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Preguntas 1er parcial - Construcción de los Conceptos Psicoanalíticos

Teóricos

1) ¿Por qué decimos que en psicoanálisis el obstáculo es fecundo, tanto en la clínica como en la
elaboración doctrinaria?
El psicoanálisis es una teoría del obstáculo.
Freud ubica en “Análisis terminable e interminable” un obstáculo en la práctica clínica y en la formación del
analista.
Para Bachelard el obstáculo es el obstáculo epistemológico, por lo tanto, no se puede plantear el problema
del conocimiento científico si no es en términos de obstáculo. Éste se manifiesta como impedimento y
como inercia simultáneamente.
Para Freud el obstáculo no es un problema en sentido negativo sino positivo. Es algo a resolver, lugar en
el que hay algo absolutamente fecundo. Cuando se trata de un tratamiento bien orientado surgen
obstáculos, es el momento más vivo y fecundo de ese análisis. Momentos donde se van a presentar las
cuestiones más importantes de la dirección de la cura.
Freud se va encontrando con diferentes obstáculos a medida que va formulando su teoría, primero habla
de una fuerza constante en el aparato la cual más adelante conceptualizara como pulsión. Es la fuerza
constante de la que habla cuando encuentra la manera de levantar los síntomas a través de la
interpretación de los mismos, sin embargo, se seguían produciendo nuevos síntomas.
Otro obstáculo se le presenta a Freud cuando cae la conceptualización de trauma y le dice a Fliess en la
carta 69 “ya no creo más en mi neurótica” e introduce la fantasía como soldadura en la formación de
síntomas.
Se encuentra con la transferencia como obstáculo, en el caso Dora, la cual no sabe colegir a tiempo y
manejarla, por lo q Dora deja el análisis.
Además, se ubica en el psicoanálisis el lugar del analista como obstáculo teniendo el cuenta la dimensión
ética de lo analítico.
Freud toma estos obstáculos como algo fecundo y no como algo q lo detiene. No se lo desecha sino que
se lo hace comparecer aunque pueda hacer caer el conjunto de la teoría elaborada hasta el momento. Esa
hiancia permanente que hay en el psicoanálisis entre teoría y práctica, imposible de suturar, aparece bajo
la forma del obstáculo y del mismo modo se procede en la dirección de la cura, ya que en el curso de un
análisis el obstáculo también es el lugar fecundo y marca las diferentes conceptualizaciones de la
dirección de la cura.

2) Desarrolle a partir de “Pulsiones y destinos de pulsión” (1915), la posición epistemológica de


Freud.
A partir del texto Pulsiones y sus destinos (1915) se puede dar cuenta de la posición epistemológica de
Freud en relación a la construcción de los conceptos. En este texto, Freud propone que, si bien se
considera que la ciencia debe estar edificada sobre conceptos claros y precisamente definidos, en la
realidad es difícil que esto suceda, ya que toda ciencia parte de la descripción de fenómenos, a partir de
intuiciones muy imprecisas, que luego son agrupadas, ordenadas y puestas en RED, es decir,
relacionadas entre sí. Por lo que, en principio, los conceptos aparecen como convenciones determinadas
por la relación con el material empírico, que sólo después de haber sido exhaustivamente investigados es
posible establecerlos como definiciones. Por otro lado, considera que el progreso del conocimiento no
puede darse si los conceptos se mantienen inalterados, sino que deben experimentar modificaciones
constantemente, incluso en las ciencias más duras, como la física. Así se entiende que el saber que se
produce en el psicoanálisis es a partir del real clínico, modificando, ampliando o sustituyendo conceptos.
Expone entonces que hay un concepto de ésta índole del que no puede prescindirse, el concepto de
PULSIÓN, que la define como una fuerza constante, que proviene del interior, por lo que es imposible huir
de este. Define la pulsión como el concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático, pero da cuenta
también, a nivel teórico, como la pulsión produce una frontera para el psicoanálisis, un límite a partir del
cual se puede producir conocimiento. Ya no hay nada que quede por fuera de la pulsión. Con la
introducción del concepto de pulsión en el psicoanálisis se introduce también la posibilidad de seguir
avanzando en el conocimiento, ya que antes esta pulsión era definida como una fuente independiente de
desprendimiento de displacer, pero ahora encuentra un modo de dar cuenta de ciertos fenómenos y operar
sobre ellos con eficacia. 

3) Explique la siguiente frase: "lo real de la clínica desborda el ordenamiento conceptual".


Lacan define al psicoanálisis como una praxis y define a la misma como “una acción concertada por el
hombre, que le da la posibilidad de tratar lo real mediante lo simbólico”, y en tanto lo entiende así, para él
los conceptos tienen un valor OPERATORIO, es decir, de uso, del quehacer del analista. Pero aclara que
no todo lo real puede ser tratado mediante lo simbólico, ejemplo de ello es la clínica. Lo real es aquello
imposible de conceptualizar. Lo real de la clínica es el síntoma, la forma singular de goce que tiene cada
sujeto, que siempre va a quedar por fuera del campo del saber y que va a determinar todo lo que sucede
en lo simbólico. Existe una distancia, una disyunción entre teoría y práctica, no se pueden complementar,
porque hay algo que está más allá de la significación, algo que no cesa de no inscribirse. La dirección de
la praxis Lacaniana se ocupa precisamente de orientar el goce en el proceso simbólico.

4) ¿Cuál es la diferencia entre el sujeto de la ciencia y el que se produce en un psicoanálisis?


Articule con el imperativo freudiano “allí donde ello era, el yo/sujeto debe advenir”.
El psicoanálisis es hijo de la ciencia moderna, de la ciencia inaugurada por Descartes, Newton, Galileo
(siglo XVII). El sujeto de la ciencia es el sujeto del cogito cartesiano de la razón, que busca las causas, es
el sujeto de la conciencia; es un sujeto al que se le niega todo acceso intuitivo al conocimiento y se le deja
solamente la razón como senda de saber.
El psicoanálisis subvierte al Sujeto de la ciencia y toma para su praxis las formaciones del inconsciente
que son descartadas por la ciencia (sueños, olvidos, actos fallidos, etc), y en ésos tropiezos ubica la
verdad del sujeto, no es un error en el funcionamiento humano, donde el yo deja de pensar no deja de
existir, hay cadenas de pensamientos inconscientes que siguen una lógica.
La epistemología en psicoanálisis se ocupa de la división del Sujeto, Freud sitúa una escisión del yo con
lo cual deja de ser esa masa de representantes pura conciencia, no todo el yo es conciente, el Sujeto se
divide entre un deseo y otro, entre lo que quiere hacer y lo que se espera de él, etc. Implica la división
entre verdad y saber, no hay verdad absoluta, no hay verdad sobre la verdad, se medio dice en el discurrir,
en el discurso es donde aparece, por eso Lacan enuncia “Yo, la verdad, hablo” (es como una separación)
El sujeto cartesiano del Cogito ergo sum, pienso luego existo, ubica un impass entre pensar y existir, la
causa es en relación a la palabra-pensamiento. Para Lacan el significante preexiste al Sujeto y lo
determina en su estructura, es la materialidad significante, pero allí donde no se piensa existe el Sujeto. Si
relacionamos el “pienso luego existo” con el imperativo freudiano “donde ello era yo debe advenir” luego
reemplazando Yo por Sujeto, donde el yo no piensa está el Sujeto, Sujeto del Inconsciente. En el decir del
sujeto adviene el sujeto del inconsciente. El inconsciente es aquello que le es negado a la conciencia
(seminario 11).

5) Desarrolle el concepto de inconsciente en El seminario 11 de Jacques Lacan. Articule con la


función de la causa para el psicoanálisis.

