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El regionalismo crítico: El concepto de una cultura local o naciona l de Copenhague en 1976, y en la cual los ele-
,,n enunciado paradójico no sólo debido a l a mentos prefabricados de hormigón y de dimen-
arquitectura moderna e identidad cultura l -coa antítesis actual entre la cultura arraigad a siones normalizadas que forman el cerramient o
3 civilización universal, sino también porqu e se combinan de un modo particularmente arti-
as las culturas, tanto antiguas como moder - culado con bóvedas laminares de hormigón ar-
parecen haber dependido para su desarro - mado realizadas in situ que cubren los volúme-
intrínseco de cierta fecundación cruzada co n nes públicos principales . Y aunque pued e
-as culturas . Como parece insinuar Ricoeur e n parecer a primera vista que esta combinació n
pasaje citado anteriormente, las culturas re- de montaje modular y moldeado in situ no e s
nnales o nacionales deben constituirse en úl- más que una adecuada integración de toda l a
ti-ra instancia, hoy más que nunca, como mani- gama de técnicas para el hormigón por enton-
festaciones localmente conjugadas de la 'cul- ces disponibles, puede decirse que el modo de
tl'a mundial' . Seguramente no fue casual e l combinar estas técnicas alude a una serie de
lr .cho de que este paradójico enunciado surgie - valores opuestos de manera dialogística .
, en una época en la que la modernización glo- En un aspecto, se puede afirmar que el mon-
r„ i continuaba socavando, con una fuerza cad a taje modular prefabricado no sólo concuerda
3 mayor, todas las formas de cultura tradicio - con los valores de la civilización universal, sin o
i autóctona de origen agrario . Desde e l que también 'representa' su capacidad para l a
punto de vista de la teoría crítica (véase la Intro- aplicación normativa, mientras que una bóveda
El fenómeno de la universalización, aun siendo menudo requiere el abandono puro y simple de ducción, página 91, hemos de considerar la cul- laminar realizada in situ es una invención es-
un adelanto de la humanidad, constituye al mis - todo un pasado cultural. Es un hecho: no todas tura regional no como algo dado y relativamen- tructural 'excepcional' construida en un empla-
mo tiempo una suerte de sutil destrucción n o las culturas pueden resistir y absorber el impac - te inmutable, sino más bien como algo que, a l zamiento singular. Puede alegarse, siguiendo a
sólo de las culturas tradicionales -lo que podría to de la civilización moderna. Esta es la parado - menos hoy en día, ha de ser cultivado de mane - Ricoeur, que mientras el primero ratifica la s
no ser un mal irreparable-, sino también de l o ja : cómo hacerse modernos y volver a los orí- ra consciente . Ricoeur sugiere que el manteni- normas de la civilización universal, la segunda
que llamaré de momento el núcleo creativo d e genes; cómo revivir una vieja civilización r* ento de cualquier clase de cultura auténtica proclama los valores de la cultura idiosincrási-
las grandes civilizaciones y la gran cultura, es e aletargada y participar en la civilización univer- en el futuro dependerá en última instancia d e ca . De manera similar, podemos interpreta r
núcleo sobre cuyo fundamento interpretamos la sal. (. . . ) nuestra capacidad para generar formas de cul- estas formas diferentes de construcción co n
vida, y al que llamaré por anticipado el núcle o Nadie puede decir qué será de nuestra civili- tu r a regional llenas de vitalidad al tiempo qu e hormigón como el enfrentamiento entre la ra-
ético y mítico de la humanidad . El conflicto sur- zación cuando haya conocido civilizaciones di- se incorporan influencias ajenas, tanto en el te- cionalidad de la técnica normativa y la falta de
ge de ahí. Tenemos la sensación de que la sen - ferentes por medios distintos al impacto de la rreno de la cultura como en el de la civilización . racionalidad de la estructura simbólica .
cilla palabra 'civilización' ejerce al mismo tiem- conquista y la dominación. Pero hemos de ad- Ese proceso de asimilación y reinterpreta - Pero otro nuevo diálogo se evoca en cuanto
po una especie de atrición o de erosión a mitir que este encuentro aún no ha tenido luga r : un evidente en la obra del maestro da - pasamos del revestimiento modular económi-
expensas de los recursos culturales que han en un plano de auténtico diálogo. Esa es la ra- res Jern Utzon, sobre todo en la iglesia de camente óptimo del exterior (ya sean los pane-
creado las grandes civilizaciones del pasado . zón por la que estamos en una especie de pa- Bagsvaerd, construida en un barrio periférico les de hormigón o el acristalamiento patentad o
Esta amenaza se expresa, entre otros efecto s réntesis o interregno en el que ya no podemo s
más inquietantes, en la extensión ante nuestro s practicar el dogmatismo de una verdad única y
ojos de una civilización mediocre que es el ab- en el que ya no somos capaces de conquistar e l
surdo equivalente de lo que estaba llamando escepticismo en el que nos hemos instalado.
