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LA PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA

EN LAS RELACIONES DE CONSUMO:


SUS DUDAS INTERPRETATIVAS1
por Demetrio Alejandro Chamatropulos

Sumario: 1. Introducción. 2. Ámbito de aplicación. 2.1. “Sanciones” y acciones ad-


ministrativas. 2.2. Acciones judiciales interpuestas por consumidores. 2.2.1. In-
terpretación del artículo 50, LDC, con anterioridad a la sanción de la ley 26.994.
2.2.2. Interpretación del artículo 50, LDC, con posterioridad a la sanción de la
ley 26.994. 3. Interrupción y suspensión de la prescripción. 4. Plazos de prescrip-
ción en curso. 5. ¿Cuándo prescriben las acciones que buscan que se restituya lo
cobrado indebidamente? 6. El plazo de prescripción de las acciones del proveedor
contra el consumidor. 7. La prescripción en el Anteproyecto de Ley de Defensa
del Consumidor (ALDC) y en el Proyecto de Código de Defensa de las y los
Consumidores (PCDC). 8. Palabras finales.

1. Introducción
La prescripción liberatoria (en general) tiene la peculiar caracte-
rística de ser uno de esos (pocos) institutos jurídicos que atraen con
mucha intensidad tanto a los teóricos como a los “operadores jurídicos
de a pie”.
La regulación de la prescripción en las relaciones de consumo (es-
pecialmente lo relativo a su plazo) es posiblemente uno de los temas
más controvertidos que presenta el Derecho del Consumidor argentino,
sobre todo desde el 2008 en adelante, año en el cual se sancionó la
ley 26.361.

1 El abordaje de este tema puede verse también en CHAMATROPULOS, Demetrio

Alejandro, Estatuto del consumidor comentado, 2ª ed., La Ley, Buenos Aires, 2019,
ts. I y II.

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Doctrina

La cuestión ha suscitado renovado interés pues el Código Civil y


Comercial de la Nación (CCyCN), además de establecer un régimen
general de prescripción liberatoria (arts. 2532 a 2564) sustituyó el
texto hasta el momento vigente del artículo 50 de la Ley de Defensa
del Consumidor (LDC), que regulaba justamente este instituto.
Comparando las “dos versiones” del artículo 50, LDC (textos según
leyes 26.361 y 26.994, respectivamente), se encuentra lo siguiente:
1. El artículo 50, LDC, según ley 26.361, se aplica a las acciones
judiciales, las acciones administrativas y las sanciones aplicadas
en virtud de la LDC. El artículo 50, LDC, sustituido por la ley
26.994, solamente a las sanciones que emergen de la ley con-
sumeril.
2. En ambos casos el plazo de prescripción tiene una extensión
idéntica: tres años.
3. El artículo 50, LDC, sustituido por la ley 26.994, elimina la
referencia del mismo precepto (en su versión según la ley 26.361)
al desplazamiento (en beneficio del consumidor) de plazos de
prescripción previstos en otras leyes generales o especiales que
fijen lapsos para reclamar más breves o perjudiciales que los
tres años del plexo consumeril.
4. El artículo 50, LDC, según ley 26.994, suprime como causal
de interrupción de prescripción el inicio de acciones judiciales.
El texto del actual artículo 50, LDC, es parecido al artículo 50
previsto en la LDC original (ley 24.240), con la diferencia de que este
último se aplicaba también a las acciones (sin aclarar a cuáles) y no
sólo a las sanciones. Además, en el segundo se consideraba causal de
interrupción al inicio de acciones judiciales2.
En las líneas que siguen se describirá cómo funciona (o funcionaba)
el sistema bajo la vigencia del artículo 50, LDC, texto según ley 26.3613,
y cómo creo que lo hace bajo el esquema diseñado por el CCyCN.

2 Art. 50, ley 24.240 (texto original): “Prescripción. Las acciones y sanciones

emergentes de la presente ley prescribirán en el término de tres (3) años. La prescripción


se interrumpirá por la comisión de nuevas infracciones o por el inicio de las actuaciones
administrativas o judiciales”.
3 No cabe subestimar el análisis de la normativa vigente con anterioridad al CCyCN

ya que, por algunos años, serán muchísimos los casos que deberán ser resueltos teniendo

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La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

2. Ámbito de aplicación
2.1. “Sanciones” y acciones administrativas
El artículo 50, LDC, según la ley 26.994, se aplicaría solamente
a “las sanciones emergentes” de la LDC4. No se hace referencia a
acciones ni a conductas del proveedor.
Por su forma de redacción (ciertamente imprecisa) y aunque no
resulta del todo claro, pareciera que debe interpretarse que el texto
vigente se refiere únicamente al período de tiempo que tiene el Estado
para ejecutar las multas o hacer efectivas otras sanciones impuestas
luego de haber quedado ellas firmes5.
Un texto confuso como el analizado también podría dar lugar a
considerar (aunque con menos fundamento) que la referencia es al
tiempo con que cuenta el Estado para iniciar la persecución de una
conducta que puede ser violatoria de la ley (acción administrativa) o
también (con menos argumentos aún) al lapso máximo que debe trans-
currir entre el acto formal de “imputación” a un proveedor de deter-
minada conducta contraria al régimen consumeril o bien el inicio de
actuaciones administrativas y el acto de la autoridad de contralor (que
deberá estar firme incluso para algunos) a través del cual, eventual-
mente, se le impone una sanción de las previstas en el artículo 47 de
la LDC6. La referencia a la acción administrativa (no mencionada en

en cuenta la misma. Por esta razón le dedicaremos un buen espacio a lo largo de


este trabajo.
4 Un exhaustivo estudio sobre la faceta administrativa de la prescripción liberatoria

en materia de defensa del consumidor puede verse en RUBINSTEIN, Marcelo, Pres-


cripción liberatoria en las relaciones de consumo. Avances y retrocesos, en Supl.
Especial, Comentarios al Anteproyecto de LDC, p. 715; AR/DOC/663/2019.
5 La aclaración referida a la firmeza es fundamental pues, en la práctica, muchos

proveedores denunciados intentan invocar la prescripción de la sanción computando el


plazo desde que ella se impone administrativamente, no obstante estar dicha decisión
recurrida judicialmente. La Corte Suprema de Tucumán fue el primer Tribunal Superior
argentino que se pronunció expresamente al respecto al concluir que la prescripción de
la sanción a los proveedores debe comenzar a correr desde el momento en que ella se
encuentra firme. CSJ de Tucumán, 10-6-2019, “Dirección de Comercio Interior c/Telecom
Argentina SA s/Su denuncia (denunciante: R., L. E.)”, RC J 7439/21; L. L. 2019-E-300.
6 En un caso se resolvió que la prescripción se había producido por el hecho de

transcurrir más de tres años entre el inicio de las actuaciones administrativas y el

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Doctrina

el precepto) se justificaría quizás por el hecho de que el propio ar-


tículo 50 de la LDC prevé como causal de interrupción de prescripción
el inicio de actuaciones administrativas, lo cual sólo tendría sentido
si la acción no se inició, tornándose superflua en cambio para todo lo
relativo a la ejecución de la sanción (pues ella estaría firme y se activaría
solo una vez terminado el procedimiento administrativo). De todos
modos, esto pareciera que tiene que ser dejado de lado pues la ley
habla de prescripción de sanciones y no de acciones. En cuanto a la
explicación de la postura por la cual la mención del precepto está
vinculada con la idea de que el procedimiento no dure más que los
tres años previstos en el artículo 50 de la LDC, ello sería una conse-
cuencia de la garantía constitucional y convencional de ser juzgado
en un plazo razonable. Más allá de la vigencia de esa garantía, lo cierto
es que el texto del precepto tampoco pareciera querer indicar esto.
Dicho todo ello, al parecer no quedar incluidas en la disposición
normativa las acciones administrativas, cabe la pregunta referida a
cuál es el plazo de prescripción de una acción administrativa de con-
sumo. Es decir, con cuánto tiempo cuenta el Estado para iniciar ac-
tuaciones luego de acaecida la conducta de un proveedor. El Superior
Tribunal de Formosa7 resolvió este punto expresando que correspon-

dictado de la resolución pertinente que impuso la sanción. En la misma sentencia, se


votó en disidencia (juez Juan Lima), resaltando que para computar el paso de los tres
años había que tener en cuenta el tiempo transcurrido entre el momento de comisión
de la infracción y el inicio de las actuaciones administrativas. CCAdm. y Trib. de
CABA, sala I, 25-2-2016, “Automóviles San Jorge SA c/GCBA s/Recurso directo
sobre resoluciones de defensa al consumidor”, RC J 7440/21; L. L. Online: AR/JUR/
7344/2016.
7 Precisó allí el tribunal lo siguiente: “...La reforma del CCyC mantiene el plazo

de prescripción de tres (3) años respecto de las ‘sanciones’ previstas en la LDC, pero
no así en cuanto a las ‘acciones judiciales [...] (y) [...] las administrativas”; elimina,
asimismo, la referencia al principio pro consumatore en este punto específico; en
consecuencia, se abre el siguiente panorama en materia de prescripción liberatoria en
el ámbito consumerista: a) en cuanto a las sanciones administrativas; b) en cuanto a
las acciones administrativas; c) en cuanto a las acciones judiciales. Conforme al nuevo
texto legal, la prescripción de las sanciones administrativas sigue operando a los tres
(3) años. Ahora bien, prescripción de una “sanción” no es lo mismo que prescripción
de una “acción” tendiente a la aplicación de una sanción. En efecto, en tanto la
sanción administrativa implica una pena de tal índole, la acción es el acto inicial del
procedimiento tendiente a tal fin; esta distinción se justifica, no sólo desde el punto

