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CAPÍTULO 3

N WILH ELLA
M a Man A fred
EVOLUCIÓN DEL SISTEMA INTERNACIONAL

bles Imntirmacional 5
INTRODUCCIÓN

El origen del sistema internacional es Inseparable de la evolución del

Sp. Cat Cab LM


concierto de estados europeos de los últimos cuatro o cinco siglos.

- v7 Es este sistema Internacional el que terminaria


principalmente en el curso del siglo Xix, y que
por unificar el planeta,
influiría decisivamente
en el advenimiento del sistema intemacional de nuestros días.
Sin embargo, tanto para tratar el origen de esta Europa u “Occi-
dente” como para adquirir mayor conciencia acerca, de la historicidad
radical de nuestra condición, es necesario dar una mirada rapídisima
a tres situnciones de las relaciones internacionales del mundo pre-
moderno.

ALGUNOS EJEMPLOS DE SITUACIONES INTERNACIONALES


EN EL MUNDO PREMODERNO
e o

No en lodos los casos que a continuación se enumeran se da propia-


mente un “sistema” internacional. Es preferible hablar de “situación”
Internacional, ya que de todos modos es parte de la historia de las
relaciones internacionales.
la
En primer lugar, un ejemplo clásico en más de un sentido;
antigua Grecia, la “Iiélade”, en Ja época de la Guerra del Peloponeso
(431-411 aC), entre dos coaliciones encabezadas cada tina de ellas
por Atenas y Esparta. La Hélade era más que una unión de estados
relacionados por una misma cultura. Ya en 494479 a.C. la guerra con-
tra los persas les habla dado una suerte de sentimiento de identidad.
Esa guerra tuvo para los griegos una significación de confrontación
entre dos culturas, y de defensa de su libertad y de la libertad como
representantes de un orden humano superior al de los persas. Lucha
de estados y de lucha de concepciones y creencias en un solo momento,
fendimmeno recurrente en la historia, y que ha dado luz a los sistemas
Do” Internacionales heterogéneos.
Pero por fruto de ese encuentro ocurrió el fortalecimiento de dos
núcleos de poder en la Hélade, uno liderado por Atenas, el otra por
Esparin, Atenos aparecía liderando a los estados (to mejor dicho, “ciu-
dades-estados”) democráticos y Esparta a los aristecráticos. En la ma-
yoría de ellos se formaron asimismo “partidos” ya sea pro-atenienses
o proespartanos, según su orientación “democrática” o “aristocrática”
.

EA Nr darias
ies que 38 ESLSUS ETE UNED
-
Evolución del sistema internacional UC] “1
“8070 Enfaques básicos
: as sinsobcrania externa (sólo con una soberanía limitada en lo inte -
e " 1
Vigús no se le

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"re spectivamente. Pero a los contenta Oc urrid ello por Ho de una vohiníad o hasta de una plant
"nlención de las

c
y
:
también Atemas, bajo el manto ¿de
vaba a cabo una política de impe “Político y económico, y que
su democracia interna no signific: iba esariamente una política exte-
rior “democrática”. En este caso, dos más mililarizados fueron
n;-pero in guerra anunció el muy
dos triunfadores, con Esparta al ñ
forma
Anfbal— conquistar Tora, De la defensa apasionada y tofai puede
también de una
eclipse no sólo de la civillzación n 30 que
bien surgir una vocación que identifica seguridad con expansión, todo
"de orden político por casi dos mile ello sulilimado por una suerte de mesianismo (aunque estas palabras
también un clásico ejemplo
.
t
La Guerra del Peloponeso cor no sean enteramente adecuadas a esa circunstancia histórica). Se trata
a -iones encabezadas por dos En fin, dentro de los
'en el sentido de que nos ofrece dé otros fenómenos recurrentes en la historia.
tema multipolar en uno bipo- las pro-
estados heremónicos, y que vuelc márgenes del Imperio no había un sistema interestatal, ya que
má lo ni conflicto, más inestable relacionarse entre si
lar, esta último generalmente vinelas no -eran unidades políticas que pudieran
y que tiende a guerras Más totale adidurn este sistema luvo su de lo dispuesto por Toma.
“renlis- al margen
el primer teórico
narrador genial (y, con exageració Ea aiños,
Las relaciones Internacionales continuaron existiendo a un nivel
icídides, que toda estudiante
ta” de las relaciones Internacional muy primario y sin poseer un vínculo diplomático, Esto se daha espe-
'de las relaciones internacionales |h cialmente en dos frentes: ante los persas en cel Oriente, y ante los “bar-
in hist mismo los estados de estos
Como tantas veces en
sistc- baros” al norte, Pero difícilmente podría hablarse de un “sistema”, yA
no antes halógeno asu
pueblos cacrían al final víctimas que extrecía de regularidad en las relaciones, yn sean de guerra 0 de paz.
ma internacional, Macedonia, que € ás primitivo en civilización, pero Cra perfectamente imaginable —y de hecho se dio— una situación de
fermiúó por aprovechar la desunión
más fuerte en voluntad béllen, y ci mutua ignorancia e indiferencia.
y despotencialización helénicas. el caso de reinos —sobrégigdo en Oriente— que nn
Se dio también
tiene una nnolición paradójica: se train de Se operaha
: El segundo ejemplo podian ser sometidos, pero si relativamente Hegemonizados,
un proceso mediante el cual tun tema Internacional deja de ser tal -—un fenómeno también recurrente en
entonces con una cierta ficción
indiscutido de un vlg áctor, que al final ejecuta uno CrAN const
por el dominio la historia de las relaciones internacionales—, y sus TEYES
acclón imperial que convierte n tas:1los otros nclores en mens pro- derados como “clientes” de Roma?
Ñ

vincias internas de su estado: por 1puesto, estamos hallando de Roma. “Al producirse el paulatino desmorona to del Imperio Romano,
toda -
Originalmente una eludadestado omo las griegas, tras conquistar hacla el siglo y d.C., la mayor parte de su esfera oriental se agrupó
de lo que hoy es Ttali > fanza a una serie de encuentros bajo una unidad política que mantuvo la ficción de ser el legítimo
la península
gd. menos impuestos, y entre el
bálicos, más o menos deseados: E sicesdr de aquel imperio: Bizancio. Aquí se da un caso muy especial
sigio rr y 11 a.C. principniment hpuisin In cuenea del Mediterránea, internacionales. “Dizantino” ha legado a ser sinónimo
delas reinciones
24; SU “mundo”, con lo que crea
todo el sistema internacional de de estefilidad discursiva, detallismo paralizante y lcorización alejada
una situación imperial. (0 temerosa) de la realidad. Pero la actitud “bizantina” de
Bizancio le
No sin razón se ha llamado tema “un vasto sistema de incorpo permilió la supervivencia a un estado durante mil años en medio de
raclonas”, ya que, sin nlterar rad ménte las sociedades conquistadas, amenazas premunidas de tin poder a veces muy superior, Tarabién sus
supo mantenerlas bajo un contr anie eficaz y dotar de conciencia enemigos fueron casi siempre civilizaciones más primitivas, más rucas,
de unidad al mundo conocido. Ar aunque sin proponérselo, sirvió pero también más implacables y enérgicas en el arte de la guerra
y del
en la base del mundo
de centro de fusión de culturas que-estarían
daminio. Frente a los “bárbaros”, a los desplazamientos más o menos
este proceso desapareció una de
moderno europeo occidental. belicosos de las tribus que venian del Norie y del Este de Europa,
ternacionales dentro del sistema de
realidad fundamental, las relacio Asia; frente a los persas, n las convulsivas expansiones islámicas,
16.8 partir del Imperio, hacia co-
internacional del Mediterráneo. para en-
árabes, de lurcos, seletúcidas y otomanos, a veces también a la de ssta-
burocracia
mienzos de la era cristiana, Rom y
arrollaría una
dos cristianos, Bizancio hubo de hacer acopio de energías políticas
ración imperial, seria diferente
carar los problemas de la adi espirituales con las que por largo tiempo, con diversos avatares de las
A: siglos, Jas embajadas (aunque 1453.
de una institución existente des circunstancias, pudo sobrevivir, hasta que finalmente sucumbe en
ne tratarían con unidades políti
sin funcionariado permanente);
Conquista del
tE " 2 Para la formación del imperio, cfr. Claude Nicolet, Roma y la
Y y VI de The Cambridge Barcelona, Labor, tnna.
. 1 Para este tema son muy úli qnos IV, Mundo Mediterránco, 2641-27 AC. 2. La Génesis de un imperio,
También cfr.: Peter Homo, El Imperío Romano.
"Ancient Tristory, Caombriige, Cambri “Unlverstiy Press, 1960. Para el funcionamiento del imperio mismo, cfr. León
the Politics ( “Bipolarity, Nashville, Louisiana Sinte Uni Madriti, Espasa Calpe, 1963.
2
J. Tless, Thueydides and
versily Press, 1966.
Pedo
- H -
Evolución del sistema internacional (] 83
"82 [] Enfóques: básicos | ES
META 4 pon i ,
constituyó un poderoso aliciente para conformar una conciencia de uni-
¿Cómo10 Hizo? Comperisando su debilidad material con un arte de
dad en Ja Europa cristiana. Ccastonaimente hubo intentos políticos por
lu política nlernacional muy superior al de los estados de su sistema formar un gran estado que fuera sucesor del Imperio, Ya hemos hablado
internacional. Basado en uha teoría imperial —algo semejante a una
acerca del papel que Bizancio se alribuía a sí mismo. 'Hacia el siglo 1x, la
“ideología” oficial— que destacaba la misión providencialista del estado
dinastia carolingia domina un amplio espectro geopolítico que va desde
(tarea querida por Dios, para el Emperador y su pueblo), sobre todo a
España hasta lo que hoy es Alemania, aproximadamente. Su historia
partir de 1054 cuando sostiene que su religión “estatal”, el cristianismo
de está epitomizada por un nombre, Carlomagno, coronado Emperador
ortodoxo, es la única “verdadera”, su pretensión de universalidad, por el Papa León III para Navidad del año 800. Un emperador tenía el
destino superlor y misionero frente a los otros ptieblos, tordo ello anima
atributo de ser el brazo secuiar de la cristiandad, halo muy superior
a un funcionariado ecremonioso y de mentalidad sutil, que lleva a cabo
al de cualquier otro jefe político, sea rey o mero señor feudal.
un delicado juego diplomático de incorporación de los líderes extran-
Pero faltaban las condiciones históricas. La tendencia llamaba a la
Jeros —sobre todo si son “bárbaros”— al esquema de poder bizantino.
fragmentación, auinque el ideal de Imperio haya constituido un factor
Al resto se le intenta manejar provocando la disensión entre los enemt-
no despreciable en la historia de las relaciones internacionales de la
gos, ofreciendo incentivos y desviando energías, ofreciendo la fuerza
Edad Media, Hacia edsigio xX1se restablece el Imperio con la constitu
cuando se agotan los otros recursos. Requisito parn ello es natiral-
ción en Alemania del Sacro Imperio Romano Germánico, pero que sólo
mente una cultura y un nivél educativo de su funcionarimdo muy supe-
(sl es que los había) en los estados contemporáneos. podía ostentar un poder moral sobre la Europa cristiana. Su poder
rior al de sus pares
real yacía, en fuerte medida, en la importancia de la posesión patrimo-
Naturalmente que las bases ernn frágiles, que la teoría imperial
nial de la dinastia gobernante. En este sentido, el “poder espirituai”, el
no pasaba de ser una ficción y que un triunfo verdaderamente universal Papado romano, pesela a veces mayor poder político que su “brazo
hubiera Hevado a que el adjétivo “bizantino”, en el peor de los sentidos, secular”, el Emperador. Ocasionalmente ambas fuerzas podían coligar-
tuviera plena justificación histórica. Mas toda ciocirina es un aliento se, y con ello potencializar a las fragmentadas unidades políticas en la
fantasioso, pero muy humano, por adivinar la naturaleza y el sentido escena internacional de la época, sobre todo frente a las civilizaciones
del hombre; y ayudar a vivir por añadidura. Ast Bizancio ofrece a sus no cristianas, uno de cuyos episodios más notables fueron las Cruzadas.
contemporáheos una doctriria que presenta al Imperio como tna reali Pero la mayor parte de las energías se desplegaron en esa infinita frag-
dac supraestatal, aunque sólo pueda lograr un equilibrio internacional mentación política que subsislió y floreció bajo el ideal Cen cuanto Lal,
que le permita sobrevivir como actor de su sistema internacional. Un
no menos real) del Imperio.*
factor importante de st eficacia estuvo constituido por la configura-
Mas este ídeal señalaba hacía otra realidad. El mundo cristiano |
ción de un funcionariado especializado, los embajadores, con una forma- esa comu. |
continuó siendo una unidad. La religión y la Iglesia le dieron
ción superlor imbuida de la doctrina oficial. Estos ejecutaron una políti- unidades diferentes una comu |
nicación física y espiritual que hizo de
ca internacional relativamente coherente durante varios siglos —que co- nidad en algunos sentidos mucho más “internacional” que el mundo
rrespondieron a la creación de una “diplomacia”-— y que no fue el
unificado de nuestros días. La articulación del poder en Papado e|
menor de los aportes de Bizancio a la historia de los sistemas y de
Imperio hlzo de esta conciencia un catalizador para la defensa ante las
las relaciones internacionnies 3
amenazas de anegamiento por parte de civilizaciones extrañas. Por otro
lado, el poder en el interior de las unidades políticas no estaba concen-
trado. La Europa cristiana vivía bajo el influjo de una religión institu-
PRETENSIÓN IMPERIAL Y FRAGMENTACIÓN POLITICA
cionalizada muy poderosa, pero que no llegó a configurar un estado
teocrático. Tampoco un "despotismo nsiático” del rey-dios. La monar-
Desde el derrumbe del imperio Romano la historin de las relaciones
quía era débil, pero no inexistente como para no plantear la posibilidad
internacionales en lo que hoy es el escenario europeo presenta un con-
de un equilibrio. La nobleza feudal era una clase privilegiada, pero tam
tinuo movimiento de fragmentación política, de realidades de poder bién otro poder que ingresaba en ese equilibrio, y germen del desarrollo
que, con ejerto abuso tel término, se podrian denominar “estados”. Pero a
constitucional moderno, por lo demás. En las ciudades comienza
éstos eran muy variables en su dimensión y continuidad. La constitu poder que se añade. También surge una
emerger la burguesía, atro
ción de infinitas unidades de poder, proceso ayudado por la “feudaliza-
sensibilidad complelamente nueva y de enormes consecuencias para la
ción” de Europa, se nós presenta como la renlidad política fundamental. moderna. As! se organiza la sociedad baje un piuralismo
civilización
Por otro lado, el recuerdo tanto político como cultural del imperio
E :
sobre este tema, cir. Héctor 3 Tanto aquí como en los mcspiies que siguen recomendamos la /istorre des
un historiador iatinoamericano
3
3 Un trabajo de Relations Internalionales (8 tomos), dirigida por Pierre Renouvin. El tomo primero,
Herrera, Las Relaciones Internacionales del Imperio Bizantino dirante las Grandes
Bréhler, correspos::iente al mundo medieval, de Francois L. Ganshof, Le Moyen Age, París,
Invasiones, Santiago, Universitaria, 1972. También cfr. el clúsico de Louis Hachette, 1958—
El Mundo Bizantino, tres tomos, México, UTEHA, 1956.
1
; 81 ) Enfoques básicos Evolución del sistema internacional 17 ES
ii :
. vital de polos de poder, lá les se articulan en nuevas unidades poll res e los que apenas podemos referirnos, pero

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[a]
Le]

e)
7

.
i. tens, pero que en el micia de Ja Europa moderna no abolirinn esa que un estudioso de in aria de las relaciones internacionales sabe
; multiplicidad: serían el estad demo. que no puede ignorar: la secularización de la vida cultural. Esto ho
t | p significa necesariamente irreligiosidad o anticiericalismo. Pero es un
1 ! | muy fuerte camblo en la perspectiva de mirar n da sociedad. Con ello
RAÍGES Y DESARROLLO L ESTADO MODERNO van el racionalismo y el desarrollo de la curiosidad científica. El capi
talismo” como Una nueva forma de energía económica, que no frinda
En cierta manera, “Testadt in existido siempre. Pero en el sentido y nf siquiera impregna decisivamente por sí solo a la civilización mader-
que comúnmente damos: A palabra, esta realidad empieza a confi- na, pero que ha sido uno de los componentes fundamentales del mundo
gurarse hacin los siglos.xy Ly y conformaría.In base del sistema Inter- contemporáneo. Para nuestro tema se debe destacar st importancia en
nacional europeo. Lentam E, EN el transcurso de la Edac Media, la interrelación económica de Europa primero, y su irradiación por el
; comienzan a configurarse dndes políticas mayores, teniendo como mundo, después. de
El desarrollo las £gmunicaciones con la impresión
marco de referencia un leo a comin en casi todos los casos, tina uynNi- y la difusión de los periódicos y la obtención de noticias regulares,
dad lexcitorial aproximadamente coherente, una filosofía política que ayudó a que sectores sociales cada vez más numerosos tuviesen acceso
destacaba el carácter trascendental ren su sentido teológico) del brazo ala información. Ello se aunó al advenimiento de la “opimón pública”,
secular, esto es, del poder política, y una dinastía que le Iba dando discursiva y argumentativa, que diseñaría y discutirja las finalidades
forma y permanencia en miédio de vicisitudes extraordinariamente im- del ortien político y social, más allá de la legitimidad vigente, de tipo
polí
predecibles y cambiantes. tradicional. Y con esto tenemos el advenimiento de los sistemas
A grandes risgos podemos decir que In evolución siguió tres esta ticos contemporáneos que lerminan por erosionar —generalmente en
dios. En primer lugar, el estado patrimonial, que s origina a partir de procesos evolutivos-— al Antigua Régimen. No en último término, una
la fragmentación medieval y que
Tecibesu allento con el feudalismo. a Ja búsqueda cientifica,
nelitua racional y racionalista daría legitimidad
Su motor está en una didastin que mantiene y nerecienta un patri y haría del conocimiento un foco emisor y concentrador de un nuevo
monió qué deviene en una unidad política. En seguida ese patrimonio estrate: la clase intelectual 3
adquiere tina unidad territorial que no puede cambiar sin más de patrl- Estos fenómenos, que aquí sólo podemos apenas enumerar, definen
monió entre dinastías, no siñ afectar al menos su entorno internacional, los contenidos del estado moderno. Este se constituye en uno de los

CAAJ
Este paso decisivo es el qué puede Jinmarse "estado territorial”, y que actores del sistema Internacional de estados curupeos a partir del si
transcurre aproximadamente entre-los siglos Xy XL — Gr de fines de este siglo ya se puede hablar de un "con:
Por último, hacia fines: del xvrir y comienzos del xx triunfa
en (a del “equilibrio” entre ellos
: Europael “estado nacional, que incluye una “conciericin nacional”,
en otras palabras, Rrestpoñe una prilicipación socinl y política más
amplin y una legitimación secular del poder político. Esta modalidad se a algunos actores no pertenecientes a su mundo culteral Aunque
algu
repite en las nuevas fundaciones de estadosen los siglos xix y xx, inclu o zonas “ignotas” sólo serían incorporad as a
nas antiguas civilizaciones
¡ yendo, las refundaciones ideológicas de nuestro siglo, como: las funda- en el curso del siglo xIx, ya en el siglo anterior el sistema
este sistema
: Clones de estados en la estela de la descolonización después de la en lo interno como en lo externo, era el centro de poder
europea, tanto
.i Segunda Cuerra Mundial. +; en el globo. -

nio. La más importante fue la winidad y ntribución


uE 1 E es io - FU -— PT r
¡imeró'al poder político de 10 dependencia de las estamentos para finan la literatura y los buenos manuales
$ Para Ja evolución del Estado moderno,
¡ciar sus empresas, en especial las guerras. Por último, y casí como coro- abundan, Se debe recoinendar la excelente The New Cambridge Modern History.
1961-1968. Numbramos esta colec
¡larlo de la anterior, la el itución de los ejércitos permanentes, que 14 tomos, Cambridge, Cambridge University Press, 14 lomos,
- Nery ¡mer os aer aura! ción ya que existe traducción ul español, Historia
del Mundo Moderno,
¿luego Wejaría al respectivo Jefe polílico SIA T19A en el interior de su
Sopena, 1978. Cada uno de los tomos está dirigido por un especitlista.
Enrcelora, por George Richarc
¡unidad política territorial, y que paulalinamente se convertiría en la Para el nacimiento del Estado moderno cfr, el tomo I dirigido
(1193-1520); el tomo Il dirigido por Geoffrey Rudolph Elton,
demanda por el “monopolig de la violencia legítima”, dogma de la vida Potter, El Renacimiento del
Las Monarquias Europeas
La Retorma (1520-1559), También elr. lenry Lapeyre, Y -
-estatal hasta nuestros días Labor (Nueva Clio? 1975.
Sipto XVI. Las relaciones Internacionales, Barcelona,
[í :|
1
|
86 7 Enfoques
:
Evolución del sistema internacional 87
| po católico y otro protestante, abocados ambos a conflictos con volun-
a e or
tad exterminadora, Pero esta descripción constituye sólo una cara
LA CONFIGURACIÓN DEL CONCIERTO EUROPEO panorama.
del
Ea
Robo ena
Paralelamente se desarrolló el principio de la “razón de Estado”,
Junto al nacimientd del estadd moderno, para la vida internacional fue que destacaba una ética de engrandecimiento y de interés propio, en-
de capital importancia; el surgimiento de la diplomacia permanente. marcado en el naciente absolutismo, que identificaba al portador de
Aunque por mucho tiempo serín exagerado hablar todavía de un “fun- la dinastía con el “interés” del Estado, como guía de racionalidad para la
cionariado permanente”, de tddos modos hacia el siglo xvr ya existen conducta ciel estadista. En la práctica ello significó que las guerras de
las embajadad permanentes y el sistema de los consulados, uno
de religión se entrelazaron con conflictos dinásticos, económicos y geopo-
carácter político, económico al otro, Venecia, verdadera potencia
y líticos, que trastrocaban “alianzas naturales”, y se vio a católicos aliados
actor europeó desde el siglo xirr hasta el xvi (aunque con
variable for- con protestantes en conflicto con otros católicos y protestantes,
tuna) sería la, maestra de Europa en este sentido. Como así
Bizancio an- como ala muy entólica Francia (que terminó por aniquilar como comu-
tes, como Austrid' en particular en el siglo xix, Venecia
era algo vul- nidad a sus sectores reformados) estrechamente aliada con los “infie-
nerable en un entorno:de actores muy poderosos.
Esta debilidad es les”, el imperio turco que todavía en 1683 llegó a amenazar al centro
compensada con una" diplomacin que permite establecer
un mapa cog- de Europa. En la práctica ello impuso asimismo una cierta modera-
nitivo y una acumulación de informaciones superior
a la de los rivales ción en las guerras y una limitación de las pasiones doctrinarias, así
actuales o potenciales, entre elos Francia, España
y Turquía, poten- como un ambiente favorable para la recepción del derecho de gentes
cias cada una de ellas: de un poder considerablemente superior. y del establecimiento de regias de juego civilizadas en la vida inter-
Un segundo factor és la expansión de Europa a partir del siglo xv, nacional. El desarrollo del capitalismo no estuvo ausenle de este último
con los grandes descubrimientos de portugueses y españoles, que cul- aspectos
mina con la inclusión dél continente americano, vasta empresa de enor-
mes repercusiones en'la vida europea. En el siglo xvir se incorporarían
Inglaterra, Francia y Holandala esta política, y Ja competencia
ecanó- LOS ACTORES DEL CONCIERTO EUROPEO
mica por el ingreso'de las riquezas americanas (o del Oriente)
al esce-
nario europeo fue uh factor de importancia en el origen
de las guerras. En general se pueden identificar tres grandes úreas geográficas. La
En los casos inglés y holandés llo estuvo bastante vinculado
a las for- primera es el Medilerráneo central y Griéntal. las
repiiblicas italianas
mas de producción capitalista. Este desarrollo ultramarino, junto
al nact- -—principaimeñte Génova y Y == €omtituyeron estados fuertes e
miento de grandes estados territoriales (España, Francia, Inglaterra, en influyentes en la Baja Edad Media. Pero su radio no pasaba mucho más
Europa Occidental); Hevó a un relativo eclipse del mnr Mediterráneo,
centro de la historia-por varios milenios, y a un correspondiente Allá de la cilidad-estado. Su influencia económica y cultural fue enorme
auge del en la Europa de los siglos xv y xv, pero sus divisiones y conflictos
Atlántico como esceñario internacional. Pero en términos comparativos,
este último no alcanzaría el mismo carácter de centro vital que en
concitarían la atención de estados periféricos y más poderosos, las tro-
su pas del emperador germano, las del rey de Francia y las de la gran
momento alcanzó el primero. | nueva estrella, España. En 1498 comienza la intervención de estas po
Este sistema internacional se enmarcaría dentro de un radio cultu-
ral bastante homogéneo! el de la Etr tencias, que llevaria n la postre ai eclipse veneciano, y luego de los
iana. Ello estnbilecia una
conninicación fácil y una sensibilidad relativamente común. Antes
estados ¡lulianos como netores de rango “europco”, al menos en lo
advenimiento de los estados nacionales las lealtades
del que a política internacional se refiere. La obra de Maquiavelo también
eran de carácter debe ser leída como un lamento por el triste estado de la penín-
fundamentalmente territorial y personal, también religioso.
Pero ello sula, convertida en campo de balalla de vecinos más primitivos pero
aumentaba la volatilidad de las alianzas y los camblos de
escenario, que más fuertes.
operaban en el marco de un sistema internacional homogéneo que
tenía Tacia el oriente, la larga sombra de Turquía proyeciaria hasta
un efecto de compensación frente al anterior factor.
fines del siglo xvii una amenaza sobre Europá, y sus movimientos eran
Pero entre mediados del siglo xvr y mediados del xvit se desarrolló
la era de las guerras de religión, como secuela de Ja Reforma 6 Sobre estos temas y para lo que sigue, cfr, Mistoria del Mundo Moderno,
y la tomo 1IT, dirigido por Richard Bruce Wernhoam, La Contrarrejorma y la Revolución
Contrarreforma, que alteraron profundamente la sensibilidad
religiosa Económica (1559-1610); y el tomo IV dirigido por J. P Cooper, La Decadencia
y dividieron la civilización cristiana, Este factor le dio un cariz Espa-
hete- ñola y la Guerra de Tos Treinta Años (1610-1648/59J. También de la historia dingida
rogéneo al sistema internacional europeo, Como siempre en por Renouvin, cfr. el tomo II, escrito pur Gaston Zeller, Les
estos ca- De Christonhe Colombo á Cromiwelt, París, Ilachelte, 1068. También
Il Temps Modernes.
50s, las guerras que produjo fueron radicales, bastante carentes de Chinuny, Za Expansión Europea (siglos XIII al XV, Barcelona, Labor
cfr. Pierre
(Nueva Clio),
espiritu cristiano por lo demás; y tendió a dividir a Eu ropa en un 1977 y Michael Toward, La Guerra en la Mistoria Europea, México, Fondo
cam. Económica, 100377
de Cultura
1 ;
BR] Enfoques hásicos
2vDiner ten: del sIsIemma imtermacional Ei E
E
seguidos con
,
atención por
,
todos los
;
gobiernos curopeos. Los principa-
Para el primero (1624-1542), considerado el padre de esta política, más
les esiddos europcos (Venecia cn primer lugar) mantentan sus embaja-
bien parecía dominar la idea de las “fronteras seguras” y de una refatica
das enila Sublime Puerta. Su porier militar cra enorme y mantenia una
homagrnización del estado al interior de sus fronteras, Con Luis x1v
hegem nía de diverso grado sobre lodo cl Mediterráneo islámico y
1661 1715), adquiere más bien un carácter de conquista, que culiao
sobre no pocas pobiaciones cristianas en Europa, especialmente en las
col una serie de iIncorporaciónes en su frontera norte y noraesle
Balcanes. Pero como civilización no podía competir con Europa, y su
Francia lega al cenit de su poder, Pero en la práctica ya opuraha el
átraso tecnológico —que pronto quedaria en cvidencia— no respondía
principio del equilibrio curopeo. Las guerras de Luis xtv, aunque ex
sino a Un orden social y económico —y a una concepción de la vida—
tendieron a Francia a costa de territorios alemanes principalmente,
que no|podría rivalizar con la de los grandes estados europeos. Pero
también mantuvieron al fisco francés al borde de la ruina, y no pocas
Turquía no solamente seria una amenaza; progresivamente, quizás en
veces a la sociedad Lambién. Muchos ven en este desgaste un germen
razón de su debilidad, sería Lambién un factor de equilibrio en el siste.
de la ernsión de la influencia francesa. En todo caso, esta política de
ma internacional, al menos dentro del cálculo de algunos estados curo.
poder dia a Francia un sólido y equilibrado desarrollo económico, un
peas, y ¡establecería alianzas con tun mimero significativo ce ellos.
vasto territorio y una polencia demográfica con la que sólo Rusia co:
¡- Un segundos escenario internacional, y hasta 1917 el más impor- menzaría a rivalizar en el curso del siglo xvrii. Por último, el magnetismo
tante, estaba constitiiado por “Europa "Occidental, En primer lugar debe
eultiral frances, que proyectaría una influencia decisiva enla fsiropa
mos referirnos n la Peninsula Thatié: me en menor medida
del sielo xvirr y en el fenomeno de la Ilustración, no dejaria de consti
Fortugal— sería la gran potencia del siglo xví Rica, extendida a Lodo
tnir tin Maja intanglible en la posición internacional de Francia.
el globo, estratégicamente Sifuada, respelada por todos ty también
?-conslituye un actor singular en la historia del cuncierto
temida por tordos), dueña de la inmensa mayoría del continente ame-
a, actor desiTendo incluso hasta el final del periodo tratado en
ricano, también podía reclamar, merecd a su militante espíritu de “re-
añito ea Segunda Guerra Mundial) aunque su periodo de aro
conquista católica”, la acihesión de los estados entólicos en las luchas
se silúe en la primera mitad del siglo xix. Su condición de isla proxima
confesiohales de los siglos xvi y xvir. Aunque no pudo realizar su nm-
a! continente explica la razón geográfica.de su influencia: pere hay otras
bición de conservar el extenso terrilorio que Carlos V habla heredado
muchas. Desde luego, el desarrollo institucional más evolutivo y adelan-
(1516-1556), y que incluía al Imperio, y perdió la Jucha por mantener
tado de Europa, con la excepción (parcial) de ins guerras civiles cel
la unidad calólica, se mantuvo como la primera potencia curopea en
siglo xvii. ANÍ se creó por vez primera la sociedad política conteinpo
el curso' del siglo xvi, y conservaría un rango internacional destacado
ránea, al menos en su versión democrática pluralista Además, la polí
hasta el fin de la Guerra de Su-ssión de España, que finaliza precisa-
tica extarior era más o menos coherente, canla en lo necesario, arrojada
mente con el Tratado de Utrecht. En su política de defensa de Ja unidad
e implacable cuando las circunstancias lo demandaban, No birsco la
cristiana: muchos vieron (na del todo erroncamenio) una política de
hegemonta, pero fue consecuente en impedir Ja de otras potencias. Y
expansióh española. De todns maneras sn poder legó a ser inmenso.
con ello aleanzó Un stalus de polencia dirigente, y sobre todo logro
Las posesiones ame CANas Y SUS ES pediciones ali Lejano Oriente la con
una proyección global en los mares, de modo de poder anciar fuerte.
vertirian.en "potencia mundial”, y su literatura y pintura del Siglo de
mente sti base económica. Ésta, a su vez, consistió en el desarrollo del
Oro le darían un puesto permanente en la cultura europea. Pero tampoco
comercio, en la colonizaciónde Afíférica del Norte y, a partir del si-
fue el país en donde se produjese una modernización. NI se desarrolló glo xvitr, pasó de una politica comercial a una de asentamientos terri
el capitalismo, ni la secularización ni el cultivo de la clencia. Su atraso
ioríales en él Extremo Oriente, sobre todo can el resultado de la Cuerra
económico llegó a ser un tema de conversación en la Europa de su
te Sicte Años (1756-1763), con exageración llamada la “primera guerra
tiempo. Se desangraría en sucesivas guerras, tratando de mantener
mundial”. La energía económica inglesa y el apoyo de su- política exte-
“intáctas sus posesiones europeas, Flandes especialmente. Su estanca-
rior a la empresa económica harían que este país, pionero en la expan-
miento econúmico y social la llevaria a.ima paulatina pero imparable
sián de ins fuerzas productivas, culminara con el nacimiento de la Revo:
declinación y despotencialización en el transcurso del siglo xvi.
Nición. Industrial hacia fines del xvir. Supo combinar capitalismo con
L randia sería el gran acior internacional en los siglos xvrr y XvII, dirección política, con desarrollo científico empirico y con una opinión
hasta el Congreso de Viena inclusive. Fue la primera potencia europea
pública inquieta y activa gracias a sus instituciones participativas, las
y la que en este período más buscá la hegemonía continental. Desde
que en esta calidad pudieron acrecentarse haciendo de Inglaterra un
mediados: del siglo xvii fue eje de algunas de las diversas alianzas en
paradigma en la Europa ilustrada.
torno de das que periódicamenie (pero volublemente) se articulaba el
Ly filosofín política inglesa ejerció una influencia notable en el
sistema | internacional europco. En la segunda mitad del siglo xvit Fran-
clima de ideas que originó la Ilustración, y un par de generaciones más
cia! tuvo tina seríe de dirigentes politicos que conscientemente tuvieron
tarde provocaría la admiración de un contingente que veía cómo evolu-
unz suerte. de “proyecto” de expansión: Richelicu, Mazzarino, Luis xtv,
cionaba sin revolución, por sobre la quiebra del Antiguo Rágimen.
t
1
ia
Evolución del sistema internacional 1 91

