se inadmite el
recurso potestativo de reposición interpuesto contra la desestimación del recurso de alzada de fecha 12 de
junio de 2015.
4°.- Acuerdo presunto de la Junta Electoral del ICPM de fecha 24 de febrero de 2015 de proclamación de
candidatos electos a las elecciones para cargos de la Junta de Gobierno del ICPM.
5°.- Acuerdo de la Comisión de Recursos del ICPM de fecha 12 de junio de 2015 por el que se desestima el
Recurso de Alzada interpuesto el 24 de marzo de 2015 contra el Acuerdo de la Junta Electoral del ICPM de
proclamación de candidatos electos a las elecciones para cargos de la Junta de Gobierno del ICPM.
La parte demandante terminaba suplicando ante el Juzgado en escrito de interposición de fecha 1 de
septiembre de 2015 y en su demanda de fecha de 16 de diciembre de 2015 que se "acuerde declarar la nulidad
y subsidiaria anulabilidad de los acuerdos impugnados acordando retrotraer las actuaciones al momento en

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que se convocaron las elecciones con expresa condena en costas a la demandada. " Se basaba para ello en
lo siguiente:
i.- La nulidad de pleno Derecho deriva de haber sido los anteriores actos adoptados "en aplicación" del Estatuto
del ICPM de 2011 (BOCM n° 20, de 25 de enero de 2011), disposición general declarada nula por Sentencia
del Tribunal Supremo, sala Tercera, Sección 6a, de 15 de junio de 2015 (recurso 918/2013 ), que confirmó la
Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Sala de lo Contencioso-Administrativo, sección 8ª, de
30 de enero de 2013 .
ii.-Asimismo, el proceso electoral estaría viciado, según la opinión del propio demandante, por determinados
vicios esenciales del procedimiento que invalidarían el resultado del proceso electoral.
La sentencia de primera instancia 141/2017 de fecha 21 de abril de 2017 estima el recurso contencioso-
administrativo interpuesto por Don Secundino , bajo la dirección letrada de Don Enrique Herrera Aguilar, y
como parte demandada el Ilustre Colegio de Procuradores de Madrid, bajo la dirección letrada de sus servicios
jurídicos, sobre materia de administración corporativa, entendiendo que como el Estatuto de 2011 del Colegio
(de 15 de julio de 2010 y publicado en el BOCM de 25 de enero de 2011 BOCM n° 20 ) fue declarado nulo
de pleno derecho por Sentencia del Tribunal Supremo, sala Tercera, Sección 6ª, de 15 de junio de 2015 (rec.
918/2013 ), que confirmó la STSJM, Sala de lo Contencioso- Administrativo, sección 8ª, de 30 de enero de
2013 , por tanto , al ser un hecho no discutido que los distintos Acuerdos dictados tanto por la Junta Electoral
como por la Comisión de Recursos se adoptaron en aplicación de lo dispuesto en el Estatuto del ICPM de
2011, en vista del art. 73 de la LJCA , no eran tampoco por tanto ni mucho menos convalidables , es decir ni
el Acuerdo de la Junta Electoral de 9 de febrero de 2015 sobre el lugar para depositar el voto por correo ni
los posteriores actos de proclamación de candidatos que se adoptaron con arreglo a las normas contenidas
en el Estatuto del ICPM de 2011 que fue declarado nulo de pleno derecho y cuya declaración de nulidad, por
tanto, debe también alcanzarles. El Acuerdo de la Junta Electoral de 9 de febrero de 2015 interpreta y aclara
expresamente un artículo del Estatuto del ICPM de 2011 (art. 52), aclarando algunos aspectos en relación con
el voto por correo. En consecuencia, conforme a la Sentencia recurrida, se aplicó el Estatuto y ello "contamina"
de nulidad los citados Acuerdos. Pues si bien es cierto que el artículo 18.3 LCPM dice que el voto podrá
ejercitarse directamente o por correo, en su apartado 4° señala que las normas relativas a la elección de los
miembros del órgano de gobierno "se determinarán en los respectivos Estatutos, sin perjuicio de la legislación
básica del Estado y la presente Ley". Es decir, se remite a lo que cada Estatuto colegial establezca expresamente
al respecto.
No siendo posible aplicar el principio de conservación del acto electoral -sigue diciendo la sentencia- pues
en el presente caso, no sólo consta la existencia de concretas irregularidades al permitir el voto por correo
de cierta forma, sino que esas irregularidades influyeron en el resultado. Y entiende además la sentencia que
tanto esta especial regulación del voto por correo como la innovación de una Junta electoral no se trata de
unos meros defectos formales subsanables. Así - sigue diciendo - que ni debió haberse constituido una Junta
Electoral -que no estaba prevista en el Estatuto de 2007- ni debió haberse admitido el voto por correo que
según el Estatuto de 2007 debía ser personal. A lo que debe añadirse que según certificación del Secretario
del ICPM se recibieron 454 sobres de votos por correo para la Junta electoral lo cual supone un importante
número de votos que entiende el Juez de instancia que pudo ser determinante en el resultado del proceso
electoral. Alude por ultimo que el acuerdo de la junta electoral de 9 de febrero no podía tener amparo en el
artículo 19 de los Estatutos de 2007 al haberse adoptado por quien no era órgano competente. Y que no puede
defenderse que la aplicación subsidiaria del Estatuto de 2007 no hubiera variado el contenido de los acuerdos,
por cuanto el desarrollo del proceso electoral "se ajustó en su integridad al Estatuto de 2011" que fijaba un
régimen "completamente distinto".
Esta sentencia n° 141/2017 fue notificada al ICPM el pasado día 25 de abril de 2017, y en plazo fue apelada .
SEGUNDO .-En lo que interesa al presente recurso de apelación del ICPM, los hechos relevantes, deducidos
de los datos obrantes en el expediente, así como de las alegaciones formuladas por las partes y demás
documentos, son los siguientes:
1°.- En primer lugar, el origen de los acuerdos impugnados hay que situarlo en el Acuerdo de la Junta de Gobierno
del ICPM de 12 de enero de 2015 , pues efectivamente por dicho Acuerdo de la Junta de Gobierno del ICPM
de 12 de enero de 2015 se convocó a tenor de los artículos 47 y siguiente del Estatuto del Colegio de 2011
Junta General Extraordinaria a celebrar el día 24 de febrero de 2015 para la elección de los cargos de la Junta
de Gobierno de 2015, aprobándose el calendario electoral y la designación de la Junta Electoral.
-2°.- Por Acuerdo de la Junta Electoral de 9 de febrero de 2015 -folios 9 y ss.-se dispuso la remisión a los
distintos colegiados tanto ejercientes como no ejercientes del contenido de la Circular nº 22/2015 y de la n
° 21/15 , esta última sobre aclaraciones al voto por correo regulado en este Estatuto de 2011 entendiendo y

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acordando en base al artículo 52.3 b) del mismo que: "(...) Ante la ambigüedad que muestra nuestro Estatuto
colegial al hablar solo de "voto por correo", la Junta Electoral entiende y acuerda:
a.- Que el denominado voto por correo, además de poder emitirse a través de las oficinas de Correos,
podrá efectuarse a través de los demás registros administrativos especificados en el referido art. 38.4 de la
Ley 30/1992, de 26 de noviembre de régimen jurídico de las administraciones públicas y del procedimiento
administrativo común ...
b.- Que en el registro de la sede del Colegio de Procuradores de Madrid, en la calle Bárbara de Braganza n° 6,
se podrá ejercitar el derecho al voto pudiendo presentarse en él con los requisitos especificados en el art. 52.3
del Estatuto del Colegio.
c.- Que tanto el voto por correo dirigido a la sede del Colegio como el voto a través de registros administrativos
igualmente dirigido al Colegio, así como el presentado directamente en su registro de la calle Bárbara de
Braganza n° 6 (horario: de 8,00 a 15 h. y de 16 a 20 h., habrá de remitirse y presentarse hasta el día 13 de febrero
de 2015. Entendiéndose admitidos todos aquellos votos cuya fecha de franqueo o de registro sea la del citado
día 13 de febrero o de fecha anterior. Todo ello, en aplicación de lo dispuesto en el art. 52.3.a) del Estatuto del
Colegio que previene una antelación mínima de diez días."
-3°.-Por Doña Nuria , en representación de la candidatura de Don Secundino , se interpuso recurso de alzada
contra el referido Acuerdo de la Junta Electoral de 9 de febrero de 2015 que contenía la Circular 21/2015
conteniendo aclaraciones y añadidos sobre el lugar del voto por correo.
-4°.- La Junta Electoral convocó una reunión el día 22 de febrero de 2015 para el día 23 de febrero de 2015 en el
ICPM a fin de levantar acta sobre los votos por correo recibidos, procediéndose a las 20.30 horas del día 23 de
febrero de 2015 (día antes de las elecciones) al recuento de los votos recibidos en el registro del Colegio. En
dicha reunión, la Sra. Nuria realizó una serie de manifestaciones sobre la extracción de los votos de la urna y
la supuesta nulidad de los votos por correo recibidos en el Registro de la sede del ICPM, que posteriormente
se destruyeron.
-5°.- Con fecha 24 de febrero de 2015 se celebraron las elecciones y se proclamaron los cargos electos de la
Junta de Gobierno del ICPM de 2015.
-6°.- Pero no obstante tuvo entrada en el ICPM el día 25 de febrero de 2015 ,el día siguiente a las elecciones, el
referido recurso de alzada interpuesto por Dª Nuria , representante de la candidatura del ahora demandante a
las elecciones de la Junta de Gobierno del ICPM, ("Recurso de alzada 12/15) (ver folios 1 a 4 del expediente)
por considerar que el derecho el voto únicamente se podía ejercitar personalmente o por correo postal. Es decir,
negaba que se pudiera ejercer el derecho de voto "a través de registros administrativos; así como directamente
en el registro de la sede del ICPM". El fundamento inicial de dicha pretensión era que, de esta forma, no
se garantizaba el voto libre, secreto y directo como exige la Ley 2/1974, de Colegios Profesionales y la Ley
19/1997, de Colegios Profesionales de la Comunidad de Madrid.
-7º.-Por Acuerdo de la Comisión de Recursos del ICPM de fecha 6 de marzo de 2015 se desestimó el recurso
de alzada interpuesto por la representación de la candidatura de Don Secundino contra el Acuerdo de la
Junta Electoral del ICPM de fecha 9 de febrero de 2.015 reflejado en su Circular n° 21/15 de la misma fecha
sobre aclaraciones al voto por correo. Sin cuestionar la falta de legitimación de doña Nuria -folios 14 y ss.
del expediente-.
-8°.- Por la representación de la candidatura de Don Secundino se interpuso el 23 de abril de 2015 recurso
potestativo de reposición contra el anterior Acuerdo de la Comisión de Recursos del Colegio de fecha 6 de
marzo de 2015- folios 32 a 38 del expediente-, que fue inadmitido por Acuerdo de la Comisión de Recursos del
ICPM de fecha 12 de junio de 2015, con base en artículo 115.3 de la ley de procedimiento administrativo y sin
cuestionar tampoco para nada la falta de legitimación de doña Nuria .-folios 41 y ss. del expediente-.
-9°.- Por la representación de la candidatura de Don Secundino y por el mismo Don Secundino se interpuso
recurso de alzada con fecha 6 de marzo de 2015 contra el Acuerdo de la Junta Electoral del ICPM de
proclamación de candidatos electos a la Junta de Gobierno del ICPM de fecha 24 de febrero de 2015, es decir
contra el resultado de las elecciones y la proclamación efectuada por la Junta Electoral.
Se formularon alegaciones por los otros interesados el 23 de abril de 2015.
-10°.- Por Acuerdo de la Comisión de Recursos del ICPM de fecha 12 de junio de 2015 se desestimó el recurso
de alzada interpuesto por Don Secundino contra el Acuerdo de la Junta Electoral del ICPM de proclamación
de candidatos electos a la Junta de Gobierno del ICPM de fecha 24 de febrero de 2015-folios 50 a 62 del
expediente-.

