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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA “TOMAS FRÍAS”

FACULTAD DE DERECHO

CARRERA DE DERECHO

ANÁLISIS DE LOS DERECHOS EXPECTATICIOS BOLIVIANOS MARÍTIMOS Y SU


CONTRASTE CON EL FALLO DE LA HAYA

MONOGRAFÍA

CURSO AUTOR: 4to “A”

DOCENTE: Dra. María del Rosario Ore Romero

AUXILIAR: Univ. Edgar Franco Aiza Flores

POTOSÍ – BOLIVIA

2023
ÍNDICE
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN:..................................................................................4
OBJETIVOS:......................................................................................................................4
OBJETIVO GENERAL:......................................................................................................4
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:............................................................................................4
1. EL VIRREINATO DEL PERÚ Y LA REAL AUDIENCIA DE CHARCAS.......................6
2. EL VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA Y LA REAL AUDIENCIA DE CHARCAS...6
3. INDEPENDENCIA DE BOLIVIA (1825)........................................................................6
4. CREACIÓN DEL DEPARTAMENTO DEL LITORAL....................................................7
5. RECONOCIMIENTO A LA CONDICION MARTIMA DE BOLIVIA: LA.........................9
6. LA CESIÓN TERRITORIAL EN LAS RELACIONES CHILENOBOLIVIANAS
DURANTE EL SIGLO XX................................................................................................11
7. ¿EXISTE ALGÚN COMPROMISO PENDIENTE POR PARTE DE CHILE HACIA
BOLIVIA?.........................................................................................................................12
8. TRATADOS DE LÍMITES ENTRE BOLIVIA Y CHILE (1866 Y 1874)........................13
9. EL IMPUESTO DE LOS 10 CENTAVOS A CAUSA DEL MAREMOTO DE 1877......15
10. LA INVASIÓN A BOLIVIA Y LA GUERRA DEL PACÍFICO......................................16
11. PACTO DE TREGUA ENTRE BOLIVIA Y CHILE 4 DE ABRIL DE 1884.................18
12. INCURSIONES CHILENAS SOBRE COSTAS BOLIVIANAS..................................21
13. NOTA DE ABRAHAM KÖNIG VELÁSQUEZ............................................................26
14. CONTENIDO DE LA NOTA DE KONIG....................................................................26
15. LAS CONTRADICCIONES CHILENAS EN LA NOTA DE KÖNIG...........................29
16. TRATADO DE 1904...................................................................................................30
17. TRATADO DE PAZ Y AMISTAD ENTRE CHÍLE Y BOLIVLA..................................31
18. EL DERECHO DE GINEBRA Y EL DERECHO DE LA HAYA.................................37
18.1. LAS CONFERENCIAS DE PAZ DE LA HAYA Y LA CORTE PERMANENTE DE
ARBITRAJE.....................................................................................................................38
18.2. EL PACTO DE BOGOTÁ. FÁTIMA........................................................................40
19. BASES JURÍDICAS DE LA DEMANDA DE BOLIVIA CONTRA CHILE ANTE LA
CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA DE LA HAYA................................................40
19.1. CONSIDERACIONES DE LA CORTE...................................................................40
19.2. TRAS UN LARGO PROCESO QUE EMPEZÓ EN 2013, ESTA SEMANA SE
CELEBRA LA ÚLTIMA FASE DEL JUICIO QUE ENFRENTA A BOLIVIA Y A CHILE EN
LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA (CIJ) DE LA HAYA, EN HOLANDA........43

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19.2.1. HASTA 1904, EL TERRITORIO DE BOLIVIA -HOY EL ÚNICO PAÍS
SUDAMERICANO, JUNTO CON PARAGUAY, QUE NO TIENE SALIDA AL MAR-
LLEGABA HASTA EL OCÉANO PACÍFICO...................................................................43
19.3. ACTOS UNILATERALES Y LA OBLIGACIÓN DE CHILE DE NEGOCIAR CON
BOLIVIA SOBRE SALIDA PACÍFICA AL MAR...............................................................46
19.4. FUENTE DE LA PRETENSIÓN DE LA DEMANDA...............................................50
20. CASO DINAMARCA Y NORUEGA...........................................................................51
20.1. CASO AUSTRIA Y FRANCIA.................................................................................53
20.2. PRIMERA Y SEGUNDA GUERRA DE LA COALICIÓN........................................55
20.3. FRANCIA Y AUSTRALIA PACTAN INDEMNIZACIÓN EN CASO SUBMARIN....55
20.4. RELACIONES POLÍTICAS.....................................................................................56
20.5. TRATANDO DE 1904.............................................................................................56
20.6. FINALIZA LA GUERRA DEL PACÍFICO (1883)....................................................57
20.7. PACTO DE TREGUA (1884)..................................................................................57
20.8. EL PRESIDENTE MONTES Y EL TRATADO DE PAZ (1903)..............................57
20.9. TRATADO DE PAZ Y AMISTAD ENTRE CHILE Y BOLIVIA (1904).....................57
20.9.1. LO COMPROMETIDO EN EL TRATADO DE 1904:...........................................58
21. LA AGENDA DE 13 PUNTOS...................................................................................58
21.1. ¿COMO NACE LA AGENDA DE LOS 13 PUNTOS?............................................62
22. LOS ARGUMENTOS UTILIZADOS EN EL JUICIO..................................................62
23. BIBLIOGRAFÍA..........................................................................................................64

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ANÁLISIS DE LOS DERECHOS EXPECTATICIOS BOLIVIANOS MARÍTIMOS Y SU
CONTRASTE CON EL FALLO DE LA HAYA

PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN:
¿Cuáles son las consecuencias del contraste de los Derechos expectaticios bolivianos
con el fallo de la Haya?

OBJETIVOS:
OBJETIVO GENERAL:
Identificar los argumentos jurídicos causales sobre la materia de derechos expectaticios
marítimos sostenidos en el arbitraje ante la Haya y sus consecuencias en el Estado
boliviano.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
I. Determinar los fundamentos sociales y jurídicos que dieron lugar a los derechos
expectaticios.
II. Analizar los argumentos resultantes del fallo negativo de la Haya para Bolivia.
III. Identificar las consecuencias políticas, jurídicas, económicas y sociales del
arbitraje ante la Haya.

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ANTECE

El vínculo entre la región andina y la costa de Atacama se remonta a tiempos


inmemoriales cuando la territorialidad indígena se conectaba de modo permanente con
el océano. La cultura Tiwanaku desarrollo en su periodo expansivo por lo menos siete
asentamientos en el Valle de Azapa en plena costa del Pacifico. El Imperio incaico llego
en el sudoeste de sus dominios al desierto de Atacama.
El pueblo aymara tuvo siempre interacción y presencia comunal de agricultura y
ganadería en espacios geográficos que conectan las alturas andinas con la costa. Esta
relación fue respetada por el ordenamiento colonial, base sobre la cual se fundó Bolivia
con una extensa y rica costa en la región de Atacama, ejerciendo en ese territorio
soberanía hasta que en 1879 se produjo la invasión chilena que modifico su geografía y
su historia.
1. EL VIRREINATO DEL PERÚ Y LA REAL AUDIENCIA DE CHARCAS
La Corona española estableció una nueva organización político–administrativa en
América creando Virreinatos y Capitanías Generales. En 1542 se constituyó el
Virreinato del Perú, el cual se subdividía en Reales Audiencias, una de ellas fue la Real
Audiencia de Charcas (actual Bolivia), creada por Cedula Real en 1559 que incluía
dentro de su jurisdicción al Distrito de Atacama y su costa. Este abarcaba desde el rio
Loa en el norte hasta el rio Salado en el sur, más allá del paralelo 25º.
2. EL VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA Y LA REAL AUDIENCIA DE CHARCAS
Al crearse el Virreinato del Rio de la Plata en 1776 la Real Audiencia de Charcas,
incluyendo el Distrito de Atacama, paso a jurisdicción de la nueva entidad. Durante esta
época, se hizo común la denominación de Alto Perú para hacer referencia a ese
territorio. Asimismo, en 1782 el nuevo Virreinato fue dividido en ocho intendencias entre
las que se encontraba Potosí. A su vez, esta se subdividía en seis partidos, siendo uno
de ellos Atacama, con costa sobre el mar.
3. INDEPENDENCIA DE BOLIVIA (1825)
Bolivia obtuvo su independencia en 1825 sobre la base territorial de la antigua Real
Audiencia de Charcas de acuerdo al principio del uti possidetis juris de 1810 por el que
las nacientes republicas hispano-americanas acordaron respetar los límites coloniales
que tenían para ese año. En 1826, se determinó la división política del país, se convirtió
en departamentos a las antiguas intendencias coloniales y se las subdividió en

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provincias, entre las que se encontraba Atacama, perteneciente a Potosí, rica en
guano, salitre, bórax, cobre y plata.
4. CREACIÓN DEL DEPARTAMENTO DEL LITORAL
En 1829 se creó la Provincia del Litoral y en 1867 se constituyó como Departamento
con una superficie de aproximadamente 120.000 km2, delimitado al norte por el río Loa
(que marcaba la frontera con el Perú) y al sur por el río Salado (fronterizo con Chile)
más allá del paralelo3 25º. El Litoral boliviano contaba con los puertos de Antofagasta,
Cobija, Tocopilla y Mejillones, las poblaciones interiores de Calama y San Pedro de
Atacama.
El Departamento del Litoral denominado Litoral boliviano, fue una extensión de costa
del desierto de Atacama que formó parte del territorio boliviano desde 1825 hasta 1979.
Antes de la creación de Bolivia como Estado independiente en 1825, este territorio
formaba parte de la Intendencia de Potosí, comprendida dentro de la Real Audiencia de
Charcas. Luego de la independencia de Bolivia, el Libertador Simón Bolívar el 28 de
diciembre de 1825 decretó que en el Partido de Atacama, el puerto de Cobija sea
habilitado como Puerto Mayor con el nombre La Mar del reciente organizado Estado
boliviano.

En un principio se determinó en el puerto de Arica; sin embargo, fracasadas las


conversaciones con el Perú para la cesión del mismo, el gobierno boliviano comisionó
al coronel Francisco Burdett O’ Connor, quien eligió el puerto de Cobija por sus
condiciones geográficas, su pequeña península y su caleta abrigada a los vientos.
Según el registro documental, el primer asentamiento señala el año 1587, cuando
funcionó como puerto de cabotaje para la Audiencia de Charcas con el nombre de
“Puerto Santa María Magdalena de Cobija”. Posteriormente fue nombrado La Mar, por
el Libertador Bolívar en «justa recompensa al mérito contraído por el gran Mariscal don
José de La-Mar, vencedor en Ayacucho, según reza el decreto de su habilitación. En
1829 se creó la Provincia del Litoral.

De acuerdo al Censo de 1832, Cobija tenía una población de 560 habitantes, de los
cuales 266 eran de origen chileno, 80 peruanos, 54 argentinos, 104 bolivianos, 3
portugueses, 4 colombianos, 15 franceses, 3 italianos, 4 ingleses, 2 ecuatorianos y un

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filipino. En 1867 se constituyó como Departamento con un territorio de 158.000 km2,
delimitado al norte por el río Loa (que marcaba la frontera con el Perú) y al sur por el río
Salado (fronterizo con Chile) más allá del paralelo 25º. Sus principales poblaciones
fueron los puertos de Antofagasta, Mejillones, Cobija y Tocopilla, además conformada
por las caletas de Gatico, Guanillos, Michilla, Tames, Gualaguala, Cobre y Paquita.

En 1870 era sede de la Prefectura del Litoral Boliviano y residencia de las autoridades
y era un área relativamente elegante y limpia comparada con otras poblaciones del
Pacifico. Fue capital del Departamento boliviano del Litoral hasta 1875.

El puerto La Mar perteneció a Bolivia hasta su ocupación por tropas chilenas en


febrero de 1879 en la Guerra del Pacífico. Actualmente sólo quedan sus ruinas
aledañas a un poblado de pescadores.

El Litoral boliviano a partir de 1825 pasó a ser uno de los seis partidos de la
Intendencia de Potosí. Fue así que el Atacama, el antiguo territorio del Departamento
del Litoral, pasó a ser provincia del Departamento de Potosí, con capital el San Pedro
de Atacama.
En 1839 el presidente José Miguel de Velasco elevó el rango del Litoral a Distrito con
un Prefecto, posteriormente el 24 de octubre de 1871 el presidente Agustín Morales
dividió el Departamento del Litoral en cuatro distritos: Distrito Litoral de Cobija, Distrito
Litoral de Mejillones, Distrito Mineral de Caracoles y Distrito de Atacama.
El 23 de febrero de 1878, se creó por ley la Provincia del Loa, ubicada al sur con su
capital el puerto de Tocopilla. Al momento de la ocupación por parte de las tropas
chilenas ocurrida el 14 de febrero de 1879 el Departamento del Litoral estaba divido en
las siguientes provincias:
a) Provincia de Mejillones: Capital Antofagasta

b) Provincia de Cobija: Capital Puerto La Mar

c) Provincia del Loa: Capital Tocopilla

d) Provincia de Caracoles Capital Caracoles

e) Provincia de Atacama Capital San Pedro de Atacama

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La provincia de Atacama invadida por Chile en febrero de 1879 mantenía continuidad
territorial con el territorio de la antigua Atacama cedida por Bolivia a Argentina,
sumando ambas una extensión territorial de150.000 km bajo jurisdicción de Tarija que
pertenecía al Departamento de Potosí, antes que el gobierno del Presidente Andrés de
Santa Cruz creara el Departamento de Tarija en septiembre de 1831.

Según registros arqueológicos, Antofagasta fue habitada en primera instancia por los
“changos”, recolectores marinos. De ellos posiblemente proviene el nombre de la
ciudad, aunque en la actualidad se manejan una serie de teorías para explicar el origen
del topónimo Antofagasta. Aún no se logra un consenso claro respecto al verdadero
origen de la palabra. La teoría relaciona al topónimo con el vocablo chango Antofagasti
(que significa Puerta del Sol), forma en que los changos llamaban al actual Monumento
Natural La Portada. También, probablemente sea una palabra compuesta que proviene
del diaguita o kakán meridional anto o hattun (que significa grande) faya o haya (que
significa salar) y gasta (que significa pueblo), siendo un topónimo que significa Pueblo
del Salar Grande.

Según otra teoría, la palabra compuesta Antofagasta proviene del aymara anta (que
significa cobre) y pakay (que significa esconder), siendo un topónimo que significa
Escondrijo de Cobre. Finalmente se dice que el nombre Antofagasta se debe a una
decisión del presidente boliviano Mariano Melgarejo, quien renombró la ciudad en
honor a una estancia que poseía en Antofagasta de la Sierra, cerca del año 1870.

5. RECONOCIMIENTO A LA CONDICION MARTIMA DE BOLIVIA: LA SOBERANIA


MARITIMA DE BOLIVIA RECONOCIDA EN EL TRATADO DE 1833
La condición costera del territorio de Bolivia y su soberanía marítima no fue
cuestionada por Chile. Las Constituciones Políticas chilenas de los años 1822, 1823,
1828 y 1833 reconocieron que su límite hacia el norte era el desierto de Atacama. La
soberanía marítima de Bolivia fue reconocida en diversos instrumentos internacionales,
entre los cuales se destaca el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación de 1833
suscrito con Chile.

A inicios de la década de 1840, ciudadanos chilenos comenzaron a ocupar el Litoral


boliviano y explotar sin autorización los ricos depósitos de guano existentes en la zona,

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aprovechándose de la escasa población local y la poca presencia de autoridades
bolivianas. Como consecuencia, Chile pretendió extender su soberanía hasta el
paralelo 23º, en territorio boliviano. El Gobierno de Bolivia protestó formalmente y quiso
solucionar la cuestión amistosamente. Como consecuencia de la controversia territorial
creada por Chile, ambos Estados suscribieron dos tratados de límites. El 10 de agosto
de 1866 se firmó el primero de ellos, que fijaba la frontera en el paralelo 24° y
establecía que la explotación de guano, metales y minerales comprendidos entre los
paralelos 23 ° y 25 ° sería mancomunada.

El 6 de agosto de 1874 se firmó el segundo tratado de límites boliviano-chileno. Por


medio de éste, se confirmó la frontera en el paralelo 24° y los derechos de explotación
de guano para Chile hasta el paralelo 23°. De manera adicional, se determinó que las
personas, industrias y capitales chilenos no serían sujetos a nuevos impuestos por el
lapso de veinticinco años. Al año siguiente se firmó un Protocolo Complementario al
Tratado de 1874, que estableció el arbitraje como medio para la solución de cualquier
controversia.