tración, Su ejército inmenso hizo de Prusia un estado militarista en su


Además, hasta ea cdventmilento del motar a carbón y, sobre tedo, el
de combustión: interna, las via marítimas siguieron siendo el camino de ordenación civil, aunque In espontaneidad de su desarrollo le príivaba de
los rasgos más potencialmente despóticos. Por otra parte, desarrollaría
transporte ms expedito. Inglaterra, con su superioridad maritima, y
entre sus siibditos un endiosamiento —también espontáneo— del esta-
teniendo a la vez un ejército relativamente pequeño, tuvo una superio-
ridad militar'relativa, al meros para impedir una hegemonía de otra do, que seria extraño para la época, aunque anunciaria futuros desa-
rrollos. En el siglo xix, trus un cierto eclipse con el cambio de siglo,
potencia en el continente. ¡
Prusia serla nuevamente un estado importante, sobre todo porque fun-
Austria, como sedé del Irnperlo, o lo que en estos siglos quedaba
daría la moderna Alemania.
de él, constituía la' última del las grandes potencias clásicas europeas.
Su eclipse sería: gradual, ' y mantuvo un apoyo político al catolicismo Un último escenario político es la Turopa del Este y del Norte.
de manera más o menos ventajosa. Pero no pudo finalmente consolidar Aquí Tnéliimos ek Báltic y los-países escandinavos, én donde de mánera
uno de sus grandes objetivos, una hegemonía consistente Sobre los cambiante se desiirolfirian una serie de pequeñas potencias. Polonia,
estados slemanes. Su poder, salvo el del territorio propiamente aus- ayudada en su conciencia de defensa de la religión católica asediada
tríaco, de la dinastía de Jos Habsburgos, era fragmentado y obedecía en la región, tendria un papel protagónico entre los siglos xvi y Xvitr.
a intereses eontradictorios. De todas maneras hasta el Congreso de Pero al final, esta “República”, como era conecida (pues era una mo-
Viena (1814-1815), y todavía déspués, mantendría un status de potencia narquía electa por una aristocracia semifeudal), de gran irradiación
enropea mettiana, 0.4 lo menos de una con la que había que contar. cultural, perdería su independencia y sería dividida entre sus vecinos
Los -Pafses Bajos, en dura lueha que combinó afán de indepen- en 1772, 1793 y 1795. Pero la conciencia de pertenecer a una nación
dencia nacional con identificáción religiosa (calvinista), las llamadas no se perdería y jugaría su rol en el siglo xx. Dinamarca y Suecia
Provincias Unildas, lograrían conquistar su Independencia de España serlan las otras potencias bálticos que, con variable fortuna en el siglo
entre el siglo xvr y el xvir. Su poder financiero y su extensión marf- xvii y comienzos del xviti, formaran parte de un rango de sctores
tima hicieron de lo que sería: ITolanda una potencia de primer rango medianos. Aunque pequeñas, podían disponer de un poder militar con-
en la Europa del siglo xvir. Pero las guerras de Luis x1v primero, y la siderabie y tampoco eran fronterizas con un gran estado.
rivalidad inglesa después, pusieron límites a esc poder, y también res- Pero ello solamente hasta el comienzo del siglo xvii. La fusia de
tringieron la expansión holandesa en ultramar, en donde de todas mane- la dinastia Romanof emerge entonces como una potencia curopea, aun-
ras logró erigir su pequeño imperio. En todo caso, la importancia finan- que no en primerisima fila Sobre la historia rusa en las relaciones
ciera de Holanda tiene una profunda influencia en el desarrollo eco- internacionnies muropeas de periodos anteriores no podemos hablar
nómico de la Europa de los siglos xvir y xvirr, e incluso algo después. aquí. Basla decir que con el cambio de siglo sobresale Ja figura de
De la rivalidad con Inglaterra, como subproducto, Holanda nos ha Pedro Í el Grande (1689-1725), que inaugura una política de "occiden-
legado la obra de Hugo Crocio, Mare liverum (1609). CGrocio es uno talización” para combatir el atraso ruso frente al resto de Europa:
de los padres del derecho internacional: no es exlraño que los más por diversas vías éste será el problema ruso hasta el siglo xx. Por cierto,
débiles sear los que eduquen en las nociones de derecho. ese niraso significaba debilidad en la cantidad de poder que se puede
Finalmente, dentro de esta Europa Occidental y Central, que hemos desplegar en ia política internacional. Rusin -ompensaba esto con la
incluido, los territorios alemahes..se presentan como un escenario de concentración en el factor militar, gracias a la extensión territorial
frngmentación política. La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) aña- y a su riqueza demográfica, al menos hasta el advenimiento de la
de una miseria económica y demográfica. Sólo se divisa un poder emer- Revolución Industrial. Reduciría el poder sueco, nbsorberia a Polonia
gente, pero preñado de futuro: de la antigua Marca de Brandeburgo y sería un elemento configurador del sislema internacional europeo
surge Prusta, un actor de la escena internacional a partir de esos uños hasta bien avanzado el siglo xix. A comienzos de ese siglo, alcanzaría
precisamente. Estado cúrloso, con un inmenso ejército, el más verma- su momento estelar cuando contuvo e hirió mortalmente a la expansión
nente de st época, y una buractacia que ha dejado su huella hasta en la napoleónica?
Alemanía de muestros días, pudo ejercer una proyección de pader sobre Finsimente, habría que nombrar un nuevo escenario internacional,
una Etrropa algo sobredimensionada en relación a su tamaño. Dirante un nuevo actor. En América del Norte las colonias inglesas se sublevan
la Guerra de los Siete Años, la Prusla de Federico el Grande € 1738-1786) nt , animadas por una conciencia de
con la sola pero lejana alianza de Inglaterra, resistirín a una coalición identificación propia y por principios políticos muy antiguos, pero en
mucho más poderosa. Fue un ¡madelo de administración, y si menar-
era admirador : "de los grandes ilustrados (€mantenía 7 Además de lo anterior, hay que examinar los siguientes tomos de The New
correspandencia con Voltaire, a quien en un tiempo recibió em su Cambridge... en su versión española: tomo Y, dirigido por Francis Ludwig Carsten,
La supremacia de Francia (1648-1688); tomo ví dirigido por S. Bromley, El Auge de
corte); ea su persona se ven los dilemas entre los deberes del jefe Gran Bretaña y Rusia (1658-1725), También Fréderic Mauro, La Expansión Europea z-
político, alento a la política de poder, y los modelos que ofrecía la Llus- (1609-1870), Bareciona, inbor (Nueva Cilo), 1979.
E
1920 Enfoques búsicos _— Evolución del sistema tntermacional [) 93

| los chales se ve la huella de la Tiustración, una huella “ideológica”, siones está todavía concentrado en muy pocns manos, sin mayor son
procitman ind idlentes tral externo del misino, La ejecución se encuentra encargada a la dipins
podríamos decir, con cierta exareración, Se
en 1776, y en 1783, cnuimina una guerra que Incluyoa rimnela y España, macia, que quizás hayn encontrado su época de oro en este sigla y su
¡ culmina con el Tratado de París; que reconoce la independencia de las
momenío estelar en el Congreso de Viena en 1814-1815. Su reclutamiento
para el sistema internacional sólo nos era fimadamentalmente aristocrático, y en ese siglo casí había una iden-
: trece colonias. Su importancia
Ahora debemos señalar que tuvo un Impacto tificación entre el "hombre de mundo” y cel diplomático, Sin embargo,
.-betipará más adelante.
sistema político, que fue recibido como sensación en este aristocralismo no dejó de influir en una cierta humanización en
“en cuanto nuevo
clima de ideas y sentimientos de la Europa y, sobre todo, de la Jas relaciones internacionales, así como en el sentimiento de que existín
el
Francia prerrevelucionaria. una suerte de "sociedad de naciones civilizadas”, sostenidas por una
El sensibilidad cosmopolita. Pero muy pronto, bajo el manto de una con
!
o] ciencia de cambio y de ordenación racional, se abriría paso a uni nieva
DEL SISTEMA INTERNACIONAL serie de rupturas! -
si RASCOS GENERALES
| EN FL SiGLO XVIII - ES o e
DT

3 EL IMPACTO DE LA REYOLUCIÓN FRANCESA


Y DEL IMPERIO o -

Las consecuencias de la Revolución y de la expansión napcicónica


podrían compararse a una gigantesca explosión, que dentro de sit redio
deja pocas huellas que ia continúen en cuanto Lal; pero sus rsonso-
cuencias llegan a ser inauditas. Aparentemente en 1815 se ha resiau-
rado el mundo y el sistema internacional de 1759. Pero en realidad no
- de la política internacional, al que se recurrín constantemente. Los cen-
se Lraló más que de una breve pausa, aunque sin distinguir entre con
: tros de decisión se concentraban en las manos del cireula estrecho de secuencias internas y externas. Al interior de Jos sistemas políticos, los
del estado, el “déspota ¡tustrado”, aunque muchas veces no
; la jefátura años de revolución y de proyección napoleónica dejarían una huella
- fuera ini déspota ni ilustrado. Tero sí que esta noción indica dentro de
fuerte, que encaminaría la evolución hacia los sistemas políticos moder
“una comunidad cultural en donde, había ingresacio, a las respectivas
nos; al menos, en todo caso, quebrarían definitivamente la legilimidad
un
" clases politicas la idea de que el “mejoramiento” de la sociedad era de los sistemas del Antligtio Régimen.
: deberidel gobernante, y que los fundamentos de esta idea eran básica-
Qira cosa es en las relaciones internacionales. En 1815 se intenta
mente racionales.
y se logra, hasta cierto punto, recrear el concierto europeo, aunque
Esta misma comunidad cultural hizo de las guerras hechos más aqui también jas huellas revolucionarias impulsarían nuevas evolucio-
o méños limitados, n veces caprichosamente iniciados, pero de Jos cua- nes. Anfe tedo, ¿en qué consislió el impacto revolucionario para el
la: pohlación civil estaba relativamente ausente. Además, la misma
; les
sistema Internacional europeo? >
| idea del “equilibrio” y del “concierto europeo”, que imperia la hege-
Desde fuego, en primer Jugar, en el fin “: 10MOgánNeo
“monía de un estado, tendía a poner límites a la ferocidad propia de los
del concierto europeo. Hacia 17€ rancia revolucionaria, pri-
“encuentros bélicos. Las allanzas emmnbiantes nonlan freno a los odios
insuperables, y la paulatina vigencia del derecho internacional! se vio
mera poreñtía del continente “individualmente, sé- identifica
" favorécida por el clima de idens “ilustradas”. Con el siglo avanzó tam- con tina. creencia, y puede apelar a lealtades en las files adversarias. ,
| bién una haciente conciencia aceren de la desenbilidad de la paz y
Asimismo, al infelo de la revolución, en 1789-1790, en muchos gobiernos :
guerra como instrumento de "“inter- europeos se notaban señales de regocijo por los problemas de París,
de la necesidad de desterrar a la
Aunque en el siglo xx no se clivisa ninguna en cuanto representaban una debilidad de la acción internacional de
cambio” entre las naciones.
al res- Francia. Pero en la época de Ia Convención ella representaria un peli-
* esperinza de realización de este desen, el cambio de conciencia
la gro para el orden Interno de los diversos estados. Los revolucionarios
“pecto es una suerte de revolución en la mentalidad social. Al menos,
llevaban ciarnmente una política de “exportación” de sus principios

——
¡ Hiosofía política comienza a preocuparse, y en 1795 aparece el tratado
de Kant La paz perpetua, que tenía sus antecedentes a lo largo del
ft De Ja historia de Renouvin, aquí es muy valioso el segundo volumen, de
siglo. | Gaston Zeller (tomo 1H de la Misioire), Les Temps Modernes 2. De Louis XIV e
¡7 Atinque la opinión ptíblica gradualmente comirnza a Lener influen- 1783, París, JInchetle, 1968. Asimismo cfr, el tomo VII de la Cambridge, dirigida
a cia en las formulnciones de política internacional, el proceso de deci- por J. O. Lindsay, El Antiguo Régimen (1713-1763). g-

1
¡
"
| Evolución del sistema intermacional (3 95
ACTOS
revolucionarios, lo qua
| E
térmiriaria! por
bo
convertirse en unn poderosa ven- en Leípzig, una coalición curopea le asesta una herida mortal, repetida
taja dipromática para In ployectión internacional de Francia. contundentemente en 1814 y 1815,
La expansiórr'y' 'cuasi- dominio" napoleónico sobre Europa se vieron Pero habría otro escenario europeo que sería indigerible para Napo-
facilitizas porque mubhos 'edr opeos podían identificarse genuinamente león: España. Su penetración allí, en 1808, apoyada inicialmente por
con el programa que Napoleón les ofrecía. Las victorias de las tropas Jos sectores liberales (todavía no se denominaban así), anticlericales,
francesas dieron lugara la expansión de una nueva forma de organiza- “progresistas”, que velan en los franceses un aire de renovación para
ción y legitimación social. Lo que Francia por momentos perdió en orga- la alicaída España, sufriría luego un gran revés. Hubo un alzamiento
nización y disciplina,lo compensó en “potencia de conversión”, en irra- popular, provocando la primera guerra de guerrillas en gran escala en
diación tdeológica y an modelo para muchos grupos que en aquella Europa, La rebelión popular duraría largos años, y tenía una orienta-
Europa miraban hacia Paris como fuente de inspiración política. Y ción profundamente conservadora, legilimista, clericalista hasta cierto
Napoleón terminó por demoler la magia de intangibilidad que susten- punto. Pero dejaria un aire de “movilización” que impediría en la Euro-
taba a las monarquías absollitas europeas a comienzos del siglo xix. pa restatirada que los Borbones españoles pudiesen imponer su absolu-
Pero estamos nnte'una moneda de dos caras. Muy pronto en Euro- tismo de manera estable.
pa, no sólo tos “reaccionariob” verían en las ideas revolucionarias un El problema español conduce hacia una circunstancia nueva. Fran-
arma de la expansión del estado nacional francés. Muy pronto la cia lenía un atractivo como modelo para amplias capas y élites euro-
política francesa sería. vista coma la amenaza más seria en” sigios al
peas, y cllo sin duda constituyó un factor de la expansión napoleónica.
principio del'egquilibrio europeo. Y no sería una visión errónea. Con
Pero pronto los ideales napoleónicos serían identificados con una mera
todos los elementos progresistas de la dominación napoleónica, con el
voluntad de dominio francesa, en una dialéctica aparentemente irreduc-
importante hecho de que correspondía en lo interno a una sintesis feliz
tibte. Al comienzo Napoleón encontró seguidores y admiradores en casi
entre lo antiguo y-lo nuevo, á una suerte de compromiso post-revalu- toda Europa. Ál final fue visto como la representación de un Leviatán
cionario, sin embargo "no cabe duda de que buscaba una hegemonía que aspiraba al despotismo universal,
francesa en el continente. “Quizás no una absorción, pero si un liderazgo
Pero esta percepción no fue particular de las éliles tradicionales.

,
Indisputado de París en Europa. Media docena de coniciones se esta-
Se vinculó con una poderosa sensibilidad que emergia irresistiblemen-
dos etropeos' se levantarían contra ese intento.
te: el surgimiento del estado nacional y del nacionalismo. Es el último
En dos momentos pareció que la Francia napoleónica alcanzaria
estadio de una evolución enunciada al inicio del capítulo. El ideal nacio-
su objetivo. En 1802, con la Paz de Amiens (antes cue Napoleón
hal. no se refiere únicamente a una soberanía del poder político, sino
fuera propiamente emperador; era Primer Cónsul), y con el Tratado
en general también a una relativa unidad lingilística, cultural, étnica y
de Tilsit en 1807. En ambos Casos no existía todavía una hegemonia,
A tina conciencia de comunidad, de “nacionalidad” común. Esta con-
pero sí uha clara preeminencia francesa, Quizás pudo eternizarse esta
ciencia va unida ds un sentimiento colectivo de identificación, a Veces
situación. Ten el proceso se habían eclipsado Austria y Prusia, y España
muy agudo (macionalismo), y que a la vez se vincula con una creciente
estaba muy subordinada. Rusia estaba a la expectativa, y dudaba del
participación social en Ja vida política y en otras esferas de la “nación”.
resultado de una confrontación final con el emperador.
Naturalmente este proceso también se relaciona con lo que con cierta
Pero hubd una potencia'irreductible en su tenacidad antinapoleóni-
exageración se ha denominado "revolución burguesa”, pero que va mu-
iaterra. Con breves interrupciones, Londres siémpre se consideró
Cho más allá de una capa social “burguesa”. También es parte, al nmienos
en guerra o en hostilidad conlla Francia revolucionaria y napoleónica.
EN sus origenes y cn alginos estados curopcos, del desarrollo de los
Investida de su poder marítimo y de su creciente superioridad econo
procesos democráticos.
mica, pudo imponer sucesivos bloqueos comerciales al continente, y
animó constantemente A los rivales potenciales de Napoleón, Y podía, La Francia napoleónica y revolucionaria constiluyó el primer ejem-
na sin cierta razón, afirmar que su política no estaba encaminada a plo de esta conciencia nacional aguda. Pero en su expansión europea
obtener la hegemonía propia. Como ya decinmos, la políticas inglesa despertó los mismos sentimientos por doquier, “que se volvieron contra
sería definida como una que obstaculizaría consecuentemente hr emer- ella y minaron las bases de su hegemonía. El nacionalismo alemán,
vencia de cualquier hegemoníá en el continente. que surge con fuerza en estos años, es el ejempio más acabado de las
Rusta sería la otra polencía ante la cual naufragarían las ambicio- paradojas del proceso, El nacionalismo sería una de las piedras de
nes napaleómicas, La incapacidad de la diplomacia francesa para “dis toque de Jas releciones internacionales europeas en el siglo xix, y Ile
ciplinar” a Ruslá en un. frente' continental decididamente antibritánico varia en el curso del siglo, 8 la creación de nuevos estados, Italia y
llevaría a Napoleón a si malhadada expedición de 1812, que terminaria Alemania en los lugares más destacados, y también a una efervescencia
por arrmiínar primero a su ejército y desmués su prestigio palítico y “en Europa oriental y en los Balcanes, minando a Turquía y creando la
Jas bases de su poder. Al año siguiente, en la "batalla :de fas maciones”, “cuestión oriental”, factores que contribuirfan no poco a la Primera
i :
Í Evolución del sistema internacional [] 97
básicos —
%6 E Enfoques
que caida vez se hacía más manifiesto, y por su vulnerahilidad
nómico,
Guerra Mindial (1914-1918), y con cito al derrumbe de la preeminencia l la tiltima autocracia europer basta 1905, en un grnio
como
inslifucióná
del sistenia AnteriacionaT curopeo” que no lo habla sido ningún país europeo en toda su historia.
europea se manifestería una novedad relativamente
En la perifera
crisis eterna de
importante. La intrusión napoleónica en España, y la
EL ORDENALIENTO-DE.JLENA Y LAS RELACIONES esta última, levarfan a la secesión de la casi totalidad de las colonías
INTERNACIONALES EN EL SIGLO XIX. españolas en América (1810-1824), lo que culminar
ía con la creación
y cultura espa-
|
de cerca de una veintena de estados nacionales de habla
+ El Congre de Viena (1814-1015) ha tenido una importancia capital en ñolas, aunquE eno Anbían experim entado las bases cultural es y sociales
+ la histo
storia de Tas relaciones inlernacionales:-Se puede comparar per- de Ta modernización, a la inversa de las colonias inglesas
que formarían
se
rectamente con Westfalia y”con Utrecht;1a nostalgia por su huella la los Estados Unidos. Un nuevo continente ingresa a la vida internac
ional,
ha hécho más fuerte en nuestros días, debido na la “incapacidad de
aunque sea al comien campo
como zo de penetración económica de las
de [Hrmar traindos de paz efectivos, que se hn —
paz”, ala incapacidad Fui
mundiales, Pero
visto;en este siglo después de cada una de las guerras
esperanza que en él pusieron sus
su eficacia no está cn relación con la
que fue eficaz 2 pesar de los anhelos de sus
hija del capitalismo, entre otros, y
actores: se podria decir
material. La revolución industrial,
aulores.
sesgo doctrinario, ria-en nglaferr
5e expandiría por Europa Occidenta
lugar, hay que destacar que tuvo un
En primer
además
casi fideoiógico”. Ficla púz "de las potencias victoriosas, pero bia la reláción máterinl dél hombre con su naturaleza
inmedinta, lo que
que la querían más que por la paz misma, de una segunda naturaleza, artificial, con alto grado
la paz de los “restauradores”, sevarin nda creación
porqite pretendían estabilizar ñi Antiguo Rágimen_ [1 espectro Su consecuencia más nes directa para las relacio inter-
pro- de abstracción.
la “Santa Alianza”, inalcanzable
revolucionario. De ahf el acuerdo paralcio de nacionales fue otorgar a Europa una superioridad material el globo
movido principalmente por los regimenes más conservadores: Rusia,
parael Tásto del mundo, lo que le permitir ía Incorpa rar a todo
su siatus an- siglo x1X. Los
Prusia y Austria; estas dos últimas potencias reasuinicron
al sistema internacional europeoen el transcurso del
calificar
<Témis Internacionales periféricos a Europa sólo se podrían
europeo debía
tes confiscado por la expansión napoleónica. El concierto
anciciante, como unn salvaguar dia institu- o “sistemas regionales”. Lo
operar también, de ahora en de ahora en adelante como “subsistemas”
cional en lo interno. que pasara en cunlqui er parte incidirí a en el equilibrio del concierto
estaban en la inisma posición. Principal-
Pero ho todos los estados cuTOpCO. -
como, subre todo, por ante fue que
mente Inglaterra, tanto por sus instituciones interior o ue este= último,e la consectiencia más import
ad,
sus intereses, impidió el desarrollo mús acabado de esta elposibilid comenzaría una nueva estratific ació poder. Siempr e fue importante
a
La UN

realidad concierto de poder en Jas rela


com se vioón el caso de la Améri LFempaci dad tecno lógic a para la man estar
50 volvería a sus tradiciones de “equilibrio”, sosteniendo Tngía- ciones internacionales. Pero ahora tal ecuac
ión tendría una significación
aislamiento” que le permitía, con apa- la fuente de debilidad
rra una política de “espléndido comparativamente mucho mayor. Aquí estaría
vente desde por los Asuntos colinantales, mantener tina posición de ct
en_del poder impa an
Alemania, te
la consag ración por
los ven- a de paulatina pérdid
mediadora indispensable para un equilibrío multipolar. Además, siglo de la debilidad .española, y la
cedotes de 1815 tuvieron la sabiduría de ifclulr a los vencidos ; y bien nperio Austro-Htngaro más tarde (1867-1918).
serín otra vez actor destacadisimo Caun- s consecuencias de usos y
pronto Francia (restaurada) “De Ta revolución industríal siguen alguna
qué no a la primera potencia iNBE"acuntos intermacionales, De este relacio nes intern aciona les. La más importante en el si
técnicas de las y el
modo ya hemos nombrado a las principales potencias de este concierto
"ED XIX formación de la guerra por el Í ustrialismo
en el siglo x1x, hasta mediados de siglo. Como ya habíamos adelantado,
nacionalismo, Ya desde las guerras napoleónicas se anunciaba un nuevo
importancia, pero aminorada por su atraso eco- , integrados sólo por ciu
Rusia mantendría su giro. Los nuevos ejércitos serían “nacionales”
al. Hacia el final del siglo se impondría la
dadanos del estado nacion
Tugler, La Revolution Francaise el
y además un ciemento
ción obligatoria, que los haría masivos,
* De la Mistoire..., el temo 1V de André
la Cambridge el tomo VIIT cirigido
remplre Mapoltonici, París, Machette, 1961, De
y de Francia (1763-170) ); el tomo 1X
6 de la nacion alidad . Su capaci dad tecnol ógica los haría, para
por A. Gocdwin, Las Revoluciones de América de las ten-
C. W- Crawiey, Guerra y Paz en Tiempos estabilidad y de contención
que incluye a la Restauración, dirigido por la política interna, un factor de
de Jacques Godechot en su versión española disminuye en
de Revolución (1793-1810), Los Mbros
revolucionarias, Il factor demográfico, aunque
son ampliamente asequibles: Las Renoluciones
(1770-1799), Barcelona, Labor (Nueva dencias xx comer
Napolcónica, Narcviona, Lavor (Nueva militar; sólo en el siglo
Cifo1.: 1981; y Enropa y América en fa epoca
para esta prric como para lo que
algo, seguiría siendo fuente de poder
Cito, 1969. Sobre el tema del naclonalisino tanto pronun ciado. Las potencias maritimiis, con Ingla-
«del siglo XIX y la Idea de Nacionalidad,
ME- zaria un eclipse más
sigue cfr. Georges Well, La Europa LO
zico, 'Fondo de Cultura Económica, 1949. '
!
H
1