El sujeto, es el sujeto del Inconsciente, el cual está estructurado como un lenguaje, con sus propias leyes
(metáfora-metonimia). Luego va mas allá de esto, no se conforma con el concepto de inconsciente
dinámico y busca la función de la causa (Miller hacía un contrapunto entre el comienzo de un análisis y la
construcción de conceptos en psicoanálisis, ambos parten de la búsqueda de la causa). Al decir que “la
causa se distingue de lo que hay de determinante en una cadena o dicho de otra manera de la ley” da a
entender que encontramos la causa en la Hiancia, en el vacío y no en la ley misma. No se trata de un
esquema causa-->efecto (eso aplica para la neurastenia) sino que se trata de ubicar en las psiconeurosis
la represión. Causa---> represión---> efecto. Lacan dice "...el inconsciente freudiano, en ese punto donde
entre la causa y lo que ella afecta, esta siempre lo que cojea." "¿qué encuentra en el hueco, en la ranura,
en la hiancia característica de la causa? Algo que pertenece al orden lo no realizado. " "El inconsciente se
manifiesta primero como algo que está a la espera, en el circulo, diría yo, de lo no nacido". 
Freud va a buscar el inconsciente allí donde se da el tropiezo, la falla, la fisura. A nivel sujeto "eso habla y
eso funciona de manera tan elaborada como a nivel de lo consciente, el cual pierde así lo que parecía ser
privilegio suyo". Freud está dando cuenta que la consciencia esta subvertida al ICC, que somos hablados,
que no hay tal cosa como la síntesis yoica, que el sujeto esta escindido. “Allí una cosa distinta exige su
realización, una cosa que aparece como intencional, ciertamente, pero con una extraña temporalidad. Lo
que se produce en esta hiancia, en el sentido pleno del término producirse, se presenta como el hallazgo”.
- ICC estructurado como un lenguaje, regido por leyes de metáfora y metonimia. El sujeto del ICC es
efecto de la cadena significante (un sujeto es lo que representa un ste para otro ste). El ICC es atemporal,
pulsátil (pag51), pertenece a lo no realizado, a lo no nacido. “Colocamos en el centro de la estructura del
ICC la hiancia causal”
6) Decimos que el psicoanálisis sólo puedo surgir después del surgimiento de la ciencia moderna y
el paso dado por Descartes. Justifique.
Lacan plantea la idea de que el psicoanálisis solo era posible cierto tiempo después de la emergencia del
sujeto cartesiano, por el hecho de que la ciencia moderna empieza después del paso inaugural dado por
Descartes.
A partir del método de la duda metódica de Descartes, proceso por el cual duda sistemáticamente de todo,
concluye que la única certeza de la que no se puede dudar es ‘pienso luego existo’. Este “Pienso luego
existo” es un saber desligado de un sujeto, vaciado de todo contenido, libera al sujeto de la ciencia de las
cadenas de la religión. La ciencia moderna delimita un sujeto pensante, racional, se une el pensamiento
con la existencia. Es decir, el sujeto existe porque piensa.
Lo que el psicoanálisis le debe a la ciencia es la pregunta por la causa, en el pienso luego existo de
Descartes con el que se inaugura la ciencia, hay una relación causal porque hay algo que causa la
existencia que tiene que ver con el pensar y con el lenguaje , por lo que podemos decir que el sujeto del
psicoanálisis es heredero del sujeto de la ciencia ya que antes de esta, de la ciencia, en siglo 16 las
causas eran respondidas desde la religión o la naturaleza, a la que no se le preguntaba , eran mágicas, y
allí hay un quiebre entre la naturaleza humana y la naturaleza de la ciencia y es a partir de la ciencia que
el psicoanálisis encuentra su lugar para responder a esa causa.
Decimos que Freud conmueve el estatuto de saber de la ciencia, postulando con la existencia del ICC el
saber no sabido, un saber " a producirse" en la experiencia analitica. Desde el comienzo el psicoanalisis no
entra en continuidad con la ciencia, produce una ruptura, trabaja con lo que a la ciencia le queda como
resto, como deshecho: el sujeto y sus sintomas.
Desde el punto de vista Lacaniano no es el hecho de tener un objeto definido lo que delimita una ciencia,
sino la praxis, es la experiencia lo que delimita el campo, y más aun es el deseo del analista el operador
principal. Es justamente esto lo que la ciencia moderna realiza, elimina al sujeto de la ecuación, en pos de
la objetividad.
Esta es justamente la razon por la cual el psicoanalisis solo pudo surgir luego del surgimiento de la ciencia
moderna, porque era necesario delimitar un sujeto racional, que pueda ser llamado a la rememoración. En
el sentido de reconocer el propio deseo. Lacan toma de Descartes la nocion de que el sujeto se funda en
el decir y diferencia al sujeto del enunciado del de la enunciacion.

7) ¿Cómo caracteriza Lacan el lugar de la causa y su relación con el efecto a la altura del seminario
XI?

8) Indique las distintas concepciones de Freud respecto de la función de la sexualidad en el origen


de la neurosis. Explique la incidencia de cada una de dichas concepciones en relación al factor
accidental y al constitucional.
En el origen la teoría estuvo referida a los cuadros patológicos de neurastenia, dentro de los cuales se
encuentran la neurastenia propiamente dicha y la neurosis de angustia. La forma de contracción de la
enfermedad evidenciaba un vínculo muy fuerte con el tipo de deterioro sexual. En el primer caso se trataba
de masturbación o poluciones frecuentes; en el segundo, la insuficiente descarga de la libido (coitus
interruptus).
La histeria es la expresión de un comportamiento particular de la función sexual del individuo y ese
comportamiento ya estuvo marcado de manera decisiva por las influencias y vivencias que se recibieron
en la infancia.
Yo no sabía distinguir con certeza entre los espejismos mnémicos de los histéricos acerca de su infancia y
las huellas de los hechos reales; desde entonces resuelvo muchas fantasías de seducción
considerándolas como unos intentos por defenderse del recuerdo de la propia práctica sexual
(masturbación infantil).
La práctica sexual infantil marca la dirección que seguirá la vida sexual tras la madurez.
Entre las impresiones infantiles y los síntomas se intercalan las fantasías (invenciones de recuerdos)
producidas generalmente durante la pubertad. Estas se construían, por un lado, a partir de los recuerdos
infantiles, rebasándolos, y por el otro, se trasponían directamente en los síntomas.
De a poco, los traumas sexuales infantiles fueron sustituidos por el infantilismo de la sexualidad. Al caer
por tierra la supuesta frecuencia de la seducción en la niñez, corrió la misma suerte la exagerada
insistencia en los influjos accidentales (automaton) que afectaban la sexualidad. Los factores de la
constitución y de la herencia reafirmaron su primacía.
Averiguaciones posteriores practicadas en personas que habían permanecido normales brindaron un
resultado inesperado: sus historias sexuales infantiles no se debían distinguir esencialmente de la vida
infantil de los neuróticos y, en especial, el papel de la seducción era el mismo en ellas. Entonces los
influjos accidentales retrocedieron todavía más frente a los de la «represión» (en lugar de «defensa»).
Por tanto, no importaban las excitaciones sexuales que un individuo hubiera experimentado en su infancia,
sino SU REACCIÓN frente a estas vivencias: si había respondido o no con la «represión» a esas
impresiones.
Respecto de la práctica sexual espontánea de la niñez, se demostraba que a menudo era interrumpida en
el curso del desarrollo por un acto de represión. Así, el individuo neurótico genésicamente maduro traía
consigo de su infancia, por regla general, una cuota de «represión sexual» que se exteriorizaba a raíz de
los reclamos de la vida real; contraían su enfermedad como resultado del conflicto entre la libido y la
represión sexual, y que sus síntomas tenían el valor de compromisos entre ambas corrientes anímicas.
Como casi todas las pulsiones perversas de la disposición infantil eran fuerzas formadoras de síntomas en
el caso de la neurosis, pero en esta se encontraban en el estado de la represión, pude caracterizar la
neurosis como el «negativo» de la perversión. Los síntomas figuran la práctica sexual de los enfermos.
La naturaleza de estas enfermedades reside en perturbaciones de los procesos sexuales. Sería lícito
individualizar en las neurosis actuales los efectos somáticos y en las psiconeurosis los efectos psíquicos
de las perturbaciones del metabolismo sexual.
La neurosis trata de la sexualidad reprimida de los enfermos. Por tanto, pertenece a la etiología de las
neurosis todo lo que puede dañar los procesos que sirven a la función sexual (cultura, educación, traumas
de otra índole, etc.)
Sin embargo, casi nunca basta con una única influencia patógena, en la mayoría de los casos se requiere
de una multiplicidad de factores etiológicos.

