PROCEDIMIENTO SUMARIO

CURSO SOBRE
PROCEDIMIENTOS
DECLARATIVOS

Profesor. Mg. Gonzalo Lobos F.

INTRODUCCIÓN
Estamos en presencia de un procedimiento contencioso, que
goza de una aplicación tanto general como especial, que tiene
por objeto un pronunciamiento declarativo, constitutivo o de
condena de parte del sentenciador frente a la pretensión de
una parte respecto a otra, en aquellos casos en que la ley o
que por la naturaleza del derecho en disputa requieren de una
tramitación sencilla, breve y rápida para que sea eficaz.
Busca otorgar una solución expedita y rápida al conflicto, lo
que aparece en principio refrendado por el propio diseño
procedimental que se contempla y levanta sobre la base de la
celebración de una audiencia de contestación y conciliación
que debe llevarse a efecto al quinto día hábil después de la
última notificación (art. 683). Este propósito de
aseguramiento a los justiciables del acceso a una justicia
rápida y eficaz también podemos relacionarlo con lo dispuesto
por el art. 682 CPC que dispone que el procedimiento será
verbal, aunque debemos advertir de inmediato que en la
práctica forense esta pretendida marca del procedimiento en
comento se ve claramente desvirtuada a través de la
presentación generalizada de contestaciones escritas
(autorizada por la propia ley), a lo que se suma la
protocolización de la audiencia, por lo que dicha aspiración no
ha quedado más que en eso.
En la actualidad, y desde hace años, los problemas de
funcionamiento y eficiencia que plantea el juicio ordinario
han facilitado que en varias materias se haya dispuesto la
tramitación según las reglas del juicio sumario, ya que
pese a levantarse sobre coordenadas similares, contempla
un diseño formal más sencillo y plazos que son más
breves para las diversas fases y trámites del
procedimiento. Así, en una visión panorámica, tras la
demanda escrita, debe continuar la realización de una
audiencia de contestación y conciliación, un término
probatorio de duración más breve y la dictación de la
sentencia.
Un aspecto destacable, aunque nuevamente sólo desde
una perspectiva legal, lo consagra el art. 688 referente al
plazo para que se dicten las resoluciones en el
procedimiento, debiendo pronunciarse tan pronto se
encuentren en estado de ser falladas o a más tardar
dentro de segundo día. A su vez, el carácter de
concentrado tiene su mayor expresión en materia
incidental (art. 690), por cuanto los incidentes deberán
ser promovidos y tramitados en la audiencia de
contestación y conciliación, para posteriormente ser
resueltos en la sentencia definitiva. Sobre este punto
volvemos al final.
CARACTERÍSTICAS
1.- Declarativo: Busca el reconocimiento o declaración de un
derecho controvertido.
2.- Extraordinario : Según el art. 2° CPC es un procedimiento
extraordinario, puesto que contempla una tramitación regida
por disposiciones especiales para ciertas situaciones.
3.- De aplicación general y especial. Del art. 680 podremos
distinguir dos ámbitos de aplicación, con la posibilidad de
someter un asunto a este procedimiento cuando la pretensión
requiera, por su naturaleza, una tramitación rápida para que
sea eficaz y, también, cuando el legislador así lo disponga.
4.- Verbal, breve y concentrado. Como ya adelantamos,
normativamente se configura como verbal (art. 682), pero
faculta a las partes para presentar minutas escritas en que
establezcan los hechos y pretensiones. En consecuencia, la
realidad práctica muestra que su desarrollo se verifica bajo las
reglas de la escrituración, coordenadas formales bajo las
cuales se desenvuelven la generalidad de los actos del
procedimiento. Sobre las pretendidas características de
brevedad y concentración señalar que en sentido amplio o
vulgar, se dice que un proceso es sumario cuando está
configurado por la ley para que sea un proceso rápido, pero
recordar también que la ausencia de concentración en la
actividad probatoria, entre otras causas, atenta contra este
ideal.