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-11°.- Por Sentencia del Tribunal Supremo, Sala Tercera, de lo Contencioso- Administrativo, sección 6ª, de 15
de junio de 2015 (rec. 981/2013 ), con desestimación del recurso de casación interpuesto contra la Sentencia
del TSJ de Madrid, Sala de lo Contencioso-Administrativo, sección 8ª, de 30 de enero de 2013 , se confirmaba
el fallo de dicha Sentencia por la que se declaraba la nulidad de pleno derecho del Estatuto del Colegio de
Procuradores de Madrid aprobado por Acuerdo en Junta General Extraordinaria de 15 de julio de 2010.
La parte recurrente alegaba, en síntesis, en su inicial demanda que los acuerdos impugnados son nulos de
pleno derecho principalmente por los siguientes argumentos:
a)Por haberse adoptado en aplicación del Estatuto del ICPM de 2011 (BOCM n° 20 de 25 de enero de 2011)
que fue declarado nulo de pleno derecho por Sentencia del Tribunal Supremo, sala Tercera, Sección 6º, de 15
de junio de 2015 (rec. 918/2013 ), que confirmó la STSJM, Sala de lo Contencioso- Administrativo, sección 8ª,
de 30 de enero de 2013 , no siendo convalidables.
b) Porque afirma que el proceso electoral para la elección de cargos a la Junta de Gobierno del ICPM realizado
en el mes de febrero de 2015 adolece de vicios esenciales de procedimiento que invalidan el resultado del
proceso electoral, tanto considerados individualmente como en conjunto.
c) Porque las normas electorales respecto del voto por correo fueron elaboradoras por la Junta Electoral que
es un órgano manifiestamente incompetente, siendo competencia de la Junta de Gobierno.
d) Porque hay una indebida aplicación analógica de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de
las Administraciones públicas y Procedimiento Administrativo Común, que nada dice sobre el voto por correo.
Agrega que debió haberse aplicado tan solo la LOREG.
e) Porque por la Junta Electoral se procedió a variar tanto el lugar como el horario para depositar el voto por
correo, estableciendo de modo privilegiado para algunos procuradores un registro administrativo especial para
depositar el voto, posibilidad causante de indefensión y con vulneración del principio de igualdad. Afirma que
el voto por correo depositado en un registro administrativo o en la sede del ICPM vulnera el secreto del voto
y las normas que han de regir el voto en un proceso democrático;
f) Denuncia irregularidades en el proceso electoral, en la intervención de la Junta Electoral; en la confección de
las Actas, en la falta de firma de todos los presidentes de mesa y de los interventores, en la apertura de la urna
con el voto por correo antes del día señalado de las elecciones y por empleados del Colegio, sin presencia de
ninguno de los miembros de la candidatura del recurrente, destruyéndolos después; y,
g) Afirmaba por último que no consta en el expediente administrativo el acuerdo de proclamación de
candidatos, por lo que la proclamación efectuada es nula de pleno derecho por inexistencia de requisitos
esenciales del procedimiento y de la formación de la voluntad de los órganos colegiados.
La Administración demandada (Colegio de Procuradores de Madrid) se opuso a la demanda formulada de
contrario afirmando que la anulación del Estatuto colegial de 2011 no afectaría a la validez de los acuerdos
adoptados en el seno del proceso electoral, ya que estos se basan en los arts. 15.1 y 18.3 de la Ley de Colegios
Profesionales de la Comunidad de Madrid y, en todo caso, tendrían cobertura en el art. 19 del anterior Estatuto
de 2007.
Por otro lado, afirma que en materia electoral rige el principio de conservación del acto electoral, de forma
que, salvo que se acredite que una concreta irregularidad denunciada afecte al resultado debe primar la
conservación de dicho acto.
Agrega que la Junta Electoral puede establecer normas que sean necesarias para regir el proceso electoral,
aunque no estén en las leyes o en los Estatutos.
Finalmente hace referencia a una Sentencia de TSJ de Madrid de 11 noviembre de 2004 (Sala de lo
Contencioso-Administrativo, Sección 8 a), que, ante la petición de nulidad de una convocatoria electoral con
base en la derogación de una norma estatutaria , declaró que dicha consecuencia de nulidad era improcedente
porque (i) en general, la regulación estatutaria debía integrarse con la Ley de Colegios Profesionales, y porque
(ii) en particular, la Junta de Gobierno está amparada para la creación de normas complementarias del proceso
electoral.
Termina diciendo que es claro que NO procede la declaración de nulidad de los Acuerdos impugnados, y ello
independientemente de la anulación del Estatuto de 2011 que se encontraba en vigor en el momento de su
producción, considerando que (1) las elecciones se llevaron a cabo de conformidad con las normas sentadas
en el Acuerdo de la Junta Electoral de 9 de febrero de 2015, que (2) las citadas normas son plenamente acordes
a la legislación aplicable ( arts. 18.3 LCPM y 15.1 LCP ) y que (3) el contenido de las mismas, incluso si el

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Estatuto de 2011 no hubiera existido, habría sido idéntico y plenamente aplicable en virtud del principio de
auto-organización de los colegios profesionales.
TERCERO .-Se discute en esta apelación por el ICPM la conclusión judicial de la sentencia de instancia, sobre
todo en sus fundamentos de derecho segundo y cuarto, argumentando por el ICPM apelante al efecto lo
siguiente:
1º.-INFRACCIÓN DE LOS ARTÍCULOS 25 LJCA , 8.1 DE LA LEY DE COLEGIOS PROFESIONALES Y 21 DE LA
LEY DE COLEGIOS PROFESIONALES DE LA COMUNIDAD DE MADRID: infracción del artículo 25.1 LJCA , así
como los artículos 8.1 LCP y 21 LCPM, siendo así que hubiera correspondido declarar la inadmisibilidad de la
demanda con anterioridad a cualquier otra consideración, atendiendo a la falta de agotamiento de la vía previa
administrativa en cuanto se refiere al demandante(al menos, en cuanto se refiere a la impugnación del Acuerdo
de 9 de febrero de 2015). La demanda contra este acto habría tenido que ser inadmitida por inagotamiento
de la vía administrativa previa, pues entiende que el aquí recurrente no interpuso recurso de alzada contra
las actos objeto de impugnación, pues el recurso contra los actos objeto de impugnación fue interpuesto
por Da. Nuria , quien a la postre tan solo era la representante legal de la candidatura de D. Secundino .
Efectivamente, por el recurrente Sr. Secundino , se procedió directamente, como se deduce claramente del
expediente administrativo -en el cual no consta la interposición de recurso de alzada exigible según el art. 8.1
de la LCP y el 21 de la Ley 19/1997 de Colegios Profesionales de la Comunidad de Madrid (LCPCM)- que prevé
recurso ante la Comisión de Recursos, yendo en contra del artículo 25.1 LJCA , siendo así que el mismo exige,
para apreciar la admisibilidad del recurso, que el mismo se dirija "en relación con las disposiciones de carácter
general y con los actos expresos y presuntos de la Administración pública que pongan fin a la vía administrativa".
2 º - INFRACCIÓN DE LOS ARTÍCULOS 73 LJCA , 64 Y 66 DE LA LEY 30/1992 , (HOY 49 y 51 LPA), REGULADORES
DEL PRINCIPIO FAVOR ACTI EN RELACIÓN CON LOS EFECTOS DE LA DECLARACIÓN DE NULIDAD:
En primer lugar, por cuanto dicha tesis expuesta en la Sentencia recurrida parte de la base errónea de que no
es controvertido -por no haberse negado por esta Corporación- que se aplicara el Estatuto de 2011 a los actos
impugnados. Y ello no es cierto.
Por otro lado, no puede compartirse la afirmación relativa a que la nulidad del Estatuto debe alcanzar a TODA
actuación administrativa que haya tomado lugar en el marco de su vigencia, por cuanto ello supone una clara
infracción del principio favor acti o de conservación de los actos administrativos, principio de largo recorrido
en nuestro Ordenamiento jurídico y que tiene por principales fundamentos la seguridad jurídica ( art. 9.3 CE ) y
la eficacia ( art. 103 CE ) de la actuación administrativa, rechazándose que la formal anulación de una decisión
administrativa deba necesariamente comportar la eliminación o destrucción del resultado material de sus
actos de ejecución, si tal resultado es útil o beneficioso para los intereses generales. ( STS de 23 de mayo
de 2000 ).
Finalmente, resulta errónea la afirmación de que el recurrente no consintió ninguno de los acuerdos
impugnados pues, como se revela del expediente y se ha abordado ya extensamente en el motivo primero de
la presente apelación, el recurrente no interpuso los correspondientes recursos de alzada, no habiendo por
otra parte acudido Dña. Nuria a la vía contenciosa, motivo por el cual debe entenderse que los citados actos
han adquirido firmeza a la presente fecha.
Que el planteamiento en la Sentencia consistente en entender que cualquier actividad administrativa producida
bajo el marco de una disposición general después anulada, en cuanto no sea firme, automáticamente debe ser
anulada en aplicación del artículo 73 LJCA , es equívoco e infringe los artículos 64 y 66 de la Ley 30/1992 (hoy
49 y 51 de la nueva LPA), que consagran el principio favor acti en la anulación de los actos administrativos.
Porque, incluso si no hubiera existido -y no se hubiera anulado- el Estatuto de 2011, el proceso electoral
se desarrolló con plena conformidad con la legislación existente en materia de colegios profesionales (Ley
2/1974, de 13 de febrero, sobre Colegios Profesionales - LCP- y Ley 19/1997, de 11 de julio, de Colegios
Profesionales de la Comunidad de Madrid -LCPM-) y conforme a lo dispuesto en el Acuerdo de la Junta Electoral
de 9 de febrero de 2015, motivo por el cual el contenido de los citados Acuerdos hubiera permanecido igual
incluso si jamás hubiese existido el Estatuto de 2011.En efecto, como se expuso con ocasión de nuestra
contestación a la demanda, el proceso electoral y, en consecuencia, todos los acuerdos objeto de impugnación
se basaron, esencialmente, en el artículo 18.3 de la LCPM , que otorga a la Junta de gobierno la potestad de
establecer las normas por las que habrá de regirse el proceso electoral.
Cabe hacer alusión finalmente a la potestad de auto-organización de los Colegios Profesionales y que
fundamenta la plena aplicación de los Acuerdos cuya nulidad se solicitó por el recurrente. De conformidad con
la referida potestad de auto- organización de los Colegios Profesionales, el artículo 15.1 de la citada LCPCM
recoge entre las atribuciones de la Junta Electoral la de "velar" por el respeto de las normas estatutarias y
colegiales que rigen el proceso electoral. Y cita en este aspecto la sentencia del TS de 7 de mayo de 2012 .

