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FUNDAMENTACIÓN

“La omisión es lo que enferma”, S. Freud

“Nunca me dediqué a otra cosa que a ese saber llamado inconsciente”. J.


Lacan

Cada vez que un analista se propone abordar el concepto del Inconsciente


en el campo de la enseñanza se ve enfrentado a practicar la dificultad. La
complejidad del concepto viene asociada a las condiciones a que está
supeditado: adentrarse en él, abordarlo realmente es posible sólo por la
vía de una experiencia.

Si enseñar es abrirse paso, trazar algunas rutas en el camino, ¿cómo


trazarlas cuando se trata del inconsciente?

En principio, decidimos atenernos a los pasos que aprendimos a dar con


Freud: ir a los hechos de la experiencia, leerlos, ponerlos a prueba,
partiendo siempre desde allí. Él mismo supo, a su vez, aprenderlo de
Charcot: “la teoría está bien, pero eso no impide existir”. Valiéndonos,
entonces, de los “casos” clásicos, de los de nuestra práctica cotidiana, de
los de los colegas que cursen con nosotras y quieran exponerlos,
recorreremos nuestras preguntas. Las que ya tenemos, razón por la cual
nos presentamos a trabajar en este programa, y las que surjan, lo damos
por descontado, por efecto del trabajo. Porque el inconsciente es siempre
lo que se dice, una puesta en acto de nuestro decir pretendería ir más allá
de lo que nosotras mismas sabemos. Sólo de esa manera, daríamos lugar a
la oportunidad de alguna extrañeza que nos cause y nos interrogue; que
nos permita renovar nuestra relación al saber en lo que nos concierne
como analistas.
Michel Foucault atribuye a Freud el estatuto de instaurador de
discursividad, no solo por la obra que produjo, sino porque obliga a
quienquiera hablar de psicoanálisis a pasar por su letra. Se trata de una
creación muy particular: la fundación del inconsciente producida desde el
propio inconsciente. Si Freud se implicó para descubrirlo ¿por qué razón
dejaríamos de hacerlo al decidir recorrerlo?

En el capítulo VII de La interpretación de los sueños Freud irá definiendo el


Inconsciente, los fenómenos con los que trabaja y nos pone a trabajar.
Sigue siendo admirable el valor que él le asigna al tropiezo, a la
emergencia de ellos, invitando a leerlos desde la vida cotidiana, a través
de los sueños, actos fallidos, y 2 el chiste o la agudeza. Va configurando la
materia, absolutamente novedosa y desechada por otras disciplinas, con
que trabajamos los analistas: fallas, fisuras, jirones, ocurrencias, y allí es,
donde va a buscar el Inconsciente. Fenómenos que producen sorpresa,
conmoción para el sujeto en la medida que le revela algún deseo propio.
Hallazgo, que en cuanto se presenta es re-hallazgo, siempre dispuesto a
escabullirse, instaurando nuevamente la dimensión de la pérdida.

Recorreremos el Inconsciente y sus formaciones, las operaciones allí


involucradas de lectura, cifrado, descifrado. Pasos que Freud ha dado,
desde el momento en que escuchó a sus histéricas. “¡Qué convincente era
el proceso de la rememoración en las primeras histéricas!” Sin embargo,
debimos aprender que eso no marchaba más que hasta un cierto límite, lo
real. Lo que siempre vuelve al mismo sitio. Ese tope, encontrarse con ese
tope es la condición misma de la repetición. Distintas modulaciones a ser
desplegadas, rememorar, reproducir, repetir. Trabajar el concepto de
repetición, esencial para captar el de inconsciente, nos lleva
necesariamente a revisar la pulsión. Conceptos solidarios a ser revisados.
En Más allá del principio del placer “la pulsión es aprehendida en los
términos más universales como un esfuerzo por repetir una situación que
había existido una vez y fue cancelada por una perturbación externa”. Es
esa falta lo que motiva a ese drang de la pulsión como esfuerzo o
perentoriedad por repetir. Dando una vuelta más, ir abordando la
repetición no sólo como simbólica sino fundamentalmente como real,
como tyche.

La función de repetición lo llevó a Freud a decir “nada puede ser captado,


destruido ni quemado, sino de manera como se dice simbólica, in effigie,
in absentia”. Fórmula que determina el lugar del analista formando parte
del inconsciente.

Si por inconsciente entendemos “lo que se instituye de lo imposible de


reconocer”, abordarlo es, fundamentalmente hacer lugar al sujeto. A la
spaltung, esa división incurable, que sólo se trata atendiendo al
inconsciente. Por las vías con las que contamos, las del lenguaje. Efecto de
esa relectura Lacan presenta su fórmula, su “hilito”, según él mismo
testimonia: “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”. Hay
escritura en lo inconsciente, nos dice él que ha sabido poner su lupa sobre
el texto de Freud. Así, el sueño, el lapsus y el chiste se definen por lo
legible. De igual modo, el síntoma. La necesidad lógica que tiene el
inconsciente como discurso hace del síntoma el orden por el que se revela
nuestra política; a partir de ese orden es posible la interpretación.

