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1 - Wilhelmy - Politica Internacional
1 - Wilhelmy - Politica Internacional
N WILH ELLA
M a Man A fred
EVOLUCIÓN DEL SISTEMA INTERNACIONAL
bles Imntirmacional 5
INTRODUCCIÓN
EA Nr darias
ies que 38 ESLSUS ETE UNED
-
Evolución del sistema internacional UC] “1
“8070 Enfaques básicos
: as sinsobcrania externa (sólo con una soberanía limitada en lo inte -
e " 1
Vigús no se le
e
"re spectivamente. Pero a los contenta Oc urrid ello por Ho de una vohiníad o hasta de una plant
"nlención de las
c
y
:
también Atemas, bajo el manto ¿de
vaba a cabo una política de impe “Político y económico, y que
su democracia interna no signific: iba esariamente una política exte-
rior “democrática”. En este caso, dos más mililarizados fueron
n;-pero in guerra anunció el muy
dos triunfadores, con Esparta al ñ
forma
Anfbal— conquistar Tora, De la defensa apasionada y tofai puede
también de una
eclipse no sólo de la civillzación n 30 que
bien surgir una vocación que identifica seguridad con expansión, todo
"de orden político por casi dos mile ello sulilimado por una suerte de mesianismo (aunque estas palabras
también un clásico ejemplo
.
t
La Guerra del Peloponeso cor no sean enteramente adecuadas a esa circunstancia histórica). Se trata
a -iones encabezadas por dos En fin, dentro de los
'en el sentido de que nos ofrece dé otros fenómenos recurrentes en la historia.
tema multipolar en uno bipo- las pro-
estados heremónicos, y que vuelc márgenes del Imperio no había un sistema interestatal, ya que
má lo ni conflicto, más inestable relacionarse entre si
lar, esta último generalmente vinelas no -eran unidades políticas que pudieran
y que tiende a guerras Más totale adidurn este sistema luvo su de lo dispuesto por Toma.
“renlis- al margen
el primer teórico
narrador genial (y, con exageració Ea aiños,
Las relaciones Internacionales continuaron existiendo a un nivel
icídides, que toda estudiante
ta” de las relaciones Internacional muy primario y sin poseer un vínculo diplomático, Esto se daha espe-
'de las relaciones internacionales |h cialmente en dos frentes: ante los persas en cel Oriente, y ante los “bar-
in hist mismo los estados de estos
Como tantas veces en
sistc- baros” al norte, Pero difícilmente podría hablarse de un “sistema”, yA
no antes halógeno asu
pueblos cacrían al final víctimas que extrecía de regularidad en las relaciones, yn sean de guerra 0 de paz.
ma internacional, Macedonia, que € ás primitivo en civilización, pero Cra perfectamente imaginable —y de hecho se dio— una situación de
fermiúó por aprovechar la desunión
más fuerte en voluntad béllen, y ci mutua ignorancia e indiferencia.
y despotencialización helénicas. el caso de reinos —sobrégigdo en Oriente— que nn
Se dio también
tiene una nnolición paradójica: se train de Se operaha
: El segundo ejemplo podian ser sometidos, pero si relativamente Hegemonizados,
un proceso mediante el cual tun tema Internacional deja de ser tal -—un fenómeno también recurrente en
entonces con una cierta ficción
indiscutido de un vlg áctor, que al final ejecuta uno CrAN const
por el dominio la historia de las relaciones internacionales—, y sus TEYES
acclón imperial que convierte n tas:1los otros nclores en mens pro- derados como “clientes” de Roma?
Ñ
vincias internas de su estado: por 1puesto, estamos hallando de Roma. “Al producirse el paulatino desmorona to del Imperio Romano,
toda -
Originalmente una eludadestado omo las griegas, tras conquistar hacla el siglo y d.C., la mayor parte de su esfera oriental se agrupó
de lo que hoy es Ttali > fanza a una serie de encuentros bajo una unidad política que mantuvo la ficción de ser el legítimo
la península
gd. menos impuestos, y entre el
bálicos, más o menos deseados: E sicesdr de aquel imperio: Bizancio. Aquí se da un caso muy especial
sigio rr y 11 a.C. principniment hpuisin In cuenea del Mediterránea, internacionales. “Dizantino” ha legado a ser sinónimo
delas reinciones
24; SU “mundo”, con lo que crea
todo el sistema internacional de de estefilidad discursiva, detallismo paralizante y lcorización alejada
una situación imperial. (0 temerosa) de la realidad. Pero la actitud “bizantina” de
Bizancio le
No sin razón se ha llamado tema “un vasto sistema de incorpo permilió la supervivencia a un estado durante mil años en medio de
raclonas”, ya que, sin nlterar rad ménte las sociedades conquistadas, amenazas premunidas de tin poder a veces muy superior, Tarabién sus
supo mantenerlas bajo un contr anie eficaz y dotar de conciencia enemigos fueron casi siempre civilizaciones más primitivas, más rucas,
de unidad al mundo conocido. Ar aunque sin proponérselo, sirvió pero también más implacables y enérgicas en el arte de la guerra
y del
en la base del mundo
de centro de fusión de culturas que-estarían
daminio. Frente a los “bárbaros”, a los desplazamientos más o menos
este proceso desapareció una de
moderno europeo occidental. belicosos de las tribus que venian del Norie y del Este de Europa,
ternacionales dentro del sistema de
realidad fundamental, las relacio Asia; frente a los persas, n las convulsivas expansiones islámicas,
16.8 partir del Imperio, hacia co-
internacional del Mediterráneo. para en-
árabes, de lurcos, seletúcidas y otomanos, a veces también a la de ssta-
burocracia
mienzos de la era cristiana, Rom y
arrollaría una
dos cristianos, Bizancio hubo de hacer acopio de energías políticas
ración imperial, seria diferente
carar los problemas de la adi espirituales con las que por largo tiempo, con diversos avatares de las
A: siglos, Jas embajadas (aunque 1453.
de una institución existente des circunstancias, pudo sobrevivir, hasta que finalmente sucumbe en
ne tratarían con unidades políti
sin funcionariado permanente);
Conquista del
tE " 2 Para la formación del imperio, cfr. Claude Nicolet, Roma y la
Y y VI de The Cambridge Barcelona, Labor, tnna.
. 1 Para este tema son muy úli qnos IV, Mundo Mediterránco, 2641-27 AC. 2. La Génesis de un imperio,
También cfr.: Peter Homo, El Imperío Romano.
"Ancient Tristory, Caombriige, Cambri “Unlverstiy Press, 1960. Para el funcionamiento del imperio mismo, cfr. León
the Politics ( “Bipolarity, Nashville, Louisiana Sinte Uni Madriti, Espasa Calpe, 1963.
2
J. Tless, Thueydides and
versily Press, 1966.
Pedo
- H -
Evolución del sistema internacional (] 83
"82 [] Enfóques: básicos | ES
META 4 pon i ,
constituyó un poderoso aliciente para conformar una conciencia de uni-
¿Cómo10 Hizo? Comperisando su debilidad material con un arte de
dad en Ja Europa cristiana. Ccastonaimente hubo intentos políticos por
lu política nlernacional muy superior al de los estados de su sistema formar un gran estado que fuera sucesor del Imperio, Ya hemos hablado
internacional. Basado en uha teoría imperial —algo semejante a una
acerca del papel que Bizancio se alribuía a sí mismo. 'Hacia el siglo 1x, la
“ideología” oficial— que destacaba la misión providencialista del estado
dinastia carolingia domina un amplio espectro geopolítico que va desde
(tarea querida por Dios, para el Emperador y su pueblo), sobre todo a
España hasta lo que hoy es Alemania, aproximadamente. Su historia
partir de 1054 cuando sostiene que su religión “estatal”, el cristianismo
de está epitomizada por un nombre, Carlomagno, coronado Emperador
ortodoxo, es la única “verdadera”, su pretensión de universalidad, por el Papa León III para Navidad del año 800. Un emperador tenía el
destino superlor y misionero frente a los otros ptieblos, tordo ello anima
atributo de ser el brazo secuiar de la cristiandad, halo muy superior
a un funcionariado ecremonioso y de mentalidad sutil, que lleva a cabo
al de cualquier otro jefe político, sea rey o mero señor feudal.
un delicado juego diplomático de incorporación de los líderes extran-
Pero faltaban las condiciones históricas. La tendencia llamaba a la
Jeros —sobre todo si son “bárbaros”— al esquema de poder bizantino.
fragmentación, auinque el ideal de Imperio haya constituido un factor
Al resto se le intenta manejar provocando la disensión entre los enemt-
no despreciable en la historia de las relaciones internacionales de la
gos, ofreciendo incentivos y desviando energías, ofreciendo la fuerza
Edad Media, Hacia edsigio xX1se restablece el Imperio con la constitu
cuando se agotan los otros recursos. Requisito parn ello es natiral-
ción en Alemania del Sacro Imperio Romano Germánico, pero que sólo
mente una cultura y un nivél educativo de su funcionarimdo muy supe-
(sl es que los había) en los estados contemporáneos. podía ostentar un poder moral sobre la Europa cristiana. Su poder
rior al de sus pares
real yacía, en fuerte medida, en la importancia de la posesión patrimo-
Naturalmente que las bases ernn frágiles, que la teoría imperial
nial de la dinastia gobernante. En este sentido, el “poder espirituai”, el
no pasaba de ser una ficción y que un triunfo verdaderamente universal Papado romano, pesela a veces mayor poder político que su “brazo
hubiera Hevado a que el adjétivo “bizantino”, en el peor de los sentidos, secular”, el Emperador. Ocasionalmente ambas fuerzas podían coligar-
tuviera plena justificación histórica. Mas toda ciocirina es un aliento se, y con ello potencializar a las fragmentadas unidades políticas en la
fantasioso, pero muy humano, por adivinar la naturaleza y el sentido escena internacional de la época, sobre todo frente a las civilizaciones
del hombre; y ayudar a vivir por añadidura. Ast Bizancio ofrece a sus no cristianas, uno de cuyos episodios más notables fueron las Cruzadas.
contemporáheos una doctriria que presenta al Imperio como tna reali Pero la mayor parte de las energías se desplegaron en esa infinita frag-
dac supraestatal, aunque sólo pueda lograr un equilibrio internacional mentación política que subsislió y floreció bajo el ideal Cen cuanto Lal,
que le permita sobrevivir como actor de su sistema internacional. Un
no menos real) del Imperio.*
factor importante de st eficacia estuvo constituido por la configura-
Mas este ídeal señalaba hacía otra realidad. El mundo cristiano |
ción de un funcionariado especializado, los embajadores, con una forma- esa comu. |
continuó siendo una unidad. La religión y la Iglesia le dieron
ción superlor imbuida de la doctrina oficial. Estos ejecutaron una políti- unidades diferentes una comu |
nicación física y espiritual que hizo de
ca internacional relativamente coherente durante varios siglos —que co- nidad en algunos sentidos mucho más “internacional” que el mundo
rrespondieron a la creación de una “diplomacia”-— y que no fue el
unificado de nuestros días. La articulación del poder en Papado e|
menor de los aportes de Bizancio a la historia de los sistemas y de
Imperio hlzo de esta conciencia un catalizador para la defensa ante las
las relaciones internacionnies 3
amenazas de anegamiento por parte de civilizaciones extrañas. Por otro
lado, el poder en el interior de las unidades políticas no estaba concen-
trado. La Europa cristiana vivía bajo el influjo de una religión institu-
PRETENSIÓN IMPERIAL Y FRAGMENTACIÓN POLITICA
cionalizada muy poderosa, pero que no llegó a configurar un estado
teocrático. Tampoco un "despotismo nsiático” del rey-dios. La monar-
Desde el derrumbe del imperio Romano la historin de las relaciones
quía era débil, pero no inexistente como para no plantear la posibilidad
internacionales en lo que hoy es el escenario europeo presenta un con-
de un equilibrio. La nobleza feudal era una clase privilegiada, pero tam
tinuo movimiento de fragmentación política, de realidades de poder bién otro poder que ingresaba en ese equilibrio, y germen del desarrollo
que, con ejerto abuso tel término, se podrian denominar “estados”. Pero a
constitucional moderno, por lo demás. En las ciudades comienza
éstos eran muy variables en su dimensión y continuidad. La constitu poder que se añade. También surge una
emerger la burguesía, atro
ción de infinitas unidades de poder, proceso ayudado por la “feudaliza-
sensibilidad complelamente nueva y de enormes consecuencias para la
ción” de Europa, se nós presenta como la renlidad política fundamental. moderna. As! se organiza la sociedad baje un piuralismo
civilización
Por otro lado, el recuerdo tanto político como cultural del imperio
E :
sobre este tema, cir. Héctor 3 Tanto aquí como en los mcspiies que siguen recomendamos la /istorre des
un historiador iatinoamericano
3
3 Un trabajo de Relations Internalionales (8 tomos), dirigida por Pierre Renouvin. El tomo primero,
Herrera, Las Relaciones Internacionales del Imperio Bizantino dirante las Grandes
Bréhler, correspos::iente al mundo medieval, de Francois L. Ganshof, Le Moyen Age, París,
Invasiones, Santiago, Universitaria, 1972. También cfr. el clúsico de Louis Hachette, 1958—
El Mundo Bizantino, tres tomos, México, UTEHA, 1956.
