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EL JUICIO SUMARIO

IMPORTANCIA
La regulación positiva de este procedimiento sumario, de aplicación general o
especial, se encuentra en el Título XI, artículos 680 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil.
Desde un punto de vista legislativo, es notoria la evolución experimentada en el
ordenamiento nacional respecto de este procedimiento, toda vez que a partir de 1930 en
adelante el juicio sumario se ha hecho aplicable además de los asuntos contemplados en el
Código de Procedimiento Civil, respecto de muchas otras materias, pudiendo reseñar a
título meramente ejemplar las siguientes:

a) La Ley 18. 101, sobre arrendamiento de predios urbanos contemplaba la aplicación de un


juicio sumario con algunas de las modificaciones que en ese cuerpo legal se contemplaban;
b) El texto de la nueva ley de quiebras, que conforma actualmente el Libro IV del Código
de Comercio, contempla como regla general, que la tramitación de todas las cuestiones que
se susciten en el juicio de quiebra se sujetará a las reglas de los incidentes (Art. 5). Sin
embargo, por excepción recibe aplicación el juicio sumario en la tramitación de la demanda
de nulidad y declaración de incumplimiento del convenio celebrado entre el fallido y los
acreedores. (Art. 213, inc. 1º);
c) El Art. 233 del Código de Minería de 1983 señala en su inciso 1º que "todos los juicios
en que se ventilen derechos especialmente regidos por este Código o que recaigan sobre el
pedimento, manifestación, concesión de exploración o pertenencia y que no tengan
señalado otro procedimiento en este cuerpo legal, se tramitarán con arreglo a las normas del
juicio sumario".
De acuerdo con ello, el procedimiento sumario ha alcanzado una relevancia que
supera en su aplicación ampliamente a cualquiera otro procedimiento por las materias a las
cuales éste se ha extendido, salvo al juicio ejecutivo, el que, por razones contingentes, es el
más utilizado en la práctica.

DEFINICION

El juicio sumario es un procedimiento breve y concentrado que, dentro de lo


expuesto en el Art. 2º del Código de Procedimiento Civil, ha de considerarse
extraordinario, pero que tiene aplicación general o especial según sea la pretensión que se
haga valer, el que es resuelto mediante una sentencia que puede revestir, según la
pretensión en la cual recae, el carácter de meramente declarativa, constitutiva o de condena.

De este concepto podemos hacer el siguiente análisis:

1) Es un procedimiento breve y concentrado:


Esto se demuestra claramente por la existencia de un comparendo de contestación,
de la posibilidad de contestación verbal, de acceso provisional a la demanda, etc.
2) Es un procedimiento extraordinario:

Es un procedimiento extraordinario de acuerdo a lo establecido en el Art. 2º del


C.P.C., según el cual un procedimiento es extraordinario cuando "se rige por las
disposiciones especiales que para determinados casos la ley establece".

En el caso del juicio sumario, entendemos que éste es extraordinario toda vez que se
ha fallado por la jurisprudencia de nuestros tribunales que el único procedimiento ordinario,
común y general es el juicio ordinario civil de mayor cuantía que regula el Libro II del
C.P.C.

3) Puede tener aplicación general o especial.

4) En cuanto a la pretensión deducida y a la sentencia que se obtenga, el procedimiento


sumario puede ser declarativo, constitutivo o de condena.

AMBITO DE APLICACION DE ESTE PROCEDIMIENTO

El procedimiento sumario tiene respecto de su aplicación dos aspectos claramente


diferenciados, pudiendo contemplar un caso de aplicación general para este
procedimiento, y por otra parte, diversos casos en los cuales tiene una aplicación especial
por mandato expreso y específico del legislador.

1)Aplicación General

Por una parte, se puede sostener que el juicio sumario constituye un procedimiento
extraordinario de aplicación general, cada vez que concurren los requisitos establecidos en
el inc. 1º del Art. 680, o sea, cada vez que " la acción (pretensión) deducida requiera,
por su naturaleza, de una tramitación rápida para que sea eficaz"

La concurrencia de los supuestos que hacen aplicable el procedimiento sumario para


la tramitación y resolución de la pretensión hecha valer en la demanda corresponde
efectuarla al órgano jurisdiccional.