cultura elemental. En todos los lugares de l Estamos en un túnel, en el crepúsculo del dog-
mundo se encuentra uno la misma película ma- matismo y en los albores de un auténtico diá-
la, las mismas máquinas tragaperras, las mis - logo.
mas atrocidades de plástico o aluminio, la mis-
ma tergiversación del lenguaje mediante la Paul Ricoeur Utzon, iglesia de Bagsvaerd, cerca de Copenha-
propaganda, etcétera . Es como si la humani- 'La civilización universa l 1976. Sección longitudinal .
dad, al acceder en masse a una cultura básic a y las culturas nacionales ', 196 1
del consumo, también se hubiera detenido e n
masse en un nivel subcultural . Así llegamos a l El término 'regionalismo crítico' no pretend e
problema crucial que afrontan las nacione s denotar la tradición vernácula tal como se pro-
nada más salir del subdesarrollo. Con el fin d e dujo espontáneamente por la interacción com -
mantenerse en e! camino hacia la moderniza - binada del clima, la cultura, el mito y la arte sa-
ción, ¿es necesario deshacerse del viejo pasado nía, sino más bien identificar esas 'escuel as '
cultural que ha sido la raison d'étre de una na- regionales relativamente recientes cuyo propó-
ción? (. . .) De aquí la paradoja : por un lado, (la sito primordial consistió en ser el reflejo y esta r
nación) tiene que arraigarse en el terreno de su al servicio de las limitadas áreas en las qu e
pasado, forjar un espíritu nacional y desplega r -
estaban radicadas . Entre los factores que contri
e
esta reivindicación espiritual y cultural ante l a buyeron a la aparición de un regionalismo d
personalidad de los colonialistas. Pero para este orden estaba no sólo cierta prosper idad ,
tomar parte en la civilización moderna es preci - sino también una clase de consenso anticen tra-
e-
so al mismo tiempo participar en la racionali- lista, una aspiración a alguna forma de ind
dad científica, técnica y política, algo que muy a pendencia cultural, económica y política .
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de la cubierta) a la estructura y la bóveda lami- que en el futuro el edificio se entienda má s
nar que cubren la nave, realizadas in situ y como un templo que como un granero .
nada óptimas . Estas bóvedas -un modo d e Un buen ejemplo de regionalismo explícita -
construcción relativamente antieconómico si s e mente anticentralista fue el movimiento nacía _
compara, por ejemplo, con las cerchas metáli- nalista catalán que surgió por primera vez co n
cas- se seleccionaron deliberadamente por s u la fundación en 1952 del Grupo R en Barcelon a ,
capacidad simbólica : la bóveda significa lo sa- Este grupo, encabezado por J .M . Sostres y
grado en la cultura occidental . Y sin embargo , Oriol Bohigas, se encontró atrapado desde e l
la sección sumamente elaborada adoptada e n principio en una situación cultural co mpleja ,
este caso difícilmente puede considerarse occi- Por un lado, estaba obligado a reavivar los va _
dental . En realidad, el único antecedente de se- lores y los procedimientos racionalistas y antj-
mejante sección en un contexto sagrado er a fascistas del GATEPAC (el ala española de lo s
oriental : la cubierta de las pagodas chinas, cita - CIAM antes de la guerra) ; por otro, seguía sien -
da por Utzon en su trascendental articulo d e do consciente de la responsabilidad política d e
1962, 'Plataformas y planicies : ideas de un ar- evocar un regionalismo realista, accesible par a
quitecto danés'. la población en general . Este programa dobl e
Las alusiones sutiles y contrarias incorpora - se anunció públicamente por primera vez en e l
das a esta cubierta laminar plegada de hormi- artículo 'Posibilidades de una arquitectura bar- =t, 322 Coderch, bloque de viviendas para pesca -
gón tienen consecuencias mucho mayores qu e celonesa' publicado por Bohigas en 1951 . Los , :ores en la Barceloneta, Barcelona, 1951 . Vista y plan -
ta tipo .
