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DECLARATIVOS ESPECIALES
CAPITULO I. EL JUICIO SUMARIO
1º. Importancia.
a) La Ley 18. 101, sobre arrendamiento de predios urbanos, contemplaba la aplicación de un juicio
sumario con algunas de las modificaciones que en ese cuerpo legal se contemplaban215;
c) El Art. 233 del Código de Minería de 1983 señala en su inciso 1º que "todos los juicios en que se
ventilen derechos especialmente regidos por este Código o que recaigan sobre el pedimento,
manifestación, concesión de exploración o pertenencia y que no tengan señalado otro
procedimiento en este cuerpo legal, se tramitarán con arreglo a las normas del juicio sumario".
De acuerdo con ello, el procedimiento sumario ha alcanzado una relevancia que supera en su
aplicación ampliamente a cualquiera otro procedimiento por las materias a las cuales éste se ha
extendido, salvo al juicio ejecutivo, el que, por razones contingentes, es el más utilizado en la
práctica.
2º. Definición.
215 Esta situación dejó de ser así a partir de la dictación de la Ley 19.866 de 11 de abril de 2003, la que modificó el
artículo 8 de la Ley 18.101 establecimiento un nuevo procedimiento especial, eliminando toda remisión al juicio
sumario.
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Sin embargo, claramente el procedimiento sumario no es un procedimiento oral, puesto que no está
contemplado todo su desarrollo en audiencias y, en especial, la que dice relación con la audiencia
de juicio, debiendo por ello las pruebas rendirse no concentradamente en una audiencia, sino que
dentro de un término probatorio. Ello hace que la rendición de prueba se prolongue en el tiempo
dentro de ese término probatorio, sin que además se contemple como principio básico de validez la
inmediación que debe regir para asegurarnos en forma inclaudicable la identidad física entre el juez
que recibe la prueba y aquel debe ser el que debe valorarla y pronunciar la sentencia.
2. Es un procedimiento extraordinario:
El procedimiento sumario se regula en el Título XI del Libro III del C.P.C., que comprende los
artículos 680 a 692 del C.P.C.
En el caso del juicio sumario, entendemos que éste es extraordinario toda vez que se ha fallado por
la jurisprudencia de nuestros tribunales que el único procedimiento ordinario, común y general es
el juicio ordinario civil de mayor cuantía que regula el Libro II del C.P.C.
Sin perjuicio, es menester señalar que algunos autores han sostenido que estaríamos frente a un
procedimiento común, puesto que cuando la ley señala en el inciso 1 del art. 680 que el juicio
sumario se aplica cuando la acción intentada requiere de una tramitación rápida para ser eficaz
estaríamos frente a un caso en que el asunto "se somete a la tramitación común ordenada por la ley"
(Art. 2º).
A este aspecto nos referiremos más adelante al tratar el ámbito de aplicación del juicio sumario.
1. Aplicación General.
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Por una parte, se puede sostener que el juicio sumario constituye un procedimiento extraordinario
de aplicación general, cada vez que concurren los requisitos establecidos en el inc. 1º del Art. 680,
o sea, cada vez que "la acción (pretensión) deducida requiera, por su naturaleza, de una
tramitación rápida para que sea eficaz".
Así, por ejemplo, tratándose de los interdictos posesorios, tenemos que éste tiene una tramitación
extraordinaria, breve y concentrada, pero referida exclusivamente a los inmuebles, sin que sea
aplicable a los bienes muebles. Por lo tanto, para el caso de recuperar la posesión de un bien
mueble es obvio y conveniente aplicar el juicio sumario en estudio.
La concurrencia de los supuestos que hacen aplicable el procedimiento sumario para la tramitación
y resolución de la pretensión hecha valer en la demanda corresponde efectuarla al órgano
jurisdiccional.
a. El actor haya hecho valer una pretensión en su demanda que por su naturaleza requiera de una
tramitación rápida para que sea eficaz;
c. Que el tribunal dicte una resolución en la cual expresa o tácitamente haga aplicable el
procedimiento sumario para los efectos de tramitar la pretensión hecha valer por el actor.
En art. 352 del Proyecto se contempla la aplicación de este procedimiento si existe acuerdo entre
las partes.
2. Aplicación Especial.
Además, el procedimiento sumario tiene una aplicación especial, esto es, éste debe ser aplicado
por mandato expreso y específico del legislador en los asuntos que se determinan particularmente
por el legislador, los cuales están enumerados en el inc. 2º del Art. 680.
De acuerdo con ese precepto, el juicio sumario "deberá aplicarse, además en los siguientes casos:
1º. A los casos en que la ley ordene proceder sumariamente, o breve y sumariamente, o en
otra forma análoga".
Como ejemplos de los casos en los cuales la ley ordene proceder breve o sumariamente se han
señalado los casos de los artículos 271, 612 y 754 del C.P.C.
2º. A las cuestiones que se susciten sobre constitución, ejercicio, modificación o extinción de
servidumbres naturales o legales y sobre las prestaciones a que ellas den lugar";
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Hemos de hacer un alcance práctico ante este numeral: las cuestiones sobre deslindes también se
tramitan conforme a las reglas del juicio sumario, puesto que en el Código Civil tales asuntos están
comprendidos en las servidumbres (aparcería, mediería, etc.)
De acuerdo con ese precepto legal, se contempla la aplicación especial del procedimiento sumario
sólo respecto de las servidumbres naturales y legales, pero no respecto de las voluntarias.
Sin embargo, respecto de las servidumbres voluntarias es posible contemplar la aplicación del
juicio sumario en virtud a lo establecido en el inciso 1º del art. 680.
3º A los juicios sobre cobro de honorarios, excepto el caso del artículo 697;
Es menester, a este respecto, efectuar una importante distinción según sea el origen de los
honorarios.
Si éstos son causados en juicio, se aplica el breve procedimiento del Art. 697, en cuya virtud
"cuando el honorario proceda de servicios profesionales prestados en juicio, el acreedor podrá, a su
arbitrio, perseguir su estimación y pago con arreglo al procedimiento sumario, o bien interponiendo
su reclamación ante el tribunal que haya conocido en la primera instancia del juicio.
En este último caso, la petición será substanciada y resuelta en la forma prescrita para los
incidentes".
Este procedimiento especial incidental de cobro de honorarios se aplica también a los peritos como,
por ejemplo, sería el caso del arquitecto que emite un informe en esta calidad dentro de un juicio
civil.
La aplicación del procedimiento incidental es opcional, puesto que depende de la solicitud que en
tal sentido debe formular el sujeto que pretende cobrar los honorarios por servicios profesionales
prestados en juicio; y se tramita ante el tribunal que conoció de la causa que los origina en primera
instancia, debiendo la demanda notificarse personalmente.
4º A los juicios sobre remoción de guardadores y a los que se susciten entre los representantes
legales y sus representados;
a. La primera es la que dice relación con el juicio destinado a obtener la remoción de un guardador.
La acción de remoción de un guardador es aquella dirigida a obtener que se prive judicialmente del
cargo de tutor o curador a una persona, cuando exista causa legal que lo justifique (Art. 539 C.C.).
El ejercicio de esa acción de remoción corresponde a las personas señaladas en el artículo 542 del
Código Civil.
b. La segunda es la que dice relación con el juicio que se suscite entre representantes legales y sus
representados.
El artículo 43 del C. Civil establece los casos de representación legal dentro de ese cuerpo legal.
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En el caso que la mujer se encuentre casada bajo el régimen de sociedad conyugal, ella puede
demandar la separación judicial de bienes del marido por la concurrencia de alguna de las causales
contempladas en el artículo 155 del Código Civil.
La sentencia que acoge la demanda de separación judicial de bienes pone término a la sociedad
conyugal de acuerdo a lo previsto en el artículo 1.764 Nº 3 del Código Civil.
Este Número 5 del artículo 680 fue derogado por el artículo 123 N° 1 de la Ley 19.968, de 30 de
agosto de 2004, vigente desde el 1 de octubre de 2005, puesto que esa materia pasó a ser
competencia de los tribunales de familia (art. 8 N° 15 de la Ley 19.968) y se tramita conforme al
procedimiento ordinario contemplado en el Titulo III de esa Ley (arts. 9 y sgtes).
Por otra parte, debemos recordar que el comodato toma el título de precario si el comodante se
reserva la facultad de pedir la restitución de la cosa en cualquier tiempo de conformidad a lo
prescrito en el artículo 2194 del Código Civil.
Además, se entiende que existe comodato precario cuando no se presta la cosa para un servicio
particular ni se fija tiempo para su restitución (Art. 2195 inc. 1º C.C.)
Finalmente, constituye también comodato precario la tenencia de una cosa ajena, sin previo
contrato y por ignorancia o mera tolerancia del dueño. (Art. 2195 inc. 2º C.C.).
7º A los juicios en que se deduzcan acciones ordinarias a que se hayan convertido las
ejecutivas en virtud de lo dispuesto en el artículo 2515 del Código Civil";
Este numeral dio una solución práctica al problema de la transformación de la prescripción de corto
tiempo en una prescripción de largo tiempo. Es el caso del juicio de cobro de pesos que pudo ser
ejecutivo y no lo fue porque operó la prescripción de la acción ejecutiva de tres años. En tal caso
recibe aplicación el juicio sumario y no el juicio ordinario para el cobro de la obligación que dejó
de ser ejecutiva por el transcurso del plazo de tres años, pero que subsiste como ordinaria.
8º A los juicios en que se persiga únicamente la declaración impuesta por la ley o el contrato,
de rendir una cuenta, sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 696; y".
Con el juicio sumario no se puede perseguir la cuenta misma, sino que solamente la declaración
judicial acerca de la existencia de la obligación de rendir la cuenta.
El juicio de cuentas propiamente tal está reglamentado en los artículos 693 y siguientes del Código.
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Finalmente, es menester tener presente que, de acuerdo al Código Orgánico de Tribunales, "las
cuestiones a que diere lugar la presentación de la cuenta del gerente o del liquidador de las
sociedades comerciales y los demás juicios sobre cuentas" son materias de arbitraje forzoso (Art.
227, Nº3), y que, de acuerdo a jurisprudencia unánime, ese tipo de arbitraje sólo nace cuando las
cuentas han sido objetadas por la parte a quien se rinden.
9º A los juicios en que se ejercita el derecho que concede el artículo 945 del Código Civil para
hacer cegar un pozo".
En la actualidad, el Art. 945 del Código Civil se encuentra orgánicamente derogado. Todo lo
relativo a los derechos de aguas está regido por el Código de Aguas. La referencia al citado artículo
945 debe entenderse efectuada al artículo 56 del Código de Aguas.
10º A los juicios en que se deduzcan las acciones civiles derivadas de un delito o cuasidelito,
de conformidad con lo dispuesto en el artículo 59 del Código Procesal Penal y siempre que
exista sentencia penal condenatoria ejecutoriada.
Esta numeral hace referencia a las acciones civiles cuyo objeto es perseguir la reparación de las
consecuencias civiles del hecho punible, las que pueden plantearse ante el tribunal civil cuando se
ejerce por la víctima contra el imputado y deben plantearse ante tal tribunal cuando se interponen
por personas diversas de la víctima o se dirigen contra personas diferentes de imputado. En caso
típico lo constituyen las acciones indemnizatorias por responsabilidad civil extracontractual.
Nótese que para que sea procedente la aplicación especial del juicio sumario respecto de la acción
civil derivada del delito o cuasidelito penal es necesario que exista una sentencia penal
condenatoria ejecutoriada. De lo contrario, resulta improcedente la aplicación del juicio sumario o
deberá fundarse tal en razón de ser necesaria una tramitación rápida para que la acción sea eficaz.
En el caso de la acción civil restitutoria, debe tenerse presente que tal sólo puede interponerse ante
el juez de garantía respectivo durante el procedimiento penal, por lo que no resulta aplicable a su
respecto el procedimiento sumario.
Tampoco resulta aplicable el juicio sumario cuando la acción civil reparatoria se ejerce en el
procedimiento penal por la víctima contra el imputado, puesto que en tal caso tal será tramitada
conforme a las reglas del juicio oral en lo penal conjuntamente con la pretensión punitiva.
Finalmente, cabe señalar que dentro de la estructura del Código de Procedimiento Civil
encontramos dos artículos que hacen aplicables el juicio sumario, no obstante no encontrarse
enunciados en el inc. 2º del Art. 680. Tales materias son:
a) El procedimiento de divorcio temporal se tramita de acuerdo a las reglas del juicio sumario: "El
juicio sobre divorcio temporal se someterá a los trámites del procedimiento sumario" del Art. 754
C.P.C.
Este artículo 754 fue derogado por la Ley 19.947, pasando esa materia a ser competencia de los
tribunales de familia (art. 8 N° 16 de la Ley 19.968), la que se tramita conforme al procedimiento
ordinario contemplado en el Título III de esa Ley (arts 9 y sgtes), con las modificaciones
contenidas en las reglas especiales de la Ley 19.947.
La distinción que hemos hecho entre los casos de aplicación del juicio sumario contemplada en el
inciso 1º (aplicación general) y en los del inciso 2 (aplicación especial), no es asunto que carezca
de importancia.
En primer lugar, tiene importancia para los efectos de determinar su aplicación. Tratándose de
un caso de aplicación general ella corresponde que sea determinada por el tribunal de primera
instancia. En cambio, tratándose de la aplicación especial ella es efectuada por el legislador, y su
aplicación es obligatoria para el tribunal y las partes.
En segundo lugar, resulta trascendente la distinción, puesto que sólo respecto de los casos en que
el procedimiento sumario tiene una aplicación general rige el Art. 681, esto es, puede solicitarse y
obtenerse que el tribunal acceda al cambio o sustitución del procedimiento de sumario a
ordinario y viceversa. En los casos en que procede la aplicación especial del juicio sumario nunca
puede tener lugar su sustitución a juicio ordinario, y si se hubiere aplicado el juicio ordinario para
su tramitación lo actuado sería nulo por no haberse dado aplicación por el tribunal al procedimiento
sumario que especialmente se contempla para tal efecto.
4º. Características.
1) La ley quiere que sea un procedimiento RÁPIDO, que se reduce en sus trámites a una demanda
con su notificación, una audiencia de discusión y conciliación obligatoria, una fase probatoria
cuando haya lugar a ella, la que se rinde conforme a las reglas de los incidentes, la citación para oír
sentencia y sentencia misma.
La expedición del procedimiento sumario se ha visto reforzado con dictación de la Ley Nº 18.705
de 24 de mayo de 1988, la que incorporó a este procedimiento el trámite de la citación para oír
sentencia. En efecto, la mencionada ley, al respecto, modificó los siguientes artículos del C.P.C.: el
artículo 683 inc. 2 parte final: "Con el mérito de lo que en ella se exponga, se recibirá la causa a
prueba o se citará a las partes para oír sentencia." El artículo 685: "No deduciéndose oposición, el
tribunal recibirá la causa a prueba, o citará a las partes para oír sentencia, según lo estime de
derecho." El artículo 687: "Vencido el término probatorio, el tribunal, de inmediato, citará a las
partes para oír sentencia.”. Y el artículo 688, el cual en su inciso segundo señala: "La sentencia
definitiva deberá dictarse en el plazo de los diez días siguientes a la fecha de la resolución que citó
a las partes para oír sentencia.”.
Antes de esta reforma, al no existir resolución de citación para oír sentencia que importa la clausura
del debate, y al discutirse sobre la fatalidad o no fatalidad del término probatorio para todos los
medios de prueba, el juicio sumario podía alargarse "ad eternum", ya que bastaba con que una de
las partes (normalmente el demandado), dilatare la presentación de los medios de prueba, para que
se retardare la dictación de la sentencia definitiva en la causa.
Todo lo anterior se corrobora con un fundamento histórico en el cual basa la celeridad que el
legislador quiso dar al juicio sumario. En efecto, encontramos en el Mensaje con el que el
Presidente de la República envió el Proyecto de Código al Congreso claramente dicho propósito, al
señalarnos que "a una necesidad análoga (una tramitación sencilla y breve en la distribución de
aguas comunes) se atiende con el procedimiento sumario en aquellos casos en que la ley (Art. 680,
inc. 2º, Art. 271 y 754 del C.P.C.) o la naturaleza del derecho discutido (Art. 680, inc. 1º) requieren
un pronto fallo."
Finalmente, la sentencia será de condena cuando lleva en sí misma una prestación que
normalmente es de dar, hacer o no hacer.
En la audiencia del procedimiento sumario (comparendo) el demandado debe hacer valer toda clase
de defensas, sin importar cuál sea su naturaleza (Art. 690), y todos los incidentes y cuestiones
accesorias que se funden en circunstancias ocurridas con anterioridad. Tratándose del trámite de la
conciliación obligatoria introducido por la Ley 19. 334, éste debe verificarse también la audiencia
de contestación de la demanda, una vez que se haya evacuado ese trámite, conforme a lo previsto
en el inciso 2º del artículo 262 del C.P.C.
En efecto, la demanda se presenta por escrito ante la Corte de Apelaciones respectiva para su
distribución ante uno de los jueces de letras asiento de Corte.
Además, la mayoría de los abogados proceden a contestar la demanda por escrito en la audiencia y
solicitan que ella se tenga como parte integrante de ese comparendo de discusión.
216 Corte Suprema, Revista de Derecho y Jurisprudencia. ,t. 27, sec. 1º, p. 229.
217 Corte de Apelaciones de Santiago. 4. 4. 1997. Gaceta Jurídica. Año 1997. Abril Nº 202. Pág. 81.
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El legislador faculta a cualquiera de las partes para solicitar el cambio de procedimiento de sumario
a ordinario y viceversa. En verdad, una norma de esta característica debiera estar contemplada
dentro del juicio ordinario y no en el juicio sumario.
"En los casos del inciso primero del artículo anterior, iniciado el procedimiento sumario podrá
decretarse su continuación conforme a las reglas del juicio ordinario, si existen motivos fundados
para ello.
Asimismo, iniciado un juicio como ordinario, podrá continuar con arreglo al procedimiento
sumario, si aparece la necesidad de aplicarlo.
En cuanto a la oportunidad para promover este incidente nada ha dicho el legislador, por lo que se
estima que ella debe presentarse en cualquier estado del juicio y una vez que concurran los motivos
fundados para sustituir el procedimiento sumario a uno ordinario o cuando apareciere a necesidad
de sustituir el ordinario por el sumario.
Algunos han sostenido una tesis más restringida, señalando que la sustitución de sumario a
ordinario debería solicitarse en la audiencia de discusión; y que el cambio de procedimiento de
ordinario a sumario debería ser requerido como excepción dilatoria y antes de la contestación de la
demanda.
Este incidente tiene el carácter de previo y especial pronunciamiento, y debe ser por ello tramitado
en la misma pieza de autos y ser resuelto previamente y no en la sentencia definitiva como es la
regla general respecto de los incidentes en el juicio sumario.
La resolución que accede a la sustitución del procedimiento sólo produce efectos para futuro, no
afectando los actos que se hubieren realizado con anterioridad de acuerdo con las normas del
procedimiento sustituido.
Finalmente, debemos reiterar que no procede en caso alguno la sustitución o cambio del
procedimiento sumario a ordinario en los casos en que aquél reciba aplicación especial por
encontrarnos en algunos de los casos enumerados en el inciso 2º del artículo 680 del C.P.C.
Esta audiencia a los parientes se encuentra en el Art. 689, precepto que señala: "Cuando haya de
oírse a los parientes, se citará en términos generales a los que designa el artículo 42 del Código
Civil, para que asistan a la primera audiencia o a otra posterior, notificándose personalmente a los
que pueden ser habidos. Los demás podrán concurrir aún cuando sólo tengan conocimiento privado
del acto.
Compareciendo los parientes el tribunal les pedirá informe verbal sobre los hechos que considere
conducentes.
Si el tribunal nota que no han concurrido algunos parientes cuyo dictamen estime de influencia y
que residan en el lugar del juicio, podrá suspender la audiencia y ordenar que se les cite
determinadamente".
En la práctica, no se utiliza como debiera ocurrir legalmente. A los padres se les notifica
personalmente, al resto debiera notificarse por avisos ya que es difícil ubicarlos a todos. En el
hecho, la audiencia se realiza con los parientes que asistan, notificándose personalmente a los que
se conozca.
De acuerdo con ello, la sentencia definitiva debe pronunciarse sobre la acción deducida y los
incidentes, o sólo sobre éstos, cuando sean previos o incompatibles con aquella.
9. En el juicio sumario procede, como regla general, que se conceda la apelación en el sólo
efecto devolutivo y no en ambos efectos, respecto de las resoluciones que se dictan dentro de
él.
La regla general es que se conceda la apelación respecto de todas las resoluciones que se dicten
dentro del juicio sumario en el sólo efecto devolutivo, según se desprende de lo expuesto en el inc.
2º del Art. 691 del C.P.C., situación que en la actualidad tratándose de las sentencias
interlocutorias, autos y decretos no se aparta de la regla general contemplada en el Nº 2 del artículo
194, luego de la modificación que se introdujera a este precepto por la Ley Nº 18.705, de 24 de
mayo de 1988.
Sin embargo, se contemplan en ese precepto legal dos situaciones excepcionales en las cuales es
procedente que se conceda el recurso de apelación en ambos efectos y no en el sólo efecto
devolutivo, siendo estas las relativas a los recursos de apelación que se interponen en contra de:
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Al efecto, el artículo 691 del CPC, en su inciso 1º, prescribe que "la sentencia definitiva y la
resolución que dé lugar al procedimiento sumario en el caso del inciso 2º del artículo 681, serán
apelables en ambos efectos, salvo que, concedida la apelación en esta forma, hayan de eludirse sus
resultados."
Debemos recordar que el artículo 194 Nº 1 del Código nos señala que cuando es el demandado el
que apela, dicho recurso sólo habrá de concederse en el efecto devolutivo.
Existen aquí una contradicción entre ambos preceptos respecto del recurso de apelación que deduce
el demandado respecto de la sentencia definitiva, debiendo establecerse cual de ellos debe primar.
En la especie, se ha estimado que debe primar el artículo 691 por sobre el 194, puesto que aquél es
especial respecto de éste.
Al efecto, se ha declarado que “de conformidad con lo que dispone el Nº 1 del artículo 194 del
Código de Procedimiento Civil, las apelaciones deducidas respecto de las resoluciones dictadas en
contra del demandado en los juicios ejecutivos y sumarios se conceden en el solo efecto devolutivo.
Lo anterior significa que en el concepto resolución se incluyen las sentencias definitivas.
“No obstante lo aseverado precedentemente, el artículo 691 del mismo Código, que reglamenta el
recurso de apelación en el juicio sumario, dispone que éste debe concederse en ambos efectos
cuando se trata de sentencia definitiva y de la resolución que dé lugar al procedimiento sumario; a
su vez, esta norma establece una excepción respecto de aquellas sentencias o resoluciones cuando
concedida la apelación en esa forma, hayan de eludirse sus resultados. En consecuencia, la
sentencia definitiva que se dicta contra el demandado determina que el recurso de apelación debe
concederse en ambos efectos, correspondiendo acceder al recurso de hecho que había concedido el
recurso señalado, en el solo efecto devolutivo.”218
La apelación se tramita en segunda instancia igual que la de los incidentes, o sea, la primera
resolución que dictará el tribunal de alzada será "autos en relación" cuando se piden alegados
dentro del plazo de cinco días desde la certificación del ingreso del recurso, pues, en caso contrario,
se verá en cuenta, dictándose la resolución “dese cuenta” (Art. 199 CPC).
10. En el juicio sumario el tribunal de segunda instancia posee un mayor grado de competencia
para la dictación de la sentencia definitiva que en el juicio ordinario.
El Art. 692 del C.P.C. señala un grado mucho mayor de competencia para el tribunal de segunda
instancia en el juicio sumario que el general que existe para el conocimiento y fallo del recurso de
apelación por el tribunal de segunda instancia respecto de los otros procedimientos civiles.
En Chile existen tres situaciones o grados de competencia y fallo del tribunal de segunda instancia:
Sobre la materia, nos señala el Art. 170 del C.P.C. que "las sentencias definitivas de primera o de
única instancia y las de segunda que modifiquen o revoquen en su parte dispositiva las de otros
tribunales, contendrán: 6) La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá comprender
218 Corte Apelaciones de Antofagasta. 9. 8. 1993. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo XC. 2ª parte. Sec. 2ª.
Pág. 17 y sgtes.
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todas las acciones y excepciones que se hayan hecho valer en el juicio; pero podrá omitirse la
resolución de aquellas que sean incompatibles con las aceptadas".
Este principio aparece ratificado por lo que establece el artículo 160 del C.P.C. al señalarnos al
respecto que "las sentencias se pronunciarán conforme al mérito del proceso y no podrán
extenderse a puntos que no hayan sido expresamente sometidos a juicio por las partes, salvo
cuando las leyes manden o permitan a los tribunales proceder de oficio".
Este primer grado de competencia constituye la norma general aplicable al juicio ordinario y a todo
procedimiento que no tenga una disposición especial.
El tribunal de segunda instancia no puede resolver sino las acciones y excepciones que se hubieren
discutido por las partes en la primera instancia y que se hubieren resuelto en el fallo de primera
instancia.
En términos más simples, el tribunal de segunda instancia sólo puede pronunciarse sobre las
acciones y excepciones que se hubieren hecho valer por las partes en la primera instancia y que se
hallarán comprendidas en la sentencia de primera instancia.
Sin embargo, existen dos situaciones excepcionales en las cuales el tribunal de segunda
instancia podría entrar a pronunciarse respecto de acciones y excepciones que no se
encontraren resueltas en el fallo de primera instancia, siendo ellas a saber:
a) Cuando el tribunal de primera instancia haya dejado de resolver una acción o excepción por ser
incompatible con la acogida o resuelta.
Al efecto, se establece en el artículo 208 del C.P.C. que "podrá el tribunal de alzada fallar las
cuestiones ventiladas en primera instancia y sobre las cuales no se haya pronunciado la sentencia
apelada por ser incompatibles con lo resuelto en ella, sin que se requiera nuevo pronunciamiento
del tribunal inferior"; y
b) Cuando el tribunal, por norma legal expresa, se encuentre obligado o pueda efectuar
declaraciones de oficio.
Al efecto, se establece en el artículo 209 del C.P.C. que "del mismo modo podrá el tribunal de
segunda instancia, previa audiencia del ministerio público, hacer de oficio en su sentencia las
declaraciones que por la ley son obligatorias a los jueces, aun cuando el fallo apelado no las
contenga".
En consecuencia, en el juicio sumario el tribunal de alzada puede pronunciarse sobre todas las
cuestiones debatidas en primera instancia y no sólo respecto de aquellas que se contengan en el
fallo apelado. Para que el tribunal de segunda instancia posea competencia para conocer y
pronunciarse sobre las acciones y excepciones basta con que ellas se hayan deducido en la primera
instancia, aun cuando el fallo dictado en ella no se hubiere pronunciado a su respecto.
Finalmente, es importante resaltar que sin mediar solicitud de parte no puede entenderse que el
tribunal de segunda instancia posee este mayor grado de competencia, por lo que de no existir
dicha petición y ejercerse por el tribunal de alzada este mayor grado de competencia incurrirá en la
sentencia de segunda instancia que dicte en el vicio de ultrapetita.
Es por ello que es conveniente presentar un escrito solicitando expresamente al tribunal de alzada
que se resuelvan tales acciones o excepciones en que recayó debate, pero que no fueron resueltas
por el tribunal de primera instancia, y no formular una simple petición oral en el alegato de la cual
podría no quedar constancia alguna.
Al efecto, el Art. 527 del C.P.P. prescribe que "el tribunal de alzada tomará en consideración y
resolverá las cuestiones de hecho y las de derecho que sean pertinentes y se hallen comprendidas en
la causa, aunque no haya recaído discusión sobre ellas ni las comprenda la sentencia de primera
instancia".
Este es el grado más amplio de competencia del tribunal de segunda instancia conociendo del
recurso de apelación en nuestro ordenamiento jurídico, puesto que en él no es necesario que las
cuestiones de hecho y de derecho hayan sido debatidas y comprendidas en el fallo de primera
instancia, sino que basta con que ellas sean pertinentes y se hallen comprendidas en la causa.
De este modo, el tribunal puede jugar con toda la figura delictiva pertinente, por ejemplo, puede
acusar por robo y condenar por robo con homicidio, etc.
De allí que la ultrapetita tiene un alcance mucho más restringido en materia penal que en materia
civil, puesto que ella se configura sólo cuando la sentencia se extienda a puntos inconexos con los
que hubieren sido materia de la acusación o defensa. (Art. 541 Nº 10 del C. P.P.).
5º. Tramitación.
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1. El juicio sumario puede comenzar por medida prejudicial o por demanda (Art. 253 en
relación con el Art. 3 del C.P.C.).
Cuando el juicio comienza por medida prejudicial no se utiliza respecto de la demanda - cuando sea
aplicable- la regla de la distribución de causas. La demanda se presenta ante el mismo tribunal que
conoció de la medida prejudicial (Art. 178 COT).
Si bien el juicio sumario es oral, las partes pueden presentar minutas, con lo que el principio de la
oralidad se ve menoscabado.
3. Las reglas de comparecencia en juicio, salvo las excepciones legales (Ley 18.120),
fundamentalmente, el patrocinio y poder.
El plazo de cinco días se amplía con todo el aumento que corresponda en conformidad al art. 259
del C.P.C.
Esta regla fluye de lo establecido en el inciso 1º del artículo 683, el que señala sobre la materia:
“Deducida la demanda, citará el tribunal a la audiencia del quinto día hábil después de la última
notificación, ampliándose este plazo, si el demandado no está en el lugar del juicio, con todo el
aumento que corresponda en conformidad a lo previsto en el artículo 259.”
Además, cabe tener presente que el tribunal, si lo estima necesario o la ley así lo establece, puede
ordenar que se cite a la audiencia al oficial del ministerio público y al defensor de ausentes."
Prescribe al efecto, el artículo inc. 2º del art. 683 del C.P.C., que "a esta audiencia concurrirá el
defensor público, cuando deban intervenir conforme a la ley, o cuando el tribunal lo juzgue
necesario. Con el mérito de lo que en ella se exponga, se recibirá la causa a prueba o se citará a las
partes para oír sentencia". Por la Ley Nº 19.806, publicada en el Diario Oficial de 30 de Mayo de
2002, se eliminó la citación al oficial del ministerio público, lo que en la práctica era de rarísima
ocurrencia.
Cabe hacer notar que el Art. 683, inc. 1º no habla de notificación al demandado, sino que de última
notificación". Así, puede ocurrir que la última notificación le sea practicada al demandante, porque,
pese a la norma de la notificación de la demanda a éste por el estado diario, los tribunales pueden
no haberla efectuado. En la práctica, el receptor da por notificado personalmente al demandante y
después notifica al demandado, pero cabe la posibilidad de que primero notifique a éste y después
221
notificar a aquél. El asunto no carece de importancia, porque los plazos se cuentan en forma
distinta, pudiendo, incluso, quedar el demandado rebelde.
Por otra parte, cabe hacer presente que en el juicio sumario sólo cabe el aumento del término de
emplazamiento conforme a la tabla respectiva cuando el demandado se encuentra fuera del lugar
del juicio, y que no cabe el aumento de los tres días contemplado en el inciso segundo del artículo
258 del C.P.C.
En este caso, el demandante ratificará su demanda y pedirá que sea acogida en todas sus partes.
El demandado puede defenderse oralmente, caso en el cual habrá de dejarse constancia en acta.
Todo incidente, excepción o defensa debe necesariamente hacerse valer en la audiencia y no existe
otra oportunidad procesal para hacerlo. No reciben aplicación, por tanto, las denominadas
"excepciones mixtas o anómalas" del juicio ordinario.
Una vez producida la defensa del demandado, el Tribunal debe llevar a cabo el ofrecimiento de la
conciliación obligatoria, y no produciéndose ella totalmente, se pone término a la audiencia;
quedando en resolver si recibe la causa a prueba o citará a las partes para oír sentencia, según si
existen o no hechos pertinentes, sustanciales y controvertidos (Art. 683, inc. 2 CPC).
Algunos han sostenido, para hacer procedente la reconvención, que las disposiciones del
procedimiento ordinario son supletorias a las de los demás procedimientos especiales en la medida
que no exista oposición. Así, las reglas de la reconvención son comunes y supletorias y no existiría
ninguna norma que estuviera en contravención a las mismas tratándose del juicio sumario.
b) Las reglas del juicio ordinario respecto de la reconvención son inaplicables al procedimiento
sumario, porque éste carece de los trámites de réplica y dúplica indispensables para que el
mecanismo de la reconvención opere.
c) En los últimos años se han dictado dos leyes que confirman esta tesis. Tales leyes son la Ley Nº
18.101 sobre arrendamiento de predios urbanos, y el Código del Trabajo en sus artículos 410, 411 y
412, normativas que consagran expresamente la existencia de la reconvención. Especial interés
222
reviste la primera ley, puesto que hace aplicable el procedimiento sumario, y carecería de efecto
que hubiere contemplado expresamente la reconvención respecto del procedimiento de
arrendamiento de predios urbanos si ella procediera conforme a las reglas generales de sumario.
Incluso dentro de la estructura del Código de Procedimiento Civil, en el juicio ordinario de menor
cuantía, que carece de los trámites de réplica y dúplica, el legislador señaló expresamente la
procedencia de la reconvención, situación que no habría sido necesaria de ser la reconvención
procedente conforme a la aplicación supletoria del juicio ordinario como se sostiene para hacerla
procedente respecto del juicio sumario.
Al efecto, establece el inciso 1º del artículo 684 que "en rebeldía del demandado, se recibirá a
prueba la causa, o si el actor lo solicita con fundamento plausible, se accederá provisionalmente a
lo pedido en la demanda" (Art. 684, inc. 1º CPC).
Si el demandado formula la oposición, el tribunal cita a una nueva audiencia para el quinto día
hábil después de la última notificación.
Este comparendo, al igual que el anterior, también es de discusión, pero sin alterar la condición
jurídica de las partes: el que fue demandante lo sigue siendo y el que fue demandado pertenece en
tal calidad. Tampoco se altera la carga de la prueba.
En consecuencia, esta segunda audiencia es de discusión, pero restringida, ya que sólo se discutirá
la procedencia o improcedencia de la resolución que accede provisionalmente a la demanda.
Si el demandado no formula oposición dentro del plazo legal, el tribunal recibirá la causa a prueba,
o citará a las partes para oír sentencia. En efecto, prescribe el Art. 685 que "no deduciéndose
oposición, el tribunal recibirá la causa a prueba, o citará para oír sentencia, según lo estime de
derecho".
Sin embargo, resultaría absurdo intentarlas conjuntamente dado que si el juez acepta la oposición
ya no existiría la resolución que accede provisionalmente a la demanda, y no habrá de que apelar.
En consecuencia, cabría entender que el ejercicio de una de esas facultades genera la extinción de
la otra derivada de la preclusión, por el ejercicio de una facultad incompatible.
Señala el Art. 686 del CPC que "la prueba, cuando haya lugar a ella, se rendirá en el plazo y en la
forma establecidas para los incidentes".
La resolución que recibe la causa a prueba en el juicio sumario se notifica por cédula, dado que, de
acuerdo a la jurisprudencia de nuestros tribunales, esta resolución es previa a la prueba misma y,
por tanto, no quedaría incluida dentro de las expresiones "plazo y forma" del Art. 686 del CPC.
El término probatorio de los incidentes es de ocho días, el que se cuenta desde la última
notificación de la resolución que recibe la causa a prueba.
El plazo o término probatorio es fatal para todos los medios de prueba en atención a la forma
gramatical que emplea el Art. 90, precepto que comienza a hablar de la prueba en general para
después referirse a la prueba de testigos: "Si es necesaria la prueba, se abrirá un término de ocho
días para que dentro de él se rinda y se justifiquen también las tachas de los testigos, si hay lugar a
ellas" (inc. 1). Es la prueba general la que debe rendirse dentro del plazo de ocho días y no sólo la
de testigos.
Sin entrar al problema de determinar si el plazo o término probatorio de los incidentes es fatal o no
fatal para todos los medios de prueba, creemos que, circunscribiendo exclusivamente el asunto al
juicio sumario, el término probatorio es fatal para todos los medios de prueba, en atención a los
siguientes fundamentos:
224
a) Hemos visto que el legislador quiso que el juicio sumario fuera lo más breve posible, a fin de
que, de esta manera, pudiera ser eficaz una acción que por su naturaleza o por la ley lo requiera.
Pues bien, el objetivo del legislador sólo se compatibiliza con la existencia de un plazo fatal, como
en la especie ocurriría.
b) Por otro lado, sabemos que son términos o plazos fatales aquellos en que aparecen utilizadas las
expresiones "en" o "dentro de" (Art. 49 del C. Civil). En el artículo en comento se utiliza la voz
"en", al decir que la prueba "se rendirá en el plazo y..." O sea, independientemente que el término
probatorio de los incidentes sea o no fatal para todos los medios de prueba, el legislador quiso que
ese mismo plazo fuera fatal en el juicio sumario. En la actualidad, este argumento ha perdido fuerza
por haberse contemplado la fatalidad de los plazos respecto de todos los establecidos en el CPC., de
acuerdo a lo previsto en su artículo 64.
Surge otro problema esta vez vinculado a la reposición de la resolución que recibe la causa a
prueba en el juicio sumario.
Aplicando las reglas generales, sabemos que la resolución que recibe la causa a prueba es
susceptible de recurrirse de reposición, apelando en subsidio dentro del plazo de tres días, contados
desde la última notificación (Art. 319).
Empero, como recibe aplicación el plazo y forma de los incidentes, la lista de testigos debe ser
presentada dentro del plazo de dos días fatales, contados desde la última notificación de la
resolución que recibe el incidente a prueba.
Surge entonces un grave problema vinculado a dos plazos fatales distintos. En efecto, se puede dar
el caso de que se presente una lista de testigos antes de saber con certeza cuáles son los hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos, puesto que la reposición puede cambiarlos totalmente.
El ex Decano y Profesor Titular de la Cátedra de Derecho Procesal de esta Facultad, don Mario
Mosquera ha sostenido que la reposición no procede respecto de la resolución que recibe la causa a
prueba en los incidentes, en tal caso, el problema resulta ilusorio. Las razones por las cuales es
improcedente la reposición en los incidentes son:
a) El Art. 318 se refiere a la resolución que recibe la causa a prueba y fija los hechos sustanciales,
pertinentes y controvertidos en el juicio ordinario de mayor cuantía.
c) La resolución que recibe la causa a prueba en los incidentes se encuentra reglamentada en el Art.
323, al que no se refiere para nada al Art. 319 y, por consiguiente, al recurso de reposición.
Ahora bien, tratándose de la reposición de la resolución que recibe la causa a prueba en el juicio
sumario la situación es distinta. En efecto, hemos dicho que en la fase de prueba del juicio sumario
también recibe aplicación el juicio ordinario en todo aquello que sea anterior al término probatorio
y a la forma de rendir la prueba. Es por eso que la resolución que recibe la causa a prueba en el
juicio sumario se notifica por cédula y no por el estado, como en los incidentes.
El límite, entonces, entre las normas generales y las normas de los incidentes estaría dada por la
resolución que recibe la causa aprueba y por su notificación por cédula. Antes hay aplicación del
juicio ordinario y después de los incidentes.
225
La solución práctica para evitar cualquier tipo de inconvenientes puede consistir en solicitar la
reposición de la resolución en comento dentro del segundo día y no dentro del tercero y en un
otrosí del mismo escrito pedir que se entienda suspendido, por no haber empezado todavía a correr
el término probatorio, y así poder presentar la lista de testigos correspondiente a una vez fallado el
recurso.
Otra solución, práctica por cierto, dice relación con la presentación de la lista de testigos y a través
de las contrainterrogaciones, llevarlos a los puntos y preguntas que se quiso incluir en los puntos de
prueba de la resolución que recibe la causa a prueba.
Los testigos sólo pueden declarar sobre los puntos establecidos por el tribunal.
Una vez vencido el término probatorio, el tribunal citará a las partes para oír sentencia: "Vencido el
término probatorio, el tribunal, de inmediato, citará a las partes para oír sentencia".
5. Sentencia definitiva.
Finalmente prescribe el artículo 688 del CPC que "Las resoluciones en el procedimiento sumario
deberán dictarse, a más tardar, dentro del segundo día". Agregando en su inciso segundo que "La
sentencia definitiva deberá dictarse en el plazo de los diez días siguientes a la fecha de la
resolución que citó a las partes para oír sentencia".
226
A la entrada en vigencia del Código de Procedimiento Civil eran aplicables las normas del
contrato de arrendamiento contempladas en el Código Civil (arts. 1.915 y ss.). En el Código de
Procedimiento Civil se regula en el Título VI del Libro III Los Juicios Especiales del contrato de
arrendamiento, contemplándose en el Nº 1 El desahucio, lanzamiento y retención (arts. 588 a
606); en el Nº 2 la terminación inmediata del contrato de arrendamiento (arts. 607 a 614) y en el
Nº 3 Las disposiciones comunes a dichos procedimientos.
Con posterioridad, desde la entrada en vigencia del D.L. 520 de 1932, sucesivas leyes fueron
acentuando el carácter de contrato dirigido del arrendamiento de predios urbanos: Ley Nº
11.622, de 1954, conocida como Ley Pereira en homenaje al congresista que impulsó su
tramitación y posterior aprobación, Ley Nº 17.600 de 1972, y D.L. 964 de 1975.
En esas leyes se procedió por el legislador, por motivos de conveniencia social, a regular en
forma especial el contrato de arrendamiento de viviendas, limitando la autonomía de la voluntad
para proteger al arrendatario, regulando las rentas máximas a cobrar y los plazos de desahucio.
Las normas de dicha ley 18.101 se aplican también a los arrendamientos de viviendas ubicadas
fuera del radio urbano, aunque incluyan terreno, siempre que su superficie no exceda de una
hectárea. El contrato de arrendamiento de cualquier otro predio rústico como cualquiera otra
convención que tenga por objeto su explotación por terceros, así como las medierías y aparcerías
se rigen por las normas contenidas en el Decreto Ley 993, de 1975, que se contiene en el
apéndice del Código Civil.
Conforme al artículo 2 de la Ley 18.101, ella no es aplicable a los siguientes bienes raíces
urbanos:
1.- Predios de cabida superior a una hectárea y que tengan aptitud agrícola, ganadera o forestal,
o estén destinados a ese tipo de explotación;
3.- Viviendas que se arrienden por temporadas no superiores a tres meses, por períodos
continuos o discontinuos, siempre que lo sean amobladas y para fines de descanso o turismo;
4.- Hoteles, residenciales y establecimientos similares, en las relaciones derivadas del hospedaje,
227
No obstante, los juicios que se originen en relación con los contratos a que se refieren los Nos. 3
y 5 de este artículo, se sustanciarán con arreglo al procedimiento establecido en el Título III de
la presente ley.
Por su parte, el artículo 14 de la Ley sobre Juzgados de Policía Local dispone que en las
ciudades compuestas de una o más comunas en que no tenga asiento de sus funciones un juez de
letras de mayor cuantía, los Jueces de Policía local que sean abogados conocerán además de lo
siguiente:
1.- De las causas civiles y de los juicios relativos al contrato de arrendamiento cuya cuantía no
exceda de tres mil pesos.
Para la determinación de la cuantía debemos tener presente que el artículo 125 del C.O.T.
dispone respecto de los juicios de arrendamiento que el valor de los disputado se determinará en
los juicios de desahucio y restitución de la cosa arrendada por el monto de la renta o del salario
convenido para cada periodo de pago; y en los de reconvenciones, por el monto de las rentas
insolutas.
Por otra parte, se contempla otra regla especial en relación con la materia, al disponer el artículo
18 de la Ley 18.101 que de los juicios en que el Fisco sea parte o tenga interés conocerán en
primera instancia los jueces a que se refiere el artículo 48 del Código Orgánico de Tribunales.
Finalmente, en lo que dice relación con la regla del fuero, el artículo 133 del C.O.T. dispone que
no se considerará el fuero de que gocen las partes en los juicios que se tramiten breve y
sumariamente.
a.- Que los jueces de letras son siempre competentes para conocer de los juicios de
arrendamiento en primera instancia, cuya cuantía debe exceder de 10 Unidades Tributarias
Mensuales (art. 45 N° 2 letra a) del C.O.T., la que se determina según la regla del artículo 125
del C.O.T.
b.- Que los jueces de letras son siempre competentes para conocer de los juicios de
arrendamiento en única instancia, cuya cuantía no exceda de 10 Unidades Tributarias Mensuales
( art. 45 N° 2 letra a) del C.O.T., la que se determina según la regla del artículo 125 del C.O.T.
Excepción: Los jueces de policía local que sean abogados, en una comuna donde no tenga su
228
asiento un juez de letras son competentes para conocer en única instancia los juicios de
arrendamiento cuya cuantía no exceda de $ 3.000.
c.- Que en los juicios de arrendamiento en que sea parte o tenga interés el Fisco son conocidos
siempre en primera instancia por el juez de letras que se contempla en el artículo 48 del C.O.T.;
esto es, el juez de letras de asiento de Corte si el Fisco es demandado; o el juez de letras de
asiento de Corte o el del domicilio del demandado si el Fisco es demandante; y
Consideramos que no existe inconveniente en que los conflictos que se promueven con motivo
del contrato de arrendamiento de bienes raíces urbanos puedan ser sometidos a arbitraje por las
partes, dado que no existe norma legal alguna que contemple la existencia de un arbitraje
prohibido respecto de estas materias. Debemos tener presente que la Ley 17.600 prohibió
expresamente el arbitraje en estas materias, por lo que debemos entender que si el legislador no
ha reproducido semejante prohibición en las leyes posteriores que han regulado el contrato de
arrendamiento, debemos entender conforme a las reglas generales que nos encontramos ante un
caso de arbitraje facultativo.
El artículo 7 de la Ley 18.101 dispone que las normas de que trata este Título (De la
competencia y procedimiento) se aplicarán a los juicios relativos a los contratos de
arrendamiento de inmuebles a que se refiere el artículo 1° de esta ley.
1.- Desahucio;
229
3.- Restitución de la propiedad por expiración del tiempo estipulado para la duración del
arriendo;
6.- Otros que versen sobre las demás cuestiones derivadas de estos contratos.
En consecuencia, el procedimiento previsto en la Ley 18101 deberá aplicarse a todos los juicios
sobre materias relacionadas con un contrato de arrendamiento de bienes raíces urbanos e incluso
a los excluidos de la aplicación de la Ley en los N°s 3 y 5 del art. 2 de la Ley 18.101, como son
las viviendas que se arrienden por temporadas no superiores a tres meses, por períodos
continuos o discontinuos, siempre que lo sean amobladas y para fines de descanso o turismo; y
los estacionamiento de automóviles y vehículos.
En los contratos en que el plazo del arrendamiento se haya pactado mes a mes y en los de
duración indefinida, el desahucio no requiere fundarse en causal alguna, y puede ser dado por
el arrendador sólo por alguna de estas formas:.
1°.- Judicialmente o
En estos casos, el plazo de desahucio será de dos meses, contado desde su notificación, y se
aumentará en un mes por cada año completo que el arrendatario hubiera ocupado el inmueble.
Dicho plazo más el aumento no podrá exceder, en total, de seis meses.
El arrendatario desahuciado podrá restituir el bien raíz antes de expirar el plazo anterior y, en
tal caso, estará obligado a pagar la renta de arrendamiento sólo hasta el día de la restitución.
(art.3 Ley 18.101).
En los contratos de plazo fijo que no exceda de un año el arrendador sólo podrá solicitar
judicialmente la restitución del inmueble y, en tal evento, el arrendatario tendrá derecho a un
plazo de dos meses, contado desde la notificación de la demanda.
En este casos el arrendatario podrá restituir el inmueble antes de expirar el plazo de restitución y
sólo estará obligado a pagar la renta de arrendamiento hasta el día en que aquélla se efectúe (art.4
Ley 18.101).
Cuando el arrendamiento termine por la expiración del tiempo estipulado para su duración, por
la extinción del derecho del arrendador o por cualquier otra causa, el arrendatario continuará
obligado a pagar la renta de arrendamiento y los gastos por servicios comunes que sean de su
cargo, hasta que efectúe la restitución del inmueble.
Si el arrendatario abandonare el inmueble sin restituirlo al arrendador, éste podrá solicitar al juez
de letras competente que se lo entregue, sin forma de juicio, con la sola certificación del
abandono por un ministro de fe. Dicho funcionario levantará acta del estado en que se encuentre
el bien raíz al momento de su entrega al arrendador y remitirá copia de ella al tribunal.
De conformidad a lo previsto en el artículo 1977 del Código Civil, la mora de un período entero
en el pago de la renta, dará derecho al arrendador después de dos reconvenciones, entre las
cuales medien a lo menos cuatro días, para hacer cesar inmediatamente el arriendo, si no se
presta seguridad competente de que se verificará dentro de un pago razonable, que no bajará de
treinta días.
Al ejercitarse la acción de terminación del arrendamiento por falta de pago de la renta aludida
podrán deducirse también, conjuntamente, la de cobro de las rentas insolutas en que aquélla se
funde y las de pago de consumos de luz, energía eléctrica, gas, agua potable y de riego; gastos
por servicios comunes y de otras prestaciones análogas que se adeuden.
Para que la oralidad e inmediación del procedimiento sea una realidad y no una mera aspiración
se requiere una adecuada estructura orgánica de los tribunales, con una clara separación de
funciones jurisdiccionales y administrativas, que permita la distribución de asuntos de manera
que un juez se concentre sólo en uno de ellos en la hora de audiencia, y con funcionarios e
231
Dicha modificación se introdujo por el legislador para contemplar un procedimiento más rápido
y eficaz que el procedimiento sumario modificado que se contemplaba primitivamente en el
artículo 8° de la Ley 18.101.
En la actualidad, el artículo 8 no contempla remisión alguna al juicio sumario, sino que, por el
contrario, en la historia de la ley, se dejó constancia que debía mas bien aplicarse
supletoriamente las normas que regulan los procedimientos de las querellas posesorias.
Al efecto, se señaló por el profesor Tavolari que “si a algún procedimiento se asemeja el nuevo
que se proyecta, es al de las querellas o interdictos posesorios del Título IV del Libro III de ese
Código, título del cual están tomadas varias normas que se adoptan. En consecuencia, habría que
eliminar la referencia al procedimiento sumario”.220
Finalmente, debemos hacer presente que nuestro legislador debería abstenerse de seguir
introduciendo modificaciones procedimentales en un sistema escrito, y lo que se requiere
derechamente es implementar un sistema oral, con las modificaciones orgánicas y
procedimentales que ello implica.
Las reformas que se introducen a los procedimientos incorporando atisbos de oralidad sin
modificaciones orgánicas y de sistema procedimental, conllevan a que las normas que se
consagran no se cumplan, como ocurre a título ejemplar con la apreciación de la sana crítica que
necesariamente requiere de inmediación para su real vigencia. Por otra parte, seguimos con
prácticas de procedimientos escritos dentro de procedimientos orales, como es la absolución de
posiciones, propio del primer procedimiento, en lugar del interrogatorio de partes, que es el
medio de prueba en el procedimiento oral.
Finalmente, las normas que contemplan a un juez como real conductor del proceso, como son
las que en un procedimiento oral contemplan las facultades del juez respecto de una audiencia
preparatoria en cuanto a la delimitación de los hechos que requieren ser probados y acotamiento
de las pruebas que han de rendirse, no se contemplan dentro del nuevo procedimiento de
arrendamiento.
El juicio de arrendamiento especial regulado en la Ley 18.101 se rige por las siguientes reglas:
El procedimiento será verbal; pero las partes podrán, si quieren, presentar minutas escritas en
que se establezcan los hechos invocados y las peticiones que se formulen (art. 8° N° 1 Ley
18.101).
Las partes podrán comparecer y defenderse personalmente, en primera instancia, en los juicios
cuya renta vigente al tiempo de interponerse la demanda no sea superior a cuatro unidades
220 Anexo de documentos sesión 26 del Senado, de 22 de enero de 2003, pág 3.211
232
2) Requisitos de la demanda.
En la demanda deberán indicarse los medios de prueba de que pretende valerse la demandante.
En el escrito de demanda se debe incluir una nómina conteniendo la individualización de los
testigos que el actor se proponga hacer declarar (art. 8° N° 3 Ley 18.101).
Deducida la demanda, citará el tribunal a la audiencia del quinto día hábil después de la última
notificación (art. 8° N° 1 Ley 18.101).
Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 44 del C.P.C., se presumirá de pleno derecho
como domicilio del demandado el que corresponda al inmueble arrendado.
Además, la notificación de la demanda se efectuará conforme a la norma del inciso primero del
artículo 553 del Código de Procedimiento Civil, esto es, en el caso del artículo 44 se hará la
notificación en la forma indicada en el inciso 2 de dicho artículo, aunque el querellado no se
encuentre en el lugar del juicio (art. 8° N° 2 Ley 18.101).
De acuerdo con las reglas anteriores, la notificación del artículo 44 basta que se certifique por el
ministro de fe que el demandado ha sido buscado en dos días distintos en el inmueble
arrendado, para que el tribunal decrete la notificación conforme a lo previsto en aquel precepto
legal. Atendida la existencia de una presunción de derecho, el demandado no podrá alegar que
la nulidad notificación por haberse practicado en el inmueble arrendado, aunque no tenga en
dicho lugar su domicilio.
La nómina con los testigos del demandado debe presentarse hasta antes de las 12:00 horas del
día que preceda al de la audiencia (art. 8° N° 3 Ley 18.101).
6) Desarrollo de la Audiencia.
6.1. Asistencia.
La audiencia tendrá lugar con sólo la parte que asista. (art. 8° N° 4 Ley 18.101).
6.3. Reconvención
6.3.2 Tramitación.
Las partes se entenderán citadas de pleno derecho a dicha nueva audiencia y se procederá en
ella en conformidad a las reglas de celebración de la audiencia que se han señalado. (art. 8°
N°s 6 inc.3° Ley 18.101
En este caso, cualquiera de las partes podrá solicitar se reserve para dicha audiencia el
examen de la prueba que no pudiere ser rendida en el acto (art. 8° N°s 6 inc.3° Ley 18.101)
El tribunal, de oficio o a petición de parte, podrá decretar los medios probatorios que estime
pertinentes. (art. 15 Ley 18.101).
La prueba testimonial no se podrá rendir ante un tribunal diverso de aquél que conoce de la
causa (art. 8° N° 7 Ley 18.101).
Sólo podrán declarar hasta cuatro testigos por cada parte (art. 8° N° 3° Ley 18.101).
234
Concluida la recepción de la prueba, las partes serán citadas a oír sentencia. (art. 8° N° 7 Ley
18.101).
6.9. Incidentes
La prueba será apreciada conforme a las reglas de la sana crítica (art. 8° N° 7 Ley 18.101).
La sentencia definitiva se pronunciará sobre la acción deducida y sobre los incidentes, o sólo
sobre éstos cuando sean previos o incompatibles con aquélla (art. 8° N° 8 Ley 18.101).
Sólo serán apelables la sentencia definitiva de primera instancia y las resoluciones que
pongan término al juicio o hagan imposible su continuación (art. 8° N° 9 Ley 18.101).
Todas las apelaciones se concederán en el solo efecto devolutivo (art. 8° N° 9 Ley 18.101).
El recurso de apelación tendrá preferencia para su vista y fallo (art. 8° N° 9 Ley 18.101).
En segunda instancia, podrá el tribunal de alzada, a solicitud de parte, pronunciarse por vía
de apelación sobre todas las cuestiones que se hayan debatido en primera para ser falladas en
definitiva, aun cuando no hayan sido resueltas en el fallo apelado (art. 8° N° 9 Ley 18.101).
Para que a los subarrendatarios les sean oponibles lo obrado y la sentencia recaída en los
juicios de desahucio, de restitución o de terminación del arrendamiento por falta de pago de
la renta seguidos contra el arrendatario, les deberá ser notificada la demanda o deberán
haberse apersonado a la causa.
Con tal fin, en dichos juicios el ministro de fe, en el acto de notificación personal de la
demanda, requerirá de juramento al demandado acerca de la existencia o no de
subarrendatarios y, en caso afirmativo, de sus nombres. El ministro de fe deberá dejar
constancia escrita de la notificación a una persona adulta ocupante del inmueble.
Como resguardo de los derechos de los subarrendatarios, se establece que en los juicios de
terminación del arrendamiento por falta de pago de la renta seguidos contra un
subarrendador, los subarrendatarios podrán pagar al demandante, antes de la dictación de la
sentencia de primera instancia, las rentas adeudadas por el arrendatario. Si así lo hicieren,
enervarán de este modo la acción y tendrán derecho a ser reembolsados de ellas por el
subarrendador, con más el interés corriente a contar de su pago, o a imputarlas a las rentas
más inmediatas; todo ello, sin perjuicio de las indemnizaciones que correspondan (art.12 Ley
18.101).
Esta es una norma que constituye una excepción a la regla contenida en el artículo 1977 del
Código Civil, ya que los subarrendatarios no están obligados a pagar en la audiencia, sino que
en cualquier estado del juicio, mientras no se haya dictado sentencia de primera instancia.
La Ley 18.101 contiene una serie de disposiciones sustantivas, siendo las más trascendentes
las siguientes:
236
Son irrenunciables los derechos que la Ley 18.101 confiere a los arrendatarios (art. 19 Ley
18.101).
4.2. Presunción de renta a favor del arrendatario cuando contrato no consta por escrito.
En los contratos de arrendamiento regidos por esta ley que no consten por escrito, se
presumirá que la renta será la que declare el arrendatario (art. 20. Ley 18.101).
En caso de mora, los pagos o devoluciones que deban hacerse entre las partes de todo
contrato de arriendo, regido o no por la Ley 18.101, se efectuarán reajustados en la misma
proporción en que hubiere variado el valor de la unidad de fomento entre la fecha en que
debieron realizarse y aquella en que efectivamente se hagan.
El retiro del depósito por el arrendador no significará renuncia a sus derechos ni producirá los
efectos previstos en el inciso tercero del artículo 1.956 del Código Civil.
Si trascurridos tres años desde la fecha del ingreso del depósito en el Servicio de Tesorerías,
el arrendador no hubiere efectuado su retiro, los fondos correspondientes pasarán a rentas
generales de la Nación (art. 23. Ley 18101).
4.6. Auxilio de la policía para garantizar el derecho legal de retención del arrendador.
Para los efectos del artículo 1.942 del Código Civil (derecho legal de retención del arrendador),
a los contratos de arrendamiento regidos por la Ley 18.101 les será aplicable lo dispuesto en el
artículo 598 del Código de Procedimiento Civil (art. 23 bis Ley 18101).
El artículo 598 citado, dispone que si el arrendatario pretendiera burlar el derecho de retención
que concede al arrendador el artículo 1942 del Código Civil extrayendo los objetos a que dicho
237
artículo se refiere, podrá el arrendador solicitar el auxilio de cualquier funcionario de policía para
impedir que se saquen esos objetos de la propiedad arrendada.
El funcionario de policía prestará este auxilio sólo por el término de dos días, salvo que
transcurrido este plazo le exhiba el arrendador copia autorizada de la orden de retención
expedida por el tribunal competente.
4.7. Sanción de determinadas conductas con multas, a imponerse por juez que conoce del
juicio de arrendamiento.
Serán sancionados con multas de una a sesenta unidades de fomento, que impondrá el juez que
conozca del juicio en que sea controvertido el hecho que las motiva:
1) El arrendatario que, en los casos contemplados en los incisos segundo y tercero del artículo
11, incurriere en falsedad en la declaración, sea acerca de la existencia o no de subarrendatarios,
sea acerca de sus nombres;
2) El subarrendador que, habiendo percibido las rentas de subarriendo, no pagare la renta del
arrendamiento y a consecuencias de ello el subarrendatario fuese lanzado del inmueble y
Las multas indicadas serán de beneficio fiscal e ingresarán a Rentas Generales de la Nación, (art.
24 Ley 18.101).
238
1°. Reglamentación.
El juicio de menor cuantía se encuentra regulado en el párrafo 1° del Título XIV del Libro III del
Código de Procedimiento Civil (arts. 698 a 702).
2°. Aplicación.
El juicio de menor cuantía debe recibir aplicación para la tramitación de todas las acciones
(pretensiones) declarativas, constitutivas y de condena respecto de las cuales concurran los
siguientes requisitos copulativos:
El procedimiento de menor cuantía tiene una aplicación residual, al igual que el juicio ordinario de
mayor cuantía, por lo que sólo podrá utilizársele en el caso que el legislador no haya establecido un
procedimiento especial para la tramitación de la acción declarativa que se hubiere deducido. Así,
por ejemplo, si se hiciere valer una acción de alimentos no cabrá darle aplicación al juicio ordinario
de menor cuantía, por recibir aplicación en tal caso el procedimiento contemplado en el artículo 1°
de la Ley de Abandono de Familia y Pago de Pensiones Alimenticias.
2. La cuantía del juicio debe ser superior a 10 Unidades Tributarias Mensuales y no pasar de
500 Unidades Tributarias Mensuales.
Los nuevos montos para la aplicación del procedimiento de menor cuantía fueron fijados por la Ley
19. 594 de 1 de Diciembre de 1998, los cuales son muy superiores a las que se contemplaban en
pesos antes de su dictación, lo que permitirá darle a este procedimiento una mucho mayor
aplicación.
De acuerdo con ello, debemos tener presente que al mes de Noviembre de 2018, el procedimiento
de menor cuantía debe ser aplicado a las causas de una cuantía superior a $480.160, pero que no
superen $24.080.000, en atención a que la Unidad Tributaria mensual asciende a ese mes a la
cantidad de $ 48.160.
3°. Características.
Lo anterior se demuestra porque el juicio de menor cuantía tiene como base el juicio ordinario de
mayor cuantía, pero con las modificaciones consistentes en los menores plazos y la supresión de
los trámites que se contemplan en relación con éste.
2. Es un procedimiento extraordinario:
En el caso del juicio de menor cuantía, entendemos que éste es extraordinario toda vez que se ha
fallado por la jurisprudencia de nuestros tribunales que el único procedimiento ordinario, común y
general es el juicio ordinario civil de mayor cuantía que regula el Libro II del C.P.C.
239
El juicio de menor cuantía tiene una aplicación general, puesto que conforme a él deben tramitarse
todas las acciones declarativas respecto de las cuales no se contemple un procedimiento especial y
cuya cuantía sea superior a 10 UTM y no superior a 500 UTM.
4°. Tramitación.
La regla general es que el procedimiento de menor cuantía se tramita de acuerdo con las normas del
procedimiento ordinario de mayor cuantía que se regula en el Libro II del Código de Procedimiento
Civil, sólo con las modificaciones que expresamente se contemplan por parte del legislador (Art.
698).
c. En el juicio de menor cuantía no regirá la disposición del inciso 2° del artículo 258, esto es, no se
contempla el aumento de tres días del termino de emplazamiento en caso que el demandado haya sido
notificado dentro del territorio jurisdiccional, pero fuera de los límites de la comuna que sirve de
asiento al tribunal.