1
; 81 ) Enfoques básicos Evolución del sistema internacional 17 ES
ii :
. vital de polos de poder, lá les se articulan en nuevas unidades poll res e los que apenas podemos referirnos, pero
"
te
>
[a]
Le]
e)
7
.
i. tens, pero que en el micia de Ja Europa moderna no abolirinn esa que un estudioso de in aria de las relaciones internacionales sabe
; multiplicidad: serían el estad demo. que no puede ignorar: la secularización de la vida cultural. Esto ho
t | p significa necesariamente irreligiosidad o anticiericalismo. Pero es un
1 ! | muy fuerte camblo en la perspectiva de mirar n da sociedad. Con ello
RAÍGES Y DESARROLLO L ESTADO MODERNO van el racionalismo y el desarrollo de la curiosidad científica. El capi
talismo” como Una nueva forma de energía económica, que no frinda
En cierta manera, “Testadt in existido siempre. Pero en el sentido y nf siquiera impregna decisivamente por sí solo a la civilización mader-
que comúnmente damos: A palabra, esta realidad empieza a confi- na, pero que ha sido uno de los componentes fundamentales del mundo
gurarse hacin los siglos.xy Ly y conformaría.In base del sistema Inter- contemporáneo. Para nuestro tema se debe destacar st importancia en
nacional europeo. Lentam E, EN el transcurso de la Edac Media, la interrelación económica de Europa primero, y su irradiación por el
; comienzan a configurarse dndes políticas mayores, teniendo como mundo, después. de
El desarrollo las £gmunicaciones con la impresión
marco de referencia un leo a comin en casi todos los casos, tina uynNi- y la difusión de los periódicos y la obtención de noticias regulares,
dad lexcitorial aproximadamente coherente, una filosofía política que ayudó a que sectores sociales cada vez más numerosos tuviesen acceso
destacaba el carácter trascendental ren su sentido teológico) del brazo ala información. Ello se aunó al advenimiento de la “opimón pública”,
secular, esto es, del poder política, y una dinastía que le Iba dando discursiva y argumentativa, que diseñaría y discutirja las finalidades
forma y permanencia en miédio de vicisitudes extraordinariamente im- del ortien político y social, más allá de la legitimidad vigente, de tipo
polí
predecibles y cambiantes. tradicional. Y con esto tenemos el advenimiento de los sistemas
A grandes risgos podemos decir que In evolución siguió tres esta ticos contemporáneos que lerminan por erosionar —generalmente en
dios. En primer lugar, el estado patrimonial, que s origina a partir de procesos evolutivos-— al Antigua Régimen. No en último término, una
la fragmentación medieval y que
Tecibesu allento con el feudalismo. a Ja búsqueda cientifica,
nelitua racional y racionalista daría legitimidad
Su motor está en una didastin que mantiene y nerecienta un patri y haría del conocimiento un foco emisor y concentrador de un nuevo
monió qué deviene en una unidad política. En seguida ese patrimonio estrate: la clase intelectual 3
adquiere tina unidad territorial que no puede cambiar sin más de patrl- Estos fenómenos, que aquí sólo podemos apenas enumerar, definen
monió entre dinastías, no siñ afectar al menos su entorno internacional, los contenidos del estado moderno. Este se constituye en uno de los
CAAJ
Este paso decisivo es el qué puede Jinmarse "estado territorial”, y que actores del sistema Internacional de estados curupeos a partir del si
transcurre aproximadamente entre-los siglos Xy XL — Gr de fines de este siglo ya se puede hablar de un "con:
Por último, hacia fines: del xvrir y comienzos del xx triunfa
en (a del “equilibrio” entre ellos
: Europael “estado nacional, que incluye una “conciericin nacional”,
en otras palabras, Rrestpoñe una prilicipación socinl y política más
amplin y una legitimación secular del poder político. Esta modalidad se a algunos actores no pertenecientes a su mundo culteral Aunque
algu
repite en las nuevas fundaciones de estadosen los siglos xix y xx, inclu o zonas “ignotas” sólo serían incorporad as a
nas antiguas civilizaciones
¡ yendo, las refundaciones ideológicas de nuestro siglo, como: las funda- en el curso del siglo xIx, ya en el siglo anterior el sistema
este sistema
: Clones de estados en la estela de la descolonización después de la en lo interno como en lo externo, era el centro de poder
europea, tanto
.i Segunda Cuerra Mundial. +; en el globo. -
| los chales se ve la huella de la Tiustración, una huella “ideológica”, siones está todavía concentrado en muy pocns manos, sin mayor son
procitman ind idlentes tral externo del misino, La ejecución se encuentra encargada a la dipins
podríamos decir, con cierta exareración, Se
en 1776, y en 1783, cnuimina una guerra que Incluyoa rimnela y España, macia, que quizás hayn encontrado su época de oro en este sigla y su
¡ culmina con el Tratado de París; que reconoce la independencia de las
momenío estelar en el Congreso de Viena en 1814-1815. Su reclutamiento
para el sistema internacional sólo nos era fimadamentalmente aristocrático, y en ese siglo casí había una iden-
: trece colonias. Su importancia
Ahora debemos señalar que tuvo un Impacto tificación entre el "hombre de mundo” y cel diplomático, Sin embargo,
.-betipará más adelante.
sistema político, que fue recibido como sensación en este aristocralismo no dejó de influir en una cierta humanización en
“en cuanto nuevo
clima de ideas y sentimientos de la Europa y, sobre todo, de la Jas relaciones internacionales, así como en el sentimiento de que existín
el
Francia prerrevelucionaria. una suerte de "sociedad de naciones civilizadas”, sostenidas por una
El sensibilidad cosmopolita. Pero muy pronto, bajo el manto de una con
!
o] ciencia de cambio y de ordenación racional, se abriría paso a uni nieva
DEL SISTEMA INTERNACIONAL serie de rupturas! -
si RASCOS GENERALES
| EN FL SiGLO XVIII - ES o e
DT
——
¡ Hiosofía política comienza a preocuparse, y en 1795 aparece el tratado
de Kant La paz perpetua, que tenía sus antecedentes a lo largo del
ft De Ja historia de Renouvin, aquí es muy valioso el segundo volumen, de
siglo. | Gaston Zeller (tomo 1H de la Misioire), Les Temps Modernes 2. De Louis XIV e
¡7 Atinque la opinión ptíblica gradualmente comirnza a Lener influen- 1783, París, JInchetle, 1968. Asimismo cfr, el tomo VII de la Cambridge, dirigida
a cia en las formulnciones de política internacional, el proceso de deci- por J. O. Lindsay, El Antiguo Régimen (1713-1763). g-
1
¡
"
| Evolución del sistema intermacional (3 95
ACTOS
revolucionarios, lo qua
| E
térmiriaria! por
bo
convertirse en unn poderosa ven- en Leípzig, una coalición curopea le asesta una herida mortal, repetida
taja dipromática para In ployectión internacional de Francia. contundentemente en 1814 y 1815,
La expansiórr'y' 'cuasi- dominio" napoleónico sobre Europa se vieron Pero habría otro escenario europeo que sería indigerible para Napo-
facilitizas porque mubhos 'edr opeos podían identificarse genuinamente león: España. Su penetración allí, en 1808, apoyada inicialmente por
con el programa que Napoleón les ofrecía. Las victorias de las tropas Jos sectores liberales (todavía no se denominaban así), anticlericales,
francesas dieron lugara la expansión de una nueva forma de organiza- “progresistas”, que velan en los franceses un aire de renovación para
ción y legitimación social. Lo que Francia por momentos perdió en orga- la alicaída España, sufriría luego un gran revés. Hubo un alzamiento
nización y disciplina,lo compensó en “potencia de conversión”, en irra- popular, provocando la primera guerra de guerrillas en gran escala en
diación tdeológica y an modelo para muchos grupos que en aquella Europa, La rebelión popular duraría largos años, y tenía una orienta-
Europa miraban hacia Paris como fuente de inspiración política. Y ción profundamente conservadora, legilimista, clericalista hasta cierto
Napoleón terminó por demoler la magia de intangibilidad que susten- punto. Pero dejaria un aire de “movilización” que impediría en la Euro-
taba a las monarquías absollitas europeas a comienzos del siglo xix. pa restatirada que los Borbones españoles pudiesen imponer su absolu-
Pero estamos nnte'una moneda de dos caras. Muy pronto en Euro- tismo de manera estable.
pa, no sólo tos “reaccionariob” verían en las ideas revolucionarias un El problema español conduce hacia una circunstancia nueva. Fran-
arma de la expansión del estado nacional francés. Muy pronto la cia lenía un atractivo como modelo para amplias capas y élites euro-
política francesa sería. vista coma la amenaza más seria en” sigios al
peas, y cllo sin duda constituyó un factor de la expansión napoleónica.
principio del'egquilibrio europeo. Y no sería una visión errónea. Con
Pero pronto los ideales napoleónicos serían identificados con una mera
todos los elementos progresistas de la dominación napoleónica, con el
voluntad de dominio francesa, en una dialéctica aparentemente irreduc-
importante hecho de que correspondía en lo interno a una sintesis feliz
tibte. Al comienzo Napoleón encontró seguidores y admiradores en casi
entre lo antiguo y-lo nuevo, á una suerte de compromiso post-revalu- toda Europa. Ál final fue visto como la representación de un Leviatán
cionario, sin embargo "no cabe duda de que buscaba una hegemonía que aspiraba al despotismo universal,
francesa en el continente. “Quizás no una absorción, pero si un liderazgo
Pero esta percepción no fue particular de las éliles tradicionales.
,
Indisputado de París en Europa. Media docena de coniciones se esta-
Se vinculó con una poderosa sensibilidad que emergia irresistiblemen-
dos etropeos' se levantarían contra ese intento.
te: el surgimiento del estado nacional y del nacionalismo. Es el último
En dos momentos pareció que la Francia napoleónica alcanzaria
estadio de una evolución enunciada al inicio del capítulo. El ideal nacio-
su objetivo. En 1802, con la Paz de Amiens (antes cue Napoleón
hal. no se refiere únicamente a una soberanía del poder político, sino
fuera propiamente emperador; era Primer Cónsul), y con el Tratado
en general también a una relativa unidad lingilística, cultural, étnica y
de Tilsit en 1807. En ambos Casos no existía todavía una hegemonia,
A tina conciencia de comunidad, de “nacionalidad” común. Esta con-
pero sí uha clara preeminencia francesa, Quizás pudo eternizarse esta
ciencia va unida ds un sentimiento colectivo de identificación, a Veces
situación. Ten el proceso se habían eclipsado Austria y Prusia, y España
muy agudo (macionalismo), y que a la vez se vincula con una creciente
estaba muy subordinada. Rusia estaba a la expectativa, y dudaba del
participación social en Ja vida política y en otras esferas de la “nación”.
resultado de una confrontación final con el emperador.