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Así pues, se basa la apelación del ICPM en que es claro que NO procede la declaración de nulidad de los
Acuerdos impugnados, independientemente de la anulación del Estatuto de 2011 que se encontraba en vigor
en el momento de su producción, considerando:
(1) que de no haber existido el Estatuto de 2011, tal parte del Acuerdo de 9 de febrero podría subsistir en cuanto
dicha aclaración se proyectaría sobre una de las normas establecidas por la Junta de Gobierno en aplicación
del principio de autonomía auto-organizativa mediante su Acuerdo de Convocatoria de 12 de enero de 2015
-por lo demás, firme y definitivo-, que establecía las normas electorales en cumplimiento de la competencia
atribuida a la misma no sólo por el artículo 19 del Estatuto de 2007 (aplicable en caso de nulidad del Estatuto
de 2011) sino de la propia jurisprudencia. Y las elecciones se llevaron a cabo de conformidad con las normas
sentadas en el Acuerdo de la Junta Electoral de 9 de febrero de 2015.
(2) que las citadas normas son plenamente acordes a la legislación aplicable ( arts. 18.3 LCPM y 15.1
LCP ) .En cuanto se refiere al artículo 18.4 LCPM, como se ha podido observar en virtud de la amplia doctrina
jurisprudencial aportada, el mismo se refiere a una "potestad", no una obligación, relativa a la auto-organización
en materia electoral. En este sentido, dicha previsión se cumpliría mediante la remisión por el Estatuto a los
órganos corporativos para el establecimiento de normas por la Junta de Gobierno -remisión cuya función
regulatoria se acomete, por lo demás, mediante el Acuerdo de Convocatoria de 12 de enero, firme y definitivo-
como, por otra parte, exigiría el artículo 19 del Estatuto de 2007.
(3) que el contenido de las mismas, incluso si el Estatuto de 2011 no hubiera existido, habría sido idéntico y
plenamente aplicable en virtud del principio de auto-organización de los colegios profesionales . Y todo ello
sin perjuicio de que, a mayor abundamiento, como se expuso en la contestación a la demanda, el Estatuto de
2011 no es la norma de cobertura de los Acuerdos impugnados.
(4)que siempre resultaría aplicable el Estatuto de 2007 cuyo artículo 19 establece entre las competencias de
la Junta de gobierno la de convocar elecciones para proveer cargos de la misma.
(5)En consecuencia, habiendo quedado demostrado, conforme a lo expuesto, que el contenido de los Acuerdos
impugnados hubiera permanecido invariado de no haber existido la disposición general anulada, el mandato
del principio de conservación de los actos, materializado en el artículo 66 LRJPAC (51 LPA), es claro: el
Juzgador deberá abstenerse de declarar la nulidad de los mismos. En consecuencia, la Sentencia recurrida ha
infringido el citado artículo, motivo por el cual procede la estimación del recurso de apelación por el presente
motivo.
(6)En cuanto se refiere al artículo 18.4 LCPM, como se ha podido observar en virtud de la amplia doctrina
jurisprudencial aportada, el mismo se refiere a una "potestad", no una obligación, relativa a la auto-organización
en materia electoral. En este sentido, dicha previsión se cumpliría mediante la remisión por el Estatuto a los
órganos corporativos para el establecimiento de normas, es decir por la Junta de Gobierno -remisión cuya
función regulatoria se acomete, por lo demás, mediante el Acuerdo de Convocatoria de 12 de enero, firme y
definitivo- como, por otra parte, exigiría el artículo 19 del Estatuto de 2007.
3º.- INFRACCIÓN DEL PRINCIPIO DE CONSERVACIÓN DE LOS ACTOS administrativos EN MATERIA
ELECTORAL (ART. 113.2 LOREG): Porque no existió agotamiento de la vía previa administrativa, por parte
del recurrente Sr. Secundino , en relación con la impugnación del Acuerdo de 9 de febrero de 2015, que
aclaraba las normas en cuanto al voto por correo.-Porque en aplicación del principio de conservación de los
actos electorales del art. 113.2 LOREG , la anulación de los votos por correo por irregularidades no habría
tenido efecto alguno sobre el resultado electoral. Primeramente, porque hay que partir de la duda en relación
con los citados votos emitidos por correo, de que no todos ellos pudieron beneficiar a la candidatura electa
(perjudicando en consecuencia a la misma su anulación). Por cuanto, algunos de los votos inicialmente
emitidos por correo fueron finalmente retirados por aquellos colegiados que, en última instancia, pudieron votar
personalmente. Finalmente, y muy especialmente, por cuanto, incluso si hiciéramos el esfuerzo, a los meros
efectos dialécticos, de considerar que absolutamente todos los votos emitidos por correo y considerados
nulos fueron dirigidos a la candidatura ganadora, lo cierto es que, ni siquiera en tal caso, restando a cada
una de las candidaturas electas los correspondientes 454 votos emitidos por correo, estaríamos ante una
alteración del resultado de las elecciones. Y porque en este sentido es evidente que las elecciones al ICPM, ya
sean celebradas mediante uno u otro de los Estatutos cuya aplicación se discute, lo son mediante la elección
mayoritaria (y no proporcional) de los cargos, lo que deriva en la irrelevancia para el resultado de las elecciones
de la anulación de los votos emitidos por correo, al no haber los mismos alcanzado tal número que permitiera
salvar la distancia entre la candidatura electa y la candidatura no electa.
4º.- Que el artículo 19 del Estatuto de 2007 dispone la competencia de la Junta de Gobierno para establecer las
normas electorales, circunstancia que de hecho se produce mediante Acuerdo de Convocatoria de 12 de enero
de 2015. Es, en este sentido, la Junta de Gobierno la que establece las normas y no la Junta Electoral (órgano

7
JURISPRUDENCIA

que se limita a aclarar determinadas normas en relación con el voto por correo, por lo demás, en aplicación
de las competencias otorgadas a la misma por las propias normas electorales aprobadas por la Junta de
Gobierno en fecha de 12 de enero), motivo por el cual la existencia y función resulta plenamente compatible
con lo dispuesto por el artículo 19 del Estatuto de 2007.Por lo demás, no puede olvidarse que el Acuerdo de
Convocatoria de 12 de enero de 2015 no fue impugnado y adquirió firmeza antes de la anulación por el TS
del Estatuto el 15 de junio de 2015, motivo por el cual el mismo es perfectamente válido, firme, consentido y
aplicable. En consecuencia, además de que la Junta de Gobierno fue quien estableció las normas electorales
-y no la Junta Electoral-, en cumplimiento por tanto del artículo 19.1 del Estatuto de 2007.La creación de la
Junta Electoral y la asunción de sus funciones ¬por ejemplo, aclaratorias de la regulación del voto por correo-
son perfectamente válidas al haber adquirido firmeza el Acuerdo de Convocatoria. El Estatuto de 2007, lo
que hace es una remisión a la Junta de Gobierno para el establecimiento de las mismas. En este sentido, si
bien las previsiones del Estatuto de 2011 eran más detalladas, las mismas fueron incorporadas al Acuerdo de
Convocatoria de 12 de enero, motivo por el cual, de entenderse anulado e inaplicable el Estatuto de 2011, como
es el caso, las mismas normas perviven en la regulación efectuada por la Junta de Gobierno que, conforme al
artículo 19 del Estatuto de 2007, no sólo es posible sino preceptiva.
5º.-Finalmente, dice que es preciso atender a la vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva con
indefensión del actor (del artículo 24.1 de la CE por falta de motivación); por cuanto, conforme a la doctrina
jurisprudencial del Tribunal Constitucional, el deber de motivación goza de una particular intensidad en cuanto
se refiere a la explicación de la afectación del resultado que permite excepcionar el principio de conservación
de los actos electorales. Y no se ha realizado juicio de relevancia en el resultado.
CUARTO .-La Abogacía del apelado D. Secundino ha presentado escrito de impugnación de la apelación.
Se opone al recurso, y, sin perjuicio de abundar en las alegaciones de su escrito de instancia, solicita la
confirmación de la Sentencia dictada por el Juzgado , argumentado en base a que en la misma se ha aplicado
la normativa en vigor con el rigor preciso y a que no hay en absoluto falta de motivación.
1º-----Vulneración del derecho de defensa por infracción procesal : inadmisibilidad de recurso de apelación por
tratarse de materia electoral ,a tenor del artículo 81.1 b) de la LJCA en relación con el 8.4 de la LJCA .
2º----Insiste en la absoluta conformidad a Derecho de la resolución recurrida, y alega en primer lugar, que la STS
y la sentencia del TSJ citadas que anulan los Estatutos, se pronuncian con toda claridad sobre la nulidad de
los actos subsiguientes que al mismo conciernen, y por tanto, considera que lo serían todos los actos dictados
al amparo de tal Estatuto de 2011.
3º-----Que no hay infracción del artículo 25 de la LJCA ni del 8.1 y 21 de la LCPM pues las candidaturas habrían
de designar a un representante sin necesidad de acreditarlo de cada vez por escrito ante el Secretario del
ICPM(artículos 32 y 33 de la LRJAPYPAC).
4º.-Examina el alcance del art. 73 de la LJCA y se remite a Sentencias de la Sección primera de esta Sala que
anulan acuerdos de la Junta de Gobierno del ICPM , en concreto, en sentencias de 26 de enero de 2016 , 23
de febrero de 2016 y 26 de febrero de 2016 todas ellas dictadas en sendos recursos de apelación sobre bajas
de colegiados.
5º-----Considera que el precepto aplicable era el art. 72.2 primer inciso de la LJCA . Además, considera que la
nulidad de las disposiciones administrativas tiene efectos ex tunc por lo que no cabría acto de subsanación.
6º-----En cuanto a la Sentencia que se invoca por el Colegio apelante, de la Sección primera de esta Sala, ha sido
superada por tres sentencias posteriores que cita, que consideran claramente que la nulidad de una disposición
general comunica sus efectos a los actos de aplicación.
7º.------ Sencillamente ni la Sentencia del Juzgado Contencioso-Administrativo n° 34 ni la de Sala, dicho sea
respetuosamente, pueden confirmar la existencia misma de ni un sólo voto, puesto que el candidato D.
Estanislao se encargó de destruirlos todos, y por la Junta de Gobierno del ICPM, no se aportaron las actas
con los recuentos de los votos en el expediente administrativo. Por tanto cualquier afirmación al respectó
no es más que una mera hipótesis. Por consiguiente, la candidatura de D. Estanislao no sólo destruyó
elementos de prueba a sabiendas de la impugnación del voto por correo y de otros actos, necesarios para
las reclamaciones efectuadas por la otra candidatura representada por Dª. Nuria , la del actor, sino que
además tampoco ha aportado las actas en las que se consignaran dichos votos. Por consiguiente la recurrente
pretende la conservación de unos actos que no consta documentalmente acreditado que se hayan producido,
y sobre los que expresamente consignaron protesta tanto los Presidentes de Mesa como los interventores de
la candidatura de D. Secundino , y ello consta expresamente acreditado por la prueba testifical practicada. En
todo caso ni en el expediente consta prueba documental alguna que acredite los votos realmente recibidos,
ni tampoco el recuento de los mismos, y que por la Administración ni se propuso ni se aportó prueba alguna