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La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

dería atender, en principio y como regla general, al plazo genérico de


prescripción del artículo 2560, CCyCN8, que lo fija en cinco años.
Otras voces, por el contrario, podrían sostener que, estando ante
normas administrativas sancionatorias, se tendría que recurrir supleto-
riamente al Derecho Penal y, concretamente, al artículo 62, inciso 5º
del Código Penal que prevé que la acción penal que persigue hechos
reprimidos con multa prescribe a los dos años. Esta última postura
choca contra algunos inconvenientes. El primero es que dejaría sin
plazo de prescripción a las sanciones que no fuesen multas, lo cual
sería un sinsentido. El segundo es que el artículo 45 de la LDC establece
que para las cuestiones no previstas en la ley se debe recurrir a la
Ley Nacional de Procedimientos Administrativos en primer lugar, y
al CPCCN en lo no contemplado por aquella sin hacer ninguna mención
a disposiciones penales. Incluso agrega que si las jurisdicciones locales
dictan normas procedimentales ellas deberán respetar lo que surge de
la LDC.
Fuera de ello, cuando se trata del daño directo el consumidor tiene

de vista conceptual, sino también desde el punto de vista normativo y práctico, ello
así de momento que el texto anterior del art. 50, LDC al unificar en tres (3) años el
plazo de prescripción, tanto para las sanciones como para las acciones administrativas,
no ofrecía problemas de interpretación al respecto; sin embargo, al mencionar ahora,
el texto reformado, solamente a las sanciones emergentes de esta ley (o sea, la LDC),
cabe preguntarse cuál es el plazo prescriptivo de las acciones administrativas, las que
quedan fuera de dicho texto. Sobre este particular, debe distinguirse entre la acción
que ejerce el consumidor, tendiente solamente a la aplicación de una sanción admi-
nistrativa por infracción del proveedor y la acción en la que se reclama el resarcimiento
del daño directo; en este último caso, en el que el consumidor se presenta ante la
autoridad invocando “un interés particular” (LDC, art. 45), ante la ausencia –a partir
de la reforma– de norma específica en la LDC, la situación no difiere respecto de
las acciones judiciales, pero, tratándose de denuncia del consumidor que persigue
sólo el dictado de una sanción en sede administrativa (art. 47, LDC), es decir, que
“actuare en defensa del interés general de los consumidores” (LDC, art. 45, cit.),
correspondería atender, en principio, al plazo genérico del nuevo art. 2560, CCyC”.
STJ de Formosa, 31-10-2016, “Cetrogar SA s/Apelación (ley prov. 1480)”, RC J
7441/21; L. L. Online: AR/JUR/80729/2016.
8 Art. 2560, CCyCN: “Plazo genérico. Las acciones civiles derivadas de delitos

de lesa humanidad son imprescriptibles.


”El plazo de la prescripción es de cinco (5) años, excepto que esté previsto uno
diferente en la legislación local”.

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Doctrina

un plazo de tres años (cfr. art. 2561, CCyCN)9 para reclamar la in-
demnización que se le fije por ese concepto pues no existe plazo es-
pecífico y se trata de una pretensión de interés particular10. Este último
plazo se aplica independientemente de que se lleve adelante el proce-
dimiento ante la autoridad nacional o ante una local, pues se trata de
un resarcimiento en el cual no podría aplicarse el Derecho provincial.
En el artículo 50 de la LDC, según ley 26.361, se incluía expre-
samente a las acciones administrativas. Por esta razón, la autoridad
de aplicación de la LDC no podía iniciar actuaciones por inconductas
de proveedores ocurridas hace más de tres años. Igualmente, para al-
gunos, esas actuaciones no podían durar más de tres años sin que se
emita una solución al caso11.
Esto último constituía un verdadero problema para la autoridad de
aplicación de la LDC cuando no actuaba con agilidad detectando po-
sibles infracciones que permitan iniciar los procedimientos correspon-
dientes y cuando estos últimos se prolongaban demasiado.
En ambos supuestos, el organismo de contralor dejaba de cumplir,
en los hechos, la función principal a su cargo: supervisar adecuadamente
y perseguir las conductas contrarias al Estatuto consumeril. Con el
texto vigente, el problema pareciera diluirse al tomarse nota que ahora
el plazo de la acción administrativa (que antes era de tres años) en la
actualidad sería de cinco, salvo norma local que contenga uno menor
(o que se interprete que se aplica el plazo de dos años más arriba
mencionado y previsto para las multas penales).
La cuestión está regulada de manera mucho más clara en la Ley
de Defensa de la Competencia, en donde se dice expresamente que
las acciones que nacen de infracciones prescriben a los cinco años de

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Art. 2561, CCyCN: “Plazos especiales. El reclamo del resarcimiento de daños
por agresiones sexuales infligidas a personas incapaces prescribe a los diez años. El
cómputo del plazo de prescripción comienza a partir del cese de la incapacidad.
”El reclamo de la indemnización de daños derivados de la responsabilidad civil
prescribe a los tres años”.
10 STJ de Formosa, 31-10-2016, “Cetrogar SA s/Apelación (ley prov. 1480)”, RC

J 7441/21; L. L. Online: AR/JUR/80729/2016.


11 CCAdm. y Trib. de CABA, sala I, 25-2-2016, “Automóviles San Jorge SA

c/GCBA s/Recurso directo sobre resoluciones de defensa al consumidor”, RC J


7440/21; L. L. Online: AR/JUR/7344/2016.

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La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

ocurrida la infracción (art. 72)12 mientras que las penas prescriben tam-
bién a los cinco años de quedar firme la sanción aplicada (art. 73)13.
Si bien hoy el plazo es igual, al estar distinguidos los dos supuestos
la puerta queda abierta a regular el asunto con lapsos de tiempo di-
ferentes.
Un problema adicional se encuentra dado por la interrelación en-
tre normas de defensa de la competencia y defensa del consumidor.
Esto porque a diferencia del plazo de cinco años recién visto en la
ley 27.442, el artículo 50 de la LDC dice que las sanciones prescriben
a los tres años. Hay quienes observan aquí alguna inconsistencia y
proponen igualarlos14. Por mi parte, agrego que si una conducta viola,

12 Art. 72, ley 27.442: “Las acciones que nacen de las infracciones previstas en

esta ley prescriben a los cinco (5) años desde que se cometió la infracción. En los
casos de conductas continuas, el plazo comenzará a correr desde el momento en que
cesó la comisión de la conducta anticompetitiva en análisis.
”Para el caso de la acción de resarcimiento de daños y perjuicios contemplada
en el artículo 62 de la presente ley, el plazo de prescripción, según corresponda, será
de: a) Tres (3) años a contarse desde que (i) se cometió o cesó la infracción o (ii)
el damnificado tome conocimiento o pudiere ser razonable que tenga conocimiento
del acto o conducta que constituya una infracción a la presente ley, que le hubiere
ocasionado un daño; o b) Dos (2) años desde que hubiera quedado firme la decisión
sancionatoria de la Autoridad Nacional de la Competencia” (el resaltado me pertenece).
13 Art. 73, ley 27.442: “Los plazos de prescripción de la acción se interrumpen:

a) Con la denuncia; b) Por la comisión de otro hecho sancionado por la presente ley;
c) Con la presentación de la solicitud al beneficio de exención o reducción de la
multa prevista en el artículo 60; d) Con el traslado del artículo 38; y e) Con la
imputación dispuesta en el artículo 41.
”La pena prescribe a los cinco (5) años de quedar firme la sanción aplicada.
”Para el caso de la acción de resarcimiento de daños y perjuicios contemplados
en el artículo 62 de la presente ley, los plazos de prescripción se suspenderán cuando
la Autoridad Nacional de la Competencia inicie la investigación o el procedimiento
relacionado con una infracción que pudiere estar relacionada con la acción de daños.
La suspensión de los plazos terminará cuando quede firme la resolución del Tribunal
de Defensa de la Competencia o cuando de otra forma se diere por concluido el
procedimiento” (el resaltado me pertenece).
14 HEREDIA QUERRO, Sebastián, El paso del tiempo y la defensa de la com-

petencia: reflexiones sobre la prescripción de las acciones que nacen de la ley 27.442,
en TREVISÁN, Pablo; DEL PINO, Miguel y CHAMATROPULOS, Demetrio Ale-
jandro (dirs.), Comentarios a la Ley de Defensa de la Competencia, La Ley, Buenos
Aires, 2018, p. 409.

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Doctrina

en simultáneo, normas de ambas materias, el principio in dubio pro


actione hará primar el más extenso.

2.2. Acciones judiciales interpuestas por consumidores


El artículo 50 de la LDC, sustituido por la ley 26.994, suprime la
referencia a las acciones judiciales.
Es decir, dicho precepto de la LDC, en su actual versión, no contiene
ningún plazo de prescripción específico para las acciones judiciales
entabladas con fundamento en ella. Ellas pasan a regirse directamente
por las normas generales del CCyCN a menos que existan leyes es-
peciales en el caso.
El cambio es de muchísimo impacto. Se diferenciarán dos situa-
ciones.

