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gía resaltamos la teoría de los autores de que hay Por lo tanto, y ya para concluir, observamos
que encontrar elementos comunes en todas las que, en definitiva, se trata de una obra plasmada de
épocas, y precisamente la energía, la necesidad de un modo in crescendo que nos incita a reflexionar
buscar, encontrar y hacerse con la misma, es lo sobre la condición itinerante del ser humano, algo
que todas ellas comparten, “quien controla y ad- que ya encontrábamos en la afirmación de Platón,
ministra mayor parte de energía es quien real- “la vida es un viaje desde aquí abajo hasta el cielo”.
mente ejerce el poder” (p.152). Su discurso se Estamos frente a un ejemplo de análisis diferente de
centra en la evolución de la energía muscular y las migraciones, ya no sólo porque no se centra en
mecánica hasta llegar al “reinado” del petróleo, una etapa, ni en un país determinado, sino porque
así como a las luchas de las potencias mundiales habla de la Humanidad y de sus migraciones, dos
para hacerse con él y los conflictos que se han ge- elementos inherentes que hoy más que nunca deben
nerado entre éstas y los países productores. remarcarse, tanto o más que el Artículo 13 de la De-
Las Rutas del Desplazamiento hacen referen- claración Universal de los Derechos Humanos: “To-
cia a aquellas que se han conformado como resul- da persona tiene derecho a circular libremente y a
tado de las catástrofes naturales o de la violencia elegir su residencia en el territorio de un Estado”.
humana, son rutas que no se eligen, rutas violenta- En suma, y a pesar de las épocas, personajes
das y que llevan al ser humano a un estado de des- y acontecimientos, a los que nos remonta este en-
humanización. En este caso se ha dedicado un sayo, muchos de ellos olvidados, sobre todo cuan-
apartado al exilio y otro a “La ruta de los sefardíes”, do nos dedicamos a las Historia Contemporánea
en el que destaca el exhaustivo trabajo de síntesis y Actual, se trata de un libro de plena actualidad;
del profesor José Hinojosa, de la Universidad de un libro que, igualmente, se presenta con un dis-
Alicante. Por último, Las Rutas de las Guerras ana- curso abierto, tal y como muestran las preguntas
liza dos casos que han sido fundamentales en la que estos dos autores se plantean al final del mis-
conformación del mundo tal y como hoy lo cono- mo (p.148). Pero es que, además, se deja cons-
cemos, como son las guerras napoleónicas y las tancia de que hoy nos hallamos en un momento
guerras de los Estados Unidos desde su consolida- en el que nada está definido, todo es cambiante,
ción hasta la invasión de Irak en 2003. Además, se y no sabemos en qué sentido puede moverse la
tratan, de un modo complementario, la ruta del Humanidad, tal vez sólo nos encontremos en uno
conocimiento, de la ciencia, el profesor Emilio So- de tantos cruces rutas que han ido aconteciendo
ler, de la Universidad de Alicante, nos acerca a la a lo largo de la historia. Porque “las rutas siguen
figura de Jorge Juan, y de las artes. cruzándose y ya empezamos a ver que otras cons-
Finalmente el capítulo seis está dedicado a telaciones empiezan a brillar con luz propia y se
los que han sido testigos de las Rutas, los autores disponen a tomar ventaja. Si EEUU inicia el siglo
ceden su espacio a las crónicas de viajeros por tie- XXI como Señor de la Ruta, ¿quién la dominará
rra, mar y aire, lo cual aporta un número intere- al finalizar el siglo? ¿China, India, Sudáfrica,
sante de reseñas bibliográficas de la materia. Pero Brasil…?” (p. 51).
quizá lo más importante es la referencia que se
hace a la escritura, compañera de la ruta, a los li-
bros que con el tiempo han ido abriendo las ru-
tas que conducirían a la Globalización (p.133); y
al hecho de que ésta deje de ser camino y se con- Rifkin, Jeremy, La economía del hidrógeno. La
vierta “en Ruta, en concepto, en hiper-categoría creación de la red energética mundial y la redis-
histórica” (p.129), ayudando así a comprender las tribución del poder en la Tierra. Barcelona,
figuras históricas de la experiencia humana. Paidós, 2007, 400 pp.
