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Arquitectos de la ilustración

   La ilustración fue un movimiento cultural europeo que se


desarrolló –especialmente en Francia e Inglaterra– desde principios del siglo XVIII hasta el inicio de
la Revolución francesa, aunque en algunos países se prolongó durante los primeros años del siglo
XIX. Fue denominado así por su declarada finalidad de disipar las tinieblas de la humanidad
mediante las luces de la razón y por tanto, durante este movimiento la enseñanza empezó a coger
bastante relevancia en el plano burgués.

Tras este movimiento donde la razón lidera claramente casi todos los ámbitos de la vida, en la
arquitectura no iba a ser menos, empiezan a razonar cuál es el verdadero origen de la
arquitectura. Para esta pregunta, hay varias hipotesis que se imponen y son:
 · que el origen de la arquitectura es el muro que se libera y acaba dando otras formas
 · que el origen de la arquitectura es textil.
También hay dudas sobre donde nace la arquitectura:
 · Algunos creen que la arquitectura nace en Grecia (Winckelman por ejemplo)
 · Otros creen que la arquitectua nace en Roma ( Piranesi por ejemplo)

En esta época tenemor arquitectos que actualmente son reconocidos y estudiados.


Uno de ellos es Boullée, arquitecto francés del neoclasicismo que intentaba transmitir en sus obras
arquitectonicas ese valor tan puro de la iluistración: la razón.
 

Otro arquitecto reconocido de esta época es Ledoux, que era el arquitecto del rey y que por ese
motivo casi todos sus proyectos llegaron a cumplirse.Realiza una arquitectura que no depende ni
de la aristocracia, ni de la iglesia, sino que está aplicada para la sociedad (fábricas, iglesias,...) Pero,
al estar aplicada a la sociedad, donde la mayoria eran analfabetos, utiliza un lenguage en sus
edificios de lo mas didactico, llegando a una relación muy relevante entre la forma del edificio y su
función

.
 Para concluir, podemos mencionar a otro arquitecto, Jacques Lequeu, pero este no era  un
arquitecto constitucional por este motivo la mayoría de sus obras no llegaron a cumplirse. Lo
destacamos por llevar esas ideas de la ilustración a la arquitectura.

A principios del siglo XVIII comienza una reacción contra el Barroco. Los arquitectos reivindican
una vuelta al clasicismo e inician el camino hacia el racionalismo y la funcionalidad de la
arquitectura. En una época marcada por la Razón, se piensa que la belleza y el estilo de un edificio
dependen de su funcionalidad, lo que significa que debe priorizarse la función sobre la decoración.

En esa línea, comienza a defenderse la simplicidad ornamental y la perfección en el empleo de las


proporciones y la simetría así como el respeto a la unidad de conjunto del edificio. La mentalidad
de la época identifica lo bello con lo necesario y desdeña todo elemento decorativo superfluo, por
innecesario y caro.

Los arquitectos analizaron directamente tanto los restos grecorromanos como las creaciones
renacentistas de los siglos XV y XVI y estudiaron los tratados de arquitectura que se habían
utilizado a lo largo de la historia.

La arqueología estaba en auge, por lo que se descubrieron y recuperaron muchos elementos del
pasado, como Pompeya y Herculano, comprobándose entonces que tratados como los de Vitruvio
describían más una arquitectura clásica idealizada que real y provocando cierto desdén hacia la
obra de dicho tratadista. Paralelamente comenzó a valorarse y ensalzarse la obra teórica de
Palladio.

Los eruditos se interesaron por la historia y por toda la variedad de estilos a lo largo de ella. En la
segunda mitad del siglo XVIII, Piranesi publicó muchísimos grabados de las antigüedades romanas
que tuvieron una gran difusión por toda Europa, fomentando el interés por la antigüedad. El
problema fue que el grabador tenía una visión muy peculiar y barroca, mostrando la ruinas no tal
cual eran en realidad, sino en imágenes manipuladas para darle un toque más artístico, y esto fue
una, entre otras, de las causas que iniciaron el espíritu romántico respecto a los tiempos del arte
clásico.

Grabado de Piranesi
Los arquitectos no aplicaron todos los componentes clásicos a su arquitectura, sino solo aquellos
que significaran claridad, racionalismo y utilidad.

Como era la época de la Razón, se abrieron debates para mejorar ciertos edificios de uso público,
como teatros, hospitales o cárceles. Eran debates donde se pretendía aplicar la ciencia en la
optimización de dichas tipologías arquitectónicas. Se habló sobre cual sería la curva ideal para la
sala de un teatro, o de cuales eran los materiales más idóneos para su construcción, todo
basándose en los conocimientos de acústica y óptica. También se intentaron crear tipologías de
hospitales para mejorar la ventilación o el aislamiento de los enfermos y se crearon nuevos
modelos de cárceles que fueran más salubres y más orientadas al orden y a la seguridad.

