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El baile rojo

Veintidós años después de su nacimiento como partido político legal, la


Unión Patriótica hoy no tiene personería jurídica. Circunstancia que no
parece especial, si se tiene en cuenta que a muchos partidos les sucedió lo
mismo por no alcanzar la votación mínima requerida por las leyes
electorales. Sin embargo, el caso de la UP tiene una particularidad que lo
hace excepcional. Y es que se quedó sin votos porque se quedó sin líderes
políticos. A todos los mataron.
Los mataron poco a poco, como si se tratara de una misión de largo aliento
que pareciera no acabar nunca. Empezó el 30 de agosto de 1986, cuando cayó
asesinado en Barrancabermeja, el representante a la Cámara Leonardo Posada,
y aún no ha terminado. En los últimos cuatro años, mataron a 140
sobrevivientes y 38 más desaparecieron.
Yesid Campos, un documentalista colombiano, resumió en 54 minutos esta
tragedia en un documental titulado: El Baile Rojo: Memoria de los
Silenciados, que será presentado por el Canal Caracol el sábado 18 de
agosto. El relato ha tenido gran impacto en los públicos de Europa, Estados
Unidos, Canadá y otros países de América Latina, pero nunca había sido
llevado al aire en Colombia. Según los realizadores, el título corresponde
al primer nombre que tuvo la operación encubierta que se puso en marcha para
acabar con las vidas de los militantes de este partido político.
Por este caso, el Estado colombiano está ante la que podría ser la mayor
condena de la que se tenga noticia en los tribunales internacionales del
sistema interamericano de justicia. A pesar del reconocimiento político que
se ha hecho del genocidio, de la magnitud del caso y del paso del tiempo, la
justicia nacional no ha podido llevar a buen término más de una decena de
investigaciones, que tienen en la cárcel escasamente a cinco personas.
Algunos paramilitares y miembros de las Fuerzas Armadas.
El sino trágico que se posó sobre este partido político de izquierda empezó
en 1985, cuando como resultado de los acuerdos de paz firmados entre el
Estado y las Farc, nació como el escenario democrático que recibiría a los
desmovilizados de las Frac en su tránsito a la paz. En esa época, la
política era el camino más optimista para la reinserción de la guerrilla a
la vida civil. Y fue tal el entusiasmo que generó en el país, que en las
primeras elecciones en las que la UP participó, el 9 de marzo de 1986,
obtuvo cinco curules en el Senado, nueve en la Cámara de Representantes, 14
diputados, 23 alcaldes y 352 concejales.
Muy pronto, con el inicio de los asesinatos, las Frac se retiraron de la UP
y volvieron al monte. Llegó al final la tregua pactada con el gobierno y la
guerra continuó. Quedaron muchos viejos y jóvenes comunistas que siguieron
en la política legal en un partido que les brindaba un espacio que no
tuvieron antes. Pero llegó el exterminio. Hoy la Fundación Reiniciar, que
reúne a las víctimas de la UP, tiene en sus registros 5.400 nombres de
víctimas de violaciones a sus derechos, entre ellas 2.800 asesinados.
El 27 de febrero de 2006, el gobierno y las víctimas rompieron el escenario
de 'solución amistosa' en la que estuvieron empeñados por nueve años y en la
que intentaban lograr un arreglo que evitara llegar a una instancia
superior, como es la Corte Interamericana, donde se podría dar una condena
sin precedentes al Estado colombiano. En marzo pasado las víctimas
presentaron los alegatos de fondo y se espera que, en octubre, el gobierno
presente su parte.

EL silencio de los fusiles.


¿Qué existe al otro lado de la guerra? Después de medio siglo de lucha
armada, tres procesos de paz fallidos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias
de Colombia, la guerrilla más antigua del mundo, entabló un diálogo con el
Estado Colombiano, prometió acallar las armas y emprender una transición a
la vida política. En este proceso que tardó más de 6 años, algunos de los
8000 hombres, mujeres y niños que, empuñando las armas, sobrevivieron en las
selvas, enfrentaron con incertidumbre, el fin de una batalla. Otros
guerrilleros, defendieron sus argumentos revolucionarios en La Habana, Cuba,
en un proceso de paz que despertó sentimientos encontrados en la opinión
pública colombiana, que al final, termino dividida y polarizada.