2.2.1. Interpretación del artículo 50, LDC, con


anterioridad a la sanción de la ley 26.994
En el texto del artículo 50, LDC, anterior a la sanción de la ley
26.994, la solución legal expresa era que las acciones judiciales basadas
en el ordenamiento jurídico consumeril prescribían a los tres años.
Además de ello, y teniéndose en cuenta que existe un universo de
relaciones de consumo muy bien identificadas a las cuales se les aplican
regímenes jurídicos particulares (seguros, transporte, etc.), el artícu-
lo 50 del año 2008 dispuso que “cuando por otras leyes generales o
especiales se fijen plazos de prescripción distintos del establecido pre-
cedentemente se estará al más favorable al consumidor o usuario”.
Esto llevó a un gran debate sobre cuál era el plazo de prescripción
aplicable a aquellas relaciones de consumo regidas por normas espe-
ciales que establecían lapsos más cortos para accionar judicialmente.
La cuestión adquiría una trascendencia vital en aquellos supuestos
en los cuales el plazo para el reclamo era extremadamente breve, lo
que podía implicar, en los hechos, una dificultad evidente de acceso
a la justicia para sujetos vulnerables. Esto es lo que sucedía, verbigracia,
con los seguros (art. 58, ley 17.418) y los transportes terrestres (art.
855.1, Cód. Com.), aeronáuticos (art. 228, Cód. Aeronáutico) y marí-
timos (art. 345, ley 20.094), entre otros supuestos.

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La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

Asimismo, cuando se estaba frente a contratos de consumo no re-


gidos por leyes específicas, la controversia giraba (en mucho menor
medida) en torno a la posible invocación (como norma más favorable)
del artículo 4023 del Código Civil derogado, ya que existía allí un
plazo de diez años para reclamar ante incumplimientos contractuales,
que superaba con creces los tres años del artículo 50, LDC.
Respecto del primer punto, las corrientes jurisprudenciales resumen
muy bien el estado de debate en la materia. La atención se enfocará
en los ejemplos paradigmáticos de los contratos de seguro y transporte
que fueron los que más polémica generaron (precisamente por ser los
que evidenciaban plazos extremadamente breves para el reclamo):
1. Por un lado se invocaba la preeminencia del plazo derivado de
la norma especial (el término de un año que surge del art. 58 de la
ley 17.418) por sobre el del artículo 50 de la LDC. Se argumentaba
que debía prevalecer esa solución por ser la que regía de manera es-
pecífica y exclusiva al contrato de seguro. Asimismo, que las dispo-
siciones de la LDC completaban, pero no sustituían a la norma espe-
cífica15. También se decía que no tener en cuenta lo previsto por la
ley especial, llevaría a que el contrato de seguro se rija directamente
por la LDC y a poner en tela de juicio las facultades de control de la
Superintendencia de Seguros de la Nación16. Además, se ha manifestado
que la prescripción del artículo 50, LDC, era aplicable solamente a
las acciones judiciales que surgían de esa ley, pero no a las que emergían
del contrato de seguro y de la ley especial pertinente, en tanto el
propio Estatuto del Consumidor la respetaba en su artículo 3º17.
Debe resaltarse que algunas de estas decisiones jurisprudenciales
resolvieron sobre hechos anteriores a la vigencia de la ley 26.361 en
donde la duda sobre el alcance del artículo 50, LDC, era mayor que
con posterioridad a abril de 2008.
2. En postura contraria, se ha dicho que primaba el plazo de tres

15 Ver, entre otros, CNCom., sala A, 28-6-2013, “Francioni, Adelina Liliana c/Ma-

pfre Argentina Seguros SA s/Ordinario”, RC J 7442/21; RCyS 2014-I-167.


16 Ver, por ejemplo, CNCom., sala B, 23-4-2012, “Belén, Ramón Ángel c/Mapfre

Argentina Seguros de Vida SA s/Ordinario”, RC J 7443/21; L. L. 2012-E-102.


17 Ver, entre otros, CNCom., sala D, 15-4-2014, “Á., G. A. c/Seguros Bernardino

Rivadavia Coop. Ltda. s/Ordinario”, RC J 5795/14; RCyS 2014-XII-213.

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Doctrina

años del artículo 50, LDC, por sobre el anual del artículo 58 de la
ley 17.418, rigiendo este último sólo para aquellos contratos de seguro
que no sean de consumo. A ello se agregaba que el hecho de que la
Ley de Seguros contenga normas ya destinadas a proteger al asegurado
no podía servir de fundamento para sostener que las disposiciones de
la LDC eran supletorias ya que, por aplicación de lo dispuesto por el
artículo 3º de esta última, cabía concluir, que el catálogo de soluciones
protectorias se había ampliado, integrándose ambos ordenamientos18.
En apoyo de esta postura se puede citar, en materia de contrato de
transporte, un divulgado fallo plenario de la Cámara Nacional de Ape-
laciones en lo Civil que resolvió que era aplicable a las acciones de
daños y perjuicios originadas en un contrato de transporte terrestre de
pasajeros el plazo de prescripción establecido por el artículo 50, LDC,
según ley 26.36119, dejándose de lado, el de carácter anual establecido
en el artículo 855 del derogado Código de Comercio. El voto mayo-
ritario, redactado en forma impersonal, explicó allí que “el texto del
artículo 855 del Código de Comercio queda desplazado por la inter-
pretación literal, lógica y teleológica de la ley y, al mismo tiempo,
por el carácter de especialidad propia del sistema de protección del
consumidor que surge del artículo 3º de la ley 24.240 y del principio
protector del artículo 42 de la Constitución que inspira a todo el pro-
cedimiento hermenéutico para asegurar una solución protectora del
usuario o consumidor”.

18 Por sólo citar un precedente: CNCom., sala C, 22-8-2012, “Álvarez, Carlos

Luis c/Aseguradora Federal Argentina SA s/Ordinario”, RC J 7444/21; L. L. 2012-


E-275.
19 CNCiv., en pleno, 12-3-2012, “Sáez González, Julia del Carmen c/Astrada,

Armando Valentín y otros s/Daños y perjuicios (acc. tráns. c/les. o muerte)”, RC J


1447/12; L. L. del 28-3-2012.
Por la solución afirmativa se pronunciaron veintitrés jueces: Ricardo Li Rosi,
Hugo Molteni, Claudio Ramos Feijóo, Patricia Barbieri, Ana María R. Brilla de Serrat,
Fernando Racimo, Juan Carlos G. Dupuis, Mario P. Calatayud, José Luis Galmarini,
Eduardo A. Zannoni, Fernando Posse Saguier, Carlos A. Carranza Casares, Claudio
M. Kiper, Julio Ojea Quintana, Patricia E. Castro, Beatriz A. Verón, Marta del Rosario
Mattera, Zulema D. Wilde, Oscar J. Ameal, Lidia B. Hernández, Víctor F. Liberman,
Marcela Pérez Pardo y Mabel A. De los Santos. Por la negativa votaron ocho jueces:
Luis Álvarez Juliá, Beatriz L. Cortelezzi, Omar L. Díaz Solimine, Diego C. Sánchez,
Carlos A. Bellucci, Beatriz A. Areán, Jorge A. Mayo y Liliana E. Abreut de Begher.

364
La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

La otra duda (de menor alcance y polémica) que se generaba con


base en el artículo 50, LDC, según ley 26.361, era si el plazo de diez
años del artículo 4023 del Código Civil ya no vigente primaba sobre
el de tres años que surgía del primero.
Se ha expresado que cuando el artículo 50 de la LDC, entraba en
colisión con el artículo 4023 del Código Civil derogado, debía primar
el plazo decenal de este último, pues ello “es una manifestación pura
del principio in dubio pro consumidor”20. Esta postura ha tenido algún
respaldo jurisprudencial21.
Sobre esto último, Farina22 no se pronunció sobre cuál plazo debía
primar. Simplemente dejaba abierta la interpretación señalando que
este supuesto “puede dar lugar a serias controversias”.
Wajntraub23 ha dicho que la previsión legal es polémica, ya que
“existían plazos de prescripción demasiado prolongados para la diná-
mica que deben tener las relaciones de consumo.
Lorenzetti consideraba, por su parte, que el plazo de tres años del
artículo 50 de la LDC, primaba por sobre el decenal del artículo 4023
del Código Civil ya no vigente24.

20 PINESE, Graciela G. y CORBALÁN, Pablo S., Ley de Defensa del Consumidor,

Cathedra Jurídica, Buenos Aires, 2009, p. 311. En idéntico sentido: FERNÁNDEZ,


Raymundo L.; GÓMEZ LEO, Osvaldo R. y AICEGA, María Valentina, Tratado teó-
rico-práctico de Derecho Comercial, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2009, t. II-B,
p. 1182; BERSTEN, Horacio L., Derecho procesal del consumidor, La Ley, Buenos
Aires, 2003, p. 364, y MOEYKENS, Federico R., Relación de consumo y contrato
de seguro: protección jurídica del consumidor de seguros, en PICASSO, Sebastián
y VÁZQUEZ FERREYRA, Roberto A. (dirs.), Ley de Defensa del Consumidor co-
mentada y anotada, La Ley, Buenos Aires, 2009, t. II, ps. 549 y ss.
21 CCCom. 1ª Nom. de Córdoba, 29-9-2010, “HSBC-La Buenos Aires Seguros

SA c/Hipermercado Libertad SA”, RCyS 2011-III-230, y C3ªCCMPaz y Trib. de


Mendoza, 18-8-2015, “Aguirre, Oscar Alfredo c/Club Colegio Dep. Godoy Cruz A.
Tomba s/Daños y perjuicios”, RC J 5871/15; RCyS, 2016-I-139, entre otros.
22 FARINA, Juan M., Defensa del Consumidor y del Usuario, 4ª ed., Astrea,

Buenos Aires, 2008, p. 543.


23 WAJNTRAUB, Javier H., Análisis exegético de la ley, en MOSSET ITURRAS-

PE, Jorge y WAJNTRAUB, Javier H., Ley de Defensa del Consumidor, Rubinzal-
Culzoni, Santa Fe, 2008, p. 272.
24 LORENZETTI, Ricardo L., Consumidores, 2ª ed., Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,

2009, p. 613.

