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Neoclasicismo

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Para otros usos de este término, véase Neoclásico (desambiguación).

El juramento de los Horacios, obra de Jacques-Louis David.

El término Neoclasicismo surgió en el siglo XVIII para denominar al


movimiento estético que venía a reflejar en las artes los principios intelectuales de
la Ilustración, que desde mediados del siglo XVIII se venían produciendo en la filosofía y
que consecuentemente se habían transmitido a todos los ámbitos de la cultura. Sin
embargo, coincidiendo con la decadencia de Napoleón Bonaparte, el Neoclasicismo fue
perdiendo adeptos en favor del Romanticismo.

Índice

 1Orígenes
 2Desarrollo
o 2.1Arquitectura
o 2.2Escultura
o 2.3Pintura
o 2.4Música
o 2.5Literatura
 3Véase también
 4Referencias
 5Enlaces externos

Orígenes[editar]
Con el deseo de repetir y repercutir las huellas del pasado se pusieron en marcha
expediciones para conocer las obras antiguas en sus lugares de origen. La que en 1750
emprendió desde Francia el arquitecto Jérôme Charles Bellicard, dio lugar a la publicación
en 1754 de las Observations sur les antiquités de la ville d'Herculaneum(“Observaciones
sobre las antigüedades de la villa de Herculano”),1 una referencia imprescindible para la
formación de los artistas neoclásicos franceses. En Inglaterra la Society of
Dilettanti (“Sociedad de Amateurs”) subvencionó campañas arqueológicas para conocer
las ruinas griegas y romanas. De estas expediciones nacieron libros como Le Antichitá di
Ercolano (1757-1792) elaborada publicación financiada por el rey de Nápoles
(luego Carlos III de España), que sirvió de fuente de inspiración para los artistas a pesar
de su escasa divulgación.
También hay que valorar el papel que desempeñó Roma como lugar de cita para viajeros y
artistas de toda Europa e incluso de América. En la ciudad se visitaban las ruinas, se
intercambiaban ideas y cada uno iba adquiriendo un bagaje cultural que llevaría de vuelta
a su tierra de origen. Allí surgió en 1690 la llamada Academia de la Arcadia o Arcades de
Roma,2 que con sus numerosas sucursales o coloniae por toda Italia y su apuesta por el
equilibrio de los modelos clásicos y la claridad y la sencillez impulsó la estética neoclásica.
La villa romana se convirtió en un centro de peregrinaje donde viajeros, críticos, artistas y
eruditos acudían con la intención de ilustrarse en su arquitectura clásica. Entre ellos
estaba el prusiano Joachim Winckelmann (1717-1768), un entusiasta admirador de la
cultura griega y un detractor del rococó francés; su obra Historia del Arte en la
Antigüedad(1764) es una sistematización de los conocimientos artísticos desde la
antigüedad a los romanos.
En Roma también trabajaba Giovanni Battista Piranesi (1720-1778); en sus grabados,
como Antichitá romana (1756) o Las cárceles inventadas (1745-1760), y transmite una
visión diferente de las ruinas con imágenes en las que las proporciones desusadas y los
contrastes de luces y sombras buscan impresionar al espectador.
El trabajo está cargado de simbolismo: la figura en el centro representa la verdad rodeada
por una luz brillante (el símbolo central de la iluminación). Otras dos figuras a la derecha,
la razón y la filosofía, están rasgando el velo que cubre verdad.
La Ilustración representaba el deseo de los filósofos de la época de la Razón (filosofía) por
racionalizar todos los aspectos de la vida y del saber humanos. Vino a sustituir el papel de
la religión (como organizadora de la existencia del hombre) por una ética laica que
ordenará desde entonces las relaciones humanas y llevará a un concepto científico de la
verdad.

Desarrollo[editar]
Arquitectura[editar]
Artículo principal: Arquitectura neoclásica

Cenotafio para Isaac Newton.

Puerta de Brandeburgo.
Fachada de la Catedral de Pamplona.

Representación de la Acrópolis de Atenas. Obra del arquitecto y pintor Leo von Klenze (detalle).

