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MATERIA: Física II

PROFESOR: Julio Cesar Mojica

ALUMNA: Molina Reyes Jessica Joselin

GRADO:606

TURNO: vespertino

TEMA: La aplicación del hidrogeno como una energía limpia


y alternativa
LA APLICACIÓN DEL HIDROGENO COMO UNA ENERGIA LIMPIA Y
ALTERNATIVA
El hidrógeno fue descubierto por el científico británico Henry Cavendish, en 1776,
quién informó de un experimento en el que había obtenido agua a partir de la
combinación de oxígeno e hidrógeno, con la ayuda de una chispa eléctrica. Como

estos elementos, no eran conocidos los denomino “aire sustentador de la vida” y


“aire inflamable” respectivamente. El químico francés Antoine Lauren Lavoisier
consiguió repetir con éxito el experimento en 1785 y dio el nombre de oxígeno al
“aire sustentador de la vida” y el de hidrógeno al “aire inflamable”.
El hidrógeno es un energético secundario y puede producirse por una gran
variedad de métodos, cada uno de ellos se caracteriza por la fuente de energía
primaria utilizada para obtenerlo.
El método de obtención de hidrógeno será una decisión crítica en la apuesta por

un modelo energético sostenible ……


El estudio del impacto para la obtención de hidrógeno debe incluir el costo
ambiental y social debido a que dentro de las fuentes primarias para su obtención
están incluidos recursos fósiles como el gas natural y el carbón; también se

incluyen fuentes renovables como la biomasa, la energía solar, la eólica, la


hidráulica y la nuclear. Las tecnologías de producción también representan una
gran cantidad de alternativas, existen procesos químicos, biológicos,
electrolíticos, foto líticos y termoquímicos.
La demanda de recursos energéticos en el mundo exige la búsqueda de

alternativas a los combustibles fósiles, ya que existen evidencias científicas de


