Está en la página 1de 9

NIVELES DE LENGUAJE

DEFINICION:
Comenzaremos por responder qué son los niveles de la lengua, es indispensable
comprender que los seres humanos no siempre se expresan de la misma manera. El
lenguaje se va adaptando, de acuerdo a la situación o el momento.

Por otro lado, los registros de la lengua son o están jerarquizados por niveles como A1, B1,
este es el índice impuesto por el Marco Común Europeo de Referencia para los Idiomas.
Dicho marco tiene el principal propósito de ubicar el nivel del lenguaje de cada individuo.

De este modo, es más fácil entender cuando alguien asegura o emite una frase similar a esta
“Hablo B1 de alemán”.

¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LOS NIVELES DE


LENGUAJE

Si te estás preguntando, ¿y por qué es importante definir los niveles de lenguaje?


En primera instancia, son -mayormente- utilizados en ámbitos académicos y laborales.

Muchos estudiantes y profesionales, usan la escala del Marco Común Europeo como
método de autoevaluación y conocer cuáles son las áreas del idioma que deben mejorar.

Apuntar a los niveles más altos de lenguaje también habla de estándares de excelencia y los
deseos de superación de cada individuo. En el apartado siguiente, nos encargaremos de
explicar cuáles son los niveles del lenguaje.
NIVEL NATURAL DE LENGUAJE:

El lenguaje natural se entiende como la lengua que usan los individuos para interactuar a
través de alguna forma de comunicación sea escrita, oral o no verbal. Una base para
comprender el lenguaje natural es el idioma que empleamos cuando hablamos (castellano,
inglés, chino, entre otros).

TIPO POPULAR:
El lenguaje popular se compone de palabras, expresiones y formas que se utilizan por grupos de
personas asentadas en un territorio específico, lo que deriva en una forma de comunicación
cotidiana muy útil en situaciones diarias.

Se trata de un lenguaje informal que se usa de manera común por personas que tienen un vínculo de
amistad o familiar y que presenta variaciones de acuerdo con la comunidad o la zona donde se
utiliza.

En este tipo de lenguaje se pueden romper las normas gramaticales y ortográficas que dan pie a
modismos y muletillas. También es posible que no atienda a la pronunciación correcta del idioma y
que se enfoque en una escasa variedad de vocabulario, el cual resulta coloquial y repetitivo en
diversas ocasiones.

Parte de la espontaneidad y se expresa de manera natural, sin pensarse demasiado ni ser muy
consciente de su uso. Incluye refranes, frases proverbiales y dialogismos.

Características del lenguaje popular


– Se utiliza en entornos familiares o cercanos de manera automática y poco reflexiva, por lo que el
uso inadecuado de palabras y la mala pronunciación no se ven como un problema.

– Es el nivel más usado de un idioma, ya que está presente en todos los aspectos cotidianos de
interacción común.

– Es espontáneo y conlleva expresiones de afecto, así como juegos de palabras.


– Se trata de una herramienta libre que no está sometida a reglamentaciones ni normativas
lingüísticas.
¡Contrapenas alcancé el camión!
Ese auto está muy chévere.
¿Pa’ que te salías sin suéter?
El próximo sábado nos echamos unas chelas.
Ese tipejo es bien tranza.
¿Tons cuándo vamos a ir al cine?
Ya sabes mija que más vale pájaro en mano que ciento volando.
Vamos a darle con Tokio.
Ya estuvo bueno de estudiar sin ton ni son.
Ora sí está llorando lágrimas de cocodrilo.
Dile a tu hermana que no se haga la loca con el dinero que me debe.
¿Estabas? Pasé por tu trabajo y no te vi.
En mi familia siempre fui la oveja negra.
Me importa un rábano lo que mi tía opine de mi esposo.
Yo pienso que ya es momento de darle vuelta a la página.
¡No pegué ojo en toda la noche!
Esa niña ya le sacó canas verdes con tantos problemas que da.
Supe que por fin encontró a su media naranja.
Recomiendo que sigan las instrucciones al pie de la letra para evitar contratiempos.
Si nos vamos ahorita, vamos a llegar a barrer, mejor hay que esperarnos

TIPO COLOQUIAL:
Se llama lenguaje coloquial, habla coloquial o registro coloquial al modo de habla que
solemos usar en la vida común y cotidiana, en situaciones en las que no necesitamos prestar
una atención particular al lenguaje, ni hacer un esfuerzo adicional a la hora de
comunicarnos, como sí ocurre en el habla formal o registro formal.
Este modo de habla es el que mayor variedad presenta dentro de un mismo idioma, ya que
no hablamos del mismo modo en las distintas regiones geográficas existentes, ni en los
distintos estratos dentro de una misma ciudad. Dado que se trata del habla coloquial, no
existen regulaciones, ni normas rígidas que lo administren, sino que lo más importante es
que sirva para comunicarnos de manera eficaz en el día a día.
Así, la práctica cotidiana de la lengua puede resultar muy diferente a lo que se puede ver en
los libros texto. El habla coloquial es difícil de registrar por escrito, dado que está en
constante cambio, y desde cierto punto de vista es el uso del lenguaje más real y más
concreto, incluso cuando se aleja de las normas y convenciones del idioma. Por esa misma
razón, es inadecuado su uso en situaciones formales, académicas o de prestigio.