Naturalmente este proceso también se relaciona con lo que con cierta
Pero hubd una potencia'irreductible en su tenacidad antinapoleóni-
exageración se ha denominado "revolución burguesa”, pero que va mu-
iaterra. Con breves interrupciones, Londres siémpre se consideró
Cho más allá de una capa social “burguesa”. También es parte, al nmienos
en guerra o en hostilidad conlla Francia revolucionaria y napoleónica.
EN sus origenes y cn alginos estados curopcos, del desarrollo de los
Investida de su poder marítimo y de su creciente superioridad econo
procesos democráticos.
mica, pudo imponer sucesivos bloqueos comerciales al continente, y
animó constantemente A los rivales potenciales de Napoleón, Y podía, La Francia napoleónica y revolucionaria constiluyó el primer ejem-
na sin cierta razón, afirmar que su política no estaba encaminada a plo de esta conciencia nacional aguda. Pero en su expansión europea
obtener la hegemonía propia. Como ya decinmos, la políticas inglesa despertó los mismos sentimientos por doquier, “que se volvieron contra
sería definida como una que obstaculizaría consecuentemente hr emer- ella y minaron las bases de su hegemonía. El nacionalismo alemán,
vencia de cualquier hegemoníá en el continente. que surge con fuerza en estos años, es el ejempio más acabado de las
Rusta sería la otra polencía ante la cual naufragarían las ambicio- paradojas del proceso, El nacionalismo sería una de las piedras de
nes napaleómicas, La incapacidad de la diplomacia francesa para “dis toque de Jas releciones internacionales europeas en el siglo xix, y Ile
ciplinar” a Ruslá en un. frente' continental decididamente antibritánico varia en el curso del siglo, 8 la creación de nuevos estados, Italia y
llevaría a Napoleón a si malhadada expedición de 1812, que terminaria Alemania en los lugares más destacados, y también a una efervescencia
por arrmiínar primero a su ejército y desmués su prestigio palítico y “en Europa oriental y en los Balcanes, minando a Turquía y creando la
Jas bases de su poder. Al año siguiente, en la "batalla :de fas maciones”, “cuestión oriental”, factores que contribuirfan no poco a la Primera
i :
Í Evolución del sistema internacional [] 97
básicos —
%6 E Enfoques
que caida vez se hacía más manifiesto, y por su vulnerahilidad
nómico,
Guerra Mindial (1914-1918), y con cito al derrumbe de la preeminencia l la tiltima autocracia europer basta 1905, en un grnio
como
inslifucióná
del sistenia AnteriacionaT curopeo” que no lo habla sido ningún país europeo en toda su historia.
europea se manifestería una novedad relativamente
En la perifera
crisis eterna de
importante. La intrusión napoleónica en España, y la
EL ORDENALIENTO-DE.JLENA Y LAS RELACIONES esta última, levarfan a la secesión de la casi totalidad de las colonías
INTERNACIONALES EN EL SIGLO XIX. españolas en América (1810-1824), lo que culminar
ía con la creación
y cultura espa-
|
de cerca de una veintena de estados nacionales de habla
+ El Congre de Viena (1814-1015) ha tenido una importancia capital en ñolas, aunquE eno Anbían experim entado las bases cultural es y sociales
+ la histo
storia de Tas relaciones inlernacionales:-Se puede comparar per- de Ta modernización, a la inversa de las colonias inglesas
que formarían
se
rectamente con Westfalia y”con Utrecht;1a nostalgia por su huella la los Estados Unidos. Un nuevo continente ingresa a la vida internac
ional,
ha hécho más fuerte en nuestros días, debido na la “incapacidad de
aunque sea al comien campo
como zo de penetración económica de las
de [Hrmar traindos de paz efectivos, que se hn —
paz”, ala incapacidad Fui
mundiales, Pero
visto;en este siglo después de cada una de las guerras
esperanza que en él pusieron sus
su eficacia no está cn relación con la
que fue eficaz 2 pesar de los anhelos de sus
hija del capitalismo, entre otros, y
actores: se podria decir
material. La revolución industrial,
aulores.
sesgo doctrinario, ria-en nglaferr
5e expandiría por Europa Occidenta
lugar, hay que destacar que tuvo un
En primer
además
casi fideoiógico”. Ficla púz "de las potencias victoriosas, pero bia la reláción máterinl dél hombre con su naturaleza
inmedinta, lo que
que la querían más que por la paz misma, de una segunda naturaleza, artificial, con alto grado
la paz de los “restauradores”, sevarin nda creación
porqite pretendían estabilizar ñi Antiguo Rágimen_ [1 espectro Su consecuencia más nes directa para las relacio inter-
pro- de abstracción.
la “Santa Alianza”, inalcanzable
revolucionario. De ahf el acuerdo paralcio de nacionales fue otorgar a Europa una superioridad material el globo
movido principalmente por los regimenes más conservadores: Rusia,
parael Tásto del mundo, lo que le permitir ía Incorpa rar a todo
su siatus an- siglo x1X. Los
Prusia y Austria; estas dos últimas potencias reasuinicron
al sistema internacional europeoen el transcurso del
calificar
<Témis Internacionales periféricos a Europa sólo se podrían
europeo debía
tes confiscado por la expansión napoleónica. El concierto
anciciante, como unn salvaguar dia institu- o “sistemas regionales”. Lo
operar también, de ahora en de ahora en adelante como “subsistemas”
cional en lo interno. que pasara en cunlqui er parte incidirí a en el equilibrio del concierto
estaban en la inisma posición. Principal-
Pero ho todos los estados cuTOpCO. -
como, subre todo, por ante fue que
mente Inglaterra, tanto por sus instituciones interior o ue este= último,e la consectiencia más import
ad,
sus intereses, impidió el desarrollo mús acabado de esta elposibilid comenzaría una nueva estratific ació poder. Siempr e fue importante
a
La UN
'
UB EJ Endodniól úsicos
. : ee
terra a la cnbez: aríann múltiplicado su poder, can el dominio de los
internacional, Por ello no deja de ser un mérito el que hasta 1914 no
medigs de comunicación márítimos modernos y el nuevo carácter de la
hubiera conducido a una guerra general. ,
economía: mundial: | a
La fundación del Imperio Alemán (1871-1916) constituyó una trans-
En el campo del procesp de toma de decisiones de política exterior
europeo. El Imperio se basó en una
habría algunas innováciones| La diplomacia permanecería como una ins- formación decisiva del ¿QUITO
Prusia renovada, en una industrialización que haría de Alemania la
tancia primordial. Pero su siatus bajaría algún peldaño. Hacia los años
primera potencia de Europa. Límitó el triunfo liberal pero a la vez
30 y de del siglo xix se introduce el uso del telégrafo, y con ello la toma
modernizó el cohservadorismo prusiano; bajo la guía de Otto von
de decisiones se ¿oñicéntra cón mayor fuerza en el jefe político y no en su
Bismarek se produce en el curso de tres guerras cortas (1864 contra
embajador, ya que el primeto puede tener acceso a-mayor información
Dinamarca; 1866 contra Austria y los estados del sur de Alemania; en
y en un lapso de tiemipo mutho menor que antes. Después, con el cable,
1870-1871 contra Francia) la unificación de Alemania.
el teléfono y —hacia la última fase correspondiente a este capítulo—
la radio, no harían sino acentuar este desarrollo. Por etro lado, el desa- Por muchos siglos —en cierto mado desde la Edad Media— en el
rrollo de los procesos democráticos institucionalizay aumenta la in- centro de Europa había existido un vacio de poder o una fraementa-
(uencia de la epinión pública sobre las políticas “exteriores. No siempre ción, lo que viene a ser casi lo mismo. Ahora se forma una nación
como presencia serena: hasta la Primera Guérra Mundial la opinión demográficamente fuerte, la primera potencia industrial del continente
pública ejercería la mayoría de las veces una influencia más bien beii- hacia fines sde siglo, segura de sí misma (tal vez, excesivamente), que se
configuró”a partir de una erosión frelativa) de poder de los vecinos,
cista que pacifista.
Inicia, uno de los méritos del Ordenamiento de sobre Lodo de Francia.
Volviendo al, tema internacional,
sus actores o por “Tas eircunstar- Esto tenáaría profundas Influencias en el sistema
Viena es que, —ya .5e2 por hazaña de
Mientras Bismarck estuvo en el poder (hasta 1890), logró reprimir las
cias— supo incluir el desarrollo de estos elementos lan desestabiliza-
tentaciones desestabilizadoras propias del impetu de un estado joven,
dores. Durante un siglo no se desarrolló otra guerra general en el esce- el periodo “guillermino”, del
a las cambios a veces dramáticos, permitien- Pero a partir de su deslitución —durante
nario europeo, y se adoptó rol arriesgado,
Guillermo 11, 1888-1913—, Alemania jugaría un
do “solamente guerras. limitadas y “civilizadas”, dentro de lo que cabe.
kaiser
amenazador, aunque sería una exageración atribuirle la responsabilidad
ElT sentido de la civilización europea permanece. A pesar del rol expio-
exclusiva en la serie de acontecimientos que condujeron a la Primera
sivo de la opinidri- pública, ño “debe olvidarse el avance de las inquietu- 1871 Alemania había llegado a
Guerra Mundin]. Bismarck creían que en
des humanistas. Maád allá de las causas económicas, la licihn por hi envanecídos por el poder nue-
la esclabitud tuvo un decisivo impulso debido a las posi- st máximo poderío; sus sucesores, algo
abolición de
doctrinarias de la -opinión pública en este sentido. vo, quisieron acrecentar y proyectar algo parecido a una tendencia
ciones
xi correspondió ala cúspide. ste la vigencia del hegemónica. Con ello crearon un vacio a su alrededor, echando por
En suma, el sigló XIX
ente alconcierto” tierra la política del fundador en orden a impedir la formación de una
sistema internacional oe
conlición contraria mucho más poderosa. Y las condiciones serian bas-
tente diferentes de las tradicionales coaliciones curopeas.
Otro escenarío importante lo constituyó la Europa Quriental y la
HACIA EL FIN DEL CONCIERTO EUROPEO 9 “echarían
reglón de los Balcanes. El nacionalismo cultural y polí
la profundas raíces como elementos formadores de la nacionalidad. La
de los ¡tdotores ráferidos a continuación podía significar
Ninguno de poder, por el que
en su conjunto impreg- agonía del Imperio Turco crearía un eventual vacio
erosión irrevocable del concierto europeo. Pero
fín rivalizarían Rusla y Austria-Hungría principalmente, Esta “cuestión
narlan la atmósfera ide su tiempo y sentarían las bases para un
oriental” constituiría yuna fuente de interminables conflictos y sería la
relativamente ceótico (1914-1941) de este sistema intermacional.
del siglo xix.
“Ergacionalismo fue una de Jas grandes fuerzas nuevas taa pudo Srolongar su vida artificialmente, ya que algunas potencias
estados , a vec ar la vía de
Como | llevaba a e fundación de nuevos europeas preferían ver u Turquía conservando posiciones antes que
istentes (Turquía, el Tmpi Austro-1ftin-
entregándolas a estados que acrecenlarían excesivamente su poderío.
AF “a ESTA parcial d algunos estados tFrancin], su expansión se relería especialmente o Rusia.
€ en el si te ma Esto último
lendría consecuencias _snorinemente desestaBilizadoras Entre 1871 y 1914 no existen guerras generales, y sólo algunas gue
e. :
escrita por el mismo Pierre Renouvin. Pero los rras limitadas en Europa, estas últimas en los Balcanes. Pero la atmós-
1 La Histoire... coritinúa ahora
custra tomos corresponttientes 2 los siglos XIX y XX están
reunidos Cn NN solo
Siglos
fern general aparecía no sólo para la posteridad, sino que para los pro-
Relaciones Internacionales.
volumen: en su edición española; Historia de las
a Ja Cambridge, cfr. el toma X, pios contemporáneos, como una preparación para una gran ruptura.
Akni, 1902 Con respecto que se
XEX y XX, Madrid,
DIR EF Cenit del Poder Enropeoe CISI0- 1870). En el escenario de Europa Central el nacionalismo, a medida
dirigido nor John Patrick Tuer
acercaba 19147tenín otra virtud desestabilizadora del sistema. El Impe- .
