Está en la página 1de 13

U.E.G.

P Nº 26 “SAN JOSÉ OBRERO”


PROFESORADO EN CIENCIAS SAGRADAS
2022

La Iglesia y el poder temporal

Estudiantes: Aguirre, Keila; Giménez, Juan; Gómez, Cristian; Díaz Cecilia y Jara, Emanuel

Eclesiología I
Profesor Pbro. Marcelo Andrés Reynoso
U.E.G.P Nº 26 “San José Obrero”
Profesorado en Ciencias Sagradas
2022

Papel que tuvieron en su tiempo Gregorio VII, Inocencio III y Bonifacio VIII en la
concepción de la relación de la Iglesia con el poder temporal y hasta cuando
fueron influyentes

A lo largo del Medievo, los enfrentamientos entre el poder temporal y el espiritual


adquirirán una gran virulencia. En principio será la Guerra de las Investiduras (1073 y 1122)
la que opondrá a soberanos alemanes como Enrique IV y papas de la talla de Gregorio VII. El
conflicto pasaría por múltiples episodios de los más impactantes, como la excomunión del
emperador, la invasión de Italia, el nombramiento de un antipapa de designación imperial y
la consiguiente huida de Gregorio VII al sur de la península. La solución llegará con el
Concordato de Worms en 1122, por el que se establece la distinción entre investidura
espiritual y temporal para los obispos alemanes.

Por otro lado, tenemos a Inocencio III en una época también de decadencia de la
cristiandad en los siglos XIV y XV, pero conviene entender bien la palabra “decadencia”.

Se trata en primer lugar de una decadencia en el sistema de cristiandad. Como


hemos visto, ésta se basaba en la supremacía del papado, que había llegado a desempeñar
el papel de árbitro universal de Europa. Este equilibrio era frágil, incluso en el siglo XIII, y se
fue rompiendo poco a poco a lo largo de los siglos siguientes, a través de varias crisis,
algunas de ellas muy graves.

Los soberanos discuten el papel del Papa en el terreno político. Dentro mismo de la
Iglesia, las divisiones desembocan en un cisma y en la contestación del poder papal. Las
desgracias de los tiempos y el malestar de las conciencias provocan una explosión del
pensamiento religioso y marcan el final de la unanimidad.

Sin embargo, este aspecto de decadencia no resume toda la vida de la Iglesia


durante este período. Se operan algunas transformaciones que anuncian una época distinta.
Son siglos también de una profundización interior para un gran número de cristianos.

La Bula Unam Sanctam sobre la supremacía papal emitida el 18 de noviembre de


1302 por Bonifacio VIII durante la disputa con Felipe el Hermoso, rey de Francia trae
proposiciones dogmáticas acerca de la unidad de la Iglesia, la necesidad de pertenecer a ella
para lograr la salvación eterna, la posición del Papa como jefe supremo de la Iglesia y el
deber que de ahí surge de someterse al Papa para pertenecer a la Iglesia y así alcanzar la
salvación

-La pugna de los poderes

Una vez que asumió el papado, Gregorio VII confirmó las medidas de reforma. Su
Dictatus Papae, con 27 tesis, verdadero libelo reformador, dejó claro su punto de vista

1
U.E.G.P Nº 26 “San José Obrero”
Profesorado en Ciencias Sagradas
2022

sobre la naturaleza de la Iglesia: el Papa como autoridad suprema, raíz, fuente y origen de
todo poder y de toda autoridad en la Iglesia. La iglesia está fundada sobre el poder papal y
se deriva en cierto modo de él. El papa es el único legislador, fuente y norma de todo
derecho, juez supremo y universal. Puede deponer a los obispos, trasladarlo de una sede a
otra, absolverlos, incluso fuera del sínodo puede deponer a los emperadores y desligar a sus
súbditos del juramento de fidelidad a un príncipe. Otras afirmaciones:

 Sólo el romano pontífice es digno de ser llamado “universal”.