De acuerdo con las reglas anteriores, podemos establecer como principio general que el término de
emplazamiento en el juicio ordinario es de 8 días, con más el aumento de la tabla de emplazamiento si
el demandado hubiere sido notificado de la demanda fuera del territorio jurisdiccional del tribunal que
conoce del juicio, sin que el aumento pueda exceder de 20 días. En otras palabras, el término de
emplazamiento jamás podrá tener una duración superior a 28 días.
d. En el caso del artículo 308, esto es, cuando se hubieren desechado las excepciones dilatorias o
subsanado los vicios de las excepciones dilatorias que se hubieren acogido, el plazo para contestar la
demanda será de 6 días y no de 10 días como ocurre en el juicio ordinario.
En el juicio de menor cuantía no se contemplan los escritos de réplica y dúplica durante el período de
discusión como acontece en el juicio ordinario. Al haberse suprimido los escritos de réplica y de
dúplica, no podrá hacerse uso de la facultad contemplada en el artículo 312 del C.P.C.
3. Procede la reconvención, pero sin que se contemplen respecto de ella los escritos de réplica
y de dúplica (Art. 698 N° 1 inc. 2° CPC).
En el juicio de menor cuantía es procedente la reconvención por parte del demandado y si ella se
deduce debe dársele traslado de ella al demandante por seis días para que oponga excepciones
dilatorias respecto de ella o la conteste.
Sin embargo, respecto de la reconvención no se contemplan los trámites de los escritos de réplica y de
dúplica.
Al igual que en el juicio ordinario, procede una vez concluido el período de discusión que se cite
obligatoriamente por parte del tribunal a una audiencia de conciliación, pero contemplándose menores
plazos para su realización.
Al igual que en el juicio ordinario, en el procedimiento de menor cuantía se contemplan las tres clases
de termino probatorio: ordinario, extraordinario y especiales, contemplándose modificaciones sin
embargo respecto de los dos primeros.
El término probatorio ordinario en el juicio de menor cuantía tendrá una duración de 15 días, y no 20
como ocurre en el juicio ordinario.
En cuanto a los términos probatorios especiales rigen las normas del juicio ordinario de mayor cuantía.
El plazo para presentar el escrito de observaciones a la prueba, esto es, el término a que se refiere el
artículo 430, será de 6 días; y no de 10 días como ocurre en el juicio ordinario.
Al igual que en el juicio ordinario se contempla en el juicio de menor cuantía el trámite de la citación
para oír sentencia a partir de la dictación de la Ley Nº 18.705 de 24 de mayo de 1988, que la introdujo
en este procedimiento (art. 698 N° 6 CPC).
241
En el juicio de menor cuantía, la sentencia se dictará dentro de los 15 días siguientes al de la última
notificación de la resolución que cita a las partes para oírla; y no dentro de 60 días como ocurre en el
juicio ordinario (art. 162 inc. 3° CPC), sin perjuicio de tener presente que ambos plazos no revisten el
carácter de fatales por haberse establecido para la realización de una actuación propia del tribunal (art.
64 CPC).
8. Recurso de apelación.
Para analizar las diferencias que se contemplan respecto del recurso de apelación en el juicio ordinario
de menor cuantía es menester distinguir entre el recurso que se hace valer contra la sentencia definitiva
y las otras resoluciones que se dictan durante la tramitación de la primera instancia.
a. Se establece que la apelación de la sentencia definitiva se tramitará como en los incidentes, norma
que en la actualidad carece de toda significación atendido a que se ha suprimido el trámite de la
expresión de agravios, y siempre la resolución que se dicta por el tribunal de alzada, luego de
verificado el examen de admisibilidad del recurso, es “autos en relación” (Art. 699 CPC).
Esta norma debemos entenderla derogada, puesto que establece una acumulación limitada a los
recursos de apelación que menciona, en circunstancias que en la actualidad la acumulación de
recursos para su vista dice relación con todos los recursos que incidan en una misma causa, la debe
ser efectuada de oficio o a petición de parte, sean los recursos interpuestos en la misma causa de
apelación, casación, recurso de queja cuando fuere procedente como ocurre con los árbitros
arbitradores, conforme a lo previsto en el inciso segundo del artículo 66 del C.O.T., modificado por
la Ley 18. 969 de 10 de marzo de 1990.
c. Se establece que, en las apelaciones deducidas en los juicios de menor cuantía, los alegatos no
podrán exceder de quince minutos, salvo que el tribunal acuerde prorrogar este tiempo hasta el
doble (Art. 699 inc. 2° CPC). En el recurso de apelación en contra de resoluciones dictadas en el
juicio ordinario la duración de los alegatos es de media hora por cada abogado, pero el tribunal a
petición del interesado puede prorrogar el plazo por el tiempo que estime conveniente (Art. 223
inc. 4 C.P.C.)
d. Se establece que el tribunal destinará, por lo menos, un día de cada semana a la vista preferente de
estas causas conforme a lo establecido en el artículo 701 del CPC, lo que no acontece con las
apelaciones deducidas en el juicio ordinario; y que la sentencia deberá dictarse dentro del plazo de
quince días, contado desde el término de la vista de a causa según lo previsto en el artículo 702, en
circunstancias que en el juicio ordinario se establece un plazo de 60 días (Art. 162 inc. 3° C.P.C.) .
En esta materia debemos distinguir dos tipos de situaciones para los efectos distinguir la oportunidad
en la cual debe ser concedido el recurso de apelación para ante el tribunal de alzada con el fin de que
este lo conozca y falle.
La regla general dentro del juicio de menor cuantía respecto del recurso de apelación que se deduzca
en primera instancia en contra de resoluciones que lo hacen procedente y que no tengan el carácter de
sentencia definitiva es la concesión diferida del recurso de apelación.
Al efecto, conforme a lo previsto en el N° 7 del artículo 698 del CPC, la regla general es que deducida
una apelación en contra de una resolución que no tenga el carácter de sentencia definitiva, el juez
tendrá por interpuesto el recurso para después de la sentencia que ponga término al juicio. El apelante
deberá reproducirlo dentro de los cinco días subsiguientes al de la notificación de la sentencia y en
virtud de esta reiteración, lo concederá el tribunal.
En otras palabras, lo que este precepto establece es que la parte debe deducir el recurso de apelación
en contra de una resolución que no sea sentencia definitiva durante el curso del procedimiento y en la
forma y en los plazos que sean procedentes de conformidad con las reglas generales. Sin embargo, el
tribunal frente a la interposición del recurso sólo debe tenerlo por interpuesto dictando una resolución
de mero téngase presente, pero no concederlo para ante el tribunal de alzada, puesto que el apelante va
a tener la carga que reproducirlo dentro de los cinco días siguientes al de la notificación de la sentencia
definitiva y sólo en virtud de esta reiteración el tribunal lo concederá. De acuerdo con ello, la regla
general será que el tribunal de alzada conozca de la apelación de la sentencia definitiva así como de las
apelaciones que se concedan por la reiteración que se efectúe dentro del plazo previsto en la ley en una
misma oportunidad, sin que se contemple la revisión por el tribunal de alzada por vía de apelación de
las resoluciones que se dicten durante el curso de la tramitación del asunto en la primera instancia.
Este precepto sobre la apelación diferida es de gran importancia y a su respecto debemos tener
presente lo siguiente:
Creemos que lo lógico sería que la reiteración de las apelaciones en contra de resoluciones deducidas
durante el curso del procedimiento se haga al momento de deducir el recurso de apelación, por lo que
tratándose de la sentencia definitiva debería establecerse que dicha reiteración de apelaciones debería
efectuarse en el plazo de 10 días y al deducir el recurso de apelación en contra de la sentencia
definitiva. Lo ideal sería establecer como regla general respecto de la reiteración de las apelaciones
deducidas durante el curso del procedimiento en contra de resoluciones que no revistan el carácter de
sentencias definitivas que ellas se reiteren al momento de deducir el recurso de apelación en contra de
la sentencia definitiva o de las resoluciones que pongan término al juicio o hagan imposible su
continuación.
Sin embargo, esa regla general reconoce excepciones, esto es, existen apelaciones en contra de
determinadas resoluciones que no revisten el carácter de sentencia definitiva, que una vez interpuestas
243
durante la tramitación de primera instancia deben ser concedidas de inmediato para ante el tribunal de
alzada, no pudiéndose diferir su otorgamiento para que ellas se reproduzcan luego de dictada la
sentencia que ponga término al juicio.
Las apelaciones que deben ser concedidas de inmediato por el tribunal de primera instancia para
ante el tribunal de alzada una vez que ellas han sido interpuestas, y respecto de las cuales no cabe
su concesión en forma diferida, como es la regla general, son las que se interponen en contra de las
siguientes resoluciones:
Todas las apelaciones que se deduzcan en contra de estas resoluciones deberán ser concedidas de
inmediato por el tribunal de primera instancia para ante el tribunal de alzada, el que deberá proceder a
su conocimiento sin que ellas se acumulen para su vista conjunta con la apelación que se deduzca en
contra de la sentencia que ponga término al juicio, como ocurre con las apelaciones en contra de las
resoluciones que no revistan el carácter de sentencia definitiva y que se rigen por la regla especial
antes señalada.
9. Recurso de casación.
Respecto del recurso de casación no se establece ninguna modificación, por lo que deberán aplicarse a
su respecto las reglas generales que a su respecto se contemplan en el Título XIX del Libro III del
C.P.C.
Debemos hacer presente respecto del recurso de casación en el fondo que en la actualidad el elemento
cuantía del procedimiento no será un elemento que permita establecer la improcedencia de éste al
haberse eliminado la existencia de una determinada cuantía como requisito de procedencia de este
medio de impugnación en el artículo 767 del C.P.C., modificado por la Ley 19. 374 de 18 de febrero
de 1995.
244
El juicio de mínima cuantía se encuentra regulado en el párrafo 2° del Título XIV del Libro III del
Código de Procedimiento Civil (arts. 703 a 729).
2°. Aplicación.
El juicio de mínima cuantía debe recibir aplicación para la tramitación de todas las acciones
(pretensiones) declarativas, constitutivas y de condena respecto de las cuales concurran los
siguientes requisitos copulativos:
El procedimiento de mínima cuantía tiene una aplicación residual, al igual que el juicio ordinario
de mayor y menor cuantía, por lo que sólo podrá utilizársele en el caso que el legislador no haya
establecido un procedimiento especial para la tramitación de la acción declarativa que se hubiere
deducido. Así, por ejemplo, si se hiciere valer una acción de alimentos no cabrá darle aplicación al
juicio ordinario de mínima cuantía, por recibir aplicación en tal caso el procedimiento contemplado
en el artículo 1° de la Ley de Abandono de Familia y Pago de Pensiones Alimenticias.
El nuevo monto de la cuantía para la aplicación del procedimiento de mínima cuantía fue fijado por
la Ley 19.594 de 1° de Diciembre de 1998, el cual es muy superior al que se contemplaban en
pesos antes de su dictación, lo que permitirá concebir que en la actualidad este procedimiento
reciba aplicación. De acuerdo con ello, debemos tener presente que al mes de Noviembre de 2018,
el procedimiento de menor cuantía debe ser aplicado a las causas de una cuantía inferior a
$480.160, en atención a que la Unidad Tributaria mensual asciende a ese mes a la cantidad de
$48.160.
3°. Características.
Es un procedimiento verbal, más informal, breve y concentrado que el juicio ordinario de mayor y
menor cuantía, dotándose al tribunal de mayores atribuciones que en éstos.
2. Es un procedimiento extraordinario:
En el caso del juicio de mínima cuantía, entendemos que éste es extraordinario toda vez que se ha
fallado por la jurisprudencia de nuestros tribunales que el único procedimiento ordinario, común y
general es el juicio ordinario civil de mayor cuantía que regula el Libro II del C.P.C.
El juicio de mínima cuantía tiene una aplicación general, puesto que conforme a él deben tramitarse
todas las acciones declarativas respecto de las cuales no se contemple un procedimiento especial y
cuya cuantía no sea superior a 10 UTM (Art. 703 CPC).
Además, debemos tener presente que en el Código de Procedimiento Civil se contempla solo un
procedimiento ejecutivo de mínima cuantía, sin que se contemple un procedimiento ejecutivo de
menor cuantía como ocurre con los procedimientos declarativos.
4°. Tramitación.
1. Demanda.
Ello es posible en atención a que el procedimiento será verbal, pero las partes podrán presentar
minutas escritas en que se establezcan los hechos invocados y las peticiones que se formulen (Art. 704
CPC).
La demanda deberá ser proveída con una resolución en que se cite a las partes para que comparezcan
personalmente, o representadas por mandatarios con facultad especial para transigir, en el día y hora
que se designe (Art. 704 y 262 inc. 2° CPC).
El tribunal fijará para esta audiencia un día determinado que no podrá ser anterior al tercer día hábil
desde la fecha de la resolución y cuidará de que medie un tiempo prudencial entre la notificación del
demandado y la celebración de la audiencia.
del Cuerpo de Carabineros. Deberá entregarse copia íntegra del acta y del proveído a que se refiere el
artículo anterior.
Las mismas personas podrán practicar la notificación establecida en el artículo 44 cuando ella sea
procedente (Art. 705 CPC).
Para practicar notificaciones en estos juicios serán hábiles las horas comprendidas entre las seis y las
veinte horas de todos los días del año (Art. 708 CPC), norma especial que hoy no tiene gran
trascendencia en atención a que ella reviste en la actualidad el carácter de general conforme a lo
previsto en el inciso 2° del artículo 41 del C.P.C.
La audiencia de contestación se celebrará con la parte que asista. En caso de inconcurrencia del
demandado, podrá el tribunal suspender la audiencia si estima que la demanda no le ha sido notificada
mediando el tiempo prudencial a que se refiere el artículo 704; o si habiéndosele notificado en la
forma prevista en el artículo 44 haya motivo para creer que la copia correspondiente no ha llegado con
oportunidad a su poder.
En tales casos deberá dictarse una resolución fundada en la cual se señalará nuevo día y hora para la
celebración de la audiencia (Art. 710 CPC).
El tribunal, después de oír al demandado, llamará a las partes a avenimiento y producido éste, se
consignará en un acta.
En la misma audiencia el tribunal entregará a cada parte copia íntegra autorizada de la referida acta.
Finalmente, debemos tener presente que la práctica de toda diligencia probatoria deberá solicitarse en
la audiencia de contestación so pena de no ser admitida después, sin perjuicio de que el tribunal pueda
247
de oficio, para mejor resolver, en cualquier estado de la causa, decretar todas las diligencias y
actuaciones conducentes a la comprobación de los hechos discutidos, debiendo emplear para ello el
mayor celo posible (Art. 714 CPC).
Contestada la demanda o en rebeldía del demandado, el juez resolverá si debe o no recibirse la causa a
prueba.
En caso afirmativo fijará los puntos sobre los cuales debe recaer y señalará una audiencia próxima
para recibirla.
En caso contrario, citará a las partes para oír sentencia, la que deberá dictar a más tardar en el plazo de
los ocho días subsiguientes (Art. 715 CPC).
La resolución que reciba la causa a prueba y las resoluciones que ordenen la comparecencia personal
de las partes y la sentencia definitiva, se notificarán por cédula, en conformidad al artículo 48 (Art.
706 CPC). Las demás resoluciones se notifican por el Estado diario (Art. 707 CPC).
La misma regla se observará con respecto a los mandatarios que constituyan las partes. El domicilio
deberá designarse al tiempo de presentarse o constituirse el poder.
Los instrumentos sólo podrán presentarse conjuntamente con la demanda o en las audiencias de
contestación o de prueba y las partes deberán formular las observaciones y las impugnaciones que
procedan en la audiencia en que se acompañen o en la inmediatamente siguiente. Los incidentes a
que den lugar las observaciones e impugnaciones deberán tramitarse y probarse al mismo tiempo
que la cuestión principal. Los que se formulen en la audiencia de prueba se deberán probar en esa
misma audiencia salvo que el tribunal por motivos fundados fije una nueva audiencia para ello
(Art. 714 inc. 2° CPC).
248
Si las partes desean rendir prueba testimonial, deberán, en la audiencia de contestación o dentro de los
tres días siguientes a la notificación de la resolución que reciba la causa a prueba, hacer anotar en el
proceso el nombre, profesión u oficio y domicilio de los testigos que ofrezcan presentar y si los
testigos deben o no ser citados por el tribunal. En la audiencia indicada el juez hará saber a las partes
estas circunstancias.
Sólo podrán declarar cuatro testigos por cada parte sobre cada uno de los puntos de prueba que fije el
juez (Art. 716 CPC).
La declaración de testigos se prestará bajo juramento, en presencia de las partes que asistan, quienes
podrán dirigir preguntas al deponente por conducto del juez.
Antes de la declaración de cada testigo, la parte contra quien deponga podrá deducir las tachas de
los artículos 357 y 358, que a su juicio le inhabiliten para declarar. El juez, si lo estima necesario,
proveerá lo conducente al establecimiento de las inhabilidades invocadas, las que apreciará en
conciencia en la sentencia definitiva.
Las inhabilidades que se hagan valer en contra de los testigos no obstan a su examen, pero el tribunal
podrá desechar de oficio a los que, según su criterio, aparezcan notoriamente inhábiles (Art. 717
CPC).
La confesión judicial de las partes podrá pedirse por una sola vez en el juicio.
Decretada la confesión, el juez la tomará de inmediato si está presente la parte que deba prestarla. En
caso contrario procederá a tomarla en la audiencia de prueba o en otra que señale para este solo efecto.
Si el absolvente se niega a declarar o da respuestas evasivas, el juez podrá dar por confesados los
hechos materia de la respectiva pregunta.
Si el absolvente no concurre el día y hora fijados y siempre que al pedir la diligencia la parte haya
acompañado pliego de posiciones, se darán éstas por absueltas en rebeldía, sin necesidad de nueva
citación, teniéndose al absolvente por confeso de todos aquellos hechos que estén categóricamente
afirmados en dicho pliego, y que a juicio del tribunal sean verosímiles.
5. 4. Prueba pericial.
Siempre que el tribunal decrete informe de peritos designará preferentemente para el cargo al
empleado público, municipal o de institución semifiscal que estime competente, quien estará
obligado a desempeñarlo gratuitamente (Art. 720 CPC).
249
Los informes periciales se presentarán por escrito, pero el juez podrá pedir informes verbales que se
consignarán en los autos con las firmas de quienes los emitan. De ellos deberá darse cuenta en la
audiencia de prueba siempre que sea posible (Art. 720 CPC).
5. 5. Inspección personal.
Cuando hayan de practicarse diligencias probatorias fuera de la sala de despacho, podrá el tribunal
proceder por sí solo o con notificación de las partes, según lo estime conveniente (Art. 719 CPC).
5.6. Protocolización.
De todo lo obrado en la primera audiencia y en las demás que se celebren, se levantará acta firmada
por el juez, las partes asistentes, los testigos que hayan declarado y el secretario, si lo hay, o en defecto
de éste, un ministro de fe o una persona que, en calidad de actuario, nombre el tribunal.
6. Apreciación de la prueba.
Sin embargo, podrá el tribunal, en casos calificados, estimarla conforme a conciencia, y según la
impresión que le haya merecido la conducta de las partes durante el juicio y la buena o mala fe con
que hayan litigado en él (Art. 724 CPC).
Si no fuere procedente recibir la causa a prueba, debe citar a las partes para oír sentencia al concluir el
comparendo de contestación y conciliación, la que deberá dictar a más tardar en el plazo de los ocho
días subsiguientes (Art. 715 CPC).
Si se hubiere recibido la causa a prueba, el tribunal citará a las partes para oír sentencia y la dictará
dentro de los sesenta días contados desde la celebración de la audiencia de contestación, salvo que lo
impidan circunstancias insuperables, de las cuales dejará constancia en la sentencia y de ello dará
cuenta oportunamente en los estados mensuales a que se refiere el artículo 586 N° 4° del Código
Orgánico de Tribunales (Art. 722 CPC).
8. Sentencia definitiva.
El artículo 725 establece los requisitos que debe cumplir la sentencia definitiva, no cabiendo en este
caso dar aplicación al artículo 170 del C.P.C. Al efecto, señala ese precepto que la sentencia definitiva
deberá expresar:
Deberá dejarse copia íntegra de la sentencia definitiva y de todo avenimiento o transacción que ponga
término al juicio en el libro de sentencias que se llevará con este objeto.
Además, la regulación de las costas, cuando haya lugar a ellas, se hará en la sentencia misma (Art. 726
CPC).
9. Los incidentes.
Los incidentes deberán formularse y tramitarse en las audiencias de contestación y de prueba y su fallo
se reservará para la sentencia definitiva, la que será inapelable (Art. 723 CPC).
Podrá el tribunal, atendida la naturaleza del incidente, tramitarlo separadamente con audiencia verbal
de la parte contraria y decretar las diligencias adecuadas a su acertada resolución. De igual modo
podrán tramitarse los incidentes especiales de que tratan los artículos 79, 80 y 81; los Títulos X, Xl,
XII, XIII, XIV, XV y XVI del Libro I y los Títulos IV y V del Libro II.
Las resoluciones que se dicten en todo procedimiento incidental, cualquiera sea su naturaleza, serán
inapelables.
El plazo para que se declare abandonado el procedimiento en estos juicios, será de tres meses (Art.
709 CPC).
El recurso de apelación es improcedente tanto respecto de la sentencia definitiva (art. 723 inc. 1°) , la
resolución que recibe la causa a prueba (art. 715) como respecto de las resoluciones que se dicten en
todo procedimiento incidental (Art. 723 inc. Final CPC).
Con ello no se hace más que aplicar la regla general consistente en que los jueces de letras conocen en
única instancia de las causas civiles y de comercio cuya cuantía no exceda de 10 UTM (Art. 45 N° 1
letras a) y b) el C.O.T.).
El recurso de casación en la forma procede conforme a las reglas generales, con las siguientes
modificaciones:
12. 1. Causales
En los juicios de mínima cuantía sólo hay lugar al recurso de casación en la forma, en los casos de los
números 1. °, 2. °, 4. °, 6. °, 7. ° y 9. ° del artículo 768 (Art. 788 CPC).
Además, en los juicios de mínima cuantía sólo se considerarán diligencias o trámites esenciales, el
emplazamiento del demandado en la forma prescrita por la ley para que conteste la demanda, el acta
en que deben consignarse las peticiones de las partes y el llamado a conciliación (Art. 799 CPC).
251
El recurso se interpondrá verbalmente o por escrito sin previo anuncio y sólo se hará mención expresa
de la causa en que se funde. Si se interpone verbalmente, se dejará de ella testimonio en un acta que
firmarán el juez y el recurrente (Art. 790 CPC).
El recurso de casación se interpondrá en el plazo fatal de cinco días (Art. 791 CPC).
Elevado el proceso a un tribunal colegiado o encontrando éste admisible el recurso en el caso del
artículo 781, mandará que se traigan sobre él los autos en relación.
Regirán también en este caso las disposiciones del inciso 2° del artículo 699 y los artículos 701 y 702.
(Art. 793 CPC)
Si la causal alegada necesita probarse, se abrirá un término con tal objeto y se rendirá la prueba según
las reglas establecidas para los incidentes (Art. 794 CPC).
252
El juicio de Hacienda se encuentra reglamentado en el Título XVI del Libro III del Código de
Procedimiento Civil (Arts. 748 a 752).
En el Proyecto no se contempla la existencia del juicio de Hacienda, sin perjuicio que en su artículo
242 se mantienen normas de cumplimiento de sentencia en contra del Fisco
El órgano máximo del Consejo de Defensa del Estado es el Consejo, que se encuentra compuesto
de doce abogados, quienes serán inamovibles en sus cargos y cesarán en sus funciones por causales
establecidas en el estatuto Administrativo para los funcionarios de carrera. En caso de remoción,
ésta deberá disponerse por el Presidente de la República con acuerdo del Senado. Cesarán en sus
cargos al cumplir 75 años de edad. Son nombrados por el Presidente de la República, sin sujeción a
normas de escalafón, pudiendo recaer el nombramiento en personas ajenas al Consejo (Art. 12º).
El Consejo de Defensa del Estado tiene un Presidente, que es designado por el Presidente de la
República de entre sus Consejeros, el que dura tres años en su cargo, pudiendo renovarse su
nombramiento (Art. 17º). Al Presidente del Consejo de Defensa del Estado le corresponde la
representación judicial del Fisco en todos los procesos y asuntos que se ventilan ante los tribunales,
cualquiera sea su naturaleza. (Art. 18 Nº1).
En cada ciudad asiento de Corte de Apelaciones habrá un Abogado Procurador Fiscal, los que
son designados por el Presidente del Consejo y durarán en sus cargos mientras cuenten con la
confianza del Consejo. (Art. 21). El territorio jurisdiccional de estos abogados será el de la Corte de
Apelaciones respectiva (Art. 22). A los abogados procuradores fiscales, dentro de sus respectivos
territorios, les corresponde representar judicialmente al Fisco con las mismas atribuciones del
Presidente (Art. 24 Nº 1).
3º. Concepto.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 748 del C.P.C. el Juicio de Hacienda es aquel en que
tiene interés el Fisco y cuyo conocimiento corresponde a los tribunales ordinarios de justicia.
En consecuencia, dos son los requisitos que deben copulativamente concurrir para que nos
encontremos en presencia de un juicio de hacienda, a saber:
2º. Que el juicio sea del conocimiento de los tribunales ordinarios de justicia.
Si respecto de cualquier juicio o asunto no concurre alguno de estos dos requisitos, no nos
encontraremos en presencia de un juicio de Hacienda. De allí, que no tienen el carácter de juicio de
hacienda, aún cuando en ellos tenga interés el Fisco, el juicio de cuentas que se sigue ante la
Contraloría General de la República; los juicios tributarios que se siguen en primera instancia ante
los tribunales tributarios y aduaneros, etc.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 48 del C.O.T., "los jueces de letras asiento de Corte
conocerán en primera instancia de las causas de hacienda, cualquiera que sea su cuantía.
No obstante lo dispuesto en el inciso anterior, en los juicios en que el Fisco obre como demandante,
podrá este ocurrir a los tribunales allí indicados o al del domicilio del demandado, cualquiera sea la
naturaleza de la acción deducida.
Las mismas reglas se aplicarán a los asuntos no contenciosos en que el Fisco tenga interés."
De acuerdo con esas reglas tenemos que, en razón del elemento materia, podemos distinguir tres
situaciones en materia de competencia:
La razón de esta regla radica en que en cada ciudad asiento de corte debe el Consejo de Defensa del
Estado contar con un abogado Procurador Fiscal que lo represente (Art. 21 D. F. L. 1).
b. Cuando el Fisco es demandante, este puede optar por demandar en un juicio de hacienda ante
un juez de letras asiento de Corte o al del domicilio del demandado.
5º. Tramitación.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 748 del C.P.C., el juicio de hacienda "se substanciará
siempre por escrito, con arreglo a los trámites establecidos para los juicios del fuero ordinario
de mayor cuantía, salvo las modificaciones que en los artículos siguientes se expresan".
Respecto de esta materia cabe hacer presente que el legislador no se refiere al elemento de la
competencia absoluta al utilizar la expresión "juicios del fuero de mayor cuantía", puesto que como
ya hemos visto en razón de materia ellos deben ser conocidos por un juez de letras asiento de
Corte, salvo en que el Fisco actuando como demandante ejerza su derecho de opción para
demandar ante otro juez de letras que sea competente según las reglas generales.
De allí que se ha interpretado por la doctrina, el que un juicio de hacienda se tramite con arreglo a
los juicios del fuero común de mayor cuantía, significa que el procedimiento es aquel que
254
corresponde según las reglas generales de acuerdo a la naturaleza de la acción deducida referente a
los asuntos de mayor cuantía.
De allí, que el juicio de Hacienda de acuerdo a la naturaleza de la acción deducida puede ser
tramitado no sólo de acuerdo con las reglas del juicio ordinario civil de mayor cuantía, sino que
también según el procedimiento de las querellas posesorias, de un juicio sumario o cualquier otro
que corresponda aplicarse según la naturaleza de la pretensión hecha valer.
En todo caso, dado que se trata de la aplicación de las reglas generales de mayor cuantía, no
tendrán aplicación los procedimientos de menor y de mínima cuantía para los efectos de tramitar un
juicio de hacienda.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 748 del C.P.C., los juicios de hacienda se substanciarán
siempre por escrito.
2. Se omiten en el juicio ordinario los escritos de réplica y dúplica cuando estos sean de una
cuantía inferior a la señalada en la ley.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 749 del C.P.C., "se omitirán en el juicio ordinario los
escritos de réplica y dúplica, siempre que la cuantía del negocio no pase de quinientas unidades
tributarias mensuales (Modificado en cuanto a la fijación de la cifra de 500 UTM por la Ley 19.594
de 1 de Diciembre de 1998).
Ello significa que en los juicios de hacienda, que en atención a su cuantía deberían ser de mínima o
menor cuantía, ellos deben tramitarse conforme a las reglas del juicio ordinario de mayor cuantía,
pero sin los escritos de réplica y dúplica.
La eliminación de los escritos de réplica y dúplica para la tramitación del juicio de hacienda de
menor y mínima cuantía no es exclusiva de éste, puesto que con igual supresión nos encontramos
respecto del juicio ordinario cuando él debe aplicarse para la tramitación de la tercería de dominio
(Art. 521); en el juicio de menor cuantía (Art. 698 Nº1) y en el juicio de alimentos de mayores (Art.
1º Ley 14. 908).
Al efecto, el artículo 750 del C.P.C. establecía que "en los negocios en que el ministerio público no
figure como parte principal, debe ser oído antes de la prueba y antes de la sentencia definitiva en
una y otra instancia. El tribunal le pasará al efecto en vista el proceso."
a. En primera instancia, por cuanto por el DFL 426 de 1927, se suprimieron los promotores fiscales
que eran los representes del Ministerio Público en la primera instancia;
b. En segunda instancia, porque el artículo 358 del C.O.T. prohíbe al tribunal pasar el expediente
en segunda instancia al Ministerio Público. Art. 358 "En segunda instancia no se oirá al Ministerio
Público: En los juicios de hacienda."
255
Este artículo 750 fue finalmente derogado por la Ley 19.806 de 31 de Mayo de 2002.
4. Notificaciones.
El Presidente del Consejo de Defensa del Estado, de acuerdo al Nº 4 del art 18 del DFL1, tiene la
atribución de conferir la calidad de receptores judiciales a funcionarios de las Plantas directivas,
Profesionales y Técnica para que, permanentemente o en casos determinados, practiquen las
actuaciones inherentes a ese cargo en los procesos y asuntos a que se refiere el artículo 3º. En el
territorio de los abogados procuradores fiscales, la designación podrá recaer, además, en
funcionarios de la Planta Administrativa. Si la designación es permanente debe ser comunicada a la
Corte de Apelaciones respectiva y si la designación tuviere efecto respecto a un proceso, asunto o
actuación determinada, bastará comunicarla por medio de un escrito, al tribunal que está
conociendo de la causa. (Art 44 DFL 1).
Estos receptores tendrán los mismos deberes y funciones que el párrafo 5 del Título XI del Código
Orgánico de Tribunales y otras leyes señalan para los receptores judiciales.
5. Mandato judicial.
El patrocinio y poder que confiera el Presidente y los abogados procuradores fiscales, no requerirá
la concurrencia personal de los mismos, bastando para la correspondiente autorización, la
exhibición de la respectiva credencial que acredite la calidad e identidad de la persona a quien se
confiere (Art. 42 DFL 1).
6. Término de emplazamiento.
En los juicios ordinarios en que el Estado, el Fisco o cualquier otra entidad u organismo cuya
representación judicial corresponda al Consejo, figuren como demandados, el término para
contestar la demanda era de quince días y se aumentaba con el emplazamiento que correspondía a
la distancia entre Santiago y el lugar en que se promovía la acción. (Art. 49 DFL 1). La Ley 19.743
derogó los artículos 49 y 50 de la Ley Orgánica del Consejo de Defensa del Estado, cuyo texto
refundido, coordinado y sistematizado fue fijado por el decreto con fuerza de ley Nº 1 del
Ministerio de Hacienda, de 1993. El artículo 49 establecía que “en los juicios ordinarios en que el
Estado, el fisco o cualquiera otra entidad u organismo cuya representación judicial corresponda al
Consejo, figuren como demandados, el término para contestar la demanda será de quince días y se
aumentará con el emplazamiento que corresponda a la distancia entre Santiago y el lugar en que se
promueva la acción.”
7. Absolución de posiciones.
El Presidente del Consejo de Defensa del Estado, los abogados procuradores fiscales y los
apoderados que puedan haberse designado, no tendrán la facultad de absolver posiciones en
representación del Fisco, del Estado o de las instituciones a quienes representen judicialmente,
salvo que sean llamados a absolver posiciones por hechos propios (Art. 43 DFL 1).
8. Deben ser consultadas las sentencias definitivas de primera instancia que se dicten en los
juicios de hacienda que sean desfavorables al interés fiscal, cuando de ellas no se apelare.
Esta es la modificación más trascendente establecida por el legislador respecto del juicio de
hacienda y que tiene un carácter excepcional dentro del procedimiento civil.
256
El artículo 751 del Código de Procedimiento Civil establece que "toda sentencia definitiva
pronunciada en primera instancia en los juicios de hacienda y de que no se apele, se elevará en
consulta a la Corte de Apelaciones respectiva, previa notificación a las partes, siempre que sea
desfavorable al interés fiscal".
En primer lugar, en cuanto a su concepto y naturaleza jurídica tenemos que precisar que la consulta
es un trámite procesal en virtud del cual una resolución de un tribunal de primera instancia debe ser
revisada por el tribunal de alzada, cuando no lo ha sido por la vía de apelación.
La consulta no constituye una instancia ni un recurso, sino que un trámite procesal de orden
público establecido por el legislador, en virtud del cual se vela por el resguardo de los intereses
públicos o sociales que pueden verse comprometidos en un proceso, consagrado para permitir que
se revise el fallo de un tribunal de primera instancia por el superior para el evento que no se haya
revisado por la vía del recurso de apelación.
Al efecto, nuestra Jurisprudencia ha declarado que "la consulta no es un recurso sino un trámite
procesal en virtud del cual determinadas resoluciones judiciales de primera instancia deben ser
revisadas por el tribunal de alzada cuando no lo hayan sido por la vía de la apelación, a fin de que
este tribunal, ejerciendo las facultades de tutela que le corresponden en relación con los intereses
públicos o fiscales que se encuentran comprometidos en el pleito, revise la legalidad del fallo que
es materia de la consulta"221
En segundo lugar, es menester destacar que la consulta es una institución de aplicación excepcional
en materia civil, puesto que ella sólo procede en contra de las sentencias de primera instancia que
sean desfavorable al interés fiscal (Art. 751 del CPC). Antiguamente también procedía respecto de
la sentencia de primera instancia que acoja la demanda de nulidad de matrimonio y la sentencia de
primera instancia que acoja a demanda de divorcio perpetuo (Antiguo Art. 753 del CPC). Estas
sentencias en que es procedente la consulta terminan con una frase sacramental: "Consúltese si no
se apelare".
Bajo el antiguo sistema procesal penal la consulta era un trámite que no tenía un carácter
excepcional, puesto que se encontraba contemplado respecto de la sentencia definitiva penal y de
diversas resoluciones que se pronunciaban durante su tramitación en caso que concurrieran los
presupuestos que al efecto contemplaba el legislador. En el nuevo proceso penal no se contempla la
consulta.
En tercer lugar, es menester señalar que el tribunal competente para conocer de la consulta es la
Corte de Apelaciones respectiva de acuerdo a lo establecido en el artículo 63 Nº 3 del C.O.T.
En cuarto lugar, es menester tener presente que el trámite de la consulta es procedente en el juicio
de hacienda en el evento que concurran copulativamente los siguientes requisitos:
b. Que se trate de una sentencia de primera instancia no revisada efectivamente por el tribunal de
alzada conociendo de un recurso de apelación; y
Por otra parte, es menester que la sentencia definitiva se haya pronunciado sólo por el tribunal de
primera instancia, sin que jamás sea procedente la consulta respecto de las resoluciones
pronunciadas por un tribunal de segunda instancia. La razón de ello es lógica, dado que la consulta
es un trámite procesal que procede en caso que no se haya revisado una resolución por la vía de
apelación.
El art. 751 establece que "toda sentencia definitiva pronunciada en primera instancia en los juicios
de hacienda y de que no se apele, se elevará en consulta a la Corte de Apelaciones respectiva. . ."
En este punto, es menester tener presente que la procedencia de la consulta no depende tan sólo de
la interposición del recurso de apelación, como se desprende del tenor literal del precepto, sino que
de la revisión efectiva del fallo por el tribunal de alzada conociendo de la apelación.
De allí que si se interpone un recurso de apelación y con posterioridad éste es declarado desierto,
prescrito o desistido, será procedente el trámite de la consulta al no haber sido revisado el fallo
efectivamente por el tribunal de alzada conociendo de una apelación.
El artículo 751, en la segunda parte de su inciso primero, nos ha indicado expresamente cuando una
sentencia definitiva es desfavorable al interés fiscal.
De acuerdo con ese precepto legal, una sentencia es desfavorable al interés fiscal:
El artículo 751 del C.P.C. tiene un gran interés no sólo porque determina cuando una sentencia de
primera instancia es desfavorable al interés fiscal, sino que además porque permite configurar la
noción de agravio para los efectos de interponer un recurso de apelación.
La causa deberá ser elevada en consulta por el tribunal de primera instancia al de segunda
instancia, previa notificación de las partes. Con esta notificación del tribunal de primera instancia,
las partes quedan emplazadas para seguir la consulta ante el tribunal superior.
Recibidos los autos por la Corte de Apelaciones respectiva, su Presidente deberá distribuir las
consultas por medio de sorteo entre las distintas salas en que ésta se divida.
La consulta es vista en cuenta por la Sala para el sólo efecto de ponderar si la sentencia definitiva
se encuentra ajustada a derecho.
De esta revisión que efectúa en cuenta el tribunal de alzada pueden resultar dos situaciones:
En este caso, la Corte retendrá el conocimiento del negocio y, en su resolución, deberá señalar los
puntos que le merecen dudas, ordenando traer los autos en relación. La vista de la causa se hará en
la misma Sala y se limitará estrictamente a los puntos de derecho señalados en la resolución.
En este caso, la resolución que se pronuncia será: Vistos: Estimándose dudosa la legalidad del fallo
sobre los siguientes puntos:. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , se retiene el conocimiento del
negocio. Autos en relación.
La vista de la causa en caso de retenerse el conocimiento del asunto por la Corte por estimarse
dudosa la legalidad del fallo se caracteriza:
a. Porque el análisis específico de la legalidad del fallo se efectúe autos en relación y no en cuenta,
debiendo por ello colocarse la causa en tabla;
b. Porque el análisis específico de la legalidad del fallo se radica ante la misma Sala que haya
retenido el conocimiento del negocio; y
c. Porque el tribunal posee una competencia específica para el análisis de la legalidad del fallo una
vez que haya retenido el conocimiento del asunto, al poder recaer ese análisis solo sobre los puntos
de derecho señalados en la resolución en la que se retuvo el conocimiento del asunto, sin perjuicio
de poder ejercer de oficio otras facultades que le confiere la ley, como es la de declarar de oficio la
nulidad absoluta que aparece de manifiesto en el acto o contrato, casar en la forma de oficio la
sentencia en los casos contemplados en el artículo 776 del C.P.C.
En los Juicios de Hacienda, esto es, aquellos en los que tiene interés el Fisco y cuyo conocimiento
corresponda a los tribunales ordinarios, se contempla en el artículo 752 del Código de
Procedimiento Civil un procedimiento especial para obtener el cumplimiento de las sentencias
dictadas contra el Fisco o de las otras instituciones que este representa.
De acuerdo a lo establecido en ese precepto legal, toda sentencia que condene al Fisco a cualquiera
prestación, deberá cumplirse dentro de los sesenta días siguientes a la fecha de la recepción del
259
oficio del tribunal dirigido al Ministerio respectivo, mediante la dictación del correspondiente
decreto por éste.
El trámite de cumplimiento de una sentencia en contra del Fisco sólo se contempla respecto de las
sentencias ejecutoriadas.
Al efecto, el inciso segundo del art. 752 del CPC establece que "ejecutoriada la sentencia, el
tribunal remitirá oficio al Ministerio que corresponda...".
Los trámites que se contemplan para los efectos de obtener el cumplimiento de una sentencia por
parte del Fisco son los siguientes:
b. Remisión de oficios.
El tribunal debe proceder a remitir, una vez ejecutoriado el fallo, los siguientes oficios:
Por otra parte, la remisión debe ser efectuada a petición de parte, aún cuando de los términos del
Código pareciera que debe hacerlo de oficio, puesto que la regla que rige en el procedimiento civil
es la del impulso procesal de parte y estamos además ante un derecho disponible para aquel que
haya obtenido el juicio en contra del Fisco.
Dichos antecedentes se remiten al Ministerio respectivo para los efectos de dictar el decreto
destinado a ordenar el pago.
La fecha de recepción del oficio se acreditará mediante certificado del Ministro de Fe que lo
hubiese entregado en la oficina de partes del Ministerio, o si haya sido enviado por carta
certificada, transcurridos tres días desde su recepción por el correo.
Además, ese oficio debe remitirse al Consejo de Defensa del Estado para su informe, en el cual
deberá indicar el nombre de la persona o personas a quien debe hacerse el pago. El informe sólo
puede ser firmado por su Presidente y ser despachado al Ministerio que corresponda dentro de los
treinta días siguientes a la recepción del oficio con que se hayan remitido las copias de sentencias.
Al efecto, cabe tener presente que este artículo 59 de D.F.L. 1 del Ministerio de Hacienda,
publicado en el Diario Oficial de 7 de agosto de 1993, que fijó el texto refundido, coordinado y
sistematizado de la Ley Orgánica del Consejo de Defensa del Estado, establece además la
obligatoriedad del informe de ese organismo en todos los juicios civiles en que el Consejo
intervenga en representación de los gobiernos regionales, de las municipalidades, de las
instituciones o servicios descentralizados territorial o funcionalmente.
El Ministerio respectivo deberá dictar el decreto que ordene el pago respectivo dentro del plazo de
sesenta días, disponiendo el pago de los reajustes e intereses que haya determinado la sentencia y
que se devenguen hasta la fecha del pago efectivo.
En caso que la sentencia no haya ordenado el pago de reajustes e intereses y el pago no se efectuare
dentro de los 60 días contados desde la fecha de recepción del oficio del tribunal, esa cantidad se
reajustará en conformidad a la variación del IPC entre el mes anterior a aquel en que quedó
ejecutoriada la sentencia y el mes anterior al pago efectivo.
El pago de las sumas a las cuales haya sido condenado el Fisco deberá ser pagada por la Tesorería
General de la República.
10. Aumento del plazo para interponer el recurso de casación en la forma y en el fondo.
El plazo contemplado en el artículo 770 del Código de Procedimiento Civil era de quince días para
los recursos que se interpusieran en los juicios en que interviniera el Consejo de Defensa del
Estado, el que se aumentaba conforme a la tabla de emplazamiento a que se refiere el artículo 259
del Código de Procedimiento Civil, hasta un plazo máximo total de 30 días, cuando el tribunal que
hubiera pronunciado la resolución recurrida tuviera su asiento en una comuna o agrupación de
comunas diversa de aquella en que funciona el que haya de conocer el recurso (art. 50).
En esta materia, es menester tener presente que la Excma Corte Suprema había interpretado que el
plazo para interponer el recurso de casación en los juicios de Hacienda era de días corridos, puesto
que no se encontraba establecido en el Código de Procedimiento Civil y por ello no cabía dar
aplicación a lo establecido en el artículo 66 de ese cuerpo legal. Nosotros discrepábamos de esa
interpretación de nuestro máximo tribunal, puesto que claramente se había afectuado una remisión
al establecer ese plazo a la norma legal común y debía por ello aplicarse con las mismas
características de éste; y por otra parte, se violaba el espíritu de la Ley Orgánica del Consejo de
Defensa del Estado, la cual, justificadamente o no, tendía a otorgarle mayores beneficios que los
contemplados en las normas ordinarias y no a restringirle los plazos y condiciones con los cuales
debía actuar dentro del procedimiento.
La Ley 19.743 derogó el artículo 50 de la Ley Orgánica del Consejo de Defensa del Estado, cuyo
texto refundido, coordinado y sistematizado fue fijado por el decreto con fuerza de ley Nº 1 del
Ministerio de Hacienda, de 1993, por lo que hoy recibe aplicación la regla general del art. 770 del
C.P.C.
11. Fotocopias para compulsas en caso de concederse la apelación en el solo efecto devolutivo.
12. Facultad del Consejo de Defensa del Estado de acordar transacciones en los procesos en
que intervenga.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 7 del DFL 1, "el Consejo de Defensa del Estado, con el
voto de las tres cuartas partes de sus miembros en ejercicio y en sesión especialmente convocada
con tal objeto, podrá acordar transacciones en los procesos en que intervenga. En el acta de la
261
sesión en que se adopte el acuerdo de transigir deberá dejarse constancia de los fundamentos que se
tuvieron para ello.
Podrá también, con el voto de la mayoría de los miembros en ejercicio, aceptar el pago en cuotas de
las deudas que le corresponda cobrar, aún en los casos que éstas consten en sentencias
ejecutoriadas. El Consejo fijará el número de cuotas en que se dividirá la deuda y las épocas de
pago y determinará, en el mismo acto, el reajuste y el interés con que ella deberá solucionarse,
pudiendo eximir de intereses, sean estos futuros o ya devengados, al obligado, si sus facultades
económicas lo justificaren.
Tratándose de asuntos que afectan a los gobiernos regionales, a las municipalidades, a los servicios
descentralizados de la Administración del estado o a los organismos privados en que el Estado o
sus instituciones tengan aporte o participación mayoritaria, se requerirá además el consentimiento
de la entidad respectiva.
Los acuerdos a que se refieren los incisos anteriores, deberán ser aprobados por resolución del
Ministerio de Hacienda cuando se trate de sumas superiores a tres mil unidades tributarias
mensuales”.
262
2°.- Los juicios de separación, nulidad o divorcio se tramitarán conforme al procedimiento que
señale, para tal efecto, la ley 19.968 sobre juzgados de familia, con las siguientes las reglas
especiales:
2.1.Las acciones que tengan por objetivo regular el régimen de alimentos, el cuidado personal
de los hijos o la relación directa y regular que mantendrá con ellos aquél de los padres que no los
tenga bajo su cuidado, cuando no se hubieren deducido previamente de acuerdo a las reglas
generales, como asimismo todas las cuestiones relacionadas con el régimen de bienes del
matrimonio, que no hubieren sido resueltas en forma previa a la presentación de la demanda de
separación, nulidad o divorcio, deberán deducirse en forma conjunta con ésta o por vía
reconvencional, en su caso, y resolverse tan pronto queden en estado, de acuerdo al
procedimiento aplicable.
2.2. En el llamado a conciliación a que se refiere el artículo 67, se incluirán las materias
señaladas en el inciso segundo de dicha disposición, aun cuando no se hubieren solicitado en
conformidad a lo dispuesto en el artículo precedente, y se resolverán tan pronto queden en
estado, de acuerdo al procedimiento aplicable.
2.3. Cuando se haya interpuesto solicitud de divorcio, en cualquier momento en que el juez
advierta antecedentes que revelen que el matrimonio podría estar afectado en su origen por un
defecto de validez, se los hará saber a los cónyuges, sin emitir opinión. Si en la audiencia, o
dentro de los treinta días siguientes, alguno de los cónyuges solicita la declaración de nulidad, el
procedimiento comprenderá ambas acciones y el juez, en la sentencia definitiva, se pronunciará
primero sobre la de nulidad.
222 El Título XVII del C.P.C., titulado De los Juicios de Nulidad de Matrimonio y de divorcio fue eliminado por la
Nueva Ley de Matrimonio Civil 19.947 de 17 de mayo de 2004, que regula esta materia en el Capitulo IX, párrafos
1 y 2 del artículo 1° transitorio. En la actualidad cabe tener presente especialmente lo previsto en el artículo 88 de la
Ley de Matrimonio Civil, según la cual los juicios de separación, de nulidad o divorcio se tramitarán conforme al
procedimiento que señale, para tal efecto, la ley sobre juzgados de familia. Sin perjuicio de lo anterior se aplican las
reglas especiales contenidas en los artículos 89 a 92 de la Ley de Matrimonio Civil .La ley 19.968, publicada en el
Diario Oficial de 30 de agosto de 2004, y que conforme a lo previsto en su artículo 135, entró a regir a contar del 1
de Octubre de 2005, creó los tribunales de familia. Las acciones de separación, de nulidad o divorcio se tramitan
conforme al procedimiento ordinario contemplado en el párrafo cuarto del Título III ( arts 55 y sgtes) de la Ley
19.968, sin perjuicio de aplicarse también las reglas especiales contenidas en los artículos 89 a 92 de la Ley de
Matrimonio Civil
263
a. Definición.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 222 del C.O.T., se llaman árbitros los jueces nombrados
por las partes o por la autoridad judicial en subsidio, para la resolución de un asunto litigioso.
b. Clasificación.
1. Árbitro de derecho.
El árbitro de derecho es aquel que falla con arreglo a la ley y se somete tanto en la tramitación
como en el pronunciamiento de la sentencia definitiva a las reglas establecidas para los jueces
ordinarios, según la naturaleza de la acción deducida (Art. 223 inciso 2º del C.O.T.).
Para la designación del árbitro de derecho se aplican las reglas generales de capacidad que
establece el Código Civil, teniendo presente que el mandatario judicial requiere del otorgamiento
expreso de la facultad de comprometer para someter el asunto a arbitraje, de acuerdo a lo
establecido en el inciso segundo del artículo 7º del Código de Procedimiento Civil.
2. Árbitros arbitradores.
El árbitro arbitrador es aquel que falla obedeciendo a lo que su prudencia y la equidad le dictaren y
que no está obligado a guardar en sus procedimientos y en su fallo otras reglas que la que las partes
hayan expresado en el acto constitutivo del compromiso, y si éstas nada hubieren expresado, a las
que se establecen en este caso en el Código de Procedimiento Civil (Art. 223 inc. 3º del C.O.T.).
La designación de árbitro arbitrador se puede efectuar sólo por las partes mayores de edad y libres
administradoras de sus bienes.
3. Árbitro mixto.
El árbitro mixto es aquel árbitro de derecho a quien se conceden facultades de arbitrador en cuanto
al procedimiento, debiendo limitarse en el pronunciamiento de la sentencia definitiva a la
aplicación estricta de la ley (Art. 223 inc. final C.O.T. y 628 inc. 2º del C.P.C.).
De acuerdo a lo establecido en el inciso segundo del artículo 224 del C.O.T. y en el inciso final del
art. 628 del C.P.C., por motivos de manifiesta conveniencia podrán los tribunales autorizar la
concesión al árbitro de derecho de las facultades de arbitrador en cuanto al procedimiento, aún
cuando uno o más de los interesados en el juicio sean incapaces.
265
En consecuencia, los incapaces sólo pueden designar árbitros mixtos a través de sus representantes
legales por motivos de manifiesta conveniencia y previa autorización judicial.
a. Regla general.
b. Reglas especiales.
El legislador ha establecido que los árbitros, además del procedimiento que ellos deben aplicar
según las reglas generales, deben cumplir con las siguientes reglas especiales:
Al efecto, el artículo 632 del C.P.C. establece que la substanciación de un juicio arbitral se hará
ante un ministro de fe designado por el árbitro, sin perjuicio de las implicancias o recusaciones que
puedan las partes reclamar; y si está inhabilitado o no hay ministro de fe en el lugar del juicio, ante
una persona, que en calidad de actuario designe el árbitro.
En caso que el árbitro deba designar actuaciones fuera del lugar en que se siga el compromiso,
podrá designar otro ministro de fe o actuario designado en la forma ya señalada y que resida en el
lugar donde dichas diligencias han de practicarse.
2. Notificaciones.
A falta de acuerdo de las partes, las notificaciones se harán personalmente o por cedula. (Art. 629
CPC).
3. Apremio de testigos.
El árbitro no puede compeler a ningún testigo a que concurra a declarar ante él. Sólo podrá tomar
declaraciones a los que voluntariamente se presenten a darlas en esta forma (Art. 633 inc. 1º CPC).
Cuando un testigo se niegue a declarar, se pedirá por conducto del árbitro al tribunal ordinario
correspondiente que practique la diligencia, acompañándole los antecedentes necesarios para este
objeto.
Los tribunales de derecho podrán cometer esta diligencia al árbitro mismo asistido por un ministro
de fe (Art. 633 inc. Final CPC).
Para el examen de testigos y para cualquiera otra diligencia fuera del lugar del juicio, se procederá
de acuerdo al procedimiento anterior, dirigiéndose por el árbitro la comunicación que corresponda
al tribunal que deba conocer de las diligencias (Art. 634 CPC).
Si los árbitros son dos o más, todos ellos deberán concurrir al pronunciamiento de la sentencia y a
cualquier acto de substanciación del juicio, a menos que las partes acuerden otra cosa.
No poniéndose de acuerdo los árbitros, se reunirá con ellos el tercero si lo hay y la mayoría
pronunciará resolución (art. 630 CPC).
Cuando pueda deducirse el recurso de apelación, cada opinión se estimará como resolución
distinta, y se elevarán los antecedentes al tribunal de alzada, para que resuelva como sea de derecho
sobre el punto que haya motivado el desacuerdo de los árbitros. (Art. 631 CPC).
6. Recursos.
De acuerdo a lo establecido en el artículo 239 del C.O.T., contra una sentencia arbitral se pueden
interponer los recursos de apelación y casación para ante el tribunal que habría conocido de ellos si
se hubieren interpuesto en juicio ordinario, a menos que las partes siendo mayores de edad y libres
administradoras de sus bienes, hayan renunciado dichos recursos o sometiéndolos también a
arbitraje en el instrumento del compromiso o acto posterior.
Tratándose del recurso de casación en el fondo debemos tener presente que el artículo 767 del
C.P.C. establece que este procede solo en contra de sentencias inapelables dictadas por las Cortes
de Apelaciones o de un tribunal arbitral de segunda instancia constituido por árbitros de
derecho en los casos en que estos árbitros hayan conocido de negocios de la competencia de
dichas Cortes.
Debemos tener presente que si el árbitro ha dictado la sentencia dentro del plazo del compromiso,
el árbitro estará facultado para dictar las providencias pertinentes respecto de los recursos que ante
él se interpusieren aunque haya vencido el plazo del compromiso (Art. 235 inc. 4º del C.O.T.).
Con motivo de la dictación de una resolución por el árbitro de derecho procede el recurso de queja
si en ella se haya incurrido en flagrante falta o abuso, siendo competente en única instancia la Corte
de Apelaciones del territorio jurisdiccional en que se haya desarrollado el compromiso para
conocer de él conforme a lo establecido en la letra b) del Nº 2 del artículo 63 del Código Orgánico
de Tribunales, modificado por la Ley 19. 374.
Tratándose de las sentencias definitivas pronunciadas por árbitros es menester tener presente que
"el art. 635 del C.P.C. autoriza para ocurrir al árbitro que la dictó si no está vencido el plazo por
267
que fue nombrado o al tribunal ordinario correspondiente a elección del demandante, con el objeto
de obtener el cumplimiento de la sentencia. Pero si ese cumplimiento exige procedimientos de
apremios o el empleo de otras medidas compulsivas, o cuando haya de afectar a terceros que no
sean parte del compromiso, deberá acudirse a la justicia ordinaria para la ejecución de lo resuelto.
“Se afirma, por ello, que el árbitro tiene una jurisdicción limitada, desprovista de imperio, por lo
cual carece de competencia para dictar mandamientos de ejecución.
“En consecuencia, la sentencia arbitral firme o que causa ejecutoria tiene mérito ejecutivo, pero no
ante el árbitro que la pronunció, sino ante el juez ordinario que corresponde."223
1. Procedimiento.
En primer lugar, es menester tener presente que respecto de los árbitros arbitradores el legislador
ha dado primacía a la aplicación del principio formativo del procedimiento del orden consecutivo
convencional, puesto que ellos deben someterse para la tramitación del asunto al procedimiento que
las partes hubieren establecido en el acto del compromiso.
Al efecto se establece que los árbitros arbitradores no están obligados a guardar en sus
procedimientos y en sus fallos otras reglas que las partes hayan expresado en el acto constitutivo
del compromiso (Art. 636 inc. 1º C.P.C.).
En consecuencia, el árbitro arbitrador debe tramitar la causa de acuerdo con el procedimiento que
las partes le hubieren fijado en el acto del compromiso.
En segundo lugar, ante la falta de fijación de un procedimiento al arbitrador por las partes en el
acto del compromiso, debe aplicarse las normas mínimas de procedimiento establecidas en el
Párrafo 2º del Título VIII del Libro III del C.P.C.
Este procedimiento que establece el legislador ante la falta de regulación de él por las partes,
consiste en lo siguiente:
El artículo 637 establece que el arbitrador oirá a los interesados; cumpliéndose con ello dentro del
proceso con el principio de bilateralidad de la audiencia.
El árbitro arbitrador puede oír a los interesados por separado si no es posible reunirlos (Art 637 inc.
final).
b. El árbitro arbitrador debe recibir y agregar al proceso los instrumentos que las partes le
presenten.
El único trámite que se contempla con el carácter de esencial y obligatorio en relación con la
prueba consiste de acuerdo a lo prescrito en el artículo 637 del CPC en "recibir y agregar al proceso
los instrumentos que le presenten".
Facultativamente, el árbitro arbitrador puede "practicar las diligencias que estime necesarias para el
conocimiento de los hechos" de acuerdo a lo previsto en el artículo 637 del CPC, y "si cree
223 Hugo Pereira A. Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo I Derecho Procesal Orgánico. Páginas 399 y 400.
Editorial Jurídica Conosur. Septiembre 1993.
268
necesario recibir la causa a prueba, decreta este trámite" conforme a lo establecido en el artículo
638.
En todo caso, es menester tener presente que al árbitro arbitrador se le aplican las normas sobre
apremio de los testigos y de las diligencias fuera del lugar del juicio mencionadas en los párrafos b.
3 y b. 4 conforme a lo establecido en el inciso final del artículo 638 del CPC.
Al efecto, el artículo 639 del C.P.C. establece que "el arbitrado practicará sólo o con la asistencia
de un ministro de fe, según lo estime conveniente, los actos de substanciación que decrete en el
juicio, y consignará por escrito los hechos que pasen ante él y cuyo testimonio le exijan los
interesados, si son necesarios para el fallo. "
En consecuencia, los arbitradores pueden actuar solos si lo estiman conveniente, sin necesidad de
designar actuario.
En todo caso, tratándose de la sentencia definitiva del arbitrador, ella debe ser autorizada por un
ministro de fe o por dos testigos en su defecto de acuerdo a lo establecido en el inciso final del
artículo 640 del CPC.
Las diligencias probatorias concernientes al juicio del compromiso que se practiquen ante los
tribunales ordinarios se someterán a las reglas establecidas para éstos. (Art. 639 inc. Final del
CPC).
De acuerdo a lo establecido en el artículo 637 del CPC, el árbitro arbitrador debe dar su fallo en el
sentido que la prudencia y equidad le dicten.
El legislador teniendo presente que el arbitrador no debe fallar de acuerdo a derecho, sino que
según su prudencia y la equidad, ha modificado los requisitos que debe contener la sentencia
definitiva.
Al efecto, el artículo 640 del CPC establece que "la sentencia del arbitrador contendrá:
La sentencia expresará, además, la fecha y el lugar en que se expide; llevará al pie la firma del
arbitrador, y será autorizada por un ministro de fe o por dos testigos en su defecto. "
Si los árbitros arbitradores son dos o más, todos ellos deberán concurrir al pronunciamiento de la
sentencia y a cualquier acto de substanciación del juicio, a menos que las partes acuerden otra cosa.
No poniéndose de acuerdo los árbitros, se reunirá con ellos el tercero si lo hay y la mayoría
pronunciará resolución.
269
5. Recursos.
De acuerdo a lo establecido en los artículos 239 del C.O.T. y 642 del C. P. C, contra una sentencia
de un árbitro arbitrador sólo habrá lugar al recurso de apelación cuando las partes, en el
instrumento en que constituyen el compromiso, expresan que se reservan ese recurso ante árbitros
del mismo carácter y designen las personas que han de desempeñar el cargo.
En todo caso, debe tenerse presente que según lo establecido en el artículo 796 del CPC, en los
juicios seguidos ante árbitros arbitradores, son trámites esenciales los que las partes expresen en el
acto del compromiso, y, si nada han expresado acerca de esto, sólo los comprendidos en los
números 1 (el emplazamiento de las partes en la forma prescrita por la ley) y 4 (la agregación de
los instrumentos presentados oportunamente por las partes, con citación o bajo el apercibimiento
legal que corresponda respecto de aquella contra la cual se presentan) del artículo 795 del CPC.
Finalmente, de acuerdo a lo resuelto acertadamente por nuestra Excma. Corte Suprema, la renuncia
que las partes hagan de los recursos no comprende al recurso de casación en la forma por las
causales de incompetencia y ultrapetita y al recurso de queja.
El recurso de casación en el fondo no procederá en caso alguno en contra de las sentencias de los
arbitradores de acuerdo a lo establecido en el inciso 2 del artículo 239 del C.O.T.
Debemos tener presente que si el árbitro ha dictado la sentencia dentro del plazo del compromiso,
el árbitro estará facultado para dictar las providencias pertinentes respecto de los recursos que ante
él se interpusieren aunque haya vencido el plazo del compromiso (Art. 235 inc. 4º del C.O.T.).
También procede con motivo de la dictación de una resolución por el árbitro arbitrador el recurso
de queja, si en ella se ha incurrido en flagrante falta o abuso, siendo competente en única instancia
la Corte de Apelaciones del territorio jurisdiccional en que se haya desarrollado el compromiso
para conocer de él conforme a lo establecido en la letra b) del Nº 2 del artículo 63 del Código
Orgánico de Tribunales, modificado por la Ley 19. 374.
Tratándose de la ejecución de las sentencias pronunciadas por árbitros arbitradores el artículo 643
del C.P.C. hace aplicables las normas contenidas en el artículo 645 respecto de los árbitros de
derecho, por lo que nos remitimos a lo ya señalado a su respecto.
270
1. Reglamentación.
A continuación, se reguló el procedimiento monitorio en los artículos 496 a 502 del Código del
Trabajo.
La única explicación que podemos dar para que no se encuentre consagrado en nuestra legislación
procesal civil un procedimiento monitorio obedece a la antigua data de nuestro Código de
Procedimiento Civil, puesto que semejante procedimiento se encuentra ya reconocido desde hace
mucho tiempo en la mayoría de las más importantes legislaciones civiles occidentales.
2. Terminología.
La expresión monitorio nos indica lo que sirve para avisar o amonestar según el Diccionario de
la Real Academia Española
3. Concepto.
4. Fundamento y objetivo.
El objetivo del procedimiento monitorio es abrir las puertas a la ejecución, en caso que no exista
un pago u oposición por parte de un deudor al requerimiento formulado conforme a una
resolución judicial pronunciada según demanda del acreedor.
Como nos señala el insigne Couture, se trata de consagrar la máxima: Ni tanta economía que la
justicia sufra quebranto, ni tanta discusión que prolongue indefinidamente el día de la
justicia”224.
5.- Clasificación.
El procedimiento monitorio admite una serie de clasificaciones según la diversas formas que se
observen para su implementación.
Desde este punto de vista se clasifican en procedimiento monitorio puro o sin base documental o
procedimiento monitorio documental.