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Doctrina

Coincido con esta última postura, ya que reafirma de alguna manera


la autonomía del Estatuto del Consumidor25.
Pérez Bustamante26, en postura similar, ha manifestado que el plazo
de prescripción previsto en el artículo 50, LDC (texto según ley 26.361)
sería aplicable a toda acción de consumo, aun cuando se tratase de
un contrato al cual se le podría aplicar la solución del artículo 4023
del Código Civil ya no vigente. No obstante, aclaraba que se podía
usar este último plazo cuando se decida accionar según las disposiciones
de dicho Código.
Sprovieri y Dell’Oca27 consideraban que debía primar el lapso de
tres años del artículo 50, LDC, pues se trataba precisamente de la
norma específica a la cual reenvía el artículo 4023 del Código Civil
derogado.
Ante todas las dificultades presentadas en este apartado, Chomer
señalaba que sería deseable la existencia de un catálogo legal que
establezca, en las distintas situaciones, qué supuestos están incluidos
o excluidos de cada regulación prescriptiva, a fin de acotar mayor-
mente el margen de eventual error, siendo una tarea más legislativa
que jurisprudencial. Es decir, lo deseable sería que se “determine
bien inequívocamente cuál y cuándo se aplica una u otra regla de
derecho”28.

25 Jurisprudencialmente se ha resuelto que el plazo de tres años primaba por

sobre el de diez por más que este último sea más extenso, con fundamento en
que esa circunstancia se encontraba equilibrada con el resto de la LDC que protege
enteramente al consumidor. CSJ de Tucumán, 28-8-2014, “Baigorria, Carlos Eduar-
do c/Castillo SACIFIA s/Cumplimiento de obligación”, RC J 7446/21; L. L. NOA,
2015 (mayo), p. 371.
26 PÉREZ BUSTAMANTE, Laura, Derechos del Consumidor, Astrea, Buenos

Aires, 2004, p. 231.


27 SPROVIERI, Luis E. y DELL’OCA, Gastón, Daños por productos elaborados,

Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2012, p. 528.


28 CHOMER, Héctor O., Prescripción en el contrato de seguro de vida, en RCyS

2013-XI-65. Con similar preocupación, la Comisión 2 (Obligaciones: Prescripción


liberatoria) de las XXII Jornadas Nacionales de Derecho Civil, celebradas en Córdoba
en 2009, emitió la siguiente conclusión: “Debe propiciarse una reforma integral que
establezca un sistema único de prescripción liberatoria, que comprenda tanto la materia
sustancial como la procedimental. El mismo deberá compatibilizar los distintos regí-
menes especiales incluido el de la protección al consumidor”.

366
La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

2.2.2. Interpretación del artículo 50, LDC, con


posterioridad a la sanción de la ley 26.994
La actual redacción del artículo 50, LDC, según ley 26.994, suprime
la existencia de plazos de prescripción específicos para las acciones
judiciales basadas en la LDC29.
Ello hace que se deba buscar la solución en las disposiciones del
CCyCN.
El artículo 2560 del citado Código, establece que el plazo genérico
de prescripción es de cinco años, excepto que esté previsto uno diferente
en la legislación local30.
Desde un plano teórico, se podría interpretar que las acciones ba-
sadas en la LDC prescriben, por regla general, a los cinco años, salvo
que se trate de los plazos específicos previstos tanto en el Código o
en leyes especiales. Sin embargo, también se podría razonar (con algún
esfuerzo interpretativo)31 que el principio de norma más favorable al
consumidor que surge de los artículos 3º, LDC, y 1094 del CCyCN,
inclina la balanza hacia la aceptación del plazo de cinco años por
sobre el que eventualmente surja de una ley especial.
29 Kemelmajer de Carlucci defiende el texto vigente argumentando que la solu-
ción que preveía el art. 50, según texto de la ley 26.361, “generó mucha inseguridad
jurídica, intolerable en una figura jurídica que, como la prescripción, se funda, pre-
cisamente, en el valor seguridad”. KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída, La apli-
cación del Código Civil y Comercial a las relaciones y situaciones jurídicas preexis-
tentes, Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2015, p. 175.
Hay autores que han sido especialmente críticos con la reforma del art. 50, LDC,
expresando que ha constituido un lamentable retroceso, incluyendo un texto “clara-
mente desfavorable a los derechos de los consumidores y usuarios o, en el mejor de
los casos, que reinstala un debate que ya había sido superado ante la clara redacción
de la norma” (se refiere al anterior texto de dicho precepto). RUSCONI, Dante D.,
Nociones fundamentales, en RUSCONI, Dante D. (dir.), Manual de Derecho del Con-
sumidor, 2ª ed., Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 2015, p. 141.
30 El Anteproyecto de Reformas al CCyCN de 2018 propuso sustituir el texto

del art. 2560 por el siguiente: “Plazo genérico. El plazo de la prescripción es de


cinco años. Este plazo se aplica a todos los créditos por tributos”.
31 Hernández considera que, si bien pueden aparecer dudas, lo dispuesto en el

art. 1094, CCyCN es determinante para desplazar esos plazos especiales que no se
condigan con el principio protectorio vigente en materia de Derecho del Consumidor.
HERNÁNDEZ, Carlos A., Estado actual del derecho del consumidor. A 25 años de
la vigencia de la ley de defensa del consumidor, en supl. J. A. del 7-11-2018, p. 77.

367
Doctrina

Sin perjuicio de la imprescriptibilidad para las acciones civiles de-


rivadas de delitos de lesa humanidad (art. 2560, CCyCN), cabe resaltar
que el Código enumera los siguientes plazos especiales:
1. Diez años para el reclamo del resarcimiento de daños por
agresiones sexuales infligidas a personas incapaces (que comienzan
a partir del cese de la incapacidad) y que surge del artículo 2561
del Código.
2. Tres años para el reclamo de la indemnización de daños derivados
de la responsabilidad civil (art. 2561, CCyCN).
Aquí conviene efectuar un pequeño paréntesis, ya que, si bien se
trata de un plazo especial, su ámbito de aplicación es tan amplio que,
en la práctica, la gran mayoría de las acciones judiciales intentadas por
consumidores o usuarios prescribirá a los tres años ya que en ellas
casi siempre se reclama por daños. En otras palabras, desde la teo-
ría el plazo general será el de cinco años del artículo 2560, CCyCN,
pero, en la práctica, será el de tres del artículo 2561 del citado Código32.
Como otro dato de relevancia fáctica, adviértase también que el
CCyCN, al regular en general sobre la responsabilidad civil, suprime
la diferenciación entre las antiguas órbitas contractual y extracontrac-
tual, dando nacimiento a un régimen unificado. En atención a ello, el
plazo de tres años recién mencionado se aplicará aun a los reclamos
de daños de origen contractual33. Buscando ejemplos de casos en los
cuales los consumidores puedan invocar el plazo de cinco años del
artículo 2560, CCyCN, se podría pensar en las acciones de cumpli-
miento contractual (ya que no se trata de indemnizaciones que tienen
un plazo de tres) o en los pedidos de restitución de sumas de dinero

32 En similar sentido se ha expresado que las acciones de responsabilidad entabladas

con fundamento en la LDC prescriben a los tres años por regla general. MÁRQUEZ,
José F. y CALDERÓN, Maximiliano R., Prescripción y caducidad en el Código Civil
y Comercial, en L. L. 2015-C-743, y ALFERILLO, Pascual E., Prescripción de la
acción de daños en el Código Civil y Comercial, en RCyS 2015-V-15.
33 Hay autores que plantean sus dudas sobre el plazo aplicable ante incumplimientos

contractuales y su consiguiente acumulación de daños y perjuicios. En tales supuestos


se sostiene la aplicación de la solución más favorable al consumidor en virtud del
art. 1094 del CCyCN. HERNÁNDEZ, Carlos A., Relación de consumo, en STIGLITZ,
Gabriel y HERNÁNDEZ, Carlos A. (dirs.), Tratado de Derecho del Consumidor, La
Ley, Buenos Aires, 2015, t. I, p. 400.

368
La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

cobradas indebidamente (pues allí no se trata de responsabilidad civil


sino de enriquecimiento sin causa). También la acción preventiva de
daños o la de daños punitivos (para aquellos que sostienen que puede
existir una acción autónoma al respecto).
Es muy importante destacar que el Anteproyecto de Reformas al
CCyCN de 2018 propuso una nueva regulación de la prescripción de
estos supuestos que generan confusión expresando lo siguiente: “Pres-
criben a los tres años: a) la acción de cumplimiento de contrato; b)
el reclamo de la indemnización de daños; c) todas las acciones judi-
ciales, cualquiera sea su naturaleza, a favor de consumidores y usuarios.
Esta disposición también se aplica a las relaciones de consumo que
por ley especial tengan fijado un plazo inferior”34.
3. El artículo 2562 prevé el lapso de dos años, entre otros, para:
a) El pedido de declaración de nulidad relativa y de revisión de
actos jurídicos35.
b) El reclamo de Derecho común de daños derivados de accidentes
y enfermedades del trabajo.