De este modo, reconocido el globo terrá- Por Alfonso Pinilla García
queo y las profundidades oceánicas, el hombre (Universidad de Extremadura)
anhela viajar a la Luna, establece una “última fron-
tera” que no termina ahí, y que nos lleva a un
nuevo “mundo virtual”, a un “ciberespacio” en el Esta obra de Jeremy Rifkin es muy sugeren-
que hoy estamos habitando y al que se dedica el te. Cuando un conjunto de innovadoras ideas
séptimo capítulo del libro que estamos analizando. quedan entrelazadas de manera divulgativa y cla-

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ra, creando un discurso que pone de manifiesto La primera y segunda fases, amplificación y
los profundos desajustes a los que se enfrentará la desajuste, quedan definidas por el equilibrio ines-
humanidad en el próximo siglo, no cabe otro ca- table que mantienen dos conceptos de los que
lificativo que éste para invitar al lector a que se Rifkin habla a lo largo del libro: la inversión y la
sumerjan en sus páginas. obtención de energía, el esfuerzo (militar, huma-
Rifkin habla de energía, pero en el fondo no, económico) empleado para mantener en fun-
está estudiando la historia de las organizaciones cionamiento a toda la organización y la obten-
humanas, desde el neolítico hasta la crisis de la ción de energía conseguida con ese esfuerzo. Cuan-
era del petróleo en la que actualmente nos encon- do la inversión de energía es mayor que su obten-
tramos. Voy a intentar establecer cuatro etapas ción, la civilización empieza a colapsarse, pudien-
por las que siempre pasa la vida de toda civiliza- do aparecer los desajustes. Para entender mejor
ción, y a través de esas cuatro estaciones que jalo- estas dos fases, conviene recurrir al Segundo Prin-
narán nuestro camino, intentaré poner de mani- cipio de la Termodinámica, que pone de mani-
fiesto las ideas de Rifkin al respecto del proceso fiesto la emergencia del desorden, del ruido y de
que ha seguido nuestra civilización actual, basada la inestabilidad a medida que pasa el tiempo.
en el petróleo y cada vez más colapsada ante un Cuanto más se amplifica el dominio de una orga-
recurso que se agota. nización sobre su entorno, más probable resulta
la emergencia de crisis y desórdenes. A más pre-
Pero antes conviene establecer que entende- sión, más inestabilidad. Ocurre lo mismo que
mos por civilización a toda organización humana cuando extendemos una cuerda elástica: a mayor
que comparte en lo político, lo económico, lo so- extensión, más riesgo de rotura.
cial y lo simbólico una serie de valores que la do-
tan de una particular identidad. Las civilizaciones La tercera fase inicia claramente el camino
pueden rebasar sus iniciales fronteras, y es enton- hacia la mutación, y se caracteriza por la organi-
ces cuando se convierten en imperios, tal y como zación interna del desajuste, del enemigo creado
le ocurrió a Roma, a la España del siglo XVI o a con la amplificación del dominio y la presión so-
los Estados Unidos del siglo XX. Cuando el do- bre el entorno que vimos en las fases anteriores.
minio de una civilización se amplifica hay que Lo peligroso no es que el desajuste surja, sino que
hablar de imperios. éste se organice, pues con la organización aumen-
ta el potencial del enemigo en su lucha contra el
Como hemos dicho más arriba, toda organi- sistema que lo produjo. Las civilizaciones entran
zación humana –y por ende toda civilización e en crisis cuando sus enemigos, creados por la pre-
imperio –atraviesa a lo largo de su vida por las sión que las propias civilizaciones han ejercido
siguientes fases: sobre su entorno, empiezan a organizarse, ad-
1. Amplificación del dominio sobre el en- quieren más fuerza y potencial transformador.
torno. Un buen indicador para comprobar la organiza-
2. Desajuste producido como consecuencia ción del desajuste es la emergencia de sistemas
de esa amplificación. simbólicos (religiones, ideologías) que le ofrecen
al grupo una explicación del mundo, le facilitan
3. Organización interna (o auto-organiza- una gran cohesión interna (paso necesario para
ción) del desajuste, a partir de la cual surge una cri- aumentar su potencial) y le dotan de identidad
sis de supervivencia para el sistema, pues los entes frente a sus opositores.
