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¿Qué es la pedagogía y qué estudia?

El origen de la pedagogía se remonta a la Antigua Grecia. Etimológicamente, deriva del griego “paidos” que significa
niño y “agein” que significa guiar, conducir.

La pedagogía es la ciencia que estudia la educación. El objeto principal de su estudio es la educación como un
fenómeno socio-cultural, por lo que existen conocimientos de otras ciencias que ayudan a comprender el concepto
de educación, como por ejemplo, la historia, la psicología, la sociología, la política.

La pedagogía tiene la función de orientar las acciones educativas en base a ciertas prácticas, técnicas, principios y
métodos. A lo largo de la historia, muchos han sido los pedagogos que se encargaron de plantear sus propias teorías
sobre la pedagogía.

Origen de la pedagogía
El uso de métodos y formas para transmitir el conocimiento da la idea de que la pedagogía, aunque no llamada como tal, está
presente desde el inicio de las comunidades. Grecia y las civilizaciones orientales como la egipcia o la china fueron las primeras
en establecer métodos y sistematizar el acceso al conocimiento.

Los grandes pensadores griegos como Platón, Sócrates y Aristóteles dejaron asentado en sus escritos la importancia de asignar
métodos para el conocimiento y estudio de determinadas disciplinas. El acceso a la educación era un privilegio de una porción
pequeña de la sociedad tanto griega como romana.

En el siglo XVII, Juan Amos Comenio sentó algunas de las bases de la pedagogía en su obra: “Didáctica Magna”. Allí expone la
importancia de la educación en el desarrollo de los niños.

También en el siglo XVII surgió en Francia la llamada “pedagogía tradicional”. Dirigida por los jesuitas, destacaba a la escuela
como la principal fuente de transmisión cultural y religiosa dentro de la sociedad. La pedagogía tradicional se basa en la
transmisión de saberes por parte de un maestro y se caracteriza por el rol pasivo de los alumnos.

Johann Heinrich Pestalozzi y Jean-Jacques Rousseau sentaron las bases de la pedagogía moderna, junto con otros pensadores
del siglo XVIII. Ambos pusieron el foco en la evolución de las metodologías pedagógicas.

Fomentaron el desarrollo de métodos de enseñanza que dejaran de lado la educación rígida y la memorización de conceptos
para dar paso a la observación, la experimentación y el razonamiento para que los niños puedan aprender a través de las
experiencias. En su obra “Emilio”, Rousseau destacó la importancia de la educación a través de despertar del interés del niño
y no de la disciplina.

A partir del siglo XIX, y durante todo el siglo XX, la pedagogía moderna puso el foco en la relación maestro – alumno y en el
desarrollo de las capacidades de los estudiantes. Pensadores como Johann Friedrich Herbart, John Dewey, María Montessori y
Jean Piaget hicieron notables aportes en los diferentes tipos de pedagogías.

Características de la pedagogía
 Es una herramienta fundamental en la planificación educativa.
 Se vale de métodos y herramientas para transmitir conocimientos, habilidades o valores.
 Es estudiada por muchos pensadores que aportan su visión y enfoques.
 Se aplica en la escuela, en el hogar y en todos los ámbitos en los que se desarrolla el niño.
 Puede ser de diversos tipos: algunas centradas en el maestro y otras que se centran en el alumno.
 Utiliza conocimientos y herramientas de diversas disciplinas como la psicología, la filosofía o la sociología.
Tipos de pedagogía
Existen diversos tipos de pedagogías que varían según sus características propias o el ámbito en el que se aplican.
Algunas de las más relevantes son:

o Pedagogía infantil. El objeto de estudio es la educación de los niños. La etapa de crecimiento de un niño es
muy importante, ya que es cuando se adquieren competencias fundamentales para el resto de vida, por lo
que la labor de los educadores es fundamental.
o Pedagogía crítica. El objetivo principal es transformar el sistema tradicional y desarrollar un pensamiento
crítico en cada uno de los alumnos.
o Pedagogía conceptual. El objetivo principal es desarrollar el pensamiento, los valores y las habilidades de
cada alumno teniendo en cuenta su edad. Este tipo de pedagogía se divide en: afectiva, cognitiva y
expresiva.
o Pedagogía social. El objetivo principal es desarrollar la igualdad de oportunidades en el acceso a la
educación y poner a la educación al servicio del desarrollo de todos los individuos.
o Pedagogía Waldorf. El objetivo principal es la educación de una persona, en su autonomía y libertad, y
tiene en cuenta la capacidad creativa y artística de cada persona. Este modelo pedagógico fue creado por
el fundador de la antroposofía, Rudolf Steiner está estructurado en tres niveles: el primero abarca a los
niños de hasta seis años y las actividades que se centran en el desarrollo de los sentidos y corporeidad; el
siguiente es para niños de siete a trece años, en este nivel se toma en cuenta el descubrimiento que tiene
cada uno de ellos sobre el mundo; el último nivel va hasta los veintiún años de edad, y es cuando se
desarrolla el pensamiento de forma autónoma y la compresión.
o Psicopedagogía. El objetivo principal es estudiar los procesos psicológicos que ocurren durante el
aprendizaje. Surge de la unión de la pedagogía y la psicología, y suele desarrollarse e implementarse con
más frecuencia en los trastornos de aprendizaje y la orientación vocacional. En la actualidad, muchos
educadores recurren a la psicopedagogía para corregir y orientarse en temas relacionados con la dificultad
en el aprendizaje, de tal manera que esta ciencia los ayuda de forma directa a desarrollar un mejor proceso
de compresión y brinda herramientas que les serán muy útiles para su futuro.
LA EDUCACIÓN COMO INSTRUMENTO POLÍTICO.
A través de la historia, la educación ha sido un mecanismo para compartir conocimiento, generar pensamiento y
propiciar cambios de mentalidad, así como para perpetuar ideologías, cultura, políticas públicas y para justificar el
control político de quienes ostentan el poder. Pero la educación también es un proceso liberador, sobre todo de
las visiones de mundo, mentalidades y aceptación de la desigualdad que afecta el bienestar de los seres humanos.

El valor que tiene la educación es inconmensurable. Por esta razón es que aquellos que tienen en su agenda el
control del pensamiento colectivo y la idea de mantener un “statu quo” se valen de la educación como herramienta.
No obstante, la educación, como decía Freire, puede ser una herramienta de opresión, pero también puede ser
liberadora.

Por ejemplo, Para que Adolf Hitler pudiera llevar a cabo su agenda política se valió de la manipulación masiva
mediante la educación y la propaganda. Convenció con su discurso y difundió su ideal en la sociedad alemana de
principios del siglo XX. Resulta interesante que Hitler, una vez que advino al poder, fundó la Liga Nacionalsocialista
de Maestros. Esta asociación pasó de tener 5,000 seguidores a 220,000, y ya para 1937, el 97% de los docentes
pertenecían a ella (Lobato 2014). Los docentes alemanes difundieron y validaron los principios nazis y con ello
justificaron las acciones del gobierno del Führer. El “Manual oficial para maestros. Educación e instrucción,
publicación oficial del Reich y del Ministerio prusiano de Ciencia, Educación y Cultura nacionales” era la guía que
establecía los principios del sistema educativo nazi y que los docentes debían seguir a cabalidad. Dicho documento
establecía detalladamente desde la manera en que se debían estructurar las aulas hasta lo que debían pensar los
estudiantes.

La Alemania nazi representa solo un ejemplo. Otros casos de estructuras de poder político que utilizaron la
educación como herramienta para justificar su agenda y mantener el control del colectivo que se pueden mencionar
son Rafael Leonidas Trujillo en República Dominicana, Benito Mussolini en Italia, Francisco Franco en España,
Augusto Pinochet en Chile, Fidel Castro en Cuba, y el sistema educativo de los Estados Unidos, cuyo cuño
nacionalista se ha resguardado detrás del llamado “excepcionalismo americano”.

Los ejemplos antes mencionados se distancian de los principios democráticos, toda vez que el pueblo ve minada la
posibilidad de elegir a sus gobernantes y expresarse en torno a los asuntos que afectan al bien común. No obstante,
incluso en aquellos casos donde se llevan a cabo elecciones bajo modelos que se consideran como democráticos,
el sistema educativo se encarga de validar el proceso de selección aunque este no obedezca a los intereses de las
masas, sino a las prerrogativas de quienes ostentan el poder. Los gobiernos, democráticos o no, controlan el sistema
educativo e implementan su política pública conforme a estándares cónsonos con sus agendas gubernamentales.
Los sistemas democráticos no garantizan que el sistema educativo no será utilizado para promover ideologías y
mantener los paradigmas ya establecidos.

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