9) Desarrolle el pasaje conceptual del trauma a la fantasía en la causación los síntomas a partir de
la "Carta 69" y "Mis tesis sobre el papel de la sexualidad en la etiología de las neurosis".
En “Mis tesis sobre…”(1905), Freud sostenía una tesis que dictaba que ante una vivencia determinada hay
un quantum que se recibe por vía sensible y se descarga por vía motriz, si no se descarga por estas vías,
queda sin abreaccionar, y por lo tanto el recuerdo deviene patógeno y se exterioriza como síntoma. Freud
comienza planteando que los síntomas histéricos eran efectos persistentes de traumas y particulares
condiciones que habían impedido la tramitación consciente de los afectos correspondientes, y que por eso
se facilitaron una vía anormal en la inervación corporal. Los traumas eran conceptualizados vivencias
sexuales prematuras traumáticas: sus pacientes hacían conscientes escenas de seducción por parte de su
padre o de niños mayores, por lo que finalmente Freud postula que la etiología de las Psiconeurosis debía
buscarse en las vivencias sexuales infantiles, la defensa opera sobre el recuerdo de la VSPT y el afecto
queda inervado en el cuerpo. Freud comienza a desestimar esta manera de entender el síntoma, ya que
había un numero desproporcionadamente grande de casos de seducción por parte de adultos o niños
mayores, y puede encontrar en sus propias asociaciones, un recuerdo de seducción. En la “Carta 69”
(1897) que escribe a Fliess, plantea que ya no cree más en su neurótica, por la razón planteada
anteriormente, y por la intelección de que en lo ICC no existen signos de realidad, por lo que no se puede
distinguir la realidad de la ficción. Con esto en mente plantea una nueva conceptualización del síntoma:
cae el factor traumático como seducción paterna necesariamente acontecida, y propone que entre las
vivencias infantiles y el síntoma se intercalan las fantasías, como invenciones de recuerdos por parte del
enfermo. La fantasía permite el movimiento del acontecimiento al concepto de verdad: es una ficción que
habla de lo traumático para cualquier ser hablante, la sexualidad. La defensa, entonces, ya no opera sobre
la VSPT, sino sobe la sexualidad infantil propia, inconcebible, y la fantasía aparece como una forma de
defenderse de los recuerdos de la práctica sexual autoerótica de la infancia.

Freud al encontrarse ante un excesivo número de casos donde la neurosis era causada por una vivencia
sexual prematura traumática causada por la seducción de un adulto o niño mayo; manifiesta que magnifico
la frecuencia de estos hechos, ya que no sabía discernir entre los espejismos mnémicos de los histéricos
acerca de su infancia y las huellas de los hechos reales, es entonces cuando formula la frase ¨ ya no creo
más en mi neurótica¨, comienza a advertir que el acontecimiento traumático no tenía que ver con algo del
orden de lo vivenciado, si no que era algo transfilogenetico. Con esto en mente resuelve muchas de esas
fantasías de seducción tomándolas como intentos del enfermo por defenderse de su propia práctica sexual
(masturbación infantil).
Con esta inteleccion cae la noción de trauma, y con ella la concepción del mecanismo de los síntomas
histéricos, ya no aparecen como retoño de lo reprimido de vivencias sexuales infantiles, sino q entre los
síntomas y las impresiones infantiles se intercalaban las fantasías, casi siempre producidas en la pubertad.
Se construían a partir de los recuerdos infantiles y por el otro lado se trasponían directamente en los
síntomas. Al introducirse las fantasías histéricas se pudo ver la ensambladura de la neurosis y su vínculo
con la vida sexual de los enfermos.

¿Cómo pasa Freud de la idea del trauma a la de la fantasía como fundamento del síntoma? ¿A qué
concepto da lugar dicha modificación con respecto a la idea de realidad?
¿Qué consecuencias trae en la sexualidad el cambio conceptual del trauma a la fantasía?
En “Mis tesis sobre…”(1905), Freud hablaba de las vivencias sexuales prematuras traumáticas: sus
pacientes hacían conscientes escenas de seducción por parte de su padre o de niños mayores, por lo que
finalmente Freud postula que la etiología de las Psiconeurosis debía buscarse en las vivencias sexuales
infantiles, la defensa opera sobre el recuerdo de la vivencia sexual prematura traumática y el afecto queda
inervado en el cuerpo. Freud comienza a desestimar esta manera de entender el síntoma, ya que había un
número desproporcionadamente grande de casos de seducción por parte de adultos o niños mayores, y
puede encontrar en sus propias asociaciones, un recuerdo de seducción. En la “Carta 69” (1897) que
escribe a Fliess, plantea que ya no cree más en su neurótica, por la razón planteada anteriormente, y por
la intelección de que en lo inconsciente no existen signos de realidad, por lo que no se puede distinguir la
realidad de la ficción. Con esto en mente plantea una nueva conceptualización del síntoma: cae el factor
traumático como seducción paterna necesariamente acontecida, y establece que “los síntomas histéricos
ya no aparecían más como retoños directos de los recuerdos reprimidos de vivencias sexuales infantiles,
sino que entre los síntomas y las impresiones infantiles se intercalaban las fantasías (invenciones de
recuerdos) de los enfermos, casi siempre producidas en los años de la pubertad.” Cuando Freud construye
su teoría sexual infantil señala que ésta es perversa polimorfa. Ya no se requiere de la seducción para
despertar la vida sexual del niño, puesto que esta puede producirse por causas internas. Conceptualiza así
a la fantasía como defensa, no ante hechos traumáticos acontecidos, sino ante la propia práctica sexual
infantil, frente a la satisfacción pulsional. Los “traumas infantiles” fueron sustituidos por el “infantilismo de la
sexualidad”. Entonces, acerca de la etiología de la neurosis subraya la importancia atribuida a la
sexualidad y al infantilismo. “La práctica sexual infantil (sea espontánea o provocada) marca la dirección
que seguirá la vida sexual tras la madurez”.

10) ¿Qué novedad encontramos en Lacan sobre la noción de transferencia con respecto a la idea
de transferencia en Freud? Articule con la noción de saber y verdad, del texto "Intervención sobre
la transferencia".
Es importante señalar que este texto pertenece al primer momento en la enseñanza de Lacan. Es en este
período en donde se pone el acento en pasar de un relato desordenado a construir la lógica del caso. La
formalización del Historial de Dora constituye un ejemplo de su intento de matematizar el caso sacándolo
de la anécdota. (Rubinstein)
En “Intervención sobre la Transferencia” (1978), Lacan sostiene que en la experiencia psicoanalítica la
presencia del analista aporta la dimensión de dialogo. La define como una experiencia dialéctica. Es este
dialogo el que habilita a que se produzca un giro en la posición del sujeto. Las inversiones dialécticas
buscan producir un desarrollo de verdad y para poder lograr esto, es necesario que se habilite el
despliegue de la cadena significante.
Lacan afirma que el caso de Dora es expuesto por Freud bajo la forma de inversiones dialécticas,
refiriéndose a que el analista se corre del imaginario y eso provoca una inversión. Freud se coloca en el
lugar de EL OTRO, escucha a su paciente y le devuelve su mensaje invertido, se trata de una escansión
de las estructuras en que se transmita para el sujeto la verdad, y que no tocan solamente a su
comprensión de las cosas, sino a su posición misma en cuanto sujeto del que los "objetos" son función. La
transferencia implica q hay un quiebre en relación a la verdad, al discurso del paciente. Y es x q hay un
analista q interviene, que hay una inversión del discurso del paciente y su verdad. El analista intervendrá
en el discurso del S, corriéndose del imaginario y ubicándose en el lugar del Otro; devolviéndole su
mensaje en forma invertida, produciendo la verdad del S.

11) Explique a qué denomina Lacan palabra plena y palabra vacía. Desarrolle a partir del esquema
Lambda.

El esquema Lambda es utilizado por Laca para dar cuenta del dispositivo analítico.
Este esquema se representa por dos tipos de relaciones. Una es la relación imaginaria la cual surge de la
conexión a-a’. La otra es la relación simbólica producto de la conexión S-A.
Para Lacan la cura solo puede darse a través de la significación. Postula que el lenguaje es un campo
previo al sujeto, y que la función de la palabra es utilizar el lenguaje para decir algo, para dar significación.
En el análisis lo que está en juego entre analista y paciente es la palabra por eso postula una diferencia
entre palabra plena y palabra vacía.
La palabra plena se ubica en el eje de lo simbólico, da cuenta del lugar del sujeto, surge del análisis, es la
palabra que vuelve al sujeto con algo que desconoce de si, mismo, le trae una verdad.
La palabra vacía se ubica en el eje de lo imaginario, relacionado al narcisismo.
Durante el análisis se debe producir el vaciamiento de la palabra vacía para poder trabajar, ubicar la
palabra plena. El analista seria ese Otro que se supone cuenta con todos los significantes (SsS sujeto
supuesto saber) y con todas las respuestas hasta las inesperadas....una vez que se accede a la verdad del
sujeto se puede reconstruir su historia y reordenar las contingencias a partir de esa verdad.
Rta: El paradigma síntoma- fantasía se corresponde con lo que Lacan consideró el comienzo de su
enseñanza. Para tal momento se define por otorgar valor esencial a la función simbólica de la palabra en
el campo del lenguaje. Se sirve de la lingüística para formalizar en su primer retorno a Freud la concepción
del inconsciente estructurado como un lenguaje. En este aspecto el síntoma es una consecuencia de un
defecto en la simbolización, algo que no pudo ser verbalizado, que ha quedado sin pasar por la palabra. La
cura analítica implica la posibilidad de simbolizar eso que ha quedado interrumpido de la historia del
sujeto. La cura por simbolización es lo que permite dar significación retroactiva a lo que quedó censurado
para el sujeto y que por esa razón tiene valor traumático. Lacan resalta el valor de la palabra como medio
de tramitar una impresión psíquica, no hay palabra sin respuesta aunque ésta sea el silencio, la clave está
en que tenga un oyente. Entre el analista y el analizante está la palabra y es aquí donde se realiza la
distinción entre palabra vacía, que se encuentra en el campo imaginario, solo circula en el eje del
narcisismo, y hay que provocar en análisis un vaciamiento de esta, y palabra plena, que se encuentra en el
campo de lo simbólico, que apunta a la verdad del sujeto, más allá de la intención de comunicar algo,
primerísimo despegue entre enunciado y enunciación: “ el análisis debe apuntar al paso de una verdadera
palabra, que reúna al sujeto con otro sujeto, del otro lado del muro del lenguaje. Es la relación con Otro
verdadero que da la respuesta que no se espera”.

