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Procesos Cognitivos.

Los procesos cognitivos son las operaciones mentales que realiza el cerebro para
procesar información. Mediante estas operaciones, el cerebro trabaja con la información
que le rodea, la almacena y la analiza para tomar las decisiones correspondientes.

Son estos procesos los que permiten al cerebro procesar la información que le llega de


los sentidos, registrarla, recuperarla cuando le sea necesaria y, sobre todo, aprender.

Los procesos cognitivos, también denominados funciones cognitivas, incluyen aspectos


básicos, como la percepción y la atención, y otros más elaborados, como el pensamiento.
Cualquier actividad que realicemos, como leer, lavar los platos o ir en bicicleta, lleva
implícito un procesamiento cognitivo. 

Tipos de procesos cognitivos


Los procesos cognitivos pueden clasificarse en dos grandes categorías:
1. Procesos cognitivos básicos
Son la base para procesar y elaborar la información. Permiten captarla y mantenerla
en el “sistema”. Estos son:
Sensopercepción. El sistema procesa la información, el organismo capta las
sensaciones y les da sentido.
Atención. El ser humano selecciona, concentra y mantiene sus recursos mentales
sobre los estímulos.
Procesamiento de la información. Permite procesar la información captada para que
pueda ser elaborada.
Memoria. La información percibida se retiene en el sistema para ser trabajada
posteriormente, a corto o a largo plazo.
2. Procesos cognitivos superiores
Consisten en la unión de la información de los procesos básicos introducidos
anteriormente, que son:
Pensamiento. Integra toda la información y permite elaborar juicios, deducciones y
aprendizajes. Puede ser de razonamiento inductivo, deductivo o hipotético-deductivo.
Funciones ejecutivas. Posibilitan la gestión de la conducta gracias a la planificación,
la inhibición conductual y la toma de decisiones. Permiten orientar el comportamiento
hacia metas a medio o largo plazo, y evitan impulsos repentinos.
Aprendizaje. Depende de la capacidad de prestar atención al estímulo, para
almacenarlo en la memoria y recuperarlo después.
Lenguaje. Fundamental en la comunicación y como regulación interna de la conducta
en forma de autoinstrucciones. El lenguaje no es solo oral, sino que también incluye
otros tipos de comunicación.
Creatividad. Implica la elaboración de nuevas estrategias alejadas de lo aprendido.
Motivación. Proceso por el que alguien orienta su conducta y su energía a la
dedicación a un tema o interés.
¿Cómo es la relación entre procesos y habilidades cognitivas?
Los procesos cognitivos son aquellas operaciones mentales que dan lugar a la
construcción de habilidades cognitivas, las cuales se pueden entrenar y mejorar.
El aprendizaje de estas capacidades es un proceso que se lleva a cabo a lo largo de
toda la vida, y que modifica de manera constante habilidades cognitivas como la
memoria, la concentración o la asociación, entre muchas otras. Para elaborar un
razonamiento, el cerebro necesita utilizar estas habilidades que le permiten poner en
práctica este mismo proceso.
Tomemos por caso el lenguaje. Para interpretarlo, necesitamos recurrir al aprendizaje
adquirido, la memoria y el pensamiento, entre otros procesos cognitivos complejos. De
esta manera, por ejemplo, si ejercitamos la acción de recordar y crear imágenes
mentales, es posible aumentar la memoria, lo que, a su vez, ayudará a desarrollar el
lenguaje.
Lo cierto es que el cerebro se parece a un músculo y, por eso, las habilidades
cognitivas se pueden entrenar y, en consecuencia, mejoran nuestras capacidades a la
hora de llevar a cabo ciertas actividades. Con ello, se obtienen beneficios como una
mayor capacidad de atención o una inteligencia más fluida. Pero, ¿cómo podemos
lograr todo esto? La respuesta es realizando tareas específicas de estos procesos que
permiten adquirir más y más habilidad.
Si bien los ejercicios de entrenamiento cognitivo se usan, principalmente, en personas
con trastornos o daños neurológicos, cualquiera puede –y debería– ejercitar su
cerebro, ya que les permitirá adquirir estas habilidades y tener mejores respuestas en
un área específica.
Cómo se relacionan los procesos cognitivos con el éxito dentro de la sociedad?
Como se ha comprobado, los procesos cognitivos están relacionados con el
aprendizaje, la inteligencia y la experiencia, ya que permiten elaborar el conocimiento
a partir de la información proporcionada por los sentidos. Pero, ¿por qué son tan
importantes para la vida?
Porque mediante estos se desarrolla nuestro desenvolvimiento dentro de las
actividades que realizamos a diario.
Procesos cognitivos clave para el éxito profesional
Los procesos que más influyen en el ámbito profesional son los relacionados con las
funciones ejecutivas. Así, quienes quieran potenciar sus procesos cognitivos para el
desarrollo de su carrera profesional deberán fomentar:
1. La planificación
La capacidad para anticiparse al futuro es esencial para el éxito profesional y la
consecución de objetivos. El hecho de pensar por adelantado la mejor forma de
ejecutar una tarea facilita establecer los pasos que seguir y definir un orden de
prioridades.
Esta planificación es clave para el desarrollo porque es precisamente la que permite
lograr los propósitos establecidos. Sin una buena planificación, el desarrollo no es
posible, pues los objetivos no se alcanzarán de manera óptima.
2. La inhibición
La inhibición consiste en la capacidad de controlar las respuestas impulsivas y
sustituirlas por respuestas razonadas.
El control de los impulsos, que es posible gracias a la inhibición, es imprescindible en
las situaciones de tensión o estrés, que pueden ser habituales en el entorno habitual.
3. La monitorización
La monitorización hace referencia a la capacidad de supervisar la propia conducta y de
asegurarse siempre de que se sigue el plan trazado para lograr los objetivos.
Es importante ser consciente en todo momento del camino que seguir y de estar
siguiéndolo correctamente. De lo contrario, el trabajo realizado no cumplirá con los
objetivos marcados.