La condición costera del territorio de Bolivia y su soberanía marítima no fue


cuestionada por Chile. Las Constituciones Políticas chilenas de los años 1822, 1823,
1828 y 1833 reconocieron que su límite hacia el norte era el desierto de Atacama. La
soberanía marítima de Bolivia fue reconocida en diversos instrumentos internacionales,
entre los cuales se destaca el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación de 1833
suscrito con Chile.

La intención y el mas gran anhelo de la nación boliviana al cual nunca se renunciará es


al derecho histórico de volver al mar. Es favorable para nuestra nación que a nivel
mundial se tenga el reconociendo de la comunidad Internacional al pueblo boliviano; las
manifestaciones de los bolivianos residentes en el exterior su rol es fundamental y que
su apoyo a la causa marítima es difundir y crear conciencia de la injusticia por el
enclaustramiento marítimo que sufre nuestra Patria.

En esta pugna, Bolivia tuvo un rol protagónico y a la vez pasivo. Inicialmente, la oferta
chilena de garantizar a Bolivia soberanía marítima pasó por la exigencia de desconocer
sin más el tratado de 1873, obviando una historia bilateral que, más allá de las posibles

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inconsistentes, pero siempre perfectibles. El desprecio implícito de las autoridades
chilenas a la condición moral de la clase política boliviana partía del supuesto de una
conquista expedita, lo cual también trasunta la subvaloración de las cualidades del
enemigo. Durante el período en que la guerra fue activa, los gobiernos bolivianos no
hicieron sino mantener una posición expectante, incluso en momentos en que su aliado
(Montero) optó por iniciar conversaciones de paz por vía propia. Señalar la
consecuencia jurídica del acto como un error, de acuerdo a la crítica sostenida por
círculos políticos chilenos hasta el término del conflicto, era avalar un pragmatismo del
todo contrario a la ética implícita en los acuerdos.
6. LA CESIÓN TERRITORIAL EN LAS RELACIONES CHILENO BOLIVIANAS
DURANTE EL SIGLO XX
El Tratado de Paz y Amistad de 1904 marcó el fin de la Guerra del Pacífico. Si
bien las hostilidades habían cesado en 1880 y en 1884 se había firmado un Pacto de
Tregua, fue el Tratado el instrumento que puso punto final al conflicto entre Chile
y Bolivia, básicamente consagrando el Pacto. Las disposiciones fundamentales del
Tratado son:
 Restablecimiento de las relaciones de Paz y Amistad entre Chile y Bolivia.
 Reconocimiento por parte de Bolivia, del dominio absoluto y a perpetuidad
del territorio comprendido entre el paralelo 23 y el Río Loa, lo cual implicó la
renuncia a perpetuidad de Bolivia al territorio sobre el Océano Pacífico
 Reconocimiento de Chile a Bolivia, a perpetuidad, del derecho al libre
tránsito comercial por su territorio y puertos en el Pacífico.
 Compromiso de Chile de construir el ferrocarril entre Arica y La Paz, y
contribución a la construcción de otros ferrocarriles en el territorio boliviano
 Compensación chilena a Bolivia de la suma de 300.000 libras esterlinas y,
 Arbitraje para todas las diferencias sobre la interpretación y aplicación del
Tratado.
El Tratado fue ratificado en la ciudad de La Paz, el 10 de marzo de 1905 (Correa y
García, 2011). Sin embargo, pocos años después, Bolivia empezó sistemáticamente a
reclamar por un retorno del territorio para acceder de forma soberana al Pacífico.
En abril de 1910, el canciller boliviano Daniel Sánchez Bustamante dirigió una circular

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a los representantes de Perú y Chile señalando el deseo de Bolivia de obtener una
salida al mar a través de Tacna o Arica; al respecto en el texto se afirmaba que Bolivia
no puede vivir aislada de mar. Ahora y siempre, en la medida de sus fuerzas, hará
cuanto le sea posible para llegar a poseer por lo menos un puerto cómodo sobre el
Pacífico; y no podrá resignarse jamás a la inacción cada vez que se agite este asunto
de Tacna y Arica que compromete las bases mismas de su existencia” (Presidencia de
la República de Bolivia, 2004).
7. ¿EXISTE ALGÚN COMPROMISO PENDIENTE POR PARTE DE CHILE HACIA
BOLIVIA?
En esta parte del trabajo, profundizaremos ciertos antecedentes históricos y jurídicos, a
fin de aclarar con precisión esta interrogante. Durante los últimos años, se ha insistido
señalando que Bolivia no tiene sustento legal para plantear la solución de su problema
marítimo, ya que éste sería una aspiración unilateral que pretende modificar el Tratado
de 1904, lo que viola el principio internacional de intangibilidad y perpetuidad de los
tratados internacionales que fijan fronteras entre los Estados. Sin embargo, desde el
mismo año 1879, Chile se ha empeñado en desarrollar una “política boliviana”, que en
diversas oportunidades ha ofrecido a Bolivia una salida al mar por el Puerto de Arica.
En la última década, sobre la base de esos antecedentes y a fin de reencauzar una
negociación fallida, ambos países han explorado vías de entendimiento, buscando
abordar de diversa manera las conversaciones sobre el problema de la
mediterraneidad. Cabe recordar el comunicado conjunto suscrito por los cancilleres de
ambos países, en ocasión de la III Conferencia Iberoamericana de Jefes de Estado
realizada en Bahía (Brasil) el 16 de julio de 1993, en el que señalaron “que aún
subsisten diferencias en relación a determinados asuntos específicos” y que “el
mejoramiento de las relaciones bilaterales crea las condiciones propicias para superar
mediante el entendimiento de mutua conveniencia de aquellas diferencias, buscando
siempre el interés de ambos pueblos”. Si bien este documento no alude de forma
expresa el tema marítimo, es un reconocimiento que existen temas pendientes de
resolución, donde obviamente está la negociación de una salida al mar.

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8. TRATADOS DE LÍMITES ENTRE BOLIVIA Y CHILE (1866 Y 1874)
Como consecuencia de la controversia territorial creada por Chile, ambos Estados
suscribieron dos tratados de límites. El 10 de agosto de 1866 se firmó el primero de
ellos, que fijaba la frontera en el paralelo 24° y establecía que la explotación de guano,
metales y minerales comprendidos entre los paralelos 23 ° y 25 ° sería mancomunada.
Dicho tratado llamado indica:
Art.1. La línea, de demarcación de los límites entre Chile y Bolivia en el desierto de
Atacama será en adelante el paralelo 24 de latitud meridional, desde el litoral del
Pacifico hasta los límites orientales de Chite, de suerte que Chile por el sur y Bolivia por
el norte tendrán la posesión y dominio de los territorios que se extienden lasta el
mencionado paralelo 24, pudiendo ejercer en ellos todos los actos de jurisdicción y
soberanía correspondientes al señor del suelo.
Art. 6. Las Repúblicas contratantes se obligan a no enajenar sus derechos a la
posesión o dominio del territorio que se divide entre sí por presente Tratado, a favor de
otro Estado, sociedad o individuo particular. En el caso de desear alguna de ellas hacer
tal enajenación, el comprador no podrá ser sino la otra parte contratante.
La situación así creada por el Tratado de 1866 fue calificada como la “última expresión
del absurdo” por el reconocido jurista chileno Marcial Martínez, en una carta
confidencial dirigida al poco tiempo al Canciller Covarrubias y en la que le habría
sugerido la conveniencia y urgencia de revisarlo. Así lo refiere el propio Martínez en un
escrito publicado en 1873.
El 6 de agosto de 1874 se firmó el segundo tratado de límites boliviano-chileno. Por
medio de éste, se confirmó la frontera en el paralelo 24° y los derechos de explotación
de guano para Chile hasta el paralelo 23°. De manera adicional, se determinó que las
personas, industrias y capitales chilenos no serían sujetos a nuevos impuestos por el
lapso de veinticinco años. Al año siguiente se firmó un Protocolo Complementario al
Tratado de 1874, que estableció el arbitraje como medio para la solución de cualquier
controversia.
Es necesario mencionar que el primer tratado de límites había sido suscrito ocho años
antes, durante la dictadura del general Mariano Melgarejo, un 10 de agosto de 1866, y

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que, a su caída en enero de 1871, la Asamblea de Bolivia declaró la nulidad de todos
sus actos, incluyendo por cierto dicho tratado limítrofe.
El tratado de 1866 fue sumamente impopular en Bolivia debido a que, a pesar de haber
fijado el límite en el paralelo 24 de latitud, incluyó una cláusula de medianería (o
comunería), según la cual el producto de la explotación del guano y los derechos de
exportación de los minerales provenientes del territorio comprendido entre los paralelos
23 y 25 de latitud serían repartidos por mitad entre ambos países, y que las normas
correspondientes serían decididas de común acuerdo. Es decir, una zona de soberanía
limitada en territorio boliviano.
En ese marco representantes de ambos países suscribieron el 5 de diciembre de 1872
un tratado con el objeto de facilitar el cumplimiento del tratado de 1866, sin perjuicio de
seguir negociando con miras a sustituirlo con otro que consulte mejor los recíprocos
intereses de ambas Naciones.
Este tratado, conocido como el Protocolo Lindsay-Corral debido a que fue suscrito por
Santiago Lindsay, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Chile, y
Casimiro Corral, Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia fue aprobado
rápidamente por el Congreso chileno, el 8 de enero de 1873, pero no así por el
boliviano, que prefirió aplazar su tratamiento hasta el año siguiente.
Mencionado tratado destaca sus artículos:
Art 1. Se declara que los limites orientales de Chile, de que se hace mención en el art.
1 del Tratado de límites de 1866, son las más altas cumbres de los Andes, y por tanto
la línea divisoria de Chile con Bolivia es el grado 24 de latitud S. partiendo desde el mar
Pacífico hasta la cumbre de la cordillera de los Andes.
Art. 7. Se fijará de común acuerdo entre ambos gobiernos la tarifa de derechos de
exportación de pastas y minerales de toda clase, que se haga de los productos
mencionados de la zona determinada en el art. 2° sin que le sea permitido a ninguno de
ellos alterar o modificar la tarifa sin consentimiento y acuerdo común.
Art. 8. Para los productos de guano, metales y minerales de todo jemer o que se
exploten de territorios situados al N. de la línea del grado 23, y que se exporten por las
aduanas establecidas dentro del dicho grado, el gobierno boliviano llevará
separadamente su cuenta de los rendimientos de los derechos que les imponga en su

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territorio sin que en nada tenga que intervenir en esta cuenta el comisionado fiscal de
Chile en Mejillones.
Igual derecho tendrá Chile respecto de los productos que explota los al S. del grado 25,
se exporten por las aduanas que se hallen establecidas al N. de dicho grado
Art. 9º Las dos gobiernos convienen en seguir negociando pacífica y amigablemente
con el objeto de revisar y abrogar el tratado de 10 de Agosto de 1866, sustituyéndolo
con otro que consulte mejor los recíprocos intereses de las dos Repúblicas hermanas,
a fin de quitar todo motivo de cuestiones futuras, y bajo la base inamovible del grado 24
y de las altas cumbres de la cordillera de los Andes.
9. EL IMPUESTO DE LOS 10 CENTAVOS A CAUSA DEL MAREMOTO DE 1877
En 1877 un terremoto seguido de maremoto (estimado en 8,8 grados en la escala de
Richter) arrasó la costa boliviana devastando ese territorio.
Posteriormente, en 1878 una terrible sequía asoló importantes sectores del territorio
boliviano. Como consecuencia de estos desastres naturales, el Gobierno de Bolivia
solicitó a la empresa anglo chilena “Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta”
el pago de 10 centavos por cada quintal de salitre exportado, a fin de generar recursos
ante las catástrofes naturales que habían afectado a la región. Esta solicitud suscitó un
reclamo por parte del Gobierno de Chile antes que la Compañía acudiera a los
tribunales bolivianos correspondientes. Por su parte, el Gobierno boliviano manifestó su
disposición de someter esta controversia al arbitraje establecido por el Protocolo
Complementario de 1875.
Boliviano suspendió el cobro del impuesto mientras que ambos gobiernos buscaron,
infructuosamente, una solución al problema.

En diciembre de 1878 el gobierno de Bolivia decidió cobrar el impuesto. En febrero de


1879, el gobierno de Hilarión Daza rescindió las licencias otorgadas a la CSFA,
embargó sus bienes y ordenó su remate público. Las fuerzas chilenas impidieron el
remate con la ocupación chilena de Antofagasta. A esa altura, las relaciones
diplomáticas entre ambos países no existían. El gobierno chileno pedía la anulación de
la ley de febrero de 1874 y el levantamiento del embargo, en tanto que Bolivia insistía
en el retiro de las fuerzas navales de su litoral.

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La decisión de ocupar Antofagasta se planificó para el 14 de febrero, el mismo día en
que debían ser rematados los bienes de la compañía.

10. LA INVASIÓN A BOLIVIA Y LA GUERRA DEL PACÍFICO

Sin recurrir al mecanismo de arbitraje previamente acordado y sin previa declaratoria


de guerra, Chile invadió militarmente el puerto boliviano de Antofagasta el 14 de febrero
de 1879. Consecuentemente, Bolivia no provocó una conflagración bélica, situación
que motivó a defender su soberanía y en aplicación del Tratado de Alianza Defensiva
suscrito con el Perú en 1873, intentó detener el avance de las tropas chilenas que
llegaron a ocupar todo el Litoral boliviano, así como las provincias peruanas de
Tarapacá, Tacna y Arica, e incluso su capital, Lima.

Concluida la guerra, Bolivia perdió alrededor de 120.000 km2 de territorio, habitado


aproximadamente por 12.460 personas. El departamento del Litoral incluía los puertos
de Tocopilla, Cobija, Antofagasta y Mejillones, en una costa de más de 400 km.; así
mismo, las poblaciones de Calama, San Pedro de Atacama, Chiuchiu y Caracoles.

La Guerra del Pacífico tuvo comienzo el 14 de febrero de 1879, día en que Chile
invadió la región de Antofagasta, que era territorio boliviano para ese entonces. Antes
de adentrarnos en el conflicto es importante tener presente un hecho histórico de gran
trascendencia: la primera crisis capitalista de 1873. Esta se inició como un crack
bancario en Europa y luego golpeó a Estados Unidos, hasta que finalmente estalló a
nivel internacional como reflejo de la expansión del capitalismo a nivel mundial. Por
ejemplo, llevó a la bancarrota a economías como la del Imperio Otomano (actuales
Turquía y Egipto) y la del Perú, el país más endeudado de América Latina por aquellos
años.

Sin embargo, la economía más afectada por esta crisis y en nuestro continente fue la
chilena. La crisis de 1873 trajo aparejada la caída abrupta de los precios de las
materias primas exportadas por Chile: cobre, plata y trigo. Hasta la década de 1870,
Chile acaparaba el 43,6% de la producción mundial de cobre. Respecto de la plata, no
solo bajaron los precios sino también las exportaciones.

15
Por un lado, porque la plata dejó de utilizarse como moneda circulante en varias
naciones europeas y por otro, debido al hallazgo de minas de plata en el oeste de
Estados Unidos. A la crisis minera le siguió una crisis agrícola desde 1874, cuando el
valor del trigo en el mercado mundial se redujo un 50%, ya que competía con el
mercado en expansión del trigo estadounidense. Como vemos la economía chilena
llegará a 1879 con una gran contracción y recesión económica.

Si bien se ha esgrimido en reiteradas ocasiones, y desde diversos enfoques y visiones


historiográficas, que las causas de la guerra fueron porqué Bolivia había roto el tratado
limítrofe de 1874 y los acuerdos comerciales que había firmado con Chile y por otro, la
alianza de defensa mutua que había entre Bolivia y Perú desde 1873, vemos que
fueron otros los intereses en juego que en ese contexto de crisis económica, llevaron a
una guerra de rapiña por parte de las burguesías de estos países. Vayamos por partes.

11. PACTO DE TREGUA ENTRE BOLIVIA Y CHILE 4 DE ABRIL DE 1884

Mientras llega la oportunidad de celebrar un tratado definitivo de paz entre las


repúblicas de Chile y de Bolivia, ambos países, debidamente representados, el primero
por el señor ministro de Relaciones Exteriores Aniceto Vergara Albano, y el segundo
por los señores Belisario Salinas y Belisario Boeto, han convenido en ajustar un pacto
de tregua, en conformidad a las bases siguientes:

1.- Las repúblicas de Chile y Bolivia celebran una tregua indefinida, y en consecuencia,
declaran terminado el estado de guerra, al cual no podrá volverse sin que una de las
partes contratantes notifique a la otra, con anticipación de un año, su voluntad de
renovar las hostilidades. La notificación, en este caso, se hará directamente o por
conducto del representante diplomático de una nación amiga.

