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NEOCLASICISMO Y ROMANTICISMO.
EL HISTORICISMO DOMINANDO LA PRÁCTICA Y
LA TEORÍA ARQUITECTÓNICA.
EL NEOCLASICISMO EN ALMANIA.
EL NEOGÓTICO EN INGLATERRA.
EL ECLECTICISMO.
ECLECTICISMO HISTORICISTA:
Expresión utilizada para indicar una fase de la historia de la arquitectura del siglo XIX en la que coexisten estilos diversos
(neoclasicismo, el neogótico y otras tantas revitalizaciones -revivals-) que haciendo alusión a ciertos periodos históricos de
la arquitectura, evocaban estilos arquitectónicos del pasado.
También se suele incluir en ella ciertos acontecimientos históricos trascendentales para el mundo de la arquitectura como
ser el nacimiento de la urbanística moderna, el nacimiento de la ingeniería -que tiene que ver con la arquitectura del hierro
o de los ingenieros-, y la escuela de Chicago, que más bien, fueron hechos que se dieron en forma paralela al desarrollo del
historicismo ecléctico.
La “Ecole des Beaux-Arts (Escuela de Bellas Artes) de París será la principal academia impulsadota del estudio de los
antiguos estilos arquitectónicos (Gótico, Románico, Renacimiento, Clasicismo, etc.) que derivarán en los distintos “Neos”
y que, cuando se combinaban en la fachada de un mismo edificio, originaban la arquitectura Ecléctica.
Cada estilo era asignado a funciones concretas y específicas. Así los estilos clásicos (griego y romano) eran aplicados a
instituciones políticas, museos, bibliotecas, etc.; el Gótico se aplicaba a edificios religiosos; el Románico para expresar
solidez estructural, ya sea en iglesias y edificios públicos en general.
Según el crítico Giulio Carlo Argán, “el Eclecticismo Historicista es la teorización de períodos históricos, lo que significa
trasladar dichos períodos del orden de los hechos al orden de las ideas, instituirlo, para usarlo como un modelo a seguir”.
NEOCLASICISMO:
Floreció en la Europa a mediados del siglo
XVIII, teniendo como epicentro a Francia y Acontecimientos sociopolíticos importantes:
1784_ Revolución e independencia de los EE.UU.
más tarde a Norteamérica. Algunos autores lo 1789_ La revolución francesa y el consiguiente derrocamiento de la monarquía
ubican entre los años 1750 a 1830. El gobernante, dará paso a la formación de la república francesa y a un radical cambio en
neoclasicismo surge como una reacción a la sus gobernantes (la burguesía). Las luchas internas continuaron hasta 1792, año en que
desenfrenada libertad del rococó, que en esa se proclamó la república, que duró hasta 1799 cuando Napoleón se apodera del
gobierno, autoproclamándose emperador en 1804. Su dictadura duró hasta 1914 luego
época empezó a ser visto como el incorrecto y de la derrota de Waterloo.
corrupto arte representativo de la aristocracia.
Se origina básicamente a partir de los descubrimientos arqueológicos de Pompeya y Herculano, que reflotaron los valores
de la antigüedad clásica (antes de que se realizaran los descubrimientos arqueológicos, el único referente conocido de la
arquitectura romana era el proporcionado por las pinturas de Giovanni Battista Piranesi). Es así que se realizan viajes
arqueológicos (para el estudio mas detallado de las ruinas) y se publican una gran cantidad de teorizaciones (escritos y
libros que enfatizan la noble sencillez y el gran sosiego del estilo grecorromano) entre los que se destacan los del
historiador alemán Johann Winckelmann (Historia del arte de la antigüedad – 1764) quién tuvo una gran influencia sobre el
círculo de artistas de la época, creando un clima de entusiasmo hacia lo clásico en toda Europa. Winckelmann sostenía que
la contemplación de estas obras por parte de la gente, mejoraría la conciencia moral de la nación.
La revolución francesa (1789) favorece a la proliferación del neoclásico, produciendo el derrocamiento de la monarquía
gobernante (el ancient regime de los reyes Luis XV y XVI), dando paso a la formación de la república francesa y a una
nueva clase gobernante: la burguesía. Con el tiempo, la burguesía adopta al neoclasicismo como emblema contra los gustos
y excesos del aristocrático estilo rococó (lo barroco-rococó era asociado con la aristocracia tiránica y decadente) cuya
imagen agresiva contrastaba con la humildad popular. Es así que la revolución no rechazó al clasicismo y se dispuso que
todos los edificios se vistieran con un ropaje clásico, dado que era el que mejor representaba la austeridad que se quería
predicar.