organizados aumentan su potencial, se hacen fuer-
tes y eficaces en la lucha contra sus enemigos. Es en ese momento cuando a la organización
se le plantea la encrucijada de la mutación: cam-
4. Mutación del sistema cuando éste ha de biar para sobrevivir, adaptándose a los nuevos
enfrentarse al reto evolutivo que le plantea un retos; o continuar anclados en las pasadas esen-
desajuste organizado. La mutación puede ser re- cias, negando así cualquier transformación. La im-
gresiva, si el sistema rechaza el cambio apoyándo- predecible combinación de los conceptos “cam-
se en las continuidades; agresiva, si apuesta sólo bio” y “continuidad” genera los tres tipos de mu-
por el cambio olvidando las continuidades y pro- taciones arriba comentadas: las regresivas (que
gresiva, si combina cambio y continuidad con un sólo apuestan por la continuidad, rechazando al
predominio sutil del primero sobre la segunda. enemigo), las agresivas (que sólo apuestan por el

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cambio, abrazando al enemigo) y las progresivas bustión del carbón. Surgía la Revolución In-
(que combinan cambio y continuidad con un dustrial, la sustitución de lo que había sido la
predominio sutil del primero sobre la segunda. Se principal fuente de energía para los hombres has-
abre aquí el incierto sendero del pacto con el ta ese momento –la tierra– por otra fuente de
enemigo). Ante esta fase de mutación, las organi- energía más capaz, potente y dinámica. La tierra
zaciones humanas pueden alternar su elección en- había dejado paso al vapor, y la burguesía había
tre estos tres caminos, sustanciándose según las sido la responsable de ese cambio tan impresio-
épocas, circunstancias concretas, diversos tipos de nante. El dinero generado por el boyante comer-
“regresión”, “agresión” y “progresión”. Así pues, cio burgués ahora se invertía en obtener grandes
conviene señalar que estas tres categorías nunca cantidades de energía que procedían de la quema
se dan en estado puro, pues están sujetas a múlti- del carbón y el aprovechamiento del vapor. Los
ples matices. Lo interesante es ver con qué inten- réditos de tal actividad compensaban con creces
sidad predominan las actitudes agresivas, regresi- el esfuerzo tecnológico y pecuniario empleado.
vas o progresivas en las respuestas que el sistema Así pues, la amplificación del dominio burgués se
da ante la mutación. produjo porque la obtención energética superó a
A continuación aplicaremos a dos procesos su inversión. Nacía el concepto de rentabilidad y
concretos todo este aparato teórico. Primero lo la máxima de toda lógica capitalista: “el mayor
haremos sobre la crisis del sistema liberal burgués beneficio al menor coste posible”.
que tiene lugar a lo largo de todo el siglo XIX en Pero el funcionamiento de la Segunda Ley de la
el ámbito europeo, y a continuación lo aplicare- Termodinámica nos recuerda que toda amplificación
mos a las vicisitudes por las que atraviesa nuestra genera su desajuste, que todo “orden” mantenido en
civilización, actualmente basada en el petróleo. el tiempo acaba provocando “desórdenes”, por eso la
En esta última cuestión se centra Rifkin a lo largo presión burguesa pronto dio lugar a la emergencia de
de su obra, pero el repaso por los dos procesos arri- grandes masas de obreros descontentos con sus con-
ba descritos permitirá demostrar cómo esta batería diciones de vida y trabajo. Con la intención de obte-
conceptual puede aplicarse a dos situaciones apa- ner los mayores réditos posibles a costa de una bají-
rentemente distintas y muy alejadas en el tiempo. sima inversión, los burgueses habían subyugado al
Como no puede ser de otra manera, expondremos obrero, pagándole míseros sueldos, obligándole a
sucintamente cada una estas situaciones. trabajar un gran número de horas y hacinándole en
Después de la Revolución francesa, que su- reducidos espacios. El abuso siempre es la antesala de
pone el principio del fin de un Antiguo Régimen la revolución. El exceso de orden puede acabar pro-
agotado, triunfa la burguesía en lo político, lo vocando serios desórdenes.
