Está en la página 1de 14

Traducido del portugués al español - www.onlinedoctranslator.

com

IV ENCUENTRO DE LA IGLESIA CATÓLICA EN


AMAZONÍA JURÍDICA
50 años del Encuentro de Santarém (1972-
2022)

DOCUMENTO DE SANTARÉM 50 AÑOS:


GRATITUD Y PROFECÍA

ENCARNACIÓN Y LIBERACIÓN:
LAS DIRECTRICES DE SANTARÉM 1972 PARA LOS TIEMPOS DE
HOY

1. El viaje eclesial a Santarém de 1972 dio frutos de fecundidad profética en la evangelización entre
los pueblos de esta inmensa Amazonía. Estamos profundamente agradecidos a los “trabajadores
primerizos”, los obispos de las Iglesias particulares amazónicas, y junto a ellos, las mujeres y los
hombres que hicieron posible el camino entonces trazado. Hasta el día de hoy, estamos fascinados
por la extraordinaria lucidez y la audacia profética que se encuentra en el expresivo Documento de
Santarém, que en los últimos 50 años ha inspirado a la Iglesia en su forma de ser y actuar: una
Iglesia con rostros amazónicos. De ellos heredamos una mística de los que "no se mueven" y no
dejan que sus hijos sufran abandonados en la cruz.

2. Las numerosas formas de recibir la riqueza de este Encuentro, además de la recepción


de las Iglesias locales, fueron actualizadas en sucesivos procesos sinodales en los que se
revisó el Documento de Santarém, como en Manaus (1997) y Santarém (2012). Las
intuiciones esbozadas hace 50 años se han visto confirmadas en el pontificado actual, ya
sea en la conciencia socioambiental desde la perspectiva de la Ecología Integral (laudato
si
), en la eclesialidad de una Iglesia en salida que se encarna en el suelo amazónico (
Evangelii gaudium), en busca de una sociedad más fraterna (Fratelli Tutti) y un
compromiso evangelizador que abarca toda la vida (querida amazona).

3. En este documento jubilar, los participantes del Encuentro de Santarém de 2022


ratificaron las orientaciones y prioridades asumidas hace 50 años, actualizándolas a la
luz del reciente Sínodo para la Amazonía. Así como Santarém 1972 constituyó una
recepción creativa del Concilio Vaticano II y la Conferencia de Medellín, la presente
reunión continúa el camino del Sínodo para la Amazonía inspirándose en la
Exhortación Post-Sinodalquerida amazonay avanzando audazmente en las
indicaciones programáticas de su Documento Final (DF). En este sentido, mientras
viajamos desde Santarém al Sínodo para la Amazonía, hay un profundo sentimiento
de gratitud hacia el Papa Francisco, quien, al escuchar el llamado de la Iglesia en la
Amazonía a dar más eco a sus esfuerzos y luchas, nos sorprendió con la convocatoria
del Sínodo del que fue partícipe comprometido y por habernos entregado la
Exhortaciónquerida amazona.

4. En particular, las dos grandes directrices señaladas en el Documento de Santarém (1972) son
de innegable actualidad, y aquí fueron retomadas con mayor compromiso y profundidad de lo
que exigen los tiempos actuales: encarnación en la realidad y evangelización liberadora.

Encarnación en la Realidad

1
5. Santarém ya señaló que esta directriz se basaba en la encarnación del mismo Cristo, invitando a una conversión al Verbo Encarnado, que exige de
la Iglesia una total compenetración con la realidad, una superación de los modelos importados de evangelización y un Testimonio, permanente,
realista, valiente, lleno de esperanza, fundado exclusivamente en el Evangelio.

6. En 1997, al celebrar los 25 años del Documento de Santarém,


La Iglesia asume más claramente este ministerio y dice de sí misma: “La Iglesia se hace carne y
planta su tienda en la Amazonía”. Este levantamiento de la tienda se manifestó como un
anuncio central irrevocable de la buena nueva: anunciar a los pueblos el Evangelio de Jesucristo
y de su Reino como fuente de sentido y de liberación. Anuncio del núcleo del
kerygma:Jesucristo, muerto y resucitado, “el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6) para todo
hombre y mujer. Pero también, “puso su tienda entre el pueblo de tal manera que apareció un
rostro eclesial muy amazónico en la diversidad sociocultural, en defensa de la casa que Dios creó
para toda la humanidad y en la promoción de la Vida en todas sus dimensiones, especialmente
cuando se ve amenazada por los impactos causados por una concepción equivocada del
progreso que confunde el desarrollo con el mero crecimiento económico, la multiplicación de la
riqueza material, el crecimiento del PIB, la expansión de los agronegocios, el aumento de la
producción de biocombustibles, [...] dejando de promover la justicia y el bien - ser de todos y
para todos.” (Carta del 1er Encuentro de la Iglesia Católica de la Amazonía Legal, 2013).

7. El Sínodo para la Amazonía nos enriquece como indica su Documento Final: estos
caminos de encarnación son también caminos de inculturación e interculturalidad. En este
sentido, la encarnación no puede darse sin que los pueblos amazónicos, acompañados de
sus agentes y pastores, sean los protagonistas. ¡La encarnación también se convirtió
principalmente en un proceso de escucha! (cf. DF, n. 51). Mientras la Iglesia anuncia
incesantemente el kerygma, no deja de moldear su propia identidad en la escucha y el
diálogo con las personas, las realidades y las historias del territorio (cf. QA, n. 66).

8. Las comunidades encarnadas constituyen el núcleo del sueño eclesial en querida


amazona: “Sueño con comunidades cristianas capaces de entregarse y encarnarse en la
Amazonía, al punto que le den a la Iglesia nuevos rostros con rasgos amazónicos”. (QA, n.
7).