la obstinación aparente de reinterpretar una for - diversos impulsos culturales que configuraro n
ma oriental de madera con la tecnología occi- este regionalismo heterogéneo tienden a confir-
dental del hormigón ; pues aunque la bóved a mar la naturaleza inevitablemente híbrida de l a los años sesenta un enfoque de abierta Ge-
principal situada sobre la nave indica, por s u cultura moderna auténtica . En primer luga r samtkunstwerk. Con el conjunto Xanadú, cons-
escala y por su iluminación superior, la presen- estaba la tradición catalana del ladrillo, que s e truido en Calpe en 1967, se abandonaron a un a
cia de un espacio religioso, lo hace de tal mane- remontaba al periodo del Modernismo ; luego forma de romanticismo kitsch. Esta obsesió n
ra que evita una lectura exclusivamente occi- estaba la influencia de Neutra y del Neoplasti- :sor la imagen del castillo alcanzó su apoteosis
dental u oriental de la forma mediante la cua l cismo, la de este último estimulada indudable - en el heroico pero ostentoso conjunto Walde n
queda definido . Una interpenetración occiden- mente por el libro de Bruno Zevi La poetica en Sant Just Desvern, Barcelona (1970-1975) .
tal-oriental parecida tiene lugar también en la s dell'architettura neoplastica, de 1953 . A esto Con vacíos de doce alturas, cuartos de esta r
ventanas de madera y los tabiques de listones , seguía el influyente estilo neorrealista del arqui- mal iluminados, balcones diminutos y un reves -
que parecen aludir tanto a la tradición vernácu- tecto italiano Ignazio Gardella, que empleó per- bmiento de placas cerámicas que pronto empe -
la nórdica de las iglesias de troncos como a la s sianas tradicionales, ventanas estrechas y am-
agitadas obras de madera tradicionales en Chi- plios aleros en voladizo en su casa Borsalin o
na y Japón . Las intenciones que había detrá s (1951-1953) en Alessandria, Italia . A esto debe
323 Coderch, casa Catasús, Sitges, 1956 . Plant a
de estos procedimientos de deconstrucción y añadirse, particularmente con respecto al estu - baja .
resíntesis parecían ser las siguientes: primero , dio formado por Martorell, Bohigas y Mackay
revitalizar ciertas formas devaluadas occidenta- (MBM), la influencia del Nuevo Brutalismo bri-
les mediante un remodelado oriental de su na- tánico (véanse las viviendas en el paseo de l a
turaleza esencial ; y segundo, indicar la seculari- Bonanova, Barcelona, de 1973) .
zación de las instituciones representadas po r La carrera del arquitecto barcelonés Jos é
estas formas . Esta era posiblemente una mane- Antonio Coderch fue típicamente regionalista
ra muy adecuada de presentar una iglesia e n en cuanto que osciló entre una tradición verná -
una época secular en la que la iconografía ecle- cula del ladrillo, mediterraneizada y moderna
siástica tradicional siempre corría el riesgo d e -formulada por primera vez en el bloque de
degenerar en el kitsch . ocho plantas de viviendas para pescadores ,
Esta revitalización de los elementos occiden- construido en el barrio barcelonés de la Barce -
tales con perfiles orientales y viceversa no ago- loneta en 1951 (articulado a la manera 'tradicio -
ta en absoluto las diversas maneras en que l a nal' como la casa Borsalino, con persianas d e
iglesia de Bagsvaerd se articula con respecto a suelo a techo y delgadas cornisas voladas)-, Y
su situación en el tiempo y en el espacio . Utzo n la composición vanguardista, mezcla de Neo -
le confirió también una forma parecida a u n plasticismo y Mies, de la casa Catasús, termina-
granero, usando una metáfora agrícola para da r da en Sitges en 1956 .