FUENTES NORMATIVAS Y ÁMBITO DE APLICACIÓN:
Está regulado en el Libro III "De los juicios especiales ",
título XI "Del Procedimiento Sumario ", en los artículos
680 al 692.
En lo que concierne a su aplicación, como recién se
apuntó, del tenor literal del art. 680 CPC distinguimos dos
ámbitos:
1.- La aplicación general del procedimiento, que tiene
lugar en aquellos asuntos en que la acción deducida
requiera por su naturaleza una tramitación rápida, la cual
impone al actor el deber de solicitar en su demanda la
aplicación de este procedimiento, debido a que la acción
presenta el carácter requerido y una vez efectuado el
estudio de admisibilidad por parte del tribunal, éste
deberá dictar la resolución.
SUSTITUCIÓN DEL PROCEDIMIENTO (art. 681): Iniciado un
procedimiento, puede suceder en determinadas
situaciones, que durante su tramitación, por razones de
manifiesta conveniencia, puede ordenarse su
continuación conforme al juicio ordinario, en el supuesto
de haberse iniciado como juicio sumario, o viceversa.
2.- La aplicación especialmente prevista por el legislador
para determinadas materias.
La sustitución del procedimiento puede darse en dos
supuestos:
a) Cuando, iniciado el juicio de conformidad a las reglas del
procedimiento sumario, en razón de lo preceptuado en el art.
680 inciso primero, se solicita que se continúe conforme a las
reglas del procedimiento ordinario, y existen motivos
fundados para ello.
b) Cuando, iniciado el juicio de conformidad a las reglas del
juicio ordinario, se pide que continúe conforme a las reglas del
procedimiento sumario y aparece la necesidad de aplicarlo.
En caso de encontrarnos en un juicio sumario que deseamos
sustituir por un procedimiento ordinario, deberá promoverse
esta solicitud como un incidente. Se ha entendido por la
doctrina que la sustitución del procedimiento es un incidente
de especial y previo pronunciamiento, y por tanto debe ser
tramitado en el cuaderno principal, resuelto previamente y no
en la sentencia definitiva como es la regla general tratándose
de incidentes en el juicio sumario (art. 690). En este sentido, la
sustitución debe pedirse tan pronto exista motivo fundado
para ello o aparezca la necesidad de aplicar un nuevo
procedimiento y se tramitará conforme a las normas generales
de los incidentes contenidos en los arts. 82 y siguientes del
CPC (art. 681.3 CPC).
La sustitución del procedimiento, al ser un
incidente, otorga a la resolución que se pronuncia
sobre ella la naturaleza de una sentencia
interlocutoria, por tanto, procede a su respecto el
recurso de apelación, pero sus efectos están
condicionados a la naturaleza del procedimiento
que se pretende sustituir. Así, si se pretende
sustituir el procedimiento ordinario por el sumario,
y se accede a dicha solicitud de sustitución, la
apelación que se deduzca deberá ser concedida en
ambos efectos, salvo que, concedida en esta forma,
hayan de eludirse sus resultados (art. 691. l, CPC); y,
a la inversa, si se deniega dicha sustitución, la
apelación deberá ser concedida en ambos efectos
de conformidad a las reglas generales (art. 195
CPC). En cambio, si se pretende sustituir el
procedimiento sumario por el ordinario, y se accede
a dicha sustitución, la apelación que se deduzca
deberá concederse en el solo efecto devolutivo (art.
691.2, CPC); y otro tanto deberá hacerse si se niega
lugar a dicha sustitución (arts. 194 N°1, y 691.2).
2.- La aplicación especialmente prevista por el legislador
para determinadas materias.
Como antes mencionamos, el legislador por mandato
expreso y específico ha previsto la aplicación del juicio
sumario para ciertos asuntos, los cuales se enumeran en
el inciso segundo del art. 680:
1° A los casos en que la ley ordene proceder
sumariamente, o breve y sumariamente, o en otra forma
análoga.
Este numeral hace extensivo el procedimiento sumario a
todos aquellos casos en que el legislador ha
contemplado fórmulas tales como "ordenar que debe
procederse sumariamente "ordenar que debe
procederse breve y sumariamente " o cualquier otra
expresión que precise la urgencia con que debe ser
tramitada la acción.