12) Desarrolle el concepto de neurosis de transferencia y ubique la posición del analista.


16) Desarrolle y justifique a partir de la siguiente frase freudiana en relación a la neurosis de
transferencia, el  lugar del analista en calidad de objeto y formando parte del inconciente en el
dispositivo analítico: "...No es entonces incorrecto decir que ya no se está tratando con la anterior
del paciente sino con una neurosis recién creada y recreada que sustituye a la primera. A esta
versión nueva de la afección antigua se la ha seguido desde el comienzo, se la ha visto crecer y
uno se encuentra en su interior en posición particularmente ventajosa, porque es uno mismo el
que, en calidad de objeto, está situado en su centro...".
17) Desarrolle y justifique la siguiente frase freudiana: "En cualquier otro tratamiento sugestivo, la
transferencia e respetada cuidadosamente;  se la deja intacta;  en el analítico, ella misma es objeto
del tratamiento y es descompuesta en cada una de sus formas de manifestación. Para la
finalización de una cura analítica, la transferencia misma tiene que ser desmontada; y si entonces
sobreviene o se mantiene el éxito, no se basa en la sugestión, sino en la superación de las
resistencias ejecutada con su ayuda y en la transformación interior promovida en el enfermo…”
11P
El neurótico es incapaz de gozar, porque su libido no está dirigida a objetos reales, y de producir, ya que
tiene que gastar una gran proporción de su energía restante en mantener a la libido en el estado de
represión. Sanaría si finalizara el conflicto entre su yo y su libido, y su yo pudiera disponer de nuevo su
libido. La tarea terapéutica consiste, entonces, en volver a poner al servicio del yo esta libido. La libido del
neurótico está ligada a los síntomas. Para solucionar los síntomas hay que remontarse hasta su génesis,
hasta el conflicto del cual nacieron. 
La pieza decisiva del trabajo se ejecuta cuando en la relación con el médico, en la transferencia, se crean
versiones nuevas de aquel viejo conflicto, versiones en las que el enfermo querría comportarse como lo
hizo en su tiempo, mientras que el analista, reuniendo todas las fuerzas anímicas disponibles, lo obliga a
tomar otra decisión. 
En lugar de la enfermedad propia del paciente, aparece la de la transferencia, producida artificialmente: en
la enfermedad de la transferencia, en lugar de los objetos libidinales irreales, aparece un único objeto: la
persona del médico. Al principio el análisis logra brillantes progresos porque el paciente desarrolla un
interés particular hacia la persona del médico. Todo lo que tiene que ver con esa persona le parece más
importante que sus propios asuntos, y lo distrae de su condición de enfermo. El paciente comprende lo
que se le apunta, profundiza en las tareas que la cura le plantea, y el material de recuerdos y ocurrencias
afluye en abundancia. Pero aparecen dificultades en el tratamiento: el paciente asevera que nada más se
le ocurre. Se tiene la impresión de que ya no se interesa en el trabajo, se comporta como lo hace fuera de
la cura, es evidente que le preocupa algo, pero quiere reservárselo. Esto peligra el tratamiento, se está
frente a una violenta resistencia. Lo que ocurrió es que el paciente ha transferido sobre el medico intensos
sentimientos de ternura. 
Se supera la transferencia cuando se demuestra al enfermo que sus sentimientos no provienen de la
situación presente y no valen para la persona del médico, sino que repiten lo que a él le ocurrió una vez,
con anterioridad. De tal manera, se fuerza en que el paciente mude su repetición en recuerdo. Y entonces
la transferencia, q tierna y hostil, en cualquier cosa parecía una amenaza para la cura, se convierte en el
mejor instrumento de ella. 
La nueva lucha transcurre como conflicto anímico normal. Por la activación de una represión nueva, la
enajenación entre yo y libido toca su fin, y se restablece la unidad anímica de la persona. Cuando la libido
vuelve a ser desasida de este objeto único (la persona del médico), ya no puede volver atrás a sus objetos
primeros, sino que queda a disposición del yo. El trabajo terapéutico se descompone entonces en dos
fases: en la primera, toda la libido es esforzada a pesar de los síntomas a la transferencia y concentrada
ahí, y en la segunda se libra batalla en torno de este nuevo objeto, y otra vez se libera de él a la libido. 
El trabajo terapéutico encuentra sus límites en la falta de movilidad de la libido, que puede mostrarse
remisa a abandonar sus objetos, y en la rigidez del narcisismo, que no permita que la trasferencia sobre
objetos sobrepase cierta frontera. 
La transferencia tiene esta importancia en las histerias, las histerias de angustia y las neurosis obsesivas,
que por eso Freud las llama “neurosis de transferencia”.

13) ¿Por qué la fantasía es una soldadura? ¿Qué dos campos heterónomos reúne? Desarrolle.
En la “Carta 69”(1897), Freud introduce que en lo ICC no es posible distinguir la verdad de la ficción, por lo
que la fantasía tiene valor de verdad aunque no de realidad. De esta manera la fantasía aparece como
defensa de la propia práctica sexual, frente a la satisfacción pulsional. Además de ser una defensa contra
la satisfacción, esta íntimamente ligada a ella, ya que consiste en una soldadura: la fantasía ICC tiene un
vínculo muy importante con la vida sexual, ésta era la que servía a la satisfacción sexual en la
masturbación infantil. En el origen, la acción era una entidad autoerótica pura, con el fin de ganar placer en
un determinado lugar del cuerpo (zona erógena), más tarde, esta acción se fusionó con una
representación-deseo perteneciente al círculo del objeto de amor, éstos son los dos campos heterónomos
que reúne la fantasía como soldadura: la satisfacción autoerótica en una zona erógena parcial, y el campo
de la representación-deseo tomada del circulo de objeto de amor, que ya no es parcial sino total. Cuando
el individuo renuncia a este orden de satisfacción masturbación- fantasía (periodo de latencia), queda
abandonada la acción, pero no ocurre lo mismo con la fantasía, esta pasa de ser consciente a ser
inconciente y si la satisfacción sexual abandonada no es sustituida por otra modalidad, quedan cumplidas
las condiciones para que la fantasía ICC adquiera nuevas fuerzas y consiga exteriorizarse bajo la forma de
un síntoma patológico. Hay soldadura entre un síntoma corporal y el significado sexual que le
proporcionan las fantasías que operan en su base, y la significación del síntoma se obtiene desde ahí. Por
lo tanto las significaciones soldadas al síntoma las proveyó la fantasía. Así los dos campos quedan
fusionados en la fantasía que reúne en su trama una satisfacción pulsional y un deseo prohibido. También
habla Freud de soldadura para referirse al nexo entre la pulsión y el objeto. Lacan dice que la pulsión no
es sin objeto, en tanto el objeto original esta perdido, una de las funciones de la fantasía es suplir el vacío,
a suplir ese algo perdido por el hablante por intervención del significante, posibilitando a la pulsión dar con
un objeto sustituto y esto es gracias a la fantasía. Este objeto perdido, esa ausencia de un objeto
adecuado lo provee la fantasía.