Aplicando el principio de la pasividad que rige la actividad de los tribunales en el


procedimiento civil, para que se dé aplicación a este procedimiento sería menester que el
actor solicitare su aplicación al interponer su demanda, puesto que éste es quien debe ser el
primer sujeto que requiera la tramitación rápida para la eficacia de la pretensión hecha
valer.

En consecuencia, una demanda podrá tramitarse conforme al procedimiento


sumario, de acuerdo a la aplicación general de éste, cuando:

a) El actor haya hecho valer una pretensión en su demanda que por su naturaleza requiera
de una tramitación rápida para que sea eficaz;
b) Que el actor haya solicitado la aplicación del procedimiento sumario en su demanda; y

c) Que el tribunal dicte una resolución en la cual expresa o tácitamente haga aplicable el
procedimiento sumario para los efectos de tramitar la pretensión hecha valer por el actor.

2) Aplicación Especial

Además, el procedimiento sumario tiene una aplicación especial, esto es, éste debe
ser aplicado por mandato expreso y específico del legislador en los asuntos que se
determinan particularmente por el legislador, los cuales están enumerados en el inc. 2º del
Art. 680.

De acuerdo con ese precepto, el juicio sumario "deberá aplicarse, además en los
siguientes casos:

1º. A los casos en que la ley ordene proceder sumariamente, o breve y sumariamente,
o en otra forma análoga"

2º. A las cuestiones que se susciten sobre constitución, ejercicio, modificación o


extinción de servidumbres naturales o legales y sobre las prestaciones a que ellas den
lugar"

3º A los juicios sobre cobro de honorarios, excepto el caso del artículo 697"

4º A los juicios sobre remoción de guardadores y a los que se susciten entre los
representantes legales y sus representados.

5º A los juicios sobre separación de bienes;

6º A los juicios sobre depósito necesario y comodato precario;

7º A los juicios en que se deduzcan acciones ordinarias a que se hayan convertido las
ejecutivas en virtud de lo dispuesto en el artículo 2515 del Código Civil"

8º A los juicios en que se persiga únicamente la declaración impuesta por la ley o el


contrato, de rendir una cuenta, sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 696;

9º A los juicios en que se ejercita el derecho que concede el artículo 945 del Código
Civil para hacer cegar un pozo".

En la actualidad, el Art. 945 del Código Civil se encuentra orgánicamente derogado.


Todo lo relativo a los derechos de aguas está regido por el Código de Aguas. La referencia
al citado artículo 945 debe entenderse efectuada al artículo 65 del Código de Aguas.
Finalmente, cabe señalar que dentro de la estructura del Código de Procedimiento
Civil encontramos dos artículos que hacen aplicables el juicio sumario, no obstante no
encontrarse enunciados en el inc. 2º del Art. 680. Tales materias son:

a) El procedimiento de divorcio temporal se tramita de acuerdo a las reglas del juicio


sumario:

"El juicio sobre divorcio temporal se someterá a los trámites del procedimiento sumario"
del Art. 754 C.P.C

Este artículo 754 fue derogado por la Ley 19.947, pasando esa materia a ser
competencia de los tribunales de familia (art. 8 N° 16 de la Ley 19.968), la que se tramita
conforme al procedimiento ordinario contemplado en el Titulo III de esa Ley. (arts. 9 y
sgts), con las notificaciones contenidas en las reglas especiales de la Ley 19.947.

b) La demanda de jactancia (Art. 271 C.P.C.)

La distinción que hemos hecho entre los casos de aplicación del juicio sumario
contemplada en el inciso 1º (aplicación general) y en los del inciso 2 (aplicación especial),
no es asunto que carezca de importancia.

En primer lugar, tiene importancia para los efectos de determinar su aplicación.