 Solo él puede destituir o absolver a los obispos.
 Su legado, en un concilio, tiene autoridad sobre todos los obispos, aun
cuando él sea de rango inferior, y solo él puede pronunciar una sentencia de
destitución.
 Sólo él puede utilizar insignias imperiales.
 El papa es el único hombre cuyos pies besan todos los príncipes.

Este documento se convertiría en “el símbolo de un papado que, por sus


pretensiones al poder soberano, llegó a ocupar el lugar de Cristo” Sin duda, para el propio
Gregorio VII, la iglesia como tal está por encima del papa como “madre” y “señora”, pero en
la práctica esta iglesia se identifica con la Iglesia romana. En la lógica de esta identificación
es como se afirmara a continuación la teoría llamada de “las dos espada” (Lc 22.38), de la
que se encontrará una formulación ejemplar en la bula Unam Sanctam de Bonifacio VIII: al
papa se les confían las dos espadas, la espiritual y la temporal.

En 1075, Enrique IV (1050-1106), antes de ser coronado emperador, nombró obispo


para la sede de Milán, aunque ésta no estaba vacante. Bajo la amenaza de excomunión,
Enrique reaccionó nombrando otros tres obispos, y declaró que Gregorio “falso monje”,
estaba depuesto. Gregorio lo excomulgó. Se sucedieron duros libelos de ambas partes. Los
vasallos de Enrique, aprovechándose de la situación, lo abandonaron. Aislado, el rey fue a
Canossa, donde el Papa se encontraba, en viaje a Alemania. Allí, en 1077, después de hacer
penitencia, pidió y recibió el perdón papal. De vuelta a Alemania, calmado los ánimos,
Enrique convocó un concilio en el año 1080, donde se reafirmaron las prerrogativas
imperiales en relación a las investiduras laicas, y nombró el Anti-Papa, Guilberto, arzobispo
de Rávena (Clemente III – 1080-1100). Entonces invadió Roma. Gregorio VII se refugió en
Salerno, donde murió en 1085. La polémica ocupó a los canonistas que buscaban soluciones
al estancamiento. Los sucesores de Gregorio continuaron en el camino de la reforma, pero
fueron más realistas y abiertos al diálogo.

El Concordato de Worms (1122) va a proponer una solución a la controversia. Con la


entrega del anillo y el báculo, la Iglesia investía al elegido en los cargos eclesiásticos. El
nombramiento, no obstante, debería hacerse en presencia del emperador o de su
representante. Éste, a su vez, atribuía al elegido el poder temporal, con la entrega del cetro.

2
U.E.G.P Nº 26 “San José Obrero”
Profesorado en Ciencias Sagradas
2022

En el primer Concilio de Letrán en 1123, el Concordato de Worms fue confirmado. El


Concordato no terminó el conflicto entre la Iglesia y el imperio, pero se colocaron las bases
jurídicas para la delimitación de los poderes temporales y espirituales. Por otro lado,
comenzó a identificarse cada vez más la Iglesia con el clero y el Papa, mientras que los
poderes seculares asumieron, poco a poco la conciencia de su autonomía.

Entre el siglo XII y el XIII, el papa Inocencio III (1198-1216) es consciente de la


potestad que Dios le ha conferido hace dar un paso más a la idea del primado. Es el mismo
papa que confió a Francisco de Asís la misión de renovar la Iglesia y que hizo votar por el
concilio Lateranense IV todo un programa de reforma religiosa, por lo tanto:

 Posee una viva conciencia de la dignidad propiamente sobrehumana


que Dios le ha conferido. Cristo, Rey de reyes y Señor de señores, ha instituido al
papa como “vicario” suyo.
 Inocencio reivindica, como cabeza del pueblo cristiano y no solo de la
ecclesia, la plenitud del poder espiritual y temporal.
 El poder episcopal procede de su poder papal.
 Puede reservarse parte de su solicitud, teniendo en sus manos la
plenitud del poder.
 Interviene cuando quiera en los asuntos detallados de la Iglesia.

-Del Dictatus Papae a la Unam Sanctam

La teología hierocrática de la primacía papal encuentra su expresión más extrema en


la bula Unam Sanctam (18 de noviembre 1302) fulminada por el papa Bonifacio VIII (1294-
1303) en lo más tenso de su polémica con el rey Felipe IV el hermoso. A continuación,
citamos algunas fórmulas.