La arquitectura puede ser analizada como una rama del arte social y moral. La
Enciclopedia le atribuyó la capacidad de influir en el pensamiento y en las costumbres de
los hombres. Proliferan así las construcciones que pueden contribuir a mejorar la vida
humana como hospitales, bibliotecas, museos, teatros, parques, etc., pensadas con
carácter monumental. Esta nueva orientación hizo que se rechazara la última arquitectura
barroca y se volvieran los ojos hacia el pasado a la búsqueda de un modelo arquitectónico
de validez universal. Nacen movimientos de crítica que propugnan la necesidad de la
funcionalidad y la supresión del ornato en los edificios. Francesco Milizia (1725-1798)
en Principi di Architettura Civile (1781) extendió desde Italia las concepciones rigoristas a
toda Europa. Mientras, en Francia, el abate Marc-Antoine Laugier (1713-1769) propugna
en sus obras Essai sur l'Architecture (1752) y Observations sur l'Architecture (1765) la
necesidad de crear un edificio en el cual todas sus partes tuvieran una función esencial y
práctica y en el que los órdenes arquitectónicos fueran elementos constructivos y no sólo
decorativos, todo ello para hacer una arquitectura verdadera: la construida con lógica.
Todos los arquitectos parten de unos supuestos comunes como son la racionalidad en las
construcciones y la vuelta al pasado. Los modelos de los edificios de Grecia y Roma e
incluso de Egipto y Asia Menor se convierten en referentes que todos emplean aunque
desde puntos de vista distintos.
Los modelos greco-romanos dieron lugar a una arquitectura monumental que reproduce
frecuentemente el templo clásico para darle un nuevo sentido en la sociedad civil. El perfil
de los Propileos de Atenas le sirvió al alemán Carl Gotthard Langhans para configurar
su Puerta de Brandeburgo en Berlín (1789 a 1791),3 un tipo muy repetido como atestigua
la entrada al Downing College de Cambridge(1806) obra del inglés William Wilkins o la
posterior Gliptoteca de Múnich de Leo von Klenze.4
También el inglés James Stuart (1713-1788), un arquitecto arqueólogo al que se ha
llamado el Ateniense, en su monumento a Lisícrates en Staffordshire, reprodujo
el monumento corágico de Lisícrates en Atenas. Los hermanos Adam extendieron por toda
Inglaterra un modelo decorativo para interiores con temas sacados de la arqueología; una
de sus obras más representativas es Osterley Park, con una notable estancia etrusca y un
clásico hall de entrada (1775-80).
Italia prefirió recrear sus modelos antiguos ya bien avanzado el siglo XVIII y en los
comienzos del siglo XIX. El modelo del Panteón de Agripa en Roma se repite en un gran
número de templos, como el de la Gran Madre de Dio en Turín y San Francisco de
Paula en Nápoles, ambos terminados en 1831, que reproducen el pórtico octástilo y el
volumen cilíndrico del Panteón.
Otros arquitectos, los llamados utópicos, revolucionarios o visionarios, plantearon edificios
basados en las formas geométricas. No despreciaron la herencia del pasado clásico y,
aunque respetaron las normas de simetría y la monumentalidad, sus edificios son a veces
el resultado de la combinación caprichosa de las formas geométricas. Étienne-Louis
Boullée (1728-1799) y Claude-Nicolas Ledoux (1736-1806) encabezaron esta postura;
entre la gran cantidad de proyectos no construidos merece la pena mencionar el Cenotafio
para Isaac Newton concebido por Boullée como una esfera, representación del modelo
ideal, levantada sobre una base circular que había de cobijar el sarcófago del científico.
Ledoux ha dejado edificios construidos, entre ellos una parte de la utópica ciudad industrial
de las Salinas de Arc-et-Senans, de planta circular en el Franco Condado o el conjunto
de la Villette en París.
Entre uno y otros grupos aparece una tercera categoría, la arquitectura pintoresca, a partir
de la creación de jardines ingleses en el siglo XVIII, ordenados de forma natural lejos del
geometrismo del jardín francés. En esta arquitectura se valora la combinación de la
naturaleza con lo arquitectónico, la inclusión en el paisaje natural de edificios que remedan
las construcciones chinas, indias o medievales. Este juego de formas caprichosas y el
aprovechamiento de la luz buscan suscitar sensaciones en el espectador. Horace
Walpole (1717-1797) construyó en Londres (Inglaterra), Strawberry Hill (1753-1756) una
fantasía gótica de la que su autor dijo que le había inspirado para escribir una
novela gótica, una expresión del efecto inspirador de la arquitectura. También William
Chambers(1723-1796) creó un conjunto pintoresco en los Jardines de Kew (Londres)
(1757-1763) con la inclusión de una pagoda china que reflejaba su conocimiento de las
arquitecturas orientales.
Escultura[editar]
Artículo principal: Escultura neoclásica

Psique reanimada por el beso del amor de Antonio Canova.