económico y lo social. Los enemigos del antiguo Así pues, la mano de obra que mantenía el
régimen ahora se erigían como motor de un nue- funcionamiento de las fábricas empezaba a revol-
vo sistema que tenía en la democracia liberal su verse contra sus patronos. Los “hijos” acabarían
forma de organización política triunfante, en el luchando contra “sus padres”, pues no debemos
“laissez faire” su comportamiento económico más olvidar que el proletariado surge del propio des-
generalizado y en la emergencia de “clases” su arrollo burgués, basado en la industrialización. Se
célula de organización social básica. El poder ya confirmaba así que los desajustes más graves para
no lo daba la posesión de tierras ni la pertenencia un sistema son aquellos que el propio sistema
a una familia noble, sino el dinero obtenido con crea con la amplificación de su dominio.
el libre desenvolvimiento de las capacidades indi- Pero el proletariado no empezará a ser un
viduales. Había triunfado el liberalismo en lo po- serio problema para el sistema burgués hasta que
lítico, lo social y lo económico. La ideología libe- se organice en torno a una nueva ideología. El
ral permitió a los burgueses organizarse interna- marxismo ofrecerá una explicación del mundo y
mente, dotarse de cohesión interna y plantear un cohesionará internamente al proletariado hasta
reto evolutivo al Antiguo Régimen nobiliario. crear un sentimiento de pertenencia al grupo, la
Conquistados los resortes del poder, la bur- llamada “conciencia de clase”. A través del mar-
guesía amplificó espectacularmente su dominio xismo, los obreros se habían organizado y ahora
sobre el resto de clases sociales cuando controló la ya se convertían en un reto de supervivencia para
producción de calor y movimiento con la com- los burgueses. La mutación no se haría esperar.

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Ante el conflicto entre proletarios y burgue- que Rifkin trata en su libro, es decir, la crisis de
ses emerge una crisis desde donde se bifurcan di- nuestra civilización basada en el petróleo y el sur-
versos caminos hacia el futuro. Las tres formas de gimiento de otra alternativa sustentada en el hi-
regular esta crisis generarán a su vez tres muta- drógeno.
ciones del mundo burgués: la regresiva, la progre- Hasta 1973, la amplificación del sistema so-
siva y la agresiva. cioeconómico y político basado en el petróleo no
La mutación regresiva del sistema burgués se había experimentado una seria crisis. Los benefi-
sustanciará en los fascismos de entreguerras que cios eran constantes porque la obtención energé-
ocuparán la Italia de Mussolini y la Alemania de tica era superior a su inversión. Se consolidaba así
Hitler. Se trata de un intento por enfrentar la si- la Segunda Revolución Industrial, que había con-
tuación especialmente compleja de entreguerras, sistido en la sustitución del carbón por el petró-
donde la crisis económica, el desencanto genera- leo como fuente de energía básica. Rifkin obser-
lizado en estas dos naciones tras su derrota en la va aquí un principio muy sugerente que se repite
I Guerra Mundial y la inseguridad que experi- cada vez que asistimos a una gran revolución eco-
mentan las clases sociales, harán que los dos paí- nómica: la inmaterialidad progresiva de las fuen-
ses acaben sometidos al poder personal de estos tes de energía. En otras palabras, cada vez que un
dos “Caudillos”. Surgen así dos Dictaduras Tota- sistema económico deja paso a otro se observa
litarias que suponían una clara regresión con res- que la nueva fuente de energía en que se basa el
pecto a las Democracias Liberales, pues desapare- nuevo sistema resulta más inmaterial, ligera y
ce la representación y participación de la sociedad maleable que la anterior. De la tierra se pasó al
en el sistema político. carbón y el vapor, y tras éstos últimos vimos
La mutación agresiva cristalizará en la Re- emerger al petróleo y el gas natural. A medida
volución rusa de 1917, cuando el proletariado que avanzamos en este camino, las fuentes de
derriba al zarismo y se hace con el poder bajo las energía se hacen más invisibles, blandas, malea-
consignas de Lenin. Surgía una nueva manera de bles y prácticamente inmateriales.
