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TEÓRICOS

 
SOBRE EL MECANISMO PSÍQUICO DE LOS FENÓMENOS HISTÉRICOS
Freud ve que hay síntomas que son desechados por la ciencia y la medicina de la época. Síntomas observables pero
que no tenían ningún fundamento orgánico. Como la histeria, que se consideraba una simulación. 
     Los fundamentos más directos para la génesis de síntomas histéricos han de buscarse en el ámbito de
la vida psíquica.
Punto de partida: los trabajos de Charcot. La histeria traumática.
Charcot, maestro de Freud, estaba estudiando estas enfermedades que a la vista parecían una parálisis orgánica pero
sin fundamento físico que la respalde. Es el primero que le empieza a dar una linealidad/regularidad a algo que era un
desecho para la medicina. Lo hace a través de la hipnosis. Charcot descubre que el trauma debe cumplir 2
condiciones: debe ser grave, representar un peligro de muerte, y debe afectar una zona del cuerpo.
Analogía entre el trauma y la sugestión verbal.
Charcot hipnotiza a sus enfermos y observa que puede, mediante sugestión verbal, recrear los mismos síntomas que en
la parálisis traumática (“tu brazo está paralizado”). Entonces, si el trauma en un caso puede ser sustituido, en otro, por
la sugestión verbal, ello conduce a suponer que también en la histeria traumática una representación es responsable de
su génesis. Se puede suponer que, en el momento del trauma, el enfermo se encontraba en un estado mental particular,
similar a la hipnosis. 
Se puede concluir que: La génesis del síntoma está determinada unívocamente por las circunstancias del trauma.
El análisis de Charcot termina con esto, no le interesa explicar cómo se da esto, no averigua cómo se generan otros
síntomas ni cómo se producen lo síntomas histéricos en la histeria común, no traumática. 
 
     Pasaje de la histeria traumática a la histeria común, no traumática.
A Freud le interesa seguir investigando y saber qué pasa en los casos en los que no hay un trauma mecánico.
Con Breuer descubren que el trauma no es mecánico, sino psíquico. El trauma se vincula con la vida psíquica,
representacional, no necesariamente tiene que haber habido un suceso físico traumático. 
Primera tesis: Existe una total analogía entre la parálisis traumática y la histeria común no traumática: La
determinación del síntoma por el trauma psíquico. No en todos los casos esta determinación es tan transparente; a
menudo, solo consiste en una referencia simbólica entre el ocasionamiento y el síntoma histérico. 
El síntoma tiene el propósito de revelar el estado psíquico mediante uno corporal, para lo cual el uso lingüístico ofrece
los puentes. 
 
     Diferencia entre histeria traumática e histeria común, no traumática.
En la histeria traumática intervino un gran trauma.
En la histeria común, se asiste a una serie de sucesos plenos de afecto: una historia de padecimiento.
Segunda tesis: Una impresión psíquica acrecienta lo que se denomina “suma de excitación”. Se trata de
empequeñecer esa suma de excitación para conservar la salud del individuo. El acrecentamiento de la suma de
excitación acontece por vías sensoriales, su empequeñecimiento por vías motrices.* La reacción adecuada siempre es
la acción. En el análisis, la palabra funciona como sustituto de la acción. Si la reacción frente al trauma psíquico tuvo
que ser interrumpida por alguna razón, aquel conserva su afecto originario, y toda vez que el ser humano no puede
aligerarse del aumento de estímulo mediante “abreacción” está dada la posibilidad de que el suceso en cuestión se
convierta en un trauma psíquico. El mecanismo psíquico sano tiene por cierto otros medios para tramitar el afecto de
un trauma psíquico, por más que le sean denegadas la reacción motriz y la reacción mediante la palabra: el
procesamiento asociativo. El histérico padece de unos traumas psíquicos incompletamente abreaccionados.  
*Enunciación del principio de constancia: el organismo tiende al equilibrio/homeostasis, mantiene constante la
energía. Si recibe una suma de excitación necesita descargarla, y si es demasiada energía o no puede descargarla, se
produce displacer. (Modelo arco reflejo)
 
     Terapéutica: Que el afecto adherido al recuerdo pierda intensidad y el recuerdo sucumba con el tiempo al
olvido, al desgaste. Descubren que los síntomas histéricos desaparecen enseguida cuando se consigue
despertar el recuerdo del proceso ocasionador. Palabra sustituto de la acción. Recurren al método catártico por
medio de la hipnosis porque el enfermo no recuerda el hecho que produce el síntoma: amnesia histérica. 
 
PSICOTERAPIA DE LA HISTERIA
     Barreras y dificultades del tratamiento catártico
El método catártico como ineficaz frente al tratamiento de la neurastenia y la neurosis de angustia. 
Al querer aplicar el método de Breuer (método catártico por hipnosis) a más enfermos, Freud se encuentra con 2
dificultades:
1.      No todas las personas que mostraban síntomas inequívocamente histéricos eran hipnotizables.
2.      La hipnosis no era aplicable a todas las neurosis. Por lo tanto debe averiguar qué caracteriza a la histeria
y la diferencia de otras neurosis. 
Freud se ocupa de caracterizar la etiología y el mecanismo de las neurosis en general: la etiología por la cual las
neurosis eran adquiridas, debía buscarse en factores sexuales; y factores sexuales distintos producen cuadros diversos
de contracción de neurosis. 
Freud hace una distinción entre 3 tipos de neurosis:
·        Neurastenia, en la cual no hay un mecanismo psíquico. 
·        Neurosis obsesiva, en la que se pueden discernir un complejo mecanismo psíquico, una etiología
semejante a la histeria y una vasta posibilidad de reducirla mediante psicoterapia. 
·        Y la Neurosis de angustia, que tampoco tiene un mecanismo psíquico. Sobreviene por la acumulación de
una tensión psíquica de origen sexual. 
El método catártico es capaz de eliminar cualquier síntoma histérico, mientras que es inútil frente a la neurastenia y
solo rara vez influye sobre las consecuencias psíquicas de la neurosis de angustia. Barreras internas de la eficacia del
método catártico: a) debe haber mecanismo psíquico. b) no influye en las condiciones causales de la histeria. No
puede impedir que en lugar de los síntomas eliminados se generen otros nuevos. 
La hipnosis le permitía a Freud ensanchar la memoria para hallar los recuerdos patógenos ausentes en la conciencia
ordinaria. Por eso, cuando vio que algunos enfermos, claramente histéricos, no eran hipnotizables, tuvo que empezar a
buscar otro método para lograr el ensanchamiento. 
Empieza a insistirle a los pacientes y asegurarles que saben el origen del síntoma. Observa que se les van ocurriendo
cosas. Freud hace a los pacientes acostarse y cerrar los ojos, lo que ofrecía cierta semejanza a la hipnosis, y les insistía
todavía más. Así, sin mediar hipnosis alguna, afloraban nuevos y más remotos recuerdos. Un mero esforzar podía
hacer salir a la luz las series de representaciones patógenas. 
Método terapéutico: asociación libre, mediante el artificio de la presión sobre la frente (hipnosis momentáneamente
reforzada). El procedimiento de presión sobre la frente, el trabajo psíquico de empujar, pone al descubierto las
resistencias en la cura, que bajo la hipnosis quedan veladas. (Separación con Breuer). Este artificio no es más que un
ardid (engaño) para sorprender por un momento al yo que se place en la defensa. 
 
     Pasaje de la histeria común, no traumática a la histeria de defensa
Janet y Breuer creían que la histeria se daba por una escisión psíquica.
Teoría: mediante mi trabajo psíquico yo tenía que superar en el paciente una fuerza que contrariaba el devenir
consiente (recordar) de las representaciones patógenas.  Esa podría ser la misma fuerza psíquica que desalojó la
representación de la conciencia y cooperó en la génesis del síntoma histérico. 
Conflicto psíquico ₊ mecanismo de defensa₌ histeria de defensa.
Se encuentra con una resistencia que desalojaba de la conciencia representaciones de naturaleza penosa, aptas para
provocar vergüenza y dolor psíquico. Todas eran de tal índole que a uno le gustaría no haberlas vivenciado, preferiría
olvidarlas. Surge la idea de defensa.
Ante el yo del enfermo se presenta una representación inconciliable, que provocó una fuerza de repulsión del lado del
yo, cuyo fin era la defensa frente a la representación inconciliable, forzándola fuera de la conciencia y el recuerdo.
Represión: esfuerzo de desalojo. Esto lleva a un conflicto psíquico.
El no saber del enfermo es en realidad un no querer saber, más o menos conciente. Y la tarea del terapeuta consiste en
superar esa resistencia de asociación, mediante un trabajo psíquico. 
La intromisión del síntoma en el tratamiento: La resistencia surge frente a la insistencia, en el marco analítico, en
respuesta a la intervención del analista. 
Sobredeterminación del síntoma. En un mismo síntoma confluyen varios hilos asociativos. La mayoría de las veces no
hay una sola explicación para la génesis del síntoma, sino que este deriva de una historia de padecimiento. 
Referente clínico: Elizabeth von R. El síntoma como testimonio del conflicto psíquico.
 
     Resistencia:
La defensa es un proceso del yo que consiste en tornar débil una representación patógena, arrancarle el afecto. Actúa
interrumpiendo las cadenas de asociaciones. 
La representación no está escondida, como algo a lo que no puedo llegar, solo está desalojada de la conciencia, por lo
tanto, del yo (masa homogénea de representaciones). Está separada y hay que unirla. 
De los resultados de la presión sobre la frente, Freud comprende que la representación patógena supuestamente
olvidada se encuentra siempre “en las cercanías”. Se las puede alcanzar mediante unas asociaciones de fácil tránsito,
solo se trata de eliminar resistencias que bloquean el camino hacia el material psíquico patógeno (obstáculos).
No siempre es un recuerdo olvidado el que aflora bajo la presión en la frente. Con mucha más frecuencia emerge una
representación que, dentro de la cadena asociativa, es un eslabón entre la representación de partida y la buscada,
patógena. 
El enfermo sólo se libera del síntoma histérico reproduciendo las impresiones patológicas causadoras y declarándolas
bajo una exteriorización de afecto. La tarea terapéutica consiste en moverlo hacia ello.
El artificio técnico de esta época, la presión sobre la frente, es solidario de la función de resistencia en la cura.
– La resistencia de asociación:
Una fuerza que contraría el devenir consciente de las representaciones patógenas. Es la misma fuerza que cooperó en
la génesis del síntoma. Formas en que presenta en el relato del paciente la resistencia de asociación.
– La resistencia radial:
Articulada al núcleo patógeno: núcleo de recuerdos en los cuales ha culminado el momento traumático.
En torno al núcleo hallamos material mnémico de diversa índole en el análisis que es preciso reelaborar.
 