 También en la escultura neoclásica pesó el recuerdo del pasado, muy presente si


consideramos el gran número de piezas que las excavaciones iban sacando a la luz,
además de las colecciones que se habían ido formando a lo largo de los siglos.
Las esculturas neoclásicas se realizaban en la mayoría de los casos en mármol blanco, sin
policromar, puesto que así se pensaba que eran las esculturas antiguas, predominando en
ellas la noble sencillez y la serena belleza que Winckelmann había encontrado en
la estatuaria griega. En este mismo sentido habían ido las teorías de Gotthold Ephraim
Lessing (1729-1781) que en su libro Laocoonte, o de los límites de la pintura y de la
poesía (1766) había tratado de fijar una ley estética de carácter universal que pudiera guiar
a los artistas; sus concepciones sobre la moderación en las expresiones y en el plasmado
de los sentimientos son reglas que adoptará el modelo neoclásico.
Así, los escultores de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, crearán obras en las que
prevalecerá una sencillez y una pureza de líneas que los apartará del gusto curvilíneo del
Barroco. En todos ellos el desnudo tiene una notable presencia, como deseo de rodear las
obras de una cierta intemporalidad. Los modelos griegos y romanos, los temas tomados de
la mitología clásica y las alegorías sobre las virtudes cívicas llenaron los relieves de los
edificios, los frontones de los pórticos y los monumentos, como arcos de
triunfo o columnas conmemorativas.
El retrato también ocupó un importante lugar en la escultura neoclásica; Antonio
Canova (1757-1822) representó a Napoleón como Marte (1810, Milán) y a su
hermana Paulinacomo Venus Victrix (1807, Roma) tomando así los modelos de los dioses
clásicos. No obstante otros prefirieron un retrato idealizado pero al tiempo realista que
captara el sentimiento del retratado, como Jean-Antoine Houdon (1741-1828) con
su Voltaire anciano (Museo del Hermitage) o el bello busto de la emperatriz
Josefina (1806, castillo de Malmaison) de Joseph Chinard (1756-1813).
Antonio Canova (1757-1822) y Bertel Thorvaldsen (1770-1844) resumen las distintas
tendencias de la escultura neoclásica. Mientras Canova llega al Clasicismo desde una
formación barroca y configura un estilo de gran sencillez racional, el danés Thorvaldsen
siguió más directamente las teorías de Winckelmann hasta conseguir un estilo
voluntariamente distante y frío que debe mucho a la estatuaria griega. Su Jasón o Marte y
el Amor reflejan esa fidelidad al modelo griego.
Pintura[editar]
Artículo principal: Pintura neoclásica

La fuente, obra de Ingres.


Los pintores, entre los que destacó Jacques-Louis David (1748-1825), reprodujeron los
principales hechos de la revolución y exaltaron los mitos romanos, a los que se identificó
con los valores de la revolución. La claridad estructural y el predominio del dibujo sobre el
color son algunas de las principales características formales de la pintura neoclásica.
Obras como el Juramento de los Horacios, por ejemplo, plantean un espacio preciso en el
que los personajes se sitúan en un primer plano. Jean-Auguste-Dominique Ingres (1780-
1867) aunque no fue un pintor neoclásico, tiene obras —como La fuente— que
representan este movimiento artístico.
Música[editar]
Artículo principal: Música del Clasicismo

Véase también: Música culta

Según la musicología actual, el término "música clásica" se refiere únicamente a la


llamada música del Clasicismo (1750-1827) aprox., coincidente con el período neoclásico,
inspirada en los cánones estéticos grecorromanos de equilibrio en la forma y moderación
en la dinámica y la armonía.
Comúnmente se llama "música clásica" al tipo de música que se contrapone a la música
popular y a la folclórica. Esto puede comprobarse en los medios de comunicación, en las
revistas de divulgación musical y los folletos que acompañan a los CD de música
académica. Para definir ese tipo de música que se relaciona con los estudios
en conservatorios y universidades, los musicólogosprefieren el término "música
académica" o "música culta".
Como los antiguos griegos y romanos no pudieron inventar maneras de conservar la
música (mediante soportes gráficos como partituras o soportes sonoros como grabadores),
el Neoclasicismo de los siglos XVIII y XIX como resurgimiento de las
artes clásicasgrecorromanas (arquitectura, escultura, pintura) no alcanzó a la música. De
todos modos los músicos de fines del siglo XVIII, influenciados sin duda por el arte y la
ideología de la época, trataron de generar un estilo de música inspirado en los cánones
estéticos grecorromanos:

 Notable maestría de la forma,


 Moderación en el uso de los artificios técnicos (en el barroco el contrapunto y
la armonía habían llegado a un punto que el público consideraba extravagante),
 Suma reserva en la expresión emocional.
Después de la Primera Guerra Mundial varios compositores (como Igor Stravinski y Paul
Hindemith) realizaron composiciones donde se notaba un retorno a los cánones
del Clasicismo de la escuela de Viena (de Haydn y Mozart), aunque con una armonía
mucho más disonante y rítmicas irregulares. Ese movimiento musical se denominó "música
neoclásica".
Literatura[editar]
Véanse también: Literatura española de la Ilustración y Neoclasicismo hispanoamericano.

La Ilustración fue un movimiento intelectual que provocó que el siglo XVIII fuera conocido
como el «Siglo de las Luces». El culto a la razón promovido por los filósofos ilustrados
conllevó un rechazo del dogma religioso, que fue considerado origen de la intolerancia, y
una concepción de Dios que pasaba de regir el mundo mediante las leyes naturales a
desaparecer en concepciones ateas del universo. Los ilustrados promovieron la
investigación de la naturaleza, el desarrollo científico-técnico, la educación y la difusión
general de todo tipo de conocimientos; fueron los tiempos de L'Encyclopédie. El arte se
hizo así más accesible y con menos pretensiones, y la literatura se dirigió a un público más
amplio, planteándose como un instrumento social. El aumento del número de lectores,
especialmente entre la burguesía, plantea la figura del escritor como un profesional, y la
escritura como su fuente principal o secundaria de sustento.5
Francia fue la primera en reaccionar contra las formas barrocas, y los tres
grandes ilustrados, Voltaire, Montesquieu y Rousseau se cuentan entre sus principales
exponentes. También destacaron Pierre Bayle, Denis Diderot, Georges Louis
Leclerc y Pierre de Marivaux. En el Reino Unido tuvo una gran cantidad de adeptos
la novela de aventuras, destacando Daniel Defoe, Jonathan Swift, Samuel
Richardson y Henry Fielding, junto a los poetas John Dryden y Alexander Pope.6
De la novela se pasó al ensayo como género divulgador de ideas por excelencia. La
literatura neoclásica realizó una crítica de las costumbres, incidiendo en la importancia de
la educación, el papel de la mujer y los placeres de la vida.7 Destacaron en España
el monje benedictino Benito Jerónimo Feijoo, Gaspar Melchor de Jovellanos y José
Cadalso.
Cobró importancia la fábula, relatos o poesías normalmente ejemplificadas con animales,
donde se exponen enseñanzas morales. La fábula se caracterizaba por ser una
composición de carácter didáctico, por la crítica de vicios y costumbres personales o de la
sociedad, y por la recurrencia a la prosopopeya o personificación. Es el subgénero que
más se adaptó a las preceptivas neoclásicas: una composición sencilla en la que la
naturaleza interviene, y que enseña divirtiendo. Destacaron los fabulistas Félix María de
Samaniego y Tomás de Iriarte en España, y el francés Jean de la Fontaine.8
En España, hubo una continuidad barroca en la poesía, con autores como Diego de Torres
y Villarroel, que consideraba a Quevedo su maestro; Gabriel Álvarez de Toledo y Eugenio
Gerardo Lobo. La segunda mitad del siglo XVII mostraba ya una poesía neoclásica,
dominada por su admiración por la ciencia y los temas filosóficos, o centrada en
temas anacreónticos y bucólicos, y marcada en ocasiones por el fabulismo.
Destacaron Nicolás Fernández de Moratín, autor de Arte de las putas, prohibida por la
Inquisición, que pudo inspirar los Caprichos de Goya; Juan Meléndez Valdés y José
Cadalso, de la escuela salmantina; los fabulistas Iriarte y Samaniego en Madrid; en la
escuela sevillana destacaron José Marchena, Félix José Reinoso, José María Blanco-
White y Alberto Lista.9
Se dio también una fuerte influencia barroca en el teatro español, especialmente durante la
primera mitad del siglo XVIII, con autores como Antonio de Zamora o José de Cañizares.
El teatro en España tuvo cambios como la prohibición oficial de representar autos
sacramentales, la reaparición del gusto popular por el sainete y la transición de los
antiguos corrales a los teatros, como locales adecuados a la nueva concepción del teatro.
A finales del primer tercio de siglo los dramaturgos españoles comienzan a seguir los
modelos franceses, como Boileau y Racine, renovando las
estéticas aristotélicas y horacianas. La obra de teatro debe ser verosímil, cumplir con las
unidades de acción, de espacio y de tiempo, y tener un enfoque didáctico y moral.
Destacaron en la tragedia Nicolás Fernández de Moratín, José Cadalso, Ignacio López de
Ayala y Vicente García de la Huerta; en el más popular género del sainete,
destacaron Antonio de Zamora, el prolífico Ramón de la Cruz e Ignacio González del
Castillo. Destacó especialmente la figura de Leandro Fernández de Moratín, creador de lo
que se ha dado en llamar «comedia moratiniana» (La comedia nueva o El café, El sí de las
niñas), en que ridiculizaba los vicios y costumbres de la época, usando el teatro como
vehículo para moralizar las costumbres. Seguidores de esta línea son también Manuel
Bretón de los Herreros y Ventura de la Vega.10
Arte moderno
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Almuerzo en la hierba de Pablo Picasso.