entender la política, la sociedad y la economía, Pero la amplificación del dominio capitalis-
inspirada en el marxismo y conocida como co- ta basado en el petróleo ha dado lugar a tres gran-
munismo o “socialismo real”, netamente diferen- des desajustes: energético, ecológico y social. El
ciada de la democracia liberal burguesa. energético consiste en el agotamiento de la fuen-
Ante el reto planteado por el proletariado a lo te de energía que mantiene en pie a todo el siste-
largo del siglo XIX, otros países como Francia o ma. Cada vez se invierte más esfuerzo –pecunia-
Gran Bretaña experimentarán mutaciones progresi- rio, militar, tecnológico– en obtener menos pe-
vas, pues sin abandonar las formas democráticas tróleo y de peor calidad. Comienzan así, en pala-
liberales, irán ampliando sus mecanismos de repre- bras de Rifkin, los “rendimientos marginales”.
sentación y participación políticas hasta albergar en Ocurre hoy lo mismo que experimentaron los
el seno de sus instituciones a partidos representan- burgueses cuando ante las huelgas obreras tenían
tes de la clase obrera. La mutación regresiva encar- que parar las fábricas y negociar subidas de suel-
nada en el fascismo cerraba las puertas a la repre- do con el proletariado. O también lo que le ocu-
sentación obrera, la mutación agresiva del comu- rría al imperio romano cuando sus tierras, dise-
nismo las abría a la conquista del poder por parte minadas por toda Europa, empezaron a agotarse.
del proletariado y la mutación progresiva de la de- Tanto en uno como en otro caso, los beneficios
mocracia liberal establecía nuevos cauces de repre- eran demasiado escasos para el esfuerzo invertido
sentación, a través de los cuales el proletariado po- en mantenerlos. La organización empezaba a
día influir en las futuras decisiones políticas. colapsarse. Hoy, el escaso petróleo que aún existe
se concentra en la zona del Golfo Pérsico, de ahí
Hasta aquí este somero repaso por la excep- que el imperio norteamericano concentre allí to-
cional transformación que experimenta Europa a dos sus esfuerzos bélicos y diplomáticos. Lo que
lo largo de todo el siglo XIX y XX. Ahora aplica- ocurre es que la inversión de esos esfuerzos supe-
remos las cuatro fases por las que atraviesa la vida ra ya con creces la obtención de beneficios, por
de cualquier sistema –amplificación, desajuste, eso Rifkin afirma que la civilización basada en el
organización del desajuste y mutación– al tema crudo toca a su fin.

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Los otros dos grandes desajustes a los que se podría generarse en pequeñas pilas distribuidas
enfrenta la era del petróleo son el daño ecológico sin excesivo coste entre los ciudadanos, por lo
ejercido sobre el planeta como consecuencia de la que cada familia dispondría de una pequeña
brutal industrialización, y las condiciones de po- “planta energética” en su domicilio. Según Rif-
breza que experimenta buena parte de la pobla- kin, este proceso “democratizará” el uso y gestión
ción mundial debido al dominio y expansión ca- de la energía, rompiendo la concentración exis-
pitalistas. Ecología y subdesarrollo, junto al ago- tente en la era del petróleo. Además, la fusión de
tamiento del petróleo, son los tres grandes des- esta revolución energética con las nuevas tecnolo-
ajustes que habrán de regularse en el siglo XXI. gías de la comunicación (internet), favorecerá la
De la respuesta que demos a cada uno de ellos de- conexión entre todas esas pequeñas “plantas ener-
penderá la evolución de nuestras sociedades en el géticas” basadas en el hidrógeno. De este modo,
futuro. la distribución interconectada de hidrógeno ase-
Las condiciones de pobreza en las que vive la gurará un flujo de energía constante.