8
JURISPRUDENCIA

que permitiera comprobarlo, por lo que bastante benévola fue la Sentencia recurrida cuando da por bueno
el resultado del recuento de votos postulado por la Administración cuando no existe ninguna prueba ni
documental ni testifical que lo acrediten.
8º.------ Lo que ocurrió en el proceso objeto del procedimiento en que trae causa el recurso es que efectivamente
el proceso se ajustó estrictamente a lo dispuesto en el Estatuto colegial, pero en el del año 2011 que ya había
sido declarado nulo previamente por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. No se alude en los actos
adoptados y procedimientos seguidos a la Ley 19/1997 de Colegios Profesionales, sino a preceptos concretos
del Estatuto del ICPM de 2011, preceptos que no encuentran parangón ni en el Estatuto General ni en el Estatuto
del ICPM de 2007, pues ni los plazos ni procedimientos, ni por supuesto la existencia misma de una Junta
Electoral, estan previstos en ninguna de esas normas.
QUINTO .- Con carácter previo al enjuiciamiento de los motivos de apelación esgrimidos por el apelante, deben
examinarse las dos causas de inadmisibilidad alegadas respectivamente tanto por el Colegio apelante como
por el apelado.
Así, y en primer lugar, se invoca por la parte apelada la irrecurribilidad de la sentencia al amparo del artículo
81.1.b) de la LJCA , que excluye del recurso de apelación las sentencias dictadas por los Juzgados de lo
Contencioso Administrativo en materia electoral .
El motivo no puede estimarse pues del tenor literal del artículo 8.5 de la LJCA (" Corresponde conocer a los
Juzgados de las impugnaciones contra actos de las Juntas Electorales de Zona y de las formuladas en materia de
proclamación de candidaturas y candidatos efectuada por cualquiera de las Juntas Electorales, en los términos
previstos en la legislación electoral ") se infiere que el criterio de atribución de competencia reconocido en
dicho precepto está referido no a cualesquiera procesos electorales, sino únicamente a aquéllos a través de
las cuales se materializa el derecho a participar en los asuntos públicos consagrado en el artículo 23.1 de la
Constitución Española . Esto es, a los mencionados en el artículo 1 de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio,
del Régimen Electoral General (LOREG).
Además que la previsión del artículo 81.1.b) de la LJCA no se extienda a otras elecciones distintas de las
contempladas en la LOREG ha sido igualmente señalado por el Tribunal Supremo al afirmar, en sentencia
de 9 de marzo de 2005 referida a un proceso electoral en el Colegio de Abogados de Burgos, que " La Ley
de la Jurisdicción de 1956, en la redacción dada por la Ley 10/1992, de 30 de abril, disponía en el art. 93.2
que no eran susceptibles de recurso de casación las Sentencias pronunciadas en única instancia por las Salas
de lo Contencioso-Administrativo de los Tribunales Superiores de Justicia cuando se «dictasen en recursos
contencioso electorales». Por tanto en ese supuesto no se planteaba cuestión alguna puesto que la Ley acotaba
la excepción a los supuestos contemplados en los artículos 109 y siguientes de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de
junio , por tanto, a los supuestos relativos a los acuerdos de las Juntas Electorales sobre proclamación de electos,
así como la elección y proclamación de los Presidentes de las Corporaciones locales. Ahora bien, el cambio
normativo que supone la nueva dicción que utiliza el art. 86.2.d) de la Ley de la Jurisdicción vigente cuando
excepciona del recurso de casación las Sentencias dictadas en materia electoral podría significar, como pretende
la parte, que se vedaría el recurso a cuantas Sentencias se dictasen en un ámbito electoral que desbordase el que
configura el art. 1 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General , y, por tanto, podría alcanzar a un supuesto
como el que nos ocupa, en el que hemos de resolver una contienda que se suscita durante un proceso electoral
dirigido a renovar de modo parcial la Junta de Gobierno de un determinado Colegio de Abogados. La causa de
oposición debe rechazarse. Creemos que la mens legislatoris sigue siendo la de reservar esa materia al ámbito
que configura la Ley Orgánica 5/1985, y que la razón de ello, amén de lo expuesto, es la de impedir la demora
en la resolución de la cuestión electoral que requiere una respuesta inmediata que en este caso se obtiene por
el hecho de que la Sentencia que se dicte es firme, puesto que no es susceptible de recurso alguno ordinario ni
extraordinario salvo el amparo ante el Tribunal Constitucional, que habrá de resolver en los perentorios plazos
que establece la Ley ".
En consecuencia, debe afirmarse que la competencia para el enjuiciamiento de este recurso correspondía
efectivamente a los Juzgados de lo Contencioso Administrativo de Madrid por estricta aplicación del artículo
8.3 de la LJCA . Y no encontrándose el citado recurso en ninguno de los supuestos previstos en el artículo 81.1
de la LJCA , debe concluirse la apelabilidad de la sentencia que puso fin al mismo.
En segundo lugar deberemos analizar la cuestión de inadmisibilidad del litigio planteada también en este
presente recurso de apelación , y que invoca la parte apelante con relación la inadmisibilidad de la demanda
de instancia. El ICPM sigue invocando en esta instancia que procede estimar el presente recurso de apelación
declarando la inadmisibilidad de la demanda por haberse impugnado una actividad no susceptible de
impugnación ex art. 69.c) en relación con el 51.1.c) y el art. 28 de la LJCA (al menos, en cuanto se refiere
a la impugnación del Acuerdo de 9 de febrero de 2015), por cuanto el recurrente ha obviado la preceptiva

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JURISPRUDENCIA

interposición de recurso de alzada contra el referido Acuerdo de convocatoria del 9 de febrero de 2015 ante la
Comisión de Recursos del Colegio, infringiendo los citados artículos 8.1 de la LCP y . 21 de la LCPCM , así como
el imperativo agotamiento previo de la vía administrativa, interponiendo recurso contencioso- administrativo
frente a un acto que no había agotado la vía administrativa en infracción del artículo 25.1 LJCA , siendo así
que este último exige, para apreciar la admisibilidad del recurso, que el mismo se dirija "en relación con las
disposiciones de carácter general y con los actos expresos y presuntos de la Administración pública que pongan
fin a la vía administrativa" .
Se ha de obviar -como hace la juzgadora de instancia- la inadmisibilidad de la demanda del procedimiento en
primera instancia, por falta de agotamiento de la vía previa, a tenor de lo dispuesto en el artículo 58.1 y 69.c) de
la Ley Jurisdiccional , pues aunque alguno de los recursos en vía administrativa (el planteado contra acuerdo
de 9 de febrero de 2015) se interpusieron efectivamente por Doña Nuria , y no por Don Secundino , que
es quien interpone este recurso contencioso-administrativo, sin embargo si se acredita la representación del
recurrente por Dª Nuria que en escrito ante Secretaría ICPM dice comparecer en su condición de representante
de la candidatura de D. Secundino a las elecciones a la Junta de Gobierno del ICPM 2015 y asimismo
en representación de D. Secundino en su condición de cabeza de listea de la misma , y así se aceptó
expresamente por la Administración tanto en su resolución de la alzada -fundamento de hecho 1º- como de
la reposición -folios 39 y ss.- tal y como exige el artículo 32.3 de la LRJPAC, y así fue también admitido por el
presidente de la Comisión de Recursos el 10 de abril de 2015 -folios 22 , 43 y 45- y por el Secretario del Colegio
el 25 de febrero y el 28 de abril de 2015 ,y de la Comisión de recursos el 27 de febrero de 2015 -folios 5, 39 y 7-.
Asi lo dijo ya correctamente la Juzgadora de instancia, argumento que ratificamos en esta apelación, por
cuanto obviamente no era preciso que Dª. Nuria acreditara su representación de la candidatura de D.
Secundino cada vez que interponía un recurso, pues obviamente ya le constaba a la Administración su
representación, puesta de manifiesto a la misma por un medio admitido en derecho, concretamente mediante
la presentación de un modelo de escrito presentado a tal efecto solicitando el nombramiento de aquella como
representante de la candidatura.
A mayor abundamiento, si fuera como alega el ICPM se podría plantear por el recurrente otro motivo de
nulidad de los actos impugnados pues serían esos actos igualmente nulos por falta de notificación adecuada
de los mismos al recurrente. Aparte de que en ningún momento se le advirtió al recurrente ni por la Junta
Electoral ni por la Comisión de Recursos de la falta de representación de Da. Nuria respecto de su candidatura,
por lo que de haber existido algún error al respecto, dicho defecto podría haber sido subsanado en la forma
legalmente prevista, para lo que la Administración (la Junta Electoral y la Comisión de Recursos) tendría que
haber requerido expresamente en tal sentido al actor, lo que nunca se hizo ,sin que por ninguna de las dos se
pusiera de manifiesto en ningún momento ni la defectuosa acreditación de la representación ni por supuesto
la falta de la misma.. Por consiguiente resulta de los propios actos de la Administración que en todo caso sí
aceptó la representación de la Sra. Nuria y asi lo admitió en las resoluciones de los respectivos recursos de
alzada y de reposición.
SEXTO .- La Sentencia de instancia estima el recurso, y anula los actos impugnados en el recurso contencioso-
administrativo, que es el acuerdo de la Junta General del ICPM de fecha de 9 de febrero de 2015 convocando
elecciones a la Junta de Gobierno del Colegio y regulando precisiones concretas sobre el voto por correo,
acuerdo confirmado en alzada el 6 de marzo de 2015 por la Comisión de Recursos del Colegio y en reposición
el 12 de junio de 2015; sobre la nulidad de este último tipo de voto, y sobre la nulidad de la proclamación de
candidatos electos a la Junta de Gobierno del ICPM por acuerdo de fecha 24 de febrero de 2015 confirmado en
alzada el 12 de junio, es decir contra el resultado de las elecciones y la proclamación de electos efectuada por
la Junta Electoral. Sobre todo porque considera que todos estos acuerdos de la Junta general y de la Comisión
de Recursos se adoptaron en aplicación de los anulados Estatutos del ICPM de 2011 (BOCM de 25 de enero
de 2011).
Como vimos la demanda pretendía la nulidad de pleno derecho de la Convocatoria de la Junta General
principalmente al haberse realizado la misma en aplicación de una disposición de carácter general, el Estatuto
del Colegio de Procuradores de Madrid, publicado el 25 de enero de 2011, que considera nulo de pleno derecho ,
y que se declare por tanto nula la convocatoria al infringir el art. 17.2 de la Ley CAM 19/1997 de Colegios
Profesionales de la Comunidad de Madrid, y el art. 36 de la CE .
Y parte la Sentencia de que la cuestión fundamental relativa a la nulidad de pleno derecho y por tanto
inaplicabilidad de los preceptos del Estatuto del Ilustre Colegio de Procuradores de Madrid, publicado en el
BOCM de 25 de enero de 2011 ha sido resuelta por Sentencia del TS, Sala Tercera, Sec. 6ª de 15 de junio de
2015 , rec. Casación 981/2013, que confirmó la Sentencia del TSJ de Madrid, Sala de lo Contencioso, sec. 8ª
de 30 de enero de 2013 , que estimaba los recursos y anulaba los Estatutos al amparo de los cuales se había
convocado la Junta General Ordinaria para la convocatoria de las elecciones.