La única Iglesia Católica, “fuera de la cual no hay salvación ni perdón de los


pecados”, es una y única, tiene un solo cuerpo, una sola cabeza, no dos, como un monstruo,
es decir, Cristo y el vicario de Cristo, Pedro, y su sucesor”.” Por las palabras del Evangelio
somos instruidos de que, en esta y en su potestad, hay dos espadas: la espiritual y el
material. Una y otra espada, pues, está en la potestad de la Iglesia, la espiritual y el material.
Mas ésta ha de esgrimirse en favor de la Iglesia; aquella, por la iglesia misma. Una por mano
del sacerdote, otra por mano del rey y de los soldados, si bien a indicación y consentimiento
del sacerdote…Porque, según atestigua la Verdad, la potestad espiritual tiene que instituir a
la temporal, y juzgarla si no fuere buena…Quienquiera, pues, resista a este poder asi de
ordenado por Dios, “a la ordenación de Dios resiste”(Rom 13.2)...Ahora bien, someterse al
Romano Pontífice, lo declaramos, lo decimos, definimos y pronunciamos como toda
necesidad de salvación para toda humana criatura.

3
U.E.G.P Nº 26 “San José Obrero”
Profesorado en Ciencias Sagradas
2022

Este es un principio fundamental que había surgido en la Alta Edad Media de todo el
desarrollo de la posición central del papado en la familia nacional cristiana de Europa
Occidental. Ya lo habían expresado desde el siglo XI teólogos como Bernardo de Claraval y
Juan de Salisbury, y Papas como Nicolás II y León IX. Bonifacio VIII le dio su expresión precisa
al oponerse al procedimiento del rey francés. Sus proposiciones principales se obtienen de
los escritos de San Bernardo, Hugo de San Víctor, Santo Tomás de Aquino y de cartas de
Inocencio III. Tanto de esas autoridades como de declaraciones hechas por el mismo
Bonifacio VIII está claro que la jurisdicción del poder espiritual sobre el secular se basa en el
concepto de la Iglesia como guardiana de la ley moral cristiana, y de ahí que su jurisdicción
se extiende hasta donde alcanza esa ley. En consecuencia, cuando el rey Felipe protestó,
Clemente V fue capaz de declarar, en su breve “Meruit” (1 feb. 1306), que ni el rey francés
ni Francia sufrirían daño ningún perjuicio debido a la bula Unam Sanctam, y que la
publicación de esa bula no los había hecho súbditos de la autoridad de la Iglesia Romana en
forma distinta de cómo ya eran antes. De este modo Clemente V pudo dar a Francia y su
gobernante una garantía de seguridad de los resultados eclesiástico-políticos de las
opiniones elaboradas en la Bula, mientras que su decisión dogmática no sufrió detrimento
de ninguna clase. En las luchas del partido galicano en contra de la autoridad de la Sede
Romana, y también en los escritos de autores no católicos en contra de la definición de la
infalibilidad papal, se utilizó la bula Unam Sanctam en contra de Bonifacio VIII y de la
supremacía papal en una forma no justificada por su contenido. Las afirmaciones respecto a
las relaciones entre el poder espiritual y el secular son de carácter meramente histórico, en
cuanto que no se refieren a la naturaleza del poder espiritual y se basan en las condiciones
reales de la Europa Occidental medieval.

Aporte de Santo Tomás, Juan de París, y Belarmino con respecto a la visión de la


relación Iglesia-Estado

-Santo Tomás (1225-1275)

En el siglo XII, la problemática que dominaba en la Eclesiología latina giraba en torno


al poder del Papa frente a los poderes seculares, mientras que la enseñanza teológica
corriente seguía transmitiendo una comprensión de la realidad eclesial inspirada la Biblia y
en los Padres, y centrada especialmente la imagen de Cuerpo Místico. Este tema del cuerpo
Místico se había cargado a su vez de una connotación de tipo corporativa, según la cual la
cabeza representa el cuerpo, como resumen del mismo.

