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2. Comparado conmigo
Este juego es perfecto para enseñar los adjetivos a los niños de forma
divertida, a la vez que se fortalece su autoconocimiento e identidad. Los
niños deben comparar distintos objetos consigo mismos recurriendo a diferentes
cualidades físicas o abstractas.
Para empezar se les puede pedir, por ejemplo, que se comparen con un balón para
que así mencionen los rasgos que les distinguen: “Es más pequeño que yo, más
redondo, más rojo, menos pesado…”. También se puede jugar a la inversa, es
decir, poniendo a los niños como patrón de comparación, en ese caso, tendrían
que decir: “Soy más grande, menos redondo, menos rojo y más pesado que el
balón”.
3. Dominó de adjetivos
Es un juego excelente para enseñar a los niños los adjetivos mientras se
divierten en familia. La idea consiste en escribir sustantivos en al menos 14
tarjetas y en otras 14 cartas adjetivos relacionados, es decir que por cada tarjeta
con un sustantivo debe haber una con un adjetivo.
Luego, se podrá jugar siguiendo la misma esencia que en el dominó. Tras repartir
las tarjetas, uno de los jugadores saca la primera ficha, que puede ser un adjetivo
o un sustantivo, mientras que el resto de jugadores deben elegir una tarjeta que se
relacione con la anterior y así sucesivamente. Si algún jugador no tiene ningún
adjetivo o sustantivo vinculado con las tarjetas en la mesa, se salta su turno. Al
final gana quien se quede sin tarjetas primero o quien tenga menos al
terminar el juego.
4. Asociación libre
Este juego, también conocido como asociación de palabras, es un juego muy
popular entre los niños, y aquellos que no lo son tanto, que se puede adaptar
para enseñar los adjetivos a los más pequeños de casa. En el juego tradicional se
dice una palabra y los demás participantes deben mencionar otros términos
relacionados, pero en este caso se pide a los niños que solo se refieran a
sustantivos y adjetivos.
Por ejemplo, si la primera palabra es “balón”, la secuencia puede seguir con:
“Rojo, sofá, grande, elefante, gris, invierno…” y así sucesivamente. La idea es
relacionar cada palabra con la anterior, haciéndola coincidir además en género y
número.
5. Encuentra el tesoro
Este es un juego muy divertido que a los niños les encantará. El objetivo consiste
en encontrar los objetos que describen los adjetivos, por eso lo ideal que podáis
jugar en un espacio donde haya muchos objetos para que el juego sea más
complicado.
Para empezar, alguien debe mencionar tres adjetivos que caractericen a un objeto
de la habitación y el resto de jugadores deben adivinar de qué se trata. Por
ejemplo, “Alto, delgado y luminoso. La lámpara de pie de la habitación”. Así,
quien primero lo adivine, toma el turno y dice otros tres adjetivos, y así
sucesivamente.