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Charla MAM

El Error: Acción equivocada o pensamiento falso


✔ ES NORMAL EN EL SER HUMANO
✔ ES INHERENTE AL PROCESO DE APRENDIZAJE
✔ NADIE ES INFALIBLE
✔ EL ERROR PUEDE SER POR ACCIÓN U OMISION

Causas de los errores


✔ Desconocimiento - falta de información: Estudiar, Hacer cursos, Capacitación permanente,
Llevar información escrita en el botiquín
✔ Inexperiencia: seguir un proceso de aprendizaje progresivo
✔ Soberbia (minimizacion de la situación, de los riesgos)
✔ Ambición, ego, éxito, presiones
✔ Miedo

Algunos consejos

✔ No dejar a nadie solo

✔ Actuar a tiempo

✔ Empujar los limites pero NUNCA cruzarlos

✔ Nunca es una mala opción bajar. En cambio seguir subiendo puede serlo.

EDEMA DE PULMÓN:

Manifestaciones clínicas:

✔ Disnea: excesiva dificultada para respirar

✔ Tos: inicialmente seca pero luego puede ser con secreciones espumosas y sonrosadas o con
sangre

✔ Estertores húmedos: al principio solo se escuchan con estetoscopio y luego sin necesidad de
auscultar se escucha como un burbujeo, “como que el paciente se esta ahogando en el agua
de sus propios pulmones”

✔ Dolor de pecho
Tratamiento: DESCENSO URGENTE + OXIGENO + NIFEDIPINA + CAMARA
HIPERBARICA

EDEMA CEREBRAL:

Manifestaciones clínicas:

✔ Cefalea intensa

✔ Ataxia

✔ Trastorno de la conducta

✔ Trastorno de la percepción (alucinaciones)

✔ Disminución del nivel de conciencia (obnubilacion, estupor o coma)

Tratamiento: DESCENSO URGENTE + OXIGENO + DEXAMETASONA + CAMARA


HIPERBARICA

CASO 1:

Luego de varios intentos frustrados, en diciembre del 2014 el montañista argentino Ángel Garrido
decidió hacer una última prueba en el Cerro Ojos del Salado (6893m, la segunda montaña más alta
de América y el volcán más alto del planeta). Contaba, esta vez, con la ventaja de un compañero
confiable, Germán Hansen, que ya había dado muestras de su valor y aptitud para encarar montañas
de esta índole. Durante el proceso de aclimatación, que se llevó a cabo en el Campamento de
Vialidad en el paraje Las Grutas, a unos 4000m de altitud, tuvieron la suerte de conocer un grupo
de experimentados montañeros españoles, integrado por Francisco Vicario, Fernando Ossa y David
Serra. Los dos grupos decidieron unirse y atacar conjuntamente la cumbre del volcán para tener
"más seguridad" en la la segunda montaña.

El día 24 de diciembre, luego de interminables jornadas a la espera de que cesaran los fuertes
vientos que castigaban la región, iniciaron el ascenso, con el apoyo confiable de Jonson Reynoso,
que habitualmente con sus vehículos 4x4 acerca hasta el campamento base a los montañistas de
todo el mundo que llegan a Catamarca. La Nochebuena del 2014 los cinco montañistas se
encontraban en el CB a unos 5400m de altitud.
El día de 25/12 los dos grupos avanzaron tan sólo hasta los 5700m, para no forzar el proceso de
adaptación y no someter el cuerpo a fuertes cambios de altitud.

El 26/12 alcanzaron el primer campamento de altura a 5930m. Ese día Fernando y David mostraron
un paso más lento que el resto, pero de ninguna manera habían mostrado síntomas de males de
altura y nada hacía presagiar un desenlace trágico.

El 27/12 luego de ascender por el margen derecho del empinado nevero principal de la vertiente
argentina, alcanzaron, en medio de un fuerte viento de unos 80km por hora, el segundo y último
campamento de altura a 6350m. El esfuerzo de armar las tiendas en esas condiciones dejó a ambos
grupos demasiado extenuados como para si quiera hablar entre los miembros de las distintas carpas.
Derritieron nieve para hidratarse y se metieron en las bolsas de dormir buscando refugio del intenso
frío. Al siguiente día se decidiría todo.