que las emisiones provocadas por el uso intensivo de éstos es una de las
principales causas del incremento en la temperatura global y los potenciales
efectos en el clima derivados de este fenómeno .La demanda del petróleo, según
estadísticas del IEA (Agencia Internacional de Energía), va en aumento como semuestra en
. En México, el 91 % de la energía generada proviene de la combustión de hidrocarburos
(SENER 2008).
Debe recordarse que las reservas de hidrocarburos en el mundo son finitas y su
agotamiento es inminente. En los países desarrollados la demanda energética es muy
superior a su oferta, lo cual implica que su creciente consumo es abastecido por países en
vías de desarrollo; tal es el caso de México que es actualmente el séptimo país exportador
de petróleo; además, la tasa de producción mundial de petróleo es mayor que la
incorporación de nuevas reservas. A nivel global, el sector eléctrico contribuirá en más de
50% al incremento de la demanda. Este hecho pone de manifiesto la necesidad de
desarrollar nuevas tecnologías para la generación de energías alternas en nuestro país.
Desde una perspectiva económica y de rentabilidad, el desarrollo de bioenergéticas se
presenta como una alternativa que permitirá desarrollar una economía menos dependiente
de las importaciones del petróleo y del comportamiento de los precios internacionales de
éste.
Aunque existen algunas opciones energéticas sustentables que pueden emerger ,una
alternativa que cumple con las características de ser limpia y sustentable: esla utilización de
hidrógeno como combustible. El hidrógeno posee un alto rendimiento energético (122-142
KJ/g), 2.75 veces mayor que el de los hidrocarburos, y puede ser utilizado directamente para
producir electricidad mediante celdas de combustible. Esta tecnología tiene las ventajas de
ser altamente eficiente, factible a cualquier escala y que solo produce agua y calor como
desechos.. Con ello, en la generación de energía se reducen a cero las emisiones
contaminantes que acompañan la combustión de hidrocarburos (Reith et al., 2003). Sin
embargo, el hidrógeno no está disponible en forma natural como los combustibles fósiles,
por lo tanto el mayor interés está dado en la forma de producirlo y especialmente a partir
de materiales renovables tales como la biomasa o el agua. Entre las distintas formas de
obtención de hidrógeno, la producción biológica a partir de biomasa presenta el mayor
interés por ser potencialmente inagotable. La bioproducción consiste en obtener hidrógeno
a partir de organismos vivos, ya sea en presencia de luz solar o por fermentación.
Actualmente, alrededor de la mitad del hidrógeno que se produce en el mundo se obtiene
de procesos termo catalíticos y de gasificación, los cuales utilizan gas natural como materia
prima. Otras fuentes importantes de hidrógeno requieren aceites pesados y naftas; a estas
les siguen la utilización de carbón natural y solo el 4% de hidrógeno es generado a partir de
la electrolisis del agua
. Los estudios en la producción de hidrógeno biológico se han enfocado principalmente en
la biofotolisis del agua empleando algas y cianobacterias; la foto fermentación de
compuestos orgánicos por bacterias fotosintéticas y la fermentación oscura de compuestos
orgánicos ricos en carbohidratos mediante bacterias anaerobias.
La producción de hidrógeno por biofotólisis, también citada como foto disociación
biológica del agua, es la conversión de agua y energía solar (utilizada) a hidrógeno y oxígeno
usando microorganismos, comúnmente micro algas o cianobacterias La foto fermentación
es un proceso que utiliza bacterias púrpuras no sulfurosas que producen hidrógeno,
catalizado por la nitrogenada bajo condiciones deficientes en N2, usando luz y compuestos
reducidos, como ácidos orgánicos, que muchas veces están contenidos en sustancias de
desecho.
La generación de bio-hidrógeno a través de la fermentación oscura se logra principalmente
por bacterias estrictamente anaerobias o anaerobias facultativas. Este proceso no depende
de la luz. Usualmente, los monosacáridos son la principal fuente de carbono donde se
destaca particularmente la glucosa seguido de la xilosa, el almidón, la celulosa y otras
fuentes que pueden ser generadas a partir de la hidrolisis de polisacáridos, proteínas y
lípidos El desabasto de energía en el mundo lleva a la búsqueda de fuentes alternas de
energía que cubran las necesidades energéticas bajo principios de sustentabilidad y
sostenibilidad; la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, en su
reforma del 9 de enero de 2015, menciona que: “El Desarrollo Sustentable es el proceso
evaluable mediante criterios e indicadores del carácter ambiental, económico y social que
tiende a mejorar la calidad de vida y la productividad de las personas, que se funda en
medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, protección del ambiente y
aprovechamiento de recursos naturales, de manera que no se comprometa la satisfacción
de las necesidades de las generaciones futuras.”
El desarrollo sostenible está definido como desarrollo que cubre las necesidades presentes
sin comprometer la necesidad de cubrir las necesidades de las futuras generaciones; en el
marco de esta definición fueron evaluados cuatro indicadores del desarrollo sustentable de
los diferentes ciclos de combustible en la producción de hidrógeno en México. Estos
indicadores toman en consideración las emisiones de dióxido de carbono en la atmósfera
(ambiente), la disponibilidad de los recursos energéticos (tecnología), los impactos en el uso
de suelo (social) y los costos de producción de los ciclos (economía) En general el hidrógeno
forma parte de la generación de biogas por procesos fermentativos, los cuales conducen al
rompimiento de complejos orgánicos biodegradables en un proceso de cuatro etapas:
1. Hidrólisis: Grandes macromoléculas de proteínas, grasas y polímeros de carbohidratos
(como la celulosa y almidón) se descomponen a través de hidrólisis en aminoácidos, ácidos
grasos de cadena larga y azúcares.
2. Acido génesis: Estos productos posteriormente son fermentados durante la acido génesis
para formar ácidos grasos de cadena corta, principalmente láctico, propicio, butírico y ácido
valórico.

3. Aceto génesis: las bacterias consumen los productos de la fermentación y generan ácido
acético, dióxido de carbono e hidrógeno.
4. Metalogénesis: Los organismos metanogénicos consumen el acetato, el hidrógeno y algo
de dióxido de carbono para producir metano.
Bacterias Metano génicas Hidrógenofílicas: son aquellas que utilizan el hidrógeno (H2) para
reducir el anhídrido carbónico (CO2) y así producir metano La energía es la forma de
producir trabajo a partir de la materia, ya sean forma de movimiento, de luz, calor, etc., por
eso es fundamental población. Se la requiere para activar todo tipo de maquinaria o
herramienta, y aunque no se incorpora materialmente a los bienes o servicios producidos,
influye en los costos de producción. La satisfacción de las necesidades humanas depende
cada vez más de la producción de energía. Hoy es inimaginable que muchos vivan sin
iluminación, calefacción, refrigeración, cocción de alimentos, transporte, comunicación.