1-
1
recuperar territorios peraldos o en discusión, nnexarse Austria y Che- Asi, cuando el liderato ingiés de pronto percibe AI carácter radical
coslovnquia, €esta Titi "CTisis de Ios Sudeles", en 1938, que del programa nazi tmarzo de 1939), gira tolalmente en su politira y
me
YO COR el Tratado de Munich, tan cólebre en la hustoria de las pasa ada tenaz resistencia. En setiembre de 1939 se interpone enel
relaciones Internacionales.” Ts considerado un modrío de la nclitud que cumino nazi y entra junto con Francia a la guerra para defender la
no se debe tener en la mesa de negocinciones internacionales, Asi, hacia independencia polaca. Las circunstancias no podian serprores, Ya cue
1939, Alemania proyectaba una ya larga hogemoníia sobre Europa Orieñ- la aliamza nazisoviélica les había invertido un equilibrio rstraleero
tal, y posela un poder militar no inferior al de los pníses occidentales, hasta el momento relativamente favorable para aquéllas, Pero en esto
Francia e Inglaterra. 10 se barajaron solamente cálculos de equilibrio de fuerzas propios
La actitud de estos últimos merece una breve mención. La política del concierto europeo, sino que también los valores de la culfnra pol
de estos países ha recibido el nombre de “apiciguamiento” tappense- tien ruropen, puestos en tela de juicio en un grado no visto antes e»
ment), usado peyorativamente: Serín in clúsica compra de la pnz me- la historia,
diante concesiones ante la nmenaza del uso de In fuerza; al finai no La actina so ea merece na peana explicil ación. Por dor
se obtiene ia paz, sino que una guerra mucho mis costosa que si se
hubiese emprendido ante la primera agresión, El apaciguamiento, en-
tendido como “Tección de la historia” (cun problema capital en el pro-
ceso de toma de decisiones en política internacional), ha sido fundn- 3 su percepción. a “de iruéción «del Or tien de Verenilles
mental en la mentalidad de la cinse política occidental después de la a. puesto efectivamente por primera vez en peligro la-rxistencia
Segunda Guerra Mundial. ética, Consecuentemente Moscú enmbia su politica con tim espec
Originalmente se refería a una divisa Inglesn de comienzos de la dé- tacularidad a Ia que debía acostumbrarse el mundo en fos años signien-
cada de 1920, y que destacaba la olle de “npacigunr” a las zonas de les. Ingresa.en la Socierlad de las Naciones (1934), donde se hace porta
confiteta, con el objeto de impedir una mueva guerra por razones que voz de su divisa de la “seguridad colectiva”, que implicaba una acen
na fueran vitales para la nación, Pero en los años 30 el “apacigua- tación y defensa del stalit go internacional, ordena políticas prudentes
miento” estuvo inextricablemente unido a UN” Sptritu del-tempo”: y nada revolucionarias a los partidos comunistas ingreso en los Tren
cansancio y horror a la guerra, disposición a pagar casi cualquier pre- Les Populares), pide rearme a las potencias occidentales, y tambien que
cio por evitarla; también relacionando con las tensiones ideológicas. enirmten activamente a la Alemania nazi. Pero el.cnmibio. fue demasiado
Esto último en cuanto que la opinión ervadóra en Úcel- brusco y careció de credibilidad. Les exigia lo que antes había sido
dente pensaba que resistir ante Tos nazis ssolini, hasta 1935 motivo de ncusaciones apocalipticas. Los paises democrálicos no poítían
firmemente anciado en el campo occidental, por: lo demás) podía signi variar sus políticas con la rapidez de una dicladura totalitaria, ni igno-
ficar abrir las puertas a una revolución comunista o algo similar en la rar la falta de alienío a un activismo internacional de parte de sus res-
política í(ntema. La Guerra Civil Española fue importante en este con. peclivas opiniones públicas. Por lo demás, aunque en estos años la
testa de Ideologización de la política internacional, Por otra parte, la URSS expandió su poder con el desarrollo industrial de los “planes
opinión pública de fzquierda pedía resistencia ante Hitler, pero a in quinmquenales”, se lanzó a una serie de purgas paranoicas que elimi-
vez exigía un pacifismo a ultranza y denegaba su concurso a los esfuer- naron fisicamente a la inmensa mayoría de su dirigencia y ada mitad
zos de rearme. de Ia oficialidad del ejército. Un estado asi ne podía ser garante de un
Asf el apaciguamiento se convirtió en una política de “apaciguar stalu quo internacional. Otra cosa es que probablemente el apacigna
a Hitler”, que también escondía el profundo desconcierto de una men- miento occidental haya sido Icido por Moscú rerróneamente) como tina
talidad diplomática acostumbrada a la comuniciaci de criterios mo- mcitación a Hitler a realizar su programa expansivo a costa de la URSS
rales de la clase política europea de la época del "conclerto”. Pero ante Tampoco fallan indicios de que en esos años la politica soviética
los dictádores de nuevo cuño —entre los que hay que incluir a-Stalin no abandonó su sueño de una guerra “intraimperialista” entre la Ale:
(1024-1953)—. la política del apaciguaminnto sólo excitaría a mayores mania nazi y las democracias occidentales. Sea lo que fuere, el caso es
audacias. Además daría la falsa impresión de que Pranela e Inglaterra que en agosto de 1939 se decide —en medio de una situación que a sus
otorgaban implicitamente lo que el líder nazi les solicitaba: la Hbertad ajos aparecía ambivalente— por un pacto conla. Alemania nazi. El Pac
de acción en Europa Oriental y frente a la URSS. Pero ello constituía to Nazi Soviélico del 23 de agosto de “1939, que era oficialmente. de “no
una mala lectura de da situación por nmbas parles. Los gobiernos ocei- agresión”, condenaba a Polonia. Pero había algo más. Por metio de «los
dentales, al valorar el anticomunismo nazi, sólo podían entender que la sucesivos prolacolos entonces secretos, hubo un reparto de FSIPras de
Alemania nazi, Lras las concesiones lípo Munich (que significaron la influencia en Europa Oriental, que porTo demás constituyó el origen
disolución re Chccoslovaquir), sería garante de un statu quo. Precisa. de E intrusión soviética en cesa región h cia 1944-1945, La URSS ron
mente lo contrario era ln intención nazi. siguió su guerra “intraimperialista” . ya que los dirigentes anglo-fran-
Evolución del sistema intermactonal (1 115
INTRODUCCIÓN
pu
pasiones , tal vez idealistas, hero de sistema bipolar: la rigida, en que
visibla y' menos: temible que las
. , y la /ferible , en que existir ía la opción de:no alineamiento.
siempre clegas3 * | bloques Alterna-
alineados no constituyen un “tercer polo”.
No obstante, los no
:
es una alianza de varios
tivamente, puede considerarse que cada “polo”
a
heterogéneo —comoa ocu-
En la medida en que el sistema se vuelve dirigen te. El. problema básico de un
que SUSErÍbEN pifncipios ideológicos estados centrada en un estado
rre cuarido se-entrentan- estados ilidad de que cada “poto” trate
pierde Ta niódera-
s6 te— sistema bipolar reside en la alta probab
opuestos, que tratan “de imponerse mutuamen rio. mínima de
haber una voluntad
En esta
ción y eventualmente el sistema puede valverse revoluciona de elimíñar al otro. A pesar de que puede un
sistema bipolar se caracteriza por
politicas se dirigirán no sólo n allerar las rela ación entre los bloques , un
variante del balalas nce, cooper
tració n del poder, que las relacio nes entre los
poder, sino también
los estados y
Ja organización interna de grado tan alto de concen Elio ocurre
ciones de a ser tensas y conflictivas.
condiciones tiende a hacerse insos- bloques tienden intrínsecamente
sun su identidad política. Bájo estas en que los gobernantes de las potencias pola-
multipola r, puesto que en último término las visio- sobre todo en la medida
deaalos acíóres sól5 ádmilen plena realizaciónen o-cl
tenible el equilibrio reciprocamente de sus motivos de acumulación de poder.
nosdoetrimari
tipo de hegemonía. No obstante, la política internaci
res sospechen
Aunque ninguno de los bandos en
determinado momento abrigue pro-
marco de algún en el Interés de su propia segu-
no debe considerarse tan sólo pósitos expansionistas, cada uno debe,
Halen úa sistema de estas: ehracterísticas dades objetivas de la otra parte
catisas ideológicas. Aunque las políticas
exteriores de ridad, ntender ante todo a les capaci
una proyección de ariamente 2 las declaraciones concilia-
del sistema internacional! y para hacerle daño, y sólo secund
corte ideológico dan lugar a percepciones pueden constituir una retórica vacía
respecti vas visiones del mun- sus intenci ones, que
del rol de cada actor coherentes con las doras sobre
incluy en
en medida importan te racionalizaciones o o destinada a crear confusión”
do, éstas también se encuentran fuertemente
elaboradas— de orientaciones de inrgo 2, Poder nacional. Las bases de poder
justificaciones —más o menos Especi almente en los aspectos
r una continuidad significativa concentrarlas en los polos del sistema
.
plazo de las políticas, que suelen mantene propor ciones muy altas de
tendencias y visiones. Por militares, Jas potenc ias rectora s contro lan
bajo regimenes de diferentes caracteristicas, endo un 'control estrecho
exterior soviética no se puede comprender los recursos de poder de cada bloque,
ejerci
ejemplo, si bien la política ón— sobre las actua-
la ideologí a marxista-Jerínista, al -—con diversos grados posible s de instit uciona lizaci
sin estudiar el rol que en elia cumple
ha utilizado esta ideologia como poder de los estados subordinados
mismo tiempo esta política exterior clones de éste. Las posiciones de
ciertos rasgos de continuidad con que se considera insuperable en
justificación de políticas que exhiben son de elara inferioridad, situación
bajo el imperio zarista. - frente sl bloque rival como dentro del
la política exterior rusa el corto y mediano plazo, tanto
rigló la nolítica internacional europea de la a llenen intereses político
El balance del poder bloque propio. Sólo los polos del sistem
la segunda mifad del ias subordinadas tienen
Edad Moderna, especialmente en el periodo desde o de Luis x1v) hasta estratégicos verdaderamente globales. Las potenc
siglo xvir (después de la Paz de Westra lia y el reinad s casos regiona les; To5 que pueden promo
la politicaTie poder Mtereses Jocales y en alguno
la Revolución Francesa. Fue ésta “la edad clásica “ce compatibles con los de la respectiva po-
ver, en la. medida en que sean
era la sirvienta de la
sin tonalidades doctrinarias. La diplomacia ya no ivos” Pero mien- tencia rectora.
guerras eran restringidas en sus objet Los polos pro-
réligión, y las Los alineamientos son rígidos.
ones de poder en ningin mo 3. Alincamientos.
tras en Europa los cambios en las posici de ceda bloque. La hipó-
s americano y asiático vastos penden ala maximización del poder colectivo
mento fieron Tadicales, en los ámbito
actor subord inado plantea una amenaza
o. del “eQUIIBro europe tesis de realineamiento de.un
territorios cambiaban de manos en” nombre
la Revolución Francesa e la seguridad bioque, cuya composición y modalidades de perte-
del
este tipo de políti ca intern acional, potencia rectora, como deci-
Frente a
de grandes proyecciones, al néncia se definen, bajo los nuspicios de la
implicar un cambio Por consiguiente, las
necesariamente debía
ntación doctrinaria (Ver siones y siluaciones políticas de largo plazo.
introducirde lleno. los elerhentosde confro alianzas centrales se organizan como combin acione s virtualmente per-
Capttulo 3). - - cada miembro.a los principios
bipolar contrasta mar manentes, involucrando la adhesión de
La estructura y funcionamiento del sistema o, al menos, un reconocimiento a la
y métodos de la potencia rectora
cadamente con el sistema que hemos estudiado. de sus intereses de seguridad
de fconcepción de las esferas
primacía
centrales son dos grandes buscan recíprocamente socavar
t. Númerode miembros. Los actores influencia). Al mismo tiempo, Jos polos
de poder en el sistema, alfredo subordinados del bloque rival.
potencias: Estas constituyen los “polos” la disciplina política de los integrantes
5 Aron, op. cil, pp. 171-172: ? Reynolds, op, clf., pp. 209-210.
€ Wighf, ap. cil., p. 83.