En el texto “Fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad” (1908), Freud sostiene que la fantasía
inconciente mantiene un vínculo muy importante con la vida sexual de la persona, pues es idéntica a la
fantasía que le sirvió para su satisfacción sexual durante un período de masturbación. El acto
masturbatorio (en el sentido más lato: onanista) se componía en esa época de dos fragmentos: la
convocación de la fantasía y la operación activa de autosatisfacción en la cima de ella. Como es sabido,
esta composición consiste en una soldadura. Originariamente la acción era una empresa autoerótica pura
destinada a ganar placer de un determinado lugar del cuerpo, que llamamos erógeno. Más tarde esa
acción se fusionó con una representación-deseo tomada del círculo del amor de objeto y sirvió para
realizar de una manera parcial la situación en que aquella fantasía culminaba.
La fantasía suelda, reúne, dos campos que son heterogéneos: por un lado tenemos una empresa
autoerótica pura, satisfacción destinada a lograr placer en una zona erógena; y por otro, tenemos el campo
de las representaciones deseo que ya no es parcial sino total, padres o subrogados que van constituyendo
la trama edípica. Estos dos campos quedan soldados en la fantasía que reúne en su trama una
satisfacción pulsional con un deseo prohibido. Pues, en realidad, la pulsión sexual es al inicio
independiente de su objeto y se necesita de una soldadura entre ambos que esta posibilitada por la
función de la fantasía en la vida anímica.

En el trabajo de análisis Freud encuentra que en el recorrido del síntoma a la pulsión algo se interpone, en
el camino del desciframiento del síntoma algo se interpone y lo que el encuentra son las fantasías Para dar
cuenta de esto, Freud habla de las soldaduras de la fantasía;
Hay soldadura entre un síntoma corporal y el significado sexual que le proporcionan las fantasías que
operan en su base, y la significación del síntoma se obtiene desde ahí. Por lo tanto las significaciones
soldadas al síntoma las proveyó la fantasía.
También habla Freud de soldadura para referirse al nexo entre la pulsión y el objeto. Lacan dice que la
pulsión no es sin objeto, en tanto el objeto original esta perdido, una de las funciones de la fantasía es
suplir el vacio, a suplir ese algo perdido por el hablante por intervención del significante, posibilitando a la
pulsión dar con un objeto sustituto y esto es gracias a la fantasía. Este objeto perdido, esa ausencia de un
objeto adecuado lo provee la fantasía.
Otra función de soldadura se da para ubicar el punto de anudamiento entre la fantasía y la satisfacción
autoerotica alcanzada. Freud toma el ejemplo de la masturbación infantil que, en principio, surge
independientemente del fantasear y es posteriormente ligada con esta. En principio esta acción
presentaba un carácter puramente autoerotico destinado a conseguir placer de una zona erógena, luego,
el acto masturbatorio crea una soldadura entre la evocación de una fantasía (relacionada con los objetos
edipicos) y los manejos activos conducentes a la satisfacción sexual (placer de órgano). Más tarde esa
acción se fusiono con una representación deseo, tomada del circulo del amor de objeto y sirvió ´para
realizar de una manera parcial la situación en que aquella culminaba.
Cuando el individuo renuncia a este orden de satisfacción masturbación- fantasía (periodo de latencia),
queda abandonada la acción, pero no ocurre lo mismo con la fantasía, esta pasa de ser consciente a ser
inconciente y si la satisfacción sexual abandonada no es sustituida por otra modalidad, es decir que no le
es posible sublimar su libido (cambio de meta) y elevarla hacia otros fines, quedan cumplidas las
condiciones para que la fantasia inconciente adquiera nuevas fuerzas y consiga exteriorizarse bajo la
forma de un síntoma patológico. De esta forma queda anudado el abandono del onanismo, y alcanzado
(aunque nunca por completo pero si por aproximación) el fin ultimo de todo proceso patologico, o sea, el
re-establecimiento de la satisfacción sexual que antes era primaria

15) Explique y desarrolle ¿a qué se refiere Freud al hablar de transferencia como motor y como
obstáculo?
Las únicas ocurrencias realmente serias (a INTERPRETAR) son aquellas con las que se tropieza en el
manejo de la transferencia. De las situaciones que la transferencia produce, seleccionare una: el caso en
que una paciente mujer deja colegir por inequívocos, o lo declara de manera directa, que se ha enamorado
del médico que la analiza.
Cuanto estorbe proseguir la cura puede ser la exteriorización de una resistencia. En el surgimiento de esa
apasionada demanda de amor la resistencia tiene una participación muy grande.
La transferencia tierna ha desaparecido, la enferma ya no intelige nada, parece absorta en su
enamoramiento, y tal mudanza sobreviene justamente cuando fue preciso alentarla a admitir o recordar
un fragmento muy penoso y fuertemente reprimido de su biografía. Es decir, el enamoramiento existía
desde mucho antes, pero ahora la resistencia empieza a servirse de el para inhibir la prosecución
de la cura, apartar del trabajo todo interés y sumir al médico analista en un penoso desconcierto.
La resistencia aprovechara la declaración de amor como medio para poner a prueba al analista. La
resistencia acrecienta el enamoramiento y exagera la buena disposición a la entrega sexual.
¿Cómo debe comportarse el analista?
Freud aconseja al analista:
(a) No responder a la demanda que se le ofrece ni aceptarla.
(b) No exhortar a la paciente a sofocar lo pulsional, a la renuncia y a la sublimación.
No sería un obrar analítico. Uno habría llamado lo reprimido a la conciencia solo para reprimirlo de
nuevo. Contra las pasiones de poco valen unos sublimes discursos. La paciente solo sentirá el
desaire y no dejara de vengarse.
(c) Tampoco puedo aconsejar un camino intermedio en que uno afirme corresponder a los
sentimientos tiernos de la paciente, esquivando los quehaceres corporales, hasta que pueda guiar la
relación por sendas más calmas y elevarla a un estadio superior. El tratamiento analítico se edifica sobre
la veracidad.
La técnica analítica impone al médico el mandamiento de denegar a la paciente menesterosa de amor la
satisfacción apetecida. La cura tiene que ser realizada en ABSTINENCIA; solo que con ello no me
refiero a la privación corporal, ni a la privación de todo cuanto se apetece, pues ningún enfermo lo
toleraría.
Hay que dejar subsistir en el enfermo la necesidad y añoranza como unas fuerzas pulsionales del
trabajo y la alteración, guardarse de apaciguarlas mediante subrogados.
Es que uno no podría ofrecer otra cosa que subrogados, puesto que la enferma, a consecuencia de su
estado y mientras no hayan sido levantadas sus represiones, será incapaz de lograr una efectiva
satisfacción.
La cura analítica debe realizarse en la PRIVACIÓN.
Si el medico obrara de otro modo, y aprovechara la libertad dada para corresponder al amor de la paciente
y saciar su necesidad de ternura, la paciente alcanzaría su meta, él nunca la suya (liberarla
permanentemente de la neurosis). Si su cortejo fuera correspondido, sería un gran triunfo para la paciente
y una total derrota para la cura. Ella habría conseguido aquello a lo cual todos los enfermos aspiran en
el análisis: ACTUAR, REPETIR en la vida algo que sólo deben RECORDAR, REPRODUCIR como
material psíquico y conservar en un ámbito psíquico.
Uno debe guardarse de desviar la transferencia amorosa, de ahuyentarla o de disgustar de ella a la
paciente. Y con igual firmeza uno se abstendrá de corresponderle. Uno retiene la transferencia de
amor, pero la trata como algo no real, como una situación por la que SE ATRAVIESA en la cura, que
debe ser reorientada hacia sus orígenes inconcientes y ayudará a llevar a la conciencia lo más
escondido de la vida amorosa de la enferma, para así gobernarlo.

18) ¿Cuál es el aporte del texto de J. Lacan: “Del Trieb de Freud y del deseo del psicoanalista” al
concepto de fantasma?
Ubique en la conceptualización Lacaniana, la relación y diferencia entre Síntoma y Fantasma.
Freud va a decir q el síntoma histérico requiere de la contribución de dos partes, la precondición somática
(goce, un placer proveniente de una zona erógena; y una solicitación somática (representación del deseo).
Relaciona síntoma histérico y fantasma, y supone q el fantasma determina el síntoma. Dado un síntoma
uno puede encontrar el fantasma q lo determina. El método psicoanalítico conduce de los síntomas al
fantasma Icc. Hace aparecer a este último como precursor inmediato del 1 y en un sentido causal.
Par la Lacan el fantasma ($ # a) está formado por 2 elementos heterogéneos:
* $, sujeto del sgte, lo Simbolico
* a, lo real (lo q no se puede decir nada acerca de eso)
Esto es lo paradójico en la formación del fantasma, en relación a su concepción anterior del mismo a a
´ (eje imaginario), q relaciona dos elementos heterogéneos, unos simbólico y uno real.
En el grafo del deseo Lacan muestra como el fantasma está ubicado como tapón respecto de la falta del
Otro (como lugar del sgte) y articula el síntoma s(A) como determinado por el fantasma y este ultimo como
tapon del deseo del Otro.
El fantasma es el resumen de toda producción Icc, es el último lugar donde aun es posible volver, retornar,
a lo q puede ser CC para el paciente.