Características del lenguaje coloquial


El lenguaje coloquial se caracteriza por lo siguiente:

Es una manifestación diaria, informal y poco cuidadosa del idioma, que se da en situaciones
de intercambio social de confianza, o en aquellas en las que priva la necesidad de
comunicarse rápida y efectivamente, en lugar de hacerlo correctamente y con esmero.
Es fundamentalmente oral, difícil de transcribir, ya que depende en gran medida de
elementos contextuales y paralingüísticos: la gestualidad, el tono, la situación, el entorno,
etc.
Puede presentar poco respeto por las reglas gramaticales, la lógica del idioma e incluso la
correcta pronunciación de las palabras, siempre y cuando logre comunicarse de manera
eficaz. En ella prima el uso por encima de la norma al 100%.
En ella pueden abundar los modismos, barbarismos, neologismos y vulgarismos (groserías).
Sin embargo, no debemos equiparar necesariamente el lenguaje coloquial o cotidiano con el
lenguaje soez o vulgar.
Es común a todos los estratos sociales, niveles educativos y lugares de proveniencia, pero
en cada caso presenta importantes márgenes de variedad, creatividad e innovación.
Es espontáneo, breve y eficaz.
Se permite desprolijidades como la elipsis (omisión de partes de la oración), la
redundancia, la repetición, la digresión, etc.

Ejemplos de palabras coloquiales


En español, forman parte del lenguaje coloquial expresiones y giros como los siguientes:

Uso del plural en lugar de la segunda persona: “Hola, Manuel, ¿cómo andamos?” o
“¡Vamos a calmarnos!”.
Repetición del sujeto: “Ayer me vi con María y también le dije a María que te llamara”.
Preguntas retóricas o “frases-eco”: “¿Sabes? Ayer vimos a tu padre”
Uso especial de ciertas conjunciones: “¡Conque estás de novio y no me dijiste nada!” o
“¡Pero qué grande está Miguelito!”
Uso de interjecciones con distintos sentidos, como “¿eh?”, “¿ah?”, “ay”, “oh”, “¡vaya!”,
etc.
Uso de imperativos “fosilizados” o de sentido enfático, como “venga”, “vamos”, “oye” o
“mira”, por ejemplo: “¡Mira, muchacho, a mí no me hables así!” o “¿Vas a volver a apostar
todo? ¡Vamos!”.
Uso de muletillas, como en: “Entonces llegó el profesor y nos dijo tipo que nos
esforzáramos más”.

TIPO FAMILIAR:
Se define como lenguaje familiar a un tipo de lenguaje informal o improvisado el cual se
utiliza de forma natural en las familias o amigos diariamente.

Algunos ejemplos sobre el lenguaje familiar son los siguientes:

Vente pa’ acá hijo.


Vayámonos pa’ la fiesta.
¡Epale!, ¿todo bien mamá?
Vamos mas pa’ adelante de la casa.
Me quiero pirar de este lugar.
¿Qué mas? ¿Cómo vas?
Vamo pa’ la playa mañana.
El tío va a sacar una excursión.

TIPO VULGAR:
El lenguaje vulgar es el que utilizan los hablantes en ámbitos informales y en sus relaciones
ordinarias. En el lenguaje vulgar abundan las transgresiones a las normas y la utilización de
vulgarismos, palabras incorrectas, incompletas o mal pronunciadas. Por ejemplo: M’hijo
fue al doctor.
El lenguaje vulgar es el resultado de la mala formación lingüística de sus hablantes. Esto
trae como consecuencia que el lenguaje sea reducido y los significados de los términos sean
poco profundos. Además, las oraciones son cortas y con abundancia de muletillas.

Para completar los significados, el hablante se vale de gestos y de expresiones locales o


regionales. Además, en el lenguaje vulgar, los mensajes pueden carecer de sentido y orden
lógico y suelen registrarse errores fonéticos, sintácticos y léxicos.

Lenguaje vulgar no es sinónimo de grosería, sino que se trata de una deformación del
lenguaje.