Todas estas formaciones se producen para ser leídas, están ligadas a una
doble economía: la de la escritura y la de la palabra. Es en lo legible, en lo
que consiste el saber. El inconsciente es el único patrimonio de saber para
el interés del sujeto en pos de que la elaboración de ese saber, deje
advenir un límite, ese ombligo, ese real. Si lo inconsciente es
fundamentalmente “saber sin sujeto” pero a la vez sucede también que
“yo hablo con mi cuerpo”, habrá que hacer entrar en juego lo que Lacan
denomina “lalengua” con sus implicancias prácticas y clínicas.

La lectura a la que se arribe del inconsciente determinará la finalidad de


una cura. Y el inconsciente quiere el fin, lo busca, como puede leerse en el
Seminario 11: “El inconsciente se encuentra en la orilla estrictamente
opuesta a la del amor”. Pista lacaniana para direccionar la cura que
apunte al fin de un análisis.

DISPOSITIVO- Modalidad de funcionamiento

El trabajo se llevará a cabo bajo dos modalidades de funcionamiento:


clases expositivas y una serie de encuentros que conformarán un
conversatorio. En las clases expositivas, las cotitulares delinearán los ejes
principales a recorrer. En los conversatorios, nos proponemos poner a
prueba una experiencia de trabajo. Organizar a los cursantes, desde el
principio de la cursada, en “grupos de lectura”. Conformados de esa
manera asistirán a estos encuentros habiendo leído un texto determinado
previamente. Una vez en la reunión, las cotitulares y las colaboradoras
docentes, que funcionarán como coordinadoras de esas reuniones, harán
dos preguntas al texto que operarán de disparador a la discusión de los
grupos. Se otorgará media hora para la discusión. Terminado ese tiempo
cada grupo, a través de un vocero presentará las conclusiones a los demás
grupos. En la segunda reunión, se extraerán de esas conclusiones las
dificultades, los obstáculos tanto como los intereses que los cursantes
presenten.
Entonces, los pasos son: planteo de ejes sobre la temática a cargo de las
docentes, espacio de lectura de textos organizados en grupos de lectura,
apertura de las conclusiones de cada grupo, y la transferencia de esas
conclusiones a las docentes quienes, a partir de esas conclusiones, harán
una vuelta más de lectura.

De cada conversatorio se presentará un trabajo final. Dos propósitos


fundamentales nos llevan a esta propuesta: que puedan presentarse las
conclusiones de lectura ante otros, con los efectos que eso trae en cada
uno, tanto como promover el lazo entre quienes participan, al compartir
los efectos de trabajo que ese lazo produce.

Hace a una política de formación en el Posgrado.

Fundamento del dispositivo

Sostener que el inconsciente es lo que decimos, quiere decir también que


no hay divorcio entre práctica y teoría. La teoría es lo que se practica y
fundamentalmente en los operadores o dispositivos. Porque la teoría no
es simplemente una traducción de la práctica, ni consiste en su mera
aplicación, la teoría es en sí misma una práctica. Las relaciones práctica-
teoría son siempre fragmentarias. La teoría se encuentra con múltiples
obstáculos que, para afrontarlos, la obligarán a recurrir a otros discursos.
Para Deleuze, una teoría es “una caja de herramientas”, porque de lo que
se trata es que eso funcione. Que, en primer lugar, le sirva al teórico, ya
que, si éste no pudiera servirse de esas herramientas, no tendría sentido
alguno la existencia de una teoría. Para explicarse mejor recurre a Proust
quien dice: “traten mi libro como unos lentes dirigidos hacia afuera y si no
les van bien tomen otros; encuentren ustedes mismos vuestro aparato
que forzosamente es un aparato de combate”. Es que hay una
inadecuación estructural que fuerza a saber encontrar las herramientas
cada vez. La recomendación de Proust hace resonar la freudiana, tan
fundamental, cuando indica adecuar la “técnica” a la “medida de la mano”
de cada analista. Es ese punto de partida el que requiere persistir en la
renovación de las búsquedas, en pos de un funcionamiento que haga fluir
la relación entre práctica y teoría permitiendo los ajustes que hagan falta.
Nos proponemos probar este modo de funcionar en calidad de una
herramienta. La praxis excede la teoría y es en la práctica donde se puede
reconsiderar la teoría.

Evaluación

Las conclusiones de cada conversatorio, articuladas a un punto del


programa a elección de los cursantes tendrán carácter de evaluación final.
Serán dos trabajos, uno por cada uno de los dos módulos del programa.