Uno de los grandes maestros de la escolástica del siglo XIII es el dominico Tomás de
Aquino recogió esta herencia y el desarrolló dentro del marco de su Cristología,
especialmente elaborando una teología de la gracia capital (gratia capitis) de Cristo. En

4
U.E.G.P Nº 26 “San José Obrero”
Profesorado en Ciencias Sagradas
2022

efecto en esta etapa las cuestiones de la Constitución jurídica de la Iglesia no habían


invadido aún a la teología propiamente dicha. Precisamente en Tomás de Aquino no se
encuentra, como en ninguno todos los todos los de su época como un tratado especial
sobre la Iglesia. Tampoco lo favorece la atmósfera de la época; era poco sensible la
distinción entre sociedad espiritual y temporal.

Es significativo constatar que los primeros tratados separados sobre la Iglesia serán
contemporáneos de los primeros rechazos expresamente motivados de un mundo tan
unificado. Si Tomás no escribió una eclesiología, se pueden encontrar, sin embargo, algunos
elementos concretos y de gran riqueza en varios lugares de su obra, en el tratado De
veritate y en la Suma teológica. Este tema se trata de forma característica a la célebre
cuestión 8 de la III parte de la Suma, que se titula: “De la gracia de Cristo en cuanto que es
cabeza de la Iglesia”. En este punto, Tomás no es original, sino que se inscribe en la tradición
escolástica. Sigue las huellas de algunos padres griegos, especialmente de Juan Damasceno.

Por medio de la Encarnación, la humanidad de Jesús se convirtió en un instrumento


de la divinidad como en el punto de comunicación entre Dios y la humanidad entera. Al
poseer en plenitud de la gracia como el hombre Jesús es por eso mismo la Cabeza de toda la
humanidad y del cuerpo de la Iglesia. Siguiendo a Agustín, Tomás considera al Espíritu Santo
como el alma de la Iglesia, es decir, como quién le da su actualidad íntima, tal como lo hace
el alma con nuestro cuerpo. Como vemos la perspectiva dominante tanto en el cómo los
demás escolásticos siguen siendo cristológica: se ve al cuerpo eclesial como el terreno de
influencia espiritual de Cristo sin implicar automáticamente los caracteres de organización
social y de visibilidad.

Lejos de los debates sobre los poderes respectivos del papa y de los Príncipes, esta
teología refleja una conciencia de Iglesia a escala de toda la historia humana. En efecto
como el papel central de Cristo se extiende a los justos de todos los tiempos. Por tanto, la
Iglesia está constituida por el conjunto de las criaturas espirituales que poseen la gracia.
Formaban parte, por consiguiente, de esa Iglesia, la de los Ángeles y las de del Antiguo
Testamento. Desde el justo Abel hasta Cristo, eso santos fueron justificados por la fe en la
pasión venidera de Cristo y constituyen la Iglesia precedente. Bajo el régimen de la Nueva
Alianza pertenecen a la Iglesia en primer lugar a los santos del cielo, pero también los justos
de la Tierra, es decir, todos los que viven en la fe y de la caridad. Finalmente, también las
almas del purgatorio, y que de alguna manera están todavía en la tierra, forma parte del
cuerpo de Cristo. En cuanto a los bautizados que son pecadores y que no viven por tanto en
gracia, son “miembros muertos” o “en un sentido perfecto”; o también según la distinción
antigua no pertenecen al cuerpo más que por el número, no por el mérito. En fin, lo mismo
que para el siglo anterior, el cuerpo Místico de Cristo no se mantiene vivo y unificado más
que a las gracias del alimento del Cuerpo Eucarístico. Como indica Tomás de Aquino, la res

5
U.E.G.P Nº 26 “San José Obrero”
Profesorado en Ciencias Sagradas
2022

de la eucaristía (la realidad final que busca el Sacramento) “es la unidad del Cuerpo
Místico”.