expresión pública a una institución sagrada . La posterior delicuescencia del regionalismo
Pero esta metáfora algo críptica -que asociab a catalán tuvo posiblemente su manifestac ió n
la religión con la cultura agraria- muy bien po- más evidente en la obra de Ricardo Bofill y s u
dría cambiar con el paso del tiempo, pues cuan - Taller de Arquitectura . Y es que aunque las vi-
do los árboles jóvenes hayan crecido, la iglesi a viendas de Bofill en la calle Nicaragua, de 1964 ,
aparecerá por primera vez dentro de sus pro- exhibían una clara afinidad con la reinterp reta '
pios límites . Este temenos natural, constituido ción hecha por Coderch de la tradición vernác u-
por una cortina de árboles, provocará sin duda la del ladrillo, el Taller iba a adoptar a finales d e
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zó a desprenderse, Walden 7 marcó un desafor- pacifica y en la textura menuda del tejido local. dos en la topografía de sus emplazamientos . Su Una actitud igualmente táctil impera en l a
tunado límite donde lo que inicialmente era u n En este sentido, sus obras son respuestas es- planteamiento es marcadamente táctil y tectóni - obra del arquitecto mexicano Luis Barragán ,
impulso crítico degeneró en una escenografí a trictas al paisaje urbano, campestre y marítim o co , más que visual y gráfico : desde la casa Bei- cuyas mejores casas (muchas de las cuales s e
sumamente fotogénica . Bien considerado, pese de la región de Oporto . Otros factores impor- res, en Póvoa do Varzim, de 1973-1976, hasta la s levantaron en México capital, en el barrio de l
a su homenaje pasajero a Gaudí, Walden 7 tantes son su respeto por los materiales del lu- viviendas para la asociación de vecinos de BouFa , Pedregal) adoptan una forma topográfica . Lo
muestra su preferencia por la seducción . Es l a gar, por la artesanía y por las sutilezas de la lu z en Oporto, de 1973-1977 . Incluso sus pequeños mismo como diseñadqr de paisajes que com o
arquitectura del narcisismo por excelencia, y a local ; un respeto que se sostiene sin caer en e l edificios urbanos -de los que el mejor es proba- arquitecto, Barragán buscó siempre una arqui-
que la retórica formal se orienta hacia la mod a sentimentalismo de excluir las formas raciona - blemente la sucursal del Banco Pinto e Sotto Ma - tectura sensual y enraizada en la tierra ; una ar-
de prestigio y hacia la mística de la extravagan- les y las técnicas modernas . Al igual que el yor, construida en Oliveira de Azeméis en 1974 - quitectura compuesta de recintos, estelas, fuen-
te personalidad de Bofill . La utopía mediterrá- ayuntamiento de Sáynátsalo, de Aalto, todo s están estructurados de manera topográfica . tes y cursos de agua ; una arquitectura situad a
nea y hedonista a la que aspiraba Walden 7 s e los edificios de Siza están delicadamente situa - Los proyectos de Raimund Abraham, un ar- entre rocas volcánicas y una vegetación exube-
viene abajo tras un examen más detenido, so- quitecto austriaco afincado en Nueva York, pa- rante ; una arquitectura referida indirectament e
bre todo en el nivel de la azotea, donde un en - recían inspirarse en preocupaciones similares , a las 'estancias' coloniales mexicanas . Sobre e l
torno potencialmente sensual no llegó a hacer- ya que siempre hacían hincapié en la creació n aprecio de Barragán por los orígenes míticos y
se realidad tras la ocupación del edifici o de lugares y en los aspectos topográficos de l a arraigados, basta con citar sus recuerdos de l
(compárese con la Unité d'habitation de Le Cor- forma construida . La 'casa con tres muros ' pueblo apócrifo de su juventud :
busier en Marsella) . (1972) y la 'casa con muros de flores' (1973) so n
Nada más lejos de las intenciones de Bofil l muestras típicas de su trabajo a principios d e Mis primeros recuerdos infantiles se refieren a
que la arquitectura del maestro portugués Alva- los años setenta, en las que el proyecto evoc a un rancho que mi familia poseía cerca de la po-
ro Siza, cuya carrera -que comenzó con la pisci- una imagen onírica al tiempo que insiste en l a blación de Mazamitla . Era un 'pueblo' con coli-
na de la Quinta da Conceicáo, Matosinho s ineludible materialidad del edificio . Este interés nas, formado por casas con cubiertas de teja e
(1958-1965)-, ha sido cualquier cosa menos fo- por la forma tectónica y por su capacidad para inmensos aleros para proteger a los transeún-
togénica . Esto puede deducirse no sólo de l a :ransformar la superficie de la tierra se traslad ó tes de las fuertes lluvias que caen en esa zona .