9. Hoy, más que nunca, la Iglesia en la Amazonía no puede sustraerse a este proceso, mientras,
por otro lado, se encarna la lógica de un proyecto neoliberal sustentado en una teología de la
prosperidad. Nos corresponde a nosotros estar profundamente presentes con la gente,
alimentando la esperanza.

Evangelización liberadora
10. Siempre a la luz del Misterio de Cristo y de su Pascua, el Documento de 1972,
volviendo a la Conferencia de Medellín, asume un modelo de evangelización integral y
liberadora, en el que el anuncio y la conciencia de la dignidad de la persona humana
en su condición como hijo e hija de Dios son condiciones indispensables para la
liberación del hombre y de la mujer, de modo que la Iglesia se implique en todo lo que
afecta a la dignidad y la libertad de la persona humana y de la familia.

11.Este ha sido siempre un sello distintivo del trabajo de la Iglesia en la Amazonía. Y a medida
que avanzan estos signos de amenaza a la dignidad, se hace más urgente y explícita la
respuesta de una evangelización liberadora. En los últimos 50 años, en varias ocasiones, se ha
reafirmado esta directriz básica. En 1974, ya estaba claramente escrito este entendimiento: “En
realidad, de nada serviría la Encarnación si no supiéramos ver el propósito

dos
eso es lo suyo [...]: romper las cadenas de la esclavitud espiritual, psicológica y socioeconómica en que se encuentra nuestro hombre; superar
la condición de estaticidad e inferioridad en que vive, hasta el punto de no sospechar siquiera su vocación a una vida resucitada”.
(Documento de Manaos, 1974).

12 La Reunión Interregional de 1997 reafirmó: “En momentos en que es


fuerte la tentación de 'ser autosuficiente', la Iglesia de la Amazonía toma la decisión de ser más
que nada una servidora. Toda su acción, tanto en las actividades de pastoral explícitamente
social, que expresan más directamente el servicio liberador de los excluidos y el apoyo a los
diversos movimientos populares, como en los sectores más internos de pastoral y apoyo a las
comunidades eclesiales, objetivo fundamental es buscar y servir 'al Reino de Dios y a su
justicia', entendiendo que 'todo lo demás vendrá por añadidura' (Mt 6,33)”. (La Iglesia se hace
carne y levanta su tienda en el Amazonas, n. 32).

13. El Sínodo para la Amazonía reconoce el momento presente como la “oportunidad


histórica” para que la Iglesia se diferencie de las nuevas potencias colonizadoras y ejerza
con transparencia su actividad profética, y presente a Cristo con toda su potencialidad
liberadora (cf. DF, n. . 15 ).

14. Las amenazas de perspectivas o modelos eclesiológicos que se alejan del


Evangelio socavan la fuerza profética de nuestras comunidades y reducen la
evangelización a experiencias subjetivistas, permeadas de autorreferencialidad y
clericalismo, ignorando que existe “una íntima conexión entre evangelización y
promoción humana , que necesariamente debe expresarse y desarrollarse en toda
acción evangelizadora» (EG, n. 178). Esta situación impide dinámicas sinodales
comprometidas con la liberación integral de la persona humana. Este nunca ha sido ni
será el camino de la Iglesia en la Amazonía.
50 años después

15.A cincuenta años del Encuentro de Santarém en 1972, sentimos la necesidad de reafirmar
este jubileo para la Amazonía: “Más que en otros momentos de su historia, la Amazonía
necesita con urgencia la proclamación de un jubileo que será un nuevo tiempo de justicia y
significa la liberación de la tierra y el agua, el derecho a la ciudadanía de las poblaciones de la
región y la redención de las deudas sociales para que haya vida y justicia para todos”. (La
Iglesia se hace carne y levanta su tienda en el Amazonas, n. 8).

16.Miramos adelante, contemplando la belleza y vitalidad de esta región, pero vigilantes ante
las amenazas que se agudizan. Como se afirma en la carta de la Reunión de Obispos de la
Amazonía de 2021, “Estamos consternados, pero no inertes, tras el desarrollo de un proyecto
genocida planeado, que a su vez revela el devastador recrudecimiento de una crisis que expone
la pobreza en el rostro. de la escandalosa concentración de la riqueza”.

I. Querida Amazona
Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás es tierra santa (Ex 3,5).

17. “La Amazonía amada”, como el Papa Francisco llamó a nuestra región al inicio de la
Exhortación Apostólica resultante del Sínodo de 2019, invitándonos a contemplarla en
todo su esplendor, su dramatismo y su misterio (cf. QA, n. 1 ). Lo hacemos recordando
el intenso proceso de escucha en preparación del Sínodo para la Amazonía, que nos
permitió percibir con mayor claridad cómo se ve la Amazonía desde su

3
pueblos, a partir de la Iglesia y cómo esta contemplación genera alegría y
compromiso, gratitud y profecía.

18.Esta visión compartida en el Instrumentum Laboris(cf. norte. 8-43) de este


Sínodo de 2019 nos hace contemplar la Amazonía como lugar de vida, fuente
de vida por sus dones naturales: el ciclo del agua, la dinámica natural
de la regulación climática, la biodiversidad, los pueblos amazónicos y su forma de
relacionarse con la casa común. Es un lugar de nuevas dinámicas de vida, de buen vivir, de
una experiencia armónica “con uno mismo, con la naturaleza, con el ser humano y con el
Ser Supremo, dado que hay intercomunicación entre todo el cosmos, donde no hay
exclusiones ni exclusiones., y que entre todos podamos forjar un proyecto de vida
plena” (IL, n. 12). Es un lugar sagrado donde Dios se revela, un lugar de belleza donde todo
está interconectado. Lugar de esperanza y sanación para el mundo. Lugar de diálogo y
aprendizaje, diálogo y resistencia.