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JURISPRUDENCIA

El criterio de la Sentencia recurrida por tanto, es la anulación de los acuerdos de convocatoria de la Junta
General sobre elecciones y actos relacionados, al haberse aplicado para ello un Estatuto que ha sido anulado
por las Sentencias antes citadas.
El aquí apelante plantea en primer lugar en esta apelación, que ni el TSJ ni el TS han declarado la procedencia de
anulación de los actos dictados en aplicación del Estatuto. La tesis de la apelante es que solo podrían anularse
los actos "subsiguientes" y en tal expresión, se refería exclusivamente a los inmediatamente posteriores, Orden
de 25 de octubre de 2010, que aprueba el Estatuto, y Resolución de 16 de noviembre de 2010 que ordena su
publicación. Pero a su entender lo determinante en este caso que nos ocupa se produce por el hecho de que la
anulación de los preceptos que sirven de base a la convocatoria de la Junta de 9 de febrero de 2015 no debería
dar lugar a la consiguiente anulación de la misma y de la proclamación de candidatos elegidos para la Junta
de Gobierno del ICPM de fecha 24 de febrero de 2015; y ello es precisamente el tema que ha dado lugar en su
momento a este recurso contencioso-administrativo .
SEPTIMO .-Pero pese a los argumentos del apelante expuestos de forma resumida, dicho recurso de apelación
ha de ser rechazado y confirmada la sentencia apelada por las siguientes conclusiones-argumentos del parecer
de la Sala:
A---Porque debemos partir de que la nulidad de los actos dictados al amparo de los Estatutos nulos deben
ser igualmente anulados dados sus efectos ex tunc , pues así lo recoge implícitamente la Sentencia del TS de
15/06/2015, sec. 6 ª, recurso de casación 981/2013 , que confirma la Sentencia dictada por la sec. 8ª de esta
Sala en fecha 30 de enero de 2013 recaída en el P.O. número 286/11 y acumulado el 275/2011 de la Sección
Primera, que había estimado los recursos en su momento planteados, anulando el Estatuto del ICPM aprobado
por Orden de 25 de octubre de 2010 del Consejero de la Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de
Madrid, y que fue aprobado por Acuerdo en Junta General Extraordinaria de 15 de julio de 2010. La Sentencia
dictada por la Sección octava detallaba: " En consecuencia y a la luz de las disposiciones y jurisprudencia citada,
debe concluirse que la aprobación y entrada en vigor del Estatuto del Colegio de Procuradores de Madrid, requiere
primero que sea aprobado por la Junta General Extraordinaria del Colegio de Procuradores de Madrid y que
después sea sometido a la aprobación definitiva del Consejo General de Procuradores, completándose de este
modo la fase corporativa. Una vez reunidas las dos aprobaciones, el Estatuto debe ser sometido al control de
legalidad y aprobación de los órganos competentes de la Comunidad de Madrid. Como se comprueba que en
este caso se ha omitido la preceptiva aprobación del Consejo General de Procuradores, la consecuencia es que
la disposición general impugnada es nula de pleno derecho y el recurso contencioso-administrativo debe ser
estimado. "
Y en forma aún mas explícita para nuestro caso es relevante el Auto de aclaración de dicha sentencia,
dictado por la sección octava en fecha 7 de marzo de 2013 , indicando que (RJ 3º) "si se ha anulado el
Estatuto impugnado, obviamente ello supone también la nulidad de todos los actos subsiguientes que al mismo
conciernan" .
A mayor abundamiento, yendo mas lejos la sentencia de casación del Tribunal Supremo de 15/06/2015
manifiesta de forma mas precisa:" En suma, estimamos que la Sala de instancia ha dado respuesta, en la forma
que se ha indicado, a las pretensiones de anulación deducidas por la parte recurrente, sin que pueda sostenerse,
de forma razonable, que la estimación del recurso y consiguiente declaración de nulidad pronunciadas por la
sentencia recurrida no alcanza y deja subsistente alguno de los actos impugnados identificados en la demanda"
(fundamento de derecho quinto). A saber estos eran en aquel momento según la demanda deducida en la
instancia de ese recurso-dado el momento de la petición pues aún no habían recaído los concretos actos ahora
examinados- la declaración de nulidad del Estatuto del Colegio de Procuradores de Madrid (BOCM número 20,
de 25 de enero de 2011), que conllevaría la de la Orden de 25 de octubre de 2010 del Consejero de Presidencia,
Justicia e Interior de la Comunidad Autónoma de Madrid y de la resolución de 16 de noviembre de 2010, del
Director General de Seguridad e Interior de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de
Madrid, que dispuso la publicación del referido Estatuto en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid.
Es evidente que la Sentencia de la sección octava no pudo pronunciarse sobre actos todavía no impugnados,
pero a efectos de examinar el alcance de la declaración contenida en la misma y en el Auto de aclaración
sí es relevante partir de la declaración de nulidad que contienen. Es decir, el problema actual es analizar
la consecuencia que tiene la anulación de los Estatutos en referencia a los actos posteriores dictados
a su amparo, y este es el tema nuclear que debe examinarse. No puede extrapolarse el alcance de la
Sentencia de la Sección octava más allá del objeto del recurso allí examinado, pero sí es evidente que
tiene unas consecuencias obvias sobre los actos posteriores, algunos de los cuales son precisamente los
que se impugnan en este supuesto... . De hecho, la propia Sentencia que se impugna examina el tema
desde esta perspectiva, pues aborda las consecuencias que derivan de la anulación de los citados Estatutos,
independientemente del alcance que se quiera dar al Auto de aclaración, cuando concluye que aunque el

11
JURISPRUDENCIA

pronunciamiento judicial no se refiere a actos de aplicación de los Estatutos anulados, la declaración de nulidad
se extiende a los actos examinados, en la medida en que se dictan al amparo de Estatutos anulados.
La Sentencia apelada que se impugna examina pues perfectamente el tema nuclear que es la consecuencia
de dicha declaración de nulidad confirmada luego por el Tribunal Supremo, tal como consta. De hecho, no
podrían declararse nulos actos no impugnados en aquel recurso, pero el tema relevante es el concreto alcance
que tiene la anulación allí acordada y confirmada por el TS a efectos de examinar el concreto problema que
se plantea en este caso.
B----- Y aquí entra en juego por supuesto el normal alcance del artículo 73 de la Ley de la Jurisdicción , pues la
declaración de nulidad de una norma general ,como son los Estatutos del ICPM de 2011, comunica sus efectos
a todos los actos dictados en su aplicación, salvo, sin embargo, que dichos actos fuesen anteriores -esto es,
se hayan dictado antes de que la anulación de la norma general produzca efectos generales- y hayan ganado
firmeza -porque sus destinatarios no los recurrieron en tiempo y forma o, porque si lo hicieron, resultaron
confirmados mediante sentencia firme. Pero estas excepciones no acontecen en el presente caso en que
el recurrente no consintió ninguno de los acuerdos aquí impugnados habiéndolos impugnado expresamente
primero en vía administrativa , por si o representado, y después en vía judicial. Así pues, no siendo firmes
tales actos , no habiendo el recurrente consentido ninguno de ellos, y habiéndolos impugnado expresamente
primero en vía administrativa y después en vía judicial, la declaración de nulidad del Estatuto alcanza a todos
ellos al ser precisamente actos dictados en su aplicación . Tan solo quedaría vivo el acto de la convocatoria
de 12 de enero de 2015 convocando elecciones y nombrando la Junta Electoral, que no ha sido recurrido, no
pudiendo la Junta Electoral -pese a ello- acordar nada al ser anulada la previsión de su existencia.
Y, en consecuencia, no habiendo adquirido firmeza los mismos pues el recurrente ha utilizado los recursos
procesales con eficacia y la celeridad necesaria para demostrar su oposición a los Estatutos y a los actos de
aplicación (firmeza que, en atención a lo dispuesto en el artículo 73 LJCA , hubiera impedido su alteración
posterior) se han de anular como consecuencia de la nulidad de la disposición general que les da cobertura.
Una interpretación integradora de ambos preceptos ( artículos 72.2.1 y 73 de la LJCA ) nos lleva a concluir
que los efectos de la Sentencia que anuló los Estatutos de 2011 que se producen a partir de su publicación
ya en 2015 se extienden a los actos que no hubieran quedado firmes antes de su publicación y, dado que la
convocatoria, celebración y acuerdos se adoptaron en 2015 y se impugnaron ante la Sala por el recurrente
que obtuvo la anulación en primera instancia ratificada por el Tribunal Supremo, no cabe sino decir que no
han llegado a producir efecto ninguno de los actos recurridos relacionados con la Junta Electoral y con las
elecciones a la Junta de Gobierno de 2015, por lo que no cabe estimar la aplicación de la conservación de tales
actos. Realizar otra interpretación haría imposible que se anularan los actos de ejecución de una disposición
general anulada lo que carece de cobertura normativa, salvo los supuestos establecidos legalmente.
C----Porque el TSJ de Madrid en otras recientes Sentencias ha llegado a la misma conclusión de que la
declaración de nulidad del concreto Estatuto del ICPM de 2011 se extiende a todos los actos dictados en su
aplicación, pues tiene efectos ex tunc, . Y, por tanto, por el mismo razonamiento, también debe extenderse a
los actos aquí examinados. En efecto, por citar algunas de las muchas dictadas en este sentido, la Sentencia
del TSJ de Madrid, Sección 6ª, de 20 de octubre de 2016 (Rec. 766/2016 ) dice que.. "(...)... Sobre el alcance
de esta nulidad y enlazando con lo antes apuntado, ha efectuado varios pronunciamientos la Sección primera
de esta Sala examinando temas diversos relacionados con actos adoptados por el ICPM y así por ejemplo, en
Sentencia de la citada Sección 1a en rec. apel 915/2015, de 23 de febrero de 2016 se detalla que: "Finalmente, se
ha de analizar la resolución impugnada de 16 de diciembre de 2013 de la Junta de Gobierno a la vista de la citada
sentencia del Tribunal Supremo, de 15 de junio de 2015, recurso de casación 981/2013 . El acuerdo confirma la
ejecución de la baja ya acordada el 28 de octubre de 2013 y deniega la rehabilitación solicitada. Y ello a tenor
de lo dispuesto en el artículo 10.5 del Estatuto de 15 de julio de 2010, declarado nulo de forma definitiva por
esa sentencia del Tribunal Supremo que confirma otra de esta Sala que lo anuló en primera instancia (Sección
octava, de 30 de enero de 2013, recursos acumulados 286/2011 y 275/2011, éste de la Sección primera)". En
aplicación de los efectos de nulidad de pleno derecho de las disposiciones generales y del alcance del artículo
73 de la Ley de la Jurisdicción , no es posible su subsanación pues son vicios de nulidad plena con efectos ex
tunc, y la eficacia general de la sentencia conlleva que la disposición declarada nula no pueda ser ya aplicada
a partir de la publicación de aquella y que tal declaración de nulidad afecte los actos administrativos no firmes
que la hayan aplicado antes de que la anulación alcanzara esos efectos generales. En estos supuestos, en virtud
del artículo 73 de nuestra Ley jurisdiccional , la declaración de nulidad de la norma reglamentaria comunica
sus efectos a los actos dictados en su aplicación, a salvo, sin embargo, que dichos actos sean anteriores -
esto es, se hayan dictado antes de que la anulación de la norma general produzca efectos generales- y hayan
ganado firmeza -porque sus destinatarios no los recurrieron en tiempo y forma o, porque si lo hicieron, resultaron
confirmados mediante sentencia firme, lo que no ocurre en este caso que se está enjuiciando. Por lo cual se

