Está en la página 1de 13

La prescripción en la relación de consumo y su regulación en el Código Civil y Comercial

Chamatropulos, Demetrio Alejandro

Publicado en: RCCyC 2015 (julio) , 229

Sumario: I. Introducción.— II. Ámbito de aplicación.— III. Interrupción y suspensión de la prescripción.—


IV. Plazos de prescripción en curso.— V. El plazo de prescripción de las acciones del proveedor contra el
consumidor.— VI. Conclusiones.

Cita Online: AR/DOC/2134/2015

(*)

I. Introducción

La prescripción (en general) tiene la peculiar característica de ser uno de esos (pocos) institutos jurídicos que
atraen con mucha intensidad tanto a los teóricos como a los "operadores jurídicos de a pie".

La regulación de la prescripción en las relaciones de consumo (especialmente lo relativo a su plazo) es


posiblemente uno de los temas más controvertidos que presenta el Derecho del Consumidor argentino, sobre
todo desde el 2008 en adelante, año en el cual se sancionó la ley 26.361. (1)

La cuestión ha suscitado renovado interés pues el Cód. Civ. y Com. (2), además de establecer un nuevo
régimen general de prescripción liberatoria (arts. 2532 a 2564) sustituyó el texto hasta el momento vigente
del art. 50 de la ley de Defensa del Consumidor (LDC) que regula justamente este instituto. (3)

Comparando las "dos versiones" del art. 50 LDC (textos según leyes 26.361 y 26.994, respectivamente)
encontramos lo siguiente:

1.- El art. 50 LDC, según ley 26.361, se aplica a las acciones judiciales, las acciones administrativas y las
sanciones aplicadas en virtud de la LDC. El art. 50 LDC, sustituido por la Ley 26.994, solamente a las
sanciones que emergen de la ley consumeril.

2.- En ambos casos el plazo de prescripción tiene una extensión idéntica: tres años.

3.- El art. 50 LDC, sustituido por la ley 26.994, elimina la referencia del mismo precepto (en su versión
según la ley 26.361) al desplazamiento (en beneficio del consumidor) de plazos de prescripción previstos en
otras leyes generales o especiales que fijen lapsos para reclamar más breves o perjudiciales que los tres años
del plexo consumeril.

4.- El art. 50 LDC, según ley 26.994, suprime como causal de interrupción de prescripción el inicio de
acciones judiciales.

El texto del nuevo art. 50 LDC es parecido al art. 50 previsto en la LDC original, con la diferencia de que
éste último se aplicaba también a las acciones (sin aclarar a cuáles) y no solo a las sanciones. Además en el
segundo se consideraba causal de interrupción al inicio de acciones judiciales. (4)

En las líneas que siguen nos ocuparemos de describir cómo funciona (o funcionaba) el sistema bajo la
vigencia del art. 50 LDC, texto según ley 26.361 (5) y cómo creemos que lo hará bajo el nuevo esquema
diseñado por el Cód. Civ. y Com.

La prioridad será entonces "mostrar didácticamente" el nuevo ordenamiento jurídico que se avecina.

Todo ello sin perjuicio de dejar plasmada alguna que otra opinión o impresión personal (que a los fines de
este trabajo es lo menos importante).
II. Ámbito de aplicación

II.1. Sanciones y acciones administrativas

El art. 50 LDC según la ley 26.994 se aplica solamente a "las sanciones emergentes" de la LDC. No se hace
referencia a infracciones, acciones ni conductas del proveedor.

Por su forma de redacción, pareciera entonces que el texto se refiere únicamente a la ejecución de las
sanciones que imponga la autoridad de aplicación (principalmente multas).

Es decir, no quedarían incluidas las acciones administrativas destinadas a verificar la existencia de


infracciones. Recuérdese al respecto que la mención de estas acciones fue suprimida por el texto en la
versión del art. 50 LDC según ley 26.994.

Consecuencia de lo dicho, es que el art. 50 LDC recientemente sustituido no establece ningún plazo de
prescripción específico para las acciones destinadas a verificar la existencia de infracciones.

En cambio, en el texto del art. 50 LDC, según ley 26.361, se incluía expresamente a las acciones
administrativas. Por esta razón, la autoridad de aplicación de la LDC no podía iniciar actuaciones por
inconductas de proveedores ocurridas hace más de tres años. Igualmente, estando ante sanciones, había
margen para sostener que esas actuaciones administrativas no podían durar más de tres años sin que se emita
una solución al caso. (6)

Esto último constituía un verdadero problema para la autoridad de aplicación de la LDC cuando no actuaba
con agilidad detectando posibles infracciones que permitan iniciar actuaciones administrativas y cuando
estas últimas se prolongaban demasiado. En ambos supuestos el organismo de contralor dejaba de cumplir,
en los hechos, la función principal a su cargo.

II.2. Acciones judiciales

El art. 50 LDC, sustituido por la ley 26.994, suprime la referencia a las acciones judiciales.

Es decir, dicho precepto de la LDC, en su nueva versión, no contiene ningún plazo de prescripción específico
para las acciones judiciales entabladas con fundamento en ella. Ellas pasan a regirse directamente por las
normas generales del Cód. Civ. y Com. y, eventualmente, por leyes especiales.

El cambio es de muchísimo impacto. Diferenciaremos situaciones que explicamos a continuación.

II.2.1. Interpretación del art. 50 LDC con anterioridad a la sanción de la ley 26.994

En el texto del art. 50 LDC anterior a la sanción de la ley 26.994 la solución legal expresa es que las acciones
judiciales basadas en el ordenamiento jurídico consumeril prescriben a los tres años.

Además de ello, y teniéndose en cuenta que existe un universo de relaciones de consumo muy bien
identificadas a las cuales se les aplican regímenes jurídicos particulares (seguros, transporte, etc.) el art. 50
del año 2008 dispuso que "cuando por otras leyes generales o especiales se fijen plazos de prescripción
distintos del establecido precedentemente se estará al más favorable al consumidor o usuario".

Esto llevó a un gran debate sobre cuál era el plazo de prescripción aplicable a aquellas relaciones de
consumo regidas por normas especiales que establecían lapsos más cortos para accionar judicialmente.

La cuestión adquiría una trascendencia vital en aquellos supuestos en los cuales el plazo para el reclamo era
extremadamente breve, lo que podía implicar, en los hechos, una dificultad evidente de acceso a la justicia
para sujetos vulnerables. Esto es lo que sucedía, verbigracia, con los seguros (art. 58, ley 17.418 —ley F-
0067, DJA—) y los transportes terrestre (art. 855.1 del Cód. de Com. —ley F-0067, DJA—) y marítimo (art.
345, Ley 20.094 —ley F-0067, DJA—), entre otros supuestos.
Asimismo, cuando se estaba frente a contratos de consumo no regidos por leyes específicas, la controversia
giraba (en mucho menor medida) en torno a la posible invocación (como norma más favorable) del art. 4023
del Cód. Civ., ya que del mismo surgía un plazo de diez años para reclamar ante incumplimientos
contractuales, que superaba con creces los tres años del art. 50 LDC.