'
UB EJ Endodniól úsicos
. : ee
terra a la cnbez: aríann múltiplicado su poder, can el dominio de los
internacional, Por ello no deja de ser un mérito el que hasta 1914 no
medigs de comunicación márítimos modernos y el nuevo carácter de la
hubiera conducido a una guerra general. ,
economía: mundial: | a
La fundación del Imperio Alemán (1871-1916) constituyó una trans-
En el campo del procesp de toma de decisiones de política exterior
europeo. El Imperio se basó en una
habría algunas innováciones| La diplomacia permanecería como una ins- formación decisiva del ¿QUITO
Prusia renovada, en una industrialización que haría de Alemania la
tancia primordial. Pero su siatus bajaría algún peldaño. Hacia los años
primera potencia de Europa. Límitó el triunfo liberal pero a la vez
30 y de del siglo xix se introduce el uso del telégrafo, y con ello la toma
modernizó el cohservadorismo prusiano; bajo la guía de Otto von
de decisiones se ¿oñicéntra cón mayor fuerza en el jefe político y no en su
Bismarek se produce en el curso de tres guerras cortas (1864 contra
embajador, ya que el primeto puede tener acceso a-mayor información
Dinamarca; 1866 contra Austria y los estados del sur de Alemania; en
y en un lapso de tiemipo mutho menor que antes. Después, con el cable,
1870-1871 contra Francia) la unificación de Alemania.
el teléfono y —hacia la última fase correspondiente a este capítulo—
la radio, no harían sino acentuar este desarrollo. Por etro lado, el desa- Por muchos siglos —en cierto mado desde la Edad Media— en el
rrollo de los procesos democráticos institucionalizay aumenta la in- centro de Europa había existido un vacio de poder o una fraementa-
(uencia de la epinión pública sobre las políticas “exteriores. No siempre ción, lo que viene a ser casi lo mismo. Ahora se forma una nación
como presencia serena: hasta la Primera Guérra Mundial la opinión demográficamente fuerte, la primera potencia industrial del continente
pública ejercería la mayoría de las veces una influencia más bien beii- hacia fines sde siglo, segura de sí misma (tal vez, excesivamente), que se
configuró”a partir de una erosión frelativa) de poder de los vecinos,
cista que pacifista.
Inicia, uno de los méritos del Ordenamiento de sobre Lodo de Francia.
Volviendo al, tema internacional,
sus actores o por “Tas eircunstar- Esto tenáaría profundas Influencias en el sistema
Viena es que, —ya .5e2 por hazaña de
Mientras Bismarck estuvo en el poder (hasta 1890), logró reprimir las
cias— supo incluir el desarrollo de estos elementos lan desestabiliza-
tentaciones desestabilizadoras propias del impetu de un estado joven,
dores. Durante un siglo no se desarrolló otra guerra general en el esce- el periodo “guillermino”, del
a las cambios a veces dramáticos, permitien- Pero a partir de su deslitución —durante
nario europeo, y se adoptó rol arriesgado,
Guillermo 11, 1888-1913—, Alemania jugaría un
do “solamente guerras. limitadas y “civilizadas”, dentro de lo que cabe.
kaiser
amenazador, aunque sería una exageración atribuirle la responsabilidad
ElT sentido de la civilización europea permanece. A pesar del rol expio-
exclusiva en la serie de acontecimientos que condujeron a la Primera
sivo de la opinidri- pública, ño “debe olvidarse el avance de las inquietu- 1871 Alemania había llegado a
Guerra Mundin]. Bismarck creían que en
des humanistas. Maád allá de las causas económicas, la licihn por hi envanecídos por el poder nue-
la esclabitud tuvo un decisivo impulso debido a las posi- st máximo poderío; sus sucesores, algo
abolición de
doctrinarias de la -opinión pública en este sentido. vo, quisieron acrecentar y proyectar algo parecido a una tendencia
ciones
xi correspondió ala cúspide. ste la vigencia del hegemónica. Con ello crearon un vacio a su alrededor, echando por
En suma, el sigló XIX
ente alconcierto” tierra la política del fundador en orden a impedir la formación de una
sistema internacional oe
conlición contraria mucho más poderosa. Y las condiciones serian bas-
tente diferentes de las tradicionales coaliciones curopeas.
Otro escenarío importante lo constituyó la Europa Quriental y la
HACIA EL FIN DEL CONCIERTO EUROPEO 9 “echarían
reglón de los Balcanes. El nacionalismo cultural y polí
la profundas raíces como elementos formadores de la nacionalidad. La
de los ¡tdotores ráferidos a continuación podía significar
Ninguno de poder, por el que
en su conjunto impreg- agonía del Imperio Turco crearía un eventual vacio
erosión irrevocable del concierto europeo. Pero
fín rivalizarían Rusla y Austria-Hungría principalmente, Esta “cuestión
narlan la atmósfera ide su tiempo y sentarían las bases para un
oriental” constituiría yuna fuente de interminables conflictos y sería la
relativamente ceótico (1914-1941) de este sistema intermacional.
del siglo xix.
“Ergacionalismo fue una de Jas grandes fuerzas nuevas taa pudo Srolongar su vida artificialmente, ya que algunas potencias
estados , a vec ar la vía de
Como | llevaba a e fundación de nuevos europeas preferían ver u Turquía conservando posiciones antes que
istentes (Turquía, el Tmpi Austro-1ftin-
entregándolas a estados que acrecenlarían excesivamente su poderío.
AF “a ESTA parcial d algunos estados tFrancin], su expansión se relería especialmente o Rusia.
€ en el si te ma Esto último
lendría consecuencias _snorinemente desestaBilizadoras Entre 1871 y 1914 no existen guerras generales, y sólo algunas gue
e. :
escrita por el mismo Pierre Renouvin. Pero los rras limitadas en Europa, estas últimas en los Balcanes. Pero la atmós-
1 La Histoire... coritinúa ahora
custra tomos corresponttientes 2 los siglos XIX y XX están
reunidos Cn NN solo
Siglos
fern general aparecía no sólo para la posteridad, sino que para los pro-
Relaciones Internacionales.
volumen: en su edición española; Historia de las
a Ja Cambridge, cfr. el toma X, pios contemporáneos, como una preparación para una gran ruptura.
Akni, 1902 Con respecto que se
XEX y XX, Madrid,
DIR EF Cenit del Poder Enropeoe CISI0- 1870). En el escenario de Europa Central el nacionalismo, a medida
dirigido nor John Patrick Tuer
acercaba 19147tenín otra virtud desestabilizadora del sistema. El Impe- .
1-
1

100! O Enfoques básicos —


Í Evolución del sistema internacional 1) JO
e! -
rio. Austro-Hunga ro constituía una TREEZA EtaAd
Miltinicional en la era de
: las nacionalidades. El derrumbe del Tmperio "Turco acentunba
inma
ias re
y € d
5 Erandes masas, de modo que las confrontaciones
BTO, ya que algunos de sus sermentos tendía este peli cionales sufririan
imicrna.
n a unirse con otros que una cierta inflexibílidad por el carácter moral
moralista)
¿y
estaban bnjo el dominio tno del Lodo impues que se les atribuiría, de modo de hucer
to) de Viena. También se cada vez más difi-
exageraba Tn rivalidad con Rusia, culcosa una transacción en las sucesivas crisis
De este mode, Alemania y Austrin- que experimentó ej «is.
-Huhgría comenzaron a formar tina estrecha alianza, pero tema internacional en los últimos cuarenia
que vería años antes de ¡9lA,
reuhirse en contra de ella una coordinación Ten este sentido, hay que decir
de estados potencialmente que el
ambientede crisis Se
más poderosos, - 1 configuración de dos grandes bloques de alianzas entre, ay
lAl mismo tiempo, existian factores profundos que afectarían enor-
1 nte, 1890-1914: por una parte Ts Tie Aina de Alemania, Ausiria-
memente nl sistema Internacional: cl AER Hungriae lalia (que desertaría de ella en
en primer lugar. 1914) Y, por la otra, Ja Triple
Se ha discutido —y exnpgeradó-.. mucho el rotel-finperialismo, tanto En L con Francia, Rusia e Inglaterra,
su que al fin tuvo que safir de
“en la política internacional como en el desarrollo aislamiento, que ya no era tan “espléndido”. De
económico de Turopa. este modo, en epoca
Lo cierto es que hacia 1870-1900 algunas potenci de paz se presenció ya la desaparición del sistema
as europeas (Francia e multipolar y Ta
Inglaterra principalmente) octipan tanto Ins zonas no estatales del tendenciaa
rafa g
idación de uno bipolar lolo que anuncir
ant ia JA gio.
globo rÁfrica) como algunas sociedades antigua Fa intensa y pasional, que sepultariía la preemin
s que no pueden resis- encia europea en el
tir la intrusión de los estados europeos (Asia), mundo. -
Se pueden citar una
multitud de causas: rivalidades comerciales, húsqueda Finalmente, en este período se da el surgimiento de desgnevos
de equilibrios tto.
de poder, razones de presilgio, necesidad de materias primas, desahogo en el escenario internacional. Es
de tensiónnes sociales, Aunque siempre encontramos
varias respuestas de vista de Ja “cantidad” cle poder isponible, la primera polencia del
apropiadas, también es necesario insistir en que mundo después de 1900,
no todas las naciones Pero su doctrina de política exterior, en la
ejercieron este imperialismo. Alemania e [alin
sólo recogieron despo- medida en que la tiene, le demanda una actitud “aislaci
onista” Tor otro
Jos, y la primera no se enriqueció ni fue TNT5
poderosa medianic esta lado los principios morales, que estin muy vivos
política, Rusia practicó un clerto expans en sus tradiciones de
ionismo. Estados Unidos, caso cahducta ante el sistema internacional, se acomod
aparte, aparece con un cuasiimperialismo, an a aclífudes my
en el cual las rAZONES eCOPoO- pragmáticas en su entorno inmedinio. Por lo demás,
Hticas y de política caso prástieamente
interna explican con mayor credibilidad su expan- excepcional, hasta la segunda mitad del siglo xx su existenc
ia nacional
sión, En todo caso, este empuje europeo termina por ocupar
e incorporarlo a un sistema interna el globo no estaría jamás amenazada. De ahí que pueda barajar hasta
comien-
cional rinbal Naturalmente, otra 705 Ce siglo una política enornfemente moralista
cosa es el fortalecimiento de ina economía y enormemente prag
mundial, de la cual este mática lado a lado, casi sin percibir la fensión
imperialismo no es más que un episodi entre ambas, Su aísta
o, cionismo, en todo caso, tiene
Pero más importante es olra cara del imperialismo límites. En el área de Amética Ceniral y
, Las disputas del ribe Neva a cabo tma política cuasiimperíal Y se conduce
coloniales dejaron un rasgo extremadamente conflic con
tivo en 10o€Tttores un agudo sentido geopolítico en el Pacífico, chocando ya muy
del sistema internacional, y contribúveron al comen
a cargar la nimósfera inter. zar el siglo con otro actor emergente, el Japón.
nacional con un afre de enfrentamiento irreversible.
La sensación de Tssie país corresponde
asedio de las clases políticas responsables de las al único caso en Asia en donde la intmusión
políticas exteriores europea desde mediados del siglo xix provoca una reacción inmedia
respectivas se vio incrementada por esta rivalid ta
ad colonial, de modernización de parte de sus élites tradicionales, Japón desarro.
Más importanie todavía, In época del imperialismo ejercería un Haría ina política con la ambición de crear un imperió ¿omo el de
atractivo irresistible sobre ins asis incorporadas a la vida política, algu.
al queno Serían
nas potencias EUropcas y ser aceptado como par por aquéllas. Pur el mo
inmunes las tendencias revolucionarias
del ruptiristas mento su poder sería limitado,
SOC 9 marxista, la gran nueva ideologia del mundo pero ya se destacaba por su singularidad,
moderno, De
este modo la carrera por las colonias se revisiió Las cia
tendencias helicist .militaristas no ya de estados
de un carácter emo- sino como
cional que limitó la acción más racional de muchos aparat desarrollo espontánea de importantes sectores de In opinión pública,
os diplomá.
ticosi Además, éste Bo era un fenómeno tienen su contrapartida en un timido nacimiento del pacifismo. Algunas
desvinculado de tendencias
ideológiens afines, como los movimientos “pan” (germanismo,
tendencias son de tipo ético humanista, otras de tipo revolucinnario,
eslavis- que en algunos casos anuncian una modalidad
mo...) el socialdarwinísmo, cl vanguardismo diferente Pero de no
estético, el nacionalismo
coma ideología, cl racismo y el antisemitismo, En menos implacable belicismo. Por otra parte, el avance del derechn
inter.
su sentido de “orga-
nización”, estas tendencias no representaban nacional en el siglo xix llevó al alumbramiento de tina serie de acuerdos
en general más que a
pequeños grupos. Pero como contribución al “espíri internacionales no políticos (postales, de comunicaciones
fluviales, rie)
tu del Liempo” se
infiltrarían sutilmente en la mentalidad gta hacían vislumbrar a las futuras organizaciones internacio
ce las respectivas clases poll nales In-
cluso hubo algunos intentos fallidos de planes de desarme. Estos tilli-
72 -
Evolución del sistema internacional £3 103

102 El Enfoque básicos


TT inepta, el desarrollo inaudito de las técnicas de tritoración militar y el
Doa Eo : e haufragio biológico de una generación europea impusieron un tremen-
mos tyeron importantes más que por su concreción (nula), por su sim-
do sacrificio y uña tremenda impresión a los contemporáneos. Alli se
ple aperición en
Reel escenario; universal."
hirió de muerte a la vieja Europa, y la sinrazón del conflicto para
da, muchos, como la fanatización contra los "traidores internos” para otros
E Port .
Y LA DESPOTENCIALIZACIÓN
muchos, produjeron transformaciones profundas en la legitimidad polí
LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Lica. Entre otras consecuencias, la relación entre guerra y paz parece
DEL CONCIERTO EQROPED
ser que experimentá un punto de inflexión: aunque la guerra: en nom-
de tendencias y tensiones que se habían bre de la paz sígue siendo una presencia en nuestros días, por olrg lado
La guerra fue el, resultado
la experlencia de la guerra como algo normai e inevilable ha sufrido
scudo por ret aenipo- Per ero NADIA CoNSUtiyo- para 1a- eláSe
una deslegitimación a partir de entonces. Al menos se pagaría un tri-
polítiea er ente" ema Góntianza en el inapelable avance y triunfo- del
cosmopolita euro- btito a Ja retórica de la paz con posterioridad a los dias de la “Gran
"progreso" y de lós válores Nhumanistas de la cultura
Guerra” fcomo se la llamó entonces), y ningún conflicto significativo
pea. Este hechó nó está en absolito desvinculado del quiebre del siste-
sería saludado, a partir de entonces, como tna salvación en sí mismo.
ma internacional? . |
En tercer lugar, la gue rra fue “mundisl”. No sólo porque Europa
Pues, en primer lugar, si la tendencia a la bipolarización del sistema
involucraba al mundo, sino también porque el mundo se unificó en un
internacional yya. habiá acentuado, la inestabilidad, la carga emacional
sistema de emeciones único, La guerra, al demandar sacrificios Lan
que acompañó el estallido y: las primeras etapas de la guerra se con-
inenarrables, y muchas veces incomprensibles para las grandes masas,
virtió en un factor agregado | de ese quiebre. La guerra iba a ser breve,
demandó lambién nuevas justificaciones. En este sentido existe un cla-
pero se extendió entré 1914 vi 1918, Al comienzo fue recibida con una
ro proceso de Ideologización.de la guerra, er cuanto que su nueva legi-
explosión de júbilo que abarcó ala abrumacora mayoría de todas las
timidad está representada por doctrinas supranacionales, que le da-
capas de la población europea en todos los estados involucrados, El
cuanto rían gran fuerza (y en clerto modo salvarían) a un grupo de actores,
fenómeno tuvo relación con los procesos de democratización, en
los Aliados. Este hecho está vinculado con el ingreso de Estados Unidos
la opinión pública tenía más influencia en las decisiones de” política
en la guerra en 1917 y con su liberalismo aplicado a las relaciones inter-
internacional. El clima de carácter belicista abrió paso a odíos y a una
nacionales, privilegiando retóricamente los aspectos de democracia y
téndencia a intro El principio erexterminio en las relaciones éntre
artodeterminación nacional. Por otra parte, aunque no influiría de me-
los estados enemigos, aunque TO Ted más que potercialmientepor el
nera inmediata con la misma fuerza, la Revolución Rusa ayuda a ideolo-
MONTENtO. Los Aparatos de propaganda de ambos bantdos ayudaron a
gizar el conflicto, gracias a su nieva interpretación de la guerra inter-
profundizar el foso que separaba a los pueblos y con ellos a convertir
ianal como guerra clvil internacional. Los nombres de Lenin y Wilson
ala guerra en inmanejable como acto político. La ón militar del
der boichevíque y el presidente norlenmericano— están indiso-
lublemente ligados n este proceso.
se desvaneció toda posibilidad de límitario. Para los Alindos, Francia e
* En el choque de voluntades y de resistencia, a la postre los siste-
Inglaterra, las "potencias centrales” (Alemania, Austria Hungría, Tur
más democrilicos demostraron ser más vigorosos que los sistemas auto-
quía) aparecian como: despolismos militaristas, atingue los primeros
rifarios Austria-Hungría y Rusia, sobre todo, también Turquía, aun-
tenían Ja incómoda aliánza de la Rusia zarista. Los segundos -—víctimas
que es un caso aparte) o monarquías semiparlamentarias, semiautorita-
de una propaganda en general exagerada. desarrollaron una ideolo-
rias como Alemania. El derrumbe del zarismo, y con ello de un camino
gía de la defensa hacional, apoyados en los inicios entusiastamente por
“occidental” para Rusia, tendría hondas consecuencias. Pero el fenó-
los intelectuales, perono podrían ofrecer una creencia más universal
meno que.en el curso de la guerra produjo mayores transformaciones
para competir con las democracias occidentales.
fue el ingreso norteamericano al conflicio, o el Jiderazgo del presi-
En segundo lugar, la prolongación de la guerra, la estrategia militar
dente Witson (19:2-1921), Estados Unidos rompe su aislamiento y pe-
que vienen se reconiend: Epnabmente a netra en la política mundial dispuesto a participar en la configuración
TT Como antes, y pare los acápited
Renotvin.. Be ln Cambridge, en su edición en español par cierio, hay que ver el del futuro sistema Internacional global. Aunque ya desde 1914 se había
tomo Xt dirigido por F. IL. Hinsiey, El Progreso Aateriat y los Problemas Mundiales comprometido económicamente con el conflicto, fue un vuelco de la
(1870-5755). También el tomo XII, que asimismo vie para los acúpitrs pesteriores.
dirigida por C. L. Howat, Los Grarides. Canfticios Mundiales 7 1893/500E-ED15Y Pura el opinión pública y una suerte de sublevación moral la que lleva al país
clima de ideas suscitado por el fmperialtsmo y la influencia de las Edeologias rai a involucrarse en el conflicto y a una resolición “democrática” del mís-
cales amten de 19H, cir, Hannah Arendt, Los Orígenes del Toralitarisma, Mudrid, mo. Esto le olorgaría a sti participación tin carácter de cruzada, a la
Alianza, TOBL, especialmenté tomos l y 2. Sobre el aspecto diplomática del origen
de la grenra. queremos referimos: a dos clísicos que y veces st escuentran en que, sin embargo, y en difícil coexistencia con lo anterior, se añadían
biblinteras. de nuestro continente”; A. 5 P. Taylor, The Struggle far AMastery in
motivos geopoliticos que se anidaban en parte de la clase política nor,
Europe, 1843-1918, Oxtord, 1954; Laigh Albertina, The Origins af the War of 19H, tres
J. Mom
tomos, 1952:1957, Por ctra lado. un: bro táciimente disponttrie,
meen, ¡xa Epoca del Imperiatismo.; Eutopa M38% 1913. Madrid, sigo XL,
Welfiu
161. SÍ
104 Cj Enfoques búsicos

teamericana desde comienzos Evolución del sistema


de siglo. Como los Aliados estaban internacio al [1 105
— dos en 1917, se puede decir que la inter agota.
vención norieamericann decidió
el resuitado de la guerra, Por prime dos Unidos, la potencia inspiradora,
ra vez en varios siglos, una poten la convirtió en sus primrros y gti
extracufopea —auinque salida de Ja cultu cia zás cruciales años £1920-1923) en un
ra europea— fue decisiva para instrumento de la política francesa,
la resolición de un conflicio en el interi mucho menos dispuesta a las concesione
or del sistema Internacional s que la inglesa y la nortenme
europeo, cuyos aclor ricana . Además, al comienzo, Alemania
es —ahora despolencializados— fe excluida de Ja vreanización,
ya no se bastaban
a sf mismos para configurar un siste De este modo el sistema internacional
ma internacional de alcance global. es. se articuló en dos sector
También presenciamos, aunque todav Por una parte, en los estados del
ía lmitadamente, la penetración stafu quo, Francia e Inglalerra sobre
de creencias en el sistema internacional todo, y los estados revisionistas, Alema
que terminarian con su homo- nia y la ahora tSnion Soviciion
geneidad y le darian —entre otros en primer lugar, aunque sumamente
TASLOS— un carácter heleropéne despotencializados. El conflicto
acuerdo con la denominación o, de tranco.alemán
de Raymond Aron (ver Capít se destacaría como el problema de las
ulo 7).1! Nacionales,
relaciones inter
y asi lo aparecería también Para sus actores, mientras que
U ; - Inglaterra intentaba un cierto rol media
dor. Fero desde nuestra perspec.
EL ORDEN DE VERSAILLES Y EL VACIO
tiva, y para no pocos contemporáneos de
DE PODER miraca penetrante, ello signi
EN EL SISTEMA INTERNACIONAL ficó una gravosa distorsión de las perspectivas.
texto en el cual se daba ese confli entender el ron. Para
cto-eje, tenemos que ponderar
actores del sistema internacional a Jos
Ln Paz de París (1919) constituyó la serio de y a sus conductas.
tratados que los vence. Tn el interior de Alemania habia
ACTES TEE rra firmaron con cada unanimidad
uno de los vencidos. Pero es más sidad de revisar Versailles y devolv
acerca de la nece.
conocida Por tno de esos tratados; el de Versai er al país el stalus anterior: había
lles, concluido entre divergencias sobre el méiodo y los
Alemania y los estados vencedores El “Orden alcances de la revisión,
de Versailles” corresponde Tn Francia
a la situación había manimidad en el uso del trata
internacional cnropen” y Tc refier do y de Ja Sociedad de las Nacio
e al predominio de los hes como instancias de congelació
vencedores en Europa, Francia e Inglaterra en n de la siluación del momento.
primerísimo lugar, y a Se
sus visiones diverg entes acerca del sentido de ese “orden”, percibía el futuro como evoluciona
ndo en contra de las probabilidades
terminó siendo
que más blen de poder de París. Pero más allá de
un desor den y un naufragio ellos y aunque Lambién girmdo
casi sin paralelo
historia. H en la En torno a estas posiciones, los
diversos actores efectuaron su propia
Versailles, como
evalu ación de las circunstancias,
simbolo ¿de Ios triiados, ha dejado
memoria tras de sí. En la literaturn una negra Quizás el dalo clave que permite entender el vncín
se le nombra eomo tin ejemplo de de poder en eli
cómo no se debe concebir un tratado de paz. El tratad
sistema internacional ¡o constituye la” política internacional de los
la tradición del concierto europeo, o m0 estuvo en EE.UU El presidente Wilson fue el gran jinpulsor
en cuanio no consultaba la Thélusión de la Secir ind de
más o menos fluida del vencido en las Naciones, que recogía variadas tendencias internacionalistas
el sistema de los vencedores, como riel
lo fue el Congreso de Viena. Y Lanifochd siglo XIX, y que estaba pensada en su Origen
como una organización
se trató de una mñz “carla.
ginesa”, que condujera al derrumbe mediadora y conciliadora entre vencedores y
vencidos, pudiendo ser iu
total del vencido, a sit inpolencia
como actor del sistema, como efectivo agente de paz en el mundo de la posguerra. Pero el Senado
sería En 1945, Esto es válido,
Lo, sólo por supries- nortenmericano —guardián de sus prerrogati
sl habiamos en el plano de 11 eficacia vas constificionales y de
paz, y no en la de una la tradición aislacionista— rechaza la adhes
de su moralidad. Versailles impus ión de EM.UU
o no bocas arbitrariedades a la orga-
abusos territoriales, politicos, y aigmunos nización, respondiendo así las tendencias más
reparaciones económicas difícil profundas de la polilica
Ear a Cumplir. es de obli- exterior de su pais. De esta manera EE.UU
Para Alemania significó el casí . regresa a una nctitua
reparaciones económicas a los total desarme, enormes uisiacionista y no intervendrá en
vencedores, ocupación parcial la política europca, salvo en asper
de su relalivamente margi ios
territorio y reconocimiento de su culpab nales. No se trata de que EE.UU
ilidad, Desde el punto de vista mundo, Sdlo de que lo hará
, no intervenga en el
de Ja cfectividad, humilló Pero no de acuerdo con una definición
aplastó. Pero Lampoco fue una paz sus intereses, como en la región esirreha de
imposible. Criginalme nto se pensó de América Central y el Caribe,
que la Sociedad de las Nuacianes el Pacífico, al punto de enfre como en
haría Jas veces de una insinncia conciliaiora; pero la ntar una creciente rivalidad,
ausencia de Esta- enfrentamiento con Japón, que culm tensión y
inaria en Tear! Harbor, IHirnshima
y Nagasaki Intervendria lambi
én, ocasionalmente, de man
* La bibliagraría anteriormente
citada vale también para este mática, en el ordenamiento de era no siste-
Temos agregar un par de títulos de tema. Sólo mue las finanzas internacionales (Plan
abras reinlivamente asequibles. E. S. 1924; Plan Young, Dawes,
Mart, Jlistory oj tha First Word
War, Londres, Pan Dvoks, 1970, Liddc 1928, de
reguiación ambos sobre las repar
la materia. TE. Stuart lNugues,
Mistorin de Europa Contempordiu
es un clásico en préstamos de guerra), Cuan aciones y
rin del ra, Santiago, Edito. do lo hizo en este ámbito
Pacífico, 1966, tiene valor, especialmente siempre fue constructiva, y su actuación casi
publicado en nuestro media. por haber sido traducido y permitió echar lus bases de
mitiva internacional al desas la única alter.
H tre que aparece en este perío
ritti de Locarno”. do, el "Espí.
Pero para muchos historiadores es precisamente In
L0--
mee
¡
E Evolución del sistema internacional 1] 101
|!
í
1 E.
L
106 FI Enfogies bd SICOS
E ¡ .
de intercambio
carencia de ria mand reguialiva en los flujos mundiales litar a las potencias occideninles. Fruto de ello son los Tratados de
de
comercial y financiero lo que explica la profundidad y prolongación
la Gran Depresión (hacla 1928-1939). En esto Estados Unidos tendría una
ya que una gran potencia no puede definir sus entender el clima
gran responsabilidad; va interrelación económica entre los dos paises. Páru
y aislarse de las fuentes de conflicto señalar que en Berlín eran los
intereses de manera ;estrecha, polílico de estas relaciones, hay que
global, y en el
del sistema internacional. 5 sistema internacional es sectores conservadores y “restauradores” del ejército y de la burncracia
sigio xx eHo Implica á todo él mundo. El aislacionismo nortenmericano quienes promovían esta política, y que eran criticados por los social
ionismo estrecho
no fue más que un espejismo que cubrió un interven demócratas, el partido mayoritario.
queen Pelr! Harbor el sistema internacional se le
de miras, hasta
más Brutal, como una guerra a la que no podía
presentó en su forma
sustraerse. * o 1 !
La aparición:de la Unión Soviética en 1917 (aunque este nombre agrupó durante los primeros 30-40 nños de su existencia a la inmensa
es el ótro gran
73) acontecimiento
sólo lo recibe de manera oficial e mayoría del marxismo (sin tener en cuenta al socialismo de la Segunda
historia euro-
de ese año. Triunfá una revolución de nuevo cuño en yla no como antes, Internacional), el entonces muy real “comunismo internacional” tam.-
pea, que termina cor el góbigrno fadical de UN partido, bién tenía otra organización que representara esta fdz. Ésta sería el
don una sintesis entre lo antiguo y lo nuevo. También se fundaun estado “Comintern” o Tercera Internacional Comunista (1919-1943), que reunía
de más allá
con “potencia de ¡conversión?, que puede apelar a Jealfades a los partidos comunistas de todo el mundo, y que debia promover la
la propagación de 19
sus fronteras, y que ve su sentido de existencia en revolución. Pero esto sería cierto solamente en los primeros años, no
revolución mundial, como lo creía su fundador, Lenin 1917-1924) en después de 1923, con la excepción parcial de China. Bien pronto el
en Rusta, pero fracasar en el uboramar el
1917. Después,al triúnfar lá revolución
Lenin y los polcheviques trasladan la concepción revo-
resto de Europa,
hasta prefigurar el resultado de esa
iuclonaria al plano internacional
mundial en un conflicto entre estados. Tue una revolución
revolución que llevó a
la letra del marxismo, pero dentro de su espiritu,
contra
de dominación política, que en
la construcción de un nuevo modelo
que el renacimiento de antiquísimas
algunos sentidos no ha sido, más
legitimación del poder politico. Pero ha mostrado una solidez
formas de —
imida des cambi antes. la UNSS no consideraría necesario
notable en un mundo de Jegit — Te Todas maneras, hasta 1934
El nuevo estado tiene que
mar
sacar a Juz una doctrina, ya que el
constituirse en un actor Tegltimo del sistema Mternacional Su Tmpor
xism général, no consideraba el probl
en o, ema de |: relacfones inter
biem tancia para el mismo aguardaba en silencio el paso del tiempo, y en
la revolución mundial, debe liene una cierta correspondencia
nacionales. ASÍ creé que, ala espera de este sentido su política internacional
id ación, abst enié ndos o ingresar “en 17 política
de Crande, Rusta
con el Rislacionismo norteamericano. Desde Pedro el
esperar su propia consól nal
ión del sistema inreriacio habla constituido un actor de la escena europea. Su falsa ausencia
mundial y no cooperando en la configurac
na habl a:de la “próx ima guerra imperialista”, que ayudaría a conformar el escenario de vacío de poder que caracteriza
europeo, Su doctri
alista s” llevar án a cabo entre si, y
presuntamente las potencias “capit se
al sistema internacional de esta época.
a condu cir a una nueva etapa revolucionaria. También En Europa Oriental y en la zona del Báltico
a el ordenamiento de
que podrí sani — e
contra la URSS, como del “cordó n posguerra presén el hacimiento de una “Serrete Estados nacionales
habla de una posible guerra
tario” que Occidente le ha impuesto. nuevos, productos de la desintegración y/o derrotas de oiros mayores.
como ajena habla de otre modo. ] A veces profundamente rivales unos de
olros, aproximadamente “sub-
Pero la realidad tarito propia
URSS rápidamente, a partir'de 1921, regularizó sus relacione: _dipromi desarrollados” (diríamos hoy) la mayoría de ellos, con la excepción
55 europe os.as
Sólo demorarí ASI TOS: tamaño más bien pequeño, no podían con-
[ E de Checoslovaquia, y de
ébido a disputas en torno a— el sistema internacional, No podían tener iniciativas
tribuir a equilibrar
ambos estados st
les emtre individunies y depondían de un cierto clientelismo de otros .mayores
en su actuar internacional,
En el mundo colonial nos encontramos con cambios no menos tras-
cendentnles. La intrusión europea había provocado en algunos de ellos
o 1
1 sistema internacional ij 109
Evolución del
ios Anfoques básicos —