A modo ejemplar, identificamos el art. 261 "La demanda
de jactancia se someterá a los trámites establecidos para
el juicio sumario. ". El art. 612 "El arrendador que
pretenda hacer uso de los derechos concedidos por el
artículo 1979 del Código Civil, se ajustará a lo establecido
en el Título XI de este Libro sobre el Procedimiento
sumario.”
2°. A las cuestiones que se susciten sobre constitución,
ejercicio, modificación o extinción de servidumbres
naturales o legales y sobre las prestaciones a que ellas
den lugar.
El procedimiento sumario tiene lugar respecto de las
servidumbres naturales y legales, pero nada obsta a que
se tramite mediante este procedimiento las servidumbres
de carácter voluntarias en razón del ámbito general.
3°. A los juicios sobre cobro de honorarios, excepto el
caso del artículo 697.
En cuanto a los juicios sobre cobro de honorarios, resulta
indispensable distinguir su fuente. Si proceden en razón
de un juicio, el cobro deberá tramitarse de conformidad al
procedimiento previsto en el art. 697, el cual otorga un
derecho facultativo al acreedor, permitiendo su
estimación y pago de conformidad con el procedimiento
sumario o bien puede interponer su reclamación ante el
tribunal que haya conocido en primera instancia del juicio
en que se generaron los honorarios. Esta última vía se
tramitará de conformidad a las reglas previstas para los
incidentes.
Fuera del caso anterior, cuando se trata de honorarios no
causados en juicio, resulta obligatorio utilizar este
procedimiento para satisfacer la pretensión.
4°. A los juicios sobre remoción de guardadores y a los
que se susciten entre los representantes legales y sus
representados.
a.- Cuando se solicita la remoción de guardadores vía
acción de remoción en aquellos casos en que el tutor o
curador configure alguna de las causales expresadas en
el art. 539 Código Civil.
2.- Aquellos juicios entre representantes legales y sus
representados, cualquiera sea la acción esgrimida o la
calificación de actor o demandado de las partes. Cabe
precisar que este procedimiento no se contempla para
los representantes judiciales o convencionales. La
aplicación del juicio sumario es sin perjuicio de que la ley
consagre otro procedimiento especial.
5°. Derogado.
6°. A los juicios sobre depósito necesario y comodato
precario.
Regulados en el art. 2236 CC (depósito necesario) y los
arts. 2194 y 2195 CC. Si bien nada se señala sobre el
precario, se le ha reconocido como caso típico dónde se
aplica el procedimiento sumario, aunque se entiende
aplicable por que la naturaleza del asunto requiere una
tramitación rápida para que sea eficaz.
7°. A los juicios en que se deduzcan acciones ordinarias a
que se hayan convertido las ejecutivas, en virtud de lo
dispuesto en el artículo 2515 del Código Civil.
Resuelve la solución a la situación que se genera una vez
que la acción ejecutiva ha prescrito y pasa a ser de
carácter ordinaria (interversión de la acción del 2515 CC)
En consecuencia, las acciones ejecutivas una vez
prescritas como tales, podrán ser ejercidas como acciones
ordinarias sujetándose al procedimiento sumario.
8°. A los juicios en que se persiga únicamente la
declaración impuesta por la ley o el contrato, de rendir
una cuenta, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo
696.
Por regla general quienes administran bienes ajenos
deben rendir cuenta. Esta obligación tiene su fuente en el
contrato o en la ley. Sobre este punto resulta necesario
distinguir dos hipótesis, donde la primera consiste en
exigir la rendición de la cuenta para cumplir con una
obligación, y se somete a un procedimiento especial
regulado en los arts. 693 y ss. CPC. Por el contrario, si el
juicio tiene por objeto solamente obtener la declaración
de la obligación de rendir cuenta, ésta deberá ser
tramitada mediante el procedimiento sumario.
9°. A los juicios en que se ejercita el derecho que
concede el artículo 945 del Código Civil para hacer cegar
un pozo.