Respecto al primer punto, las corrientes jurisprudenciales resumen muy bien el estado de debate en la
materia. Nos centremos en los ejemplos paradigmáticos de los contratos de seguro y transporte que fueron
los que más polémica generaron (precisamente por ser los que evidenciaban plazos extremadamente breves
para el reclamo):

1.- Por un lado se invocaba la preeminencia del plazo derivado de la norma especial (el término de un año
que surge del art. 58 de la Ley 17.418) por sobre el del art. 50 LDC. Se argumentaba que debía prevalecer
esa solución por ser la que regía de manera específica y exclusiva al contrato de seguro. Asimismo, que las
disposiciones de la LDC completaban pero no sustituían a la norma específica. (7) También se decía que no
tener en cuenta lo previsto por la ley especial, llevaría a que el contrato de seguro se rija directamente por la
LDC y a poner en tela de juicio las facultades de control de la Superintendencia de Seguros de la Nación. (8)
Además, se ha manifestado que la prescripción del art. 50 LDC era aplicable solamente a las acciones
judiciales que surgían de esa ley pero no a las que emergían del contrato de seguro y de la ley especial
pertinente, en tanto el propio Estatuto del Consumidor la respetaba en su art. 3°. (9)

Debe resaltarse que algunas de estas decisiones jurisprudenciales resolvieron sobre hechos anteriores a la
vigencia de la ley 26.361 en donde la duda sobre el alcance del art. 50 LDC era mayor que con posterioridad
a abril de 2008.

2.- En postura contraria, se ha dicho que primaba el plazo de tres años del art. 50 LDC por sobre el anual del
art. 58 de la ley 17.418, rigiendo este último solo para aquellos contratos de seguro que no sean de consumo.
A ello se agregaba que el hecho de que la Ley de Seguros contenga normas ya destinadas a proteger al
asegurado no podía servir de fundamento para sostener que las disposiciones de la LDC era supletorias ya
que, por aplicación de lo dispuesto por el art. 3° de esta última, cabía concluir, que el catálogo de soluciones
protectorias se había ampliado, integrándose ambos ordenamientos. (10) En apoyo de esta postura se puede
citar, en materia de contrato de transporte, un divulgado fallo plenario (11) de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Civil que resolvió que era aplicable a las acciones de daños y perjuicios originadas en un
contrato de transporte terrestre de pasajeros el plazo de prescripción establecido por el art. 50 LDC, según
Ley 26.361 (12), dejándose de lado, el de carácter anual establecido en el art. 855 del Cód. Com. El voto
mayoritario, redactado en forma impersonal, explicó allí que "el texto del art. 855 del Código de Comercio
queda desplazado por la interpretación literal, lógica y teleológica de la ley y, al mismo tiempo, por el
carácter de especialidad propia del sistema de protección del consumidor que surge del art. 3º de la ley
24.240 y del principio protector del art. 42 de la Constitución que inspira a todo el procedimiento
hermenéutico para asegurar una solución protectora del usuario o consumidor".

La otra duda (de menor alcance y polémica) que se generaba en base al art. 50 LDC, según ley 26.361, era si
el plazo de diez años del art. 4023 del Cód. Civ. primaba sobre el de tres años que surgía del primero.

Se ha expresado que cuando el art. 50 LDC entra en colisión con el art. 4023 del Cód. Civ., debe primar el
plazo decenal de éste último, pues ello "es una manifestación pura del principio in dubio pro consumidor".
(13) Esta postura ha tenido algún respaldo jurisprudencial. (14)

Sobre esto último, Juan Farina (15) no se pronuncia sobre cuál plazo debe primar. Simplemente deja abierta
la interpretación señalando que este supuesto "puede dar lugar a serias controversias".

Javier Wajntraub (16) ha dicho que la previsión legal es polémica ya que "existen plazos de prescripción
demasiado prolongados para la dinámica que deben tener las relaciones de consumo".

Ricardo Lorenzetti considera, por su parte, que el plazo de tres años del art. 50 prima por sobre el decenal del
art. 4023 del Código Civil. (17)
Por nuestra parte, coincidimos con esta última postura ya que reafirma de alguna manera la autonomía del
Estatuto del Consumidor.

Laura Pérez Bustamante (18), en postura similar, ha manifestado que el plazo de prescripción previsto en el
art. 50 LDC (texto según ley 26.361) será aplicable a toda acción de consumo, aun cuando se trate de un
contrato al cual se le podría aplicar la solución del art. 4023 del Código Civil. No obstante aclara que podrá
usar este último plazo cuando se decida accionar según las disposiciones de dicho Código.

Luis Sprovieri y Gastón Dell'Oca (19) consideran que debe primar el plazo de tres años del art. 50 LDC pues
se trata precisamente de la norma específica a la cual reenvía el art. 4023 del Código Civil.

Ante todas las dificultades presentadas en este apartado, Osvaldo Chomer señala que sería deseable la
existencia de un catálogo legal que establezca, en las distintas situaciones, qué supuestos están incluidos o
excluidos de cada regulación prescriptiva, a fin de acotar mayormente el margen de eventual error, siendo
una tarea más legislativa que jurisprudencial. Es decir, lo deseable sería que se "determine bien
inequívocamente cuál y cuándo se aplica una u otra regla de derecho". (20)

II.2.2. Interpretación del art. 50 LDC con posterioridad a la sanción de la ley 26.994

La nueva redacción del art. 50 LDC, según Ley 26.994, suprime la existencia de plazos de prescripción
específicos para las acciones judiciales basadas en la LDC.

Ello hace que debamos buscar la solución en las disposiciones del Cód. Civ. y Com.

El art. 2560 del citado Código, establece que el plazo genérico de prescripción es de cinco años, excepto que
esté previsto uno diferente en la legislación local.

Se podría interpretar que, las acciones basadas en la LDC prescriben, por regla general, a los cinco años,
salvo que nos encontremos ante algunos de los plazos específicos previstos también en el Código o en leyes
especiales. Sin embargo, también se podría razonar (con algún esfuerzo interpretativo) que el principio de
norma más favorable al consumidor que surge de los arts. 3° LDC y 1094 del Cód. Civ. y Com. inclina la
balanza hacia la aceptación del plazo de cinco años por sobre el que eventualmente surja de una ley especial.
(21)

Cabe resaltar que el Código enumera los siguientes plazos especiales:

1.- Diez años para el reclamo del resarcimiento de daños por agresiones sexuales infligidas a personas
incapaces (que comienzan a partir del cese de la incapacidad) y que surge del art. 2561 del nuevo Código.