pais por un derrotero que finalizaria en Hiroshima


glo xx llevaría al
reacclohes viscerales, pero que frente a las técnicas y a in organización
y Nagasald.
>May miferente fue cuando las élites la expansión japonesa, favorecida por Ja debi
De todas maneras,
locales "adoptaron la mentalidady las ideologtas europeas para inter Asia, mirada con hostilidad por el
europeas en
lidad de las polencias
pretar su circunstancia histórica. De este modo, desde los años 00 en la se materializaría conflictiva
y desde gobierno y la opinión pública de EE.UU.
India se formó un movimiento nacionalista c indepentientista, 1930, en Manchuria, primero (1931), y después
mente en la década de
comienzosde siglo se Torinó un movimiento en China que buscaba rom- (1937), convirtiéndose en una larga
de con la invasión del resto de China
per la hegemonía occidental. Así sucederia et muchas regiones una “ideología antiocci-
guerra. Japón no esgrimiria, en líneas generales,
Asin, incluyendo al decadente imperio turco, tanto en "Turquía misma los años treinta guerin ser reconocido
dental”. sino que al menos hasta
como en las sociedades árabes dominadas por ella e por ins polencias por las potencia s europea s y por Estados Unidos y adquirir
como par
europeas. Sólo que los tiempos habían cambiado.
un imperío tomo aquéllas.
La Primera Guerra Mundial acelera e intensifica este procesa por a raiz de la Primera Guerra Mundial —en la que Japón,
Por olro lado,
vía de dos influencias. Por una parte, la guerra debilita la capacidad junto a los aliados—, habia
sin disparar cnsi un solo tiro, había estado
europea de emplear recursos cn el dominio o Influencia de ias regiones adquirido una serie de islas y archipié lagos en el Pacifico, con lo que
colonizadas o hegemonizadas. Por la otra, comio la guerra se ideologizó para un posible conflicto. Los cimien-
se hizo de una base geoestratégica
desde un primer instante, y ello se intensifica exponencialmente con La unica duda del "partido militarista”
tos para éste estaban echados.
e! ingresode EE.UU, y la Revotución usa, las doctrinas con que se seria la URSS o EE.UU
en Japán era si el futuro enemigo
combate en Europa no se dejan limitar di continente europco. Nose Asia lHegaría hasta el Mediterráneo.
La oleada nacionalista en
podía combatir por la antoccterminación nacional para Polonia y Bél-
prácticamente todo el continente. Digna de nom
despiiés de cubrir
gica, y denegarla a China o a la India, al menos a los ojos de las élites la renovación turca, con Mustafá Kemal Bajá cALMNO,
brarse es
coloníales. Como tantas veces en la historia, el proceso venía de todas quien seculariza el estado, lo occidentaliza (1920-19
23), rompe can la
manreras, pero la guerra Jo acenttún en dimensiones no soñadas. Más un tratado más equi
paz qui le hablan impuesto los aliados y Jogra
todavía, la empresa imperial pierde tegitimidad para la clase política un nacionalismo, suerte
tativo, el de Lausanne en 1923. El “kemalismo”,
y la oplnión pública europeas. Ello se vería en in enfreica repulsión y tradicio nalismo, ideología revolucio
de sintesis entre moderni zación
que provocó la anexión de Etiopía por parte de Italía bajo Mussolini pero que incorpo ra conscie ntemente algunas
naría que es antioccidental,
(1922-1943), en 1935, y frente a In política japonesa en China por esos tendenc ias europea s y element os de la cultura occidental, “dictadura de
mismos años. enérgicamente el camino marxista,
desarrallo” que a la vez rechaza
La indía se convierte en un dominio conflictivo para Inglaterra y 7 impresi ón en Asia, prefisu-
serla un modelo que haría una profunda
China se vuelve inmanejable para las polencias europeas, ya a partir rando la inmensa mayoría de los sistemas políticos de los países jsiá-
de 1911. Pero la verdadera dimensión del problema chino se plantearia micos y irabes posteriores a la Segunda Cuerra Mundial.
recién después de la guerra. Frula de da despotencialización curopen En Europa todavía no se percibia del todo el panoram
a a la deriva
es la larga guerra clvil china, que se inicin en los años 20 y sólo con- que presentaban muchos actores del sistema internac ional, y las con-
cluiría con el triunfo de Mao en 1949. su propia universa lización , que comenza ba a lanzar al
secuencias de
_ Japón, y caso aparte, aumenta su ambición imperia! en la región
N

actores de ese sistema. Por ahora ese pro-


escenarlo mundial a nuevos
asiática, y aumenta también su confrontación diplomática con Estados s europeas pre-
por ceso se encontraba en transición, ¿Podían las potencia
debilidad franco-británi da región es aprovechada un reacomo do de su posi
Unidos.'La sidir esa transición? Quizás sí, si efectuaban
Tokio para desarrollar una política activa y exponsionista que obedece ción en el mundo. Pero ello 70 podía ser si se envolvia n en sus riva:
a und tendencia iniciada con la renovación del Japón tradicional hacia
lidades seculares. .
Japón vive, en la mentalidad de sus cuadros el “Es;
La primera posibilidad ha tenido un nombre,
mediados del siglo xtx.
dirigentes; la historia bélica y de delimitación de influencias que Thuro- no”, de breve pero intensa y prometedora vida
(1924-1990 Se t
pr, desarrolló a lo largo de siglos. Además, la rápida transformación 6 intento de parte de los principales actores curopco
s (Francia, Ingla-
japonesa con la Restauración Meiji (1868-1912). cuimina con tina explo- el "Orden de Versailles” de
terra, Alemania, Italia) por transformar
a un
siva sintesis entre los valores -heroico-feudales y de adoración herramienta de hegemonía y de congelamiento del
statu quo, en instru
económica y social de
poder mitificado, y los de una occidentalización mento de revisión gradual y consensual de ese orden,
de modo
que haría del país una polencia regional en el Extremo Oriente. Por admitir e mieresar alos derrotados en las ventajas del nuevo orden
sobre uña estructura constitucional al estilo europro, las instituciones internacional.
japonesas se hallaban fuertemente influidas por tendencias belicistas; Tras el rechazo de las medidas punitivas por partede Francia,
y
una
sus representantes provenían de una cultura capaz de producir de la resistencia activa de parle de Alemanía en 1923, se abre
paso en
abnegación admirable en sus miembres, pero que en el entorno del si
A
jr ul
10] Enfoy e
Evolución del sistema internacional CU 111

ambos : d moderada de Inglaterra y el apoyo nor


> sado en el arreglo de las deudas) una postura de de la escena política interna de los respectivos estados acerca de su
negociación en torno Ál litigio más intratable de todos, el franco-alemán, propia vulnerabilidad, hacían improbable el estallido de una nueva gue-
Presuptresto de esta situación es el predominio en ambos paises de un rra de carácter mundial. Pero en la agiteda atmósfera ideológico-cultural
estado de ánimo dispuesto ál compromiso, una cierta ideologia "euro de los años veinte no se podía impedir el surgimiento de revisionismos
peísta”, cansancio con el chauvínismo, el descalabro económico de las radicales, que aunaran una demanda nacional (am veces legítima), con
políticas “ultras” y la existencia de líderes de gran envergadura, Briand una ordenación interna y externa basada en presupuestos divergentes
en Francia y Stresemann en: Alemania, quizás los únicos esladistas de de la herencia política y moral de la cultura europeas. .
Esto es lo que sucede _con.el Maclonalsocialiemo: alemán? Se trata
relieve en la época,al- menos en los países democráticos. Frulo de esto
es el Tratado de Locarno (1925) y el ingreso alemán a la Sociedad de de un sistema político salido del ambiente revolucionario y contrarre-
de la Europa de la primera posguerra. En parte COrres-
las Naciones (1926). Paralelamente se produjo un acuerdo en torno de volucionario
dictaduras de partido único, con movimiento
los pagos de reparaciones y deudas de guerra (planes Dawes y Young, ponde a los “fascismos”,
1924 y 1928); y una serle de ostipulaciones sobre la evacuación de zonas
ocupadas en Alemaniá.: Másique los logros mismos, lo importante es
que los actores del sistema Internacional en Europa lograron percibir
a éste como .un campo legítimo en el cual desempeñar su puesto en el
mundo, y gue tin.cnmbio drástico del mismo iría en perjuicio “directo
de ellos mismos. Pero el principal actor europeo lo percibiría exacta.
mente a la inversa enla década siguiente, y con cilo naufragaría la
posibilidad del. “Tspíritu de Locarno”.
Y se interpreta la tradición nacional de maners
A
o. +
E defensa de la tradición.
. LU | restringida, tan selectiva que se condena a todos los componentes reales
de los que ha sido una nación. El nazismo correspondió, en este senti-
LA EMERGENCIA DE LA ALEMANTA NAZI Y LA MARCHA
HACIA LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL do,/a un nacionalismo extremo que resuitó ser antinacional.
e.
- í ! Mirada en su conjunto, la ideología nazi es vaga e incoherent
(y después de
La Gran Depresión, que se inició en 1929, tuvo profundas consecuencias Pero si tomamos en serlo la palabra de su fundador
), es tre-
económicas, sociales y culturales. Mas no se puede decir lo mismo de Auschwitz no es posible hacer otra cosa), Hitler (1933-1945
que
los componentes del sistema internacional en cuanto tal, Sin embargo, mendamente coherente, terriblemente lógica. Su propósita, y el
condujo al estado alemán, era la configura ción”de un espacio geopolt-
existe una gran excepción en El caso alemán. L £ epresión origina
una crisis política que se prolongó de 1930 a 1933, y que finalmente
mente organizado,
tico en el centro y en el Este de Tiutopa, Jerárquica
cuminó en el accesa.al poder
de UN pai político comprometido recinimente estratificado, cón “pueblos de señores, de servidores, de
con.unaalteración.
radical del orden internacional, ENTE. AQUÍ está escinvos, mientras otros eran destinados al exterminio radical. El fin
era la preparación para una guerra eterna por la conservación
el origen fundamental de la Segunda Guerra Mundial. último
económica y cultural de ese espacio, Si esta interpre-
Aun sin “Esplritu de Locarno", una guerra general cra ímpro- de la údularquía
; ,
bable, suponiendo un mundo con
nu
revisionismos desenfrenados. El can- tación es correcta, aquí yace el origen de la Segunda Guerra Mundial.
sancio de la guerra, la sensación percibida por casí todos los actores El nazismo tuvo además una especia! genialidad en presentarse tan-
bién en el lenguaje de las dEMANdas legflómos de su tempo, especial
mente la exigencia de autodeterminación nacional. Esto explica en bue
u Parte el Medio Oriente y Asla tanto la Cambridge como Rencuvin proporcio:
nar amplis información. Para el periodo de entreguerras en yeneral, cfr, Maurice na parte la movilidad de la Alemania nazi entre 1933 y 1939. La Gran
Baumont, La Falliite de la Pair, dos tamos, París, PUE, 1900. Sebre el hknpacto de Depresión no afectó In estabilidad política de los estados europeos,
la UNSS en las relaciones Intemacionates, efr. E. 1. Carr, Te NHolshegik Revolution (o aver
[1917-1923], tomo 3 Londres, Penguin, 1971; y del mismo autor, Secialism in ome pero sí paralizó su voluntad, y tembién reforzó el pacifismo
que no es necesaria mente lo mismo) de masas y dirl-
Country, L974£-19726/ Londres; Penguin, 1972, tomo 3. Para ambas obras, portes de un sión a la guerra,
estudio clásico en 15 tomás sobre: el desarrolla de la URSS, exister traducciones los años '30
hechas por Alianza, -Temblén hay due citar x uno de los analistas más perceplivos gentes, nlgo perfectamente comprensibie. Por otro lado,
de Ta historia soviética, Adam E. ina, Expansion and Coeristence. The Ilistory oj presencia ron una fuerte agitación y sensibilid ad ideológica s en las res-
Soviet Porción Policy, 19:7-1967, Londres, Secker y Warburg, 1968 Cfambién hay
pectivas culturas políticas europeas. El nazismo pudo presentarse como
edición HH.Y. del mismo año por Praeger). Para el caso norteamericano, cfr. John resistencia de
W. Spanier, American Forelgn Policy since World War 1, N. Y., Praeger, I9T1, cuya baluarte del “orden”, y con ello aminorar la voluntad:de
introducción: incluye un excelente restumen de los dilemas de la experiencia histórica amplios sectores de la opinión pública europea.
Mediante una serle de golpes espectaculares, Hitler pudo rom-
norteamericana en relación con su política exterior. Cfr. también af Importante histo.
riador francés, J, E. Durosetle, De Wilson € Roosevelt, Paris, Armand Cotin, 1960.
tiles y y Locarno, rearmar a Alemania,
¿eme
er Cóndas
per con estriccionionesde Versailles
restricc Locarno, rearmar
|
Te
112 [3 Enfoques básicos — fución del sistema imiermacional 11 163

recuperar territorios peraldos o en discusión, nnexarse Austria y Che- Asi, cuando el liderato ingiés de pronto percibe AI carácter radical
coslovnquia, €esta Titi "CTisis de Ios Sudeles", en 1938, que del programa nazi tmarzo de 1939), gira tolalmente en su politira y

me
YO COR el Tratado de Munich, tan cólebre en la hustoria de las pasa ada tenaz resistencia. En setiembre de 1939 se interpone enel
relaciones Internacionales.” Ts considerado un modrío de la nclitud que cumino nazi y entra junto con Francia a la guerra para defender la
no se debe tener en la mesa de negocinciones internacionales, Asi, hacia independencia polaca. Las circunstancias no podian serprores, Ya cue
1939, Alemania proyectaba una ya larga hogemoníia sobre Europa Orieñ- la aliamza nazisoviélica les había invertido un equilibrio rstraleero
tal, y posela un poder militar no inferior al de los pníses occidentales, hasta el momento relativamente favorable para aquéllas, Pero en esto
Francia e Inglaterra. 10 se barajaron solamente cálculos de equilibrio de fuerzas propios
La actitud de estos últimos merece una breve mención. La política del concierto europeo, sino que también los valores de la culfnra pol
de estos países ha recibido el nombre de “apiciguamiento” tappense- tien ruropen, puestos en tela de juicio en un grado no visto antes e»
ment), usado peyorativamente: Serín in clúsica compra de la pnz me- la historia,
diante concesiones ante la nmenaza del uso de In fuerza; al finai no La actina so ea merece na peana explicil ación. Por dor
se obtiene ia paz, sino que una guerra mucho mis costosa que si se
hubiese emprendido ante la primera agresión, El apaciguamiento, en-
tendido como “Tección de la historia” (cun problema capital en el pro-
ceso de toma de decisiones en política internacional), ha sido fundn- 3 su percepción. a “de iruéción «del Or tien de Verenilles
mental en la mentalidad de la cinse política occidental después de la a. puesto efectivamente por primera vez en peligro la-rxistencia
Segunda Guerra Mundial. ética, Consecuentemente Moscú enmbia su politica con tim espec
Originalmente se refería a una divisa Inglesn de comienzos de la dé- tacularidad a Ia que debía acostumbrarse el mundo en fos años signien-
cada de 1920, y que destacaba la olle de “npacigunr” a las zonas de les. Ingresa.en la Socierlad de las Naciones (1934), donde se hace porta
confiteta, con el objeto de impedir una mueva guerra por razones que voz de su divisa de la “seguridad colectiva”, que implicaba una acen
na fueran vitales para la nación, Pero en los años 30 el “apacigua- tación y defensa del stalit go internacional, ordena políticas prudentes
miento” estuvo inextricablemente unido a UN” Sptritu del-tempo”: y nada revolucionarias a los partidos comunistas ingreso en los Tren
cansancio y horror a la guerra, disposición a pagar casi cualquier pre- Les Populares), pide rearme a las potencias occidentales, y tambien que
cio por evitarla; también relacionando con las tensiones ideológicas. enirmten activamente a la Alemania nazi. Pero el.cnmibio. fue demasiado
Esto último en cuanto que la opinión ervadóra en Úcel- brusco y careció de credibilidad. Les exigia lo que antes había sido
dente pensaba que resistir ante Tos nazis ssolini, hasta 1935 motivo de ncusaciones apocalipticas. Los paises democrálicos no poítían
firmemente anciado en el campo occidental, por: lo demás) podía signi variar sus políticas con la rapidez de una dicladura totalitaria, ni igno-
ficar abrir las puertas a una revolución comunista o algo similar en la rar la falta de alienío a un activismo internacional de parte de sus res-
política í(ntema. La Guerra Civil Española fue importante en este con. peclivas opiniones públicas. Por lo demás, aunque en estos años la
testa de Ideologización de la política internacional, Por otra parte, la URSS expandió su poder con el desarrollo industrial de los “planes
opinión pública de fzquierda pedía resistencia ante Hitler, pero a in quinmquenales”, se lanzó a una serie de purgas paranoicas que elimi-
vez exigía un pacifismo a ultranza y denegaba su concurso a los esfuer- naron fisicamente a la inmensa mayoría de su dirigencia y ada mitad
zos de rearme. de Ia oficialidad del ejército. Un estado asi ne podía ser garante de un
Asf el apaciguamiento se convirtió en una política de “apaciguar stalu quo internacional. Otra cosa es que probablemente el apacigna
a Hitler”, que también escondía el profundo desconcierto de una men- miento occidental haya sido Icido por Moscú rerróneamente) como tina
talidad diplomática acostumbrada a la comuniciaci de criterios mo- mcitación a Hitler a realizar su programa expansivo a costa de la URSS
rales de la clase política europea de la época del "conclerto”. Pero ante Tampoco fallan indicios de que en esos años la politica soviética
los dictádores de nuevo cuño —entre los que hay que incluir a-Stalin no abandonó su sueño de una guerra “intraimperialista” entre la Ale:
(1024-1953)—. la política del apaciguaminnto sólo excitaría a mayores mania nazi y las democracias occidentales. Sea lo que fuere, el caso es
audacias. Además daría la falsa impresión de que Pranela e Inglaterra que en agosto de 1939 se decide —en medio de una situación que a sus
otorgaban implicitamente lo que el líder nazi les solicitaba: la Hbertad ajos aparecía ambivalente— por un pacto conla. Alemania nazi. El Pac
de acción en Europa Oriental y frente a la URSS. Pero ello constituía to Nazi Soviélico del 23 de agosto de “1939, que era oficialmente. de “no
una mala lectura de da situación por nmbas parles. Los gobiernos ocei- agresión”, condenaba a Polonia. Pero había algo más. Por metio de «los
dentales, al valorar el anticomunismo nazi, sólo podían entender que la sucesivos prolacolos entonces secretos, hubo un reparto de FSIPras de
Alemania nazi, Lras las concesiones lípo Munich (que significaron la influencia en Europa Oriental, que porTo demás constituyó el origen
disolución re Chccoslovaquir), sería garante de un statu quo. Precisa. de E intrusión soviética en cesa región h cia 1944-1945, La URSS ron
mente lo contrario era ln intención nazi. siguió su guerra “intraimperialista” . ya que los dirigentes anglo-fran-
Evolución del sistema intermactonal (1 115

El presupuesto más importante Hegó el 7 de diciembre de 1941:


ceses no pudieron, competir di en eficiencia ni en carencia de escrúpu- Japún decide llevar adelante su proyecto (espacial y cualitativamente
los en la oferta ante Moscú. Hitler podía ofrecerlo todo, pues pensaba mucho más modesto que el nazi) en guerra contra EE.UU, Así el gigante
siempre est su guerra.de exterminio. norteamericano es convocado irrevocablemente a ocupar su lugar en el
La URSS no ignoraba el! carácter pasajero del ncuerdo (que ade- orden internacional, formándose la alianza de los necesitados, con la
más contuvo disposiciones de colaboración policial y.económica?. Pero URSS y con Inglaterra, que con todas sus discordias y contradicciones
quizás los difigentes soviéticos no pensaron que ese acto sería el des- inherentes, sentarian sin embarto las bases del sistema internacional
tello que iniciaría la rasgadura del halo mágico que en el comunismo
internacional operaba el atractivo de la URSS. Sería un largo proceso vamente muy diferen : “del “concierto europeo”, que haulragó defi
que culminaría en la década de 1970, pero cuyo nacimiento estaría en nifivamente cn esta especie de gran guerra civil europea entre 1914
agosto de 1939... : y 1941. De ahora en adelante los estados europeos ostentarían in puesto
Occidente tendría que pagar asimismo su precio. En 1940 Francia significativo pero secundario en relación con el de las dos grandes su-
cae más víctima de su crisís política que de una derrota militar, Ingla- perpolencias,
terra debe enfrentar sola a Hitler, a pesar de los ofrecimientos nada
desveniajosos de éste.: Pero estaban pensados de acuerdo a tina des:
nuda política de poder, y laó tradiciones inglesas —coun todo lo que
representaban en la historia europea— se manifestaron como algo más
que una legitimación ideológica de una voluntad de poder. La concien-
cia de representar un tipo de civilización política supcrior a la de la
Alemania nazi (y la de la URSS) fue un aliciente no pequeño en su resis-
lencia. Pero por sí misma, desde la Primera Guerra Mundial, ya no
podía soñar con la mantención de un equilibrio en el sistema inter
hacional.
La nueva adecuación de éste vino por los avatares del conflicto
iniciado en setiembre de 1939. El Pacto Nazi-Soviético decidió al “par
tido de la guerra” en Tokio a dirigir su expansión contra EE.UU, e
llegar a un scuerdo con éste. Sin embargo, un modis vivendi japonés-
norteamericano parecía improbable dado el ambiente ce la poiítica
norteamericana, que no podía aceptar el precio exigido por Japón
Megemonía en China), Por un liempo la paz se mantuvo debido al
neuiralismo norteamericano, reforzado constantemente por un Senado
aistacionista, el que no pudo al comienzo ser equilibrado por el Presi
dente Roosevelt (1973-1945), quien veía y quería el rol que la evolución
del sistema irternacional arrojarín sobre EE.UU.
de 1941 la impaciencia hillerinna por reali
Por otro lado, en junio ide
car un programa: radical en un plazo cortísimo lleva an emprender una
guerra contra laFue un conflicto extraño a la tradi
Unión Soviética.
tión európea. Excesos y exter os espontáneos jalonan toda su histo
rid. Pero una política 'exteridr concebida consciente y frixmente, de
esclavización y exterminio (que no daba ni siquiera espacio de rendición
para los condenados), fue algo muevo y, desgraciadamente, no elesco-
nectado del clima de ideas de la modernidad, Pero esa guerra empezó Alemona. Génesis, Estructura y Consecuencias del Nacional-socialismo, Madrid, Alian-
a delinear a la coalición victoriosa de 1945.F z9, 1973, dos tomos. Un estudio clásico, Ernst Nolte, El Fascismo en su Época.
Action Frangalse, Fascismo, Nacional Socialismo, Macirid, Ediciones Península, 196T.
Del amino autor, un trabajo muy recomendable para comprender la evolución idroló
4 Además: de lo ya citado podemos dar mgunos dalos bibliográficos especiales gica de la Europa de entreguerras y su influencia en el sistema internacional, La
para este ecánite, Para la: política de Roosevelt, cfr. Robert patrel, Framtilin D, Crisis del Sistema Liberal y los Movimientos fascistas, Madrid, Ediciones Peninsula,
and American Forcign Policy, 1932-1945, Oxford, NY, Oxforu University 1971, Un estudio conltindente sobre el origen de In Segunda Guerra Mundial está en
17
Roosevelt
Press, 18[. Pa surgimiento de la Alemania maxi como faclor esencial de la Segunda Cerharel L. Weinberg, The Foreign Policy of ITitler's Germany, Chicago, Londres,
Cuerre Mundial existe una 'buent e Mmabarcable lMieratura. De In mejor mos: permi- The Universily ol Chiengo Fresa, tomo 1: 1970, tomo 2: 1960,
timos seleccionar algunas obrns de neceso relativamente fiícil, Alan Bullock, Hitter.
Estudio de ma: Tiranía, México, Grijalbo, 196% Kari Dietrich Bracher, La dictadura
CAPÍTULO 7

LOS PROCESOS TOLÍTICOS EN EL SISTEMA


INTERNACIONAL

INTRODUCCIÓN

Jste cnpítulo y los siguientes se dedican al estudio del sistema político


internacional. Primeramente se presentan los conceptos y proposiciones
teóricas Indispensables, para entrar luego al análisis de los procesos
del actual sistema interracional. A partir de una tipología de sistemas
- se desarrollan los temas básicos para la discusión de los fenómenos
; : de conflicto y cooperación internacionales: la diplomacia, el problema
! del uso de la fuerza, y los camblos en las relaciones de poder que Lien-
den, a traves del tiempo, a alterar los perfiles de estratificación de
los nclores. ,
En el tratamiento del sistema contemparáneo ha sido neresaria
distinguir —en forma un tanto esquemálica— aspectos político-estralé
! gicos y económicos. Tal distinción es importante para el ordenamiento
de la exposición, pero no debería ocultar las conexiones entre los dos
planos: el ejercicio del poder político-estratégico depende, entre otros,
de ínclores económicos, como se estableció en el estudio del poder
nacional y se reiterarú posteriorinente, For otra parte, el poder polí
y tico conforma un marco condicionante de las relaciones económicas
internacionales. Los Capitulos 6, 9 y 10 aportan elementos de juicio para
una ndecuada integración de lo palitico-estralégico y la económico, asi
como de Jo interestatal y lo transnacional en el sistema contemporánes.
Los capitulos precedentes han aportado elementos esenciales para
el estudio de los sistemas internacionales. Los dos primeros capitulos
' delinearon las más imporlantes- opciones teórico-conceptuales. El Ca-
pitulo 3 sintetizó la crolución histórica del sistema internacional, que
configuró, a grances rasgos, un sistema de balance de poder, hasta que
dicho sistema se rompió en las primeras décadas de este sigilo. Los
capítulos 4 a 6 prepararon la presente discusión al presentar el pano-
rama de los actores internacionales contemporáneos, tanto desde la
perspecliva de los modelos tradicionales como de los de orientación
transnacional. No está de miús, por otra parte, recordar que la distin-
ción entre actor y sistema es de carácter analífico, ya que en la Teslidad
ambos aspectos operan en forma conjunta e inseparable. Una Elralidad
Ss ó:
de actores. Se trata, por tanto, de Considerár en u
222 [] El sistema internacional contemporáneo
Los procesos políticos en el sistema internacional 77

interacciones. Mientras en los capítulos precedentes primó la perspec-


tiva de los actores, en adelante nos situaremos ante todo en la pers- se ha planteado que €l balance poíúria referirse a la esimibtina de moder
pectiva del sistema. No obstante, se retomará parcialmente la primera erstente, cualesquiera que sean la forma de distribución ue poca y Lio
perspectiva al estudiar las políticas exteriores de las superpatencias, puliticas de los miembros, Esta última acepción es tan vuyu cue 1 con-
excepción que se funda en la particular incidencía “sistémica” de las cepto pasaria a rotular cualquier descripción del cuadro de relo-nines
politicas de estos estados. de poder, equiparándose a un reflejo de lus permanentes osciliciunta,
flujos y reflujos en las posiciones relalivas de las unidades que tor
piten en el sistema? En lo que sigue, se excluirá esta acepciór en la
BALANCE DEL PODER Y SISTEMA BIPOLAR discusión del balance del poder, sistema que a nuestro juick: com
prende tanto situaciones de equilibrio comp
de moderado: deseguiirin,
con tal de que se trate de un mecanismo mie zenere contriisos poli
En el Capítulo 1 se definió el sistema internacional como el conjunto
de interacciones de los actores políticos internacionales, las que tienen Ueoestratégicos.e
las pretensiones de uno e yirit. estima de aleancar
lugar. bajo
una hosición. de nrenondermiucia.
sabi. las demás,
determinadas formas de control. A continuación se utiliza Las características del sistema de balance del poder pueden sinte-
del poder y hino-
este concepto para contrastar los sistemas de balance
tizarse en los siguientes puntas:
lar. que son los dos tipos de sistema internaciunal de mayor Dor]
21. Mimero de miembros. El sistema requiere por lo ¡Menos irc.
tancia en la era moderna y contemporánea.
miembros. Por la tanto, un sistema de dos miembros o sistema bipoli.
El concepto de balance del poder ha sido uti izado en diferentes no sería, como propone Bull, un "balance me sino un tipo de
sentidos. En primer lugar, se ha entendido por sistema cualitativamente distinto. Para Bull, ct. concepto de balimce que
resultado de un conjunto de relaciones interesta , Eónsisten| aquí se presenta seria un “balance complejo” * Tres miembros son, sin
Ena-condiciónaproximada de equilibrioentre dos daliciones o A embargo, una cantidad muy reducida de netores, porque es muy pro-
Pero, dado que el balance puede entenderse tambiéncomo un proceso, bable que se den deseguilibrios pronunciados en las inevitables com-
este equilibrio aproximado —es difícil hablar de un equilibrio matemá- binaciones 2:1 quese forman con tan baja contidad de miembros. Pur
tico, en la medida en que las relaciones de poder están siempre someti- esto se estima peneralmente que un numero de cinco o más actores
das a diversos grados de incertidumbre— tiende a ser inestable, Esta ol
puede hacer viable el balance, El mimero total de estados en ul siste-
servación sugiere un nuevo sentido del balance, según el cual éste puede ma internacional puede en realidad ser bastante suptrior a estas cifras,
concebirse como un principio de acción. política, máxima
una de com pero el cómputo de los miembros considera solamente las potencias
--.

portamienta diplomático estimadaa pre


producir o mantener un determi más importantes, bajo el supuesto de que las potencias mereres tendran
Bado estado de cosas, sea de equilibrio o preferentemente, de desegui- una participación margion!) en el balance central, Muchas veces estas
Moria. e favor. del actor interesado. De hecho, los actores individuales — potencias menores interactúan en diversos balances locales 9 Sufiregglo-
y las coaliciones generalmente no sc conforman cón la igualdad, sino ! ma aentral Tules subt
que buscan cierto grado de superioridad para asegurar sus intereses sistemas presentarán diversas políticas propina que re-
frente a sus adversarios. Con todo, la desigualdad entre las coaliciones — flejarán circunstancias geopráficas, históricas, etc., pte NUF:alinivnte
debe ser moderada; una fuerte asimetría terminaría, con el sistema, se desenvolverán bajo algún grado de condicionamiento del balance
permitiendo a 1 alición imponer su v ad sobre los de- central. En tales casos pueden definirse como Ubalazcas subordinados
PRáS-BCLOFES. en íorma indefinida. Pero habría, en todo caso, un "saldo El número de miembros es, un fin, variable. Un «ctor secundario
de poder”! a fayor de una coalición, cuyos miembros desarrollarían “puede, a través del desarrollo sistemático de sus recursus y de una
políticas protectoras de su ventaja, mientras la coalición contraria inten- política “revisionista” exitosa, ganarse un lugar en el bulunce central.
taria socavarla por diversos medios, incluyendo la posible reorganiza A la inversa, un actor central puede perder esta condición en la medir.
“ción de las allanzas. La potencia de cuya política depende la mantención — en que deje de contribuir siynificativamente a su funcionamiento, Los
; 2 Alteración del balance sería el estado “ lanceador". Esta idea sugiere casos de Rusia y Prusia desde el siglo xviir ilustran la primera situa
“un principio de diferenciación entre los miembros del sistema, ya que ción, mientras el caso sueco jhistra la segunda.
por lo menos pno de ellos tendría que poseer una cuota de poder suli- 72) Poder nacional. La distribución de atributos de podes «nun
ciente y una orientación diplomática adecuada para encauzar el sistema
en una determinada dirección, preservándolo a través del tiempo. Por 2 Sobra estas concupciones, ver Inia -Ciude, Power and international Reiafiena,
Nueva York, Random fEouso, 1962; Wight. op. cií.. pp. 173-119 y Reynolds, op. It,
último, en la medida en que ninguna distribución del poder sea estable, capitulo B. .

