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Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales

Semestre III 2022

Informe escrito sobre el debate del Frente Nacional

Clase: Sistema Político Colombiano

Estudiantes: Angélica María Gaviria Jaramillo, Maria Fernanda Torres, Karolina Villero,
María José Carranza

Actor político: General Rojas Pinilla

Teniendo en cuenta el debate planteado en clase, en el siguiente documento se realizará un


breve informe, en donde se sintetizara parte de las ideas planteadas en dicho evento,
específicamente hablando acerca de las posturas, posiciones e intereses del general Rojas
Pinilla antes, durante y después del Frente Nacional. Así pues, para dar inicio a dicho
informe, haremos una breve contextualización histórica empezando desde julio de 1956 hasta
agosto de 1958. En segunda instancia, se hablará acerca de los sectores y líderes políticos a
los que pertenecía el general, para así dejar claro sus intereses y posición con respecto al
pacto. Luego de esto, explicaremos por qué defiende dicha posición y las razones de su
exilio.

El General Rojas Pinilla nació en Tunja en el año 1900. Inició su formación militar como
cadete en la Escuela Militar de Bogotá, espacio donde alcanzó el título de ingeniero civil. En
su formación militar tuvo a su cargo la fábrica de municiones del ejército y fue comandante
de los grupos de artillería de La Popa y Palacé. Asimismo, fue subdirector de la Escuela de
Guerra y director de la Aeronáutica Civil. Rojas Pinilla también fue comandante de las
Brigadas Primera y Tercera, donde vivió el bogotazo, manteniendo bajo control las revueltas
populares en Cali, lo que le dio un fuerte impulso a su carrera en la esfera política, ya que es a
partir de este suceso que el entonces presidente Mariano Ospina lo elige para desempeñarse
como ministro de Correos y Telégrafos, esto en una época decisiva para el desarrollo de las
comunicaciones en Colombia (Valencia, 2014).

Posteriormente, el General Rojas Pinilla es nombrado como Comandante General del


Ejército, donde se caracterizó por la toma de decisiones radicales tales como el cierre del
Congreso y la declaración del Estado de Sitio, además de eliminar las diversas garantías que
para entonces protegían a la oposición (Valencia, 2014). En este sentido, Rojas Pinilla sube a
la presidencia de Colombia el 13 de junio de 1953, esto como consecuencia de los altos
índices de violencia que se presentaron con el asesinato de Gaitán, fenomeno de violencia
que se agudizó con la aparición de las guerrillas liberales y comunistas (Valencia, 2014). Su
llegada al poder fue legitimada por el Acto Legislativo No. 1 del 18 de junio de 1953, cargo
en el que desempeñó hasta el 7 de agosto de 1954.

Durante su periodo presidencial, Rojas Pinilla se caracterizó por mostrarse ante la opinión
pública “como un un líder carismático que encarna a un héroe que salvará a la patria”
(Valencia, 2014). Esto, mencionando en múltiples de sus alocuciones que el fin en sí mismo
de la construcción de una república es la misericordia y el sacrificio (Valencia, 2014). Rojas
Pinilla logró mantener la bonanza económica, y bajar la violencia bipartidista. Adicional a
esto, el General pone en práctica muchas de las políticas públicas de Perón, favoreció
determinados sectores, y ejecutando obras públicas inmensas para favorecer a la mayoría de
la población. Luego, aparecieron los excesos, tales como la corrupción, actos de represión
1954 específicamente a medios liberales, o que simplemente criticaban sus prácticas de
gobierno, y finalmente el regreso de la violencia.

Cuando liberales y conservadores inician las conversaciones acerca de un pacto nacional


entre los partidos tradicionales del país, Rojas Pinilla no es llamado a participar en tales
acuerdos, puesto que los partidos se unieron para así quitarle el poder. Un claro ejemplo de
esto es la traición de Mariano Ospina hacia el general, puesto que ambos habían acordado que
este fuera el sucesor del general luego de acabar su período presidencial. Sin embargo,
cuando Ospina nota las intenciones de mantener el poder de Rojas, este lo traiciona y acaba
pactando junto con su hermano conservador, Laureano Gómez, y el partido liberal.