Dicha clasificación obedece, como su nombre lo indica, según si es necesario para iniciar el
procedimiento acompañar o no un documento por parte del acreedor a su petición para que el
tribunal de inicio al procedimiento monitorio, pronunciando la resolución judicial que permite
efectuar el requerimiento de pago al deudor.
En nuestro Proyecto, se pueda dar inicio al procedimiento monitorio sin acompañar documento
alguno, en cuyo caso tiene un tope de 500 UTM (art. 539 N°3.) o con un titulo de crédito o en
documento que dé cuenta de una obligación de hacer, en cuyo caso no hay límite de cuantía.(art.
539 inc. final)
5.2.- Según si se establece para su procedencia una limite de cuantía respecto de la suma
que se pretende cobrar.
Desde este punto de vista se clasifican en procedimientos monitorios sin limite de cuantía o con
limite de cuantía.
En el Proyecto, los procedimiento monitorios puros o sin base documental tienen limite de
cuantía de 500 UTM y los procedimientos monitorios con base documental en titulo de crédito o
en documento que dé cuenta de una obligación de hacer no tienen límite de cuantía.(art. 539)
5.3. Según si se establece una o varias oportunidades para que el deudor se oponga al
requerimiento que se formula en el procedimiento monitorio.
Desde este punto de vista se clasifican en procedimientos monitorios de una fase en que existe
una sola oportunidad para que el deudor formule su oposición o procedimiento monitorio de
varias fases en que se contempla más de una oportunidad para que el deudor formule su
oposición.225
5.4.- Según si permiten el cobro de todo tipo de obligaciones de dar o hacer o solo de
obligaciones dinerarias.
224 Couture Eduardo. Fundamentos de Derecho Procesal civil.Pág.172. Ediciones Depalma. 1981. Buenos Aires
225 Véase Felipe Rayo. Proceso Monitorio civil. Págs 147 y sgtes. Editorial Metropolitana.2012. Santiago Chile.
272
En el Proyecto, los procedimiento monitorios puros o sin base documental tienen limite de
cuantía de 500 UTM y persiguen cobro de obligaciones de dar y los procedimientos monitorios
con base documental en titulo de crédito o en documento que dé cuenta de una obligación de
hacer no tienen límite de cuantía, y pueden perseguir obligaciones de dar y hacer.(art. 539)
Desde este punto de vista se clasifican en procedimientos monitorios radicados ante órganos
jurisdiccionales o autoridad administrativa.
En el Proyecto, conforme a su art. 542, el procedimiento monitorio se radica desde su inicio ante
el órgano jurisdiccional al ser éste quien debe dictar la resolución que acoge la demanda,
ordenado que se requiera de pago al deudor.
Desde este punto de vista se clasifican en procedimientos monitorios con plazos fijos
establecidos por el legislador para formular el deudor su oposición o procedimientos monitorios
con plazos flexibles, siendo el tribunal dentro de esos parámetros preestablecidos quien
determina el plazo para la oposición.
En el Proyecto, conforme a su art. 542, nuestro procedimiento monitorio es de plazo fijo para
formular la oposición, siendo el término de 15 días dentro del cual debe proceder a formularla o
efectuar el pago de la obligación.
En el Proyecto, conforme al inciso final de su art. 544, nuestro procedimiento monitorio admite
que se proceda contra varios deudores, en cuyo caso el plazo para formular la oposición será
común y correrá hasta el vencimiento del plazo de mayor extensión que tuviere alguno de los
deudores de conformidad a la fecha y lugar de su notificación.
La aplicación del procedimiento monitorio es facultativo, por lo que el acreedor puede demandar
el cobro de su obligación directamente en un juicio declarativo ordinario o sumario, sin que
necesariamente haya debido demandar previamente dicha obligación en un procedimiento
monitorio.
273
En el Proyecto, conforme al inciso segundo del artículo 542, la oposición del deudor termina con
el procedimiento monitorio, pero limita su defensa en el procedimiento declarativo posterior que
iniciare el actor, puesto que no podrá discutirse en él sobre otras cuestiones diversas a la
existencia de la obligación y a las alegaciones y excepciones planteadas por el deudor en el
procedimiento monitorio.
6. Características.
No obstante, dicho procedimiento tiene una aplicación general respecto de todas las obligaciones
en las cuales se reúnan las condiciones previstas en el artículo 539 del Proyecto.
El procedimiento monitorio persigue que la declaración que se emite en la sentencia que da lugar
a la demanda ejecutiva y da lugar al requerimiento de cobro de lugar a una ejecución si es que no
se produce el pago o la oposición.
La aplicación del procedimiento monitorio es facultativa, por lo que el acreedor puede demandar
el cobro de su obligación directamente en un juicio declarativo ordinario o sumario, sin que
274
En el Proyecto, conforme a su art. 542, el procedimiento monitorio se radica desde su inicio ante
el órgano jurisdiccional al contemplar una fase de conocimiento respecto de la demanda
monitoria, que concluye con la resolución que debe pronunciar el tribunal acogiendo la demanda,
ordenando que se requiera de pago al deudor.
Todas los trámites esenciales del procedimiento monitorio deben ser realizados por escrito, como
lo son en orden cronológico, la demanda monitoria (art. 540), la sentencia que admite la
demanda monitoria (art. 542) y la oposición del deudor (art.545).
Debemos tener presente que la oposición del deudor termina con el procedimiento monitorio.
(art. 548), debiendo demandarse en un procedimiento declarativo posterior.
Solo cabria contemplar excepcionalmente la realización de una audiencia para recibir la prueba
para los efectos de resolver las excepciones procesales( art. 545) o la falsedad del título
acompañado(art. 547), las que se tramitan como incidente fuera de audiencia. Si dichas
excepciones son rechazadas se dará lugar a la ejecución.
6.6. Es un procedimiento que se inicia con una demanda del acreedor, que debe tener
en algunos casos una base documental como presupuesto de admisibilidad.
226 Véase Davor Harasic y Cristian Maturana. Principios Generales en el Código Procesal Civil. Revista de
Derecho Procesal N° 22 Proyecto Código Procesal Civil. Facultad de Derecho Universidad de Chile. Págs.188 y
sgtes.Abeledo Perrot Legal Publishing. Thomson Reuters.2012.
275
El tribunal, frente a la demanda monitoria que cumple con los requisitos legales, en especial su
fundamente en cuanto a la precisión de la deuda, debe pronunciar una sentencia acogiendo la
demanda y ordenando que se requiera de pago al deudor para que en el plazo de 15 días cumpla
con la obligación, más los interés y costas.
Frente a la sentencia, no se contempla la defensa del deudor, sino que ella se revierte y pospone
para luego de haber sido requerido de pago.(art. 542), la que debrá ser efectuada siempre en
forma personal o personal subsidiaria.(Art.541).
La fase de defensa será eventual en el proceso, puesto que existirá solo si el deudor la hace valer
en el término previsto por el legislador (art. 545), pero vinculante en cuanto al desarrollo del
mismo, puesto que por regla general la oposición pone término al proceso. (art.548)
6.8. Genera un titulo ejecutivo en caso que el deudor no pague o se oponga dentro del
plazo legal.
6.9. La oposición del deudor en el procedimiento monitorio limita la defensa que puede
efectuar en el procedimiento declarativo posterior que inicie el acreedor.
En el Proyecto, conforme al inciso segundo del artículo 542, la oposición del deudor termina con
el procedimiento monitorio, pero limita su defensa en el procedimiento declarativo posterior que
iniciare el actor, puesto que no podrá discutirse en él sobre otras cuestiones diversas a la
existencia de la obligación y a las alegaciones y excepciones planteadas por el deudor en el
procedimiento monitorio
En primer lugar, no existe un atentado en contra de la igualdad de las partes, porque a ambas se
les reconocen oportunidades para hacer valer sus derechos en el proceso monitorio según la
particular condición de acreedor y deudor que ostentan.
227 Véase Felipe Rayo. Proceso Monitorio civil. Págs 278 y sgtes. Editorial Metropolitana.2012. Santiago Chile y
Patricio Hernández Jara. Procedimiento monitorio laboral. Págs 367 y sgtes. Librotecnia 2012.
228 Véase Raúl Montero. El procedimiento monitorio en el proyecto de Código Procesal Civil Chileno. Revista de
Derecho Procesal N° 22 Proyecto Código Procesal Civil. Facultad de Derecho Universidad de Chile. Págs.539 y
sgtes. Abeledo Perrot Legal Publishing. Thomson Reuters.2012 y Felipe Rayo. Proceso Monitorio civil. Págs 276 y
sgtes. Editorial Metropolitana.2012. Santiago Chile y Patricio Hernández Jara. Procedimiento monitorio
laboral.Págs 367 y sgtes. Librotecnia 2012.
276
y vinculante, puesto que si ella se hace valer oportunamente dentro del proceso conduce a su
término.
En tercer lugar, la sentencia cumple con todos los requisitos legales, y la existencia de prueba en
procesos regidos por el principio dispositivo solo es posible en la medida en que ella sea ofrecida
por las partes y guarde vinculación con las defensas hechas valer oportunamente en el proceso,
requiriéndose de una valoración solo en la medida en que lo anterior hubiere acontecido en
forma no extemporánea y de manera pertinente, lo que como hemos visto no ocurre en caso de
rebeldía del deudor en el procedimiento monitorio.
Finalmente, lo que cabe de contemplar frente a la sentencia más que recursos son medios de
impugnación de la misma, siendo la oposición del deudor el medio más efectivo de hacer valer
una impugnación, desde el momento en que ella pone término al procedimiento monitorio.
Por ello, como nos señala Raúl Montero, estimamos que el procedimiento monitorio constituye
un eficiente mecanismo de tutela judicial, desde que una parte no puede verse perjudicada
jurídica y materialmente por la inactividad de la otra, de forma que recibe en éste, un adecuado
tratamiento. Así la inactividad del requerido adquiere relevancia en beneficio del requirente, ya
que habiendo tenido el primero la posibilidad de ser oído, no lo hizo, cuestión que justifica el
otorgamiento al acreedor de acceso a la ejecución.”229
7. Procedimiento.
1. Demanda.
La demanda se debe interponer por escrito en el proecso monitorio y contener las menciones 540 del
Proyecto, cumpliéndose con los presupuestos del art. 539, y acompañando los documentos pertinentes
que le sirven de fundamento.
3. Admisiblidad.
3.- Resolución.
Si la demanda monitoria cumple con los presupuestos y requisitos de forma, el tribunal debe dictar una
sentencia acogiendo la demanda, ordenando que se requiera de pago al deudor para que en el plazo de
15 días cumpla la obligación, más los intereses y costas, bajo apercibimiento que si no paga o formula
oposición se le tendrá condenado al pago de la obligación, teniendo para tal efecto la resolución la
fuerza de sentencia definitiva forma y servir de titulo suficiente para la ejecución.(art. 542)
4.- Notificación.
229 Véase Raúl Montero. El procedimiento monitorio en el proyecto de Código Procesal Civil Chileno. Revista de
Derecho Procesal N° 22 Proyecto Código Procesal Civil. Facultad de Derecho Universidad de Chile. Pág.543 Abeledo
Perrot Legal Publishing. Thomson Reuters.2012
277
Si fueren varios los demandados, el plazo será común y correrá hasta el vencimiento del plazo de
mayor extensión que tuviere alguno de los deudores de conformidad a la fecha y lugar de
notificación.(art.545 inc. 2)
El deudor dentro del término de emplazamiento puede adoptar las siguientes actitudes:
6.1. Pagar.
Si el deudor dentro del término legal paga la totalidad de la deuda, comprendiendo intereses y costas,
terminará el procedimiento monitorio. Si el pago es parcial, se seguirá adelante por el saldo insoluto.
6.2. No comparecer.
En tal caso operara por el solo ministerio de la ley el apercibimiento legal, y la resolución que acogió
la demanda monitoria hará las veces de sentencia definitiva condenatoria y servirá de titulo suficiente
para la ejecución
El deudor puede formular oposición dentro del término de emplazamiento en la forma prevista en el
artículo 545.
Las defensas que el deudor puede hacer valer en su escrito de oposición son las siguientes:
a.- Las excepciones procesales, las que se tramitarán como incidente fuera de audiencia, y si son
rechazadas hará que el procedimiento continúe como si no se hubiere formulado oposición.
Si las excepciones son acogidas, pueden ser subsanadas si es posible, ordenar que se remitan los
antecedentes al tribunal competente si se trata de la incompetencia del tribunal, o pondrá término al
procedimiento si pudiere actuarse conforme a las dos situaciones anteriores.(Art. 546)
Si además de las excepciones procesales si hicieren valer otras excepciones, se declara terminado el
procedimiento monitorio, quedando sin efecto la resolución que hubiere acogido la demanda.(art. 548
inc. 1).
b.- La excepción de falsedad del título, se tramita como incidente y si es rechazada la tacha de
falsedad, el procedimiento continuará como si no se hubiere formulado oposición-(art.547)
c.- Excepciones de fondo, si se cumple con los requisitos de art. 545, se declara terminado el
procedimiento monitorio, quedando sin efecto la resolución que hubiere acogido la demanda.
278
La oposición del deudor termina con el procedimiento monitorio, pero limita su defensa en el
procedimiento declarativo posterior que iniciare el actor, puesto que no podrá discutirse en él sobre
otras cuestiones diversas a la existencia de la obligación y a las alegaciones y excepciones
planteadas por el deudor en el procedimiento monitorio
7.- Recursos.
Solo es apelable la resolución que se pronuncia acerca de la oposición del deudor.(Art. 550)
279
I. INTRODUCCION.
a.- Generalidades.
Los dos primeras fases o etapas de conocimiento y fallo del ejercicio de la jurisdicción se
contemplan en todo procedimiento, sea éste meramente declarativo, constitutivo, de condena o
cautelar; y se desarrollan en los períodos de conocimiento, prueba y fallo comprendidas en todo
procedimiento.
Además, resulta conveniente tener presente como nos señala Manuel Egidio Ballesteros que “la
atribución de hacer ejecutar lo juzgado no es propia científicamente hablando de los tribunales de
justicia. El rol esencial del tribunal es juzgar. La sentencia, en cuanto pone fin a la controversia de
las partes i fija sus derechos, corresponde al fin de la institución judicial i en interés de la sociedad
se confiere a la sentencia un valor eminente, una fuerza invencible, que consiste en la autoridad de
cosa juzgada. Una vez dictado su fallo, la misión natural del juez queda cumplida, su jurisdicción
debiera terminar i agotarse sus poderes. Es al poder ejecutivo a quien propiamente corresponde la
ejecución de la sentencia i darle la fuerza de un mandato de la autoridad pública. Así, en muchos
pueblos la ejecución de una decisión judicial está confiada a los ajentes de la administración. En
Chile, como en otros países, se ha adoptado un sistema diferente, dando a los tribunales mismos la
autoridad suficiente para hacer ejecutar sus decisiones; pero al ejercitar esta atribución el juez
desempeña propiamente una delegación especial de la autoridad ejecutiva, distinta del poder
judicial que, por su naturaleza, debiera limitarse a dictar sentencias declarando derechos.”230
230 Ballesteros, Manuel Egidio. La lei de organización i atribuciones de los tribunales de Chile. Pág 12.Imprenta
Nacional.1890 Santiago. Chile.
280
En el Proyecto se sigue esta última línea regulando en sus Libros Cuarto (arts. 417 a 538) un juicio
ejecutivo en que se radica fundamentalmente en los jueces todas las cuestiones de carácter
jurisdiccional como las antes señaladas que requieren ser resueltas por medio de una resolución
judicial, y se encomienda a los oficiales de ejecución la realización de todas las labores
administrativas en forma directa o a través de terceros, como los martilleros, todo que dice relación
con el proceso de administración y liquidación de bienes, debiéndose acudir siempre a los jueces
para disponer de la fuerza pública.231
Todo lo relativo a gestiones preparatorias de la vía ejecutiva para generar o complementar un título
ejecutivo desaparecen, puesto que ellas en el Proyecto deben ser tramitadas en un procedimiento
monitorio, actualmente inexistente en el proceso civil y a cuyas características nos hemos
someramente referido con anterioridad.
La otra fase, relativa a la administración y liquidación de bienes deberán ser ejecutadas por terceros
denominados oficiales de ejecución, si es que no deseamos que los jueces intervengan en materias
que no revisten ningún carácter jurisdiccional si no son cuestionadas como lo son las notificaciones
al deudor, embargo, retiro de bienes, administración de bienes, liquidaciones de bienes y pago de
deudas, en las que si no se suscita oposición o no es necesario acudir a la fuerza pública no se
justifica la intervención de nuestros jueces. En todo caso, todas esas actuaciones se encuentran
sujetas al control de los tribunales, pudiendo las partes acudir ante ellos para reclamar de los actos
de los oficiales de ejecución que atenten en contra de sus derechos.
Debemos hacer presente que la mayoría de los países de Europa contemplan en la actualidad la
existencia de oficiales de ejecución, de diversas características en cuanto a su naturaleza y
funcionamiento, pero no a jueces encargados de las labores de ejecución.
Haciendo un símil, sería como si nuestros jueces fueran los gendarmes para hacerse cargo del
cumplimiento de las penas privativas o restrictivas de libertad en el proceso penal, en lugar de ser
como órganos jurisdiccionales los garantes permanentes de que la ejecución se lleve a cabo con el
uso de la fuerza y en las condiciones previstas en nuestro ordenamiento jurídico para brindar a las
personas siempre una pronta y efectiva tutela en sus derechos.
Si nuestra política pública en materia judicial ha sido que los órganos jurisdiccionales no se hagan
cargo de labores administrativas, como se ha caracterizado la trascendente función de investigar en
el nuevo sistema procesal penal, creemos que llegó la hora de continuar con esa política respecto de
las labores de administración y liquidación de bienes en la fase de ejecución civil que no reviste en
su esencia aquella naturaleza jurisdiccional.
No resulta eficiente para una ejecución que no se contemple en la actualidad ninguna fase de
investigación de bienes, como por otra parte, resulta necesario reconocer que los bienes se liquidan
en mejor forma en el mercado que en el actual sistema contemplado en nuestro sistema
judicializado de ejecución, favoreciéndose con la implementación de aquellas medidas a todas las
partes del mismo.
231 Véase Matías Insunza Tagle. El oficial de ejecución en Chile: Una reforma necesaria en Revista de Derecho
Procesal. Facultad de Derecho Universidad de Chile. Págs 509 y sgtes. 2012. Abeledo Perrot y Thomson Reuters. y
Macarena Vargas Pavez. Reflexiones en torno a las figura del oficial de ejecución en el proyecto de reforma a la
justicia civil chilena. Págs 471y sgtes. En Justicia civil y comercial: Una reforma ¿cercana? Editor Francisco Javier
Leturia. Universidad Católica de chile y otros .Mayo 2011
281
Efectuadas esas breves precisiones previas, nos haremos cargo a continuación sólo del tratamiento
de la ejecución dentro de nuestro C.P.C.
a.- Generalidades.
Las sentencias, como emanación del ejercicio de la función jurisdiccional, poseen validez y eficacia
limitadas al territorio del Estado en que se pronuncian.
Sin embargo, tanto la doctrina como la jurisprudencia, nacionales y extranjeras, están concordes en
el hecho de que los fallos y sentencias extranjeras pueden ejecutarse y reconocerse en Estados
distintos a aquellos de donde provienen por razones prácticas evidentes: con tal de eludir sus
efectos, cualquiera de los interesados escaparía al resultado adverso de una sentencia saliendo del
territorio del Estado en donde se produjo la decisión.
Es necesario tener presente que no toda sentencia puede ser ejecutada, sino que sólo las sentencias
condenatorias o las sentencias declarativas y constitutivas con elementos condenatorios. "La
práctica de someter las sentencias (simplemente) declarativas y las constitutivas extranjeras al
procedimiento del exequátur es equivocada y contraria a texto legal expreso, ya que ese
procedimiento sólo procede para las sentencias condenatorias, las únicas susceptibles de ejecución,
y las otras sentencias deben ser reconocidas sin necesidad de exequátur pues no se ejecutan, sólo se
reconocen".234
Es el acto jurídico procesal, emanado de la Corte Suprema, por el cual se autoriza a cumplir una
sentencia ejecutoriada pronunciada en el extranjero.
Es competente para conocer del asunto la Corte Suprema en Sala (art. 247 C.P.C. y 98 N° 10
C.O.T.).
232 Vid. sobre esta materia. Prof. Jaime Navarrete Barrueto. Derecho Internacional Privado: Parte Especial. Separata
1985. Pagina 9 , siguientes; Aldo Monsálvez M. "Del cumplimiento en Chile de resoluciones pronunciadas por
tribunales extranjeros". Memoria U.C., Ed. Andrés Bello 1973. Mario P. Chassignolle R. "La sentencia extranjera, la
cosa juzgada y el exequátur". Memoria U. de Chile. 1986. Obras especializadas de Derecho Internacional Privado y de
Derecho Procesal.
233 Esta materia se encuentra esencialmente basado en lo señalado por Eduardo Morales Robles. Explicaciones de
Derecho Procesal. Tomo II. Derecho Procesal Civil. Basadas en las clases del profesor titular de la cátedra de Derecho
Procesal en la Universidad de Chile don Mario Mosquera Ruiz.Pags 264 a 270
234 Navarrete Op. Cit. Pág ii (prefacio).
282
El artículo 242 C.P.C. nos señala que las resoluciones pronunciadas en país extranjero tendrán en
Chile la fuerza que les concedan los tratados respectivos; y para su ejecución se seguirán los
procedimientos que establezca la ley chilena, en cuanto no aparezcan modificados por dichos
tratados.
Los tratados sólo producen efectos entre los sujetos de Derecho Internacional que los suscriben y
ratifican, no siendo oponibles a los que no lo son o no lo han hecho. Resulta lógico, entonces, suponer
que se aplicará un tratado cuando sean partes tanto nuestro país como el Estado del que emana la
resolución judicial.
Ese tratado debe regular los efectos extraterritoriales de los fallos o sentencias judiciales.
Es necesario tener presente que no basta suscribir un tratado para que éste produzca todos sus
efectos, ya que para ello habrán de cumplirse todos los requisitos que el Derecho interno de cada
Estado determine. En nuestro país es necesario que se ratifique el acuerdo internacional y, para que
surta efectos, que se publique en el Diario Oficial como ley de la República.
Ejemplo de tratados sobre ejecución de resoluciones judiciales vigentes en nuestra legislación son:
Este principio recibe aplicación solo cuando no existe un tratado bilateral o multilateral que
regule la materia.
En términos positivos, nos señala en el artículo 243 que si no existen tratados relativos a esta
materia con la nación de que procedan las resoluciones, se les dará la misma fuerza que en ella se
dé a los fallos pronunciados en Chile.
Por otra parte, consagrando el principio de reciprocidad en términos negativos, nos señala el
artículo 244 que si la resolución procede de un país en que no se da cumplimiento a los fallos de
los tribunales chilenos, no tendrá fuerza en Chile.
283
El legislador nacional no distingue qué sistema prefiere, por lo que, se ha fallado, comprende a
ambos.
Este sistema consiste, lisa y llanamente, en que la Corte Suprema, a falta de las dos reglas
anteriores, analice, examine y estudie el fallo extranjero a la luz de ciertos principios básicos. En
esta sede, nuestra legislación dista mucho de otras más avanzadas, ya que el examen que el
tribunal realiza no mira al fondo del asunto debatido entre partes o al interés del solicitante, sino
que a meros aspectos formales o de fondo generales, de acuerdo a la materia.
Señala el artículo 245 C.P.C.: "En los casos en que no pueda aplicarse ninguno de los tres
artículos precedentes, las resoluciones de tribunales extranjeros tendrán en Chile la misma fuerza
que si se hubieran dictado por tribunales chilenos, con tal que reúnan las circunstancias
siguientes:
El precepto limita la congruencia con las normas chilenas a las leyes sustantivas o de fondo. No
interesa el procedimiento que en el Estado extranjero se utilizó para la tramitación del asunto y la
obtención de la resolución. El procedimiento se rige por las normas del Estado del que emana la
resolución (lex locus regit actum).
Dentro de las leyes sustantivas se comprende a las de derecho público y a las de derecho privado,
pero de orden público nacional, v.gr., las normas sobre Derecho de Familia.
Se opondrían en el caso de que el asunto fallado en el extranjero verse sobre una materia que, de
acuerdo a las leyes nacionales, debió ser conocido por tribunales chilenos. Así, v.gr.', se opone a
la jurisdicción nacional la resolución que concede la posesión efectiva en Alemania cuando el
último domicilio del causante era Quilpué.
3° Que la parte en contra de la cual se invoca la sentencia haya sido debidamente notificada de la
acción. Con todo, podrá ella probar que, por otros motivos, estuvo impedida de hacer valer sus
medios de defensa."
Este numeral sufrió una importante modificación. En efecto, antes de la dictación del D.L. 2.349
una resolución extranjera no se podía ejecutar si había sido dictada en rebeldía de la parte en
contra de la que se invoca. Después de la promulgación y publicación de esa ley, basta con que
el ejecutado hubiera sido debidamente emplazado, sin importar para nada si comparecía o no al
juicio para solicitarse su cumplimiento. Es necesario destacar que el futuro ejecutado puede
235 Werner Godschmidt, citado por Aldo Monsálvez M., op. cit. .100
284
probar que estuvo impedido de hacer valer sus medios de defensa por otros motivos, v.gr., caso
fortuito o fuerza mayor. En tal circunstancia, la sentencia no podrá cumplirse.
4° Que estén ejecutoriadas en conformidad del país en que hayan sido pronunciadas".
Esta no es más que una manifestación del N° 1 de este artículo, ya que la ley que establece
cuándo una resolución se encuentra firme o ejecutoriada es una ley procesal, y ésta es la del país
en que se dicto la resolución que se trata de cumplir (lex locus regit actum).
No comprenden las sentencias que causan ejecutoria, las que presentan un marcado carácter
eventual.
a) Debe presentarse una solicitud ante la Corte Suprema, acompañando una copia legalizada o
apostillada del fallo que se trata de ejecutar.
La sentencia es un instrumento público, por consiguiente, para que se pueda hacer valer en este
carácter en un procedimiento es menester que sea debidamente legalizada (Artículo 17, inciso 1°
C.C. en relación con el artículo 345 C.P.C.) o apostillada (art. 345 bis CPC).
La solicitud, además, debe cumplir con las normas comunes a todo escrito y con las reglas de
comparecencia en juicio (Ley 18.120).
b) La resolución del tribunal será "traslado", acto jurídico procesal que, por ser el primero del
procedimiento, debe notificarse personalmente: "En los casos de jurisdicción contenciosa, se
dará conocimiento de la solicitud a la parte contra quien se pide la ejecución, la cual tendrá para
exponer lo que estime conveniente un término igual al de emplazamiento para contestar
demandas" (Artículo 248, inciso 1° C.P.C.)
c) La parte contra quien se pide la ejecución puede contestar la presentación o no hacer nada: "Con
la contestación de la parte o en su rebeldía, y con previa audiencia del ministerio publico, el tribunal
declarará si debe o no darse cumplimiento a la resolución" (Artículo 248, inciso 2°, del CPC).
Señala el artículo 250 que "si el tribunal lo estima necesario, podrá abrir un término de prueba antes
de resolver en la forma y por el tiempo que este Código establece para los incidentes". Pasado este
"probatorio", el tribunal debe fallar.
En principio se siguen las mismas normas vistas para los negocios contenciosos, pero no se
confiere traslado a la parte contra quien se quiere ejecutar la resolución, ya que esta no existe. Lo
que sí es necesario hacer es dar audiencia al Ministro Público, o sea, al Fiscal de la Corte: "En los
asuntos de jurisdicción no contenciosa, el tribunal resolverá con sólo la audiencia del ministerio
público" (Artículo 249 C.P.C.).
El tribunal, si lo estima conveniente, puede abrir un termino probatorio, en la forma y por el tiempo
del probatorio en los incidentes (artículo 250). Después debe fallar.
285
Existe un trámite o requisito adicional que cumplir en esta materia y es el visto bueno u otro signo
de aprobación emanado de un tribunal superior ordinario del país donde se haya dictado el fallo.
Esto, porque es la única forma de constatar su autenticidad y demostrar su fuerza ejecutiva
(eficacia) (Artículo 246 C.P.C.).
Partiendo del supuesto de que con el exequátur se persigue la homologación de una sentencia de
condena o simplemente declarativa o constitutiva con efectos de condena; se tiene que la
concesión del exequátur hace que tal resolución pueda invocarse como título o fundamento de una
ejecución posterior.
Con el reconocimiento de una resolución extranjera ésta sirve para generar la excepción de cosa
juzgada, impidiendo que en Chile se pueda renovar un juicio donde concurra la triple identidad.
El procedimiento a seguir será el que se determine en el tratado que otorga valor al fallo extranjero y,
a falta de este, el que corresponda de acuerdo a las reglas generales de la legislación chilena.
b) El juicio ejecutivo.
c) Procedimientos específicos.
a.- Reglamentación.
Este procedimiento se encuentra regulado en el Párrafo 1º, del Título XIX del Libro del Código de
Procedimiento Civil (arts. 231 a 241).
286
Mientras algunos consideran que se trata de un juicio ejecutivo especial, otros piensan que es un
incidente".
Es un juicio, porque existe o puede existir una controversia, ya que el ejecutado puede oponerse a
la solicitud de cumplimiento.
Es un juicio ejecutivo especial, puesto que se aparta sensiblemente del juicio ejecutivo del Libro III
del Código de Procedimiento Civil, las que analizaremos oportunamente.
Otra parte de la doctrina lo califica de un procedimiento incidental, por la relativa rapidez que
presenta en su tramitación. Sin embargo, no podemos hablar de incidente, ya que éste, por esencia,
es una cuestión accesoria a una principal, y esta cuestión principal es, precisamente, la ejecución de
la resolución.
Correcta o incorrecta la calificación legal lo cierto es que tal situación no carece de toda
importancia práctica.236
236 Eduardo Morales robles. Explicaciones de Derecho Procesal. Tomo II. Derecho Procesal Civil. Basadas en las
clases del profesor titular de la Cátedra de Derecho Procesal en la Universidad de Chile don Mario Mosquera
Ruiz.Pag.257
287
El procedimiento denominado "de ejecución incidental" se inicia cuando la parte presenta una
solicitud escrita, ante el tribunal que dictó la resolución en primera o en única instancia,
requiriendo el cumplimiento de la sentencia definitiva o interlocutoria de condena, ejecutoriada o
que causa ejecutoria, dentro de un año contado desde que la prestación contenida en la sentencia se
haya hecho exigible. El plazo de un año se contará en las sentencias que ordenen prestaciones
periódicas, desde que se haga exigible cada prestación o la última de las que se cobren.
Los requisitos que deben concurrir para poder aplicar el procedimiento incidental para poder ejecutar
una resolución judicial miran, unos, a la naturaleza jurídica y estado de la resolución; y otros, al
impulso procesal. Dichos requisitos son los siguientes:
Los tribunales no pueden actuar de oficio, sino que, únicamente a petición del interesado, como se
desprende del artículo 233, inciso 1° que nos señala que el procedimiento se aplicará "cuando se
solicite la ejecución", y de los incisos 1° y 2° del artículo 237 C.P.C., precepto que hace aplicable
el juicio ejecutivo, procedimiento especial que se inicia por demanda.
De acuerdo al artículo 175 C.P.C., sólo las sentencias definitivas o interlocutorias generan la acción
de cosa juzgada.
El artículo 176 prescribe que corresponde la acción de cosa juzgada a aquel a cuyo favor se ha
declarado un derecho en el juicio, para el cumplimiento de lo resuelto o para la ejecución del fallo
en la forma prevenida por el Título XIX de este Libro.
De acuerdo al artículo 231, se procederá a la ejecución una vez que las resoluciones queden
ejecutoriadas o causen ejecutoria en conformidad a la ley.
4°.- La ejecución debe ser actualmente exigible y solicitarse dentro del plazo de un año desde
que la ejecución se hizo exigible.
Conforme al inciso final el plazo de un año se contará, en las sentencias que ordenen prestaciones
periódicas, desde que se haga exigible cada prestación o la última de las que se cobren.
Una obligación contenida en una resolución es actualmente exigible cuando no se encuentra sujeta
a un plazo, condición o modo, o cuando encontrándose sujeta a una modalidad se ha cumplido con
ella.
La providencia que sobre la solicitud recaiga será denegatoria o se concederá en la forma solicitada.
288
En este ultimo caso, la resolución del tribunal será, simplemente, "como se pide, con citación"
En este sentido, la parte final del artículo 233, inciso 1°, C.P.C. nos señala que para la ejecución de
las resoluciones "si la ley no ha dispuesto otra forma especial de cumplirla, se ordenará su
cumplimiento con citación de la persona en contra de quien se pide”.
Además, el ministro de fe que practique la notificación deberá enviar la carta certificada que
establece el artículo 46 tanto al apoderado como a la parte. A esta última, la carta deberá
remitírsele al domicilio en que se le haya notificado la demanda.
Sin embargo, en caso que el cumplimiento del fallo se pida contra un tercero, éste deberá ser
notificado personalmente (Artículo 233, inciso 2° C.P .C.).
De acuerdo con ello, el demandado tiene tres días fatales, no ampliables y prorrogables, para
oponerse a la ejecución contados desde la notificación por cédula al apoderado de la parte, sin
perjuicio de que debe enviarse además carta certificada tanto al apoderado que tenga constituido en
el proceso como a la parte al domicilio en el cual se le hubiera notificado la demanda. En caso que
el cumplimiento del fallo se solicite respecto de un tercero se le deberá notificar personalmente la
solicitud de cumplimiento y la resolución recaída en ella y tiene el plazo de diez días para
formular su oposición (Arts. 233 y 234.).
Al igual que en el juicio ejecutivo, solo existirá controversia que requiera ser resuelta mediante la
dictación de una sentencia definitiva, si el ejecutado o tercero opone excepciones dentro del plazo
legal.
Los requisitos que se establecen respecto de las excepciones en el procedimiento incidental son las
siguientes:
Al efecto, nos señala el Art. 234 que la parte vencida sólo podrá oponerse alegando algunas de las
siguientes excepciones. De acuerdo con ello, la posibilidad de defensa está limitada a oponer las
siguientes excepciones:
9.- La del artículo 534, esto es, la de imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la obra
debida.
10.-Falta de oportunidad en la ejecución
11.- El tercero en contra de quien se pida el cumplimiento del fallo podrá deducir, además, la
excepción de no empecerle la sentencia.
2°.- Todas las excepciones deben fundarse en antecedentes escritos, con excepción de las del
artículo 464 número 15, esto es, la pérdida de la cosa debida, en conformidad a lo dispuesto en el
Título XIX, Libro IV del Código Civil; y la del artículo 534, esto es, la de imposibilidad absoluta
para la ejecución actual de la obra debida.
3°.- Todas las excepciones deben basarse en hechos acaecidos con posterioridad a la sentencia
de cuyo cumplimiento se trata.; y
4°.- Deben aparecer revestidas de fundamento plausible sólo las excepciones de falta de
oportunidad en la ejecución, la del artículo 464 número 15, esto es, la pérdida de la cosa
debida, en conformidad a lo dispuesto en el Título XIX, Libro IV del Código Civil; y la del
artículo 534, esto es, la de imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la obra debida.
La oposición del demandado es mucho más restringida que la del ejecutado en el juicio ejecutivo,
puesto que:
a) La oposición sólo puede efectuarse alegando las excepciones de pago de la deuda, remisión de
la misma, concesión de esperas o prórroga de plazo, novación, compensación, transacción, la de
haber perdido la sentencia su carácter ejecutoria, la pérdida de la cosa debida conforme a lo
dispuesto en el Título XIX Libro IV del Código civil, la imposibilidad absoluta de ejecución actual
de la obra debida y la falta de oportunidad en la ejecución. El tercero en contra del cual se pide la
ejecución puede oponer además la excepción de no empecerle la sentencia. (art. 234 CPC)
En el juicio ejecutivo el ejecutado puede oponer todas las excepciones contempladas en el artículo
464 del CPC, las que son bastante más numerosas.
En el juicio ejecutivo no se exige que el ejecutado deba fundar las excepciones en antecedentes
escritos.
d) El plazo para formular la oposición es más breve que en el juicio ejecutivo, y no es susceptible
de ampliarse por notificación fuera de la comuna del tribunal.
290
e) Todas las excepciones, al igual que en el juicio ejecutivo en el cual se solicita el cumplimiento
de una prestación contenida en una sentencia definitiva o interlocutoria firme o que causa
ejecutoria, deben basarse en hechos acaecidos con posterioridad a la sentencia de cuyo
cumplimiento se trata (art. 237 inc. Final CPC).
La oposición en el procedimiento incidental que no reúna todos los requisitos antes señalados se
rechaza de plano, sin que se confiera traslado de ella a la otra parte para su posterior resolución por
el tribunal como acontece en el juicio ejecutivo y es requisito previo para que el tribunal se
pronuncie acerca de la admisibilidad o inadmisibilidad de ellas.
La oposición en el procedimiento incidental que reúna todos los requisitos antes señalados se
tramita de conformidad a las reglas de los incidentes, la que es una tramitación más breve y
concentrada que la establecida respecto de las excepciones en el juicio ejecutivo.
a) Rechazarlas de plano:
El juez adoptará esa conducta cuando las excepciones no sean de las indicadas en el artículo 234,
inciso 1° C.P.C., se opongan fuera del término fatal o no reúnan los requisitos que las hacen
admisibles, según los casos.
b) Admitirlas a tramitación:
Habiéndose opuesto las excepciones dentro del plazo legal, cumpliendo con los requisitos legales y
siendo de las enumeradas en el artículo 234 C.P.C., el tribunal debe tramitarlas como incidentes.
"La oposición se tramitará en forma incidental, pero si las excepciones no reúnen los requisitos
exigidos por el inciso 1º, se rechazará de plano” (Artículo 234, inciso 3º C.P.C).
De acuerdo con ello, la resolución que recaerá en las excepciones será “Traslado”, y con las
respuesta o no del ejecutante, se continuara con la tramitación del asunto, hasta su resolución.
1ª Si la sentencia ordena entregar una especie o cuerpo cierto, sea mueble o inmueble, se llevará a
efecto la entrega, haciéndose uso de la fuerza pública si es necesario;
291
2ª Si la especie o cuerpo cierto mueble no es habido, se procederá a tasarlo con arreglo al Título XII
del Libro IV y se observarán en seguida las reglas del número siguiente;
a) Existen medidas precautorias: Si la sentencia manda pagar una suma de dinero se ordenará, sin más
trámite, hacer pago al acreedor con los fondos retenidos, hecha la liquidación del crédito y de las
costas causadas o se dispondrá previamente la realización de los bienes que estén garantizando el
resultado de la acción de conformidad al Título V del Libro II.
En todo lo que no esté previsto en este artículo se aplicarán las reglas que se establecen en el juicio
ejecutivo para el embargo y el procedimiento de apremio; pero la sentencia se cumplirá hasta hacer
entero pago a la parte vencedora sin necesidad de fianza de resultas, salvo lo dispuesto en el artículo
774 y en otras disposiciones especiales.
Si la sentencia ordena el pago de prestaciones periódicas y el deudor retarda el pago de dos o más,
podrá el juez compelerlo a prestar seguridades para el pago, tal como la de convertir las prestaciones
en los intereses de un capital que se consigna al efecto, en un Banco, Caja de Ahorros u otros
establecimientos análogos. Este capital se restituirá al deudor tan pronto como cese la obligación. Esta
petición se tramitará en forma incidental. (Art. 236 CPC)
Cumplida una resolución, el tribunal tendrá facultad para decretar las medidas tendientes a dejar sin
efecto todo lo que se haga en contravención a lo ejecutado.
El que quebrante lo ordenado cumplir será sancionado con reclusión menor en su grado medio a
máximo. (Art. 240 CPC).
Las reclamaciones que el obligado a restituir una cosa raíz o mueble tenga derecho a deducir en razón
de prestaciones a que esté obligado el vencedor y que no haya hecho valer en el juicio en que se dictó
la sentencia que se trata de cumplir, se tramitarán en forma incidental con audiencia de las partes, sin
entorpecer el cumplimiento de la sentencia, salvo las excepciones legales (Art. 239 CPC).
292
Las apelaciones que se deduzcan contra las resoluciones que se dicten en conformidad a lo dispuesto
en los artículos precedentes de este título, se concederán sólo en el efecto devolutivo. Tratándose de
juicios de hacienda, estas apelaciones se colocarán de inmediato en tabla y gozarán de preferencia para
su vista y fallo (Art. 241 CPC).
Se trata de personas que, sin ser parte en el juicio declarativo anterior, tienen interés actual en sus
resultados, afectándoles, consiguientemente, la cosa juzgada del fallo.
2. El tercero en contra de quien se pida al cumplimiento del fallo podrá deducir, además de las
excepciones indicadas en el articulo 234, inciso 1° C.P.C., la excepción de no empecerle la
sentencia.
3. La oposición debe ser formulada dentro del término fatal de diez días hábiles, contados desde la
notificación.
Las principales diferencias que existen entre estos dos procedimientos son las siguientes:
La resolución que se dicta dando lugar a la La resolución que se dicta dando lugar a la
ejecución es : Como se pide con citación. ejecución es: Despáchese.
El procedimiento ejecutivo se encuentra, regulado en el libro III, títulos I y II del C.P.C., al que
dedicaremos un extenso análisis.
Este procedimiento ejecutivo para el cumplimiento de una sentencia recibe aplicación cuando el
ejecutante no utiliza el denominado "procedimiento incidental de ejecución", porque no quiere o
porque ha transcurrido el año dentro del cual habría debido iniciarlo.
En este caso nos encontramos ante una competencia acumulativa o preventiva, puesto que es
competente para conocer del juicio ejecutivo, a elección de la parte que hubiere obtenido en el
pleito, el tribunal que dictó la resolución en primera o única instancia o el que sea competente en
conformidad a los principios generales establecidos en la ley según lo prescrito en el artículo 114
del C.O.T.
Para la ejecución de una sentencia es más conveniente utilizar el procedimiento incidental que el
ejecutivo por ser más rápido en su tramitación, limitarse en mayor forma la defensa del ejecutado;
y permitir evitarse trámites del apremio como es el embargo en caso de haber existido medidas
precautorias durante el curso del procedimiento declarativo.
Tratándose del cumplimiento de resoluciones civiles pronunciadas por los tribunales extranjeros, es
menester obtener previamente el exequátur de parte de la Corte Suprema de acuerdo al
procedimiento contemplado en el párrafo 2 del Título XIX del Libro I del Código de Procedimiento
Civil.
Una vez obtenido el exequátur en virtud del cual se manda cumplir una resolución pronunciada en
país extranjero, se pedirá su ejecución al tribunal a quien habría correspondido conocer del negocio
en primera o en única instancia, si el juicio se hubiera promovido en Chile de acuerdo a lo
establecido en el artículo 251 del CPC.
294
Cabe destacar que el juicio ejecutivo, a diferencia del procedimiento incidental, no sólo recibe
aplicación para los efectos de exigir el cumplimiento de una sentencia definitiva o interlocutoria
condenatoria, firme o ejecutoriada, sino que también respecto de las obligaciones contempladas en
los títulos ejecutivos contemplados en el artículo 434 del CPC.
3. PROCEDIMIENTOS ESPECÍFICOS.
Por otra parte, el legislador procesal civil, dentro del C.P.C., ha estructurado procedimientos
específicos para el cumplimiento de algunas resoluciones judiciales.
Según la naturaleza de la prestación que va envuelta en la resolución que se trata de ejecutar, existe
un procedimiento para obtener la restitución de inmuebles en el juicio de arrendamiento y
comodato como es el lanzamiento contemplado en el artículo 595; en el juicio de hacienda,
respecto del Fisco, no cabe el cumplimiento compulsivo, contemplándose un procedimiento
administrativo para la ejecución que se materializa con la dictación de un decreto supremo, previo
informe del Consejo de Defensa del Estado, de acuerdo a lo previsto en el artículo 752 del CPC.
b) El procedimiento compulsivo del juicio de alimentos, contemplado en la Ley 14. 908 sobre
abandono de familia y pago de pensiones alimenticias;
Finalmente, cabe destacar que el legislador se ha encargado de crear también determinados títulos
ejecutivos especiales, contemplando respecto de ellos un procedimiento ejecutivo especial en
diversas leyes para obtener el cumplimiento de la obligación contenido en ellos, pudiendo
destacarse las siguientes:
II. Características.
Las características del juicio ejecutivo son las siguientes:
Decimos que es de aplicación general por cuanto es supletorio de las disposiciones de los juicios
ejecutivos especiales.
El juicio ejecutivo, a diferencia del procedimiento incidental, no tiene como único objetivo el
cumplimiento de las resoluciones judiciales, sino que presenta el importante fin de cumplir o
ejecutar todas las obligaciones que consten en un documento indubitado, al que se le considere
como título ejecutivo por el legislador.
El apremio se manifiesta desde el inicio del procedimiento con el embargo, el que conducirá, en
caso de que no se opongan excepciones o que las excepciones opuestas sean rechazadas, a la
liquidación de los bienes embargados y posterior pago al acreedor de su obligación con lo obtenido
en ella.
El fundamento del juicio ejecutivo es la existencia de una obligación indubitada, que consta de
un título ejecutivo.
296
El legislador parte de la base de que existe una presunción de verdad acerca de la existencia de una
obligación en el hecho de constar ésta en un título ejecutivo. Esta presunción de verosimilitud de la
existencia de la obligación genera una serie de limitaciones respecto de la defensa del demandado.
El juicio ejecutivo se caracteriza porque limita los medios de defensa del demandado-ejecutado.
Esto se manifiesta claramente en que:
5. c) Existe un brevísimo plazo para que el ejecutado se defienda a contar del requerimiento de
pago, término que además de ser breve ha tenido siempre el carácter de fatal, circunstancia esta
última que actualmente no reviste mayor particularidad ante el otorgamiento a todos los plazos
contemplados en el Código de Procedimiento Civil ese carácter mediante la modificación que se
introdujera al artículo 64 del C.P.C.
5. d) Las apelaciones que el ejecutado interpone durante la tramitación del juicio ejecutivo se
conceden en el solo efecto devolutivo de acuerdo a lo establecido en el Nº1 del artículo 194 del
CPC, lo cual significa que en ningún caso el ejercicio de ese medio de impugnación suspenderá la
tramitación del procedimiento ejecutivo, a menos que se conceda una orden de no innovar por el
tribunal de alzada.
En cambio, las apelaciones que interpone el ejecutante, por regla general, se concederán en ambos
efectos en contra de la sentencia definitiva.
Sin embargo, es necesario tener presente que en nuestro ordenamiento jurídico no rige el principio
de la prioridad, sino que el de la par conditio creditorum según el cual los acreedores se pagan a
prorrata de sus créditos, a menos que gocen ellos de preferencia. Las formas que tienen los
acreedores preferentes de hacer valer su crédito preferente en un proceso ejecutivo que se sigue
adelante por un acreedor preferente de grado inferior o valista es la tercería de prelación; y la forma
que tiene un acreedor valista de concurrir al pago de su acreencia cuando el deudor no tuviere otros
bienes en un proceso ejecutivo seguido por otro acreedor es la tercería de pago.
Los procesos de ejecución singular y universal, no obstante sus profundas diferencias presentan
algunas semejanzas, como las siguientes: a) Ambos procesos solo pueden ser iniciados a
instancia de parte y no de oficio por el tribunal; b) Ambos procedimientos requieren de la
existencia de un título ejecutivo para su inicio (art. 117 de la Ley Nº 20.720). c) En ambos
procedimientos se produce la afectación de bienes del deudor y su realización forzosa para con
su producto pagar a los acreedores, afección que se produce con el embargo en el juicio ejecutivo
y con la resolución de liquidación en el proceso universal. La administración de los bienes en el
proceso de ejecución individual se efectúa por el depositario, y en el juicio concursal de
liquidación por el liquidador que se designe. d) En la ejecución individual se debe proceder a
embargar solo los bienes suficientes para cubrir el crédito cuyo pago se demanda, en cambio en
la ejecución universal se produce la incautación de todos los bienes del fallido para proceder al
pago de los créditos de todos los acreedores que concurran en el proceso verificando sus
créditos. e) Si el ejecutado no es el depositario de los bienes embargados se pierde por éste las
facultades de administración de esos bienes, en cambio en el proceso de liquidación, pronunciada
la resolución de liquidación, el deudor queda inhibido de pleno derecho de la administración de
todos sus bienes presentes, salvo aquellos que sean inembargables (art. 130 de la Ley Nº 20.720).
7°. En caso que el ejecutado no oponga excepciones, la tramitación del cuaderno ejecutivo o
principal del juicio ejecutivo termina en el instante mismo en que ha vencido el plazo para
que el ejecutado las deduzca.
La cuestión controvertida en el juicio ejecutivo versa única y exclusivamente sobre las excepciones
que opone el ejecutado, justificándose por ello que en caso de no hacerse ellas valer termine la
tramitación del cuaderno ejecutivo, y haga las veces de sentencia ejecutoriada el mandamiento de
ejecución y embargo.
8º. Se rige por las normas contenidas en los Títulos I y II del Libro III del C. P. C y además
por las "Disposiciones comunes a todo procedimiento"
Es claro que el juicio ejecutivo se rige por las normas contenidas en los Títulos I y II del Libro III
del C.P.C. Mas, no son esas las únicas disposiciones que reglamentan el procedimiento cuyo
estudio comenzamos.
298
En efecto, rigen también las "Disposiciones comunes a todo procedimiento" del Libro I del C.P.C.
y las reglas del Juicio Ordinario Civil de Mayor Cuantía del Libro II del mismo Código. Esta
aplicación se establece claramente en el Artículo 3º del C.P.C.
III. Clasificación.
En vista de ello, en la sesión 25 de la Comisión Mixta el señor Vergara hizo indicación para
suprimir en el epígrafe de este título "del juicio ejecutivo en las obligaciones de dar" la frase "o de
entregar" por cuanto la obligación de entregar está sin duda comprendida en la de "dar" como lo
dispone expresamente el artículo 1548 del Código Civil, aceptándose por la Comisión esta
indicación.
a) Juicio ejecutivo de mayor cuantía, regulado en los Títulos I y II del Libro III del C.P.C., y
b) Juicio ejecutivo de mínima cuantía, regulado en el Título XIV, Párrafo 2 del libro III del C.P.C.
I. GENERALIDADES.
En primer término y como vistazo general se puede afirmar que el procedimiento ejecutivo por
obligación de dar se tramita en dos cuadernos: el ejecutivo y el de apremio.
De lo expuesto, podemos desprender que existe una clara vinculación entre el cuaderno ejecutivo y
el cuaderno de apremio.
En segundo lugar, el embargo, que es una actuación de la cual debe dejarse constancia en el
cuaderno de apremio, no puede ser impedido que se realice con motivo de la oposición de
excepciones del ejecutado. En consecuencia, si se oponen excepciones en el cuaderno ejecutivo,
ellas solo producen la paralización de la tramitación del cuaderno de apremio con posterioridad a la
realización del embargo, suspensión de la tramitación que se mantendrá hasta la dictación de la
sentencia condenatoria en el cuaderno ejecutivo.
En tercer lugar, dictada que sea la sentencia condenatoria de remate en el juicio ejecutivo, esta
causa ejecutoria, por lo que se reiniciará la tramitación del cuaderno de apremio para los efectos de
proceder a verificar todos los trámites necesarios destinados a la realización de los bienes
embargados.
300
a) Los de tercería, en los cuales interviene un tercero, por lo general, excluyente del ejecutado y
del ejecutante.
Las tercerías que contempla el Código de Procedimiento Civil y que pueden dar lugar a la
formación de estos cuadernos son: la tercería de dominio, la tercería de posesión, la tercería de
prelación y la tercería de pago.
Las tercerías, cualquiera que sea la naturaleza de éstas, nunca producen el efecto de suspender la
tramitación del cuaderno ejecutivo.
Las tercerías de dominio y posesión, por regla general, no suspenden la tramitación del cuaderno de
apremio. Excepcionalmente, la tercería de dominio y posesión suspenden la tramitación del
cuaderno de apremio en los casos previstos en el artículo 522 del CPC.
b) Los de incidentes, que se originan por las cuestiones accesorias que no sean de previo y especial
pronunciamiento promovidas por las partes durante el curso del procedimiento.
III.OBLIGACIÓN NO PRESCRITA.
El artículo 2515 del C.C. señala que las acciones para exigir la ejecución de una obligación (acción
ejecutiva) prescriben en el plazo de tres años contados desde que la obligación se haya hecho
exigible.
Sin embargo, la acción ejecutiva puede subsistir como ordinaria durante el plazo de dos años: "La
acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de tres años, y convertida en ordinaria durará
solamente otros dos años" (Artículo 2515, inciso 2º del C. C).
301
En este último caso, la pretensión de cobro de la obligación ejecutiva que subsiste como ordinaria y
se hace efectiva a través del juicio sumario, conforme lo preceptúa el Art. 680 Nº 7 del C.P.C.
Existen, empero, plazos especiales de prescripción de algunas acciones ejecutivas, tales como:
1. La acción ejecutiva en contra de los obligados al pago de una letra de cambio o de un pagaré,
tiene un plazo de prescripción de un año, contado desde el día del vencimiento del documento
(Arts. 98 y 107 de la Ley Nº 18. 092).
El plazo de prescripción de la acción ejecutiva contra los obligados al pago de letras de cambio y
pagarés suscritos con anterioridad al 14 de abril de 1982, fecha de entrada en vigor de la Ley Nº
18.092, era de tres años.
2. La acción ejecutiva contra los obligados al pago de un cheque protestado y la acción penal,
prescriben en el plazo de un año, contado desde la fecha del protesto (Art. 34 de la Ley sobre
Cuentas Corrientes Bancarias y Cheques D. F. L. N º 707).
De acuerdo con las reglas generales del Código Civil, la prescripción, para que sea declarada, debe
ser alegada por quien quiera aprovecharse de ella.
Frente a lo anterior, el artículo 442 constituye una clara excepción, toda vez que obliga al tribunal a
declarar de oficio la prescripción al señalarnos ese precepto que: "El tribunal denegará la ejecución
si el título presentado tiene más de tres años, contados desde que la obligación se haya hecho
exigible. . ." (Art. 442, primera parte, del CPC).
Hemos de hacer notar que el legislador ha establecido una obligación al tribunal y no una mera
facultad. Es bastante claro el texto al señalar que " el tribunal denegará. . ."
Si bien la prescripción no se declara de oficio fuera de la situación prevista en el Art. 442 del CPC,
ello no quiere decir que no pueda declararse con posterioridad en el juicio ejecutivo a solicitud del
ejecutado, si este opone la excepción respectiva. En efecto, el ejecutado puede oponer la
prescripción como excepción conforme a lo señalado expresamente el artículo 464, Nº 17 del
C.P.C.: "La oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se funde en alguna de las
excepciones siguientes: 17º La prescripción de la deuda o sólo de la acción ejecutiva. . . "
Un problema que se ha suscitado en esta materia es aquel que dice relación con la posibilidad de
que el tribunal se niegue a despachar el mandamiento de ejecución y embargo respecto de
obligaciones cuyas acciones ejecutivas tengan un plazo de prescripción especial e inferior a los tres
años que establece el Art. 442 del C.P.C.
302
Asimismo, tratándose de las letras de cambio y pagarés, la Ley Nº 18. 092, que las reglamentó
orgánicamente, modificó el Código de Procedimiento Civil únicamente en el Art. 434 Nº 4 y no se
refirió para nada al Art. 442 del CPC para contemplar la facultad del tribunal de denegarse a
despachar el mandamiento de ejecución y embargo cuando la letra de cambio o pagaré tuviere más
de un año desde la fecha de su vencimiento.
Finalmente, debemos hacer notar que el Art. 442 del CPC contempla, en su segunda parte, una
institución especial respecto de la prescripción, la que se ha denominado "mantención o
subsistencia de la acción ejecutiva". Dice el precepto en cuestión que "el tribunal denegará la
ejecución si el título presentado tiene más de tres años, contados desde que la obligación se haya
hecho exigible; salvo que se compruebe la subsistencia de la acción ejecutiva por alguno de los
medios que sirven para deducir esta acción en conformidad al Art. 434".
Lo anterior significa que nos podemos encontrar ante una obligación que consta en un título que
está prescrito por haber transcurrido más de tres años, pero respecto de la cual se ha realizado, con
posterioridad, una gestión preparatoria de la vía ejecutiva que ha generado un nuevo título distinto
al primitivo en el cual constaba la obligación. Ejemplo: la acción ejecutiva para exigir el pago de
un saldo de precio de venta consta en una escritura publica extendida desde hace más de cuatro
años, pervive si el deudor confiesa la deuda durante una gestión preparatoria generando un nuevo
título. En este caso subsiste la acción ejecutiva por constar ella en un nuevo título que tiene menos
de tres años para los efectos de cobrar la obligación.
Esta gestión preparatoria de la vía ejecutiva que genera la mantención de la obligación no podrá ser
enervada con la excepción de prescripción del título o acción ejecutiva.
El título no va a ser el que se encuentra prescrito sino que emanará de la gestión preparatoria de la
vía ejecutiva.
237 En este sentido se ha pronunciado Corte Suprema. Cas. Fondo. 2.6.2011.Gaceta Juridica 372. Año 2011.Págs393 y
sgtes. Cas. Fondo. 14.10.2011.Gaceta Juridica 376. Año 2011.Págs 368 y sgtes.
303
El artículo 437 del CPC contempla este requisito, al señalarnos que "para que proceda la ejecución,
se requiere además que la obligación sea actualmente exigible".
Frente al incumplimiento de una promesa de compraventa, el contratante afectado debe ejercer las
acciones ordinarias, de lato conocimiento que el sistema jurídico le franquea, no siendo procedente
recurrir al juicio ejecutivo para resolver la cuestión controvertida.”238
Al efecto, el artículo 441 del C.P.C. establece que el tribunal examinará el título y despachará o
denegará la ejecución, sin audiencia ni notificación del demandado, aún cuando se haya éste
apersonado en el juicio".
Al respecto se ha señalado por la doctrina que "para la dictación del mandamiento el tribunal debe
previamente hacer un atento examen de los presupuestos procesales, la legitimación activa y
pasiva, la aptitud del libelo y si la obligación que el título representa es actualmente exigible,
líquida y no prescrita ejecutivamente. El vocablo "examen" que emplea el texto (art. 441 del CPC)
así lo indica porque con el léxico él denota la idea de "indagación y estudio que hace acerca de las
cualidades y circunstancias de una cosa o hecho" que por lo mismo impone al juez una actitud
vigilante y responsable".240
Otra tesis sobre la materia sostiene que la concurrencia del requisito en estudio debe existir al
momento en que se requiere de pago al deudor. Este criterio también ha sido sostenido por nuestra
jurisprudencia, al señalarse que "el requisito de exigibilidad de la obligación en el juicio ejecutivo
debe concurrir en el acto de requerirse de pago al deudor, sin que los defectos del título que
existían a la fecha del requerimiento puedan sanearse posteriormente".241
238 Corte Apelaciones Pedro Aguirre Cerda. 13. 11. 1995. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo XCII. 2ª parte.
Sec. 2ª. Pág. 138.
239 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 47.
240 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de conocimiento en el juicio ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Páginas 44 y 45. Editorial jurídica Conosur Ltda. Agosto. 1995.
241 Rev. Tomo 45. 2a parte. Sec. 1a. Pág. 19.
304
Por otra parte, es menester tener presente que el control de la exigibilidad de la obligación no puede
efectuarla el tribunal de oficio. Ello porque, en primer lugar, el Art. 442 C.P.C. sólo se refiere a que
el tribunal pueda declarar de oficio de prescripción de la acción ejecutiva y no su falta de
exigibilidad.
En segundo lugar, el Art. 256 del CPC faculta al tribunal para no dar curso a la demanda que no
contenga las indicaciones ordenadas en los tres primeros números del Art. 254 del CPC,
expresando el defecto de que adolece; pero ninguno se refiere a la exigibilidad de la obligación.
En tercer lugar, en virtud del Art. 84 del C.P.C. "el juez podrá corregir de oficio los errores que
observe en la tramitación del proceso. Podrá asimismo tomar las medidas que tiendan a evitar la
nulidad de los actos de procedimiento. . ." Este precepto no puede aplicarse a la exigibilidad de una
obligación, por cuanto el cumplimiento de ese requisito no conlleva la nulidad del procedimiento,
sino que sólo el rechazo de la demanda.
Finalmente, respecto de la exigibilidad, hemos de tener presente la regla de que "la mora purga la
mora", establecida en el Art. 1551 del C.C.: "En los contratos bilaterales ninguno de los
contratantes está en mora dejando de cumplir lo pactado mientras el otro no lo cumple por su parte
o no se allana a cumplirlo en la forma y lugar debidos".
La obligación no será exigible en los contratos bilaterales si ninguna de las partes cumple con sus
obligaciones o no se allana a dicho cumplimiento, y en tal caso el ejecutado podrá defenderse
oponiendo la excepción contemplada en el Nº 7 del art.464 del C.P.C.
V. OBLIGACIÓN LÍQUIDA.
"Es líquida la obligación que en el título aparece determinada y precisada con exactitud o cuyo
monto puede determinarse por medio de simples operaciones aritméticas con los datos únicos que
proporcione el título, es decir, la ley exige que en el mismo documento se den los elementos para
obtener esa cantidad, sin recurrir ni considerar otros antecedentes; que el carácter de líquida de la
obligación aparezca del propio título que sirva de base a la ejecución"243.
Debe tratarse de obligaciones en las cuales no sea dudoso lo que se debe y su determinación
cualitativa.
Señala el Art. 438, inc. 3º, del CPC que "el acreedor expresará en la demanda ejecutiva la especie o
la cantidad líquida por la cual pide el mandamiento de ejecución".
El artículo 438 del C.P.C. establece cuándo debe entenderse que una obligación es líquida. Al
respecto existen cuatro situaciones. En algunos casos la obligación es líquida per se o por su propia
Prescribe el Art. 438 del CPC que "la ejecución puede recaer:
1º Sobre la especie o cuerpo cierto que se deba y que exista en poder del deudor;
Así, por ejemplo, se debe un automóvil de una marca determinada, modelo cierto, etc. y se
embarga en el domicilio del deudor.
Como se puede apreciar, la determinación de la cosa debida sólo puede ser precisada cuando se
trata de obligaciones de especie o cuerpo cierto y no de género para determinar su carácter de
líquida per se.
2º Sobre el valor de la especie debida y que no exista en poder del deudor, haciéndose su
avaluación por un perito que nombrará el tribunal".
Es el caso de la especie o cuerpo cierto que se debe y que no está en poder del deudor. En esta
situación la ejecución va a recaer sobre el valor de lo debido, el que deberá ser previamente
determinado a través de una gestión preparatoria de avaluación.
Para iniciar esa gestión preparatoria el demandante no requiere probar que la especie no se
encuentra en poder del deudor, por tratarse de un hecho negativo.
El futuro ejecutado tiene la facultad de objetar la avaluación pericial con posterioridad, oponiendo
la excepción de exceso de avalúo, contemplada en el Art. 464 Nº 8 del C.P.C.
La ejecución va a recaer sobre algo que no requiere avaluación o liquidación. Esta obligación es
líquida per se.