   Un obstáculo externo en el análisis catártico: 
El vínculo del paciente con el médico se perturba. La compulsión a asociar. La transferencia por enlace falso. El
síntoma neo-producido.
 
     Ordenamiento del material patógeno:
La dinámica de las representaciones se organiza a partir del núcleo patógeno. Este es un enjambre de representaciones
al que es imposible acceder, es lo que el enfermo menos recuerda
El material psíquico es un producto multidimensional de por lo menos triple estratificación.
-Primer tipo de ordenamiento: ordenamiento lineal cronológico, que tiene lugar dentro de cada tema singular.
Afloran cada vez en un orden cronológico y tienen la peculiaridad de invertir, en la reproducción, la secuencia de su
génesis. (Morfológico, de forma)
-Segundo tipo de ordenamiento: estratificación concéntrica en torno al núcleo patógeno. Ordenamiento radial. Los
estratos más periféricos contienen aquellos recuerdos que se rememoran con facilidad, cuanto más hondo se va, se
encuentra mayor resistencia. (Morfológico)
-Tercer tipo de ordenamiento: Es según el contenido de pensamiento, el enlace por los hilos lógicos que llegan hasta
el núcleo, enlace al cual en cada caso puede corresponderle un camino irregular y de múltiples vueltas. Es un sistema
de líneas ramificadas que presentan puntos nodales en los que coinciden 2 o más hilos. En el núcleo desembocan
varios hilos de trayectorias separadas. (Carácter dinámico)
 
No se puede esperar el cese de los síntomas patológicos antes de que se haya operado un análisis pleno para cada
síntoma singular, debido a que síntomas singulares pueden estar atados entre sí por múltiples formaciones nodales. 
Toda histeria es histeria de defensa.
 
Histeria traumática Charcot. Determinación univoca
del síntoma.
Gran trauma por traumatismo
físico.
Hipnosis
Sobre el mecanismo Obstáculo: Amnesia
psíquico de los fenómenos histérica
histéricos
Histeria común no Freud y Breuer ≠ Janet
traumática Determinación univoca. Trauma
psíquico.
Método catártico + hipnosis
Psicoterapia de la histeria Obstáculo: Resistencia
Histeria de defensa Freud ≠ Breuer.
Método asociación libre + presión
en la frente.
Sobredeterminación del síntoma.
Defensa.

SEMINARIOS
ETIOLOGIA DE LA HISTERIA
     Causación de un estado patológico:
Freud avanza del síntoma a la causa del mismo. Pasa de buscarle una explicación biológica al síntoma, como se hacía
en esa época, a entender la causa del síntoma sin afección orgánica.  
A Freud le preocupa la etiología de la histeria, su causa. En la época de Freud, las personas histéricas eran mujeres que
tenían condiciones físicas severas pero sin afecciones orgánicas. Se las trataba de falsas y se decía que estaban
actuando. Freud empieza a escuchar el padecimiento de las mujeres y se da cuenta que no estaban fingiendo. Ubica a
la histeria en el campo de las neurosis, debido a la irritabilidad y el nerviosismo producidos por la irritación del
sistema nervioso. 
Charcot, profesor de Freud, considera que la etiología de la histeria es la herencia. Luego Breuer, amigo de Freud, dice
que los síntomas de la histeria derivan de ciertas vivencias de eficacia traumática que el enfermo ha tenido, que son
reproducidos en su vida psíquica. La eficacia traumática son las condiciones para que algo devenga en síntoma. 
(Breuer y Freud utilizaban el método catártico mediante la hipnosis para reorientar la atención del enfermo desde el
síntoma hasta la escena en la cual y por la cual el síntoma se engendró. Una vez que se llega al recuerdo olvidado y
haciendo hablar al paciente sobre él, el síntoma se elimina. Freud comprende que mediante el estudio de las escenas
traumáticas se puede averiguar qué influjos produjeron los síntomas histéricos y de qué modo lo hicieron.) 
La eficacia traumática de la vivencia depende de 2 condiciones: Idoneidad determinadora y fuerza traumática.
Idoneidad determinadora: el síntoma está ligado a una representación, una situación traumática. La representación
debe tener un nexo lógico con el síntoma, no es azaroso. Para que una representación devenga traumática no debe
haber habido descarga inmediata. Debe haber un intervalo entre el accidente y el síntoma, enfermamos del recuerdo,
no de la vivencia. Fuerza traumática: la vivencia debe tener intensidad y justificar al trauma. Lo traumático tiene que
ver con lo cuantitativo: entran niveles de energía superiores a los que se puede procesar, se da una conmoción en el
equilibrio (no necesariamente tiene que ver con algo negativo). 
La representación ingresa al aparato como un conjunto de representación con monto de afecto (suma de excitación).
Resulta inconciliable cuando ese monto de afecto es muy grande. 
Nexo lógico asociativo: asocio el monto de afecto de una representación a otra. 
 
     Propone:
-Una teoría psicológica. Tesis: La cooperación de recuerdos.
Ningún síntoma histérico puede surgir de una vivencia real sola, sino que todas las veces, el recuerdo de vivencias
anteriores despertado por vía asociativa coopera en la causación del síntoma. Cadena asociativa: es el modo en que
la eficacia traumática se manifiesta: siguiendo una cadena de nexos lógicos entre asociaciones, llego a la situación
traumática que provoca los síntomas. Condición psicológica del síntoma histérico: Estas escenas tienen que estar
presente como recuerdos inconcientes, sólo así pueden producir y sustentar síntomas histéricos. El recuerdo no es
conciente, es amnésico (amnesia histérica). 
El síntoma está sobredeterminado, tiene varias causas (historia de padecimiento). Entre el síntoma y la causa hay un
intervalo de representaciones. Eficacia póstuma. 
-Una terapéutica: Rectificar el decurso psíquico por reproducción de la escena traumática. Reorientar la tensión del
enfermo a esas primeras vivencias traumáticas. Ir por las vías asociativas a la causa. Apunta a reproducir la escena
traumática. Hay que hacer hablar al síntoma y solo así será superado. No importa cómo sucedió realmente el
accidente, sino cómo la persona lo recuerda. 
-Una técnica: Entre el recuerdo hallado y el por hallar se intercalan muchas escenas, cadenas de recuerdos al modo de
un árbol genealógico. (Cadena asociativa)
Es necesario guiar la atención hacia los hilos asociativos que enlazan el recuerdo hallado y el recuerdo por hallar
(idoneidad determinadora, nexos lógicos). 
 
     Condición etiológica de los síntomas histéricos. Tesis: no importa el caso o el síntoma del cual uno haya
partido, infaliblemente se termina por llegar al ámbito del vivenciar sexual. En la base de todo caso de
histeria se encuentran una o varias vivencias de experiencia sexual prematura, pertenecientes a la
tempranísima niñez. 
Todas las cadenas asociativas convergen en la sexualidad. Las vivencias sexuales traumáticas se dan antes de la
pubertad, en la niñez, pero se resignifican en la pubertad. Resultan traumáticas porque se le quita el monto de afecto y
queda eliminada de la conciencia, eso produce el síntoma. Al principio son ineficientes solo cobran eficacia patógena
cuando son despertadas como unos recuerdos inconcientes. La escena en sí no es traumática, se vuelve patógena por el
recuerdo, una segunda escena que resignifica. 
No sobreviene un sentimiento mnémico sobre ellas, nada saben (amnesia histérica), solo son reproducibles por el
tratamiento analítico.
 
     Premisa indispensable: debe haber una vivencia sexual infantil que debe rebasar en monto afectivo la
medida de lo normal (fuerza traumática).
Tiene como referente el principio de constancia. Relación con la etiología auxiliar. 
 
     Conflicto psíquico: El estallido de la histeria se debe a un conflicto psíquico entre representaciones. Debe
haber habido una vivencia sexual prematura que deviene traumática. Una representación inconciliable pone en
movimiento la defensa del yo e invita a la represión.  La causa del síntoma es una perturbación de lo psíquico.
El trauma es algo incompletamente abreaccionado (descargado). Es necesario que sea rebasado cierto umbral
para el estallido de la enfermedad, (la fuerza traumática).
 
     Condiciones del efecto patológico del afán defensivo (represión):
La defensa alcanza el propósito de esforzar fuera de la conciencia la representación inconciliable cuando están
presentes unas escenas sexuales infantiles como recuerdo inconciente, y cuando la representación que se ha de
reprimir entra en nexo lógico con una de tales vivencias infantiles que están presentes como recuerdo inconciente. 
No importa la sola existencia de la vivencia, cuenta la condición psicológica, tienen que estar presentes como recuerdo
inconciente, solo así pueden producir y sustentar síntomas histéricos.
 
     Temporalidad retroactiva: es el recorrido en el tiempo que se da en el psicoanálisis. Va del síntoma a la
causa. Del síntoma (tiempo 2), se resignifica el tiempo 1 (la vivencia traumática), que estaba mudo, el
paciente no lo recordaba. No es la vivencia en si lo q resulta traumática, sino su recuerdo. 
 
PSICOPATOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIANA: RECUERDOS ENCUBRIDORES Y RECUERDOS DE
INFANCIA
Recuerdos encubridores: entre los más tempranos recuerdos de infancia de una persona, a menudo parecen haberse
conservado los indiferentes y accesorios, en tanto que en la memoria del adulto no se encuentra huella alguna de
impresiones importantes, muy intensas y plenas de afecto. Los recuerdos indiferentes de la infancia deben su
existencia a un proceso de desplazamiento. Son el sustituto de otras representaciones importantes. Su reproducción
directa está estorbada por una resistencia. 
Deben su conservación no a su contenido propio sino a un vínculo asociativo de su contenido (enlaces verbales,
palabras puente) con otro reprimido. 
Son un sustituto por desplazamiento a lo largo de una asociación superficial. 
Aparece el asombro por conservar un recuerdo indiferente, se trata de una formación del inconciente. 
De los recuerdos de infancia no poseemos la huella mnémica real y efectiva, sino una elaboración posterior de ella.
Por lo tanto los recuerdos de infancia son universalmente recuerdos encubridores. 
El logro de la memoria solo puede aparecer con los recuerdos fallidos.  No es simple infidelidad de la memoria, la
memoria es tendenciosa.
El síntoma y los recuerdos encubridores son sustituto de alguna cosa que ha generado conflicto psíquico y ha quedado
segregado de la conciencia como algo inconciente. Esto obedece a un mecanismo psíquico: la defensa. 
 
1º TEORIA DE LA ANGUSTIA (Manuscrito E y Sobre la justificación de separar de la neurastenia…)
Para la época, se consideraba neurastenia a todo proceso, síntoma, que no tenía explicación. Freud separa la neurosis
de angustia de la neurastenia porque (la neurosis de angustia) no responde al campo de las representaciones. Pero
ambas son parte de las neurosis actuales ya que no hay mecanismo psíquico en juego, tienen que ver con una tensión
orgánica, frustración sexual. Quedan fuera del análisis. 
Neurosis de angustia: Se produce en el cuerpo una excitación sexual, tensión sexual somática, que puede aparecer por
una cuestión endógena (se activa involuntariamente en el interior del organismo) o una cuestión exógena (situación
exterior que lo activa). Para que se descargue correctamente esta tensión debe estar el objeto adecuado y la acción
específica (coito). Al no estar el objeto ni la acción, la tensión sexual se desvía como angustia. 
La fuente de angustia no ha de buscarse dentro de lo psíquico, no proviene de una representación reprimida, sino que
se sitúa en lo físico; factor físico de la vida sexual. Se trata de una acumulación de tensión sexual física (excitación),
que es consecuencia de una descarga estorbada, la tensión no se gasta adecuadamente.
Transposición (mudanza) de la tensión sexual somática acumulada en angustia.
La tensión física crece, alcanza el umbral con el que puede despertar afecto psíquico pero el anudamiento psíquico que
se le ofrece permanece insuficiente, la tensión física no ligada psíquicamente se muda en angustia.
Manifestaciones somáticas de la angustia: taquicardia, sudoración, tensión en el cuerpo, ataque de pánico. Solo hay un
cuerpo que se expresa, no puede hablar. (Diferente del síntoma, que pone a hablar al paciente).
A diferencia de la neurosis de angustia, se da una neurastenia cuando se descarga una tensión sexual mediante el
objeto adecuado pero no la acción adecuada, o mediante la acción adecuada pero no lo objeto adecuado. 
 
TRABAJOS PRÁCTICOS
 
LAS NEUROPSICOSIS DE DEFENSA
     Hipótesis vigentes sobre la histeria.
Histeria de retención/traumática (Charcot). Histeria hipnoide (Breuer). Histeria de defensa (Freud). 
Supuesto compartido por todas las teorías: los síntomas histéricos se deben a una escisión de la conciencia con grupos
psíquicos separados. Janet: la escisión de la conciencia es primaria, hereditaria. 
 
     Novedad introducida por Freud
La escisión de la conciencia es consecuencia de la defensa (no es primaria, sino secundaria). El enfermo no se propone
producir la escisión de la conciencia, su propósito es otro, pero no alcanza su meta. “La tarea que el yo defensor se
impone, tratar como no acontecida la representación inconciliable, es directamente insoluble para él (...)”.
 
     Defensa.
La defensa se produce cuando sobreviene un caso de “inconciliabilidad en la vida de las representaciones”. El aparato
psíquico se defiende del conflicto psíquico que ocasionan las representaciones inconciliables. 
Frente a una representación inconciliable, “la defensa opera mediante el divorcio de la representación y el afecto”, ya
que ambos tienen destinos diferentes: mientras la representación permanecerá segregada de la conciencia, el afecto
podrá trasponerse o desplazarse. Cuando el monto de afecto se desplaza a una representación del cuerpo, se llama
conversión, y es típico de la histeria. Cuando se desplaza a otra representación de la masa homogénea, se denomina
falso enlace, y es un mecanismo de formación de síntoma en la representación obsesiva y la fobia. 
Conectar con el “no querer saber de los histéricos” (“Sobre la psicoterapia de la histeria”).
 
     Conflicto psíquico. Inconciabilidad psíquica. 
La representación inconciliable provoca un conflicto con el resto de las representaciones que forman el yo, porque
nace “las más de las veces del terreno del vivenciar y sentir sexual”. La defensa se activa cuando se da un conflicto
psíquico, y a partir de este, se conforman las neuropsicosis. 
Ejemplificar con Cäcilie M y Elizabeth Von R.
 
     Grupo psíquico segundo.
Se produce como resultado de la operación de la defensa. “La huella mnémica de la representación reprimida no ha
sido sepultada sino que forma en lo sucesivo el núcleo de un grupo psíquico segundo”.
Es el antecedente conceptual del inconciente.
 
     Síntoma.
Aparece como representación sustitutiva de la representación disociada en la conciencia. Su presencia es un
testimonio del conflicto psíquico a raíz del cual operó la defensa.
Conversión: resulta de la transposición del afecto a una representación corporal que tenga un nexo asociativo con la
representación inconciliable. 
Representación obsesiva: el afecto se desplaza a otras representaciones en sí no inconciliables, que en virtud de este
“falso enlace” devienen representaciones obsesivas.
 
     Rechazo conjunto en la psicosis.
“El yo desestima la representación insoportable junto con su monto de afecto y se comporta como si la representación
nunca hubiese comparecido. Solo que en ese momento, […] la persona se encuentra en una psicosis […].”
 
     Hipótesis auxiliar.
En las funciones psíquicas cabe distinguir algo –monto de afecto, suma de excitación- que tiene todas las propiedades
de una cantidad: es susceptible de aumento, disminución, desplazamiento y descarga, y se difunde (pasa, se transmite)
por las huellas mnémicas de las representaciones (como lo haría una carga eléctrica por la superficie de los cuerpos). 
Supuesto que está en la base del concepto de defensa, y también sostiene el ppio de constancia.
 
LA PROTON PSEUDOS HISTÉRICA. CASO EMMA.
Emma no podía ir sola a una tienda. Recuerda que cuando tenía 12 años fue sola a una tienda a comprar algo y vio a
los dos empleados reírse entre ellos (de uno de los cuales guarda memoria), y salió corriendo presa de algún afecto de
terror. Sobre esto se despiertan unos pensamientos: se reían de su vestido, y uno de ellos le había gustado
sexualmente. (Escena 1) 
Luego recuerda que a los 8 años fue sola a la tienda de un pastelero, y este le pellizcó los genitales a través del vestido,
mientras se reía. Luego acudió una segunda vez a la tienda, por lo cual se reprocha. (Escena 2) 
     Los nexos lógicos: Risa y vestidos, y estar sola en un negocio. Conexión asociativa entre las dos escenas.
La risa de los empleados le hacía acordarse de la risotada con que el pastelero había acompañado su atentado. 
     Enlaces falsos: los empleados se ríen a causa de su vestido, y uno de los empleados ha excitado su gusto
sexual. 
     La temporalidad del trauma
La inversión de la temporalidad cronológica: Temporalidad retroactiva: la escena 2, que en realidad es primera en el
tiempo, es resignificada por la escena 1, que sucedió después. Comprendemos la escena 1 si recurrimos a la escena 2.
En la tienda los dos empleados ríen, esta risa evoca (inconscientemente) el recuerdo del pastelero. Este recuerdo
despierta un desprendimiento sexual que se transpone en angustia. (Es con la pubertad que el recuerdo de los 8 años se
resignifica).
Las dos escenas se articulan vía trabajo asociativo como recuerdo actual.
En el primer tiempo, escena ll, el atentado vale como elemento reprimido e inconciente, su recuerdo solo a posteriori,
con la pubertad, deviene trauma. La eficacia traumática está dada por el encadenamiento de dos representaciones.
A partir de este enlace se fundamenta la compulsión y el determinismo del síntoma. No ingresa a la conciencia el
eslabón que despierta interés (atentado), sino otro, como símbolo (vestido).
 
     El valor del recuerdo inconciente y el desprendimiento sexual
El desprendimiento sexual se anuda al recuerdo del atentado pero no se anuda al atentado cuando fue vivenciado. El
recuerdo despierta un afecto que como vivencia no había despertado. 
El desprendimiento sexual que se traspone en angustia, afecto de terror es despertado retroactivamente.
Articulación con la noción de defensa nociva en el manuscrito K. 
 
MANUSCRITO K. LAS NEUROSIS DE DEFENSA.
El texto se organiza en relación a 2 preguntas centrales
-¿Qué pone en marcha a la defensa?
-¿De dónde proviene el displacer?
 
     Las condiciones para que se dé una neurosis de defensa son: Sexualidad y temporalidad. Debe haber
habido una situación de índole sexual en la infancia. 
     Defensa: es causada por el conflicto psíquico que provoca displacer. El aparato psíquico se rige por el
principio de constancia, y el displacer se produce por un aumento de tensión. Lo que pone en marcha a la
defensa es la necesidad de evitar el displacer para mantener el principio de constancia. 
 
     Teoría de la defensa: hay dos tipos de defensa: Normal y nociva.
Tendencia defensiva normal: Repugnancia a guiar la energía psíquica de suerte que genere displacer. No puede ser
vuelta contra percepciones, sólo cuenta contra el recuerdo. Es inocua cuando se trata de representaciones que
estuvieron enlazadas con displacer, pero son incapaces de cobrar un displacer actual. Tiende a reinvestir recuerdos que
no generen displacer. 
La defensa se vuelve nociva: Cuando se dirige contra representaciones que desprenden un displacer nuevo siendo
recuerdos. (Eficacia póstuma) Para ello sólo hace falta que entre la vivencia y su repetición en el recuerdo se interpole
la pubertad, que acrecienta el efecto del despertar {de aquella}. 
 