34 En el resumen ejecutivo que acompañó al Anteproyecto, los miembros de la


Comisión Reformadora expresaron que “se fija un plazo común de tres años para la
acción de cumplimiento de contrato y de daños y perjuicios. Se supera con ello el
delicado problema que se advierte en el nuevo código, en donde la acción de cum-
plimiento de contrato prescribe a los cinco años, en tanto que la de responsabilidad
civil derivada de dicho incumplimiento prescribe a los tres”. A ello agregaron que
“se propicia establecer un plazo genérico de prescripción para todas las acciones que
nacen de una relación de consumo, a favor de consumidores y usuarios, corrigiéndose
uno de los mayores defectos que tuvo la sanción del nuevo código y la modificación
de la ley 24.240 en este punto. Dicho plazo de tres años se aplica también a las
relaciones de consumo que por ley especial tengan fijado un plazo menor (por ej.:
en materia de contratos de seguro y de transporte)”.
35 Santarelli señala que este plazo sería el aplicable al pedido de integración del

contrato con motivo de la nulidad parcial producida por una cláusula abusiva. SAN-
TARELLI, Fulvio G., Comentario al art. 2563, en ALTERINI, Jorge H. (dir.) y
ALTERINI, Ignacio E. (coord.), Código Civil y Comercial. Tratado exegético, 2ª ed.,
La Ley, Buenos Aires, 2016, t. XI, p. 905. También sería el caso de la nulidad del
contrato o de una o más cláusulas en los casos de las “operaciones de venta de
crédito” del art. 36, LDC, cuando se incumplan los recaudos previstos en ese precepto.
SCHVARTZ, Liliana, Algunas reflexiones con relación a la prescripción de las ac-
ciones de consumo, en elDial.com – DC211C, del 3-6-2016.

369
Doctrina

c) El reclamo de todo lo que se devenga por años o plazos perió-


dicos más cortos, excepto que se trate del reintegro de un capital
en cuotas.
d) El reclamo de los daños derivados del contrato de transporte de
personas o cosas.
e) El pedido de declaración de inoponibilidad nacido del fraude36.
4. El artículo 2564 ordena que prescriben en un año, entre otras,
las siguientes acciones:
a) El reclamo por vicios redhibitorios.
b) El reclamo contra el constructor por responsabilidad por ruina
total o parcial, sea por vicio de construcción, del suelo o de
mala calidad de los materiales, siempre que se trate de obras
destinadas a larga duración. El plazo se cuenta desde que se
produjo la ruina.
c) Los reclamos procedentes de cualquier documento endosable o
al portador, cuyo plazo comienza a correr desde el día del ven-
cimiento de la obligación.
No existiendo plazo específico en la LDC, y habiéndose supri-
mido el principio de norma más favorable que existía en el artícu-
lo 50, LDC, según ley 26.361, habría elementos para interpretar
que las leyes específicas que regulan aspectos particulares de de-
terminadas relaciones de consumo podrían ser aplicables en materia
de prescripción37.

36 El art. 2563 se refiere al cómputo del plazo de prescripción de dos años en

diversos supuestos. Así establece lo siguiente: “Cómputo del plazo de dos años. En
la acción de declaración de nulidad relativa, de revisión y de inoponibilidad de actos
jurídicos, el plazo se cuenta: a) si se trata de vicios de la voluntad, desde que cesó
la violencia o desde que el error o el dolo se conocieron o pudieron ser conocidos;
b) en la simulación entre partes, desde que, requerida una de ellas, se negó a dejar
sin efecto el acto simulado; c) en la simulación ejercida por tercero, desde que conoció
o pudo conocer el vicio del acto jurídico; d) en la nulidad por incapacidad, desde
que esta cesó; e) en la lesión, desde la fecha en que la obligación a cargo del lesionado
debía ser cumplida; f) en la acción de fraude, desde que se conoció o pudo conocer
el vicio del acto; g) en la revisión de actos jurídicos, desde que se conoció o pudo
conocer la causa de revisión”.
37 En contra de este razonamiento, Sobrino considera que el consumidor en los

contratos de seguro podrá invocar el plazo de prescripción de cinco años del art.

370
La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

Si esta fuera la solución que emana del CCyCN, el resultado no


sería para nada feliz, ya que tornaría aplicables plazos de leyes espe-
ciales que son demasiado exiguos para el consumidor (por ejemplo,
seguros38 y transporte marítimo, por citar dos casos).
Si bien el Código vigente no ha empeorado la situación de la

2560 del CCyCN. Expresa que ello surge de una interpretación armónica de lo nor-
mado por la “Constitución Nacional (art. 42 y Preámbulo); los Tratados Internacionales
(art. 75, inc. 22 de la Carta Magna); la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia
de la Nación (y el control de constitucionalidad); la jurisprudencia de la Corte Inte-
ramericana de Derechos Humanos (y el control de convencionalidad); los arts. 1º, 12,
1094, 1095 y 2560 del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación; los arts. 3º y
50 de la Ley de Defensa del Consumidor; los principios y valores jurídicos (art. 2º
del Código Civil y Comercial), el art. 50 de la Ley de Seguros”, entre otras razones.
SOBRINO, Waldo A. R., Prescripción de cinco años en seguros en el nuevo Código,
en L. L. del 25-2-2015, p. 1. En similar sentido: ABAN BURGOS, Guillermo M.,
La prescripción de las acciones judiciales derivadas de relaciones de consumo a
partir de la vigencia del Código Civil y Comercial. Un retroceso en la tutela de los
consumidores y usuarios, en elDial.com – DC210A, del 23-5-2016, y SÁNCHEZ,
Marina L. y TORRES CAVALLO, Jaime A., La prescripción en las acciones derivadas
del incumplimiento del contrato de seguros, un reciente pronunciamiento judicial en
Mendoza, en L. L. Gran Cuyo 2018 (diciembre), p. 3. Desde la jurisprudencia también
se ha sostenido un criterio similar, expresándose, por ejemplo, que el plazo de pres-
cripción del contrato de seguro es de tres años por aplicación del art. 2561, CCyCN,
pues si antes de la modificación del art. 50, LDC en 2015 la jurisprudencia de la
Corte local (Mendoza) entendía que se aplicaba el plazo trienal de la ley consumeril,
se debe mantener la misma solución, aplicando aquella norma, criterio que de no ser
sostenido implicaría una interpretación regresiva afectando el nivel de protección al-
canzado y contrariando el principio pro homine y pro consumidor. C2ªCCMPaz y
Trib. de Mendoza, 13-4-2018, “González, Encarnación Rosaura c/Paraná Seguros SA
s/Daños y perjuicios”, RC J 7747/19; L. L. 2018-C-521. Con posterioridad a ello la
Suprema Corte mendocina confirmó una sentencia de Cámara por la que se estimó
que el plazo de prescripción aplicable al consumidor de seguros era de cinco años.
SCJ de Mendoza, 22-4-2020, “Olivera, Ariadna Nerina c/Triunfo Seguros s/Cumpli-
miento de contrato”. Este criterio viene siendo aplicado de manera creciente.
38 Así se ha dicho que la aplicación del art. 58 de la Ley de Seguros es indiscutible

para todas las acciones nacidas del contrato de seguro, lo cual ha sido reafirmado
por la modificación que hace el CCyCN del art. 50, LDC. CCCom. 2ª Nom. de
Córdoba, 18-10-2017, “A., H. S. c/BBVA Consolidar Seguros SA s/Ordinario, cum-
plimiento/resolución de contrato”, RC J 5141/20, RCCyC 2018 (mayo), p. 240. En
similar sentido: CNCom., sala D, 18-10-2016, “Consumidores Financieros Asociación
Civil p/Su defensa c/La Meridional Compañía Argentina de Seguros SA s/Ordinario”,
RC J 869/17; L. L. 2017-A-276.

371
Doctrina

mayoría de los consumidores, ha dejado un “vacío” en todas las


relaciones de consumo regidas por leyes especiales que pasa a ser
ocupado casi inevitablemente por los plazos brevísimos de prescrip-
ción que surgen de algunas de ellas.
Pensando a futuro, una posible solución de fondo al problema sería
la modificación de los preceptos pertinentes de esas leyes específicas
(que dicho sea de paso no son muchas), prolongando esos plazos a
lapsos de tiempo aceptables que no pongan en riesgo el acceso a la
justicia de los consumidores. Tomando nota del tema, el Anteproyecto
de Código de Defensa del Consumidor (ALDC) se encarga adecuada-
mente del asunto, entregando una solución elogiosa que en páginas
venideras se verá.
Fuera de lo dicho, y para cerrar este punto, no han faltado autores
que se han pronunciado con dureza frente a las soluciones del nuevo
Código sobre prescripción en las relaciones de consumo. Así, planteaba
Vítolo39 que “todo parecería indicar que el (por entonces) Proyecto
propone una regresión significativa en lo que hace a los derechos de
los consumidores, pues deriva a los mismos plazos de prescripción
correspondientes a cada una de las relaciones de consumo que esta-
blecieran con los proveedores, en detrimento del principio del favor
consummatoris que la ley proclama defender”40.

3. Interrupción y suspensión de la prescripción


El artículo 50, LDC, según ley 26.361, no establecía ninguna causal
de suspensión de la prescripción, pero sí tres de interrupción. Ellas
eran las siguientes:
1. Comisión de nuevas infracciones.
Se ha analizado si la comisión de ellas contra consumidores distintos
a los afectados en la primera interrumpe el plazo de prescripción de

39 VÍTOLO, Daniel R., Las reformas al Régimen de Defensa del Consumidor en

el Proyecto de Código Civil y Comercial de la Nación, Ad-Hoc, Buenos Aires, 2012,


p. 151.
40 Dante Rusconi también ha criticado duramente la nueva solución legal califi-

cándola como “un lamentable retroceso”. RUSCONI, Nociones fundamentales cit.,


ps. 141 y ss.