mayor parte del planeta, producto de la amplifi- Los asentamientos humanos, las formas de
cación del dominio capitalista, genera masas des- organización social y la estructura económica
contentas que poco a poco empiezan a organizar- mutarán como consecuencia de esta nueva revo-
se para plantear verdaderos retos de supervivencia lución energética. Pero también la política lo ha-
al mundo rico. La organización se consigue a tra- rá, porque los Estados-Nación habrán de abrirse
vés de un sistema simbólico que dota de identi- a la nueva dinámica planteada con el hidrógeno,
dad y cohesión al grupo, y ese sistema simbólico donde la expansión hacia el control de nuevos
puede ser una ideología –como el marxismo para recursos va sustituyéndose por una generación
los obreros– o una religión, como el Islam para interconectada de la energía. Esta economía del
algunos países pobres que, pese a disponer de hidrógeno permitirá introducir a la globalización
reservas petroleras, no las explotan en la mayoría en la senda de la verdadera democracia, pues nin-
de los casos. guna minoría podrá controlar a su antojo la ges-
Rifkin dedica todo un capítulo a la interesan- tión y distribución energética. Así pues, los tradi-
te relación entre un petróleo que se agota y un cionales límites del Estado-Nación se harán bo-
Islam que se radicaliza en aquellas zonas donde pre- rrosos, favoreciendo la emergencia de nuevas
cisamente se concentran los pozos que aún bombe- estructuras políticas más idóneas para la gestión
an crudo con cierta vitalidad. Cuando el profundo de estas realidades que bien podrían ser los Es-
descontento social, provocado en buena parte por tados transnacionales, de los cuales la Unión Euro-
estas situaciones de pobreza y explotación, es cap- pea puede suponer un ejemplo tan complejo co-
tado y cohesionado por la más radical interpreta- mo esperanzador.
ción de la religión islámica, a veces surgen los ra- El análisis de Jeremy Rifkin es tan riguroso
biosos coletazos del terrorismo que atentan contra como sugerente, aunque su pronóstico final peca,
el mundo rico. Así pues, el integrismo islámico quizá, de excesivo optimismo, sobre todo porque
puede suponer la organización del desajuste provo- la pregunta básica que cabe hacerse es si será posi-
cado por la propia amplificación capitalista. El reto ble “democratizar” la obtención del hidrógeno
está servido, ahora sólo queda regular la probable que sostiene todo este proceso revolucionario.
mutación que se avecina. Podemos conseguir energía desde pilas cargadas
Rifkin plantea dos caminos ante esta encru- con hidrógeno, pero ¿cómo obtendremos el hi-
cijada: el primero es el de la generación distribui- drógeno?, ¿quién nos facilitará la tecnología nece-
da, e interconectada, de una nueva fuente de saria para realizar el proceso de hidrólisis a partir
energía que será el hidrógeno; el segundo es el del cual se obtiene el hidrógeno?, y sobre todo,
abandono progresivo del Estado-Nación y la cre- ¿cómo reaccionarán las estructuras socioeconó-
ación de eficaces Estados Transnacionales. micas y políticas basadas en el petróleo ante esta
mutación? En resumen, cabe preguntarse si el
El hidrógeno se obtiene de la descomposi- hidrógeno no acabará controlado por una reduci-
ción de las dos partículas constituyentes del agua, da minoría de individuos, tal y como lo fue la tie-
resulta una fuente de energía eficaz y limpia, con rra desde el Neolítico y el carbón o el petróleo
lo que el daño ecológico sería menor. Además, desde la Revolución Industrial.