FANTASMA SINTOMA
 Estatico  Dinamico
 No tiene dimensión temporal  Tiempo retroactivo
 Determina el sintoma  Sintoma determinado por el fantasma
 1° Lacan el fantasma se da en el eje de lo  Simtoma simbolico
imaginario a a´  Matema del síntoma s(A)
 2° lacan, el fantasma relaciona Simbolico y  Sintoma como verdad, pero verdad del
real ($#a) sufrimiento sintomático, irrupción de la
 Funciona como tapon del deseo del Otro verdad en la vida del sujeto.
 Tiene significación de verdad lógica
 Significacion absoluta de verdad
 Para el S una frase única tiene en su
fantasma significación absoluta (ej no se
nada, solo pegan a un niño)
 Fantasma como axioma, algo q esta ahí
desde el principio y no se puede modificar.
Es el principio y apartir de el se arma el resto

19) ¿Qué lógica ordena el programa de la materia?

Prácticos

1) A partir del capítulo sobre la investigación y el obstáculo de Osvaldo Delgado, defina que es un
obstáculo para el psicoanálisis.
8) Desarrolle las dos dimensiones del obstáculo para el psicoanálisis: clínico y epistemológico.
Articule con una referencia clínica. 1P/2P
El psicoanálisis es una teoría del obstáculo.
Freud ubica en “Análisis terminable e interminable” un obstáculo en la práctica clínica y en la formación
del analista.
Para Bachelard el obstáculo es el obstáculo epistemológico, por lo tanto, no se puede plantear el
problema del conocimiento científico si no es en términos de obstáculo. Éste se manifiesta como
impedimento y como inercia simultáneamente.
Para Freud el obstáculo no es un problema en sentido negativo sino positivo. Es algo a resolver, lugar
en el que hay algo absolutamente fecundo. Cuando se trata de un tratamiento bien orientado surgen
obstáculos, es el momento más vivo y fecundo de ese análisis. Momentos donde se van a presentar las
cuestiones más importantes de la dirección de la cura.
Freud se va encontrando con diferentes obstáculos a medida que va formulando su teoría, primero
habla de una fuerza constante en el aparato la cual más adelante conceptualizara como pulsión. Es la
fuerza constante de la que habla cuando encuentra la manera de levantar los síntomas a través de la
interpretación de los mismos, sin embargo, se seguían produciendo nuevos síntomas.
Otro obstáculo se le presenta a Freud cuando cae la conceptualización de trauma y le dice a Fliess en
la carta 69 “ya no creo más en mi neurótica” e introduce la fantasía como soldadura en la formación de
síntomas.
Se encuentra con la transferencia como obstáculo, en el caso Dora, la cual no sabe colegir a tiempo y
manejarla, por lo q Dora deja el análisis.
Además, se ubica en el psicoanálisis el lugar del analista como obstáculo teniendo el cuenta la
dimensión ética de lo analítico.
Freud toma estos obstáculos como algo fecundo y no como algo q lo detiene. No se lo desecha sino
que se lo hace comparecer aunque pueda hacer caer el conjunto de la teoría elaborada hasta el
momento. Esa hiancia permanente que hay en el psicoanálisis entre teoría y práctica, imposible de
suturar, aparece bajo la forma del obstáculo y del mismo modo se procede en la dirección de la cura, ya
que en el curso de un análisis el obstáculo también es el lugar fecundo y marca las diferentes
conceptualizaciones de la dirección de la cura.
Cada obstáculo exigió una nueva conceptualización del inconsciente, de la pulsión, del síntoma y de la
transferencia. Es decir, exigió que se avanzara desde el principio que gobierna el aparato psíquico al
ordenamiento de las instancias. De las respuestas sobre cómo se produce una cura, a los obstáculos
para su conclusión.

2) ¿Qué es un obstáculo y qué lugar ha tenido en la construcción de los conceptos en


psicoanálisis? Ejemplifique en la teoría freudiana.
El psicoanálisis es una teoría del obstáculo.
Freud ubica en “Análisis terminable e interminable” un obstáculo en la práctica clínica y en la formación
del analista.
Para Bachelard el obstáculo es el obstáculo epistemológico, por lo tanto, no se puede plantear el
problema del conocimiento científico si no es en términos de obstáculo. Éste se manifiesta como
impedimento y como inercia simultáneamente.
Para Freud el obstáculo no es un problema en sentido negativo sino positivo. Es algo a resolver, lugar
en el que hay algo absolutamente fecundo. Cuando se trata de un tratamiento bien orientado surgen
obstáculos, es el momento más vivo y fecundo de ese análisis. Momentos donde se van a presentar las
cuestiones más importantes de la dirección de la cura.
Freud se va encontrando con diferentes obstáculos a medida que va formulando su teoría. Primero
habla de una fuerza constante en el aparato la cual más adelante conceptualizara como pulsión. Es la
fuerza constante de la que habla cuando encuentra la manera de levantar los síntomas a través de la
interpretación de los mismos, sin embargo, se seguían produciendo nuevos síntomas.
Otro obstáculo se le presenta a Freud cuando cae la conceptualización de trauma y le dice a Fliess en
la carta 69 “ya no creo más en mi neurótica” e introduce la fantasía como soldadura en la formación de
síntomas.
Se encuentra con la transferencia como obstáculo, en el caso Dora, la cual no sabe colegir a tiempo y
manejarla, por lo que Dora deja el análisis.
Además, se ubica en el psicoanálisis el lugar del analista como obstáculo teniendo en cuenta la
dimensión ética de lo analítico.
Freud toma estos obstáculos como algo fecundo y no como algo q lo detiene. No se lo desecha sino
que se lo hace comparecer aunque pueda hacer caer el conjunto de la teoría elaborada hasta el
momento. Esa hiancia permanente que hay en el psicoanálisis entre teoría y práctica, imposible de
suturar, aparece bajo la forma del obstáculo y del mismo modo se procede en la dirección de la cura, ya
que en el curso de un análisis el obstáculo también es el lugar fecundo y marca las diferentes
conceptualizaciones de la dirección de la cura.
Cada obstáculo exigió una nueva conceptualización del inconsciente, de la pulsión, del síntoma y de la
transferencia. Es decir, exigió que se avanzara desde el principio que gobierna el aparato psíquico al
ordenamiento de las instancias. De las respuestas sobre cómo se produce una cura, a los obstáculos
para su conclusión.

3) Desarrolle las diferentes perspectivas del obstáculo para el psicoanálisis.


Podemos ubicar primero la satisfacción del síntoma como obstáculo en el incremento del padecimiento
cuando está por ceder un podo paradójico de satisfacción, en los síntomas como práctica sexual.
Podemos ver, por ejemplo, en el caso de Ana O. que un rasgo de carácter, su bondad compasiva, era
una vía para satisfacer una intensa pulsión. Su no-oír se relacionaba con su padre y el espiar. Revela
una zona histerógena y su paradójica presentación sobre la cura. El padecimiento (sordera) sintomático
incrementó cuando estaba por desembarazarse de él. De este modo, se ve un modo de satisfacción
pulsional sostenido en una zona erógena.
Otro ejemplo es el caso de Elisabeth von R. (padecía dolores en la pierna y caminaba mal). Este caso
revela cómo mediante una simbolización pueden generarse síntomas somáticos de la histeria: dolor de
las piernas como la expresión de placer que llevaba a proferir chillidos cuando se la pellizcaba. Se
satisface con una satisfacción paradójica.
Otro modo en el que aparece en obstáculo es el de una incompatibilidad entre el pensamiento y el yo.
Son métodos de defensa del yo.
Freud ubica a la persona del médico como obstáculo externo que genera la detención de la emergencia
de los recuerdos, vía la rememoración y los comentarios sobre el analítico (Ej.: Ana O.)
Otro nombre para el obstáculo es el carácter, aquello del síntoma integrado a la personalidad (ns.
Obsesiva). El equilibrio neurótico es un obstáculo ya que se satisface en sí mismo.
Otra perspectiva en la que se presenta el obstáculo es en la dimensión ética del acto analítico en la
dirección de la cura. El problema en todo análisis es cómo hacer para que la modalidad de satisfacción
del sujeto que es autística entre en el campo de la transferencia, cuál es la maniobra, el acto del
analista que lo hace pasar por el Otro. Hacer pasar el goce autoerótico por el campo del Otro es la
operación analítica.