Mientras el pacto se ejecutaba y cada vez se hacía más real y plausible, Rojas siempre
arremetió en contra, diciendo que este solamente iba a dejar excluidos a otros partidos y
sectores políticos que querían participar en la política del país, y es por esto que se une con
varios sectores marginados para lograr su cometido. El general crea entonces una tercera
fuerza con el fin de hacerle contrapeso a los ya establecidos acuerdos, en donde se le decía a
los votantes que, o votarán en blanco, o no salieran a votar. Finalmente, cuando la votación
del plebiscito toma lugar, ya es más que clara la derrota de Rojas. Este renuncia a su cargo
como presidente, y decide dejar el país para no generar más choques y controversias.
Volvería casi cuatro años después, siendo candidato presidencial del partido político de la
ANAPO, en donde quedó en cuarto lugar. Y finalmente, en las elecciones de 1970 se
disputaba el puesto de presidente con Misael Pastrana, pero le serían arrebatadas las
elecciones y, finalmente, moriría en 1975.

Sectores y líderes políticos al que apoyo Rojas Pinilla:

El general Rojas Pinilla en un inicio se vio apoyado tanto por los liberales como los
conservadores, sin embargo, el apoyo de estos sectores fue disminuyendo debido a los
intereses particulares por el poder de estos grupos. Es por esto que el general Rojas Pinilla,
siendo el presidente del país para ese entonces, representaba la oposición hacia el frente
nacional, puesto que no estaba de acuerdo en que Liberales y Conservadores le quitaran el
poder luego de sus 4 años de gobierno. Adicional a él, también lo apoyaba la ANAPO, la
tercera fuerza creada por él mismo, y sectores marginados que no se sentían representados
por los partidos tradicionales.

Intereses y posiciones que defendía:

En primera instancia, representaba sus propios intereses de mantener el poder, y también


demás militares y personas que no se sentían representadas durante el bipartidismo. En
segunda instancia, representaba los intereses de la ANAPO, la cual se trataba en sus
comienzos de una alianza de militares y civiles de mayoría conservadora que combinaría
métodos cívicos y militares para llegar al poder. La Anapo -como terminó llamándose el
nuevo movimiento- parecía surgir de las ruinas de los fracasos políticos del General, de sus
múltiples experiencias, de su peculiar escuela política. En su desempeño como gobernante
mantuvo identidad con corrientes disidentes e incongruentes de los partidos, con los
socialistas (no marxistas), con el pensamiento cristiano laico y con amplios sectores de la
opinión nacional que no tenían representación en los discursos oficiales de los partidos.

Su posición anticomunista durante su gobierno es algo que se debe recalcar, puesto que este
transcurría en pleno inicio de la Guerra fría, factor que influyó en gran manera la posición en
contra del comunismo impulsada por la alianza hemisférica contra el comunismo
internacional con el tratado de asistencia recíproca (TIAR) y con la conferencia
panamericana direccionadas para unir fuerzas en contra de esta propagación comunista, de la
cual hacia parte Colombia.

Es así , como Mario, Sierra indica que estas medidas fueron determinantes para que Rojas
tomara acciones locales en contra del comunismo y pidiera a la ANAC pasar el proyecto de
ley al congreso para la prohibición de esta ideología y partido político en la región. ( Mario,
Sierra, 2020, P. 7).

Por lo tanto, dentro de la postura frente al congreso Rojas Pinilla y la ANAC, impusieron su
postura en la ponencia sobre el partido comunista y expresaron que “ el comunismo era una
amenaza contra la libertad y la democracia, pues ningún país de la América libre puede
permanecer ajeno a estas organizaciones internacionales, de explosivo peligro interno, ya que
la soberanía de las naciones, el orden público interno y la intangibilidad de las instituciones
nacionales y tradicionales, “ y también añadieron que “ la reforma buscaba combatir a los
partidos internacionales “que actualmente ponen en peligro la estabilidad interna de los países
y atentan contra la soberanía internacional”, pues nadie ignoraba “que el comunismo es un
partido internacional, que por su afán ecuménico de proselitismo rebasó las propias fronteras
de su experimento esclavista, y pretende, con sus programas de expansión, sojuzgar la
conciencia política de los pueblos libres, a fin de cumplir sus planes económicos de
imperialismo mundial”, ( Anales de la Asamblea Nacional constituyente, 1954, p.68)
Anales de la Asamblea Nacional Constituyente, “Exposición de motivos del proyecto de Acto legislativo “por el cual se dictan medidas sobre el comunismo y

demás partidos internacionales”. Bogotá, martes 17 de agosto de 1954. P. 68.


Para finalizar, cabe aclarar que Rojas Pinilla quería seguir en el poder para poder restablecer
el orden y la justicia en el país, el cual estaba pasando por un momento fuerte de violencia.