Arte moderno es un término propio de distintos ámbitos del mundo


del arte (la historiografía del arte, la estética y teoría del arte y el mercado de arte), que
pretende diferenciar una parte de la producción artística, que se identificaría con un
determinado concepto de modernidad por oposición al denominado arte académico. Este
representaría la tradición; mientras que el arte moderno representaría la experimentación.1
Al ser principalmente un concepto estético y no cronológico, cualquier delimitación de un
periodo para el "arte moderno" es problemática, empezando por una dificultad obvia:
el arte de la Edad Moderna (de mediados del siglo XV a finales del siglo XVIII) no es lo que
se entiende como "arte moderno", mientras que sí lo es el arte de la Edad
Contemporánea (desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad). Otra ambigüedad
evidente es la utilización de la expresión "arte moderno" en oposición a "arte antiguo", que
tampoco coincide siempre con el arte de la Edad Antigua (desde el inicio de la historia
hasta el siglo V), especialmente en formas como "maestros antiguos" y "maestros
modernos", siendo aquellos los del siglo XV al XVII, y estos los posteriores, épocas
convencionalmente separadas por criterios historiográficos y museológicos.2
Las expresiones "arte moderno" y "arte contemporáneo" se utilizan muy a menudo de
forma totalmente intercambiable, incluso en la bibliografía especializada3 y el entorno
institucional (museos y universidades);4 mientras que en otras ocasiones, en los mismos
ámbitos, se utilizan en oposición, reservando para el "arte moderno" un periodo indefinido,
que puede ir desde distintos momentos del siglo XIX hasta distintos momentos del siglo
XX. No hay consenso para determinar si es el "arte moderno" o el "arte contemporáneo" el
que ejemplifican las vanguardias; ni tampoco para determinar si esa diferenciación debe
aplicarse a alguna de las sucesivas generaciones de vanguardias: bien las que comienzan
antes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y se desarrollan en el periodo de
entreguerras (1918-1939), o bien las que surgen después de la Segunda Guerra
Mundial (1939-1945), o incluso las "transvanguardias" de finales del siglo XX, cuando se
acuñó el concepto de lo "postmoderno", que para algunos autores pondría fin al "arte
moderno" en sí.5
Únicamente si se entiende el concepto de arte moderno no como cronológico, sino como
estético (de estilo, de sensibilidad o incluso de actitud), pueden explicarse ciertas
paradojas: un pintor academicista como William Adolphe Bouguereau (muerto en 1905) no
hace "arte moderno", mientras que Vincent van Gogh (muerto en 1890) indudablemente sí;
calificar como "modernos" a el Greco (muerto en 1614), Velázquez (muerto en 1660),
a Rembrandt (muerto en 1669) o a Goya (muerto en 1828) es algo tan común que se ha
convertido prácticamente en un tópico.6
El arte moderno, como innovación frente a la tradición artística del arte occidental,
representa una nueva forma de entender la teoría y la función del arte, en que el valor
dominante de las llamadas artes figurativas (pintura y escultura) ya no es la imitación de la
naturaleza o su condición literal. La invención de la fotografía había convertido esta función
artística, hasta entonces esencial (pintores de corte), en algo accesorio, cuando no
obsoleto. En su lugar, los artistas comenzaron a experimentar con nuevos puntos de vista,
con nuevas ideas sobre la naturaleza, materiales y funciones artísticas, llegando incluso a
la abstracción. La Revolución industrial no sólo trajo las innovaciones técnicas que
permitieron la arquitectura del hierro y del cristal, sino que cambió para siempre las
relaciones productivas y sociales, y con ellas, la posición del artista frente a su cliente.