El mugar
MASA PTE A
; 1!
228 7] El sisteina internacional contemporáneo — — Los procesos políticos en el sistema internacional (] 228
i elevados niveles
De esté modo, la estructura bipolar Lende n generar especulación en sentido contrario, que la disuasión mutua sirva en
de tensión, último término para inhibir a la potencia dominante de la defensa
Cada bloque busca, al menos como objelivo de del síaiu quo, en vez de impedir a la potencia en nscenso actuar
, 4. el
-jargo plazo, superar la sittiactonde bipolaridad. En último término, la parr cambiarios
aliminación del bioque rival y la consiguiente transformación del siste-
desde la perspec-
ma constituyen la única garantía de semiridad integral En caso de realineamiento exitoso de un actor secundario, producto
en conflicto bipolar.
tiva de Jas grandes potencias enfrentadas de una combinación de cambios internos y del uso limitado de la fuerza, .
no sc adapta como meta práctica e Inme-
¡ Tal objetivo, sin embargo, La potencia rectora del bloque beneficiado procurará subordinar a sus
mutua. En tal
diata én la medida en que prevalezca la disuasión designios al nuevo integrante de su bloque, de modo tal que pase a
de Mera frontal,
situación, las potencias rectoras no llegán a atacarse perlenecar a éste de manera estable. El realineamiento lleva, en cierto
no potiría reportariles
porque estiman altamente probable que tai neción modo, a un cambio de identidad internacional
de tal actor, y no sálo
que se desen-
beneficios comparables a los nitos costos de las represalias aun cambio de sus políticas, que por cierto contraslarán radicalmente
La disuasión requiere,por lo tanto, la posesión
cadenatíon en su contra, con jas del pasado.
de capacidades de cálculo racional por parte de los actores prin-
y uso Maás allá de estos cambios parcinjes, en sí altamente conflictivos en
de decisión de aiguna de
cipales; Pero en la medida en que tas procesos este tipo de sistema, el gran objctivo sigue siendo, sin embargo la
o nO-— de que existe en tin
las partes: aj) Heven a la conciuislón —errónea derrota y eventual disolución del bloque rival
determinado un margen suficiente de superioridad,
momento o lapso Tis manifiesto que el sistema descrito deja poco espacia para la
que una situación de
que posibilita una victoria, b) que se perciba práctica de Ja moderación política. Importantes casos históricos, coma
marginal, que se considera una parantía esencial de segu-
superioridad 105 ENTrentamientos entre Atenas y Esparta y entre Roma y Cartago
€) que un actor, por eualquier
ridad, está en vías de desaparecer, 6 han puesto en evidencia las tendencias destructivas inherentes aa
irracionalmente, no habrá disuasión. En estos easos
causa,se comporte
frontal entre los bloques. bipolaridad. En líneas generales, estas tendencias están presentes tam-
será muy díficil evitar un conflicto
los actores, Como consecuencia de su voluntad bién en el sistema contemporáneo, No obstante que las superpolencias
- 5. Identidad de
giobal, los palos del sistema no descartan han demostrado cierta cautela en sus relaciones mutuas, ello se ha
de alcanzarun predominio debido fundamentalmente a la presencia de un factor nuevo: la disua-
del bloque rival. En nusencia de disuasión,
la eliminación de los actores
a ser folal. Las guerras timi- sion nuclear o el "equilibrio del terror”, Un segundo factor que ha debi-
un conflicio bélico entre bloques tiende
bipolar sólo se explican: a) como consecuencia de
fadas 6 un sistema
entre los bloques, que €5 apta para la
Ja relativa simetría de poder
como una forma de ataque
disunsión entre actores racionales, y b)
bloque, que beneficia al que lo Janza,
lateral:a las posiciones de un
a configurar una amenaza tal que Diversos autores ban debatido los méritos relativos de los sistemas
instiga;:o protege, sin llegar empero
que in represalia en gran escala. multi y bipolares en términos de sus niveles de estabilidad. El punto
la otra parte no vea atra alternativa
condiciones, la potencia rectora del bloque que promueve de vista más generalmente aceptado es el de Deutsch y Singer, quienes
Bajo estas
escenarios rezionales, podrá soca- sosiienen que un sislema con un mayor mimero de actores proporciona
la revisión del statu quo en diversos
de poder del bloque adversario. Como numerosas oportunidades de interacción para encauzar los conflictos
var progresivamente la posición
Giipin, interestatales sin destmir el sistema, lo que contrasta con la poderosa
ha advertido Rovert
lógica destructiva del sistema bipolar, Kenneth Waltz, por el contrario
... una serie de guerras limi ha enfatizado el rol moderador de la disuasión nuclear, que obliga a
: Bajo condiciones de disuasión mutua
para cambi ar el sister na internacional. En la las partes en conflicto a limitarse a un tiso altamente selectivo y con-
tadas podría servir
ir a da guerra nuclear careciese trolado en el uso de la fuerza convencional” Este argumento obviamente
medida en que una amenaza ce recurr
a preva lecer la super iorid ad local, y un estado sólo puede ser persuasivo en un sistema como el contemporáneo, ya que
de credibilidad, podrí
ada para cambiar el statu en la medida en que no se den las inhibiciones generadas por el empate
eñ ascenso podria usar la fuerza limit
o a recursos críticas o a terri nuclear, deberían prevalecer las tendencias conflictivas del sistema. Ade
quo territorial. La pérdida de acces
, n su vez, reducir la potencia más, atin en condiciones de disuasión mutua, es posible madificar gra-
torio estratégico que resultaría, podría
dominante 2 una posic ión inferi or y transformar el gobierno del
pasad o, los estados han precipitado la 2 Giipin, np. cif, p. 216.
sistema internacional. En el
Intere ses vitale s nmenazados por una 3 Ios articulos pertinentes se encuentran en James NRosengu, ed, International
guerra total para prote ger Politics and Foreign Policy, edición revisada, Nueva York, The Tree Press 8 07
tipo Es posibi e, a pesar de mucha
“estrategia gradual de este Parte 1V.
REPO u o :
ME :
Los procesos políticas en el sistema internacional 1 2H
230 C) El sistema int ernacional contemporáneo
Mo
Ts RS
dualmente el sistema tn benefica de una de las partes; sobre este punto, eíficas, lo que distingue este método de interacción internacional de los
véase la precedenite cita de Glipin, meátod élicos. La figura del diplomático,
cuya misión es promover
Aunque en décadas recientes están reemergiendoa algunos Aspectos
de los intereses externos del estado procurando convéncer a otros acto
de multipolaridad, no .es posible desconocer que las condiciones
están res, se_contrapone conceptualmente e la del initar— él agente estatal
Mancionamiento del balance del poder en su versión moderada encargado de promover los intereses del estado bajo la dirección de la
hoy lejos de cumplirse. Como ha enfatizado Hans Morgenthau, la prác autoridad política que procura vencer 2 los enemigos externos del esta-
tica del balance en su varlante moderada requiere la adhesión de todos do en situaciones de guerra, Sin embargo, los dos niveles y métodos de
los participantes a un código de conducta diplomática congruente con acción no son mutuamente exc tes, y en la práctica se relacionan
Pero
las reglas del sistema. los grandes procesos de cambio social y
tra en múltiples aspectos. Idealmente, la diplomacia debe servir pora evitar
político del siglo “han: transformado profundamente la diplomacia
la guerra, pero en momentos cruciales puede llegar a quedar prisio-
dicional. De “un pasatiempo aristocrático, un deporte para príncipes, nera, como advierte Aron, de mecanismos militares preparados de ante.
¡odos los cuales reconiocian Íns mismas reglas del juego y fugaban por maño, que una vez puestos en ejecución resultan difíciles de detener
los mismos objetivos limitados”, la diplomacia ha devenido en una o modificar.” De este modo, el factor militar puede introducir un ele-
forma de interacción formalmente pacífica, pero que no rehiye la con- mento de rigidez en el proceso de decisiones diplomáticas, Por ejemplo,
frontación radical entre los actores políticos. En el sistema actual, a se ha observado que las órdenes de movilización militar impartidas por
pesar de la reintroducción de algunos elementos multipolares, no ha los gobiernos ¡uso y austríaco en los dias anteriores al estallido de la
emergido un nuevo consensó acerca de la conducción de las políticas
Primera Guerra Mundial prácticamente eliminaron cualquier alternativa
exteriores, que proyectan al ámbito internacionaf esquemas políticos na
dipiomática de evilar el inicio de las hostilidades.
mutuamente excluyéntes, con la consiguiente exacerbación de
cionales
Á la inversa, nunque se ha definido Ja dipi omacia como un método
las tensiones y los conflictos internacionales, Segundo, los cambios tec-
de interacción pacífica a, está claro que ella de npeña diversos papcies
nológicos, sobre todo en el” campo militar, han aumentado significa.
en contextos bélicos. Por ejemplo, los estados beligerantes recurren a la
tivamente las capacidades nacionales para el conflicto. Por último, el
diplomacia multilateral para acusar a sus chemigos de agresores, y aia
rápido proceso de desarrollo económico y de crecimiento demográfico
diptomacia bilateral para procurar el apoyo o modificar las posiciones
que ha nbarcado a casi todo el mundo desde el siglo pasado ha incre-
desfavorables de determinados estados. Particularmente importantes
mentado las perspectivas de cooperación, pero también ha multiplicado
y transnacionales en función de suelen ser los esfuerzos diplomáticos de terceros estados —como las
los roces y conflictos interestatales
cada vez más miembros del siste- grandes potencias o estados no alineados de gran prestigio internacio-
intereses entrelazados que movilizan
nal— para influir en el curso de un conflicto bélico y posibilitar una
ma, Estos fenómenos dan lugar a procesos de coalición y conflicto que paz negoclada. En otras oportunidades Jas influencias de terceros se
los límites de la variante moderada del balance del poder y re-
rebasan
e inestabilidad del sistema. utilizan para producir o facilitar un determinado resultado militar. En
fuerzan las características de heterogeneidad
cualquier caso, la diplomacia de guerra y de posguerra son de gran
importancia, por cuanto la victoria militar no asegura la estabilidad
LA DIPLOMACIA” politica internacional. La Segunda Guerra Mundial y la guerra árabe-
israelí de 1967 (Guerra de los Seis Días) son ejemplos de guerras que
La álplomacia es el cónjunto de interacciones internacionales de carác- no fueron seguidas de arreglos diplomáticos suficientes para la con-
ter pacífico” conducidas. por agentes oficiales de los estados y de orga solidación de un sistema de relaciones aceptado por todas las partes,
nizaciones intergubernamentales. . Como advierte Adam Watson, “hasta que se ha negociado o impuesto
organiza un arreglo, no puede haber una paz que sea más que una mera cesación
Por medio de los procesos diplomáticos, los estados y
se informan, mantienen comunicaciones y de hostilidades” 3
ciones intergubernamentales
realizan negociaciones tendientes a promover sus objetivos e intereses En tercer lugar, los sujetos de la diplomacia son agentes oficiales:
Aunque el término “diplomático” suele emplearse como acje- jefes de estado, ministros de relaciones exterlures” ASCSOTES de Sépu-
externos.