2.- La república de Chile, durante la vigencia de esta tregua, continuará gobernado con
sujeción al régimen político y administrativo que establece la ley chilena los territorios
comprendidos desde el paralelo 23 hasta la desembocadura del río Loa en el Pacifico,
teniendo dichos territorios por límite oriental una línea recta que parta de Sapalegui
desde la intersección con el deslinde que lo separa de la República Argentina hasta el
volcán Licancaur.

16
De este punto seguirá una recta a la cumbre del volcán apagado Cabana; de aquí
continuará otra recta hasta el ojo de agua que se halla más al sur del lago Ascotán, y
de aquí otra recta que, cortando a lo largo de dicho lago, termine en el volcán Ollagua.
Desde este punto, otra recta al volcán Tua, continuando después la divisoria entre el
departamento de Tarapacá y Bolivia.

En caso de suscitarse dificultades, ambas partes nombrarán a una comisión de


ingenieros que fije el límite que quedará trazado con sujeción a los puntos aquí
determinados.

3.- Los bienes secuestrados en Bolivia a nacionales chilenos por decretos del gobierno
o por medidas emanadas de autoridades civiles y militares, serán devueltos
inmediatamente a sus dueños o a los representantes constituidos por ellos con poderes
suficientes. Les será igualmente devuelto el producto que el gobierno de Bolivia haya
recibido de dichos bienes, y que aparezca justificado con los documentos del caso.

Los perjuicios que por las causas expresadas o por la destrucción de sus propiedades
hubiesen recibido los ciudadanos chilenos, serán indemnizados en virtud de las
gestiones que los interesados entablen ante el gobierno de Bolivia.

4.- Si no se arribare a un acuerdo entre el gobierno de Bolivia y los interesados,


respecto al monto de la indemnización de los perjuicios y de la forma de pago, se
someterán los puntos en disidencia al peritaje de una comisión, compuesta de un
miembro nombrado por parte de

Chile, otro por la de Bolivia y de un tercero que se nombrará en Chile de común


acuerdo de entre los representantes neutrales acreditados en ese país. Esta
designación se hará a la posible brevedad.

5.- Se restablecen las relaciones entre Chile y Bolivia.

En adelante los productos naturales chilenos y los elaborados con ellos, se internarán
en Bolivia libres de todo derecho aduanero; y los productos bolivianos de la misma
clase y los elaborados del mismo modo, gozarán en Chile de igual franquicia, sea que
se importen o exporten por puerto chileno.

17
Las franquicias comerciales que respectivamente hayan de gozar los productos
manufacturados chilenos y bolivianos como la enumeración de estos mismos
productos, serán materias de un producto especial. La mercadería nacionalizada que
se introduzca en el puerto de Arica, será considerada como mercadería extranjera para
los efectos de su internación. La mercadería extranjera que se introduzca en Bolivia por
Antofagasta, tendrá transito libre, sin perjuicio de las medidas que el gobierno de Chile
pueda tomar para evitar el contrabando. Mientras no haya convención en contrario,
Chile y Bolivia gozarán de las ventajas y franquicias comerciales que una u otra pueda
acordar con la nación más favorecida.

En el puerto de Arica se cobrarán conforme al arancel chileno, los derechos por


internación de mercadería extranjeras que se destinen al consumo de Bolivia, sin que
ellas puedan ser en el interior gravadas de otro derecho. El rendimiento de esta aduna
se dividirá de esta forma:

 Un veinticinco por ciento se aplicará al servicio aduanero la parte corresponde a


Chile por el despacho de mercaderías de consumo de los territorios de Tacna y
Arica
 Un setenta y cinco por ciento para Bolivia. Este setenta y cinco por ciento se
dividirá por ahora de la manera siguiente: cuarentavas partes se retendrá por la
administración chilena para el pago de las cantidades que resulten adeudarse
por Bolivia en las liquidaciones que se practiquen según la cláusula tercera, de
este pacto, y para satisfacer la parte insoluta del empréstito boliviano levantado
en Chile en 1867; y el resto se entregará al gobierno boliviano en moneda
corriente o en letras a su orden.
 El empréstito será considerado en su liquidación y pago en iguales condiciones
que los damnificados en la guerra.
 El gobierno boliviano, cuando lo crea conveniente, podrá tomar conocimiento de
la contabilidad de la aduana de Arica por sus agentes aduaneros.
 Una vez pagadas las indemnizaciones a que se refiere el artículo tercero,
habiendo cesado por este motivo la retención de las cuarentavas partes

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antedichas, Bolivia podrá establecer sus aduanas interiores en la parte de su
territorio que lo crea conveniente.

En este caso, la mercadería tendrá libre tránsito por Arica duplicado el presente tratado
de tregua, en Valparaíso, a cuatro días del mes de abril del año 1884.

12. INCURSIONES CHILENAS SOBRE COSTAS BOLIVIANAS

Desde su constitución como estado nacional independiente, Bolivia se vio enfrentada al


problema de ocupar efectivamente su territorio litoral.

La decidida voluntad de sus primeros gobernantes en el sentido de consolidar a Cobija


como salida hacia el Pacífico chocaba con el peso de la tradición, que durante siglos
había canalizado el comercio alto peruano fundamentalmente hacia Arica o Buenos
Aires. También dificultaba ese propósito la naturaleza del litoral atacameño, cuyas
grandes distancias del centro del país eran magnificadas por el despoblamiento y la
falta absoluta de agua y cultivos para la subsistencia. De esta forma, durante sus
primeros veinte años el puerto boliviano vivió una situación de aislamiento y
precariedad económica que ninguna protección oficial pudo revertir, pese a los
esfuerzos que con tal objeto se realizaron.

La implementación del proyecto federativo de Andrés de Santa Cruz, que entre otras
cosas restableció jurisdiccionalmente, al menos por un tiempo, los nexos históricos con
Arica, tampoco contribuyó a disipar la incertidumbre. Así, el inicio de la explotación de
los yacimientos guaníferos en la década de 1840 sorprendió a Cobija y su territorio
aledaño en una situación que todavía podía calificarse, en términos administrativos y
de su organización económica, como bastante poco consolidada.

La historia de la industria salitrera antofagastina, y de la empresa que condujo sus


destinos, en contraste con esa etapa preliminar, la apertura de las guaneras de
Paquica y Mejillones inició un período de evidente dinamización para el litoral
atacameño. Reforzada en años posteriores por la minería del cobre, y más adelante
por la explotación de las salitreras y los hallazgos argentíferos de Caracoles, esa
coyuntura sometió al territorio de Cobija a exigencias sin precedentes en materia de
movilización de factores productivos.

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Cual más cual menos, todas las actividades mencionadas necesitaban resolver
problemas de capital, tecnología, transportes, abastecimiento y mano de obra que una
región desértica y distante necesariamente tornaba mucho más difíciles. La industria
salitrera, organizada desde fines de la década de 1860, demostró que la superación de
esos obstáculos excedía las posibilidades internas de la región, y aun las de la
economía nacional en su conjunto.

En consecuencia, su desarrollo quedó en manos de grandes capitales británicos y


chilenos que se imbricaban en las redes transatlánticas comandadas por el consorcio
londinense de Antony Gibbs Y Sons.

Por contraste, la explotación del guano, situada a orillas del mar y sin grandes
requerimientos de orden infraestructural o tecnológico, era bastante menos exigente.
Con todo, hasta ella necesitaba trabajadores que extrajesen el abono y lo trasladasen
hasta los embarcaderos, de modo que la escasez de brazos se convirtió en el problema
más generalizado de la minería regional. Ese fue el origen de la masiva migración de
peones chilenos que durante las cuatro décadas que precedieron al estallido de la
Guerra del Pacífico transformó la fisonomía social y humana del litoral boliviano.

Se propondrán hipótesis que permitan comprender la masividad de la respuesta Peonal


chilena frente a la demanda laboral atacameña, en contraste con la casi inexistente
migración desde otros territorios, especialmente bolivianos. Como se sabe, la presencia
de miles de trabajadores chilenos, de comportamiento difícil y hábitos levantiscos,
alarmó desde temprana fecha a las autoridades locales, contribuyendo a enturbiar una
convivencia que finalmente se alteró del todo con el estallido de la guerra.

En cierta forma, el peonaje chileno fue siempre itinerante. Formado en medio de una
larga guerra fronteriza, asentado en un territorio muy débilmente poblado, vinculado en
un comienzo más que nada a la actividad ganadera, este actor social no se sometió de
buen grado a ataduras económicas o institucionales que restringieran sus movimientos.
Por el contrario, durante el primer siglo de la era colonial se acostumbró a cambiar
constantemente de ocupación y residencia, atravesando una y otra vez la porosa
frontera que separaba la legalidad de la ilegalidad, y el territorio colonizado de las
“tierras bárbaras” situadas al sur del Bío-Bío o al oriente de la cordillera de Los Andes.

20
La cristalización de una economía más propiamente agrícola durante el siglo XVIII
atenuó en algo esa tendencia, pero la estacionalidad del ciclo cerealero configuró una
estructura laboral polarizada en que junto a un inquilinaje más asentado en la tierra
subsistió un amplio grupo Peonal de empleo esporádico y movilidad permanente. La
supervivencia física de estas personas por lo general no fue un problema, pues en
Chile central aún había muchos espacios vacíos susceptibles de ser ocupados y
cultivados precariamente. Por otra parte, el crecimiento de las ciudades y las
actividades mineras también contribuyó a abrir nuevos espacios, en los que podía
emplearse provechosamente la fortaleza o la iniciativa Peonal. En último caso, y
considerando que la capacidad represiva de las autoridades era todavía bastante
limitada, existía el recurso a la delincuencia. Con un abanico de opciones legales e
ilegales donde elegir, el peonaje chileno logró conservar una dosis importante de
libertad. De ahí derivó la persistencia, desde el punto de vista de la autoridad peligrosa
y exasperante, del vagabundaje y la trashumancia popular.

La presencia de una masa laboral con libertad de movimientos y habituada a circular de


un empleo a otro facilitó el surgimiento de nuevas actividades económicas. Hacia fines
de la era colonial, en Chile podían iniciarse nuevas empresas sin que la provisión de
mano de obra se constituyese en un problema insalvable, a diferencia de otras
regiones del continente donde los regímenes esclavistas, la solvencia de las
comunidades campesinas o la simple escasez poblacional frustraron más de alguna
tentativa en tal sentido. Como se verá, ése fue uno de los factores que dificultaron el
poblamiento de Cobija desde territorio boliviano. En Chile, en cambio, la reactivación de
la minería durante la segunda mitad del siglo XVIII no tuvo demasiados problemas para
atraer trabajadores hacia las áridas serranías del Norte Chico. Enfrentados a la
debilidad demográfica de la región, así como a la inoperancia de mecanismos
tradicionales de captación al estilo de la encomienda, los dueños de minas generaron
estímulos salariales o de reparto de utilidades que funcionaron bastante bien entre el
peonaje itinerante. Gracias a ello, la minería chilena pudo iniciar un prolongado y
exitoso ciclo expansivo sin presionar demasiado sobre otros sectores de la economía,
ni recurrir a fuentes extra territoriales de reclutamiento laboral. Aunque todavía en

21
forma incipiente, la flotante masa Peonal podía comportarse como un mercado de
trabajo.

El carácter Peonal de esa masa, sin embargo, podía ser un obstáculo para la
constitución plena de ese mercado. En la medida que el peón tradicional valoraba y
defendía su independencia, y no reconocía como suyos los valores de subordinación y
sobriedad que desde arriba se le pretendía inculcar, no era fácil que su adhesión a un
empleo o lugar de residencia se prolongase por mucho tiempo. Son incontables las
quejas de autoridades y patrones en cuanto al carácter imprevisible y turbulento de sus
operarios. Ante cualquier pretexto, o ninguno, éstos desafiaban la hegemonía patronal
o abandonaban las faenas. La conducta desordenada, la falta de apego a las
posesiones materiales, y la ausencia de lazos morales o responsabilidades familiares
configuraban un cuadro de indisciplina crónica que coartaba la constitución de una
fuerza de trabajo estable y en la que se pudiese confiar. Dicho de otro modo: si bien no
resultaba difícil atraer trabajadores a una faena, otra cosa era administrar su
desempeño o retenerlos. De allí la obsesión con el disciplinamiento laboral que aquejó
a gobernantes y empleadores “progresistas” durante las primeras décadas del período
republicano, y que, para el caso específico de la minería del Norte Chico, tal vez la más
progresista de las industrias chilenas de ese tiempo, derivó en una trilogía que la
historiadora María Angélica Illanes ha reunido bajo la fórmula de azote, salario y ley.
Sin esa constelación de “incentivos”, se pensaba que el peón nunca llegaría a ser un
buen trabajador.

Atractiva en el corto plazo como un mecanismo más de subsistencia, la oferta laboral


de actividades como la minería implicaba demasiados sacrificios y renuncias como
para considerarlo una vocación permanente. Gabriel Salazar ha argumentado que el
único proyecto verdaderamente atractivo para el mundo popular del que se nutría el
peonaje era el de su propia autonomía, expresada en ocupaciones como el artesanado,
el trabajo minero independiente, el comercio popular, o una campesinización ajena al
quehacer de hacendados, mercaderes y latifundistas. A falta de esas opciones
constructivistas, el trabajo itinerante y ocasional ofrecía al menos la satisfacción de
conservar la libertad personal, de no servir a un patrón.

22
En consecuencia, mientras existió la posibilidad de desplazarse de un lugar a otro, de
trabajar algunos meses en las minas y otros como cargador en alguna ciudad para
volver al campo en tiempo de cosecha; mientras se pudo ejercer el comercio callejero o
incursionar de tarde en tarde en algún delito menor, el peón chileno se resistió a dejar
su vida vagabunda. Ella le permitía sustraerse parcialmente a la acción del poder, pero
sin renunciar a la compañía de sus semejantes y a la familiaridad del paisaje, la cultura
y las costumbres en las que se había formado. Por tal motivo, el Chile tradicional no
desconoció la trashumancia popular, pero sí la emigración en un sentido más definitivo.
Hasta mediados del siglo XIX, el peón chileno siempre partió con la intención, y la
posibilidad real, de volver.

Pero la sociedad y la economía chilenas comenzaban a cambiar. Por una parte, la


población del Valle Central, que durante la Colonia apenas alcanzó a reponerse de la
catástrofe demográfica de la Conquista, adquirió durante el siglo XIX un rápido ritmo de
expansión. El valle de Aconcagua, tal vez la más próspera entre las antiguas regiones
de producción agrícola, casi triplicó su población entre 1813 y 1854. En las provincias
de Valparaíso y Santiago, que albergaban los mayores centros urbanos y centralizaban
la actividad comercial, el incremento durante igual período fue desde poco más de cien
mil habitantes a sobre trescientos mil, mientras que la zona agraria comprendida entre
Rancagua y Talca pasó de 160.000 a 356.500. En otras palabras, las tierras que desde
el siglo XVII habían congregado al grueso de la población chilena, y donde se
desarrollaban las principales actividades agrícolas, se vieron sometidas a una presión
demográfica sin precedentes. Por otra parte, la comercialización de la agricultura en
función de los crecientes mercados urbanos, y sobre todo de las exportaciones
cerealeras que a partir de la década de 1840 contribuyeron a dinamizar el comercio
exterior, motivó un uso mucho más intensivo y celoso de la tierra. Así, mientras los
grandes hacendados reclamaban las tierras que hasta entonces no les había
interesado cultivar, expulsando a la población excedentaria, las familias campesinas de
inquilinos y minifundistas comenzaban a tener más hijos de los que podían mantener
indefinidamente junto a ellas. Al decir de Salazar, esa doble presión no habría sido tan
importante como la voluntad concertada de la clase dirigente de hacer abortar todo
intento de autonomización económica del mundo popular, descampesinizando a una

23
población que ahora se quería como mano de obra dependiente y no como pequeños
empresarios en situación de competir.

Como resultado de esa acumulación de procesos, que apuntaban en la misma


dirección, el campo chileno se saturó de mano de obra disponible y sub empleada. Por
primera vez en su historia, el peonaje rural debió enfrentarse a condiciones objetivas de
expulsión.

Como se viene argumentando, sin embargo, el peonaje itinerante no era un elemento


desconocido dentro del Chile tradicional, de modo que la impresión recogida por este
tipo de juicios refleja más bien un cambio de situación y conducta. Atenazado por un
orden económico que comenzó a cerrarle los espacios, el peón trató primero de
mantenerse fiel a los hábitos establecidos, trabajando cuando y donde podía,
delinquiendo cuando no quedaba otro remedio. Cada vez más, sin embargo, los
circuitos por los que siempre se había desplazado se hacían insuficientes para
garantizar la supervivencia. La modernización económica era como una puerta que lo
alejaba para siempre de su pasado.