19.La belleza y la fascinación de estos territorios nos lanzan a una relación esponsal, la
Amazonía nos une y “lo que Dios unió, no lo separe el hombre” (Mt 19,6). Por eso mismo, no es
una contemplación bucólica e incorpórea, sino una relación de cuidado ante las amenazas cada
vez mayores. Así, en los últimos 50 años hemos sido testigos del agravamiento violento de
procesos de agresión contra nuestra casa común en los territorios amazónicos.

20. En los últimos 50 años, la región amazónica se ha acercado a una destrucción


irreversible. El modelo de desarrollo depredador se implantó en la Amazonía en cinco
actividades básicas: tala ilegal, ganadería extensiva, minería, monocultivos y energía. Y ha
creado consecuencias desastrosas que golpean el corazón de la selva amazónica y el alma
de su gente. El cambio climático, a su vez, puede llevar a la muerte progresiva del bosque
con pérdidas severas de servicios ecosistémicos y biodiversidad y alterar drásticamente la
economía de la sociobiodiversidad que sustenta a miles de familias en la Amazonía. Este
desequilibrio climático generado por la depredación de la selva amazónica no solo daña su
propio bioma, sino que afecta directamente a todo el continente y al mundo, porque “todo
está interconectado”.

21. Debido a la abundancia de tierras y recursos naturales, la región amazónica fue


concebida como una “frontera tropical”, idea reflejada en programas de fomento de
actividades orientadas a la exportación, en beneficio de las grandes empresas
agroindustriales y las inversiones productivas agrícolas asociadas. en infraestructura y
extracción de minerales. Este modelo de desarrollo ha llevado a la alta concentración de la
tierra, el trabajo esclavo, el asesinato de líderes indígenas, defensores de derechos
humanos y activistas ambientales. Los daños socioambientales relacionados con todo esto
exacerban las desigualdades sociales y la destrucción de territorios indígenas, quilombolas
y poblaciones tradicionales.

22.Las consecuencias de la destrucción de estos territorios de vida, entre otras, son la


intensificación del hambre, el recrudecimiento de la violencia en el campo, acompañada de
otras violaciones de derechos. Unido a esto, la destrucción del bosque alimenta una cadena de
ilegalidades, que se inicia con la invasión de tierras públicas y se extiende al fraude, los
homicidios y el tráfico de armas y drogas, una simbiosis entre la destrucción del bosque y el
crimen organizado en diversos ámbitos.

El papel de la Iglesia en este escenario

23. Frente a este escenario, la Iglesia en la Amazonía tiene un papel histórico: desde
su capilaridad, su capacidad de articulación y acción regional, fiel a su proceso

4
de encarnación y liberación, se hace un llamado urgente a promover una
tregua frente a estas agresiones y propiciar la paz en los territorios. Esta
Iglesia, que buscó consolidarse a partir del Concilio Vaticano II, acogida
en Santarém en 1972 y que se entiende discípula misionera, sierva de la
vida, testigo del diálogo y hermana de la creación, no puede omitirse ante
el llamado y la apela a que el tiempo presente te
impone Se renueva el llamamiento: “Cristo señala la Amazonía”, y la mano que señala es la mano de
un crucificado y resucitado.

II. LA IGLESIA CON ROSTRO AMAZÓNICO

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias (Ap 2, 7).

24.El camino de la Iglesia en la Amazonía en los últimos 50 años es motivo de acción de gracias. De
hecho, así se expresó el Papa Francisco en un mensaje enviado a los participantes de este encuentro:
“[...] es una ocasión de intensa acción de gracias al Altísimo por los frutos de la acción del Divino
Espíritu Santo en la Iglesia que está en la Amazonía -durante estas últimas cinco décadas- y porque
inspira”. En este período, cuántos avances se han experimentado en la vida de las Iglesias locales en
esta región: fortalecimiento de las Iglesias, multiplicación de comunidades eclesiales, nuevas
prelaturas y diócesis, episcopado de la región con obispos autóctonos, crecimiento de la clero, el
papel encarnado de la vida religiosa femenina, como corresponsable de la acción evangelizadora,
desde las primeras radios hasta el avance de los recursos de comunicación, diversos centros de
formación, entre muchos otros.

25.Estamos muy contentos de ser conscientes de una identidad eclesial que se


fue sedimentando desde Santarém, en 1972, hasta el Sínodo de 2019. Sinodal
querida amazona:

a) Iglesia del Discípulo Misionero y Sinodal:el sueño eclesial

26. La Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe (2021) retomó la


Conferencia de Aparecida y el dinamismo del discipulado misionero en clave
de Iglesia en salida. La Conferencia de Aparecida, por su parte, fue acogida y
“amazonizada” en el IX Encuentro de Obispos de la Amazonía (2007), cuyo
documento final expresó esta conciencia eclesial: “Con el título: 'Discípulos
Misioneros en la Amazonía' queremos destacar nuestra manera de entender la
fe como un proceso (discipulado) y la evangelización como una gran misión, en
la certeza de que hay mucho por hacer si queremos ser fieles al Señor que nos
envió a evangelizar a todos” (Discípulos Misioneros en la Amazonía -
Presentación). Hablamos del espíritu misionero como fundamento del ser de la
Iglesia. Este espíritu misionero se construyó en un camino de comunión entre
nuestras diócesis y prelaturas,

27.En el Sínodo para la Amazonía, la Iglesia en salida misionera se presenta como samaritana,
misericordiosa y solidaria, que sirve y acompaña a los pueblos amazónicos y constituye una
Iglesia con el rostro de estos mismos pueblos (cf. DF, n. 21). -22.26 -33). Se trata, pues, de la
vida de nuestras Iglesias que se moldean en caminos de inculturación de la espiritualidad, de la
liturgia, del ministerio, de la vida comunitaria (cf. QA, n. 66-103).

