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Vacío ético en Colombia

por: Maria Camila Alvarez

Como colombianos hemos crecido observando cientos de injusticias,


desigualdad social, violencia, corrupción e inseguridad; este problema ciertamente
no es un tema nuevo en el país sin embargo nos preguntamos ¿De dónde
provienen estos problemas? Para entender la raíz de la cuestión es importante
entender el papel que juega la ética. La ética desde el punto de vista aristotélico, es
el saber que busca esclarecer la vida buena, con el fin de alcanzar la felicidad
comunitaria e individual. Ahora bien para dar solución a las dificultades
contemporáneas en especial a los problemas que afectan diariamente a los
colombianos, Cortina expone que la pregunta ética sería ¿qué valores morales
deben regir nuestra vida para que sea posible una convivencia en paz, justa y en
libertad? visto desde esta perspectivas nos damos cuenta que desde hace mucho
en Colombia los valores morales que garantizan una sociedad equitativa y en paz
están perdidos, pues aunque en muchas ocasiones decimos que es necesario
fomentar la ética y buenos valores, incluso desde la niñez en los colegios se dicta la
materia ética, la situación actual refleja que no se cumple lo que de dientes para
afuera se dice, pues somos la consecuencia de nuestros actos.

A nivel histórico, en Colombia no es sorprendente leer o escuchar noticias


sobre asesinatos de líderes políticos, estafas, robos por parte de los gobernantes,
secuestros, impunidad, violencia como solución a conflictos personales, son
múltiples las atrocidades cometidas diariamente no obstante nadie se escandaliza al
enterarse, pues la sociedad está acostumbrada a vivir o más bien sobrevivir en
medio de esta crisis permanente. Es curioso que a pesar de que en el país se vive
en constante inestabilidad social, existe un periodo específico llamado “la violencia
en Colombia” este periodo va desde el año 1946 a 1965, en donde hubo
aproximadamente 180.000 muertes producto de los enfrentamientos armados de
grupos, atacando sobre todo al régimen elitista, es un periodo de polarización
política, con la muerte de Jorge Eliecer Gaitan se produce el bogotazo, una hecho
sanguinario que cobró cientos de vidas, los campesinos de zonas rurales como los
llanos orientales y el eje cafetero optaron por tomar las armas para luchar por sus
ideales y expresar su descontento con el partido opuesto. Tal como lo exponen
Perea y Restrepo (1996 y 1997) “ históricamente se ha confundido el campo de la
política con el de la guerra, el de las leyes con el de la sangre, atizando la venganza
como espíritu que aletea sobre el espacio público y el privado” estas comunidades
normalizaron la tomas de armas para hacer escuchar su voz, el pensamiento de
combatir fuego con fuego, aquí se evidencia el vacío ético en el que vivimos pues
convertimos hechos atroces e inaceptables, en actores de nuestra cotidianidad.