tivo para atribuir cualidades como inteligencia, discreción y tacto en ridad nacional, agentes diplomáticos acreditados ante goblernos y orga-
el manejo de las relaciones, una definición de la diplemacta en términos nizaciones internacionales y delegados en misiones especiales, Este
de lales earacterístitas sería normativa, Como advierte Bull, "Tos diplo- carácter de los.sujetos asegura la represenlatividad de sus actuaciones,
máticos pueden carecer de inteligencia y de tacto, pcro 16 por ello
a
o
! térmiho, consentimiento del estado. Así, el derecho it
1
internacional mar- máticas y olras inslituciones de la diplomacia, se desarrollaron ue
Po
¡ene da Institución de Ta va/micación dr los tratados internacionales. manera gradual a lo inrgo de varios siglos, inicialmente este proceso
Tre Ta
: Mediante la ratificación, los órganos internos de poder consifnten en se circunscribió al ámbito europeo, pero la presencia internacional de
, -
obligar a éste en términos de un ncuerdo bilateral o multi Letal ststrito los estados americanos y asiáticos desde el siglo xix y, más reciente-
Í la del tra
anteriormente en representación del estado. Aungue mente, de Jos estados africanos y otros nacidos del proceso de liguñ-
«tado haY constituido una actuación ofic l , Jn necesidad de ratificación dación de los imperios coloniales, ha contribuldo a la efectiva univer-
: , LRNCO
el centro Te padar del TStIde
pone de manifiesto que hb se Na despla suización de las relaciones e instiluciones diplomáticas. En el curso
E
zado hacia los negociadores diplomáticos, sino que continúa residiencio de esta evolución, la diplomacia ha experimentado profundas transfor-
decisoria que resuelve
AAA
en la organización institucional central, instancia maciones, que se aprecian nítidamente al estudiar las funciones de la
¡si se asumen determinadas obligaciones internacionales, Jista situación diplomacia: información y análisis, comunicación, negociación, imple
vez es autó-
¡subraya el hecho de que In acción de los dipiomálicos rara mentación de programas y representación.
verdaderas eacenas. de comunicació n y 1. información análisis. La. recolección de información acerca
:noma, sino que se ínserla en
como
icontrol entre diversos niveles al interior de los cobiernos, así
AA
de heclios y tendencias observados en el exterior y su análisis e inter-
entre estos. pretación, son esenciales para la elaboración e implementación de las
La actuación ocasional de agentes privados para delerminadas ges-
TA
, políticas exteriores, En ausencia de información y análisis, las políticas
tones internacionale s de consiiluir un método auxiliar de la
no pasa exteriores consislirán meramente en un conjunto de actuaciones basa-
To
Los gobiernos suelen recurrir a las vías extraolicialós cuan das en elementos subjetivos, como las disposiciones psicológicas de los
¡:dipTómacia.
do se trata, por ejemplo, «de realizar contactos exploratorios o “sondeos gobernantes y sus prejuicios y preferencias ideológicas Cio que no quiere
pueden
que ná los comprometen en forma oficial, o cuando juzgan que decir, por cierto, que estus elementos desaparezcan necesariamente
externos de personeros no oficiales.
:serles útiles determinados contactos cuando se cuenta con información).
sus-
Se trata, por tanto, de situaciones excepcionales que no modifican El imperativo diplomático de informar genera tanto emmflicio como
tancialmente el carácter de In diplomacia como interacción oficial. couperación en el ámbito internacional. Los agentes diplomáticos pro-
de las rela
N La diplomacia es un elemento central en la conducción curan reunir la mayor cantidad de antecedentes para sus gobiernos a
de la calidad de Ja
-ciones- exteriores. Como ha señalado Morgentimu, través del estudio del comportamiento y de las motivaciones de los
la armonizació n de los objetivos e instrumentos de actores politicos del estado u organización donde están acredifados. así
“diplomacia dependen
disponibles, asi como la percep- como de las actunciones de los diplomáticos y actores de otros estados
la política exterior con los recursos
de las oportunidad es y restricciones para Ja neción pre- en el mismo país. Pero estos actores tienen interés en retener Infor
ción adecuada
valeciente en cada coyuntura internacional. En cambio, mación, o entregarla de manera selectiva y no siempre veraz, guiados
por sus ebjetivos frente al estado en cuestión. Especialmente en situa-
es borrosa, su juicio defectuoso y sti determinación ciones de conílicto, un objetivo importante puede ser la confusión o
si'su visión
iciencia
! debil, todas las ventajas de ubicación geográfica, de mitosul desinformación de los adversarios. Ante esta situación, los agentes di
s primas y producc ión industri al, de prepa- plomáticos procuran complementar, contraponer y comparar los datos
en'alimeritos, materia
y de tamaño y calidad de la población, a largo pinzo cue logran extraer de las más diversas fuentes oficiales y de otra natu-
ración militar,
todas estas
de; poco servirán a un país. Un país que puede ostentar raleza, empleando de manera ocasional o sistemática la astucia y el
lo-
: ventajas, pero no una diplomacia congruente con ellas, podrá ardid para penetrar hasta el conocimiento de los hechos que desean ave-
i grar éxitos temporale s gracias al peso de sus “activos” naturales. riguar. Este empeño constante del diplomático en reunir información
naturales
A largo plazo es probable que malgaste estos “activos” ha contribuido a que nunca haya desaparecido del todo su imagen de
rlos de manera incomplet a, discontin ua y dilapidad ora “espía honorable”, De hecho, las funciones de diplomacía e inteligencia
al aprovecha
enjrelación con los objetivos internacionales del pais." exterior, anque distintas en principio, frecuentemente se tocan en la
práctica, tanto de modo cooperativo como conflictivo.'5
más que cu Iqmier interacción
e otra forma dee interacc inte
ión inter- Entre los cambios recientes en esta función, debe destacarse la
La-diplomacia,
nacional, ha alcanzado un significalivo nivel de institucionilización. La multiplicación de las fuentes no diplomáticas de información que están
jrincipio de no
práctica de las misiones diplomáticas permanentes, el al alcance «de los actores internacionales. El desarrollo contemporáneo
interferencia o no interven ción en los procesos politicos de los estados, de los estudios políticos, económicos y tecnológicos ponce a disposi-
particular
de profesionalización de la diplomacia como un elemento ción de los gobiernos abundantes fujos de información, que en algunos
te de la administ ración pública, las inmunid ades diplo- casos duplican Ja labor diplomática y superan las capacidades de pro-
mente importan
implementación cuya stiperación es 11portante para cvilar el estarnca- yunturas, internacionales. En algunos casos, los gobiernas L
miento He las relaciones en delerminnda materia. estrechos Erados de nfinidad política, estratégica, económica q fdeoló
Existe, en consecuencia, un vasto campo para to que podría deno- Cica. Bajo estas condiciones, el establecimiento de alianzas se verá faci-
minarse la “diplomacia postacuerdo”. litado y su funcionamiento generalmente será expedito, aunque na nece-
5. Representación. Gran parte de los esfuerzos de un diplomático sarinmente exento de roces. En el extremo opuesto se hallan los estados
acreditado ante un estado 11 organismo internacional se dedican a pro- separados por profundas divergencias en todos Jos aspectos señalados,
yectar uha imagen favorabie de su estado. Frente al gobierno, las élites circunstancia que vuelve improbable el establecimiento de cualquier
políticas y Ja sociedad donde actúa, el diplomático es uno de los símbo- tipo de alianza. No obstante, aun en este caso puede haber alguna coín-
los visibles más destacados de un pais, Junto con destnear esta fun- cidencia —como la común rivalidad con un tercer estado— que pueda
ción simbólica de la diplomacia, cabe ndvertir que éstn no es nere- estimular la formación de una alianza,
sariamente una función separada de las anteriores, sino que sa cncuen- Ciertas divergencias de intereses derivan de la estruclura del siste-
tra presente en cierto modo en todas ellas. ma internacional. Como se vio más arriba, la coexistencia de dos poten-
cias dominantes en un sistema bipolar tlende a ser intrínsecamente
confitetiva; las alianzas en este tipo de .sistema tienden a formarse
LAS ALTANZAS airededor de Tos Ttpolos de poder que se encucntren enfrentados. Algo
menos crítica, paroen todo caso bastante problemática, es la relación
Las alianzas son acuerdos entre dos o mis estados, destinados aí logro histórica:nente observable entre estados vecinos, Entre vecinos es prác-
dedeterminados objelivos mediante la acción conjunta o coordinada de ticaments imposible mantener políticas distantes e indiferentes, de mo-
los mismos. do que, como advierte Aron, “si no es 'aliado permanente”, un estada
-— El primer fundamento de las alianzas es la percepción de insufi- vecino fácilmente se convierte en enemigo”?
ciencia de los recursos de los estados para promover un deierminado No sa trata de sostener una hipótesis de “fatalismo gcográfico”. el
interés, que incentiva a los gobiernos a buscar combinaciones Internn- enfrentamiento entre estados vecinos no es una ley de la política inter.
cionales con dicho fin. Algunos gobiernos sucien evitar Jas alianzas por- nacional. Las relaciones entre estados vecinos que han tenido proble
que estiman que están en condiciones de lograr sus propósitos por si mas bilaierales —incluso guerras— pueden eventusimente evolucionar
mismos, e porque no desean astimir los compromisos políticos Inheren- hacia In cooperación, como ha ocurrido en las relaciones entre Estados
tes a éstas. Una famosa exhortación en este sentido, que puede carac- Unidos y Canadá desde el siglo xix, y Francia y Alemania después de Ia
-l terizarse como aislacionista, dirigida a mantener a Estados Unidos fuera última guerra mundial, Por tanto, con excepción de la situación de las
de los problemas políticos europeos, se encuentra en el discurso de potencias dominantes en el sistema bipolar, no hay fundamentos para
despedida del presidente George Washinglon (1796), en que advirtió a sostener la existencia de “enemigos naturales” y permanentes y, por
sus connacionales sobre las complicaciones provenientes de las alian- tanto, irreconciliables, La mayor aproximación a la situación de “aliado
zas, que aconsejaban, en su opinión, evitar esta forma de acción ex- natural” parcce surgir de la convergencia de intereses que se observa
terna, Pero este tipo de política hn sido excepcibnal. Son pocos los entre una potencia que pretende equilibrar el poder de un estado veci-
estados que remiyen deliberadamente ia conclusión de entendimientos no y los ciemás estados colindantes con el vecino, que comparten igual
y acuerdos internacionales de acción conjunta; Japón, hasta mediados preocupación. En Europa, esta convergencia de intereses se ha dado
del siglo Xix, y la URSS, en la décnda de 1920, son nigunos de Jos escasos históricamente entre Francia y los países al Este de Alemania, su tra-
ejemplos de esta política. Por lo genernl, conserva su vigencia la regin dicional vecino y rival; pero en la-medida en que las relaciones entre
enunciada en el siglo xvii por el internacionalista holandés Hugo Grocio: estarlos vecinos puedan trascender la lórica clásica del balance del po-
der, come ha ocurrido en las relaciones entre estos países, este juego de
Ningún estado es tan poderoso que no necesite aiguna vez la ayuda alianzas tiende a perder interés,
de otros, sea para fines comerciales o para repeler Ins fuerzas de Tas allanzas que se fundan en determinadas carncterísticas del
muchas naciones extranjeras... en consecuencia, vemos que hasta tema internacional son de inspiración fundamentalmente pragmática.
los pueblos y soberanos más potderosos buscan las alianzas.” Otros fáttores de división entre algunos estados, y de dliañza entre
otros, son los ideológicas, que han dado lugar a agrupaciones como In
La formación de alianzas y su eventual funcionamiento —nog todas Santa Alinnza (ver Capitulo 3), y el sistema de estados socialistas diri-
las allinzas Tegain operar, algunas quedan en el papel— dependen de gido por a URSS (Capítulo 8). Los factores económicas. han gencrado
consideráciones sobre los infereses de los estados en determinadas co- los más _ diversos esquemas de cooperación, que en algún sentido pue-
-
7 Arm. np, cif. p. 136,
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7 Hugo Groclo, citado por WIght, ep. cit, p. 123.