13. NOTA DE ABRAHAM KÖNIG VELÁSQUEZ


Energúmeno chileno, ministro plenipotenciario de su país en La Paz. El 13 de agosto
del año 1900 envió una Nota al ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia que pinta
de cuerpo entero la actitud matones de Chile para quedarse con el litoral robado a
Bolivia en la Guerra del Salitre.

El 13 de agosto del año 1900, el embajador chileno en La Paz un bravucón llamado


Abraham König Velásquez, envió al ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia
Eliodoro Villazón una matonesca Nota conteniendo “las bases definitivas de paz con
Bolivia” aceptables para el Gobierno chileno (König 1900, XXVII). Según el embajador,
“las bases propuestas por Chile eran equitativas, las únicas compatibles con la
situación actual… Deben ser consideradas no sólo como equitativas sino como
generosas… Sería una verdadera desgracia que el Congreso Boliviano pensara de
distinta manera” (König 1900, XXXIX).

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14. CONTENIDO DE LA NOTA DE KONIG
Con el mayor cinismo, la Nota se refirió al antiguo litoral boliviano ese mismo que
desde 1842 Chile reivindicó precisando König que es y será para siempre de Chile
(König 1900, XXVIII); Es interesante notar que duran-te cuatro décadas Chile se negó a
aceptar la soberanía de Bolivia sobre el litoral al norte del paralelo 25, sin embargo, tras
ocupar por la fuerza de las armas dicho territorio, no tuvo inconveniente en denominarlo
como el antiguo litoral boliviano.

Al describir el trueque que quería efectuar Chile a cambio de la cesión definitiva del
litoral boliviano (König 1900, XXVIII), el ministro sureño repitió en diez oportunidades el
reconocimiento de Chile sobre la propiedad boliviana del litoral robado en 1879.

La Nota de König especificó a continuación las obligaciones que asumiría el Gobierno


de Chile, destacando entre ellas la inversión de cinco millones de pesos en la
construcción de un ferrocarril, la designación del puerto chileno que adquiriría el
carácter de puerto franco y que serviría de punto de partida de dicho ferrocarril, y otras
concesiones de carácter financiero.

El Gobierno boliviano respondió a las pretensiones chilenas y solicitó que en el posible


tratado de paz constara la siguiente cláusula de salida soberana al mar, El Gobierno de
Chile se obliga a ceder a Bolivia, de sus posesiones de la costa del Pacífico, el dominio
perpetuo de una zona de territorio que comprenda uno de los puertos actual-mente
conocidos, la cual zona, situada al norte de aquellas posesiones, se extenderá hasta la
frontera boliviana (König 1900, XXX).

Ante la propuesta boliviana, König respondió que se trataba de una exigencia


doblemente difícil y casi imposible de cumplir. Repuso que desde las conferencias de
1884 entre Bolivia y Chile quedo convenido… que una salida al Pacifico que produjera
una solución de continuidad en el mismo territorio chileno, es inaceptable por su propia
naturaleza (König 1900, XXXII). Por supuesto, en la expresión anterior puede notarse la
contradicción chilena que ya consideraba el litoral boliviano como territorio propio e
indivisible, a pesar que recién se le cedería como consecuencia del tratado de paz
sobre el que versaba la negociación.

25
König continuó perorando acerca de la posibilidad que Chile pudiera transferir Tacna y
Arica a Bolivia, eventualidad que descartó excusándose que en ese momento aún no
se había definido la soberanía sobre tales provincias. Además, adelantó que, Bolivia no
debe contar con la transferencia de Tacna y Arica, aunque el plebiscito sea favorable a
Chile… Chile no acepta la cesión de la zona y del puerto pedidos por Bolivia… No hay
puerto que ceder (König 1900, XXXV).

Tras definir la posición de Chile como ladrón territorial, el guapetón König se enfrascó
en una majadera explicación del porqué Bolivia no necesitaba un puerto en el Pacífico.
Según él, esto era así debido a que Chile garantizaba a Bolivia libertad e
independencia para sus comunicaciones de todo género. Escribió el embajador sureño:
Cabe preguntar aquí, señor ministro, si Bolivia tiene necesidad imprescindible de un
puerto en el Pacífico. Me atrevo a dar una respuesta negativa… Un puerto propio no
añadiría nada al comercio ni al poder de Bolivia (König 1900, XXXVI - XXXVII).

Y para refrendar sus palabras, König recordó que su país podía acudir al uso de la
violencia, conducta seguida usualmente por la clase gobernante chilena en sus
relaciones internacionales. Aplicando el lema chileno que cuando no se tiene la razón
se debe usar la fuerza, el matón König explicó con claridad: En tiempo de guerra, las
fuerzas de Chile se apoderarían del único puerto boliviano con la misma facilidad con
que ocuparon todos los puertos del litoral de Bolivia en 1879… Esto no es un vano
orgullo, porque sabido es de todos los que conocen los recursos de mi país que su
poder ofensivo se ha centuplicado en los últimos veinte años (König 1900, XXXVII -
XXXVIII).

Tras aceptar implícitamente que Chile había utilizado parte de los recursos del salitre
arrebatados a Perú y Bolivia para continuar su carrera armamentista y defender el
territorio y propiedades robados en 1879, König llegó al final de su supuesta Nota
diplomática. Es aquí donde König respondió con la mayor prepotencia y sinvergüenzura
el pedido boliviano de salida soberana al mar. Escribió König las siguientes infames
palabras: Es un error muy esparcido y que se repite diariamente en la prensa y en la
calle, el afirmar que Bolivia tiene derecho de exigir un puerto en compensación de su
Litoral.

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No hay tal cosa. Chile ha ocupado el Litoral y se ha apoderado de él con el mismo título
con que Alemania anexo al imperio la Alsacia y la Lorena, con el mismo título que los
Estados Unidos de la América del Norte han toma-do a Puerto Rico. Nuestros derechos
nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones; el Litoral es rico y que vale
muchos millones, eso ya lo sabíamos. Lo guardamos porque vale; que, si nada valiera,
no habría interés en su conservación.

Terminada la guerra, la nación vencedora impone sus condiciones y exige el pago de


los gastos ocasionados. Bolivia fue vencida, no tenía con qué pagar y entregó el Litoral.

Esta entrega es indefinida, por tiempo indefinido; así lo dice el Pacto de Tregua: fue
una entrega absoluta, incondicional, perpetua; En consecuencia, Chile no debe nada,
no está obligado a nada, mucho menos a la cesión de una zona de terreno y de un
puerto (König 1900, XXXIX - XL).

Por supuesto, desde tiempo atrás la Historia ha afectado la validez de los ejemplos
sugeridos por König: tras la Primera Guerra Mundial, Alsacia y Lorena volvieron a
conformar parte de Francia, y en cuanto a Puerto Rico, si bien aún no tiene el carácter
de nación independiente, al menos ha adquirido un status especial como Estado Libre
Asociado de Estados Unidos.

15. LAS CONTRADICCIONES CHILENAS EN LA NOTA DE KÖNIG


El documento chileno incluye algunas contradicciones que deben hacerse notar: König
(1900, XXXI) indica en la Nota que su gobierno está animado de los mejores
propósitos. Sin embargo, más adelante reconoce que aún en el caso de que mi país
deseara vehementemente dar cumplimiento a las aspiraciones de Bolivia (de salida
soberana al mar), no sabría cómo realizarlas (König 1900, XXXVI). Puede obtenerse la
conclusión que Chile estaba animado de los mejores propósitos, pero obviamente no
en relación a Bolivia, sino con respecto a los empresarios ingleses y chilenos que se
apoderaron de las salitre-ras y territorios robados a Bolivia y Perú desde 1879.

Tratando de enaltecer las intenciones chilenas reflejadas en los tratados firmados con
Bolivia en 1895, König reconoce que ese año Chile estaba dispuesto a “conceder (a
Bolivia) lo más rico de las provincias de Tacna y Arica” (König 1900, XXXIV). Sin

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embargo, escribiendo cinco años después de suscritos dichos instrumentos
internacionales, el matón sureño informa que el pueblo chileno, tiene sobre Tacna y
Arica ideas uniformes muy distintas de las que manifestó públicamente en mayo de
1895 (König 1900, XXXVI). Por ello, califica a los tratados y protocolos de 1895 como
pactos prematuros, muertos antes de nacer (König 1900, XXXIV).

Se concluye, por tanto, que para Chile es normal desconocer lo convenido en un


tratado o protocolo internacional en los casos en que el pueblo cambia de ideas con
respecto a dichos compromisos. Cuando esto sucede, los tratados se convierten en
prematuros, muertos antes de nacer. ¿Qué les parece, mis estimados lectores? Hoy,
aplicando la lógica del ministro chileno, Bolivia podría decir exactamente lo mismo
sobre el Tratado de Paz de 1904. Sin duda, interesante postulado el de la relatividad de
los tratados desarrollado por el cowboy chileno König... afirma que lo que Bolivia está
pidiendo es una angosta faja de territorio estéril y un puerto enclavado en ella. Chile no
puede acceder a ello, por lo que el diplomático sureño pregunta si vale la pena para
Bolivia por esta negativa arriesgar la buena y perpetua amistad de Chile (König 1900,
XXXVIII). Más bien, la pregunta habría que planteársela a Chile. ¿Vale la pena para
Chile arriesgar la buena y perpetua amistad de Bolivia sólo por no concederle
una angosta faja de territorio estéril y un puerto enclavado en ella? ¿Cómo
respondería el lector esta interrogante?

16. TRATADO DE 1904


Las relaciones diplomáticas de Chile con Bolivia no han sido fáciles y este rasgo es
claramente detectado, desde la década de los años 40, en el siglo XlX, a partir de la
política de exploración minera impulsada por el Gobierno de Manuel Bulnes, quien
declaró de posesión chilena todos los yacimientos mineros que se encontraran al sur
del paralelo 23º latitud sur, a la altura de Mejillones. Esta medida fue resistida por
diferentes gobiernos bolivianos, prácticamente desde el momento en que fue dictada.
Ellos estimaban que Chile comenzaba por el norte en el paralelo 26° de latitud sur, por
lo tanto, la medida de Bulnes vulneraba legítimos títulos territoriales de la Real
Audiencia de Charcas, provenientes de la época colonial'. Desde este inicial conflicto
se sucedieron tratados de amistad y límites como los de 1866 y 1874, que no lograron

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consolidar en ningún momento relaciones armónicas, lo que desembocó finalmente en
la Guerra del Pacífico de 1 879. El sangriento conflicto que conmovió la región
americana concluyó con la victoria chilena. En 1884 se firmó con el altiplano una tregua
que ponía fin, aunque transitoriamente, a la beligerancia. Pasarán 20 años de
complejas negociaciones para arribar en 1904 a un Tratado de Paz y Amistad de
carácter definitivo. Este fijó además las actuales fronteras de ambos países. Los
contenidos más relevantes del documento, a nuestro juicio, son los siguientes:

17. TRATADO DE PAZ Y AMISTAD ENTRE CHILE Y BOLIVIA

En ejecución del propósito consignado en el artículo 8° del Pacto de Tregua de 4 de


abril de 1884, la República de Bolivia y la República de Chile han acordado celebrar un
Tratado de Paz y Amistad y al efecto han nombrado y constituido por sus
plenipotenciarios a saber: S.E. el Presidente de la República, a don Emilio Bello
Codesido, ministro de Relaciones Exteriores y S.E. el presidente de la República de
Bolivia, a don Alberto Gutiérrez, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de
Bolivia en Chile. Quienes, después de haber canjeado sus plenos poderes y
habiéndolos hallado en buena y debida forma, han convenido en lo siguiente: Artículo
Primero. Restablecerse las relaciones de Paz y Amistad entre las Repúblicas de Bolivia
y de Chile, terminando, en consecuencia, el régimen establecido por el Pacto de
Tregua. Articulo Segundo. Por el presente Tratado quedan reconocidos del domino
absoluto y perpetuo de Chile los territorios ocupados por éste en virtud del artículo 2°
del Pacto de Tregua, de 4 de abril de 1884. Artículo Tercero. Con el fin de estrechar las
relaciones políticas y comerciales de ambas Repúblicas, las Altas Partes Contratantes
convienen en unir el puerto de Arica con el Alto de La Paz, por un ferrocarril, cuya
construcción contratará a su costa el gobierno de Chile, dentro del plazo de un año
contado desde la ratificación del presente Tratado. La propiedad de la sección boliviana
de este ferrocarril se traspasará a Bolivia a la expiración del plazo de quince años
contados desde el día en que esté totalmente terminado. Con igual fin, Chile contrae el
compromiso de pagar las obligaciones en que pudiera incurrir Bolivia por garantías
hasta el 5% sobre los capitales que se invierten en los siguientes ferrocarriles, cuya
construcción podrá emprenderse dentro del plazo de treinta años: Uyuni a Potosí;

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Oruro a la Paz; Oruro por Cochabamba a Santa Cruz; de La Paz a la región del Beni; y
de Potosí, por Sucre y Lagunitas a Santa Cruz. Este compromiso no podrá importar
para Chile un desembolso mayor de cien mil libras esterlinas anuales, ni exceder de la
cantidad de un millón setecientas mil libras esterlinas que se fija como el máximum de
lo que Chile destinará a la construcción de la sección boliviana del ferrocarril de Arica al
Alto de La Paz, y a las garantías expresadas, quedará nulo y sin ningún valor al
vencimiento de los treinta años, antes indicados. La construcción de la sección
boliviana del ferrocarril de Arica al Alto de La Paz, como la de los demás ferrocarriles
que se construyan con la garantía del gobierno chileno, será material de acuerdos
especiales de ambos gobiernos y en ellos se consultarán las facilidades que se darán
al intercambio comercial de los dos países. El valor de la referida sección se
determinará por el monto de la propuesta que se acepte en el respectivo contrato de
construcción. Artículo Cuarto. El Gobierno de Chile se obliga a entregar al gobierno de
Bolivia la cantidad de trescientas mil libras esterlinas en dinero efectivo y en dos
parcialidades de ciento cincuenta mil libras, debiendo entregarse la primera parcialidad
seis meses después de canjeadas las ratificaciones de este Tratado y la segunda, un
año después de la primera entrega. Artículo Quinto. La República de Chile destina a la
cancelación definitiva de los créditos reconocidos por Bolivia, por indemnizaciones a
favor de las compañías mineras de Huanchaca, Oruro y Corocoro y por el saldo del
empréstito levantado en Chile en el año 1867, la suma de cuatro millones quinientos mil
pesos oro de dieciocho peniques, pagadera opción de su Gobierno, en dinero efectivo
o en bonos de su deuda externa, estimados al precio que tenga en Londres el día que
se verifique el pago; y la cantidad de dos millones de pesos oro de dieciocho peniques,
pagadera en la misma forma que la anterior, a la cancelación de los créditos
provenientes de las siguientes obligaciones de Bolivia: los bonos emitidos, o sea, el
empréstito levantado para la construcción del ferrocarril entre Mejillones y Caracoles,
según contrato de 10 de julio de 1872, la deuda reconocida a favor de don Pedro López
Gama, representado por los señores Alsop y Cía., subrogatorios de los derechos de
aquél; los créditos reconocidos a favor de don Juan C. Meiggs, representado por don
Eduardo Squire, provenientes del contrato celebrado en 20 de marzo de 1876, sobre
arrendamiento de salitreras en la Revista de Historia, años 2003-2004.

30
El Tratado de 1904 Chile y Bolivia: Origen; y finalmente, la suma reconocida a favor de
don Juan Garday. Artículo Sexto. La República de Chile reconoce a favor de la de
Bolivia y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su
territorio y puertos del Pacífico. Ambos gobiernos acordarán, en actos especiales, la
reglamentación conveniente para asegurar, sin perjuicio para sus respectivos intereses
fiscales, el propósito arriba indicado. Artículo Séptimo. La República de Bolivia tendrá el
derecho de constituir agencias aduaneras en los puertos que designe para hacer su
comercio. Por ahora señala por tales puertos habilitados para su comercio los de
Antofagasta y Arica.