2.- Tres años para el reclamo de la indemnización de daños derivados de la responsabilidad civil (art. 2561
Cód. Civ. y Com.).

3.- El art. 2562 prevé el lapso de dos años, entre otros, para:

a.- El pedido de declaración de nulidad relativa y de revisión de actos jurídicos.

b.- El reclamo de derecho común de daños derivados de accidentes y enfermedades del trabajo.

c.- El reclamo de todo lo que se devenga por años o plazos periódicos más cortos, excepto que se trate del
reintegro de un capital en cuotas.

d.- El reclamo de los daños derivados del contrato de transporte de personas o cosas.

e.- El pedido de declaración de inoponibilidad nacido del fraude. (22)

4.- El art. 2564 ordena que prescriben en un año, entre otras, las siguientes acciones:
a.- El reclamo por vicios redhibitorios.

b.- El reclamo contra el constructor por responsabilidad por ruina total o parcial, sea por vicio de
construcción, del suelo o de mala calidad de los materiales, siempre que se trate de obras destinadas a larga
duración. El plazo se cuenta desde que se produjo la ruina.

c.- Los reclamos procedentes de cualquier documento endosable o al portador, cuyo plazo comienza a correr
desde el día del vencimiento de la obligación.

No existiendo plazo específico en la LDC y habiéndose suprimido el principio de norma más favorable que
existía en el art. 50 LDC según ley 26.361, habría elementos para interpretar que las leyes específicas que
regulan aspectos particulares de determinadas relaciones de consumo podrían ser aplicables en materia de
prescripción. (23)

Según nuestro punto de vista, si ésta fuera la solución que emana del Cód. Civ. y Com., el resultado no sería
para nada feliz ya que tornaría aplicables plazos de leyes especiales que son demasiado exiguos para el
consumidor (por ejemplo, seguros y transporte marítimo, por citar dos casos).

Creemos que si bien el nuevo Código ha mejorado ostensiblemente la situación de la mayoría de los
consumidores (ya que ahora contarán, en general, con un plazo de cinco años en vez de tres para entablar sus
reclamos) ha dejado un "vacío" en todas las relaciones de consumo regidas por leyes especiales que pasa a
ser ocupado casi inevitablemente por los plazos brevísimos de prescripción que surgen de algunas de ellas.

Pensando a futuro, una posible solución de fondo al problema sería la modificación de los preceptos
pertinentes de esas leyes específicas (que dicho sea de paso no son muchas), prolongando esos plazos a
lapsos de tiempo aceptables que no pongan en riesgo el acceso a la justicia de los consumidores.

Fuera de lo dicho, y para cerrar este punto, no han faltado autores que se han pronunciado con dureza frente
a las soluciones del nuevo Código sobre prescripción en las relaciones de consumo. Así planteaba Daniel
Vítolo (24) que "todo parecería indicar que el (por entonces) Proyecto propone una regresión significativa en
lo que hace a los derechos de los consumidores, pues deriva a los mismos plazos de prescripción
correspondiente a cada una de las relaciones de consumo que establecieran con los proveedores, en
detrimento del principio del favor consummatoris que la ley proclama defender". (25)

III. Interrupción y suspensión de la prescripción

El art. 50 LDC, según ley 26.361, no establece ninguna causal de suspensión de la prescripción pero si tres
de interrupción. Ellas son las siguientes:

1.- Comisión de nuevas infracciones.

Se ha analizado si la comisión de ellas contra consumidores distintos a los afectados en la primera


interrumpe el plazo de prescripción de las acciones que tenían los últimos contra el proveedor. Si eso sería
así, afirma Farina que el empresario en muy pocos casos podría oponer como defensa la prescripción. (26)

Sobre este punto Lorenzetti (27) afirma que no se puede interpretar que la comisión de un ilícito de consumo
por parte del proveedor tenga aptitud para interrumpir la prescripción de manera genérica. Considera este
autor que lo razonable es interpretar que "la nueva infracción debe estar relacionada con aquélla cuyo
término está corriendo y tener por ende, también, vinculación con un contratante determinado".

La misma doctrina citada, refiriéndose a otra de las causales de interrupción (el inicio de actuaciones
administrativas), opina que no se debe reducir esto estrictamente a las actuaciones previstas en el art. 45
LDC, sino que cualquier procedimiento administrativo debería tener igual efecto. Agrega que, al no fijarse
ningún plazo, la mera interposición del trámite puede dejar interrumpida la prescripción, "tornando a la
acción casi imprescriptible en los hechos". (28)
Sobre el tema, se ha resuelto jurisprudencialmente que la acción iniciada por una asociación de
consumidores contra una casa de electrodomésticos por la operatoria de compraventa de productos ofrecida
por ésta última a sus clientes mediante el pago en cuotas con simultáneo anticipo de la primera de ellas no
estaba prescripta, ya que las nuevas infracciones a las que alude el art. 50 LDC como desencadenantes de la
interrupción, tuvieron lugar al continuar la accionada con la operatoria comercial impugnada. Se agregó que
cuando el vendedor continúa desarrollando la conducta antijurídica que se le reprocha, ello importa la
configuración de nuevas infracciones que interrumpen el curso de la prescripción del art. 50, LDC. (29)

2.- El inicio de las actuaciones administrativas.

3.- El inicio de las actuaciones judiciales.

4.- La ley 26.993 (30) establece una nueva causal, expresando que la interposición del reclamo ante el
Servicio de Conciliación Previa en las Relaciones de Consumo (COPREC) interrumpirá la prescripción de
las acciones judiciales y las administrativas, y de las sanciones emergentes de la LDC, cuya aplicación
corresponda en virtud de los hechos que sean objeto del reclamo. (31)

El art. 50 LDC, sustituido por la ley 26.994, ha suprimido la tercera causal mencionada. Además de ello, al
restringir el ámbito de aplicación de dicho precepto, deja en claro que esas causales no serán de interés para
los consumidores sino sólo para la autoridad de aplicación. Esto porque el art. 50 LDC se aplicará solo a las
sanciones administrativas.

Las causales de interrupción y suspensión que deberá tener en cuenta el consumidor en sus reclamos son las
que surgen del Cód. Civ. y Com.

En tal sentido el art. 2545 del mismo preceptúa que "el curso de la prescripción se interrumpe por el
reconocimiento que el deudor o poseedor efectúa del derecho de aquel contra quien prescribe".