El sucesor de Pedro puede ser también llamado Cabeza de la Iglesia. Es la Cabeza


visible que representa a la Iglesia invisible. Para Tomás de Aquino, igualmente, al igual que a
los apóstoles que recibieron su autoridad de Pedro, también los obispos recién del papa su
poder de jurisdicción.

-Juan de París (1255-1306)

Sus obras son esencialmente justificaciones teológicas de las tesis pontificias. Se


argumentan contra los movimientos espirituales, toman un aire apologético que se
prolongará hasta casi nuestros días. Si defienden los poderes del papa, son Tratados sobre
el poder del rey y del papa: este es el título de tratado publicado en torno al año 1303 por el
dominico Juan de París. Su planteamiento es principalmente jurídico: se trata de obras de
teólogos que son también, y preferentemente, canonistas. Elabora las primeras
formulaciones teóricas sobre las relaciones entre el poder espiritual y el poder temporal,
como, así como sobre las prerrogativas de la autoridad eclesiástica en materia temporal.

Sus posiciones son diversas en cuanto a la extensión de los poderes del papa,
especialmente en las cuestiones seculares. Algunos se vinculan a la corriente hierocrática
favorable a la monarquía papal.

El afianzamiento de los estados naciones va acompañado de una percepción más


clara de la autonomía del poder temporal. La presencia en el trono de personalidades de
gran prestigio moral como Federico II y San Luis IX no podía menos de reforzar esta toma de
conciencia. Juan de París, en su tratado De potestates regis et papae, marca bien la
distinción de los terrenos espirituales y temporales. El poder del papa es episcopal; el papa
está en la Iglesia como su miembro supremo y dispensador universal, pero no por encima de
ella, ya que solamente Cristo es su cabeza. Juan mantiene también ciertas posiciones
inspiradas en el modelo corporativo. Vería con gusto que el papa se rodearse de consejeros
elegidos de todas las provincias. Un papa “inadecuado o ineficaz” podría ser depuesto por el
pueblo o por la asamblea de cardenales que, en ese caso, representaría todo el clero y a
todo el pueblo.

Juan de París habla en 1302 de “poder directivo”: el poder temporal viene


directamente de Dios, pero el papa puede intervenir en los asuntos temporales en la
medida en que vea comprometida la fe. Por lo demás, distingue claramente los dos
terrenos: el regnum tiene su orden propio, que se deriva directamente de Dios; la Iglesia
tiene también el suyo, en dependencia de la encarnación.

Roberto Belarmino (1542-1621)

6
U.E.G.P Nº 26 “San José Obrero”
Profesorado en Ciencias Sagradas
2022

La reacción católica a las críticas de los reformadores dio origen entre otras
consecuencias a la elaboración de tratados de la Iglesia propiamente teológicos. En este
nivel, la respuesta a los reformadores se debe principalmente al cardenal jesuita Roberto
Belarmino. Sus controversias (aparecieron entre 1586 y 1593) marcaron durante mucho
tiempo el pensamiento eclesiológico católico. Belarmino construye su eclesiología con la
preocupación predominante de reforzar los puntos discutidos, lo cual supone cargar el
acento de manera fuertemente unilateral en la visibilidad de la iglesia y en el poder del
papa, en detrimento de sus aspectos interiores y de la comunión en la fe.

La definición que da Belarmino de la Iglesia es como un comentario de la profesión


de fe exigida por Pío IV en 1564: “reconozco a la Santa, Católica y Apostólica Iglesia romana
como madre y maestra de todas las iglesias; y prometo y juro verdadera obediencia al
Romano Pontífice, sucesor del bienaventurado Pedro, principio de los apóstoles y vicario de
Jesucristo. Esta profesión de fe fue recogida universalmente después de él, hasta el mismo
siglo XX.

“No hay más que una sola Iglesia y no dos, y esta única verdadera Iglesia es la
asamblea de los hombres reunidos por la profesión de fe una misma fe cristiana y la
comunión en los mismos sacramentos, bajo el gobierno de los legítimos pastores y
principalmente de único Vicario de Cristo en la Tierra, el Romano Pontífice” dicha definición
pone especial acento en la visibilidad de la Iglesia.

