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Los hábitos y rutinas son necesarios para el desarrollo integral de los niños y niñas.

Las primeras rutinas adquiridas serán la base para la creación de hábitos futuros. Son
vitales para la propia formación física y psicológica de los niños/as, ayuda al desarrollo
moral, afectivo y social.

Los horarios de comida, el sueño, el juego, la higiene y todos los hábitos relacionados
con estas circunstancias básicas son indispensables para que el niño/a aprenda en un
entorno adecuado con todas sus necesidades cubiertas. Es necesario respetar los
principios del desarrollo cognitivo y socio-afectivo, manteniendo una organización del
tiempo lo más natural posible, sin forzar el ritmo de la actividad y manteniendo
determinadas constantes temporales.

Es muy importante para los niños la presencia de rutinas diarias desde que son
pequeños, para que sepan qué hacer en cada momento, qué normas se deben
cumplir y aprender a organizarse en su vida diaria. Esto favorecerá el desarrollo
su autoestima y seguridad, así como la incorporación de habilidades como la
responsabilidad, autonomía e independencia.

Es importante que a esta edad los niños/as puedan actuar con autonomía, confianza y
seguridad en los ambientes sociales más próximos, que conozca y utilice las reglas
que posibilitan una adecuada convivencia.

¿Que entendemos por hábitos?

Un hábito es un mecanismo de estabilidad que permite desarrollar las destrezas de un


individuo. Son actitudes, conductas y costumbres que conllevan a formar pautas de
aprendizajes en diferentes situaciones.

¿Que entendemos por rutinas?

Son actividades que se realizan de forma regular, periódica y sistemática aportando


constancia, seguridad y confianza en la vida de los niños. Les ayuda a organizar su
vida y sus propios actos.

Las rutinas abarcan horarios (cuando se hace) y procedimientos (como se hace).


¿Cuál es la importancia de generar hábitos y rutinas en los primeros años de
vida?

- Proporciona al niño una estructura, una organización de su vida.


- Facilita el autocontrol y disminuye la impulsividad.
- Proporciona seguridad al niño, al convertir su mundo en un lugar predecible,
con situaciones conocidas y estables logrando disminuir ansiedades.
- Funciona como el primer referente temporal que poseen los niños. (Luego de
merendar podré jugar). Aún no tienen otra forma de medir el tiempo.
- Facilita el aprendizaje en presente y futuro, ejemplo en actividades que se
componen de conductas encadenadas.
- Favorece el aprendizaje de conceptos de organización y planificación en
etapas posteriores.
- Favorece a la adaptación de normas en diferentes ámbitos.
- Favorecen a la convivencia y evitan enfados.
- Favorece la concentración.

La incorporación de hábitos y rutinas presenta determinadas características:

- Debe ser un proceso continuo, gradual y para toda la vida.


- Necesita que sea un proceso satisfactorio y agradable para el niño/a.
- Debe producir éxito, y ser reforzado en el momento oportuno.
- Supone un ambiente relajado, tranquilo y adaptado.
- El niño/a debe querer colaborar y para ello hay que motivarle.

Los adultos deben colaborar y marcar normas claras, tener paciencia y ser precisos en
las descripciones de las conductas.

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