12
JURISPRUDENCIA

ha de estimar parcialmente el recurso de apelación dado que la ejecución de la baja se realizó en base a una
normativa declarada nula.". Asumimos estos mismos argumentos en su totalidad expuestos por esta misma
Sección tan solo hace solo tres meses.
E incluso los argumentos de la que confirma, la sentencia del Juzgado nº 22 de 29 de diciembre de 2015 que de
forma categórica dice en su fundamento 1º que " tan pronto se ha producido la firmeza de la sentencia anulatoria
de los mentados estatutos, la consecuencia no puede ser otra que la anulación de los actos de aplicación aquí
recurridos sin que pueda prevalecer por todo lo expuesto un principio de conservación de tales actos como el
que invoca la resolución recurrida al referirse a actos nulos de pleno derecho".
En este punto debemos referirnos por último a la Sentencia del Tribunal Supremo de 30 de Enero de 2014 -
RJ 2014/802- que establece :
"b) Tampoco son de recibo las otras dos razones esgrimidas por la sentencia (JUR 2011, 169344) recurrida para
justificar su desvinculación respecto de la sentencia anteriormente dictada por el mismo órgano jurisdiccional
que vino a anular la norma reglamentaria y con ella, el procedimiento que daba cobertura a la actuación
administrativa enjuiciada en instancia".
" No cabe así aducir que la sentencia anulatoria del reglamento es de fecha posterior a la de la emanación
del acto, porque la anulación produce efectos "ex tunc", y no solamente desde que es declarada . En efecto,
como disposición de carácter general que es, si incurriera en su caso en alguna infracción del ordenamiento
jurídico determinante de su invalidez, la consecuencia que nuestro ordenamiento contempla para tales casos es
la nulidad de pleno derecho de la disposición controvertida ( artículo 62.2 LRJAP )".
D------Siguiendo la misma doctrina se ha de tener en cuenta además las Sentencias dictadas por los Juzgados
de lo Contencioso-administrativo n. 16 y 22 de los de Madrid, de fechas respectivas de 29 de diciembre de 2015 ,
PO 268/2013 y de 15 de marzo de 2016 , PO 550/2013 , (ésta ya mencionada) , que resuelven unos supuestos
muy similares al presente , referidos a la convocatoria de la Junta General de 14 de marzo de 2013 y de 19 de
diciembre de 2012, y actos posteriores, y aplicando también los efectos de la nulidad de los Estatutos 2011
tal como entendía ya entonces esta Sala -Seccion 8ª. En las mismas se dice expresamente que " según tiene
declarada reiterada Jurisprudencia, en base a la aplicación del articulo 62.2 de la Ley 30/92 la regla de nulidad
de las disposiciones generales es la de nulidad absoluta, y , por tanto, con efectos " ex tunc" y no subsanable
salvo lo dispuesto en el artículo 73 de la Ley 29/98 " .
Parten así, de que si se han anulado los Estatutos que servían de base igual suerte han de correr los actos
subsiguientes que al mismo conciernan, tal como destacaba la Sec. 8ª de esta Sala en Auto de 7 de marzo de
2013 , aclarando pues la Sentencia de 30 de enero de 2013, confirmada después por el Tribunal Supremo.
Dichas sentencias de los Juzgados no consideraron posible entender aplicable la conservación de los actos
administrativos a los actos recurridos y a la celebración de la Junta por la posible vigencia conservada del
Estatuto de 2007, al anular los de 2011, dado que en aquellos Estatutos la convocatoria de Junta General
Ordinaria debería haberse hecho al menos con treinta días de antelación cuando la Convocatoria .....se había
hecho con quince días al cumplir lo previsto en el Estatuto de 2011....... .... Se detalla pues en las mismas que la
declaración de nulidad tiene que alcanzar los actos impugnados, ya que los recurrentes en este procedimiento
no los consintieron y se destaca que varios de los aquí recurrentes lo fueron en el recurso que se tramitó en
su día en la Sección octava al que se ha hecho referencia. Se detalla el alcance del art. 73 de la LJCA y la
ratio legis del precepto, y entiende que todos los actos dictados por el ICPM en aplicación de los Estatutos de
2011 anulados, pero que no fueron recurridos en su día o se desestimó el recurso frente a ellos, no podrán ser
atacados sobre la base de la nulidad posterior, Pero el art. 73 no alcanza a los actos no consentidos por los
destinatarios, como sucede en este caso. Rechaza el principio de conservación de los actos administrativos
puesto que en este caso, no había "revivido" el Estatuto anterior de 2007, y ello porque el Estatuto de 2011
vigente en la fecha de convocatoria y celebración, ordena las convocatorias con 15 días de antelación lo que
fue respetado, y el ap. l art. 3 del Estatuto de 2007 fija un plazo de treinta días hábiles "por lo que no puede
convalidarse la convocatoria y subsiguientemente sus acuerdos".
Siendo precisamente estas sentencias, que se basan en la diferencia de regulación de los dos Estatutos
(supuesto muy parecido al actual),confirmadas por esta misma Sección en fechas de veinte y veintiocho de
Octubre de 2016 , recaídas en las respectivas apelaciones núm. 521/2016 y nº 766/2016 , interpuestas también
por la Procuradora Sra. Azorín Albiñana López, en nombre y representación del COLEGIO DE PROCURADORES
DE MADRID.
E----Sentado pues que están anulados los Estatutos de 2011 a cuyos arts. 47 y ss. expresamente se remitían
los acuerdos impugnados que de ellos tomaban su apoyo normativo, precisamente estos acuerdos no podrían
haber sido adoptados sin más con el solo apoyo legal de los artículos 15.1 y 18.3 de la Ley 19/1997 , de 11 de

13
JURISPRUDENCIA

julio, de Colegios Profesionales de la Comunidad de Madrid(LCPM), ni con el 7º.3.4 de la Ley 2/1974, de 13 de


febrero , de Colegios Profesionales (LCP) , como pretende el ICPM, porque si recogen genéricamente el voto
por correo, ya que el Acuerdo de la Junta General de 9 de febrero de 2015 interpreta y desarrolla expresamente
un artículo del Estatuto del ICPM de 2011, aclarando algunos aspectos que, respecto al voto por correo, se
contenían en el artículo 52 y ss. de este último, añadiendo como novedad fundamentalmente la posibilidad
del voto por correo en el registro de la sede del Colegio. No cabiendo duda pues de que en general se aplicó
y desarrolló un precepto de un Estatuto colegial que ha sido declarado nulo de pleno derecho, ampliándolo y
desarrollándolo además irregularmente. Y además porque si bien es cierto que el artículo 18.3 de la LCPM -Ley
19/1997 - dice genéricamente que el voto podrá ejercitarse personalmente o por correo, en su apartado 4 obliga
a un desarrollo estatutario sobre el mismo al decir que " Las normas sobre elección de los miembros del órgano
de gobierno, la convocatoria de reuniones, la composición y el funcionamiento, el régimen de acuerdos y sus
competencias se determinarán en los respectivos Estatutos, sin perjuicio de la legislación básica del Estado, y de
la presente Ley ." Es decir, se remite a lo que cada Estatuto colegial establezca expresamente al respecto, pero
sin regular nada detalladamente que por si mismo pueda servir de completa cobertura para estas elecciones,
por lo que entonces es necesaria la remisión a algún Estatuto que no sea nulo, es decir sin que pueda serlo
entonces el de 2011 que es el único que regula en su artículo 48 como verdadera innovación la Junta Electoral
dándole a este órgano un relevante papel de desarrollo puntual sobre la normativa de las elecciones, tal como
se hizo en las cuestionadas.
F---Y llegados a este punto vemos que tampoco estos acuerdos ahora recurridos podrían tener cobertura en
el artículo 19 y ss. del Estatuto de 2007 , ni aun llevados a un afán de convalidación extremo, y con base en las
sentencias invocadas por el Colegio de este TSJ de Madrid, en la nº 1108/2004 de 1 de noviembre y en la de
25 de julio de 2015 . En efecto, tal Acuerdo de la Junta Electoral de 9 de febrero de 2015 sobre las elecciones
tampoco podría tener amparo en el artículo 19 del anterior Estatuto de 2007 al haberse adoptado por un órgano
entonces incompetente ya que la Junta Electoral ni siquiera estaba prevista en el Estatuto de 2007.
A lo que cabría añadir que el artículo 22 del Estatuto de 2007 , siguiendo el tenor del artículo 87 del Estatuto
General de los Procuradores de los Tribunales de España, no preveía tampoco la posibilidad de votar por correo
en el registro de la sede del Colegio sino que exigía tajantemente en su apartado 14 que el voto fuese "personal
y secreto", y en el 21.2 b) que fuese presentado en oficinas y registros del artículo 38 .4 de la Ley 30/1992 , entre
las que solo se citan los registros de los órganos administrativos a que se dirijan, los registros de cualquier
órgano administrativo, que pertenezca a la Administración General del Estado, a la de cualquier Administración
de las Comunidades Autónomas, a la de cualquier Administración de las Diputaciones Provinciales, Cabildos
y Consejos Insulares, a los Ayuntamientos de los Municipios a que se refiere el art. 121 de la Ley 7/1985,
de 2 de abril, reguladora de las Bases del Régimen Local , o a la del resto de las entidades que integran la
Administración Local si, en este último caso, se hubiese suscrito el oportuno convenio......,y en las oficinas de
Correos, en las representaciones diplomáticas u oficinas consulares de España en el extranjero, y en cualquier
otro que establezcan las disposiciones vigentes...., pero nunca en el registro de correspondencia de la sede
del Colegio de Procuradores de Madrid, en la calle Bárbara de Braganza n° 6.
Este Estatuto del ICPM de 2007 nada decía pues sobre el voto por correo presentado en el propio Colegio que
aunque se pueda calificar de registro de naturaleza paraadministrativa, dadas las funciones públicas delegadas
que cumple el ICPM, sin embargo no está regulado como receptor de voto por correo en ninguna norma ni
siquiera al amparo de los principios de participación , de eficacia y de facilidad de la recepción.
Sin que podamos dejar de advertir tampoco respecto de una posible ilegalidad de este mencionado precepto
-art. 21.2b)- del Estatuto de 2007 pues los registros que menciona el artículo 38.4 de la LRJAPYPAC solo los
fija esta Ley para presentar solicitudes, escritos y comunicaciones que los ciudadanos dirijan a los órganos
de las Administraciones públicas, pero no para ejercitar el sufragio activo de la forma que regula la LOREG por
todos los colegiados incorporados al ICPM, que a la fecha de convocatoria del proceso electoral se encuentren
en el pleno ejercicio de sus derechos colegiales. Ya que tampoco exigen mínimamente la identificación del
presentante del voto , por lo que no se garantiza que el voto sea directo , libre y secreteo , según dispone el
Estatuto general de Procuradores, la LOREG, la LCP y la LCPM
De ninguna forma se puede ampliar pues la forma de votar en contra del único Estatuto colegial aplicable, y
menos si se arguye que lo hace dentro de lo que entiende como sus facultades propias un órgano -la Junta
Electoral- cuya constitución no estaba prevista aun legalmente en esos Estatutos de 2007, y que tampoco
tendría esas facultades que pretende según el art. 47.3 Estatuto de 2011 que la crea.
G---Por último, se puede comprobar claramente como remate final, y así lo reconoce el propio IPCM en su
contestación , que todo el proceso electoral cuestionado se ha llevado a cabo según la normativa del Estatuto
del ICPM de 2011 anulado , al que se aludía expresamente en la convocatoria de 9 de febrero de 2015 y al
que se ajustó en su integridad, añadiendo detalles sobre el mismo, pues regulaba un régimen electoral distinto