El inc. 2º del Art. 438 del CPC prescribe que "se entenderá cantidad líquida, no sólo la que
actualmente tenga esta calidad, sino también la que pueda liquidarse mediante simples operaciones
aritméticas con sólo los datos que el mismo título ejecutivo suministre".
4º Sobre cantidad de un género determinado cuya avaluación pueda hacerse en la forma que
establece el número anterior".
Será líquida una obligación de género cuando sea susceptible de ser sometida a la gestión
preparatoria de avaluación.
El art. 25 de la Ley Nº 18.010, sobre operaciones de crédito de dinero establece que "en los juicios
de cobro de cualquiera obligación de dinero reajustable el pago se hará en moneda corriente
liquidándose el crédito a esa fecha, por el valor que tenga el capital reajustado según el índice
pactado o la Unidad de Fomento, según corresponda.
Finalmente, el inciso final del artículo 438 del CPC se refiere a las obligaciones expresadas en
moneda extranjera: "Sin embargo, tratándose de moneda extranjera, no será necesario proceder a
su avaluación, sin perjuicio de las reglas que para su liquidación y pago se expresan en otras
disposiciones de este Código" (Art. 438, inc. Final del CPC).
La verdad es que no existen esas "otras disposiciones" de que habla el artículo transcrito en la
estructura del C.P.C. Empero, sí existen esas normas en los Arts. 20 a 24 de la Ley Nº 18. 010
sobre operaciones de crédito de dinero.
a) Las que deben pagarse en moneda extranjera en virtud de autorización de la ley o del
Banco Central de Chile, en cuyo caso "el acreedor podrá exigir su cumplimiento en la moneda
estipulada, o ejercer los derechos que para el deudor se originan de la correspondiente
autorización" (Art. 20, inc. 2º Ley 18. 010), y
b) Las que deben pagarse en el equivalente en moneda nacional: "Las obligaciones expresadas
en moneda extranjera serán solucionadas por su equivalente en moneda chilena según el tipo de
cambio vendedor del día del pago. En el caso de obligaciones vencidas se aplicará el tipo de
cambio del día del vencimiento si fuera superior al del día del pago. . ." (Art. 20, inc. 1º Ley
18.010).
Señala el Art. 22 de la referida ley que "el acreedor deberá indicar en su demanda o solicitud la
equivalencia en moneda corriente al tipo de cambio vendedor, de la líquida en moneda extranjera
por la cual pide el mandamiento, acompañando al efecto el certificado a que se refiere el artículo 21
y el tribunal ordenará despacharlo por esa equivalencia, sin que sea necesario proceder a una
avaluación previa. . . " (Primera parte).
Al respecto, cabe tener presente que nuestra Jurisprudencia ha señalado últimamente que "la
omisión en la presentación del certificado bancario en el plazo señalado por el liquidador no resta
liquidez a la acción ejecutiva y sólo debe entenderse como una forma de facilitar la liquidación del
crédito a la fecha de la demanda.245
La avaluación que se efectúa en este estadio cumple con dos objetivos, a saber:
a) sirve para determinar la cuantía de la causa (Arts. 116 y 120 del C.O.T.) (170), y
245 Corte Suprema . 10-12-1990. Revista de Derecho y Jurisprudencia T. 87 sec. 1a. 2a parte. Pág. 2. 189.
307
6.1. Concepto.
3. Título ejecutivo es aquel que da cuenta de un derecho indubitable al cual la ley otorga
suficiencia necesaria para exigir el cumplimiento forzado de una obligación de dar, hacer o no
hacer en él contenida, obligación que debe además tener las características de ser líquida,
actualmente exigible y de no hallarse prescrita.246
Existen tres aspectos que han de ser resaltados respecto de los títulos ejecutivos:
3) En ellos debe constar la existencia de una obligación de dar, hacer o no hacer, líquida,
actualmente exigible y no prescrita.
La única fuente creadora o generadora de un título ejecutivo es la ley. La voluntad de las partes y la
resolución judicial no pueden generar directamente un título ejecutivo.
Sólo existen con el carácter de ejecutivos aquellos títulos que la ley ha señalado en forma expresa.
En nuestra legislación procesal se encarga de establecer los títulos ejecutivos en el Art. 434 del
C.P.C.
Nuestra doctrina ha definido el título ejecutivo como " el instrumento que autoriza el empleo del
procedimiento ejecutivo para la tramitación de un proceso en que deba resolverse su exigibilidad
jurisdiccional".
"En nuestro derecho positivo el concepto de título ejecutivo comprende indistintamente el concepto
del título considerado como el derecho material y como instrumento. Lo normal es que ambas
circunstancias coincidan en el título y que su titular tenga un derecho para hacer efectivo y en su
poder el documento que lo justifica. Pero no es forzoso que ello acontezca. En efecto puede tenerse
un derecho sin título ejecutivo y un título ejecutivo sin el apoyo de un derecho que lo sustente,
como ocurre con el título que contiene una obligación prescrita. Por lo tanto, es importante que
coincida la materialidad del título con el derecho, acto u obligación que contiene. "247
Título ejecutivo es el instrumento en el cual consta una obligación de dar, hacer o no hacer,
actualmente exigible, líquida y no prescrita, al cual la ley le otorga mérito ejecutivo.
246 Corte suprema 11. 8. 1997. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo XCIV. Nº 2 Mayo- agosto 1997. 2ª parte.
Sección primera. Pág 64 y sgtes.
247 Juan Colombo C. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página 5 Editorial Conosur.
308
6.2º. Características.
Sólo tienen el carácter de título ejecutivo los instrumentos a los cuales la ley reconoce como tal, no
pudiendo ser ellos generados por vía convencional.
Corresponde sólo al legislador dar el carácter de título ejecutivo a los instrumentos, los cuales se
encuentran contemplados dentro del Código de Procedimiento Civil en su artículo 434. Por otra
parte, en el número 7º del artículo 434 se reconoce la exclusiva facultad del legislador para
contemplar los títulos ejecutivos al establecer que "tiene mérito ejecutivo cualquier otro título al
que las leyes den fuerza ejecutiva".
En la generación de los títulos ejecutivos nos encontramos ante una excepción al principio de la
autonomía de la voluntad contemplado en el Código Civil, puesto que los particulares no pueden
pactar otorgarle a un instrumento el carácter de título ejecutivo si ello no se encuentra reconocido
por el legislador. La voluntad de los particulares sólo recibe aplicación para los efectos de
determinar el contenido de acto que comprenden ciertos títulos que se generan en virtud de la
autonomía de la voluntad, como sería el determinar el monto por el cual se extiende una letra de
cambio o pagaré.
La autonomía del título ejecutivo importa que éste se basta a sí mismo, debiendo comprenderse en
él todos los elementos que permiten el ejercicio de una acción ejecutiva. En otras palabras, debe
existir un título ejecutivo que dé cuenta de una obligación de dar, hacer o no hacer, la que debe ser
líquida o determinada, actualmente exigible y no prescrita.
Es posible, sin embargo, que nos encontremos en presencia de títulos ejecutivos compuestos, esto
es, que el título conste materialmente en dos o más instrumentos, siempre y cuando todos los
instrumentos tengan el carácter de títulos ejecutivos considerados individualmente."248
Para los efectos de poder iniciarse una ejecución es menester contar con un título que reúna todos
los requisitos previstos por la ley para tal efecto.
En general, siguiendo lo señalado por el profesor Juan Colombo Campbell en su obra antes citada,
podemos señalar que los requisitos exigidos por la ley para que el título sea ejecutivo son los
siguientes:
a. Que su formalidad material se encuentre contemplada en algunos de los títulos descritos por el
artículo 434 del CPC o en una ley especial;
b. Que contenga el título los elementos propios de la acción ejecutiva, o sea, la expresión material
de una obligación de dar, hacer o no hacer, que sea líquida, actualmente exigible y no prescrita.
248 Juan Colombo C. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página 11 Editorial Conosur.
309
Para poder iniciar un juicio ejecutivo es un presupuesto de éste que se acompañe a la demanda
ejecutiva un título ejecutivo que dé cuenta de una obligación cuyo cumplimiento forzado se
persigue, puesto que en caso contrario, el tribunal se encuentra obligado a denegar la ejecución.
Al efecto, establece el artículo 441 del C.P.C. que presentada una demanda ejecutiva "el tribunal
examinará el título y despachará o denegará la ejecución, sin audiencia ni notificación del
demandado, aún cuando se haya apersonado en el juicio".
De acuerdo con ello, dentro del juicio ejecutivo no le corresponde al ejecutante acreditar la
existencia de la obligación que consta en el título ejecutivo como debería acontecer de acuerdo con
las reglas generales respecto del onus probandi o carga de la prueba. De allí, que dentro del juicio
ejecutivo es al demandado a quien le corresponde la carga de demostrar la ineficacia del título, para
lo cual deberá oponer una o más de las excepciones que contempla el legislador en el artículo 464
del C.P.C. y probarlas, para los efectos de poder obtener que en la sentencia definitiva se le
reconozca ineficacia al procedimiento o al título ejecutivo hecho valer en su contra.
Los títulos ejecutivos admiten una clasificación entre títulos ejecutivos perfectos y títulos
ejecutivos imperfectos o incompletos.
Son aquellos títulos creados por la ley que se bastan a sí mismos para iniciar, de inmediato y sin
más trámite, la ejecución.
De los títulos enumerados en el artículo 434 del CPC revisten el carácter de perfectos:
- El acta de avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por ministro de fe o dos
testigos de actuación;
- La letra de cambio o pagaré, respecto de su aceptante o suscriptor, que haya sido protestada
personalmente, siempre que éstos en el momento del protesto no tachen de falsa su firma; y
310
- La letra de cambio, pagarés y cheques respecto de los obligados al pago cuya firma aparezca
autorizada ante Notario o por un oficial de Registro Civil en las comunas donde no tenga su asiento
un notario.
Son aquellos establecidos por el legislador respecto de los cuales se exige la realización en forma
previa de una gestión preparatoria de la vía ejecutiva para complementar los requisitos de un título
preexistente a fin de poder iniciar la ejecución.
Finalmente, debemos tener presente que "la gestión preparatoria de la vía ejecutiva, puede referirse
a la materialidad del título o la obligación que contiene. Como ejemplo del primer grupo,
encontramos la notificación judicial del protesto de letra de cambio, cheque o pagaré; y del
segundo, la gestión de avaluación que apunta al requisito de deuda líquida".249
b. En cuanto a su origen.
Los títulos ejecutivos, no obstante tener que ser ellos establecidos siempre por la ley, pueden tener
su fuente mediata en actos judiciales, convencionales o administrativos.
b.1. Títulos ejecutivos judiciales: son aquellos que se generan dentro de un proceso para los
efectos de poner término a éste, estableciendo una obligación en beneficio de una de las partes.
Tienen este carácter las sentencias definitivas o interlocutorias firmes o que causan ejecutoria; el
acta de conciliación y el acta de avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por un
ministro de fe o dos testigos de actuación.
b.2. Títulos ejecutivos convencionales: son aquellos en que las partes establecen fuera del proceso
en un documento indubitado para el legislador, la existencia de una obligación en beneficio de una
de las partes.
Tienen este carácter, la copia de escritura pública; la letra de cambio o pagaré protestado
notarialmente por falta de pago en forma personal, sin que se haya opuesto fecha de falsedad a la
firma en el acto del protesto; la letra de cambio, pagaré o el cheque en que se haya autorizado la
firma ante Notario de los obligados al pago.
b.3. Títulos ejecutivos administrativos: son aquellos en que la administración genera el título en
virtud del cual cobra ejecutivamente una obligación a un particular.
249 Juan Colombo C. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página 15 Editorial Conosur.
311
Desde este punto de vista, es posible distinguir títulos ejecutivos unilaterales y bilaterales.
Títulos ejecutivos bilaterales son aquellos que requieren la concurrencia de las voluntades de dos
o más partes para que se generen.
En este caso, se encuentran el acta de avenimiento, el acta de conciliación y la obligación que nace
de un contrato que consta en una copia de escritura pública.
Desde este punto de vista, es posible distinguir títulos ejecutivos ordinarios y especiales.
Títulos ejecutivos ordinarios son aquellos contemplados dentro del artículo 434 del Código de
Procedimiento Civil.
Desde este punto de vista, es posible distinguir entre títulos autosuficientes y títulos
complementarios.
Los títulos autosuficientes son aquellos en que la existencia de la obligación líquida y actualmente
exigible consta en un solo título.
Sobre la materia, debe tenerse presente que la jurisprudencia ha aceptado la existencia de títulos
complementarios, esto es, que la obligación que se pretende cobrar a un deudor pueda determinarse
mediante la concurrencia de dos o más títulos ejecutivos. En tal sentido se ha declarado que “la
complementación o integración de títulos ejecutivos no la prohíbe la ley, la que no exige que todos
los requisitos que deben dar mérito ejecutivo a un título deben constar en él, exigencia que de
existir haría perder finalidad y eficacia jurídica a instituciones reconocidas como las hipotecas
constituidas para garantizar obligaciones de terceros o las otorgadas antes de los contratos a que
acceden.250
Título ejecutivo perfecto es aquel que es suficiente para que el tribunal acceda provisionalmente a
la demanda ejecutiva, abriendo con su mérito y despachando mandamiento de ejecución y embargo
contra el ejecutado. Lo son los que contienen intrínsecamente todos los presupuestos exigidos por
la ley.251
Señala el Art. 434 del C.P.C. que el "juicio ejecutivo tiene lugar en las obligaciones de dar cuando
para reclamar su cumplimiento se hace valer alguno de los siguientes títulos:
En primer lugar, es menester tener presente que las sentencias definitivas e interlocutorias que
constituyen un título ejecutivo son las de condena, esto es, aquellas que prescriben que una de las
partes debe satisfacer a otra de las partes una prestación de dar, hacer o no hacer alguna cosa.
Por otra parte, las sentencias interlocutorias de segunda clase desde que se pronuncian sobre un
trámite que debe servir de base a la dictación de una sentencia definitiva o interlocutoria siempre va
a ser cumplidas dentro del procedimiento en que se dictaron y no por la vía ejecutiva en un proceso
posterior.
En cuanto a su origen, cabe tener presente que constituye título ejecutivo perfecto la sentencia
definitiva o interlocutoria firme cualquiera que sea el tribunal que la dictó: ordinario, especial o
arbitral.
En todo caso, es menester tener presente que, según algunos, respecto de las sentencias arbitrales,
si bien es cierto ellas constituyen un título ejecutivo, los árbitros no pueden conocer del juicio
ejecutivo al contemplar éste procedimiento de apremio, los que deben ser conocidos por la justicia
ordinaria (art. 635 C.P.C.).
Otros sostenemos que el modo normal de dar término al compromiso es por el cumplimiento del
encargo.
De acuerdo con ello, el compromiso terminara cuando el árbitro dicte sentencia en el plazo que le
fijan las partes o el legislador en subsidio.
Sin perjuicio de ello, el árbitro puede conocer también de la ejecución de la sentencia si el que ha
obtenido en el juicio se lo ha requerido y aún le resta plazo para desempeñar el compromiso. Al
efecto, el artículo 635 del C.P.C. establece que “para la ejecución de la sentencia definitiva se podrá
ocurrir al árbitro que la dictó, si no está vencido el plazo por que fue nombrado, o al tribunal ordinario
correspondiente, a elección del que pida su cumplimiento. Tratándose de otra clase de resoluciones,
corresponde al árbitro ordenar su ejecución.
251 Juan Colombo C. El Título Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Páginas 14 y 15. Conosur Ltda.
313
Las sentencias definitivas o interlocutorias, para que puedan iniciar un juicio ejecutivo, pueden ser
las originales, que se encuentran en el expediente donde se pronuncian, o una copia autorizada.
Debemos tener presente que, para las copias, existe un libro copiador de sentencias, de donde se
pueden otorgar copia de ellas.
El Art. 434 del CPC sólo se refiere a las sentencias firmes o ejecutoriadas, pero no a las que causan
ejecutoria. Sin embargo, la jurisprudencia ha señalado que "entre los títulos a que las leyes dan
fuerza ejecutiva quedan incluidas las sentencias que causan ejecutoria, es decir, aquellas que
pueden cumplirse no obstante existir recursos pendientes en su contra".252.
El carácter de título ejecutivo de las sentencias que causan ejecutoria está dado por el Nº 7 del Art.
434, que señala que es título ejecutivo "cualquiera otro título a que las leyes den fuerza ejecutiva".
Las principales disposiciones que se refieren a las sentencias que causan ejecutoria son los artículos
192 respecto al recurso de apelación, 774 respecto al recurso de casación y 548 del C.O.T. respecto
del recurso de queja.
La orden de no innovar que se contempla en los recursos de hecho, apelación concedida en el sólo
efecto devolutivo, queja e inaplicabilidad, en caso de ser impartida, generan la suspensión de los
efectos de la sentencia que causa ejecutoria. En consecuencia, si se llegare a invocar como título
ejecutivo una sentencia respecto de la cual estuviere vigente la orden de no innovar podría
oponerse respecto de esa ejecución la excepción contemplada en el Nª 7 del artículo 464 del CPC,
por no ser esa sentencia actualmente exigible.
De acuerdo a la redacción dada por la ley Nº 18.181 al Nº2 del artículo 434 del CPC, es un título
ejecutivo perfecto la copia autorizada de escritura pública.
En la actualidad, lo que el notario debe entregar a los otorgantes de una escritura pública es una
copia autorizada de la misma. La matriz, o sea, el documento original, se archiva en el registro
notarial y no sale del oficio del Notario ni del Archivero Judicial.
La copia autorizada es otorgada por el notario ante el que se otorgó la escritura matriz u original o
por el archivero judicial, que tenga en su poder el respectivo protocolo o registro público.
Es necesario tener en consideración que, por expreso mandato de la ley, el título ejecutivo perfecto
es la copia autorizada de la escritura pública y no su matriz.
En la actualidad, no existe la distinción entre primeras y segundas copias para determinar su fuerza
ejecutiva, existiendo sólo las copias de las escrituras públicas, teniendo todas ellas el carácter de
título ejecutivo.
a) La Transacción:
El Código Civil define a la transacción como "un contrato en que las partes terminan
extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual" (Art. 2446, inc. 1º CC),
efectuándose concesiones recíprocas.
No será título ejecutivo si la transacción no consta en escritura pública y, en este caso, el título no
será el equivalente jurisdiccional, sino que la copia autorizada de la escritura pública que da cuenta
de ella y contempla la existencia de una obligación líquida, actualmente exigible y no prescrita.
b) La Conciliación:
Se ha definido a la conciliación como "una manera de poner término a los juicios civiles, salvo las
excepciones legales, mediante el acuerdo directo de las partes, producido en razón de proposiciones
de bases de arreglo formuladas por el tribunal".254
Este equivalente jurisdiccional no puede incorporarse dentro del Nº 3 del Art. 434 del C.P.C., sino
que dentro del Nº1 de éste, porque la ley le otorga el valor y carácter de una sentencia definitiva
ejecutoriada. En efecto, señala el Art. 267 C.P.C. que "de la conciliación total o parcial se levantará
acta, que consignará sólo las especificaciones del arreglo; la cual se estimará como sentencia
ejecutoriada para todos los efectos legales".
c) El Avenimiento:
Es una convención procesal, generada a instancia de parte, dentro del procedimiento, cuya finalidad
es la de poner término, total o parcialmente, al conflicto que lo ha originado.
Para que este equivalente jurisdiccional tenga el carácter de título ejecutivo es menester que
se cumplan dos requisitos copulativos:
a) Que el acta que da cuenta del avenimiento esté pasada ante tribunal competente.
Esta expresión significa que el tribunal haya tomado conocimiento del acta de avenimiento y le
haya prestado su aprobación.
El Sr. Mosquera considera que la expresión "pasada ante tribunal competente" quiere significar que
debe existir constancia de la agregación material del avenimiento en el expediente.
253 Vid. Mario Mosquera Ruiz. "Ideas generales sobre los equivalentes jurisdiccionales". Separata. 1984.
254 Mario Casarino Viterbo. "Manual de Derecho Procesal". Cuarta Edición. Editorial Jurídica de Chile. Tomo III.
Pág. 341.
315
En todo caso, debemos tener presente que respecto del avenimiento celebrado sobre alimentos
futuros que se deben por ley a ciertas personas se exige expresamente su aprobación por parte del
tribunal en el artículo 2.451 del Código Civil.
Al respecto, el profesor Colombo ha señalado que la expresión “pasada ante tribunal competente "
significa que ha debido ser presentada al tribunal. Y el segundo requisito, que es absolutamente
discutible y en el cual estoy matriculado con una tesis desde hace muchos años, significa cual es la
posición del tribunal frente a esta acta de avenimiento. Si el tribunal basta con que tenga presente
este avenimiento o si tiene que dictar una resolución que tenga por aprobado el avenimiento. A mi
juicio, para que el acta de avenimiento sea título ejecutivo tiene que ser presentada al tribunal, o sea
pasada al tribunal y aprobada por este tribunal. ¿de donde deduzco esto yo? Que justamente lo que
se trata es que el tribunal pueda controlar la disponibilidad de los derechos en un acta de
avenimiento y ¿cuando el tribunal podría oponerse a dar su visto bueno al acta de avenimiento?
Cuando ésta contenga derechos indisponibles y que, por lo tanto, el juez no esté obligado a aceptar
como un equivalente jurisdiccional que le ponga término a su proceso. De ahí entonces que yo
pienso que en esta acta de avenimiento el título es el acta presentada por las partes y la resolución
del tribunal debidamente notificada y autorizada por su secretario que lo apruebe expresa, y yo
podría llegar hasta aceptar que lo apruebe en forma tácita, dependiendo ya de la resolución que
pueda dictar el tribunal en estos casos. Pero si el tribunal simplemente se limita a tener presente el
avenimiento, yo creo que éste sería vulnerable por la excepción del artículo 464".255
b) que esa acta se encuentre autorizada por un ministro de fe o por dos testigos de actuación.
La regla general es que el ministro de fe que autoriza el acta de avenimiento sea el secretario del
tribunal, pudiendo, asimismo, tener tal carácter un notario.
Existe, excepcionalmente, un caso en que, por lo general, el acta de avenimiento va a ser autorizada
por dos testigos de actuación. Esto ocurre cuando el avenimiento se lleva ante árbitros arbitradores
que no hayan designado ministro de fe (Arts. 639 y 640 inciso final C.P.C.).
El avenimiento que no cumpla con cualquiera de estos dos requisitos no puede llegar a tener el
carácter de título ejecutivo, no existiendo, ni siquiera, un germen de él que pueda ser
complementado a través de una gestión o medida preparatoria de la vía ejecutiva.
Para los efectos de determinar la existencia de título ejecutivo respecto de los títulos de crédito hay
que señalar que éstos constituyen títulos ejecutivos perfectos sólo en dos situaciones:
a) La letra de cambio y el pagaré que haya sido protestado personalmente, por falta de pago,
por un notario, no habiendo el aceptante de la letra de cambio o el suscriptor del pagaré
opuesto tacha de falsedad, al momento de protestarse el documento.
Al efecto, establece el artículo 434 Nº 4 del CPC: "Sin embargo, no será necesario este
reconocimiento respecto del aceptante de una letra de cambio o subscriptor de un pagaré que no
hayan opuesto tacha de falsedad a su firma al tiempo de protestarse el documento por falta de
pago, siempre que el protesto haya sido personal. . . "
El protesto de las letras de cambio y de los pagarés se puede efectuar por falta de pago, por falta de
fecha de aceptación y por falta de aceptación. Sólo el protesto por falta de pago permite ejercer la
acción ejecutiva inmediatamente.
255 Juan Colombo C. El Título Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Páginas 18 y 19. Conosur Ltda.
316
Ello es lógico porque sólo el protesto por falta de pago reúne todos los requisitos que anteriormente
estudiamos para que este procedimiento fuera procedente. De más está decir que el pago es una
obligación de dar, ya que es tradición.
El protesto bancario tiene una doble limitación. Por una parte, sólo pueden protestarse letras por
falta de pago y, por otro lado, el protesto efectuado de esta manera no tiene el carácter de personal.
La ley restringe el título ejecutivo perfecto al protesto personal, y lo es cuando el aceptante del
documento o alguno de los demás obligados al pago concurre ante el ministro de fe a ser requerido
de pago en el día que haya sido citado por él. El protesto bancario "no tendrá el carácter de
personal para los efectos de lo dispuesto en el Nº 4 del artículo 434 del Código de Procedimiento
Civil" establece el artículo 71. inc. final de la ley Nº 18. 092.
El protesto es, hemos dicho, un procedimiento solemne, que se encuentra minuciosamente regulado
entre los Arts. 59 a 78 de la Ley Nº 18. 092. La omisión de cualquiera de los requisitos trae como
consecuencia la falta de fuerza ejecutiva del título. Así lo ha resuelto la jurisprudencia: "El protesto
de una letra de cambio, consta en un instrumento público, de manera que debe cumplir con todas
las solemnidades que la ley prescribe. Si es nulo el protesto de la letra de cambio, carece ésta de
mérito ejecutivo".256
Finalmente, hemos de indicar que el protesto tiene por finalidad conservar los derechos y acciones
del titular respecto de los obligados al pago del documento, siempre que no sean el aceptante de la
letra o el suscriptor del pagaré: "Todos los que firman una letra de cambio, sea como libradores,
aceptantes o endosantes, quedan solidariamente obligados a pagar al portador el valor de la letra,
más los reajuste e intereses, en su caso.
Si no se realiza en tiempo y forma el protesto por falta de pago, caducarán las acciones cambiarias
que el portador pueda tener en contra del librador, endosante y los avalistas de ambos. No obstante,
no caducarán estas acciones en caso de quiebra del librado o aceptante ocurrida antes del
vencimiento, o de haberse estampado en la letra la cláusula "devuelta sin gastos" o "sin protesto"
(Art. 79 Ley Nº 18. 092). Si no hay protesto en tiempo y forma legal, la letra o el pagaré se
perjudican y caducan las acciones cambiarias que el portador del documento tiene frente al
librador, endosante y los avalistas de ambos. No se perjudica respecto del aceptante, del suscriptor
y a los avalistas de ambos. (Art. 47, inc. 2º Ley Nº 18. 092).
b) Constituye, también, título ejecutivo perfecto la letra de cambio, pagaré o cheque respecto
de los obligados al pago cuya firma haya sido autorizada por un notario:
Al efecto, el artículo 434 Nº 4 establece que "tendrá también mérito ejecutivo, sin necesidad de
reconocimiento previo, la letra de cambio, pagaré o cheque, respecto del obligado, cuya firma
aparezca autorizada por un notario" (Art. 434, Nº 4 inc. 2º C.P.C.).
Este es el único caso en que el cheque protestado es un título ejecutivo perfecto. En este caso no se
exige que se notifique previamente el protesto, que es una gestión preparatoria, cuando la firma de
256 Tomás Dahm G. Estudio crítico de la jurisprudencia de los artículos 434 al 442 del Código de Procedimiento Civil.
Memoria 1964. P. 148.
317
los obligados al pago (librador, en los cheques, endosantes), haya sido autorizada por un notario,
pudiéndose deducir de inmediato la demanda ejecutiva.
En ambos casos, el legislador, por la intervención del ministro de fe notario, ha establecido una
presunción de verdad de que lo contenido en el documento que hace las veces de título ejecutivo es
cierto. Ello ha sido reconocido por la jurisprudencia y por la historia de la ley.
Al efecto, es menester tener presente como nos señala el profesor don Juan Colombo que "no
porque la letra tenga la firma de uno de los obligados al pago autorizada por un notario, esta
condición se transmite al resto de los obligados para pensar que ellos también están frente a un
título ejecutivo perfecto. Yo creo que la perfección del título en el caso especialísimo del artículo
434 Nº 4 se refiere nada más que a las personas que concurrieron ante notario público y que este
certifica que se firmó la respectiva letra, pagaré o cheque por la persona que aparece otorgando.
Siendo así, por ejemplo, un avalista o un endosante, podrían no caer dentro del carácter de título
perfecto que tendría la letra en relación al aceptante, cuya firma sí aparece autorizada por un
notario, y si éste es demandado, en mi opinión, tiene perfecto derecho a ampararse en el artículo
464 Nº 7 y decir que ese título ejecutivo no tiene fuerza en relación a ellos."257
Respecto de esta materia es menester tener presente que se ha exigido para entender que se ha
autorizado la firma del obligado ante Notario, que este deje constancia de la fecha en la cual
procede efectuar esta. Al efecto, se ha declarado por nuestra Jurisprudencia que “la omisión de
dejar constancia de la fecha en la que se autoriza la firma del suscriptor de un pagaré por parte del
notario, determina que se infringe el artículo 425 del Código Orgánico de Tribunales, resultando
suficiente para anular tal autorización, y en consecuencia el pagaré ha carecido de la autorización
notarial válida y por lo tanto no cumple con el requisito que exige el inciso segundo del Nº4 del
artículo 434 del Código de Procedimiento Civil.”258 y que “la autorización estampada por el
Notario Público denota la legalización que pone el escribano en alguna escritura o instrumento de
forma que haga fe pública, esto es, atestando la verdad de las firmas puestas en él, de forma que no
haya ninguna duda, constituyendo justamente esta verdad indubitada lo que da mérito ejecutivo al
documento. En consecuencia no basta la mera firma y timbre del Notario para constituir la
autorización notarial exigida por la ley, sin certificado o dar fe suficiente de las personas que lo han
celebrado, debidamente individualizados y determinando la calidad jurídica por la cual comparecen
al acto.”259
5º Cualquiera otro título a que las leyes den fuerza ejecutiva" (Art. 434 Nº 7 C.P.C.).
Es este el último caso de los títulos ejecutivos perfectos que contempla el C.P.C.
2. El contrato de prenda agraria, otorgado en documento privado, cuya firma haya sido autorizada
por un notario o un oficial del Registro Civil (Art. 5º, inc. 3º de la Ley Nº 4097 sobre prenda
agraria);
257 Juan Colombo C. El Título Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Páginas 17. Conosur Ltda.
258 Corte Suprema 25. . 8. 1997. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo XCIV Nº 2 Mayo – Agosto de 1997. 2ª
parte. Sec. 2ª Pág. 76 y sgtes.
259 Corte Suprema 29. 1. 1992. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo LXXXIX. 2ª parte. Sec. 1ª. Págs 6 y
sgtes
318
3. El contrato de prenda industrial celebrado por escritura privada, autorizada por un notario (Art.
27, inc. 49 de la Ley Nº 5. 687 sobre el contrato de prenda industrial);
6. Las listas o nóminas de los deudores que se encuentren en mora del cumplimiento de
obligaciones o sanciones tributarias, en su caso (Art. 169, inc. 1º del D. L. Nº 830 sobre Código
Tributario);
7. Una copia del acta de la junta o del acuerdo del directorio, o la parte pertinente de la misma, en
que se haya acordado el pago de dividendo, certificada por la Superintendencia de Valores, Seguros
y Sociedades Anónimas, en las sociedades anónimas abiertas y un notario en las cerradas; y el o los
títulos de las acciones o documento que haga sus veces, constituyen título ejecutivo contra la
sociedad para demandar el pago de esos dividendos (Art. 83 de la ley Nº 18.046 sobre Sociedades
Anónimas) ; etc.
8. Los bonos vencidos por sorteo, rescate o expiración del plazo de su vencimiento y los cupones
también vencidos tendrán mérito ejecutivo en contra del emisor. En caso de bonos sorteados, éstos
deberán figurar en el acta respectiva. (Art. 20 Ley 18. 045. Ley de Mercado de Valores).
9. Tienen mérito ejecutivo ante los juzgados de letras del trabajo las actas que den constancia de
acuerdos producidos ante los inspectores del trabajo, firmada por las partes y autorizadas por éstos
y que contengan la existencia de una obligación laboral o sus copias certificadas por la respectiva
Inspección del Trabajo (Art. 435 Código del Trabajo), etc.
Título ejecutivo imperfecto: Es aquel que para lograr eficacia como título ejecutivo requiere de
una gestión preparatoria de la vía ejecutiva. La gestión preparatoria de la vía ejecutiva puede
referirse a la materialidad del título o la obligación que contiene. Como ejemplo del primer grupo,
encontramos la notificación del protesto y del segundo, la gestión de avaluación que apunta al
requisito de la liquidez de la deuda.260
Como hemos dicho anteriormente, en esta clase de títulos es necesario realizar una gestión
preparatoria de la vía ejecutiva para iniciar el juicio ejecutivo.
Dentro del Código de Procedimiento Civil, las gestiones preparatorias que dan origen o
complementan, según los casos, a un título para que adquiera fuerza ejecutiva son,
fundamentalmente, las siguientes:
260 Juan Colombo C. El Título Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Página 15. Conosur Ltda.
319
4) la avaluación; y
Su objeto es crear un título ejecutivo que permite la entrada de este procedimiento, y dicha
finalidad se logra en alguna de estas formas: a) creándose el título por la gestión misma, como
sucede con la confesión judicial, en que no existe antecedente previo que consigne la obligación
que se trata de hacer efectiva; b) complementando, mediante actuaciones judiciales, ciertos
antecedentes que justifican la existencia de la obligación, como en el caso de las notificaciones no
personales de los protestos de las letras de cambio, pagarés y cheques, y c) complementando las
imperfecciones de un título con determinada actuación judicial, como la gestión de avaluación".261.
Esta gestión, cuya tramitación es similar en sus dos especies, por eso las tratamos conjuntamente,
se encuentra regulada en los Arts. 434, Nºs 4 y 5, 435 y 436 del C.P.C.
El Art. 434 del C.P.C. prescribe que el "juicio ejecutivo tiene lugar en las obligaciones de dar
cuando para reclamar su cumplimiento se hace valer alguno de los siguientes títulos:
El artículo 434, Nº 4 del CPC posibilita ejercer la gestión preparatoria de reconocimiento de firma
sólo respecto de los instrumentos privados que se encuentran firmados. En caso de que no haya
firma, la vía ejecutiva deberá prepararse a través de la confesión de deuda.
Al efecto, nos señala que no obstante ser una práctica común el que el acreedor solicite en forma
conjunta las diligencias de citación a reconocer firma como a confesar deuda, lo cierto es que están
referidas a contextos fácticos diferentes. La naturaleza de la gestión que debe realizarse no queda
entregada a arbitrio del acreedor ni del tribunal, sino está determinada, por mandato de la ley, de
acuerdo con el antecedente de que pueda disponer el acreedor: si posee un antecedente escrito, en
el cual se consigne la firma del obligado, corresponderá la diligencia de reconocimiento de firma;
de lo contrario, solo procede citarlo a confesar su deuda. La confesión de deuda es la gestión que
permite constituir un título ejecutivo, mientras que el reconocimiento de firma es la que permite
perfeccionar el que existiendo no obstante no posee tal calidad. Así, no puede constituirse o
forjarse aquello que ya se tiene, aunque sea imperfectamente, y solo puede perfeccionarse aquello
ya previamente constituido o forjado. De este modo, si el acreedor cuenta con un documento
privado cuya firma no ha sido reconocida judicialmente o mandada tener por reconocida, lo
legalmente procedente es que se decrete la diligencia tendiente a perfeccionar ese título y no la que
tiene por objeto constituirlo o forjarlo.
La tramitación de esta gestión es bastante simple: se presenta un escrito ante el tribunal competente
solicitando que se cite a una persona a reconocer la firma puesta en un instrumento privado, que se
acompaña, y/o a confesar la deuda bajo los apercibimientos legales contemplados en los Arts. 434
Nº 4 o 5 y 435 C.P.C.
Sin el apercibimiento legal, no puede tenerse por reconocida la firma o por confesada la deuda en
caso de rebeldía o respuestas evasivas del citado. El apercibimiento es esencial para que se tenga en
esos casos por preparada la vía ejecutiva.
El escrito de solicitud se provee por el tribunal fijando una audiencia para que el deudor concurra a
reconocer la firma o a confesar la deuda, bajo el apercibimiento legal. Si se ha acompañado el
documento firmado, el tribunal ordena que se ingrese a la custodia del secretario.
262 Corte Suprema. Cas. Fondo. 29.9.2012. Rol 6.721-2012.Gaceta Juridica 387. Setiembre 2012.Págs275 y sgtes.
321
El plazo que se contempla en la resolución es de carácter judicial, susceptible, por tanto, de ser
prorrogado, de acuerdo a lo establecido en el Art. 67 C.P.C.
Todos esos incidentes deben promoverse con anterioridad a la verificación de la audiencia fijada
por el tribunal.
Frente a la solicitud, legalmente notificada, el citado puede asumir diversas actitudes, a saber:
d) no comparecer.
A continuación analizaremos cada una de esas actitudes que puede asumir el citado en la gestión
preparatoria.
El gestor de la medida preparatoria no tendrá título y deberá seguir un juicio ordinario para poder
tenerlo. Asimismo, aunque no es el criterio de la jurisprudencia, se podría aplicar el procedimiento
sumario, basado en lo que preceptúa el Art. 680 inc. 1º C.P.C.
La persona que ha desconocido la firma y/o negado la deuda, siendo ambas verdaderas, no comete
delito alguno, puesto que la jurisprudencia ha señalado reiteradamente que no existe delito de
perjurio en causa propia.
En este caso se tiene automáticamente por preparada la vía ejecutiva y el título en el cual constará
el reconocimiento de la firma o la confesión de la deuda será el acta que se levante de esa
diligencia efectuada ante el juez, más el instrumento privado en el caso del reconocimiento de
firma.
En esta situación no será necesario que el tribunal dicte resolución alguna para tener por preparada
la vía ejecutiva.
ha aceptado que se constituya mandato judicial para la realización de esta diligencia y, en algunas
ocasiones, ha permitido incluso que el deudor comparezca por escrito confesando la deuda o
desconociéndola.
La confesión y el reconocimiento de firma prestados ante el juez debe constar en un acta, la que
debe ser autorizada por el secretario del tribunal. En consecuencia en esta diligencia, salvo respecto
de la notificación que debe ser personal, no tiene participación alguna el receptor.
Además, hemos de tener presente que nuestra jurisprudencia, al considerar que esta gestión
preparatoria tiene un objetivo único, como es el reconocimiento o desconocimiento de la firma o de
la deuda, no permite que durante el curso de la audiencia se promueva controversia alguna. En
consecuencia, se ha establecido que no pueden efectuarse contrainterrogaciones al deudor y, en
algunos casos, que las declaraciones del deudor no pueden ser manifestadas en presencia de la
contraparte." En la confesión, como en todo juicio, todo litigante tiene derecho para presenciar la
declaración del contendor y hacer al tribunal las observaciones conducentes para aclarar, explicar o
ampliar las preguntas que deban dirigírsele; pero tal derecho no se otorga tratándose del
reconocimiento de firma o confesión de una deuda para preparar una ejecución, ya que propósito de
la ley es, en estos casos, no dejar subordinada a discusión o controversia de ningún género la
formación del título que ha de servir de base a la ejecución".263
En todo caso, es menester tener presente que nuestra jurisprudencia ha declarado que “la
circunstancia de que en la gestión de preparación de la vía ejecutiva se haya reconocido la firma
por la ejecutada, no obsta a iniciar un juicio ejecutivo, pero no hace revivir la deuda que ya se
encontraba prescrita”.264
Cuando el citado manifiesta esta actitud dubitativa, el ejecutante debe presentar un escrito
solicitando al tribunal que tenga por reconocida la firma o por confesa la deuda por haberse
incurrido en el apercibimiento del Art. 435 C.P.C. Y, si el citado sólo da respuestas evasivas, se
dará por reconocida la firma o por confesada la deuda". (inciso 2º).
La vía ejecutiva se va a encontrar preparada cuando la resolución del tribunal que accede a la
solicitud de dar por confeso o por reconocida la firma al citado que da respuestas evasivas, se
encuentre ejecutoriada. Esta resolución tiene la naturaleza jurídica de una sentencia interlocutoria
de segundo grado, ya que ha de servir de base para la dictación posterior de una sentencia
interlocutoria, como es el mandamiento de ejecución y embargo.
La jurisprudencia ha resuelto que el determinar si una respuesta es evasiva constituye una cuestión
de hecho, cuya calificación queda entregada por completo a los jueces de la instancia. De acuerdo
con ello, al tribunal del proceso le corresponderá decidir si las respuestas son o no evasivas y
resolver si se debe tener o no por preparada la vía ejecutiva.
d) El citado no comparece:
En caso de no comparecencia del deudor que se haya debido a caso fortuito o fuerza mayor, se
encuentra éste facultado para solicitar la nulidad de todo lo obrado dentro del plazo de tres días
contados desde que hubiera cesado el impedimento (Art. 79 C.P.C.).
Finalmente, la jurisprudencia ha señalado que el citado tiene derecho a comparecer durante toda la
audiencia del día señalado, siendo la hora un mero punto referencial.
Como se trata de una sentencia interlocutoria, produce cosa juzgada y, en virtud de ello, la
jurisprudencia ha sostenido que el deudor no puede, con posterioridad a la diligencia, durante el
curso del procedimiento, oponer excepción alguna que tenga por objeto desconocer la autenticidad
de la firma o la existencia de la deuda.
De acuerdo con ello, si el deudor comparece y reconoce la firma o confiesa la deuda, se tendrá de
inmediato por preparada la vía ejecutiva, sin necesidad que se pronuncie resolución alguna. En tal
sentido, se ha declarado que la gestión preparatoria de la vía ejecutiva a que se refiere el artículo
435 del código de procedimiento civil termina al reconocer el demandado su firma y/o confesar la
deuda y no requiere que se dicte resolución alguna, sin perjuicio del examen que del título debe
hacer el tribunal al presentarse la demanda ejecutiva. Sólo es necesaria resolución judicial cuando
el citado no comparece o sólo da respuestas evasivas, donde el juez debe tener por reconocida la
firma o por confesada la deuda.265
Puede ocurrir, y es lo normal, que se cite a una persona a que reconozca su firma y confiese la
deuda. Si el citado reconoce la firma, pero niega la deuda se tendrá por preparada la vía
ejecutiva, de conformidad a lo que establece el Art. 436 C.P.C.: "Reconocida la firma, quedará
preparada la ejecución, aunque se niegue la deuda".
Tiene como finalidad acreditar hechos Tiene un fin único y exclusivo el reconocimiento
sustanciales pertinentes y controvertidos de una deuda para los efectos de preparar la
en el procedimiento, cualquiera que sea éste. vía ejecutiva.
Puede ser espontánea o provocada. Siempre va a ser provocada y tendrá el carácter
de expresa o tácita según sea la actitud que
asuma el citado.
Para que se tenga por confeso al absolvente es Para que juegue el apercibimiento de los Arts.
necesario que éste sea citado dos veces a 434, Nº 4, en relación al Art. 435 del C.P.C.,
absolver posiciones, jugando el apercibimiento basta con que se haya citado en una sola
que establece el Art.394 C.P.C. sólo en la oportunidad al deudor.
265 (scs, rdj 1990, t. lxxxvii, sec. i, p. 36, c. 4°.en el mismo sentido scs 15/12/1993, rol n° 1.213, c° 5.
324
segunda citación.
El absolvente va a ser notificado a través El deudor va a ser citado a la audiencia
del mandatario judicial y por cédula. personalmente.
Si fracasa la confesión o absolución Si fracasa la gestión preparatoria, el
de posiciones, el hecho que se trató procedimiento termina no quedándole al
de acreditar podrá serlo por cualquier ejecutante sino la vía ordinaria para el
otro medio probatorio. reconocimiento de la obligación y posterior
ejecución.
Si el citado presta una confesión pura y simple, se entiende preparada la vía ejecutiva.
Si, por el contrario, el citado presta una confesión calificada no nos encontraremos ante una
confesión que permita tener por preparada la vía ejecutiva, porque la deuda no estará reconocida.
En la confesión compleja de primer grado que es aquella en que se reconoce el hecho, pero se
agregan hechos vinculados al anterior que le quitan todo efecto, se puede proceder a dividir cuando
se acredita la falsedad. No se puede tener por preparada la vía ejecutiva. El ejecutante habrá
fracasado en su gestión y deberá iniciar un juicio ordinario, pudiendo en éste utilizar la confesión
conexa rendida por el deudor.
La confesión compleja de segundo grado o inconexa, que es aquella en que el deudor reconoce el
hecho pero agrega otro que lo desnaturaliza, es divisible per se y, consecuencialmente, deberá
tenerse por preparada la vía ejecutiva, pero el deudor podrá oponer la correspondiente excepción
para acreditar la existencia del hecho inconexo por él agregado y que le impide producir efectos a
su confesión. Ejemplo: la compensación.
Se utiliza para cobrar los títulos al portador o nominativos, emitidos por instituciones legalmente
autorizadas para ello.
266 Juan Colombo C. El Título Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual. Páginas 15. Conosur Ltda.
325
Dice el inc. 1º del Nº 6 del Art. 434 C.P.C. que es título ejecutivo "cualesquiera títulos al portador,
o nominativos, legítimamente emitidos, que representan obligaciones vencidas, y los cupones
también vencidos de dichos títulos, siempre que los cupones confronten con los títulos, y éstos, en
todo caso, con los libros talonarios".
El legislador ha establecido una norma de protección para el titular o poseedor de estos títulos
frente a la tacha de falsedad. Dice el Art. 434, Nº 6, inc. 2º C.P.C., que "resultando conforme la
confrontación, no será obstáculo a que se despache la ejecución la protesta de falsedad del título
que en el acto haga el director o la persona que tenga la representación del deudor, quien podrá
alegar en forma la falsedad como una de las excepciones del juicio". El deudor, como señala la
última parte del inciso transcrito, puede oponer, con posterioridad, la excepción de falsedad del
título (Art. 464, Nº 6 C.P.C.).
En la actualidad, esta gestión preparatoria no tiene mayor aplicación, puesto que los bonos que
constituyen el principal documento que se emite por las sociedades privadas para el endeudamiento
deben emitirse cumpliendo con las normas de la Ley de Mercado de Valores. De acuerdo a lo
establecido en el artículo 20 de esa Ley 18.045, los bonos constituyen títulos ejecutivos perfectos,
no siendo necesario respecto de ellos efectuar esta gestión preparatoria. Al efecto, dispone ese
precepto que "los bonos vencidos por sorteo, rescate o expiración del plazo de su vencimiento y los
cupones también vencidos tendrán mérito ejecutivo en contra del emisor. En caso de bonos
sorteados éstos deberán figurar en el acta respectiva"
La letra de cambio y el pagaré son títulos ejecutivos perfectos cuando han sido protestados
personalmente y no se opone tacha de falsedad a la firma en el acto del protesto por falta de pago
por el notario. Sin embargo, existe una serie de situaciones en las cuales es necesario iniciar una
gestión preparatoria para cobrar esos títulos de crédito, por no concurrir los requisitos de la primera
parte del inc. 1º del Nº 4 del Art. 434 C.P.C.
a. Cuando se quiera cobrar al aceptante de una letra de cambio o suscriptor de un pagaré cuyo
protesto no se haya efectuado en forma personal y su firma no haya sido autorizada ante Notario.
b. Cuando se quiera cobrar un cheque donde la firma del girador no aparece autorizada ante
notario, sea al girador u a los otros obligados al pago.
c. Cuando se quiera cobrar a cualquiera de los obligados al pago de un documento que no sea el
aceptante de una letra de cambio o suscriptor de un pagaré, sea que el protesto de esos documentos
se haya realizado en forma personal o no, cuyas firmas no se encuentren autorizadas ante Notario.
267 El juicio ejecutivo como la gestión preparatoria solo puede ser girado en pago de obligaciones o en comisión de
cobranza, por lo que si se gira para asegurar el cumplimiento de una obligación (el denominado cheque en garantía)
está destinado de antemano a no alcanzar los mismos efectos jurídicos que las dos vías antes mencionadas, perdiendo
de esta forma el mérito ejecutivo y transformándolo en un mero instrumento privado. En este sentido, Corte
Apelaciones Rancagua. 8.4.2011. Gaceta Juridica 370. Setiembre 2011.Págs220 y sgtes. En el mismo sentido: Corte
Suprema 18.10.2011. Gaceta Juridica 376. 201. Págs. 354 y sgtes
326
La gestión preparatoria de la vía ejecutiva en estos casos consiste en que el ejecutante debe
presentar un escrito al tribunal correspondiente, solicitando que se notifique judicialmente el
protesto a los obligados al pago de la letra de cambio, del pagaré o cheque, bajo apercibimiento de
tenerse por preparada la vía ejecutiva en caso que ellos no opongan tacha de falsedad a su firma
dentro del plazo de tercero día.
Esta gestión preparatoria de notificación de protesto se contempla en el artículo 434 Nº4 del CPC al
señalarnos que el reconocimiento no será necesario "respecto de cualquiera de los obligados al
pago de una letra de cambio, pagaré o cheque, cuando, puesto el protesto en su conocimiento por
notificación judicial, no alegue tampoco en ese mismo acto o dentro de tercero día tacha de
falsedad".
En el escrito en que se solicita la notificación del protesto se debe copiar el acta del protesto o se
debe acompañar fotocopia de dicha acta, la que se debe entender que forma parte integrante del
escrito para los efectos de su notificación. Si no efectúa la transcripción del acta de protesto
mencionada en el escrito o no se acompañan ellas en la forma señalada, la notificación del protesto
será nula.
El tribunal provee esa solicitud "como se pide", o "notifíquese bajo apercibimiento legal". Este
apercibimiento consiste en tener por preparada la vía ejecutiva si no es tachada de falsa la firma
dentro del término legal y fatal de tres días.
Frente a la notificación válidamente realizada al supuesto deudor, éste puede asumir una de dos
actitudes.
En este caso, transcurrido el término de tres días, se presenta un segundo escrito al tribunal
solicitando que se certifique por el Secretario la efectividad de que el deudor no ha opuesto tacha
de falsedad.
Con el sólo mérito de ese certificado y sin necesidad de que se dicte resolución alguna, se tendrá
por preparada la vía ejecutiva.
El deudor puede concurrir y tachar de falsa su firma. En este caso, deberá darse traslado del escrito
al "ejecutante", tramitándose el asunto como incidente.
Lo normal es que este tipo de incidentes sea menester la realización de un peritaje caligráfico. A la
persona que le corresponda acreditar la autenticidad de la firma es al demandante o solicitante.
En este incidente el tribunal puede resolver que la firma es falsa, en cuyo caso habrá fracasado la
gestión preparatoria. Si, en cambio, se acredita la autenticidad de la firma durante la tramitación,
deberá declarar el tribunal este hecho, pasando a constituir el documento un título ejecutivo.
Además, si la firma tachada resulta ser auténtica, la Ley Nº 18. 092 consagró un tipo penal nuevo
para sancionar al deudor que retarda el inicio de la ejecución. De esta manera, el legislador trató de
dar mayor seriedad a la diligencia en estudio.
En efecto, señala el Art. 110 de la Ley Nº 18. 092 que "cualquiera persona que en el acto de
protesto o en la gestación preparatoria de la vía ejecutiva tachare de falsa su firma puesta en una
letra de cambio o pagaré y resultare en definitiva que la firma es auténtica, será sancionado con
las penas indicadas en el artículo 467 del Código Penal, salvo que acredite justa causa de error o
que el título en el cual se estampó la firma es falso". La pena es la del delito de estafa.
Esta resolución que fallando el incidente durante la gestión preparatoria establece que la firma es
autentica produce cosa juzgada formal al establecer el Art. 112 de la Ley Nº 18. 092 que "no
obstante lo prescrito en el artículo anterior, el demandado en un juicio civil y el inculpado o
procesado en el juicio criminal por el delito establecido en el artículo 110, podrá oponer como
defensa o excepción la falsedad del título o la de su firma y justificarla en dichos procesos". La
resolución del tribunal civil que declara auténtica la firma no impide que el ejecutado pueda,
durante el juicio ejecutivo, volver a alegar la falsedad de la firma, siendo en este caso eso sí la
carga de la prueba del demandado, ahora ejecutado".
El cheque, en cambio, siempre ha tenido una fuerte protección penal, la que, según pronto veremos,
se ve acrecentada por la modificación del Art. 43 de la Ley de Cheques.
Los problemas que genera el cobro del cheque se crean cuando éste es protestado. Este protesto es
un certificado o testimonio que estampa el librado (un banco) al dorso del cheque, al tiempo de la
negativa del pago, expresándose la causa, la fecha y la hora, con las firmas del portador y del
librado, sin, que sea necesaria la intervención de un Ministro de Fe (Art. 33, inc. 2º D. F. L. 707).
En la práctica, es frecuente que una institución bancaria proteste un cheque por caducidad (Art. 24
DFL. 707); por falta de portador legítimo; por falta de cancelación (Art. 27 DFL. 707); por firma
disconforme (Art. 17 DFL. 707); por estar mal extendido; por falta de firma registrada; por falta de
firma giradora etc. Pero ninguno de estos protestos habilita al titular legítimo para iniciar una
gestión preparatoria de la vía ejecutiva ni, consiguientemente, pueden comenzar un juicio ejecutivo
o un procedimiento por el delito de giro doloso de cheque.
Sólo los protestos por falta de fondos, por cuenta cerrada o no existente, o por orden de no pago por
causales distintas a las señaladas en el Art. 26 del D. F. L. 707 habilitan para iniciar un
procedimiento por el delito de giro doloso de cheque (Art. 22 inc. 2º D. F. L. 707).
En los tres casos enunciados precedentemente pueden llegar a existir procedimiento penal, previa
gestión preparatoria de notificación de protesto.
328
El cheque debe ser presentado a su cobro dentro del plazo de sesenta días, contados desde su fecha,
si el librado estuviere en la misma plaza de su emisión, y dentro de noventa días, si estuviere en
otra. (Art. 23, inc. 1º D. F. L. 707).
De acuerdo al Art. 34 del D. F. L. 707, una vez que el banco protesta el cheque, se generan dos
pretensiones para su posterior cobro: una pretensión civil, que va a perseguir el cobro del cheque
como título ejecutivo en un juicio de ese carácter si la firma está autorizada ante notario o, en caso
de carecer de este último requisito, previa gestión preparatoria de notificación del protesto.
La otra pretensión que "emana" del protesto del cheque es una de carácter penal. El legislador, para
la efectiva protección del portador o titular del documento ha estatuido un tipo penal especial,
contemplado en el Art. 22 del D. F. L. 707: el delito de giro doloso de cheque.
Este segundo procedimiento para el cobro de un cheque tiene dos fases: una etapa ante el juez civil,
donde se notifica el protesto al girador, y otra ante el correspondiente juez del crimen.
Protestado un cheque, para que se configure el delito de giro doloso de cheque, es necesario que
ese protesto sea notificado a su librador. Si después de transcurridos tres días desde la notificación,
el girador no deposita en la cuenta corriente del tribunal fondos suficientes para cubrir el pago del
cheque, sus intereses y costas, el tenedor del documento tiene derecho a entablar la
acción-pretensión criminal correspondiente. El librador debe cumplir íntegramente el pago del
capital, de los intereses y las costas que el protesto origine.
El tribunal competente para conocer de la gestión de notificación del protesto es el del domicilio
que el librador tiene registrado en el banco.
"La notificación del protesto podrá hacerse personalmente o en la forma dispuesta en el artículo 44,
inciso 2º de Código de Procedimiento Civil. En este caso no será necesario cumplir con los
requisitos señalados en el inciso 1º de dicho artículo, ni se necesitará orden judicial para la entrega
de las copias que en él se disponen". (Art. 41, inc. 1º D. F. L. 707).
La competencia del juez civil se extiende única exclusivamente a la gestión de la notificación. Este
tribunal actúa como mero buzón de la solicitud y, por tanto, no vale hacer ninguna alegación o
excepción que ante él se presente. En cuanto al alcance de esta gestión previa o preliminar y los
actos procesales que pueden ser cuestionados dentro de la misma, se ha señalado que “la
notificación judicial de protesto de cheque es una gestión previa o preliminar a un juicio civil o
criminal, razón por la cual en ella sólo se puede tramitar el incidente sobre la nulidad de la
notificación del protesto, debido a que él dice relación con las normas procesales que la regulan;
pero no lo referente a la nulidad del protesto del cheque, por tratarse de una cuestión de fondo
vinculada a la validez o nulidad misma del protesto, lo que debe hacerse valer en el juicio
correspondiente, pues de lo contrario esta gestión se transformaría en un juicio contradictorio.268
Transcurrido el plazo de tres días y sin que se haya efectuado la consignación, debe solicitarse que
se certifique esta circunstancia por el secretario del tribunal civil, que se otorguen copias
autorizadas de todo lo obrado, incluyendo dicha certificación, y, asimismo, se solicita que se
devuelva el cheque al solicitante de la gestión.
Una vez efectuado lo anterior, se configuran los presupuestos de la acción penal, debiendo
interponerse la querella por el delito de giro doloso de cheque ante el tribunal de crimen
correspondiente.
La prescripción de la acción penal contra el girador del cheque y la de la acción ejecutiva contra los
obligados al pago de un cheque es de un año, contado desde la fecha del protesto (Art. 34 D. F. L.
707).
Al igual que tratándose de las letras de cambio de los pagarés, el legislador quiso darle seriedad a la
gestión preparatoria de la vía ejecutiva de notificación de protesto de cheque, regulado en el Art.
434, N° 4, inc. 1º del C.P.C. En efecto, la Ley Nº 18. 092 modificó el Art. 43 del D. F. L. 707 en
los siguientes términos: "Cualquiera persona que en la gestión de notificación de un protesto de
cheque tache de falsa su firma y resultare en definitiva que dicha firma es auténtica" será
sancionada con las penas que se contemplan en el artículo 467 del Código Penal, salvo que acredite
justa causa de error o que el título en el cual se estampó la firma es falso".
Lo señalado anteriormente respecto del incidente que se genera con motivo de la tacha de falsedad
de la firma de las letras de cambio y pagaré en la gestión preparatoria civil de la vía ejecutiva, ha de
tenerse por reiterado en esta parte respecto del cheque.
No obstante, tratándose de la notificación del protesto del cheque para configurar el delito de giro
doloso, nuestra Corte Suprema ha señalado que la tacha de falsedad de la firma no genera un
incidente que deba ser tramitado ante el juez civil, puesto que de acuerdo al artículo 42 de la Ley de
Cuentas Corrientes debe establecerse en el juicio criminal que el cheque ha sido falsificado o
adulterado en caso de que se haya opuesto tacha de falsedad en el momento del protesto o dentro de
tercero día.269
Debemos hacer presente que con la entrada en vigencia del nuevo sistema procesal penal, la vía
civil para el cobro del cheque se transformó en el medio más efectivo para el cobro de la
obligación, dado que el giro doloso de cheques tipificado en el artículo 22 de la Ley de cuentas
Corrientes Bancarias y Cheques pasó a tener el carácter de delito de acción penal privada con
motivo de la dictación de la Ley 19.806, publicada en el Diario Oficial de 31 de Mayo de 2002.,
respecto del cual puede otorgarse las medidas cautelares personales del artículo 155 del NCPP y ser
sancionado incluso con pena de multa si se continua aplicando como se ha efectuado en la practica
el artículo 395 del Código Procesal Penal en el procedimiento simplificado. Sin perjuicio de ello,
debemos tener presente que tanto en el antiguo como en el nuevo sistema procesal penal no se
contempla actualmente por la jurisprudencia la obligación de consignar la totalidad del capital,
intereses y costas respecto del cheque, lo que se justifica en atención a que ello conduce a una
verdadera prisión por deuda y en forma anticipada a la sentencia penal, sin que se dé cumplimiento
con ello por lo demás a los requisitos que se contemplan para justificar la existencia de una prisión
preventiva en nuestra Carta Fundamental, consistentes en la existencia de diligencias precisas y
determinada o un peligro para la seguridad de la sociedad o del ofendido.
El tribunal designa de inmediato al perito, sin que intervenga la voluntad de las partes. A este
respecto es menester tener presente el carácter sumario de la gestión preparatoria del juicio
ejecutivo.
Designado el perito, procede éste a la avaluación con los datos que el propio título ejecutivo le
suministre. Dicha avaluación no tiene el carácter de definitiva, según se desprende de lo
preceptuado en el Art. 440 C.P.C.: "La avaluación que, en conformidad al artículo 438, se haga
para determinar el monto de la ejecución, se entenderá sin perjuicio del derecho de las partes para
pedir que se aumente o disminuya". De consiguiente, pueden de la avaluación efectuada por el
perito reclamar tanto el ejecutante como el ejecutado.
El ejecutante puede reclamar objetando la avaluación del perito y apelando de la resolución que
acepta la avaluación. Si esta parte no reclama de la avaluación en esa oportunidad, la avaluación
contenida en dicho informe de perito quedará firme respecto de él y no podrá, con posterioridad,
alegar en contra de ella.
Puede el ejecutado, además, reclamar con posterioridad, durante el curso del juicio ejecutivo,
oponiendo la excepción de "exceso de avalúo", contemplado en el Art. 464 Nº 8 del C.P.C.
Una vez ejecutoriada la resolución del tribunal que aprueba la avaluación pericial, el ejecutante
puede interponer la demanda ejecutiva y solicitar que se despache mandamiento de ejecución y
embargo.
Si el ejecutante interpone la demanda ejecutiva sin que se haya efectuado la gestión preparatoria de
avaluación, el ejecutado puede oponer la excepción del Art. 464 Nº 7 C.P.C.
5º. Gestión de notificación del título ejecutivo a los herederos del deudor
1. El art. 1377 del C.C. señala que "los títulos ejecutivos contra el difunto lo serán igualmente
contra los herederos; pero los acreedores no podrán entablar o llevar adelante la ejecución sino
pasados ocho días después de la notificación judicial de sus títulos". Esta disposición se establece
porque los herederos pueden verse sorprendidos por la notificación y por eso se les otorga el plazo
adicional.
2. El Art. 5º del C.P.C. prescribe que "si durante el juicio fallece alguna de las partes que obra por
sí misma, quedará suspenso por este hecho el procedimiento, y se pondrá su estado en noticia de
los herederos para que comparezcan a hacer uso de su derecho en un plazo igual al de
emplazamiento para contestar demandas, que conceden los artículos 258 y 259".
Analizando ambas disposiciones se concluye que puede llegar a existir una superposición de
ambas. El juego de las disposiciones nos lleva a las siguientes posibilidades:
Aún no existe juicio ejecutivo, por lo tanto, no es aplicable el Art. 5º C.P.C. sino única y
exclusivamente el Art. 1377 C.C. Por ello se deberá notificar el título ejecutivo a los herederos del
deudor y se debe esperar el transcurso del término de ocho días para iniciar la ejecución.
Aquí prima la disposición del Art. 5º C.P.C. sobre la del Art. 1377 C.C. En consecuencia, es
necesario notificar a los herederos de la persona que actuaba personalmente en el juicio, quedando
éste paralizado durante el término de emplazamiento del juicio ordinario.
La verdad es que, por la profesionalización de la defensa que quiso incorporar la Ley Nº 18.120
sobre comparecencia en juicio, la defensa personal de una de las partes actualmente es
excepcionalísima.
Esta situación no está contemplada dentro del Art. 5º C.P.C. y, por tanto, rige en plenitud el Art.
1377 C.C., o sea, se debe notificar a los herederos del deudor y no puede llevarse adelante la
ejecución sino después de transcurrido un plazo de ocho días contados desde la notificación del
título.
Siempre se debe notificar a los herederos, aun cuando exista albacea con tenencia de bienes.
Si el deudor fallece después del plazo para oponer excepciones en el juicio ejecutivo, los herederos
no pueden oponer nuevas excepciones. El derecho para oponerlas ha precluído indefectiblemente.