Por su parte, el art. 2546 dispone que "el curso de la prescripción se interrumpe por toda petición del titular
del derecho ante autoridad judicial que traduce la intención de no abandonarlo, contra el poseedor, su
representante en la posesión, o el deudor, aunque sea defectuosa, realizada por persona incapaz, ante tribunal
incompetente, o en el plazo de gracia previsto en el ordenamiento procesal aplicable".

El art. 2548 señala que "el curso de la prescripción se interrumpe por la solicitud de arbitraje. Los efectos de
esta causal se rigen por lo dispuesto para la interrupción de la prescripción por petición judicial, en cuanto
sea aplicable".

No obstante todo lo dicho, "el juez puede dispensar de la prescripción ya cumplida al titular de la acción, si
dificultades de hecho o maniobras dolosas le obstaculizan temporalmente el ejercicio de la acción, y el titular
hace valer sus derechos dentro de los seis meses siguientes a la cesación de los obstáculos" (art. 2550, Cód.
Civ. y Com.).

El art. 2552 establece que el juez no puede declarar de oficio la prescripción.

Enfocándonos en las causales de suspensión de la prescripción que podrá invocar el consumidor cabe
mencionar lo siguiente:

1.- El art. 2541 del Cód. Civ. y Com. expresa que "el curso de la prescripción se suspende, por una sola vez,
por la interpelación fehaciente hecha por el titular del derecho contra el deudor o el poseedor. Esta
suspensión sólo tiene efecto durante seis meses o el plazo menor que corresponda a la prescripción de la
acción".

2.- El art. 2542 señala que "el curso de la prescripción se suspende desde la expedición por medio fehaciente
de la comunicación de la fecha de la audiencia de mediación o desde su celebración, lo que ocurra primero.
El plazo de prescripción se reanuda a partir de los veinte días contados desde el momento en que el acta de
cierre del procedimiento de mediación se encuentre a disposición de las partes".
IV. Plazos de prescripción en curso

Teniendo presente que el Código produce un gran cambio sobre la prescripción en las relaciones de
consumo, adquieren muchísima relevancia las normas de aquél aplicables a los plazos de prescripción que se
encuentran transcurriendo en la actualidad.

Téngase presente al respecto que las acciones judiciales basadas en la normativa consumeril se vienen
incrementando año a año de manera exponencial. Esto nos obliga a detener la mirada un momento en el
"mientras tanto".

El art. 2537 del Cód. Civ. y Com. expresa que "los plazos de prescripción en curso al momento de entrada en
vigencia de una nueva ley se rigen por la ley anterior. Sin embargo, si por esa ley se requiere mayor tiempo
que el que fijan las nuevas, quedan cumplidos una vez que transcurra el tiempo designado por las nuevas
leyes, contado desde el día de su vigencia, excepto que el plazo fijado por la ley antigua finalice antes que el
nuevo plazo contado a partir de la vigencia de la nueva ley, en cuyo caso se mantiene el de la ley anterior".

Esta norma es muy importante para regular todas aquellas situaciones en las cuales el plazo de prescripción
aplicable a las relaciones de consumo cambiará con motivo de la sanción del nuevo Código.

Se pueden dar distintas situaciones:

1.- Que la nueva norma no cambie el plazo de prescripción aplicable.

Esto se daría, por ejemplo, en aquellas relaciones de consumo en las cuales se produjeron daños y que no
tienen origen contractual. Allí el plazo de prescripción según el "viejo" art. 50 LDC sería de tres años,
extensión de tiempo que no sufriría variaciones con el nuevo Código pues si bien el "nuevo" art. 50 LDC no
contiene ninguna referencia a acciones judiciales se impondría la solución del art. 2561 Cód. Civ. y Com., 2º
párrafo, que dispone que el reclamo indemnizatorio de daños derivados de la responsabilidad civil prescribe
a los tres años.

También aplicará para quienes sostenían que el plazo anual de la Ley de Seguros era el aplicable aun antes
de la sustitución del texto del art. 50 LDC. Es decir, antes y después del Código rige el plazo de un año del
art. 58 de la ley 17.418.

En este supuesto concreto no sería de aplicación el art. 2537 antes mencionado del Cód. Civ. y Com.

2.- Que el "viejo" plazo de prescripción sea más extenso que el que surge del Código.

Acá se pueden dar también distintas situaciones que dependen, a su vez, de determinadas posturas que se
hayan asumido al interpretar el alcance del art. 50 LDC, texto según ley 26.361:

a.- Habrá plazo "viejo" superior al "nuevo" si se sostiene que el lapso trienal del art. 50 LDC (texto según ley
26.361) primaba sobre el art. 58 de la Ley de Seguros, y que ello no se mantiene ante la eliminación del
plazo de prescripción de las acciones judiciales del "nuevo" art. 50 LDC, renaciendo, por lo tanto, la vigencia
del término anual de la Ley 17.418l

b.- Similar situación se daría para quienes afirman que el plazo anual previsto en el art. 855.1 del Cód. de
Com. quedaba desplazado por el término de tres años del "viejo" art. 50 LDC. La ausencia de regulación de
las acciones judiciales en el "nuevo" art. 50 LDC y la previsión de un plazo bienal expreso para el contrato
de transporte terrestre en el art. 2562.d. Cód. Civ. y Com. hacen también que el plazo "antiguo" sea más
extenso que el "nuevo". Otro tanto podríamos decir respecto al transporte marítimo en donde recobraría vida
el término anual del art. 345 de la Ley de Navegación.

c.- El plazo anterior sería también más extenso que el posterior cuando se considere que el "viejo" art. 50
LDC estaba desplazado por el plazo decenal del art. 4023 del Cód. Civ. en los casos de contratos de consumo
sin ley especial. Esto porque el lapso de diez años allí previsto supera los cinco años que surgen del art. 2560
del Cód. Civ. y Com.
d.- La situación se daría también si se sostiene que el reclamo por vicios redhibitorios basado en el art. 18
LDC se regía por el plazo trienal art. 50 LDC, texto según ley 26.361. Esto porque el mismo superaría el
lapso de un año del art. 2564.a del Cód. Civ. y Com.

En todos estos casos rige, como regla general, el nuevo plazo de prescripción pero contado desde la fecha de
vigencia del nuevo texto legal. La excepción estaría dada por aquellos supuestos en los cuales el plazo de
prescripción que ya se encontraba corriendo tenga vencimiento con anterioridad a la fecha límite antes
señalada.