14
JURISPRUDENCIA

en lo sustancial al previsto en el Estatuto colegial de 2007, innovando para ello la competencia de un órgano
nuevo y ad hoc: la Junta electoral. Lo que se puede comprobar con solo remitirse al contenido de los artículos
47 y siguientes del Estatuto del ICPM de 2011 y a los artículo 21 y 22 del Estatuto de 2007 para poder apreciar
las diferencias, pues este únicamente se remitía a la LOREG ley 5/1985 en lo meramente aplicable-artículo 22-,
y al artículo 38 de la LRJAPYPAC 30/1992 en cuanto a la presentación anticipada de voto por correo en las
oficinas o registros públicos de dicho precepto -artículo 21.2-, pero sin mencionar para nada la participación
de las Juntas Electorales en su regulación sobre lugar y horario del voto por correo...., que además de no ser
competentes para ello, se presentaron después como novedades en los Estatutos anulados de 2011 -artículo
48 y ss.-y en esta convocatoria de elecciones. Ni mucho menos se contemplaba en los Estatutos de 2007 la
presentación anticipada del voto por correo en la sede del propio colegio que se añadía en el acuerdo de esta
convocatoria de la Junta Electoral de 9 de febrero de 2015 , ni mucho menos se preveía su extracción de la
urna del Colegio antes de tiempo ( es decir antes del día de las elecciones como establecía el art. 21 y 22
de los Estatutos de 2007) y sin presencia de los interventores, mezclándolos además con los demás votos,
y luego destruyéndolos; impidiendo así que los interventores y los candidatos pudiesen examinar, al término
del escrutinio y de proclamarse el resultado de la votación, las papeletas que ofreciesen dudas......., hechos
irregulares que así se han corroborado testificalmente en el acto de la vista, y de los que se desconoce la
trascendencia exacta que hayan podido tener en los resultados electorales, por lo que no se puede aplicar sin
mas el principio de la conservación de los actos administrativos electorales.
H---- A lo que debe añadirse que , en todo caso, de haberse desarrollado el proceso electoral conforme a las
prescripciones genéricas de la Ley 19/1997 de Colegios Profesionales de la Comunidad de Madrid o de la
ley de Colegios Profesionales, y no con base en unos dudosos o anulados Estatutos, en ningún caso la Junta
Electoral podría haber aplicado, como régimen prioritario o único la legislación general del Estado, es decir la
entonces vigente Ley 30/1992, de 26 de noviembre, del Régimen Jurídico de las Administraciones públicas y
de Procedimiento administrativo Común, pues también era necesario según su artículo 18 párrafo 4 º que se
remitiera a la aplicación de los Estatutos colegiales ya que las normas sobre elección de los miembros del
órgano de gobierno, la convocatoria de reuniones, la composición y el funcionamiento, el régimen de acuerdos
y sus competencias se determinarán en los respectivos Estatutos, sin perjuicio de la legislación básica del
Estado, y de la Ley de Colegios Profesionales. Lo que efectivamente se hizo así pero siempre con el referente de
los Estatutos anulados de 2011, que aunque en su artículo 52.3,b ) regulaba ampliamente el voto por correo con
constancia del envío, acreditando la identidad del votante, garantizando el secreto del voto y siendo recibido
por la Junta Electoral antes de la finalización de la votación, pudiendo hacerlo en oficinas y registros públicos
con remisión general a la Ley 30/1992 (artículo 56.2 de Estatutos) nunca incluía la sede del colegio. Aunque
si introducían los últimos Estatutos como novedad sobre esta LRJAPYPAC y sobre los anteriores Estatutos de
2011, y además carente de garantías, la destrucción inmediata del voto a la vez que la revocación presencial
del mismo (punto 5 de dicho art. 52 :" Todo elector podrá revocar su voto por correo compareciendo a votar
personalmente. En tal caso, el sobre será destruido en el mismo acto y en su presencia ), cuando antes , en
los de 2007, solo se decía que se anularían los votos emitidos por correo de colegiados que hubiesen votado
personalmente.
I----Sin que por otra parte para examinar y convalidar los actos recurridos se pueda aplicar sin mas la LOREG LEY
5/1985 . En efecto, la normativa electoral general, constituida por la LO 5/1985 del Régimen Electoral General
(LOREG) pese a lo manifestado en los Estatutos de 2007 en su artículo 22 o el propio Estatuto general en su
artículo 87.6 , no es de aplicación supletoria a los procesos electorales de las corporaciones profesionales,
como el que nos ocupa, tal como ha dejado sentado la Sala Tercera del TS. Por ello categóricamente ese
precepto dice que será regulación supletoria pero solo en lo que resulte aplicable. Precisamente, la reciente
sentencia de la Sala Tercera, Sección 4ª, del Tribunal Supremo, de 4 de febrero de 2014, dictada en recurso de
casación 2324/2011 , ponente D. Luis María Díez-Picazo Giménez, ha aclarado la cuestión de ese presupuesto
de aplicabilidad. Prescindiremos ahora del análisis de la cuestión jurídica concreta que se analizaba en ese
caso, pues lo relevante para nuestra sentencia, desde el punto de vista de los principios jurídicos básicos en
la materia, es el resaltar las declaraciones contenidas con carácter general en dicha sentencia y, en concreto,
la siguiente:
" B) Infracción del art. 1 LOREG, que define el ámbito de aplicación del citado cuerpo legal en los siguientes
términos: "1. La presente Ley Orgánica es de aplicación. a) A las elecciones de Diputados y Senadores a Cortes
Generales sin perjuicio de lo dispuesto en los Estatutos de Autonomía para la designación de los Senadores
previstos en el artículo 69.5 de la Constitución . h) A las elecciones de los miembros de las Corporaciones
Locales. c) A las elecciones de los Diputados del Parlamento Europeo. 2. Asimismo, en los términos que
establece la disposición adicional primera de la presente Ley , es de aplicación a las elecciones a las Asambleas
de las Comunidades Autónomas, y tiene carácter supletorio de la legislación autonómica en la materia." "Del
precepto que se acaba de reproducir resulta sin sombra de duda que - más allá de su eficacia normativa directa

15
JURISPRUDENCIA

en las elecciones generales, locales y al Parlamento Europeo- la LOREG sólo tiene valor supletorio con respecto
a las elecciones a las Asambleas legislativas autonómicas. Ello significa que no tiene legalmente atribuido
ningún valor supletorio en elecciones de otra índole, como son destacadamente las de asambleas y consejos
de entidades corporativas. Es normal que ello sea así, ya que la elección no tiene el mismo significado en la
formación de asambleas políticamente representativas que en la designación de órganos rectores de entidades
corporativas: mientras que allí se manifiesta la voluntad de la ciudadanía para determinar la mayoría política
que ha de encargarse de la gestión de la cosa pública en los distintos niveles de gobierno (estatal, autonómico
y local), aquí se trata simplemente de un mecanismo de autoadministración de intereses sectoriales. Dista de
ser evidente, por tanto, que la finalidad perseguida por la LOREG -que explica la extensión y complejidad de
muchas de sus normas, relacionadas con los entresijos de la lucha política - sea la misma que la subyacente a
esos otros procesos electorales. En suma, no sólo el art. 1 LOREG excluye inequívocamente que dicho cuerpo
legal tenga valor supletorio con respecto a las elecciones a los Consejos Reguladores de Denominaciones de
Origen, sino que no existen razones claras y terminantes para pensar que debería tenerlo....... Esto implica que la
idea de supletoriedad se usó en la sentencia de 21 de enero de 2003 en un sentido figurado; esto es, la referida
sentencia -lejos de afirmar que existe alguna norma en virtud de la cual, a falta de regulación específica, debe
aplicarse la LOREG en las elecciones de los Consejos Reguladores de Denominaciones de Origen, que sería
lo característico de la supletoriedad en sentido estricto- afirma que las eventuales carencias de la regulación
específica de las elecciones de los Consejos Reguladores de Denominaciones de Origen podrán resolverse
acudiendo a los principios que se desprenden de la LOREG. Y esto, más que supletoriedad propiamente dicha,
es analogía, no debiendo olvidarse que la aplicación analógica de las normas requiere, en palabras del art 4 CC
, "que se aprecie identidad de razón"
Así, para aplicar la LOREG en elecciones como la ahora examinada, será preciso que haya una verdadera laguna
en la regulación electoral específica y, además, que el supuesto de hecho del correspondiente precepto de la
LOREG guarde identidad de razón con el supuesto de que se trate".
En conclusión, tras reproducir el artículo 1 de la LOREG , dice el TS que mas allá de su eficacia normativa directa
en elecciones generales , locales y al Parlamento Europeo , la LOREG solo tiene valor supletorio con respecto
a elecciones a Asambleas Legislativas Autonómicas. Esta conclusión de la sentencia del TS ya se encontraba
apuntada en anteriores pronunciamientos del Alto Tribunal, al menos en cuanto al fundamento teórico de la
misma. Así, la sentencia del Tribunal Supremo Sala 3ª, sección 4ª, de 5- 7-2002, recurso 9491/1997 , Pte:
Soto Vázquez, Rodolfo recordaba que: "... no cabe pretender trasponer la correlación elector-elegible propia de
una Ley Electoral General (artículo 6.1 ), aplicable a un sistema de primer grado, a la normativa propia de las
elecciones dentro de una corporación profesional determinada. Lo esencial es que dicha normativa se ajuste a
criterios realmente democráticos en el mismo seno de la corporación de que se trate".
J---Sin olvidar finalmente como conclusión final que el desarrollo del proceso electoral que nos ocupa pretendió
en todo momento ajustarse a las prescripciones del título III capitulo 2º sección 5ª Estatuto del ICPM de 2011,
bajo cuya vigencia quería ampararse , siendo asi admitido por las dos partes, Estatuto que, además, regulaba
un régimen electoral completamente distinto al previsto en el Estatuto colegial de 2007. Ya que no solo se
permitía como novedad la destrucción del voto por correo por la presencia personal del elector en la mesa
electoral según artículo 52.5 de los Estatutos anulados , y que fue una clara irregularidad del proceso electoral
ante la falta de cobertura legal y ante la inseguridad que lógicamente generaba, revocaciones personales que
provocaron la destrucción de votos por correo y que pudieron influir en el resultado de la proclamación de
candidatos electos a la Junta de Gobierno; pues no se trata sin más de un mero defecto formal subsanable
sin eficacia en el resultado, ya que según certificación del Secretario del ICPM de 23 de febrero de 2015 ( no
acta del secretario de la junta Electoral) se recibieron 454 sobres de votos por correo en la sede del Colegio
para la Junta Electoral lo cual supone un importante número de votos (49% según certificado del secretario
del ICPM) pero de los que no sabemos con certeza , del expediente y prueba aportados al no recogerlo el acta
del día 23 de febrero -folios 63 y ss. y 157 y ss. del PO-,cuáles de éstos fueron remitidos con identificación
del votante, cuáles fueron revocados presencialmente , cuáles fueron destruidos, o cuáles pudieron haber sido
determinantes en el resultado del proceso electoral, pues el acta del Secretario de la Junta electoral de fecha
24 de febrero de 2015 no lo describe detalladamente en todos estos aspectos, pese a ser mezclados los
presenciales y los del correo (acta de la Junta Electoral), no estando tampoco bien registrada la entrada de
envíos de votos por correo en la sede del ICPM, y constando solo en el acta los "votos con franqueo" y "sin
franqueo", pero no los votos presentados ante el ICPM.
Sin que se pueda obviar que de ningún modo podía haberse constituido una Junta Electoral -que no estaba
prevista ni en la LCP o LCPM o en el Estatuto de 2007- sino por vez primera en el artículo 48 de los Estatutos
anulados de 2011; ni debió haberse admitido la presentación de votos por correo en la sede del propio Colegio
(posibilidad no admitida en el texto del artículo 38 de la LRJAPYPAC ni regulado en ninguno de los dos
Estatutos) y menos destruirlos después de revocarlos.