4) Cuáles son los tres paradigmas de la clínica freudiana. Desarrolle uno desde la perspectiva del
quehacer del analista.
En “El más allá del principio de placer” Freud menciona los tres grandes movimientos que sitúa en el
transcurso de su teorización en lo que hace a la dirección de la cura: 1) el arte de la interpretación; 2) el
trabajo sobre las resistencias; 3) el levantamiento de las resistencias estructurales. Y ello coincide con
un ordenamiento del aparato psíquico, una conceptualización del padecimiento; un criterio sobre la
finalidad de la cura; una formulación específica del lugar del psicoanalista.
Se puede ubicar en la primera época “La interpretación de los sueños”, “Psicopatología de la vida
cotidiana”, “El chiste y su relación con lo inconsciente”, los grandes textos de la apertura del
inconsciente. En estos textos se revela la posición del analista como lugar del levantamiento de las
resistencias y se ubica el cierre del inconsciente y las vicisitudes de la acción del analista respecto a la
pregunta ética sobre ese cierre. En este momento se sitúa el estatuto inaugural de la regla fundamental
(asociación libre).
El analista como obstáculo externo corresponde a este momento.

5) Ubique y caracterice los tres momentos de la técnica psicoanalítica que Freud señala en "El más
allá del principio de placer" (1920).
En “El más allá del principio de placer” Freud menciona los tres grandes movimientos que sitúa en el
transcurso de su teorización en lo que hace a la dirección de la cura: 1) el arte de la interpretación; 2) el
trabajo sobre las resistencias; 3) el levantamiento de las resistencias estructurales. Y ello coincide con un
ordenamiento del aparato psíquico, una conceptualización del padecimiento; un criterio sobre la finalidad
de la cura; una formulación específica del lugar del psicoanalista.
Se puede ubicar en la primera época “La interpretación de los sueños”, “Psicopatología de la vida
cotidiana”, “El chiste y su relación con lo inconsciente”, los grandes textos de la apertura del inconsciente.
Se ubican la regla de la asociación libre (regla fundamental); defensa y trauma; producción del
inconsciente; proceso primario y trabajo psíquico; inconsciente descriptivo y dinámico que da lugar al
sujeto propio del psicoanálisis; el trabajo de interpretación por parte del analista.
La segunda época coincide con los escritos técnicos y las dificultades que se presentan articuladas a la
transferencia: “Dinámica de la transferencia”, “Puntualizaciones sobre el amor de transferencia”, etc.
Textos en los que se encuentra la posición del analista como lugar del levantamiento de las resistencias.
Se ubica el cierre del inconsciente, las vicisitudes de la acción del analista respecto a la pregunta ética
sobre ese cierre, el obstáculo del amor de transferencia, la regla de abstinencia y una nueva consideración
al estatuto de la angustia.
Finalmente, en la tercer época, el trabajo con las resistencias estructurales que se articula con el cambio
de modelo pulsional freudiano, con la nueva teorización de la regulación del aparato psíquico donde
aparecen las resistencias mayores del ello y superyó. Se marca una declinación de la interpretación y la
producción del concepto de construcción en relación con lo que no retorna jamás como recuerdo, ya que
nunca fue olvidado. Se ubica, además, la pulsión de muerte en relación con la cuestión del fin de análisis.

6) ¿Por qué la satisfacción puede volverse un obstáculo para la cura? Articule con algún caso de
estudio sobre la histeria.
Podemos ubicar primero la satisfacción del síntoma como obstáculo en el incremento del padecimiento
cuando está por ceder un modo paradójico de satisfacción y en los síntomas como práctica sexual.
Podemos ver, por ejemplo, en el caso de Ana O. que un rasgo de carácter, su bondad compasiva, era
una vía para satisfacer una intensa pulsión. Por otro lado, su no-oír se relacionaba con su padre y el
espiar. Revela una zona histerógena y su paradójica presentación sobre la cura. El padecimiento
(sordera) sintomático incrementó cuando estaba por desembarazarse de él. De este modo, se ve un
modo de satisfacción pulsional sostenido en una zona erógena.
Otro ejemplo es el caso de Elisabeth von R. (padecía dolores en la pierna y caminaba mal). Este caso
revela cómo mediante una simbolización pueden generarse síntomas somáticos de la histeria: dolor de
las piernas como la expresión de placer que llevaba a proferir chillidos cuando se la pellizcaba. Se
satisface con una satisfacción paradójica.
En el síntoma el sujeto se satisface en el síntoma y se resiste, por lo tanto, a la cura.

7) ¿Qué cambios se pueden ubicar en el concepto de satisfacción en Freud y qué obstáculos se


derivan de allí?
La problemática de la satisfacción se plantea en Freud desde la segunda tópica (yo-ello-superyó). La
satisfacción que el síntoma implica marca el obstáculo. El incremento del padecimiento cuando se está por
ceder un modo paradójico de satisfacción, cuyo paradigma es la reacción terapéutica negativa lo refleja.
Se desarrollan los síntomas como práctica sexual. La bondad compasiva de Ana O., un rasgo de carácter,
era una vía para satisfacer una intensa pulsión.
Luego, Freud halla las perturbaciones corporales en simultáneo con la doble conciencia, es decir, la
escisión psíquica y cuerpo recortado por malestares. Se revela un cuerpo diferente al orgánico y la palabra
como fuente de excitación, dolor, parálisis. Síntoma conversivo en la histeria: modo de satisfacción
pulsional sostenido en una zona erógena. Mediante una simbolización pueden generarse síntomas
somáticos en la histeria. Freud se encontraba con que el padecimiento del paciente incrementaba cuando
estaba a punto de desembarazarse del mismo como resistencia a la cura. Se revela el conflicto pulsional y
la relación particular con la satisfacción.
Se presenta el falso enalce, antecedente del desplazamiento, la transferencia motor y la compulsión a
asociar que remite al analista como obstáculo externo y la transferencia como obstáculo. Fijación.

9) Desarrolle la noción de abstinencia diferenciándola del principio de neutralidad, articule a la


función: deseo del analista.
16) Transferencia y pulsión, dos conceptos que ponen en tensión la regla de abstinencia freudiana y
su correspondiente en los desarrollos de Lacan: deseo del analista. Desarrolle.

La regla de la abstinencia da cuenta de la ética freudiana, en tanto ésta implica no satisfacer los
subrogados. Operar contra el sentido para dejar subsistir unas fuerzas pulsionales. Operación de
abstinencia que marca el más allá de la neutralidad. Se plantea la satisfacción de sentido como la caída de
la regla de abstinencia.
Las satisfacciones sustitutivas ocasionadas por la transferencia son un obstáculo para el análisis de los
síntomas, pero, precisamente por ello, los beneficios de la enfermedad no han de hacer titubear al
analítico en su deber de decir la verdad.
Detrás del amor de transferencia está la afirmación del vínculo del deseo del analista con el deseo del
paciente. Si el deseo del analista es el que en el último término opera en el psa, es necesario incluirlo bajo
transferencia. ¿Qué implica operar con el deseo del analista en la experiencia analítica? Si la transferencia
es aquello que de la ps aparta la demanda, el deseo del analista es aquello que la vuelve a llevar a la ps.
El deseo del analista es un operador que permite abordar en la experiencia la secuencia transferencia-ps.
El deseo del analista permite despejar el amor de transferencia del plano de la identificación narcisista
para situarlo en relación con la pulsión. Se distinguen dos campos: el campo ps de un lado, y del otro lado
el campo narcisista del amor, en tanto la reciprocidad entre amar y ser amado.
El deseo del analista al llevar la demanda al campo pulsional quiebra la reciprocidad del amor y coloca al
analista en calidad de objeto en el centro mismo de la transferencia. En esta línea, la presencia se liga al
deseo del analista, deseo de ser tomado como objeto por su analizante, deseo de encarnar el objeto a.
Ligar el deseo al objeto implica lo que el analista quiere que su paciente haga de él. (Deseo del deseo del
otro, de ocupar un lugar en el deseo del otro, ocupar el lugar del objeto, que el paciente se oriente en su
deseo).
Desear ser tomado por objeto es lo que aparta al analista de poseer alguna consistencia óntica. Implica
que el analista paga con su ser, paga con su persona.
La primera vez que el concepto del deseo del analista aparece en Lacan se refiere a él como en
contraposición a la contratransferencia. Guiarse por la contratransferencia es quiarse por los propios
mecanismos de defensa.