Índice

 1Otras tradiciones
 2Rechazo
 3Precedentes
 4Impresionismo y vanguardias
 5Estados Unidos
 6La muerte del arte y el fin de lo moderno
 7Véase también
 8Referencias
o 8.1Bibliografía
o 8.2Notas
 9Enlaces externos

Otras tradiciones[editar]
En su origen, dada su naturaleza reactiva, el arte moderno es un fenómeno
exclusivamente europeo, aunque en algunas ocasiones se planteaba la necesidad de
búsqueda de tradiciones alternativas fuera del arte occidental (en el arte africano -
cubismo-, o en el arte japonés -impresionismo-) o fuera de las fases más clasicistas de la
propia tradición occidental (prerrafaelismo).

Rechazo[editar]
El rechazo al arte moderno fue muy fuerte desde que comenzó a acuñarse el concepto, no
sólo en los ambientes sociales y conservadores que los artistas modernos
buscaban epatar,7 sino entre intelectuales que se ocuparon muy seriamente de su análisis,
como fueron los casos, en España, de Eugenio d'Ors, autor de la lapidaria frase: Todo lo
que no es tradición, es plagio; o José Ortega y Gasset, que tituló una de sus obras: La
deshumanización del arte.
El comunismo soviético y el fascismo italiano, que desde su origen y durante los años
1920 estuvieron estrechamente vinculados a las vanguardias (constructivismo, futurismo),
comprobaron a partir de los años 1930 la necesidad de encauzar su manipulación
propagandística en el terreno de la estética a través de un arte mucho más fácilmente
digerible por las masas. Encontraron soluciones casi idénticas en lo que se conoció
como realismo socialista o arte fascista. En el caso del nazismo, identificó el arte moderno
con lo que denominó arte degenerado de los dementes y de las razas inferiores, por
contraposición a los valores de una pretendida estética aria o arte ario. No obstante, la
persecución a los judíos y la ocupación alemana de Europa durante la Segunda Guerra
Mundial dio oportunidad para el expolio más o menos disimulado de muchas piezas de
arte moderno por parte de los dirigentes nazis (que no lo destruían, sino que se lo
apropiaban).
Simultáneamente, el capitalismo estadounidense, en cambio, asumió con gran dinamismo
el arte moderno, implicándolo en el proceso productivo y aprovechando sus grandes
posibilidades para el mercado.8

Precedentes[editar]
Precedentes de las ideas artísticas modernas ya pueden verse en la obra de los grandes
maestros barrocos (Velázquez o Rembrandt); de autores de finales del siglo XVIII y
comienzos del XIX más o menos cercanos
al romanticismo (Goya, David, Delacroix, Gericault, Friedrich, Turner, William Blake); y de
autores de mediados del siglo XIX más o menos cercanos
al realismo (Corot, Millet, Courbet, escuela de Barbizon, William Morris). Para esas fechas
empieza a ser usual la percepción del artista moderno como un incomprendido social,
ajeno a las instituciones; aunque paradójicamente termine creando su propia
institucionalidad alternativa (Salon des Refusés, 1863 -salón de los rechazados-). Crucial
fue el papel de prestigiosos intelectuales que ejercieron de críticos de arte,
como Rimbaud.9

Impresionismo y vanguardias[editar]
El impresionismo y el posimpresionismo significaron ya un arte decidido a experimentar
con nuevos modos de representación de la luz y el espacio a través del color y la pintura, y
de la vibración de la materia en escultura (Rodin). En los años previos a la Primera Guerra
Mundial, una explosión de creatividad tuvo lugar con
el fovismo, cubismo, expresionismo y futurismo.
La Primera Guerra Mundial trajo consigo el fin de esta fase, pero indicó el inicio de una
serie de movimientos antiartísticos, como el dada y el trabajo de Marcel Duchamp y
el surrealismo. También grupos como de Stijl y Bauhaus acababan de comenzar a
desarrollar nuevas ideas sobre la interrelación de las artes, arquitectura, diseño y
educación artística.