Tratándose de un caso de aplicación general ella corresponde que sea determinada por el
tribunal de primera instancia. En cambio, tratándose de la aplicación especial ella es
efectuada por el legislador, y su aplicación es obligatoria para el tribunal y las partes.

En segundo lugar, resulta trascendente la distinción, puesto que sólo respecto de


los casos en que el procedimiento sumario tiene una aplicación general rige el Art. 681,
esto es, puede solicitarse y obtenerse que el tribunal acceda al cambio o sustitución del
procedimiento de sumario a ordinario y viceversa. En los casos en que procede la
aplicación especial del juicio sumario nunca puede tener lugar su sustitución a juicio
ordinario.

CARACTERISTICAS

El procedimiento sumario presenta las siguientes características:

1) La ley quiere que sea un procedimiento RAPIDO, que se reduce en sus trámites a una
demanda con su notificación, una audiencia de discusión y conciliación obligatoria, una
fase probatoria cuando haya lugar a ella, la que se rinde conforme a las reglas de los
incidentes, la citación para oír sentencia y sentencia misma.

2) El procedimiento sumario puede ser declarativo, constitutivo o de condena, según sea


la pretensión hecha valer en la demanda y sobre la cual se pronunciará la sentencia.
La sentencia es declarativa cuando se limita a establecer o reconocer derechos o situaciones
jurídicas pre-existentes.

La sentencia será constitutiva cuando establece un estado jurídico nuevo.


Finalmente, la sentencia será de condena cuando lleva en si misma una prestación
que normalmente es de dar, hacer o no hacer.

3) En el procedimiento sumario recibe aplicación el principio formativo del


procedimiento de la CONCENTRACION:

En la audiencia del procedimiento sumario (comparendo) el demandado debe hacer


valer toda clase de defensas, sin importar cuál sea su naturaleza (Art. 690), y todos los
incidentes y cuestiones accesorias que se funden en circunstancias ocurridas con
anterioridad. Tratándose del trámite de la conciliación obligatoria introducido por la Ley
19. 334, éste debe verificarse también la audiencia de contestación de la demanda, una vez
que se haya evacuado ese trámite, conforme a lo previsto en el inciso 2º del artículo 262 del
C.P.C.

De este modo, todo el contradictorio y las gestiones obligatorias de conciliación se


concentran en el comparendo de discusión, por lo que todo lo que quede fuera de él no
podrá hacerse valer después, salvo que se funde en una circunstancia posterior a la
audiencia. De ahí que se haya fallado que "no puede ampliarse la demanda en el juicio
sumario después de efectuado el comparendo. "

La concentración también recibe aplicación en el sentido de que en la sentencia


definitiva se resuelven todas las cuestiones suscitadas, salvo que se haya hecho valer la
excepción dilatoria de incompetencia del tribunal, en cuyo caso, debe haber un inmediato
pronunciamiento.

4) En el procedimiento sumario se consagra legalmente la aplicación el principio de la


oralidad.

El legislador, para que el procedimiento en estudio cumpliera su objetivo en cuanto


a su rapidez y concentración, quiso que se desarrollara oralmente. Sin embargo, luego niega
la exclusividad en la aplicación de la oralidad en el Art. 682 al expresar que "el
procedimiento sumario será verbal; pero las partes podrán, si quieren, presentar minutas
escritas en que se establezcan los hechos invocados y las peticiones que se formulen".
En la práctica no se da dicha oralidad pretendida por el legislador.

En efecto, la demanda se presenta por escrito ante la Corte de Apelaciones


respectiva para su distribución ante uno de los jueces de letras asiento de Corte.

Además, la mayoría de los abogados proceden a contestar la demanda por escrito en


la audiencia y solicitan que ella se tenga como parte integrante de ese comparendo de
discusión.
5) En el procedimiento sumario procede el cambio o substitución de procedimiento a
juicio ordinario, cuando es de aplicación general (inc. 1 art. 680) y nunca cuando es de
aplicación especial.
El legislador faculta a cualquiera de las partes para solicitar el cambio de
procedimiento, de sumario a ordinario y viceversa. En verdad, una norma de esta
característica debiera estar contemplada dentro del juicio ordinario y no en el juicio
sumario.