Otra tipología de edificios muy acorde con la Ilustración fueron los museos. Como hemos dicho
antes, se había producido una revalorización de la historia, muchas expediciones arqueológicas
llevaban a las ciudades europeas ingentes cantidades de restos encontrados en las excavaciones,
por lo que comenzaron a diseñarse grandes edificios para albergarlos, poderlos exhibir y darle
prestigio a la ciudad que los tenía. Los museos se proyectaron como grandes templos de la cultura
y se diseñaron de forma racional y funcional, dotándolos de amplias salas muy iluminadas y casi
todos con una estética que imitaba la Grecia clásica. De aquella época son la Glypoteca de Munich,
el Altes Museum de Berlín o el British Museum de Londres.

British Museum, Londres. Smirke, 1824-1847.

Altes Museum, Berlín. Schinkel, 1824-1828.

Normalmente todos los arquitectos viajaban a Roma para inspirarse y formarse, pero era en París
y Londres donde se gestaban todas las novedades.
Francia nunca había abandonado del todo el clasicismo, ni siquiera en la época de pleno barroco.
Con la Ilustración su arquitectura se convirtió en una síntesis del mundo clásico, a través de
Vitruvio, del Renacimiento, de Palladio, y de las tendencias barrocas.

Se reivindicó el uso de la columna exenta frente a la pilastra y comenzaron a rechazarse los


excesos decorativos de épocas anteriores, como el Rococó. Hubo un retorno a las formas
rectangulares, a la claridad volumétrica, con un predominio de las líneas rectas y las formas
geométricas más sencillas, como las creaciones de Jacques-Ange Gabriel: el cúbico Petit Trianon de
Versalles (1764), los edificios gemelos con columnas y frontones de la actual Plaza de la Concordia
(1755-63) o la Escuela Militar de París (1751).

Petit Trianon, Versalles. Gabriel, 1764

Hotel de la Marina, Plaza de la Concordia, París. Gabriel, 1772.

Escuela Militar, parís. Gabriel, 1752.

Se mezclaban diferentes estilos de la historia y se jugaba con los significados que implicaban
ciertos elementos arquitectónicos. Esto es lo que hizo Soufflot cuando diseñó la iglesia de Santa
Genoveva de París (1757-1791), actual Panteón de Hombres Ilustres, creó una fachada con un gran
peristilo al estilo romano, similar al del Panteón de Roma, sobre el que sobresale una cúpula
semiesférica sobre un tambor de columnas, en referencia al Vaticano o a San Pablo de Londres,
juntando clasicismo con elementos cristianos, pagano y católico.

Panteón de París. Soufflot, 1757-1791.

Panteón de París. Soufflot, 1757-1791.

Con la Revolución Francesa se crea una corriente de arquitectura visionaria, de proyectos


megalómanos imposibles de materializarse y repletos de poesía. Obras colosales como el
Cenotafio de Newton de Boullée que nunca llegaron a construirse. Todos estos proyectos se
quedaron solo en el papel ya que no se construía casi nada, dada la situación del momento. Algo
que cambió totalmente con la llegada de Napoleón al poder.
Cenotafio de Newton. Boullée, 1784.

Proyecto de Ópera de París, Boullée, 1781

El emperador usó la arquitectura como un arma propagandística y de glorificación de su persona y


triunfos. Era una arquitectura severamente clásica, inspirada en el Imperio Romano. Hubo una
fiebre constructora en París, en un intento de convertirla en una nueva Roma, llenándolo de
edificios de una gran pureza clásica como el Arco de Triunfo, el Arco de Carrusel, la Columna
Vendôme o la Iglesia de La Magdalena.
Arco de Triunfo, París. Chalgrin, 1806.

Columna Vendôme, París. Gondoin y Lepère, 1805.

La Magdalena, París. Vignon, 1806-1845.

En el caso de Inglaterra la arquitectura era muy palladiana, historicista y ecléctica. Los arquitectos
eran personas muy cosmopolitas y hubo un internacionalismo arquitectónico. Se mezclaba a
Palladio con los conocimientos de la antigüedad clásica y con la arquitectura francesa de la época.
También se produjo un “descubrimiento” de la Edad Media, que dejó de verse como una época
oscura y bárbara, comenzando a aplicarse influencias del gótico, sobre todo a principios del siglo
XIX. La movilidad y los viajes provocaron hasta que apareciera un gusto por la estética china.
Somerset House, Londres. Chambers, 1776.

Pagoda de Kew Gardens, Londres. Chambers, 1757.

El arquitecto Robert Adam decoró palacios con una mezcla de estilo pompeyano y renacentista
que tuvo mucho éxito y diseñó palacios como Kedleston Hall cuya fachada estaba basada en el
Arco de Constantino y la Fontana de Trevi de Roma.
Fachada sur de Kedleston Hall, Debyshire. Adam, 1765-1770.

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