372
La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

las acciones que tenían los últimos contra el proveedor. Si eso fuera
así, afirma Farina que el empresario en muy pocos casos podría oponer
como defensa la prescripción41.
Sobre este punto Lorenzetti42 afirma que no se puede interpretar
que la comisión de un ilícito de consumo por parte del proveedor
tenga aptitud para interrumpir la prescripción de manera genérica. Con-
sidera este autor que lo razonable es interpretar que “la nueva infracción
debe estar relacionada con aquella cuyo término está corriendo y tener,
por ende, también, vinculación con un contratante determinado”43.
La misma doctrina citada, refiriéndose a otra de las causales de
interrupción (el inicio de actuaciones administrativas), opina que no
se debe reducir esto estrictamente a las actuaciones previstas en el
artículo 45 de la LDC, sino que cualquier procedimiento administrativo
debería tener igual efecto. Agrega que, al no fijarse ningún plazo, la
mera interposición del trámite puede dejar interrumpida la prescripción,
“tornando a la acción casi imprescriptible en los hechos”44.
Sobre el tema, se ha resuelto jurisprudencialmente que la acción
iniciada por una asociación de consumidores contra una casa de elec-
trodomésticos por la operatoria de compraventa de productos ofrecida
por esta última a sus clientes mediante el pago en cuotas con simultáneo
anticipo de la primera de ellas no estaba prescripta, ya que las nuevas
infracciones a las que alude el artículo 50 dela LDC, como desenca-
denantes de la interrupción, tuvieron lugar al continuar la accionada
con la operatoria comercial impugnada. Se agregó que cuando el ven-
dedor continúa desarrollando la conducta antijurídica que se le repro-
cha, ello importa la configuración de nuevas infracciones que inte-
rrumpen el curso de la prescripción del artículo 50, LDC45.

41 FARINA, ob. cit., p. 545.


42 LORENZETTI, ob. cit., p. 614.
43 En sentido contrario Shina señala que siendo que el contenido de la norma es dudoso

debe admitirse una interpretación amplia que haga extensiva la interrupción para cualquier
tipo de infracción. Ello en base al principio in dubio pro consumatore. SHINA, Fernando
E., Sistema legal para la defensa del consumidor, Astrea, Buenos Aires, 2016, p. 252.
44 LORENZETTI, ob. cit., p. 614.
45 CCCom. de Mar del Plata, sala II, 10-7-2012, “Asoc. Civil de Usuarios Bancarios

Arg. c/Bazar Avenida SA (Red Megatone) s/Materia a categorizar”, RC J 5813/12;


L. L. 2013-A-395.

373
Doctrina

2. El inicio de las actuaciones administrativas.


3. El inicio de las actuaciones judiciales.
4. La ley 26.993 establece otra causal, expresando que la interpo-
sición del reclamo ante el Servicio de Conciliación Previa en las Re-
laciones de Consumo (COPREC) interrumpirá la prescripción de las
acciones judiciales y las administrativas, y de las sanciones emergentes
de la LDC, cuya aplicación corresponda en virtud de los hechos que
sean objeto del reclamo46.
El artículo 50 de la LDC, sustituido por la ley 26.994, ha suprimido
la tercera causal mencionada. Además de ello, al restringir el ámbito
de aplicación de dicho precepto, deja en claro que esas causales no
serán de interés para los consumidores sino solo para la autoridad de
aplicación. Esto, porque el artículo 50, LDC, se aplicará sólo a las
sanciones administrativas.
Las causales de interrupción y suspensión que deberá tener en cuenta
el consumidor en sus reclamos de daños son las que surgen del CCyCN.
En tal sentido, el artículo 2545 del mismo preceptúa que “el curso
de la prescripción se interrumpe por el reconocimiento que el deudor
o poseedor efectúa del derecho de aquel contra quien prescribe”.
Por su parte, el artículo 2546 dispone que “el curso de la prescripción
se interrumpe por toda petición del titular del derecho ante autoridad
judicial que traduce la intención de no abandonarlo, contra el poseedor,
su representante en la posesión, o el deudor, aunque sea defectuosa,
realizada por persona incapaz, ante tribunal incompetente, o en el plazo
de gracia previsto en el ordenamiento procesal aplicable”.
El artículo 2548 señala que “el curso de la prescripción se inte-
rrumpe por la solicitud de arbitraje. Los efectos de esta causal se rigen
por lo dispuesto para la interrupción de la prescripción por petición
judicial, en cuanto sea aplicable”.
No obstante todo lo dicho, “el juez puede dispensar de la prescrip-
ción ya cumplida al titular de la acción, si dificultades de hecho o
maniobras dolosas le obstaculizan temporalmente el ejercicio de la
acción, y el titular hace valer sus derechos dentro de los seis meses
siguientes a la cesación de los obstáculos” (art. 2550, CCyCN).

46 Art. 6º, ley 26.993.

374
La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

El artículo 2552 establece que el juez no puede declarar de oficio


la prescripción.
Deteniéndose en las causales de suspensión de la prescripción que
podrá invocar el consumidor cabe mencionar lo siguiente:
1. El artículo 2541 del CCyCN expresa que “el curso de la pres-
cripción se suspende, por una sola vez, por la interpelación fehaciente
hecha por el titular del derecho contra el deudor o el poseedor. Esta
suspensión solo tiene efecto durante seis meses o el plazo menor que
corresponda a la prescripción de la acción”.
2. El artículo 2542 señala que “el curso de la prescripción se
suspende desde la expedición por medio fehaciente de la comuni-
cación de la fecha de la audiencia de mediación o desde su cele-
bración, lo que ocurra primero. El plazo de prescripción se reanuda
a partir de los veinte días contados desde el momento en que el
acta de cierre del procedimiento de mediación se encuentre a dis-
posición de las partes”47.

4. Plazos de prescripción en curso


Teniendo presente que el Código produjo un gran cambio sobre la
prescripción en las relaciones de consumo, adquieren muchísima re-
levancia las normas de aquel aplicables a los plazos de prescripción
que se encontraban transcurriendo con base en el anterior régimen
legal.
Téngase presente al respecto que las acciones judiciales basadas
en la normativa consumeril se vienen incrementando año a año de
manera exponencial. Esto nos obliga a detener la mirada un momento
en el “mientras tanto”.
El artículo 2537 del CCyCN expresa que “los plazos de prescripción
en curso al momento de entrada en vigencia de una nueva ley se rigen
por la ley anterior. Sin embargo, si por esa ley se requiere mayor

47 El Anteproyecto de Reformas al CCyCN de 2018 propuso sustituir el texto

del art. 2542 por el siguiente: “Suspensión de la prescripción por pedido de mediación.
El curso de la prescripción se suspende desde la presentación en el organismo pertinente
del pedido de mediación, desde la expedición por medio fehaciente de la fecha de la
audiencia de mediación, o desde su celebración, lo que ocurra primero”.

375
Doctrina

tiempo que el que fijan las nuevas, quedan cumplidos una vez que
transcurra el tiempo designado por las nuevas leyes, contado desde el
día de su vigencia, excepto que el plazo fijado por la ley antigua
finalice antes que el nuevo plazo contado a partir de la vigencia de
la nueva ley, en cuyo caso se mantiene el de la ley anterior”.
Esta norma es muy importante para regular todas aquellas situa-
ciones en las cuales el plazo de prescripción aplicable a las relaciones
de consumo cambió con motivo de la sanción del Código.
Se pueden dar distintas situaciones:
1. Que la nueva norma no cambie el plazo de prescripción aplicable.
Esto se daría, por ejemplo, en aquellas relaciones de consumo en
las cuales se produjeron daños. Allí el plazo de prescripción según el
anterior artículo 50, LDC, sería de tres años, extensión de tiempo que
no sufriría variaciones con el Código vigente, pues si bien el actual
artículo 50 de la LDC, no contiene ninguna referencia a acciones ju-
diciales, se impondría la solución del artículo 2561, CCyCN, 2º párrafo,
que dispone que el reclamo indemnizatorio de daños derivados de la
responsabilidad civil prescribe a los tres años.
También aplicará para quienes sostenían que el plazo anual de la
Ley de Seguros era el aplicable aun antes de la sustitución del texto
del artículo 50, LDC. Es decir, antes y después del Código rige el
plazo de un año del artículo 58 de la ley 17.418.
En este supuesto concreto no influye la solución legal del artícu-
lo 2537 antes mencionado del CCyCN.
2. Que el anterior plazo de prescripción sea más extenso que el
que surge del Código.
Acá se pueden dar también distintas situaciones que dependen, a
su vez, de determinadas posturas que se hayan asumido al interpretar
el alcance del artículo 50, LDC, texto según ley 26.361:
a) Habrá plazo “viejo” superior al “nuevo” si se sostiene que el
lapso trienal del artículo 50, LDC (texto según ley 26.361), pri-
maba sobre el artículo 58 de la Ley de Seguros, y que ello no
se mantiene ante la eliminación del plazo de prescripción de
las acciones judiciales del actual artículo 50, LDC, renaciendo,
por lo tanto, la vigencia del término anual de la ley 17.418.

376
La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

b) Similar situación se daría para quienes afirmaban que el plazo


anual previsto en el artículo 855.1 del Código de Comercio de-
rogado, quedaba desplazado por el término de tres años del an-
terior artículo 50, LDC. La ausencia de regulación de las acciones
judiciales en el actual artículo 50, LDC, y la previsión de un
plazo bienal expreso para el contrato de transporte terrestre en
el artículo 2562.d, CCyCN, hacen también que el plazo “antiguo”
sea más extenso que el “nuevo”. Otro tanto podríamos decir
respecto del transporte marítimo en donde recobraría vida el
término anual del artículo 345 de la Ley de Navegación48.
c) El plazo anterior sería también más extenso que el posterior
cuando se considere que el “viejo” artículo 50, LDC, estaba
desplazado por el plazo decenal del artículo 4023 del Código
Civil en los casos de contratos de consumo sin ley especial.
Esto, porque el lapso de diez años allí previsto supera tanto a
los cinco años que surgen del artículo 2560 del CCyCN, como
a los tres años del artículo 2561, segundo párrafo, del mismo
Código.
d) La situación se daría también si se sostiene que el reclamo por
vicios redhibitorios basado en el artículo 18, LDC, se regía por
el plazo trienal, artículo 50, LDC, texto según ley 26.361. Esto
porque el mismo superaría el lapso de un año del artículo 2564.a
del CCyCN.
En todos estos casos rige, como regla general, el nuevo plazo de
prescripción, pero contado desde la fecha de vigencia del nuevo texto
legal. La excepción estaría dada por aquellos supuestos en los cuales
el plazo de prescripción que ya se encontraba corriendo tenga venci-
miento con anterioridad a la fecha límite antes señalada.