Frente a la pregunta ¿De dónde proviene el displacer que una estimulación sexual prematura está destinada a
desprender, y sin el cual no se explicaría una represión {esfuerzo de desalojo}.? 
Freud responde: Dentro de la vida sexual tiene que existir una fuente independiente de desprendimiento de displacer
(antecedente de la pulsión). 
¿Cómo puede ser que un recuerdo genere displacer y pueda generar mayor displacer que la vivencia?
Ese recuerdo tiene que estar asociado a una vivencia que haya generado un aumento de tensión. Para que genere más
displacer que la vivencia en sí, debe ser un recuerdo de una vivencia sexual prematura. La vivencia en su momento no
tuvo un gran monto de afecto. La pubertad permite resignificar. Hay una segunda vivencia que remite a ese recuerdo,
y es por ese efecto retardado que la vivencia deviene displacentera. Esa vivencia debe tener eficacia traumática. 
 
     La trayectoria de la enfermedad: Fórmula canónica
En las neurosis de represión es en general siempre la misma. 
1) Vivencia sexual prematura traumática (ha de reprimirse).
2) Pubertad. Madurez sexual. Permite asociar la vivencia con un estado afectivo (penoso o alegre) aunque tenga
monto de afecto. 
3) Represión de esa vivencia a raíz de una ocasión posterior que despierta su recuerdo y resulta inconciliable, y así se
lleva a la formación de un síntoma defensivo primario.
4) Estadio de defensa lograda/Período de salud aparente, que se asemeja a la salud salvo en la existencia del síntoma
primario. La representación a la que se une el monto de afecto de la VSPT no molesta, pero el afecto sigue estando.
Cualquier falso enlace es una formación de compromiso. 
5) Retorno de lo reprimido. Estadio en que las representaciones reprimidas retornan, y en la lucha entre estas y el yo,
forman síntomas nuevos, síntomas defensivos secundarios. Fracaso en la defensa. 
Intenta universalizar la relación entre la defensa y el síntoma, que introduce la noción de retorno de lo reprimido, para
dar cuenta de la formación de síntoma.
 
NUEVAS PUNTUALIZACIONES SOBRE LAS NEUROPSICOSIS DE DEFENSA
     Condiciones específicas de la histeria: 1) Pasividad sexual en períodos presexuales; 2) las vivencias no
poseen efecto traumático en sí, sino por la resignificación del recuerdo luego de la pubertad. 
     Las representaciones obsesivas son reproches que retornan de la represión y están referidos a una acción de
la infancia, una acción sexual realizada con placer. No son de forma pasiva como en la histeria, sino que se
trata de agresiones ejecutadas con placer y con participación, es vivido de forma activa. 
     Trayectoria típica de una neurosis obsesiva.
1.      Período de inmoralidad infantil: se producen las vivencias de seducción sexual que luego posibilitan
la represión. Y después las acciones de agresión sexual contra otro, que más tarde aparecen bajo la forma de
acciones-reproche. 
2.      Maduración sexual: al recuerdo de aquellas acciones placenteras se anuda un reproche. 
3.      Salud aparente, defensa lograda. el nexo con la vivencia inicial de pasividad posibilita reprimir ese
reproche y sustituirlo por un síntoma defensivo primario. 
4.      Retorno de los recuerdos reprimidos: fracaso de la defensa. Lo que deviene conciente como
representación y afecto obsesivos, sustituyendo al recuerdo patógeno en el vivir conciente, son unas
formaciones de compromiso entre las representaciones reprimidas y las represoras. Período de enfermedad:
estallido de la neurosis, aparecen los síntomas. 
Conectar con la “fórmula canónica” del Manuscrito K.
     Acento del texto.
Articulación entre los procesos de la represión, del retorno de lo reprimido y la formación de representaciones de
compromiso.
 
CÄCILIE M.
Sufría, entre otras cosas, de una violentísima neuralgia facial que le emergía de repente dos o tres veces por año, le
duraba de 5 a 10 días, desafiaba cualquier terapia y después cesaba como si la hubieran amputado. En los primeros
años en que apareció esta condición (la neuralgia ya llevaba 15) se culpó a los dientes de alimentar a esta dolencia, por
los que fueron condenados a extracción. Esto no tuvo ningún éxito, la neuralgia esa vez se descargó durante meses. En
uno de los ataques Freud descubre que mediante hipnosis podía hacer que los dolores cesaran, por lo que se da cuenta
que no era una neuralgia real, física, sino histérica. Un año después, el estado patológico cobró un giro nuevo y le
sobrevinieron estados diversos de los que había padecido en los últimos años. Pero, tras alguna meditación, la enferma
declaró que ya los había tenido; y de hecho se desenvolvió una sorprendente multitud de incidentes histéricos que la
enferma fue capaz de ir localizando en su correcto lugar del pasado, y pronto se volvieron también reconocibles las
conexiones de pensamientos que comandaban la secuencia de tales incidentes. En un severo ataque de neuralgia,
cuando intenté convocar la escena traumática, la enferma se vio trasladada a una época de gran susceptibilidad
anímica hacia su marido. Contó sobre una plática que tuvo con él, sobre una observación que él le hizo y que ella
concibió como grave afrenta, luego se tomó de pronto la mejilla, grito de dolor y dijo “para mí eso fue como una
bofetada”. Pero con ello tocaron a su fin el dolor y el ataque. 
Al día siguiente, he ahí de nuevo instalada la neuralgia, solo que esta vez se pudo solucionar por la reproducción de
otra escena cuyo contenido era, de igual modo, un supuesto ultraje. Y así se siguió durante 9 días. Parecía deducirse
que durante años, las afrentas, en particular las inferidas de palabra, habían convocado nuevos ataques de esta
neuralgia facial por el camino de la simbolización. 
 
     El determinismo psíquico.
Los síntomas están determinados psíquicamente. 
El nexo entre ocasionamiento y síntoma. Hay un enlace asociativo entre el dolor físico y el afecto psíquico. 
El síntoma como testimonio del conflicto psíquico y como un mensaje a descifrar. Histeria de defensa.
La eficacia de la cura 
 
     La conversión simbolizadora.
Expresar el estado psíquico mediante uno corporal gracias a los puentes lingüísticos. El afecto de la representación se
transpone en una representación corporal y se da la conversión por simbolización. El lenguaje aparece como un puente
lingüístico para posibilitar la simbolización. 
 
EL OLVIDO DE NOMBRES PROPIOS
     El olvido como formación del inconciente.
“Junto al olvido simple de nombres propios, se presenta también un olvido que está motivado por represión.”
 
     Sustitución por desplazamiento.
No solo se produce un olvido, sino también un recuerdo falso, aparecen nombres sustitutivos.
El proceso destinado a reproducir el nombre olvidado se ha desplazado hacía un sustitutivo incorrecto. Tal
desplazamiento no es dejado al libre albedrio psíquico, sino que obedece unas vías calculables y ajustadas a ley. El
nombre o nombres sustitutivos mantienen un nexo pesquisable (nexo lógico) con el nombre buscado. 
Desarrollo del ejemplo de Signorelli (con el cuadro) para la ejemplificación de los temas.
 
     Sobredeterminación.
No hay una única explicación, no es una relación univoca. 
El desplazamiento obedece a unas vías calculables. El nombre sustitutivo mantiene un nexo pesquisable con el
nombre buscado.
Nexos lógicos. Se ha producido un enlace entre el nombre buscado y el tema reprimido.
 
     Nombres sustitutivos como formación de compromiso.
Aluden tanto a lo que se quería olvidar como a lo que se quería recordar. El monto de afecto de la representación que
se quería olvidar se desplaza a otra representación. 
El propósito de olvidar algo ni se logró del todo ni fracasó por completo.
 
     Represión. 
El elemento reprimido se apodera asociativamente del nombre buscado y lo arrastra consigo hacia la represión. Frente
al olvido de nombres propios, se presenta también un olvido que está motivado por la represión. 
Se despega la defensa del acto voluntario. “Mi acto de voluntad erró su meta, y olvidé lo uno contra mi voluntad
cuando quería olvidar lo otro adrede.”
 
EL CHISTE Y SU RELACION CON LO INCONCIENTE. LA TECNICA DEL CHISTE
     El chiste como formación del inconciente.
Es un modo de decir aquello que no alcanza a ser dicho de otra manera. En el chiste, la vía directa del aparato psíquico
está interrumpida, el inconsciente por, medio de leyes, logra abrir paso e irrumpir en la conciencia. Hay una ganancia
de placer mediante el chiste. 
El carácter chistoso no está en el pensamiento, sino que hay que buscarlo en la expresión verbal.
 
     La técnica del chiste
Condensación con formación sustitutiva. Constitución de una palabra mixta: Famillionar. Desarrollo del ejemplo de
Famillionario. 
Funciona una “fuerza compresora” que actúa sobre la frase, pero la segunda proposición no desaparece sin dejar un
sustituto. La palabra mixta es la que entraña el efecto hilarante del chiste.
Desplazamiento: desvío de la ilación de pensamiento, el desplazamiento del acento psíquico a un tema diverso del
comenzado. Ejemplo “¿Has tomado un baño?”.
El chiste se entiende en un contexto subjetivo, determinado. Si no entendemos el contexto es muy difícil que
entendamos el chiste. 
 
     Mecanismos de la defensa: condensación y desplazamiento. 
 