6) Durante el juicio sumario puede accederse PROVISIONALMENTE A LA


DEMANDA, lo cual es absolutamente inusual en nuestra legislación. (Art. 684).

El demandante puede pedir en la audiencia que se acceda provisionalmente a la


demanda, pero siempre que se cumplan dos requisitos copulativos, a saber:

a) Que la audiencia se desarrolle en rebeldía de la parte demandada, y

b) Que el demandante invoque fundamentos plausibles.

7) En el procedimiento sumario procede la citación de los parientes, norma extraña en


cuanto a su ubicación puesto que debiera encontrarse dentro de las disposiciones comunes a
todo procedimiento del Libro I del C.P.C.

En efecto, la citación de parientes es aplicable a múltiples procedimientos


(contenciosos y no contenciosos) en que estén envueltos los menores y, por regla general,
en la designación de tutor o curador.

8) En el juicio sumario los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la misma


audiencia de discusión, conjuntamente con la cuestión principal, sin paralizar el curso
de ésta. (art. 690 inc. 1º.)

De acuerdo con ello, la sentencia definitiva debe pronunciarse sobre la acción


deducida y los incidentes, o sólo sobre éstos, cuando sean previos o incompatibles con
aquella.

9) En el juicio sumario procede, como regla general, que se conceda la apelación en el


sólo efecto devolutivo y no en ambos efectos, respecto de las resoluciones que se dictan
dentro de él.

La regla general es que se conceda la apelación respecto de todas las resoluciones


que se dicten dentro del juicio sumario en el sólo efecto devolutivo, según se desprende de
lo expuesto en el inc. 2º del Art. 691 del C.P.C., situación que en la actualidad tratándose de
las sentencias interlocutorias, autos y decretos no se aparta de la regla general contemplada
en el Nº 2 del artículo 194.

Sin embargo, se contemplan en ese precepto legal dos situaciones excepcionales en


las cuales es procedente que se conceda el recurso de apelación en ambos efectos y no en el
sólo efecto devolutivo, siendo estas las relativas a los recursos de apelación que se
interponen en contra de:

a. La resolución que dispone el cambio de juicio ordinario a sumario.

b. La sentencia definitiva, cualquiera sea la parte que intente el recurso.

Al efecto, el artículo 691, en su inciso 1º prescribe que "la sentencia definitiva y la


resolución que dé lugar al procedimiento sumario en el caso del inciso 2º del artículo 681,
serán apelables en ambos efectos, salvo que, concedida la apelación en esta forma, hayan
de eludirse sus resultados."

Debemos recordar que el artículo 194, Nº 1 del Código nos señala que cuando es el
demandado el que apela, dicho recurso sólo habrá de concederse en el efecto devolutivo.

Existen aquí una contradicción entre ambos preceptos respecto del recurso de
apelación que deduce el demandado respecto de la sentencia definitiva, debiendo
establecerse cuál de ellos debe primar.

En la especie, se ha estimado que debe primar el artículo 691 por sobre el 194,
puesto que aquél es especial respecto de éste.

10) En el juicio sumario el tribunal de segunda instancia posee un mayor grado de


competencia para la dictación de la sentencia definitiva que en el juicio ordinario.

El Art. 692 del C.P.C. señala un grado mucho mayor de competencia para el
tribunal de segunda instancia en el juicio sumario que el general que existe para el
conocimiento y fallo del recurso de apelación por el tribunal de segunda instancia respecto
de los otros procedimientos civiles.

En Chile existen tres situaciones o grados de competencia y fallo del tribunal de


segunda instancia:

1. Primer grado de competencia:

Sobre la materia, nos señala el Art. 170 del C.P.C. que "las sentencias definitivas de
primera o de única instancia y las de segunda que modifiquen o revoquen en su parte
dispositiva las de otros tribunales, contendrán: 6) La decisión del asunto controvertido.
Esta decisión deberá comprender todas las acciones y excepciones que se hayan hecho
valer en el juicio; pero podrá omitirse la resolución de aquellas que sean incompatibles
con las aceptadas".