48 Se dice “recobraría vida” porque, para situaciones anteriores al CCyCN, primaba

la postura que obligaba a tener en cuenta el plazo trienal del anterior art. 50, LDC
por sobre el de un año del art. 345 de la ley 20.094. A título ejemplificativo, se
puede citar una sentencia que resolvió ello en un caso en el cual una persona demandó
a una empresa de cruceros, solicitando que se le reparen los daños experimentados
a raíz de un accidente ocurrido en una de sus flotas (en oportunidad del descenso)
cuando el buque colisionó contra un muelle en forma abrupta. CNFed.CC, sala III,
30-5-2017, “Meraviglia, Graciela R. c/Costa Cruceros SA s/Lesión y/o muerte de
pasajero trans. marítimo”, RC J 4058/17; L. L. 2017-E-170.

377
Doctrina

Pongamos ejemplos:
En las situaciones mencionadas el plazo comenzaría a correr el 1º
de agosto de 2015. En el caso del seguro, del transporte marítimo y de
los vicios redhibitorios vencería en principio el 1º de agosto de 201649
(un año, conforme arts. 58 de la ley 17.418, 345 de la ley 20.094
y 2564.a, CCyCN). En el supuesto del transporte terrestre el 1º de
agosto de 2017 (dos años, conforme el art. 2562.d, CCyCN). Para
reclamos por daños derivados de incumplimientos a contratos de con-
sumo en donde no haya leyes especiales, al regir el plazo de tres años,
el vencimiento operaría el 1º de agosto de 2018 (tres años, conforme
el art. 2561, segundo párrafo, CCyCN)50.
Ésa sería la regla general. La excepción se daría cuando, aun
tomando el “plazo largo” con fundamento en el régimen anterior
al CCyCN, su vencimiento opere antes de las fechas señaladas.
Así, por ejemplo, si la prescripción del reclamo de un consumidor
contra la aseguradora comenzó a correr el 1º de abril de 2013, su
vencimiento será el 1º de abril de 2016 y no el 1º de agosto de 2016.
3. Que el nuevo plazo sea más largo que el anterior.
Esto se puede dar en distintas situaciones:
a) Si se considera que el “viejo” artículo 50, LDC, desplazaba al
plazo decenal del artículo 4023 del Código Civil derogado en
los casos de contratos de consumo sin ley especial. La extensión
de tres años del artículo 50, LDC (texto según ley 26.361), sería
así un lapso inferior a los cinco años que surgen del artículo 2560
del CCyCN. Esta hipótesis debería ser tenida en cuenta para
aquellos que sostienen que el plazo previsto en este último pre-
cepto es el que debe aplicarse como regla general a los reclamos
49Se aclara que el 1º de agosto y no el 31 de julio porque las normas del CCyCN
permiten interrumpir la prescripción haciendo uso del plazo de gracia previsto en el
ordenamiento procesal aplicable (art. 2546, CCyCN: “Interrupción por petición judi-
cial. El curso de la prescripción se interrumpe por toda petición del titular del derecho
ante autoridad judicial que traduce la intención de no abandonarlo, contra el poseedor,
su representante en la posesión, o el deudor, aunque sea defectuosa, realizada por
persona incapaz, ante tribunal incompetente, o en el plazo de gracia previsto en el
ordenamiento procesal aplicable”).
50 O el 1º de agosto de 2020 para quienes consideran que a esta hipótesis habría

que aplicarle el plazo general de cinco años que se desprende del art. 2560, CCyCN.

378
La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

de consumidores, desplazando aun al lapso de tres años que


establece el artículo 2561, segundo párrafo, CCyCN.
b) Si se sostiene que el reclamo por vicios redhibitorios basado
en el artículo 18, LDC, se regía por el plazo de tres meses del
artículo 4041 del Código Civil derogado (o por el de seis meses
del art. 473, Cód. Com. ya no vigente). Esto, porque, cualquiera
de ellos, son inferiores al lapso de un año previsto en el artícu-
lo 2564.a del CCyCN.
c) Si se opinaba que el contrato de transporte terrestre (con con-
sumidores), aun bajo la vigencia del “viejo” artículo 50, LDC,
era regido por el plazo anual del artículo 855.1 del Código de
Comercio derogado. Esto porque el actual plazo específico para
este contrato es de dos años conforme al artículo 2562.d del
CCyCN.
En todos estos supuestos rige siempre (sin excepciones) el plazo
existente con anterioridad a la sanción del CCyCN.
Así, en el punto a, regirá el plazo trienal del “viejo” artículo 50,
LDC, en el punto b, el de tres meses del artículo 4041, Código Civil
(o el de seis meses del art. 473, Cód. Com.) y en el punto c, el anual
del artículo 855.1, Código de Comercio.

5. ¿Cuándo prescriben las acciones que buscan


que se restituya lo cobrado indebidamente?
Resulta oportuno destacar que existe un reclamo de consumidores
(sea por la vía individual o por la colectiva) que es muy frecuente en
tribunales: la restitución de sumas cobradas indebidamente (por ejem-
plo, por cargos no permitidos o prohibidos). El “enriquecimiento sin
causa” está legislado en los artículos 179451 y 179552 del CCyCN en
el capítulo siguiente al referido a la responsabilidad civil.

51 Art. 1794, CCyCN: “Caracterización. Toda persona que sin una causa lícita

se enriquezca a expensas de otro, está obligada, en la medida de su beneficio, a


resarcir el detrimento patrimonial del empobrecido.
”Si el enriquecimiento consiste en la incorporación a su patrimonio de un bien
determinado, debe restituirlo si subsiste en su poder al tiempo de la demanda”.
52 Art. 1795, CCyCN: “Improcedencia de la acción. La acción no es procedente

379
Doctrina

En este escenario, cuando se analiza la situación desde el instituto


de la prescripción, es muy importante resaltar que se sale del ámbito
de los plazos de prescripción referidos a la “responsabilidad civil”
(daños) y se ingresa en el terreno del enriquecimiento sin causa que
tiene otra regulación y no se le ha determinado un término específico,
razón por la cual corresponde la aplicación genérica de cinco años del
artículo 2560, CCyCN. Esto porque el artículo 2561 del CCyCN, en
su segundo párrafo, expresa que “el reclamo de la indemnización de
daños derivados de la responsabilidad civil prescribe a los tres años”
(el resaltado me pertenece).
Si bien estos casos son frecuentes, existen pocos precedentes que
hayan aclarado este importante tema. Se puede citar una decisión en
la cual se afirmó que el plazo de cinco años mencionado era aplicable
a un reclamo por el cual se buscaba el reintegro de sumas cobradas
por la demandada a los consumidores en concepto de intereses por
operaciones de compraventa con tarjetas de crédito. Se resaltó allí que
no se debía recurrir al plazo trienal del artículo 47 de la ley 25.065
(Tarjeta de Crédito) porque no había violaciones específicas referidas
a esa norma sino a deberes establecidos por las disposiciones generales
de defensa del consumidor (deber de informar y cobro indebido de
sumas de dinero)53.
En tónica similar, otro fallo al momento de resolver sobre un
caso referido a un plan de capitalización y ahorro consideró que
correspondía la restitución de lo cobrado en virtud de un plan de
ahorro y declarar la abusividad de las cláusulas que sirvieron de
fundamento al cobro. Para así decidir argumentó que lo abonado
en exceso debía pagarse porque, dejándose de lado las normas le-
gales aplicables, la redacción de las condiciones generales del con-
trato no había sido completa ni autosuficiente, no siendo compren-
sibles tampoco los montos y porcentuales que se indicaban. En base
a ello, razonó que la persona que debe pagar necesita conocer la
causa y la dimensión de la obligación, lo que hacía que en el supuesto

si el ordenamiento jurídico concede al damnificado otra acción para obtener la repa-


ración del empobrecimiento sufrido”.
53 CNCom., sala D, 4-7-2017, “ACYMA Asociación Civil c/Frávega SACIeI s/Or-

dinario”, RC J 4738/17; L. L. 2017-E-379.

380
La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

se configure una situación de pago indebido (art. 1796, inc. 1º,


CCyCN) que permitía exigir la repetición54.
Recuérdese que el instituto de la prescripción no solo es importante
conocerlo para saber hasta cuándo la acción “sigue viva” sino también
para determinar hasta “cuánto tiempo para atrás” se puede ir en los
reclamos, lo que impacta de modo intenso en la cuantificación. En el
caso citado, por ejemplo, esa suma se incrementaría (teniendo en cuenta
solo capital) en un 66,6% por citar un caso (pasar de tres años de
reclamo a cinco). Este es un tema vital para los proveedores pues el
escenario a considerar varía dramáticamente en ciertas situaciones.