Belarmino comenta, por otra parte, la fórmula asamblea de los hombres de la


siguiente manera: “en efecto la Iglesia es una asamblea de hombres tan visible y palpable
como lo es la asamblea del pueblo romano o el reino de Francia o la república de Venecia”.

Esta acentuación de la pertenencia visible tiene como consecuencias la introducción


de una distinción en la iglesia entre su cuerpo visible, que tiene unas notas capaces de dar a
conocer a la verdadera iglesia y distinguirla de sus imitaciones, y lo que podemos llamar su
alma, la vida de gracia que la anima. esta consideración hace difícil el acceso a una visión
integral del misterio de la Iglesia.
Por otra parte, las posiciones de Belarmino sobre el episcopado encerraban algunos
matices. Si el papa recibe su autoridad directamente de Cristo, los obispos no son vicarios
del papa sino pastores de pleno derecho, aun cuando reciben del papa su jurisdicción.

Por lo que se refiere al concilio, Belarmino considera como más probable que es de
institución divina y afirma que los concilios confirmados por el papa no pueden engañarse
ya que representan a la Iglesia. Para él los decretos de Constanza y de Basilea carecen de
valor ya que estos concilios no se convocaron según las reglas. Para que un concilio sea

7
U.E.G.P Nº 26 “San José Obrero”
Profesorado en Ciencias Sagradas
2022

considerado como ecuménico, es preciso que haya sido aprobado por el papa. A Belarmino
se remonta la lista de concilios ecuménicos que se admite comúnmente, aunque se trata de
un punto que nunca ha zanjado oficialmente la Iglesia católica. A propósito de los poderes
del papa en materia temporal, Belarmino tomó una posición que estuvo a punto de hacerlo
condenar: el papa no tiene el dominio temporal en todo el universo. El teólogo reconoce la
dualidad de los poderes eclesiástico y político y considera que el primero viene de Dios y el
segundo del pueblo. El papa goza sin embargo de un poder indirecto sobre los príncipes
siempre que está en juego el fin espiritual, un poder que llega incluso a la facultad de
deponer a los reyes.

Doctrina de León XIII (DI e ID), Juan XXIII (PT) y el Concilio Vaticano II (GS, DH y
LG) respecto a la relación de la Iglesia con el poder civil

Todos los gobiernos existen antes de la iglesia ¿Cómo deberían ser los gobernantes?
Cada sistema social no debe estar sobre Dios, desde una perspectiva cristiana debe tener
valores como la justicia libertad que son valores cristianos en general que deben marcar la
gestión de un gobierno temporal. El que gobierna lo tiene que hacer desde un modelo de
Cristo, Dios es el que gobierna, ser reflejo de Dios en la función que toca vivir. Gobernar
como padres de todos. Que haya justicia y pan para todos. Para no equivocarse tiene que
ser un reflejo de lo que Dios propone, no tiene que negar la necesidad e como hombre de
Dios es instrumento. No es justo que el estado niegue la fe a ningún pueblo, no puede haber
inhibiciones y prohibiciones de manifestación de fe. (Sigue vigente este documento si
hacemos una comparación de lo que está pasando en Rusia). …” La guerra no es buena” …
dice el papa Francisco.

-Dos sociedades, Dos poderes

cuidando que caminamos aquí siendo reflejo del cielo, Dios ve bien que haya un
gobierno como forma de organización, pero esa organización tiene que reflejar necesidades
para la justa convivencia, la posibilidad de poder ejercer la libertad de una vida religiosa que
va tener en cuenta esta dimensión de ser humano (social-temporal) y una dimensión
religiosa (eterna), estas dos dimensiones tienen que estar unidas compartiendo todos los
elementos necesarios para que el ser humano pueda desarrollar criterios dentro y fuera de
la Iglesia. El gobierno está llamado a sostener, generar lugares para los pobres, acceso a la
educación, etc. Antes del modernismo, la iglesia estaba metida en el poder, asumiendo un
nivel de nobleza, este modernismo viene a patear el tablero de gobierno, iglesia y nobleza.
La que va a cuestionar que dios es un invento de la iglesia para su beneficio, estableciendo
una sociedad centrada el hombre, todo empieza y termina en El. El estado, las grandes