5
b) Iglesia servidora, profética y defensora de la vida:el sueño social

28. “La Iglesia, discípula del Espíritu de Dios, se asemeja a Jesucristo en su


vida, palabra y acción. Asume la misericordia y la compasión de Cristo,
hacia todo ser vivo y vida amenazada, como principio de toda acción
evangelizadora, y retoma la convicción fundamental de que Dios
No lo quería para mí, sino para el Reino de vida, justicia y paz”. (La Iglesia se hace
carne y levanta su tienda en el Amazonas, n. 30).
29.La lucha por los derechos de los más pobres, de los pueblos originarios, de los últimos (cf. QA, n.
7) se vuelve imperativa para la Iglesia, que no puede ser menos comprometida, llamada a escuchar
el clamor del pueblo y ejercer su función profética con transparencia (cf. QA, n. 19). En la historia de
la Iglesia de la Amazonía, esta postura siempre ha permeado sus opciones fundamentales y cuando
en los últimos tiempos se escucha un clamor por rescatar la profecía, reconocemos que algunas de
nuestras Iglesias particulares no siempre han seguido este camino.

c) Testimonio de la Iglesia en el diálogo:el sueño cultural

30.En el Documento de 1997, este rasgo de la Iglesia se refería más específicamente al diálogo
ecuménico, camino cada vez más desafiante en la medida en que denominaciones con una
fuerte expresión neopentecostal promueven modelos de evangelización marcados por el
proselitismo, por discursos de juicio en lugar de misericordia. por ataques a las culturas nativas
y por concepciones religiosas basadas en la teología de la prosperidad. Sin embargo, la
realidad en la que se inserta la Iglesia en la Amazonía no es sólo de diversidad de iglesias
cristianas, sino multirreligiosa, pluricultural y multiétnica, en consecuencia, el diálogo es
ecuménico, interreligioso y cultural (cf. DF, nº 23) .

31.El camino que el Sínodo trazó para la Iglesia fue el de una Iglesia inculturada e intercultural
(cf. DF, n. 51-61). De esta forma, identidad y diálogo no son conceptos que se contraponen o se
excluyen, sino que se exigen mutuamente. Este sueño cultural implica un particular cuidado
por las raíces, una actitud de encuentro y compromiso con las culturas en peligro de extinción.

d) Iglesia hermana y cuidadora de la creación:el sueño ecologico

32.“Para nuestra Iglesia es un privilegio vivir la misión en esta región llena de belleza, donde la
alianza del Creador con el universo aparece con tanta fuerza, ya sea en la tradición bíblica o en las
culturas indígenas. Al mismo tiempo, nos desafía con la devastación y la explotación desenfrenada
que deshumaniza y destruye el equilibrio de la naturaleza misma”. (La Iglesia se hace carne y planta
su tienda en el Amazonas, n. 34).

33.La Iglesia está solícita al grito de la creación. “Esta hermana clama por el daño que le hemos
causado por el uso y abuso irresponsables de los bienes que Dios ha puesto en ella” (LS, n. 2).
Hoy, este compromiso se realiza con mayor lucidez en la perspectiva de la ecología integral. No
se trata de una agenda pastoral entre otras, sino de una nueva forma de entender el alcance
del cuidado de nuestra casa común, conscientes de que todo está interconectado. El Sínodo
para la Amazonía presentó este entendimiento en la demanda de una conversión ecológica.

e) Iglesia de los Mártires

34.0La fecundidad y el compromiso profético de la Iglesia en la Amazonía hacen de este un

6
Iglesia obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. La referencia a los mártires
es, al mismo tiempo, un elogio orante y una denuncia de los niveles de violencia
que alcanzan los enfrentamientos en los territorios amazónicos. Cuantos más
hermanos y hermanas caen por causa del Reino, más consciente es la Iglesia de
ser fiel a la misión recibida y de vivir radicalmente su proceso de encarnación en
la realidad y de evangelización liberadora.

35.Sobre el altar de la tierra teñida de sangre, se ofrece el pan del martirio, porque en una región donde
la Eucaristía es tan escasa, la Iglesia se hace eucarística en el cuerpo donado, haciendo pan de vida partido
y sangre derramada por amor a los hermanos y hermanas Reino.

Caminando juntos

36.En los últimos años hemos experimentado la alegría de caminar juntos al descubrir que
otros están dispuestos a compartir este camino con nosotros, pero también al descubrir que
otros ya estaban en este camino con nosotros. En Brasil, la Comisión Episcopal Especial para la
Amazonía de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil impulsa, desde 2003, un pacto de
solidaridad y apoyo fraterno a la Iglesia en la Amazonía; Esta articulación se ha ampliado en la
medida que hemos ampliado nuestros horizontes y percibimos los desafíos desde una
perspectiva panamazónica y la posibilidad de construir caminos en red, a través de la Red
Eclesial Panamazónica (REPAM), desde 2014. Más recientemente, este alcance panamazónico
obtuvo apoyo estructural a través de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA), como
resultado del Sínodo de 2019.

37.Consciente de su identidad, apoyada en estas nuevas modalidades de articulación, a pesar de sus


debilidades, la Iglesia de la Amazonía reafirma líneas prioritarias que pueden dar seguimiento a las
indicaciones del Sínodo para la Amazonía, siempre a la luz de las orientaciones básicas de
encarnación y liberación. .

tercero NUEVOS CAMINOS DE EVANGELIZACIÓN: LÍNEAS PRIORITARIAS

Avanzad a aguas más profundas, y allí echad vuestras redes para pescar (Lc 5,4).