Segundo módulo: SUEÑOS Y APARATO PSIQUICO
 
Teóricos: Puntos 5 y 6: Primera ordenación metapsicológica. Experiencia de satisfacción.
Seminarios: Punto C: Formaciones del inconciente: sueños.
Prácticos: Punto III: Aparato psíquico
 
Seminarios
 
INTERPRETACION DE LOS SUEÑOS. VI. El trabajo del sueño.
El sueño como escritura jeroglífica 
·         Entre el contenido onírico y los resultados de nuestro estudio se incluye un nuevo material psíquico:
el contenido latente o pensamientos del sueño. Desde ellos, y no desde el contenido manifiesto, desarrollamos
la solución del sueño. 
El contenido manifiesto del sueño se nos aparece como una transferencia de los pensamientos del sueño a otro modo
de expresión, cuyos signos y leyes de articulación debemos aprender a discernir por vía de comparación entre el
original y su traducción. Es el relato del sueño. 
El contenido del sueño nos es dado como en una pictografía, cada uno de cuyos signos ha de transferirse al lenguaje
de los pensamientos del sueño. Equivocaríamos manifiestamente el camino si quisiésemos leer esos signos según su
valor figural en lugar de hacerlo según su referencia signante. No puede leerse al sueño como una pictografía (imagen
que remite a un concepto físico), sino que vale por la relación entre sus elementos (contenido manifiesto y
pensamientos latentes). Relación entre signos o representaciones.  Debe entenderse como un rébus, un juego entre
palabras e imágenes visuales, un acertijo en imágenes. 
Los pensamientos latentes del sueño nos resultan comprensibles tan pronto como llegamos a conocerlos. Son las
asociaciones que hacemos a partir del relato. 
·         Colaboran la condensación y el desplazamiento de valores psíquicos a lo largo de la cadena asociativa.
Lo primero que muestra al investigador la comparación entre el contenido y los pensamientos del sueño es
que aquí se cumplió un vasto trabajo de condensación. El sueño es escueto y pobre si se lo compara con la
extensión y riqueza de los pensamientos oníricos. No sólo los elementos del sueño están determinados de
manera múltiple por los pensamientos oníricos, sino que los pensamientos oníricos singulares están también
subrogados en el sueño por varios elementos. De un elemento del sueño, la vía asociativa lleva a varios
pensamientos latentes, y de un pensamiento, a varios elementos del sueño. 
Los elementos que en el contenido manifiesto del sueño se imponen como los ingredientes esenciales, en
modo alguno desempeñan el mismo papel en los pensamientos oníricos. Y lo que en los pensamientos
oníricos constituye evidentemente el contenido esencial, ni siquiera necesita estar presente en el sueño. El
sueño está diversamente centrado, desplazado, y su contenido se ordena en torno de un centro constituido por
otros elementos que los pensamientos oníricos. En el trabajo onírico se exterioriza un poder psíquico que por
una parte despoja de su intensidad a los elementos de alto valor psíquico, y por otra procura a los de valor
ínfimo nuevas valencias por la vía de la sobredeterminación, haciendo que estos alcancen el contenido
onírico. Ocurre entonces una transferencia y un desplazamiento de las intensidades psíquicas de los elementos
singulares, de lo cual deriva la diferencia de texto entre contenido y pensamientos oníricos. Desplazamiento:
se cambia el acento de los elementos oníricos. 
 
7º CONFERENCIA. Contenido manifiesto del sueño y pensamientos oníricos latentes.
·                                          El sueño como sustituto desfigurado de algo inconciente.  Para que algo inconciente pueda
acceder a la conciencia debe ser desfigurado/alterado, de modo que no se comprenda fácilmente. Esta desfiguración se
da a través de la condensación y el desplazamiento, se desplaza el acento de lo importante a lo inimportante. Y a
través del trabajo de interpretación del sueño y de los pensamientos latentes podemos llegar a entender a qué se
refiere.
 
·                                               El trabajo de interpretación nos permite entender el mecanismo por el cual se
produce el sueño. Voy del contenido manifiesto al sentido (pensamientos latentes) por medio de asociaciones
libres. Nuestra técnica radica en hacer que emerjan, por asociación libre sobre estos elementos, otras
formaciones sustitutivas desde las que podamos llegar a lo oculto. Se realiza en contra de una resistencia que
le es contrapuesta y cuyas exteriorizaciones son aquellas objeciones críticas. Tales objeciones nunca tienen
razón, las ocurrencias que se quiere sofocar son, sin excepción, las más importantes, las decisivas para
descubrir lo inconciente. 
[Articular con Conferencia 11º]
 
·                                          Reglas a observar en el trabajo de interpretación de los sueños:  
1.       No hay que hacer caso de lo que el sueño parece querer decir, sea comprensible o absurdo, claro o
confuso, porque nunca será eso lo inconciente que buscamos. 
2.       Hay que limitar el trabajo a evocar, para cada elemento, las representaciones sustitutivas sin reflexionar
sobre ellas, sin examinarlas para averiguar si contienen algo pertinente, sin hacer caso de cuán lejos nos lleven
del elemento onírico. 
3.       Hay que esperar hasta que lo inconciente oculto, buscado, se instale por sí solo. 
 
·                                          Resistencias: lo que opone dificultad al trabajo de interpretación. Son independientes de las
convicciones del soñante. Tropezamos con resistencias cuando, desde ese sustituto que constituye el elemento onírico,
queremos avanzar hasta su inconciente oculto. Entendemos entonces que, tras el sustituto, debe haber algo
significativo. 
Puede haber resistencias mayores o menores. Cuando la resistencia es escasa, el sustituto no está muy alejado de lo
inconciente. Pero una resistencia mayor conlleva mayores desfiguraciones de lo inconciente y, por lo tanto, una
distancia mayor desde el sustituto hasta lo genuino. 
[Conectar con lo trabajado en teóricos sobre las resistencias]
 
·                                          Contenido manifiesto y pensamientos latentes: Llamaremos contenido manifiesto del sueño
a lo que el sueño cuenta, es algo no genuino, un sustituto de algo desconocido e inaccesible para el soñante. Solo se
vuelve accesible a través de asociaciones libres, haciendo que emerjan otras formaciones sustitutivas desde las que se
pueden deducir lo oculto. Y pensamientos latentes del sueño a aquello oculto a lo cual debemos llegar persiguiendo
las ocurrencias. Es lo genuino, inconciente e inaccesible a la conciencia. 
 
·                                          Sueño de “Tres entradas….”.
 [Trabajar conjuntamente con conferencia 14ª]
 
9º CONFERENCIA. La censura onírica.
·                                          Función del sueño: preservar de perturbaciones el dormir, ser guardián del dormir. Los
sueños son eliminaciones de estímulos perturbadores del dormir, por la vía de la satisfacción alucinada. 
·                                          Desfiguración onírica: es una consecuencia (producto) de la censura onírica ejercida por
tendencias admitidas del yo en contra de mociones de deseo cualesquiera, chocantes, que se agitan en nosotros por las
noches, mientras dormimos. Es aquello que nos hace aparecer ajeno e incomprensible el sueño. Es la obra del trabajo
del sueño. La desfiguración onírica es proporcional a dos factores: se vuelve mayor por una parte, cuanto peores sean
los deseos que han de censurarse, pero, por la otra, cuanto mayor sea la rigidez con que se presenten las exigencias de
la censura en ese momento. 
[Articular con la Conferencia 11º y el trabajo del sueño]
·                                          Censura onírica. Hay que atribuirle una participación en la desfiguración onírica.
Dondequiera que haya lagunas dentro del sueño manifiesto, la censura onírica es la culpable. Se presenta mediante la
producción de atenuaciones, aproximaciones, alusiones, en lugar de lo genuino. La censura onírica es la causante o
uno de los causantes de la desfiguración del sueño. Persiste como institución permanente con el propósito de mantener
la desfiguración. Obra contra tendencias de naturaleza enteramente repudiable, chocantes en el aspecto ético, estético
o social, cosas en las que ni siquiera se osa pensar o en que se piensa con repugnancia. Efectos de la censura/medios
de desfiguración del sueño: 
Omisión: el sueño muestra varias lagunas, no del recuerdo, sino del contenido. Está como borrado, el carácter
chocante del contenido del sueño hace que se sofoque, que se suprima.
Modificación: dice algo más allá delo que quiere decir. Lo dice sin decirlo, lo dice de otra manera.
Y reagrupamiento/descentramiento: hay un desvío en la importancia de los elementos. 
Modificación y reagrupamiento suelen reunirse bajo el título de desplazamiento. 
·                                          Desplazamiento del acento es uno de los recursos principales de la desfiguración onírica y
presta al sueño aquella ajenidad en virtud de la cual el soñante mismo no querría conocerlo como algo producido por
él. Se produce por la vía de la sobredeterminación.
 Es obra de la censura onírica y una operación principal para alcanzar la desfiguración.
·                                          Deseos censurados: tendencias contra las cuales se dirige la censura. Son exteriorizaciones
de un egoísmo sin límites ni miramientos. En el sueño han alcanzado una expresión desfigurada. Quieren perturbarnos
mientras dormimos. Nos son desconocidos, únicamente por la interpretación del sueño nos enteramos de ellos. 
·                                          Lo “permanentemente” inconciente.
 
11º CONFERENCIA. El trabajo del sueño.
·                       Relaciones existentes entre los “elementos oníricos y lo genuino de ellos”: de la parte al todo, la
aproximación o alusión, la referencia simbólica y la figuración plástica de palabras. 
·                                          El trabajo del sueño: del contenido latente al contenido manifiesto; y el trabajo de
interpretación: del contenido manifiesto al contenido latente. Se produce cuando se cuenta el sueño. Es secundario,
desanda el trabajo del sueño. El trabajo de interpretación quiere cancelar el trabajo del sueño. 
·                                          Operaciones del trabajo onírico: 
1)       Condensación: El sueño manifiesto tiene menos contenido que el latente. Es reconducida a factores
mecánicos o económicos y no a un efecto de la censura. Se produce porque: a) ciertos elementos latentes se
omiten por completo. b) de muchos complejos del sueño latente, solo un fragmento se traspasa al manifiesto.
c) elementos latentes que tienen algo en común se anudan en el sueño manifiesto, son fundidos en una
unidad. 
2)       Desplazamiento: es obra de la censura onírica. Sus dos exteriorizaciones son: a) que un elemento latente
no es sustituido por un componente propio sino por algo más alejado, es decir, una alusión. b) el acento
psíquico se traspasa de un elemento importante a otro inimportante, de modo que el sueño aparece centrado
diversamente y como algo extraño (Corrimiento del acento psíquico). 
3)       Transposición de pensamientos en imágenes visuales: es la operación más interesante desde el punto de
vista psicológico. Son lo esencial en la formación del sueño. Tratamiento regresivo aplicado a los
pensamientos. 
[Articular con puntos B y C del capítulo VII de La interpretación de los sueños.]
4)       Elaboración secundaria: Intento de dar una fachada racional al sueño. Se produce en el proceso
secundario, la vigilia. 
Los últimos dos mecanismos son exclusivos de los sueños. 
 