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242 [7 El sistema internacional contemporánco tel sistema internacional () 243
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14 Ea ju
den considerarse aliankas: hay un' elemento de alianza en el Grupo de ventivo de Ja guerra, aunque no necesariamente tengan ese resultado;
los 77, 'que promueve los intereses de los países en desarrollo frente las segundas resultan de la necesidad de un estado de asegurarse la
a los países altamente industrializados. También se da un elemento de asistencia de otros, o al menos la no cooperación con el adversario,
alianza en los acuerdos de ihtegración regional, aunque éstos suelen con el fin de soportar militar y políticamente el esfuerzo bélico. En
desarrollar una institucionalidad que los diferencia de las meras alian- ambos casos, la composición de las alianzas depende de las relaciones
zas. Según Adam Watson, aunque el Movimiento No Allneado profesa o proporciones de poder y de las posiciones e identidades históricas,
oficialmente la no participación en las altanzas de la Guerra Fría, en políticas y geográficas de los estados. Por ejemplo, en el caso inglés
el fondo no estaría lejos de constituir una alianza alternativa? La evo: la política de alianzas desde el siglo xvr se guió por el principio de
Jución reciente de los no alineados, sin embargo, muesira tanto coope- oposición a la hegemonía de una sola potencia en el continente euro-
ración como conflicto interno; ¡(ver Capítulo 9). peo. De este modo se trató en el pasado de salvaguardar la seguridad
Los elementos anteriores permiten entrar a distinguir distintos de la posición insular británica, y por ende el interés nacional en el
tipos de alianzas:, oferisivas y defensivas, de paz y de guerra, tempo-
desarrallo del comercio, la navegación y la colonización de ultramar.
rales y permanentes, y. bilaterales y multilaterales.
Tn la medida en que las políticas de una potencia continental (España,
Las altanzas defensivas comprometen a los estados a enfrentar
Francia, Alemania) presentaban un reto a esta política de equilibrio
conjuntamente las contingencias político.militares derivadas de accio
continental, Gran Bretaña reaccionaba mediante una política de forma-
nes agresivas de terceros estados. Aunque estos estados no suelen ser
aludidos de medo expreso —lo que podría percibirse como una seria ción de allanzas con los estados interesados en frenar las aspiraciones
provocación—, generalmente de cohoce en forma clara In identidad del hegemónicas del estado en cuestión. Tal diplomacia solamente podía
estado o coalición que los aliados procuran equilibrar o enfrentar por practicarse a partir de análisis realistas de las relaciones de poder y
medio del acuerdo, Los miembros de las alianzas defensivas se reúnen de la disposición de los gobiernos a considerar la proposición de aliar-
con el fin de combinar sus recursos frente a un estado q alianza adver- se, que dependía de las percepciones sobre los respectivos roles y
seria. No obstante, también.es posible que, desde el punto de vista de posiciones políticas nacionales en diversas épocas y contingencias. En
un miembro importante de una alianza, uno o varios de sus miembros el caso inglés, la oposición a la política de hegemonía de Hitler se
estén en ella con el fin de denegar su eventual cooperación al adver- percibió, aunque tardíamente, como un virtual imperativo. En cambio,
sario, Una consideración importante en la formación de las alianzas es, después de la Segunda Guerra Mundial, Gran Bretaña no se opondría
por ejemplo, cerrar el acceso de los estados o coaliciones rivales a a la hegemonía norteamericana en Europa occidental, alterando su tra-
territorios o recursos naturalés que se consideran estratégicos, para lo
dicional diplomacia de equilibrio y pasando a depender política y eco-
cual se procura integrar a la alianza en los estados que de otro modo nómicamente de la nueva potencia dominante, En tal calidad, la poli
podrían caer eri la esfera del adversario. Tssta justificación es especial-
tica británica siguió los lineamientos de Washington en orden a opo-
mente válida cuando se tratd de estados débiles en relación con los
nerse al avance soviético en el continente europeo. Ello involucró el
contendientes centrales en unh situación de conflicto internacional.
Mientras las allanzas defensivas se orientan fundamentalmente Bn término del rol de “balanceador” sutónomo que se había sdjudicado
Gran Bretaña.
mantener el statu quo, las allanzas ofensivas procuran slterarlo en
beneficio de los participantes y a expensas de otros estados. Dado que Los niveles de cooperación entre los aliados varían amplinmente,
los gobiernos que abrigan propósitos de esta naturaleza por lo general según las percepciones muluas de Ins políticas aliadas y de las contin-
tratarán de ocultarlos pare ño aparecer manifiestamente como agrc- gencias que enfrentan los allados. La principal amenaza a la cohesión
sores, en la práctica nó resulta fácit identificar alianzas explícitamente de una allanza defensiva proviene de la falta de confianza en las pro-
ofensivas, Estas se mantienen secretas o se formulan en términos deli- mesas de colaboración y apoyo prestadas para el caso de un ataque
beradamente vagos, como pactos de no agresión o de colaboración en contra una de las partes. Este problema es particularmente agudo si
las situxciones que las partes oportunamente puedan determinar. Un una de las partes leme enfrentar situnciones políticas y militares más
ejemplo de este tipo de alianza es el pacto italo-alemán de 1940, que críticas que el resto de los aliados. Desde el punto de vista de estos
comprometió a los gobiernos de Hitler y Mussolini a asistirse recípro- últimos, la participación en la alianza puede verse socavada por la per-
camente en caso de verse comprometidos en complicaciones bélicas, sin cepción de que ésta, en vez de contribuir a fortalecer la seguridad de
limitarse a situaciones de carácter defensivo. los parlicipantes, aumenta el riesgo de ser arrastrados a una guerra de
Segundo, según el contexto de su celebración, las nlfanzas son imprevisibles consecuencias, Así, los aliados europeos de los Estados
de paz e de guerra, Les primeras suponen un esfuerza diplomática pre- Unidos a veces expresan el temor de que Washington, enfrentado en un
conflicto extraeuropeo con la URSS, se podría trabar en guerra con esa
1 Wetson, op. cil., p. 63. superpotencia, arrastrando a Europa occidental a una conflagración 33-
!
244 3 El sistema internacional contemporiíues - Los procesos políticos en el sistema internaciona! ( 245
Otro factor de tensión deriva de Jas dudas curopeas sobre la lugar a alianzas esencialmente temporales, aunque formalmente no se
general
especifiquen plazos de duración de estos acuerdos, y se habie —en
disposición real de los Estados Unidos a responder cfícciivamente a un
casos extremos— de alianzas na perpeiuidad. En cambio,
ataque en Turopa. Este cuestionamiento eventuaimente contribuyó sn el sistema
la marginación francesa de la estructura militar de la OTAN, en 1966. bipolar sirve de marco político a la formación de alianzas que se plan-
tean como esquemas de duración prácticamente indefinida, con la res-
En Jás alianzas bélicas, la fuente principal de tensión es el temor a
pectiva potencia dirigente de un bloque. Aunque los respectivos instru-
la celebración de una paz separada con el adversario. que dejaría solo a
y poder polí mentos especifiquen plazos de duración de las alianzas, ¿stas se reno-
un estado frente a un enemigo, o restaría fuerza militar
tico a la'alianza que lo combate. Este temor estuvo presente en la alian- varán mientras persistan las condiciones que les han dado origen. El
con Rusia en la Primera Guerra Mundiai, puesto abandono de una alianza por parte de un estado es inusual y más
za anglo-francesa
de una paz separada de Rusia con Alemania y difícil arin el realineamiento de un aliado con el bloque rival -
que Ja materialización
Austria debía debilitar gravemente la situación de los aliados en el , Por último, las alianzas son bilaterales o multilaterales segun el
frente occiduntal. Otros problemas característicos de estas alianzas mimero de estacos participantes. Las primeras se concluyen entre dos
giran en torno de la naturaleza y el monto de las prestaciones materiales estacios, mientras en las seguncas los participantes son tres o más esta.
(la tendencia de cada parte es contribuir el mínimo y exigir el máximo dos. En la práctica, sin embargo, un sistema o haz de alianzas bilate.
la situación extrema es la del "viaje gratis”, en que un rales de una gran potencia con una serie de estados puede parecerse
a los alindos:
obtiene protección de una gran potencia sín hacer ninguna con- a una alianza multilateral, que funcionará
aliado bajo la dirección del estado
tribución significaliva a la defensa común), de los mecanismos de con- ubicado en la posición central. |
sulta sobre las decisiones militares y políticas, de Ins alternativas diplo- . Hislóricamente han predominado las alianzas bilaterales, salvo en
conflicto, inclu-
máticas 'y militares tendientes a llevar a término el circunstancias excepcionales, como las guerras generalizadas o hegemó-
En cada uno tie
yendo las condiciones de un eventual acuerdo de paz. nicas, que favorecen el surgimiento de grandes coaliciones o ligas fver
estos nspectos, la política de caca participante debe comparar los bene- Capítirlo 3). En cambio, en el periodo contemporáneo han alennzado
£icios da la parlicipación —seguridac militar, obtención de subsidios, especial desarrollo las alianzas multilaterales. Este fenómeno se ha
de potencias importantes— con los costos, que
admisión a un círculo debido principalmente a la gravitación tanto global como regional que
pueden ser muy variados: disminución de la anitonomín nacional para tienen ins superpotencias, organizadoras de vastas agrupaciones polí
tomar decisiones políticas, aumento de gastos públicos y otras contri ticas y militares con potencias medianas y menores destinadas a for-
militares extranjeras
buciones a la alianza, necesidad de adimitir fuerzas tnlecer sus posiciones en el conflicto político-estratégico bipolar. Estas
propio territorio, posibilidad de convertirse en blanco o teatro de alianzas (como la OTAN, el Pacto
en el de Varsovia y el TIAR) se fundan
hostilidades, etcétera. jurídicamente en el ya mencionado Art. 51 de la Carta de las Naciones
de paz someten a las alianzas a difíciles pruebas. Unidas, que autoriza la legítima defensa colectiva. En la práctica
. Las negociaciones la
Mientras la especificación de los requisitos para poner en marcha una función de defensa colectiva persigue crear un efecto de disuasión
alianza Suele ser más o menos precisa, no ocurre lo mismo con las estratégica entre las superpotencias, asf como asegurar In coordina-
condiciones de terminación de un conflicto, que dependen de objetivos ción política y estratégica de los bloques en el contexto de la bipo-
políticos no siempre fijados con claridad, y expuestos a cambios a la laridad. Ello no obsta a la exlsitencia de tensiones y conflictos al interior
de las circunstancias. De este moda, la cohesión de estas alfanzas, que derivan de la operación de los factores que han
luz de la evolución
se vislumbra
de las alianzas bélicas tlende a debilitarse a medida que sido enumerados precedentemente. El Capitulo 8 ofrece más antece-
ha dado origen. Al estar por desaparecer dentes al respecto.
el fin del conflicto que les _
asociación, disminuyen Ins motivaciones que
la causa de su transitoria
y retoman n primer plano los inte-
sustentan las acciones conjuntas
reses individuales de cada estado. El USO DE LA FUERZA
las alianzas
Está observación nos lleva a la siguiente distinción:
o permanentes. Las primeras conslituyen la regla gene-
son temporales
Per lo gene- El uso de la fuerza por parte de los estados en sus relaciones reciproras
ral, y las segundas son fenómenos alinmente excepcionales.
temporales, formándose, operando y disolviéndose es una alternativa central de los gobiernos, aunque en la práctica no
ral, las Alianzas son
coyunturas histórico-politicas que dependen, como se sea la recia general que el conflicto internacional se resuelva en este
en determinadas
percibidos por los gohblernos interesados. El terreno. Y] uso de In fuerza en sus diversas modalidades, o la simple
ha visto, de los intereses
del poder, con sus continuos realincamientos, da demostración o amenaza de utilizarla, pueden constituir instrumentos
sistema de balance
de ejercicio del poder, Asi, se pueden encontrar al servicio de objectivos
como obtener la cesión de un territorio, abandonar a un.aliado o impe-
po KInis Enorr, "Burden Sharing in NATO", Orbis, vtoño de 1985, p. 519.