El legislador sólo suspende el procedimiento y no lo deja sin efecto.
6°. Gestión preparatoria para el cobro por vía ejecutiva de una factura. (Notificación judicial
para poner en conocimiento del obligado al pago de la o las copias de las facturas, y/o sus
guías con todos los requisitos legales y del recibo de las mercaderías o de la conformidad con
la prestación de los servicios.)
En la factura debe dejarse constancia si el pago no se ha efectuado al contado, el plazo dentro del
cual se pagará el saldo insoluto. Al efecto, dispone el artículo 2° de la Ley 19.983, que la
obligación de pago del saldo insoluto contenida en la factura deberá ser cumplida en cualquiera de
los siguientes momentos:
332
2.- A un plazo desde la recepción de la mercadería o prestación del servicio, pudiendo establecerse
vencimientos parciales y sucesivos, y
De acuerdo con lo señalado hoy se contemplan por la ley dos nuevas obligaciones al vendedor o
prestador de servicios respecto de la factura con pago a plazo:
a.- Emitir una copia adicional de la factura, que va a servir para transferirla o para tener título
ejecutivo conforme al artículo 1°; y
b.- Dejar constancia en su original y copia adicional de la forma de pago o solución en la forma
prevista en el artículo 2°.
Frente a esta emisión de copia de la factura para facilitar su traspaso y la regulación de la factura
como título ejecutivo imperfecto para su cobro, la ley reguló un procedimiento extrajudicial para
que el acreedor pudiera reclamar de la factura que se le cobra.
Prevé el artículo 3 de la Ley 19.983 que, para los efectos de esta ley, se tendrá por
irrevocablemente aceptada la factura si no se reclamara en contra de su contenido o de la falta total
o parcial de la entrega de las mercaderías o de la prestación del servicio, mediante alguno
cualquiera de los siguientes procedimientos:
Debería procederse a devolver la factura mediante una carta para contar con un medio de prueba
para acreditar ello en el evento que posteriormente le pretenda ser cobrada, sin perjuicio de
entender que la sola devolución de ella importa su rechazo.
El reclamo de la factura en la forma y dentro de los plazos previstos en este artículo 3° reviste gran
importancia, puesto que en tal caso no podrá iniciarse la gestión preparatoria de la vía ejecutiva
para el cobro de la factura, sino que deberá en tal caso ejercerse la acción declarativa que
corresponda.
b) Que el pago de la factura sea actualmente exigible y la acción para su cobro no esté
prescrita.
El pago de la factura será actualmente exigible, al igual que la letra de cambio o pagaré, cuando no
está sujeta en su cumplimiento a alguna modalidad, sea una condición, plazo o modo. De acuerdo
con ello, no será posible cobrar una factura si no ha expirado el plazo señalado en ella para su
cobro.
Respecto de la prescripción, debemos tener presente que el inciso 3° del artículo 10 de la Ley
19.983 dispone que el plazo de prescripción de la acción ejecutiva, para el cobro de un crédito
consignado en la copia de la factura establecida en la ley, en contra del deudor de la misma, es de
un año contado desde su vencimiento. Si la obligación de pago tuviere vencimientos parciales, el
plazo de prescripción correrá respecto de cada vencimiento.
En todo caso, si en la copia de la factura no consta el recibo mencionado, ella podrá tener mérito
ejecutivo cuando se la acompañe de una copia de la guía de despacho o guías de despacho emitida
o emitidas de conformidad a la ley, en las que conste el recibo correspondiente.
Será obligación del comprador o beneficiario del servicio otorgar el recibo a que se refieren los
párrafos precedentes y la letra b) del artículo 4 en el momento de la entrega real o simbólica de las
mercaderías, o tratándose de servicios, al momento de recibir la factura.
Cumplidos los tres requisitos precedentes, la factura no constituye un titulo ejecutivo perfecto, sino
que es necesario que realice la gestión preparatoria contemplada en la letra d) del artículo 5 de la
Ley 19.983, consistente en la notificación judicial para poner en conocimiento del obligado al pago
de la o las copias de las facturas, y/o sus guías con todos los requisitos legales y del recibo de las
mercaderías o de la conformidad con la prestación de los servicios.
El obligado al pago de la factura tiene tres días para alegar la falsificación material de la factura o
guía de despacho respectivo o del recibo de las mercaderías o de prestación de los servicios.
Transcurrido el plazo de los tres días sin que se alegue la falsedad material de la factura, se tiene
por preparada la vía ejecutiva.
Nuestra jurisprudencia ha resuelto que se debe tener por irrevocablemente aceptada la factura
dentro de la gestión preparatoria que sean auténticas por corresponder a transacción de bienes o
prestación de servicios que son efectivos y no fraguados con el objetivo de defraudar, no pudiendo
significar por ello dicha aceptación de acuerdo a lo dispuesto en la letra a) del art. 5 de la Ley
19.983 que no pueda oponerse alegando la falsedad de esta, más aun si se debe considerar la
334
situación de autos en que existió una convivencia entre los falsificadores de los documentos y una
empleada de la demandada.270
Para aplicar esta sanción debe existir una petición del que requiere la gestión preparatoria, puesto
que los tribunales no pueden actuar de oficio, y además se debe acreditar el actuar doloso, dado que
sabemos que claramente éste no se presume.
En conclusión, nuestra Corte Suprema nos ha explicado que es posible objetar en diferentes
ocasiones y con diversos alcances la presentación de una factura. La primera, a su presentación o
dentro de los ocho días siguientes. En el evento que no se efectué observación alguna se tendrá por
irrevocablemente aceptada. En caso contrario, no tendrá el mérito de representar un crédito en
contra del obligado. La segunda oportunidad prevista para objetar la factura se produce al pretender
dotarla de mérito ejecutivo en que, acotando las alegaciones que pueden deducirse, el deudor
desconoce su contenido y, de ser acreditado el hecho que sustenta su objeción, se priva la
posibilidad de que el instrumento alcance el carácter de título ejecutivo. En cambio, de no
deducirse el incidente respectivo o si éste es desestimado, el acreedor podrá iniciar la ejecución
apoyándose en la factura como título, en que se podrá interponer las excepciones que ese
procedimiento contempla. Pero, todavía, aquella factura respecto de la cual el tribunal haya acogido
la incidencia de oposición o que no haya sido sometida al procedimiento especial de la gestión
preparatoria, podrá ser cobrada por la vía ordinaria correspondiente, justificando el crédito por los
medios de prueba legales. De este modo, entonces, se concluye que aquel que aparezca como
deudor de una factura, cuenta con distintas alternativas para oponerse o reclamar de ella y ninguna
de éstas cierra el paso a las demás, aun cuando habrá de ejercitarse llegado el momento oportuno,
según el procedimiento que se haya incoado en su contra.271
Hemos indicado que el juicio ejecutivo se desenvuelve a través de dos cuadernos o ramos.
270 Corte Ap. Santiago. 3.9.2012 Apelación. Rol 2540-2012..Gaceta Juridica 387. Setiembre 2012.Págs.302 y sgtes.
271 Corte Suprema.15.11.2011.Gaceta Juridica 377. 2011.Págs.357 y sgtes.
335
I. GENERALIDADES.
Si el juicio ejecutivo comienza por demanda, se rige, como tal, por las normas de la competencia
relativa, incluyendo la distribución de causas. En cambio, si el procedimiento se inicia por gestión
preparatoria de la vía ejecutiva, por expresa disposición de la ley, la demanda no va a distribución
de causas sino que se presenta directamente ante el tribunal que conoció de la gestión preparatoria
(Art. 178 C.O.T.)
1. Durante las gestiones preparatorias de la vía ejecutiva el futuro demandado sólo puede intervenir
cuando la ley así lo establece. Por ejemplo, en la confesión de deuda, en el reconocimiento de firma
puesta en instrumento privado, etc.
Según la opinión de la doctrina mayoritaria, todas las intervenciones del futuro ejecutado son
personalísimas no pudiendo realizarse por intermedio de mandatario.
Al efecto, el artículo 465, inc. 2º, del CPC establece que "no obstará para que se deduzca la
excepción de incompetencia, el hecho de haber intervenido el demandado en las gestiones del
demandante para preparar la acción ejecutiva.”
3. En virtud del Art. 441 C.P.C., "el tribunal examinará el título y despachará o denegará la
ejecución, sin audiencia ni notificación del demandado, aun cuando se haya éste apersonado en el
juicio.
Las gestiones que en tal caso haga el demandado no embarazarán en manera alguna el
procedimiento ejecutivo, y sólo podrán ser estimadas por el tribunal como datos ilustrativos para
apreciar la procedencia o improcedencia de la acción.
En cambio, según tendremos oportunidad de ver más adelante, la regla general es que las
sentencias interlocutorias son esencialmente apelables.
Sobre la materia se ha señalado que "la impugnación del mandamiento de ejecución por el recurso
de apelación es tema que ha motivado opiniones y fallos contradictorios. Nuestra postura es
negativa y postulamos que el mandamiento solamente puede ser impugnado por la oposición del
demandado, mediante las excepciones que la ley ha previsto en el artículo 464 del CPC.
"En efecto, el artículo 441 es muy claro en su texto y contexto, para así sostenerlo, por las
consideraciones siguientes: a) El mandamiento se despacha o deniega sin audiencia ni notificación
del demandado, aunque éste se haya apersonado al juicio; b) Si el ejecutado se apersona al juicio,
sus gestiones no embarazarán en forma alguna la ejecución y solamente son estimadas por el
tribunal como datos ilustrativos para apreciar la procedencia o improcedencia de la ejecución; c)
El precepto solamente admite apelación de la resolución que deniega el mandamiento, lo que
agravia al demandante y no al demandado y, por lo tanto, es obvio que sólo concede el derecho a
aquél y no a éste, y d) Aún en el caso de apelación del demandante, no es oído el demandado.
"La opinión contraria esgrime el argumento que todas las sentencias definitivas e interlocutorias de
primera instancia son apelables, salvo en los casos en que la ley deniegue expresamente este
recurso (art. 187 del Código), pero no repara en que no solamente es expreso aquello que está
especificado, sino que también lo que es claro y patente, claridad que se desprende del texto del art.
441, especialmente su inciso final, que únicamente admite apelación de la resolución que deniega
el mandamiento pero no la que lo despacha.
1. Los comunes a todo escrito: Deben presentarse por vía electrónica conforme a lo establecido en
los artículos 5 y 6 de la Ley Nº 20.886, encabezándose con una suma que indique su contenido o el
trámite de que se trata (Art. 29 del Código de Procedimiento Civil).
272 Corte Apelaciones de Santiago. 8. 3. 1996. Gaceta Jurídica. Año 1996. Marzo Nº 189. Pág. 66
273 Fallos del Mes Nº 296 pp. 319-320
274 Revista Fallos del Mes N°333,pp. 507-508
275 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Páginas 49 y 50. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
337
Debe tenerse presente que el título ejecutivo debe acompañarse materialmente en el tribunal en
caso que su formato original no sea electrónico, bajo apercibimiento de no tenerse por iniciada la
ejecución en caso contrario. En caso de acompañarse materialmente, el título ejecutivo quedará
bajo la custodia del funcionario o ministro de fe correspondiente (Art. 6 Ley Nº 20.886).
4. La demanda debe cumplir con las normas de la Ley Nº 18. 120 sobre comparecencia en juicio,
esto es, debe contar con el patrocinio de un abogado habilitado para el ejercicio de la profesión, y
designar a un mandatario judicial.
En cuanto al poder, se puede otorgar mandato judicial respecto de las letras de cambio y pagarés
mediante el simple endoso con la cláusula "valor en cobro" o "en cobranza". Esta es una
modificación introducida por la Ley Nº 18.092. Lo anterior es procedente, salvo que el endosatario
no sea abogado, en cuyo caso, comparece la persona como mandatario, pero de todos modos habrá
de conferir poder y contar con el patrocinio de un abogado.
Cuando el juicio ejecutivo comience por una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, a juicio del Sr.
Mosquera, el mandato otorgado para tal gestión es suficiente para proseguir la tramitación de la
demanda, no siendo necesario volver a conferir poder. Lo anterior se desprende claramente de la
interpretación del Art. 7º C.P.C., precepto que emplea la expresión "para todo el juicio", siendo la
gestión preparatoria una de las vías a través de las cuales se inicia el juicio.
En todo caso, como medida de seguridad, es conveniente que en un otrosí de la demanda ejecutiva
se solicite al tribunal que tenga presente que el patrocinio con que se goza y el poder conferido en
la gestión preparatoria, se dan por reproducidos en la demanda.
1º. Concepto.
Cuando la demanda cumpla con todos los requisitos antes indicados, lo normal es que el tribunal
dicte la resolución que ordena despachar el mandamiento de ejecución y embargo, esto es,
"Despáchase mandamiento de ejecución y embargo" o simplemente "Despáchase".
La Corte Suprema ha señalado que "los requisitos para que un título goce de mérito ejecutivo,
deben existir al momento de proveerse la demanda ejecutiva".278
Si la demanda se provee favorablemente para el ejecutante, la resolución que dicta el tribunal lleva
envuelta dos ideas: una, referente al cuaderno ejecutivo, y la otra, relativa al cuaderno de apremio,
el que, precisamente, se inicia con la resolución indicada. Tal resolución es "despáchese".
Puede ocurrir que el tribunal no dé curso a la demanda por no cumplir con los requisitos exigidos
por la ley. Si el vicio se refiere a la prescripción de la acción ejecutiva, el tribunal, de oficio, no
dará curso a la ejecución (Art. 442 C.P.C.).
El tribunal también puede no dar curso a la demanda ejecutiva, al igual que respecto de la demanda
del juicio ordinario, si no se cumplen los requisitos signados con las letras a, b y c de las normas
comunes a toda demanda (Art. 256 C.P.C.).
Finalmente, se ha sostenido por la doctrina que "para la dictación del mandamiento de ejecución y
embargo el tribunal debe previamente hacer un atento examen de los presupuestos procesales, la
legitimación activa, la aptitud del libelo y si la obligación que el título ejecutivo representa es
actualmente exigible, líquida y no prescrita ejecutivamente. El vocablo "examen" que emplea el
texto (art. 441) así lo indica porque acorde con el léxico él denota la idea de "indagación y estudio
que se hace acerca de las cualidades y circunstancias de una cosa o hecho" que por lo mismo
impone al juez una actitud vigilante y responsable. Lo confirman la sentencia de la Corte Suprema
de 29 de Enero de 1987 (Fallos del Mes Nº 338 p. 967) y el fallo de la Corte de Apelaciones de
Valparaíso de 24 de noviembre de 1988 (Gaceta Jurídica. Nº 101 p. 47).279
2º. Características.
278 Jurisprudencia. 1985. Vol II. Nº 16. Enero Pág. 49. Corte Suprema, 5 de Diciembre de 1984.
279 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Páginas 44 y 45. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
339
1. Se trata de una resolución judicial y, por tanto, debe cumplir con todos los requisitos comunes a
toda resolución (Art. 169 C.P.C.).
3. Tiene la naturaleza jurídica de sentencia interlocutoria de segundo grado, porque sirve de base a
la dictación de una sentencia definitiva. Incluso, cuando no se oponen excepciones en el
cuaderno ejecutivo, se omite la sentencia definitiva y el mandamiento de ejecución y embargo
se convierte procesalmente en la sentencia final del juicio. Al efecto, establece el artículo 472
que "si no oponen excepciones, se omitirá la sentencia y bastará el mandamiento de ejecución
para que el acreedor pueda perseguir la realización de los bienes embargados y el pago, de
conformidad a las disposiciones del procedimiento de apremio. "
Nuestra jurisprudencia ha señalado que "si no se oponen excepciones en el juicio ejecutivo y, por
consiguiente, se omite dictar sentencia, el mandamiento de ejecución pasa a tener el mérito de una
sentencia de término toda vez que la falta de oposición extingue en forma irrevocable los derechos
que pudiera ejercer el ejecutado."280. Como se puede apreciar, la importancia del mandamiento
transciende al de un mero trámite.
El mandamiento de ejecución y embargo, pese a ser una sentencia interlocutoria, debe cumplir con
una serie de requisitos y puede contener otros tantos.
Las menciones esenciales se señalan en el Art. 443 C.P.C., al disponer que el mandamiento de
ejecución y embargo debe contener:
1º La orden de requerir de pago al deudor por el capital, intereses y costas (Art. 443, Nº 1 C.P.C.);
2º La orden de embargar bienes suficientes del deudor en cantidad suficiente para cubrir la deuda
con sus intereses y costas, si éste no paga en el acto del requerimiento (Art. 443, Nº 2 C.P.C.) , y
Este depositario es fundamental en la tramitación del juicio ejecutivo, toda vez que el embargo se
entiende perfeccionado por la entrega real o simbólica de los bienes embargados que el ministro de
fe hace al depositario (Art. 443, Nº 3 del CPC).
El ejecutante podrá pedir que no se designe depositario, pero esta petición sólo tiene efecto hasta el
momento del embargo, ya que por definición, no hay embargo sin depositario. De acuerdo con ello,
es posible omitir la designación de depositario, atendido a que ello se puede verificar con
posterioridad en el proceso. Es por ello, que se ha declarado que la falta de designación de
depositario provisional no produce la nulidad del embargo por no constituir un elemento esencial
del mismo, pudiendo incluso no hacerse tal designación.281
La ley también permite que se designe depositario al deudor, resguardando al ejecutante con el
establecimiento de un tipo penal especial.
Las menciones de la naturaleza se señalan en el Art. 443 C.P.C., al disponer que el mandamiento de
ejecución y embargo puede contener:
1º La designación de los bienes sobre los cuales puede recaer el embargo y que hace el propio
ejecutante en su demanda.
Esta sólo puede intervenir cuando la parte ejecutante lo pide, no pudiendo el tribunal, de oficio,
ordenar tal intervención. Así se ha fallado.
En tal situación, como toda primera notificación, la que recaiga sobre ese escrito y sobre la
resolución habrá de efectuarse personalmente. Empero, en esta materia, es menester efectuar una
importante distinción:
La expresión "personalmente" que emplea el precepto, según algunos, quiere significar que ha de
notificarse al demandado en persona y no a su mandatario. Empero, la cátedra considera que esa
expresión significa que la notificación debe ser la personal que contempla el Art. 40 C.P.C.
En esta materia debemos recordar que el artículo 41 del CPC dispone en su inciso primero que "en
los juicios ejecutivos, no podrá efectuarse el requerimiento de pago en público y, de haberse
notificado la demanda en un lugar o recinto de libre acceso público, se estará a lo establecido en el
Nº1 del artículo 443."
De acuerdo con ello, en el juicio ejecutivo sólo puede efectuarse la notificación de la demanda
ejecutiva en un lugar o recinto de libre acceso público, pero no es posible practicar al deudor en ese
lugar el requerimiento de pago, debiendo en tal caso el receptor procederle a entregar una citación
para el día, hora y lugar que fije el ministro de fe para practicar el requerimiento. No concurriendo
a esta citación el deudor, se hará inmediatamente y sin más trámite el embargo".
Señala el Art. 443, Nº 1, inc. 1º, segunda parte del C.P.C. que, en el requerimiento de pago, si el
deudor "no es habido, se procederá en conformidad al artículo 44, expresándose en la copia a que
dicho artículo se refiere, a más del mandamiento, la designación del día, hora y lugar que fije el
ministro de fe para practicar el requerimiento. No concurriendo a esta citación el deudor, se hará
inmediatamente y sin más trámite el embargo".
Como se trata de la notificación sustitutiva del Art. 44 del C.P.C., será necesario solicitar al
tribunal que esa forma de notificación sea practicada, previa certificación del receptor de los
requisitos que la hacen procedente y que se contemplan en ese precepto.
El lugar donde se efectúa el requerimiento de pago tiene singular importancia, dado que, según sea
el lugar donde se efectúe, va a ser el plazo mayor o menor que tenga el deudor para oponer
excepciones. En este caso de notificación mediante cédula de espera como en el caso de que se
verifique la notificación de la demanda ejecutiva en un lugar o recinto de libre acceso público, el
requerimiento de pago se entiende practicado en la oficina del receptor" y en el día señalado por
éste para efectuar el requerimiento, sea que se haga personalmente o en rebeldía del ejecutado.
En relación con esta materia es importante tener presente que se ha declarado que la notificación
ficta del inciso segundo del artículo 55 del Código de Procedimiento civil no recibe aplicación
respecto del requerimiento de pago. Al efecto, se ha resuelto que “declarada la nulidad de la
notificación de la demanda ejecutiva y del requerimiento, el artículo 55 inciso 2º sólo se aplica a la
primera y no al requerimiento, puesto que éste no constituye propiamente una resolución sino que
una diligencia que debe ser efectuada por un ministro de fe y que debe cumplir con las
formalidades que establece la ley.”284 y que “declarada la nulidad de lo obrado en un juicio
ejecutivo, por no haberse emplazado válidamente a una de las demandadas, su notificación por el
sólo ministerio de la ley en virtud de lo dispuesto en el inciso 2º del artículo 55 del Código de
Procedimiento Civil, no ha podido producir el efecto de tenerla requerida de pago.”285
2. La demanda ejecutiva no constituye el primer escrito del juicio, sino que éste se ha iniciado
por gestión preparatoria de la vía ejecutiva.
En este caso ya no procede utilizar la notificación personal ni la cédula de espera, ya que no se trata
de la primera notificación.
Si el deudor no fija domicilio, según sabemos, todas las resoluciones se le notificarán por el
estado diario (Art. 53 C.P.C.).
Frente al requerimiento de pago, válidamente efectuado, el deudor puede optar por adoptar una de
las siguientes actitudes:
En este caso, el juicio ejecutivo va a terminar por haberse solucionado el total del capital, los
intereses y las costas.
Es menester tener presente que el deudor puede pagar antes de que se le practique el requerimiento
o, en el caso de la cédula de espera, antes de concurrir al oficio del ministro de fe. En ambos casos,
el juicio ejecutivo llegará a su término cuando el ejecutado pague el capital, los intereses del
crédito y las costas en que el ejecutante haya incurrido.
En esta situación, la actitud del ejecutado dará lugar a que se proceda a practicar el embargo de sus
bienes en cantidad suficiente para cubrir el capital, intereses y costas; y a partir del requerimiento
de pago, se contará el plazo para que el ejecutado ejerza efectivamente su posibilidad de defensa
dentro del juicio ejecutivo.
La única posibilidad de defensa del demandado se reduce a la oposición de las excepciones que
taxativamente señala la ley en el artículo 464 del C.P.C. y que oportunamente estudiaremos. Si, en
cambio, el demandado no se defiende, transcurridos los plazos legales, se omite la sentencia
ejecutiva y el mandamiento de ejecución y embargo hará sus veces para todos los efectos legales.
V. EL EMBARGO. -
Señala el Nº 2 del Art. 443 del C.P.C. que el mandamiento de ejecución debe contener la orden de
"embargar bienes del deudor en cantidad suficiente para cubrir la deuda con sus intereses y las
costas, si no paga en el acto" del requerimiento.
343
La oposición de excepciones por parte del ejecutado no impide que se practique el embargo.
Dado que el embargo es la primera actuación del cuaderno de apremio, cuando tratemos éste
volveremos sobre aquél.
El último de los requisitos, mejor dicho, la última de las menciones que debe contener el
mandamiento de ejecución y embargo dice relación con la designación de un depositario
provisional. En efecto, señala el Art. 443, Nº 3 del CPC que el mandamiento de ejecución
contendrá "la designación de un depositario provisional que deberá recaer en la persona que, bajo
su responsabilidad, designe el acreedor o en persona de reconocida honorabilidad y solvencia. El
acreedor podrá designar como depositario al mismo deudor o pedir que no se designe depositario.
No podrá recaer esta designación en empleados o dependientes a cualquier título del tribunal ni en
persona que desempeñe el cargo en tres o más juicios seguidos ante el mismo juzgado".
A falta de la designación por el acreedor nace la facultad del tribunal de designar como depositario
a "una persona de reconocida honorabilidad y solvencia", con las limitaciones señaladas en el
inciso 2º del Nº 3 del artículo 443. Esa designación también puede recaer en la persona del deudor.
De los términos del Artículo 443 del CPC se ha establecido que "la designación de un depositario
provisional no constituye una mención esencial del mandamiento de ejecución y embargo"286.
La importancia del depositario está vinculada a la perfección del embargo; por lo cual lo trataremos
al referirnos a éste más adelante.
Hemos indicado que una de las actitudes que puede asumir el ejecutado frente al requerimiento de
pago es la de defenderse de la ejecución. Esta defensa tiene un carácter restrictivo, toda vez que su
286 Revista de Derecho y Jurisprudencia. Tomo LXXXIX Nº 1. Enero-Abril. Segunda parte. Sección segunda. Pág. 10
C. A. de Santiago. 26 Enero de 1982.
344
Lo anterior se manifiesta en el hecho de que el deudor sólo puede oponer alguna de las excepciones
que taxativamente se contemplan en el Art. 464 del C.P.C., y en la circunstancia de que dicha
defensa es eminentemente formalista, ya que debe efectuarse dentro de un término fatal y en un
escrito que debe cumplir una serie de requisitos para que las excepciones sean admisibles.
Al respecto se ha señalado que "el único modo prescrito por la ley para que el ejecutado impugne el
mandamiento es la oposición que éste puede formular. Esta oposición se dirige propiamente al
mandamiento, pero como éste se funda en el título ejecutivo indirectamente ataca también al título.
"La oposición genera una fase de conocimiento inserta en el procedimiento y por ello adquiere el
carácter de juicio y no de pura ejecución. Como se funda en excepciones taxativamente
establecidas en el art. 464 del Código y se previenen varias limitaciones en el debate, esa fase de
conocimiento es sumaria, superficial y en cuanto superficial y provisional, debido a que se abre la
posibilidad, según se verá, de la apertura de una fase de conocimiento plenario posterior al fallo
firme o ejecutoriado.
“No es sustentable que la oposición sea contestación de la demanda, criterio que constituye una
pervivencia del régimen propio del juicio ordinario de conocimiento. La demanda ejecutiva no se
contesta, puesto que se falla con el mandamiento sin audiencia del ejecutado, "inaudita pars",
ruptura del principio de audiencia que se explica por el necesario aparejamiento del título
ejecutivo."287
La ley señala que el plazo para oponer las excepciones comienza a correr desde el día en que se
efectúa el requerimiento de pago. La duración de dicho término va a depender del lugar en que el
deudor ha sido requerido de pago. (Art. 462, inc. 1º C.P.C.).
El término dentro del cual el ejecutado debe oponer las excepciones es fatal (Art. 463 C.P.C.) e
individual, y para su cómputo es menester efectuar la siguiente distinción:
Aquí es menester efectuar una nueva distinción, según el lugar donde se efectuó el requerimiento:
1. Si se efectúa en la comuna que sirve de asiento del tribunal que conoce del juicio ejecutivo,
el deudor "tendrá el término de cuatro días útiles para oponerse a la ejecución" (Art. 459, inc. 1º
C.P.C.).
2. Si se efectúa dentro del territorio jurisdiccional en que se promueve el juicio, pero fuera de
la comuna asiento del tribunal, el deudor tiene el término de ocho días. Así lo expresa el Art.
459, inc. 2º C.P.C. "Este término se ampliará con cuatro días, si el requerimiento se hace dentro del
territorio jurisdiccional en que se ha promovido el juicio, pero fuera de la comuna del asiento del
tribunal".
La expresión "asiento del tribunal" debe entenderse como la comuna donde funciona el tribunal.
287 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Páginas 50 y 51. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
345
3. Si se efectúa fuera del territorio jurisdiccional del tribunal ante quien se ha promovido el
juicio, el legislador concede una alternativa al ejecutado, dado que el requerimiento se efectuará
vía exhorto.
3. a. Ante el tribunal exhortado, en cuyo caso "los plazos serán los mismos que establece el
artículo anterior" (Art. 460, inc. 1º, segunda parte), o sea, será de cuatro o de ocho días, según si el
requerimiento se haya verificado dentro o fuera de la comuna que sirve de asiento al tribunal
exhortado.
Ninguna calificación de las excepciones opuestas puede hacer e] tribunal exhortado, cuando el
ejecutado ejerza su derecho a defensa ante éste. Así lo señala categóricamente el inc. 2º del Art.
460 C.P.C.: "El tribunal exhortado se limitará a remitir la solicitud de oposición al exhortante para
que éste provee sobre ella lo que sea de derecho".
3. b. El deudor puede oponer las excepciones ante el tribunal exhortante, situación en la cual
"deberá formular su oposición en el plazo fatal de ocho días, más el aumento del término de
emplazamiento en conformidad a la tabla que trata el artículo 259" (Art. 460, inc. 1º, parte final).
A esta situación se refiere el Art. 461 C.P.C., en los siguientes términos: "Si se verifica el
requerimiento fuera del territorio de la República", el término para deducir oposición será el que
corresponda según la tabla a que se refiere el artículo 259, como aumento extraordinario del plazo
para contestar una demanda".
La jurisprudencia ha señalado que "el término para deducir la oposición en el juicio ejecutivo es
un plazo individual. Por lo tanto, dicho término se cuenta para cada demandado desde el día que
se le requiere de pago, sin que obste a ello la circunstancia de emanar la acción directa e
inmediatamente de un mismo hecho y de haber opuesto todos ellos idénticas excepciones o
defensas"288. Esta es una diferencia importante respecto al juicio ordinario, puesto que en éste, el
término para contestar la demanda, es común para todos los demandados.
Finalmente, respecto de esta materia, hemos de señalar que el legislador ha impuesto una
obligación al ministro de fe que practique el requerimiento de pago dentro del territorio de la
República. En efecto, "si el requerimiento se verifica dentro de la República, el ministro de fe hará
saber al deudor, en el mismo acto, el término que la ley concede para deducir la oposición, y dejará
testimonio de este aviso en la diligencia. La omisión del ministro de fe le hará responsable de los
perjuicios que puedan resultar, pero no invalidará el requerimiento" (Art. 462, inc. 2º C.P.C.).
"Los términos que se expresan en los cuatro artículos anteriores son fatales" (Art. 463 C.P.C.).
En esta materia, debemos resaltar que cuando se practica la notificación de la demanda ejecutiva
conforme al artículo 44, dejando la cedula de espera en que se cita a la oficina del Receptor que se
encuentra en otra comuna para efectuar el requerimiento, será en este último momento y lugar
desde el cual se entendía normalmente practicado el requerimiento.
Así, por ejemplo, si el sujeto se encuentra domiciliado en Las Condes respecto de un juicio que se
sigue en un juzgado de letras de Santiago, si se notifica y requiere de pago personalmente en
persona en su domicilio, el plazo para oponer excepciones será de 8 días.
En cambio, si en el mismo caso anterior, se le notifica por el art. 44 en su domicilio en las Condes y
por cedula de espera se le cita para otro día a la oficina del Receptor en la comuna de Santiago, se
entendía que tenía 4 días a partir del día y lugar en que se efectuó el requerimiento de pago, esto es,
de 4 días.
Debemos dejar constancia que este último criterio tradicional ha comenzado a cambiar en nuestra
jurisprudencia, sosteniéndose que no es posible en virtud de una ficción legal contenida en el art.
443 N° 1 del CPC significar una disminución del plazo, entendiendo que estamos ante un trámite
complejo que no se observa posible de dividir debiendo entenderse realizado fuera de la comuna
asiento del tribunal atendido que la primera finalidad del requerimiento es la notificación de la
demanda, hecho que desencadena el transcurso del plazo para ejercitar la respectiva defensa,
habida cuenta de la ampliación contemplada en la ley por la vía de resguardar la conclusión del
trámite del requerimiento de pago.289
En consecuencia, según este último criterio, el plazo comienza a correr en el día y según el lugar en
el cual se practica la notificación de la demanda, sea personal o personal subsidiaria. En el ejemplo
indicado, en ambos casos el plazo para oponer excepciones sería de 8 días, y no de 4 días si se
practica requerimiento en Santiago.
1. El ejecutado debe oponer todas las excepciones en el mismo escrito, sean ellas dilatorias o
perentorias.
Respecto de las excepciones que se opongan en escritos posteriores procede la sanción procesal de
la preclusión, manifestada a través de la inadmisibilidad. Ello es consecuencia de haberse ya
ejercitado válidamente la facultad procesal en el tiempo y en la forma establecida por la ley.
2. El escrito de oposición sólo va a poder contener aquellas excepciones que contempla el Art.
464 C.P.C., existiendo, claramente, una limitación en cuanto a los medios de defensa del
ejecutado.
Cuando el título ejecutivo es la sentencia, el ejecutado sólo podrá oponer las excepciones que no
haya podido hacer valer en el procedimiento anterior, o sea, el que dio origen a la sentencia. Así lo
establece el Art. 237, inc. final del C.P.C. En los juicios a que dé lugar la ejecución de las
resoluciones a que se refiere este artículo (sentencias que ordenen prestaciones de dar, hacer o no
hacer), no se admitirá ninguna excepción que haya podido oponerse en el juicio anterior".
3. En el escrito deben expresarse "con claridad y precisión los hechos que sirven de
fundamento a las excepciones y los medios de prueba de que el deudor intente valerse para
acreditarlas". (Art. 465, inc. 1º C.P.C.).
Si el ejecutado no expone con claridad y precisión los hechos en que fundamente sus excepciones,
deberán éstas ser declaradas inadmisibles. En ese sentido se ha declarado que la excepción es el
medio que dispone el demandado para defenderse de una acción que se ha interpuesto en su contra.
Ese medio debe estar individualizado con precisión, de manera que la contraparte tenga la
información suficiente para establecer si la excepción se ajusta a la verdad y el juez pueda en
289 Corte Apelaciones Valparaíso. 21.8.2012.Gaceta Juridica 386.Agosto2012.Págs 112 y sgtes. En mismo sentido,
Corte Suprema Roles 60.909/2009 y 6221/2009.
347
Nuestra jurisprudencia ha señalado que "si no se oponen excepciones en el juicio ejecutivo y, por
consiguiente, se omite dictar sentencia, el mandamiento de ejecución pasa a tener el mérito de una
sentencia de término toda vez que la falta de oposición extingue en forma irrevocable los derechos
que pudiera ejercer el ejecutado."293. De acuerdo al artículo 472 del CPC, si el ejecutado no se
opone a la ejecución en el plazo fatal que tiene para hacerlo, se extinguen irrevocablemente sus
derechos, bastando el mandamiento de ejecución para que el acreedor prosiga el apremio y
realización de los bienes embargados hasta el cumplimiento total de la obligación, pasando el
mandamiento de ejecución a tener el carácter de sentencia definitiva, el cual si no ha habido
oposición del deudor en el cuaderno ejecutivo, tiene autoridad de cosa juzgada.294 En cuanto al
alcance de la cosa juzgada que emana del mandamiento de ejecución y embargo si no se oponen
excepciones, se ha declarado que el artículo 472 del CPC permite atribuir al mandamiento de
ejecución y embargo el carácter de sentencia, pero sólo para los efectos de la realización de los
bienes embargados y el plazo de la deuda respectiva, sin que resulte procedente extender aquel
efecto a situaciones como lo es, que existió incumplimiento de una de las partes, pues en tal caso se
requiere de la existencia de una sentencia propiamente tal.295 Si se hubieren opuesto excepciones, el
mandamiento de ejecución que se despacha en el juicio ejecutivo se dispone tan sólo como
aceptación a tramitación de la respectiva demanda ejecutiva, para requerir de pago al deudor y de
embargarle bienes en caso de no hacerlo, de manera tal que él no importa fallo de la litis, la cual
debe terminar con una sentencia en que se resuelve si debe o no llevarse adelante la ejecución.296
1. Las excepciones que se pueden hacer valer en el juicio ejecutivo se encuentran enumeradas
taxativamente por la ley.
En cambio, en el juicio ordinario de mayor cuantía, existe una enumeración taxativa pero genérica
respecto de las excepciones dilatorias; y no se formula enumeración alguna respecto de las
excepciones que pueden hacerse valer como perentorias, pudiendo oponerse con el carácter de tales
todas aquellas que el demando estime conveniente y capaces de enervar la pretensión hecha valer
en su contra.
2. El plazo para oponer las excepciones en el juicio ejecutivo es fatal (Art. 463 C.P.C.).
El plazo es también fatal para interponer las excepciones dilatorias y perentorias en el juicio
ordinario, pero no existe un plazo de esa naturaleza respecto de las excepciones anómalas
establecidas en el artículo 310 C.P.C., las que pueden interponerse en cualquier estado del juicio.
3. En el juicio ejecutivo, todas las excepciones, sean dilatorias o perentorias, deben oponerse
en un mismo escrito.
En el juicio ordinario, en cambio, sólo excepciones dilatorias deben oponerse en un mismo escrito
dentro del término de emplazamiento y antes de contestar la demanda. Las excepciones perentorias
se hacer valer en el escrito separado de contestación de la demanda y una vez que se hayan fallado
las excepciones dilatorias.
En el juicio ordinario, el demandado no tiene la obligación de señalar los medios de prueba de que
intentará valerse para acreditar los hechos en que funda las excepciones hechas valer.
El demandado debe en el juicio ordinario ofrecer la prueba dentro del término probatorio que es
fatal para estos efectos, y rendirla en la oportunidad prevista por la ley.
El Art. 464 del C.P.C. contempla una lista de excepciones que el ejecutado puede oponer,
enunciación que tiene el carácter de taxativa. Mas, esa enumeración tiene el carácter de taxativa
genérica, toda vez que respecto de una de las excepciones, existe una multitud de situaciones que
la hacen procedente, según veremos oportunamente.
La jurisprudencia ha señalado que "la enumeración taxativa de las distintas excepciones que
pueden oponerse en un juicio ejecutivo, consignada en el artículo 464 del Código Procedimiento
Civil, es meramente genérica o fundamental y no singulariza ni determina los casos especiales que
pueden hallarse comprendidos en cada uno de los diversos números que la componen.
Para suplir esta indeterminación de la ley, el artículo 465 del mismo Código exige al ejecutado que,
al formalizar las excepciones, exprese con claridad y precisión no sólo los hechos o circunstancias
particulares que les sirven de fundamento, sino también los medios de prueba de que intente valerse
para acreditarlas. Y cuando esos hechos o circunstancias son de distinta índole y se fundan en
antecedentes jurídicos diferentes, cada uno de ellos constituye en derecho una excepción diversa,
aun cuando se encuentren comprendidos en el mismo número de la clasificación genérica del citado
artículo 464".297
En este sentido, se ha declarado que “el tribunal debe examinar cuidadosamente el título al
momento de proveer la demanda y si ordena despachar mandamiento de ejecución y embargo, la
competencia del juez queda restringida al análisis de las excepciones que según el artículo 464 del
Código de Procedimiento Civil pueda deducir el ejecutado.
La doctrina ha clasificado las excepciones del Art. 464 C.P.C. en dilatorias y perentorias,
clasificación que en este caso no tienen ninguna trascendencia para determinar la oportunidad para
hacerlas valer, ya que respecto de todas ellas y sin importar su naturaleza, se contempla una sola
oportunidad. No correspondiendo innovar sobre esta materia, comenzaremos con el estudio de las
excepciones dilatorias.
En todo caso, debemos tener presente para la oposición de excepciones referentes al cobro de
obligaciones que constan en títulos de crédito, el carácter abstracto de los mismos y que impide o
limita las excepciones que puede hacer valer el deudor del título.
En este sentido, nos explica nuestra Excma Corte en su sentencia de 7.11.2011, en la causa Rol
24.456-2008, que desde la óptica del carácter abstracto de los títulos de crédito o abstracción
cambiaria, se considera que al deudor cambiario le viene impuesta “una prescindencia objetiva de
las relaciones extracambiarias frente al portador del título que sea un tercero de buena fe, de modo
que no puede oponer a éste excepciones o defensas fundadas en el negocio jurídico en virtud del
cual se emitió el documento”. En tal contexto, sea que el portador haya adquirido el título mediante
endoso o lo haya adquirido mediante la simple entrega manual, cuando lo presenta a pago ejerce un
derecho propio, independiente de las relaciones jurídicas que hayan podido existir entre el deudor y
los portadores precedentes, derivándose de ello a favor del portador el principio de inoponibilidad
de las excepciones, común a todos los títulos de crédito.299
Señala el Art. 464 C.P.C. que "la oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se funde en
alguna de las excepciones siguientes:
Este numeral debe ser concordado con el Art. 465 inc. 2º C.P.C. que expresa "no obstará para que
se deduzca la excepción de incompetencia, el hecho de haber intervenido el demandado en las
gestiones del demandante para preparar la acción ejecutiva". Esto quiere decir que el ejecutado no
prorrogó la competencia del tribunal al concurrir en la gestión preparatoria de la vía ejecutiva.
Esta excepción presenta una característica, signada en la parte final del Art. 465, inc. 1 del C.P.C.:
"Deducida esta excepción, podrá el tribunal pronunciarse sobre ella desde luego (que se haya
opuesto), o reservarla para la sentencia definitiva".
298 Corte Apelaciones de Santiago. 27. 1. 1993. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo XC. 2ª parte. Sec. 2ª. Págs.
14 y sgtes .
299 Corte Suprema. Cas. fondo 7.11.2011. Gaceta Juridica 377.Año 2011.Págs. 374 y sgtes.
300 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit Pág. 108.
350
Esta excepción sólo se refiere a la falta de capacidad del demandante y no a la del demandado. En
este caso, si se quiere alegar la falta de personería, capacidad o representación del demandado, debe
encuadrarse dicha excepción en el Nº 7 del Art. 464 C.P.C.
3º La litis pendencia ante tribunal competente, siempre que el juicio que le da origen haya
sido promovido por el acreedor, sea por vía de demanda o de reconvención.
La litis pendencia es una excepción consistente en que existe un juicio diverso al que se opone,
entre las mismas partes, con el mismo objeto y con igual causa de pedir.
Como sabemos, la excepción en comento no tiene diferencias formales profundas con la excepción
de cosa juzgada: "ambas procuran impedir que siga adelante un juicio que, en definitiva, provocará
resultados gravosos: si las dos sentencias (la del juicio anterior y la del nuevo juicio) son iguales, la
segunda es innecesaria; si son distintas, aparejarán la colisión de dos decisiones pasadas en cosa
juzgada".301
Esta excepción presenta una particularidad respecto de la que con igual denominación encontramos
en el juicio ordinario del Libro II (Art. 303 C.P.C.). En efecto, mientras en éste la excepción será
procedente cualquiera que haya sido la parte que lo haya incoado, en aquél sólo procederá cuando
sea el ejecutante quien lo haya iniciado, sea por vía de demanda o de reconvención.
La jurisprudencia ha señalado que "el juicio iniciado por el deudor no puede servirle para fundar en
él la excepción de litispendencia y enervar la acción ejecutiva".302
4º La ineptitud del libelo por falta de algún requisito legal en el modo de formular la
demanda, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 254.
Hay que señalar que cualquier error en la formulación de la demanda ejecutiva debe ser subsanado
por el ejecutante con anterioridad a que se efectúe el requerimiento de pago. Al respecto, nuestra
jurisprudencia ha establecido que "si la omisión de la individualización de las partes es salvada
antes de practicarse el requerimiento, queda frustrada la posibilidad de oponer la excepción de
ineptitud del libelo".303
"La excepción de ineptitud del libelo, contemplada en el artículo 464 Nº 4 del Código de
Procedimiento Civil, es procedente si está justificada por hechos graves o importantes; pero no lo
es cuando se funda en circunstancias irrelevantes o de escasa significación, como la omisión del
apellido materno del representante legal de la parte ejecutada".304
301 Eduardo Conture. "Fundamentos del Derecho Procesal Civil". Editorial Depalma. Op. cit. Pág. 118.
302 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 111.
303 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 113.
304 Ibidem. Pág. 111. 112.
351
"La oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se funde en alguna de las excepciones
siguientes:
Respecto del primero, beneficio de excusión, creemos que correspondería más a una excepción
dilatoria que a una perentoria propiamente tal, ya que con su interposición no se enerva la
pretensión deducida, sino que retarda el inicio del juicio respecto del sujeto pasivo, en caso de que
dicho beneficio no sea procedente.
Este número cinco ha de ser concordado con los Arts. 2381 y 2358 del C.C., el primero de los
cuales señala que "la fianza se extingue, en todo o parte, por los mismos medios que las otras
obligaciones según las reglas generales, y además:
2º En cuanto al acreedor por hecho o culpa suya ha perdido las acciones en que el fiador tenía
derecho de subrogarse;
El Art. 2358 C.C. enumera las condiciones que deben concurrir para poder gozar del beneficio de
excusión, del que carecen los fiadores y los deudores solidarios.
Los libradores, endosantes y avalistas, conjuntamente con los aceptantes de una letra de cambio o
de un pagaré son solidariamente responsables del pago del documento o título de crédito
respectivo, en virtud del principio de la "solidaridad cambiaria" (Arts. 79 y ss. de la Ley 18. 092
sobre letras de cambio y pagarés).
Esta excepción se refiere a los casos en que el título no ha sido otorgado por las personas que en él
aparecen o en la forma que en él se indica.
Este numeral ha de ser concordado con lo que establece el Art. 167 C.P.C.: "Cuando la existencia
de un delito haya de ser fundamento preciso de una sentencia civil o tenga en ella influencia
notoria, podrán los tribunales suspender el pronunciamiento de ésta hasta la terminación del
proceso criminal si en éste se ha deducido acusación o formulado requerimiento, según el caso.305
Esta suspensión podrá decretarse en cualquier estado del juicio, una vez que se haga constar la
circunstancia mencionada en el inciso precedente. . ." Ejemplo: si se sigue un juicio criminal por
falsificación de instrumento privado mercantil, ha de esperarse el resultado de éste, suspendiéndose
el juicio civil si en el antedicho procedimiento criminal se hubiere formulado acusación.
7º La falta de alguno de los requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que dicho
título tenga fuerza ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al demandado.
305 Por la Ley 19.806, de 31 de Mayo de 2002, se modificó este artículo reemplazándose las palabras “ si en este
procedimiento se hubiere dado lugar al procedimiento plenario” por “ si en éste se ha deducido acusación o
formulado requerimiento , según el caso.”
352
Este precepto deja la puerta abierta para agregar nuevas excepciones. Todas las excepciones que no
se puedan encuadrar en las excepciones del Art. 464 C.P.C. pueden, de una u otra manera, ser
incorporadas en el número en comento. Para tal efecto, es necesario relacionar el número en
estudio con todos los preceptos legales que consagren exigencias para que un título tenga fuerza
ejecutiva.
En consecuencia, los casos en que se puede oponer esta excepción son innumerables. Ejemplos:
b) si se pretende cobrar en virtud de una sentencia una suma de dinero a una persona que no ha
sido parte en el proceso en el que se dictó dicho fallo;
c) en los casos en que es perjudicada una letra de cambio o un pagaré por protesto extemporáneo;
e) si se pretende cobrar una letra de cambio o pagaré por el cual no se ha enterado el impuesto de
timbres y estampillas correspondiente:
f) si la letra de cambio que sirve de base al título ejecutivo no contiene copia íntegra del
documento mismo de su aceptación y endoso etc.
Al efecto y en este mismo sentido se ha señalado que el "repertorio de excepciones que previene el
art. 464 del Código se amplió, especialmente por la de su Nº 7 que la jurisprudencia ha extendido a
la obligación que el título representa y a su exigibilidad y no solamente al instrumento mismo,
como ha ocurrido significativamente con la excepción del contrato no cumplido (art. 1552 del
Código Civil) ; o porque la obligación exigida estaba sujeta a condición; o porque la obligación no
era líquida; o porque sin haber podido el comprador inscribir en el competente registro público la
escritura de compraventa el vendedor inició el cobro ejecutivo del precio, etc, antigua tendencia
que en alguna medida lesiona la índole de la fase de conocimiento insertada en el proceso
ejecutivo.306
"La excepción de exceso de avalúo sólo procede en los casos en que la ejecución recae sobre el
valor de la especie debida y que no exista en poder del deudor, o sobre cantidad líquida de dinero o
de un género determinado que puedan liquidarse por medio de un perito".307
9º El pago de la deuda.
10º La remisión de la misma.
11º La concesión de esperas o la prórroga del plazo.
12º La novación.
13º La compensación.
14º La nulidad de la obligación.
15º La pérdida de la cosa debida, en conformidad a lo dispuesto en el Título XIX, Libro IV
del Código Civil.
16º La transacción.
17º La prescripción de la deuda o sólo de la acción ejecutiva.
18º La cosa juzgada.
306 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Página 51. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
307 Repertorio C.P.C. Tomo III. Op. cit. Pág. 132.
353
Dice el inciso final del Art. 464 C.P.C. que "estas excepciones pueden referirse a toda la deuda
o a una parte de ella solamente".
Dentro de ese término, el ejecutante debe dar respuesta a las excepciones opuestas haciendo
presente todas las observaciones que estime pertinentes, a su juicio, y que, en definitiva, hará que el
tribunal las desestime.
Pasado el término de cuatro días, el tribunal debe dictar una resolución, cuyo tenor va a depender
del examen que él va a practicar acerca de la excepción o excepciones que se hayan opuesto y de la
necesidad de que se rinda prueba para acreditar los hechos en los cuales se fundamentan. No es una
resolución-tipo, sino que es propia del examen del expediente.
a) si las excepciones opuestas son de aquellas enumeradas en el Art. 464 C.P.C., se han hecho valer
cumpliendo los requisitos legales y se han opuesto dentro del plazo fatal respectivo, las declarará
admisibles.
Señala el Art. 466, inc. final del C.P.C. que "si las estima inadmisibles o si no considera necesario
que se rinda prueba para resolver, dictará desde luego sentencia definitiva. En caso contrario,
recibirá a prueba la causa".
El hecho de que el tribunal declare admisible las excepciones opuestas sólo significa que se ha
dado cumplimiento a los requisitos formales examinados, pero no significa que en definitiva ellas
serán acogidas. Esto se va a determinar en la sentencia definitiva.
La resolución que declara inadmisibles las excepciones opuestas es una sentencia interlocutoria que
pone término al juicio o hace imposible su continuación. En este sentido, se ha declarado que una
vez declaradas admisibles las excepciones, se recibe la causa a prueba a cuyo término se dicta
sentencia definitiva, la que acogerá o rechazará las excepciones hechas valer. En concordancia con
ello, la resolución que declara admisibles las excepciones opuestas es una sentencia interlocutoria,
pues se pronuncia sobre un trámite que sirve de base para la dictación de la sentencia definitiva, y
como tal produce cosa juzgada.308
Sólo va a existir fase de prueba en los casos en que el tribunal declare admisibles las excepciones y
estime necesario que se rinda prueba para acreditar los hechos en que éstas se fundan. Si el tribunal
declara admisibles las excepciones, pero estima que no es necesario rendir prueba respecto de ellas,
va a proceder a dictar sentencia definitiva de inmediato en la causa, omitiendo el término
probatorio.
La resolución que recibe la causa a prueba en el juicio ejecutivo tiene las mismas
características que la del juicio ordinario, con las siguientes excepciones:
1. De acuerdo al Art. 469 C.P.C., "la prueba se rendirá del mismo modo que en el juicio ordinario,
y el fallo que de lugar a ella expresará los puntos sobre que deba recaer".
Como se puede apreciar, en el juicio ejecutivo, la resolución que recibe la causa a prueba debe fijar
"puntos" de prueba y no "hechos". En la práctica, empero, los tribunales fijan "hechos" y no puntos
de prueba.
3. El término probatorio en el juicio ejecutivo es de diez días, siendo fatal para la prueba de testigos
(Art. 468, inc. 1º C.P.C.).
4. En el juicio ejecutivo sólo existe término probatorio extraordinario cuando el ejecutante lo pide,
o lo solicitan ambas partes de común acuerdo: "Podrá ampliarse este término hasta diez días más, a
petición del acreedor. La prórroga deberá solicitarse antes de vencido el término legal, y correrá sin
interrupción después de éste.
Por acuerdo de ambas partes, podrán concederse los términos extraordinarios que ellas designen"
(Art. 468, inc. 2º y 3º C.P.C.).
Los Arts. 468 y 469 del C.P.C. sólo se refieren a los términos ordinario y extraordinario, más nada
dicen respecto del término especial.
La doctrina y la jurisprudencia han interpretado que los términos especiales tienen plena aplicación
en el juicio ejecutivo, no obstante no ser mencionados en los artículos pertinentes. Ello es
procedente en virtud de lo que establece el Art. 3º del C.P.C., el que consagra la supletoriedad de
las normas del juicio ordinario de mayor cuantía.
La prueba se rinde en la misma forma que en el juicio ordinario, conforme lo señala el Art. 469
C.P.C. Al respecto, ha establecido la jurisprudencia que "la frase" la prueba se rendirá del mismo
modo que en el juicio ordinario', empleada en el artículo 469 del Código de Procedimiento Civil,
tiene un alcance restringido; sólo se refiere a las ‘formalidades' de la rendición y no a que sea
menester presentar lista de testigos".309
Vencido el
término probatorio, tendrán las partes seis días para hacer por escrito las observaciones que el
examen de la prueba sugiera. Vencido este plazo, háyanse o no presentado escritos, y sin nuevo
trámite, el tribunal citará a las partes para oír sentencia (Art. 469 C.P.C.). Es el mismo trámite
de observaciones a la prueba que se contempla en el juicio ordinario.
Mediante la Ley Nº 18.705 se modificó el artículo 469 del C.P.C., introduciéndose el trámite de la
citación para oír sentencia, resolución que produce los mismos efectos que en el juicio ordinario, y
debe dictarse luego de vencido el plazo de seis días para que las partes hagan observaciones a la
prueba rendida.
"La sentencia definitiva deberá pronunciarse dentro del término de diez días, contados desde que el
pleito quede concluso" (Art. 470 C.P.C.). Esta es, en la práctica, una disposición meramente
"programática", ya que en la práctica el término es bastante mayor.
La sentencia definitiva debe fallar todas las excepciones que haya opuesto el ejecutado, como lo ha
resuelto la Corte Suprema en fallo de recurso de queja de 17 de abril de 1986 y de 1 de diciembre
de 1988 y por su forma se rige por lo establecido en el art. 170 del Código y el auto acordado sobre
la forma de las sentencias de la Corte Suprema de 30 de Septiembre de 1920.310 Debemos tener
presente que en el juicio ejecutivo la cuestión controvertida queda determinada en los escritos
fundamentales del pleito, esto es, la demanda y la oposición.311 En los juicios declarativos los
falladores deben analizar el derecho deducido, sus fundamentos y comprobación, aún cuando el
demandado no se excepcione. Tratándose del juicio ejecutivo, los mismos deben analizar
exclusivamente las excepciones opuestas y sólo por los hechos concretos en las que se funda, según
se desprende del artículo 465 del Código de Procedimiento Civil.312
La sentencia ejecutiva admite la misma clasificación de que es objeto la sentencia definitiva del
juicio criminal, esto es, puede ser absolutoria o condenatoria.
Sentencia absolutoria es aquella que acoge alguna de las excepciones opuestas por el ejecutado,
desecha la demanda ejecutiva y ordena alzar el embargo.
Sentencia condenatoria es aquella que acoge la demanda ejecutiva, desecha total o parcialmente
todas las excepciones opuestas y ordena seguir adelante con la ejecución.
310 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Página 57. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
311 Corte Suprema, RDJ 1988, T. LXXXV, Sec. I, p. 204, C. 2°).
312 Corte Suprema, RDJ 1980, T. LXXX, Sec. I, p. 55, C. 1º)
356
La sentencia de pago sólo va a poder cumplirse una vez que ella se encuentre ejecutoriada por
haberse fallado el recurso de apelación deducido en su contra por el ejecutado. Por excepción, el
ejecutante podrá solicitar el cumplimiento de la sentencia cuando, existiendo apelación pendiente,
se caucionen las resultas del recurso (Art. 475 C.P.C.).
La sentencia de remate, en cambio, puede cumplirse desde que ella se encuentra notificada, pero no
puede hacerse pago el ejecutante con el producto del remate mientras la resolución no se encuentre
ejecutoriada. El Art. 481 C.P.C. prescribe que "notificada que sea la sentencia de remate, se
procederá a la venta de los bienes embargados, de conformidad a los artículos siguientes".
Lo dispuesto en este artículo tendrá también aplicación en el caso previsto en el inciso segundo del
artículo 509".
El inciso segundo del precepto transcrito se refiere al caso de existir una apelación pendiente
deducida en contra de la sentencia de remate, significándose con ello que el ejecutante no podrá
pagarse hasta tanto no se encuentre ejecutoriada la sentencia recurrida.
En cuanto a la condena en costas que debe contener la sentencia, ésta se aparta del criterio
subjetivo que atiende al motivo plausible para litigar que establecen los arts. 144 inc. 1º y 145 del
Código de Procedimiento Civil y recoge preferentemente el criterio objetivo de la derrota.313
Es menester efectuar tres distinciones en lo que respecta a las costas para determinar la parte a
quien le corresponde efectuar su pago:
a) En primer lugar, si se dicta una sentencia ejecutiva absolutoria, las costas del juicio serán de
exclusivo cargo del ejecutante;
b) En segundo término, si en el juicio ejecutivo se dicta una sentencia de condena, las costas serán
de exclusivo cargo del ejecutado, y
c) Por último, si se acoge parcialmente una o mas excepciones opuestas, el tribunal puede distribuir
proporcionalmente las costas entre ambas partes o imponerlas totalmente al ejecutado cuando, a su
juicio, haya motivo para hacerlo. En esta situación se atenúa el criterio objetivo y puede jugar el
criterio subjetivo en perjuicio del ejecutado.
Cuando hablamos de que se acoge parcialmente una excepción, nos estamos refiriendo al caso en
que una excepción específica es acogida parcialmente y no a la situación en que se acoge una de las
tantas excepciones opuestas y se rechacen las demás. Si se acoge totalmente una de las varias
313 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Página 58. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
357
excepciones que se opusieron, la sentencia será de absolución. Este criterio ha sido compartido por
la Corte Suprema en sentencia de 5 de Noviembre de 1991 publicada en la revista Fallos del Mes
Nº396 pp. 670 y 671, al señalar acogiendo un recurso de queja que incurren en falta por infringir el
inciso segundo del artículo 471 del C.P.C., los jueces que disponen que al no haber sido vencida
totalmente la parte ejecutante, por haberse acogido sólo una de las excepciones opuestas y
rechazado las demás, cada una de las partes pagaría sus costas. En el mismo sentido, se ha señalado
que la norma sobre condenación en costas en el juicio ejecutivo, que contiene el artículo 471 del
CPC, es absoluta ya que no permite eximir al ejecutante de ellas, aún en el evento de haberse
rechazado una de las excepciones opuestas.70
Señala el Art. 513 C.P.C., que establece una de las más importantes reglas en esta materia, que "sin
estar completamente reintegrado el ejecutante, no podrán aplicarse las sumas producidas por los
bienes embargados a ningún otro objeto que no haya sido declarado preferentemente por sentencia
ejecutoriada.
Las costas procedentes de la ejecución gozaran de preferencia aun sobre el crédito mismo".
Recordemos que si la sentencia es de remate, una vez que ésta se encuentra ejecutoriada, se efectúa
la liquidación del crédito sobre el producido del remate y se determinan las costas que deben ser de
cargo del deudor ", incluyéndose las causadas después de la sentencia" (Art. 510, inc. 2º C.P.C.)
En primer término, aplicando las normas comunes a todo procedimiento, del Libro I del C.P.C.,
contra la sentencia ejecutiva es procedente el recurso de aclaración, rectificación y enmienda,
regulado por los Arts. 182 y siguientes del C.P.C.
Interpuesto que sea este recurso, el tribunal lo fallará de plano o después de oír a la parte recurrida;
"y mientras tanto suspenderá o no los trámites del juicio o la ejecución de la sentencia, según la
naturaleza de la reclamación" (Art. 183 C.P.C.).
La interposición de este recurso no suspende el plazo para interponer el recurso de apelación (Art.
190, inc. 1º C.P.C.).
314 Corte Suprema , RDJ 2000, T XCVII, 2ª Parte, Sec.I, p. 99, C. 4º. En el mismo sentido Corte Suprema , RDJ,
T.LXXXVIII, 2ª Parte, Sec I, p.37 y Corte Suprema , RDJ T.XCII, 2ª Parte, Sec.I, p.93
358
Este recurso procede en contra de la sentencia de primera instancia que se dicta en el juicio
ejecutivo.
A través de la interposición del recurso de apelación el tribunal de segunda instancia sólo tendrá
competencia para conocer y pronunciarse acerca de las excepciones que se hubieren opuesto en
primera instancia. Nunca podrá el ejecutado aprovechar la apelación para hacer valer excepciones
no hechas valer en la oportunidad legal.
Para determinar los efectos de la interposición del recurso en la ejecución del fallo es menester
distinguir según si haya sido el ejecutado o el ejecutante quien lo ha hecho valer:
Si se recurre en contra de una sentencia de pago, se aplica el Art. 475 C.P.C.: "Si se interpone
apelación de la sentencia de pago, no podrá procederse a la ejecución de esta sentencia, pendiente
el recurso, sino en caso que el ejecutante caucione las resultas del mismo".
Si se recurre en contra de una sentencia de remate recibe aplicación el Art. 194 Nº 1 del C.P.C.
En efecto, señala este precepto que "sin perjuicio de las excepciones expresamente establecidas en
la ley, se concederá apelación sólo en el efecto devolutivo:
1º De las resoluciones dictadas contra el demandado en los juicios ejecutivo y sumario;. "
Si la sentencia ejecutiva causa agravio al ejecutante, puede éste recurrir de apelación, el que se
concederá en el doble efecto, esto es, tanto en el devolutivo y en el suspensivo. Ello se desprende
de la falta de norma expresa sobre el particular, recibiendo aplicación el Art. 195 del C.P.C., en
cuya virtud, "fuera de los casos determinados en el artículo precedente, la apelación deberá
otorgarse en ambos efectos".
Por regla general, el recurso de casación no suspende la ejecución de la sentencia, salvo cuando su
cumplimiento haga imposible llevar a efecto lo que se dicte si se acoge el recurso (Art. 774, inc. 1º
C.P.C.). Además, el derecho de que excepcionalmente la parte vencida puede pedir que no se lleve
a efecto la sentencia, según lo previsto en el inciso 2º de ese artículo, no puede ser ejercido por el
ejecutado.
359
En contra del fallo de primera instancia del juicio ejecutivo no procede el recurso de casación en el
fondo de acuerdo a lo prescrito en el artículo 767 del C.P.C., por encontrarnos en presencia de una
sentencia apelable, y además seguramente pronunciada por el juez de letras.
Según lo preceptúa el Art. 175 del C.P.C., toda sentencia definitiva firme o ejecutoriada produce
acción y excepción de cosa juzgada. En lo que respecta al juicio ejecutivo, la sentencia ejecutiva
produce cosa juzgada respecto de cualquier otro procedimiento en que se vuelva a discutir un
asunto respecto del cual concurre la triple identidad.
Sin embargo, la cosa juzgada en el juicio ejecutivo produce ciertos efectos particulares. Así lo
entendió el Mensaje con que el Ejecutivo presentó el Proyecto de Código de Procedimiento Civil a
la aprobación del Congreso Nacional: "Ha sido materia de duda el valor de cosa juzgada que
corresponda a las sentencias de los juicios ejecutivos con relación a la acción ordinaria en que se
ventilan los mismos derechos, y ha parecido oportuno consignar reglas precisas que resuelvan
aquella duda".