Estados Unidos[editar]
El concepto vanguardista de arte moderno fue introducido en Estados Unidos en el Armory
Show de 1913, y sobre todo con la llegada de artistas que huyeron de Europa a causa de
la Primera Guerra Mundial, como Francis Picabia. No obstante, París siguió siendo la
capital del arte durante todo el periodo de entreguerras, condición que no alcanzó Nueva
York hasta la Segunda Guerra Mundial. En los años cincuenta, sesenta y setenta
aparecieron, por primera vez en la historia del arte, estilos surgidos en los Estados Unidos
(expresionismo abstracto, op art, pop art, minimalismo, happening, Fluxus, land
art, performance art, arte conceptual, fotorrealismo, etc.)

La muerte del arte y el fin de lo moderno[editar]


Fuente. Duchamp, 1917.

La teoría postestructuralista ha acuñado el término "postmoderno" para designar la


imposibilidad de seguir creando desde los preceptos de la originalidad y
la novedad (elementos propios de la modernidad); en lugar de ello se apunta a elementos
como reinterpretaciones y resignificaciones (el denominado "giro lingüístico")10 con el fin de
ampliar el concepto de arte y establecerlo como un acto comunicativo.
El cuestionamiento del arte como institución era mucho más antiguo. Tal fue la postura
de Marcel Duchamp, ejemplificada en su obra Fuente (1917), un objeto cotidiano
descontextualizado y exhibido provocativamente como obra de arte (un urinario puesto al
revés). La provocación estética, que provenía del malditismo, el dandismo y
el decadentismo del siglo XIX (que pretendían épater le bourgeois -escandalizar al
burgués-),11 pasó a ser un lugar común en el periodo de
entreguerras (dadaísmo y surrealismo), y se prolongó a mediados de siglo XX con
los happenings, el teatro del absurdo y otras provocaciones estéticas del entorno
cultural existencialista, los beatniks y posteriormente la psicodelia y el pop art. La
imposibilidad de seguir manteniendo una separación ficticia entre el arte y el resto de los
productos quedó evidenciada en la obra de artistas como Robert Rauschemberg y Andy
Warhol, que explícitamente la identificaban con los demás productos de consumo de
masas; la expresión teórica se produjo en los escritos de Rosalind Krauss y la escuela
postestructuralista, o de críticos como Giulio Carlo Argan (que acuñó el concepto de la
muerte del arte).
A finales del siglo XX, en el contexto intelectual del "giro lingüístico" y el debate entre
modernidad y postmodernidad, se comenzó a divulgar en el mundo del arte la etiqueta
"postmoderno" (arte postmoderno, arquitectura postmoderna, pintura
postmoderna, escultura postmoderna). Se proclamaba la crisis de las vanguardias,12 e
incluso los géneros o artes tradicionales (pintura, escultura) dejaron de ser el vehículo
principal de expresión artística para quienes buscaban medios más innovadores, en
beneficio de "instalaciones artísticas", "intervenciones", o del uso de nuevas tecnologías
que permiten experimentar creaciones "multimedia" (videoarte, arte digital, media art, etc.)
Arte contemporáneo
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El arte contemporáneo es el arte de nuestro tiempo, que refleja o guarda relación con la
sociedad actual.12 Sus obras son aquellas expresiones artísticas originadas durante el
decurso del siglo XX.3 No obstante, la ambigüedad de la palabra 'contemporáneo' puede
generar confusión, ya que engloba un conjunto muy heterogéneo de prácticas artísticas
cuya contemporaneidad es caduca por definición. Diversos autores han abordado esta
problemática, ahondando a menudo en la diferencia con el Arte moderno y su acotación
histórica.456

Museo Guggenheim Bilbao, una institución dedicada a exponer arte contemporáneo y un icono de la
arquitectura actual (Frank Gehry, 1997).

En otras disciplinas, esta adjetivación es singular: literatura moderna y literatura


contemporánea denotan significados diferentes. De manera mucho más clara, el concepto
de música moderna suele reservarse para la música popularmoderna (de la industria
musical de consumo masivo); mientras que el de música contemporánea se hace para el
de la música académica del siglo XX —aunque también es común encontrar publicaciones
e instituciones que asimilan ambas denominaciones y que hablan de 'arte moderno y
contemporáneo'.7
Definiciones alternativas de arte contemporáneo incluyen aquellas que hacen referencia a
la Edad Contemporánea (que comienza a finales del siglo XVIII), al arte del siglo
XX (caracterizado por las vanguardias artísticas); o de un modo más genérico, al arte
del mundo actual, aquel que surge en la historia inmediata o del presente más cercano.

Índice

 1Antecedentes
 2Ejemplos
 3Notas
 4Bibliografía
 5Véase también
 6Enlaces externos

Antecedentes[editar]
Fuente. Marcel Duchamp, 1917.