En la actualidad el art. 945 Código Civil se encuentra
suprimido por el art. 90, letra I) de la ley N° 9.909, por lo
que la referencia debe entenderse realizada al Código
de Aguas.
10. A los juicios en que se deduzcan las acciones civiles
derivadas de un delito o cuasidelito, de conformidad con
lo dispuesto en el art. 59 CPP y siempre que exista
sentencia penal condenatoria ejecutoriada.
De conformidad al art. 59 CPP cabe realizar una
distinción, precaviendo que en virtud de la acción
intentada esta deberá ser tramitada en distintas sedes.
Aquellas acciones que persigan únicamente la restitución
de la cosa siempre deberán ser tramitadas en sede penal
conforme al procedimiento penal respectivo. Sin
embargo, si las acciones estuvieran destinadas a la
reparación de las consecuencias civiles del hecho
punible, estas podrán ser intentadas en sede civil
también, sujetas al procedimiento sumario.
ESQUEMA GENERAL DEL PROCEDIMIENTO
El procedimiento sumario es un procedimiento
extraordinario, por cuanto su naturaleza requiere
una tramitación sencilla y breve, la cual puede
graficarse de la siguiente manera:
a) Fase de discusión: comienza mediante una
medida prejudicial o derechamente con una
demanda (escrita), y posteriormente se realiza una
audiencia de contestación y conciliación. De forma
eventual, como se dirá, podría acogerse
provisionalmente la demanda cuando se cumplan
los requisitos contemplados en el art. 684.
b) Fase de prueba: la integran la recepción de la
causa a prueba, el término de prueba y la práctica
probatoria.
c) Fase de decisión: una vez citadas las partes a oír
sentencia, comienza a computarse el plazo para
dictarla y a su vez para practicar las medidas para
mejor resolver que el tribunal estime pertinentes.
a) Fase de discusión:
1. Demanda: Se puede iniciar en virtud de una
medida prejudicial contempladas en los art. 273 y
ss. que resultan aplicables en virtud del art. 3° CPC,
o por presentación de una demanda escrita. El
juicio sumario es de carácter verbal, sin embargo,
el único medio para hacer valer una acción
actualmente es recurriendo a las minutas escritas
aludidas en el art. 682. A falta de norma reguladora
expresa, a la demanda escrita le resultan aplicables
los requisitos propios de todo escrito (art. 30 y ss.),
los requisitos de toda demanda (art. 254) y las
reglas sobre comparecencia enjuicio, salvo las
excepciones legales (ley N° 18.120).
2. Examen de la demanda por el tribunal: El
tribunal examina la admisibilidad de la demanda y
no da curso si no contiene las indicaciones de los
tres primeros números del art. 254 CPC. Admitida a
tramitación la demanda, se debe citar a las partes a
una audiencia de contestación y conciliación.
Esta providencia varía dependiendo si el
demandado se encuentra o no en el lugar del
juicio. De encontrarse el demandado en el lugar
del juicio se citará para el quinto día hábil y en el
caso de no hallarse en el lugar, aquel plazo de
cinco días se amplía por tabla de emplazamiento
(259 CPC). En el caso de que sea el proveído la
primera resolución efectuada en el juicio, deberá
ser notificada personalmente, pero si antecedió
la tramitación de una medida prejudicial la
notificación, a nuestro juicio, debiese ser
practicada por cédula, toda vez que ordena la
comparecencia personal de las partes (art. 48).
MODELO RESOLUCIÓN:
Santiago, doce de junio de dos mil veintitrés
Por interpuesta demanda en juicio sumario, vengan las partes
a la audiencia de contestación y conciliación, el quinto día
hábil siguiente a la última notificación a las 8:30 horas, si la
audiencia recayera en sábado, se efectuará el primer día hábil
siguiente en la hora señalada, bajo apercibimiento legal.