De acuerdo al Art. 478, inc. 1º C.P.C. "la sentencia recaída en el juicio ejecutivo produce cosa
juzgada en el juicio ordinario, tanto respecto del ejecutante como del ejecutado".
"El mismo efecto debe atribuirse al mandamiento de ejecución cuando el ejecutado no hizo
oposición legal a dicha resolución en el plazo respectivo.
"Con todo, surge la interrogante de si la autoridad de cosa juzgada de dichos fallos es idéntica a la
autoridad de cosa juzgada de la sentencia firme pronunciada en el proceso ordinario de
conocimiento, supuesto en éste que el demandado no tiene las limitaciones para excepcionarse que
tiene el ejecutado en el juicio ejecutivo conforme al artículo 464 del Código de Procedimiento
Civil. Podría, así, surgir la hipótesis de que la sentencia recaída en el juicio ejecutivo solamente
hace cosa juzgada en relación con las excepciones que el ejecutado invocó o pudo invocar dentro
de las restricciones que derivan del precepto antes referido y, por la inversa, que no hace cosa
juzgada respecto de aquella que no estuvo en la posibilidad de alegar."315
1. La sentencia dictada en el juicio ejecutivo produce cosa juzgada respecto de cualquiera otro
juicio ejecutivo, haciendo excepción a esta regla la denominada "renovación de la acción
ejecutiva" que contempla el Art. 477 C.P.C., y
2. La sentencia dictada en un juicio ejecutivo, produce cosa juzgada con relación a un juicio
ordinario, haciendo excepción a esta regla la "reserva de acciones y excepciones" que puede
solicitar tanto el demandante como el ejecutado y ambos en una oportunidad común.
315 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Página 58. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
360
La sentencia pronunciada en juicio ejecutivo produce cosa juzgada respecto de otro juicio
ejecutivo. Esto significa, v. gr., que acogida o rechazada que sea una excepción, no podrá volver a
repetirse un nuevo procedimiento entre las mismas partes, con el mismo objeto y con igual causa.
Sin embargo, puede ocurrir la situación de que, pese a ser acogida una excepción, perviva la
posibilidad de volver a demandar ejecutivamente. Cuando ello ocurre hablamos de "renovación de
la acción ejecutiva".
Al efecto, señala el Art. 477 C.P.C. que "la acción ejecutiva rechazada por incompetencia del
tribunal, incapacidad, ineptitud del libelo o falta de oportunidad en la ejecución, podrá renovarse
con arreglo a los preceptos de este Título".
Como se puede apreciar, lógico y justo fue el establecimiento por parte del legislador de la
renovación de la acción ejecutiva, ya que otorga la posibilidad de que el ejecutante pueda intentar
nuevamente una ejecución, antes fracasada, cuando ella lo fue a consecuencia sólo del
incumplimiento de determinados requisitos formales que, en caso alguno, afectan el fondo de la
acción ejecutiva hecha valer. Justo es que, una vez subsanado el vicio formal, pueda el ejecutante
reiniciar un procedimiento.
Sin embargo, posteriores interpretaciones han dado mayor amplitud a la excepción en estudio. En
efecto, se ha fallado que "la falta de oportunidad de que puede adolecer una ejecución se refiere no
sólo al tiempo, sino que también a las demás condiciones o requisitos externos que debe reunir el
título para tener mérito ejecutivo y que pueden ser subsanados por los medios que la ley indica,
puesto que la palabra oportunidad, conforme a su sentido natural y obvio, significa conveniencia de
razón, tiempo y lugar, y es oportuno "lo que se hace o sucede en tiempo, a propósito y cuando
conviene".
De acuerdo con ello, se puede renovar la acción ejecutiva no sólo cuando el defecto formal deja
relación con el tiempo en el cual ella se hizo valer, sino que también por la concurrencia de otros
defectos formales que puedan ser subsanados, como puede ser la falta de pago de impuesto
respecto del título.
"Es así, por consiguiente, que si se acogen las excepciones a que se refiere el precepto transcrito, el
actor puede corregir el defecto conduciendo la nueva demanda al tribunal competente, supliendo la
incapacidad, redactando un libelo apto, esperando que se cumpla el plazo o la condición que
obstaban a la exigibilidad de la ejecución, subsanando la falta de personería o representación legal
361
y, en general, salvando cualquier reparo que no afecte al fondo, es decir, a la obligación que se trata
de cumplir ejecutivamente.
"La renovación de la acción ejecutiva opera por el solo ministerio de la ley, sin necesidad de
reserva que pueden pedir las partes y decretar el tribunal, situación diversa a la reserva de acciones
y excepciones."316
La reserva de acciones y excepciones puede ser solicitada dentro del juicio ejecutivo por el
ejecutante, por el ejecutado o por ambos en un término común.
Señala el Art. 467 C.P.C. que "el ejecutante podrá sólo dentro del plazo de cuatro días que concede
el inciso 1º del artículo anterior, desistirse de la demanda ejecutiva, con reserva de su derecho para
entablar acción ordinaria sobre los mismos puntos que han sido materia de aquella.
Por el desistimiento perderá el derecho para deducir nueva acción ejecutiva, y quedará ipso facto
sin valor el embargo y demás resoluciones dictadas. Responderá el ejecutante de los perjuicios que
se hayan causado con la demanda ejecutiva, salvo lo que se resuelva en el juicio ordinario".
Esta reserva del Art. 467 C.P.C. es un desistimiento especial de la demanda por las siguientes
razones:
1º Este derecho sólo puede hacerse valer dentro del escrito de respuesta a las excepciones.
2º El desistimiento del Art. 467 C.P.C. deja a salvo, para interponerse en un juicio ordinario
posterior, la acción respecto de la cual se haya ejercido la reserva (cosa juzgada formal).
El incidente especial de desistimiento de la demanda no deja a salvo acción alguna, extingue todas
las pretensiones y excepciones que se hubieren hecho valer en el juicio por el demandante (cosa
juzgada substancial)
3º A esta reserva de acciones del ejecutante debe dársele lugar de plano por el tribunal. En cambio,
en el incidente de desistimiento de la demanda, debe este ser tramitado conforme a las normas del
procedimiento incidental.
316 Hugo Pereira Anabalón. La Fase de Conocimiento en el Juicio Ejecutivo. Juicio Ejecutivo. Panorama Actual.
Página 61. 1995. Editorial Jurídica ConoSur Ltda.
362
Hemos de hacer notar que el ejecutante no tiene plazo expreso para hacer valer en juicio ordinario
las acciones respecto de las cuales se haya otorgado la reserva. Existe, empero, un plazo tácito,
constituido por el término necesario para que opere la prescripción extintiva.
La segunda oportunidad procesal para solicitar la reserva de acciones está constituida por la
oportunidad común a que se refiere el Art. 478 C.P.C., al que luego aludiremos.
El ejecutado también goza de dos oportunidades para hacer valer la reserva de excepciones.
La primera es una oportunidad exclusiva para el ejecutado, se encuentra regulada en los artículos
473 y 474 C.P.C, y se presenta al momento de oponerse a la ejecución. La segunda es la
oportunidad común del Art. 478 C.P.C.
Señala el Art. 473 C.P.C. que "si, deduciendo el ejecutado oposición legal, expone en el mismo
acto que no tiene medios de justificarla en el término de prueba, y pide que se le reserve su derecho
para el juicio ordinario y que no se haga pago al acreedor sin que caucione previamente las resultas
de este juicio, el tribunal dictará sentencia de pago o remate y accederá a la reserva y caución
pedidas".
Formulada la reserva en la forma y plazo indicados, el tribunal debe proceder a dictar de inmediato
sentencia de pago o de remate en la causa y acceder a la reserva de excepciones y caución
requerida respecto del cumplimiento de la sentencia.
En este sentido se ha señalado que “la sentencia que se pronuncie en el caso de la reserva del
artículo 473 del Código de Procedimiento Civil, no puede resolver sobre el fondo de las
excepciones cuya reserva se solicita para el juicio ordinario, y si así lo hiciere, incurrirá en vicio de
nulidad por ultrapetita. De conformidad al artículo 473 del C.P.C. procede que el tribunal dicte
sentencia definitiva, de pago o de remate, accediendo a la reserva y caución pedidas, sin someter a
tramitación las excepciones y sin recibirlas a prueba toda vez que el ejecutado debe justificarlas en
el juicio ordinario correspondiente.”317
Dos son los efectos principales de esta reserva, siendo ellos a saber:
1º.- El ejecutado puede iniciar un juicio ordinario ejercitando como acción las mismas excepciones
que haya opuesto en el juicio ejecutivo.
Señala, por su parte, el Art. 474 C.P.C., que "si en el caso del artículo precedente, no entabla el
deudor su demanda ordinaria en el término de quince días, contados desde que se le notifique la
sentencia definitiva, se procederá a ejecutar dicha sentencia sin previa caución, o quedará ésta ipso
facto cancelada, si se ha otorgado".
317 Gaceta Jurídica. Año 1997. Noviembre Nº 209. Pág. 11º y sgtes.
363
El legislador ha sido bastante más severo con el ejecutado, puesto que si éste no deduce su
demanda ordinaria dentro de quince días, quedará de pleno derecho cancelada la fianza de resultas
constituida por el ejecutante o no será necesario constituirla para poder cumplir con la sentencia de
pago o de remate.
Ha señalado la jurisprudencia que "el término para interponer la nueva demanda que señalan los
artículos 474 y 478 del Código de Procedimiento Civil, se debe contar desde la notificación del
"cúmplase" de la sentencia definitiva".318 Esto es, que el plazo de quince días se cuenta desde que
se ha notificado al ejecutado el "cúmplase" de la sentencia o desde que hayan transcurrido los
plazos para interponer los recursos en contra de la sentencia de primera instancia. Lo anterior
ocurre porque si se inicia el juicio ordinario sin que se encuentre terminado el juicio ejecutivo se
podría interponer la excepción dilatoria de litispendencia.
Se encuentra establecida en el Art. 478, incs. 2º y 3º C.P.C., los que expresan que "con todo, si
antes de dictarse sentencia en el juicio ejecutivo, el actor o el procesado piden que se reserven
para el ordinario sus acciones o excepciones, podrá el tribunal declararlo así, existiendo motivos
calificados. Siempre se concederá la reserva respecto de las acciones y excepciones que no se
refieran a la existencia de la obligación misma que ha sido objeto de la ejecución.
En los casos del inciso precedente, la demanda ordinaria deberá interponerse dentro del plazo que
señala el Art. 474, bajo pena de no ser admitida después."
La reserva de acciones y excepciones debe efectuarse por el ejecutante o por el ejecutado antes de
que se dicte sentencia definitiva de primera instancia. Conforme al Art. 478 C.P.C., no procede
efectuar la reserva en la segunda instancia, según lo ha declarado la Corte Suprema, porque en tal
caso la Corte de Apelaciones estaría fallando un asunto en única instancia, apartándose con ello de
los casos en que la ley señala a la Corte actuar de esa manera.
Para que se acceda a la reserva de acciones y excepciones que se refieran a la existencia misma de
la obligación ejecutiva es necesario que existan motivos justificados, los que serán calificados por
el tribunal. Si la reserva no se refiere a la existencia misma de la obligación, el tribunal deberá
acceder siempre a ella.
Los efectos de la reserva en la oportunidad común son los mismos tanto para el ejecutante como
para el ejecutado, según veremos a continuación.
La parte que haya solicitado y obtenido la declaración judicial de la reserva, deberá interponer la
demanda ordinaria dentro del plazo de quince días, contados desde la notificación de la sentencia o
del cúmplase.
1º La reserva de excepciones sólo puede referirse a aquellas que el ejecutado haya opuesto en
tiempo y forma dentro del juicio ejecutivo.
2º La reserva de acciones y de excepciones siempre debe ser resuelta en la sentencia definitiva que
se dicta en el juicio ejecutivo.
Sólo puede efectuarla el tribunal en la sentencia definitiva y cuando ella hubiera sido solicitada
durante el curso del juicio por una de las partes y nunca de oficio.
Si el tribunal, de oficio, hiciera reserva de acciones y/o excepciones, esa sentencia sería nula,
susceptible de ser atacada por vía del recurso de casación en la forma por el vicio de ultra petita.
INICIO
En el cuaderno de apremio se van a contener todas las actuaciones y trámites que permitirán al
ejecutante obtener el cumplimiento compulsivo de la obligación en el patrimonio de su deudor.
II. EL EMBARGO.
El embargo es un acto jurídico procesal que tiene por objeto asegurar el resultado de la pretensión
deducida, afectando determinados bienes al cumplimiento de la sentencia que en el procedimiento
ejecutivo se dicte.
El argentino Ramiro Podetti define el embargo como medida judicial que afecta un bien o bienes
determinados de un deudor o presunto deudor al pago eventual de un crédito, individualizándolo y,
limitando las facultades de disposición y goce.
El embargo es una medida cautelar de aseguramiento de la futura ejecución forzada porque "sirve
para facilitar el resultado práctico de una ejecución forzada, impidiendo la dispersión de los bienes
que puedan ser objeto de la misma.319
El aseguramiento no solo es jurídico sino que también material, siendo, cuando se trata de bienes
raíces, uno de los más eficaces mecanismos con que cuenta el ejecutante para exigir su crédito
319 Piero Calamandrei. "Introducción al estudio sistemático de las providencias cautelares". Editorial Bibliográfica
Argentina. 1945. Pág. 56.
365
ellos, cesando desde ese momento la que antes ejercía el dueño o ejecutado, con el objeto preciso e
inmediato de enajenarlos para aplicar su valor al pago de la deuda, con sus intereses y costas".320
Desde el punto de vista de sus efectos, se ha definido el embargo como “una actuación que tiene
por objeto sustraer un bien del comercio humano, el que previo el cumplimiento de los trámites de
rigor, debe ser rematado en pública subasta, para obtener el acreedor el pago de su acreencia, sin
perjuicio del derecho que asiste al ejecutado para solicitar que determinados bienes se excluyan del
embargo, cuando de los antecedentes aparece que el valor de estos excede con creces al monto del
crédito cuyo cobro se persigue.321
El embargo es una actuación compleja que se perfecciona por "la entrega real o simbólica de los
bienes al depositario que se designe, aunque éste deje la especie en poder del mismo deudor". (Art.
450, inc. 1º C.P.C.).
En nuestro derecho, se discute acerca de si el embargo que se practica dentro del juicio ejecutivo es
únicamente expresión del poder de imperio del Estado ejercido por los jueces, dirigido a la
realización coactiva del derecho del ejecutado, o si tiene un doble carácter coactivo y cautelar.
En nuestro derecho, la mayoría de la doctrina se inclina por la tesis de poseer el embargo un doble
carácter de coactivo y cautelar.
Por la primera tesis, esto es, que el embargo sólo tiene un carácter coactivo, pero no cautelar se
inclina el profesor Hugo Pereira Anabalón.322 En este mismo sentido, se ha señalado por el
Profesor Raúl Tavolari que "claramente el embargo ejecutivo no es una medida cautelar aun
cuando, en cumplimiento de su finalidad ejecutiva, provoque colaterales efectos asegurativos.
Basta recordar que un embargo cautelar sólo puede decretarse - como toda cautela- a fin de
garantizar que la tardanza en la decisión judicial no dañe al demandante y puede, incluso,
decretarse antes de inicio del juicio, lo que es impensable para el embargo ejecutivo. Mientras el
preventivo dependerá siempre de la concurrencia de los presupuestos de toda cautela, a saber,
humo de buen derecho y peligro en la demora, el ejecutivo en cambio sólo dependerá de la
existencia del título.
"Lo anterior revela que para el juez, en tanto decretar el embargo preventivo tiene un grado de
discrecionalidad, el ejecutivo es ineludible, supuesta la existencia del título.
"El embargo es siempre de naturaleza ejecutiva y necesario como acto ejecutivo, tanto porque es el
único medio de determinar qué bienes, de entre los que forman el patrimonio del acreedor van a
responder de una ejecución concreta, como porque los actos de realización no serían posible sin
una afección previa.323
El embargo, sea que se conciba como una medida de apremio o cautelar, sólo tiene justificación en
cuanto a su verificación y mantención dentro del juicio ejecutivo en la medida en que se mantenga
la vigencia de la relación procesal que se constituye a partir del requerimiento de pago. Si por
cualquier motivo que no fuere la dictación de una sentencia ejecutiva condenatoria termina el
proceso ejecutivo, el embargo deberá entenderse alzado dado que no existirá obligación principal a
la cual deba cautelarse o apremiarse para su pago. En tal sentido, se ha declarado que el embargo
constituye una actuación judicial, practicada por un Ministro de Fe, que consiste en tomar uno o
más bienes del deudor, poniéndolos en poder de un depositario para asegurar con ello el pago de la
deuda. En la imposibilidad de continuar gestionando este expediente por haberse extinguido la
relación procesal que hubo entre las partes, carece de causa el mantener las actuaciones judiciales
efectuadas en éste, por cuanto el embargo tiene un carácter accesorio y pretendía cautelar el
cumplimiento de una acción principal hoy abandonada.324
En todo caso, es menester hacer presente que el embargo debe recaer sobre bienes que sean de
propiedad del ejecutado o sobre los cuales éste aparezca como poseedor. En efecto, si así no fuera,
el verdadero dueño o poseedor de los bienes embargados podría intentar las correspondientes
tercerías325, no cumpliendo el embargo la función que le es propia. "El embargo debe recaer sobre
los bienes del deudor, entendiéndose por tales los que realmente sean suyos o que por poseerlos
pueda ser reputado su dueño".
Para los efectos de cautelar que los bienes a embargarse sean del ejecutado y no de terceros, se ha
señalado que la orden de embargar contiene la facultad de trabar embargo si a requerimiento no
paga el ejecutado sobre bienes de propiedad del deudor. Por lo que debe tratarse de bienes propios
de aquél, pues tal es la orden emanada del juez que fija atribuciones, derechos y obligaciones del
funcionario judicial. Tanto la jurisprudencia como la doctrina están contestes en que en el juicio
ejecutivo la preexistencia de los bienes en el patrimonio del deudor es indispensable para que
puedan ser señalados en el embargo. El ministro de fe encargado del embargo debe proceder con
cautela, tratando de cerciorarse prudentemente que los bienes sobre los cuales recaerá pertenecen
efectivamente al deudor y cuando ostensiblemente aparezca lo contrario o se deduzca oposición
plausible por terceros, deberá abstenerse de llevar a cabo la diligencia.326
El principio general, sentado por el artículo 2465 C.C., es que el acreedor puede perseguir su
crédito sobre todos los bienes del deudor, raíces o muebles, presentes o futuros, pero no sobre
aquellos que la ley ha declarado inembargables.
Los bienes inembargables son los que menciona taxativamente el Art. 445 C.P.C.: "No son
embargables:
1º Los sueldos, las gratificaciones y las pensiones de gracia, jubilación, retiro y montepío que
pagan el Estado y las Municipalidades (Nº 1 inc. 1º);
2º Las remuneraciones de los trabajadores en la forma que determina el artículo 57 Código del
Trabajo.
b) los sueldos de los trabajadores son embargables hasta el 50% para dar cumplimiento al pago de
las pensiones alimenticias a las que fueren condenados judicialmente;
c) también son embargables hasta en un 50% los sueldos de los trabajadores, cuando éstos hubieren
cometido defraudación, hurto o robo en contra del empleador en el ejercicio de su cargo.
e) "podrán ser embargadas las remuneraciones en la parte que excedan de cincuenta y seis
Unidades de Fomento" (Art. 56, inc. 1º Código del Trabajo).
4º Las rentas periódicas que el deudor cobre de una fundación o que deba a la liberalidad de un
tercero, en la parte que estas rentas sean absolutamente necesarias para sustentar la vida del deudor,
de su cónyuge y de los hijos que viven con él y a sus expensas;
5º Los fondos que gocen de este beneficio, en conformidad a la Ley Orgánica del Banco del Estado
de Chile y en las condiciones que ella determine;
6º Las pólizas de seguro sobre la vida y las sumas que, en cumplimiento de lo convenido en ellas,
pague el asegurador. Pero, en este último caso, será embargable el valor de las primas pagadas por
el que tomó la póliza;
7º Las sumas que se paguen a los empresarios de obras públicas durante la ejecución de los
trabajos. Esta disposición no tendrá efecto respecto de lo que se adeude a los artífices u obreros por
sus salarios insolutos y de los créditos de los proveedores en razón de los materiales u otros
artículos suministrados para la construcción de dichas obras;
8º El bien raíz que el deudor ocupa con su familia, siempre que no tenga un avalúo fiscal superior a
de cincuenta unidades tributarias mensuales o que se trate de una vivienda de emergencia, y sus
ampliaciones, a que se refiere el artículo 5° del D. L. 2. 552 de 1979; los muebles de dormitorio, de
comedor y de cocina de uso familiar y la ropa necesaria para el abrigo del deudor, su cónyuge y los
hijos que vivan a sus expensas. (La cifra de 50 UTM fue fijada por la Ley 19.594, publicada en el
Diario Oficial de 1 de Diciembre de 1998 y la inclusión de las viviendas de emergencia y sus
ampliaciones se efectuó por la Ley 19.515, publicada en el Diario Oficial de 30 de Agosto de
1997.)
La inembargabilidad establecida en el inciso precedente no regirá para los bienes raíces respecto de
los juicios en que sean parte el Fisco, las Cajas de Previsión y demás organismos regidos por la ley
del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo;
9º Los libros relativos a la profesión del deudor hasta el valor de cincuenta unidades tributarias
mensuales, a elección del mismo deudor. (La cifra de 50 UTM fue fijada por la Ley Nº 19. 594,
publicada en el diario Oficial de 1. 12. 1998).
10º Las máquinas e instrumentos de que se sirve el deudor para la enseñanza de alguna ciencia o
arte, hasta dicho valor y sujetos a la misma elección;
11º Los uniformes y los equipos de los militares, según su arma y grado;
368
12º Los objetos indispensables al ejercicio personal del arte u oficio de los artistas, artesanos y
obreros de fábrica; y los aperos, animales de labor y material de cultivo necesarios al labrador o
trabajador de campo para la explotación agrícola, hasta la suma de cincuenta unidades tributarias
mensuales, a elección del mismo deudor. (La cifra de 50 UTM fue fijada por la Ley Nº 19. 594,
publicada en el diario Oficial de 1. 12. 1998).
13º Los utensilios caseros y de cocina, y los artículos de alimentos y combustibles que existan en
poder del deudor, hasta concurrencia de lo necesario para el consumo de la familia durante un mes:
15º Los derechos cuyo ejercicio es enteramente personal, como los de uso y habitación;
16º Los bienes raíces donados o legados con expresión de no embargables, siempre que se haya
hecho constar su valor al tiempo de la entrega por tasación aprobada judicialmente; pero podrán
embargarse por el valor adicional que después adquieran;
17º Los bienes destinados a un servicio que no pueda paralizarse sin perjuicio del tránsito o de la
higiene pública, como los ferrocarriles, empresas de agua potable o desagüe de las ciudades, etc;
pero podrá embargarse la renta líquida que produzcan, observándose en este caso lo dispuesto en el
artículo anterior; y
18º Los demás bienes que leyes especiales prohíban embargar. "
Ejemplo de este caso es el usufructo del marido sobre los bienes de la mujer casada bajo el régimen
de sociedad conyugal; el usufructo del padre o madre sobre los bienes del hijo de familia; los
bienes destinados al funcionamiento de los servicios administrativos y médicos del Servicio de
Seguro Social, etc.
El inciso segundo del Art. 445 del CPC finaliza diciendo que "son nulos y de ningún valor los
contratos que tengan por objeto la cesión, donación o transferencia en cualquier forma, ya sea a
título gratuito u oneroso, de las rentas expresadas en el número 1º de este artículo o de alguna parte
de ellas".
"Frente a la norma general de que toda obligación personal da al acreedor el derecho de perseguir
su ejecución sobre todos los bienes del deudor, la propia ley consigna excepciones fundadas en
razones superiores de solidaridad social en orden a evitar que, mediante un procedimiento
compulsivo, pueda dejarse a una persona en la indigencia, en la imposibilidad de trabajar o sin los
bienes fundamentales para subsistir juntamente con su familia"327.
En caso de que los bienes mencionados en el Art 445 C.P.C. fueran, no obstante, embargados al
ejecutado queda la posibilidad de impetrar el respectivo incidente de exclusión del embargo (Art.
519, inc. 2º C.P.C.).
La inembargabilidad es un derecho que, por regla general, se establece en beneficio sólo del
deudor, pudiendo éste renunciarla, sea expresa sea tácitamente (Art. 12 C.C.).
La renuncia será expresa cuando, v. gr., en el contrato que consigna la obligación se ha excluido de
la inembargabilidad uno o más bienes.
La renuncia será tácita cuando embargado un bien que, de acuerdo al Art. 445 C.P.C., no puede
serlo, el deudor no opone el incidente de exclusión del embargo en tiempo y forma.
Existen, empero, casos en que la inembargabilidad no es renunciable, puesto que aquella no sólo
mira al interés particular del renunciante sino que también al de su familia o en el de la sociedad.
Por ejemplo, es el caso de los números octavo, décimo tercero, etc, del Art. 445 C.P.C. La
inembargabilidad se establece en beneficio de la comunidad en los números uno y séptimo del Art.
445 C.P.C.
La diligencia del embargo se lleva a cabo por el ministro de fe receptor, dando cumplimiento a la
orden del tribunal contenida en el mandamiento de ejecución y embargo, con el auxilio de la fuerza
pública si llegare a ser necesario (Art. 443. Inc. final C.P.C.)
Los bienes sobre los cuales va a recaer el embargo tienen establecido un orden dentro de nuestra
legislación, tal es:
1º El embargo recaerá sobre el cuerpo cierto debido designado en el mandamiento (Art. 443, inc.
3º);
2º El embargo recaerá sobre los bienes que el ejecutante haya señalado en su demanda ejecutiva o
en el acto de practicarse la diligencia del embargo (Art. 443, inc. 3º y 447 C. P. C).
3º Si el ejecutante no señala bienes sobre los que habrá de practicarse el embargo, éste deberá
recaer en los bienes que indique el deudor "si, en concepto del ministro de fe encargado de la
diligencia, son suficientes o si, no siéndolo, tampoco hay otros conocidos": (Art. 448 C.P.C.)
1º Dinero;
2º Otros bienes muebles;
3º Bienes raíces; y
4º Salarios y pensiones.
El embargo es una actuación judicial y, como tal, debe cumplir con una serie de requisitos. Ellos
son:
1. Debe realizarse en días y horas hábiles, pudiéndose, no obstante, solicitarse la habilitación de día
y hora (Arts. 59 y 60 C.P.C.).
En cuanto al lugar en que debe practicarse el embargo se ha señalado que “tratándose de bienes
muebles las normas atinentes del Código de Procedimiento Civil no autorizan, en modo alguno, la
práctica del embargo en otro lugar que no sea aquel en que dichas especies se encuentran ubicadas
y, precisamente, por esta razón es que todas las que se contienen en dicho Código sobre esta
materia discurren sobre esta premisa: el embargo debe realizarse materialmente en el lugar en que
se encuentran ubicadas.328
328 Corte Apelaciones Pedro Aguirre cerda. 7. 5. 1997. Tomo XCIV. Nª 2 Mayo- Agosto. Año 1997. 2ª parte. Sec. 2ª.
Págs 59 y sgtes .
370
2. Debe practicarse previa notificación del mandamiento de ejecución y embargo al ejecutado, esto
es, debe realizarse en forma previa el requerimiento de pago.
Empero, es posible que antes del requerimiento de pago se solicite una medida prejudicial en el
procedimiento ejecutivo, medida que puede tener el carácter de precautoria impidiendo, de esta
forma al ejecutado, que pueda disponer de los bienes (Art. 279 en relación al Art. 3º C.P.C.).
3. De la diligencia debe levantarse un acta, suscrita por el ministro de fe que practicó la diligencia y
por el depositario, acreedor o deudor que concurran al acto y que desee firmar.
En el acta se deben expresar el lugar y hora en que se trabó el embargo, la expresión individual y
detallada de los bienes embargados, si actuó con auxilio de la fuerza pública o no, individualizando
a los funcionarios que participaron en la diligencia; (Arts. 61 y 450, inc. 2º, primera parte C.P.C.).
Además, a partir de la modificación introducida por la Ley Nº 19.411 al inciso segundo del artículo
450 del C.P.C., debe dejarse constancia de toda alegación que haga un tercero invocando la calidad
de dueño o poseedor del bien embargado.
Tratándose del embargo de bienes muebles, el acta deberá indicar su especie, calidad y estado de
conservación y todo otro antecedente o especificación necesarios para su debida singularización,
tales como marca, número de fábrica y de serie, colores y dimensiones aproximadas, según ello
fuera posible. En el embargo de bienes inmuebles, estos se individualizarán por su ubicación y
datos de la respectiva inscripción de dominio.
4. Debe expresarse en el acta que los bienes embargados se han entregado real o simbólicamente al
depositario.
Este requisito es de suma importancia desde un doble punto de vista. En efecto, en primer lugar,
civilmente, es un requisito esencial del embargo, puesto que éste se entiende verificado con la
entrega real o simbólica del bien al depositario (art. 450 inc. 1º y 451 CPC).
Por otro lado, desde la perspectiva penal, es un presupuesto necesario e indispensable para
configurar el delito de depositario alzado.
5. El acta de embargo que levanta el receptor debe ser firmada obligatoriamente por él, por el
depositario, y por el acreedor y el deudor, si concurrieren.
Si el depositario no sabe escribir o si alguna de las partes se niega a firmar, se expresarán estas
circunstancias (Art. 450, incs. 2º y 3º C.P.C.).
6. El Ministro de Fe debe mandar carta certificada al ejecutado comunicándole el embargo, sin que
su omisión afecte validez de la actuación (art. 450 incisos penúltimo y último del CPC).
Si el deudor, por cualquier motivo, se niega a que se practique el embargo, impidiendo el acceso
del receptor al lugar en que se encuentran los bienes o la entrega de ellos al depositario, esta
diligencia se va a llevar a efecto con el auxilio de la fuerza pública, solicitándose ello en un escrito
posterior. La resolución, en caso de que sea procedente, será "ofíciese".
329 Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo LXXIX. 1982. Segunda Parte. Sección segunda. Pág. 10.
371
El depositario provisional deberá, por su parte, entregar esos bienes al depositario definitivo que las
partes designen de común acuerdo o, a falta de éste, por el propio tribunal (Art. 451, inc. 1º C.P.C.).
En la práctica, los tribunales jamás designan depositarios definitivos y sólo designan como
depositario provisional al deudor.
Si el embargo recae sobre dinero, alhajas, joyas o especies preciosas o efectos públicos, el
depósito de la cosa o cosas embargadas deberá hacerse en alguna oficina del Banco del Estado a la
orden del tribunal respectivo (Art. 451 inc. final C.P.C. en relación con el Art. 507 C.O.T.).
"Si la ejecución recae sobre el simple menaje de la casa habitación del deudor, el embargo se
entenderá hecho permaneciendo las especies en poder del mismo deudor, con el carácter de
depositario, previa facción de un inventario en que se expresen en forma individual y detallada el
estado y la tasación aproximada de las referidas especies que practicará el ministro de fe ejecutor.
La diligencia que deberá extenderse será firmada por el ministro de fe que la practique, por el
acreedor, si concurre, y por el deudor, quien, en caso de substracción, incurrirá en la sanción
prevista en el numero 1º del artículo 471 del Código Penal" (Art. 444, inc. final C.P.C.)
"Si la ejecución recae sobre una empresa o establecimiento mercantil o industrial, o sobre cosa
o conjunto de cosas que sean complemento indispensable para su explotación, podrá el juez,
atendidas las circunstancias y la cuantía del crédito, ordenar que el embargo se haga efectivo, o en
los bienes designados por el acreedor, o en otros bienes del deudor, o en la totalidad de la industria
misma, o en las utilidades que ésta produzca, o en parte cualquiera de ellas.
Embargada la industria o las utilidades, el depositario que se nombre tendrá las facultades y
deberes del interventor judicial; y para ejercer las que correspondan al cargo de depositario,
procederá en todo caso con autorización del juez de la causa". (Art. 444, incs. 1º y 2º C.P.C.).
Lo cual se entiende sin perjuicio del derecho que corresponda al tenedor de la cosa embargada para
seguir gozándola después de su enajenación" (Art. 454 C.P.C.).
Una vez que se haya practicado el embargo, el receptor debe entregar "inmediatamente" el acta en
la secretaría del tribunal, y el secretario pondrá testimonio del día en que la recibe (Art. 455, inc. 1º
CPC).
Para estudiar las consecuencias que la práctica del embargo genera es menester que las distingamos
en cuanto al bien embargado, en cuanto al dueño del bien y respecto de los demás acreedores.
De acuerdo al Art. 1464 del C.C., hay objeto ilícito en la enajenación de "las cosas embargadas por
decreto judicial, a menos que el juez lo autorice o el acreedor consienta en ella".
Lógico resulta para el legislador resguardar eficazmente el crédito del acreedor y la medida por la
ley señalada para su cautela.
El problema que se presenta es en la configuración del objeto ilícito respecto de los inmuebles y de
los muebles.
Respecto de los bienes inmuebles, en el Mensaje con que el Ejecutivo envió el Proyecto de
Código al Congreso Nacional se lee: "En el juicio ejecutivo se ha creído conveniente dar cabida a
una reforma reclamada tiempo ha, que exige la inscripción en el conservador del embargo de
bienes raíces para que pueda afectar a terceros. Con ello se llenan los propósitos que se tuvieron en
vista al establecer el Registro de Conservadores, reuniendo allí y haciendo públicos todos los
gravámenes que pesen sobre la propiedad raíz"
En vista a lo anterior, el Art. 453 C.P.C. señala que "si el embargo recae sobre bienes raíces o
derechos reales constituidos en ellos, no producirá efecto alguno legal respecto de terceros sino
desde la fecha en que se inscriba en el respectivo registro conservatorio en donde estén situados los
inmuebles.
Agrega el inciso segundo del Art. 455 que el acta o "diligencia" del embargo de bienes raíces
también debe entregarse en la secretaría y esta entrega se verificará inmediatamente después de
practicada la inscripción de que el Art. 453 trata.
Ahora, tratándose de los bienes muebles, a falta de regla expresa, se aplica lo dispuesto en el inc.
2º del Art. 297 C.P.C.: "Cuando verse sobre cosas muebles, sólo producirá efecto respecto de los
terceros que tengan conocimiento de ella al tiempo del contrato; pero el demandado será en todo
caso responsable de fraude, si ha procedido a sabiendas".
El embargo no priva al dueño del bien del derecho de propiedad que tiene sobre él, limitándolo
simplemente en lo que respecta a la facultad de disposición.
En efecto, el dueño puede usar y gozar de la cosa embargada, mas no puede disponer de ella toda
vez que en su enajenación existe objeto ilícito, según acabamos de ver.
Si, estando en poder del ejecutado el bien embargado en calidad de depositario, dispone de él, o sea
si se "alza", comete el delito de depositario alzado, penado en el Art. 444, inc. final con la pena del
Art. 471 del Código Penal.
373
Si el embargo recae sobre las utilidades de una empresa, el depositario sólo tendrá facultades de
interventor judicial (art. 444 y 294 CPC) y para efectuar actos de administración, requerirá
actuación del juez de la causa.
Dentro de la legislación nacional, el embargo no constituye una causal de preferencia para el pago,
puesto que no aparece mencionado dentro de los créditos preferentes o de los privilegios
contemplados en el Título XLI. Libro IV del Código Civil.
Tampoco es una causal que mejore los derechos de los acreedores preferentes.
Para efectuar el pago con el producido del bien embargado se aplican las reglas sobre prelación de
créditos del Código Civil y no importa para nada la fecha del embargo practicado. Para el pago sólo
se mira a la naturaleza de la obligación sustancial y no a la fecha de la realización de la actuación
procesal.
Hay que tener presente, no obstante, que existe una medida que otorgada como precautoria,
establece preferencia para el pago. Esa es el denominado "derecho legal de retención", el que se
asimila a la hipoteca o a la prenda para los efectos de solucionar las deudas (Art. 546 C.P.C.).
VI. EL REEMBARGO.
El embargo que se traba sobre un bien determinado no impide que, con posterioridad, se traben
otros embargos sobre el mismo. Ello, debido a que el embargo, si bien, produce el efecto de
configurar el objeto ilícito del Art. 1464, Nº 3 C.C., no saca del comercio humano el bien sobre que
recae.
Además, el hecho que se haya interpuesto una tercería de prelación respecto de un determinado
bien embargado no constituye obstáculo para que ese bien sea reembargado y vendido, sin
perjuicio de efectuarse el pago con el producto de la realización al acreedor preferente si éste
ganase la tercería. Al efecto, se ha señalado que “es procedente el reembargo de un bien y su
posterior realización en el procedimiento de ejecución que llegue primero a la etapa de venta, cuyo
producto se retendrá hasta que recaiga sentencia firme en la tercería de prelación interpuesta.332
Esta institución se conoce con el nombre de "reembargo", siendo regulado por los Arts. 527 y 528
del C.P.C.
Si uno de los muchos acreedores que un deudor tiene ha sido diligente y por su actuación se ha
trabado embargo sobre uno o más bienes, los demás acreedores deben iniciar por su cuenta otros
330 Corte Suprema 26. 4. 1951. Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo 48. Sec. 1ª. Pág. 107.
331 Corte Apelaciones de Santiago. 23. 7. 1997. Tomo XCIV. Nª 2 Mayo- Agosto. Año 1997. 2ª parte. Sec. 2ª. Págs 89
y sgtes .
332 Corte Apelaciones de Santiago. 23. 7. 97. Gaceta Jurídica. Año 1997. Julio Nº 205. Páginas 98 y sgtes.
374
juicios en contra del ejecutado. Para obtener el pago de sus acreencias, los acreedores tienen dos
vías:
1. una consiste en la comparecencia ante el juicio entablado por el acreedor diligente interponiendo
la correspondiente tercería de pago o de prelación, según corresponda, o
2. solicitar al tribunal ante el cual se esta ventilando el juicio ejecutivo por él iniciado, que oficie al
juez que ordenó el embargo en primer lugar para que no se pague el primer acreedor hasta tanto no
se haya caucionado su crédito (Art. 528 C.P.C.).
No obstante lo anterior, el primer depositario debe permanecer en el carácter de tal, aún cuando se
haya trabado posteriormente otro embargo (Art. 528, inc. 2º C.P.C.).
El Art. 529 C.P.C. contempla la posibilidad de que el acreedor que opuso una tercería de pago
solicite la remoción del depositario. Los terceristas pueden actuar como coadyuvantes del
ejecutante.
Nuestra jurisprudencia ha fallado que no existe objeto ilícito en la enajenación que se efectúa en
pública subasta de los bienes que se encuentran reembargados, aun cuando no exista autorización
de los diversos tribunales que han ordenado la práctica de estas medidas cautelares.
Empero, en la práctica, y sobre todo tratándose de la realización de bienes raíces, para proceder a
su remate en pública subasta, siempre se oficia por el tribunal que va a practicar la subasta a los
tribunales que han ordenado la práctica de embargos para que autoricen su enajenación.
Consiste en la facultad que el ejecutado tiene para solicitar que se alce o se deje sin efecto el
embargo que hubiera recaído sobre bienes que, según la ley, tienen el carácter de inembargables.
"Se tramitará como incidente la reclamación del ejecutado para que se excluya del embargo alguno
de los bienes a que se refiere el artículo 445" (Art. 519, inc. 2º C.P.C.)
Consiste en la facultad que la ley confiere al ejecutante para solicitar que se incorporen al embargo
verificado nuevos bienes porque los ya embargados resultan insuficientes para cubrir el capital,
intereses y costas adeudados (Art. 456 C.P.C.).
375
En cuanto equivale a una medida precautoria, el embargo tiene por objeto asegurar o cautelar el
efectivo cumplimiento de la obligación que se trata de ejecutar. Este objetivo no se cumple si los
bienes embargados no son suficientes para cubrir el capital, intereses y costas adeudados.
El Art. 456 C.P.C. contempla dos situaciones que hacen procedentes la ampliación:
a) Los motivos para conceder la ampliación del embargo se entregan por la ley al criterio del
tribunal: "Puede el acreedor pedir ampliación del embargo en cualquier estado del juicio, siempre
que haya justo motivo de temer que los bienes embargados no basten para cubrir la deuda y las
costas" (inciso 1º)
b) Los motivos para conceder la ampliación del embargo son calificados como suficientes por
la propia ley: "El haber recaído el embargo sobre bienes difíciles de realizar, será siempre justo
motivo para la ampliación. Lo será también la introducción de cualquiera tercería sobre los bienes
embargados" (Art. 456, inc. 2º C.P.C.).
Por consiguiente, constituirá un agravio y una falta o abuso del tribunal si al concurrir las
circunstancias establecidas por la ley en el inciso segundo del Art. 456 C.P.C., no da lugar a la
solicitud presentada por el ejecutante pidiendo la ampliación del embargo. Dicha resolución puede
ser atacada por medio recurso de apelación.
Esto ocurre, por ejemplo, en el caso de un embargo que haya recaído en una cuota de una
comunidad hereditaria que es propiedad del deudor.
El Art. 22 Nº 1 de la Ley 18.010 sobre operaciones de crédito de dinero contempla otro caso en que
la ley califica la procedencia de la ampliación. Dice el precepto: "Se considerará justo motivo para
solicitar la ampliación del embargo, el mayor valor que experimente en el mercado la moneda
extrajera adeudada".
El inciso final del Art. 456 C.P.C. establece que "pedida la ampliación después de la sentencia
definitiva, no será necesario el pronunciamiento de nueva sentencia para comprender en la
realización los bienes agregados al embargo".
En consecuencia, la resolución que recae sobre la solicitud de ampliación, acogiéndola, será por sí
sola título suficiente para embargar nuevos bienes.
Consiste en la facultad concedida por la ley al ejecutado para solicitar que se alce el embargo de
alguno de los bienes sobre los cuales aquél ha recaído, por ser excesivos para asegurar
cumplidamente la obligación y las costas.
El embargo debe limitarse a los bienes necesarios y suficientes para obtener el cumplimiento de la
obligación y no debe constituir un arma de presión en manos del ejecutante. El abuso del derecho
se torna en ilicitud manifiesta.
El Art. 447 C.P.C. señala que "puede el acreedor concurrir al embargo y designar, si el
mandamiento no lo hace, los bienes del deudor que hayan de embargarse, con tal que no excedan
de los necesarios para responder a la demanda, haciéndose esta apreciación por el Ministro de fe
376
Es por ello que por una modificación se incluyó la substitución del embargo como una facultad del
ejecutado, más no en términos amplios, puesto que presenta las siguientes limitaciones:
b) la substitución no opera cuando el embargo ha recaído sobre la especie o cuerpo cierto debida.
De acuerdo al Art. 457 C.P.C., el ejecutado puede solicitar la substitución en cualquier estado del
juicio.
En la práctica, la substitución será solicitada por el ejecutado cuando el embargo haya recaído
sobre bienes que él desee administrar o disponer libremente.
En los casos en que procede la substitución del embargo, el ejecutado no está pagando la
obligación que se le demanda, sino que sólo reemplazando las garantías que aseguran el
cumplimiento de la sentencia. En consecuencia, cuando exista la substitución del embargo al
ejecutante sólo podrá pagársele la obligación una vez que se encuentre ejecutoriada la sentencia
que en la causa se dicte.
El ejecutado debe hacer presente que la suma de dinero que acompaña al tribunal tiene por objeto
substituir el o los bienes embargados y no pagar la deuda.
En la substitución el ejecutado pone dinero a disposición del tribunal sin renunciar a las
excepciones ejercitadas ni con la intensión de pagar la obligación demandada, sino que con la única
finalidad de cambiar el objeto embargado. Esto debe ser expresamente manifestado al momento de
efectuar el reemplazo a fin de que lo que se deposita no sea imputado a la deuda. En la substitución
del embargo, el juicio ejecutivo continúa adelante, existiendo sólo un cambio respecto de los bienes
sobre los cuales recae el embargo.
En la cesación del embargo, en cambio, el ejecutado deposita dinero en la cuenta corriente del
tribunal para pagar la obligación que se demanda, con el objeto de que se deje sin efecto el
embargo que hubiese recaído sobre los bienes constitutivos de su patrimonio (Art. 490 C.P.C.)
poniéndose término al juicio ejecutivo.
El Art. 490 C.P.C. ha creado problemas a la doctrina respecto del momento hasta el cual se pueden
liberar los bienes embargados. Dice el precepto que "antes de verificarse el remate, puede el deudor
libertar sus bienes pagando la deuda y las costas".
377
Si el ejecutado no expresa en su escrito que el dinero que deposita tiene por objeto la sustitución, la
consignación se va a tomar como cesación y, en consecuencia, también como un desistimiento de
las excepciones opuestas.
"Se formará ramo separado con las diligencias relativas al embargo, a su ampliación y al
procedimiento de apremio, que tiene por objeto realizar los bienes embargados y hacer pago al
acreedor.
Este cuaderno se tramitará independientemente del cuaderno ejecutivo, sin que la marcha del uno
se retarde por los recursos que en el otro se deduzcan". (Art. 458 C.P.C.)
El depositario provisional ejerce el cargo hasta que se designe depositario definitivo en la causa, el
cual debe nombrarse en audiencia verbal, por las partes de común acuerdo o por el tribunal, a falta
de éste (Art. 451, inc. 1 C.P.C.). Sin embargo, hay que tener presente que en la práctica lo normal
es que nunca se designe depositario definitivo.
Respecto del bien o bienes embargados el depositario sólo puede ejercitar facultades de
administración. En consecuencia, va a poder realizar todos los actos que tengan por objeto la
conservación, explotación y reparación de los bienes que se han puesto a su cuidado.
En todo caso, es menester tener presente que por el mero depósito no se confiere al depositario la
facultad de usar la cosa (arts. 2200 y 2250 C. Civil).
Por excepción, el depositario tiene facultades de disposición, las que se pueden ejercer sólo con
la previa autorización del tribunal (Art. 483 C.P.C.). Señala el precepto que "venderá el depositario
en la forma más conveniente, sin previa tasación, pero con autorización judicial, los bienes muebles
sujetos a corrupción, o susceptibles de próximo deterioro, o cuya conservación sea difícil o muy
dispendiosa".
El Art. 515 C.P.C. establece la obligación del depositario de poner a disposición del tribunal todos
los dineros que reciba con motivo del ejercicio de su cargo, tan pronto como lleguen a su poder,
debiendo cancelar intereses por los que entregue atrasados.
Las cuestiones que se susciten con motivo de la administración serán resueltas por el tribunal en
audiencias verbales (Art. 480 C.P.C.)
378
El depositario debe rendir cuenta de las gestiones que haya realizado durante el desempeño de su
cargo (Art. 514 C.P.C.). La cuenta se rinde de la misma forma en que lo han de hacer los tutores y
curadores (Art. 415 C.C.).
Excepcionalmente, el tribunal puede ordenar al depositario que rinda cuentas parciales antes que
termine de desempeñar su cargo.
Las cuentas que rinde el depositario se deben poner en conocimiento de las partes, las que tienen el
término de seis días para examinarlas. Si transcurrido ese plazo ninguna de las partes formula
objeciones, la cuenta se tiene por aprobada; en caso contrario se generará el correspondiente
incidente. (Art. 514 C.P.C.).
Tanto el depositario provisional como el definitivo son remunerados. Esta remuneración es fijada
por el tribunal una vez que el depositario haya rendido cuenta y ésta haya sido aprobada, tomando
en consideración la responsabilidad y trabajo que el cargo le haya impuesto (Art. 516 CPC).
Del producto de la realización de los bienes embargados se pagan, en primer lugar, y a prorrata, las
costas y la remuneración del depositario; y luego se paga el crédito.
Por excepción, existen depositarios que no tienen derecho a remuneración, siendo los indicados por
el Art. 517 C.P.C.: "No tienen derecho a remuneración:
Sabemos que el cuaderno de apremio siempre puede llegar hasta el embargo, paralizándose en este
cuando se han opuesto excepciones en el cuaderno ejecutivo. Pero, si las excepciones no se han
opuesto, el mandamiento de ejecución y embargo hace las veces de sentencia definitiva y se podrá
continuar con los trámites necesarios para la realización de los bienes embargados.
Supuesto que ya hemos pasado toda la tramitación del cuaderno ejecutivo, se puede dictar
sentencia condenatoria en contra del ejecutado. Para el cumplimiento de la sentencia condenatoria
es menester efectuar una distinción según si la sentencia es de pago o de remate.
Una vez que la sentencia de pago está ejecutoriada o, sin estarlo, se han caucionado las resultas
del juicio, el ejecutante debe solicitar que se proceda a la liquidación del crédito y a la tasación de
las costas (Art. 510 C.P.C.).
"Practicada la liquidación a que se refiere el artículo precedente, se ordenará hacer pago al acreedor
con el dinero embargado. . .
Si la ejecución fuere en moneda extranjera, el tribunal pondrá a disposición del depositario los
fondos embargados en moneda diferente a la adeudada sobre los cuales haya recaído el embargo y
los provenientes de la realización de bienes del ejecutado en cantidad suficiente, a fin de que, por
intermedio de un Banco de la plaza, se conviertan en la moneda extranjera que corresponda. Esta
diligencia podrá también ser cometida al secretario" (Art. 511 C.P.C.).
Ahora bien, "si el embargo se ha trabado sobre la especie misma que se demanda, una vez
ejecutoriada la sentencia de pago, se ordenará su entrega al ejecutante" (Art. 512 C.P.C.).
379
Como se puede apreciar, el cumplimiento de la sentencia de pago es casi automático, toda vez que
no es necesario realizar ningún otro trámite que no sea la liquidación del crédito y de las costas.
Situación distinta es la de la sentencia de remate. En efecto, como ésta se dicta cuando el embargo
ha recaído sobre bienes que no son dinero ni la especie o cuerpo cierto debida, será menester
convertir en dinero los bienes que cautelan el resultado del juicio.
La apelación que se interponga contra esta sentencia se concede en el sólo efecto devolutivo y, en
consecuencia, puede, de todos modos, procederse a la realización de los bienes, mas no puede
hacerse pago al ejecutante con el producido mientras la sentencia no se encuentre ejecutoriada,
conforme a lo establecido en el Art. 510 C.P.C.
La sentencia de remate causa ejecutoria para todos los efectos de que se realicen los bienes, pero
todo lo que en su virtud se efectúe queda sujeto a la condición de que la resolución sea confirmada.
En la sentencia de remate será necesario recurrir a un procedimiento que permita reducir a dinero
los bienes embargados. El Código denomina a este procedimiento como "procedimiento de
apremio" (Art. 458, inc. 1º C.P.C.).
Para los efectos de convertir en dinero los bienes embargados, o sea, para la realización de los
mismos, el legislador ha debido clasificarlos en las cuatro categorías, a saber:
Estos bienes son vendidos por el depositario, con autorización judicial y sin necesidad de que
previamente se practique una tasación.
Según la doctrina, esta venta puede efectuarse por el depositario durante la tramitación del juicio y
aun antes de que se dicte sentencia en la causa.
El Art. 484 C.P.C. señala que los efectos de comercio realizables en el acto, se venderán sin previa
tasación por un corredor de la Bolsa nombrado de acuerdo al procedimiento que la ley reserva para
la designación de los peritos. (Art. 414 C.P.C.).
El Art. 482 C.P.C., sustituido por el Art. 26 de la Ley Nº 18.118 de 22 de mayo de 1982, señala que
los "bienes muebles embargados se venderán en martillo, siempre que sea posible, sin necesidad de
tasación. La venta se hará por el martillero designado por el tribunal que corresponda".
En caso que hubiere oposición del deudor para hacer entrega de los bienes embargados al
depositario provisional o definitivo designado en el proceso, deberá procederse a cumplir esa
diligencia con el auxilio de la fuerza pública. En caso que el depositario provisional de los bienes
fuere el deudor, sólo podrá efectuarse el retiro de especies embargadas con el auxilio de la fuerza
pública una vez que se hubiere dictado una sentencia de remate, la que se puede cumplir no
obstante que el deudor hubiere deducido el recurso de apelación o de casación en su contra.
Debemos tener presente que de conformidad a lo previsto en el inciso cuarto del artículo 393 del
C.O.T., introducido por la Ley Nº 19.411, publicada en el Diario Oficial de 6 de Septiembre de
1995, los receptores solo podrán hacer uso de la fuerza pública que decrete un tribunal para la
realización de determinada diligencia respecto de la cual fue autorizado. En consecuencia, si se
hubiere decretado por el tribunal el auxilio de la fuerza pública para la realización del embargo, se
deberá solicitar que se decrete nuevamente el auxilio de la fuerza pública para efectuar el retiro de
especies.
El uso no autorizado o el anuncio o amenaza de uso del auxilio de la fuerza pública sin estar
decretado, será sancionado en la forma prevista en el Nº 4 del artículo 532 del C.O.T.
En algunas ocasiones, el ejecutante puede tener interés en adjudicarse el bien que se remata con
cargo a su crédito. En este caso, hay que presentar un escrito al tribunal solicitando autorización
para participar en el remate con cargo a su crédito, oficiándose al efecto al martillero designado.
Este es el procedimiento más complejo de realización y debe comprender los trámites que se
analizan a continuación.
De acuerdo al Art. 485 C.P.C., los bienes que requieran de previa tasación se van a vender en
pública subasta, ante el tribunal que conoce de la ejecución o ante el tribunal dentro de cuyo
territorio competencial están situados los bienes, cuando así se resuelve a solicitud de parte y por
motivos fundados.
Nuestro legislador tiene un respeto reverencial por los bienes raíces, y es por ello que el
procedimiento establecido para la realización de éstos es solemne y complejo, con el cumplimiento
de una serie de trámites.
Las principales etapas que establece el Código de Procedimiento Civil para la subasta pública de
los inmuebles en el juicio ejecutivo son:
a. Tasación
d. Purga de Hipotecas
f. Publicación de avisos
Cerrará esta parte el Párrafo XVI referente a la nulidad del remate, que no es una etapa de la
subasta, sino que la consecuencia de un vicio acaecido en ella.
La tasación del bien raíz será aquella que figure en el rol de avalúos que esté vigente para los
efectos del pago de la contribución territorial, a menos que el ejecutado solicite que se practique
nueva tasación.
Requerida la nueva tasación del inmueble, se deberá citar a las partes para dentro de segundo día,
con el fin de que se designe perito tasador. En caso que la designación del perito la efectúe el
tribunal, ésta no puede recaer en empleados o dependientes de ese tribunal.
El perito debe practicar todos los trámites necesarios para hacer la tasación y presentar el informe
de ella al tribunal.
Presentado que sea el informe del perito, debe éste ser puesto en conocimiento de las partes,
teniendo ellas un plazo de tres días para impugnarlo. De la impugnación que efectúe una de las
partes se dará traslado por tres días a la contraparte.
382
Transcurrido este plazo de tres días, sea que se haya evacuado o no el traslado, el tribunal puede
optar por los siguientes caminos:
a. aprobar la tasación.
b. ordenar que se rectifique la tasación por el mismo perito que evacuó el informe, o por otro; o
"Si el tribunal manda rectificar la tasación, expresará los puntos sobre que deba caer la
rectificación; y practicada ésta, se tendrá por aprobada, sin aceptarse nuevos reclamos". (Art. 487,
inc. 2º).
"Aprobada la tasación, se señalará día y hora para la subasta" (Art. 488 C.P.C.)
a. publicación de avisos, dándose cuenta del día y hora en que el remate se va a realizar y el lugar
donde se efectuará. La publicación debe efectuarse en un diario de la comuna en que tenga su
asiento el tribunal o de la capital de provincia o de la capital de región, si en aquella no lo haya,
debiendo el primero de ellos publicarse a lo menos quince días antes del remate, sin descontar los
días inhábiles (Art. 489, inc. 1º); asimismo, las publicaciones deben practicarse en la misma forma
y plazos, en el lugar donde se encuentre el inmueble;
En consecuencia, la fijación del día del remate debe hacerse en un plazo tal que se tenga tiempo
para hacer todos estos trámites: generalmente un mes o un mes y medio después de aprobada la
tasación.
La aprobación de las bases del remate, es decir, de las condiciones en que debe procederse a la
venta del inmueble, debe efectuarse por las partes de común acuerdo.
El ejecutante debe presentar un escrito en el cual propone al tribunal las bases o condiciones en que
haya de efectuarse el remate. El tribunal proveerá el escrito en que se presenten dichas bases "como
se pide, con citación", indicando que se aprueban las bases del remate si el ejecutado no se opone a
ellas dentro del plazo de tres días, contados desde la notificación de la resolución (Art. 491 CPC)
Si no existe acuerdo, las bases del remate deben ser determinadas por el tribunal, teniendo
éste presente las siguientes limitaciones:
a. el precio en el cual se va a vender el inmueble no puede ser inferior a los dos tercios de su
tasación;
383
b. el precio deberá pagarse de contado, a menos que el tribunal, por motivos fundados, resuelva
otra cosa (art. 491CPC); y
c. las personas interesadas en participar en la subasta deberán otorgar una garantía de seriedad de la
oferta, cuyo monto será equivalente a un 10% del valor en que los bienes van a ser subastados.
Si en las bases del remate nada se dice respecto de esta cláusula, los gastos que ocasionaren serán
de cuenta del adjudicatario.
La purga de las hipotecas consiste en la extinción de las hipotecas, que se produce cuando
concurren tres requisitos copulativos:
Una vez efectuada la subasta se extinguen todas las hipotecas constituidas sobre el bien raíz.
El art. 2428 del C.C. establece que "la hipoteca da al acreedor el derecho de perseguir la finca
hipotecada, sea quien fuere el que la posea, y a cualquier título que la haya adquirido.
Sin embargo, esta disposición no tendrá lugar contra el tercero que haya adquirido la finca
hipotecada en pública subasta, ordenada por el juez.
Mas para que esta excepción surta efecto a favor del tercero, deberá hacerse la subasta con citación
personal, en el término de emplazamiento, de los acreedores que tengan constituidas hipotecas
sobre la misma finca; los cuales serán cubiertos sobre el precio del remate en el orden que
corresponda.
El art. 492 del C.P.C. modificó el precepto antes transcrito, estableciendo que en el caso de que un
inmueble sea perseguido por un acreedor hipotecario de grado posterior, el acreedor hipotecario de
grado preferente tiene derecho a exigir el pago de su crédito en el orden que corresponda o la
mantención de su crédito en caso de que éste aún no se encuentre devengado.
384
En consecuencia:
a. si se remata el inmueble sin haberse citado a los acreedores hipotecarios, se mantienen vigentes
todas las hipotecas;
Si el inmueble que se va a rematar se encuentra embargado por orden de otro tribunal donde se está
siguiendo otro juicio, dicho bien raíz no puede venderse sin previa autorización del tribunal que lo
decretó.
En consecuencia, hay que presentar un escrito al tribunal solicitando que dirija un oficio al tribunal
que haya dispuesto el embargo, para los efectos de que autorice la venta en pública subasta. Sin
perjuicio de ello, debemos tener presente que se ha declarado que cuando el artículo 1464 N° 3 del
Código Civil sanciona con objeto ilícito las enajenaciones que menciona, sólo incluye aquellas
voluntarias, mas no a las enajenaciones forzadas realizadas por el ministerio de la justicia.333
6. PUBLICACIÓN DE AVISOS.
Deben efectuarse en la forma que establece el art. 489 C.P.C. precepto que debe ser concordado
con el art. 502 del mismo cuerpo legal.
"El remate, con el señalamiento del día y hora en que debe tener lugar, se anunciará por medio de
avisos publicados, a lo menos cuatro veces, en un diario de la comuna o de la capital de provincia o
de la capital de región, si en aquella no lo haya. Los avisos podrán publicarse también en días
inhábiles. El primero de los avisos deberá ser publicado con quince días de anticipación, como
mínimo, sin descontar los inhábiles, a la fecha de la subasta.
Si los bienes están en otra comuna, el remate se anunciará también en ella o en la capital de la
respectiva región, si fuere el caso, por el mismo tiempo y en la misma forma.
Los avisos serán redactados por el secretario y contendrán los datos necesarios para identificar los
bienes que van a rematarse".
La ley no exige que se deje constancia en el expediente del hecho de haberse publicado los avisos,
pero como la liquidación de los bienes raíces es un trámite solemne, debe dejarse constancia de los
avisos en el expediente para que no se declare la nulidad del remate. En consecuencia, debe
presentarse un escrito al tribunal solicitando que el secretario certifique en el proceso el tenor de los
En primer término, el tribunal ha de calificar la caución que los interesados deben rendir para
participar en la subasta.
En consecuencia, la compraventa (porque eso es, en definitiva, la venta en pública subasta, pero
con la particularidad que una de las partes en el contrato va a ser representada por el tribunal), se
reputa perfecta desde el momento en que extiende el acta del remate, documento que deberá ser
firmado por el juez de la causa, por el rematante o adjudicatario del inmueble y por el secretario del
tribunal.
Conforme al art. 496 del C.P.C., "en el acta de remate podrá el rematante indicar la persona para
quien adquiere; pero mientras ésta no se presente aceptando lo obrado, subsistirá la responsabilidad
del que ha hecho las posturas.
Subsistirá también la garantía constituida para tomar parte en la subasta, de conformidad al artículo
494".
Además, debemos tener presente que nuestra jurisprudencia ha señalado que de conformidad a lo
que dispone el artículo 671 del Código Civil, en las ventas forzadas que se hacen por decreto
judicial a petición de un acreedor, en subasta, el juez actúa como representante legal del tradente,
de tal modo que actuando con esa calidad, es también encargado de cumplir con la obligación
esencial del contrato de compraventa de entregar la cosa tradida334 y que el juez al hacer lugar a la
petición de lanzamiento del ejecutado y hacer entrega del inmueble subastado al acreedor que se lo
adjudicó, ha procedido en forma que se ajusta a derecho. La entrega material es en definitiva, el
cumplimiento de lo resuelto por la sentencia ejecutiva, ya que hacer íntegro pago al acreedor
significa, en el caso descrito, entregarle el inmueble que se adjudicó como pago de su acreencia.335
334 Corte Suprema , RDJ 1987, T. LXXXIV, Sec. I, p. 135.En el mismo sentido, Corte Suprema , RDJ, T. LXXXII,
Sec. I., P. 108 y Corte Suprema, RDJ T. LXXXIII, Sec. I, p. 9; Corte Suprema , RDJ 1988, T. LXXXV, Sec. I, p. 44, C.
2°.
335 Corte Suprema , RDJ 1985, T. LXXXII, Sec. I, p. 9, C. 2° En el mismo sentido Corte Suprema, RDJ 1986, T.
XXXIII, Sec. I, p. 115, C. 4°; Corte Suprema, RDJ 1986, T. LXXXIII, Sec. I, p. 155.
386
Soluciona este problema el art. 499 C.P.C., al establecer que "si no se presentan postores en el día
señalado, podrá el acreedor solicitar cualesquiera de estas dos cosas, a su elección:
1a. Que se le adjudiquen por los dos tercios de la tasación los bienes embargados; y
2a. Que se reduzca prudencialmente por el tribunal el avalúo aprobado. La reducción no podrá
exceder de una tercera parte de este avalúo.
