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LAS RUTINAS EN LA INFANCIA

Actividades que realizamos


diariamente de forma regular,
periódica y sistémica. De
carácter consistente para que
tenga un impacto
verdaderamente positivo en la
calidad de vida del niño y su
desarrollo global.
IMPORTANTE

Se deben utilizar las rutinas como apoyo,


siempre en pro de la generalización de
aprendizajes y entornos; pero
introduciendo pequeños cambios
progresivamente para flexibilizar la
rigidez cognitiva.

Evitar que las rutinas se conviertan en enemigo y


supongan un obstáculo para el desarrollo funcional de la
vida diaria. En muchas ocasiones encontramos tal rigidez
y dependencia a una rutina o forma concreta de hacer las
cosas, que no tardan en aparecer las alteraciones de
conducta ante imprevistos o situaciones que varíen el
contexto.

La rutina diaria funciona. Los niños se sienten


más cómodos en una situación en la que sabe
qué esperar.
La rutina da una sensación de seguridad.
La rutina establecida da un sentido de orden.
Cuando hablamos de rutinas
hacemos referencia a la serie
de actividades que se realizan
de manera frecuente, buscando
fijar pautas que organicen el
aprendizaje de los más
pequeños. Para los niños, las
rutinas son la forma que
tienen de comprender y
organizar el tiempo.

Un niño cuando nace no


conoce el orden de las
cosas ni cómo está
organizado el mundo que le
rodea, sino que va
desarrollando su
comprensión a medida que
va adquiriendo nuevas
vivencias.

Por ello, los adultos, en este


caso profesionales y familias,
somos los que debemos
enseñarles a organizar su vida
mediante horarios estables
asociados a rutinas, es decir, a
través de actividades que se
hacen todos los días de la
misma manera.

Para poder establecer una rutina se


necesita la repetición diaria de la misma.

Por ejemplo, aspectos relacionados con la


alimentación, el sueño y la higiene (necesidades
básicas) son las primeras rutinas que se establecen
con los más pequeños.

Al realizar las actividades en forma de


“ritual” el niño va creando un esquema
interno que le permite establecer hábitos.

E s fundamental que
las rutinas no se conviertan
en un obstáculo.

Una rutina mal gestionada, puede


desembocar en graves alteraciones
de conducta o retrasos en la
adquisición de nuevos
aprendizajes.

Es necesaria la rutina.
Pero…
Es necesario un cambio de perspectiva.
Es muy necesario un cambio
de enfoque.
Hemos de enfocar la creación de rutinas
desde una perspectiva general de desarrollo
de habilidades y hábitos, pero variando las
posibilidades que nos ofrece el día a
día. Esto nos lleva, de hecho, a fijar los
contenidos y procesos.

Desde mi experiencia,
esto es fundamental, ya
que influye en la
flexibilización,
anticipación y sentido de
actividad, dimensiones
cognitivas relacionadas
con rigidez cognitiva
(pensamiento).

La creación de rutinas
rígidas, siempre con las
mismas personas u
objetos, limita la
experiencia de
interacción y fomenta la
rigidez.

Los niños necesitan seguir una


rutina para sentirse seguros y
tranquilos en su ambiente. La
rutina establece horarios, los
hábitos repetitivos, con
pequeñas variaciones
programadas, ayudan a
construir un equilibrio
emocional que les
proporciona un mecanismo
importantísimo para su
educación.
Si bien considero que implementar una rutina tiene sobre
todo un gran impacto en la comprensión y gestión del
tiempo, resulta imprescindible que el niño/a no se
acostumbre a hacer siempre todo de la misma
manera, son dos conceptos totalmente diferentes.

En el campo de la creación de rutinas es de gran


valor el uso de apoyos visuales y otras
herramientas para facilitar la anticipación.

Las rutinas en el hogaresarrollo en familia


¿Qué beneficios pueden tener en el hogar y para la familia?
Ofrecer un marco de referencia.
Una vez que se ha aprendido la
rutina, el niño es capaz de Generar seguridad.
concentrarse en lo que está
Fortalece la familiarización con
haciendo sin pensar ni
las actividades.
preocuparse en lo que vendrá
después.