Este principio aparece ratificado por lo que establece el artículo 160 del C.P.C. al
señalarnos al respecto que " las sentencias se pronunciarán conforme al mérito del
proceso y no podrán extenderse a puntos que no hayan sido expresamente sometidos a
juicio por las partes, salvo cuando las leyes manden o permitan a los tribunales proceder
de oficio"
Este primer grado de competencia constituye la norma general aplicable al juicio
ordinario y a todo procedimiento que no tenga una disposición especial.

El tribunal de segunda instancia no puede resolver sino las acciones y excepciones


que se hubieren discutido por las partes en la primera instancia y que se hubieren resuelto
en el fallo de primera instancia.

En términos más simples, el tribunal de segunda instancia sólo puede pronunciarse


sobre las acciones y excepciones que se hubieren hecho valer por las partes en la primera
instancia y que se hallarán comprendidas en la sentencia de primera instancia.

Si el tribunal de segunda instancia llegara a pronunciarse acerca de acciones y


excepciones que no se hubieren discutido en la primera instancia y resuelto por la sentencia
definitiva dictada en ella, incurrirá en el vicio de ultrapetita.

Sin embargo, existen dos situaciones excepcionales en las cuales el tribunal de


segunda instancia podría entrar a pronunciarse respecto de acciones y excepciones
que no se encontraren resueltas en el fallo de primera instancia, siendo ellas a saber:

a) Cuando el tribunal de primera instancia haya dejado de resolver una acción o excepción
por ser incompatible con la acogida o resuelta.

b) Cuando el tribunal, por norma legal expresa, se encuentre obligado o pueda efectuar
declaraciones de oficio.

Entre estas declaraciones que el tribunal puede hacer de oficio están:

b. 1. La declaración de su propia incompetencia (absoluta) :

b. 2. La declaración de nulidad absoluta cuando aparezca de manifiesto en el acto o


contrato, etc.

2. Segundo grado de competencia:

El segundo grado de competencia y fallo lo encontramos, precisamente, en el juicio


sumario, al señalarnos el artículo 692, que "en segunda instancia, podrá el tribunal de
alzada, a solicitud de parte, pronunciarse, por vía de apelación sobre todas las cuestiones
que se hayan debatido en primera para ser falladas en definitiva, aun cuando no hayan
sido resueltas en el fallo apelado"

En consecuencia, en el juicio sumario el tribunal de alzada puede pronunciarse


sobre todas las cuestiones debatidas en primera instancia y no sólo respecto de aquellas que
se contengan en el fallo apelado.

3)Tercer grado de competencia:


Este se encuentra en el Código de Procedimiento Penal, donde se amplía
notablemente el grado de competencia del tribunal de segunda instancia y se atenúa el vicio
de ultrapetita.
Al efecto, el Art. 527 del C.P.C. prescribe que "el tribunal de alzada tomará en
consideración y resolverá las cuestiones de hecho y las de derecho que sean pertinentes y se
hallen comprendidas en la causa, aunque no haya recaído discusión sobre ellas ni las
comprenda la sentencia de primera instancia".

Este es el grado más amplio de competencia del tribunal de segunda instancia


conociendo del recurso de apelación en nuestro ordenamiento jurídico, puesto que en él no
es necesario que las cuestiones de hecho y de derecho hayan sido debatidas y comprendidas
en el fallo de primera instancia, sino que basta con que ellas sean pertinentes y se hallen
comprendidas en la causa.

De este modo, el tribunal puede jugar con toda la figura delictiva pertinente, por
ejemplo, puede acusar por robo y condenar por robo con homicidio, etc.

TRAMITACION

1) El juicio sumario puede comenzar por medida prejudicial o por demanda (Art. 253
en relación con el Art. 3 del C.P.C.).

Cuando el juicio comienza por medida prejudicial no se utiliza respecto de la


demanda - cuando sea aplicable- la regla de la distribución de causas. La demanda se
presenta ante el mismo tribunal que conoció de la medida prejudicial.