Notifíquese. (Firma electrónica juez).
a) Fase de discusión:
3. Audiencia de contestación y conciliación.
Esta audiencia permite al demandado contestar la demanda, la
cual podrá realizar de forma escrita o verbalmente (recordar lo
señalado en punto a esta cuestión), para luego llevarse a efecto
el trámite de conciliación obligatoria.
En relación a esta audiencia cabe anotar distintas opciones:
3.1. A la audiencia asisten ambas partes:
En este caso el actor ratifica su demanda y solicita sea acogida
en todas sus partes. A su vez, el demandado podría contestar
verbalmente, de lo cual se dejará constancia protocolizada en
acta.
Una vez contestada la demanda, el juez llamará a conciliación y
obrará como amigable componedor proponiendo
personalmente bases de arreglo con la finalidad de lograr un
acuerdo. Si se efectúa el arreglo total, como es evidente, el
juicio concluye anticipadamente con valor de sentencia
definitiva, y si el acuerdo sólo es parcial, tendrá el valor de
sentencia definitiva respecto de lo convenido y se seguirá
adelante en la tramitación en lo demás. En el caso de no
producirse conciliación se pone término a la audiencia en
comento, debiendo el tribunal resolver si existen hechos
sustanciales, pertinentes o controvertidos que deben ser
probados. De ser el caso se recibe la causa a prueba, de lo
contrario se citará a las partes a oír sentencia.
3.2. A la audiencia sólo concurre el demandante.
Aquí el demandado no concurre a la audiencia de
contestación y conciliación y se tiene por evacuada la
contestación de la demanda y el trámite de la
conciliación, siguiéndose el juicio en su rebeldía.
Luego el tribunal examinará los autos para determinar
si existen hechos sustanciales, pertinentes o
controvertidos para en tal caso recibir la causa a
prueba, lo cual se produce normalmente toda vez que,
como se sabe, la situación de rebeldía del demandado
implica la contestación ficta de la demanda que se
traduce en la negación total de lo pretendido por el
actor.
SITUACIÓN EXCEPCIONAL: En este punto se presenta
una institución excepcionalísima a nuestro modelo
procesal, y es que en virtud del art. 684, el actor
puede solicitar amparado en fundamentos plausibles
que se acceda provisionalmente a su demanda. De
acogerse la solicitud, se faculta al demandado para
ejercer un derecho de oposición dentro del quinto día
desde la notificación de la resolución que accede
provisionalmente a la demanda, esto sin suspender el
cumplimiento de la resolución.
El tribunal deberá citar a una nueva audiencia para el
quinto día hábil con el objeto de discutir solamente la
procedencia de la resolución que accedió
provisionalmente a la demanda, vale decir, la audiencia
que se realiza en virtud de la oposición también es de
discusión; sin embargo, esta discusión es restringida y el
demandado debe fundamentar por qué, a su juicio, no
procedía acceder provisionalmente a la demanda, pero
ya no puede defenderse respecto del fondo del juicio,
porque el derecho para hacerlo ha precluido al no haber
comparecido a la primera audiencia (Maturana). La
audiencia de oposición no altera la condición jurídica de
las partes: el que fue demandante lo sigue siendo y el
que fue demandado pertenece en tal calidad. Si el
demandado opta por no deducir oposición, el tribunal
recibirá la causa a prueba si hay hechos sustanciales,
pertinentes y controvertidos que probar, o citará a las
partes para oír sentencia. En efecto, prescribe el art. 685
que "no deduciéndose oposición, el tribunal recibirá la
causa a prueba, o citará para oír sentencia, según lo
estime de derecho". Debemos hacer presente, con todo,
que esta institución en la práctica resulta muy poco
utilizada.
3.3. A la audiencia sólo concurre el
demandado.
Pues bien, frente a esta situación nada expresa la
ley, por lo cual debemos entender que el juicio
continúa en rebeldía del demandante pudiendo
recibirse la causa a prueba si existen hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos que
deben ser probados, o se citará a oír sentencia
sin más trámite.
3.4. A la audiencia no comparecen ni
demandante ni demandado:
En tal hipótesis, cualquiera de las partes que
desee dar curso progresivo a los autos deberá
evacuar un escrito en que solicite se fije una
nueva audiencia.