naturaleza fragmentaria y evasiva de las imáge- a los diseños hechos por Abraham para la Ex - Incluso el color de la tierra era interesante, por -
nes publicadas, sino también de un texto escri- posición Internacional de Arquitectura de Berlí n que era tierra roja. En ese pueblo, el sistema de
to en 1979 : IBA, en sus siglas alemanas), especialmente e n abastecimiento de agua consistía en grande s
s ., proyecto para Friedrichstadt sur, diseñad o troncos vaciados, con forma de abrevaderos,
La mayoría de mis obras no se publicaron nun- l 1981 . que corrían sobre una estructura de soporte, a
ca; algunas de las cosas que hice sólo se lleva-
ron a cabo en parte, otras se modificaron pro -
fundamente o se destruyeron . Era de esperar. 324-326 Siza, casa Beires, Póvoa do Varzim, 1973 -
Una formulación arquitectónica cuyo propósito 1977 . Vista, planta primera y planta baja .
es calar hondo . . . una formulación que pretend e
ser algo más que una materialización pasiva, s e
resiste a reducir esa misma realidad y analiz a
todos sus aspectos, uno por uno ; esa formula -
ción no puede encontrar apoyo en una image n
fija, no puede seguir una evolución lineal . (. . . )
Cada diseño debe captar, con el máximo rigor ,
un momento preciso de la imagen palpitante ,
con todos sus matices, y cuanto mejor se reco-
nozca la cualidad palpitante de la realidad, má s
claro será el diseño . ( . .) Puede que ésa sea la
razón por la que tan sólo las obras marginale s
(una vivienda tranquila, una casa de vacaciones
a muchos kilómetros de distancia) se han con-
servado tal como se diseñaron originalmente .
Pero algo queda . Se conservan pedazos aquí y
allá, dentro de nosotros mismos, tal vez engen-
drados por otros, que dejan huellas en el espa-
cio y en la gente, que se funden en un proces o
de transformación total.
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base de horquetas de árboles de cinco metros
de altura, por encima de los tejados . Este acue-
ducto cruzaba la ciudad y llegaba hasta los pa-
tios, donde habla grandes fuentes de piedra
para recoger el agua. Los patios albergaban los
establos, con vacas y gallinas, todas juntas .
Fuera, en la calle, había anillas de hierro para
atar los caballos. Los troncos canalizados, cu-
biertos de musgo, rezumaban agua por toda la
ciudad, por supuesto. Esto le daba al pueblo e l
ambiente de un cuento de hadas . No, no ha y
fotografías . Sólo me queda el recuerdo.
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'recortado') se aparta de los campos y se or i dad ' , y las mayores repercusiones de este dise- deas agrícolas y de pescadores (como ocurri ó
ta hacia el pueblo . Las casas de Botta está n ño derivaron de las posibilidades de ser aplica - probablemente también en otras partes de l
tadas con frecuencia como búnkeres-belve d do en muchas situaciones megalopolitanas po r mundo). Las densidades excesivas de població n
en los que las ventanas se abren sobre vista s todo el mundo . Si se hubiera realizado, est e urbana y suburbana hacen imposible conserva r
seleccionadas del paisaje, ocultando al tiemp o centro, ideado como una 'megaestructura via - un rasgo que anteriormente era el más caracte-
el ávido desarrollo suburbano que ha tenido Ip, ,ucto ' , podría haber implantado su presenci a rístico de la arquitectura residencial japonesa :
gar en el Ticino desde 1960 . En lugar de adaú en la región urbana sin comprometer la ciuda d la relación íntima con la naturaleza y la apertur a
tarse al emplazamiento, lo 'construyen', s Histórica ni fundirse con el caos del desarroll o al mundo natural . A lo que me refiero cuand o
la tesis expuesta por Vittorio Gregotti en li t suburbano circundante . Una claridad y una ade - hablo de arquitectura moderna encerrada es a
torio dell'architettura (1966) . Se presenta n -eación comparables imperaban en la propues- una restauración de esa unidad entre el hogar y
mismas como formas primarias que destacan ta para la estación de Zúrich, de 1978, en la qu e la naturaleza que las casas japonesas han perdi-
sobre el fondo de la topografía y el cielo . Su ca - n vestíbulo de varias plantas en forma d e do en el proceso de modernización.