Esta época es también conocida como la de “la ilustración” o “el iluminismo”, que se caracterizaba por la extrema
confianza en la capacidad natural de la razón para resolver todos los problemas de la vida humana, rechazando de plano el
concepto de una religión sobrenatural y la existencia de un plan divino que predetermine el destino del hombre. En su lugar
creían en las acciones de la razón humana y las ciencias por ella creadas (física, química, antropología, matemática, etc.…)
para dirigir su propio destino.
La arquitectura Neoclásica:
La arquitectura Neoclásica, en contraste con las decoraciones rococó, es el arte de la estructura pura, cuyos elementos
esenciales son la columna, el arquitrabe (viga) y el frontón, los cuales cumplen con sus funciones estructurales y no se
presentan como meros elementos decorativos.
El edificio que marcará la adopción de un nuevo y claro lenguaje es la “Iglesia Santa Genoveva” construida en 1755 (luego
de que realizó una visita de cuatro años a Paestum) por Jacques-Germain Soufflot en París, la que mas tarde –después de la
revolución francesa– fue dedicada al panteón de los hombres ilustres.
En esta primera etapa del neoclasicismo (cuyos comienzos coinciden con la era de la ilustración) se van a destacar dos
arquitectos de origen francés, que construían para la realeza. Ellos son: Louis Boullée (1727/99) y Claude-Nicholas Ledoux
(1736/1806).
Son los arquitectos que en búsqueda de una revolución arquitectónica, crearon a partir de formas geométricas puras,
monumentales y de asombrosa simplicidad, proyectos de variadas funciones: monumentos funerarios, viviendas (hötels),
cárceles, etc. Boullée se destaca por realizar; a partir de los principios nombrados; la denominada “arquitectura parlante”, la
que; mediante su forma; describía directamente su función al observador. Es así que crea un prostíbulo, cuya planta tiene
forma de pene.
A Ledoux por su parte, se le atribuye la construcción de una serie de “barrieres reales” o pórticos de ingreso a París en
donde se paga un tributo o peaje. También se destaca su proyecto de 1775: ciudad de la sal o ciudad industrial ideal.
Al utilizar formas griegas, los arquitectos neoclásicos se vieron siempre frente a la dificultad de que; debido a la
simplicidad funcional del interior de un templo griego; no era útil para ninguna de las complejas funciones propias del siglo
XIX. De allí que los interiores debían ser romanos o carecer de todo estilo. Como resultado se obtenía un ambiente híbrido,
de cierta mezcla estilística que algunos denominan ecléctica.
Casi todas las construcciones neoclásicas tendían a aparecer aisladas con respecto a las demás construcciones, siendo
enmarcadas por el espacio vacío, lo que acentuaba su carácter monumental.
Principales obras:
Barrieres Reales (París) Claude-N. Ledoux.
Teatro Odeón (1730-85) M. J. Peyre.
Iglesia Santa Genoveva –hoy Panteón– (París 1755-90) Jacques G. Soufflot.
El Cenotafio de Newton (Proyecto 1784) Louis Boullée
La Bolsa de París () Brogniard.
Biblioteca nacional (París 1860) Henry Labrouste.
El estilo imperio:
Además de las virtudes democráticas y republicanas de las formas clásicas, ellas también podían asociarse a otros
referentes de la antigüedad como ser la monumentalidad, la grandeza y el esplendor de la Roma imperial. Desde este punto
de vista es que Napoleón adoptó tales formas para expresar la gloria de su reinado. Copiando las formas del pasado remitió
a los espectadores a la grandeza de aquel pasado incomparable. Adaptó al neoclasicismo a sus aspiraciones de conquista,
buscando mediante la monumentalidad y grandeza de sus formas, expresar su poder absoluto como emperador.
Napoleón intervenía directamente en las decisiones arquitectónicas. Habituado a las estrictamente coordinadas formaciones
militares, juzgaba que la regularidad de las líneas y las simetrías de las masas eran atributos de belleza. Sus arquitectos
preferidos eran Charles Percier (1784-1838) y P.E.L. Fontaine (1762-1858) arquitectos de un estilo cuidado y medido que
aplicaban el estilo clásico sin emoción.