Posterior a este periodo se da el frente nacional el cual planteaba como


objetivo terminar las luchas bipartidistas, imponiendo periodos de mandato
obligatorios de cada partido (liberal y conservador), esta medida si bien pretende dar
solución al conflicto, excluye por completo a las minorías, lo que hace imposible la
participación de nuevos partidos políticos; de nuevo el ciclo de violencia se repite ya
que se crearon grupos guerrilleros armados con fuertes corrientes de izquierda,
poco después las personas expuestas al peligro de las guerillas y grupos de
vandalismo optan por tomar justicia por mano propia y se crean grupos autodefensa,
junto con los narcotraficantes otro problema que llevó consigo centenares de
víctimas, aquí Colombia se enfrenta a uno de los periodos más oscuros de la
historia, el terror dominaba las calles, muchos jóvenes eran reclutados en los barrios
más vulnerables para hacer parte del negocio del narcotraficante tristemente ellos
veían en esta industria tan lucrativa y efímera una posibilidad de crecimiento
personal, una salida de la pobreza. Así mismo los habitantes de pueblos y ciudades
perdían la esperanza de que el país mejorará, los candidatos prometedores eran
asesinados, para la mayoria lograr un cambio mediante las elecciones no es una
opción viable , según Remolina una de las manifestaciones del vacío ético es la
exaltación de principios engañosos como ¡seguridad nacional! o aceptación de
principios tales como el fin justifica los medios. Dado que el pueblo colombiano se
ha visto envuelto en tantas masacres y guerras civiles, los ciudadanos han perdido
la sensibilidad hacia la vida, esta perdida de la sensibilidad hacia los derechos
humanos provoca una reacción en cadena, cada vez el vacío se va haciendo más
grande, si tomamos el ejemplo del conflicto armado con las FARC EP que duró más
de 60 años, nos damos cuenta como las víctimas que sufrieron delitos de lesa
humanidad ya sea por parte del gobierno o de la guerilla, han desencadenado
múltiples delitos en busca de venganza. Los valores morales están perdidos, incluso
en el periodo post-conflicto aunque el panorama es más alentador aún hay mucho
por recorrer, la corrupción es uno de los principales tópicos en la sociedad, las
desigualdades sociales y actividades delictivas como sustento de la economía,
Salas (2000) lo denomina como “éticas guerreras” de los excluidos se caracteriza
por la temporalidad efímera de sus vidas, las heridas físicas de combate adquiridas
las cuales presumen como tatuajes heroicos, son estos pensamientos los que no
dejan que progresemos, el egoísmo es el valor predominante en la colectividad,
gracias a las experiencias vividas y los altos índices de impunidad para una persona
o familia mantiene una ideología individualista con el fin de velar por el “bien” de los
suyos aunque esto implique vulnerar los derechos del prójimo o perjudicar el bien
común, asimismo existe una falta de responsabilidad, vivimos criticando a los
gobernantes como suelen prometer y afirman que no aceptaran “mermelada”,
aseguran ser el cambio que el país necesita, sin embargo en el momento que llegan
al poder todas sus propuestas quedan en el aire, aún peor aquellos actos que
juraron sentenciar son descaradamente cometidos, irónicamente los ciudadanos se
conforman y excusan bajo la frase “mientras haga el mínimo esfuerzo no importa
que se robe mucho dinero” este pensamiento quita la exigencia que deberíamos
imponer en nuestros gobernantes, más aún nos exoneramos de la
responsabilidades electorales expresando que todos los políticos son iguales y que
no vale la pena cumplir con los deberes cívicos con el argumento que un voto no va
a cambiar el futuro del país, pero que pasa si 40 millones de habitantes piensan de
la misma forma, este discurso de nos ha dictado anteriormente y no es cuestión de
ignorancia nuestra negligencia, es en cambio cuestión de falta de voluntad.

En conclusión, el vacío ético en Colombia tiene una larga historia llena de


guerras por poder, resentimientos, falta de sensibilidad, miedo y conformismo. Con
el paso del tiempo la brecha y la pérdida de los valores se ha convertido en un
problema de mayor magnitud, creando un fenómeno de bola de nieve en el cual
cada vez actos imperdonables son aceptados por la sociedad colombiana, este
desnaturalización del ser humano es provocada por la pérdida de uno o varios
valores en el sistema ético por lo cual un cambio estructural es preciso. Considero
que para salir de dicho vacío todos debemos hacer un gran esfuerzo, porque en un
principio aplicar las posiciones morales puede que no sea fructífero en el corto
plazo, Remolina propone que la ética civil es la solución al vacío, esta ética consiste
en vernos como un colectivo, ser conscientes y sensibles al contexto social, a las
heridas que un tienen que sanar. Respondiendo a la pregunta que se planteaba al
inicio de este escrito, en la que interrogaban los valores vitales para formar una
sociedad pacífica, justa y libre, Remolina plantea que el nuevo sistema debe ser
inclusivo, dejando de lado diferencias ideológicas, religiosas y políticas pues la
sociedad debe estar orientada hacia la democracia, el pluralismo y la secularización.
Creo que debemos pensar en el bien común, y antes de tomar cualquier elección
por pequeña que sea, reflexionar acerca de lo mejor para la comunidad, Dejar en el
pasado lo errores y conflictos,e infundir en los niños y los jóvenes la práctica de los
valores que promueven la democracia e igualdad. Yo como ciudadana puedo
empezar en poner el ejemplo, en dialogar abiertamente sobre los cambios de
pensamiento que debemos adoptar, corregir a personas de mi comunidad que
irrespetan el sistema ético y proponer ideas para solucionar conflictos de forma
pacífica.
Referencias

Cortina, A., Orts, A. C., & Navarro, E. M. (1996). Ética (Vol. 4). Ediciones Akal.

Remolina, G,SJ. Vacío ético en la sociedad colombiana

de Hincapié, M. T. U. (1992). De la ética en los tiempos modernos o del retorno a las


virtudes públicas. Estudios políticos, (02), 7-25.

Ochoa Gautier, Ana María (2004). Sobre el estado de excepción como cotidianidad:
cultura y violencia en Colombia . CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias
Sociales. Extraído
de:http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/clacso/gt/20100918084454/2ochoa.pdf

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