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RESEÑAS DE LIBROS

Precisamente por caminar a lomos de la Estas características son precisamente las


incertidumbre, todas estas preguntas aún no tie- que definen el libro de Eusebio Rodríguez Pa-
nen claras respuestas. El valor de la obra de Rif- dilla, La represión franquista en Almería, 1939-
kin es el de hacernos reflexionar en torno a ellas 1945, que se centra en el análisis de la Justicia
y ofrecer todo un sistema explicativo que sirve Militar en la provincia situada en el extremo sur-
para comprender nuestro presente desde la serena oriental de la Península Ibérica al término de la
reflexión sobre el pasado. contienda y que constituye una versión sintetiza-
da de su tesis doctoral. El propio autor señala
como objetivo prioritario de su estudio “la pre-
tensión de que, todo aquel que fuera inculpado
en una causa, por pequeña que fuese su condena
Rodríguez Padilla, Eusebio, La represión fran- e incluso si fue absuelto y sólo permaneció en pri-
quista en Almería, 1939-1945. Almería, Arráez sión durante un pequeño periodo de tiempo,
Editores, 2005, 800 pp. quede reflejado en la pequeña historia almeriense
como un reconocimiento a su contribución a la
Por Mónica Fernández Amador legalidad vigente en forma de su sufrimiento y
(Universidad de Almería) pérdida de libertad”. Se trata, por tanto, de una
investigación con carácter de totalidad en el sen-
La coincidencia del 75 aniversario de la pro- tido de que no sólo presta atención a las elites con
clamación de la Segunda República en España y relevancia política, social, económica o cultural
de la conmemoración de los 70 años del estallido durante la etapa republicana, sino que convierte
de la Guerra Civil con la presencia de la izquier- también en sujetos históricos a personas que no
da en el poder permitió que 2006 fuera declara- tuvieron una significación destacada, examinan-
do como el “Año de la Memoria Histórica”, de- do de forma individualizada a todos los que
nominación que evidenciaba un notable interés sufrieron en primera persona las consecuencias de
por el conocimiento de los efectos de la represión la represión institucionalizada durante los prime-
franquista, uno de los aspectos hasta ahora más ros años del franquismo. Para ello, un aspecto
oscuros de la historia reciente de este país como fundamental de esta obra es la acotación territo-
consecuencia del “pacto de silencio” propio de la rial a un ámbito geográfico reducido, que permi-
transición a la democracia y de la resistencia de te una aproximación detallada a la actuación de la
algunos sectores de la sociedad a diferenciar entre autoridad castrense tras la instauración de la dic-
reconciliación nacional y olvido. Esta sensibili- tadura en el conjunto provincial y, de manera
dad de las autoridades ha tenido una clara expre- más concreta, en los distintos partidos judiciales
sión en el respaldo gubernamental a diversas ini- y municipios almerienses. Indispensable ha sido
ciativas para la recuperación de la memoria histó- igualmente el acceso a los procedimientos custo-
rica, llevadas a cabo por las numerosas asociacio- diados en el Juzgado Togado Militar Territorial
nes creadas con el firme propósito de rendir ho- número 23, con jurisdicción en Granada y Al-
menaje a las víctimas del conflicto bélico y de la mería, cuya consulta ha estado durante muchos
dictadura del general Francisco Franco Baha- años vedada a los investigadores, produciéndose
monde. En este sentido, baste con citar a modo por tanto un fuerte desequilibrio entre la posibi-
de ejemplo la subvención por parte del Gobierno lidad de utilización de la documentación proce-
andaluz de las tareas de localización de las fosas dente de la justicia republicana y la generada por
comunes diseminadas por la comunidad autóno- los vencedores de la guerra. De este modo, los
ma y la posterior identificación de las personas casi 6.300 sumarios conservados –que según las
enterradas en ellas. No obstante, para que los estimaciones representan una muestra superior al
resultados de los proyectos planteados sean ópti- 80 por ciento de la población almeriense encau-
mos es necesario –y exigible– que su desarrollo sada– forman la base de esta voluminosa obra a la
sea confiado a investigadores serios, alejados de par que su elemento más original, en tanto que
un afán de revancha o protagonismo y que basen permite un acercamiento directo a la actuación
sus trabajos en la exhaustividad, la minuciosidad represora del nuevo régimen. Esta información,
y el rigor. muy ideologizada pero rica en datos, se ha com-
plementado con la recopilada en el Archivo
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General Militar de Segovia y en el Archivo His- te de sus protagonistas pasivos. De este modo, se
tórico Provincial de Almería, donde están trasfe- hace un estudio de la población encausada en la
ridos los fondos del Gobierno Civil, así como de provincia de Almería y se destacan los casos más
la extraída de varias publicaciones periódicas, en- sobresalientes por su crudeza o significación.