Pongamos un ejemplo:

En las situaciones mencionadas el plazo comenzaría a correr el 1° de agosto de 2015. En el caso del seguro,
del transporte marítimo y de los vicios redhibitorios vencería en principio el 31 de julio de 2016 (un año,
conforme arts. 58 de la ley 17.418, 345 de la ley 20.094 y 2564.a Cód. Civ. y Com.). En el supuesto del
transporte terrestre el 31 de julio de 2017 (dos años, conforme art. 2562.d Cód. Civ. y Com.). Cuando no
haya leyes especiales, al regir el plazo de cinco años, el vencimiento operaría el 31 de julio de 2020 (cinco
años, conforme art. 2560 Cód. Civ. y Com.).

Esa sería la regla general. La excepción se daría cuando, aun tomando el "plazo largo" con fundamento en el
régimen anterior al Cód. Civ. y Com., su vencimiento opere antes de las fechas señaladas.

Así, por ejemplo, si la prescripción del reclamo de un consumidor contra la aseguradora comenzó a correr el
1° de abril de 2013, su vencimiento será el 31 de marzo de 2016 y no el 31 de julio de 2016.

3.- Que el nuevo plazo sea más largo que el anterior.

Esto se puede dar en distintas situaciones:

a.- Si se considera que el "viejo" art. 50 LDC desplazaba al plazo decenal del art. 4023 del Cód. Civ. en los
casos de contratos de consumo sin ley especial. La extensión de tres años del art. 50 LDC (texto según ley
26.361) sería así un lapso inferior a los cinco años que surgen del art. 2560 del Cód. Civ. y Com.

b.- Si se sostiene que el reclamo por vicios redhibitorios basado en el art. 18 LDC se regía por el plazo de
tres meses del art. 4041 del Cód. Civ. Esto porque el mismo sería inferior al lapso de un año previsto en el
art. 2564.a del Cód. Civ. y Com.

c.- Si se opinaba que el contrato de transporte terrestre (con consumidores), aun bajo la vigencia del "viejo"
art. 50 LDC era regido por el plazo anual del art. 855.1 del Cód. de Com. Esto porque el nuevo plazo
específico para este contrato es de dos años conforme al art. 2562.d del Cód. Civ. y Com.

En todas estos supuestos rige siempre (sin excepciones) el plazo existente con anterioridad a la sanción del
Cód. Civ. y Com.

Así, en el punto a. regirá el plazo trienal del "viejo" art. 50 LDC, en el punto b. el de tres meses del art. 4041
Cód. Civ. y en el punto c. el anual del art. 855.1 Cód. de Com.

V. El plazo de prescripción de las acciones del proveedor contra el consumidor

Por último, un tema interesante para analizar respecto al art. 50 LDC (según ley 26.361) es si el plazo de
prescripción de tres años para las acciones judiciales es el que rige también los reclamos que el proveedor
interponga contra el consumidor.

La LDC no aclara nada al respecto. (32)

Se ha resuelto que el plazo de tres años se aplica a las ejecuciones hipotecarias iniciadas por una entidad
financiera contra un consumidor. (33) También que las diferencias de plazo según se trate del proveedor o
del consumidor generan cierta inseguridad jurídica, proponiéndose que los lapsos sean iguales,
independientemente cuál sea la parte de la relación de consumo que lo invoque. (34)

Cierta doctrina, no obstante, interpreta que las acciones del proveedor se rigen por el Código Civil todavía
vigente y no por la normativa específica en materia de consumo. (35) El problema de adherir a esta postura
se advierte en aquellas situaciones en las cuales se debe aplicar el plazo decenal del art. 4023 del Cód. Civ. o
del art. 823 del Cód. Com. Allí el proveedor tendría un plazo de prescripción siete años más extenso que el
consumidor, lo que sería contrario al principio previsto en el art. 3° LDC. (36)

El inconveniente apuntado desaparece con el nuevo texto del art. 50 LDC que, al eliminar el plazo de
prescripción para acciones judiciales, hace que éstas se rijan por lo dispuesto en cada caso particular por el
Cód. Civ. y Com (o por leyes especiales). En este escenario desaparece el peligro de otorgar al proveedor
para sus reclamos un plazo de prescripción más largo del que goza el consumidor. Así, si se está ante un
contrato de seguro regirá el lapso de un año para ambos. Si nos encontramos ante un contrato de consumo sin
ley especial ambas partes contarán con el plazo de cinco años para reclamar en virtud del art. 2560 Cód. Civ.
y Com.

VI. Conclusiones

Para finalizar podemos decir lo siguiente:

1.- El art. 50 LDC, texto según Ley 26.994, se aplica solo a las sanciones administrativas y no a las acciones
de dicha índole ni a las de carácter judicial.

2.- El nuevo art. 50 LDC, al igual que en su versión según ley 26.361, no se ocupa de enumerar causales
específicas de suspensión de la prescripción, ni aun para las sanciones administrativas (para las acciones
judiciales que entable el consumidor regirá el régimen del Cód. Civ. y Com.).

3.- El art. 50 LDC (versión según ley 26.994) a diferencia del texto anterior, deja de considerar al inicio de
actuaciones judiciales como una causal interruptiva de la prescripción para las sanciones administrativas.
Todo lo relativo a la interrupción de la prescripción de la acción judicial del consumidor se rige por el Cód.
Civ. y Com., aclarándose que la Ley 26.993 establece como nueva causal la interposición del reclamo ante el
COPREC.

4.- El plazo de prescripción trienal del "viejo" art. 50 LDC queda reemplazado por el lapso quinquenal del
art. 2560 Cód. Civ. y Com. para todos aquellos contratos de consumo en los cuales no exista una ley especial
que establezca otro término. Esto vale tanto para consumidores que reclamen como para los proveedores que
hagan lo propio.

Creemos que la nueva regla general que surge del Código resulta más beneficiosa para los consumidores
pues el plazo de prescripción se incrementa de tres a cinco años.

5.- Cuando existan normas o disposiciones específicas aplicables a un determinado contrato de consumo
(verbigracia, seguro o transporte) regirá el plazo de prescripción previsto en ellas, quedando a un lado el
lapso genérico de cinco años antes apuntado (aunque ya existen posturas que, invocando preceptos
constitucionales y normativa de derecho internacional hacen primar el plazo quinquenal sobre los de menor
extensión temporal que surgen de las leyes especiales).

6.- Los arts. 3° LDC y 1094 Cód. Civ. y Com., no parecieran tener aptitud para modificar la conclusión
anterior porque requieren que se configure "la duda", extremo que no quedaría evidenciado cuando se analiza
el nuevo texto del art. 50 LDC y las disposiciones pertinentes del Código referido (arts. 2560 y preceptos
complementarios).