Si el acreedor escoge por esta segunda vía, es decir, por un nuevo remate, y no hay postores, se
resuelve la situación por lo prescrito en el art. 500 C.P.C.: "Si puestos a remate los bienes
embargados por los dos tercios del nuevo avalúo, hecho de conformidad al número 2º del artículo
anterior, tampoco se prestan postores, podrá el acreedor pedir cualquiera de estas tres cosas, a su
elección.
1a. Que se le adjudiquen los bienes por los dichos dos tercios;
2a. Que se pongan por tercera vez a remate, por el precio que el tribunal designe; y
Si la ejecución fuere en moneda extranjera, para hacer uso del derecho que confiere el número 1º
del artículo anterior e igual número del presente artículo, el ejecutante deberá hacer liquidar su
crédito en moneda nacional, al tipo medio de cambio libre que certifique un Banco de la plaza".
La prenda pretoria o anticresis judicial "es un contrato en cuya virtud, por el ministerio del tribunal,
se entregan al acreedor bienes embargados, sean raíces o muebles, para que se pague con sus
frutos.336
Para la prenda pretoria rigen los artículos 501 a 507 del C.P.C.: Art. 501. Cuando el acreedor
pida, conforme a lo dispuesto en el artículo anterior, que se le entreguen en prenda pretoria los
bienes embargados, podrá el deudor solicitar que se pongan por última vez a remate. En éste caso
no habrá mínimum para las posturas.
Art. 502. Cuando haya de procederse a un nuevo remate en los casos determinados por los tres
artículos precedentes, se observará lo dispuesto en el artículo 489, reduciéndose a la mitad los
plazos fijados para los avisos. No se hará, sin embargo, reducción alguna de estos plazos, si han
transcurrido más de tres meses desde el día designado para el anterior remate hasta aquel en que se
solicite la nueva subasta.
Art. 503. La entrega de los bienes en prenda pretoria se hará bajo inventario solemne.
Art. 504. El acreedor a quien se entreguen bienes muebles o inmuebles en prenda pretoria, deberá
llevar cuenta exacta, y en cuanto sea dable documentada, de los productos de dichos bienes. Las
utilidades líquidas que de ellos obtenga se aplicarán al pago del crédito, a medida que se perciban.
Para calcular las utilidades se tomarán en cuenta, a más de los otros gastos de legítimo abono, el
interés corriente de los capitales propios que el acreedor invierta y la cantidad que el tribunal fije
como remuneración de los servicios que preste como administrador. No tendrá, sin embargo,
derecho a esta remuneración el acreedor que no rinda cuenta fiel de su administración, o que se
haga responsable de dolo o culpa grave.
336 Raúl Espinosa Fuentes. "Manual de Procedimiento Civil. El juicio ejecutivo. Editorial Jurídica de Chile. Octava
edición. 1984. Págs. 207-
387
Art. 505. Salvo estipulación en contrario, podrá el deudor, en cualquier tiempo, pedir los bienes
dados en prenda pretoria pagando la deuda y las costas, incluso todo lo que el acreedor tenga
derecho a percibir en conformidad a lo dispuesto en el último inciso del artículo precedente.
Podrá también el acreedor, en cualquier tiempo, poner fin a la prenda pretoria y solicitar su
enajenación o el embargo de otros bienes del deudor, de conformidad a las reglas de este Título.
Art. 506. El acreedor que tenga bienes en prenda pretoria, deberá rendir cuenta de su
administración, cada año si son bienes inmuebles y cada seis meses si se trata de muebles, bajo la
pena, si no lo hace, de perder la remuneración que le habría correspondido, de conformidad al
inciso final del artículo 504, por los servicios prestados durante el año.
Art. 507. Salvo lo dispuesto en los cuatro artículos precedentes, la prenda pretoria queda sujeta a
las reglas del Título XXXIX, Libro IV del Código Civil.
Cuando se constituya en bienes muebles, tendrá además, sobre ellos, el que los reciba, los derechos
y privilegios de un acreedor prendario.
El Código de Procedimiento Civil establece con posterioridad al acta de remate debe extenderse la
escritura pública definitiva. Si bien es cierto que el acta de remate hace las veces de escritura
pública para los efectos del Art. 1801, inc. 2º del C.P.C. , o sea, desde que es firmada por el juez, el
rematante y el secretario se reputa perfecta la venta; no es menos cierto que dicha acta no es un
título suficiente para los efectos de practicar la tradición del inmueble, cosa que, como sabemos, se
produce al inscribirse en el Registro de Propiedades del Conservador de Bienes Raíces la escritura
pública de compraventa, que deberá extender el juez como representante del deudor.
Dice el Art. 497 que "para los efectos de la inscripción, no admitirá el conservador sino la escritura
definitiva de compraventa. Dicha escritura será subscrita por el rematante y por el juez como
representante legal del vendedor, y se entenderá autorizado el primero para requerir y firmar por sí
solo la inscripción en el Conservador, aún sin mención expresa de esta facultad".
El juez debe ordenar que se extienda la escritura definitiva a petición de parte y dentro de tercer día
de efectuado el remate (Art. 495, inc. 2º CPC). Este plazo de tres días, pese a la redacción del
precepto, no es un plazo fatal ni genera la caducidad del derecho a otorgarse la escritura de
compraventa definitiva. La Jurisprudencia de nuestros tribunales ha establecido que "el plazo de
tres días dentro del cual debe reducirse a escritura pública el acta de remate a que se refiere el Art.
495 del Código de Procedimiento Civil, no constituye un requisito o formalidad que la ley exija
para su valor, en consideración a la naturaleza, sino un plazo que no es fatal y, por tanto, puede
otorgarse la escritura pública fuera de él.337
Esta escritura de compraventa en pública subasta, que se extiende por orden del tribunal, no es una
escritura corriente. De acuerdo con lo que preceptúa el Art. 495 en relación con el 497 del CPC, en
la escritura de compraventa deben insertarse los siguientes antecedentes:
1. Todos los antecedentes relativos a la validez del juicio en que se produjo el remate, v. gr. , el
requerimiento de pago; el certificado de que no se opusieron excepciones o, si se trata de la
sentencia dictada en la causa, el certificado de ejecutoriada de dicha resolución que fijó el día y la
hora de la subasta; la publicación de los avisos; la certificación del secretario de que dichos avisos
fueron publicados; y, en general todos los antecedentes que permitan demostrar a terceros que se
cumplieron los presupuestos o requisitos necesarios para la validez del juicio.
2. Todos los antecedentes relativos al remate o a la venta misma, v. gr., el acta de remate; las
autorizaciones otorgadas por el tribunal en caso de que hubieren existido otros embargos, para la
venta del inmueble en pública subasta, etc.
3. Deberán insertarse todos los antecedentes que permitan demostrar la purga de las hipotecas que
hubieren afectado al inmueble.
La escritura de remate (adjudicación) debe ser extendida por el juez una vez que se encuentre
ejecutoriada la resolución que ordene extenderla.
Puede suceder, sin embargo, que la persona que se adjudicó la cosa en el remate se desista de
efectuar la compra o sea, que no se realice nunca la adjudicación. A este respecto, se ha
suscitado una discrepancia en la doctrina:
En consecuencia, haciendo valer el acta de remate como título ejecutivo, se puede demandar el
cumplimiento de esa obligación de hacer el adjudicatario.
A nuestro juicio esta posición sería la correcta porque, en primer lugar, la venta en pública subasta
es tan venta como la que se realiza sin el ministerio de la justicia. Al establecer la ley procesal que
el acta de remate constituye una escritura pública para los efectos de reputar perfecta la venta, no
hace sino aplicar las norma de que los bienes raíces se compran o venden por escritura pública.
En segundo lugar, la obligación de reducir los trámites de la subasta a una escritura pública
propiamente tal está establecida por la ley para los efectos de inscribir la venta en el Registro del
Conservador de Bienes Raíces y no para perfeccionar una venta ya perfecta. Así se desprende de lo
establecido en el Art. 497 C.P.C., al expresar que para "su inscripción, no admitirá el Conservador
sino la escritura definitiva de compraventa".
2. Otro sector sostiene que el adjudicatario tiene derecho a desistirse de suscribir la escritura
de compraventa consistiendo la sanción aplicable en la pérdida de la suma de dinero que
haya depositado como garantía de seriedad de la oferta, de acuerdo con lo que señala el Art.
494, inc. 2º C.P.C.
Sobre la materia nuestra, se ha declarado que “el legislador ha previsto en el artículo 494 inciso
segundo del Código de Procedimiento Civil una sanción específica por incumplimiento del
subastador que no consigna el precio del remate en la oportunidad fijada en las bases, razón por la
que no cabe acudir a las normas del contrato bilateral, específicamente al artículo 1. 489 del Código
389
Civil que consagra la condición resolutoria, y constando en autos que en su oportunidad se extendió
la escritura pública, precluyó la única forma de sanción que en estos casos prevé el legislador, esto
es, que el remate quedara sin efecto y se hiciera efectiva la sanción.”338
Además, señalan, el acta de remate no constituye un título ejecutivo, porque la ley en ninguna
disposición le ha otorgado expresamente ese carácter. En tal caso, el cumplimiento de la obligación
de suscribir la escritura de adjudicación debería perseguirse en un juicio ordinario.
En la práctica, se adopta este segundo criterio, lo que podría permitir al ejecutado hacer uso de esta
circunstancia a través de un tercero para paralizar o dilatar el procedimiento, constituyendo esto
notoria mala fe.
Como corolario de lo anterior, la pública subasta puede se atacada desde un doble punto de vista:
como nulidad procesal o como nulidad substancial.
1º Nulidad procesal:
La nulidad procesal de la subasta se producirá cuando el vicio que la origina sea de carácter
procedimental, debiendo ser solicitada y ser declarada durante el curso del juicio ejecutivo.
La Corte Suprema ha señalado que "siendo requisito esencial la tasación de los bienes raíces
embargados para su licitación, ella debe corresponder al valor que tenga cada uno de los inmuebles
que sean materia del embargo.
En el presente caso, en la tasación sólo se consideró el avalúo de dos lotes de terreno sin considerar
el valor que corresponde a lo edificado en el terreno.
La jurisprudencia nacional ha señalado que la nulidad por vicios procesales puede alegarse sólo
hasta que se encuentre ejecutoriada la resolución que ordena extender la escritura de subasta.
Empero, otra jurisprudencia ha declarado que la nulidad procesal incluso puede solicitarse después
de ejecutoriada la referida resolución.
2º Nulidad sustancial:
La procedencia del juicio ordinario es obvia. La adquisición de un bien raíz en pública subasta es
un contrato de compraventa. La nulidad de un contrato debe tramitarse de acuerdo a las reglas del
procedimiento establecido en el Libro II del C.P.C., por ser materia de lato conocimiento. Si la
338 Corte Suprema. 7. 7. 97. Gaceta Jurídica. Año 1997. Julio Nº 205. Páginas 49 y sgtes.
339 F. del M. Año XXV. Nº 301. Pág. 746. C. Sup. 23 Diciembre 1983.
390
Regula esta materia el Art. 508 C.P.C., que debe relacionarse con los Arts. 503 y 507 del mismo
cuerpo legal.
Dice el precepto: "Si los bienes embargados consisten en el derecho de gozar una cosa o percibir
sus frutos, podrá pedir el acreedor que se dé en arrendamiento o que se entregue en prenda pretoria
este derecho.
El arrendamiento se hará en remate público, fijadas previamente por el tribunal, con audiencia
verbal de las partes, las condiciones que hayan de tenerse como minimum para las posturas.
Se anunciará al público el remate con anticipación de veinte días, en la forma y en los lugares
expresados en el artículo 489".
Una vez que se realizan los bienes embargados los fondos que resulten "se consignarán
directamente por los compradores, o por los arrendatarios en el caso del artículo anterior, a la orden
del tribunal que conozca de la ejecución en la forma dispuesta en el artículo 507 del Código
Orgánico de Tribunales.
Una vez realizados los bienes en virtud de la sentencia de remate, se aplican las reglas seguidas
cuando la sentencia es de pago, o sea, el ejecutante va a pedir que se liquiden el crédito y las costas
que deben ser de cargo del deudor, incluyéndose las causadas después de la sentencia.
Practicada la liquidación, el tribunal ordenará hacer pago al acreedor con el dinero que resulte de la
realización de los bienes de otra clase comprendidos en la ejecución (Art. 511, inc. 1º C.P.C.).
Finalmente, hemos de indicar que las costas procedentes de la ejecución y la remuneración gozan
de un pago preferente con el producido de la realización, incluso respecto del crédito que los ha
originado (Arts. 513, inc. 2º y 516, inc. 2º).
Al efecto, es menester tener presente que nuestra jurisprudencia ha señalado que la preferencia
contemplada en el inciso 2º del art. 513 del C.P.C. se refiere a todas las costas generadas en el
juicio, sea en el cuaderno ejecutivo o las tercerías. “Cuando el legislador se refiere a que las costas
procedentes de la ejecución gozarán de preferencia aun sobre el crédito mismo, no está haciendo
distinción entre el crédito del ejecutante y el del tercerista, abarcando a ambos, haciéndose énfasis
en ello con el empleo del adverbio “aún”.340
I. GENERALIDADES.
340 Corte Suprema 15. 7. 1996. Gaceta Jurídica. Año 1996. Julio. Nº 193. Pág. 42.
391
En el Párrafo Tercero del Título I del Libro III del C.P.C., el legislador ha regulado la situación de
los terceros y su intervención en el juicio ejecutivo, normas de extraordinaria importancia práctica
toda vez que, en algunos casos, tal intervención puede llegar a suspender el procedimiento de
apremio.
Tercero es el sujeto de la relación procesal que si bien no es parte originaria del juicio, interviene
en éste para proteger alguna pretensión o interés que puede llegar a afectar la sentencia que se
dicte.
Se ha dicho que los terceros son aquellos sujetos que, sin ser parte en el juicio, tienen un interés
actual en sus resultados.
La regla general sobre la intervención de los terceros en un juicio se encuentran establecidas en los
artículos 22 y 23 C.P.C. El primero de los preceptos indicados estatuye lo que se denomina
"tercero excluyente", que es aquel que sustenta pretensiones, posiciones o peticiones opuestas a
las del demandante y del demandado, es decir, es aquel que hace valer su propio y exclusivo
interés.
Dice la disposición que "si durante la secuela del juicio se presenta alguien reclamando sobre la
cosa litigada derechos incompatibles con los de las otras partes, admitirá al tribunal sus gestiones
en la forma establecida en el artículo 16 y se entenderá que acepta todo lo obrado antes de su
presentación, continuando el juicio en el estado en que se encuentre".
La segunda clase de terceros se denomina "coadyuvantes", y son los que procesalmente adhieren a
la posición jurídica y de hecho de alguna de las partes. El Art. 23, inc. 1º C.P.C. señala que "los
que, sin ser parte directas en el juicio, tengan interés actual en sus resultados, podrán en cualquier
estado de él intervenir como coadyuvantes, y tendrán en tal caso los mismos derechos que concede
el artículo 16 a cada una de las partes representadas por un procurador común, continuando el
juicio en el estado en que se encuentre".
Por último, el Art. 23, inc. 3º C.P.C. señala quiénes son los terceros "independientes": "Si el
interés invocado por el tercero es independiente del que corresponde en el juicio a las dos partes, se
observará lo dispuesto en el artículo anterior", o sea, tercero independiente es aquel que tiene un
interés que no es coincidente, pero que tampoco es opuesto al de las partes principales.
Una vez que el tribunal ha admitido la intervención del tercero "independiente", sus gestiones
deben regirse por las reglas del artículo 16 "y se entenderá que acepta todo lo obrado antes de su
presentación, continuando el juicio en el estado en que se encuentre".
341 Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo LXXIX Nº 2. Segunda Parte. Sección Primera P. 38.
392
ejecutivo sólo es admisible la intervención de terceros en la forma prescrita en los artículos 518 y
siguientes del CPC. De modo que frente al escrito de un tercero que hace presente al tribunal que si
el ejecutante persevera en embargar bienes en el domicilio indicado por ella interpondrá la
respectiva tercería, no puede dársele tramitación incidental, debiendo ser desechada de plano por
no ser parte en el juicio.342
El Art. 518 C.P.C. enumera las tercerías y dice "En el juicio ejecutivo sólo son admisibles las
tercerías cuando el reclamante pretenda:
Los requisitos que deben concurrir para poder hacer valer una tercería en el juicio ejecutivo son:
Uno de los aspectos más controvertidos en relación con las tercerías consiste en determinar si las
tercerías constituyen un proceso de naturaleza independiente al juicio ejecutivo dentro del cual se
promueven o solo constituyen un incidente dentro de él.
Según algunos, las tercerías no serían más que incidentes dentro del juicio ejecutivo, que requieren
ser resueltos en forma previa para los efectos de poder concluir con la tramitación de un cuaderno
de apremio dentro de un juicio ejecutivo.
Para otros, las tercerías constituirían procesos independientes por tener diversas partes, objeto
pedido y causa de pedir que el juicio ejecutivo dentro del cual se promueven, las que deben ser
tramitadas dentro de él por mandato del legislador y de acuerdo con el procedimiento que éste
establece, como son el juicio ordinario sin escritos de réplica y dúplica para la de dominio, y de
acuerdo con las normas de los incidentes para las restantes tercerías.
Este criterio de constituir la tercería un juicio distinto inserto dentro del juicio ejecutivo y no un
mero incidente del juicio ejecutivo se ha sustentado últimamente al declararse que: a) la tercería de
dominio es el procedimiento hábil para que como persona extraña a un juicio ejecutivo pueda
alegar su derecho de propiedad sobre el bien embargado y pretender que se declare ese derecho. En
consecuencia, es un juicio diverso del procedimiento ejecutivo en que se encuentra insertada y por
ello no constituye un incidente ni una cuestión accesoria de la ejecución, sino un juicio totalmente
diverso. Por lo tanto, una gestión útil realizada en este procedimiento no interrumpe el plazo en el
otro, pudiendo solicitarse el abandono del procedimiento en el juicio ejecutivo343; b) la naturaleza
jurídica de la tercería de posesión en un juicio ejecutivo es la de un juicio principal anexo a dicho
procedimiento de apremio, sólo que para su sustanciación, se aplican las normas referidas a los
incidentes, pero esto no lo convierte en una cuestión accesoria al juicio ejecutivo. Por otra parte, le
son aplicables las normas sobre abandono del procedimiento contenidas en los artículos 152 y ss.
del CPC”344; y c) la tercería de prelación en un juicio ejecutivo, conforme a su naturaleza jurídica,
no es un incidente del juicio y en su desarrollo debe ceñirse al procedimiento establecido para los
incidentes, por expresa disposición del artículo 521 del CPC. El juicio anexo de tercería de
prelación, tiene vida separada e independiente del ejecutivo, por lo que es perfectamente
procedente que cualquiera de las partes de aquél, si se dan las exigencias legales, pida el abandono
de la instancia, de esta instancia de tercería.345
“Las consecuencias que de una u otra respuesta derivarían serían importantísimas. Primeramente,
con relación al mandato judicial; seguidamente con la forma de las notificaciones; después con la
naturaleza, forma y requisitos de las resoluciones judiciales mediante las cuales se resuelven; en
cuarto lugar, con los recursos que proceden en contra de los fallos recaídos en ellas y los plazos
fatales para interponerlos; en quinto lugar, con la tramitación del recurso de apelación; en sexto
lugar, con la procedencia de los recursos de casación, tanto en la forma como en el fondo; y
finalmente, en séptimo lugar, con el abandono del procedimiento".346 En este sentido, se ha
declarado que “la tercería de dominio es el procedimiento hábil para que como persona extraña a
un juicio ejecutivo pueda alegar su derecho de propiedad sobre el bien embargado y pretender que
se declare ese derecho y consecuencialmente es un juicio diverso del procedimiento ejecutivo en
que se encuentra insertada, y por ello no constituye, ni un incidente ni una cuestión accesoria de la
ejecución, sino un juicio totalmente diverso. En razón de ello, puede resolverse que siendo juicios
distintos una gestión útil realizada en uno de esos procedimientos no interrumpe el plazo en el otro,
y por lo tanto puede solicitarse el abandono del procedimiento en el juicio ejecutivo, y acceder a
ello si concurren los requisitos, sin que a ello obste que en el procedimiento de tercería exista una
tramitación que no permita solicitar dicho abandono.347
Es menester tener presente que existe una diversidad de jurisprudencia respecto de la materia, por
lo que debería ser aclarada la naturaleza jurídica de las tercerías por el legislador, regulando
además las diversas materias si quisiera dársele un tratamiento distinto a aquel que debería regirlas
según la resolución que se adoptare respecto de su naturaleza jurídica.
En todo caso es menester tener presente que las reglas generales que contempla el Código de
Procedimiento Civil acerca de la procedencia de las tercerías en el juicio ejecutivo pueden
experimentar modificaciones respecto de algunos procedimientos ejecutivos especiales. Al efecto,
se ha declarado por nuestra jurisprudencia que “conforme al artículo 30 de la Ley Nº 4. 702 no
corresponde admitir tercerías de ninguna clase en los juicios ejecutivos que tienen por objeto la
realización de bienes gravados con prenda, en la especie, un vehículo adquirido por el ejecutado en
virtud de una compraventa de cosa mueble a plazo.”348
Cuando se traba embargo sobre un bien puede éste encontrarse en una de cuatro situaciones
jurídicas y de hecho:
1. Se traba de un bien de propiedad del ejecutado y que éste posee. En esta situación, el embargo es
inatacable.
2. Se traba de un bien que está en poder de un tercero y que pertenece al deudor. A esta situación
ya nos hemos referido y la trata el Art. 454.
El embargo será también inatacable, ya que el tercero quedará en calidad de depositario del mismo.
3. Se trata de un bien que el ejecutado posee pero que no le pertenece. Aquí se aplica la presunción
del art. 700, inc. 2º, reputándosele dueño mientras otro no lo acredite.
4. Se trata de un bien sobre el que el ejecutado no tiene ningún derecho y que está en posesión o es
de dominio de un tercero.
En esta última situación se superponen dos posibilidades de tercerías, porque el tercero del bien
puede ser poseedor (tercería de posesión) y puede o no tener el dominio de él (tercería de dominio).
Si el tercero es dueño del bien embargado, puede preservar su derecho por la vía de la tercería del
dominio. Pero, dada la estructura jurídica de la propiedad, tal derecho será extraordinariamente
difícil de probar tratándose de bienes muebles, toda vez que su adquisición normalmente va
precedida de un contrato consensual. Decimos "normalmente" y no siempre, porque hay casos en
que existe una constancia escrita del contrato, como ocurre por ejemplo, con la compraventa de
automóviles autorizada por un notario.
La demanda de tercería de dominio debe cumplir con todos los requisitos que para tal escrito señala
el Art. 254 C.P.C., ya que el Art. 523, inc. 1º, del CPC señala que "no se dará curso a la tercería de
dominio si no contiene las enunciaciones que indica el artículo 254. . . ".
Sabemos que, en el juicio ordinario, el tribunal puede, de oficio, no dar curso a la demanda que no
cumple con las indicaciones ordenadas en los tres primeros números del Art. 254 C.P.C., de
acuerdo a lo dispuesto en el Art. 256 del mismo cuerpo legal. En la tercería de dominio, la
demanda que no cumple con todas las enunciaciones no debe ser admitida a tramitación,
aumentando considerablemente el ámbito de aplicación del Art. 256 C.P.C.
a) Los documentos fundantes de la misma. Este documento puede tener el carácter de público o
privado, debiendo ser capaz de acreditar el dominio.
b) Un escrito, solicitando al tribunal que, con el mérito del instrumento público acompañado en la
demanda se suspenda la tramitación del cuaderno de apremio, ya que la tercería de dominio se
tramita en cuaderno separado.
La tercería de dominio no influye en el cuaderno de apremio, puesto que por regla general, no
suspenderá su tramitación, salvo que se funde "en instrumento público otorgado con anterioridad a
la fecha de presentación de la demanda ejecutiva" (Art. 523, inc. 1º C.P.C.).
“La suspensión del procedimiento de apremio por la interposición de una tercería de dominio
constituye una excepción que sólo procede cuando dicha tercería se apoya en documentos públicos;
luego la norma que la dispone debe ser interpretada restrictivamente.
395
En el supuesto de que se haya interpuesto una tercería de dominio sin que se haya pedido, por no
proceder, la suspensión del cuaderno de apremio, "el remate se llevará a cabo, entendiéndose que la
subasta recaerá sobre los derechos que el deudor tenga o pretenda tener sobre la cosa embargada".
(Art. 523 inc. 2º C.P.C.).
En cuanto a la apelación, hay que tener presente que existe una norma especial en lo que respecta a
su concesión. Indica el inc. 3º del Art. 523 que "las resoluciones que se dicten son apelables y la
apelación se concederá en el efecto devolutivo".
Los arts. 519 y 520 C.P.C. regulan ciertas situaciones vinculadas a derechos de terceros y
copropietarios que si se hacen valer, han de hacerlo por vía de la tercería de dominio.
Prescribe el Art. 519, inc. 1º que "se substanciará en la forma establecida para las tercerías de
dominio la oposición que se funde en el derecho del comunero sobre la cosa embargada".
Agrega el Art. 520 que "podrán también ventilarse conforme al procedimiento de las tercerías
los derechos que haga valer el ejecutado invocando una calidad diversa de aquella en que se
le ejecuta. Tales serían, por ejemplo, los casos siguientes:
1º El del heredero a quien se ejecute en este carácter para el pago de las deudas hereditarias o
testamentarias de otra persona cuya herencia no haya aceptado;
3º El del heredero que reclame del embargo de sus bienes propios efectuado por acción de
acreedores hereditarios o testamentarios que hayan hecho valer el beneficio de separación de que
trata el Título XII del Libro III del Código Civil y, y no traten de pagarse del saldo a que se refiere
el Art. 1383 del mismo Código. Al mismo procedimiento se sujetará la oposición cuando se
deduzca por los acreedores personales del heredero; y
4º El del heredero beneficiario cuyos bienes personales sean embargados por deudas de la herencia,
cuando esté ejerciendo judicialmente alguno de los derechos que conceden los artículos 1261 a
1263 inclusivo del Código Civil.
El ejecutado podrá, sin embargo, hacer valer su derecho en estos casos por medio de la excepción
que corresponda contra la acción ejecutiva, si a ello ha lugar".
V. TERCERÍA DE POSESIÓN.
Hemos visto que la tercería de dominio se aplica cuando el tercero es dueño del bien embargado.
Pero, si el dueño no puede acreditar adecuada y exitosamente su derecho, es preferible que utilice
la tercería de posesión.
Como en Chile no se compran los bienes muebles por escritura pública u otro instrumento público,
la prueba del dominio será muy difícil. Para tratar de salvar este grave problema en las
compraventas consensuales es que la jurisprudencia creó la tercería de posesión, fundándose en
que:
1º El poseedor es reputado dueño, mientras otro no justifique serlo (Art. 700, inc. 2º C.C.).
Esta presunción de dominio es simplemente legal, por lo que altera la carga de la prueba.
En efecto, acreditada que sea la tenencia material de una cosa con ánimo de señor o dueño, o sea, la
posesión, se reputará dueño al poseedor. Para destruir la presunción, el interesado deberá acreditar
que no se presenta el hecho en que ella se funda. "Mientras no se declare judicialmente que el
dueño de una cosa mueble no es su actual poseedor sino otra persona, aquél es ante la ley el
verdadero dueño y no puede por consiguiente embargársele lo que es de su dominio, por deudas
ajenas.351
2º El embargo debe recaer sobre bienes del deudor. Si las cosas embargadas no son del dominio o
posesión del ejecutado, lógico es suponer que el titular tiene todo el derecho de solicitar que el
apremio no se cumpla a su respecto.
351 Revista de Derecho y Jurisprudencia Tomo LXXIX. Nº 3. 1982. Segunda Parte. Sección Segunda Pág. 49. C. A.
Santiago. 26 Agosto 1982.
352 Ibidem.
353 Corte Apelaciones de Santiago. 6. 8. 1997. Tomo XCIV. Nª 2 Mayo- Agosto. Año 1997. 2ª parte. Sec. 2ª. Págs
97 y sgtes
397
En cuanto incidente, la resolución debiera notificarse por el estado diario. Sin embargo, los
tribunales han adoptado la tesis de ordenar la notificación por cédula.
La tramitación de la tercería se somete en todo a las reglas de los incidentes. Así, v. gr., la lista de
testigos debe presentarse dentro de segundo día contado desde la notificación que recibe la causa a
prueba.
Respecto a esa resolución es menester tener presente que el hecho que deberá acreditarse por el
tercerista se limita a la comprobación de los elementos que constituyen la posesión respecto del
bien embargado.
A este respecto, nuestra jurisprudencia ha declarado que “las boletas y facturas acompañadas a la
tercería dan fe de operaciones de venta de bienes muebles a que se refieren. Si a ello se agrega que
las especies embargadas se encontraban en el domicilio del tercerista y son aquellas que
normalmente guarnecen la casa habitación, cabe presumir que se encontraban en posesión de aquél
en forma exclusiva, dado su carácter de jefe de hogar y padre de familia.”354
Tratándose de bienes inmuebles es menester para los efectos de acoger una tercería de posesión que
el inmueble se encuentre inscrito a nombre del tercero y no del deudor. Al efecto, se ha declarado
por nuestra Jurisprudencia que “encontrándose vigente la inscripción de dominio a favor de uno de
los ejecutados a la época de practicarse el embargo, no puede estimarse poseedor del predio
embargado a un tercero que carece de posesión inscrita, la que para tal propósito debiera ser
posterior y cancelatoria de la primera inscripción.”355
El tercerista de dominio y posesión tienen el derecho en caso de haber perdido la tercería al mismo
derecho que el artículo 457 confiere al deudor principal conforme a lo establecido en el inciso final
del artículo 521 agregado por la Ley 19.411, esto es, a que no se decrete el retiro de especies sino
hasta diez días desde la fecha de la traba del embargo, a menos que el juez por resolución fundada,
ordene otra cosa".
"El interés del tercero no es suspender el procedimiento ni entrabarlo, sino que la ejecución
continúe, y una vez realizados los bienes y consignados los dineros obtenidos a la orden del
tribunal, se suspenda la entrega al ejecutante del producto del remate, hasta que recaiga sentencia
ejecutoriada o firme en la tercería".
354 Corte Apelaciones de Santiago. 25. 7. 97. Gaceta Jurídica. Año 1997. Julio Nº 205. Páginas 101 y sgtes.
355 Corte Apelaciones de Santiago. 30. 9. 97. Gaceta Jurídica. Año 1997. Septiembre Nº 207. Páginas 90 y sgtes.
398
Ambos numerales indican la presencia de documento fundantes en la tercería, salvo, claro está, que
la situación del privilegio no dependa de un documento. Ejemplo: el crédito del posadero sobre los
efectos del deudor introducidos por éste en la posada (Art. 2473, Nº 1 C.C.).
En la parte petitoria del escrito se solicita que el tribunal ordene que se pague al tercerista con
preferencia al demandante ejecutivo del producto de los bienes del deudor.
El estudio de los efectos de la tercería de prelación se limita al análisis de los que sucede con el
cuaderno de apremio, dado que ninguna tercería va a afectar el cuaderno ejecutivo. La interposición
de la tercería de prelación no va a suspender la tramitación del cuaderno de apremio sino que
solamente va a suspender el pago al ejecutante.
Verificado el remate, el tribunal mandará consignar su producto hasta que recaiga sentencia firme
en la tercería".
En los demás casos no suspende la tramitación del cuaderno de apremio. Conforme al Art. 526
C.P.C., tampoco afecta la situación de aquellos bienes embargados no comprendidos en la tercería:
"Si se han embargado o se embargan bienes no comprendidos en la tercería, seguirá sin restricción
alguna respecto de ellos el procedimiento de apremio".
La demanda de tercería de prelación normalmente se notificará por el estado diario, o por cédula
cuando el tribunal, en uso de sus facultades, mejore la calidad de la notificación, conforme lo
dispone el Art. 48, inciso final C.P.C.
Como requisito sine qua non hemos de tener presente que la tercería de pago sólo nace a la vida
jurídica cuando el deudor carece de bienes embargables, aparte de los ya embargados, para cumplir
sus obligaciones.
La tercería de pago consiste en la concurrencia prorrata de los acreedores valistas en los fondos que
arroje el remate.
El segundo de los requisitos de procedencia es la disposición de un título ejecutivo por parte del
tercerista. Si carece de él es imposible optar directamente por esta clase de tercería.
En lo que respecta a la tramitación, hemos de indicar que el acreedor valista dispone de dos vías o
caminos por los cuales seguir:
399
1) No existiendo más que un solo juicio ejecutivo en que se han embargado los últimos bienes
embargables, siendo el tercerista y el ejecutante acreedores valista del ejecutado; el tercerista de
pago concurre a ese procedimiento interponiendo su tercería, a la que se le da tramitación
incidental.
Como con la interposición de esta tercería lo que interesa es la distribución prorrata en el momento
del pago. La tercería de pago no suspende la tramitación del cuaderno de apremio. Sólo se va a
suspender al momento del pago.
2) Existiendo contra el mismo deudor dos o más juicios ejecutivos, estando uno de ellos más
adelantado que el o los otros (por ejemplo, uno está en estado de liquidación de los bienes, el otro
con el cuaderno de apremio suspendido por la oposición de excepciones y otro se está notificando
el mandamiento de ejecución y embargo), sin existir más bienes embargables; en razón del riesgo
que afecta al demandante posterior, el Art. 528 permite la aplicación de un procedimiento
simplísimo: cuando la pretensión del segundo acreedor se deduzca ante diverso tribunal, podrá
pedir que se dirija un oficio al tribunal que esté conociendo de la primera ejecución para que
retenga del producto de la realización de los bienes embargados la cuota que proporcionalmente
corresponda a dicho acreedor.
Aparte de solicitar el oficio, el Art. 529 concede al tercerista la importante facultad de hacerse parte
en el primer juicio en calidad de coadyuvantes del ejecutante: "Podrá también el tercerista
intervenir en la realización de los bienes, con las facultades de coadyuvante. Con las mismas
facultades podrá obrar el primer acreedor en la ejecución que ante otro tribunal deduzca el
segundo" (inc. 2º).
El oficio normalmente los jueces lo acompañan con citación, siendo notificado por el estado diario.
Si no existe oposición, se tiene automáticamente por interpuesta la tercería.
En un segundo juicio ejecutivo puede existir colusión procesal entre el segundo ejecutante y el
ejecutado. Para evitar esta situación y no para solucionar el problema de la existencia del
reembargo, los Arts. 528 y 529 C.P.C. reglamentan la situación del segundo depositario.
Indica el Art. 529 que "el tercerista de pago podrá solicitar la remoción del depositario alegando
motivo fundado; y decretada la remoción, se designará otro de común acuerdo por ambos
acreedores, o por el tribunal si no se aviniesen" (inc. 1º).
Sabemos que todas las tercerías se tramitan incidentalmente, pero, para los efectos de determinar la
oportunidad procesal en que pueden ser deducidas, es menester efectuar una distinción:
Ambas tercerías pueden hacerse valer desde el momento en que se embargan los bienes que no
sean del dominio o de la posesión del ejecutado, hasta el instante en que se ha hecho tradición al
adquirente del referido bien en el remate del bien:
ii. tratándose de los bienes raíces, se puede interponer la tercería correspondiente hasta que se ha
extendido el acta de adjudicación, que hace las veces de escritura pública de compraventa. Aquí no
hay tradición, sino que sólo se ha configurado el título que habilita para practicarla.
Eventualmente, como oportunidad procesal inicial, estas tercerías pueden interponerse desde el
momento que se han embargado los bienes, culminando la liquidación en una suma de dinero. La
oportunidad procesal final se extiende hasta antes de hacerse pago al ejecutante con el
producido.
I. GENERALIDADES.
Cuando nos encontramos frente a una obligación de hacer, el acreedor tiene derecho para obtener
su cumplimiento de cualquiera de las tres formas o modalidades que le otorga el Art. 1553 C.C. :
"Si la obligación es de hacer y el deudor se constituye en mora, podrá pedir el acreedor, junto con
la indemnización de la mora, cualquiera de estas tres cosas, a elección suya:
2ª Que se le autorice a él mismo para hacerlo ejecutar por un tercero a expensas del deudor;
A través del juicio ejecutivo por obligación de hacer no se puede perseguir la indemnización de
perjuicios, ya que para ello es menester que previamente se hubiera determinado la procedencia del
pago y su monto por una sentencia dictada en juicio ordinario. Esto se refiere al tercer caso.
Los otros dos derechos o facultades de que goza el acreedor de una obligación de hacer si se
pueden ejercer a través de juicio ejecutivo, siempre y cuando consten en un título ejecutivo.
2. que se autorice al acreedor para hacer ejecutar la obra o el hecho por un tercero, con cargo al
deudor.
En este caso, el procedimiento es idéntico al del juicio ejecutivo por obligación de dar, con la
excepción de que lo que se persigue es la suscripción de un determinado documento por el deudo
dentro del término que se fija y, en el caso de que el deudor no cumpla, que sea subscrito por el
juez en representación del deudor.
Frente a este requerimiento, el ejecutado puede adoptar una de las siguientes actitudes:
a) oponer excepciones:
b) No oponer excepciones:
2. El señalamiento de un plazo prudente para que dé principio al trabajo. (Art. 533 C.P.C. )
a) oponer excepciones:
Si opone excepciones, el ejecutado, además de las excepciones indicadas en el Art. 464 C.P.C. ,
puede oponer la de "imposibilidad absoluta para la ejecución actual de la obra debida" (Art. 534
C.P.C. ) .
b) no oponer excepciones:
1. Puede solicitar que se le autorice para efectuar la obra a través de un tercero, con cargo al
ejecutado, cuando éste deje transcurrir el término indicado en el Art. 533, Nº2 C.P.C. (Art.
536 C.P.C. )
Este presupuesto debe ponerse en conocimiento del ejecutado, quien, si nada expresa dentro del
tercer días de notificado, se entenderá que acepta.
Si el ejecutado deduce objeciones, "se hará el presupuesto por medio de peritos, procediéndose en
la forma que establecen los artículos 486 y 487 para la estimación de los bienes en el caso de
remate". (Art. 537 C.P.C. ) .
"Determinado el valor del presupuesto del modo que se establece en el artículo anterior, será
obligado el deudor a consignarlo dentro de tercero día a la orden del tribunal, para que se entreguen
al ejecutante los fondos necesarios, a medida que el trabajo lo requiera". (Art. 538 C.P.C. ) .
"Si el deudor no consigna a la orden del tribunal los fondos decretados, se procederá a embargarle
y enajenar bienes suficientes para hacer la consignación, con arreglo a lo establecido en el Título
precedente, pero sin admitir excepciones para oponerse a la ejecución". (Art. 540 C.P.C. ) .
2. Puede solicitar que se apremie al deudor para que él efectúe la obra, sea porque le satisface
más o porque se trata de una obligación personalísima.
Señala el Art. 542 C.P.C. que "si el acreedor no puede o no quiere hacerse cargo de la ejecución de
la obra debida, de conformidad a las disposiciones que preceden, podrá usar de los demás recursos
que la ley concede para el cumplimiento de las obligaciones de hacer, con tal que no haya el deudor
consignado los fondos exigidos para la ejecución de la obra, ni se hayan rematado bienes para
hacer la consignación en el caso del artículo 541"
A los apremios se refiere el Art. 543, consistiendo éstos en la imposición por parte del tribunal de
arresto hasta por quince días o multa proporcional, y repetir estas medidas para obtener el
cumplimiento de la obligación. "Cesará el apremio si el deudor paga las multas y rinde además
caución suficiente, a juicio del tribunal, para asegurar la indemnización completa de todo
perjuicio al acreedor" (Art. 543, inc. 2 C.P.C. ) .
403
TRAMITACIÓN.
En principio, se aplican a este procedimiento las reglas de la ejecución de las obligaciones de hacer,
con algunas modificaciones.
Para que proceda el cumplimiento ejecutivo de una obligación de no hacer a través de este juicio es
imperioso que pueda destruirse la cosa hecha y que su destrucción sea necesaria para el
objetivo que se tuvo en vista al celebrar el contrato. (Art. 544 C.P.C. ) .
Asimismo, es menester que la obligación conste en un título ejecutivo, que no esté prescrita, que
sea actualmente exigible y que se encuentra determinada.
En este procedimiento, el ejecutado tiene derecho a alegar en forma incidental que la obligación
puede cumplirse por otros medios que no importen la destrucción de la obra.
"Pudiendo destruirse la cosa hecha, y siendo su destrucción necesaria para el objeto que se tuvo en
mira al tiempo de celebrar el contrato, será el deudor obligado a ella, o autorizado el acreedor para
que la lleve a efecto a expensas del deudor.
Si dicho objeto puede obtenerse cumplidamente por otros medios, en este caso será oído el deudor
que se allane a prestarlo". (Art. 1555, incs. 2 y 3 C.C. ) .
Ejecutoriada la resolución que ordena destruir la obra, el ejecutante puede optar porque la
destrucción la realice directamente el deudor, aplicándose a este respecto las normas de ejecución
de obligaciones de hacer.
404
El juicio de mínima cuantía se encuentra regulado en los artículos 729 y siguientes del párrafo 2°
del Titulo XIV del Libro III del Código de Procedimiento Civil, a continuación del juicio ordinario
de mínima cuantía.
En los casos no previstos en las normas especiales que regulan el juicio ejecutivo de mínima cuantía,
serán aplicables las reglas del juicio ejecutivo de mayor cuantía si la cuestión deducida es también
ejecutiva. Art. 738
2°. APLICACIÓN.
El juicio ejecutivo de mínima cuantía debe recibir aplicación para la tramitación de todas las
acciones (pretensiones) ejecutivas respecto de las cuales concurran los siguientes requisitos
copulativos:
El procedimiento ejecutivo de mínima cuantía tiene una aplicación residual, al igual que el juicio
ejecutivo de mayor cuantía, por lo que sólo podrá utilizársele en el caso que el legislador no haya
establecido un procedimiento especial para la tramitación de la acción ejecutiva que se hubiere
deducido.
El nuevo monto de la cuantía para la aplicación del procedimiento de mínima cuantía fue fijado por
la Ley 19. 594 de 1° de Diciembre de 1998, el cual es muy superior al que se contemplaban en
pesos antes de su dictación, lo que permitirá concebir que en la actualidad este procedimiento
reciba aplicación.
3°. TRAMITACION.
La tramitación del juicio ejecutivo de mínima cuantía se reduce a contemplar las diversas
modificaciones que el legislador contempla respecto del juicio ejecutivo de mayor cuantía tanto
respecto del cuaderno ejecutivo como el cuaderno de apremio.
La demanda ejecutiva puede ser deducida en forma verbal y en tal caso debe levantarse un acta en
la forma prevista en el artículo 704.
Del examen de la demanda ejecutiva, si el tribunal concluye que la acción es ejecutiva y legalmente
procedente, el acta a que se refiere el artículo 704, terminará con la orden de despachar mandamiento
de ejecución en contra del deudor.
405
Si del examen de la demanda ejecutiva, el tribunal concluye que la acción deducida no procede
como ejecutiva, el tribunal lo declarará así y dará curso a la demanda en conformidad al
procedimiento ordinario de mínima cuantía. (art. 729)
c. Requerimiento de pago.
Las mismas personas podrán practicar la notificación establecida en el artículo 44 cuando ella sea
procedente.
En caso que el deudor no sea habido, el encargado de la notificación deberá indicar, en la copia
respectiva, el lugar, día y hora que designe para la traba de embargo, a la que procederá sin otro
trámite. (Art. 730) . Es decir, en este caso no existe la cédula de espera, pudiendo practicarse el
embargo en el día y hora señalado.
El ejecutado tendrá el plazo fatal de cuatro días más el término de emplazamiento a que se refiere el
artículo 259 contados desde el requerimiento, para oponerse a la demanda. (Art. 733inc. 1°) . En
consecuencia, no se contempla el aumento de cuatro días en caso que sea requerido de pago dentro del
territorio jurisdiccional.
La oposición del ejecutado sólo podrá fundarse en algunas de las excepciones indicadas en los
artículos 464 y 534. (Art. 733 inc. 2°)
En caso que se formule oposición por el ejecutado, el tribunal examinará si las excepciones opuestas
son legales o no. Si las excepciones opuestas son legales, citará a las partes a una audiencia próxima
para que se proceda a rendir la prueba en la forma prevista para el juicio de mínima cuantía como se
dispone en el artículo 710 y siguientes, hasta dictar sentencia, mandando llevar adelante la ejecución o
absolviendo al demandado. (Art. 733 inc. 3°)
Si las excepciones opuestas no son legales o no se oponen excepciones por parte del ejecutado, se
procederá como lo dispone el artículo 472, es decir, bastará para proseguir el procedimiento ejecutivo
el mandamiento de ejecución y embargo hasta hacerse entero pago al acreedor sin necesidad de dictar
sentencia. (Art. 733 inc. final)
El mandamiento dispondrá el embargo de bienes suficientes y designará un depositario que podrá ser
el mismo deudor(art. 729 inc. 1°) .
b. Depositario.
406
Podrá ser el mismo deudor, pero en todo caso, cualquiera sea el depositario que se designe tendrá
de inmediato el carácter de depositario definitivo. (art. 729 inc. 1°) . En consecuencia, no existe en
el procedimiento ejecutivo de mínima cuantía el depositario provisional.
El deudor depositario incurrirá en las penas contempladas en el artículo 471 del Código Penal cuando
con perjuicio del acreedor falte a sus obligaciones de depositario, desobedezca o entorpezca las
resoluciones judiciales para la inspección de los bienes embargados, o abandone, destruya o enajene
dichos bienes.
Se presumirá que el deudor depositario ha faltado a sus obligaciones con perjuicio del acreedor
cuando, sin permiso escrito de éste o autorización del juez, cambie la cosa embargada del lugar que
indique la persona al practicar el embargo. (Art. 732. )
c. El embargo.
La misma persona que practique el requerimiento, podrá efectuar el embargo, en su caso. (Art. 731inc.
1°) .
d. Tasación.
Los bienes embargados serán tasados por el juez, quien podrá, si lo estima necesario, oír peritos
designados en conformidad al artículo 720. (Art. 734)
e. Remate.
Establecido el valor de los bienes embargados, el juez ordenará que se rematen, previa citación de las
partes. Art. 735.
Si se trata de bienes raíces o de derechos reales constituidos en ellos, deberán, además, publicarse tres
avisos en un diario de la comuna en que se encuentre situado el inmueble o, si allí no lo hubiere, en
uno de la capital de la provincia o de la capital de la respectiva región.
Los remates se efectuarán solamente en los días 1° y 15 de cada mes, o en el día siguiente hábil si
alguna de esas fechas corresponde a día inhábil.
Cuando se enajenen bienes raíces, el acta de remate se extenderá en el libro copiador de sentencias y
será subscrita por el juez y el secretario, si lo hay, y en su defecto por una persona que en calidad de
actuario nombre el tribunal. Art. 736.
407
La escritura definitiva se otorgará en el registro de un notario y será subscrita por el juez ante quien se
haya hecho el remate y por el subastador, o en defecto de aquél, por la persona a quien él comisione
con tal objeto en el acta de remate.
Regirán también en el juicio de mínima cuantía las disposiciones del Título XIX del Libro I; pero las
peticiones de las partes, las notificaciones y el procedimiento de apremio deberán ajustarse a las reglas
de este Título. La oposición del demandado cuando sea procedente en conformidad al artículo 234, se
proveerá citando a las partes a una audiencia próxima para que concurran a ella con todos sus medios
de prueba. (Art. 737. ) .
408
Estos apuntes no se refieren a la parte doctrinaria de lo que algunos autores denominan "actos de
jurisdicción voluntaria" que han sido estudiados durante el curso de Derecho Procesal I, sino que
sólo los aspectos procedimentales de esa materia.
Los actos de "jurisdicción voluntaria" no son de jurisdicción y tampoco voluntarios, sino que se
trata de procedimientos en los que no está presente el conflicto entre partes. Así lo entendió el
legislador de principios de siglo, por lo que denominó al Libro IV del Código como "De los
actos judiciales no contenciosos", decisión que se alaba por Couture.
Comienza la redacción del Libro IV del Código de Procedimiento civil con la definición, en su
artículo 817 de actos judiciales no contenciosos, al señalarnos que son "aquellos que según la
ley requieren, la intervención del juez y en que no se promueve contienda alguna entre
partes"
Al efecto, debemos recordar que para encontrarnos frente a un asunto judicial no contencioso, de
acuerdo con el concepto señalado, es menester que concurran copulativamente dos requisitos:
Al respecto, debemos recordar que el término preciso para caracterizar los asuntos no
contenciosos es la ausencia de conflicto y no de contienda, puesto que ella se refiere al
enfrentamiento físico y no propiamente al jurídico que existe en todo asunto contencioso.
Todo el Libro IV que comenzamos a estudiar está estructurado sobre la base de distinguir un
procedimiento no contencioso general en su Título I y una serie de procedimientos no
contenciosos especiales, contemplados a partir del título II de Libro IV del mismo código, sin
perjuicio de existir otros procedimientos especiales en otros Códigos o leyes especiales
nacionales.
La ley especial prima por sobre la general y, es así como si las normas que aquélla contienen
establecen un procedimiento no contencioso específico, habremos de atenernos a él. Un ejemplo
bastante ilustrativo lo presenta el Titulo XV del Libro IV del C.P.C. que contempla todo un
procedimiento de expropiación por causa de utilidad pública. Sin embargo, toda esta normativa
se encuentra orgánicamente derogada por el Decreto Ley Nº 2.186, referente a la Ley Orgánica
de procedimiento de Expropiaciones (art. 41).
A falta de ley especial que regula la materia, se "aplica el procedimiento especial contenido en el
Libro IV. Es el caso, v.gr. de la posesión efectiva para herencias testadas abiertas en Chile; de las
autorizaciones para gravar y enajenar; de la guarda y oposición de sellos, etc.
Si el asunto no contencioso no se encuentra regulado por una ley especial ni tiene una
tramitación especial dentro de la estructura del Código, recibe plena aplicación el procedimiento
general contemplado por la ley para asuntos judiciales no contenciosos contemplado en el Titulo
I del Libro IV.
2. REGLAS DE COMPETENCIA.
En primer termino, debemos tener presente que existen asuntos no contenciosos, que atendida su
naturaleza de carácter administrativa y no jurisdiccional, puede ser entregada por el legislador al
conocimiento y resolución de las autoridades administrativas.( P. Ej. Ley 19.903 entrega al
Servicio de Registro Civil e Identificación el conocimiento de la posesión efectiva de las
herencias intestadas abiertas en Chile).
En segundo término, si el asunto en el cual no se plantea conflicto entre partes es entregado para
el legislador a la resolución de los tribunales de justicia, nos encontraremos ante un asunto
judicial no contencioso, siendo imprescindible aplicar las reglas de la competencia absoluta,
relativa y de distribución de causas para determinar en forma precisa a cual de todos los
tribunales existentes en el país se debe acudir para obtener la resolución de dicho asunto.
Sobre la materia, debemos tener presente en lo que respecta a la competencia absoluta del
tribunal que debe conocer de los asuntos judiciales no contenciosos, que en razón de la materia
los asuntos judiciales no contenciosos están entregados al conocimiento de los jueces de letras,
sin que tenga incidencia el elemento cuantía . Así lo dice expresamente el art. 45, Nº2, inciso 2º
del C.O.T.:
" Los Jueces de letras conocerán:2º En primera instancia: c) De los actos judiciales no
contenciosos cualquiera que sea cuantía salvo lo dispuesto en el art. . . 494 del Código Civil".
La excepción que contempla el art. 494 del Código Civil que se refiere a la designación del
curador ad litem, asunto cuyo conocimiento se encuentra entregado a cualquier tribunal ordinario
de la República que conoce del pleito en el cual debe efectuarse la designación.
410
Esta regla de competencia absoluta no se altera en virtud del fuero del interesado, puesto que en
los asuntos no contenciosos no tiene aplicación dicho elemento de la competencia (art.133 inc.2º
del C.O.T. y 827 del C.P.C.).
En lo que respecta a la competencia relativa, tenemos que la regla supletoria es que será
competente para conocer de un asunto judicial no contencioso el juez letrado del lugar donde el
solicitante o interesado tenga su domicilio (art. 134 del.C..O.T..).
Sin embargo, debemos tener presente que las normas especiales sobre la materia que priman
sobre la regla general son tantas que la regla del domicilio del interesado pasa a ser excepcional..
Así, por ejemplo, es juez competente para conocer de la posesión efectiva de la herencia testada
abierta en Chile el juez de letras del último domicilio del causante (art. 148 del C..O..T.); para
conocer de la autorización para gravar, enajenar y arrendar inmuebles es competente el juez del
lugar donde éstos estuvieren situados (art 153 del C.O T.), etc.
Finalmente, en cuanto a la distribución que debe aplicarse respecto del asunto judicial no
contenciosos en caso que existiere mas de un juez de letras en el territorio jurisdiccional,
debemos recordar que no rige la regla de distribución de causas, sino que la regla del turno (art.
179 del C.O.T.).
En estos procedimientos son, fundamentalmente, dos los funcionarios que han de intervenir: el
receptor y el defensor público.
El receptor interviene cada vez que se realice una información sumaria de testigos y todas las
veces que deba hacerlo según lo disponga el Código Orgánico de Tribunales.
El defensor público interviene en varias oportunidades, como por ejemplo en la fianza necesaria
para discernir el cargo de tutor o curador (art. 855 inc.2º del C.P.C.). Señala el art. . 825 del
C.P.C. que "en todos los casos en que haya de obtenerse el dictamen por escrito del fiscal
judicial o de los, defensores públicos, se les pasara al efecto el proceso en la forma establecida en
el art. . .37".356
Señala el art.828 que "los procesos (expedientes) que se formen sobre actos no contenciosos
quedarán en todo caso archivados, como los de negocios contenciosos.
Si se da copia de todo o parte del proceso, se dejará en él testimonio de este hecho con expresión
del contenido de las copias que se hayan dado". Esta función de custodia de los expedientes de
los asuntos no contenciosos debe ser cumplida por el Secretario del Tribunal o el Archivero
Judicial conforme a lo previsto en los artículos 380 Nº 4 y 455 Nº 1 letra a) del C.O.T.. Además,
debemos tener presente que las sentencias que se dicten en los asuntos judiciales no contenciosos
deben copiarse se copiaran en el libro de sentencias respectivo que llevará el secretario del
tribunal. ( art. 826 inc. 2º del C.P.C.)
356 Texto del artículo 825 actualizado por la modificación introducida al CPC por el artículo 2º de la Ley 19.806,
publicada en el Diario Oficial de 31 de Mayo de 2002.
411
Hemos dicho que el Libro IV está estructurado sobre, la base de un procedimiento general y una
serie de procedimientos especiales. Por razones didácticas y de texto, comenzaremos con el
análisis del procedimiento general.
412
CAPITULO II
PROCEDIMIENTO GENERAL EN LOS ASUNTOS JUDICIALES NO
CONTENCIOSOS
Respecto del procedimiento general que debe aplicarse para la tramitación del asunto no
contencioso el artículo 824 establece una regla de descarte, contemplando en primer termino un
procedimiento general que recibe poca aplicación.- Al efecto, nos señala dicho precepto que "en
los negocios no contenciosos que no tengan señalada una tramitación especial en el presente
Código, procederá el tribunal de plano, si la ley no le ordena obrar con conocimiento de causa.
Con la expresión "con conocimiento de causa" el legislador quiere significar que el tribunal
debe ser debidamente informado por el solicitante para la adopción de una decisión con una
correcta aplicación de la ley .
Para que el juez adquiera este conocimiento de causa el solicitante puede utilizar cualquier
medio idóneo sin necesidad de cumplir con formalidades legales. Así lo dice expresamente el art.
. 818, inc. 1º: "Aunque los tribunales hayan de proceder en alguno de estos actos con
conocimiento de causa, no es necesario que se les suministre este conocimiento con las
solemnidades ordinarias de las pruebas judiciales"
No obstante, el hecho de no existir una norma limitativa de los medios de prueba que se pueden
utilizar, la información sumaria de mayor utilización practica es la de testigos Es por ello que
también puede existir una información sumaria de documentos o de cualquier otro medio
probatorio distinto de los testigos. Empero, no existe información sumaria de confesión, de
informe de peritos, salvo en la tasación, y la inspección personal del tribunal.
357 Texto del artículo 824 actualizado por la modificación introducida al CPC por el artículo 2º de la Ley 19.806,
publicada en el Diario Oficial de 31 de Mayo de 2002.
413
Nada mas que por una práctica consuetudinaria se ha ido limitando la información sumaria a la
de testigos.
Como, por definición, en los actos judiciales no contenciosos no existe contraparte, resultaría
absurdo fijar alguna solemnidad, incluyendo las oportunidades para realizarla, puesto que no
existe a quien emplazar.
b. Se trata de un acto jurídico procesal que no tiene una oportunidad específica para ser
realizada al no existir un contradictor que deba intervenir, y por ello se dispone que para su
rendición no se señala previamente un término probatorio
Esto constituye una clara diferencia con la materia contenciosa civil donde el juez prácticamente
nunca podrá fallar de plano alguna solicitud que se le presente.
Pero, el hecho de que el tribunal pueda resolver de plano, 1leva envuelto una regla de mera
lógica: no puede existir arbitrariedad en la resolución, por lo cual el solicitante debe allegar los
datos y antecedentes necesarios para formar el conocimiento del tribunal
En esta parte, mas que en ninguna otra, no podemos abandonar la idea de que la resolución del
tribunal es un proceso lógico, que se ve corroborada con el conocimiento de causa que la ley
exige al fallar.
b. En seguida, cabe destacar que en el procedimiento general reciben aplicación dos principios
formativos: el principio inquisitivo y el principio de apreciación de la prueba de la sana crítica.
i.- El procedimiento no contencioso está imbuido inquisitivo, toda vez que el tribunal se
encuentra facultado; para ordenar y disponer todas las diligencias que estime convenientes y
necesarias para acertada resolución del asunto
En ese sentido, el art. 820 se encarga de establecer este principio inquisitivo de una forma
categórica al señalarnos que : "Asimismo (los tribunales) decretarán de oficio diligencias
informativas que estimen convenientes".
ii.- En materia probatoria, nos encontramos con que el tribunal se encuentra facultado para
apreciar la prueba o las informaciones as que se rindan en los auntos judiciales no contenciosos,
de acuerdo a las reglas de la sana crítica. Así lo señala expresamente el art. 819 al prescribir que
414
Existe otro procedimiento no contencioso que, por su denominación, podría inducir al error de
considerarlo como igual o similar a la información sumaria. Tal procedimiento es la información
de perpetua memoria.
A juicio de don Mario Mosquera Ruiz, teniendo en consideración la imperfecta clasificación que
de las resoluciones judiciales hace el art. 158 del Código de Procedimiento Civil, la resolución
que recae sobre un acto judicial no contencioso no puede ser un auto. En efecto, auto de acuerdo
a la referida norma se llama la resolución que recae en un incidente del juicio, sin establecer
derechos permanentes en favor de las partes.
Aquí no hay controversia, por tanto, no hay juicio. Al no haberlo no puede haber un incidente,
ya que éste, por definición, es una cuestión accesoria al juicio que requiere un especial
pronunciamiento del tribunal
Desde esta perspectiva, la resolución en cuestión tampoco podría ser una sentencia definitiva, ya
que ésta es la resolución que pone fin a la instancia, resolviendo la cuestión o asunto que, ha sido
objeto del juicio; y en estas materias debemos recordar que no hay juicio, ni partes, ni
controversia.
No obstante, desde un punto de vista formal, el art. 826 repite casi íntegramente los requisitos
que para la sentencia definitiva en materia contenciosa civil establece el art. 170 y le otorga ese
carácter . al efecto, dispone el precepto que "Las sentencias definitivas en los negocios no
contenciosos expresarán el nombre, profesión u oficio y domicilio de los solicitantes, las
415
peticiones deducidas y la resolución del tribunal. Cuando éste deba proceder con conocimiento
de causa, se establecerán, además, las razones que motiven la resolución.
Estas sentencias, como las que se expiden en las causas entre partes, se copiaran en el libro
respectivo que llevará el secretario del tribunal".
Sobre un acto judicial no contencioso puede dictarse una de dos resoluciones, disyuntivamente:
las resoluciones afirmativas y las resoluciones negativas.
Las resoluciones afirmativas o positivas, esto es, aquel las que dan lugar a lo solicitado por el
interesado, pueden ser modificados sólo mientras se encuentre pendiente su ejecución.
Las resoluciones negativas o denegatorias, por su parte, son aquellas que no dan lugar a lo
solicitado, pudiendo ser revocadas y modificados sin limitación.
Al efecto, establece el legislador que: "Pueden los tribunales, variando las circunstancias, y a
solicitud del interesado revocar o modificar las resoluciones negativas que hayan dictado sin
sujeción a los términos y formas establecidos para asuntos contenciosos.
Podrán también en igual caso, revocar o modificar las resoluciones afirmativas, con tal que esté
aún pendiente su ejecución" (art. 821).
Esta es una de las características que autorizan para afirmar que los actos judiciales no
contenciosos son más actos administrativos que jurisdiccionales, puesto que en estos últimos, las
resoluciones sentencias definitivas y sentencias interlocutorias ejecutoriadas, producen el efecto
de cosa juzgada sustancial En la especie este aserto aparece confirmado al ser los actos negativos
y los positivos pendientes de ejecución, actos esencialmente revocables.
Una parte de la doctrina se ha basado en el art. 821 para afirmar que en él existe lo que se
denomina "cosa juzgada formal". Se señala por otros, que en estas resoluciones está presente lo
que se denomina "cosa juzgada sustancial provisional similar a la que se presenta en los juicios
de alimentos. Esta afirmación, discutible por cierto, no es del parecer del Sr Mosquera, quien
considera que "no se puede hablar de tal institución ni en general; de cosa juzgada, por ser ella
propia de los actos jurisdiccionales. .
a) El primer medio de impugnación es el de hacer valer lo establecido en el art. 821 del C.P.C.:
"Pueden los tribunales, variando las circunstancias, y a solicitud del interesado, revocar o
modificar las resoluciones negativas que hayan dictado, sin sujeción a los términos y
formas establecidos para los asuntos contenciosos.
Podrán también en igual caso revocar o modificar las resoluciones afirmativas, con tal que
esté aún pendiente su ejecución".
416
b) Por otra parte el art. 822 contempla cuáles son los recursos específicos que son procedentes en
contra de la resolución de un acto judicial no contencioso: "Contra las resoluciones dictadas
podrán entablarse los recursos de apelación y de casación, según las reglas generales. Los
trámites de la apelación serán los establecidos para los incidentes".
El legislador, no obstante tener presente que en estos asuntos no hay conflicto, tomó en.
consideración que pudiera concurrir en el mismo expediente y procedimiento otra persona que
exhibiera igual o contrapuesto interés. Es por ello que contempló la posibilidad de que un
procedimiento donde el conflicto o la pugna de intereses está ausente se convirtiera en un
procedimiento contencioso.
En efecto, señala el art. 823 que "Si a la solicitud presentada se hace oposición por legítimo
contradictor, se hará contencioso, el negocio y se sujetará a los trámites del juicio que
corresponda.