8
U.E.G.P Nº 26 “San José Obrero”
Profesorado en Ciencias Sagradas
2022

empresas, los medios de comunicaciones, los bancos eran gobernados por los judíos, la
iglesia va a ser el gran cambio, la voz de los que sufren, los pobres, va a denunciar las cosas
que se están viviendo como la injusticia. Toma un rol social, propone un sistema
democrático. Por otro lado, la abolición de la esclavitud, el trabajador que no tenía derecho,
propone la creación de sindicatos. León XIII va a decir que el estado tiene la obligación de
cumplir con los derechos para la gente y a su vez generar que cada ciudadano elija la
religión que quiera, como así también ninguna, La iglesia no va a elegir ni proponer ningún
gobierno, sino un gobierno universal, vivir en la forma que crea que es mejor. Tenemos que
salir y decir las cosas que no están bien…… (Inmortale Dei)

-León XIII (Diuturnum illud)

La iglesia no propone una forma de gobierno, pero sí que se tenga en cuenta los
valores reservados para el bien común. Una realidad divina y la realidad natural, esa
realidad natural necesita de un gobierno que gobierne con decisiones que nos ayuden a
todos.

-Juan XXII (Pacem in terris)

Va hacer hincapié en la libertad de culto, derecho que el estado tiene que proveer
para que los ciudadanos cumplan con las necesidades espirituales y lo hagan de manera
pública o privada. Dios es el centro de todo, él va a decir si hay inteligencia y bondad en el
hombre, esto viene de Dios. Los que estén en el gobierno están llamados a ejercer ese
poder y esa razón de una buena manera. Todos somos personas, todos tenemos derechos
de respetar al otro por igual. Sacralizar lo natural, la persona que ejerce es elegido por Dios
para el bien común de todos regida por la justicia, el mismo Dios de la creación del universo
hasta la vida misma, es un reflejo en la historia del hombre ¿Si el gobierno es bueno, ¿Ahora
como vamos a gobernar? Va proponiendo un sistema de gobierno con sus tres poderes
donde todos tengan sus mismos derechos para sostener una paz social por los intereses de
todos (#149) La iglesia hace esas recomendaciones de valores, pero cuando habla de
solidaridad es universal, luz de la fe e impulso de la caridad. Si ha solidaridad hay justicia, si
hay justicia hay paz. El gobierno siempre es bueno, no siempre el gobernante cuando no
respeta los valores cristianos.

- Gaudium et spes

El hombre tiene la capacidad de ser altruista, posee valores trascendentales


absolutos que van más allá de su interés, pero a su vez su condición humana esta caída, esto
tiene que ver con el pecado social. Estamos llamados a hacer bien las cosas, pero también
estamos caídos. Estamos llamados a que, como seres humanos a trascender, venimos de
Dios y vamos hacia Él.

9
U.E.G.P Nº 26 “San José Obrero”
Profesorado en Ciencias Sagradas
2022

#45: Jesús no es solamente intervención propia y divina del padre, sino que nos
muestra que el Reino de Dios (invisible), es una construcción a la cual Él nos ayuda a
construir, nuestra relación con los hermanos y la creación entera. El papa Francisco nos dirá
en este punto que” … trascendemos en los hermanos…” Dios es juez que juzgara en el
reflejo de su amor. Debemos entender que somos seres amados por El. Ese amor que ayuda
que guía y reconoce la equivocación, amor avasallante y absoluto

#73 #76: Uso de la libertad para levantar la vos moral ética y profeta. El pecado
social no actúa aisladamente, ej. Década del 70 (comunismo) movimientos sociales (dentro
de la iglesia)

La iglesia tiene el deber de elevar la voz y marcar las cosas que no están bien.
Cuando el gobierno toma un camino diferente contrario a lo que propone Dios.