! Une da las ncepciones de la palabra “balance” en inglés es, precisamente,


3 Seguiremos, en líneas generales, el método expositivo que se basa en el clisico
tratamiento del tema por Meonon Kaplan, System and Process in, Internalional LE
Politics, Nueva York, Wiley, 1957.
3 Hull, op. cif, y. 109,
políticos en el sistema internacional Y 7225
Los procesos

224 Ef sistema internacional contemporáneo


Una vez logrado ese objetivo, Ja parte
í los intereses de Jos vencedores.
que entonces habrá regis-
lemaslado desigual. Enia medida en se reintegra al sistema de balance, que por
vencida
"sistemh de balance no debe s de poder producido
éroso que por sf solo pueda enfrentarse trado y tender a legitimar el cambio de relaciones
'uno dd los estados sen fam cumbio tiende a ades. La guerra limitada , en consecuen -
los demás, no puede darse un balance, y en por el resultado de las hostilid
a todos el sistema. —
por ejemplo, un imperio, que
en caso cia,tiene una función esencialmente política en
surgir jun sistema hegemónica, s históric os puede ajustarse en ma-
enrácler universal Cen esta hipótesis, el siste- El funcion amiento de los sistema
extremo podría sdquirir s, lo que dependerá
desaparecer, surgiendo una
aspecie de go- yor o menor medida a estas características generale
ma internecional tendería a del sistema hs de de apoyo de los miembr os a la existencia y
ningún miembro de faclores como el grado
bierno| mundial). Por otra parte, prevalecientes, y la
confición.
su pertenencia a una u otra conservación del balance, las relaciones de poder
ser tan débil que sea indiferente ma de teóricos como Raymond
la participación de un estado cuyos recursos sean destreza política de Jos gobiern os. A juicio
“Es irrelevante una conlición; tal estado Holfmann, el balance tiende a perdurar, y el proceso
para forinlecer Aron y Stanley
niflestimente insuficientes
centrales y fluida, en la medida en que la estructura in
en las polílicas de los actorés a funcionar de manera más
. tlende ia ser dejado de tado En tal un tema u objetivo de las políticas
en un sistema local e subregional. terna de los. estados no constituye
debe limitarse a algún ro! s de intervención
infinencia limitada, pero pO- lo general exteriores, descartándose en consecuencia las política
calidad, puede tener alguna que un antes. Esta caracte rística se cum
de los actores centrales más en los asuntos internos de los particip
será uh objeto de las políticas . . . homogéneos, esto es, aquellos cuyos actores res-
en los sistemas
sujelo en el proceso de balance.
ple
por la [exi política de las unidades,
Alincamientos. Xl balance del
poder sc caracteriza ponden a similares principios de organización
ES. de cada miembro ción monarq uia heredit aria o régimen republicano. Tales sis-
por ejemplo,
bilid de aliicamient
sea admisible la interven- generalmente moderados en la formulación de los obje-
de “bando o coalición, sin que temas serán
de cambiar relaciones de
una determinada conducta diplomá- y en los procesos de ajuste de las
de los actores
ción de otro estado para dictarle
tivos
In capacidad de cada estado método de acción de los
pretende preservar poder. Aunque la guerra no se excluye como
Mea, De este modo se el goblerno considere más entienden que el con-
sentido que gobiernos, los actores de un balance homogéneo
de “inclinar la balanza” en el en los costos diplo- objetivos en que se perslgu
intereses, incurriendo, por
sus
cierlo, flicto debe mantenerse limitado, tanto en los
favorable a realinea-
«que implique la elección
del como en los métodos de conducción militar.
militares y económicos alianzas sol o, en términos
máticos,
alinenmiento supone que tas La concepción de la variante moderada del balance
miento. La flexibilidad de a los se relieja fielmen te en el siguiente
transitorios, que deben acomodarse de Aron, del “equilibrio multipolar”,
entendimientos esencialmente poder y de los obje .. -
relaciones de este sistema, los estados,
cireunstancias cambiantes de ins
pasaje. Bajo
,
polít icos de los actor es. en s mortales.
tivos funci ona en la medi da ...Se consideran mutuamente rivales, pero no enemigo
Ai Preponderancia. El balance. del poder de tal predominto dos persona lmente por los de
Los gobiernos no se juzgan amenaza
E Le
alcanzar UNA posición
que Tos actores flo busquen de es pura cualquier otro un posible
Mevar a un control unilaleral los estados vecinos. Todo estado
individual en cl sistema, que pudiera perdonado, ya que hn de
No obstnnie, se TECANACO In exts: aliado, por lo que el enemigo de hoy es
las políticas de los demás miembras. En cuanto éstas se y porque, desde el mismo momento, es
de preponderancia. set el alfado de mañana
tencia eventual de nmblclones el sistema estará en La diplomacia en un
en políticas de orientación hegemónica, indispensable para el equilibrio del sistema.
tradurtan n frus- realista y hasta cínica, pero siempre mode
y se requerirá la formación de una coalición tendiente sistema como éste es
peligro tipo de
hegemónica. Este meennismo es esencial para la pro- rada y razonable. Por ello, cuando los destrozos de otro
trar la:pretensión esta sabiduría sin
del sistema y, en la medida en que diplomacia salen trágicamente a la luz del día,
tección del carácter descentralizado su condición normal, en Ja ilusión nos parece, retrospectivam ente, no sólo un tipo ideal, sino
A
cumpla su finalidad, el balance regresará
internacionales giran en torno a un constante reajus- un verdadero ideal. -
cual los conflictos de equilibrio
La llamada diplomacia realista implícita en el sistema
te de Posiciones relativas de potter. Los actores contrales no procuran multipolar no está en conformidad con las más altas exigencias
5. ¿elentidas «de los actores. uctores secundarios, por bando al día siguiente
o Ins de "de los filósofos. El estado que cambia de
niterár reciprocamente sus TJentidades través de movimientos subver-
In victoria despiert a la amargur a y el resenti miento de sus alian-
de intervención, a de
medio de políticas aclores cen. sacrificios que él por la victoria
palíticas revohicionarias. Los dos, que han hecho, n veces, más
sivas, conspiraciones u otras y debe Ignorar,
mutuamente del sistema, pero acepten común. Una diplomacia pura de equilibrio ignora,
trales no tratan de excluirse secundarios. En las y
os,no tiere amigos ni enemigo s auténtic os, porque
y creación de actores Jos sentimient
: eventualmente la eliminación incan- últimos que a aquéllos, y porque no
el objetivo no es Ta rendición no considera peores a estos
guerms entre actores centrales, como ente político; la guerra en sí. Admite el egoísmo 0, si se quiere, la
del adversario condena
dicionál y ul término o eliminación a
blen se limita a la exacción de condiciones de paz favorables
más
i
oa - | —

222 ) El sistema internacional contenipordneo


Los pracesos políticas en el sistema internacional (1 223
interacciones, Mientras en lós capítulos precedentes primó la perspec-
tiva de los actores; en adelánte nos situaremos ante todo en in pers- se ha planteado que el balance podría referirse a la estructura de poder
pectiva del sistema, No obstante, se retomará parcialmente la primera eristente, cualesquiera que sean la forma de distribución de poder y
las
perspectiva al estudiar las bolíticas exteriores de las superpolenctias, políticas de los miembros. Esta última acepción es tan vaga que el con-
excepción que se funda en la particular incidencia “sistémica” de las cepto pasaría a rotular cualquier descripción del cuadro de relaciones
políticas de estos estados. de poder, equiparándose n un reflejo de las permanentes oscilaciones,
flujos y reflujos en las posiciones relativas de las unidades que com-
piten en el sistema? En lo que sigue, se excluirá esta acepción en la
BALANCE DEL PODER Y SISTEMA BIPOLAR discusión del balance del poder, sistema que ea nuestro juicio cam-
: prende tanto situaciones de equilibrlo como de moderado desequílibrioa,
En el Capítulo 1 se definió el sístema internacional como el conjunto con tal de que se trate de un mecanismo que genere contrapesos pali-
de interacciones de los actores políticos internacionales, las que tienen tico-estratégicos a las pretensiones de uno o varios estados de alcanzar
jugar bajo determinadas formas de control. A continuación se utiliza una posición de preponderancia sobre los demás.
este concepto para contrastar los sistemas de balance del poder y bipo- las carneterísticas del sistema de balance del poder pueden sinle-
lar, que son los dos tipos de sistema internacional de mayor impor- tizarse en los siguientes puntos?
lancia en la era moderna y contemporánea. i. Niúmero de miembros. El sistemn requiere por lo menos tres
El concepto de balance del poder ha sido utilizado en diferentes miembros. Por lo tanto, un sistema de dos miembros o sistema bipolar
sentidos. En primer lugar, se ha entendido por balance del poder el no sería, coma propone Bull, un "balance simple”, sino un tipo de
resultado de un conjunto de relaciones interestatales, consistente sistema cualitativamente distinto. Para Bull, el concepto de balance que
en
una condición aproximada de equilibrio entre dos coaliciones a ulianzas, Aquí se presenta sería un “balance complejo” * Tes miembros son, sín
Pero, dado que el balance puede entenderse también como un proceso, embargo, tina cantidad muy reducida de actores, porque es muy pro-
este equilibrio aproximado —es difícil hablar de un equilibrio matemá- hable que se den desequilibrios pronunciados en las inevitables com-
tico, en la medida en que las relaciones de poder están siempre someti- binaciones 2:1 que se forman con tan baja cantidad de miembros. Par
das a diversos grados de incertidumbre-— tiende a ser mestable, Esta ob- esío se estima genernimente que un mimero de cinco 0 más actores
servación sugiere un nuevo sénticio del balance, según el cual éste puede puede hacer viabic el bafance. El número tota! de estados en el siste-
concebirse coma un principio de acción politica, una máxima de com- ma internacional puede en realidad ser bastante superior a estas cifras,
portamiento diplomático destinada a producir e mantener un determi- pero el cómputo de los miembros considera solamente las potencias
nado estado de cosas, sea de equilibrio o, preferentemente, de desegui- más importantes, bajo el supuesto de que las potencias menores tendrán
librio a favor del actor interesado. De hecho, los actores individuales tna participación marginal en cl balance central. Muchas veces eslas
y las coaliciones generalmente no se conforman con la igualdad, sino potencias menores interactúan en diversos balances locales o subregio-
que buscan cierto grado de superioridad para asegurar sus intereses nales, que formarán subsistemas dentro del sistema central. Tales sub-
frente a sus adversarios, Con todo, la desigualdad entre las coaliciones Sistemas presentarán diversas caracteristicas políticas propias, que re-
debe ser moderado; una fuerte asimetría terminaría con el sistema, Nejarán circunstancias geográficas, históricas, etc., pero normalmente
permitiendo a un estado o coalición imponer su voluntad sobre los de- se desenvolverán hajo algún grado de condicionamiento del balance
más actores en forma indefinida, Pero habría, en todo caso, un “saldo central. En tales casos pueden definirse como balances subordinados.
de poder”! a favor de una coalición, cuyos miembros desarrollarian El número de miembros es, en fin, variable. Un actor secundario
políticas protectoras de su ventaja, mientras la coalición contraria inten- puede, a través del desarrollo sistemático de sus recursos y de una
taría socavaria por diversos medios, incluyendo la posible reorganiza- política “revisionista” exitosa, ganarse un lugar en el balance central
ción de las alianzas. La potentia de cuya política depende la mantención A la inversa, un actor central puede perder esta condición en la medida
0 alteración del balance sería
el estado “balanceador”. Esta iden sugiere EN que deje de contribuir significativamente n su funcionamiento, Los
un principio de diferenciación entre los miembros del sistema, ya que casos de Rusia y Prusin desde el siglo xveir ilustran la primera situa.
clón, mientras el censo sueco llustra la segunda.
por lo menos uno de ellos tendría que poseer una cuota re poder sufi-
ciente y una orfentación diplomática adecuada para encauzar el sistema 2. Poder nacional. La distribución de atributos de poder en un
en una determinada dirección, preservándolo a través del Liempo. Par
? Sabre estas concepciones, ver Inls Claude, Power and International Retations,
último, en la medida en que ninguna distribución del poder sea estable, Nueva York, Random IHonse, 1962; Wight, op. cit., pp. 173-179 y Reynolds, op. cit,
cenpitimo 8,
> Seguiremos, en líneas generales, el método expositivo que se basa en el clásico
! Una de las acepciones de la palabra “balance” en inglés es, precisamente, tratamiento del tema por Morton Kaplan, System and Process in International
“saldo”.
Politics, Nueva York, Wiley, 1957.
4 Bin, op, cif, p. 102. 7 -
en el sistema internacional U 227
Los procesos políticos
226 CJ El sistema internacional contemporáneo

' ET] po potencias, formando dos alianzas


al poder y la glorin?, los cuales se encuentran otras
cormipción moral de los estados (aspiración
dor de
poñe distinguir dos variantes
pero esta corrupci ón chiculad ora nos parece al fin menos impre- compactas o bloques, Morton Keplan pi
Habría áctores fuera de los

pu
pasiones , tal vez idealistas, hero de sistema bipolar: la rigida, en que
visibla y' menos: temible que las
. , y la /ferible , en que existir ía la opción de:no alineamiento.
siempre clegas3 * | bloques Alterna-
alineados no constituyen un “tercer polo”.
No obstante, los no
:
es una alianza de varios
tivamente, puede considerarse que cada “polo”
a
heterogéneo —comoa ocu-
En la medida en que el sistema se vuelve dirigen te. El. problema básico de un
que SUSErÍbEN pifncipios ideológicos estados centrada en un estado
rre cuarido se-entrentan- estados ilidad de que cada “poto” trate
pierde Ta niódera-
s6 te— sistema bipolar reside en la alta probab
opuestos, que tratan “de imponerse mutuamen rio. mínima de
haber una voluntad
En esta
ción y eventualmente el sistema puede valverse revoluciona de elimíñar al otro. A pesar de que puede un
sistema bipolar se caracteriza por
politicas se dirigirán no sólo n allerar las rela ación entre los bloques , un
variante del balalas nce, cooper
tració n del poder, que las relacio nes entre los
poder, sino también
los estados y
Ja organización interna de grado tan alto de concen Elio ocurre
ciones de a ser tensas y conflictivas.
condiciones tiende a hacerse insos- bloques tienden intrínsecamente
sun su identidad política. Bájo estas en que los gobernantes de las potencias pola-
multipola r, puesto que en último término las visio- sobre todo en la medida
deaalos acíóres sól5 ádmilen plena realizaciónen o-cl
tenible el equilibrio reciprocamente de sus motivos de acumulación de poder.
nosdoetrimari
tipo de hegemonía. No obstante, la política internaci
res sospechen
Aunque ninguno de los bandos en
determinado momento abrigue pro-
marco de algún en el Interés de su propia segu-
no debe considerarse tan sólo pósitos expansionistas, cada uno debe,
Halen úa sistema de estas: ehracterísticas dades objetivas de la otra parte
catisas ideológicas. Aunque las políticas
exteriores de ridad, ntender ante todo a les capaci
una proyección de ariamente 2 las declaraciones concilia-
del sistema internacional! y para hacerle daño, y sólo secund
corte ideológico dan lugar a percepciones pueden constituir una retórica vacía
respecti vas visiones del mun- sus intenci ones, que
del rol de cada actor coherentes con las doras sobre
incluy en
en medida importan te racionalizaciones o o destinada a crear confusión”
do, éstas también se encuentran fuertemente
elaboradas— de orientaciones de inrgo 2, Poder nacional. Las bases de poder
justificaciones —más o menos Especi almente en los aspectos
r una continuidad significativa concentrarlas en los polos del sistema
.
plazo de las políticas, que suelen mantene propor ciones muy altas de
tendencias y visiones. Por militares, Jas potenc ias rectora s contro lan
bajo regimenes de diferentes caracteristicas, endo un 'control estrecho
exterior soviética no se puede comprender los recursos de poder de cada bloque,
ejerci
ejemplo, si bien la política ón— sobre las actua-
la ideologí a marxista-Jerínista, al -—con diversos grados posible s de instit uciona lizaci
sin estudiar el rol que en elia cumple
ha utilizado esta ideologia como poder de los estados subordinados
mismo tiempo esta política exterior clones de éste. Las posiciones de
ciertos rasgos de continuidad con que se considera insuperable en
justificación de políticas que exhiben son de elara inferioridad, situación
bajo el imperio zarista. - frente sl bloque rival como dentro del
la política exterior rusa el corto y mediano plazo, tanto
rigló la nolítica internacional europea de la a llenen intereses político
El balance del poder bloque propio. Sólo los polos del sistem
la segunda mifad del ias subordinadas tienen
Edad Moderna, especialmente en el periodo desde o de Luis x1v) hasta estratégicos verdaderamente globales. Las potenc
siglo xvir (después de la Paz de Westra lia y el reinad s casos regiona les; To5 que pueden promo
la politicaTie poder Mtereses Jocales y en alguno
la Revolución Francesa. Fue ésta “la edad clásica “ce compatibles con los de la respectiva po-
ver, en la. medida en que sean
era la sirvienta de la
sin tonalidades doctrinarias. La diplomacia ya no ivos” Pero mien- tencia rectora.
guerras eran restringidas en sus objet Los polos pro-
réligión, y las Los alineamientos son rígidos.
ones de poder en ningin mo 3. Alincamientos.
tras en Europa los cambios en las posici de ceda bloque. La hipó-
s americano y asiático vastos penden ala maximización del poder colectivo
mento fieron Tadicales, en los ámbito
actor subord inado plantea una amenaza
o. del “eQUIIBro europe tesis de realineamiento de.un
territorios cambiaban de manos en” nombre
la Revolución Francesa e la seguridad bioque, cuya composición y modalidades de perte-
del
este tipo de políti ca intern acional, potencia rectora, como deci-
Frente a
de grandes proyecciones, al néncia se definen, bajo los nuspicios de la
implicar un cambio Por consiguiente, las
necesariamente debía
ntación doctrinaria (Ver siones y siluaciones políticas de largo plazo.
introducirde lleno. los elerhentosde confro alianzas centrales se organizan como combin acione s virtualmente per-
Capttulo 3). - - cada miembro.a los principios
bipolar contrasta mar manentes, involucrando la adhesión de
La estructura y funcionamiento del sistema o, al menos, un reconocimiento a la
y métodos de la potencia rectora
cadamente con el sistema que hemos estudiado. de sus intereses de seguridad
de fconcepción de las esferas
primacía
centrales son dos grandes buscan recíprocamente socavar
t. Númerode miembros. Los actores influencia). Al mismo tiempo, Jos polos
de poder en el sistema, alfredo subordinados del bloque rival.
potencias: Estas constituyen los “polos” la disciplina política de los integrantes

5 Aron, op. cil, pp. 171-172: ? Reynolds, op, clf., pp. 209-210.
€ Wighf, ap. cil., p. 83.

El mugar
MASA PTE A
; 1!
228 7] El sisteina internacional contemporáneo — — Los procesos políticos en el sistema internacional (] 228
i elevados niveles
De esté modo, la estructura bipolar Lende n generar especulación en sentido contrario, que la disuasión mutua sirva en
de tensión, último término para inhibir a la potencia dominante de la defensa
Cada bloque busca, al menos como objelivo de del síaiu quo, en vez de impedir a la potencia en nscenso actuar
, 4. el
-jargo plazo, superar la sittiactonde bipolaridad. En último término, la parr cambiarios
aliminación del bioque rival y la consiguiente transformación del siste-
desde la perspec-
ma constituyen la única garantía de semiridad integral En caso de realineamiento exitoso de un actor secundario, producto
en conflicto bipolar.
tiva de Jas grandes potencias enfrentadas de una combinación de cambios internos y del uso limitado de la fuerza, .
no sc adapta como meta práctica e Inme-
¡ Tal objetivo, sin embargo, La potencia rectora del bloque beneficiado procurará subordinar a sus
mutua. En tal
diata én la medida en que prevalezca la disuasión designios al nuevo integrante de su bloque, de modo tal que pase a
de Mera frontal,
situación, las potencias rectoras no llegán a atacarse perlenecar a éste de manera estable. El realineamiento lleva, en cierto
no potiría reportariles
porque estiman altamente probable que tai neción modo, a un cambio de identidad internacional
de tal actor, y no sálo
que se desen-
beneficios comparables a los nitos costos de las represalias aun cambio de sus políticas, que por cierto contraslarán radicalmente
La disuasión requiere,por lo tanto, la posesión
cadenatíon en su contra, con jas del pasado.
de capacidades de cálculo racional por parte de los actores prin-
y uso Maás allá de estos cambios parcinjes, en sí altamente conflictivos en
de decisión de aiguna de
cipales; Pero en la medida en que tas procesos este tipo de sistema, el gran objctivo sigue siendo, sin embargo la
o nO-— de que existe en tin
las partes: aj) Heven a la conciuislón —errónea derrota y eventual disolución del bloque rival
determinado un margen suficiente de superioridad,
momento o lapso Tis manifiesto que el sistema descrito deja poco espacia para la
que una situación de
que posibilita una victoria, b) que se perciba práctica de Ja moderación política. Importantes casos históricos, coma
marginal, que se considera una parantía esencial de segu-
superioridad 105 ENTrentamientos entre Atenas y Esparta y entre Roma y Cartago
€) que un actor, por eualquier
ridad, está en vías de desaparecer, 6 han puesto en evidencia las tendencias destructivas inherentes aa
irracionalmente, no habrá disuasión. En estos easos
causa,se comporte
frontal entre los bloques. bipolaridad. En líneas generales, estas tendencias están presentes tam-
será muy díficil evitar un conflicto
los actores, Como consecuencia de su voluntad bién en el sistema contemporáneo, No obstante que las superpolencias
- 5. Identidad de
giobal, los palos del sistema no descartan han demostrado cierta cautela en sus relaciones mutuas, ello se ha
de alcanzarun predominio debido fundamentalmente a la presencia de un factor nuevo: la disua-
del bloque rival. En nusencia de disuasión,
la eliminación de los actores
a ser folal. Las guerras timi- sion nuclear o el "equilibrio del terror”, Un segundo factor que ha debi-
un conflicio bélico entre bloques tiende
bipolar sólo se explican: a) como consecuencia de
fadas 6 un sistema
entre los bloques, que €5 apta para la
Ja relativa simetría de poder
como una forma de ataque
disunsión entre actores racionales, y b)
bloque, que beneficia al que lo Janza,
lateral:a las posiciones de un
a configurar una amenaza tal que Diversos autores ban debatido los méritos relativos de los sistemas
instiga;:o protege, sin llegar empero
que in represalia en gran escala. multi y bipolares en términos de sus niveles de estabilidad. El punto
la otra parte no vea atra alternativa
condiciones, la potencia rectora del bloque que promueve de vista más generalmente aceptado es el de Deutsch y Singer, quienes
Bajo estas
escenarios rezionales, podrá soca- sosiienen que un sislema con un mayor mimero de actores proporciona
la revisión del statu quo en diversos
de poder del bloque adversario. Como numerosas oportunidades de interacción para encauzar los conflictos
var progresivamente la posición
Giipin, interestatales sin destmir el sistema, lo que contrasta con la poderosa
ha advertido Rovert
lógica destructiva del sistema bipolar, Kenneth Waltz, por el contrario
... una serie de guerras limi ha enfatizado el rol moderador de la disuasión nuclear, que obliga a
: Bajo condiciones de disuasión mutua
para cambi ar el sister na internacional. En la las partes en conflicto a limitarse a un tiso altamente selectivo y con-
tadas podría servir
ir a da guerra nuclear careciese trolado en el uso de la fuerza convencional” Este argumento obviamente
medida en que una amenaza ce recurr
a preva lecer la super iorid ad local, y un estado sólo puede ser persuasivo en un sistema como el contemporáneo, ya que
de credibilidad, podrí
ada para cambiar el statu en la medida en que no se den las inhibiciones generadas por el empate
eñ ascenso podria usar la fuerza limit
o a recursos críticas o a terri nuclear, deberían prevalecer las tendencias conflictivas del sistema. Ade
quo territorial. La pérdida de acces
, n su vez, reducir la potencia más, atin en condiciones de disuasión mutua, es posible madificar gra-
torio estratégico que resultaría, podría
dominante 2 una posic ión inferi or y transformar el gobierno del
pasad o, los estados han precipitado la 2 Giipin, np. cif, p. 216.
sistema internacional. En el
Intere ses vitale s nmenazados por una 3 Ios articulos pertinentes se encuentran en James NRosengu, ed, International
guerra total para prote ger Politics and Foreign Policy, edición revisada, Nueva York, The Tree Press 8 07
tipo Es posibi e, a pesar de mucha
“estrategia gradual de este Parte 1V.
REPO u o :
ME :
Los procesos políticas en el sistema internacional 1 2H
230 C) El sistema int ernacional contemporáneo
Mo
Ts RS
dualmente el sistema tn benefica de una de las partes; sobre este punto, eíficas, lo que distingue este método de interacción internacional de los
véase la precedenite cita de Glipin, meátod élicos. La figura del diplomático,
cuya misión es promover
Aunque en décadas recientes están reemergiendoa algunos Aspectos
de los intereses externos del estado procurando convéncer a otros acto
de multipolaridad, no .es posible desconocer que las condiciones
están res, se_contrapone conceptualmente e la del initar— él agente estatal
Mancionamiento del balance del poder en su versión moderada encargado de promover los intereses del estado bajo la dirección de la
hoy lejos de cumplirse. Como ha enfatizado Hans Morgenthau, la prác autoridad política que procura vencer 2 los enemigos externos del esta-
tica del balance en su varlante moderada requiere la adhesión de todos do en situaciones de guerra, Sin embargo, los dos niveles y métodos de
los participantes a un código de conducta diplomática congruente con acción no son mutuamente exc tes, y en la práctica se relacionan
Pero
las reglas del sistema. los grandes procesos de cambio social y
tra en múltiples aspectos. Idealmente, la diplomacia debe servir pora evitar
político del siglo “han: transformado profundamente la diplomacia
la guerra, pero en momentos cruciales puede llegar a quedar prisio-
dicional. De “un pasatiempo aristocrático, un deporte para príncipes, nera, como advierte Aron, de mecanismos militares preparados de ante.
¡odos los cuales reconiocian Íns mismas reglas del juego y fugaban por maño, que una vez puestos en ejecución resultan difíciles de detener
los mismos objetivos limitados”, la diplomacia ha devenido en una o modificar.” De este modo, el factor militar puede introducir un ele-
forma de interacción formalmente pacífica, pero que no rehiye la con- mento de rigidez en el proceso de decisiones diplomáticas, Por ejemplo,
frontación radical entre los actores políticos. En el sistema actual, a se ha observado que las órdenes de movilización militar impartidas por
pesar de la reintroducción de algunos elementos multipolares, no ha los gobiernos ¡uso y austríaco en los dias anteriores al estallido de la
emergido un nuevo consensó acerca de la conducción de las políticas
Primera Guerra Mundial prácticamente eliminaron cualquier alternativa
exteriores, que proyectan al ámbito internacionaf esquemas políticos na
dipiomática de evilar el inicio de las hostilidades.
mutuamente excluyéntes, con la consiguiente exacerbación de
cionales
Á la inversa, nunque se ha definido Ja dipi omacia como un método
las tensiones y los conflictos internacionales, Segundo, los cambios tec-
de interacción pacífica a, está claro que ella de npeña diversos papcies
nológicos, sobre todo en el” campo militar, han aumentado significa.
en contextos bélicos. Por ejemplo, los estados beligerantes recurren a la
tivamente las capacidades nacionales para el conflicto. Por último, el
diplomacia multilateral para acusar a sus chemigos de agresores, y aia
rápido proceso de desarrollo económico y de crecimiento demográfico
diptomacia bilateral para procurar el apoyo o modificar las posiciones
que ha nbarcado a casi todo el mundo desde el siglo pasado ha incre-
desfavorables de determinados estados. Particularmente importantes
mentado las perspectivas de cooperación, pero también ha multiplicado
y transnacionales en función de suelen ser los esfuerzos diplomáticos de terceros estados —como las
los roces y conflictos interestatales
cada vez más miembros del siste- grandes potencias o estados no alineados de gran prestigio internacio-
intereses entrelazados que movilizan
nal— para influir en el curso de un conflicto bélico y posibilitar una
ma, Estos fenómenos dan lugar a procesos de coalición y conflicto que paz negoclada. En otras oportunidades Jas influencias de terceros se
los límites de la variante moderada del balance del poder y re-
rebasan
e inestabilidad del sistema. utilizan para producir o facilitar un determinado resultado militar. En
fuerzan las características de heterogeneidad
cualquier caso, la diplomacia de guerra y de posguerra son de gran
importancia, por cuanto la victoria militar no asegura la estabilidad
LA DIPLOMACIA” politica internacional. La Segunda Guerra Mundial y la guerra árabe-
israelí de 1967 (Guerra de los Seis Días) son ejemplos de guerras que
La álplomacia es el cónjunto de interacciones internacionales de carác- no fueron seguidas de arreglos diplomáticos suficientes para la con-
ter pacífico” conducidas. por agentes oficiales de los estados y de orga solidación de un sistema de relaciones aceptado por todas las partes,
nizaciones intergubernamentales. . Como advierte Adam Watson, “hasta que se ha negociado o impuesto
organiza un arreglo, no puede haber una paz que sea más que una mera cesación
Por medio de los procesos diplomáticos, los estados y
se informan, mantienen comunicaciones y de hostilidades” 3
ciones intergubernamentales
realizan negociaciones tendientes a promover sus objetivos e intereses En tercer lugar, los sujetos de la diplomacia son agentes oficiales:
Aunque el término “diplomático” suele emplearse como acje- jefes de estado, ministros de relaciones exterlures” ASCSOTES de Sépu-
externos.
tivo para atribuir cualidades como inteligencia, discreción y tacto en ridad nacional, agentes diplomáticos acreditados ante goblernos y orga-
el manejo de las relaciones, una definición de la diplemacta en términos nizaciones internacionales y delegados en misiones especiales, Este
de lales earacterístitas sería normativa, Como advierte Bull, "Tos diplo- carácter de los.sujetos asegura la represenlatividad de sus actuaciones,
máticos pueden carecer de inteligencia y de tacto, pcro 16 por ello
a