La predilección de Napoleón por la arquitectura imperial romana fue influenciada tanto por razones estéticas como por
razones simbólicas. Los símbolos dominaron la arquitectura y las artes decorativas del imperio. Las águilas y leones
imperiales se combinaban con abejas gigantes y “N” mayúsculas. En todo, desde la arquitectura hasta el tocador, el modelo
grecorromano servía como símbolo de la grandeza imperial.
En el ámbito de la pintura su autor favorito era David, quién se dedico a magnificar a Napoleón a través de sus pinturas,
cuyo exponente más claro fue “Napoleón en los Alpes”, cuadro en el cual “suena un gran clamor de trompetas”.
Principales obras:
El palacio Borbón (París 1806-hoy parlamento)
El arco de Carroussel (París 1806)
El arco en Plaza de la Estrella (París 1836) François Chalgrin.
La iglesia Madeleine (París 1842) Vignon.
Neoclasicismo en Alemania:
Con el mismo sentido que en la Francia revolucionaria, se dará el Neoclasicismo en Alemania, a partir de lo cual el orden
clásico empezó a asociarse con los edificios públicos, atribuyéndoseles el papel moral de elevar la vida social. Con la única
diferencia que, en vez de Roma, el Neoclasicismo alemán se inspiró más en el mundo griego.
Principales obras:
Puerta de Brandemburgo (Berlín 1798) Karl Gottard Langhans.
La Gliptoteca de Munich (1816-30) Leo Von Klenze.
Propileos de Munich () Leo Von Klenze.
El Altes Museum (Berlín 1822-30) Karl F. Shinkel.
Teatro de Berlín () Karl F. Shinkel.
Altes Museum
Puerta de Brandemburgo (Berlín 1798) Karl Gottard Langhans.
Obra de carácter monumental, consistente básicamente en un propileo de seis pares de gigantescas columnas jónicas, que
sostienen capiteles dóricos. Sobre la cúspide de este atrio, sobre una cuadrilátero, se yergue una estatua con la diosa de la
victoria cabalgando. Las construcciones que flanquean el monumento, del mismo estilo, no hacen más que resaltar la
monumentalidad de la obra, en la cual Laghans, hace un uso libre de las formas clásicas.
Neoclásico en Norteamérica:
Así como la burguesía revolucionaria europea recurrió al clasicismo para reemplazar al barroco-rococó, la democracia
norteamericana lo hizo para reemplazar al colonialismo inglés.
Al independizarse de Gran Bretaña, Estados Unidos se inspira en los modelos grecorromanos para su organización política:
se llegó a la conclusión de que las formas clásicas se correspondían con los ideales de la revolución, considerando a Grecia
como la cuna de la democracia y a Roma como modelo de república. Es así que lo inglés, no se avenía con el movimiento
cívico-revolucionario americano, es así que ante la urgencia de organizarse como estado autónomo surgieron necesidades
edilicias, que fueron satisfechas con el modelo grecorromano.
Podría decirse que la arquitectura norteamericana es el eslabón que une al clasicismo con la corriente neoclásica. Esta
unión se manifiesta más claramente con la obra de Thomas Jefferson (1743-1826). Arquitecto con formación académica
(Ecole Beaux-Arts) que llegó a ser presidente.
La diferencia entre el neoclasicismo europeo y el norteamericano es que aquel se ve cargado de nostalgia y desconsuelo; es
un movimiento que se refugia utópicamente en el pasado, sin esperanzas para el futuro. Mientras que el neoclasicismo
norteamericano se ve lleno de vitalidad y expectativas, entusiasmado con la construcción de un nuevo mundo.
Los capitolios de Virginia y el de Washington fueron los modelos para la casi totalidad de los parlamentos estadounidenses
y el neoclásico se terminó consagrando como el estilo predilecto para los edificios públicos de la joven república.
Principales obras:
Villa en Monticello (Virginia 1796-1809) Thomas Jefferson (casa propia).