7.- Teniendo presente el universo de contratos de consumo que se celebran a diario, son muy pocos
(cuantitativamente hablando) los que tienen un régimen específico con un plazo de prescripción inferior a los
tres años que surgían del art. 50 LDC, texto según Ley 26.361.
8.- No obstante lo dicho en el punto anterior, si bien son pocos los contratos de consumo que tienen un plazo
de prescripción inferior a los tres años, los mismos son de una trascendencia social innegable. Asimismo,
mantener vigentes plazos de prescripción de carácter anual (como es el caso del seguro o del transporte
marítimo) puede constituir una grave dificultad para el acceso a la justicia por parte de los consumidores. Es
urgente una reforma legislativa al respecto ampliando dicho término a, por lo menos, dos años, tal como ha
ocurrido con el transporte terrestre. En este punto podemos decir que las consecuencias de la regulación legal
del nuevo Código no son felices.

9.- Para los casos de consumidores que tengan que entablar acciones indemnizatorias por daños originados
en relaciones de consumo que no tengan carácter contractual, el régimen del Cód. Civ. y Com. no ha
empeorado su situación ya que siguen contando con tres años para reclamar en virtud del art. 2561 de dicho
cuerpo normativo.

10.- La aplicación del art. 2537 Cód. Civ. y Com. a las acciones judiciales (originadas en relaciones de
consumo) que están corriendo al momento de la puesta en vigencia del Código abre un abanico de
posibilidades que ameritará un cuidadoso análisis para determinar cuál es el plazo de prescripción aplicable y
su vencimiento efectivo.

Ante la inminencia de la vigencia del Cód. Civ. y Com. hemos intentado darle a nuestro trabajo un perfil más
bien explicativo, abordando las distintas situaciones (y problemas) que se generarán en la práctica respecto a
la prescripción de las acciones que tengan como fundamento una relación de consumo. Esperamos haberlo
logrado.

(A) (*) Sobre este tema ver: CHAMATROPULOS, Demetrio Alejandro, Ley de Defensa del Consumidor
comentada, incluida como tomo IV de la colección "Legislación Usual Comercial comentada" dirigida por
Héctor Osvaldo CHOMER y Jorge SÍCOLI, La Ley, Buenos Aires, 2015.

(1) (1) Publicada en el Boletín Oficial (BO) en fecha 07/04/2008.

(2) (2) El Código tuvo como base al Anteproyecto redactado por la Comisión de Reformas designada por el
dec. 191/2011 (publicada en el BO en fecha 23/02/2011) integrada por los Dres. Ricardo LORENZETTI,
Elena HIGHTON DE NOLASCO y Aída KEMELMAJER DE CARLUCCI. Han prestado su colaboración
para la realización de tal tarea una extensa lista de juristas. El citado Anteproyecto fue elevado al Congreso
el día 07 de junio de 2012 (Mensaje del Poder Ejecutivo Nacional 884/2012) ingresando para su estudio en la
Comisión Bicameral para la Reforma, Actualización y Unificación de los Códigos Civil y Comercial de la
Nación. Dicha Comisión elaboró un predictamen que obtuvo media sanción en la Cámara de Senadores en
fecha 28 de noviembre de 2013 siendo transformado en ley por la Cámara de Diputados el 01 de octubre de
2014 (Ley 26.994, publicada en el BO en fecha 08/10/2014). Originariamente se preveía su vigencia para el
día 01 de enero de 2016 (conf. art. 7°, Ley 26.994). Con posterioridad, esa fecha se adelantó al día 01 de
agosto de 2015 (conf. art. 1°, Ley 27.077 —publicada en el BO en fecha 19/12/2014— que sustituyó el texto
del art. 7° de la Ley 26.994).

(3) (3) El texto según el Código Civil y Comercial de la Nación (punto 3.4, Anexo II, Ley 26.994) dispone
lo siguiente: "Art. 50.— Prescripción. Las sanciones emergentes de la presente ley prescriben en el término
de tres [3] años. La prescripción se interrumpe por la comisión de nuevas infracciones o por el inicio de las
actuaciones administrativas". Por su parte el art. 50, texto según Ley 26.361 (art. 55, según Ley F-1884,
Digesto Jurídico Argentino —DJA, sancionado por la Ley 26.939, publicada en el BO en fecha
16/06/2014—), expresa lo siguiente: "Prescripción. Las acciones judiciales, las administrativas y las
sanciones emergentes de la presente ley prescribirán en el término de tres [3] años. Cuando por otras leyes
generales o especiales se fijen plazos de prescripción distintos del establecido precedentemente se estará al
más favorable al consumidor o usuario. La prescripción se interrumpirá por la comisión de nuevas
infracciones o por el inicio de las actuaciones administrativas o judiciales".

(4) (4) Art. 50, 24.240 (texto original): "Prescripción. Las acciones y sanciones emergentes de la presente
ley prescribirán en el término de tres [3] años. La prescripción se interrumpirá por la comisión de nuevas
infracciones o por el inicio de las actuaciones administrativas o judiciales".
(5) (5) No cabe subestimar el análisis de la normativa vigente con anterioridad al Cód. Civ. y Com. ya que,
por algunos años, serán muchísimos los casos que deberán ser resueltos teniendo en cuenta la misma. Por
esta razón le dedicaremos un buen espacio a lo largo de este trabajo.

(6) (6) Piénsese que, por ejemplo, el art. 62.5 del Código Penal establece que el plazo de prescripción de los
delitos castigados con pena de multa es de dos años.

(7) (7) Ver, entre otros, CNCom., sala A, "Francioni, Adelina Liliana c. Mapfre Argentina Seguros S.A. s/
ordinario", 28/06/2013, RCyS 2014-I, 167.

(8) (8) Ver, por ejemplo, CNCom., sala B, "Belen, Ramón Ángel c. Mapfre Argentina Seguros de Vida S.A.
s/ ordinario", 23/04/2012, LL 2012-E, 102.

(9) (9) Ver, entre otros, CNCom., sala D, "Á., G. A. c. Seguros Bernardino Rivadavia Coop. Ltda. s/
ordinario", 15/04/2014, RCyS 2014-XII, 213.

(10) (10) Por sólo citar un precedente: CNCom., sala C, "Álvarez, Carlos Luis c. Aseguradora Federal
Argentina S.A. a/ordinario", 22/08/2012, LA LEY 2012-E, 275.