Las agencias cuidarán de que las mercaderías destinadas en tránsito, se dirijan del
muelle a la estación de ferrocarril y se carguen y transporten basta las aduanas de
Bolivia, en vagones cerrados y sellados y con guías que indiquen el número de bultos,
peso y marca, número y contenido, que serán canjeados con tornaguías. Articulo
Duodécimo. Todas las cuestiones que llegaren a suscitarse con motivo de la
inteligencia o ejecución del presente Tratado, serán sometidas al arbitraje de Su
Majestad el Emperador de Alemania. Las ratificaciones de este Tratado serán
canjeadas dentro del plazo de seis meses y el canje tendrá lugar en la ciudad de La
Paz. En fe de lo cual, el señor enviado extraordinario y ministro plenipotenciario de
Bolivia y el señor ministro de Relaciones Exteriores de Chile, firmaron y sellaron, con
sus respectivos sellos, y por duplicado, el presente Tratado de Paz y Amistad, en la
ciudad de Santiago a los veinte días del mes de octubre del año mil novecientos cuatro.

Si se analizan los contenidos expuestos se puede identificar tres temáticas que


representaron los objetivos preeminentes a alcanzar por ambas naciones: en primer
lugar, la consolidación territorial de Chile hasta la desembocadura del Loa, lo que en
definitiva no hizo sino confirmar jurídicamente la posesión práctica y la iniciativa
empresarial que chilenos habían desarrollado en el desierto desde 1843 en adelante.
Por otra parte, ante la pérdida definitiva de su litoral, Bolivia aseguraba a vía de
indemnización, tránsito libre y amplio, aduanas y almacenaje de mercaderías que
facilitaban su inserción al circuito mundial de comercio. Por último, las importantes
compensaciones económicas que Bolivia recibía, al igual que la vía férrea que unía La

31
Paz con Arica pretendían iniciar una profundización de los vínculos económicos y
políticos que en el futuro permitiera superar y dejar en el olvido las discrepancias que
habían separado a los dos países, a través de un masivo intercambio comercial que
facilitara y estimulara una integración en otros campos. Sin embargo, el Tratado de
1904 no tardó en ser cuestionado por la clase política dirigente del Altiplano, postura
que se mantiene basta el presente y que por su reiteración en el siglo XX deja de
manifiesto que el pacto diplomático, si bien ordenó y regularizó una relación bilateral
que se encontraba destruida y funcionando por casi veinte años sobre la transitoriedad
de un estado de tregua, no logró restañar los resentimientos subsistentes en la
mentalidad colectiva boliviana, impidiendo alcanzar una condición am1ónica en las
relaciones bilaterales.

El término del pasado año [2003) y el comienzo del pasado [2004] han revelado
agitación en las relaciones bilaterales y se ha vuelto a enfatizar la crítica al Tratado de
1904. Expresando un documento boliviano oficial que sus estipulaciones no se han
cumplido, realidad que legitima una petición de denuncia del Tratado, lo que
eventualmente significaría introducir nuevos actores mediadores, tanto estados como
organismos internacionales, situación que abriría a Bolivia la posibilidad de lograr su
objetivo de salida al Pacifico. La presión que debe enfrentar cada cierto tiempo el
Estado chileno ante la demanda marítima boliviana nos lleva a profundizar en la
génesis que tuvo el tratado de 1904, que fijó las fronteras definitivas y definió las
normas por las cuales se daba por terminado el conflicto de 1879. Resulta extraño que
e l acuerdo en cuestión sea objeto de críticas tan profundas y diversas por parte de
Bolivia, casi desde e l momento mismo en que fue firmado, En el caso que nos ocupa,
el Tratado de 1904 es el resultado de una negociación que, con intervalos, de mayor o
menor duración, se prolongó durante 20 años y que involucró a diplomáticos y políticos
de las más variadas tendencias en ambos países.

Estos contenidos se consignan en la memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores


de Chile en 1902 y revelan el giro de las conversaciones que se desarrollarán a partir
de la gestión de Aramayo. Fruto de esta misión es la acreditación de ministros
plenipotenciarios tanto en La Paz Beltrán Mathieu, como Alberto Gutiérrez en Santiago.

32
Las conversaciones que ambos desarrollan comienzan a perfilar las directrices del
futuro tratado y alcanzan su materialización en un acta preliminar que se firma en
Santiago el 24 de diciembre de 1903 por los cancilleres Claudio Pinilla de Bolivia y
Agustín Edwards de Chile. Los contenidos del acta especifican que:

a) Bolivia renunciaba definitivamente a un puerto en el Pacífico.

b) Chile construiría por su cuenta un ferrocarril de Arica al Alto de La Paz.

c) Chile reconocía a favor de Bolivia, a perpetuidad, libre derecho de tránsito comercial


por su territorio.

ANTECEDENTES JURÍDICOS
MONOGRAFÍA

33
VÍAS ALTERNATIVAS Y RESOLUCIÓN
DE CONFLICTOS

18. EL DERECHO DE GINEBRA Y EL DERECHO DE LA HAYA


En el transcurso de todas las civilizaciones se han establecido diferentes normas para
limitar la impetuosidad de la civilización por lo tanto en el lapso del tiempo se han
dotado de normas de índole humanitaria como en la base jurídica y el ámbito de
aplicación, es lo que diferencia a estas normas del Derecho Internacional Humanitario.

En cuanto al Derecho Internacional Humanitario contemporáneo nos dio iniciativas en


el Comité Internacional de Socorro a los militares heridos y el Comité Internacional de
la Cruz Roja que tenía como objetivo en su momento de prestar protección a los
heridos por lo que se considera el primer convenio que realizo con Ginebra con el
objetivo de proteger a los heridos y a los enfermos de las fuerzas armadas en el mar
mediante artículos adicionales que involucran al Convenio con la Haya para poder
adaptarse al convenio con Ginebra.

Por lo tanto el Derecho Internacional Humanitario que tiene sus orígenes en dos
fuentes principales que son el derecho de ginebra que es una normativa destinada a
proteger a las víctimas de la Guerra es decir son acuerdos internacionales que obligan
a proteger a quienes no participan en las hostilidades de un conflicto armado y el
Derecho de la Haya que es un conjunto de disposiciones que regula la conducción de

34
las hostilidades es decir que está encargada de decidir en las controversias jurídicas
que se dan entre Estados.

En cuanto a Bolivia con relación a la Haya se inició con la aplicación de la Ley 967 de
la Apostilla de la Haya como un método de legalización simplificando de la cadena de
legalización de documentos emitidos dentro y fuera del país a efecto de Derecho
Internacional que simplifica y agiliza trámites es primordial hacer mención de todo lo
citado porque nos enfocaremos en la gran pérdida que sufrió Bolivia en cuanto a su
acceso al océano pacífico aproximadamente hace 144 años esto es a finales del siglo
XIX por lo tanto en esos años se tenía soberanía sobre unas tierras ricas en minerales
pero ante la pérdida afecto de gran manera a distintos sectores de la economía lo que
ha impedido desarrollarse comercialmente de forma plena por lo que durante varios
años el gobierno de Chile y Bolivia han afrontado un problema de difícil solución que es
la demanda boliviana para obtener una salida soberana al océano pacífico desde 2013.

Bolivia interpuso una demanda en la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra


Chile para obligarlo a negociar, pero el fallo del Tribunal Internacional de Justicia de La
Haya rechazo categóricamente la demanda boliviana de una inexistente obligación de
Chile de negociar una salida soberana al Pacífico.

18.1. LAS CONFERENCIAS DE PAZ DE LA HAYA Y LA CORTE PERMANENTE DE


ARBITRAJE
La Conferencia de Paz de La Haya de 1899.- Reunida por iniciativa del zar Nicolás II
supuso el comienzo de una tercera fase en la historia moderna del arbitraje
internacional.

En la Conferencia participaron Estados minoritarios de Europa y algunos países de


Asia y México lo que supuso un adelanto para su época. El principal objetivo era
debatir acerca de la paz y el desarme.

La Conferencia concluyó con la adopción de un Convenio para el arreglo pacífico de las


controversias internacionales no solo trataba el arbitraje sino también de otros métodos
de arreglo pacífico como los buenos oficios y la mediación.

35
En cuanto al arbitraje. – En el Convenio de 1899 estimó la creación de un mecanismo
permanente que permitiera que establecer tribunales arbitrales para facilitar su trabajo.

De ahí que surge la institución conocida como la Corte Permanente de Arbitraje que
estaba en esencia formada por un grupo de magistrados designado por cada Estado
que estuviera en vías de adhesión al Convenio (cada país podía nombrar hasta cuatro
magistrados) los miembros de cada tribunal arbitral se elegirían entre estas personas.

El año 1907 se celebró en La Haya una segunda Conferencia de Paz de La Haya, en


donde los Estados de América Central y del Sur también fueron invitados en esta
Conferencia se revisaron el Convenio y la mejora de las normas que regían el
reglamento arbitral.

Por otro lado, la conferencia se limitó a recomendar la adopción del proyecto de


convenio adjunto para el establecimiento de una Corte de Justicia Arbitral y su
implantación

tan pronto como se llegue a un acuerdo sobre la elección de jueces y la constitución de


la Corte.

La Corte Permanente de Arbitraje. - La Corte tiene su sede en el Palacio de la Paz en


La Haya en 1913 ha hecho una contribución positiva al desarrollo del derecho
internacional. Entre los casos atendidos y resueltos mediante su recurso y su
mecanismo podemos citar los de Cartago y Manouba (1913) relacionados con el
embargo de buques y los de las divisiones internas de Timor (1914) y la soberanía
sobre la Isla de Palmas (1928). Así se demostró que los tribunales arbitrales podían
decidir sobre las controversias entre los Estados desde la base de la ley y la justicia y
respetando las normas con imparcialidad.

Recientemente la Corte Permanente de Arbitraje ha tratado de diversificar los


servicios que puede ofrecer además de aquellos contemplados en los Convenios. La
Oficina Internacional de la Corte Permanente ha actuado entre otras cosas como
Secretaría en algunos arbitrajes internacionales importantes entre ellos los de las
cuestiones de soberanía territorial y delimitación marítima de Eritrea y Yemen

36
(1998 y 1999) la delimitación de la frontera entre Eritrea y Etiopía (2002) y la
Convención para la Protección del Medio Marino del Atlántico Nordeste (OSPAR
por sus siglas en inglés) entre Irlanda y el Reino Unido en 1992.

En cierto modo el trabajo de las dos Conferencias de Paz de La Haya y las ideas a las
que inspiraron en miembros políticos de los Estados y magistrados influyó a la
creación de la Corte de Justicia Centroamericana (que estuvo en funcionamiento de
1908 a 1918) y en varios planes y propuestas que gobiernos y órganos nacionales e
internacionales formularon entre 1911 y 1919 para el establecimiento de una corte de
justicia internacional. Dichos planes culminaron en la creación de la Corte
Permanente de Justicia Internacional en el marco del nuevo sistema internacional
que se erigió al fin de la Primera Guerra Mundial.

18.2. EL PACTO DE BOGOTÁ. FÁTIMA.


Suscrito durante la Novena Conferencia Internacional Americana que tuvo lugar en la
ciudad de Bogotá el 30 de abril de 1948 por 21 países americanos entre ellos Bolivia y
Chile donde actualmente se encuentran en validez para catorce países.

Este tratado surgió tras la segunda guerra mundial con el fin de evitar el uso de la
fuerza para la resolución de conflictos internacionales en los países del sistema
interamericano así asumir la obligación de resolver sus controversias internacionales a
través de los procedimientos pacíficos regionales antes de presentarlas al Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas.

Se menciona este tratado ya que debemos analizar sobre un alegato que puso el país
vecino de chile y es que menciona sobre el articulo IV del TRATADO AMERICANO DE
SOLUCIONES PACIFICAS PACTO DE BOGOTA que dice:

ARTICULO VI. Tampoco podrán aplicarse dichos procedimientos a los asuntos ya


resueltos por arreglo de las partes o por laudo arbitral o por sentencia de un tribunal
internacional o que se hallen regidos por acuerdos o tratados en vigencia en la fecha
de la celebración del presente Pacto.

Este artículo fue uno de los puntos que mencionó el País de Chile ya que indicaba que
Bolivia lo que buscaba era renegociar el acuerdo de 1904 a través de esta demanda

37
que según el artículo VI se encuentra vetado por el Pacto de Bogotá de 1948 y que si
se atendiera esta tesis boliviana no habría ningún tratado seguro.

19. BASES JURÍDICAS DE LA DEMANDA DE BOLIVIA CONTRA CHILE ANTE LA


CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA DE LA HAYA.
19.1. CONSIDERACIONES DE LA CORTE
En su fallo la Corte se hace cargo de ocho pretensiones de la parte demandante
abordando ampliamente cada una de ellas.

Acuerdos bilaterales: Sobre la base del examen de los argumentos de las Partes y la
evidencia producida por ellas la Corte concluye en relación con los instrumentos
bilaterales invocados por Bolivia ya que estos instrumentos no establecen una
obligación para Chile de negociar con Bolivia un acceso soberano al Océano Pacífico.
No existen acuerdos bilaterales en que Chile se haya obligado a negociar una salida
soberana al mar para Bolivia. El acuerdo bilateral que sí existe y se encuentra
plenamente vigente es el tratado de Paz y Amistad de 1904 que establece: "Artículo 2º.
Por el presente Tratado, quedan reconocidos del dominio absoluto y perpetuo de Chile
los territorios ocupados por éste en virtud del artículo 2º del Pacto de Tregua de 4 de
abril de 1884".

Declaraciones de Chile y otros actos unilaterales: La Corte nota que las declaraciones
de Chile y otros actos unilaterales respecto de los cuales Bolivia construye su
pretensión, han sido expresados no en términos de adquirir una obligación legal, sino
en el sentido de la voluntad de entrar en negociaciones respecto del tema de una salida
soberana al mar por parte de Bolivia. Por ejemplo, Chile declaró su voluntad para
"buscar que Bolivia pudiera adquirir su propia salida al mar" y "escuchar cualquier
propuesta de Bolivia encaminada a resolver su situación de mediterraneidad." En otra
ocasión, Chile declaró su "permanente propósito de estudiar, en conjunto con su país
hermano, dentro del marco de una negociación franca y amigable, los obstáculos que
limitan el desarrollo de Bolivia derivados de su condición de mediterraneidad. Las
palabras de estos textos no sugieren que Chile haya adquirido una obligación legal de
negociar con Bolivia un acceso soberano al Océano Pacífico". En relación con las
circunstancias de las declaraciones y afirmaciones de Chile, la Corte observa

38
adicionalmente que no existe evidencia de una intención por parte de Chile de asumir
una obligación de negociar. La Corte concluye, de esta forma, que una obligación por
parte de Chile de negociar con Bolivia una salida soberana al mar no puede
establecerse de acuerdo con los actos unilaterales de Chile presentados por Bolivia. No
hay actos unilaterales de Chile que constituyan una obligación de negociar una salida
soberana al mar con Bolivia.

Aquiescencia: La Corte observa que aquiescencia es equivalente a un reconocimiento


tácito manifestado por una conducta unilateral que la otra parte puede interpretar como
consentimiento y que el "silencio también puede hablar, pero solo si la conducta del
otro Estado llama una respuesta". La Corte nota que Bolivia no ha identificado ninguna
declaración que requiera una reacción o respuesta por parte de Chile en orden de
prevenir que surja una obligación. En particular, la declaración de Bolivia al firmar
UNCLOS, que refería a "negociaciones sobre la restauración a Estoppel: En relación
con la alegación de estoppel, la Corte sostiene que Bolivia no ha demostrado que Chile
haya llevado a Bolivia a creer que tenía una obligación de negociar un acceso
soberano al mar. La Corte destaca que los elementos del estoppel no se han cumplido
en este caso, ya que no se ha demostrado que Chile haya realizado una
representación clara e inequívoca de su posición que indujera a Bolivia a actuar de
manera perjudicial basándose en esa representación. Además, Bolivia no ha
demostrado que haya incurrido en un perjuicio sustancial como resultado de su
supuesto actuar basado en la creencia generada por Chile.

Cumplimiento del deber de negociar: La Corte concluye que Chile no ha incumplido su


deber de negociar con Bolivia un acceso soberano al mar. El deber de negociar no
implica un deber de llegar a un acuerdo y no se puede considerar que Chile haya
actuado de mala fe en el proceso de negociación. La Corte resalta que Bolivia y Chile
han tenido diversas oportunidades para entablar negociaciones, pero no han alcanzado
un acuerdo sobre el acceso soberano al mar.

Derecho internacional consuetudinario: La Corte analiza si existiría una norma de


derecho internacional consuetudinario que obligue a Chile a negociar un acceso
soberano al mar con Bolivia.

39
La Corte concluye que no existe una regla de derecho internacional consuetudinario
que imponga una obligación general a Chile de negociar con Bolivia un acceso
soberano al mar. La práctica estatal existente no respalda la existencia de una norma
obligatoria en ese sentido.