14ª CONFERENCIA. El cumplimiento de deseo.
·                                   El trabajo del sueño se propone eliminar, mediante un cumplimiento de deseo, un estímulo
anímico perturbador del dormir. Todos los sueños trabajan con mecanismos infantiles. 
·                                   Labor de la censura: Del sueño solo tenemos una pequeña parte, porque la censura psíquica
actúa mediante la desfiguración. La censura trabaja en cada caso individual con intensidad diferente, trata a cada
elemento con un grado de rigor diverso. Es absolutamente variable y no todas las veces aplica el mismo rigor al
mismo elemento chocante. 
·                                   El sueño es un cumplimiento de deseo aun cuando los pensamientos latentes sean desagradables
(ej. sueño del teatro: Satisfacción del placer de ver, o curiosidad sexual). Los deseos de estos sueños desfigurados son
deseos prohibidos, rechazados por la censura. Su presencia fue la causa de la desfiguración onírica y el motivo para la
intervención de la censura. 
·                                   Pensamientos oníricos latentes: son el material que el trabajo del sueño remodela en el sueño
manifiesto. Todo cuanto averiguamos a raíz de la interpretación del sueño. Son inconcientes para el soñante, los restos
diurnos son sólo una parte de aquéllos. 
·                                   Restos diurnos: son el material que el trabajo del sueño remodela en el sueño manifiesto. Son
momentos sin mucha significación que vivimos durante el día y guardan una relación azarosa con el deseo.
·                                   Trabajo del sueño: proceso psíquico que a partir de los pensamientos oníricos latentes forma
al sueño manifiesto. Articulación entre el deseo inconciente (motor del sueño) y los restos diurnos. Comparación con
el socio capitalista y el socio empresario: el papel del capitalista lo desempeña el deseo inconciente: él presenta la
energía psíquica para la formación del sueño. El empresario es el resto diurno que decide acerca del uso del gasto. 
 
15ª CONFERENCIA. Incertezas y críticas y EL INTERES POR EL PSICOANALISIS.
·                                                    Comparación del sueño con las escrituras antiguas, como los jeroglíficos.
Uso de los determinativos, que permiten la lectura. Lenguaje del sueño como un sistema expresivo arcaico. 
·                                                    Valor del contexto de lo dicho.
·                                                    La interpretación del sueño es análoga al desciframiento de una escritura
antigua como los jeroglíficos.
·                                                    El lenguaje del sueño, es el modo de expresión de la actividad anímica
inconciente.
 
REFERENTE CLÍNICO: Sueño de las “tres entradas de teatro”
Una paciente joven, casada hace muchos años sueña: está sentada con su marido en el teatro, un sector de la platea
está desocupado. Su marido le cuenta que Elise y su prometido habían querido ir pero solo consiguieron malas
localidades, 3 por 1 florín y 50 kreuzer y no pudieron tomarlas. Ella piensa que eso no habría sido una calamidad. 
- Resto diurno: su amiga Elise, 3 meses más joven, había contraído matrimonio, y su cuñada había recibido 150
florines del marido y se había apresurado a ir a comprarse joyas. El detalle de la platea vacía hace alusión a un
acontecimiento que había sucedido la semana anterior: ella quería ir al teatro y compró entradas muy tempranamente,
por lo que debió pagar un adicional por reservación. Cuando llegó al teatro un sector de la platea estaba vacío y su
marido usaba eso para burlarse de ella. 
- Pensamientos oníricos latentes: El menosprecio por su propio marido (dado por el empequeñecimiento de los 150
florines reales) y el lamentarse por haberse casado tan temprano. Podría haber esperado y encontrado un hombre 100
veces mejor (150 florines y 1 florín y 50 kreuzer). Y con el dinero de la dote podría haber conseguido 3 hombres
como ese. 
- Labor de la censura. Desplazamiento del acento psíquico: apresuramiento, y condensación: en 1,50 florines y 3
entradas (apresuramiento, disparate, 3 meses menor, un hombre 100 veces mejor).
- Sustitución: Casarse esta sustituido por ir al teatro.
- El anhelo se ubica respecto del ir al teatro (sustitución). 
- El motor del sueño está dado por el deseo de ver (deseo inconciente)
 
REFERENTE CLÍNICO: “Padre, entonces, ¿no ves que estoy ardiendo?”
La interpretación de los sueños: VII. Sobre la psicología de los procesos oníricos 
Un padre asistió noche y día a su hijo mortalmente enfermo. Fallecido el niño, se retiró a una habitación vecina con el
propósito de descansar, pero dejó la puerta abierta a fin de poder ver desde su dormitorio la habitación donde yacía el
cuerpo de su hijo, rodeado de velones. El padre sueña que su hijo está de pie junto a su cama, le toma el brazo y le
susurra este reproche: “Padre, ¿entonces no ves que me abraso?”. Despierta, observa un fuerte resplandor que viene
de la habitación vecina, se precipita hasta allí y encuentra la mortaja y un brazo del cadáver querido quemados por una
vela que le había caído encima encendida. 
El contenido del sueño debió estar sobredeterminado, y el dicho del niño hubo de componerse de dichos realmente
pronunciados en la vida y enlazados con procesos importantes para el padre. 
·                                   Se trata de la realidad psíquica no de la realidad material.
·                       Este sueño no escapa a la primera teoría: es un cumplimiento de deseo, el deseo de representarse al hijo
con vida y el anhelo de dormir.
·                       La función del despertar en el sueño: el sueño incorpora estímulos externos para garantizar que
continuemos durmiendo. 
·                       Anticipa el problema de la angustia. “La angustia en los sueños es un problema de angustia y no un
problema del sueño”.
 
Capítulo VII de “La interpretación de los sueños”. Punto A. El olvido del sueño.
·       El valor del sueño en tanto relato, texto.
·       La duda y el olvido como efectos de la resistencia. Lo que recordamos del sueño está mutilado por la infidelidad
de nuestra memoria, que parece sumamente incapaz de conservar al sueño y quizás ha perdido justamente el
fragmento más significativo de su contenido. Soñamos mucho más y por desgracia, no sabemos sino esta pequeña
parte, y aún su recuerdo nos parece inseguro. Por una parte, puede ponerse en duda que lo soñado fuera en realidad tan
incoherente y nebuloso como lo conservamos en la memoria, puede dudarse también, por la otra, de que un sueño
haya sido tan coherente como lo contamos, y de que en el intento de reproducirlo no hayamos llenado con material
nuevo lagunas inexistentes o creadas por el olvido. Esto se debe a la censura psíquica que se evidencia en la
desfiguración. Tal desfiguración no es sino un fragmento de la elaboración a que son sometidos regularmente los
pensamientos oníricos a consecuencia de la censura del sueño. El olvido está relacionado con la misma fuerza que
hizo que no pudiera aparecer completamente el sentido del sueño: censura. El olvido es el trabajo de la censura. 
Lo recordado es sustituto de aquello genuino. 
·       Ombligo del sueño: en el trabajo de interpretación no agotamos todas las instancias, todas las diversas
interpretaciones y sentidos que puede tener un mismo sueño, porque existe un límite a la interpretación del sueño, no
se puede decir “todo” del sueño. Es una madeja/serie de pensamientos oníricos que no se dejan desenredar. Sobre esa
madeja se encuentra lo no-reconocido. Sobre el ombligo del sueño se asienta el deseo. 
·       Elaboración secundaria: en el intento de reconstrucción/relato del sueño se pone en juego una formación
secundaria para darle una fachada racional. 
 
REFERENTE CLÍNICO: Sueño del salmón ahumado.
Quiero dar una comida, pero no tengo en mi despensa sino un poco de salmón ahumado. Me dispongo a ir de
compras, pero recuerdo que es domingo por la tarde, y todos los almacenes están cerrados. Pretendo llamar por
teléfono a algunos proveedores, pero el teléfono está descompuesto. Así debo renunciar al deseo de dar una comida. 
El marido de la paciente, carnicero, le había declarado días antes que estaba poniéndose obeso y quería iniciar una
cura de adelgazamiento. Se levantaría temprano, haría ejercicios, observaría una dieta estricta y no aceptaría
invitaciones a comer. Su marido, en la tertulia, había conocido a un pintor que a toda costa quería retratarlo porque
nunca había visto una cabeza tan impresionante. Pero su marido replicó que tenía el total convencimiento de que un
trozo del trasero de una hermosa muchacha sería más del agrado del pintor que su cara íntegra. La paciente está muy
enamorada de su marido, también le ha rogado que no le obsequie caviar. Desde hace ya mucho desea poder comer un
bocadillo de caviar todos los días antes del almuerzo, pero no quiere permitirse el gasto. Desde luego, recibiría el
caviar de su marido tan pronto como se lo pidiese. Pero le rogó que no le obsequiase caviar alguno, a fin de poder
seguir haciéndole bromas con eso. Se ve precisada a crearse en la vida un deseo incumplido. El día anterior, había ido
de visita a la casa de una amiga de quien esta celosa porque su marido la alaba demasiado. Por suerte esta amiga es
muy descarnada y flaca, y su marido es amante de las redondeces. Su amiga le había comentado de su deseo de
engordar y le pregunta “¿Cuándo vuelve usted a invitarnos? Se come tan bien en su casa!”
Ahora el sentido del sueño está claro, es como si la paciente hubiera pensado “a ti he de invitarte, para que comas en
mi casa, te pongas más gorda y puedas gustarle todavía más a mi marido. Más vale que no dé más comidas.” Después
el sueño le dice a usted que ya no puede dar más comidas, y entonces cumple su deseo de no contribuir en redondear
el cuerpo de su amiga. Función del sueño como realización de deseo.
•        Anhelo que se cumple en el sueño (pcc llevado al icc): deseo de no colaborar con el engrosamiento de la figura
de su amiga. 
·              Deseo inconciente como motor del sueño:
•        Señalar el deseo insatisfecho y como este sueño realiza el deseo de tener un deseo insatisfecho.
•        Identificación: la mujer se identifica con la amiga. El salmón hace alusión a su amiga, quien también se privaba
de su plato preferido por razones económicas. La bella carnicera se identifica con la amiga mediante la fabricación de
un síntoma: sostener un deseo insatisfecho. El deseo de la bella carnicera es en realidad que no se realice el deseo de
su amiga, pero, identificada como está con ella, lo que aparece en el sueño es que no se realiza su propio deseo. Ella se
pone en el lugar de su amiga en el sueño porque esta última le ocupa su lugar frente a su marido, y porque querría
apropiarse del sitio que la amiga está ocupando en la estima de su marido. 
 