Posición que tuvo frente a las negociaciones y acuerdos que condujeron al Pacto del
Frente Nacional:

La posición del general fue siempre clara, puesto que estuvo en contra del Frente Nacional y
en contra del bipartidismo que desde siempre monopolizó el poder en el país. El general
consideraba al bipartidismo como un mal sangriento que patrocinó la violencia desbordada en
el país.

Rojas Pinilla estaba en contra del Frente Nacional “que cuestionaba su presencia en el poder,
aceleraba el agotamiento y crisis de su gobierno” (Andres Dávila, 2002, Pp.49), debido a que
como lo relata Dávila (Pp.50) este pacto fue ideado por los bipartidistas (Liberales y facción
Laureanista) para desplazar al general del gobierno y evitar que este se mantuviera por medio
de un segundo periodo, el acuerdo denominado el Pacto de Marzo en 1957, proponía un
programa mínimo contra la reelección de Rojas, y se compromete a repartir el poder entre los
dos partidos. Es por esto que Rojas Pinilla usó varios mecanismos, entre estos el discurso, en
un intento de evitar la aprobación del pacto.

La práctica política de Rojas en el poder, que se condensa sobre todo en los símbolos
movilizados en torno a las actividades de la Tercera Fuerza, ayudaron al afianzamiento y
desarrollo del proceso integrador de pluralidades políticas que terminaron identificándose en
el proyecto de oposición al Frente Nacional. Rojas se mantuvo firme en su posición anti
Frente Nacional, incluso cuando se vio obligado a abandonar el país y sus aspiraciones de un
segundo periodo, es posible afirmar que aun después que el general se fuera del País la
Tercera Fuerza siguió representando sus posiciones como opositor al Pacto bipartidista.

Por lo tanto, en esta fuerza, que tiempo después se consolará como el ANAC , se pueden
identificar el electorado más desapegado de las identidades partidistas tradicionales y más
receptivo a nuevas propuestas partidistas, Este nuevo segmento se habría movilizado en
apoyo de la Anapo, especialmente en las elecciones de 1968 y 1970 (Hartlyn, 1993) y con su
posición anti frente nacional que caló en gran parte de la población lo llevó a que algunos
políticos accedieron a mantenerse en el congreso o a la renovación y alta circulación del
Congreso con nuevos personajes sin trayectoria ni electorados cautivos, ni medios par
financiar dentro de la pretensión de consolidar una democracia con la apertura a la
participación.

Posición frente al mecanismo escogido para legitimar el proceso (plebiscito) y frente a la


puesta en marcha del Frente Nacional:
Como lo relata Andrés Dávila, luego de debates internos, de la divulgación del propósito de
los partidos de desplazar a Rojas del gobierno, y de las acciones de este por mantenerse, se
firmaría el segundo acuerdo denominado Pacto de Marzo en 1957, en el que se proponía un
programa mínimo contra la reelección de Rojas, se comprometía a crear un gobierno civil en
nombre de los dos partidos y se aceptaba la candidatura conservadora apoyada por los dos
partidos como fórmula para el retorno de los civiles al poder. Este acuerdo fue claramente
pactado sin el conocimiento de Rojas, puesto que era la jugada que tanto Liberales como
Conservadores lo querían fuera del poder.

En el momento del plebiscito y en todo el periodo del frente nacional la ANAPO fue un actor
importante de oposición y amenaza frente a los líderes tradicionales ya que no solo accedió al
congreso desplazando a políticos liberales y conservadores , sino que según Javier Duque,
“ la ANAPO movilizó amplios sectores de la población en contra del condominio bipartidista
y en cada elección fue ampliando el número de sus congresistas mientras la figura del general
ganaba en dimensión y se construía como alternativa capaz de disputarle la presidencia al
candidato oficial “. ( Javier Duque Daz, 2019).

Bibliografía:

● Dávila, Andrés, Democracia Pactada: el Frente Nacional y el Proceso Constituyente


de 1991, Bogotá, Alfaomega-Ceso y Departamento de Ciencia Política/Uniandes-Ifea,
2002.
● Vásquez Carrizosa, Alfredo, Historia Crítica del Frente Nacional, Bogotá, Ediciones
Foro Nacional por Colombia, 1992.
● Daza. J. (2019) El Frente Nacional revisitado: el cambio institucional en Colombia y
sus efectos no previstos. Universidad Autónoma de Bucaramanga
● Sarria. M,( 2019)*El derecho contra el comunismo en Colombia, 1920-195, Universidad Icesi.
● Valencia, (2014). Gustavo Rojas Pinilla: Dictadura o presidencia: la hegemonía conservadora
en contra de la lucha popular. Ágora U.S.B. vol 14. No 2

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