Si bien el juicio sumario es oral, las partes pueden presentar minutas, con lo que el
principio de la oralidad se ve menoscabado.

La demanda escrita debe contener los siguientes requisitos:

1. Los comunes a todo escrito (Art. 30 y ss.);

2. Los comunes a toda demanda (Art. 254) y

3. Las reglas de comparecencia en juicio, salvo las excepciones legales (Ley 18. 120) ,
fundamentalmente, el patrocinio y poder.

La providencia que sobre la demanda recae depende de si el demandado se


encuentra o no en el lugar del juicio.

a) Si se encuentra en el lugar del juicio:

La resolución será, simplemente, "vengan las partes al comparendo (o audiencia) de


discusión y conciliación el quinto día hábil a . . .. horas, contando desde la última
notificación". Este plazo es inamovible.
b) Si no se encuentra en el lugar del juicio:

El plazo de cinco días se amplía con todo el aumento que corresponda en


conformidad al art. 259 del C.P.C

"Esta regla fluye de lo establecido en el inciso 1º del artículo 683, el que señala
sobre la materia:" Deducida la demanda, citará el tribunal a la audiencia del quinto día hábil
después de la última notificación, ampliándose este plazo, si el demandado no está en el
lugar del juicio, con todo el aumento que corresponda en conformidad a lo previsto en el
artículo 259.

2) La audiencia o comparendo de discusión y conciliación

A este respecto es menester distinguir dos situaciones:

I) A la audiencia concurren ambas partes:

En este caso, el demandante ratificará su demanda y pedirá que sea acogida en todas
sus partes.

El demandado puede defenderse oralmente, caso en el cual habrá de dejarse


constancia en acta.

Conforme el Art. 690, se aplica el principio formativo del procedimiento de la


concentración. En consecuencia "los incidentes deberán promoverse y tramitarse en la
misma audiencia, conjuntamente con la cuestión principal, sin paralizar el curso de ésta.
La sentencia definitiva se pronunciará sobre la acción deducida y sobre los incidentes, o
sólo sobre éstos cuando sean previos o incompatibles con aquélla".

Todo incidente, excepción o defensa debe necesariamente hacerse valer en la


audiencia y no existe otra oportunidad procesal para hacerlo. No reciben aplicación,
por tanto, las denominadas "excepciones mixtas o anómalas" del juicio ordinario.

Una vez producida la defensa del demandado, el Tribunal debe llevar a cabo el
ofrecimiento de la conciliación obligatoria, y no produciéndose ella totalmente, pone
término a la audiencia; quedando en resolver si recibe la causa a prueba o citará a las partes
para oír sentencia, según si existen o no hechos pertinentes, sustanciales y controvertidos
(Art. 683, inc. 2).

Sabemos que, en el juicio ordinario, el demandado, además de contestar la demanda,


puede reconvenir. Se discute en doctrina si la institución de la "reconvención", puede o no
tener aplicación en el juicio sumario.

Algunos han sostenido, para hacer procedente la reconvención, que las


disposiciones del procedimiento ordinario son supletorias a las de los demás
procedimientos especiales en la medida que no exista oposición. Así, las reglas de la
reconvención son comunes y supletorias y no existiría ninguna norma que estuviera en
contravención a las mismas tratándose del juicio sumario.

Pensamos que en el juicio sumario no cabe aplicar la reconvención, porque:

a) No está reglamentada especialmente respecto del procedimiento en comento;

b) Las reglas del juicio ordinario respecto de la reconvención son inaplicables al


procedimiento sumario, porque éste carece de los trámites de réplica y dúplica
indispensables para que el mecanismo de la reconvención opere.

c) En los últimos años se han dictado dos leyes que confirman esta tesis. Tales leyes son la
Ley 18. 101 sobre arrendamiento de predios urbanos, y el Código del Trabajo en sus
artículos 410, 411 y 412, normativas que consagran expresamente la existencia de la
reconvención. Especial interés reviste la primera ley, puesto que hace aplicable el
procedimiento sumario, y carecería de efecto que hubiere contemplado expresamente la
reconvención respecto del procedimiento de arrendamiento de predios urbanos si ella
procediera conforme a las reglas generales de sumario.