No obstante, Lal representalividad no asegura que liabrá, en último


cesan de ser diplomáticos”!
1 Aron, op. cit., p. 68 27 -
m Morgenthau, op, cií., p. 270. 5 Adam Waison, Diptomacy, Tindeifía, ISHT Publications, 1983, p, 63.
1 Hull op. cit. p. 163. -
1232 (JLEl sistema internacional contemporánea —. Los procesos políticos en el sistema internacional C] 233

o
! térmiho, consentimiento del estado. Así, el derecho it
1
internacional mar- máticas y olras inslituciones de la diplomacia, se desarrollaron ue
Po

¡ene da Institución de Ta va/micación dr los tratados internacionales. manera gradual a lo inrgo de varios siglos, inicialmente este proceso

Tre Ta
: Mediante la ratificación, los órganos internos de poder consifnten en se circunscribió al ámbito europeo, pero la presencia internacional de
, -
obligar a éste en términos de un ncuerdo bilateral o multi Letal ststrito los estados americanos y asiáticos desde el siglo xix y, más reciente-
Í la del tra
anteriormente en representación del estado. Aungue mente, de Jos estados africanos y otros nacidos del proceso de liguñ-
«tado haY constituido una actuación ofic l , Jn necesidad de ratificación dación de los imperios coloniales, ha contribuldo a la efectiva univer-
: , LRNCO
el centro Te padar del TStIde
pone de manifiesto que hb se Na despla suización de las relaciones e instiluciones diplomáticas. En el curso

E
zado hacia los negociadores diplomáticos, sino que continúa residiencio de esta evolución, la diplomacia ha experimentado profundas transfor-
decisoria que resuelve

AAA
en la organización institucional central, instancia maciones, que se aprecian nítidamente al estudiar las funciones de la
¡si se asumen determinadas obligaciones internacionales, Jista situación diplomacia: información y análisis, comunicación, negociación, imple
vez es autó-
¡subraya el hecho de que In acción de los dipiomálicos rara mentación de programas y representación.
verdaderas eacenas. de comunicació n y 1. información análisis. La. recolección de información acerca
:noma, sino que se ínserla en
como
icontrol entre diversos niveles al interior de los cobiernos, así

AA
de heclios y tendencias observados en el exterior y su análisis e inter-
entre estos. pretación, son esenciales para la elaboración e implementación de las
La actuación ocasional de agentes privados para delerminadas ges-

TA
, políticas exteriores, En ausencia de información y análisis, las políticas
tones internacionale s de consiiluir un método auxiliar de la
no pasa exteriores consislirán meramente en un conjunto de actuaciones basa-

To
Los gobiernos suelen recurrir a las vías extraolicialós cuan das en elementos subjetivos, como las disposiciones psicológicas de los
¡:dipTómacia.
do se trata, por ejemplo, «de realizar contactos exploratorios o “sondeos gobernantes y sus prejuicios y preferencias ideológicas Cio que no quiere
pueden
que ná los comprometen en forma oficial, o cuando juzgan que decir, por cierto, que estus elementos desaparezcan necesariamente
externos de personeros no oficiales.
:serles útiles determinados contactos cuando se cuenta con información).
sus-
Se trata, por tanto, de situaciones excepcionales que no modifican El imperativo diplomático de informar genera tanto emmflicio como
tancialmente el carácter de In diplomacia como interacción oficial. couperación en el ámbito internacional. Los agentes diplomáticos pro-
de las rela
N La diplomacia es un elemento central en la conducción curan reunir la mayor cantidad de antecedentes para sus gobiernos a
de la calidad de Ja
-ciones- exteriores. Como ha señalado Morgentimu, través del estudio del comportamiento y de las motivaciones de los
la armonizació n de los objetivos e instrumentos de actores politicos del estado u organización donde están acredifados. así
“diplomacia dependen
disponibles, asi como la percep- como de las actunciones de los diplomáticos y actores de otros estados
la política exterior con los recursos
de las oportunidad es y restricciones para Ja neción pre- en el mismo país. Pero estos actores tienen interés en retener Infor
ción adecuada
valeciente en cada coyuntura internacional. En cambio, mación, o entregarla de manera selectiva y no siempre veraz, guiados
por sus ebjetivos frente al estado en cuestión. Especialmente en situa-
es borrosa, su juicio defectuoso y sti determinación ciones de conílicto, un objetivo importante puede ser la confusión o
si'su visión
iciencia
! debil, todas las ventajas de ubicación geográfica, de mitosul desinformación de los adversarios. Ante esta situación, los agentes di
s primas y producc ión industri al, de prepa- plomáticos procuran complementar, contraponer y comparar los datos
en'alimeritos, materia
y de tamaño y calidad de la población, a largo pinzo cue logran extraer de las más diversas fuentes oficiales y de otra natu-
ración militar,
todas estas
de; poco servirán a un país. Un país que puede ostentar raleza, empleando de manera ocasional o sistemática la astucia y el
lo-
: ventajas, pero no una diplomacia congruente con ellas, podrá ardid para penetrar hasta el conocimiento de los hechos que desean ave-
i grar éxitos temporale s gracias al peso de sus “activos” naturales. riguar. Este empeño constante del diplomático en reunir información
naturales
A largo plazo es probable que malgaste estos “activos” ha contribuido a que nunca haya desaparecido del todo su imagen de
rlos de manera incomplet a, discontin ua y dilapidad ora “espía honorable”, De hecho, las funciones de diplomacía e inteligencia
al aprovecha
enjrelación con los objetivos internacionales del pais." exterior, anque distintas en principio, frecuentemente se tocan en la
práctica, tanto de modo cooperativo como conflictivo.'5
más que cu Iqmier interacción
e otra forma dee interacc inte
ión inter- Entre los cambios recientes en esta función, debe destacarse la
La-diplomacia,
nacional, ha alcanzado un significalivo nivel de institucionilización. La multiplicación de las fuentes no diplomáticas de información que están
jrincipio de no
práctica de las misiones diplomáticas permanentes, el al alcance «de los actores internacionales. El desarrollo contemporáneo
interferencia o no interven ción en los procesos politicos de los estados, de los estudios políticos, económicos y tecnológicos ponce a disposi-
particular
de profesionalización de la diplomacia como un elemento ción de los gobiernos abundantes fujos de información, que en algunos
te de la administ ración pública, las inmunid ades diplo- casos duplican Ja labor diplomática y superan las capacidades de pro-
mente importan

1 Morgenthau, op. cil, p. 141. 15 Wight, op. cif, p. 116 : <


Los procesos políticos en el sistema internacional CJ 735
234
do ade + La comunicación en el plano bilateral suele ser útiimente complemen-
cesamiento y análisis de lás unidades participantes en la elaboración tada por Jas oportunidades de comunicación en los foros multilaterales
e implementación de políticas. Algunos gobiernos cuentan además con como las Naciones Unidas y la OEA. Exagerando un tanto se podría sos-
medios técnicos de inteligencia —coma los satélites de tino “espia"—,
tener que, aunque estas instituciones no cumplieran ningin olro rol, esta
que proporcionan Informaciones difíciles de obtener por los conductos
función de comunicación —vital en situaciones de crisis aguda— bas-
diplomáticos. En tercer lugar, la cobertura internacional de reportajes taría para justificar su existencia (ver Capítulo 5).
o un vol
y análisis de los medios de comunicación social ha alcanzad Tradicionalmente ha existido un idioma diplomático predominante:
casos un nivel de calidad, que compite efectiva mente
men, y en algunos el latín, luego el francés y actualmente —en menor medida— el ingles,
ido la
con muchos informes diplomáticos. Estas tendencias han disminu cuyo uso generalizado perinite reducir los inconvenientes y dificultades
relativa del agente diplomático como. fuente de informa-
importancia de comunicación producidos por la multiplicidad de ¡diomas nacionales.
tina apre-
ción gubernamental,:salvo én cuanto el diplomático conserva El uso del ídioma diplomático predominante no tiene carácter oficial.
sobre los derhás actores en el cultivo sistemát ico de rela-
ciabie ventaja En Naciones Unidas, los cinco idiomas mencionados en el artículo 111
do; la
ciones políticas con los personeros del país donde está acredita de la Carta (chino, francés, ruso, español e inglés) tienen dgual valor
a vida social diplomát ica sirve precisa mente para el cuitivo
tan criticad oficial, pero las delegaciones usan ampliamente sus lenguas nativas.
informa-
de estas relaciones, permitiendo el intercambio informal de No obstante, la vasta difusión del idioma diplomático predominante
in labor desplegada a través de los canales
ciones y complementando en élites internacionales le da una gravitación determinante en la comu-
asociación del diplomático
formales y de los medios no diplomáticos. La de
nicación política, rellejando indirectamente la situación global de poder.
de un estado no está, desde luego, exenta
con los cfreulos de poder Asi, el progresivo desplazamiento del idioma francés por el inglés en
llegar a identif
: icarse,
riesgo. s. sobre todo en cuanto el diplomático puede $ el munco diplomático responde, tanto en el pisno simbólico como en
inconsc ienteme nte, con las perspect ivas predominantes en
consciente o la práctica, al proceso de declinación relativa de Francia y al predo-
a su se- gobierno de manera
éstos; puede en última instancia informar minio Inglés en el siglo xix y norteamericano en el presente siglo.
distors ionada. Un ejemplo import ante —por sus nefastas con-
lectiva y El analistu de la política internacional también debe prestar aten-
ia entre 1937 y 1939,
secuencias— es el del embajador británico en Aleman ción alas circunstancias y modalidades que rodean la interacción diplo-
e de la “política de
Sir Nevile Henderson, quien contribuyó al desastr máúlica. Estos detalles del proceso, lejos de ser triviales, contienen cla-
gobierno «el Primer
apaciguamiento” del avance hitlerista por parte del ves para la interpretación del estado de las relaciones políticas. La
deseo de mostrar lo mue
Ministro Chamberlain, al dejarse llevar por su observancia de formulismos de lenguaje y de una cortesia oficial expre-
bueno” de las política s nazis!
vela como el “lado sada a través de formalidades protocolares, de apariencia a veces super-
dipiomacia es la trans-
2. Comunicación. Una función esencial de la ficial y obsoleta para el observador común, cumple una importante
os. El memor ándum diplomático,
misión de mensajes entre los gobiern función de ocultamiento y/o reducción de fricciones internacionales.
a, la entrevi sta de un embaja dor con un Caneiller u Segundo, no son indiferentes las circunsiancias de tiempo y lugar de
la nota de protest -
son algunos de los instrumentos habitua la comunicación. Por ejemplo, el otrora acostumbrado viaje a Washing-
otro funcionario de goblerno,
tanto en contextos de cooperación como de con-
les de comunicación, los
ton de los presidentes latinoamericanos poco después de asumir sus
internacional, se ha observado que
flicto. En situaciones de crisis funciones servía para confirmar la primacía de Estados Unidos como
las partes tienden a interrumpirse, espe polo orientador de las políticas exteriores en la región. Por esta razón,
flujos de comunicación entre
diplomáticas —canal normal de comu.
cialmente cuando las relaciónes los goblernos latinoamericanos han procurado terminar con este uso,
se deterioran por el retiro de embaja-
nicación intergubernamental— tratondo las vísitas oficiales a Estados Unidos en un plano comparable
bloqueos de comunicación con
dores, 9 se rompen formalmente. Tales con ytras visitas importantes. También es necesario determinar las res-
exacerb ar Jas tension es, aument ando la inseguridad y des- pectivas posiciones jerárquicas nacionales de los sujetos de la comunica
tribuyen a
agregá ndose alos factores sustantivos en ción. Por ejempio, el acceso expedito de funcionarios de nivel medio
confianza entre las partes, ca
ción de vías de comuni
una crisis internacional. Por esto la manten de un gobierno a los más altos niveles políticos de otro gobierno, cuyos
as es una alta priorid ad de les participantes en funcionarios no gozan de iguaí acceso a los centros de decisión del
ción ablertas y expedit
de Estados Unicos y la UI
la diplomacia. Por ejemplo, los gobiernos primero, indica la existencia de una relación de poder que favorece a
serlos proble mas de comuni cación en acasión de a aquél. Muchas dificultades diplomáticas derivan precisamente de la
que enfrentaron la instala-
en Cubz en ectubre de 1962, acordaron insistencia de los gobiernos en contar con interlocutores de alto nivel
crisis: de los misiles
ción de líneas especiales de comunicación directa al más alto nivel en los países con los que deben tratar,
el uso en situaciones de emergencin. La función de comunicación politica está expuesta a factores de
(hal line), reservadas para
cambio parecidos a los que afectan a la información. Primero, han cre- 397
y Allen Whitllng, Dynamics of International cido significativamente las oportunidades de comunicación internacional
1é Ejemplo tomado de Ernst Tinas
1056, y. 144.
Retativas, Nueva York, Mediraw-ITHE,
236 C] El sistema internacional contemporineo —
Tos procesos políticos en el sistema Mmiermacional 1] 237
5 eALICES CONVenCionales de In «difpiomacia, incinyencdo comu-
una base de sustentación de poder nacional.
nienciohes A través de sociedades profesionales, entidades académicas, Ea calidad de la diplo
macia puede amplificar o reducir In gravita
empresas multinacionales, etc. cuyas actividades concilan el interés ción negociadora de an
estado; pero, en último término, un diplom
te los gobiernos. Segundo, Jos contactos tanto políticos como
ático que actúa por un estado
técnico- carente de recursos
burocráticos de unidades de para producir determinados resullados no tiene
los gobiernos fuera dr los ministerios de credibilidad: sus amenazas de poner fin a negoci
felaciones exteriores se han multipitcrado, de modo que ministros de aciones estancadas no
están respaldadas por la perspectiva de
economía y finanzas, de defensa, de agricultura, salud, educación consecuencias que las otras par-
y tes quisieran evitar, y sus ofertas de concesiones
otras carteras, así como funcionarios ministeriales, de servicios, entes no agregan nada inte
resante al contenido de los eventua
asesores y empresas públicas, tratan con sus contrapartes externas y les acuerdos. Por esto es poco
hable que un estado muy débil frente pro-
se convierten en ocasionales y, por tanto, improvisados diplomáticos. a otro u otras logre negociar efec.
“ivamente. Es más probable que deba adherir al
Tercero, las comunicaciones directas en los nivcies polílicos altos —je- resultado de una nego-
cinción conducida por otros estados, o que deba
fes de estado y de gobierno, cancilleres, asesores de seguridad nacto- aceptar en Ja mesa de
herociaciones Jas demandas que se
nal, etc.— se han hecho prícticamente mtinarias. le formulen, que en tal caso tendrán
Las “reuniones en carácter de imposiciones más que
la cumbre” entre algunos gobiernos sc han instilucionalizado, y el uso de auténticas concesiones.
En tercer lugar, ta negociación requier
de los foros multilaterales como puntos de encuentro para la diplo- e un conjunto de agentes,
que puedan comprender desde Jefes de
macia bilateral es rulinario, EJ uso de la comunlención telefónica desde estado o «die gobierna hasta dele.
raciones especiales. Las negnciaciones al
Juego ha ido en constante aumento. Estos cambios han croslonado el más alto nivel político tienen
la ventaja de la máxima representatividad:
tradicional! rol de intermediación casi exclusiva de la comunicación inter- si se Jogran acuerdos, Jos
parlicipantes empeñarán su peso político
gubernamenial que poseían los agentes diplomáticos, disminuyendo su en defenderlos en sus países
y en hacerlos cumplir, Pero el riesgo
influencia y limitando la vigencin de sus códigos profesionales y cultu- de las negociaciones “en la cumn-
bre” es muy alto. Una negociación fracasada,
rales. En este nuevo contexto, el proceso de comunicación puede haber sobre todo cuando es alta-
mente visible, compromete seriamente
ganado en Nuidez y Nexibilidad; pero al mismo tiempo ins amplias opor. la carrera de los máximos diri
tentes asociados con ella, pudiendo
tunidades de comunicación, utilizadas por personas no sujelas a los coritribuir a crear o Agravar sifua-
ciones de crisis internacional. Por estas
cánones: de interacción diplomática, anmentan los riesgos —de por sí consideraciones, las “cumbres”
diplomáticas generalmente se reserva
considernbles en un mundo altamente heterogóneo— de desinteligoncias n, primero, para la celebración
de consersaciones exploratorias y de comuni
y percepciones encontradas. Preden surgir, así, conflictos que las vías cación simbólica, que pue
den servir, por ejemplo, para “romper el
diplomáticas tradicionales se han especializado cn precaver o minimizar, hielo” que afecta nina relación
bitateral tenso de la reunión Reagan-Gorbachov
pueden -exacerbarse conflictos existentes y dificulfarse, por ende, su - en Ginebra en noviem
bre de 1995). Un segundo uso de este tipo
solución. de diplomacia es la con-
clusión solemne de acuerdos cuidadosamente
3. Negociación. La conclusión de acuerdos internacionales es la negociados de antemano
a través de los canales diplomáticos normales
función fnás Importante de la diplomacia, en cunnto concreta iniciativas o de procedimientos “ad.
hoc”. Eslo deja la celebración de reuniones “cumbr
de cooperación y disminuye 9 supera situaciones de conflicto. No abs- es” para el intercam
bio amplio de puntos de vista y la
tante, éstos no son los tínicos [ines de la actividad negociadora, como negociación de acuerdos política.
mente importantes prácticamente linitad
veremos oportunamente. a al marco de acuerdos regio-
nales, grupos de potencias aliadas u otros
La negociación diplomática se funda en una nolífica exterior, que entendimientos cooperativos.
También cn estos casos, sin embargo,
se traduce en unn estrategia frente a los demás participantes en el pro- se realizan esfuerzos conside-
rables de preparación previa a niveles ministeriales
ceso. El negociador debe comprender el marco de condiciones políticas medios y altos
para prevenir posibles fracasos. La! “diplomacia
en que tiene lugar su actuación, de modo de conditcirse en el rango en la cumbre” cons.
tituye, por tanto, una práctica excepcional,
de alternativas compatibles con los intereses del gobierno que repre- aungue entre algunos po-
biernos ha adquirido recientemente cierta
sehía, los que debe traducir en proposiciones negociables con las con- regularidad (por ejemplo,
en el marco de na Comunidad Europea o del
traparles. - , grupo de las siete prin-
cipnles potencias industriales: Estados Unidos,
Haas y Whiting advierten certeramente que los negociadores sin Gran Bretaña, Francia,
Alemania Federal, Hlalia, Canadá y Japón (ver
directivas pueden “conceder intereses vilales en aras de un acuerdo, Capítulo 10). La regla
general siguen siendo las nerociaciones
o pueden rehtusarse a hacer concesiones posibles cn nontbre de la ín- a través de los agentes” diplo-
máticos neredilados ante los gobiernos fcaso de las negoci
transigencia",” - , , aciones bila-
terales) o las delegaciones ante organizaciones interg
En segundo lugar, la negociación no puede fructificar si no existe ubernamentales
fren las negociaciones multilaterales), Alternativamente, se recirre a
plenipetenciarios o misiones especiales,
17 Haas y Whiting, op. cif,». MO. sobre todo cuando las male
rías son altamente lécnicas. En estos fasos,
puede haber tanto "3
!
:
141 contemporáneo Los procesos políticos en el sisiema internacional 1) 239
hiere de
E : .
sustitución como un refuerzó de los equipos diplomáticos de las servi- En la práctica, sin embargo, uno o más actores pueden utilizar las
cios exteriores. La intervención de los ministros de relaciones exterio- negociaciones —o la idea de celebrarlas—- para fines distintos de la con-
res 0 de ctras carteras es de importancia muy variable, dependiendo creción de acuerdos, Una de las críticas a la diplomacia pública de la
de la materia, del .estila político de los gobiernos participantes, y de la era contemporánea es la constante subordinación de las negociaciones
gravitación y estilo políticos, de los ministros involucracdos, La tenden- —o de la demanda de negociar— a propósitos propagnndísticos. Por
,
cia parece ser reservar el nivel ministerial para ciertas intervenciones ejemplo, un gobierno puede proponer un acuerdo internacional de de-
ón de acuerdos de sarme nuclear, a sabiendas de que en la forma en que lo presenta no es
como la apertura de las negociaciones, la formaci
principio, la superación de tituaciones de estancamiento,
y ia concltu- negociabie para las partes interesadas, con el propósito de mejorar st
del proceso, que en algunos casos será la firma de un imagen internacional y de obligar a sus adversarios a asumir el incómo-
sión formal
tratado internacional, : do ral de opositores a una idea de apariencia constructiva y pacífica, que
acio
El cuarto ciemento de la negociación —estrechamente relacion la opinión pública internacional no está preparada para evaluar en su
s. Mien-
con el primero— es la disposición a un compromiso de interese contenido concreto y sus alcances políticos y estratégicos.
elemento he aludió a la sustancia de la posición de
tras en el primer Otro fin táctico de las negociaciones puede ser la ganancia de
se trata de la actitud y de las tácticas de negociación. tiempo, sez que no se desee llegar a acuerdo alguno, sea que se busque
cada parte, aquí
verbal con un adver-
Si la negociación se utiliza sólo para una guerra un acuerdo posterior distinto al que se discule actualmente, Este uso
del mal en Ja
sario, si se dice ver en la otra parte la “encarnación de la diplomacia es frecuente cuando la parte dilatora anticipa un
rémora del; proceso históric o, pronta a ser “barrida
historia”, o una vuelco favorable a sus intereses en las relaciones dé poder entre las
e no habrá disposi ción a
por las fuerzas del progresd”, probablement partes. Por ejemplo, un estado en guerra probablemente demorará las
miento que no sea unha capitula ción. La confron tación
lograr un entendi negociaciones de paz si estima que son favorables sus perspectivas
dor es necesar ia y útit para
clara de posiciones en el proceso negocia militares, puesto que espera para más aclelante un acuerdo de paz más
os esencial es y secunda rios, y para evitar ¡a
distinguir entre element beneficioso, o atin una rendición incondiciona! que le permitirá impo-
al mismo tiempo debe
confusión y duplicidad en la negociación. Pero ner condiciones allamente onerosas y la parte derrotada. Por esta ra-
una disposición a las conce-
prevalecer, avanzadas, las negociaciones, zón, la parte más débil tiene especial interés en negociar la paz-pre io
en la,concepción de la política como el arte de
siones mutuas, basada acuerdo de cese del fuego.
ihcluye la determinación de puntos de encuentra chocar con la
lo posible, idea que Es obvio que el comportamiento descrito puede
ión de consensos
entre los Intereses de diversos actores y la valorac Jógica de un balance multipolar. que aconsejaría limitar los objetivas
ctos—— sobre los intentos de imposición coer-
-—aunqu e sean imperfe de la negociación en visla de la futura reincorporación del estado que
En la negocinción diplomá-
cítiva de políticas puramente nacionales. se espera derrotar milltarmente. En estas situaciones es también
evi
actitudes de rigidez:
tica, Ja honestidad y la claridad no exigen adoptar dente que, por lo menos de tina parte, no existe buena fe para negociar.
miso y el retiro de posicio nes tácticas indi las que
ní la disposición:al compro Frente a tai estado de cosas, son posibles diversas reacciones,
debilid ad o engano.
can necesariamente que hay inconsistencia, dependerán de la capacidad diplomática del estado afectado, su urgen
exige de parte del diplomático el
Esta disposición al compro miso
a la otra cin en llegar a un acuerdo, el nivel de apoyo de las partes por terceras
de persuasión, consistente en ilevar o irrelevancia de la opinión
desarrollo de la aptitud potencias, y la percepción de relevancia
acerca de un asunto. Muchas a
parte a aceptar determinada perspectiva pública internacional. Por ejemplo, un gobierno puede, de acuerdo
namienta de los pro-
veces ello aconseja seguir una estrategia de fraccio aspectos secun-
Jas circunstancias, poner fin a las negociaciones o variar la arena o
evitando a la vez que los
blemas en aspectos parciales, medio del nivel bilateral al multilateral o viceversa.
de una materia. Un ejempio consiste
darios hagan perder de vista lo principal 4. Implementación. Gran parte de la rutina diplomática
"entre cese del fuego” y “acuerdo de
de fraccionamiento es la distinci ón
cese -en ejecutar programas y acuerdos internacionales de jos mis variados
fin a una guerra, Aunque el de me-
paz” er las negociaciones para poner contenidos. Esta inbor es en gran medida administrativa, esto es,
de los contendientes no bastan para Algu-
del fuego y la separac ión física
ciones ra implementación, pero también suele asumir caracteres políticos.
difícil encarar las negocia
consolidar la paz, en general.es menos nos acuerdos internaci onales son de carácter general, y en su ejecu-
de interruinpir las hostitidades
de paz sí primero se logra él objetivo estas evestiones ción debe determinarse su alcance práctico. Por
ejemplo, existen nume-
Un acuerdo en torno a entre lus estados, los que sólo
y dificultar su reanudación: rosos acuerdos culturales y cientifico s
los niveles de lensión y hosti
inmediatas puede ayúdar a dismínuir liegan a lener un impacto real en la medida en que se mavilice la volun-
as para encarar in problemática de una implementación
lidad, creando condiciones: propici tad política de los gobiernos y otros actores para
fonda! práctica y concreta. También es posible que en el proceso de implemen-
surjan circunstancias nuevas que no se previeron en el momento
tación
lo que muchas veces plantea dificultades de 37
1€ Russelt y Starr, op. cit,pr 170. de cclebracióndel acuerdo,
Í
o BA
i
1
240 [3 El sistema internacional contemporduco — Los procesos políticos en el sistema internacional 13 241

implementación cuya stiperación es 11portante para cvilar el estarnca- yunturas, internacionales. En algunos casos, los gobiernas L
miento He las relaciones en delerminnda materia. estrechos Erados de nfinidad política, estratégica, económica q fdeoló
Existe, en consecuencia, un vasto campo para to que podría deno- Cica. Bajo estas condiciones, el establecimiento de alianzas se verá faci-
minarse la “diplomacia postacuerdo”. litado y su funcionamiento generalmente será expedito, aunque na nece-
5. Representación. Gran parte de los esfuerzos de un diplomático sarinmente exento de roces. En el extremo opuesto se hallan los estados
acreditado ante un estado 11 organismo internacional se dedican a pro- separados por profundas divergencias en todos Jos aspectos señalados,
yectar uha imagen favorabie de su estado. Frente al gobierno, las élites circunstancia que vuelve improbable el establecimiento de cualquier
políticas y Ja sociedad donde actúa, el diplomático es uno de los símbo- tipo de alianza. No obstante, aun en este caso puede haber alguna coín-
los visibles más destacados de un pais, Junto con destnear esta fun- cidencia —como la común rivalidad con un tercer estado— que pueda
ción simbólica de la diplomacia, cabe ndvertir que éstn no es nere- estimular la formación de una alianza,
sariamente una función separada de las anteriores, sino que sa cncuen- Ciertas divergencias de intereses derivan de la estruclura del siste-
tra presente en cierto modo en todas ellas. ma internacional. Como se vio más arriba, la coexistencia de dos poten-
cias dominantes en un sistema bipolar tlende a ser intrínsecamente
confitetiva; las alianzas en este tipo de .sistema tienden a formarse
LAS ALTANZAS airededor de Tos Ttpolos de poder que se encucntren enfrentados. Algo
menos crítica, paroen todo caso bastante problemática, es la relación
Las alianzas son acuerdos entre dos o mis estados, destinados aí logro histórica:nente observable entre estados vecinos, Entre vecinos es prác-
dedeterminados objelivos mediante la acción conjunta o coordinada de ticaments imposible mantener políticas distantes e indiferentes, de mo-
los mismos. do que, como advierte Aron, “si no es 'aliado permanente”, un estada
-— El primer fundamento de las alianzas es la percepción de insufi- vecino fácilmente se convierte en enemigo”?
ciencia de los recursos de los estados para promover un deierminado No sa trata de sostener una hipótesis de “fatalismo gcográfico”. el
interés, que incentiva a los gobiernos a buscar combinaciones Internn- enfrentamiento entre estados vecinos no es una ley de la política inter.
cionales con dicho fin. Algunos gobiernos sucien evitar Jas alianzas por- nacional. Las relaciones entre estados vecinos que han tenido proble
que estiman que están en condiciones de lograr sus propósitos por si mas bilaierales —incluso guerras— pueden eventusimente evolucionar
mismos, e porque no desean astimir los compromisos políticos Inheren- hacia In cooperación, como ha ocurrido en las relaciones entre Estados
tes a éstas. Una famosa exhortación en este sentido, que puede carac- Unidos y Canadá desde el siglo xix, y Francia y Alemania después de Ia
-l terizarse como aislacionista, dirigida a mantener a Estados Unidos fuera última guerra mundial, Por tanto, con excepción de la situación de las
de los problemas políticos europeos, se encuentra en el discurso de potencias dominantes en el sistema bipolar, no hay fundamentos para
despedida del presidente George Washinglon (1796), en que advirtió a sostener la existencia de “enemigos naturales” y permanentes y, por
sus connacionales sobre las complicaciones provenientes de las alian- tanto, irreconciliables, La mayor aproximación a la situación de “aliado
zas, que aconsejaban, en su opinión, evitar esta forma de acción ex- natural” parcce surgir de la convergencia de intereses que se observa
terna, Pero este tipo de política hn sido excepcibnal. Son pocos los entre una potencia que pretende equilibrar el poder de un estado veci-
estados que remiyen deliberadamente ia conclusión de entendimientos no y los ciemás estados colindantes con el vecino, que comparten igual
y acuerdos internacionales de acción conjunta; Japón, hasta mediados preocupación. En Europa, esta convergencia de intereses se ha dado
del siglo Xix, y la URSS, en la décnda de 1920, son nigunos de Jos escasos históricamente entre Francia y los países al Este de Alemania, su tra-
ejemplos de esta política. Por lo genernl, conserva su vigencia la regin dicional vecino y rival; pero en la-medida en que las relaciones entre
enunciada en el siglo xvii por el internacionalista holandés Hugo Grocio: estarlos vecinos puedan trascender la lórica clásica del balance del po-
der, come ha ocurrido en las relaciones entre estos países, este juego de
Ningún estado es tan poderoso que no necesite aiguna vez la ayuda alianzas tiende a perder interés,
de otros, sea para fines comerciales o para repeler Ins fuerzas de Tas allanzas que se fundan en determinadas carncterísticas del
muchas naciones extranjeras... en consecuencia, vemos que hasta tema internacional son de inspiración fundamentalmente pragmática.
los pueblos y soberanos más potderosos buscan las alianzas.” Otros fáttores de división entre algunos estados, y de dliañza entre
otros, son los ideológicas, que han dado lugar a agrupaciones como In
La formación de alianzas y su eventual funcionamiento —nog todas Santa Alinnza (ver Capitulo 3), y el sistema de estados socialistas diri-
las allinzas Tegain operar, algunas quedan en el papel— dependen de gido por a URSS (Capítulo 8). Los factores económicas. han gencrado
consideráciones sobre los infereses de los estados en determinadas co- los más _ diversos esquemas de cooperación, que en algún sentido pue-
-
7 Arm. np, cif. p. 136,
J
7 Hugo Groclo, citado por WIght, ep. cit, p. 123.
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242 [7 El sistema internacional contemporánco tel sistema internacional () 243