Violación de la obligación de negociar: Bolivia alega que Chile ha violado la obligación


de negociar un acceso soberano al mar al condicionar cualquier negociación a la
renuncia de Bolivia a su pretensión de soberanía. La Corte sostiene que el
condicionamiento de la negociación a la renuncia de Bolivia a su pretensión de
soberanía no constituye una violación de la obligación de negociar.

El requisito de que ambas partes estén dispuestas a hacer concesiones es una práctica
común en las negociaciones internacionales.

Los argumentos surgen de la causa de pedir de Bolivia: que la Corte declare que Chile
ha violado el derecho internacional al negarse persistentemente a otorgarle acceso
soberano al mar; que declare que Chile tiene la obligación de negociar una salida
soberana al mar; y, que obligue a Chile a negociar de buena fe una salida soberana al
mar y todo ello, respetando lo dispuesto en el Tratado del año 1904.

Tomo solamente a modo de referencia, la opinión de un analista político boliviano,


Jorge Lazarte, que señala que tiene dudas sobre la consistencia de la demanda de
Bolivia, porque partir de la base, que los actos unilaterales de los Estados son capaces
de crear obligaciones, son conceptos, dice, vagos e interpretables. Alude al Comité de
Naciones Unidas de la Comisión de Derecho Internacional que entre los años 1997 y
2006, se dio el trabajo de analizar MIGUEL SCHWEITZER WALTERS los requisitos
que debía tener el acto unilateral para que pudiere entenderse que era capaz de crear
una obligación: que tenga la intención de producir el efecto de crear la obligación, de
acuerdo al derecho internacional; que se consideren todas las circunstancias que
rodean el acto; que se interpreten de manera restrictiva; que cualquier declaración
unilateral es nula si va contra el derecho internacional; y, que los actos unilaterales
pueden ser revocados y dejan por ese solo hecho de ser fuente de obligaciones.

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Conclusión: La Corte concluye que Chile no tiene la obligación de negociar con Bolivia
un acceso soberano al mar y que no ha incumplido dicha obligación. Bolivia no ha
demostrado la existencia de una obligación legal vinculante para Chile en este sentido.

19.2. TRAS UN LARGO PROCESO QUE EMPEZÓ EN 2013, ESTA SEMANA SE


CELEBRA LA ÚLTIMA FASE DEL JUICIO QUE ENFRENTA A BOLIVIA Y A CHILE
EN LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA (CIJ) DE LA HAYA, EN HOLANDA.
Durante un lapso de diez días ambos países presentarán sus declaraciones finales,
tras lo cual los jueces se tomarán unos meses para alcanzar un veredicto.

Bolivia abrió la última etapa de alegatos orales con una presentación que fue seguida
en persona por el presidente de ese país, Evo Morales, quien fue el que inició la
demanda.

Morales ha dicho que acudió a La Haya debido a la negativa del estado chileno a
sentarse a negociar un acceso soberano al océano Pacífico para su país.

19.2.1. HASTA 1904, EL TERRITORIO DE BOLIVIA -HOY EL ÚNICO PAÍS


SUDAMERICANO, JUNTO CON PARAGUAY, QUE NO TIENE SALIDA AL MAR-
LLEGABA HASTA EL OCÉANO PACÍFICO.
Según historiadores, el país tenía 400 kilómetros de costa y unos 120.000 kilómetros
cuadrados más de territorio, de lo que tiene hoy.

19.2.1.1. ¿QUÉ PASÓ EN EL CONFLICTO?


La llamada Guerra del Pacífico, que enfrentó a Bolivia y Perú contra Chile.

El conflicto se desató cuando el país transandino, bajo el argumento de que La Paz


había violado un tratado comercial, invadió a su vecino del norte.

Los tres países lucharon entre 1879 y 1884 hasta que Chile se impuso.

En 1904 firmaron un acuerdo de paz que trazó los nuevos límites entre los estados. El
Tratado sigue vigente hoy, aunque Bolivia acusa a Chile de incumplir algunas de sus
disposiciones, cosa que Santiago niega.

41
19.2.1.2. QUÉ PIDE BOLIVIA.
A diferencia de otros conflictos limítrofes dirimidos ante la Corte de La Haya, en este
caso lo que se reclama no es un pedazo concreto de tierra o de mar.

Bolivia tampoco pide que los magistrados se pronuncien sobre el estatus jurídico del
Tratado de Paz de 1904.

19.2.1.3. LO QUE EXIGEN ES QUE SE OBLIGUE A CHILE A NEGOCIAR.


En un documento que resume su postura, llamado "El Libro del Mar", el estado
boliviano sostiene que Chile se ha comprometido a negociar una salida soberana al
mar para Bolivia a través de acuerdos, práctica diplomática y una serie de
declaraciones atribuibles a sus representantes del más alto nivel.

"Estos numerosos instrumentos evidencian de manera contundente que Chile se


comprometió a encontrar una solución al enclaustramiento marítimo de Bolivia
mediante negociaciones con miras a llegar a un acuerdo".Bolivia pone el "Libro del
Mar" como lectura obligatoria en colegios.Es por esto que el reclamo de Bolivia ante la
CIJ es que declare estos tres puntos:

1).- Que Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de alcanzar un
acuerdo que otorgue a este país una salida plenamente soberana al Océano Pacífico.

2).- Que Chile ha incumplido dicha obligación.

3).- Que Chile debe cumplir dicha obligación de buena fe, pronta y formalmente, en un
plazo razonable y de manera efectiva, a fin de otorgar a Bolivia una salida plenamente
soberana al Océano Pacífico.

Entre sus argumentos, La Paz sostiene que siempre se mostró dispuesto a dialogar y
que en el pasado diferentes gobiernos chilenos accedieron a buscar soluciones, a
diferencia de lo que ocurre ahora.

Pone hincapié en lo ocurrido durante los gobiernos militares del chileno Augusto
Pinochet y del boliviano Hugo Banzer, cuando ambos países estuvieron más cerca de
lograr un acuerdo, según su visión.

42
19.2.1.4. QUÉ DICE CHILE.
La defensa del estado chileno se basa en la legitimidad y vigencia de lo acordado en
1904.

Para Santiago, Chile siempre respetó los detalles del Tratado de Paz, que incluyen
permitir a Bolivia el uso de los puertos marítimos chilenos.

"Chile reconoce en favor de Bolivia, y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de


tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico", especifica el acuerdo.

Pero, además, el país transandino sostiene que las diversas negociaciones que
ocurrieron a lo largo de la historia no comprometen a su país a entregar territorio a su
vecino.

También argumentan que si dialogó en el pasado fue como un acto de buena voluntad
y no debido a que reconociera una obligación pendiente.

Gobierno de Chile niega que haya propuesto salida al mar a Bolivia

"Mantenemos la convicción de que la demanda boliviana carece de toda base pues


confunde derechos con aspiraciones y tergiversa completamente lo que ha sido la
historia entre Chile y Bolivia", resumió en 2015 la entonces presidenta chilena Michelle
Bachelet, cuando la CIJ se declaró competente para dirimir el conflicto.

Chile ha acusado a Bolivia de buscar renegociar el acuerdo de 1904 a través de esta


demanda, algo que está vetado por el Pacto de Bogotá de 1948.

Uno de los embajadores de la causa chilena, el expresidente de ese país Ricardo


Lagos (2000-2006), incluso afirmó que "si se acogiera la tesis boliviana, no habría
ningún tratado seguro".

19.2.1.5. QUÉ DICE LA CIJ


Sin embargo, para la Corte de La Haya el tema de si Chile está o no obligado a
sentarse a negociar no es algo que está claro según los acuerdos actuales y por eso
aceptó el caso en 2015, rechazando la objeción chilena.

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"Las disposiciones relevantes del Tratado de 1904 no abordan, ni explícita ni
implícitamente, la cuestión de si Chile tiene la obligación de negociar un acceso
soberano al océano Pacífico de Bolivia", señaló en aquel entonces el presidente de la
Corte, Ronny Abraham, tras declarar a la CIJ competente en la causa.

Tras la fase final de alegatos, que concluirá el 28 de marzo, los 15 jueces se tomarán
varios meses para definir su fallo. Podrían anunciarlo a finales de este año o a inicios
de 2019.

Algunos creen que incluso si fuera favorable para Bolivia, no significaría que ese país
recobrará su salida al mar.

"La CIJ no puede obligar a ningún país a cumplir sus sentencias", le advirtió en su
momento a BBC Mundo David Mares, experto en relaciones internacionales de la
Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos.

No obstante, tanto Mares como otros analistas señalan que la resolución de La Haya
tendrá mucho impacto en la opinión pública y significará un importante espaldarazo
para el país que salga favorecida intención de las Partes de crear derechos y las
obligaciones en un instrumento particular deben identificarse de manera objetiva. Por
su parte Chile replica que para evaluar si existe un acuerdo internacional vinculante, la
intención de las Partes debe establecerse de manera objetiva. Con lo cual coincidiría
con la argumentación boliviana. Sin embargo, Chile argumenta que luego de un análisis
del texto de los instrumentos invocados por Bolivia y las circunstancias de su
formación, ningún Estado tuvo la intención de crear una obligación legal para negociar
el acceso soberano de Bolivia al mar. Según Chile, una expresión de voluntad de
negociar no puede crear una obligación de negociar sobre las Partes. Chile argumenta
que si las palabras utilizadas no sugieren obligaciones legales, entonces caracterizarán
una postura puramente política.

Analizadas las dos posturas, la CIJ afirma que, de conformidad con el Derecho
Internacional Consuetudinario, tal como se refleja en el artículo 3 de la Convención de
Viena, los acuerdos que no están en forma escrita también pueden tener fuerza legal,
pero requieren que las partes tengan la intención de ser constreñido jurídicamente por

44
las obligaciones legales. Esto se aplica precisamente no sólo a los acuerdos escritos,
sino que también a los acuerdos tácitos. A este respecto la CIJ recuerda que la
evidencia de un acuerdo legal tácito debe ser convincente. Bajo esta dinámica
argumentativa, la CIJ analiza los acuerdos o intercambios bilaterales sostenidos entre
Bolivia y Chile. En ese orden de ideas, los siguientes documentos son analizados: (I) el
Acta Protocolizada de 1920, (II) los intercambios de notas de 1950, (III) la Declaración
de Charaña de 1975, (IV) los communiqués de 1986, (V) la Declaración Algarve de
2000, y (VI) la Agenda de trece puntos de 2006. Sobre la base de un examen de los
argumentos de las Partes y las pruebas presentadas por ellas, la CIJ concluye, con
respecto a los instrumentos bilaterales invocados por Bolivia, que estos instrumentos
no establecen una obligación para Chile de negociar el acceso soberano de Bolivia al
Océano Pacífico.

- De manera más precisa, la manera en la que Bolivia actuó para interponer la


salida soberana al pacifico no fue la correcta, debido a que no tenía cabida con
respecto a el objeto a los cuales estaban destinadas las distintas disposiciones
mencionadas en la demanda, que si bien se encontraban relacionadas en varios
vértices del conflicto no estaban destinadas a resolver el mismo, en cuanto a lo
alegado sobre las declaraciones y actos unilaterales, Bolivia sostiene que la
obligación de Chile de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano
Pacífico se basa en varias declaraciones de Chile y otros actos unilaterales. A
juicio de Bolivia, está bien establecido en el derecho internacional que las
declaraciones escritas y orales hechas por representantes de los Estados que
evidencian una clara intención de aceptar obligaciones frente a otra el Estado
puede generar efectos legales, sin requerir compromisos recíprocos de ese otro
Estado.

Bolivia sostiene que en múltiples ocasiones en su jurisprudencia la CIJ ha tenido en


cuenta actos unilaterales y ha reconocido su carácter autónomo. Y no se requiere
ninguna aceptación o respuesta posterior del otro Estado. Para que tales actos
establecer obligaciones legales. Por su parte, Chile está de acuerdo con Bolivia en que

45
las declaraciones unilaterales son capaces de crear obligaciones legales si evidencian
una clara intención por parte del autor de hacerlo.

- Según Chile, la carga para el Estado que busca probar la existencia de una
obligación vinculante basada en una declaración unilateral es bastante alta,
debido a que dicha declaración debe de ser clara y específica, y deben tenerse
en cuenta las circunstancias que rodean el acto. Chile es de la opinión de que
Bolivia no ha llegado a analizar correctamente que no todas las declaraciones
unilaterales que se establecen entre países abarcan circunstancias generales y
que estas están relacionadas con la voluntad el o los suscribientes de esta
declaración.

Sobre el particular, la CIJ observa que las declaraciones de Chile y otros actos
unilaterales de los que se basa Bolivia, se expresan, no en términos de asumir una
obligación legal, sino de la voluntad de iniciar negociaciones sobre el tema del acceso
soberano de Bolivia al Océano Pacífico. Por ejemplo, Chile declaró que estaba
dispuesto a buscar que Bolivia adquiera su propia salida al mar y a escuchar cualquier
propuesta boliviana destinada a resolver su condición de sin salida al mar. En otra
ocasión, Chile manifestó su propósito inmutable de estudiar, junto con ese país
hermano, en el marco de una negociación franca y amistosa, los obstáculos que limitan
el desarrollo de Bolivia debido a su condición de litoral. Pero la CIJ es de la opinión,
según la cual la redacción de estos textos no sugiere que Chile haya asumido la
obligación legal de Negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico.

- De manera más resumida no explican que de las declaraciones y los actos


unilaterales por parte de Chile, no emana ninguna obligación para que se abra la
puerta de la negociación con lo que pretende Bolivia.

Bolivia se refiere a una declaración hecha el 26 de octubre de 1979 que enumeraba lo


que consideraba los acuerdos vigentes sobre la negociación de su acceso soberano al
mar. Bolivia también se refiere a la Declaración hecha el 27 de noviembre de 1984 al
momento de la firma de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del
Mar, en la que se mencionaron las negociaciones con el fin de restablecer su acceso
soberano al mar.
46
Según Bolivia, estas declaraciones requerían una respuesta de Chile. La aquiescencia
a la obligación de negociar el acceso soberano al mar resulta del silencio de Chile y por
el hecho de que posteriormente entabló negociaciones con Bolivia. Chile, como era de
esperar, se opone a la tesis boliviana, bajo el argumento de que Bolivia no ha
demostrado en el presente caso cómo la obligación de negociar podría haber sido
creada por aquiescencia, ni ha señalado ningún silencio relevante por parte de Chile, ni
ha explicado cómo el silencio por parte de Chile puede tomarse como un
consentimiento tácito para la creación de una obligación legal.

Sin embargo, la CIJ le concede la razón en este punto a Chile, precisamente bajo el
amparo del precedente del caso del Golfo de Maine y Malasia, pues observa que
Bolivia no ha identificado ninguna declaración que requiera una respuesta o reacción
por parte de Chile para evitar que surja una obligación. En particular, la declaración de
Bolivia, al firmar la Convención del Mar de 1982, que se refería a negociaciones sobre
el restablecimiento a Bolivia de su propia salida soberana al Océano Pacífico no
implicaba la alegación de la existencia de ninguna obligación para Chile en ese sentido.
Por lo tanto, la aquiescencia no puede considerarse una base legal de la obligación de
negociar el acceso soberano de Bolivia al mar.

Bolivia sostiene que Chile, durante más de un siglo, hizo varias declaraciones y
promesas coherentes e inequívocas con respecto al acceso soberano de Bolivia al mar,
y que ahora Chile no puede negar que aceptó negociar con Bolivia con miras a la
Adquiriendo este último acceso soberano al mar. Según Bolivia, estas eran
representaciones en las que Bolivia tenía derecho a confiar y que sí dependían.

La respuesta chilena a esta pretensión boliviana consiste en que Chile no tenía ninguna
intención de crear una obligación legal de negociar. Por otra parte, Chile afirma que
suponiendo que se cumplirían los requisitos de Estoppel que es la noción propia del
derecho anglosajón equivalente a la de los actos propios invocada para fundamentar la
modificación y extinción de derechos y obligaciones internacionales por el
comportamiento de los Estados, por lo que Chile no actuó de manera inconsistente o
negando la verdad de cualquier representación anterior.

47
La CIJ considera que en el presente caso no se cumplen las condiciones esenciales
requeridas para el Estoppel. Si bien Chile ha manifestado reiteradamente su voluntad
de negociar el acceso soberano de Bolivia al Océano Pacífico, tales representaciones
no apuntan a la obligación de negociar.