d) Esta tesis acerca de la improcedencia de la reconvención ha sido reconocida por nuestra


jurisprudencia al señalarnos que "al demandado de comodato precario no le es dable
solicitar - para el evento que se acoja la demanda- que se le paguen los edificios y
plantaciones, pues ello importa una acción reconvencional que no procede ejercitar en el
juicio sumario"

II) La audiencia se verifica en rebeldía del demandado:

Si el demandado no concurre a la audiencia señalada, el tribunal deberá tener por


evacuada la contestación de la demanda y por efectuado el llamado a conciliación
obligatoria en rebeldía del demandado, y examinará los autos para los efectos de determinar
si existen hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos para los efectos de dictar la
resolución que reciba la causa a prueba.

La ley franquea al demandante una posibilidad que es enteramente excepcional


dentro de la estructura procesal nacional. En efecto, el demandante puede, en rebeldía del
demandado y existiendo motivo o fundamento plausible, solicitar al tribunal que se acceda
provisionalmente a la demanda.

Al efecto, establece el inciso 1º del artículo 684 que "en rebeldía del demandado, se
recibirá a prueba la causa, o si el actor lo solicita con fundamento plausible, se accederá
provisionalmente a lo pedido en la demanda" "Art. 684, inc. 1º).

En la práctica, esta vía es poco utilizada.

Frente a esta solicitud y la resolución que la accede provisionalmente a la


demanda, el demandado puede optar por seguir uno de dos caminos:
a) Apelar de la resolución que accede provisionalmente a la demanda, recurso que se
concede en el solo efecto devolutivo y que, por esto, causa ejecutoria (Art. 691, inc. 2).

b) Formular oposición a la resolución que accede provisionalmente a la demanda. Tal


oposición debe ser fundada y el demandado debe hacerla valer dentro del plazo de cinco
días, contados desde que se notifica la resolución que accede provisionalmente a la
demanda. La oposición no suspende el cumplimiento de la resolución dictada.

En este estadio procesal es conveniente dilucidar los siguientes problemas:

a) ¿Es compatible la oposición con el recurso de apelación? ¿pueden interponerse


conjuntamente la oposición y la apelación? La ley nada dice al respecto, y en su silencio
aparentemente no se aprecia incompatibilidad alguna para hacerse valer ambos medios de
impugnación.

Sin embargo, resultaría absurdo intentarlas conjuntamente dado que si el juez acepta
la oposición ya no existiría la resolución que accede provisionalmente a la demanda, y no
habrá de que apelar. En consecuencia, cabría entender que el ejercicio de una de esas
facultades genera la extinción de la otra derivada de la preclusión, por el ejercicio de una
facultad incompatible.

b) ¿Cuál es la naturaleza jurídica de la resolución que acoge provisionalmente la demanda?


Esta resolución produce los mismos efectos que la sentencia definitiva, mas, en realidad, de
acuerdo a la clasificación del Art. 158 del C.P.C., se trataría de una resolución
inclasificable.

3) La resolución que recibe la causa a prueba y el término probatorio:

Señala el Art. 686 que "la prueba, cuando haya lugar a ella, se rendirá en el plazo y
en la forma establecidas para los incidentes".

La resolución que recibe la causa a prueba en el juicio sumario se notifica por


cédula, dado que, de acuerdo a la jurisprudencia de nuestros tribunales, esta resolución es
previa a la prueba misma y, por tanto, no quedaría incluida dentro de las expresiones "plazo
y forma" del Art. 686.

El término probatorio de los incidentes es de ocho días, el que se cuenta desde la


última notificación de la resolución que recibe la causa a prueba.