El art. 823 del C.P.C. tiene su origen remoto en el art. 1.817 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil española de 1881. Este precepto señalaba que "si a la solicitud promovida alguno que
tenga interés en el asunto, se hará contencioso el expediente sin alterar la situación que
tuvieren al tiempo de ser incoado, los interesados y lo que fuere objeto de él, y se sujetará a los
trámites establecidos para el juicio que corresponda, según su cuantía".358
En el art. 843 del Proyecto de don José Bernardo Lira, la redacción era similar a la que en la
actualidad presenta el art. . 823 del C..P.C., pero la voz "legitimo contradictor" estaba
358 Ley de Enjuiciamiento Civil de 3 de febrero de 1881, Anotada, concordada y ligeramente comentada por
Rafael Atard y Serafin Cevellera. Madrid. 1881.
417
reemplazada, las dos veces que aparece, por la expresión "alguno que tenga personalidad
para formularla". En la Comisión Revisora,: "el señor Campillo encuentra oscura la frase "por
alguno que tenga personalidad para formularla" (la oposición a una solicitud en materia de
jurisdicción voluntaria) y cree que el derecho tiene adoptada para expresar la idea de que
aquí se trata la expresión "legitimo contradictor". Propone, en consecuencia esta modificación,
aceptada unánimemente esta indicación, se acordó también poner en el inciso 2º "por quien no
tiene derecho" en lugar de "por quien no tenga personalidad para ello"359.
En todo caso, la presencia de un "interés" por parte de quien se opone a la resolución del
asunto se encuentra reconocida por el Mensaje con el que el Ejecutivo presentó al Proyecto a¡
Congreso Nacional. En efecto, señala en uno de los acápites finales que las medidas de
publicidad que se contienen en el Libro IV son convenientes "para que los terceros
interesados puedan hacer valer oportunamente sus derechos".
Nuestra Corte Suprema ha señalado que "es legitimo contradictor el que tiene un interés actual,
un derecho comprometido que sería lesionado al acogerse la solicitud a que se opone"360, y
que "es legítimo contradictor quien tiene derecho a lo que otro está solicitando para si,
derecho que ha de ser de tal naturaleza y entidad que lo habilita para excluir al primer
interesado o para concurrir en igualdad de condiciones, ya que de otra manera la oposición
carecería de objeto y resultaría ineficaz" 361
Hemos visto que el "derecho" del legítimo contradictor debe ser perturbado o potencialmente
atacado por la resolución que se dicte en el procedimiento no contencioso.
El "derecho" de que el art. 823 del C.P.C. habla es un "derecho subjetivo substancial", es
decir, un interés jurídicamente protegido por el ordenamiento sustancial civil.
Así lo ha entendido nuestra jurisprudencia en el pasado al señalarnos que: "El nuevo interesado
reviste, en su carácter de presunto hijo natural del causante, la calidad de legítimo contradictor en
los términos del art. 823 del C.P.C.., por cuanto su interés está referido a los derechos
hereditarios solicitados por los hijos legítimos del de cuius, y que de reconocerle validez al
testamento, que es el fundamento de su petición, lo habilitaría para concurrir a la herencia en
mejores condiciones que los otros herederos conforme a los términos de dicho
instrumento"362
Cualquier derecho sustancial puede ser vulnerado o potencialmente vulnerado por un acto
judicial , no contencioso.
La voz "derecho" no está referida a la facultad procesal para oponerse, sino que al derecho
sustancial, al interés actual en que la oposición se funda.
El alcance preciso de la voz "derecho" será, determinado con arreglo a las normas particulares
que rigen el acto no contenciosos al cual, se hace oposición. Así, v.gr., en la posesión efectiva
serán legítimos contradictores los herederos preteridos, los hijos legítimos cuando, siendo la
sucesión intestada, la posesión efectiva haya sido solicitada sólo por y para el cónyuge
sobreviviente, etc.
No obstante lo anterior basta, para los efectos de la posesión con la existencia de un principio
del derecho de que se trata, puesto que la efectividad del interés será materia de la
controversia judicial posterior.
Teniendo presente lo señalado por el Mensaje del Ejecutivo y las reglas de publicidad que se
contemplan a lo largo de los" preceptos del Libro IV del Código se puede afirmar que la
oportunidad procesal para oponerse al acto judicial no contencioso nacerá para, el legitimo
contradictor desde que su existencia haya llegado a su conocimiento.
El problema fundamental en esta materia dice relación con "la preclusión de la facultad para
oponerse”.
Una parte de la doctrina considera que el legítimo contradictor sólo podría oponerse hasta antes
que el tribunal dicte resolución (sentencia, de acuerdo a la calificación del Código) en el
procedimiento no contencioso, acogiendo las peticiones del solicitante.
Se han fundado, para tal afirmación, en lo que dispone el art. 823 inc.2º del C.P.C.,
precepto que señala que el tribunal una vez rechazada la oposición, "dictará resolución sobre
el negocio principal".
Otros autores, por el contrario, afirman que la oposición puede ejercitarse aún después de
dictada la resolución sobre el procedimiento.
Según otros fallos, la expresión "interesado" que contempla el precepto en estudio no puede
limitarse a la persona que primero solicita la dictación de un acto, judicial no contencioso.
Interesado es quien tiene un derecho o interés en el resultado de dicha gestión.
Por otra parte, siguiendo con esta tesis, se afirma que los actos judiciales no contenciosos
contemplan, en general, el cumplimiento de reglas de publicidad. Cabe entender, por
419
Con esta segunda tesis, se permite al legitimo contradictor intentar el recurso de revocación
en los términos y con las condiciones que señala el art. 821 del C.P.C..
Personalmente, creo que la solución correcta es, la que se indicó en la primera tesis, en razón de
los siguientes fundamentos:
1.Desde un punto de vista terminológico, pese a que el legítimo contradictor también tiene un
interés comprometido y, desde esta perspectiva, sería un interesado de acuerdo al art. 821, no se
le puede asimilar. En efecto, si así hubiera sido, la redacción del art. 823 sería similar en lo que
al legítimo contradictor respecto al del texto del art. 1817 de la Ley de Enjuiciamiento Civil de
1881.
Creo que el Sr. Lira quiso distinguir perfectamente la situación y derechos del legitimo
contradictor al denominarlo como "el que tenga personalidad para formularla", en relación a los
que tocan al “interesado" o solicitante en el procedimiento judicial no contencioso.
Para los efectos del art. 821, el legitimo contradictor y el interesado son dos sujetos distintos.
2.En segundo lugar las resoluciones negativas no afectarán el derecho del legítimo contradictor,
toda vez que ellas rechazarán la solicitud del que pidió la dictación del acto judicial no
contencioso
Además resulta casi obvio lo antes expuesto por la ubicación del precepto relativo a la
oposición, la que recién viene a regularse una vez que la resolución ya se ha dictado.
La sentencia se encontrará pendiente de ejecución hasta tanto cuando se hayan cumplido todos
los trámites que el procedimiento no contencioso contemple Así, el "auto" de posesión efectiva
estará pendiente si no se confecciona el inventario solemne ordenado, si no se ha protocolizado
el inventario simple o no se han efectuado todas las inscripciones que sean procedentes (del
auto de posesión efectiva, la inscripción especial de herencia, etc.).
En síntesis y para concluir, el derecho para oponerse del legítimo contradictor comenzará a
existir una vez que haya tomado conocimiento de la tramitación de un asunto no contencioso,
Ello es, sin perjuicio de otras acciones de lato conocimiento que pudiera posteriormente intentar
en contra del que ha obtenido resolución positiva, como por ejemplo, la acción de petición de
herencia en contra de quien ha obtenido el "auto" de posesión efectiva.
Si en concepto del tribunal concurren los requisitos legales, de acuerdo a la disposición del art.
823 inc.lº, "se hará contencioso el negocio y se sujetará los tramites del juicio que corresponda:
Pero, si "la oposición se hace por quien no tiene derecho, el tribunal, desestimándola de plano
dictará resolución sobre el negocio principal" (art 823 inc.2º del C.P.C.).
Si bien la ley no, señala una tramitación especial, la Jurisprudencia ha optado por la
utilización del procedimiento de los incidentes ordinarios, pese a que no existe un juicio-litigio,
sino que un simple procedimiento Ello en razón de que se habla de negocio principal (art. .823,
inc..2º del C.P.C.), debiendo, por tanto, ser un asunto accesorio la tramitación de la oposición.
Asimismo sabemos que los incidentes pueden resolverse de plano o dárseles tratamiento
incidental. Al primer caso se refiere el art. 823, inc. 2º del C.P.C), debiendo, por tanto, ser
un asunto accesorio la tramitación de la oposición. Los tribunales han optado por darle
tramitación incidental a la oposición que cumple con los requisitos para ello.
Obviamente, el contradictor no deberá hacer presente tan solo consideraciones que pretendan
ilustrar al tribunal para un más acertado fallo de la gestión no contenciosa.
Ahora bien, surge un problema no dilucidado por el legislador y es el que dice relación con la
extensión de las facultades del tribunal para calificar la oposición.
Otros fallos señalan que el juez debe tener por demanda la solicitud primitiva y por
contestación la oposición del contradictor
El procedimiento correspondiente será el que se fije por la ley, de acuerdo a las reglas generales.
Esta determinación nunca puede ser hecha por el tribunal que conoce de la oposición, puesto
que estaría fallando sobre un punto del que de acuerdo a la ley no tiene competencia. Así lo
ha entendido la Corte Suprema.
Nada dice el precepto en cuestión. La legislación hispana señalaba que acogida la oposición
se hacía contencioso el expediente "sin alterar la situación que tuvieren al tiempo de ser incoado,
los interesados....
Los tribunales, en esta parte, habían adoptado el criterio que el legislador siguió en el juicio
sobre cuentas, donde éstas se consideran como demanda y las observaciones como
contestación: "presentada la cuenta, se podrá en conocimiento de la otra parte, concediéndole
el tribunal un plazo prudente para su examen. Si vencido el plazo, no se ha formulado
observación alguna, se dará la cuenta por aprobada.
422
En caso de haber observaciones, continuará el juicio sobre los puntos observados con arreglo al.
procedimiento que corresponda según las reglas generales considerándose la cuenta como
demanda y como contestación las observaciones (art. 694 del C.P.C.). Pero esto no puede ser
aplicable en el procedimiento en estudio toda vez que no existe ninguna remisión ni directa ni
indirecta al respecto.
CAPITULO III
En estos apuntes sólo nos vamos a referir a aquellos procedimientos especiales que se
encuentran contemplados en el actual Programa del curso Semestral de Derecho Procesal III y
que son: el inventario solemne, la posesión efectiva y la autorización de gravar y enajenar.
A. DEFINICIÓN
Señala el art. 858 del C.P.C. que "es inventario solemne el que se hace, previo decreto
judicial por el funcionario competente y con los requisitos que en el artículo siguiente se
expresan"
Pueden decretar su formación los jueces árbitros en los asuntos de que conocen"
B. REQUISITOS
C. PROCEDIMIENTO
" Se citará a todos los interesados conocidos y que según la ley tengan derecho de asistir al
inventario.
Esta citación se hará personalmente a los que sean condueños de los bienes, que deban
inventariarse, si residen en el mismo territorio jurisdiccional. A los otros condueños y a los
demás interesados, se les citará por medio de avisos publicados durante tres días en un
periódico de la comuna, o de la capital de la provincia o capital de la región cuando allí no lo
haya
Pueden figurar en el inventario los bienes que existan fuera del territorio jurisdiccional, sin
perjuicio de 1o dispuesto en el artículo siguiente". (art. 861)
"Si hay bienes que inventariar, en otro territorio jurisdiccional y lo pide algún interesado
presente, se "expedirán exhortos a los jueces respectivos, a fin de que los hagan inventariar
y remitan originales de las diligencias obradas para. unirlas a las principales". (art. 862).
De acuerdo al art. 864 del Código de Procedimiento Civil "es extensiva a todo inventario la
disposición el art. 383 del Código Civil".
El precepto remitido expresa que "si después de hecho el inventario se encontraren bienes
de que al hacerlo no se tuvo, noticia, o por cualquier titulo acrecieren nuevos bienes a la
hacienda inventariada, se hará un inventario solemne de ellos, y se agregará al anterior"
"Cuando la ley ordene que al inventario se agregue la tasación de los bienes,. podrá el tribunal,.
al tiempo de disponer que se inventaríen, designar también peritos para que hagan la tasación,
o reservar para más tarde esta operación.
Si se trata de objetos muebles podrá designarse al mismo notario o funcionario que haga sus
veces para que practique la tasación" (art. 865 del C.P.C.).
Toda vez que se deba efectuar un inventario en que existan incapaces involucrados debe
aplicarse el procedimiento establecido en el Título VII del Libro IV del C,P.C. Ejemplo de esto
es el inventario que deben efectuar los tutores y curadores de los bienes del pupilo en los 90
días subsiguientes al discernimiento (art. 374 y 378 del C.C. ) el inventario que debe efectuar
el varón viudo que desea contraer nupcias teniendo hijos de precedente matrimonio bajo su
patria potestad art. 124 del C.C.); en la posesión efectiva respecto de la sucesión abierta en el
extranjero y de la testada abierta en Chile (arts.881 y 882 del C.P.C.), etc.
A.- ALCANCE.
La autorización judicial para gravar, enajenar y dar arrendamiento por largo tiempo bienes de
incapaces se encuentra reglamentada en el art. 891 del CPC. Este precepto tiene un alcance
bastante amplio toda vez que no se limita a la enajenación y gravámenes civiles, sino que cubre
a las sociedades y todos aquellos casos en que se administren bienes ajenos. Ejemplo de
autorización judicial para gravar y enajenar son los artículos 393, 396, 397, 399, 400, 404,
1.754, 1.797, etc., todos preceptos del Código Civil.
B.- COMPETENCIA.
Es competente para conocer de estos asuntos el juez de letras del lugar donde estuvieren situados
los inmuebles o el del domicilio del interesado cuando no hay bienes raíces involucrados. 365
C.- PROCEDIMIENTOS.
Presentado que sea el escrito debe éste contener los siguientes requisitos:
Señala el art. 891 inc, 1º del C.P.C. que "cuando deba obtenerse autorización judicial para
obligar cómo fiador a un incapaz, o para enajenar, gravar con hipoteca censo o servidumbre, o
para dar en arrendamiento sus bienes, se expresarán las causas o razones que exijan o legitimen
estas medidas, acompañando los documentos necesarios u ofreciendo información sumaria para
acreditarlas".
Supongamos que un padre desea enajenar una cuota en un bien raíz de un hijo bajo patria
potestad por existir una beneficiosa oferta de compra.
Una vez que sean acompañados los documentos y rendida la información sumaria como están en
juego los intereses de un incapaz "se oirá el dictamen del respectivo defensor antes de resolver
en definitiva". (art. 891 inc.2º).
Puede ocurrir que la autorización judicial se pida para la realización de una operación aún
indeterminada. En tal caso, el debe pedir la autorización por un tiempo determinado: "Si se
concede la autorización fijará el tribunal un plazo para que se haga uso de ella". (art. 891 inc.3º).
Si no se dice nada sobre el término de duración de la autorización, la ley suple el silencio del.
interesado y entiende caducada la resolución afirmativa "en el término de seis meses (art. 89l
inc.3º).
Si estando vencida una autorización, el solicitante, v.gr. vende un bien raíz de su pupilo, ese
contrato será nulo.
A. ENUNCIACION.
426
Dentro del Título VIII del Libro IV del Código de Procedimiento Civil se contemplan cuatro
procedimientos vinculados con la sucesión por causa de muerte. Es sin duda uno de los títulos de
mayor aplicación práctica y también el de más extensa regulación dentro del Libro IV.
Explica la latitud de las normas del Título VIII., un párrafo del Mensaje con el que el Ejecutivo
envió el proyecto de Código al Congreso Nacional: "Las medidas que reclama la apertura de una
sucesión y los trámites que le son consiguientes, exige un título especial, que salven las
frecuentes dudas que en la práctica se ofrecen. Especialmente ocurre esto al tratarse de la
posesión de las herencias y de la manera como puede hacerse valer el título de heredero. Se ha
estimado conveniente dar cierta publicidad a estos actos, para que los terceros interesados
puedan hacer valer oportunamente sus derechos.
Los procedimientos regulados por el Título, VIII del Libro IV del C.P.C. son:
Obvia resulta señalar que el requisito indispensable para provocar estas diligencias es la muerte
del causante, sea ésta real o presunta, la que deberá acreditarse (art. 877 y 878 del C.P.C.).
1. DISTINCION.
El testamento es el "acto mas o menos solemne, en que una persona dispone del todo o de una
parte de sus bienes para que tenga pleno efecto después de sus días, conservando la facultad de
renovar las disposiciones contenidas en él, mientras viva" (art. 999 del C.C.).
El testamento solemne es aquel en que se han observado todas las solemnidades que la ley
ordinariamente requiere (art. 1008 del C.C.), subclasificándose a su vez, en testamento solemne
abierto y testamento solemne cerrado
El testamento menos solemne "o privilegiado es aquel en que pueden omitirse algunos de
estas solemnidades, por consideración a circunstancias particulares determinadas expresamente
por" la ley" (art. 1006 del C.C.) Se subclasifica en verbal, testamento militar y testamento
marítimo (art. 1030 del C.C.).
366 Este procedimiento debemos entenderlo aplicable solo a las posesiones efectivas de la herencia abiertas en el
extranjero, sean testadas o intestadas, u sólo respecto de las herencias testadas abiertas en Chile a partir de la entrada
en vigencia de la Ley 19.903, publicada en el Diario Oficial de 10 de Octubre de 2003.
427
El Código de Procedimiento Civil sólo se ocupa de los testamentos solemnes; en sus dos
categoríasde abierto y cerrado.
Hemos visto que los testamentos solemnes son de dos categorías: abiertos, públicos o
nuncupativos y cerrados o secretos. Esta distinción importa para los efectos de sus formalidades,
tanto sustanciales como instrumentales.
Además, debemos hacer presente que en el artículo 13 de la Ley 19.903, publicada en el diario
Oficial de 10 de Octubre de 2003, se creó un Registro Nacional de Testamentos, el que será
público, y se llevará en la base central de datos del sistema automatizado del Registro Civil e
Identificación. Dicho Registro debe cumplir con las formalidades que se contemplan en el
Decreto Supremo Nº 237 del Ministerio de Justicia, publicado en el Diario Oficial de 8 de Abril
de 2004, denominado Reglamento sobre Tramitación de posesiones efectivas intestadas, Registro
Nacional de Posesiones Efectivas y Registro Nacional de Testamentos, en adelante “El
Reglamento”367.
Para tal efecto, dispone el actual artículo 439 del C.O.T. 368, que los notarios y los funcionarios
que hagan sus veces que hubieren otorgado un testamento abierto o cerrado o que hubieren
protocolizado un testamento deberán remitir al Servicio de Registro Civil e Identificación, dentro
de los diez primeros días de cada mes, por carta certificada, las nóminas de los testamentos que
se hubieren otorgado o protocolizado en sus oficios, durante el mes anterior, indicando su fecha,
el nombre y rol único nacional del testador y la clase de testamento de que se trata.".
Debemos hacer presente que la creación del sistema de Registro Nacional de Testamento no
elimina el registro que deben llevar los notarios e índice general de testamentos que debe llevar
el Archivero Judicial de Santiago, los se contemplan en los artículos 431 y 439 del C.O.T
respectivamente.
Las menciones que, a lo menos, debe contener la inscripción de un testamento en el Registro
Nacional de Testamentos son las que se mencionan en el artículo 37 del Reglamento, siendo
ellas a saber: 1.- El número y fecha de la inscripción,2.- El nombre y apellidos del testador,3.- El
Rol Único Nacional del testador,4.- Fecha del testamento,5.- Clase de testamento, y 6.- La
individualización del notario o del funcionario público ante quien se otorgó o protocolizó.
La ley sustancial civil señala que "testamento abierto, nuncupativo o público es aquel en que
el testador hace sabedores de sus disposiciones a los testigos" (art. 1008 inc.5º, primera parte del
C.C.).
En primer término; y como regla sine qua non "el testamento solemne es siempre escrito" (art.
1011 del C.C).
El testamento solemne abierto puede otorgarse ante notario competente y tres testigos; o ante
cinco testigos.(Art. 1014 del C.C.)
367 Dicho Reglamento se dictó de conformidad a lo previsto en el artículo 2ª transitorio de la Ley 19.903.
368 Modificado por el art. 17 de la Ley 19.903, publicada en el diario Oficial de 10 de Octubre de 2003.
428
a) Al testamento abierto otorgado ante notario y tres testigos se refiere el art. 866 del C.P.C. en
los siguientes términos: "El testamento abierto; otorgado ante funcionario competente y que no
se haya protocolizado en vida del testador, será presentado después de su fallecimiento y en el
menor tiempo. posible al tribunal, para que ordene su protocolización, sin este requisito no podrá
procederse a su ejecución".
La situación que regula el art. 866 es especialísima, toda vez que lo normal será que el
testamento sea protocolizado ya que interviene en su otorgamiento un notario, pero también
puede hacerlo ante "el juez de letras del territorio jurisdiccional del otorgamiento" (art. 1014; inc.
2º del C.C.) y el Oficial de Registro Civil. El precepto se refiere a estos dos últimos casos.
b) Al testamento abierto otorgado ante cinco testigos se refiere el art. . 867 del C.P.C.: "La
publicación y protocolización de los testamentos otorgados sólo ante testigos, se hará en la forma
prevenida por el art. 1020 del C.C.".
Señala el artículo 1020 remitido que: "Si el testamento no ha sido otorgado ante escribano; o ante
juez de letras, sino ante cinco testigos, será necesario que se proceda a su publicación en la forma
siguiente:
El juez. competente hará comparecer los testigos para que reconozcan sus firmas y la del
testador.
Si uno o más de ellos no compareciere por ausencia u otro impedimento bastará que los testigos
instrumentales presentes reconozcan la firma del testador, las suyas propias y la de los testigos
ausentes.
En caso necesario y siempre que el juez lo estimare conveniente, podrá ser abonadas las firmas
testador y de los testigos ausentes por declaraciones juradas de otras personas fidedignas.
En seguida pondrá el juez su rúbrica al principio y fin de cada página del testamento y lo
mandará entregar con lo obrado al escribano actuario para que lo incorpore en sus protocolos".
Una vez que se hayan protocolizado, valdrán como instrumentos públicos (art. 420, Nº 1del
C.O.T.).
Testamento solemne cerrado o secreto "es aquel en que no es necesario que los testigos tengan
conocimiento de las disposiciones (art. 1008, inc.final).
Esta clase de testamentos es extraordinariamente solemne, toda vez que debe cumplir con todos
los requisitos contemplados en los arts. 1023 y 1024 del C.C. Entre ellas cabe destacar el hecho
de que debe presentarse en un sobre cerrado sellado con lacre; debe "contener el término
testamento" como epígrafe, etc.
Es de notar que cualquier accidente que se produzca respecto de la integridad del sobre y de su
contenido torna al testamento en ineficaz.
El art. 868 del C.P.C regula la forma en que debe realizarse la apertura del testamento cerrado.
Al efecto nos señala que "la apertura del: testamento cerrado, se hará en la forma establecida por
el art.1025 del C.C. Si el testamento se ha otorgado ante notario que no sea del último domicilio
del testador, podrá ser abierto ante el juez territorio jurisdiccional a que pertenezca dicho notario,
429
por delegación del juez del domicilio que se expresa. En tal caso, el original se remitirá con las
diligencias de apertura a este juez, y se dejará archivada además una copia autorizada en el
protocolo del notario que autoriza el testamento".
"No se abrirá el testamento sino después que el escribano y testigos reconozcan ante el juez su
firma y la del testador, declarando además si en su concepto está cerrado, sellado o marcado
como en el acto de la entrega.
Si no pueden comparecer todos los testigos, bastará que el escribano y los testigos instrumentales
presentes, reconozcan sus firmas y la del testador, y abonen las de los ausentes.
No existe ningún problema en lo que respecta a la personalidad física del notario. En efecto del
tenor de la ley se desprendería que el notario que deberla verificar la autenticidad de las firmas y
demás circunstancias antes mencionadas es el mismo que participa en su otorgamiento. Pero
¿qué sucede si este último notario fallece o jubila?. La verdad es que el legislador no se ha
referido al notario físicamente, sino que al notario legalmente considerado, esto es, al que sucede
al escribano que participó en la celebración. del acto. La continuación legal se encuentra
establecida por la numeración de las notarías.
Como terceros que son, se les notifica la realización de la audiencia por cédula.
La diligencia de apertura se realiza ante el juez y el secretario. El primero, ordena la apertura del
sobre, y el segundo da lectura íntegra al documento que aquel encierra. De esto se levanta un
acta; que contiene íntegro el testamento.
El acta una vez protocolizada, sirve como instrumento para solicitar la posesión efectiva de la
herencia testada del causante conforme a las normas contempladas en el Código de
Procedimiento Civil, modificadas por la Ley 19.903.
4. MINISTRO DE FE.
"En las diligencias judiciales a que se refiere los artículos que preceden respecto de testamentos
abiertos y cerrados actuará el secretario del tribunal a quien corresponda por la ley el
conocimiento del asunto" (art. 871 del C.P.C.).
1.- OBJETIVO
430
La guarda y aposición de sellos es claramente una medida cautelar, quizás la más extrema de
ellas, porque tiene por finalidad evitar el extravío o apropiación indebida de los bienes y papeles
de la sucesión.
Es una medida extrema, que sólo debe utilizarse en casos muy calificados en que se puede
cometer un fraude a los derechos de los herederos.
La ley señala que puede solicitarla, el albacea, cualquier interesado, e incluso el juez de oficio
puede decretarla.
Al efecto, señala el artículo 872 del C.P.C. que : "Si el albacea o cualquier interesado pide que se
guarde bajo llave y sello los papeles de la sucesión, el tribunal así lo decretará y procederá por sí
mismo a practicar estas diligencias, o comisionará al efecto a su secretario o algún notario del
territorio jurisdiccional, quienes se asociarán con dos testigos mayores de dieciocho años, que
sepan leer y escribir y sean conocidos del secretario o notario.
Nombrará también una persona de notoria probidad y solvencia que se encargue de la custodia
de las llaves o las hará depositar en el oficio del secretario.
3.- PROCEDIMIENTO.
En primer término es necesario consignar que la diligencia se puede practicar aun cuando no esté
presente ninguno de los interesados (art. 875.) y pese a cualquier oposición (art. 873; inc 1º).
El legislador ha querido extremar las cautelas en la realización de esta diligencia, es por eso que
la apelación se concede en el solo efecto devolutivo (art. 873, inc.3º).
La guarda y aposición de sellos comprende todos los muebles y papeles que se encuentren entre
los bienes de la sucesión, exceptuándose los muebles domésticos de uso cotidiano, respecto de
los cuales bastará que se forme lista (art. 873,incs.1º y 4º).,
"El funcionario que practique la diligencia podrá pesquisar el testamento entre los papeles de 1a
sucesión" (art. 873, inc2º).
"Puede el tribunal, siempre que lo estime conveniente, eximir también el dinero y las alhajas de
la formalidad de la guarda y aposición de sellos. En tal caso mandará depositar estas especies" en
la cuenta corriente del tribunal "o las hará entregar al administrador o tenedor legítimo de los
bienes de la sucesión (art. 874 del C.P.C.).
Esta diligencia tiene una duración limitada en el tiempo, ya que debe terminar una vez que se ha
practicado inventario de los bienes hereditarios: "La ruptura de los sellos deberá hacerse en todo
caso judicialmente con citación de las personas que pueden tomar parte en la facción del
inventario citadas en la forma que dispone el art. 860; salvo que por la urgencia del caso el
tribunal ordene prescindir de este trámite. (art. 876 del C.P.C.).
E. I. ASPECTOS GENERALES.
De acuerdo al contexto general del Derecho Chileno, la posesión efectiva tiene por objeto que
los herederos ocupen la herencia con un título que los habilite para poseer ( art. 704 C.Civil
inciso final) y permite llegar el heredero putativo a adquirir la herencia por la prescripción
adquisitiva ordinaria de cinco años.( art. 1269 y 2512 del Código Civil)
Los herederos pueden tener llegar a tener el carácter de tales a la muerte de una persona por el
solo mandato de la ley, si no ha existido un acto del voluntad del causante ( herencias intestadas)
o por la voluntad del causante manifestada a través de un testamento, sin perjuicio de la
obligación del testador de respetar las asignaciones forzosas.(Art. 952 y 1167 C.C.)
El decreto judicial o el acto administrativo en su caso que concede la posesión efectiva tiene una
gran trascendencia en nuestro legislación, dado que:
2º A través de alguno de los trámites que ordena, cumple con un "doble papel en el derecho
sustancial civil. Por una parte, contribuye la inscripción del denominado auto de posesión
efectiva al mantenimiento de la historia de la propiedad raíz, y, por otra parte, es un trámite
indispensable para que los herederos puedan disponer de los bienes hereditarios (art. 688 C.C. y
25 de la Ley 16.271).
Pero, no basta con la inscripción del decreto judicial o la resolución administrativa que otorgue
la posesión efectiva para poder disponer de algunos bienes. En efecto, además de la referida
inscripción, se debe practicar la denominada "inscripción especial, de herencia" en caso de
bienes raíces y de automóviles.
Esta inscripción especial de herencia consiste en que el bien inmueble se inscribe a nombre de
todos los herederos que aparecen mencionados en la resolución que concede la posesión efectiva,
realizándose una por cada inmueble que pertenezca a la sucesión. Una vez practicada la
inscripción de la posesión efectiva y de la especial de herencia, los herederos sólo pueden
disponer de consuno de los bienes hereditarios, pero no a título individual.
Pese a lo anterior, aun cumpliendo con los requisitos anteriores, los herederos no pueden
disponer de los bienes si no se ha pagado el impuesto de herencia. (Art 54 Ley 16.271) o se
hubiere garantizado el pago del impuesto (art. 55 de la Ley 16.271).
432
Posteriormente, si los herederos quieren singularizar los bienes que cada uno posee en el
dominio de solo uno o mas de ellos, debe efectuarse la inscripción del acta de adjudicación, que
no es más que la radicación en el patrimonio de uno o más herederos de un bien específico de la
sucesión. Todo ello, por razones de continuidad de la historia de la propiedad raíz y de
liquidación de la comunidad que se forma entre los diversos herederos luego de la apertura de la
sucesión.
2.- REGULACION.
Respecto de la regulación del procedimiento de posesión efectiva debemos tener presente que se
ha presentado un cambio radical a partir de la dictación de la Ley 19.903, publicada en el Diario
Oficial de 10 de Octubre de 2003,y de su Reglamento contenido en Decreto Supremo Nº 237 del
Ministerio de Justicia, publicado en el Diario Oficial de 8 de Abril de 2004. Además, debe
tenerse presente en la materia la Circular 19 de 8 de abril de 2004 del Servicio de Impuestos
Internos en la que imparte instrucciones sobre los procedimientos de determinación y pago del
impuesto a las asignaciones por causa de muerte y donaciones. 369
De acuerdo con la Ley 19.903, a contar del 11 de abril de 2004370, sólo se contemplan dos
procedimientos para la tramitación de las posesiones efectivas:
a) El procedimiento para la tramitación de las posesiones efectivas intestadas abiertas en Chile,
que debe seguirse ante las oficinas del Servicio de Registro Civil e Identificación (art. 1º de la
Ley 19.903), que corresponden al 97% de las sucesiones abiertas en Chile371; y
b) El procedimiento contemplado en el Código de Procedimiento Civil, que sólo se debe aplicar
respecto al resto de las sucesiones, esto es, las sucesiones testadas abiertas en Chile y todas las
sucesiones, testadas o intestadas, que se hubieren abierto en el extranjero, el que debe tramitarse
ante el juez de letras competente.
En consecuencia, a contar del 11 de abril de 2004 se encuentra derogado el procedimiento de
posesión efectiva simplificado que se contemplaba en los artículos 33 a 37 de la Ley 16.271
sobre impuesto a las herencias, asignaciones y donaciones y que era aplicable a las herencias
cuyo cuerpo o masa de bienes no excedían de cincuenta unidades tributarias anuales (art. 18 Nº 7
de la Ley 19.903.) que se tramitaba ante el juez de letras respectivo..
369 Dicha circular puede ser consultada en la página web de Servicio de Impuestos Internos “ www.sii.cl”
370 Conforme a lo previsto en el artículo 23 de la Ley 19.903, publicada en el Diario Oficial de 10 de Octubre de
2003 “La presente ley comenzará a regir seis meses después de su publicación en el Diario Oficial”.Sin perjuicio de
ello, debemos tener presente que conforme al artículo 1º transitorio de la Ley 19.903, “las solicitudes de dación de la
posesión efectiva de una herencia, iniciadas ante los tribunales de justicia a la fecha de entrada en vigencia de la
presente ley, continuarán tramitándose conforme al procedimiento aplicable al momento de presentarse la solicitud
respectiva.”
371 Véase Informe Comisión Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado boletín 2886-07.
372 Los motivos que se esgrimieron para aprobar este nuevo procedimiento fueron que este “ resulta mas sencillo,
menos oneroso y más accesible para la población, ya que los interesados podrán ocurrir directamente al Servicio de
Registro civil. Asimismo, será más seguro, toda vez que evita la duplicidad al disponer la acumulación de todas las
solicitudes a ala más antigua, disminuye la posibilidad de preterir herederos, ya que el Servicio concederá la
posesión efectiva a todos aquellos que tienen la calidad de tales, aunque no figuren en la solicitud, y dejará en todo
caso siempre a salvo la posibilidad de recurrir a los tribunales, en caso de conflicto ( acción de petición de herencia,
nulidad. etc), Véase Informe Comisión Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado boletín 2886-
07.
433
b.- Se trate de posesiones efectivas de herencias que se hubieren abierto en Chile; 374
En cuanto al lugar en el cual debe presentarse la solicitud de posesión efectiva, se establece que
un heredero puede hacerlo ante cualquiera de las oficinas dependientes del Servicio de
Registro Civil.( Arts. 2º de la Ley 19.903 y 9º del Reglamento).
373. En el Informe del Colegio de Abogados sobre el proyecto de ley, de 24 de junio de 2002, se señaló como
“primera inquietud que surge frente al proyecto, se relaciona naturalmente con sus efectos inmediatos. Se propone
eliminar la intervención de jueces letrados en el otorgamiento de la posesión efectiva de la herencia, para entregar la
delicada responsabilidad de determinar legalmente quienes son los herederos del causante, abintestato y
testamentarios, derechos de representación y otras materias relacionadas con la facción de inventarios y
determinación del impuesto de herencia, a los oficiales no letrados del Registro Civil. A título meramente
referencial, corresponde tener presente que la determinación de la calidad de heredero no es un proceso automático
que surge simplemente de tener a la vista los correspondientes certificados y testamentos, sino que en ocasiones
involucra un proceso de análisis jurídico que sólo puede ser realizado por abogados. En este sentido, resulta
altamente incierto que materias complejas como lo son los derechos de representación, transmisión, acrecimiento y
sustitución sean resueltos acertadamente por un oficial no letrado y que por ende, no se produzcan serios errores en
la determinación de la calidad de herederos del causante. Igual cosa podría decirse de una serie de otras materias
necesariamente envueltas en el trámite de posesión efectiva.
374 Véase art. 1º Ley 19.903, en adelante la Ley; y art. 1º del Reglamento contenido en Decreto Supremo Nº 237
del Ministerio de Justicia, publicado en el Diario Oficial de 8 de Abril de 2004, en adelante el Reglamento.
375 Se estableció la tramitación de estas posesiones efectivas ante el Servicio de Registro Civil e Identificación
atendida su presencia nacional; al hecho de encontrarse conectadas sus oficinas, incluso en red, con las localidades
más apartadas del país; y a que su red informática permite detectar el estado civil de una persona fallecida y su
filiación, lo que, a su vez, dará lugar a que dicho Servicio incluya en su resolución administrativa que concede la
posesión efectiva, a todos los herederos del causante, aún aquellos que no se mencionen en la correspondiente
solicitud, evitando así eventuales conflictos jurídicos por la omisión de herederos. Véase Informe Comisión
Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado boletín 2886-07.
434
La posesión efectiva podrá solicitarse por cualquier persona que invoque la calidad de heredero.(
art. 2 de la Ley 19.903 y 9º del Reglamento).
Sin embargo, debemos tener presente que la posesión efectiva será otorgada a todos los que
posean la calidad de herederos, de conformidad a los registros del Servicio de Registro Civil e
Identificación, aun cuando no hayan sido incluidos en la solicitud y sin perjuicio de su derecho a
repudiar la herencia de acuerdo a las reglas generales.
También será concedida a quienes acrediten esa calidad de heredero, conforme a las reglas
generales, incluso si no se encuentran inscritos en Chile. ( arts. 6 de la Ley 19.903 y 20 del
Reglamento)
D.- LA SOLICITUD DE POSESIÓN EFECTIVA, EL INVENTARIO Y SUS
REQUISITOS.
El Servicio se encuentra obligado a velar por el correcto uso del formulario, proporcionando al
efecto los datos que le sean requeridos para la individualización del causante y sus asignatarios. (
art. 2º de la Ley 19.903 y 4º y 13º del Reglamento).
12.- Declaración del solicitante de haberse aceptado o no la herencia con beneficio de inventario,
4.- La indicación de todos los objetos presentes, exceptuados los que fueren conocidamente de
ningún valor o utilidad,
5.- La valoración de los bienes, de acuerdo a las normas contenidas en la ley Nº 16.271377, y,
377 La forma de determinar la valorización de los bienes se ha contemplado en la Circular 19 de 8 de abril de 2004
del SII, siendo ella la siguiente: 1.- Valor de bienes raíces agrícolas y no agrícolas: Se debe registrar según el
avalúo fiscal vigente al semestre en que ocurrió el fallecimiento del causante. Excepcionalmente, los inmuebles
436
6.- La declaración jurada del solicitante de encontrarse las asignaciones que conforman la
herencia afectas o exentas de impuesto.378
Los bienes muebles e inmuebles deberán indicarse uno a uno, o señalarse colectivamente los que
consistan en número, peso o medida, con expresión de su cantidad y calidad esencial, sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 47 de la ley Nº 16.271.
El inventario practicado de esta forma, se considerará como inventario solemne para todos los
efectos legales. En todo caso, para entender que el solicitante acepta la herencia con beneficio de
inventario deberá así declararlo en el formulario de solicitud, sin perjuicio de lo dispuesto en los
artículos 1252 y 1256 del Código Civil.( art. 4 de la Ley 19.903).
El Servicio de Registro Civil frente a la solicitud presentada puede adoptar las siguientes
actitudes:
adquiridos por el causante dentro de los tres años anteriores a su fallecimiento, se deben registrar por su valor de
adquisición, si éste fuera superior al de avalúo.
2.-Bienes excluidos del avalúo de predio agrícola: El valor debe corresponder al valor corriente en plaza.
3.-Bienes muebles : El valor debe corresponder al valor corriente en plaza.
4.- Menaje: El valor debe corresponder al valor corriente en plaza.Excepción: Cuando no sea posible justificar la
falta de bienes muebles en el inventario, o los inventariados no fueren proporcionados a la masa de bienes que se
transmite, o no se hayan podido valorizar dichos bienes, se tendrá como valor de éstos, el monto correspondiente al 20%
del valor del inmueble en que se encontraban o a cuyo servicio o explotación estaban destinados, aún cuando el
inmueble no fuera de propiedad del causante.
5.-Efectos públicos, acciones y valores mobiliarios: Se debe registrar el valor promedio que éstos hayan tenido
durante los seis meses anteriores al fallecimiento del causante. En caso que no hubieren tenido cotización en el
mercado bursátil en dicho período, la Superintendencia de Bolsas y Seguros o la de Bancos, según el caso, hará su
valoración, y en caso que esto último no fuera posible, se estimarán en su valor corriente en plaza.
6.-Depósitos, Créditos y Fondos Previsionales: Se debe registrar el valor que da cuenta el documento que le sirve
de respaldo. Los créditos de que era titular el causante, deben ser registrados de acuerdo al valor de liquidación a la
fecha de su fallecimiento.
7.Vehículos: Los vehículos serán considerados de acuerdo al valor de tasación que determina el Servicio de
Impuestos Internos, para los fines dispuestos en el artículo 12°, letra a), del decreto ley N° 3.063, de 1979, sobre
Rentas Municipales, vigente a la fecha de la apertura de la sucesión.
8.Negocios o empresas unipersonales, o cuotas en comunidades dueñas de negocios, o empresas, o derechos en
sociedades de personas: Se debe registrar el valor que resulte de aplicar el porcentaje de derechos del causante en los
negocios, empresas, comunidades o sociedades de personas, sobre el valor total del patrimonio de éstos. Para tales
efectos, se debe valorizar cada bien del activo del negocio, empresa, comunidad o sociedad de personas, de acuerdo a la
regla de valoración que corresponda a la naturaleza de cada uno de ellos, contenidas en este mismo párrafo 1.4.2,
incluyendo además, los intangibles que integren el mismo activo considerados a su valor corriente en plaza al
fallecimiento del causante, y con deducción de los pasivos debidamente acreditados, según su valor a esa misma fecha.
9.- Deudas: Se debe registrar el valor adeudado por el causante, a la fecha de su fallecimiento. No deben incluirse
aquellas deudas que hubieren estado cubiertas por un seguro de desgravamen ni tampoco aquellas que se hayan
generado en la adquisición o mantenimiento de un bien exento del impuesto a que se refiere la Ley N° 16.271,
como es el caso de viviendas acogidas a la Ley Pereira o al DFL N°2, cuando respecto de éstas últimas, se den las
condiciones para que opere la exención.
378 Al efecto, el articulo 46 del Reglamento dispone que en el inventario de bienes del causante que se incluye en la
solicitud de posesión efectiva, de acuerdo al artículo 4 de la ley Nº 19.903, el solicitante deberá indicar si las
asignaciones correspondientes están afectas o exentas de impuesto, de conformidad a la ley Nº 16.271, sobre
Impuesto a las Herencias, Asignaciones y Donaciones.
437
Vencido dicho plazo sin que éstos hayan sido acompañados, el Director respectivo advertirá al
solicitante que si no efectúa las diligencias necesarias para reanudar la tramitación en el plazo de
siete días, declarará abandonado el procedimiento y ordenará su archivo.379
El Servicio podrá corregir, de oficio o a petición de parte, los errores de forma que presenten las
solicitudes, en relación con los datos de la individualización del causante y sus herederos.
Asimismo, corregirá los errores manifiestos que presenten las resoluciones y sus inscripciones,
de oficio o mediante solicitud; en tal evento, deberá procederse a una nueva publicación, si el
error manifiesto consiste en omitir la mención de un heredero. 380
La solicitud podrá ser devuelta, en el acto, si no cumple con los requisitos que se contemplan en
la Ley y el Reglamento respecto de la solicitud y del inventario (Art. 3º de la Ley 19.903 y 15 del
Reglamento).
Finalmente, debemos tener presente que debe ser rechazada una solicitud de posesión efectiva,
por las causales que a título ejemplar nos señala el Reglamento, y que son las siguientes:
4. Cuando de los antecedentes aparezca que para determinar la calidad de heredero de una
persona, con exclusión de otra que invoque similar o mejor condición, es necesaria la
intervención previa de los tribunales de justicia.
6. En todos aquellos casos en que surjan conflictos de intereses, que deban ser resueltos por los
tribunales de justicia.
La resolución del Director Regional que rechace una solicitud de posesión efectiva deberá ser
fundada, y se notificará al solicitante por carta certificada u otro medio previsto por la ley, sin
perjuicio que también pueda comunicarse por correo electrónico o algún otro medio
automatizado. Las notificaciones por carta certificada se entenderán practicadas a contar del
tercer día siguiente a su recepción en la oficina de Correos que corresponda. .( Artículo 18
Reglamento).-
De la resolución que rechace una solicitud de posesión efectiva, podrá pedirse reposición, ante la
misma autoridad que la dictó, dentro del plazo de cinco días hábiles, contados desde su
notificación. El Director Regional resolverá en el plazo de diez días hábiles, a contar de la
recepción de la solicitud de reposición en la Dirección Regional respectiva.( Artículo 19
Reglamento).-
La solicitud de posesión efectiva que cumpla con los requisitos de la ley Nº 19.903 y los
establecidos en el Reglamento, será ingresada a la base central de datos del sistema automatizado
del Servicio de Registro Civil e Identificación, con indicación de la hora, día, mes y año en que
se requirió, la que se tendrá como fecha de presentación de la solicitud para los efectos de
determinar la solicitud mas antigua para los efectos de acumularse a ella todas las solicitudes que
se hubieren presentado con posterioridad.( art. 5º del Reglamento).
381 Como uno de los motivos que justificaron la dictación de esta ley se encuentra el de “permitir el acceso de
sectores de menores recursos a las facilidades con que hoy no cuentan, ya que recibirán instrucciones acerca del uso
correcto de formularios, como también, porque aquellas sucesiones con una masa de bienes que no exceda de quince
unidades tributarias anuales, estarán exentas del pago de los aranceles. Cabe señalar que tal cantidad corresponde
aproximadamente al 49% de las solicitudes.” Véase Informe Comisión Constitución, Legislación, Justicia y
Reglamento del Senado boletín 2886-07.
439
Si la solicitud y el inventario cumplen con los requisitos anteriores, procede que se dicte por el
Director Regional respectivo la resolución administrativa que concede la posesión efectiva, la
que se encuentra exenta del tramite de la toma de razón.( art. 5 de la Ley 19.903)382.
En todo caso, debemos tener presente que para la determinación de los herederos del causante, el
Servicio de Registro Civil e Identificación consultará, en cada caso, la base central de datos de su
sistema automatizado. (Artículo 8º Reglamento).
La resolución deben contener las mismas menciones de la solicitud y del inventario y valoración
de bienes, debe dejarse constancia que a la fecha de su dictación no existe testamento inscrito en
el Registro Nacional de Testamentos, y finalmente debe disponer que se practiquen las
publicaciones previstas en la ley. (Art. 5º inc. 3º y 4º de la Ley 19.903 y 20 del Reglamento).
I.- PUBLICIDAD.
La resolución que conceda la posesión efectiva de la herencia será publicada en extracto por el
Servicio de Registro Civil e Identificación en un diario regional correspondiente a la Región en
que se inició el trámite, en día 1º o 15 de cada mes o el día hábil siguiente, si éstos recayeren en
día sábado o feriado. ( art. 7º de la Ley.)
Adicionalmente, esta información deberá mantenerse a disposición del público en cada una de
las oficinas de la Región respectiva, sin perjuicio que las referidas publicaciones puedan ser
también consultadas en la pagina web del Servicio. De las publicaciones efectuadas se dejará
constancia en forma electrónica o por otro medio que determine el Director Regional respectivo.(
Art. 21 del Reglamento).
382 Debemos recordar que la posesión efectiva será otorgada a todos los que posean la calidad de herederos, de
conformidad a los registros del Servicio de Registro Civil e Identificación, aun cuando no hayan sido incluidos en la
solicitud y sin perjuicio de su derecho a repudiar la herencia de acuerdo a las reglas generales. Asimismo, debe
reiterarse que la posesión efectiva también será concedida a quienes acrediten esa calidad de heredero, conforme a
las reglas generales, incluso si no se encuentran inscritos en Chile. ( arts. 6 de la Ley 19.903 y 20 del Reglamento)
440
Excepcionalmente, la resolución que concede la posesión efectiva puede ser modificada por el
Director Regional respectivo, con posterioridad a su inscripción en el Registro Nacional de
Posesiones Efectivas, en los casos que digan relación sólo y excepcionalmente con:
a) Las adiciones, supresiones o modificaciones que se hagan al inventario o valoración, las
que se deben materializar a través de un formulario, confeccionado al efecto por el Servicio de
Registro Civil e Identificación, dejándose constancia en la respectiva inscripción, y dándose
aviso conforme a lo medidas de publicidad antes señaladas. ( art 9 Ley 19.903 y 24 a 30 del
Reglamento) y
b) Los errores de forma que presenten las solicitudes, en relación con los datos de la
individualización del causante y sus herederos. Asimismo, corregirá los errores manifiestos que
presenten las resoluciones y sus inscripciones, de oficio o mediante solicitud; en tal evento,
deberá procederse a una nueva publicación, si el error manifiesto consiste en omitir la mención
de un heredero. ( art 10 Ley 19.903 y 41 a 44 del Reglamento). Se entenderán por errores u
omisiones manifiestos todos aquellos que se desprendan de la sola lectura de las resoluciones o
inscripciones de posesión efectiva o de los antecedentes que le dieron origen o que la
complementan. ( art. 43 del Reglamento).
7.- El número y fecha de la resolución que concede la Posesión Efectiva y la Dirección Regional
que la dictó,
9.- Individualización del diario regional y fecha en que se efectuó la publicación del extracto de
la resolución que concedió la posesión efectiva,
11.- Constancia de haberse declarado por el solicitante que las asignaciones que conforman la
herencia se encuentran exentas o afectas al pago de impuesto de herencia.
El Servicio de Registro Civil debe acreditar el hecho de haberse inscrito la resolución que
concede la posesión efectiva mediante el otorgamiento de un certificado ( art 8 de la Ley), el que
será gratuito la primera vez, y solo se otorgará a los herederos, sus representantes legales, o
mandatarios. ( Art. 40 Reglamento)
Dicho certificado es importante porque permite practicar las inscripciones especiales de herencia
de los inmuebles a nombre de todos los herederos conforme a lo previsto en el Nº 2 del artículo
688 del Código Civil, inscripciones que una vez practicadas permiten a los herederos disponer
de consuno de los bienes inmuebles.
Sin perjuicio de ello, debemos recordar que conforme a lo previsto en el artículo 74 del Código
Tributario y 54 de la Ley 16.271, conforme con la cual no podrán los notario autorizar escrituras
de adjudicaciones de bienes hereditarios o de disposiciones o enajenaciones o disposiciones en
común sin que en ellas se inserte el pago del impuesto de herencia , al cual nos referiremos al
final de estos apuntes por tratarse de una materia común para todas las posesiones efectivas.
De acuerdo con las reglas de la competencia absoluta, el juez de letras es el tribunal competente
para conocer de este procedimiento de posesión efectiva.
Según las reglas de la competencia relativa, el juez de letras competente es el del último
domicilio que el causante ha tenido en Chile y, si éste no ha tenido domicilio en nuestro país, se
sigue la regla del domicilio del interesado (arts. 45 Nº2 letra c), 148 y 149 del Código Orgánico
de Tribunales).
En caso que en la respectiva comuna hubiere mas de un juez de letras, se aplica la regla del turno
para la distribución del asunto no contencioso conforme a lo previsto en el artículo 179 del
C.O.T..
Las etapas que distinguiremos son la solicitud, la resolución, las medidas de publicidad, y las
inscripciones.
Estos son distintos según la situación hereditaria de que provenga. Si se trata de una sucesión
testamentaria, la posesión efectiva de la herencia se dará "al que la pida exhibiendo un
testamento aparentemente válido en que se le instituya heredero " (art. 877)
La omisión del inventario solemne carece de una sanción directa, pero sí es posible una
indemnización de perjuicios.
Existe, empero, una institución que, sin necesidad de existir incapaces involucrados, presupone
la facción de inventario solemne, sin el cual no produce efectos: es el beneficio de inventario
(art. l253 del C.C)
El beneficio de inventario "consiste en no hacer a los herederos que aceptan (la herencia)
responsables de las obligaciones hereditarias y testamentarias, sino hasta concurrencia del valor
total de los bienes que han heredado" (art. 1247 del C.C).
Esta institución trata de proteger a los herederos de herencias en que el pasivo es superior al
activo
El inventario simple, mera individualización de los bienes del causante hecha en un instrumento
privado procede en los demás casos: "Los herederos que no estén obligados a practicar
inventario solemne o no lo exijan al tiempo de pedir la posesión efectiva deberán presentar
inventario simple en papel competente y en los términos de los art. 382 y 384 del C.C.
Dicho inventario, que se acompañará a la solicitud de posesión efectiva llevara la firma de todos
los que la hayan pedido" (art. 880 del C.PC. ) Se acompaña en un otrosí.
Finalmente, a partir de la dictación de la Ley 19.903, dispone la última parte del artículo 880 del
C.P.C., que “en todo caso, los inventarios deberán incluir una valoración de los bienes de
acuerdo a lo previsto en el artículo 46 de la ley Nº16.271.”
443
Desde el punto de vista formal "la posesión efectiva de una herencia deberá solicitarse para todos
los herederos indicándolos por sus nombres, apellidos, domicilios y calidades con que heredan.
En la solicitud se expresara además, el nombre, apellido, profesión u oficio, estado civil, lugar y
fecha de la muerte y último domicilio del causante si la herencia es o no testamentaria,
acompañándose en el primer caso copia del testamento (art. 879). La copia también se acompaña
en un otrosí.
3º Los requisitos de 1a Ley 18.120 sobre comparecencia en juicio (art.. 1º y 2º) Debe constituirse
patrocinio y poder.
A partir de la dictación de la Ley 19.903, se dispone en la primera parte del artículo 881 del
C.P.C., antes de dictar la resolución que concede la posesión efectiva, el juez de letras debe
solicitar informe al Servicio de Registro Civil e Identificación respecto de las personas que
posean presuntamente la calidad de herederos conforme a los registros del Servicio, y de los
testamentos que aparezcan otorgados por el causante en el Registro Nacional de Testamentos. El
hecho de haber cumplido con este trámite deberá constar expresamente en la resolución que
conceda la posesión efectiva”.
E.- LA RESOLUCION
La primera resolución que el tribunal dicte, si se cumple todos los requisitos antes indicados,
cuando fueren procedentes, será la concesión de la posesión efectiva "La posesión efectiva se
entenderá dada a toda la sucesión, aun cuando un solo de los herederos la pida.
Hemos visto que el legislador no descarta la posibilidad de que un asunto inicialmente sin
conflicto pueda transformarse en uno en que exista intereses contrapuestos cuando aparece la
figura del legítimo contradictor.
Las medidas de publicidad que se contemplan en este procedimiento tienen por finalidad dar a
conocer a los posibles interesados de que en un tribunal determinado se concedió una posesión
efectiva.
444
Por ejemplo, se pide una posesión efectiva por un heredero testamentario a un único heredero,
pese a que existen legitimarios no incluidos en el testamento ; o qué en un a herencia intestada
abierta en el extranjero uno de los hijos legítimos haya sido omitido en la posesión efectiva, etc.
En todos estos casos, las medidas de publicidad tratan de avisar a los posibles interesados los
perjuicios a que se verán afectos en la medida que no actúen en su defensa.
Señala el art. . 882 que "la resolución que concede la posesión efectiva de la herencia, se
publicará en extracto por tres veces en un diario de la comuna, o de la capital de provincia,
cuando allí no lo haya.
En dicho aviso podrá también anunciarse la facción de inventario solemne" (inc 1º y 2º).
En estos avisos, que hace el secretario del tribunal, debe indicarse el tribunal que concedió la
posesión efectiva, el nombre del causante, de los herederos y cónyuge sobreviviente, si existe, a
los que se le concedió la posesión efectiva de la herencia y el carácter con el cual se otorgó.
Una vez que se hayan hecho las publicaciones, el interesado debe acompañar, en un escrito,
ediciones del diario escogido por el tribunal en un número de tres, donde, consignadas. las
referidas publicaciones el secretario del tribunal certificará el hecho de haberse hecho (art. 882,
inc5º).
Es necesario tener presente que con las publicaciones nace derecho del legitimo contradictor a
intervenir en la gestión.
Con anterioridad a la dictación de la Ley 19.903, se contemplaba en el art. 862 que "hechas las
publicaciones a que se refieren los incisos anteriores y previa agregación de una copia
autorizada del inventario, el tribunal ordenará la inscripción de la posesión efectiva previa
informe de a la Dirección General (O Regional) de Impuestos Internos. La Dirección al informar
exigirá que se acredite por los medios legales correspondientes el parentesco que ligue a los
asignatarios con el causante" (art. 882 inc. 3º),
La única finalidad que perseguía la remisión del expediente al Servicio de Impuestos Internos
decía relación con la comprobación de los lazos de parentesco que ligaban a los solicitantes con
el causante.
Una vez efectuados los trámites anteriores, el tribunal ordena la inscripción de la resolución que
concede la posesión efectiva
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Esta inscripción "se hará en el Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces del
territorio jurisdiccional en que haya sido pronunciado la resolución de posesión efectiva, con
indicación de la notaría en que se protocolizo el inventario y la enumeración de los bienes raíces
que en el se comprenden.
Con el mérito de esa inscripción, los conservadores deberán proceder a efectuar las especiales
que procedan, sin necesidad de otro tramite
Cuando entre los bienes hereditarios no haya inmuebles, la inscripción de la posesión efectiva
sólo se hará en el Conservador del territorio jurisdiccional en donde se haya concedido" (art.
883, inc. 1º, 2º y 3º)
Una vez que se han efectuado todas las inscripciones que sean procedentes termina en el hecho
el trámite de la posesión efectiva, se obtiene el reconocimiento de la calidad de heredero, lo que
no obsta a que se intente una acción de lato conocimiento que pretenda impugnar tal calidad.
Ejemplo: la acción de petición de herencia
Dicho impuesto grava a cada asignación hereditaria, sea ella testada o intestada, y es obligado a
su pago el beneficiario de la respectiva asignación.
El impuesto debe ser declarado y pagado dentro del plazo de dos años contados desde la fecha de
fallecimiento del causante.( art. 50 Ley 16.271), contándose para la declaración y el pago del
impuesto con los diversos formularios elaborados por el Servicios de Impuestos Internos según si
el procedimiento se ha seguido ante el Servicio de Registro Civil o ante los tribunales de justicia.
La declaración y pago debe efectuarse en el lugar del domicilio del solicitante.
En caso que se pague fuera de plazo el impuesto, se contemplan su reajuste conforme a UTM,
mas interés equivalente a un 1,5% por cada mes o fracción de mes de retardo. ( art. 53 Cod.
Tributario) y la multa contemplada en el art. 97 Nº 2 del Código Tributario. Debemos hacer
presente que en la actualidad se contempla también una sanción respecto de aquel que no
obstante encontrarse exento del pago de impuesto omite su declaración conforme al artículo 72
383 En el Acuerdo General del colegio de Abogados de 21 de Julio de 2003 se señala sobre la materia que “ En el
procedimiento actualmente vigente los Tribunales Ordinarios conceden la posesión efectiva de la herencia a sus
herederos y determina, con la fuerza obligatoria propia de todo fallo judicial el monto del o los impuestos a la
herencia que deben pagar el, o los, herederos. Tal procedimiento, ajustado a las reglas del debido proceso, se
termina y se reemplaza por una decisión administrativa obligatoria practicada por el Servicio de Impuestos Internos.
De esta decisión administrativa podrán reclamar los contribuyentes del impuesto de herencia ante el propio Servicio
de Impuestos Internos, quien conocerá del mismo en un procedimiento ante un funcionario del Servicio que no es
independiente ni imparcial, como lo ha reclamado el Consejo General del Colegio de Abogados en tantas
oportunidades. En la Comisión formada por el Ministerio de Justicia para conocer de los Tribunales Tributarios así
se planteó también, por todos los integrantes de esa Comisión.”. El texto completo del acuerdo puede consultarse en
la pagina web: www.colegioabogados.cl
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de la Ley 16.271, salvo que se trata de las posesiones efectivas que se hubieren solicitado ante el
Servicio de Registro civil conforme a lo previsto en el inciso final del artículo 60 de dicha Ley.
El legislador ha establecido los mecanismos adicionales necesarios para obtener, de una u otra
manera, el pago del impuesto de herencia correspondiente. Para tal efecto, dispone que los
notarios no podrán autorizar las escrituras públicas de adjudicaciones de bienes hereditarios o de
enajenaciones o disposiciones en común que hagan los asignatarios, ni los Conservadores
inscribirlas, sin que en ellas se inserte el comprobante de pago de impuesto. (art. 54 Ley 16.271)
En consecuencia, solo una vez pagado el impuesto de herencia y acreditado dicho hecho o su
exención con el certificado que otorga el Servicio de Impuestos Internos, podrán los herederos
disponer de los bienes.
Debemos tener presente que existe una excepción, puesto que "aún antes de estar pagado o
garantizado el pago del impuesto y siempre que, a juicio del Servicio, no hubiere menoscabo del
interés fiscal esta oficina podrá autorizar la enajenación de determinados bienes, bajo las
condiciones que ella misma señale" (art. 58 Ley 16.271), y por otra parte,se puede lograr la
autorización para la enajenación de los bienes que componen la herencia mediante la
constitución de garantías respecto del pago del impuesto de herencia, las que solo producen
efecto una vez autorizada por la Oficina del Servicio. ( arts 55 y 56 Ley 16.271).
1. LA HERENCIA YACENTE.
Una vez que una persona muere, jurídicamente se produce lo que se denomina "apertura de la
sucesión", la que se define como "el hecho que habilita a los herederos para tomar posesión de
los bienes hereditarios y se los transmite en propiedad"384
Acaecida la delación de la herencia, el asignatario debe aceptarla o rechazarla dentro del plazo
de quince días. Transcurrido este término, sin que hubiere existido manifestación de voluntad del
asignatario, corresponde declarar yacente la herencia siempre que no exista albacea con tenencia
de bienes designado en el testamento o, habiéndolo, no ha aceptado el encargo (art. 1.240) .
Señala el art. 885 del CPC que "la declaración de herencia yacente se hará conformidad a lo
establecido en el art. 1240 del C.C.
Toca al curador que se nombra cuidar de que se hagan la inserción y fijación ordenadas en dicho
artículo".
384 Manuel Somarríva Undurraga. "Derecho Sucesorio" Editorial Jurídica de Chile Tercera edición, pág.25,
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Señala el precepto remitido que "si dentro de quince días de abrirse la sucesión no se hubiere
aceptado la herencia o una cuota de ella, ni hubiere albacea a quien el testador haya conferido la
tenencia de los bienes y que haya aceptado su encargo, el juez a instancia del cónyuge
sobreviviente o de cualquiera de los parientes o dependientes del difunto o de otra persona
interesada en ello, o de oficio, declarará yacente la herencia, se insertará esta declaración en un
periódico del departamento, o de la capital de la provincia, si en aquel no lo hubiere; y se
procederá al nombramiento de curador de la herencia vacante.
Si hubiere dos o más herederos y aceptare, uno de ellos, tendrá la administración de todos los
bienes hereditarios proindiviso, previo inventario solemne y aceptando sucesivamente sus
coherederos, y subscribiendo el inventario tomarán parte en la administración.
Mientras no hayan aceptado todos, las facultades del heredero o herederos que administren serán
las mismas de los curadores de la herencia yacente, pero no serán obligados a prestar caución,
salvo que haya motivo de temer que bajo su administración peligren los bienes"
Á esta situación se refiere el art. 886 del C.P.C "En el caso del art. . 482 del C.C. se hará saber
por oficio dirigido al efecto al cónsul respectivo la resolución que declara yacente la herencia, a
fin de que en el término de cinco días proponga, si lo tiene a bien, la persona á quienes puede
nombrarse curadores.
Si el cónsul propone curador, se procederá conforme a lo dispuesto en el art. 483 del Código
citado.
El art. 483 del C.C. señala, en síntesis, que corresponde al juez calificar la idoneidad del curador
o curadores propuestos por el cónsul, pudiendo, a petición de los acreedores hereditarios o de
otros interesados, proceder a la designación de curadores adjuntos, según la cuantía y situación
de los bienes que compongan la herencia.
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