16
JURISPRUDENCIA

K-----Finalmente haremos una pequeña precisión sobre la conservación de actos administrativos


principalmente en procesos electorales que fue uno de los argumentos del Colegio demandado en su
contestación y por supuesto en esta apelación, citando para ello el artículo 66 de la LRJAPYPAC y el artículo
113.2 de la LOREG .
En efecto, no desconoce esta Sala la doctrina del Tribunal Constitucional relativa a la necesaria conservación
de todos aquellos actos del proceso electoral que no estuvieran comprometidos por los vicios o defectos
invalidantes detectados en el correspondiente recurso jurisdiccional pues, en definitiva, lo que con ello se trata
de garantizar es el ejercicio de otros tantos derechos fundamentales de quienes ejercieron el de sufragio activo
de modo conforme a las reglas electorales. En concreto, citaremos para apoyo de lo anterior la Sentencia
105/2012, de 11 de mayo, en la que el mencionado Tribunal expone así los fundamentos de tal doctrina,
"El examen de este motivo de amparo requiere traer a colación la doctrina de este Tribunal a favor de una
interpretación sistemática, finalista y con dimensión constitucional del alcance de los posibles pronunciamientos
recogidos en el art. 113 LOREG sobre la nulidad de la proclamación de electos o de la elección celebrada, que
requiere su integración «en la voluntad manifiestamente conservadora de los actos electorales válidamente
celebrados» y «en la necesidad de conservar el ejercicio de los derechos fundamentales de los electores ( art.
23.1 CE ), en todos aquellos casos en que no se vean afectados por las supuestas o reales irregularidades
apreciadas, es decir, conservando aquellos actos jurídicos válidos que aquí implican el ejercicio de otros tantos
derechos fundamentales de sufragio activo ( art. 23.1 CE ) de los electores respectivos, que no habrían variado
con o sin infracción electoral». Esta interpretación conservadora o restrictiva del art. 113 LREG en su conjunto
viene impuesta «por exigencias constitucionales derivadas no sólo del tan invocado principio de conservación
de actos jurídicos consistentes en el ejercicio de derechos fundamentales, sino también por otros criterios
hermenéuticos aplicados con reiteración por este Tribunal en orden a los derechos fundamentales, como es
el de la necesaria proporcionalidad entre unos actos y sus consecuencias jurídicas cuando éstas afectan a
derechos fundamentales», así como el de la obligada «interpretación de la legalidad favorable a los derechos
fundamentales» ( STC 24/1990, de 15 de febrero , F. 6). (........................................).
"Ello determina que este Tribunal, en protección de los ya señalados principios de conservación de los actos
electorales válidamente celebrados y de simultaneidad del proceso electoral en todas sus fases y, singularmente,
en lo tocante a la votación, haya consagrado que en la valoración judicial a proyectar sobre la relevancia del
cómputo de votos invalidados en el resultado electoral no baste con acreditar la existencia de alguna posibilidad
en números absolutos de que se hubiera alterado el resultado, sino que será preciso acreditar, con la proyección
de criterios lógicos de ponderación estadística, que esa alteración no puede descartarse".
"Por tanto, en aplicación de la doctrina constitucional expuesta, debe concluirse, conforme a una lectura
constitucional ex art. 23 CE del art. 113.2 d) LOREG, que el órgano judicial, tras declarar la concurrencia de una
irregularidad invalidante, tiene la obligación de verificar su relevancia en la atribución de escaños, de modo tal que
no procederá una nueva convocatoria electoral cuando el resultado no se altere. Ese juicio de relevancia, además,
para los casos en que se trate de irregularidades cuantificables consistentes en la existencia de un número cierto
de votos de destino desconocido debe realizarse acudiendo a criterios de probabilidad o técnicas de ponderación
estadística para comprobar que no puede excluirse que su cómputo hubiera alterado el resultado."
Sin embargo, en el caso de autos las irregularidades invalidantes en el desarrollo del proceso electoral, que
han quedado acreditadas, impiden que podamos concretar el déficit de garantía que ha supuesto cada una
de ellas en el ejercicio del voto por correo para ciertos electores sin que podamos concretar tampoco qué
votos deben ser anulados, al no disponerse de las papeletas introducidas en los sobres de voto no presencial,
al no saber cuáles fueron presentados en los registros u oficinas públicas, cuáles en la oficina de correos y
cuáles en la propia sede del ICPM de la C/Bárbara de Braganza, y al desconocerse también qué votos remitidos
por correo fueron luego destruidos por ser revocados presencialmente. Como tampoco podemos adquirir la
seguridad de que los datos consignados en el Acta de Escrutinio, se correspondan con la verdad material, al
haber sido sacados los sobres de la urna que los contenía en el colegio el día anterior a las elecciones , al
haber sido mezclados con los presenciales en el día de la elecciones , al haber sido posteriormente destruidas
las papeletas que contenían, y al haberse inobservado otras exigencias y detectado otras irregularidades ya
mencionadas, por lo que el proceso electoral, en su conjunto, adolece de una ausencia de garantías de tan
especial relevancia y trascendencia que hace conforme a Derecho la decisión de la Juez de la instancia de
anular el resultado electoral que la resolución impugnada en este recurso adoptó, así como la convocatoria en
la forma que se hizo, a la vista de todo lo actuado en el expediente administrativo.
Por todos estos motivos y pese a que las resoluciones recurridas no están en absoluto a falta o carentes de
motivación, se ha de desestimar el presente recurso de apelación y confirmar la resolución judicial recurrida
que es adecuada a derecho. Pues tras el examen de las alegaciones de los escritos de apelación y oposición

17
JURISPRUDENCIA

en relación con el Texto de la Sentencia impugnada, entiende la Sala que la Sentencia de instancia está
plenamente ajustada a Derecho, sin que lo alegado permita acordar la revocación instada por el apelante.
OCTAVO - Respecto a las costas del recurso de apelación han de imponerse a la parte apelante al ser
rechazadas sus pretensiones, en base a lo dispuesto en el art. 139.2 de la LJCA que establece que :"
En los recursos se impondrán las costas al recurrente si se desestima totalmente el recurso, salvo que el
órgano jurisdiccional, razonándolo debidamente, aprecie la concurrencia de circunstancias que justifiquen su no
imposición".
En este caso, se rechazan los argumentos del recurrente, y no se aprecian motivos para la no imposición de
costas de esta apelación. Pero se limitan a la cantidad de 1.300 euros por todos los conceptos de minuta de
abogado y derechos de procurador.
Vistos los artículos citados, los demás de general y pertinente aplicación y por cuanto antecede,

FALLAMOS
Que rechazando la causa de inadmisibilidad y desestimando el recurso de apelación nº 879/2017 , seguido
ante esta Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, contra la sentencia
de fecha de 21 de abril de 2017 , dictada, en el procedimiento abreviado nº del Juzgado de lo Contencioso-
Administrativo Nº 34 de Madrid , en el que ha sido parte demandada , y ahora apelante el ILUSTRE COLEGIO
DE PROCURADORES DE MADRID , representado por la Procuradora DOÑA PILAR AZORÍN-ALBIÑALA LÓPEZ
, y como demandante, y ahora apelado, D. Secundino , Procurador de los Tribunales, actuando en propio
nombre y representación, sobre nulidad del acuerdo de la Junta General del ICPM de fecha de 9 de febrero
de 2015 convocando elecciones a la Junta de Gobierno del Colegio y regulando precisiones concretas sobre
el voto por correo, acuerdo confirmado en alzada el 6 de marzo de 2015 por la Comisión de Recursos del
Colegio y en reposición el 12 de junio de 2015; sobre la nulidad de este último tipo de voto, y sobre la nulidad
de la proclamación de candidatos electos a la Junta de Gobierno del ICPM de fecha 24 de febrero de 2015
confirmada en alzada el 12 de junio, es decir contra el resultado de las elecciones y la proclamación de electos
efectuada por la Junta Electoral; debemos confirmar y confirmamos la misma.
Se imponen las costas al apelante, limitándose a la cantidad de 1.300 euros por todos los conceptos de minuta
de abogado y derechos de procurador.
Notifíquese la presente resolución con arreglo a lo dispuesto en el art. 248 de la LOPJ , expresando que contra
la presente resolución cabe interponer recurso de casación cumpliendo los requisitos establecidos en los art.
86 y siguientes de la Ley de esta Jurisdicción , en la redacción dada por la Ley Orgánica 7/2015, de 21 de julio,
debiendo prepararse el recurso ante esta Sección en el plazo de treinta días contados desde el siguiente al
de la notificación, previa constitución del depósito previsto en la Disposición Adicional Decimoquinta de la Ley
Orgánica del Poder Judicial , bajo apercibimiento de no tener por preparado el recurso.
Dicho depósito habrá de realizarse mediante el ingreso de su importe en la Cuenta de Depósitos y
Consignaciones de esta Sección, cuenta-expediente nº 2420- 0000-85-0766-16 (Banco de Santander, Sucursal
c/ Barquillo nº 49), especificando en el campo concepto del documento Resguardo de ingreso que se trata
de un "Recurso" 24 Contencioso-Casación (50 euros). Si el ingreso se hace mediante transferencia bancaria,
se realizará a la cuenta general nº 0049- 3569-92- 0005001274 (IBAN ES55-0049-3569 9200 0500 1274) y se
consignará el número de cuenta-expediente 2420-0000-85-0766-16 en el campo "Observaciones" o "Concepto
de la transferencia" y a continuación, separados por espacios, los demás datos de interés.
La presente sentencia es susceptible de recurso de casación, que deberá prepararse ante esta Sala en el plazo
de treinta días , contados desde el siguiente al de su notificación, acreditándose en el escrito de preparación
del recurso el cumplimiento de los requisitos establecidos en el artículo 89.2 de la Ley de la Jurisdicción
Contencioso-administrativa , con justificación del interés casacional objetivo que presente. Previa constitución
del depósito previsto en la Disposición Adicional Decimoquinta de la Ley Orgánica del Poder Judicial , bajo
apercibimiento de no tener por preparado el recurso.
Dicho depósito habrá de realizarse mediante el ingreso de su importe en la Cuenta de Depósitos y
Consignaciones de esta Sección, cuenta-expediente nº 2420-0000-85-0879-17 (Banco de Santander, Sucursal
c/ Barquillo nº 49), especificando en el campo concepto del documento Resguardo de ingreso que se trata
de un "Recurso" 24 Contencioso-Casación (50 euros). Si el ingreso se hace mediante transferencia bancaria,
se realizará a la cuenta general nº 0049-3569-92- 0005001274 (IBAN ES55-0049-3569 9200 0500 1274) y se
consignará el número de cuenta-expediente 2420-0000-85-0879-17 en el campo "Observaciones" o "Concepto
de la transferencia" y a continuación, separados por espacios, los demás datos de interés.

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JURISPRUDENCIA

Así por esta nuestra Sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.


Recurso de Apelación 879/2017
PUBLICACIÓN.- Dada, leída y publicada ha sido la anterior sentencia por el/la Ilmo/a. Sr/a. Magistrado/a
Ponente D./Dña. MARIA TERESA DELGADO VELASCO, estando la Sala celebrando audiencia pública en el día
de lo que, como Letrada de la Administración de Justicia, certifico.

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