pacidad para armonizar con la naturaleza par- lente no sólo habría alojado tiendas, oficinas ,
cialmente agrícola de la región deriva directa - ,staurantes y estacionamientos, sino que tara - En sus pequeñas casas patio, a menudo situa-
mente de su forma y su acabado analógicos: e s -len habría constituido un nuevo edificio de ca- das dentro de un denso tejido urbano, And o
decir, de los cálidos bloques de hormigón qu e ecera al tiempo que algunas de las funcione s emplea el hormigón de manera que se acentú e
334 Botta, casa en Riva San Vitale, 1972-1973 . componen la estructura y de las carcasas a -iginales se dejaban en la estación termina l la tensa homogeneidad de la superficie má s
modo de silos o graneros en las que se alojan , \intente . que el peso, ya que para él el hormigón es e l
unas carcasas que aluden a las construccione s No es casual que Tadao Ando -que es un o material más adecuado «para realizar superfi-
agrícolas tradicionales de las que proceden . e los arquitectos con más conciencia regiona- cies creadas por los rayos del sol . . . [en las que ]
Pese a este aprecio por una sensibilidad do- sta de Japón- esté afincado en Osaka y no e n los muros se hacen abstractos, quedan anula -
fico al tiempo que adapta métodos y enfoques méstica que es al mismo tiempo moderna y tra - ekio, y que sus escritos teóricos formulen má s dos y se aproximan al límite último del espacio .
procedentes del exterior . Formado oficialment e dicional, el aspecto más crítico de los logros d e aramente que los de ningún otro arquitect o Su carácter real se pierde, y sólo el espacio qu e
con Scarpa, Botta tuvo la suerte de trabajar , Botta se plasmó en sus proyectos públicos, e n e su generación un conjunto de preceptos qu e delimitan produce cierta sensación de existi r
aunque brevemente, tanto para Kahn com o particular en las dos propuestas de gran escal a -- aproximan a la idea del regionalismo crítico . verdaderamente» .
para Le Corbusier durante el corto periodo e n que diseñó en colaboración con Luigi Snozzi . Donde más patente queda esto es en la tensió n Aunque la importancia cardinal de la luz s e
que proyectaron edificios públicos para Vene- Las dos eran edificios 'viaducto' y como tale s r:ue percibe como algo dominante entre la mo- recalca en los escritos teóricos tanto de Kah n
cia . Claramente influido por estas dos figuras , estaban en deuda con el proyecto de Kahn par a ernización universal y la idiosincrasia de l a como de Le Corbusier, Ando considera que es a
Botta llegó a adoptar la metodología neorracio- el Palacio de Congresos de Venecia, de 1968, y ,Itura enraizada . Así, vemos que escribe en u n paradoja de que la limpidez espacial surja de l a
nalista italiana como algo propio, al tiempo qu e con los primeros croquis de Rossi para el Galla - articulo titulado 'De la arquitectura moderna au - luz es algo relacionado de manera peculiar co n
conservaba, gracias a Scarpa, una inusitada ca- ratese . El proyecto de Botta y Snozzi para e l ?encerrada hacia la universalidad' : el carácter japonés, y con ello deja explícito e l
pacidad para el enriquecimiento artesanal de l a centro administrativo de Perugia, de 1971, s e
amplio significado que atribuye al concepto d e
forma . Uno de los ejemplos más exóticos d e concibió como 'una ciudad dentro de otra ciu - :acido y criado en Japón, aquí realizo mi traba - una modernidad autoencerrada :
todo ello se dio en la aplicación del intonaco lu- .t arquitectónico . Y supongo que podría decirse
cido ('enlucido brillante') alrededor de la chime-
íe el método que he escogido es el de aplica r Los espacios de esta clase no se tienen e n
nea de una granja reformada en Ligrignano, d e vocabulario y las técnicas desarrolladas po r
1979 . cuenta en los asuntos utilitarios cotidianos y ra-
+ Movimiento Moderno abierto y universalista ras veces se dan a conocer . Sin embargo, so n
Otros dos rasgos de la obra de Botta puede n un ámbito cerrado de estilos de vida indivi- capaces de provocar el recuerdo de sus forma s
considerarse críticos : por un lado, su preocupa - rales y diferenciación regional . Pero me parece más recónditas y fomentar nuevos descubri-
ción constante por lo que llama 'construir el lu- ftcil tratar de expresar las sensibilidades, la s mientos . Este es el propósito de lo que llam o
gar' ; y por otro, su convicción de que la pérdid a stumbres, la conciencia estética, la cultura dis- 'arquitectura moderna cerrada' . Es probable
de la ciudad histórica sólo puede compensarse ctiva y las tradiciones sociales de una determi- que la arquitectura de esta clase se altere de -
con 'ciudades en miniatura' . Así, la escuela qu e ada raza por medio del vocabulario abierto e pendiendo de la región en la que eche raíces, y
construyó en Morbio Inferiore se interpret a Dternacionalísta del Movimiento Moderno . que crezca siguiendo varios caminos individua-
como un ámbito microurbano, como una com-
les y distintivos . No obstante, aunque cerrada,
pensación cultural por la pérdida evidente de l a ' or ' arquitectura moderna encerrada' Ando en - estoy convencido de que, como metodología,
vida cívica en Chiasso, la más próxima de la s t iende la creación literal de enclaves vallado s se abre en la dirección de la universalidad .