ACTIVIDADES A REALIZARSE.
RUTINAS Y HABITOS:
Rutina es una costumbre que se adquiere al repetir una misma tarea o actividad
muchas veces. La rutina implica una práctica que, con el tiempo, se desarrolla de
manera casi automática, sin necesidad de implicar el razonamiento.
Hábito es el modo de actuar aprendido o adquirido para poder conseguir que una
rutina se lleve a cabo de manera satisfactoria.
La vida cotidiana suele estar formada de rutinas, sobre todo en lo referente al ámbito
laboral; levantarse a las 7 de la mañana, desayunar una taza de café, viajar en tren y
tomar otro café en la oficina es una rutina compartida por millones de personas.
La rutina es un mecanismo que brinda seguridad (minimiza los imprevistos) y que
permite ahorrar tiempo (al evitar las tareas poco frecuentes).
Durante los primeros años de vida, los padres juegan un papel fundamental en la
transmisión a sus hijos de valores, normas, hábitos, rutinas y costumbres. Este
conjunto de actitudes y aptitudes serán fundamentales para su desarrollo personal y
social y en muchas ocasiones, tendrán un carácter que dure en el tiempo. Durante
esta edad, el aprendizaje surge a través de dinámicas de refuerzo, y mediante
conductas de imitación en figuras “modelo” (en casa el progenitor y en la escuela el
tutor). A medida que pasa el tiempo, otras figuras, como hermanos o amigos, irán
asumiendo ese papel.
Los hábitos constituyen un factor decisivo en la construcción de la personalidad del
niño.
Es necesario que los hábitos sean estables y se constituyan en marco de referencia
para que determinadas situaciones operen como contextos familiares, próximos, en los
que los niños se encuentren cómodos y seguros. Adquirir buenos hábitos durante esta
etapa les convertirá en personas más seguras y con mayores niveles de autonomía y
autoestima.
Crear rutinas ayuda a desarrollar hábitos y actitudes que serán la fuente de la
formación del carácter.

Cronograma.
El cronograma es una herramienta esencial para elaborar calendarios de trabajo o
actividades. Un documento en el que se establece la duración de un proyecto, la fecha
de inicio y final de cada tarea; es decir, una manera sencilla de organizar el trabajo.
El formato del cronograma solía ser físico (en papel) hasta que las nuevas tecnologías
han optimizado la creación de un cronograma digital que puede visualizar toda la
plantilla y en el que organizar las tareas de forma colaborativa.

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