38.“Sed valientes y audaces, abriéndoos confiadamente a la acción de Dios que todo lo creó, se
nos dio a sí mismo en Jesucristo (cf. QA, n. 41), y nos inspira por el Espíritu a anunciar el
Evangelio con nuevo compromiso y contemplar la belleza de la creación, aún más exuberante
en estas tierras amazónicas, donde se experimenta la presencia luminosa del Resucitado (cf.
QA, 57)”. (Carta del Papa Francisco a los participantes del Encuentro de Santarém, 2022).

39. Nos dejamos guiar, embelesar, encantar e impulsar por este afectuoso aliento que
el Papa Francisco ofreció al inicio de este encuentro. Anhelamos que la valentía y la
audacia se traduzcan en opciones pastorales desbordantes y no en “pequeños
parches”. Los desafíos son muchos, pero siguiendo la opción metodológica de 1972,
optamos también por priorizar algunas líneas de acción, lo que no resta importancia a
otras exigencias pastorales.

40. Las indicaciones, especialmente en el Documento final del Sínodo para la Amazonía,
confirmadas en la Exhortación postsinodal querida amazonason acogidos en su totalidad
por nuestras Iglesias particulares. No nos faltan inspiraciones para compromisos y formas
de actuar, basta recuperar el Pacto de las Catacumbas firmado en 2019, los
pronunciamientos posteriores de las reuniones de los Obispos de la Amazonía. Somos

7
conscientes de nuestra tarea de llevar a cabo las propuestas esbozadas en el Sínodo para la Amazonía y hacer nuestros los sueños del Papa
Francisco.
41. No podemos ignorar otros elementos que inciden directamente en la dinámica pastoral de la Iglesia y de la vida comunitaria, que son facetas de un
escenario en el que se desarrolla nuestra acción evangelizadora: el contexto urbano.

y la dinámica de las grandes ciudades y el crecimiento de las iglesias neopentecostales en la


Amazonía.

En medio de tantos interrogantes que requieren compromiso pastoral, priorizamos:

1. FORTALECIMIENTO DE LAS COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE


42.Destacamos la importancia de las Comunidades Eclesiales de Base, que constituyen una
dinámica muy específica de la Iglesia en nuestras diócesis y prelaturas. Reconocemos en ellos la
fuerza misionera de nuestra acción evangelizadora y el sujeto eclesial de la misión en este terreno.
Están intrínsecamente implicados en el anuncio y la vivencia de la fe, en la presencia profética que
hace evidente el Reino de Dios, en el cuidado de nuestra casa común.

43. En estas comunidades nos sorprende la fuerza de la Palabra de Dios y, en


consecuencia, la importancia de las experiencias en la lectura popular de la Biblia,
experiencias que ayudan al pueblo a descubrir, en la expresiva piedad popular, la
experiencia más profunda del encuentro con Jesús y del descubrimiento del Reino de Dios.

Necesitamos un verdadero relanzamiento de estas comunidades, y en ellas, de los movimientos


pastorales y eclesiales más vinculados a la vida comunitaria. Destacamos dos aspectos:

a) Ministerialidad

44. Elquerida amazonanos invita a una inculturación del ministerio (QA, n. 85) como forma
de organización eclesial encarnada y exigencia del proceso de encarnación. Al mismo
tiempo, asegura la presencia eclesial en las periferias territoriales y existenciales. Surge
una preocupación particular con el sacramento de la Eucaristía. Si la admisión de personas
casadas al ministerio de presidir la Eucaristía puede causar escándalo, afirmamos que
mayor escándalo es la privación que sufren las comunidades sin acceso a la Eucaristía.

45. Además de la posibilidad de promover el ministerio de la Palabra y de la Eucaristía ya


presente en las comunidades, de despertar y promover vocaciones al ministerio
sacerdotal, reconocemos las siguientes necesidades:
✔ Solicitar a la Santa Sede la ordenación sacerdotal de quienes ya ejercen fructíferamente el
diaconado permanente, como se propone en el Documento Final del Sínodo, n. 111;
✔ Solicitar a la Santa Sede, con la opinión favorable de la CNBB, que los
laicos cristianos de las Iglesias particulares de la Amazonía reciban
permiso de la Iglesia local para ejercer el ministerio de Testigos
Calificados del Matrimonio;
✔ Los ancianos que dejaron el ministerio y formaron una familia, son valorados e
involucrados en las acciones de evangelización con las comunidades;
✔ Instituir una nueva figura ministerial: un ministerio conferido por el obispo a los
laicos cristianos, con mandato oficial y reconocimiento en los organismos locales,
para realizar servicios de la Palabra y de la Eucaristía, para introducir a los hermanos y
hermanas en la fe, para administrar el Bautismo , testigo calificado del Matrimonio,
para responder de oficio por la comunidad, y demás atribuciones según la realidad

8
de la
comunidad;
✔ Implementar el Ministerio del Catequista instituido por el Papa,
así como ely Acolito conferidos a las
Lectorado
✔Creación de ministerios especiales para el cuidado de nuestra Casa Común.
mujeres;

B)participación de la mujer
46. La gran mayoría de las comunidades eclesiales están animadas por mujeres. Son los que
están en coordinación, en los ministerios de la Palabra y de la Eucaristía, en la animación
litúrgica, en la atención a los pobres, en los enfrentamientos más feroces. Son más numerosos
en los servicios y menos presentes en los órganos de decisión.

47. La Iglesia en la Amazonía quiere ampliar los espacios para una presencia femenina
más incisiva (cf. EG, n. 103). Que la voz de las mujeres sea escuchada, consultada,
participe en la toma de decisiones y pueda contribuir con su sensibilidad a la
sinodalidad eclesial (cf. DF, n. 101).