- Dingitatis humanae

#1: Dentro de un sistema en donde se vincula los derechos de la libertad, no hay


lugar para el reclamo. El hombre como centro con derecho a su libertad, es una dimensión
completa sin negar a Dios. El hombre se vuelve pleno, libre, feliz justo, leal, misericordioso
es restituido. Un hombre desde la mirada de Cristo que devuelve la dignidad, a esto estamos
llamados.

#3: Dios siempre se encarga de actuar en el corazón de cada persona creando


pensamientos buenos en ella

#6: Proveer los derechos del ejercicio de las religiones al pueblo y las libertades
humanas de todas las personas. Todas las instituciones primero tienen derecho a existir,
proveer espacios de encuentro, de justicia, etc.

#7: El estado tiene que proveer el ejercicio de la religión y cuidar que este no
provoque desorden

El modernismo

Algunas cualidades descentran el núcleo de poder

No piensan en el hombre, en la libertad. Todo el género humano es sagrado y debe


respetar en la su dignidad humana.

-Lumen gentium

#34: Como una obligación santa, una respuesta de amor, tenemos un rol, de un
modelo, Jesús. En nuestra vida comunitaria la presencia de Jesús como mandato misionero,
la prioridad llevar a cristo a nuestra realidad temporal. Es una labor desde el ámbito que nos
toca estar

10
U.E.G.P Nº 26 “San José Obrero”
Profesorado en Ciencias Sagradas
2022

#36: Primero lo primero, nada nos tiene que sacar del eje central, somos de Cristo,
su poder viene de Dios y va a Dios. Una lámpara no se debe poner bajo la mesa, el deber de
un cristiano es iluminar, cuanto más alto esta su luz en la estructura social, debe denunciar y
aborrecer la corrupción y la desigualdad e iluminar la verdad. La gestión social es una misión
única del laico, solo él debe estar en ese lugar. En el CV II subyacen los pensamientos de los
papas: cuando hablamos de gobierno hablamos de laicos.

La Iglesia en el tiempo de León XII, la sociedad pasaba por un momento en el que el


poder general en todos los ámbitos, no reconocía la dignidad y los derechos humanos,
derechos al trabajo, salud, vivienda, etc.

La iglesia, habla de que cualquier gobierno, sea religioso o no, debe seguir ciertos
valores que sean universales y que hacen a que se esté mejor.

Posteriormente Juan XXIII habla de que a esta sociedad justa se le debe permitir la
posibilidad y el derecho de profesar la fe sin importar la religión, sin embargo, hace hincapié
en que la religión más completa y con una mirada más profunda en cuanta a la acción de
Dios en el hombre, es la católica apostólica, más allá de eso, cualquiera puede tener la fe
que desee tener y que los estados deben estar provistos de legislaciones que las apoye.

Por otro lado, el CV II habla un poco más de la misión laical, que tiene que ver dentro
de la misión o función de cada cristiano en la sociedad, tratar de generar justicia, paz,
libertad y bienestar social cuestiones supremas para la convivencia. La iglesia no se va a
meter en cuestiones políticas, pero si va a proponer estas acciones, que cualquier sistema
político debe cumplir desde una mirada ética y moral.

11
U.E.G.P Nº 26 “San José Obrero”
Profesorado en Ciencias Sagradas
2022

BIBLIOGRAFÍA

*B. Sesboüé:

-La Reforma Gregoriana, p. 325ss

-Los progresos de la monarquía papal en el siglo XII, p. 330ss

-Una teología de la monarquía papal, p. 339ss

-Del siglo XIV a la Reforma, p. 340-344

-El peso de la teología contraversista, p. 361ss

*León XIII:

-Encíclica "Diuturnum illud" (DI), 3-4 y 7-8;

-Encíclica "Inmortale Dei" (ID), 2-3 ,6 ,10 y 18

*Juan XXIII,

-Encíclica "Pacem in terris" (PT), 9, 14, 26, 28, 30, 38, 44, 46-47, 49, 51-52, 58, 69, 76, 149 y
152

*Vaticano II,

 "Gaudium et spes" (GS) 10, 45 y 73-76;


 "Dingitatis humanae" (DH) 1, 3 y 6-7;
 "Lumen gentium" (LG), 34 y 36

12

También podría gustarte