34-
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245 CI El sis ernaciona! contemporánco Los procesos politicos en el sistema internacional LU] 247
P , H t, 1 N
.*
dir la consumación de delérminado propósito de un adversario. En los sideran entre sí la alternativa de la giierra, son todavía muy excepcio-
dos primeros casos el uso de la fuerza o su amenaza es de carúcter nales: en parte se deben al aprendizaje de la experiencia histórica, que
compulsivo, mientras que en el tercero es disuasivo. La fuerza también ha demostrado a gobernantes y pueblos los elevados costos de la guerra
se puede utilizar con la Intención de aniquilar o destruir, Por ejemplo, en gran escala, y en parte pueden atribuirse también a la estructura
los romanos no tenían la intención de obtener concesiones de los carta del sistema de la posguerra: por ejemplo, la tradicional rivalidad
gineses; simplemente concluyeron en determinado momento en que el de la
franco-aiemana no tiene cabida en el sístema bipolar que emergió
interés de Roma exigía la destrucción de Cartago. Obviamente, en este en el
última gran guerra, al menos en cuanto esta rivalidad condujo
caso también existió una consideración de poder, en cuanto se percibió pasado a violentos enfrentamientos bélicos entre las dos potencias.
la existencia misma del enemigo ¿omo incompatible con los intereses El fenómeno de la guerra no ha sido controlado por la proscripción
vitales del estado.” : jurídica del uso de la fuerza como instrumento de política estatal y
La principal modalidad histórica de uso de la fuerza entre los como método de solución de controversias. Los esfuerzos en tal sen-
estados es la guerra. Otras modalidades incluyen las demostraciones de tido se iniciaron en el período posterior a la Primera Guerra Mundial.
fuerzas, las alertas, los blogtieos, sabotajes, tomas de rehenes y asis- El Pacto de la Sociedad de las Naciones obligaba a los miembros a
tencia a otras acciones terretistas, la ayuda a grupos o movimientos no recurrir a Ja guerra mientras la Sociedad ayudaba a la búsqueda de
subversivos o sepataustos, etc, Estas modalidades pueden darse aunque soluciones pacíficas de Jas disputas que conocía; comprometia además
entre los estados no haya guerra propiamente dicha, y pueden implicar a no realizar actos de mgresión contra la integridad territorial o la
no estatales, como lds movimientos subversivos o separatistas.
a actores
estas formas independencia política de los estados, y establecía sanciones económicas
obstante, una o más de las partes puede estiinar que
No contra los estados que violasen estes normas. El Pacto Kellogg-Briand
de ud de la fuerza constituyen actuaciones de guerra, de modo que es de 1928, que llegó n contar con la adhesión de 63 estados, obligaba
au
fácil que las modalidades anotadas eventualmente conduzcan al esta-
en éstos a renunciar a la guerra como un instrumento de política nacional
llido 'de una guerra. Especialmente en el período contemporáneo, en sus relaciones reciprocas, debiendo arreglar sus diferencias por me-
nuclear y otros factores las guerras rara vez
que debido a la disuasión dios pacíficos. El fracuso de estos esfuerzos legales y políticos de ter-
se declaran Zformalmeñte, estas alternativas ponen de manifiesto que minar con el uso agresivo de la fuerza se relata en el Capítulo 3 (ver
la distinción tradicional entre paz y guerra se ha vuelto difusa e incierta. también Capítulo 5 en relación con la Sociedad de las Naciones).
Una somera observación Cel sistema internacional contemporáneo Bajo el imperio de la Carta de Naciones Unidas se ha reiterado y
que el uso dela fuerza sigue siendo una modalidad relevante de
revela reforzado la ilicitud del uso de la fuerza, que reconoce como únicas
comportamiento de los estados. Según un estudio, entre 1945 y 1983
que deja- excepciones la situación de legítima defensa o el uso de la fuerza bajo
tuvieron Jugar 106 conflictos armados civiles e intemacionales,
mayoría de los ja autoridad del Consejo de Seguridad. El primer propósito de la Orgs-
fatales. La gran
ron más de 16 millones de víctimas
sin par- nización es, justamente, mantener la paz y seguridad internacionales
conflictos consistió en guerrad clviles, esto es, guerras Jibradas CArt. 19 Ne 1 de la Carta), para lo cual los miembros se obligan a no
estados, pero en muchos ensos existió algu- dispo-
ticipación /ormal de varios usar la fuerza en sus relaciones recíprocas. Complementan estas
na intervención indirecta de agentes políticos externos. siciones las normas que encomiendan al Consejo de Seguridad determi
grandes
Es cierto que algunos estados que en el pasado lNbraron nar sí hn habido agresión por parte de un estado, en cuyo caso el
la fuerza como
guerras entre sí hoy prácticamente descartan el uso de Consejo puede tomar medidas políticas, económicas y militares. En
de los estados
instrumento en sus relaciones recíprocas. Tal es el caso cuanto al derecho de legítima defensa reconocido por el Artículo 51,
progreso alen-
de Europa occidental, que eri este aspecto exhiben un éste no limita el derecho de Naciones Unidas de ndoptar medidas para
algunas
tador respecto del periddo que llega hasta 1945. También existen terminar con la situación de quebrantamiento de la paz (ver Capítulo 5).
prác-
relaciones bilaterales en otras regiones en que el uso de la fuerza La eficacia práctica de la normativa de Naciones Unidas se man-
ningún pápel entre determin ados estados, sea DOT
ticamente no juegá tiene muy limitada, a pesar de diversos esfuerzos realizados para lograr
limitación de confiic-
el respeto de una tradición de cooperación y de su Implementación. Numerosas guerras que han tenido lugar desde
unilateral de determinados goblernas; dos ejem.
tos, sea por voluntad 1945 asi lo atestiguan. En estos conflictos, los gobiernos han procurado
Estados Unidos
plos importantes son las relaciones exteriores entre legitimar sus acciones bélicas invocando el ya referido de
derecho legí-
y la política exterior contempo ránea de Costa Rica, Lamenta- el
y Canadá tima defensa reconocido en el Artículo 51, procurando reivindicar
ahora, indicios de generaliz ación de este tipo de
blemente no hay, por rol de defensores y acusando a sus adversarios de agresores. De este
internacional, Las “comunidades de seguridad”,
en el sistema
situación
de estados que no con- modo, el derecho internacional se ha subordinado a los intereses polí-
como llama Karl Deutsch a las agrupaciones
ticos de los estados, y el Artículo 51 se ha convertido en una verdadera
1 1 N
“cláusula de escape” para las más diversas pretensiones. El principio
23 Nussett y Starr, op. cil., p. 178.
1
de seguridadrolectiva prácticamente no ha operado desde la guerra de 35-
|
Ea -
!
1
218 [1 El siscema internacional contemporánco — Los procesos políticos en cel sistema tniemmacional [] 249
ER
nales contrarios a eventuales políticas belicistas, que podrian llevar a
——
la interrupción del comercio. ;
2. Enfoques sociológic
Da
o
La escuela marxista sostiene, en cambio, que los sistemas capita-
e
! E.
análisis medida.en que los altos
Estos enfoques.—que de sllúan en el segundo de los niveles de listas tienden a la expansión imperialista, en la
identificados precedentementé— incluyen líneas de argumentación de niveles de explotación interna de los asalariados causen severas crisis
Josef
diferentes orientaciones, Por Un lado, teóricos importantes como de sobreproducción por falta de demanda. La tenciencia imperialista
insti tér
Schumpeter sostienen que laiguerra es un atavismo social, tna se manifiesta primero a través de guerras coloniales, y en último
contemporáneas. Persiste sola- nto directo entre Jas metrópolis capitalistas,
tución retrógrada en las sociedades mino como un enfrentamie
mente en la medida cñ que en algunas sociedades no se haya desplaza- por otra parte madurarían las condiciones para ln revo-
en las que
el poder dé grupos histórica y profesionalmente aso- lución social. '
de derinitivamente
otra parte, desde el
ciados con Ja guerra, cómo las castas militares. Por Las investigaciones empíricas del comportamiento bélico de los
la socialdarwinista han
siglo x1x los escritores de orientaciones como estados prestan poco apoyo a esta hipótesis. Lewis Richardson, en su
la guerra como una forma necesaria y concluyó que las motiva-
caracterizado y run ensalzado clásica obra Stalistics o/ Deadly Quarrels,
de liberación de energía social. Entre los en primer lugar solamente en un 29% de
"galudable”, “progresista”, ciones económicas figuran
Ernest Renan y Ifeinrich
funciones de la guerra, estos autores (como las guerras libradas entre 1820 y 1949, tratándose principalmente de los
destacaban la contención de supuestas tendencias de En la mayoría de los casos parecen
-von Treitschke) conílicios de menor envergadura.
el estable-
“degeneración social”, en lo interno, y, en lo internacional, prevalecer consideraciones de seguridad, y sí hay motivaciones
econó-
de una jerarquía dominada por los pueblos que se dicen con otras moti-
cimiento micas, se presentan en forma conjunta o combinada
mejor dotados. Sobre la base de ideas como éstas sc pretendieron jus- vaciones predominantes. En segundo lugar, las demandas del desarro-
de las últimas
tificar políticas como el coloriiatismo y el imperialismo llo económico nacional suelen subordinarse a los requerimientos de las
décadas del siglo x1x y comienzos del siyol xx. ,
políticas de poder nacional, aunque los sistemas económicos sean bási-
en primer lu
Como crílica de ambas posiciones debe observarse, camente capitalistas; esto ocurre especialmente baje regimenes auto
por las posturas ideoló-
gar, que son en gran medida determinadas rilarios. Obviamente, tal situación no es compatible con las hipótesis
sus sostenedores, líljerales y reformistas, en el primer caso, En tercer lu-
gicas de que sostienen una relación de determinismo económico.
en el segundo.
autoritarias y ócasionalmente renccionarias y racistas, gnr, es cierto que una política belicista puede favorecer determinados
liberal acierta al subrayar la im
intereses económicos. En este punto es posible criticar fundadamente
En segundo lugar, si bien Ja escuela
de fuerzas entre grupos pro y antihelicistas en
portancia del balance Jas tesis liberales, que ofrecen una visión demasiado general y benigna
la sociedad, su identificación He los primeros con los restos del orden
de las motivaciones económicas. Pero lo más. probable es que los bene-
omite considerar
monárquico y aristocrático de la Europa preliberal ficiarios de una política de este tipo se encuentren solamente en deter
la posibilidad de surgimientade poderosos grupos que, bajo condicio- minados sectores o actividades económicas, como podrían ser los pro-
politicas belicistas.
nes de alta modernización, impulsan no obstante veedores de armamentos o los industriales que requieren ciertas mate-
Tal ha sido el caso, dentro y fuera de Europa, de diversos movimientos rías primas que se encuentran en un pais al que se trata de someter
revo-
contemporáneos de orientación nacionalista exaltada y de pariídos o de incluir en una esfera de influencia,
incionarios altamente ideologizados. No obstante, las políticas belicistas e imperialistas no constituyen
un imperativo del sistema en su conjunto, y son en muchos casos evi-
3. Enfoques económicos . tables por medio de acciones políticas apropiadas. Éstas podrían, llega-
do el caso, fundarse en alegaciones de racionalidad económica. Como:
es, la regulación de las eco-
ua la mayoría de los economistas liberal ha señalado Klaus Knorr, "desde un punto de vista global, la guerra
del comer cio intern aciona l por las leyes del mer-
nominas nacionales y es económicamente desiructiva. Sumando las ventajas de países victo-
En el plano interno, tienden
cado debe contribuir a fortalécer la paz. riosos y derrotados, la capacidad económica global declina como conse-
hcia econó mica civil por sobre tas deman-
a prevalecer criterios de eficie
del sector militar. En el cuencia de la guerra”. Por último, el estudio de 2178 guerras libradas
os
das de asignación improductiva de recurs en la entre Jos siulos xv y xx, realizado por Quincy Wright, muestra que los
no se introduzcan distorsiones gue-
ámbita externo, en Ja medida en que estados con economías capitalistas modernas participan en menos
rativas --basc de una
operación del principio de lás ventajas compa rras que los estados con otros tipos de organización económica. No
ón intern aciona l del traba jo—, como serían clevades nive- ha sido más letal. lo
correcta divisi obstante, la participación bélica de los primeros
arance larias , se maximizará el inter-
les de bafreras arancelarias y no bienestar de
y se incrementarán los niveles de Buenos Aires, Editorial de Delgrano, 3 7 >
cambio Internacional 2 Klans Knorr, El Poder de las Naciones,
a que se creen intereses nacio- 1981, p. HR. —
tados los participantes. Ello contribuirá
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contemporáneo — . Los process palíticos en el sistema internacional
252 [] El sistema internacional [) 253
Se a Ni
i 256 [] El sistema internacional contemporánco
? Los procesos políticos en el sistema internacional [) 257