10) Desarrolle lo que Osvaldo Delgado elabora en torno a la noción de fijación y a la tarea del
analista, en el manejo de la transferencia. 15P
15) ¿A qué se refiere Freud con la condición de "no fijarse" en "Consejos al médico" (1912)?
Articule con el lugar del analista según lo desarrollado por Osvaldo Delgado. 10P
Badiou ubica el no fijarse como el sitio del acontecimiento analítico.
En “Consejos al médico sobre el tratamiento psicoanalítico” la sorpresa, como acontecimiento imprevisto,
como condición para el tto se anuda con el “no fijarse” por parte del analista. Se refiere al soporte
pulsional. El lugar del analista y la fijación se excluyen mutuamente.
Para Freud, la fijación asociada al lugar del analista lleva no sólo a conducir los ttos desde los mecanismos
de defensa propios, sino que ésta también se constituye en el soporte de la hostilidad y el partidismo en el
seno de la comunidad analítica.
El “no fijarse” plantea la atención parejamente flotante como el correspondiente necesario de la regla
fundamental.
El “no fijarse”, para Freud, es posible únicamente a partir del análisis del analista y que éste haya tomado
noticia de sus propios complejos que pudieran perturbarlo para aprehender lo que el analizado ofrece. La
indicación de que la fijación debería estar excluida del lugar del analista porque de este modo el analista
tendría la máxima docilidad como intérprete de la producción de la asociación libre.
Es decir, la tarea del analista, a partir del no fijarse, es evitar los posibles obstáculos de la transferencia y
contratransferencia.
11) Desarrolle la diferencia entre sugestión y transferencia en relación a la posición del analista.
En el comienxo está la transferencia, antes de la demanda de análisis. La transferencia se constituye
como una demanda de restitución de la realidad. Esto abre la vía a una variedad de prácticas que se
englobarían en el concepto de sugestión.
¿En qué se diferencia el psicoanálisis de la sugestión? Freud acepta que el psicoanálisis opera en última
instancia por sugestión, si por sugestión se entiende la influencia de un ser humano sobre otro por medio
de la transferencia.
En el diccionario de Lalande se define a la sugestión como una idea o proyecto de acción que no nace
espontáreamente en el espíritu sino que se propone a él desde afuera.
El acto analítico implica evitar que el análisis devenga una satisfacción sustitutiva. Justamente lo inverso a
la sugestión o la hipnosis. El análisis sería una hipnosis a la inversa. La posición del analista invierte
aquello que es llamado a encarnar por el sujeto, el Ideal. Si el analista responde a la demanda, se instala
la sugestión.
Por eso, lo que opera en última instancia en un análisis es el deseo del analista, en la medida en que éste
no ecarne al hipnotizador, al Ideal que el analista es llamado a encarnar, sino encarna al hipnotizado. El
ppio soberano de la regla de abstinencia implica el rechazo de la demanda sugestiva del neurótico.

En éxitos demasiado prematuros se disciernen más bien obstáculos que avances del trabajo analítico, y
los destruimos resolviendo de continuo la transferencia en que se fundaban. Es este último rasgo el que
separa el tratamiento analítico del basado en la sugestión. En este último, la transferencia es respetada
cuidadosamente, se la deja intacta; en el analítico, ella misma es objeto del tratamiento y es
descompuesta en cada una de sus formas de manifestación. Para la finalización del tratamiento, la
trasferencia misma tiene que ser desmotada.
¿Dónde está la libido del neurótico? Ligada a los síntomas, que le procuran la satisfacción
sustitutiva. Por tanto, es preciso apoderarse de los síntomas, resolverlos. Para solucionar los síntomas
es preciso remontarse hasta su génesis, hasta el conflicto del cual nacieron; renovar ese conflicto
y llevarlo a otro desenlace con el auxilio de fuerzas impulsoras que en su momento no estaban
disponibles. La pieza decisiva el trabajo se ejecuta cuando en la relación con el médico, en la
transferencia, se crean versiones nuevas de aquel viejo conflicto, versiones en las que el enfermo
querría comportarse como lo hizo en su tiempo, mientras que uno lo obliga a tomar otra decisión. La
transferencia se convierte entonces en el campo de batalla en el que están destinadas a encontrarse todas
las fuerzas que se combaten entre sí.
Toda la libido, así como toda la resistencia contra ella, converge en la relación con el médico; es
inevitable entonces que los síntomas queden despojados de libido. En lugar de la enfermedad
propia del paciente, aparece la de la transferencia. Cuando la libido vuelve a ser desasida de ese
objeto provisional ya no puede volver atrás a sus objetos primeros, sino que queda a disposición
del yo
El trabajo terapéutico se descompone, pues, en dos fases; en la primera, toda la libido es esforzada a
pasar de los síntomas a la transferencia, y en la segunda se libra batalla en torno de este nuevo objeto y
se libera de él a la libido. El cambio decisivo para el buen desenlace consiste en que se elimine el circuito
de la represión de este conflicto así renovado, de suerte que la libido no pueda sustraerse nuevamente al
yo mediante la huida al inconsciente. Ese cambio es posibilitado por un cambio en el yo, que se consuma
bajo la influencia de la sugestión médica.

12) A partir de los Desarrollos de Osvaldo Delgado, indique como la noción de presencia del
analista puede leerse en la obra freudiana.
El acto del analista la concepción de la neurosis evidencian la dependencia de la técnica freudiana de una
ética y cómo ésta se articula con una concepción del síntoma. El nombre de este entrecruzamiento es la
regla de abstinencia. Ésta regla, que es para el analista, tiene un valor técnico instrumental y da cuenta de
la ética freudiana en correlación con su teoría del ap. Psíquico.
La presencia del analista es un compromiso, efecto de la resistencia en el acto analítico. El intento de
desasimiento libidinal de los lugares de fijación puede producir el estancamiento libidinal. El analista paga
con su persona in absentia. La presencia del analista de esta época corresponde al segundo momento (el
levantamiento de las resistencias).
A cada momento le corresponde una concepción de síntoma y una lógica propia de la noción de
presencia. El analista como obstáculo externo corresponde al primero momento, el del arte de la
interpretación. A su vez, el analista como el extraño que dirige palabras duras es solidario de la segunda
tópica.
Los tres momentos son tres modos de rtas a lo que se presenta como problemático.
La ubicación del in effigie, en línea correlacionada con la transferencia como resistencia, sitúa
anticipadamente la presencia como cierre del icc. La presencia del analista revela su solidaria lógica con lo
que no puede ser dicho en tanto circuito ps. La acc del analista persigue esta fijación en su camino
regresivo.

13) Explique la siguiente frase: "El deseo del analista es un operador que permite abordar en la
experiencia la secuencia transferencia-pulsión".
16) Transferencia y pulsión, dos conceptos que ponen en tensión la regla de abstinencia freudiana
y su correspondiente en los desarrollos de Lacan: deseo del analista. Desarrolle.
¿Qué implica operar con el deseo del analista en la experiencia analítica? Si la transferencia es aquello
que de la ps aparta la demanda, el deseo del analista es aquello que la vuelve a llevar a la ps. El deseo del
analista es un operador que permite abordar en la experiencia la secuencia transferencia-ps. El deseo del
analista permite despejar el amor de transferencia del plano de la identificación narcisista para situarlo en
relación con la pulsión. Se distinguen dos campos: el campo ps de un lado, y del otro lado el campo
narcisista del amor, en tanto la reciprocidad entre amar y ser amado. Da cuenta de um amor de
transferencia que está en relación con la ps.
El deseo del analista al llevar la demanda al campo pulsional quiebra la reciprocidad del amor y coloca al
analista en calidad de objeto en el centro mismo de la transferencia. En esta línea, la presencia se liga al
deseo del analista, deseo de ser tomado como objeto por su analizante, deseo de encarnar el objeto a.
Ligar el deseo al objeto implica lo que el analista quiere que su paciente haga de él. (Deseo del deseo del
otro, de ocupar un lugar en el deseo del otro, ocupar el lugar del objeto, que el paciente se oriente en su
deseo).

14) Articule la noción "presencia del analista" con la apertura y el cierre del inconsciente, tal como
lo desarrolla Lacan en la clase 10 del seminario XI.
Si el tiempo del amor es esencial a la cuestión de la ps, la emergencia en un punto temporal preciso
articula el amor con lo R del goce, en tanto que la introducción del tto no produce esa emergencia ni para
corresponderla ni para desilusionarla, sino que en abstinencia se articula como cierre del icc con la
demanda que no habla.
Freud articula ella presencia con el cierre del icc. Surge, así la transferencia como resistencia: el cece de
las asociaciones, la aparición del amor dócil, que dejará el resto reacio a la interpretación, el analista en
calidad de objeto situado en el centro mismo de la transferencia, indican que la misma excede a la
repetición significante.
Lacan al situar el cierre del icc que implica una falta significante, indica la sustitución del analista como
objeto de amor. Por lo tanto, al ser interrogado como sujeto supuesto saber se devela lo que éste encubre,
que es el estatuto del objeto. Entonces el cierre del icc da cuenta del registro del fantasma, la ps. La
interpretación, en esta perspectiva, llama a colmar el silencio por un significante (apertura del icc).

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