Narrado desde la mirada independiente, incisiva y crítica de la directora,


este es el seguimiento íntimo, a algunos de los estrategas políticos y
militares las FARC, así como a los voceros de la delegación del gobierno. La
confrontación permanente a los unos y a los otros sobre sus discursos, sus
promesas, sus aciertos y desaciertos permiten entender el reto que implica
construir confianza con enemigos de siempre, para establecer un lenguaje
común y convencer a la opinión pública nacional e internacional que enemigos
históricos, están listos para batallar juntos, desde una misma orilla, la
batalla más difícil, la definitiva: La batalla por reconciliación y la paz.
Este es el relato íntimo de una historia que cambió la historia.

No hubo tiempo para la tristeza.

El documental No hubo tiempo para la tristeza cuenta por qué Colombia ha


sido escenario de un conflicto armado durante más de 50 años y cómo los
ciudadanos han sobrevivido a este largo periodo de violencia.
El relato refiere los hallazgos del Informe Basta ya Colombia. Memorias de
guerra y dignidad elaborado por el Centro Nacional de Memoria Histórica.
También presenta a hombres y mujeres que desde La Chorrera, Bojayá, San
Carlos, las orillas del río Carare, Valle Encantado y Medellín dicen que
Colombia no puede permitir que la atrocidad de la que ellos fueron testigos
se repita.
La negociación
La larga búsqueda de la paz en un país que por más de 50 años ha conocido la
guerra, es lo que muestra el documental ‘La negociación’. Una historia
tejida con entrevistas e imágenes originales del proceso de paz, entre el
gobierno y las Farc.
Lugares como La Habana, Bogotá y enclaves guerrilleros, fueron escenarios en
los que por más de 5 años se grabaron los capítulos de este documental bajo
la dirección de Margarita Martínez Escallón.
El documental muestra las largas negociaciones del acuerdo de paz entre el
Gobierno y las Farc, lo momentos de crisis, tensiones y las muchas cosas que
estuvieron en juego y que nunca se hicieron públicas. Además del periodo en
el que los integrantes de las Farc ingresaron a la vida civil y su
participación en la política.

Los rostros de la memoria


Este proyecto audiovisual visibiliza algunas de las iniciativas de memoria
desarrolladas por comunidades y organizaciones de víctimas en todo el país y
profundiza en 4 de esas iniciativas que tiene larga trayectoria: El
Graffitour de la Comuna 13 en Medellín, Los cantos de alabaos en Pogue en
Bojayá, el Parque Monumento en Trujillo Valle del Cauca y El Salón del Nunca
Más en Granada Antioquia.