6. El plazo de prescripción de las acciones


del proveedor contra el consumidor
Un tema interesante para analizar respecto del artículo 50, LDC
(según ley 26.361), era si el plazo de prescripción de tres años para
las acciones judiciales era el que regía también los reclamos que el
proveedor interponga contra el consumidor.
La LDC no aclaraba nada al respecto55.
Se ha resuelto que el plazo de tres años se aplicaba a las ejecuciones
hipotecarias iniciadas por una entidad financiera contra un consumi-
dor56. También que las diferencias de plazo según se trate del proveedor
o del consumidor generaban cierta inseguridad jurídica, proponiéndose
que los lapsos sean iguales, independientemente de cuál sea la parte
de la relación de consumo que lo invoque57.
54 CNCiv., sala J, 15-6-2017, “Cardozo, Elvio Walter c/Interplan SA s/Cobro de
sumas de dinero”, RC J 8371/20; L. L. Online: AR/JUR/49449/2017.
55 La Comisión 9 (Derecho Interdisciplinario: Derechos del Consumidor: Inci-

dencias de las reformas introducidas por la Ley 26.361) de las XXII Jornadas Na-
cionales de Derecho Civil, celebradas en Córdoba en 2009, emitió sobre el tema dos
despachos: “1. Las acciones del proveedor prescribirán en el plazo especial o en el
plazo de tres años, el que fuere menor” y “2. Las acciones del proveedor y del
consumidor prescriben en idéntico plazo”.
56 CCCom. de Concordia, sala I, 7-7-2014, “Banco Macro SA c/Cutro, Oscar

Enrique s/Ejecución hipotecaria”, RC J 7447/21; L. L. Litoral, 2014 (noviembre), p.


1143.
57 JUNYENT BAS, Francisco; MOLINA SANDOVAL, Carlos A.; GARZINO,

María Constanza y HEREDIA QUERRO, Juan Sebastián, Ley de Defensa del Con-

381
Doctrina

Cierta doctrina, no obstante, interpretaba que las acciones del pro-


veedor se regían por el Código Civil ya no vigente y no por la normativa
específica en materia de consumo58. El problema de adherir a esta
postura se advertía en aquellas situaciones en las cuales se debía aplicar
el plazo decenal del artículo 4023 del Código Civil derogado, o del
artículo 823 del Código de Comercio ya no vigente. Allí el provee-
dor tendría un plazo de prescripción siete años más extenso que el
del consumidor, lo que era contrario al principio previsto en el artícu-
lo 3º, LDC59.
El inconveniente apuntado desaparece con el actual texto del ar-
tículo 50, LDC, que, al eliminar el plazo de prescripción para acciones
judiciales, hace que estas se rijan por lo dispuesto en cada caso par-
ticular por el CCyCN (o por leyes especiales). En este escenario de-
saparece el peligro de otorgar al proveedor para sus reclamos un plazo
de prescripción más largo del que goza el consumidor. Así, si se está
ante un contrato de seguro, regirá el lapso de un año para ambos. En
contratos de consumo sin ley especial ambas partes, para accionar por
daños, por ejemplo, contarán con el plazo de tres años que surge del
artículo 2561, segundo párrafo, CCyCN (o el de cinco años previsto
en el art. 2560, CCyCN, para quienes sostienen que este debe ser el
plazo aplicable en dicho caso).
Fuera de lo dicho, es importante resaltar que aun en el esquema
tutelar del Derecho del Consumidor se ha resuelto que si la defensa
de prescripción por parte de un consumidor no fue planteada o fue

sumidor. Comentada, anotada y concordada, Errepar, Buenos Aires, 2013, p. 404.


Alejandro Borda ha sostenido que existe una disparidad de trato entre los contratantes
pues “la misma relación contractual genera derechos más amplios del consumidor en
lo que respecta al plazo de ejercicio de sus derechos. En efecto, si el consumidor
gozara de un plazo de prescripción mayor de tres años por aplicación de las normas
generales, será este plazo mayor el que rija el límite del ejercicio de su derecho; en
cambio, el proveedor estará limitado a esos tres años”. Como consecuencia de esto,
considera que esta interpretación conspira contra la conmutatividad del contrato “y
que puede traer aparejado una demora ex profeso en el ejercicio de los derechos con
la intención de que prescriban los derechos del otro contratante”. BORDA, Alejandro,
La prescripción liberatoria, en L. L. del 18-2-2010, p. 1.
58 PÉREZ BUSTAMANTE, ob. cit., p. 231.
59 FARINA, ob. cit., p. 543; CARRANZA TORRES, Luis R. y ROSSI, Jorge O.,

Derecho del Consumidor, Alveroni, Córdoba, 2009, p. 245.

382
La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

ello efectuado con posterioridad al momento que correspondía ello no


puede ser suplido por el juez pues en Argentina no se puede declarar la
prescripción de oficio60. Esta regla surge del artículo 2552 del CCyCN.

7. La prescripción en el Anteproyecto de Ley de Defensa


del Consumidor (ALDC) y en el Proyecto de Código
de Defensa de las y los Consumidores (PCDC)
El ALDC regula en sus artículos 183 y 184 en detalle todo lo
relativo a la prescripción liberatoria tanto de las acciones administra-
tivas como de las judiciales. La regulación de los artículos 183 y 184
del PCDC es idéntica salvo cuestiones muy puntuales que enseguida
se marcarán.
Dentro de las judiciales, a su vez, se distinguen las originadas en
procedimientos administrativos previos, de aquellas que involucren a
un proveedor y a un consumidor, diferenciando también los casos en
los cuales el consumidor es actor de aquellos en los que es demandado.
La finalidad principal aquí buscada es simple pero anhelada desde
hace tiempo: brindar precisión y seguridad jurídica.
El esquema legal propuesto es el siguiente:
1. Para las acciones judiciales iniciadas por consumidores el plazo
de prescripción es de tres años en todo supuesto, aun cuando en otras
leyes se prevean plazos menores (art. 183).
Adviértase que no se requiere el estado de duda para aplicar el
precepto. Es decir, se vuelve a una lógica similar a la contenida en
el artículo 50 de la LDC, texto según ley 26.361, aunque, a diferencia
de este, es indiscutible que no podría haber un plazo superior a tres
años.
2. Si el consumidor es demandado judicialmente la regla se invierte
y la prescripción se produce en el término previsto en las leyes espe-
ciales o generales aplicables, a menos que ellos superen los tres años,
situación en la cual ese término trienal funcionará como tope máximo
(art. 183).
60 STJ de San Luis, 7-4-2017, “Banco de Galicia y Buenos Aires SA c/Rosso,

Alberto Felipe s/Recurso de inconstitucionalidad”, RC J 7448/21; L. L. Online: AR/


JUR/27518/2017.

383
Doctrina

3. Respecto a la persecución de conductas por parte del Estado


cabe también distinguir:
a) El plazo de prescripción de la acción administrativa es de tres
años. Se trata de la acción mediante la cual el Estado investigará
si existe infracción o no (art. 184).
Una duda que puede aparecer acá y que no tiene respuesta legal
clara en el ALDC (ni en el PCDC) es: ¿El Estado tiene tres
años para iniciar la acción o se podría interpretar también que
no pueden pasar más de tres años entre el inicio de las actua-
ciones y el dictado de la resolución (que algunos dirán que
además debe encontrarse firme)? Pareciera que la referencia es
a lo primero solamente.
b) Una vez firme la resolución administrativa que determinó la
existencia de una infracción, y si la sanción aplicada fue de
multa, el plazo de prescripción es de cinco años (art. 183).
El esquema propuesto sigue generando alguna vacilación interpre-
tativa pues, por ejemplo, ¿cuál es el plazo de prescripción para aplicar
sanciones firmes que no sean multa?
Por otro lado, se aclara en los Fundamentos que las causales de
interrupción y suspensión del CCyCN se aplican a los casos regidos
por el ALDC, aunque se agregan algunas específicas para ciertos casos
y situaciones, a saber:
1. Para los reclamos judiciales de consumidores la interrupción se
produce por el inicio de actuaciones administrativas (lo que se
prolonga durante todo el procedimiento). Cabe destacar también
que cuando se producen causales de interrupción o suspensión
en estos casos el efecto es expansivo respecto a los otros pro-
veedores que son obligados concurrentes (art. 183). Este último
efecto expansivo es omitido en el texto del artículo 183 del
PCDC.
2. Para las acciones administrativas “se interrumpe por la comisión
de nuevas infracciones de similar naturaleza, o por el inicio de
las actuaciones administrativas; en este último caso, el efecto
interruptivo del curso de la prescripción permanece hasta que
deviene firme la resolución que pone fin a la cuestión, con au-

384
La prescripción liberatoria en las relaciones de consumo

toridad de cosa juzgada” (art. 184). Lo aquí dispuesto permite


dar respuesta al interrogante más arriba planteado y responder
con contundencia que el texto propuesto no quiere decir que el
procedimiento administrativo tiene que durar como máximo tres
años. Nótese que el inicio de las actuaciones está previsto pre-
cisamente como una causal de interrupción. El texto del artícu-
lo 184 del PCDC es idéntico salvo que omite la referencia a la
autoridad de cosa juzgada con razón ya que la referencia a re-
solución firme ya es suficiente.

8. Palabras finales
En las páginas anteriores se ha intentado dejar expuestas las (pocas)
respuestas y (muchas) dudas interpretativas que genera el régimen de
la prescripción liberatoria.
Las vacilaciones que exhibe el ordenamiento en un tema que re-
quiere reglas precisas de juego aconsejan repensar su arquitectura a
fin de evitar que la labor interpretativa no deje evidenciadas discre-
pancias tan intensas como las que existen en la actualidad en un tó-
pico de tanta sensibilidad en los pleitos que involucran relaciones de
consumo.

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