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14 Ea ju

den considerarse aliankas: hay un' elemento de alianza en el Grupo de ventivo de Ja guerra, aunque no necesariamente tengan ese resultado;
los 77, 'que promueve los intereses de los países en desarrollo frente las segundas resultan de la necesidad de un estado de asegurarse la
a los países altamente industrializados. También se da un elemento de asistencia de otros, o al menos la no cooperación con el adversario,
alianza en los acuerdos de ihtegración regional, aunque éstos suelen con el fin de soportar militar y políticamente el esfuerzo bélico. En
desarrollar una institucionalidad que los diferencia de las meras alian- ambos casos, la composición de las alianzas depende de las relaciones
zas. Según Adam Watson, aunque el Movimiento No Allneado profesa o proporciones de poder y de las posiciones e identidades históricas,
oficialmente la no participación en las altanzas de la Guerra Fría, en políticas y geográficas de los estados. Por ejemplo, en el caso inglés
el fondo no estaría lejos de constituir una alianza alternativa? La evo: la política de alianzas desde el siglo xvr se guió por el principio de
Jución reciente de los no alineados, sin embargo, muesira tanto coope- oposición a la hegemonía de una sola potencia en el continente euro-
ración como conflicto interno; ¡(ver Capítulo 9). peo. De este modo se trató en el pasado de salvaguardar la seguridad
Los elementos anteriores permiten entrar a distinguir distintos de la posición insular británica, y por ende el interés nacional en el
tipos de alianzas:, oferisivas y defensivas, de paz y de guerra, tempo-
desarrallo del comercio, la navegación y la colonización de ultramar.
rales y permanentes, y. bilaterales y multilaterales.
Tn la medida en que las políticas de una potencia continental (España,
Las altanzas defensivas comprometen a los estados a enfrentar
Francia, Alemania) presentaban un reto a esta política de equilibrio
conjuntamente las contingencias político.militares derivadas de accio
continental, Gran Bretaña reaccionaba mediante una política de forma-
nes agresivas de terceros estados. Aunque estos estados no suelen ser
aludidos de medo expreso —lo que podría percibirse como una seria ción de allanzas con los estados interesados en frenar las aspiraciones
provocación—, generalmente de cohoce en forma clara In identidad del hegemónicas del estado en cuestión. Tal diplomacia solamente podía
estado o coalición que los aliados procuran equilibrar o enfrentar por practicarse a partir de análisis realistas de las relaciones de poder y
medio del acuerdo, Los miembros de las alianzas defensivas se reúnen de la disposición de los gobiernos a considerar la proposición de aliar-
con el fin de combinar sus recursos frente a un estado q alianza adver- se, que dependía de las percepciones sobre los respectivos roles y
seria. No obstante, también.es posible que, desde el punto de vista de posiciones políticas nacionales en diversas épocas y contingencias. En
un miembro importante de una alianza, uno o varios de sus miembros el caso inglés, la oposición a la política de hegemonía de Hitler se
estén en ella con el fin de denegar su eventual cooperación al adver- percibió, aunque tardíamente, como un virtual imperativo. En cambio,
sario, Una consideración importante en la formación de las alianzas es, después de la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña no se opondría
por ejemplo, cerrar el acceso de los estados o coaliciones rivales a a la hegemonía norteamericana en Europa occidental, alterando su tra-
territorios o recursos naturalés que se consideran estratégicos, para lo
dicional diplomacia de equilibrio y pasando a depender política y eco-
cual se procura integrar a la alianza en los estados que de otro modo nómicamente de la nueva potencia dominante, En tal calidad, la poli
podrían caer eri la esfera del adversario. Tssta justificación es especial-
tica británica siguió los lineamientos de Washington en orden a opo-
mente válida cuando se tratd de estados débiles en relación con los
nerse al avance soviético en el continente europeo. Ello involucró el
contendientes centrales en unh situación de conflicto internacional.
Mientras las allanzas defensivas se orientan fundamentalmente Bn término del rol de “balanceador” sutónomo que se había sdjudicado
Gran Bretaña.
mantener el statu quo, las allanzas ofensivas procuran slterarlo en
beneficio de los participantes y a expensas de otros estados. Dado que Los niveles de cooperación entre los aliados varían amplinmente,
los gobiernos que abrigan propósitos de esta naturaleza por lo general según las percepciones muluas de Ins políticas aliadas y de las contin-
tratarán de ocultarlos pare ño aparecer manifiestamente como agrc- gencias que enfrentan los allados. La principal amenaza a la cohesión
sores, en la práctica nó resulta fácit identificar alianzas explícitamente de una allanza defensiva proviene de la falta de confianza en las pro-
ofensivas, Estas se mantienen secretas o se formulan en términos deli- mesas de colaboración y apoyo prestadas para el caso de un ataque
beradamente vagos, como pactos de no agresión o de colaboración en contra una de las partes. Este problema es particularmente agudo si
las situxciones que las partes oportunamente puedan determinar. Un una de las partes leme enfrentar situnciones políticas y militares más
ejemplo de este tipo de alianza es el pacto italo-alemán de 1940, que críticas que el resto de los aliados. Desde el punto de vista de estos
comprometió a los gobiernos de Hitler y Mussolini a asistirse recípro- últimos, la participación en la alianza puede verse socavada por la per-
camente en caso de verse comprometidos en complicaciones bélicas, sin cepción de que ésta, en vez de contribuir a fortalecer la seguridad de
limitarse a situaciones de carácter defensivo. los parlicipantes, aumenta el riesgo de ser arrastrados a una guerra de
Segundo, según el contexto de su celebración, las nlfanzas son imprevisibles consecuencias, Así, los aliados europeos de los Estados
de paz e de guerra, Les primeras suponen un esfuerza diplomática pre- Unidos a veces expresan el temor de que Washington, enfrentado en un
conflicto extraeuropeo con la URSS, se podría trabar en guerra con esa
1 Wetson, op. cil., p. 63. superpotencia, arrastrando a Europa occidental a una conflagración 33-
!

244 3 El sistema internacional contemporiíues - Los procesos políticos en el sistema internaciona! ( 245

Otro factor de tensión deriva de Jas dudas curopeas sobre la lugar a alianzas esencialmente temporales, aunque formalmente no se
general
especifiquen plazos de duración de estos acuerdos, y se habie —en
disposición real de los Estados Unidos a responder cfícciivamente a un
casos extremos— de alianzas na perpeiuidad. En cambio,
ataque en Turopa. Este cuestionamiento eventuaimente contribuyó sn el sistema
la marginación francesa de la estructura militar de la OTAN, en 1966. bipolar sirve de marco político a la formación de alianzas que se plan-
tean como esquemas de duración prácticamente indefinida, con la res-
En Jás alianzas bélicas, la fuente principal de tensión es el temor a
pectiva potencia dirigente de un bloque. Aunque los respectivos instru-
la celebración de una paz separada con el adversario. que dejaría solo a
y poder polí mentos especifiquen plazos de duración de las alianzas, ¿stas se reno-
un estado frente a un enemigo, o restaría fuerza militar
tico a la'alianza que lo combate. Este temor estuvo presente en la alian- varán mientras persistan las condiciones que les han dado origen. El
con Rusia en la Primera Guerra Mundiai, puesto abandono de una alianza por parte de un estado es inusual y más
za anglo-francesa
de una paz separada de Rusia con Alemania y difícil arin el realineamiento de un aliado con el bloque rival -
que Ja materialización
Austria debía debilitar gravemente la situación de los aliados en el , Por último, las alianzas son bilaterales o multilaterales segun el
frente occiduntal. Otros problemas característicos de estas alianzas mimero de estacos participantes. Las primeras se concluyen entre dos
giran en torno de la naturaleza y el monto de las prestaciones materiales estacios, mientras en las seguncas los participantes son tres o más esta.
(la tendencia de cada parte es contribuir el mínimo y exigir el máximo dos. En la práctica, sin embargo, un sistema o haz de alianzas bilate.
la situación extrema es la del "viaje gratis”, en que un rales de una gran potencia con una serie de estados puede parecerse
a los alindos:
obtiene protección de una gran potencia sín hacer ninguna con- a una alianza multilateral, que funcionará
aliado bajo la dirección del estado
tribución significaliva a la defensa común), de los mecanismos de con- ubicado en la posición central. |
sulta sobre las decisiones militares y políticas, de Ins alternativas diplo- . Hislóricamente han predominado las alianzas bilaterales, salvo en
conflicto, inclu-
máticas 'y militares tendientes a llevar a término el circunstancias excepcionales, como las guerras generalizadas o hegemó-
En cada uno tie
yendo las condiciones de un eventual acuerdo de paz. nicas, que favorecen el surgimiento de grandes coaliciones o ligas fver
estos nspectos, la política de caca participante debe comparar los bene- Capítirlo 3). En cambio, en el periodo contemporáneo han alennzado
£icios da la parlicipación —seguridac militar, obtención de subsidios, especial desarrollo las alianzas multilaterales. Este fenómeno se ha
de potencias importantes— con los costos, que
admisión a un círculo debido principalmente a la gravitación tanto global como regional que
pueden ser muy variados: disminución de la anitonomín nacional para tienen ins superpotencias, organizadoras de vastas agrupaciones polí
tomar decisiones políticas, aumento de gastos públicos y otras contri ticas y militares con potencias medianas y menores destinadas a for-
militares extranjeras
buciones a la alianza, necesidad de adimitir fuerzas tnlecer sus posiciones en el conflicto político-estratégico bipolar. Estas
propio territorio, posibilidad de convertirse en blanco o teatro de alianzas (como la OTAN, el Pacto
en el de Varsovia y el TIAR) se fundan
hostilidades, etcétera. jurídicamente en el ya mencionado Art. 51 de la Carta de las Naciones
de paz someten a las alianzas a difíciles pruebas. Unidas, que autoriza la legítima defensa colectiva. En la práctica
. Las negociaciones la
Mientras la especificación de los requisitos para poner en marcha una función de defensa colectiva persigue crear un efecto de disuasión
alianza Suele ser más o menos precisa, no ocurre lo mismo con las estratégica entre las superpotencias, asf como asegurar In coordina-
condiciones de terminación de un conflicto, que dependen de objetivos ción política y estratégica de los bloques en el contexto de la bipo-
políticos no siempre fijados con claridad, y expuestos a cambios a la laridad. Ello no obsta a la exlsitencia de tensiones y conflictos al interior
de las circunstancias. De este moda, la cohesión de estas alfanzas, que derivan de la operación de los factores que han
luz de la evolución
se vislumbra
de las alianzas bélicas tlende a debilitarse a medida que sido enumerados precedentemente. El Capitulo 8 ofrece más antece-
ha dado origen. Al estar por desaparecer dentes al respecto.
el fin del conflicto que les _
asociación, disminuyen Ins motivaciones que
la causa de su transitoria
y retoman n primer plano los inte-
sustentan las acciones conjuntas
reses individuales de cada estado. El USO DE LA FUERZA
las alianzas
Está observación nos lleva a la siguiente distinción:
o permanentes. Las primeras conslituyen la regla gene-
son temporales
Per lo gene- El uso de la fuerza por parte de los estados en sus relaciones reciproras
ral, y las segundas son fenómenos alinmente excepcionales.
temporales, formándose, operando y disolviéndose es una alternativa central de los gobiernos, aunque en la práctica no
ral, las Alianzas son
coyunturas histórico-politicas que dependen, como se sea la recia general que el conflicto internacional se resuelva en este
en determinadas
percibidos por los gohblernos interesados. El terreno. Y] uso de In fuerza en sus diversas modalidades, o la simple
ha visto, de los intereses
del poder, con sus continuos realincamientos, da demostración o amenaza de utilizarla, pueden constituir instrumentos
sistema de balance
de ejercicio del poder, Asi, se pueden encontrar al servicio de objectivos
como obtener la cesión de un territorio, abandonar a un.aliado o impe-
po KInis Enorr, "Burden Sharing in NATO", Orbis, vtoño de 1985, p. 519.
34-
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245 CI El sis ernaciona! contemporánco Los procesos politicos en el sistema internacional LU] 247
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dir la consumación de delérminado propósito de un adversario. En los sideran entre sí la alternativa de la giierra, son todavía muy excepcio-
dos primeros casos el uso de la fuerza o su amenaza es de carúcter nales: en parte se deben al aprendizaje de la experiencia histórica, que
compulsivo, mientras que en el tercero es disuasivo. La fuerza también ha demostrado a gobernantes y pueblos los elevados costos de la guerra
se puede utilizar con la Intención de aniquilar o destruir, Por ejemplo, en gran escala, y en parte pueden atribuirse también a la estructura
los romanos no tenían la intención de obtener concesiones de los carta del sistema de la posguerra: por ejemplo, la tradicional rivalidad
gineses; simplemente concluyeron en determinado momento en que el de la
franco-aiemana no tiene cabida en el sístema bipolar que emergió
interés de Roma exigía la destrucción de Cartago. Obviamente, en este en el
última gran guerra, al menos en cuanto esta rivalidad condujo
caso también existió una consideración de poder, en cuanto se percibió pasado a violentos enfrentamientos bélicos entre las dos potencias.
la existencia misma del enemigo ¿omo incompatible con los intereses El fenómeno de la guerra no ha sido controlado por la proscripción
vitales del estado.” : jurídica del uso de la fuerza como instrumento de política estatal y
La principal modalidad histórica de uso de la fuerza entre los como método de solución de controversias. Los esfuerzos en tal sen-
estados es la guerra. Otras modalidades incluyen las demostraciones de tido se iniciaron en el período posterior a la Primera Guerra Mundial.
fuerzas, las alertas, los blogtieos, sabotajes, tomas de rehenes y asis- El Pacto de la Sociedad de las Naciones obligaba a los miembros a
tencia a otras acciones terretistas, la ayuda a grupos o movimientos no recurrir a Ja guerra mientras la Sociedad ayudaba a la búsqueda de
subversivos o sepataustos, etc, Estas modalidades pueden darse aunque soluciones pacíficas de Jas disputas que conocía; comprometia además
entre los estados no haya guerra propiamente dicha, y pueden implicar a no realizar actos de mgresión contra la integridad territorial o la
no estatales, como lds movimientos subversivos o separatistas.
a actores
estas formas independencia política de los estados, y establecía sanciones económicas
obstante, una o más de las partes puede estiinar que
No contra los estados que violasen estes normas. El Pacto Kellogg-Briand
de ud de la fuerza constituyen actuaciones de guerra, de modo que es de 1928, que llegó n contar con la adhesión de 63 estados, obligaba
au
fácil que las modalidades anotadas eventualmente conduzcan al esta-
en éstos a renunciar a la guerra como un instrumento de política nacional
llido 'de una guerra. Especialmente en el período contemporáneo, en sus relaciones reciprocas, debiendo arreglar sus diferencias por me-
nuclear y otros factores las guerras rara vez
que debido a la disuasión dios pacíficos. El fracuso de estos esfuerzos legales y políticos de ter-
se declaran Zformalmeñte, estas alternativas ponen de manifiesto que minar con el uso agresivo de la fuerza se relata en el Capítulo 3 (ver
la distinción tradicional entre paz y guerra se ha vuelto difusa e incierta. también Capítulo 5 en relación con la Sociedad de las Naciones).
Una somera observación Cel sistema internacional contemporáneo Bajo el imperio de la Carta de Naciones Unidas se ha reiterado y
que el uso dela fuerza sigue siendo una modalidad relevante de
revela reforzado la ilicitud del uso de la fuerza, que reconoce como únicas
comportamiento de los estados. Según un estudio, entre 1945 y 1983
que deja- excepciones la situación de legítima defensa o el uso de la fuerza bajo
tuvieron Jugar 106 conflictos armados civiles e intemacionales,
mayoría de los ja autoridad del Consejo de Seguridad. El primer propósito de la Orgs-
fatales. La gran
ron más de 16 millones de víctimas
sin par- nización es, justamente, mantener la paz y seguridad internacionales
conflictos consistió en guerrad clviles, esto es, guerras Jibradas CArt. 19 Ne 1 de la Carta), para lo cual los miembros se obligan a no
estados, pero en muchos ensos existió algu- dispo-
ticipación /ormal de varios usar la fuerza en sus relaciones recíprocas. Complementan estas
na intervención indirecta de agentes políticos externos. siciones las normas que encomiendan al Consejo de Seguridad determi
grandes
Es cierto que algunos estados que en el pasado lNbraron nar sí hn habido agresión por parte de un estado, en cuyo caso el
la fuerza como
guerras entre sí hoy prácticamente descartan el uso de Consejo puede tomar medidas políticas, económicas y militares. En
de los estados
instrumento en sus relaciones recíprocas. Tal es el caso cuanto al derecho de legítima defensa reconocido por el Artículo 51,
progreso alen-
de Europa occidental, que eri este aspecto exhiben un éste no limita el derecho de Naciones Unidas de ndoptar medidas para
algunas
tador respecto del periddo que llega hasta 1945. También existen terminar con la situación de quebrantamiento de la paz (ver Capítulo 5).
prác-
relaciones bilaterales en otras regiones en que el uso de la fuerza La eficacia práctica de la normativa de Naciones Unidas se man-
ningún pápel entre determin ados estados, sea DOT
ticamente no juegá tiene muy limitada, a pesar de diversos esfuerzos realizados para lograr
limitación de confiic-
el respeto de una tradición de cooperación y de su Implementación. Numerosas guerras que han tenido lugar desde
unilateral de determinados goblernas; dos ejem.
tos, sea por voluntad 1945 asi lo atestiguan. En estos conflictos, los gobiernos han procurado
Estados Unidos
plos importantes son las relaciones exteriores entre legitimar sus acciones bélicas invocando el ya referido de
derecho legí-
y la política exterior contempo ránea de Costa Rica, Lamenta- el
y Canadá tima defensa reconocido en el Artículo 51, procurando reivindicar
ahora, indicios de generaliz ación de este tipo de
blemente no hay, por rol de defensores y acusando a sus adversarios de agresores. De este
internacional, Las “comunidades de seguridad”,
en el sistema
situación
de estados que no con- modo, el derecho internacional se ha subordinado a los intereses polí-
como llama Karl Deutsch a las agrupaciones
ticos de los estados, y el Artículo 51 se ha convertido en una verdadera
1 1 N
“cláusula de escape” para las más diversas pretensiones. El principio
23 Nussett y Starr, op. cil., p. 178.
1
de seguridadrolectiva prácticamente no ha operado desde la guerra de 35-
|
Ea -
!
1
218 [1 El siscema internacional contemporánco — Los procesos políticos en cel sistema tniemmacional [] 249

Corea y, en un contexlo de división hipelar, son escasas las situaciones


en que podría funcionar, En otras palabras, el derecho internacional 1. Pafeques psicológicas y antropológicos
codificado parcialmente en la Carta, ha visto obstaculizada su opera- ;E
ción por falta de condiciones politicas adecuadas, Esta circunstancia De acuerdo con estos enfoques, la guerra se debe en último término
ayuda h mantener la guerra como nña opción que diversos estados uli- a determinacos rasgos psicológicos o —dicho en lenguaje normativo
lizan cómo un instrumento de acción internacional. tradicional— a Ja imperfección de la naturaleza humana, Tl desplaza.
Entendemos por guerra el usa arganizado y abierto de la fuerza miento y proyección de la agresividad bumana hacia los miembros de
militar entre estados que tralan reciprocamente de doblegar su volun- otras sociedades constituye el mecanismo psicosocial determinante que
tad política* Se trata de una forma organizada de uso de la fuerza, en subyace en la guerra, El fenómeno se facilita en la medida en que an los
enanto es una secuencia sistemática de nelos de violencia, desarrollados procesos de decisión de un estado intervienen significativamenie indi
viduos inseguros, frustrados, emocionalmente inestables e inescrupu-
bajo In,dirección de los gobiernos, por medio de agentes —fuerzas mili-
Lares— preparados ai cfecto; se trata, en segundo lugar, de violencia losos, quienes tienden a justificar sus propias insuficiencias por medio
abierta, en cuanto los actos y/o resultados se atribuyen por lo general de víctimas expiatorias o blancos externos, especialmente en el extran-
al estado que los realiza testa caracierístien no excluye, por cierto, las jero. Frente a este tipo de proposiciones, perteneciente a la teoria de
actiones secretas en el curso de las hostilidades). los hinpulsos, una segunda corriente, de tipo conductista, identifica Ins
El fenómeno de la guerra ha sido estudiado principalmente desde raíces de la ngresividad cn determinados problemas de aprendizaje psi
dos perspectivas. La primera se refiere n la génesis o cansación de este cosocial, Por Lanto, en cuanto se tralaría de rasgos adquiridos y no de
fenómeno; la segunda, a los tipos y motdalidades de manifestación de disposiciones innatas, existirían ciertos márgenes para propemier ...por
la guerra, y a su significación en cl sistema internacional. ejemplo, mediante In educación— a la modificación de las conductas
agresivas en un sentido socialmente constructivo.
E En la primera perspectiva, Kenneth Waltz ha presentado la ya clá-
Sin duda, Ins hipótesis psicolágicas son sugerentes y pueden con-
sien entegorización según la cualias escuslas sobre el origen de la gue-
tribuir a itiminar diversas silunciones de confliclo. Ys presiso mencio
rra vinculan el fenómeno 1) con la naturaleza humana, 2) con la estruc
tura social, política y cconómica del estado, y 3) con las enraciurísticas nar también la importancia de los factores psicológicos en la querra,
sea que se trate de sosicner un determinado esfuerzo bélico o de minar
del sistema internacional. En cada uno de estos niveles hny proposicio-
el de un adversario. No obstante, los enfoques psicológicos Lienen varias
nes de interés que arrojan
Juz sobre ciertos aspectos del problema; pero
limitaciones, Primero, salvo en situnciones extremas, es improbable que
no es posible ningún reduccionismo o intento de forzar la explicación
los procesos de decisión de un estado se encuentren dominados ente
de un fenómeno complejo, a partir de un solo nivel de análisis o varia
ramente por individuos cuyos rasgos psíquicos correspondan a los entin-
ble específica. En los siguientes pármíos se resumen algunas de las
ciacos, y que éstos puedan fácilmente dar rienda suelta a su agresividad
proposiciones teóricas más importantes, seguidas en cada caso de bre-
ves comentarios críticos. n través de los mecanismos de elaboración de la política exterior, Tal
fenómeno se encuentra solamente en situaciones altamente excepcio-
nales, como la crenda por Hitier en Alemania, Segundo, asumiendo que
en distintos países tienden a prevalecer distribuciones aproximadamente
homopéneas de individuos de diversas características psíquicas, queda-
rían por explicar las diferentes conductas belicistas o pacíficas de los
respeclivos gobiernos. En tercer lugar, la guerra Do es un enfrenta.
H La Herntura ofrece pocas definiciones úel concepto. Morgenthau, WIght y
Gilpin no definen la guerra, aunque la tratan exlensamenie, Aron, op, cit, p. 21, miento entre individuos personalmente enemigos, sino de organizacio-
se limita d seguir la ciásica delinición de Clausewilz: “acio de violencia destinado a nes complejas, como los ejércitos, distintas de los individuos que las
obligar a miestio oponente a ncatar nuestra voluntad”, concepto sin duda demasiado
amplio, Alastair Buchan, Wer in Modern Socioty, Huevo York, THarper, 1965, p. IX, componen. Desde este punto de vista, Ja animadversión por el extran-
habia de la guerra como "conflicto físico armado y organizado” y, en otro pasaje, jero no sería una causa de la guerra, aunque a través de las políticas
p. XV, Incluye en In guerra los conilictos entre grupos dentro de los estados, en in
medida en que se vinculen con un conflicto internacional. En este capitulo sc iraja de vilificación del extranjero se pueden despertar pasiones que contri
básicamente de la guerra intemacional propiamente dicha, nunque reconociendo la buyen a crear o mantener un clima bélico. En general, habría animad-
importancia creciente de manifeslaciones del 150 ce la fuerza, como Ia subversión
inducida € asistida del exterior. La defínición del texto parte del concepto de versión entre individuos de distintos bandos más bien como canse:
Bull, op. cif, p. 164: "violencia organirada que Uene fugar entre unidades políllcas”, cuencia de st identificación con diferentes estados en el curso de una
que se ha complementado con las enracterislicas de “abierta” y dirigida al objetivo guerra. -
de doblegar la voluntad política del adversario. Nótese que esta úllima caracierís-
tlca se cumple tanto en el censo del agresor como del que se defiende, para quien
la guerraiestá dirigida n doblegar la voluntad ngresiva del poblemo que inició las 7 Ja siguiente discuslón sc basa principalmente en Quincy Wright, “The Sluay
hostilidades. of War”. International Encyciopaedia of the Sociat Sciences, vol. 16 y Thomas Nine
5 Kenneth Waltz, El Hombre, el Esiado y la Gierra, Buenos Alres, Nova, 1970, bock, “Iriegsursachenforschung”, Pipers Wórterbuch zur Politik, vol, 5. 36 -
250 3

ER
nales contrarios a eventuales políticas belicistas, que podrian llevar a

——
la interrupción del comercio. ;
2. Enfoques sociológic

Da
o
La escuela marxista sostiene, en cambio, que los sistemas capita-

e
! E.
análisis medida.en que los altos
Estos enfoques.—que de sllúan en el segundo de los niveles de listas tienden a la expansión imperialista, en la
identificados precedentementé— incluyen líneas de argumentación de niveles de explotación interna de los asalariados causen severas crisis
Josef
diferentes orientaciones, Por Un lado, teóricos importantes como de sobreproducción por falta de demanda. La tenciencia imperialista
insti tér
Schumpeter sostienen que laiguerra es un atavismo social, tna se manifiesta primero a través de guerras coloniales, y en último
contemporáneas. Persiste sola- nto directo entre Jas metrópolis capitalistas,
tución retrógrada en las sociedades mino como un enfrentamie
mente en la medida cñ que en algunas sociedades no se haya desplaza- por otra parte madurarían las condiciones para ln revo-
en las que
el poder dé grupos histórica y profesionalmente aso- lución social. '
de derinitivamente
otra parte, desde el
ciados con Ja guerra, cómo las castas militares. Por Las investigaciones empíricas del comportamiento bélico de los
la socialdarwinista han
siglo x1x los escritores de orientaciones como estados prestan poco apoyo a esta hipótesis. Lewis Richardson, en su
la guerra como una forma necesaria y concluyó que las motiva-
caracterizado y run ensalzado clásica obra Stalistics o/ Deadly Quarrels,
de liberación de energía social. Entre los en primer lugar solamente en un 29% de
"galudable”, “progresista”, ciones económicas figuran
Ernest Renan y Ifeinrich
funciones de la guerra, estos autores (como las guerras libradas entre 1820 y 1949, tratándose principalmente de los
destacaban la contención de supuestas tendencias de En la mayoría de los casos parecen
-von Treitschke) conílicios de menor envergadura.
el estable-
“degeneración social”, en lo interno, y, en lo internacional, prevalecer consideraciones de seguridad, y sí hay motivaciones
econó-
de una jerarquía dominada por los pueblos que se dicen con otras moti-
cimiento micas, se presentan en forma conjunta o combinada
mejor dotados. Sobre la base de ideas como éstas sc pretendieron jus- vaciones predominantes. En segundo lugar, las demandas del desarro-
de las últimas
tificar políticas como el coloriiatismo y el imperialismo llo económico nacional suelen subordinarse a los requerimientos de las
décadas del siglo x1x y comienzos del siyol xx. ,
políticas de poder nacional, aunque los sistemas económicos sean bási-
en primer lu
Como crílica de ambas posiciones debe observarse, camente capitalistas; esto ocurre especialmente baje regimenes auto
por las posturas ideoló-
gar, que son en gran medida determinadas rilarios. Obviamente, tal situación no es compatible con las hipótesis
sus sostenedores, líljerales y reformistas, en el primer caso, En tercer lu-
gicas de que sostienen una relación de determinismo económico.
en el segundo.
autoritarias y ócasionalmente renccionarias y racistas, gnr, es cierto que una política belicista puede favorecer determinados
liberal acierta al subrayar la im
intereses económicos. En este punto es posible criticar fundadamente
En segundo lugar, si bien Ja escuela
de fuerzas entre grupos pro y antihelicistas en
portancia del balance Jas tesis liberales, que ofrecen una visión demasiado general y benigna
la sociedad, su identificación He los primeros con los restos del orden
de las motivaciones económicas. Pero lo más. probable es que los bene-
omite considerar
monárquico y aristocrático de la Europa preliberal ficiarios de una política de este tipo se encuentren solamente en deter
la posibilidad de surgimientade poderosos grupos que, bajo condicio- minados sectores o actividades económicas, como podrían ser los pro-
politicas belicistas.
nes de alta modernización, impulsan no obstante veedores de armamentos o los industriales que requieren ciertas mate-
Tal ha sido el caso, dentro y fuera de Europa, de diversos movimientos rías primas que se encuentran en un pais al que se trata de someter
revo-
contemporáneos de orientación nacionalista exaltada y de pariídos o de incluir en una esfera de influencia,
incionarios altamente ideologizados. No obstante, las políticas belicistas e imperialistas no constituyen
un imperativo del sistema en su conjunto, y son en muchos casos evi-
3. Enfoques económicos . tables por medio de acciones políticas apropiadas. Éstas podrían, llega-
do el caso, fundarse en alegaciones de racionalidad económica. Como:
es, la regulación de las eco-
ua la mayoría de los economistas liberal ha señalado Klaus Knorr, "desde un punto de vista global, la guerra
del comer cio intern aciona l por las leyes del mer-
nominas nacionales y es económicamente desiructiva. Sumando las ventajas de países victo-
En el plano interno, tienden
cado debe contribuir a fortalécer la paz. riosos y derrotados, la capacidad económica global declina como conse-
hcia econó mica civil por sobre tas deman-
a prevalecer criterios de eficie
del sector militar. En el cuencia de la guerra”. Por último, el estudio de 2178 guerras libradas
os
das de asignación improductiva de recurs en la entre Jos siulos xv y xx, realizado por Quincy Wright, muestra que los
no se introduzcan distorsiones gue-
ámbita externo, en Ja medida en que estados con economías capitalistas modernas participan en menos
rativas --basc de una
operación del principio de lás ventajas compa rras que los estados con otros tipos de organización económica. No
ón intern aciona l del traba jo—, como serían clevades nive- ha sido más letal. lo
correcta divisi obstante, la participación bélica de los primeros
arance larias , se maximizará el inter-
les de bafreras arancelarias y no bienestar de
y se incrementarán los niveles de Buenos Aires, Editorial de Delgrano, 3 7 >
cambio Internacional 2 Klans Knorr, El Poder de las Naciones,
a que se creen intereses nacio- 1981, p. HR. —
tados los participantes. Ello contribuirá
a A ——Ñ]AAA
5
contemporáneo — . Los process palíticos en el sistema internacional
252 [] El sistema internacional [) 253