ciudades grandes de la zona . Botta tambié n -n virtud de los cuales el ser humano es capa z
evoca las referencias primarias a la cultura de l -le recobrar y conservar algunos vestigios de s u Lo que Ando tiene en mente es el desarrollo d e
paisaje del Ticino en el plano tipológico, com o nterior intimidad tanto con la naturaleza com o una arquitectura en la que el carácter táctil de l a
en la casa de Riva San Vitale, relacionada indi- - un la cultura . Y sobre ello escribe : obra trascienda la percepción inicial de su or-
rectamente con las tradicionales casas campes-
den geométrico . La precisión y la densidad d e
tres de verano en forma de torre (rocoli) qu e as la II Guerra Mundial, cuando Japón s e los detalles resultan cruciales para la cualidad
antaño abundaban en la región . anzó por el camino de un rápido crecimient o reveladora de sus formas bajo la luz . Así escri-
Aparte de estas referencias, las casas d e - c onómico, la escala de valores de la gent e bía sobre la casa Koshino, de 1981 :
Botta sirven como hitos en el paisaje, como in- -ambió. El viejo sistema familiar, fundamental-
dicadores de límites o fronteras . La casa de Li- a ente feudal, se derrumbó. Alteraciones socia - La luz cambia las expresiones con el tiempo .
gornetto, por ejemplo, establece la línea diviso- 335 Botta y Snozzi, proyecto para la reforma de l a es tales como la concentración de la informa - Creo que los materiales arquitectónicos no s e
ria donde acaba el pueblo y empieza el sistem a estación de Zúrich, 1978 . El edificio original de la asta' un y los puestos de trabajo en las ciudade s acaban en la madera y el hormigón, que tiene n
agrario : su abertura principal (un gran hueco ción (abajo) y el puente sobre las vías. -varon a la superpoblación de pueblos y al- formas tangibles, sino que van más allá, hast a
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logra la composición física de la arquite c
pero al mismo tiempo es el generador d e
imagen de la arquitectura .
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gas se teje dentro de la retícula regular de la es- cuencia necesaria de todo esto es una respu e
tructura portante de hormigón . ta adecuada a las condiciones climáticas. P 6 . La arquitectura mundial y la práctica reflexiv a
Como ocurre con las categorías, en gra n ello, el regionalismo crítico se opone a la te
parte solapadas, que se han usado en el capítu- dencia de la 'civilización universal' a optimi z
lo anterior, el regionalismo crítico no es tant o el uso del aire acondicionado, etcétera . Tie n
un estilo como una categoría crítica orientad a a tratar todos los huecos como delicadas zon a
hacia ciertos rasgos comunes, que pueden n o de transición con capacidad para responder
estar siempre presentes en los ejemplos aqu í las condiciones específicas impuestas por e l
mencionados . Esos rasgos -o, más bien, actitu- emplazamiento, el clima y la luz .