48. En la Exhortación postsinodal querida amazonaEl Papa Francisco no se refiere a la


cuestión del diaconado permanente para las mujeres. Sin embargo, presenta
“oficialmente” el Documento Final votado por los obispos participantes en el Sínodo y
explica que en estas conclusiones “colaboró mucha gente que conoce mejor […] el
problema de la Amazonía porque es gente que vive en ella, sufrir por ella y que la amen
apasionadamente” (n. 3), de lo cual se puede entender que las propuestas allí presentadas
pueden ser seguidas:

✔ Reconocer los servicios y la diaconía real del gran número de mujeres que
hoy lideran comunidades en la Amazonía y buscar consolidarlas con una
adecuada pastoral de mujeres líderes comunitarias;
✔ Reconocer, promover, fortalecer la participación de la mujer en los consejos
pastorales de las parroquias, diócesis, incluidos los órganos de decisión;
✔ Reafirmamos la legitimidad de la ordenación diaconal de mujeres y solicitamos
este ministerio para la Iglesia en la Amazonía.

2. LA FORMACIÓN DE DISCÍPULOS MISIONEROS EN LA AMAZONIA


a) Iniciación a la vida cristiana

49.Es necesario superar una comprensión fragmentada de la formación de bautizados y


bautizadas en la Amazonía, solo a partir de la formación permanente o específica para
ministerios, carisma y servicios. Hay que comprenderlo, eso sí, desde la Iniciación a la Vida
Cristiana.

✔ Invertir en la formación de misioneros amazónicos, en un proceso que va desde


la Iniciación a la Vida Cristiana inculturada hasta la formación inicial y
permanente de líderes laicos, de vida religiosa consagrada, especialmente mujeres,
y sacerdotes nativos, provenientes de iglesias hermanas y misioneros del exterior.
el Amazonas.

b) Formación y articulación de los laicos

50.Reafirmamos la importancia de valorar a los laicos en su participación en las asambleas, en


los consejos pastorales en todos los ámbitos eclesiales, así como en los equipos de
coordinación de los diversos servicios pastorales y ministerios encomendados a los laicos.
Reconocemos la necesidad de invertir más recursos en la formación de los cristianos

9
laicos y laicas, en los campos humano, bíblico, teológico, pastoral, espiritual, con énfasis en la Doctrina Social de la Iglesia, y en áreas específicas
como la formación para el trabajo en política y en el ejercicio de la ciudadanía activa.
Sabemos que las inversiones en formación de los laicos están por debajo de lo necesario e infinitamente menores que lo que se invierte en la formación sacerdotal y
es urgente

un equilibrio en estas inversiones.


✔ Fortalecer y ampliar los espacios de participación de los laicos, tanto en la consulta como
en la toma de decisiones, en la vida y misión de la Iglesia;
✔ Invertir en la formación de laicos misioneros, para que podamos responder a las
exigencias misioneras del momento actual en la Amazonía;
✔ Intensificar el apoyo a la organización de los laicos para profundizar en su
identidad, vocación, espiritualidad y misión, a través del Consejo de Laicos a nivel
parroquial, diocesano y nacional (cf. DAp, n. 213).
✔ Capacitar y fomentar la participación en los Consejos Paritarios y en los procesos de
construcción de políticas públicas.

c) Formación sacerdotal y vida consagrada

51.El ministerio sacerdotal siempre ha sido muy apreciado y aceptado en la vida de las
comunidades. Muchos de los que realizan este ministerio en las Iglesias de la Amazonía lo
hacen de manera sencilla, pobre y comprometida. Es preocupante, sin embargo, el surgimiento
de un clericalismo que está reñido con la identidad de nuestras Iglesias, y de sacerdotes
autóctonos de nueva formación desconectados del camino de la Iglesia en la Amazonía, de sus
luchas y de su dinamismo misionero. Nos sigue preocupando el perfil que se ha formado en los
seminarios y casas de formación. Es urgente que la formación esté impregnada del espíritu de
sinodalidad.
✔ Revisar la estructura y el contenido tanto de la formación inicial como de la
formación permanente de los sacerdotes, para que adquieran la actitud y las
habilidades necesarias para el diálogo con las culturas amazónicas (cf. QA, n. 90);
✔ Que los seminarios y casas de formación sean escuelas para la vida práctica de una Ecología
Integral, promoviendo un estilo de vida sobrio y cuidado de nuestra Casa Común;
✔ Garantía en las disciplinas curriculares de Ecoteología, Ecología, Sociedad y Pueblos de la
Amazonía, Historia de la Evangelización en la Amazonía y el fortalecimiento del estudio de la
Teología de la Creación;
✔ Socializar experiencias alternativas que concilien lo académico y lo pastoral.

d) Vida Religiosa Consagrada

52. Agradecemos la significativa presencia de la Vida Consagrada en nuestra


Amazonía. Hombres y mujeres de vida monástica y apostólica, que desde sus carismas
están presentes en comunidades donde nadie quiere estar y buscan estar con quien
nadie quiere estar (cf. DF, n. 97).

✔ Apoyamos la inserción e itinerancia de los consagrados y consagradas entre los más


pobres, excluidos y marginados (cf. DF, n. 98), signo de una Vida Consagrada con
identidad amazónica, fortaleciendo las vocaciones autóctonas.

53. e) Institutos Pastorales


✔ Proponemos la reestructuración orgánica, articulada y progresiva de los Institutos
de Pastoral que ya existen en las Regionales, para que sirvan para implementar
estos

10
Líneas Pastorales y responder a los desafíos socio-

eclesiales
Quede se
hoy;
promuevan intercambios entre estos Institutos de
otras institucionesy y experiencias formativas en archidiócesis,
Pastoral
diócesis y prelaturas.