En determinados casos, deberá ser emplazado el
defensor público por cuanto la ley ordena que
sea oído, situación prevista para el caso del 680
NO 4 relativo a los juicios de entre
representantes legales y sus representados, o
cuando el tribunal lo juzgue necesario.
-Cabe hacer presente, tal como lo ha señalado la
jurisprudencia, que el juicio sumario no contempla los
escritos de réplica y dúplica.
-En cuanto a la situación de la reconvención, el tema
no resulta pacífico, ya que el legislador no se
pronunció sobre su admisibilidad. La doctrina, por una
parte, ha argumentado a favor de su procedencia,
señalando que la reconvención cuando efectivamente
concurren sus requisitos, resulta ser un instituto de
eficaces efectos de economía procesal. Estando este
procedimiento establecido en función de este valor,
sería contradictorio no permitir su aplicación
(Figueroa, J.; Morgado, E). Otros se han opuesto
rechazando la aplicación de la reconvención en el
juicio sumario, toda vez que el mismo procedimiento
no la regula, señalando que además no resultaría
aplicable el instituto porque el procedimiento carece
de los trámites de réplica y dúplica indispensables
para que el mecanismo de la reconvención opere
(Maturana, C).
Los tribunales no tienen respuesta uniforme y la
jurisprudencia está dividida.
b) Fase de prueba
1. Resolución que recibe la causa a prueba
Tras la fase de discusión, en los casos en que deba tener
lugar, se rendirá la prueba en el plazo y forma establecida
para los incidentes (art. 686). Esta resolución que recibe la
causa a prueba debe ser notificada por cédula. A esta
conclusión se debe llegar si se atiende al art. 323 CPC, que
señala que la resolución que recibe un incidente a prueba
se notifica por el estado diario, por lo que se asume la
voluntad del legislador de limitar esta forma de
notificación sólo respecto de los incidentes. Además, cabe
aplicar la regla general del artículo 48 CPC.
2. Término probatorio y práctica probatoria.
El término probatorio es de 8 días de conformidad al art.
90 CPC, el cual se computa desde la última notificación de
la resolución que recibe la causa a prueba. Este plazo
puede ampliarse en virtud de un término probatorio
extraordinario para rendir prueba fuera del lugar de juicio
por una sola vez, por motivos fundados, sin que en ningún
caso pueda exceder los 30 días. Cabe señalar que también
procede el término probatorio especial de acuerdo a las
reglas generales. Estas resoluciones no son susceptibles
de recurso de apelación (art. 90 inciso 40).
Cabe realizar un alcance en cuanto a la impugnación
de la resolución que recibe la causa a prueba, ya que
sabemos que esta resolución es recurrible mediante
recurso de reposición con apelación en subsidio
dentro de tercer día contado desde la última
notificación.
La jurisprudencia se ha pronunciado al respecto
admitiendo la interposición del recurso de reposición
con apelación subsidiaria.
En lo que concierne a la práctica probatoria, salvo las
particularidades que se recogen en el art. 90 CPC
recién aludido (a las que sumamos que dentro de los
dos primeros días deberá cada parte acompañar su
lista de testigos) resultan aplicables las normas sobre
la prueba del juicio ordinario. Con todo, cabe
mencionar que a diferencia del procedimiento
ordinario, este no contempla ni admite el trámite de
observaciones a la prueba, y en razón de esto, una vez
vencido el término probatorio el juez citará a las
partes a oír sentencia.
c) Fase de decisión
1. Citación a oír sentencia.
Vencido el término probatorio, el tribunal citará, de
inmediato, a las partes a oír sentencia en conformidad
al art. 687: "Vencido el término probatorio, de
inmediato, citará, a las partes a oír sentencia”.
2. Medidas para mejor resolver.
Una vez citadas las partes a oír sentencia, el tribunal
dispone del plazo de 10 días para dictar la
correspondiente sentencia definitiva. Dentro de este
plazo, podrá dictar las medidas para mejor resolver
que estime conveniente en conformidad al art. 159
CPC.