(11) (11) Es importante destacar que la Ley 26.853 (publicada en el BO en fecha 17/05/2013) derogó los
arts. 302 y 303 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (CPCCN) que aludían a la convocatoria
a plenarios y la fuerza obligatoria de los mismos. Ello en la inteligencia de que la función que cumplían esos
pronunciamientos a través de los cuales se uniformaban criterios jurisprudenciales pasaría a ser desempeñada
por las nuevas Cámaras Federales de Casación (sobre las materias Contencioso Administrativo Federal,
Trabajo y Seguridad Social y Civil y Comercial). Sin embargo, a la fecha de presentación de este aporte
autoral las mismas todavía no han sido puestas en marcha. En base a esto, podemos preguntarnos qué
influencia tienen esos plenarios dictados con anterioridad a la ley 26.853. Al respecto se ha dicho que las
doctrinas que emanan de los plenarios han dejado de ser obligatorias desde la reforma introducida por la
citada ley (CNCom., sala F, 27/12/2013, "Banco Itaú Buen Ayre S.A. c. Maimone, Cristian Alberto
s/ejecutivo", LL AR/JUR/94985/2013). La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, por su parte, ha
emitido algunos fallos refiriéndose a la cuestión que resultan de utilidad para lo aquí analizado. Así, se ha
dicho que la doctrina plenaria debe continuar vigente hasta tanto no se integren efectivamente ni se pongan
en funcionamiento los tribunales mencionados (ver, entre otros, CNCiv., sala A, 03/06/2013, "C., A. K. y o.
c. F., M. M. y o. s/ daños y perjuicios", RCyS, 2013-IX-252; sala D, 10/06/2013, "Higa, Mauricio Javier c.
Villavicencio, Osvaldo Martín y otros s/daños y perjuicios", LL AR/JUR/29272/2013; sala B, 30/08/2013,
"P., H. L. c. Banco Sáenz S.A. s/ejecución de honorarios", LL 2013-E, 506; sala F, 03/02/2014, "L., J. R. c.
Empresa del Transporte El Libertador SRL y otros s/daños y perjuicios", RCyS 2014-VIII , 223; sala H,
15/10/2013, "F., T. P. c. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires s/daños y perjuicios", LL 2014-C-236; y
sala M, 14/08/2014, "G., H. J. c. Empresa Tandilense SACIFI y M., R. s/daños y perjuicios", ED del
07/11/2014, 5). Es más: en dicho fuero se han dictado plenarios con posterioridad a la sanción de la ley
26.853, aclarándose que la existencia de ésta no era un obstáculo en un caso concreto pues había sido
promulgada y publicada en el BO con posterioridad a la convocatoria de dicho plenario (CNCiv., en pleno,
23/12/2013, "Inversiones Rifer SL c. Fruticon S.A. s/incidente civil", LL 2014-B-167). En similar sentido,
encontramos algunos precedentes de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo (CNTrab., sala II,
30/09/2013, "Seoane, Cristian Diego c. Dell América Latina Corp s/despido", DT, 2014 enero-76 y sala VIII,
21/02/2014, "M., E. C. c. D. L., L. y C., S. S.H. y otros s/despido", DT, 2014 julio-1877, entre otros). Sin
embargo, en este fuero existen decisiones en donde se resolvió que correspondía dejar de lado la doctrina
plenaria sentada en el año 2009 ante la sanción de la ley 26.853 y la afectación de principios de raigambre
constitucional que el fallo plenario producía según los jueces que resolvieron el caso (CNTrab., sala VI,
24/9/2013, "G., C. N. c. Telefónica Móviles Argentina S.A. s/despido", DT, 2014 mayo-1225). También que
la falta de puesta en funcionamiento de las Cámaras de Casación sólo condicionaba la vigencia de la
mencionada ley a los efectos de la interposición de los recursos respectivos pero no en lo relativo a los
plenarios, los cuales dejaban de existir desde la fecha de publicación de la misma (CNTrab., sala V,
23/05/2014, "Piacenza, Mirta Evelia y otros c. Telefónica de Argentina S.A. y otro s/part. accionariado
obrero", DT, 2014 octubre-2804).
(12) (12) CNCiv., en pleno, "Sáez González, Julia del Carmen c. Astrada, Armando Valentín y otros s/
daños y perjuicios (Acc. Trán. c/ Les. o Muerte)", 12/03/2012, LA LEY 28/03/2012. Por la solución
afirmativa se pronunciaron 23 jueces: Ricardo LI ROSI, Hugo MOLTENI, Claudio RAMOS FEIJÓO,
Patricia BARBIERI, Ana María R. BRILLA DE SERRAT, Fernando RACIMO, Juan Carlos G. DUPUIS,
Mario P. CALATAYUD, José Luis GALMARINI, Eduardo A. ZANNONI, Fernando POSSE SAGUIER,
Carlos A. CARRANZA CASARES, Claudio M. KIPER, Julio OJEA QUINTANA, Patricia E. CASTRO,
Beatriz A. VERÓN, Marta del Rosario MATTERA, Zulema D. WILDE, Oscar J. AMEAL, Lidia B.
HERNÁNDEZ, Víctor F. LIBERMAN, Marcela PÉREZ PARDO y Mabel A. DE LOS SANTOS. Por la
negativa votaron 8 jueces: Luis ÁLVAREZ JULIÁ, Beatriz L. CORTELEZZI, Omar L. DÍAZ SOLIMINE,
Diego C. SÁNCHEZ, Carlos A. BELLUCCI, Beatriz A. AREÁN, Jorge A. MAYO y Liliana E. ABREUT
DE BEGHER.

(13) (13) PINESE, Graciela G. y CORBALÁN, Pablo S., Ley de Defensa del Consumidor, Cathedra
Jurídica, Buenos Aires, 2009, p. 311. En el mismo sentido: FERNÁNDEZ, Raymundo L., GÓMEZ LEO,
Osvaldo R. y AICEGA, María Valentina, Tratado teórico-práctico de Derecho Comercial, Abeledo Perrot,
Buenos Aires, 2009, Tomo II-B, p. 1182; BERSTEN, Horacio L., Derecho Procesal del consumidor, La Ley,
Buenos Aires, 2003, p. 364 y MOEYKENS, Federico R., "Relación de consumo y contrato de seguro:
protección jurídica del consumidor de seguros", en PICASSO, Sebastián y VÁZQUEZ FERREYRA,
Roberto A. (Directores), Ley de Defensa del Consumidor comentada y anotada, La Ley, Buenos Aires, 2009,
Tomo II, p. 549 y ss.

(14) (14) CCiv. y Com. 1ª Córdoba, "HSBC-La Buenos Aires Seguros S.A. c. Hipermercado Libertad S.A.",
29/09/2010, RCyS 2011-III, 230.

(15) (15) FARINA, Juan M., Defensa del Consumidor y del Usuario, 4ª edición, Astrea, Buenos Aires,
2008, p. 543.

(16) (16) WAJNTRAUB, Javier H., "Análisis exegético de la ley", cit., en MOSSET ITURRASPE, Jorge y
WAJNTRAUB, Javier H., Ley de Defensa del Consumidor, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2008, p. 272.