el start quo. estas guerras mieden ser tanto preventivas ide


que se debe 2 las características de la teenolonía mililar moderna em. agresión
económicas impe- ala potencia que se percibe cop) un peligro! como
pleada' por estos eslacdos, mús que alas estructuras defensivas Si ósta
toma la iniciativa; y 3) guerras «Joctrinarias, mediante las cuales
rantes en ellos. eier
Los gobiernos
procuran caminar el sistema internacional, difundiendo
con ruda de las armas, conjuntos de ideas políticas religiosas
4, Enfoques políticos "ie "
Sin duca,
en cl primer tipo de conflicto son importantes
los fac
Lores económicos, en el segunda los psicológicos y políticos interna.
Algunos enfoques polílicos insisten en el rol de los faciores de orden
cionales, y en el Lercero los políticos nacionales.
interno, mientras otros arentúan los de orden externo, Entre los pri
Ja
meros, destacan los que vinculan ci comportamiento belicista con
| Una segunda clasificación atiende a los objelivos y modos
de con
de regimenes autoritarios y Lolmlitarios, y que pueden, por eneción de las guerras, distinnidendo entre guerras limifadas
existencia y totales
En las primeras, los fines y mitndos del conflicto se circunseriben de
tanto, desarrollar políticas de guerra sin tener que enfrentar poderosos
la modo tal que el resultado es in reajuste en las relaciones de
contrapcsos politicos internos. Bajo estos gobiernos, el empleo de poder entre
guerra como una política deliberada de “cngrandecimiento nacional” las partes, que no llegan a mrvilizar en el conflicto la totalidad de
sus
o de expansión ideológica, o enmo tina forma de desviación de ten- TecUrsos seciales, y tras la encrra conservan sus identidades politiras
siones internas, es más probable que baja regimenes democráticos. puediemio eventualmente restablecer sus posiciones internacionalns En
Tales politicas autoritarias y toilmitarias reflejan vna valoración gene: cambio, la guerra total exige, rn principio, la conversión de todos los
ralmente alta del papel de la fuerza en las relaciones internacionales Tecursos sociales (políticos, económicos, demográficos psicolágicos)
por parte de estos regimenes, que contrasta con lan actitudes más para mm enfrentamiento bélico en el que se juega la supervivencia
mis-
enoperativas y negociadoras que esracterizan a las úlites democráticas. ma ae los participantes. Frecuentemente son de este tipo
las guerras
En cuanto a los regimenes demorráticos, su pariicipacion en conflic- an Sípm Hama hegemónicas, que son aquéllas en que se trata de
tos hélicos se vincula sobre fado con ola cnusa inmediata tal vez más A AA To potencia o contición servirá el reordenamiento o ía
comtn: de las perras: los errores, ripídeces y ftllas de percepción sie olmo a ist ma Internacional. En caso de reemplazo de vaa
los dirigentes en condiciones de crisis internacionales severas, En tales
vano peones - guerra conlleva una Amplia redistribución de
situaciones, los gobiernos se ven en delerminados momentos enfren- bo ; 10 es ras de influcricia y de división mnternaciona! del tra-
ajo
tados ante el dilema político de librar una guerra o, en su defecto, acep-
e Omo a la parte que emerge triunfante? Cabe observar
que
tar derrotas políticas externas, que pueden ser de gran magnitud,
e im- los gobiernos involucrados en una situación bélica pueden o no enin-
poner hitos coslos futuros en lérminos de seguridad nacional, prestigio, cicir en sus percepciones acerca de la naturaleza del conflicto. Por
acceso a recursos y apoyo externo. ejemplo, en condiciones de marcada desigualdad entre Jos estados, ésta
aer ota para la parle más débil y limitada para la más tuerto.
Las hipótesis que vinculan ala guerra con la estructura del sistema
ESTA Situación, la primera se jugará por entero, mientras la motiva.
Internacional —el tercero de los niveles de análisis enumerados más
los ción de la segunda generalmente será menos intensa Esto explien nn
atrás— se centran en la condición de anarquía imperante entre
un postulado parcinimente utilizado en este estu- parte la ocurrencia ocasional del “fenómeno de David y Goliar”
estados, ste ha sido o sea
reitrrar en este punto, y que se admite Ia derrota de grandes potencias en conflictos menores, o
dio, que no creemos necesario al menos su
sin perjuicio de lo expresado acerea de los enfoques anteriores y del Incapa
y cilad
- ] paraLs imponerse
5 e sobre advers
> ario S pequeñ
quienos altamen te E mo -

avance que representa Ja prescripción legal de la puerro. Cabe recorciar,
como se expresara anteriormente en este capitulo, que Ja operación del | 1 tercera clasificación atiende al ámbito gengráfico y polílica
Sistema bipolar tiende a enfrentar riadicalinente a los bloques, y que ejemplos are puede ser local, regional o gobal. La guerra local cpor
en el balance del poder los actores soelen oplar por la guerra limitada A a ano MD. irán e Irak desde 1980) generalmente compro
para frenar el expansionismo de in estado qie busca establecer su narco en una o mientras la guerra regional —que puede origi-
hegemonía. menos a a es ra Joral— compromete a bandos que abarcan por lo
de guerras se remile en parte y R parte significativa de una zona geográfica o
El estudio de los tipos y modalidades subsistema poli
las causas. Asi, Marlin Wight rbasándose en Thomas Lico. Tn si primera fase, la Segunda Guerra Mundial fue en rentidad
ál amállsis de
FMobbes), clasifica las guerras en tres categorias: 1) guerras de ganan- (ar cominta de este tipo, aunque desde su inicio estuvo claro
st carác.
de las e iGuemmÓnico,
cia: se trata de guerras de expansión y conquisli, por medio ia guerra global comprende simultáncamente varias
de atiméntar el aicanes de su poder regio- [es s, involicrando a las potencias más importantes
cuales ciertos estados tratan del sistema
pal o global; 2) guerras de temor, que son precipiladas por la percep-
ción de pérdida inminente de una posición de poder a que se atribuye ? Martin
" Gilman,
Wight, ap it
op, cif, pp, 197 Te
>. 13913
importancia, a manos de una polencia n enilición empeñada en alterar 33
Los procesos políticos en el sistema internacional C) 7255
254 Cl El siste:
tad suicida. El interés en la supervivencia debe persistir en todo mo-
mento, cualesquiera que sean la naturaleza e intensidad de las diferen-
clas políticas que separan a las partes en pugna.
Wright, la Guerra:
de los Siéte Años (1756-1763) librada básicamente 2. Comunicación. Las partes deben relacionarse por medio de un
entre una coalición arglo-prtisíana y una alianza franco-austriaca, fue
proceso de comunicación apto para intercambiar señales de amenaza.
la primera guefra verdaderamente global, con hostilidades en Europa
De este modo, cada una procura dar certeza a la otra acerca del com-
Central, el sur de Asia,-Norteamérita y la alta mar, que comprometlan el portamienta político y militar que desea prohibirle.'
destino de vastos territorios en los tres continentes, incluyendo partes 3. Vulnerabilidad. Cada parte debe poseer la capacidad de dañar
de Canadá y de la India? Uria guerra global es, en términos del antes sensiblemente a su adversario, aunque éste disponza medidns defen-
citado concepto de Gilpin, necesariamente hegemónica, aunque no ten- sivas con la intención de impedir o disminuir el impacto de una acción
ga por resultado inmediato él establecimiento de una nueva potencia de represalia.
dominante. En elicaso mendionado, la guerra sirvió para consolidar Las premisas anteriores ponen de manifiesto que la relación de
significativamente la posición de Cran Bretaña en el sistema interna. disuasión conforma un proceso interdependiente de toma de decisiones,
cional, pero solamente en el siglo xrx, después de las guerras napolcóni- destinado a impedir que las partes lleguen u librar una guerra. La hipó-
cas, se establecería claramenté la hegemonía inglesa ("Par Britannica"). tesis de uso efectivo de la fuerza militar a escala estratégica —o sea, la
La declinación de esta hegemonía fue tanto un antecedenie como una guerra entre las superpotencias— implicaría, por tanto, que la disua-
consecuencia de las dos guerrás mundiales de este siglo (ver Capitulo 3). sión habria fallado. Bajo tales condiciones, regirín la hipótesis de de-
La clasificación de las guerras en convencionales y nucleares, según Jensa, munque la disuasión podría seguir dándose, segtin se verá, en la
ke naturaleza de las: fuerzas iy armamentos empleados, es particular-
medida en que se estime que las partes puedan tratar de evitar un “esca-
mente importante en el período contemporáneo, por razanes tanto tco- lonniniento” del conflicto más allá de un determinado nivel de hos-
ricas como prácticas: Aunque:en los últimos días de la Segunda Guerra tilidacos.
Mundial Estados Unidos usó armas nucleares contra Japón, el mundo
las opiniones sobre la probabilidad de fracaso de la disuasión y
no ha conocido una guerra nuclear propiamente dicha. Consecuentemen-
sus consecuencias se encuentran divididas. Los analistas más pesimistas
Le, los estudios sobre este tipó de guerra son en gran medida especulati-
piensan que la disuasión liende a ser una relación inestable y poco con-
aunque muchos de ellos se caracterizan por Un elevado rigor
vos, fiable y se inclinan a creer que, en caso de su fracaso, la guerra
científico. -. me h serin tofal. De este modo, se enftrentaría la perspecliva de un desastre
Í irreversible para la humanidad, tal vez su aniquilación definitiva. En
EL DEBATE EN TORNO DE:LA GUERRA NUCLEAR otras términos, para esta posición la guerra nuclear es cualitativamente
diferente de todas Ins guerras que ha conocido la historia, una verda-
de
Tlasta el presente, la función central de las armas nucleares ha sido dera revolución en la política internacional que configura una amenaza
por disuasión aquella relación esiratégic a en
Á disuasión. Entendemos que solamenle puede conjiurarse mediante un plan efectivo de desarme
virtud de la cual dos'o más' partes en conflicto se abstienen de con- Muciear. Eventualmente, este plan debería ser parte de un programa de
cretar entre si eventuales propósitos estratégicos ofensivos, debido a transformación radical del sistema internacional a través del desarme
que anticipan que los costos de una acción de esta especie seríanen general y completo.
todo caso superiores a cualquier beneficio que ella pudiere reportaries. Contrasta con esta posición la tesis optimista según Ja cual la
pri-
Las interrogantes centrales acerca de la disuasión se refieren, en disuasión en un sistema dbipciar Liende a ser estable, pudiendo conce-
mer lugar, a sus condiciones de estabilidad o inestabilidad y, en segun- birse, para el caso improbable de que llegase a fallar, una guerra nuciear
tal
do lugar, a las consecuencias de su eventual falla o fracaso. En limitada, en que las partes tendrían un interés común en evilar un
eventualidad, ¿puede la guerra nuclear ser limitada, o ha de ser nece nivel incontrolado de hostilidades. La guerra nuclear no seria, desde
sariamente total? A continuación se inlenta abordar estas cuestiones esie punto de vista, un fenómeno completamente inédito y distinto de
en un nlvel conceptual. En el capítulo siguiente sc complementará el las guerras históricas, y podría ser susceplible de algtn tipo de manejo
miento
análisis mediante algunos elementos descriptivos del comporta político. Además, el peligro de guerra nuclear extiende la disuasión a
de las superpotencias.' ; , los conflictos de carácter convencional entre las superpotencias y sus
El sistema bilaterál de disuasión descansa en tres premisas funda- aliados, en la medida en que se trate de evitar el riesgo de "nucleariza-
mentales: i ; .
1. Inlerés comiín por sobrestvir. Solamente podrá operar la disua- 3 Tal es la posición. entre otros, de Richard A. Falk, 7/us Endangered Planet,
una volun-
sión en la medida en que en ninguna de las parles prevalezca
37-
Nueva Yoik, Vintage, 1971, caps. 1 y 6. Véanse los interesantes comentarios de Ignacio
Walker, “Las armas nucleares y el carácter de las relaciones internacionales”, Estudios
Internacionales 72-enero-marzo 1086, pp. 76-97.
"1 Quincy Wright, op. cil., Ta. 457.

Se a Ni
i 256 [] El sistema internacional contemporánco
? Los procesos políticos en el sistema internacional [) 257

ción" ¿le tales conflictos, De este modo, aunque in guerra convencional


de represalia es del tipo “contraciudades” más que “contrafuerzas” ta
Ipersistiría, se limitaría fundamentalmente a silimciones que no afectan
versión más extrema de la hipótesis de aniquilación se encuentra en
«directamente el equilibrío central de las polencias.”
los pinnteamientos simples de disuasión por represalia masiva, que
i La tesis anterior es crilicada por quienes consideran que, si bien
implican, frente a una agresión, una respuesta nuclear virtualmente iti-
la distasión en la práctica ba dado pruebas de no ser tan frágil como
initada y probablemente única e indiscriminada. En defensa de esta po-
-temenilos analistas pesimistas, en el caso de fracasar sería altamente
probalile una gterra total, Desde este punto de vista, ni defecto central
Sición se ha argumentado que la disuasión ejercerá un mayor efecto
mientras mayor sea el nivel de amenaza de represalia. Pera, por oira
de la posición optimista es el ncrecentamiento de la probabilidad de
parte, está claro que una estrategia de este tipo enfrenta serios probe
considerar la guerra nuclear como una alternativa política racional, ya
mas de credibilidad. En efecto, ta hipótesis de represalia masiva esti
que existe confianza en Ja capacidad de mantener limitada la conflagra-
mula a un agresor potencial a desarrollar acciones cuidadosamente caf-
ción, En definiliva, solamente la anticipación de una guerra total servi-
ría para reforzar eficazmente la disuasión, Se volverá subre este punto. culadas paran no sobrepasar lo que se piensa es el umbral de tolerancín
La, condición central para mantener la disunsión nuclear consiste del adversario a la agresión y la provocación. Por ejemplo, será dificii,
en una simación de equilibrio y de disposición de fuerzas militares para una potencia que adhiere a la doctrina de represalia masiva, utilizar
esta respuesta ante cualquier incidente fronterizo. El agresor puede
estralégicas, que los analistas describen como constitutiva de la capa-
explotar esla situación, poniendo sobre las espaldas de su adversario In
cidad de dar un “seguncdo golpe”. Esta es, por tanto, una situación de-
o capacidad de dar un “primer
carga de elegir entre la represalia masiva y la inactividad, producto de
seable, mientras la situación contraria,
golpe”, es una condición de desequilibrio que debe evitarse, runque la parálisis de voluntad política que puede producir la perspectiva de
las partes traten de materializaria en su propio beneficio. El “primer desencadenar un holocausto nuclear, En otras palabras, la crítica funcda-
golpe” .sería un ataque nuelear enpaz de desarmar efectivamente al uc mental al “halance de terror" de la "destrucción mutua asegurada” es
versario, que quedaría privaco de capacidad de respuesla estralégica. que Liende a chocar con la premisa inicial de voluntad de sobrevivir
En otras palabras, la agresión bajo esta condición produciría un bene- Una posición alternaliva, de gran importancia práctica, es la hipo-
ficio considerable para el agresor, que no tendrín que pagar un alto tesis de disuasión que podemos denominar “comhbativa”. En esta ver
precio :por su acción. Desde que la agrosión se vuelve “racioni”, la sión de Ja cupacidad de segundo golpe, se trata esencialmente de garan-
tizar la supervivencia de fuerzas aptas para librar una guerra nuelcar
probabilidad de guerra aumenta sustancialmente y, en caso de victoria
nuelear, la parte que se imponga podría transformar el sistema bipolar en el nivel correspondiente al ataque inicial. Aunque la parle agredida
en unsistema imperial bajo st dominación. procurará mantener las hostilidades en dicho nivel o rebajarlas a uno
inferior, en la medida que esté expuesta a la derrota debe conservar in
La capacidad de “segundo golpe", en cambio, cunsiste en la aptitud
opción estintégica de amenazar con “escalar” el conflicto a un nivel
de ambas partes de sobrevivir un ataque estratégico nuclear, y de res-
superior. Je este modo, se trata de contar con una variedad de res.
ponder mediante na represalia estralégica capaz de cianar al agresor
en tina.medida que éste estima inaceptable para sus intereses. En otras puestas que pernita evitar el dilema entre inactividad y represalia
masiva an que se aludió anteriormente. Se supone que la amenaza de
palabrás, la agresión es irracional por cuanto produce más perjuicios
evidenlemente también sopor- escalonamiento de las hostilidades puede ejercer un efecto disuasivo
-que beheficlos, aunque la parte agredida
frente ala parte agresora, de modo de incentivarla a desistir del pro-
tará una pérdida considerable.
pósito de buscar una victoria militar, Otras finalidades serían estimular
1 Los análisis de Ia disuasión hazada en un segundo golpe discurren
tina limitación de Jas hoslilidades y —según un escenario optimista—
en torno de dos variantes básicas: aniquilación y combate. Segtn la
buscar tir cese de ésla y la solución de las diferencias en Ja mesa
primera, el daño se vuelve inaceptabice para el agresor en la medida
de negnciaciones. ,
en que suponga su destrucción asegurada. Desde la perspectiva cel
La doctrina de disuasión, llamada de “respuesta flexible” o "gra.
sistema, esta hipótesis implica la “destrucción mutua asegurada” (estra-
duada”, pretende acomodar los requerimientos mililares en la disuasión
tegin “MAD”, según las iniciales de la expresión en inglés). Tal hipó- a las camcierísticas de diversas situaciones de provecación, evitando
tesis ha sido calificada de verdadero pacto suicísta o de toma mulua
la las rontradicciones de la represalia masiva, que se plantea solamente
de rehenes entre los contendientes ¿Thomas Schelling). En efecto,
de la represalia como censo límite, consecuencia final del fracaso de la disuasión en
población civil de cada superpotencia estaria a merced
sufriera una agre- niveles inferiores de conflicto politico y guerra convencional y nuclear
contraria en caso de que una de las superpolencias
si da estrategia tel estratega Herman Kahn llegó a distinguir 44 “escalones” de intensi-
sión nuclear de la otra. Esto sucedería especialmente
dad y generalidad de conflicto). Pero el concepto de respuesta flexible ha
2 Esla posición surgió de la crítica nm ta primeras teorias nendémicas de la sido crilicado en cuanto abriría la puerta a hipótesis diversas de guerra
de represalia masiva, por autares romo Tienry
disuasión fundada en el concepto limitada, lo que en la práctica debilitaría Ja disuasión. Desde otro
Kissinger; ver Capítulo 8,
punto de vista, se ha argumentado que sería demasiado optimista 4
O -
- . ..— 1 Lus procesos políficos en el sistema internacional Ej 259
258 (1) El sistenia interiació
LORI H De acuerdo con esta premisa, un alto nivel de equilibrio estratégico
de control
enfoque del escalonamiento como un proceso stisceptible haria más difícil la violación de los cánones de comportamiento del
político racional. Aunque¡el uso inicial de armas nucleares fuera limi-
“equilibrio del terror”. Tal conclusión, si bien liene fuerza lógica y
tado y el armamento empleado de carácter táctico (armas nuelcures psicológica, parece con todo criticable en cuanto terminaría legitimando
a un campo
pequeñas; cuyos efectos te circunscriben principalmente las políticas de aumento y renovación de les srsenales estratégicos en
entre armas convencionales y nu-
de batalla); el: traspaso del umbral nombre de la disuasión,
de contrarrestar,
cleares generaría presiones psicológicas muy difíciles Frente a esta posición se he sostenido la idea de “disuasión mínima”,
un ca-
en el sentido de que la guerra habría adquirido irreversiblemente segtn la cual no es indispensable un equilibrio, ní menos un alto nivel
y contra-
rácter mucléar. Una vez er ese terreno, la secuencia de golpes de fuerzas, mientras se salisfaga la condición hásica de capacidad de
a sus más altos niveles.
golpes podría llevar rápidamente las hostilidades supervivencia de una fuerza estratégica de represalia capaz de causar
Independientemente de las variedades de disuasión, Ja relación un daño importante a un eventual agresor. La falta de consenso en
sujeta a Importantes factores de incertidumbre. torno de este requerimiento crucial de la disuasión revela que el meca-
misma se encuentra
de los elementos de incertidumbre son los sigulentes: nismo no es sulicientemente univoco, lo que resta confianza en su
Algunos
de racionalidad, Es inevitable considerar una dimen- estabilidad y eficacia.
1. El supuesto
sión psicológica, ya que la disuasión opera sobre la bnse de percep- 3. Los procesos de comunicación y control, Nada asegura, en fin,
ciones de las partes; es en la mente de los actores en posiciones de que los procesos de comunicación entre las partes mantengan las nece-
estratégica donde debe operar en definitiva la disua- sarias características de fluidez, sin las cuales no es posible el inter-
responsabilidad
estos actores se conducen cambio racional de amenazas ni la cooperación en la limitación del con-
sión. El supuesto general de la teoría es que
cleramente especificadas y ficto. La disuasión está expuesta a fallas en la medida en que tengan
racionalmente (esto es, tienen preferencias la
maximizar las alternativas preferidas sobre lugar Japsos cruciales de incomunicación, que los mensajes se perciban
ordenadas, procurando
situación). Aunque este
base de información completa acerca de cada
errónenmente y/o se interprete equivocadamente la actuación del adver-
para el análisis de alternativas, en la realidad puede sario. Al mterior de cada actor nacional, no es posible descartar la ocu-
supuesto es útil
ya que las condiciones de la racionalidad rrencia de fallas en los procesos de comando, control y comunicación
ser claramente inadecuado,
de tipo personal, orge-
pueden verse modificadas:por múltiples factores
CC). También pueden tener lugar problemas en estos procesos en el
nizacional y situacional. | seno de los respectivos sistemas de alianzas. Este conjunto de contin-
un complejo de- gencias planiea el problema de guerra por error, accidente o insubor-
2. La naturaleza del equilibrio de fuerzas. Existe
requerimientos de fuerzas y disposiciones militares aptas dinación, hipótesis que preocupa seriamente a las partes, que presu-
bate sobre los
Siempre es complicada ln comparación cuanti- miblemente deberían extremar las medidas para reducir la probabili-
para producir disuasión. de las dad de una eventualidad de este tipo. La dependencia constante de fac-
de fuerzas
tativa de fuerzas, Sobre todo cuando las estructuras
apreciaciones cuslitativas están sujetas 9 tores de esta naturaleza subraya una vez más el carácter insatisiactorio
partes son diferentes. Las
ln subjetividad. Tal de la disuasión.
conjeturas, no pudiendo excluirse completamente
hipotético y —al Igual que El capítulo siguiente complementa este análisis con antecedentes
comparación es de carícter principalmente como consecuen de las políticas estratéricas seguidas por las superpotencias.
a cambios,
la comparación cuantitativa— está sujeta en los arsenales y
estratégicas, variaciones
cia de nuevas disposiciones
revisiones de estimaciones de inteligencia. LA DINÁMICA DE LOS PROCESOS INTERNACIONALES
que requiere la dlsun-
En cuanto al nivel dé fuerzas de represalia Por uns parte,
las posiciones varían ampliamente.
sión para ser eficaz, Como ha Este panorama de algunos procesos internacionales sería incompleto sin
de equilibrio -de fuerzas.
se sostiene la Idea de un'alto nivel una dimensión dinámica. Los sistemas internacionales, en la medida
señalado Gilpin, ¡ en que uno o varios nctores esperen obtener beneficios promoviendo la
alteración del statit quo, están constantemente sujetos a presiones de
a de fuerza y ; la guerra han s ido
errá y el uso de Ja cambio. Aun en situaciones de relativo equilibrio, el sistema manifes-
relación fundamental entre la
cobernados históricamente por una tará tendencias a la inestabilidad, por lo menos en el largo plazo, ya
la probabilidad de guerra: mientras más poten
destructividad y que enfrentará desafíos provenientes tanto de actores estatales como
ser una guerra, menorsu probabi-
cisimente destructiva parecía transnacionales, los que generarán reacciones defensivas de los estados
Hdad de ocurrencia, Y viceversa) y de otros actores interesados en conservarlo.
1 Los procesos de cambio en el sistema internacional se originan 7
1
| bisicamente en el desigual desarrollo del poder de los actores estatales 4
»% Glipin, op. cif., p. 218: *
260 El El sistema internacional contemporáuco—
" Los procesos políticos en el sistema internacional UC) 264
y otros actores. Mientras las capacidades de algunos cambian lenta- Este modelo de cambio internacional, desarrollado
mente, Jas de otros suelen expandirse de manera rápida, incluso súbita, por Gilpin, se
sintetiza en el siguiente gráfico:
debido a la acción de factores tecnológicos, econónticos, de llierzgo -
* político, religiosos, ideológicos, administrativos y militares. Para los
! elemintos dirigentes de actores internacionajos que experimentan Lrans- SISTEMA EN
formhciones importantes cn una 0 varias de las dimensiones nombra. ESTADO DE |, Crecimiento RIEDIS y
diferencial _, DISTRIBUCIÓN
DEL PODER EN FT,
dns, la nlternción del estado de cosas imperanle puede parecer impera- EQUILIBRIO, | — del poder. SISTEMA.
liva para asegurar sus nuevos lorros, asi como beneficiosa en la me-
dida en que su mejor delación actua de recursos les presente alterna- E
+
, tivas y oportunidades de neción que anteriormente no podían considerar
de manera realista, RESOLUCIÓN
; En otras palabras, el sistema Internacional constantemente EXpe- DE CRISIS , SISTE
rimernta desfasnjes de diversa mapenitud entre su estructura palílica Cel
SISTÉM ICA. — DESEQMA
UILIBENRIO.
conjunto de relaciones políticas eslablecidas y, en parte, institucio-
nulizadas) y las cambiantes realidades del poder. Esta tensión genera
desequilibrios que pueden afeciar Lodo el sistema o partes de éste, com- Es preciso evitar las interpretaciones mecánicas de este Lipo de
prendiendo tanto interacciones culidianas como excepcionales, la iden- esquema de cambio. Aunque se admita la existencia de ciclos interna-
cionales, éstos pueden ser de muy diversa naturaleza y
, tidad :y características de los actores aceptados o que pugnan por su duración: asi,
* aceptación, y —en último término— las características básicas del con- el sistema imperial romano fue mucho más duradero que la dominación
- junto (sí se ha de internacional española del siglo xvr. Las transiciones entre
manlener o transformar un sístema entre las varic- Jas fases no
dades, básicas de equilibrio del poder, bipolaridad y sistema imperial). sen repetitivas ni lineales, SI bien no se puede afirmar
una “Jey del
progreso” en el sistema internacional —un
Los estados y otros actores favorecidos por la situación imperante actor allamente desarro
lado, como el Imperio Romano, pudo ser eliminado
desarrollan políticas tendientes n declarar válido'y legítimo el orden por actores com-
paralivamonte primitivos—, tampoco existen fundamentos
: de estratificación que funciona para su beneficio: propugnan en el fon clentíficos
para predecir colapsos “inevitables”.
do cohsolidar un “régimen internacional” —mite evenlualmente puede
Pero no podemos dejar de preguntarnos qué alternativas
“diferenciarse funcionalmente— bajo su érida, Pero ven amagadas sus enfrenta
el actual sistema internacional. Como puede inferirse de la discusión
posicidnes por los actores “insatisfechos”, Estos aprovechan las carnc- con-
ceplual de la guerra nuclear, no es despreciable la probubili
¡ terísticas hor:zontales y anárquicas del sislema que persisten, a pesar dad de que
una falla de Ja disuasión ponga fin a la política internacio
del peso de las grandes potencias, para socavar el orden y Ins medali- nal al preci-
pilar tina confrontación estratégica que podría destruir
dades de acción preferidas por éstas, que denuncian como ilegítimas en a la humanidad,
El próximo capítulo analiza los aspectos bipolares
cuantd no corresponden a sus actuales aspiraciones y capacidades. Algu- del sistema inter-
nacional que emergió en 1945, procurando identifica
¡Dos Telos de esta especie no llegan a constituir desafíos duraderos y r los factores de
estabilidad e inestabilidad que operan en él
exitosos al sratu quo: las potencias dominantes pueden desalentar, ant El Capítulo 9 agrega una
hueva dimensión; el surgimiento y desarrollo
lar y en último término derrotar las demandas que se les presenian. de aspectos multipolares,
-Para ello pueden recurrir a medios como reformas internas dirigidas n
acrecehtar su poder, estrategias diplomáticas para dividir a sus adver-
sarios, políticas de alianza y guerras, tanto de carácter preventivo como
“defensivo. Pueden también consolidar posiciones mediante retiros estra-
tégicos de fuerzas expuestas, abandonando aliados indefendibles y/o
ofreciendo concesiones can ánimo de apacigunmiento, cnoplación o sim-
ple ganancia de tiempo. En otros casos, los relos de las potencias en
ascenso conducen, generalmente par medios bélicos, a la modificación
del sistema internacional. Ai establecerse como nuevas grandes polen-
cias, los estados triunfantes procuran modificar el sistema internacional
de moco que sirva a sus intereses y polilicas. Mientras no se generen
nuevos, desafíos de consideración -—provenientes de los estados que fue
ron desplazados o de nuevos contendientes por el poder—, el sistema
estará en estado de relativo equilibrio,
i
92 -

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