19.4. FUENTE DE LA PRETENSIÓN DE LA DEMANDA


Resulta una cuestión relevante comprender las razones y fundamentos bolivianos para
sustentar una demanda en contra de Chile ante la observación del mundo y la
expectación de millones de bolivianos, depositando sus esperanzas en tratados,
declaraciones unilaterales de Chile u otras fuentes internacionales que son en esencia,
fuentes de la pretensión boliviana.

Entre las primeras tenemos al Acta Protocolizada de 10 de enero de 1920, que funda la
voluntad de Chile de procurar un acuerdo con Bolivia para un acceso al mar.

Las Notas de 1923 son un contenido de declaraciones de Chile por parte de su


presidente Arturo Alessandri, que aseguraba que Bolivia debería tener la convicción de
que se encontrarían fórmulas de solución al enclaustramiento marítimo. Es de esa
forma que el Ministro Plenipotenciario Ricardo Jaimes Freyre representante de Bolivia,
señala por notas de 6 y 22 de febrero de 1923, Chile podría convenir un nuevo acuerdo
sin transformar el Tratado de Paz de 1904.

La Resolución N° 426 aprobada en la IX Asamblea General de la OEA en 1979,


recomienda que las partes (Bolivia y Chile) inicien negociaciones encaminadas a dar a
Bolivia una conexión con el océano Pacífico, sin la inclusión de compensaciones
territoriales.

La Agenda de los 13 Puntos de 2006, en la cual Bolivia y Chile, en el punto VI incluyen


el tema marítimo, que fue el pasó para futuras reuniones como ser la celebrada el 14
de julio de 2010, que las delegaciones de Bolivia y Chile acuerdan proponer y alcanzar
soluciones útiles en las próximas reuniones. Es así que el 17 de enero de 2011 Evo
Morales y Sebastián Piñera, en la cual no hubo consistencia en las propuestas de
solución al tema marítimo, por lo que se evidencia la incongruencia de parte de Chile y

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sobre todo el hecho de no cumplir con sus declaraciones durante el lapso de más de un
siglo.

20. CASO DINAMARCA Y NORUEGA


Como un antecedente de importancia que se dio con respecto de lo que se entiende
por derecho expectaticio son, las declaraciones unilaterales formalizadas
posteriormente entre estados ante la corte Internacional de Justicia, si bien no presenta
el mismo escenario planteado por Bolivia sirven de referencia para el asunto estudiado.

El caso de Noruega y Groenlandia, tiene su origen en 1919, cuando Nils Claus Ihlen,
entonces ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, emitió una declaración escrita a
propósito de la postura de Dinamarca para hacerse de la soberanía de Groenlandia
(una enorme isla en la zona ártica de 2.166.086 km2 de superficie). En una de las
partes sobresalientes de la declaración decía Ihlen que los planes del Gobierno Real
Danés respecto de la soberanía sobre la totalidad de Groenlandia… no encontrarían
dificultades por parte de Noruega.

El problema de la soberanía de Groenlandia se remonta a su vez a 1815 cuando estos


estados se habían dividido, creando dos estados independientes y la situación de
Groenlandia había quedado incierta y es partir de ese momento que empezaron a
disputarse sobre la soberanía del territorio y la situación de la enorme isla no alcanzó
fácil resolución.

Dinamarca tuvo que acudir a la Corte Permanente de Justicia Internacional (tribunal ya


extinto que fue creado por la Sociedad de las Naciones y al que sucedió la actual Corte
Internacional de Justicia con sede en La Haya). En su demanda contra Noruega,
Dinamarca pidió a la CPJI que declarase inválida una declaración de Noruega del 10
de julio de 1931, por la cual tomaba posesión de la parte oriental de la gran isla, puesto
que este país ya poseía colonias a lo largo y ancho de Groenlandia y reclamó el
ejercicio de soberanía plena, aduciendo que no se la podía dividir en dos, pues los
tratados internacionales reconocían a la isla “como un todo” desde 1814.  El Gobierno
danés adujo también que demostró permanentemente la voluntad e intención de
ejercer soberanía en toda la isla, al punto que otorgó concesiones para el ejercicio del

49
comercio y emitió legislación sobre la extensión del mar territorial, situaciones que eran
de perfecto conocimiento de Noruega y de otros Estados.

La CPJI emitió su sentencia en 1933 acogiendo los argumentos de Dinamarca y las


pruebas que aportó esta para demostrar la plena posesión y soberanía de Groenlandia
citando al tratado de Kiel 1819 ,diversos acuerdos bilaterales celebrados por ella con
Dinamarca desde 1886, y, una de las pruebas que más peso tuvo para la Corte fue
precisamente la declaración del Ministro noruego de Negocios Extranjeros, M.
Ihlen, formulada después de concluida la Primera Guerra Mundial (22 de julio de 1919)
ante el Embajador de Dinamarca, a quien en una entrevista le ratificó que el Gobierno
de Noruega no representaría dificultad alguna en la resolución de dicho asunto,
refiriéndose así explícitamente al pedido del embajador de no objetar las pretensiones
soberanistas de su país. El propio canciller Ihlen labró un acta de esa reunión y la
suscribió.

La prueba fue de gran valor ya que la Corte emitió el siguiente razonamiento en su


sentencia: “Una declaración unilateral en forma de promesa hecha oralmente por el
Ministro de Relaciones Exteriores de un país al ministro de otro, en nombre de su
Gobierno y en respuesta a un pedido del representante diplomático de un gobierno
extranjero, cuando ha sido registrada en una minuta de la conversación, con las
iniciales del autor de la misma y su autenticidad y exactitud ha sido admitida por el
Gobierno cuyo ministro la ha hecho, es internacionalmente obligatoria”.

Entonces, “la Declaración Ihlen es asumida como un caso importante que dio lugar a la
jurisprudencia internacional a los efectos de interpretar la validez jurídica de los actos o
declaraciones unilaterales de los representantes de un Estado”. (San Miguel ,2013).

Con respecto a lo que se entiende por acto unilateral podemos mencionar que es
entendida esta como “aquella manifestaciones de voluntad emanadas del Estado y que
tienden a producir ciertos efectos jurídicos” (Moncayo .pag.160).

20.1. CASO AUSTRIA Y FRANCIA.


Las relaciones entre Austria y Francia, también conocidas como relaciones franco-
austriacas, es un término que se refiere a las relaciones internacionales ejercidas entre

50
dos estados miembros de la Unión Europea, la República de Austria y la República
francesa.

Desde la segunda mitad del siglo XIV, el Estado borgoñón comenzó a formarse sobre
el territorio de la antigua lotaringia de los dos lados de la frontera lingüística franco-
alemana. Borgoña estaba compuesto de países tradicionalmente diferentes, los cuales
no se encontraban unificados nacional, económica o culturalmente, convirtiéndose a
finales del siglo XV en una potencia europea. El nuevo Estado era apodado el “gran
ducado del oeste” porque sobrepasaba en potencia y riqueza a la mayoría de las
monarquías europeas. Sin embargo a este ducado le hacía falta una casa real. No
obstante, Carlos el Temerario intentó cambiar esto estableciendo relaciones entre
Borgoña y los Habsburgo esperando establecer una casa real.

Cuando en enero de 1477, Carlos el Temerario cayó en la batalla de Nancy sin dejar
descendencia masculina, la autonomía del duque de Borgoña llegó a un final abrupto.
Carlos el Temerario había prometido que su hija, María de Borgoña, iba a casarse con
Maximiliano I, hijo del emperador Federico III, que tuvo lugar ese mismo año. No
obstante, este matrimonio precipitó a Francia y la casa real de los Habsburgo en un
conflicto que duró varios siglos.

Maximiliano I reclamó sus derechos hereditarios al trono de Borgoña, que poseía


gracias a su matrimonio con la futura heredera de la Casa de Borgoña, encontrándose
en la misma situación que el rey de Francia, Luis XI, perteneciente a la casa de los
Valois, los cuales eran originarios de Borgoña. Esto llevó, de 1477 a 1482 y de 1487 a
1493, a un conflicto denominado la guerra de Sucesión borgoña. En 1493, el tratado de
Senlis fue firmado entre el rey Carlos VIII de Francia. Y Maximiliano este último
conservó entonces la mayoría de los territorios borgoñones en el seno del Sacro
Imperio Romano.[5]

Del matrimonio entre el rey Maximiliano y María de Borgoña nació en 1478 Felipe I "el
hermoso”, cuyo nacimiento contribuyó a consolidar el reinado de los Habsburgo en
Borgoña. En 1496, Felipe I se casó con Juana I de Castilla, hija de los reyes católicos
Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón. Además de los territorios con los que
contaban en la península ibérica, el imperio español se extendía tanto hacia el sur de

51
Italia (Cerdeña, Nápoles y Sicilia) como a las colonias de ultramar recientemente
descubiertas y colonizadas. El contexto político de estos matrimonios dinásticos era la
formación de una alianza contra el Reino de Francia. Eso aumento la rivalidad entre las
Habsburgo y los franceses.

Debido a las muertes súbitas de sus padres, Juana acabó como la única heredera de la
corona de España, recientemente unificada, lo que ubicó a Felipe en una situación
similar a la de su padre en Borgoña: era el príncipe consorte de la heredera. Su hijo,
Carlos V reinó sobre el Flandes Borgoño desde 1515 y, el año siguiente, sobre e
España. Esto permitió en la casa de las Habsburgo reunir varias coronas y concentrar
distintas reivindicaciones territoriales. Francia se vio acorralada: al sur con la Península
ibérica y la subida de poder española, al nordeste, a lo largo de la frontera entre
Francia y el Sacro Imperio, por todos los territorios que hacían parte de la herencia
borgoña. Los esfuerzos franceses con el fin de poner un término a este acorralamiento
condujeron a más de 240 años de conflictos armados entre los Habsburgo y Francia,
las Guerras italianas (1494-1559), la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), hasta la
guerra de Sucesión de España (1701-1714), que terminaron con los tratados de Utrecht
(1713), de Bade y de Rastatt (1714). Estos tratados fueron la base de un sistema
europeo pensado principalmente en el equilibrio de poderes.

20.2. PRIMERA Y SEGUNDA GUERRA DE LA COALICIÓN


Con la declaración de Pillnitz de 1791, Austria y Prusia unieron sus fuerzas para apoyar
al rey Louis XVI durante la Revolución francesa. Esta alianza se amplió a lo largo del
siglo XVIII hacia otras potencias europeas con el fin de contener los “nocivos” efectos
de la Revolución francesa.

Con la declaración de guerra a Francia el 20 de abril de 1792, la Guerra de la Primera


Coalición comenzó. Se llegó a un término el 17 de octubre de 1797 con el tratado de
Campo-Formio entre Francia y Austria, que contaba entre sus signatarios a Napoleón
Bonaparte. El Congreso de Rastatt que se celebró desde 1797 hasta 1799 estuvo
pensado para permitir iniciar una discusión con pretensiones a ejecutar las
instrucciones del tratado de paz. No obstante, un atentado contra los embajadores
franceses llevó al comienzo de las guerras napoleónicas, volviéndose a las hostilidades

52
entre Francia y Austria. El 14 de junio de 1800, tuvo lugar batalla de Marengo al norte
de Italia, que se encontraba bajo control francés, y concluyó con una victoria decisiva
sobre el ejército austriaco. El mismo año, la batalla de Hohenlinden tuvo lugar. Los
franceses resultaron victoriosos contra el ejército austriaco y pudieron comenzar una
invasión de Austria. Esta se vio obligada a firmar un tratado de paz, el tratado de
Lunéville. Este tratado le concedió a Francia el control sobre el margen izquierdo del rio
Rin y el reconocimiento de la Revolución francesa y sus consecuencias,
particularmente el surgimiento Repúblicas Hermanas, destacándose el reino de Etruria.

20.3. FRANCIA Y AUSTRALIA PACTAN INDEMNIZACIÓN EN CASO SUBMARINO


Primer ministro de Australia, Anthony Albanese, anunció el sábado (11.06.2022) que su
gobierno alcanzó un acuerdo con Francia para indemnizar con 555 millones de euros a
la compañía francesa Naval Group, por romper de manera unilateral un contrato para la
construcción de submarinos.

Durante una rueda de prensa, Albanese dijo que espera viajar pronto a París para
reunirse con el presidente de Francia, Emmanuele Macron, con quien había cerrado los
detalles del acuerdo que podría fin a un episodio de tensión diplomática entre los dos
países.

“Es una buena oportunidad para dejar atrás las tensiones” apuntó el primer ministro,
quien reconoció que aspira a tener “una relación honesta con Francia y basada en la
integridad y el respeto mutuo”.

Australia anunció en septiembre del año pasado que desechaba un contrato con Naval
Group, firmado en 2016 y valorado en 90.000 millones de dólares australianos (63.400
millones de dólares estadounidenses o 60.500 millones de euros), para la construcción
de una docena de submarinos propulsados por motor diésel.

El país oceánico rompió el acuerdo inmediatamente después de sellar una alianza de


seguridad con Estados Unidos y el Reino Unido (AUKUS) que le permite el acceso a la
tecnología estadounidense para la construcción de submarinos nucleares.

El gobierno francés acusó entonces al Ejecutivo australiano de “romper la relación de


confianza” entre ambos países al desechar el acuerdo de carácter “unilateral”.

53
20.4. RELACIONES POLÍTICAS
Las relaciones políticas entre Francia y Australia son excelentes y se basan en una
amplia convergencia de puntos de vista sobre la mayoría de las cuestiones
internacionales y globales. Se inscriben en el marco de una asociación estratégica
franco-australiana firmada en enero de 2012 que ha abierto el camino a un diálogo
bilateral reforzado en numerosos ámbitos: político, de defensa, económico y cultural. La
cooperación en el Pacífico se refuerza. La presencia francesa en Oceanía (con tres
entidades territoriales de ultramar: Nueva Caledonia, Polinesia Francesa y Walis y
Futuna) es vista como un elemento importante de estabilidad. Las conmemoraciones
de la Primera Guerra Mundial (2014-2018) suponen un momento importante en la
relación bilateral. Permiten recordar la importancia del compromiso de Australia con
Francia durante la Primera Guerra Mundial (300.000 australianos participaron en el
frente occidental y 45.000 de ellos murieron).

20.5. TRATANDO DE 1904


El Tratado de Paz y Amistad se celebró libremente por ambos países a 21 años de
terminada la Guerra del Pacífico, con el objetivo de restablecer las relaciones de paz y
amistad entre Chile y Bolivia.

20.6. FINALIZA LA GUERRA DEL PACÍFICO (1883)


La Guerra del Pacífico se extendió entre 1879 y 1883, sin embargo, las condiciones
para restablecer la paz entre Bolivia y Chile comenzaron a negociarse en 1880; luego
de que Bolivia quedara fuera del conflicto. Por cuatro años ambas naciones negociaron
para lograr pactar una tregua entre ambos países.

20.7. PACTO DE TREGUA (1884)


Después de una serie de intentos fallidos y luego de cuatro años de ardua labor
diplomática en ambos países, a fines de 1883, Chile y Bolivia reanudaron las
conversaciones con el objeto de restablecer la paz. El 4 de abril de 1884 se firmó en
Valparaíso el Pacto de Tregua, por el cual ambas Repúblicas se comprometían -entre
otras cosas- a continuar e impulsar las gestiones conducentes a la firma de un tratado
definitivo de paz.

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20.8. EL PRESIDENTE MONTES Y EL TRATADO DE PAZ (1903)
El principal impulsor del Tratado entre Chile y Bolivia, fue el Presidente boliviano Ismael
Montes, electo por la más amplia mayoría en la historia política boliviana (76,45% de
los votos). El programa de gobierno con el cual llegó a la presidencia, sostenía la
necesidad de terminar definitivamente el conflicto con Chile a través de la suscripción
de acuerdos funcionales a las necesidades y la realidad boliviana. Montes fue electo
Presidente dos veces (1904-1909/1913-1917) y su Ministro de Relaciones Exteriores,
Eliodoro Villazón -quien participó directamente en las negociaciones del Tratado- ,
también fue Presidente de Bolivia entre 1909 y 1913.

20.9. TRATADO DE PAZ Y AMISTAD ENTRE CHILE Y BOLIVIA (1904)


Entre la suscripción del Pacto de Tregua (4 abril de 1884) y la firma del Tratado de Paz
y Amistad entre Chile y Bolivia en 1904, transcurrieron 21 años. En 1902, las
autoridades bolivianas llegaron a la conclusión que la construcción de ferrocarriles
sería de gran utilidad para ese país y el 20 de octubre de 1904, el Canciller chileno
Emilio Bello Codesido y el representante boliviano, Alberto Gutiérrez, firmaron el
“Tratado de Paz, Amistad y Comercio entre Chile y Bolivia”. Éste aseguró el acceso de
Bolivia al mar mediante el reconocimiento a perpetuidad del más amplio y libre derecho
de tránsito comercial por territorio y puertos chilenos.