des- tal vez puedan resumirse mejor como sigue . 5. El regionalismo critico hace hincapié en l o
táctil tanto como en lo visual . Es consciente d e
1 . El regionalismo crítico ha de entenders e que el entorno se puede experimentar co n
como una práctica marginal, una práctica que , otros sentidos además de la vista . Es sensible a
aunque es crítica con la modernización, toda - percepciones complementarias tales como 1
vía se niega, sin embargo, a abandonar los as- niveles variables de iluminación, las sensac i
pectos emancipadores y progresistas del lega - nes ambientales de calor, frío, humedad y m
do arquitectónico moderno . Al mismo tiempo, vimiento del aire, los aromas y sonidos var i
la naturaleza fragmentaria y marginal del re- bles producidos por distintos materiales e
gionalismo critico sirve para distanciarlo tant o distintos volúmenes, e incluso las diversas sen-
de la optimización normativa como del utopis- saciones provocadas por los acabados del sue-
mo ingenuo del primer Movimiento Moderno. 3 idea de la práctica reflexiva es una alternati- entonces presentaba la arquitectura en los Esta -
lo, que hacen que el cuerpo experimente cam-
En contraste con la línea que lleva desd e bios involuntarios de postura, modo de andar , va a la epistemología tradicional de la práctica . dos Unidos, donde, pese a la tan cacaread a
Haussmann hasta Le Corbusier, es más parti- etcétera . En una época dominada por los me - Esta idea conduce . . . a nuevas concepciones de l destreza de sus profesionales consolidados e
dario de los proyectos pequeños que de lo s dios de comunicación, se opone a la tendenci a contrato entre el profesional y el cliente, la aso- incipientes -personalidades tan diferente s
grandes . a reemplazar la experiencia por la información . ciación de investigación y práctica, y los siste- como, digamos, Harry Wolf por un lado y Ste-
2. A este respecto, el regionalismo crítico s e 6. Aunque es contrario a la simulación senti- mas de aprendizaje de las instituciones profe- ven Holl por otro-, resulta dudoso que ningú n
manifiesta como una arquitectura consciente - mental de la tradición vernácula local, el regio- sionales . Ahora me gustaría indicar cóm o arquitecto norteamericano pueda mostrar u n
mente delimitada, una arquitectura que má s nalismo crítico insertará, en ciertos casos, ele- podría llevarnos también a pensar de un mod o conjunto de obras de los años ochenta que pue -
que hacer hincapié en el edificio como objet o mentos vernáculos reinterpretados como epi- distinto sobre el papel de los profesionales e n da compararse en cuanto a relevancia socia l
aislado, pone el acento en el territorio que h a sodios disyuntivos dentro de la totalidad . Má s a política pública y sobre su lugar en la socie- con las realizaciones coetáneas de algunos des -
de establecer la construcción levantada en e l aún, ocasionalmente extraerá tales elemento s dad en general . La idea de la práctica reflexiva tacados arquitectos indios : estoy pensando con -
emplazamiento . Esta 'forma del lugar' signific a de fuentes foráneas . En otras palabras, se esfor - conduce -en un sentido similar a la crítica radi- cretamente en Balkrishna Doshi, con el plan ur -
que el arquitecto debe reconocer la frontera físi- zará por cultivar una cultura contemporánea cal y, al mismo tiempo, diferente de ella- a un a
ca de su trabajo como una especie de límit e orientada al lugar, sin llegar a hacerla excesiva - desmitificación de la pericia profesional. Nos
temporal, punto en el cual se detiene el acto d e mente hermética, ni en el plano de las referen- ++eva a reconocer que, tanto para el profesiona l
construir . cias formales ni en el de la tecnología . A este como para el contraprofesional, los conoci-
3. El regionalismo crítico es partidario de l a respecto, tiende hacia la paradójica creación d e mientos especiales están insertos en marcos d e
realización de la arquitectura como un hech o una 'cultura mundial' de base regional, cas i evaluación que llevan el sello de los valores y
tectónico más que como la reducción del entor- 3s intereses humanos. También nos lleva a re-
como si esto fuera una condición previa par a
no construido a una serie de episodios esceno- alcanzar una forma relevante de la práctica con - onocer que el alcance de la pericia técnica est á
gráficos variopintos . temporánea . imitado por situaciones de incertidumbre, d e
4. Puede afirmarse que el regionalismo críti- 7. El regionalismo crítico suele florecer e n nestabilidad, de singularidad y de conflicto .
co es regional en la medida en que resalta inva- estos intersticios culturales que de un modo u Cuando las teorías y las técnicas basadas en la
riablemente ciertos factores específicos del lu- otro son capaces de escapar del empuje optim i- +nvestigacián son inaplicables, el profesional n o
gar, factores que abarcan desde la topografí a p uede alegar legítimamente ser un experto ,
zador de la civilización universal . Su aparició n
-considerada como una matriz tridimensiona l indica que esa noción heredada consistente e n sino tan sólo estar especialmente bien prepara -
en la que se encaja la construcción- hasta e l un centro cultural dominante rodeado por saté- do para reflexionar y entrar en acción .
juego variable de la luz local a través del edifi- lites dependientes y dominados es en últim a
cio . La luz se entiende invariablemente como e l instancia un modelo inadecuado con el que va- Donald A . Schó n
factor primordial gracias al cual se revelan e l lorar el estado actual de la arquitectura m o- The Reflective Practitioner, 1983
volumen y el valor tectónico de la obra . Conse - derna .