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Actividad 2 Darío Palacios Seijas

Para que una evaluación sea considerada fiable, válida y objetiva, se deben cumplir
ciertas condiciones:
1. Fiabilidad: La fiabilidad se refiere a la consistencia y estabilidad de los resultados
obtenidos a través de la evaluación. Para que la evaluación sea fiable, debe
producir resultados similares cuando se aplica en condiciones similares. En este
caso, el hecho de que los tres docentes distintos hayan llegado a las mismas
calificaciones indica una buena fiabilidad, ya que los resultados son consistentes
entre los evaluadores.
2. Validez: La validez se refiere a si la evaluación mide lo que pretende medir. En este
caso, la evaluación busca conocer si los alumnos/as conocen y aplican las medidas
higiénicas en una cocina. Para que la evaluación sea válida, las preguntas y el
caso práctico deben estar diseñados de manera que realmente midan el
conocimiento y la aplicación de las medidas higiénicas. Si las preguntas y el caso
práctico son relevantes y adecuados para evaluar ese conocimiento, entonces la
evaluación puede considerarse válida.
3. Objetividad: La objetividad se refiere a la imparcialidad y ausencia de sesgo en la
evaluación. Para que la evaluación sea objetiva, los criterios de evaluación deben
estar claramente definidos y ser aplicados de manera consistente por todos los
evaluadores. Además, los evaluadores deben evitar cualquier influencia subjetiva o
personal en el proceso de evaluación. En este caso, el hecho de que los tres
docentes llegaran a las mismas calificaciones indica que existe objetividad en la
evaluación, ya que los evaluadores aplicaron los mismos criterios de manera
consistente.
En resumen, si los tres docentes llegaron a las mismas calificaciones en la evaluación,
podemos decir que la evaluación es fiable, objetiva y, si los ítems y el caso práctico miden
adecuadamente el conocimiento y aplicación de las medidas higiénicas, también es
válida.

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