El mundo está sufriendo una crisis energética por la escasez de materiales a partir de los
cuales se está produciendo energía en la actualidad, los altos costos de su producción y el
gran aumento en su consumo. Científicos, movimientos sociales y ecologistas proponen un
modelo energético alternativo a los imperantes en la actualidad, basado en un desarrollo
sustentable. Este modelo se basa en el uso de fuentes de energía renovables, pues las
fuentes fósiles que actualmente se explotan, terminarán agotándose. Según los pronósticos
actuales en el transcurso de este siglo XXI, aumentará el uso de fuentes limpias, se
abandonarán los procesos de combustión convencionales y la fisión nuclear y se fomentará
el consumo que evite, en la medida de lo posible, la construcción de grandes
infraestructuras de generación y distribución de energía eléctrica. Como el consumo se
basará también en la explotación extensiva de las fuentes de energía, se apoyará la
disminución de la demanda energética mejorando el rendimiento de los dispositivos
eléctricos (electrodomésticos, lámparas, etc.), produciendo energía no convencional o
limpia; y se explorará el uso de recursos renovables que, además, no produzcan agentes
contaminantes que perjudiquen la salud del medio ambiente y social.
La energía que consumimos puede clasificarse, según la forma en que se obtiene en
renovable o no renovable (convencional). La convencional o no renovable proviene de
fuentes que se agotan, como el uranio, el gas de yacimientos, el carbón y el petróleo.
Energías renovables como la del sol, la eólica, la producida por las mareas la geotérmica,
proveniente del interior de la Tierra, no se agotan. A partir de ellas se es posible desarrollar
aplicaciones de gran eficiencia que sin embargo están aún en ciernes.

En 1971, los japoneses Akira Fujishima y Kenichi Honda desarrollaron un método rentable
para separar el hidrógeno del agua mediante la utilización de la luz solar. El hidrógeno así
obtenido funciona como un carburante con las siguientes características: bajo potencial de
efecto invernadero, es mucho más barato que los combustibles fósiles, sus residuos son
oxígeno y vapor de agua y es prácticamente inagotable. Aunque existen algunos pronósticos
de que la producción de energía con base en el hidrógeno podría agrandar el agujero en la
capa de ozono y contribuir a la contaminación atmosférica, los países desarrollados han
invertido muchos recursos en investigaciones sobre él, al grado de que Islandia pretende
sustentar toda su economía en hidrógeno. Durante el 2004, los científicos australianos
Janusz Nowotny y Chris Sorrell presentaron en Sidney un verdadero avance al utilizar
cerámicas de óxido de titanio capaces de captar la radiación solar y procesar el agua para
obtener hidrógeno. Se espera que hacia el 2012 Australia se convierta en una potencia
exportadora del carburante hidrógeno, dado que se encuentra en el corazón del mercado
de la energía de la zona del Asia-Pacífico.
El hidrógeno es un elemento muy energético. Las naves espaciales lo utilizan para alimentar
sus cohetes. Y, además, cuando lo quemamos y obtenemos su energía, reacciona con el
oxígeno del aire y el resultado es únicamente agua. Tenemos gran cantidad de hidrógeno a
nuestro alrededor; es el elemento químico más sencillo y abundante del Universo. Incluso
en la superficie terrestre es el tercero más abundante, pero, desgraciadamente, no en
forma gaseosa, que es como se puede usar en varias aplicaciones. Únicamente se presenta
combinado con otros elementos, y se puede obtener entonces del agua (H2O) y de
compuestos orgánicos, especialmente de los hidrocarburos. Hay cuatro formas básicas de
obtener hidrógeno. Por un lado, tenemos los procesos termoquímicos. Es decir, se calientan
hidrocarburos hidrogenados y se obtiene hidrógeno de forma química. También puede
extraerse de la biomasa. Por otro lado, si se atraviesa una corriente eléctrica por una masa
de agua provocamos su electrólisis, un proceso en el que se separan sus componentes:
hidrógeno y oxígeno. También puede separarse el hidrógeno del agua mediante procesos
foto electroquímicos, al iluminar sustancias semiconductoras sumergidas en ella.
Finalmente, la fotosíntesis natural que realizan algunas bacterias y algas verdes, también
puede aprovecharse para obtener hidrógeno.

Una vez producido por alguno de los métodos que nombramos, el hidrógeno debe ser
transportado y almacenado. En estado gaseoso, puede comprimirse y, en distancias cortas,
puede ser transportado por tuberías. También puede usarse como líquido enfriado y
llevarse en camiones. Y aunque el hidrógeno en estado sólido aún no tiene muchos usos,
también puede almacenarse y transportarse con facilidad.

La cuestión de si el hidrógeno es malo para el medio ambiente se centra en saber si el


planeta tiene la capacidad de neutralizar el exceso de hidrógeno creado por el hombre o si
predominan sus efectos en la atmósfera. No se sabe si será absorbido en la tierra, en un
proceso que es muy poco entendido pero libre al parecer de consecuencias ambientales, o
si reaccionará con algún otro componente en la atmósfera. El balance entre estos dos
procesos será la clave para elfuturo.

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