54. f) La Pastoral Educativa y el Pacto Educativo como camino de formación


✔ Valorando el Pacto Educativo Global en la Amazonía;
✔ Reanudación de procesos de educación popular.

3. LA DEFENSA DE LA VIDA DE LOS PUEBLOS DE LA AMAZONIA

55. Es fundamentaldemarcación de territorios indígenas, quilombolas, poblaciones


tradicionales y asentamientos de trabajadores rurales sin tierra . es, de hecho,
fundación correcta. Apoya otros derechos, como la salud, la educación, la
seguridad alimentaria, la cultura, entre otros. También debe respetar laderecho a la
consulta previa, libre e informada. Es el medio por el cual un verdaderodiálogo
intercultural. (Convenio 169/OIT, art. 6, 1,El).
56. Debería prestarse especial atención aPueblos Indígenas Aislados y Recién Contactados.
Hay 114 registros de la presencia de estos pueblos en la Amazonía. Y a estos “debe
garantizarse el respeto a su autodeterminación y libre decisión sobre el tipo de relación
que desean establecer con otros grupos” (DF, n. 50).

57. Reconocemos laderechos de la naturaleza,pueblos originarios, que


“desarrollaron un tesoro cultural en conexión con la naturaleza, con un fuerte
sentido de comunidad” (QA, n. 36), porque “la Biblia no da lugar a un
antropocentrismo despótico, que no se interesa por otras criaturas” (LS,norte. 68).
Nos proponemos:

✔ Continuar asumiendo “la opción preferencial por los pueblos indígenas, con sus
culturas, identidades e historias” (DF, n. 27), apoyando el trabajo del Consejo Indígena
Misionero y de las organizaciones de la sociedad civil indígena;
✔ Fomentar una alianza en defensa de los pueblos tradicionales que fortalezcan sus
luchas, sus economías sociobiodiversas, sus territorios y el buen vivir colectivo;
✔ Hacer presencia con los quilombolas, ribereños, pescadores artesanales, caucheros y
otros pueblos y comunidades tradicionales, para defender sus tierras, territorios,
aguas, mediante el fortalecimiento de la Comisión de Pastoral de Tierras, el Consejo
de Pastoral de Pescadores, la Pastoral Afrobrasileña;
✔ Valorar y apoyar acciones comunitarias y territoriales en torno a prácticas
sostenibles en la agricultura familiar y el intercambio intercultural de saberes y
saberes tradicionales.
58.Agregamos aquí la preocupación con los líderes que viven situaciones de amenaza, que no
siempre tienen a quien acudir, que se ven acorralados y en ocasiones victimizados:

✔ Apoyar y fortalecer las redes de protección y autoprotección de líderes y territorios


amenazados;
✔ Foco en políticas públicas y programas para proteger a defensores de derechos
humanos y ambientales;
✔ Fomentar redes para articular acciones de evangelización social que dinamicen
iniciativas a favor de la vida.

11
4. CUIDADO DE LA CASA COMÚN: MEGAPROYECTOS DE MIGRACIÓN, MINERÍA E
INFRAESTRUCTURA
59. No podemos persistir en el actual modelo de desarrollo, que

ha resultado en un empeoramiento de los indicadores sociales y un aumento de la violencia y los


delitos ambientales en la Amazonía. Es un modelo etnocida y ecocida.

60.Proponemos unmodelo de desarrollo socioambiental, que promueve


economías justas, como la Economía de Francisco y Clara, con equidad social y
equilibrio ambiental. Para ello, es fundamental garantizar el respeto del derecho
a la autodeterminaciónde los pueblos y comunidades tradicionales de la Amazonía.
(cf. Convenio 169/OIT, art. 7, 1).

61.Por lo tanto, no corresponde imponer modelos de desarrollo a las minorías étnicas o


culturales, bajo pena deneocolonialismo . “En todo proyecto por la Amazonía es necesario
asumir la perspectiva de los derechos de los pueblos y culturas, dando así prueba de entender
que el desarrollo de un grupo social […] requiere constantemente del protagonismo de los
actores sociales localesde su propia cultura.”(control de calidad, no. 40).

a) migrantes
62.Los nuevos contextos migratorios en la Amazonía indican que los caminos pastorales pasan por
la articulación en redes con nuevas modalidades de colaboración entre las Iglesias locales, las
Conferencias Episcopales, los institutos misioneros y pastorales, las entidades de cooperación
fraterna, el diálogo y la colaboración con los pueblos nacionales. agencias e internacionales
dedicadas a los migrantes, sin perder de vista el protagonismo de los migrantes en los diferentes
procesos y modalidades de inserción.

63.Proponemos:

✔ Articular un servicio de acogida en cada comunidad urbana que se mantenga alerta


a quienes llegan de manera imprevista, con necesidades urgentes, y pueda brindar
protección contra el peligro de las organizaciones criminales;
✔ Ejercer presión como comunidad eclesial ante los poderes públicos, para que
respondan a las necesidades y derechos de los migrantes;
✔ Fomentar la inclusión e integración entre los migrantes y las comunidades locales, respetando
su propia identidad cultural;
✔ Articular la pastoral en red para enfrentar la trata de personas vinculada a
la migración.

b) Megaproyectos mineros y de infraestructura

64. Minería, “la construcción de centrales hidroeléctricas y el diseño de hidrovías impactan


en el río y en los territorios [...] Somos una región de territorios robados” (IL, n. 45). La
Iglesia está llamada a una relación de cuidado de la casa común, y frente a estas amenazas
de destrucción, tiene el desafío de:
✔ Denunciar las violaciones a los derechos humanos y la destrucción extractiva;
✔ Apoyar, asesorar y defender a las comunidades afectadas por la extracción minera y los
megaproyectos de infraestructura (ferrocarriles, hidrovías e hidroeléctricas);
✔ Diseñar programas de formación sobre el cuidado de la Casa Común para agentes
de pastoral y fieles, abiertos a toda la comunidad en “un esfuerzo por formar a los

12
conciencias de la población” (LS, n. 214).