3. Sentencia y recurso de apelación.
La sentencia definitiva deberá ser dictada en el plazo
de 10 días (aunque sin olvidar lo prescrito por el art.
64 respecto a que no son fatales los plazos legales
establecidos para la realización de actuaciones propias
del tribunal), la que será notificada por cédula a las
partes. Sin perjuicio de Io anterior, las demás
resoluciones deben ser dictadas a más tardar dentro
de segundo día (art. 688 CPC).
A falta de norma expresa, la sentencia definitiva que se
dicte en el procedimiento sumario deberá cumplir con
todos los requisitos formales que se mencionan en el
artículo 170. Además, la sentencia se pronunciará sobre
la acción deducida y sobre los incidentes, o sólo sobre
éstos cuando sean previos (por ejemplo, la nulidad de la
notificación de la demanda) o incompatibles con aquélla
(por ejemplo, la incompetencia del tribunal).
En cuanto al régimen de recursos, sin extendernos en
esta materia, aprovechamos de anotar que el recurso de
apelación está sometido a un régimen especial y distinto
del juicio ordinario, tanto en cuanto a sus efectos,
tramitación y facultades del tribunal de alzada. Así, la
regla general, es que todas las resoluciones dictadas en
un procedimiento sumario sean apelables en el solo
efecto devolutivo, sin suspender por lo tanto el
cumplimiento de la misma, contemplándose dos
situaciones excepcionales donde la apelación se
concederá en ambos efectos, salvo que concedida en
esta forma, hayan de eludirse sus resultados: a) La
resolución que dispone el cambio de juicio ordinario a
sumario y b) la sentencia definitiva, cualquiera sea la
parte que intente el recurso (art. 691).
La otra marca del régimen especial al que está sujeta
la apelación en el procedimiento sumario, está dada
por la competencia del tribunal de alzada para
pronunciarse sobre ella, la que es más amplia que en
otros procedimientos civiles. En efecto, el tribunal de
alzada podrá, a solicitud de parte, pronunciarse por vía
de apelación sobre todas las cuestiones que se hayan
debatido en primera para ser falladas en definitiva,
aun cuando no hayan sido resueltas en el fallo apelado
(art. 692 CPC).
INCIDENTES
Como se ha señalado en estas líneas, una de las
características que se predican respecto del
procedimiento sumario es la concentración procesal,
regla cuya aplicación efectiva es débil según lo
explicado antes, pero que se manifiesta claramente en
la regulación que reciben los incidentes. En este
sentido, el art. 690.1 CPC señala que los incidentes
deberán promoverse y tramitarse en la misma
audiencia de discusión, conjuntamente con la cuestión
principal, sin paralizar el curso de ésta.
Conforme a lo anterior, se desprende que los
incidentes poseen en el juicio sumario una
oportunidad especial para ser promovidos (la
audiencia de contestación y conciliación); una
tramitación especial (junto con la cuestión principal
sin paralizar el curso de ésta), y un momento
particular para ser fallados (sentencia definitiva). Con
todo, la pregunta surge respecto de los incidentes
fundados en hechos acaecidos con posterioridad a la
audiencia. Se ha entendido acertadamente, a nuestro
juicio, que deben aplicarse las reglas generales del art.
85 , sin perjuicio de dejar su resolución para la
sentencia definitiva (art. 690 CPC).
Reiteramos que la sentencia definitiva debe
pronunciarse sobre la acción deducida y los
incidentes, o sólo sobre éstos, cuando sean previos o
incompatibles con aquélla.
En base a lo anterior, la jurisprudencia ha señalado
que la naturaleza jurídica de la resolución (que acoge
excepción dilatoria) corresponde a una sentencia
interlocutoria.
 BIBLIOGRAFÍA
-Bordalí, Andrés; Cortez, Gonzalo y
Palomo, Diego. “Proceso Civil. El
juicio ordinario de mayor cuantía.
Procedimiento Sumario y Tutela
cautelar”. Legal Publishing-Thomson
Reuters. Segunda edición, año 2014.