Módulo I

a) Fundación del inconsciente desde el inconsciente

Construcción del concepto. Correspondencia de Freud. Vacilaciones y


hallazgos que dan cuenta de su invención. El psicoanálisis fundado por un
sueño de Freud. Sueño de Inyección de Irma. La interpretación de los
sueños de Freud. La lectura de Lacan sobre el mismo sueño. De dejarse
llamar por Irma a llamarnos a los analistas. Trasmisión y legado del
psicoanálisis. El sueño de Lacan y el deseo de enseñante. Sueño: “Padre no
ves que ardo”, la lectura freudiana y la lacaniana. Política del inconsciente.
Del inconsciente a la cura.
b) Inconsciente y su relación con la escritura

Leer en lo que se oye, “el inconsciente es algo que ante todo se lee”. De
cómo el analista participa de la escritura del análisis. El juego con el
equívoco y la abolición de sentido. La vía del acto inconsciente. El saber de
lo legible. Caso h de Freud. Caso de Dolto. El inconsciente y lalengua. La
economía de la escritura y el chiste freudiano. Las formaciones del
inconsciente y la escritura. El inconsciente y el no soy. “El inconsciente no
es perder la memoria, es no acordarse de lo que se sabe”.

Modulo II

c) Inconsciente articulado a la repetición.

Memoria y pensamiento de repetición: diferencias. Distintas


modulaciones a ser desplegadas, rememorar, reproducir, repetir. Mensaje
que insiste. La repetición: función simbólica, función real: automatón y
tyche. Lo ominoso. La repetición de lo mismo. El encuentro fallido con lo
real. Acting-out, pasaje al acto y acto. El síntoma instituye el orden por el
cual se revela nuestra política. Síntoma y humor. El analista forma parte
del inconsciente.

d) Inconsciente estructurado como un lenguaje

Ningún significante puede significarse a sí mismo. No hay sujeto más que


por un significante y para otro significante. La Urverdrangt. Aquello del
inconsciente que nunca será interpretado. El sujeto barrado. De donde
está supuestamente inscripto a reinscribirse nuevamente. Formaciones
del inconsciente. Caso Signorelli. El olvido del nombre. Los pensamientos
reprimidos y la pregunta. La implicación de Freud frente a la sexualidad y
la muerte. La omisión y la emergencia de palabra.

Bibliografía:

Freud, S.: Cartas a W.Fliess (1887-1904): Carta 64: del 25 -5- 95. Carta 77,
del 16-10-95; Carta 109, del 2-11-96 y Carta 52. Manuscrito J.

Freud, S.: Conferencias de Introducción al Psicoanálisis: 3 y 4. Los actos


fallidos. Conf. 15: Incertezas y críticas. Conferencia 17: El sentido de los
síntomas. Amorrortu, tomo 16 Conf. 18: La fijación al trauma, lo
Inconsciente. Amorrortu, tomo 15 -Freud, S.: La Interpretación de los
sueños: Sueño de Inyección de Irma. Capítulo 2: El método de la
interpretación onírica. Sueño del 23-24 de julio de 1895. Capítulo 6, G
“sueños absurdos” Biblioteca Nueva, tomo II. –

Freud, S.: Recordar, repetir y reelaborar. Amorrortu, tomo 12 -Freud S.:


Más allá del principio del Placer. Amorrortu, tomo 18. Cap. V -Freud S.:
Carta a Romain Rolland: “Un trastorno de la memoria en la Acrópolis”-
(conversatorio) Amorrortu tomo XXII

Freud, S.: El humor 1927, Amorrortu, tomo XXI

Freud, S.: Psicopatología de la vida cotidiana. I: “Olvido de nombres


propios. Caso Signorelli. Ballesteros, Biblioteca Nueva, tomo III o
Amorrortu VI. Seminario V: Las formaciones del inconciente Cap. II Pto. 3

Freud, S.: La interpretación de los sueños, capítulo 7: Psicología de los


procesos oníricos: “Padre, ¿no ves que estoy ardiendo?” L. Ballesteros,
Biblioteca Nueva, tomo II. En Amorrortu, volumen V, cap. VII,

Freud, S.: Análisis terminable e interminable 1937, L. Ballesteros,


Biblioteca Nueva, tomo IX. En Amorrortu, en Volumen 23.
Kierkkegaard, Soren: La repetición (optativo)

Lacan, J.: Seminario II: Sueño de Inyección de Irma, cap. 13 y 14

Lacan, J.: Seminario 11: Los 4 conceptos fundamentales del psicoanálisis:


La excomunión, cap. II: El Inconsciente Freudiano y el nuestro; III y V Tyche
y Automatón y Epílogo.

Lacan, J.: Breve discurso a los psiquiatras. 10-11-67, en Saint Anne

Lacan, J.: Seminario 25, El momento de concluir, clase 4 del 10-1-78 -


Mannoni, Octave: La otra escena. Claves de lo imaginario. El análisis
original.

Sebastián, Masu: Un golpe de transmisión. Entre Lacan y Foucault.


Capítulos 8 y Epílogo.

Sebastián, Masu: Acostar al analista. Capítulos: La exposición del analista:


La sorpresa del acto y La escritura es política: Un puente sobre el abismo. -
Cortázar, Julio: cuento: La noche boca arriba.

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