5. EVANGELIZACIÓN DE LOS JÓVENES


65.El Documento Final del Sínodo rescata la diversidad de la juventud
amazónica: indígenas, quilombolas, afrodescendientes, ribereños,
extractivistas, migrantes, refugiados, entre otros. Jóvenes residentes de zonas rurales y
urbanas, que día a día sueñan y buscan mejores condiciones de vida, con el profundo anhelo
de tener una vida plena. Jóvenes estudiantes, trabajadores y con fuerte presencia y
participación en diversos espacios sociales y eclesiásticos. El Documento también llama la
atención sobre los enfrentamientos: pobreza, violencia, enfermedad, prostitución infantil,
explotación sexual, uso y tráfico de drogas, embarazo precoz, desempleo, depresión, trata de
personas, nuevas formas de esclavitud, tráfico de órganos, dificultades para acceder a la
educación, la salud y la asistencia social, un aumento significativo de los suicidios así como de
la población juvenil carcelaria y de los delitos entre y contra los jóvenes, especialmente
afrodescendientes y de las periferias (cf. DF, n. 30).

66.Aquí, en particular, la Iglesia está llamada a ser una presencia profética entre los jóvenes,
ofreciéndoles un acompañamiento adecuado y una educación adecuada:

✔ Retomar un camino de acercamiento con los jóvenes, haciendo una opción


preferencial por ellos;
✔ Promover una atención especial al acompañamiento de los jóvenes en todos los
contextos y en sus diferentes expresiones: formar líderes, fomentar el
protagonismo, estimular el voluntariado, reforzar la catequesis, desafiar a los
jóvenes a ser misioneros;
✔ Apoyar y acompañar a la Pastoral de la Juventud, cuya historia y dinámica de evangelización
de los jóvenes ha estado siempre cerca de la identidad de la Iglesia en la Amazonía.

SERVICIOS:
- WHABITACIONES COMPARTIDAS

67.El apoyo a las acciones de evangelización en la Amazonía siempre supera la capacidad de


los recursos de las Iglesias particulares pobres en la Amazonía. Mucho se hizo con la ayuda de
los benefactores, e incluso hoy, sin inversiones internas, somos incapaces de enfrentar las
gigantescas amenazas. Ya tenemos un mínimo de estructuras que nos permiten un proceso de
compartir a partir de nosotros mismos:
✔ Articular mecanismos de ayuda mutua desde las propias Iglesias amazónicas;
✔ Intensificar el proyecto de cooperación misionera Iglesia-Hermana de la CNBB;
✔ Presentar, a través de articulaciones que incluyan a las Iglesias de la Amazonía (Comisión
Especial Episcopal para la Amazonía, REPAM, CEAMA), la propuesta de creación del fondo
para la evangelización de la Amazonía, presentada en el Sínodo de 2019.

- CACOMUNICACIÓN
68.En esta perspectiva de la identidad eclesial, de la tarea evangelizadora de la Iglesia en la
Amazonía frente a los llamados que se le presentan, la cuestión de la comunicación es
fundamental, no sólo como cuestión de uso eficiente de los medios, sino desde la propia
dinámica de relación, en la Iglesia y la Iglesia con la realidad que la rodea.

69.En la Amazonía queremos promover una cultura comunicativa que favorezca el diálogo, una
cultura del encuentro y del cuidado de nuestra Casa Común. Para eso:

13
✔ Motivados por una ecología integral, deseamos fortalecer los
espacios de que ya existen en la región, para promover
comunicación
urgentemente una conversión ecológica integral (cf. DF, n. 60);
✔ Invertir en la formación de agentes de comunicación
indígenas,
en su mayoría
✔ Valorar y capacitar
indígenas;
mejor a los agentes de comunicación católicos, especialmente en redes
digitales y radios, con miras a una evangelización encarnada en la Amazonía.

La Madre del Amazonas cuida de los pobres

70.Quisiéramos concluir agradeciendo la presencia maternal e intercesora de María, Madre de


Jesús, Madre nuestra, Madre de la Amazonía. Por su intercesión, pedimos que este IV
Encuentro de la Iglesia Católica en la Amazonía dé muchos frutos, haciéndonos cada vez más
una Iglesia con rostro amazónico, en salida misionera, sirviendo, solidaria, cuidando la vida y
defendiendo la naturaleza. , nuestra casa común. .

Nos dirigimos a ella con la oración del Papa Francisco en elquerida amazona(control de calidad, no. 111):
Madre de la Vida, en tu vientre materno fue formado Jesús,
quien es Señor de todo lo que existe.
Resucitado, te transformó con su luz y te hizo Reina de toda la creación.
Por eso te pedimos que reine, María, en el corazón palpitante de la Amazonía.
Muéstrate como Madre de todas las criaturas, en la belleza de las flores, de los ríos,
del gran río que lo atraviesa y de todo lo que vibra en sus bosques. Le pedí a Jesús
que derrame todo su amor sobre los hombres y mujeres de nuestra querida
Amazonas,
para que sepan admirarla y cuidarla. Da a
luz a tu Hijo Jesús en sus corazones,
para que Él brille en la Amazonía, en sus pueblos y en sus culturas,
con la luz de su Palabra, con el consuelo de su amor,
con su mensaje de fraternidad y justicia. ¡Madre,
mira a los pobres de la Amazonía! ¡Amén!

Santarém, 9 de junio de 2022.


Memorial de São José de Anchieta

14

También podría gustarte