teorico y Trabajos prácticos
LA INTERPRETACION DE LOS SUEÑOS: CAPÍTULO VII
B. LA REGRESIÓN
 
·     Ubicación del sueño como acto psíquico de pleno derecho.
- El sueño como formación del inconciente. Supone un conflicto psíquico que pone en marcha la defensa. 
- El sueño como realización de deseo. La fuerza impulsora del sueño es un deseo por cumplir. Si no somos capaces de
reconocer el deseo es gracias al trabajo de la censura psíquica. El sueño se da en modo presente. El presente es el
tiempo en que el deseo se figura como cumplido. 
- El sueño como guardián del dormir. Un estímulo externo que debería despertar al soñante es incorporado al sueño
para permitir que se pueda continuar durmiendo. 
 
Su modo de formación: Trabajo del sueño
- Condensación: sustitución de representaciones. (El todo por el todo)
- Desplazamiento: sustitución de la energía. (Una parte por el todo)
- Figurabilidad en imágenes sensibles: el sueño se nos presenta en imágenes. 
- Elaboración secundaria: en el intento de reconstrucción del sueño (relato) se pone en juego la elaboración secundaria
para darle una fachada racional al sueño. 
(Los últimos dos son elementos propios del sueño que lo diferencian de otras formaciones del inconciente)
 
·     Construcción del aparato psíquico.
El aparato psíquico es un instrumento compuesto por elementos: instancias/sistemas. Toda nuestra actividad psíquica
parte de estímulos (internos o externos) y termina en inervaciones. Por eso asignamos al aparato un extremo sensorial
y un extremo motor. 
 
Del arco reflejo al aparato psíquico.
- Percepción perdida: exclusión percepción - memoria. El estímulo que entra al aparato deja una marca: huella
mnémica. Es una alteración permanente sobre los sistemas a los que se inscribe. Esas marcas, asociadas entre sí,
constituyen la memoria. Esto se diferencia de la percepción, que no es permanente. Al ingresar al aparato y producirse
la huella mnémica, se marca la perdida de la percepción, se pierde el efecto sensorial. 
- Espacialidad fija: secuencia fija entre los sistemas.  El aparato psíquico está formado por elementos llamados
sistemas, que no poseen un orden espacial, sino uno temporal. Hay una secuencia fija entre ellos. Temporalidad móvil:
camino progrediente y regrediente.
 
Los esquemas
-Figura 1: Arco reflejo. Asignamos al aparato un extremo sensorial y un extremo motor. En el extremo sensorial se
encuentra un sistema que recibe las percepciones, y en el extremo motor, otro que abre las esclusas de la motilidad. El
proceso psíquico transcurre, en general, desde el extremo de la percepción hacia el de la motilidad. Esto sigue una
concepción de que el aparato psíquico debe estar construido como un aparato de reflejos. Los estímulos ingresan por
el polo perceptivo y la excitación se descarga por el polo motor automáticamente, sin resto. 
De las percepciones que llegan a nosotros e ingresan por el extremo sensorial, en nuestro aparato psíquico queda una
huella que podemos llamar huella mnémica. Cuya función llamamos memoria. Teniendo en cuenta que el aparato
psíquico funciona como sistema, la huella mnémica solo puede consistir en alteraciones permanentes sobrevenidas en
los elementos de los sistemas. Pero trae dificultades suponer que un mismo sistema deba conservar fielmente
alteraciones sobrevenidas a sus elementos y, a pesar de ello, mantenerse siempre abierto y receptivo a las nuevas
ocasiones de alteración. 
Suponemos entonces que un sistema del aparato, el delantero, recibe los estímulos perceptivos, pero nada conserva de
ellos y por lo tanto carece de memoria, y que tras él hay un segundo sistema que transpone la excitación momentánea
del primero a huellas permanentes. Figura 2: Huella mnémica. Asociación: a consecuencia de reducciones en la
resistencia y de facilitaciones, desde una de las huellas mnémicas, la excitación se propaga hacia una segunda huella. 
-Figura 3: Los sistemas, Icc, pcc/cc. Los signos perceptivos nunca podrán acceder a la conciencia. Los procesos de
excitación que se encuentran en el preconciente pueden alcanzar eventualmente la conciencia. Este sistema posee las
llaves de la motilidad voluntaria. El sistema inconciente no tiene acceso alguno a la conciencia si no es por vía del
preconciente, al pasar por el cual su proceso de excitación tiene que sufrir modificaciones. Este sistema es el punto de
partida para la formación del sueño, ya que allí se encuentra el deseo onírico. El inconciente se da en la asociación
entre huellas mnémicas. 
Las huellas mnémicas se asocian por contenido, no por significado. Las huellas mnémicas inconcientes se asocian por
simultaneidad, y las huellas próximas a la conciencia se asocian por semejanza. 
 
La regresión.
Es volver a investir aquellas marcas de los signos perceptivos. Cuando soñamos, se cierra el polo motor. Lo que
ocurre en el sueño alucinatorio es que la excitación toma un camino de reflujo. En lugar de propagarse hacia el
extremo motor del aparato, lo hace hacia el extremo sensorial, y por ultimo alcanza el sistema de las percepciones. En
la vigilia, el proceso psíquico sigue un camino progrediente, el sueño tiene carácter regrediente. El sistema perceptivo
se inviste hasta la plena vivacidad sensorial. 
- Atracción repulsión, doble juego de fuerzas.
La regresión como efecto de la resistencia que se opone a la penetración del pensamiento en la conciencia, así como
de la simultánea atracción que sobre él ejercen recuerdos que subsisten con vivacidad sensorial. Polo de atracción:
deseo infantil. Polo de rechazo: el dormir, porque impide la descarga. (En el síntoma, el polo de rechazo es la defensa,
instancia psíquica que no permite asociación).
 - Recuerdo infantil reprimido inconciente. Recuerdo con vivacidad sensorial.
En los casos de mudanza regrediente del pensamiento no es posible descuidar el influjo de un recuerdo sofocado o que
ha permanecido inconciente, las más de las veces infantil. Cuando se logra hacer concientes las escenas infantiles, son
vistas de manera alucinatoria y solo al comunicarlas se borra ese carácter. Aun en personas que no suelen tener
memoria visual, los recuerdos más tempranos de la infancia conservan, hasta la edad avanzada, el carácter de la
vivacidad sensorial. 
 
C.  ACERCA DEL CUMPLIMIENTO DE DESEO
La naturaleza psíquica del desear.
El deseo es una fuente de energía propia del aparato psíquico. La vivencia mítica de satisfacción es la génesis del
deseo. Es una moción psíquica que intenta fallidamente restablecer la satisfacción primera. 
¿De dónde proviene en cada caso el deseo que se realiza en el sueño?
Hay un deseo inconciente que es el motor del aparato psíquico que brinda la energía necesaria para poner en
funcionamiento el aparato para que el sueño pueda devenir cumplimiento de deseo. Es una fuerza, que no posee
contenido. 
Un deseo que provenga del preconciente es en realidad un anhelo, que no tiene la fuerza necesaria para poner en juego
el aparato. Tiene contenido. 
 
●  La experiencia mítica de satisfacción. La vivencia de satisfacción como modo de dar cuenta del origen del
deseo.
 -  Una fuerza constante, perturba la función de un aparato pensado como un arco reflejo, regulado por el principio de
constancia. 
 -  Con la experiencia de la vivencia de satisfacción sobreviene un cambio: dos huellas quedan asociadas en la
memoria. El enlace establecido, ubica al deseo como moción psíquica que intenta fallidamente restablecer la situación
de satisfacción primera.
La primera vivencia de satisfacción es tan satisfactoria que por eso el aparato intenta toda su vida volver a
experimentar algo parecido, pero nunca lo alcanza. Se dice que es mítica porque no se sabe verdaderamente cual es la
primera huella mnémica que se instala en el aparato. 
 -  La satisfacción de la necesidad se pierde, el deseo se realiza alucinatoriamente por medio del camino regrediente
(modo de trabajo primario del aparato). A la tendencia del aparato a reinvestir por vía alucinatoria esa huella de la
percepción de la satisfacción de la necesidad Freud la llama deseo. 
-  El pensar es el sustituto del deseo alucinatorio. 
 
●  El deseo inconciente impulsa a trabajar al aparato psíquico. 
El deseo es un resto de vivencia de satisfacción. Es motor del aparato psíquico, el cual ya no funciona solo en
términos de estímulo-respuesta. Es una fuerza constante que reinviste todo el tiempo las huellas intentando
experimentar la primera vivencia de satisfacción. 
 
●  Introducción del principio del placer.
Debido a que el deseo es una fuerza constante, el aparato no llega a descargarla completamente. Esto hace que caiga el
principio de constancia. Freud formula el principio del placer como rector del aparato psíquico. Hay un placer en la
fuerza constante. No todo aumento de tensión es vivido displacenteramente. El principio de constancia se rompe con
la vivencia de satisfacción. Ya que el aparato tiende a reinvestirla constantemente. 
 
El sueño en tanto cumplimiento de deseo es esa fuerza inconciente de reinvestir la vivencia de satisfacción. Se
cumple el deseo de simplemente soñar. 