Indicador temporal
Aporta una percepción sensorial Potenciar el sentido de actividad.
de los distintos momentos en los Desglosa visualmente la
que debe efectuarse la actividad, distribución del tiempo y de las
permitiendo saber qué es lo que actividades a realizar.
hay que hacer antes, en el
momento y después.

Desarrollar habilidades
cognitivas y afectivas a nivel
metodológico.
Brinda posibilidades de
aprendizaje para la adquisición de
estrategias de planificación y
organización de los aprendizajes.

¿Cómo podemos introducir y


trabajar las rutinas en casa?
1. Cuanto antes empieces, ¡mejor!
Si esperamos a que nuestros pequeños tengan
edad escolar para establecer su rutina nos será
mucho más difícil romper “los malos hábitos”.
2. Tú eres su modelo.
No olvides nunca que una parte importante del
aprendizaje de los seres humanos es por
observación, por eso en un clima familiar rutinario
le será mucho más fácil establecer su propia
rutina.
3. Identifica aquellas actividades de la vida
diaria que realizáis con menor dificultad y ten
en cuenta las preferencias del niño.
Antes de comenzar a introducir rutinas o
actividades que puedan ser de menor interés,
te recomiendo que comiences por afianzar
aquellas que le suponen una mayor
motivación.
Ejemplo de reforzadores para
generar hábitos y rutinas

Antes de comenzar a
trabajar las rutinas en
niños, con sistemas
basados en recompensas y
refuerzo positivo, es
importante tener en cuenta
su nivel de comprensión.
De este modo podremos
adaptar la actividad de
forma exitosa.

Para comenzar,
identificaremos aquellas
rutinas o actividades
concretas dentro de la
rutina que vamos a
consolidar o implementar.
Es conveniente comenzar
con pocas actividades
asociadas a refuerzos, de
este modo nos
aseguraremos que el
niño comprende la
actividad en su conjunto.

A cada actividad o tarea a


realizar, le asignaremos un
punto. Para ello, será
necesario imprimir un
calendario visual de
recompensas, como el
que se muestra arriba.
Este puede tener una o
varias actividades, así
como el tiempo de cada
una. No es lo mismo
trabajar en adquirir los
pasos de una actividad, que
varias actividades a lo largo
del día.
Horarios realistas y
flexibles. Es importante
no saturar al niño de
tareas si no es viable que
se realicen en su
totalidad. Como digo
siempre, en muchos
casos menos es más.

Al final del día revisa


conjuntamente si ha
cumplido con su reto diario,
si es así prémiale, ¡siempre
refuerzo positivo!

Establezcan
conjuntamente cuál
será su premio
semanal, si consigue
sus X puntos (por
ejemplo, ir al cine, una
merienda especial,
entre otros. Evita
recompensas
materiales; mejor si
son sociales.

Importante: reserva un
espacio para sus
actividades preferidas, esto
aumentará su motivación.

Recuerda: coloca
tanto el organizador
de rutina como el
panel de
recompensas en un
lugar de la casa
visible, donde todos
puedan verlo. De
esta forma la podrá
ver todos los días y
saber qué actividades
tiene que hacer en
cada momento.

Utiliza siempre frases del tipo


“Primero X… después Y…”
Muchas veces “sobresaturamos”
verbalmente con instrucciones y
comentarios. Una vez más
apliquemos el “menos es más”
con instrucciones claras y
precisas, sin tantas palabras.

Puedes visitar la página de ARASAAC, es muy útil


para obtener ideas y materiales para que puedas
organizar tus rutinas de acuerdo a la dinámica de tu
familia: https://arasaac.org/

No dudes en llamar si necesitas apoyo, con gusto estoy a través de estos


números: (0412) 803 29 93 – 840 40 00 – 833 33 34.
Sandra Cabrera. Psicopedagogía Clínica. Educación Especial Integral.
Trastornos Específicos del Aprendizaje. Literatura Infantil.
Puedes compartir este material con aquellos que lo necesiten.

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