El plazo o término probatorio es fatal para todos los medios de prueba en atención a
la forma gramatical que emplea el Art. 90, precepto que comienza a hablar de la prueba en
general para después referirse a la prueba de testigos: "Si es necesaria la prueba, se abrirá
un término de ocho días para que dentro de él se rinda y se justifiquen también las tachas de
los testigos, si hay lugar a ellas" (inc. 1). Es la prueba general la que debe rendirse dentro
del plazo de ocho días y no sólo la de testigos.
Surge otro problema, esta vez vinculado a la reposición de la resolución que
recibe la causa a prueba en el juicio sumario.
Aplicando las reglas generales, sabemos que la resolución que recibe la causa a
prueba es susceptible de recurrirse de reposición, apelando en subsidio dentro del plazo de
tres días, contados desde la última notificación (Art. 319).

Empero, como recibe aplicación el plazo y forma de los incidentes, la lista de


testigos debe ser presentada dentro del plazo de dos días fatales, contados desde la última
notificación de la resolución que recibe el incidente a prueba.

Surge entonces un grave problema vinculado a dos plazos fatales distintos. En


efecto, se puede dar el caso de que se presente una lista de testigos antes de saber con
certeza cuáles son los hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos, puesto que la
reposición puede cambiarlos totalmente.

El ex Decano y Profesor Titular de la Cátedra de Derecho Procesal de esta Facultad,


don Mario Mosquera ha sostenido que la reposición no procede respecto de la resolución
que recibe la causa a prueba en los incidentes, en tal caso, el problema resulta ilusorio. Las
razones por las cuales es improcedente la reposición en los incidentes son:

a) El Art. 318 se refiere a la resolución que recibe la causa a prueba y fija los hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos en el juicio ordinario de mayor cuantía.

b) El Art. 319 consagra el recurso de reposición y la apelación subsidiaria respecto de la


resolución que recibe la causa a prueba que contempla "el artículo anterior" y no a otro.

c) La resolución que recibe la causa a prueba en los incidentes se encuentra reglamentada


en el Art. 323, al que no se refiere para nada al Art. 319 y, por consiguiente, al recurso de
reposición.

Ahora bien, tratándose de la reposición de la resolución que recibe la causa a prueba


en el juicio sumario la situación es distinta. En efecto, hemos dicho que en la fase de prueba
del juicio sumario también recibe aplicación el juicio ordinario en todo aquello que sea
anterior al término probatorio y a la forma de rendir la prueba. Es por eso que la resolución
que recibe la causa a prueba en el juicio sumario se notifica por cédula y no por el estado,
como en los incidentes.

El límite, entonces, entre las normas generales y las normas de los incidentes estaría
dada por la resolución que recibe la causa aprueba y por su notificación por cédula. Antes
hay aplicación del juicio ordinario y después de los incidentes.

La solución práctica para evitar cualquier tipo de inconvenientes puede consistir en


solicitar la reposición de la resolución en comento dentro del segundo día y no dentro del
tercero y en un otrosí del mismo escrito pedir que se entienda suspendido, por no haber
empezado todavía a correr el término probatorio, y así poder presentar la lista de testigos
correspondiente a una vez fallado el recurso.
Otra solución, práctica, por cierto, dice relación con la presentación de la lista de
testigos y a través de las contrainterrogaciones, llevarlos a los puntos y preguntas que se
quiso incluir en los puntos de prueba de la resolución que recibe la causa a prueba.

En el juicio sumario no hay necesidad de presentar minuta de puntos de prueba,


incluso la contraparte puede oponerse a que los testigos declaren a base de la minuta que se
presente.

Los testigos sólo pueden declarar sobre los puntos establecidos por el tribunal.

4) Citación para oír sentencia

Una vez vencido el término probatorio, el tribunal citará a las partes para oír
sentencia: "Vencido el término probatorio, el tribunal, de inmediato, citará a las partes para
oír sentencia".

5) Sentencia definitiva

Finalmente prescribe el artículo 688 que " Las resoluciones en el procedimiento


sumario deberán dictarse, a más tardar, dentro del segundo día". Agregando en su inciso
segundo que "La sentencia definitiva deberá dictarse en el plazo de los diez días siguientes
a la fecha de la resolución que citó a las partes para oír sentencia".

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