 
Principio de Constancia Principio de Placer
Función Placer de descarga. Momentáneo. Placer de desear. Evitar displacer.  Continuo
Finalidad Satisfacer la necesidad. Mantener la constancia Cumplimiento de deseo
del nivel de energía
Objeto Adecuada a la necesidad Perdido o alucinatorio
Memoria Neuronal Psíquica, compuesta de huellas mnémicas
Equilibrio Homeostático Tensión del deseo
Método Abreacción/Método catártico Asociación libre
Satisfacción Completa Satisfacción parcial

● El sueño como testimonio del modo de trabajo primario del aparato psíquico.
● El deseo como tensión en busca de la identidad perceptiva perdida.
● El pensar como rodeo que inhibe la regresión.
 
E.  El PROCESO PRIMARIO Y EL SECUNDARIO.
El trabajo del sueño.
-  El Trabajo del sueño como modo de acceso al funcionamiento del icc. En el trabajo del sueño podemos inferir dos
procesos psíquicos de diferente naturaleza: 1) elaboración secundaria. Implica cierta coherencia/orden que no tiene
nada que ver con los procesos de 2) Condensación, desplazamiento y Figurabilidad en imágenes visuales. Energía
móvil. 
- Formaciones de compromiso, producto del trabajo del inconciente: Sueño, síntoma, lapsus, chiste. Equivalencia
entre el trabajo del sueño y la producción de síntoma histérico: transferencia de un deseo inconciente, infantil,
reprimido.
- El articulador necesario, la represión y el deseo inconciente.
 
Retoma la vivencia de satisfacción y sus consecuencias psíquicas.
Freud debe repensar su esquema del aparato psíquico, y lo hace mediante 2 conceptos: 1) represión en relación al
principio de placer. 2) funcionamiento del aparato psíquico en 2 procesos de diferente naturaleza. Represión en
relación al principio de placer
 
·     Vivencia de terror frente a algo exterior para dar cuenta de la represión (inhibición).
Articulación con el dolor y la represión psíquica.
La vivencia puede ser de satisfacción o de terror. La primera vivencia de terror es la primera marca de percepción del
dolor. Percepción de una necesidad que nunca se resolvió. Como no hubo ninguna huella que satisfaga la necesidad, el
aparato evita a toda costa reinvestir esa huella de terror. Hay una tendencia del aparato a no reinvestir la huella de
terror. Si se llega a reinvestir, el aparato hace todo lo posible para abandonar esa huella mnémica: represión. Esfuerzo
de desalojo de la conciencia de aquello que puede resultar displacentero. 
 
Principio del placer-displacer
Hay una tendencia del aparato a reinvestir la vivencia de satisfacción y una tendencia a no reinvestir la vivencia de
terror. El deseo como tensión placentera.
Todo proceso psíquico empieza en lo inconciente y tiende progredientemente a llegar a la conciencia. 
 Del modelo de descarga motora al placer de desear.
-  Deseo inconciente: Una corriente que arranca del displacer y apunta al placer.
-  Principio del placer y hambre de signos.
-  Estatuto conceptual del deseo: primer intento de formalización del deseo.
 
●  Proceso primario propio del sistema Icc. 
- Apunta a una identidad perceptiva con la huella mnémica de la vivencia de satisfacción, por la vía del camino
regrediente, alucinatorio. Tendencia a reinvestir la vivencia de satisfacción. 
-  Se rige por el principio del placer. Y es producto de la vivencia de satisfacción. Está primero en la constitución del
aparato psíquico.
-  Investidura (energía psíquica) móvil, se mueve libre entre las huellas. Puede ser que huellas se asocien o pasar el
acento psíquico de una huella a otra: Condensación y desplazamiento. La energía es susceptible de descarga. Y es
movida por el deseo inconciente, infantil. 
-  Sistema Icc.: “no puede hacer otra cosa que desear”.
El sueño es testimonio del proceso primario. 
-  Articulación principio del placer / proceso primario: el deseo inconciente.
 
●  Proceso secundario, propio del sistema pcc/cc.  
-Se inaugura por darse cuenta que la alucinación no satisface la necesidad. 
 Investidura quiescente (inmóvil) porque está asociada a una huella específica.
- Resulta de la inhibición de la actividad del proceso primario.
-  Apunta a una identidad de pensamiento con la vivencia de satisfacción: rodeo que hace el pensamiento hasta poder
intervenir en la realidad para cancelar la necesidad.
Principio de realidad: poder intervenir sobre la realidad de manera tal de encontrar la acción específica que cancela el
estímulo. 
Tensión: sobreinvestidura del sistema preconciente/conciente para que una idea que no estaba presente en la
conciencia, devenga conciente. 
- “Nuestro pensar siempre está expuesto a falsearse” como efecto del principio del placer.
 
La asociación libre pide al paciente trabajar mediante un proceso primario. 
 
TEÓRICOS
Temas: Primera ordenación metapsicológica. Aparato psíquico como sistema asociativo de huellas. Experiencia de
satisfacción: de la satisfacción de la necesidad al cumplimiento de deseo. Proceso primario. Proceso secundario.
Principio de placer y principio de constancia.
 
CARTA 52 
·                             Las instancias del esquema del peine en términos de transcripciones:
Las diversas transcripciones (huellas mnémicas) están separadas según sus portadores neuronales. Las transcripciones
que se siguen unas a otras constituyen la operación psíquica de épocas sucesivas de la vida. En la frontera entre dos de
estas épocas tiene que producirse la traducción del material psíquico.
·                             Percepción, signo preceptivo, inconsciente, preconciente, conciencia.
Percepciones: no conservan huella alguna de lo acontecido. Memoria y percepción se excluyen. Se generan en las
neuronas y a ellas se anuda conciencia. 
Signo perceptivo: es la primera transcripción de las percepciones, insusceptible de conciencia y articulada según
una asociación por simultaneidad. 
Inconciencia: es la segunda transcripción ordenada según otros nexos, tal vez causales. Las huellas inconcientes
quizás correspondan a recuerdos de conceptos, de igual modo inasequibles a la conciencia. 
Preconciencia: es la tercera retranscripción, ligada a representaciones-palabra, correspondiente a nuestro yo oficial.
Desde esta preconciencia, las investiduras devienen concientes de acuerdo con ciertas reglas, y por cierto que esta
conciencia-pensar secundaria es de efecto posterior. 
·                             La represión como denegación de traducción.
La denegación de la traducción es aquello que clínicamente se llama represión. Motivo de ella es siempre el
desprendimiento de displacer que se generaría por una traducción, como si este displacer convocara una perturbación
del pensar que no consintiera el trabajo de traducción. 
 
Articulaciones con otros espacios:
·                Vivencia de satisfacción: su resto, el deseo inconsciente, vinculación con el ombligo del sueño.
El sueño, sustituto desfigurado en la misma serie que el lapsus y el síntoma.

ESTUDIOS SOBRE LA HISTERIA (1895)

(ejemplo de conversión simbolizadora)

Caso Cäcilie: había vivenciado numerosos traumas psíquicos, toda una historia de padecimiento. Sufría de una
neuralgia facial como síntoma histérico. Primero fue tratada acudiendo a causas orgánicas, pero luego Freud
concluye que respondía a causas psíquicas. Éste estaba acompañado por otros síntomas como alucinaciones,
dolores, convulsiones; para los cuales Freud aplicaba la hipnosis y así llegaba a la reproducción de la vivencia
traumática que cancelaba el ataque histérico

El síntoma de neuralgia facial tiene una referencia simbólica (desviante): en una charla con su marido, él le hizo
una observación que fue tomada por ella como una grave ofensa, como si hubiese recibido una bofetada.
(puente verbal: existe el propósito de expresar el estado psíquico mediante uno corporal). El análisis continuó y
la paciente logró reconstruir escenas anteriores, en las que eran habituales las ofensas, hasta llegar al primer
ataque de neuralgia, en el que se evidenció una conversión por simultaneidad: fue una visión dolida a raíz de la
cual emergió un reproche que la movió a refrenar (esforzar hacia atrás) otra serie de pensamientos.

En un principio, la neuralgia facial era el signo de una excitación psíquica producto de la conversión histérica,
pero a medida que pasó el tiempo fue despertada por vía asociativa desde la vida de los pensamientos por
conversión simbolizadora.

Ej simbolización: Cäcilie padecía un dolor en el talón derecho que se generó por el miedo de no “andar
derecha” en una reunión de personas del sanatorio en el que ella se encontraba. Este es otro caso de
simbolización mediante la expresión lingüística, mediante puentes linguísticos. O bien un dolor de cabeza
producido por la mirada “penetrante” de su abuela, como si la anciana sospechara de ella.

La sensación de una puntada en la zona del corazón, a la q ella se refería como “eso me dejó clavada una
espina en el corazón” (puente lingüístico)

Fenómeno de la “intromisión”: el síntoma reaparece, con mayor intensidad cuando se ingresa en la región de la
organización patógena que contiene la etiología de este síntoma

Por lo tanto, las sensaciones corporales tienen un origen psíquico y pertenecen a la expresión de las
emociones, son operaciones provistas de sentido y acordes a un fin. Así como la histeria restablece para sus
innervaciones el sentido originario de la palabra. También están presentes la sugestión y la conversión. La
sensación despierta la representación como interpretación de ésta, y la representación crea la sensación como
simbolización.

Otras referencias simbólicas: vómitos al afecto del asco moral

Las vivencias de importancia patógena, con todas sus circunstancias accesorias son conservadas fielmente por
la memoria aun donde parecen olvidadas, donde el enfermo le falta la capacidad para acordarse de ellas.

Para Janet la predisposición a la histeria es una determinada forma de endeblez mental, en la que se produce
una escisión de la psique. F postula q la escisión de conciencia no sobreviene porque los enfermos sean
débiles mentales, sino porque su actividad psíquica está dividida y el pensar conciente dispone sólo de una
parte de la capacidad operativa. La histeria no excluye dotes psíquicos, los histéricos son las personas de más
claro intelecto, mayor carácter y espíritu crítico.

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