Capitolio de Virginia (1785-89)
La Casa Blanca (Washington 1792)
El Capitolio de Washington (1820)
Conclusión:
A mediados del siglo XVIII los arquitectos europeos guiados por las ideas de los filósofos de la ilustración, empezaron a
repudiar los excesos visuales del rococó, en beneficio de una disciplina estructural desnuda de ornamentos ajenos (que
dicho sea de paso, da comienzo a la tradición estructuralista francesa): los arquitectos tuvieron que idear soluciones para los
nuevos edificios de las nuevas funciones que empezaban a necesitar las crecientes ciudades, y adaptarse a los nuevos
materiales de construcción. En el plano social, se estaba gestando la explosión de las clases medias urbanas (la burguesía)
y, con ello, una nueva arquitectura secular inspirada por ideales igualitarios y donde nuevos vientos traían un nuevo mundo,
el mundo de la revolución industrial.
Arquitectura neogótica:
El neogótico pegó mas en Inglaterra, alentado por los escritos de Las razones por las que se adoptó el gótico en Inglaterra (no
Horace Walpole, quién en 1750 decide construir en los jardines de solo para las iglesias) fueron varias: algunos diseñaron en
su mansión de Strawberry Hill unas ruinas góticas, a fin de estilo gótico porque era romántico, otros por que era barato
estimular su imaginación con la presencia del pasado. A partir de (permitía su construcción en ladrillo), otros por que era
cristiano, y otros porque sostenían que era Inglés (para los
esto florece en toda Inglaterra la moda de construir ruinas góticas británicos, el clasicismo era un estilo extranjero, que no les
en los jardines, que adquirieron la denominación de románticos. El pertenecía) razón por la cual fue adoptado para las nuevas
objeto de estas construcciones no era la de invocar un carácter casas del parlamento. El líder indiscutido de esta tendencia
fue A. W. Pugin.
religioso, sino el de rescatar un pasado caballeroso, cargado de
misterio y exotismo.
Las ruinas, permitían a sus observadores soñar con un pasado épico glorioso, aun no relacionado con una situación social
comunitaria, sino asociado con la pureza del origen de la nobleza, con la caballería piadosa, con las gestas heroicas, etc. La
nobleza terrateniente al contemplar las ruinas, al ver los restos de una época dorada, podía inspirarse en un pasado mejor.
Vemos entonces que el revival medieval en arquitectura se expresó primeramente no en obras de carácter religioso, sino en
residencias particulares construidas con formas de la arquitectura gótica religiosa. Esta arquitectura destinada a cumplir
funciones domésticas, estaba conformada con elementos extraídos de la arquitectura religiosa para los cuales Walpole
exigía una fidelidad casi arqueológica. La finalidad del revival era la misma que la de las ruinas en los jardines, inspirar al
usuario a través de un proceso de reminiscencias nostálgicas.
Esta primera etapa del renacimiento gótico, no se caracteriza por predicar ejemplos de conducta (mediante la evocación del
pasado) sino de activar la sensibilidad del espectador.
Más tarde, de la mano de Augustus Pugin (1812-52), el Neogótico adquirirá ciertas connotaciones nacionalistas, siendo
elegido como el estilo representativo de Inglaterra.
Principales obras:
Edificio del Parlamento Inglés (Londres 1836-70) Augustus Pugin.
Iglesia de Saint Giles (Staffordshire 1840-46) Augustus Pugin.
Palacio del Parlamento Británico (Westminster) Charles Barry.
Arquitectura Neorrománica:
Hacia finales del siglo XIX aparecerá en Holanda un arquitecto que recibirá las influencias del Neogótico Flamenco (de la
mano de Gaudí) o Neorrománico, que se venía dando con fuerza en aquella época. Se trata de Hendrik Petrus Berlage
(1856-1934), quién estudia en la Politécnica de Zürich entre 1875-78 y se establece en Ámsterdam hacia 1885. Ese mismo
año realizará un proyecto con el que participará en el concurso para la construcción de la bolsa, el que, a pesar de obtener el
cuarto puesto, será el que finalmente se construirá, marcando un hito en la renovación del lenguaje arquitectónico.
La Bolsa de Ámsterdam se encuentra “a caballo” entre el historicismo arquitectónico y el naciente lenguaje moderno. Por
fuera se observa la influencia del Románico, pero las decoraciones no son plásticas ni abultadas, sino solo efectos planos y
cromáticos. Además se da un uso sincero de los materiales, con el ladrillo como máximo exponente.
Los espacios interiores, de gran amplitud, están concebidos para recibir funciones modernas y sus cubiertas apoyan sobre
grandes estructuras metálicas con cerramientos vidriados.
Es así que el maestro holandés abre las puertas al lenguaje de la arquitectura moderna. Berlage con esto, será el gestor de la
Escuela de Ámsterdam.