20.9.1. LO COMPROMETIDO EN EL TRATADO DE 1904


 Bolivia reconoció el dominio perpetuo de Chile sobre el territorio que había sido
boliviano, limitado por el paralelo 23 por el Sur y el río Loa por el Norte.
 Chile concedió a Bolivia el derecho de libre tránsito a perpetuidad, esto es la
facultad que tiene Bolivia para desplazarse por el territorio y utilizar los puertos
marítimos chilenos.
 Chile construyó a su cargo el ferrocarril Arica- Alto La Paz y asumió varias
obligaciones financieras de Bolivia.
 Chile se comprometió a pagar ciertas obligaciones en que pudiera incurrir
Bolivia con ocasión de la construcción de varios ferrocarriles en territorio
boliviano.

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 Chile concedió a Bolivia el derecho de constituir agencias aduaneras en los
puertos que Bolivia designe para hacer su comercio.

21. LA AGENDA DE 13 PUNTOS


En 2006, el Presidente Ricardo Lagos visitó al entonces Mandatario electo de Bolivia,
Evo Morales, para explorar la posibilidad de generar una dinámica nueva a partir de la
cooperación para la salida de gas natural boliviano a través de puertos chilenos.

La relación bilateral tuvo un gran impulso durante la posterior presidencia de Michelle


Bachelet, Mandataria que ese mismo año acordó la denominada agenda de los 13
puntos con Bolivia. La agenda abordaba el tema marítimo e incluía “consultas políticas”
que concluyeron en 2010. Supuso un hito importante en las relaciones diplomáticas
entre Bolivia y Chile. Fue acordada en 2006 durante los mandatos de Michelle
Bachelet y Evo Morales con el fin de impulsar la mejora de las relaciones entre ambos
países, Ambos gobiernos buscaron poner solución a los siguientes desafíos

1. Desarrollo de la confianza mutual


2. Integración fronteriza
3. Libre tránsito
4. Integración física
5. Complementación económica
6. Tema marítimo
7. Silala y recursos hídricos
8. Instrumentos de lucha contra la pobreza
9. Seguridad y defensa
10. Cooperación para el control del tráfico ilícito de drogas y productos químicos
esenciales y precursores
11. Educación, ciencia y tecnología
12. Culturas
13. Otros temas

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Algunos de estos puntos fueron abordados hasta 2010, pero en 2013 Bolivia presentó
unilateralmente el caso de la Controversia sobre la negociación marítima ante la Corte
Internacional de Justicia. Posteriormente, en 2018, Chile presentó a la misma
la Controversia sobre las aguas del Silala

En abril de 2013 Bolivia presentó una demanda contra Chile ante La Haya, alegando
una salida soberana al Océano Pacífico. A pesar de que la medida tensionó la relación
entre ambas naciones, el gobierno chileno intentó continuar con la relación bilateral y
los otros 12 puntos de la agenda. “ lo que siempre hemos dicho es que nunca hemos
querido maritimizar la agenda con Bolivia ni la hemos maritimizado. Nosotros creemos
que se puede seguir trabajando en una agenda abierta en los 12 otros puntos con
Bolivia”, dijo Bachelet en entrevista con La Tercera.
LOS PUNTOS
Debemos hacer mención que los puntos de la agenda actualmente están en el
siguiente estado
1) Desarrollo de la confianza mutua: Se contempló realizar una serie de encuentros
para afianzar la relación entre ambos países.
2) Integración fronteriza
3) Libre tránsito: Incluía gratuidad en almacenamiento de carga boliviana en puerto de
Iquique y unos sitios extra portuario para almacenamiento.
4) Integración física: Incluye rutas de carreteras que conectan a ambos países, así
como la habilitación del ferrocarril Arica-La Paz.
5) Complementación económica: Desarrollo de un plan estratégico para la lucha al
contrabando, el comercio y el turismo.
6) Tema marítimo: La agenda mencionaba la necesidad de mantener el diálogo
bilateral desde una perspectiva constructiva. A juicio de Chile este tema está fuera del
debate, ya que se encuentra radicado en La Haya.
7) Silala y recursos hídricos: Bolivia desea resolver la soberanía sobre las aguas del
manantial que comienza en la zona sur de ese país y desemboca en Chile.
8) Instrumentos de lucha contra la pobreza

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9) Seguridad y defensa: Este punto incluye el desminado de la frontera, la
construcción de una metodología para gastos en defensa, un convenio de cooperación
frente a desastres naturales y un convenio de cooperación policial.
10) Cooperación: Para el control de tráfico ilícito de drogas y productos químicos
esenciales y precursores.
11) Educación, ciencia y tecnología
12) Culturas: Incluye un convenio de protección y restitución de bienes de patrimonio
cultural y el compromiso para realizar estudios e investigación de patrimonio
arqueológico e histórico.
13) Otros temas: Convenio para permitir la actividad remunerada de los cónyuges del
personal consular, administrativo y técnico; un convenio en materia de seguridad social;
colaboración de Chile para la implementación de procesos electorales bolivianos en el
extranjero.
Bachelet se reúne con Morales y buscan descongelar agenda bilateral Ambos
mandatarios sostuvieron ayer un encuentro privado por 15 minutos en el marco de la
cumbre de la Celac en Costa Rica.

Cita ocurrió en el marco de la cumbre Celac. Bachelet y Morales abordan “reposición”


de Agenda de los 13 puntos
Pasadas las 10.00 horas en Costa Rica (13.00 en Chile), la Presidenta Michelle
Bachelet y su par boliviano, Evo Morales, llegaron hasta una de las salas del centro
de eventos Pedregal -donde hasta ayer se realizó la cumbre de la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en San José- para sostener el primer
encuentro bilateral entre ambos mandatarios desde el regreso de la Mandataria chilena
al gobierno.
La cita entre Morales y Bachelet se comenzó a gestar la noche del miércoles, durante
la cena de ofrecida por el Presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, a todos los
jefes de Estado presentes en la cumbre.

Fue en esta instancia que se vio a la Presidenta y Morales sentados en la misma mesa
brindando con el resto de los presidentes, donde tras una breve conversación
acordaron reunirse durante el desarrollo de la última jornada de la Celac.

58
El de ayer corresponde al primer gesto público de acercamiento luego de una serie de
polémicas y controversias entre ambos gobiernos a raíz de la demanda marítima
presentada por el Bolivia ante la Corte Internacional de La Haya. De hecho, la última
vez que un presidente chileno sostuvo un encuentro bilateral con Morales fue el ex
Mandatario Sebastián Piñera en 2011, en Lima, cuando ambos asistieron a la
ceremonia de investidura de Ollanta Humala.
Ayer en el encuentro sólo participaron Morales y Bachelet. En cerca de 15 minutos los
mandatarios se abocaron a discutir la posibilidad de reponer la agenda bilateral de
trece puntos suscrita entre ambos países en octubre de 2007. Esto, sin embargo,
excluyendo el punto que contempla el diálogo por una eventual salida al mar solicitada
por Bolivia, a raíz de que esta materia es parte de la demanda paceña ante La Haya y
está radicada en el tribunal internacional.

Esta opción de retomar el diálogo ya había sido abordada por la propia Presidenta
Bachelet en una entrevista a La Tercera en mayo pasado, al señalar que “nosotros
creemos que se puede seguir trabajando en una agenda abierta en los 12 otros
puntos con Bolivia”.
El canciller Heraldo Muñoz confirmó el acercamiento. “Evidentemente el asunto
marítimo está radicado en La Haya y permanece allí. Pero eso no significa que no
podamos conversar sobre materias que son de interés común de los dos
países”, dijo el ministro. Esto, pese a que según su par boliviano, David
Choquehuanca, la idea es incluir el tema marítimo.
Frente al proceso en La Haya, Muñoz anunció que el próximo martes viajará a Francia
para reunirse con el equipo jurídico que está a cargo de la defensa de Chile. “Vamos a
defender nuestros derechos, nuestros intereses y eso lo haremos por la vía
jurídica, por la vía de la diplomacia pública, por la vía de la diplomacia privada
respecto el caso que está en La Haya”, dijo.
Con todo, ayer en el gobierno chileno se evaluó positivamente que, en su intervención
ante la Celac, Morales no aludiera a la aspiración boliviana por una salida soberana al
mar, como suele hacerlo durante sus participaciones en encuentros de organismos
multilaterales.

59
21.1. ¿COMO NACE LA AGENDA DE LOS 13 PUNTOS?
En 2006, el Presidente Ricardo Lagos visitó al entonces Mandatario electo
de Bolivia, Evo Morales, para explorar la posibilidad de generar una dinámica nueva a
partir de la cooperación para la salida de gas natural boliviano a través de puertos
chilenos.
La relación bilateral tuvo un gran impulso durante la posterior presidencia de Michelle
Bachelet, Mandataria que ese mismo año acordó la denominada agenda de los 13
puntos con Bolivia. La agenda abordaba el tema marítimo e incluía “consultas políticas”
que concluyeron en 2010.
Posteriormente, en abril de 2013 Bolivia presentó una demanda contra Chile ante La
Haya, alegando una salida soberana al Océano Pacífico. A pesar de que medida
tensionó la relación entre ambas naciones, el gobierno chileno intentó continuar con la
relación bilateral y los otros 12 puntos de la agenda.

22. LOS ARGUMENTOS UTILIZADOS EN EL JUICIO


A diferencia de otros conflictos limítrofes dirimidos ante la Corte de La Haya, en este
caso lo que se reclama no es un pedazo concreto de tierra o de mar; Bolivia tampoco
pide que los magistrados se pronuncien sobre el estatus jurídico del Tratado de Paz de
1904, la exigencia es que se obligue a Chile a negociar.

En el documento que resume la postura, llamado "El Libro del Mar", el estado boliviano
sostiene que "Chile se ha comprometido a negociar una salida soberana al mar para
Bolivia a través de acuerdos, práctica diplomática y una serie de declaraciones
atribuibles a sus representantes del más alto nivel".

"Estos numerosos instrumentos evidencian de manera contundente que Chile se


comprometió a encontrar una solución al enclaustramiento marítimo de Bolivia
mediante negociaciones con miras a llegar a un acuerdo", agrega el texto.

Es por esto que el reclamo de Bolivia ante la CIJ es que "declare" estos tres puntos:

1) Que Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de alcanzar un
acuerdo que otorgue a este país una salida plenamente soberana al Océano Pacífico.

60
2) Que Chile ha incumplido dicha obligación.

3) Que Chile debe cumplir dicha obligación de buena fe, pronta y formalmente, en un


plazo razonable y de manera efectiva, a fin de otorgar a Bolivia una salida plenamente
soberana al Océano Pacífico.

Bolivia entre sus argumentos pone hincapié en lo ocurrido durante los gobiernos
militares del chileno Augusto Pinochet y del boliviano Hugo Banzer, cuando ambos
países estuvieron cerca de lograr un acuerdo, a través del “Acuerdo de Charaña”, estas
intenciones fueron truncadas.

Otro de los argumentos de Bolivia es que el gobierno chileno en varias ocasiones ha


manifestado tener las mismas intenciones, bajo estos dos fundamentales argumentos
Bolivia realizó su demanda.

La cita entre Morales y Bachelet se comenzó a gestar la noche del miércoles, durante
la cena de ofrecida por el Presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, a todos los
jefes de Estado presentes en la cumbre.

Fue en esta instancia que se vio a la Presidenta y Morales sentados en la misma mesa
brindando con el resto de los presidentes, donde tras una breve conversación
acordaron reunirse durante el desarrollo de la última jornada de la Celac.

El de ayer corresponde al primer gesto público de acercamiento luego de una serie de


polémicas y controversias entre ambos gobiernos a raíz de la demanda marítima
presentada por el Bolivia ante la Corte Internacional de La Haya. De hecho, la última
vez que un presidente chileno sostuvo un encuentro bilateral con Morales fue el ex
Mandatario Sebastián Piñera en 2011, en Lima, cuando ambos asistieron a la
ceremonia de investidura de Ollanta Humala.
Ayer en el encuentro sólo participaron Morales y Bachelet. En cerca de 15 minutos los
mandatarios se abocaron a discutir la posibilidad de reponer la agenda bilateral de
trece puntos suscrita entre ambos países en octubre de 2007. Esto, sin embargo,
excluyendo el punto que contempla el diálogo por una eventual salida al mar solicitada

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por Bolivia, a raíz de que esta materia es parte de la demanda paceña ante La Haya y
está radicada en el tribunal internacional.

Esta opción de retomar el diálogo ya había sido abordada por la propia Presidenta
Bachelet en una entrevista a La Tercera en mayo pasado, al señalar que “nosotros
creemos que se puede seguir trabajando en una agenda abierta en los 12 otros
puntos con Bolivia”.
El canciller Heraldo Muñoz confirmó el acercamiento. “Evidentemente el asunto
marítimo está radicado en La Haya y permanece allí. Pero eso no significa que no
podamos conversar sobre materias que son de interés común de los dos
países”, dijo el ministro. Esto, pese a que según su par boliviano, David
Choquehuanca, la idea es incluir el tema marítimo.
Frente al proceso en La Haya, Muñoz anunció que el próximo martes viajará a Francia
para reunirse con el equipo jurídico que está a cargo de la defensa de Chile. “Vamos a
defender nuestros derechos, nuestros intereses y eso lo haremos por la vía
jurídica, por la vía de la diplomacia pública, por la vía de la diplomacia privada
respecto el caso que está en La Haya”, dijo.
Con todo, ayer en el gobierno chileno se evaluó positivamente que, en su intervención
ante la Celac, Morales no aludiera a la aspiración boliviana por una salida soberana al
mar, como suele hacerlo durante sus participaciones en encuentros de organismos
multilaterales.

21.1. ¿COMO NACE LA AGENDA DE LOS 13 PUNTOS?


En 2006, el Presidente Ricardo Lagos visitó al entonces Mandatario electo
de Bolivia, Evo Morales, para explorar la posibilidad de generar una dinámica nueva a
partir de la cooperación para la salida de gas natural boliviano a través de puertos
chilenos
La relación bilateral tuvo un gran impulso durante la posterior presidencia de Michelle
Bachelet, Mandataria que ese mismo año acordó la denominada agenda de los 13
puntos con Bolivia. La agenda abordaba el tema marítimo e incluía “consultas políticas”
que concluyeron en 2010.

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Posteriormente, en abril de 2013 Bolivia presentó una demanda contra Chile ante La
Haya, alegando una salida soberana al Océano Pacífico. A pesar de que medida
tensionó la relación entre ambas naciones, el gobierno chileno intentó continuar con la
relación bilateral y los otros 12 puntos de la agenda.

22. LOS ARGUMENTOS UTILIZADOS EN EL JUICIO


A diferencia de otros conflictos limítrofes dirimidos ante la Corte de La Haya, en este
caso lo que se reclama no es un pedazo concreto de tierra o de mar; Bolivia tampoco
pide que los magistrados se pronuncien sobre el estatus jurídico del Tratado de Paz de
1904, la exigencia es que se obligue a Chile a negociar.

En el documento que resume la postura, llamado "El Libro del Mar", el estado boliviano
sostiene que "Chile se ha comprometido a negociar una salida soberana al mar para
Bolivia a través de acuerdos, práctica diplomática y una serie de declaraciones
atribuibles a sus representantes del más alto nivel".

"Estos numerosos instrumentos evidencian de manera contundente que Chile se


comprometió a encontrar una solución al enclaustramiento marítimo de Bolivia
mediante negociaciones con miras a llegar a un acuerdo", agrega el texto.

Es por esto que el reclamo de Bolivia ante la CIJ es que "declare" estos tres puntos:

1) Que Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia con el fin de alcanzar un
acuerdo que otorgue a este país una salida plenamente soberana al Océano Pacífico.

2) Que Chile ha incumplido dicha obligación.

3) Que Chile debe cumplir dicha obligación de buena fe, pronta y formalmente, en un


plazo razonable y de manera efectiva, a fin de otorgar a Bolivia una salida plenamente
soberana al Océano Pacífico.

Bolivia entre sus argumentos pone hincapié en lo ocurrido durante los gobiernos
militares del chileno Augusto Pinochet y del boliviano Hugo Banzer, cuando ambos
países estuvieron cerca de lograr un acuerdo, a través del “Acuerdo de Charaña”, estas
intenciones fueron truncadas.

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Otro de los argumentos de Bolivia es que el gobierno chileno en varias ocasiones ha
manifestado tener las mismas intenciones, bajo estos dos fundamentales argumentos
Bolivia realizó su demanda.

23. BIBLIOGRAFÍA
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