(17) (17) LORENZETTI, Ricardo L., Consumidores, 2ª edición, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2009, p. 613.

(18) (18) PÉREZ BUSTAMANTE, Laura, Derechos del Consumidor, Astrea, Buenos Aires, 2004, p. 231.

(19) (19) SPROVIERI, Luis E, y DELL'OCA, Gastón, Daños por Productos Elaborados, Abeledo Perrot,
Buenos Aires, 2012, p. 528.

(20) (20) CHOMER, Héctor Osvaldo, "Prescripción en el contrato de seguro de vida", RCyS 2013-XI, 65.
Con similar preocupación, la Comisión n. 2 (Obligaciones: Prescripción liberatoria) de las XXII Jornadas
Nacionales de Derecho Civil, celebradas en Córdoba en 2009, emitió la siguiente conclusión: "Debe
propiciarse una reforma integral que establezca un sistema único de prescripción liberatoria, que comprenda
tanto la materia sustancial como la procedimental. El mismo deberá compatibilizar los distintos regímenes
especiales incluido el de la protección al consumidor".

(21) (21) Esta última postura es asumida por Gabriel STIGLITZ. STIGLITZ, Gabriel A., "La defensa del
consumidor en el Proyecto de Código Civil y Comercial", Revista de Derecho Comercial, del Consumidor y
de la Empresa (DCCyE), La Ley, n. 5, octubre 2012, p. 61.

(22) (22) El art. 2563 se refiere al cómputo del plazo de prescripción de dos años en diversos supuestos. Así
establece lo siguiente: "Cómputo del plazo de dos años. En la acción de declaración de nulidad relativa, de
revisión y de inoponibilidad de actos jurídicos, el plazo se cuenta: a) si se trata de vicios de la voluntad,
desde que cesó la violencia o desde que el error o el dolo se conocieron o pudieron ser conocidos; b) en la
simulación entre partes, desde que, requerida una de ellas, se negó a dejar sin efecto el acto simulado; c) en
la simulación ejercida por tercero, desde que conoció o pudo conocer el vicio del acto jurídico; d) en la
nulidad por incapacidad, desde que ésta cesó; e) en la lesión, desde la fecha en que la obligación a cargo del
lesionado debía ser cumplida; f) en la acción de fraude, desde que se conoció o pudo conocer el vicio del
acto; g) en la revisión de actos jurídicos, desde que se conoció o pudo conocer la causa de revisión".
(23) (23) En contra de este razonamiento, Waldo SOBRINO, en un reciente artículo, considera que el
consumidor en los contratos de seguro podrá invocar el plazo de prescripción de cinco años del art. 2560 del
Cód. Civ. y Com. Expresa que ello surge de una interpretación armónica de lo normado por la "Constitución
Nacional (art. 42 y Preámbulo); los Tratados Internacionales (art. 75, inc. 22 de la Carta Magna); la
Jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (y el Control de Constitucionalidad); la
Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (y el Control de Convencionalidad); los
arts. 1º, 12, 1094, 1095 y 2560 del Nuevo Código Civil y Comercial de la Nación; los arts. 3º y 50 de la Ley
de Defensa del Consumidor; los Principios y Valores jurídicos (art. 2º del Código Civil y Comercial), el art.
50 de la Ley de Seguros", entre otras razones. SOBRINO, Waldo A. R., "Prescripción de cinco años en
seguros en el nuevo Código", LA LEY 25/02/2015, 1.

(24) (24) VÍTOLO, Daniel R., Las Reformas al Régimen de Defensa del Consumidor en el Proyecto de
Código Civil y Comercial de la Nación, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2012, p. 151.

(25) (25) Dante RUSCONI también ha criticado duramente la nueva solución legal calificándola como "un
lamentable retroceso". RUSCONI, Dante D., "Nociones fundamentales" en RUSCONI, Dante D. (Director),
Manual de Derecho del Consumidor, 2ª edición, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 2015, p. 141 y ss.

(26) (26) FARINA, Juan M., op. cit., p. 545.

(27) (27) LORENZETTI, Ricardo L., Consumidores..., op. cit., p. 614.

(28) (28) LORENZETTI, Ricardo L., Consumidores..., op. cit., p. 614.

(29) (29) CCiv. y Com. Mar del Plata, sala II, "Asoc. Civil de Usuarios Bancarios Arg. c. Bazar Avenida SA
(Red Megatone) s/materia a categorizar", 10/07/2012, LL 2013-A-395.

(30) (30) Publicada en el BO en fecha 19/09/2014.

(31) (31) Art. 6°, Ley 26.993.

(32) (32) La Comisión n. 9 (Derecho Interdisciplinario: Derechos del Consumidor: Incidencias de las
reformas introducidas por la Ley 26.361) de las XXII Jornadas Nacionales de Derecho Civil, celebradas en
Córdoba en 2009 emitió sobre el tema dos despachos: "1.- Las acciones del proveedor prescribirán en el
plazo especial o en el plazo de tres años, el que fuere menor" y "2.- Las acciones del proveedor y del
consumidor prescriben en idéntico plazo".

(33) (33) CCiv. y Com. Concordia, sala I, "Banco Macro S.A. c. Cutro, Oscar Enrique s/ ejecución
hipotecaria", 07/07/2014, LLLitoral 2014 (noviembre), 1143.

(34) (34) JUNYENT BAS, Francisco, MOLINA SANDOVAL, Carlos A., GARZINO, María Constanza y
HEREDIA QUERRO, Juan Sebastián, Ley de Defensa del Consumidor. Comentada, anotada y concordada,
Errepar, Buenos Aires, 2013, p. 404. Alejandro BORDA ha sostenido que existe una disparidad de trato entre
los contratantes pues "la misma relación contractual genera derechos más amplios del consumidor en lo que
respecta al plazo de ejercicio de sus derechos. En efecto, si el consumidor gozara de un plazo de prescripción
mayor de tres años por aplicación de las normas generales, será este plazo mayor el que rija el límite del
ejercicio de su derecho; en cambio, el proveedor estará limitado a esos tres años". Como consecuencia de
esto, considera que esta interpretación conspira contra la conmutatividad del contrato "y que puede traer
aparejado una demora ex profeso en el ejercicio de los derechos con la intención de que prescriban los
derechos del otro contratante". BORDA, Alejandro, "La prescripción liberatoria", LA LEY 18/02/2010, 1.

(35) (35) PÉREZ BUSTAMANTE, Laura, op. cit., p. 231.

(36) (36) FARINA, Juan M., op. cit., p. 543 y CARRANZA TORRES, Luis R. y ROSSI, Jorge O., op. cit.,
p. 245.

También podría gustarte