El 28/12 a las 8:00 AM los dos argentinos iniciaron el ascenso a la cumbre. El grupo español ya
había largado una media hora antes. Alrededor de la las 9:00 los argentinos alcanzan a Paco y
David. Fernando no se había sentido con fuerzas y decidió poco después de salir volver a la carpa.
Luego de conversar sobre la ruta posible, optaron por separarse. Los dos argentinos tomaron la vía
directa para ahorrar distancias. Paco y David prefirieron una ruta un poco más larga, pero menos
pendiente. Un tiempo después el español David Serra, que había mostrado algunos síntomas de
debilidad durante todo el ascenso, camina de regreso hacia la carpa en la que ya estaba Fernando.
Los dos argentinos y Paco se juntan nuevamente a unos 6.800m de altura y a las 13:27 alcanzan la
cumbre del Ojos del Salado.

Entrada la tarde, los tres montañistas regresan extenuados a las carpas y se encuentran con que
David y, sobre todo, Fernando, estaban mal ya que mostraba algunos síntomas coincidentes con un
principio de edema pulmonar producido por el mal agudo de montaña. Todos sus síntomas, el dolor
fuerte de pecho, la dificultad para respirar, cierto estertor al respirar, la pérdida de lucidez, hacían
ver que la situación era urgente. El propio Fernando pidió que lo rescatasen en helicóptero, pero los
desolados Andes catamarqueños nos son ni los Alpes, ni los Pirineos, ni siquiera el Aconcagua. No
hay equipos de rescate pagos ni patrulla de rescate; los helicópteros no están cerca y, aquellos de los
que se dispone en el lado chileno en la ciudad de Copiapó, no pueden alcanzar alturas tan elevadas.

Ya era demasiado tarde y todos estában cansados para seguir bajando ese día, por lo que se convino
que entre los cuatro al día siguiente dividirían el equipo de Fernando y lo ayudarían a bajar por el
complicado nevero hasta por lo menos 5600m. Por teléfono satelital llamaron a Jonson, quien se
preparó con oxígeno, medicinas y camilla para enviar esa misma madrugada desde Fiambalá dos
camionetas de ayuda. La noche fue gélida. La mañana siguiente guarda algunas de las imágenes
más tristes y desesperantes que acompañarán durante toda su vida a estos montañistas.

El 29/12 grupo español, viendo que Fernando empeoraba y David mostraba síntomas preocupantes,
desmontó temprano el campamento y decidió que David, mientras pudiera, iniciara inmediatamente
el descenso. Fernando, ayudado por Paco, caminó unos 70 metros y se desplomó. Intentaron probar
si entre los tres montañistas podrían bajarlo. Pero la idea misma de que tres personas agotadas
carguen un cuerpo de 90 kilos por una pendiente de cerca de 45 grados a más de 6000m de altura
era un desatino. Lo comprendieron inmediatamente. Sin poder bajarlo, metieron a Fernando en una
bolsa de dormir y lo arrastraron a duras penas unos 100 metros hasta poder ingresarlo en la carpa.
Fernando gemía amargamente. Tenía el rostro lívido, fuertes dolores en el pecho, chuchos de frío en
hombros y cabeza y de repente empezó a no reconocer a sus compañeros. Por satelital Paco se
comunicó con su padre en España para iniciar el pedido de ayuda. Angel frotaba los hombros y
cabeza de Fernando quien seguía quejándose del frío. Se decidió que Paco se quedase acompañando
a Fernando y que los dos montañistas argentinos bajaran para activar el rescate. Les dejaron la
tienda, la comida y el agua que tenían y apuraron el regreso.

Durante el descenso alcanzaron a David. Cuando llegaron a unos 5500m estaba Jonson listo con las
camionetas y el equipo médico, pero por desgracia no había manera ni de que la gente de las
camionetas (lógicamente sin adaptar) ni los argentinos (físicamente hechos polvo) volviésen a
emprender un ascenso de más de 800m con un tubo de oxígeno, ni de que Fernando bajara hasta
5500m. Sin poder hacer nada en el lugar, salieron para Fiambalá, donde llegaron a las 20 horas del
29 de diciembre. Inmediatamente se iniciaron todos los procedimientos de rescate posibles con los
exiguos medios con los que cuenta la región, coordinados por Defensa Civil y Gendarmería
Nacional. Además, desde España, la familia de Paco y el seguro del que disponían los montañeros
realizaban intensos esfuerzos para concretar el rescate. Pero los helicópteros de la región, tanto del
lado argentino como chileno, tenían un techo inferior a 6000m. El 30 se envió un nuevo helicóptero
presurizado desde Viña del Mar que, aparentemente, sobrevoló la tienda, pero, por razones
climáticas, no pudo aterrizar. El 31 por la mañana el helicóptero hizo un nuevo intento con el
mismo resultado. Mientras tanto equipos terrestres iniciaron la búsqueda tanto del lado argentino
como del chileno.