tre las que destacan el diario local Yugo, el Boletín También se incluye un perfil sociológico de los
Oficial del Estado, el Diario Oficial del Ejército y procesados, considerando como indicadores defi-
el Repertorio Cronológico de Legislación Aranzadi. nitorios la edad, sexo, estado civil, nivel de ins-
El libro se estructura en cuatro capítulos que trucción, ocupación laboral, filiación política y
pueden agruparse a su vez, de acuerdo con su eje sindical y, en su caso, cargos públicos desempe-
temático, en dos bloques distintos. La primera ñados. Los resultados obtenidos son comparados
parte acerca al lector al funcionamiento de la con la violencia ejercida en la retaguardia repu-
Justicia Militar durante el franquismo, atendien- blicana, cuyos efectos han sido dados a conocer
do a sus antecedentes históricos y al marco legis- en sus trabajos por Rafael Quirosa-Cheyrouze y
lativo vigente en el período considerado, con Muñoz, director y prologuista de la obra reseña-
especial interés en su evolución y configuración da, quien señala a propósito que “cuando se abor-
definitiva tras el levantamiento de julio de 1936. da con rigor la cuestión se sabe que la represión
En líneas generales, según expone Rodríguez Pa- franquista no se explica sólo como respuesta a la
dilla, el recurso al procedimiento judicial militar violencia en el bando republicano durante la gue-
por parte de los sublevados estuvo basado en la rra civil. Aunque sea necesario recordar lo obvio,
necesidad de aplicación de una justicia rápida, hubo muchas ciudades y pueblos de España que
ejemplarizante y rigurosa en la emisión de sen- estuvieron controlados por los sublevados desde
tencias, rasgos que no poseía la jurisdicción ordi- el inicio de la guerra y allí se asesinó a muchas
naria, caracterizada por su lentitud y celosa de personas de izquierdas. Por otra parte, los traba-
preservar las garantías procesales de los encarta- jos de investigación están demostrando que entre
dos. La mayoría de las causas incoadas fue califi- los fusilados de posguerra, junto a acusados de
cada como delito de rebelión que, según su defi- crímenes, hubo muchos que lo fueron por su mi-
nición legal, suponía un atentado contra la segu- litancia antifascista. Finalmente, algo que no de-
ridad del Estado, si bien su tipificación varió en bemos olvidar: si todos coincidimos en que la
función del grado de implicación y actuación de justicia aplicada por los tribunales populares en el
los acusados en el bando republicano, de forma bando republicano no tenía las garantías necesa-
que la gravedad de la calificación penal dependía rias, lo mismo ocurría con los procedimientos in-
del nivel de identificación ideológica. Interesante coados por la jurisdicción militar franquista”. Pa-
es asimismo la profundización en los diferentes ra concluir, en el último capítulo se realiza un
órganos de la jurisdicción militar, a cuyo análisis acercamiento a la propia existencia –o supervi-
el autor dedica otro apartado. En este sentido, se vencia– de los reclusos, desde su ingreso en pri-
hace un recorrido por los tribunales y juzgados sión hasta que se consideraba extinguida la deuda
operantes en la circunscripción de Almería y se contraída con el llamado Nuevo Estado, tenien-
pone nombre a los actuantes en los mismos, es do en cuenta las condiciones de vida en las cárce-
decir, los jueces instructores, fiscales, defensores y les, las diferentes formas que se habilitaron por
el resto del personal jurídico y administrativo, a parte de la administración franquista con el fin
fin de conocer quiénes eran, cuál era su historial de acortar la estancia en prisión y los mecanismos
militar, con qué medios contaban para el cumpli- de control del liberto a través del Servicio de
miento de los cometidos encomendados y cómo Libertad Vigilada.
fue su actuación sobre los procesados desde la El libro se cierra con un extenso anexo que
apertura de los sumarios hasta la aplicación de la recoge, de forma sistemática y ordenada, una re-
pena correspondiente, según lo establecido en el lación nominal de las personas encausadas en la
Código de Justicia Militar de 1890. circunscripción almeriense entre los años 1939 y
En la segunda parte del libro, la investiga- 1945 por delito de rebelión militar. Como indica
ción realiza un giro sustancial en su aproximación Eusebio Rodríguez Padilla, “es quizá ésta la parte
a la historia procedimental castrense en los albo- más cuantitativa de esta obra, pero al mismo
res del régimen franquista y se ocupa directamen- tiempo la más sugestiva para el lector, puesto que

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