Inicio del conflicto armado en Colombia


El conflicto armado en Colombia, nace a partir de la organización de un
grupo de campesinos de procedencia Liberal entre 1957 y 1964, los cuales
tras el acuerdo entre liberales y conservadores en 1957 para alternar su
representación en el poder manifiestan su desacuerdo a la amnistía y
comienzan sus protestas organizadas reclamando al Estado Colombiano una
reforma agraria, protestas que cada vez se organizaban mejor y ocupaban
territorios en diferentes ciudades del País.
Tras la organización y continuidad en desacuerdos y protestas de campesinos
liberales, se presentan e influyen ideas comunista; posteriormente dichos
grupos organizados se denominan “Repúblicas independientes”, lideradas por
el Ex Comandante Guerrillero Manuel Marulanda Alias “Tiro Fijo”, cobrando
mayor protagonismo en 1964 son intervenidas militarmente por el Gobierno.
Tras la desarticulación y los ataques por las fuerzas militares Colombianas
a los participantes de las ya denominadas “Repúblicas Independientes”, no
logra acabar los grupos en su totalidad por el contrario para mayo de 1964
alrededor de 50 ex participantes, nuevamente asumen el liderazgo y se
organizan ya como un grupo armado opositor haciéndose llamar Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia -FARC-, el cual en sus inicios es conocido como
un grupo guerrillero de reivindicación de la lucha radical agraria.
Con reconocimiento en el País como un grupo armado de oposición, las FARC
repercuten drásticamente en el funcionamiento del régimen y sistema político
de Colombia en cuanto a la economía, la política, las inversiones y
principalmente en el ámbito social y orden público de todo el territorio
Colombiano.
La Consolidación de Las FARC como grupo armado ilegal da pie a la aparición
de nuevos grupos armados ilegales que se forman a partir de desacuerdos
frente a algún proceso de orden nacional, donde se destacan grupos como el
Ejército de Liberación Nacional ELN en 1964, grupo armado que en la
actualidad está presente en el país y con el que el Gobierno del Presidente
Juan Manuel Santos ha iniciado diálogos
Otros grupos armados reconocidos y que lograron consolidarse son: El M-19
(Movimiento 19 de Abril) el cual nace a raíz de un supuesto fraude en las
elecciones presidenciales de abril de 1970, otros grupos paramilitares
opositores a las guerrillas y grupos insurgentes unos de mayor
reconocimiento como las Autodefensas Unidas de Colombia –AUC-, grupo que se
desmoviliza en el Gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
Otro factor influyente en el conflicto es el narcotráfico, que en medio de
la problemática entre el Gobierno y los diferentes grupos armados, logra
escudarse y no generar alarma mientras toma gran auge de tal manera que
posteriormente se convierte en aliado y financiador de diferentes grupos
armados.
Con el incremento del narcotráfico, los grupos armados guerrilleros y los
grupos paramilitares, Colombia se ve envuelta en una larga crisis en materia
de seguridad y bienestar social, pues a raíz de ello se genera mucha
delincuencia común en todas las ciudades y regiones del país, con las tomas
guerrilleras a retenes y bases militares y de policía, mucha población civil
es víctima de desapariciones, balas perdidas, minas anti persona,
reclutamientos desplazamiento de sus casas y tierras entre muchos otros
acontecimientos lamentables propios de una guerra interna.
Por otra parte y debido a la persecución ilegal y guerras entre grupos
paramilitares y guerrillas de las FARC y ELN en las décadas de los 90 y 2000
se agudiza otro gran número de víctimas civiles que debido a ajustes de
cuentas, supuestas colaboraciones a uno u otro grupo armado, nexos con el
narcotráfico, familiares participantes o simpatizantes de algún grupo en fin
cualquier excusa se convertiría en blancos del conflicto a muchos
campesinos, niños, mujeres, adultos mayores en fin presentándose masacres,
violación a los derechos humanos desde todo punto de vista, temor,
inseguridad y violencia por doquier.
Las ciudades tampoco fueron ajenas a las consecuencias del conflicto armado
del país, aunque con más bajo impacto que las poblaciones y regiones más
olvidadas y alejadas del estado solo por nombrar algunos municipios del
Cauca, Putumayo, Nariño y Santander entre muchas otras en ciudades como
Bogotá, Medellín Cali, etc. Se presentaba el impacto de la violencia
representado en ataques a centros comerciales, inseguridad y delincuencia en
las calles, reclutamientos, destrucción de oleoductos, secuestros a
Empresarios, políticos o inversionistas entre tantos otros.
Siendo indeterminados los asesinatos, los desplazamientos y las víctimas que
ha dejado el conflicto armado en Colombia, también el país se ha visto
afectado en su economía al reducir notoriamente las inversiones extranjeras,
de igual manera sectores como la Salud, La educación, la Infraestructura
entre otros se han visto afectados directa e indirectamente a raíz de este
flagelo que padece Colombia a lo largo de más de 50 años.
Hoy en día a pesar de que aún está presente el grupo armado ELN con el cual
hay un esperanzador y expectante proceso de acuerdo de paz y también el
aumento del narcotráfico, debido al acuerdo final de paz logrado con Las
FARC, hay mucha convicción de que el país Colombiano iniciara una nueva
historia que seguramente será el lado opuesto a lo vivido dentro de un largo
periodo de conflicto y por el contrario se enmarcará en las inversiones, en
el fortalecimiento de la economía la política y el entorno social, con una
buena educación salud y oportunidades, que surgirán problemas y desacuerdos
pero nada comparado con un devastador conflicto de más de 50 años continuos.

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