A pesar de que el arte contemporáneo comparte cosas con el arte moderno o de


Vanguardia (el constante cuestionamiento de los convencionalismos y la tradición), con
frecuencia se enmarca dentro del pensamiento posmoderno. Desde la teoría
postestructuralistase ha utilizado el término 'postmoderno' en oposición a ideas
dominantes del arte moderno como la autoría, la subjetividad del artista o la originalidad. El
arte en la postmodernidad sería aquel que se nutre de obras que re-interpretan, re-
significan otras obras, o explotan cualidades sociales, culturales, políticas o comunicativas
del arte, superando el confinamiento subjetivo y los ideales románticos de la creación
artística.89
Un rasgo característico del arte contemporáneo es su dependencia de las instituciones
artísticas (museos, galerías de arte, bienales o ferias de arte), que necesita para
legitimarse pero que cuestiona simultáneamente;10 un fenómeno cuyos antecedentes
encontramos en la obra de Marcel Duchamp Fuente (1917), un urinario exhibido como
obra de arte. Esta maniobra se conoce como readymade u objeto-encontrado, y tiene una
gran importancia en el desarrollo del arte contemporáneo.
La idea de que 'cualquier objeto puede ser arte',11 no solo pone de relieve la importancia
de las instituciones en el proceso de validación el arte, sino que también afianza un nuevo
modelo de artista todavía más alejado de la artesanía. Por primera vez, el artista prescinde
por completo de sus habilidades manuales y se presenta como administrador, reformando
ideas muy arraigadas a las vanguardias como la originalidad,12 dando tanta o más
importancia al trabajo intelectual y al capital social como al objeto artístico1314 —unas
condiciones que harán del arte conceptual un paradigma de contemporaneidad. En este
sentido, se ha dicho que «todo artista contemporáneo es un artista post-conceptual».15
El reto del arte contemporáneo es una constante ejecución de un ejercicio del criterio para
la validación y en consecuencia aceptación de las obras, que en estos tiempos parece ser
desplazado por la intuición y la apuesta. De manera intrínseca el arte actual puede ser
negociable. Un ejemplo es el uso de obras no actuales que son despenoladas de
colecciones antiguas y por el simple hecho de estar en un sala o colección de arte
contemporáneo la hace una de ellas. Así lo da a entender Glenn Lowry, director Ejecutivo
del MoMA en Nueva York; críticos como Nelly Richard dice que es: ¨un arte desobediente¨.
En adición otros críticos opinan que el arte con16temporáneo es capaz de resistir toda
teleología y por lo tanto, validarlo resulta al menos una paradoja.

Ejemplos[editar]
Algunos ejemplos de arte contemporáneo etiquetados y ordenados por décadas:

1960s 1970s 1980s 1990s 2000s 2010s


 Expresion
ismo
abstracto
 Art &
Language
 Arte  Arte  Arte
pobre corporal
conceptua  Arte digital
l  Arte
 Graffiti
 Fluxus ASCII (Body  Post-
 Arte
 Happenin  Bad art) internet
postconcep 
Painting Arte  Arte
g tual  Arte
  Body digital virtual
Environm  Neoexpresi urbano
ent art  Hiperre  Arte
onismo (Street art)
  Libro- alismo autogen
Arte  Arte  Arte virtual
arte  Net art erativo
cinético sonoro  Arte-
  Arte  New  Arte
Minimalis  Transvang conferencia
feminist media algorítm
mo uardia  Videoperfo
a art ico
 Neo-Dada  Videoinstal rmance
 Instalac  Arte  Arte
 Op Art ación
ión relacion Resilien
 Performa  Crítica
 Land al cia
nce instituciona
Art  Young
 Arte Pop l
 Fotorre British
 Posminim alismo Artists
alismo
 Arte
psicodélic
o
 Videoarte

Emilia
y Ilya
Kabak
ov dan
instruc
ciones
para la
Blue Poles de Jackson
instalac
Pollock. Fue comprado
ión de
en medio de la
su
controversia por la
obra: E
Galería Nacional de
l
Australia en 1973 y hoy
hombre
sigue siendo uno de los
Imagen de la artista que La DS, 1993. Obra del
principales cuadros de la Art &
Lara Almarcegui en el voló al artista mexicano Gabriel Language, Untitled
galería.
pabellón español en la espacio Orozco Painting, 1965
Bienal de Venecia, desde
Courtesy Tate Modern
2013. su
aparta
mento

Notas

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