Finalmente Paco Vicario descendió solo y por sus propios medios. Admiracion por este montañista
por la lealtad con su compañero y por el valor de afrontar en soledad la desgracia. Fernando Ossa
murió el 1 de enero a la madrugada en las laderas de la vertiente argentina del Ojos del Salado. Dios
lo tenga en su gloria.
CASO 2:

Un alpinista experimentado de 29 años, que había alcanzado ya las cumbres en la Aconcagua, el


Cotopaxi y el monte Mckinley y sin ningún problema de aclimatación, subió de un tirón en
automóvil de Copiapó hasta la hostería Murray a 4500 metros con objeto de intentar la ascensión al
Ojos del Salado en los Andes de Chile.

A fin de aclimatar pasó dos noches a esa altura. En la segunda de ellas le costó conciliar el sueño y
tuvo pesadillas. Al día siguiente sufría cefalea por lo que tomó aspirina. Ese mismo día subió en
coche hasta un pequeño refugio situado a unos 5.200 metros de altitud. Por la tarde sus compañeros
lo encontraron somnoliento y faltó interés. Se metió pronto en el saco de dormir y pasó la tarde
acostado. A las 2 de la madrugada presentaba estupor, taquipepnia, y desorientación temporo
espacial. No puedo reconocer a su esposa. Aunque sus compañeros intentaron mantenerlo despierto
hacia las 6 de la madrugada cayó en coma con respiración de Cheyne-Stokes, color grisáceo de la
piel, emisión de secreciones sonrosadas por la boca. A sus compañeros, que no eran médicos, les
pareció que las pupilas estaban dilatadas y no respondían a la luz.

A la mañana siguiente hizo mucho frío por lo que hasta la llegada del mediodía no se pudo poner
en marcha el vehiculo y proceder a la evacuación. Según refieren sus compañeros al bajar a unos
4.500 metros el paciente recuperó la conciencia y fue capaz de hablar con cierta coherencia pero no
se acuerda de ello. Recién a las 21 horas llegó al hospital de la población minera de El Salvador. La
radiografía puso manifiesto edema pulmonar masivo. El paciente mejoró rápidamente al día
siguiente presentado solo una ligera disnea. A media mañana fue dada de alta y viajó esa misma
tarde a Santiago de Chile abandonando la expedicion,

CASO 3:
Peter un corpulento checoslovaco 29 años sin experiencia alpina previa participada de un trekkig en
Nepal al campamento base del Everest organizado por una agencia de viajes de su país. El grupo lo
constituían tres guías y unos 100 clientes que antes del viaje no se conocían entre sí. Según refieren
otros participantes del trekking Peter bebió abundante cerveza durante toda la marcha. Al llegar al
monasterio de Tyangboche (3870 mts) apareció ataxico en una ceremonia de los monjes por lo que
se pensó que iba borracho. Pese a ellos todavía continuó la marcha tambaleándose hasta el siguiente
poblado. Fue entonces cuando empezó a quedarse atrás y sin que ninguna su compañeros
advirtieron.

Un medico Alemán encontró a Peter caminando solo. Estaba confuso y ataxico y le recomendó que
descendiera pero Peter no le hizo caso. Al llegar a Pangboche (3985 mts) Peter venía sin ropa de
abrigo y sin bolsa de dormir. Se quedó a pasar el la noche en una posada en la que sembró el terror
gritando y amenazando al posadero con el puño. El médico le dio acetazolamida pero se negó a
tomarla.

A la mañana siguiente un medico de la zona encuentra al Peter adormilado, manchado de orina y


heces e incapaz de mantenerse en pie incluso con ayuda. El diagnostico fue edema cerebral de
altitud. El tratamiento consistió en dexametasona y una sesión de una hora la cámara hiperbarica.
Los primeros minutos Peter se puso muy agresivo y empezó a golpear la cámara desde adentro.
Lograron calmarlo pese a que nadie manejaba su idioma.

Al día siguiente lo ayudo otro grupo de trekers checoslovacos que evacuaron a su compatriota
renunciando a su propia excursión Peter era capaz de contestar su nombre pero era incapaz de
tenerse en pie sin ayuda. La evacuación a pie fue particularmente dificultosa por la estrechez del
camino y las características del paciente que probablemente pesaban casi 100 kg.

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