EJEMPLOS:

Mi amigo le puso los cuernos a la novia. (La engañó)


¿Pa qué te doy consejos si después haces lo que se te da la gana? (Para qué / lo que quieres)
La vecina de enfrente habla hasta por los codos. (Habla mucho)
Esta película es más pior que la que vimos la semana pasada. (Mucho peor).
Estaba aburrido, agarré y me fui a dar una vuelta. (Entonces)
¿Tú me llamastes esta mañana? (Llamaste)
Espero que no haiga cola en el teatro. (Haya)
¿Qué hora son? (Es)
El perro mordió mi almuada. (Almohada)
¿Me alcanzas la azúcar? (El)
Iremos al circo en coletivo. (Colectivo)
Préstame una aúja y te coso el botón. (Aguja)
¿Cómo tas? (Estás)
Tengo dos horas pa estudiar. (Para)
Mi agüelito está resfriado. (Abuelito)
Este… viste que el otro día… este… hablamos de … este… el entrenador de m’hijo.
(Muletilla “este” / mi hijo)
La niña se refaló y se cayó al suelo. (Resbaló)
¿Le enviastes un mensaje a tu mamá para avisarle que llegastes bien? (Enviaste / llegaste)
¡La calor que hace en esta ciudad! (El)
Iré con mis compas a tomar un helado. (Compañeros)
Me pa que la tienda está cerrada. (Me parece)
El gato está arriba de la abuela. (Encima de)
Hago lo que se me canta. (Lo que quiero)
Fui de mi tío a tomar el té. (A la casa de)
Le daré esos güesos a mi perro. (Huesos)
El campamento estuvo de lujo. (Muy bien)
Ese pantalón tiene un abujero. (Agujero)
Pus, entonces que no se queje. (Pues)
Ven p’acá ya mismo. (Para acá)
Aí están tus zapatos. (Ahí)

TIPO REGIONALISMO:

En lingüística, los regionalismos son aquellas palabras o construcciones sintácticas que


resultan características de un lugar geográfico determinado, y que forman por ende parte de
la identidad lingüística de sus habitantes o pobladores.
Generalmente, los regionalismos consisten en variaciones lexicales, o sea, en nombres
distintos para las mismas cosas. Así, son evidencia de la riqueza lingüística de un idioma
determinado, en el que un mismo referente dispone de numerosos vocablos.

Desde luego, los regionalismos son considerados como tales porque difieren de la norma
estándar del idioma, determinada por su tradición o por sus aspectos comunes a las demás
variedades. Es decir, una palabra o uso es considerada como regionalismo por aquellos que
no la utilizan, pero para quienes la utilizan corrientemente es tan solo una palabra ordinaria
más.
Existe cierto margen de debate respecto de cuál sería la “norma” de un idioma, dado que se
lo habla distinto en cada comunidad lingüística. Cada quien considera “normal” su uso del
idioma, sin que ello signifique que el modo de usarlo de quienes viven en el país de al lado
sea “incorrecto” o “especial”. Lo mejor es comprender que la norma ideal de una lengua no
existe en el plano de la realidad, sino únicamente como una abstracción colectiva.

Por otro lado, los regionalismos lingüísticos pueden formar parte de los aspectos
defendidos por el nacionalismo político y por las identidades culturales. Sin embargo,
simplemente son evidencia de cómo las lenguas permiten a sus hablantes un importante
margen de originalidad, creatividad y personalización del sistema.

Puede servirte: Habla

Ejemplos de regionalismos lingüísticos


A continuación, algunos ejemplos de regionalismos en la lengua:

Regionalismos de México (o mexicanismos):

Camión, trolebús o pesera para “autobús”.


Chamacos, escuincles, chavos para “niños” o “muchachos”.
Cuates o compas para “amigos” o “compañeros”.
Padre o chido para “bueno”.
Lana para “dinero”.
Chafa para “malo”.
Chamba para “trabajo”.
Tiras, chotas o julia para “policía”.
Pirado o guasiado para “loco”.
Regionalismos de Argentina (o argentinismos).

Colectivo para “autobús”.


Pibes para “niños” o “muchachos”.
Plata o guita para “dinero”.
Laburo para “trabajo”.
Bárbaro o piola para “bueno”.
Garrón o bajón para “malo”.
Gauchada para “favor”.
Embole para “fastidio” o “aburrimiento”.
Birome para “bolígrafo”.
Canchero para “confiado”.
Chamuyo para “engaño” o “manipulación”.
Berreta para “de mala calidad”.
Tombos o yuta para “policía”.
Regionalismos de Venezuela (o venezolanismos).

Camionetica, bus o buseta para “autobús”.


Carajito, chamo o chamito para “niño” o “muchacho”.
Pana para “amigo”.
Plata, biyuyo o fuerza para “dinero”.
Ladilla o caligüeva para “fastidio” o “aburrimiento”.
Arrecho para “molesto”.
Chimbo para “malo” o “de mala calidad”.
Pichirre para “avaro” o “mezquino”.
Fino o chévere para “bueno”.
Pacos o tombos para “policía”.

También podría gustarte