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El mundo del fitness está “plagado” por una cantidad enorme de mitos, muchos
son consecuencia de la mala interpretación de la ciencia, desconocimiento del
funcionamiento del cuerpo, divulgación de prácticas basadas en experiencias
personales o desinformación general. Cada vez hay más influencers, “expertos”,
páginas o blogs afirmado que X cosa es buena y X es mala sin respaldo alguno.
Personalmente clasifico en 3 niveles a estos farsantes o personas que engañan con
tal de generar más tráfico a sus páginas, canales o cuentas.
El primer nivel es el que te dice haz X cosa y X no ¿por qué? Porque lo digo yo, mira
como me veo o soy fulanito/a de tal. Estos son los más cara dura y los más
abundantes, gente que respalda su “conocimiento” con su físico o su estatus
social. Una cosa es haber conseguido un buen cuerpo y otra muy diferente saber
guiar a otros a lograr un buen cuerpo. Una cosa no implica la otra, ya que cada una
requiere conocimientos y aptitudes diferentes. Te lo pongo así, una cosa es ser
buen jugador de futbol y otra un buen director técnico, como dijimos, las
habilidades y aptitudes que se requiere para destacar en cada labor son muy
diferentes.
Luego tenemos los farsantes nivel 3, estos son más astutos aún, sí citan estudios,
pero si te tomas el tiempo de leerlos (cosa que muy pocos hacen) te das cuenta que
el resultado del estudio no afirma lo que ellos están comunicando, básicamente
tergiversan o reinterpretan la información a su conveniencia, engañando o
manipulando para llegar a la conclusión a la que quieren llegar. En muchas
ocasiones hacen algo que en inglés se le dice cherry picking o la falacia de evidencia
incompleta donde citan los estudios que les conviene, para afirmar el punto que
quieren, aun cuando hay evidencia (la cual dejaron por fuera a propósito) que la
pone en duda.
Te cuento un poco sobre mí, me llamo Daniel Parra Jeck, soy licenciado en
nutrición, entrenador NSCA-CPT, director del diplomado de nutrición fitness y
deportiva del Instituto IIAFF, director de alto rendimiento de la liga de culturismo
natural Fitnessmania/INBA, preparador de culturismo natural y fundador de Jeck
Fitness Team.
Comencemos uno de los mitos más populares de los últimos años y del cual
descienden varios otros mitos ¿consumir carbohidratos engorda? Las personas
que hacen esta afirmación la respaldan diciendo que al consumir carbohidratos se
promueve la segregación de insulina la cual frena la quema de grasa y promueve el
almacenamiento de grasa (lipogénesis de novo) lo cual es VERDAD, la insulina sí
hace eso.
Un estudio examinó a sujetos a los cuales se les dio un 50% más calorías que las
que debían comer para mantener su peso (básicamente los engordaron a
propósito), a través de métodos sofisticados podían saber de dónde provenía la
grasa extra que aumentaban, si por el almacenamiento de la grasa dietética o por
la transformación de los carbohidratos en grasa (lipogénesis de novo). Las mujeres
participantes almacenaron en promedio un total de 282 gramos de grasa por día
en el tejido adiposo. De los 282, 278 gramos provinieron de la grasa dietética y unos
despreciables 4 gramos resultaron ser sintetizados a partir de los carbohidratos, lo
que representó solo el 1.4% de la grasa que aumentaron durante la
sobrealimentación en este estudio.
Este segundo mito está relacionado con el primero, pero en él se refieren no a los
carbohidratos generales sino al azúcar, azúcar blanca de mesa, la que usas para
endulzar tu café o té. Basándose en misma hipótesis de que el aumento de la
insulina es lo que te hace engordar se creó este mito. Algunos afirman que el azúcar
es uno de los “demonios blancos” que está matando al mundo moderno
responsabilizándola de enfermedades como diabetes MT2, Alzhéimer, cáncer y
enfermedades cardiovasculares.
Un estudio quiso examinar justo eso, si realmente la azúcar blanca era tan mala
como decían. A los sujetos del estudio se les proporcionaron las comidas durante
seis semanas en un diseño estrictamente controlado con ingestas drásticamente
diferentes de azúcar, 121 gramos por día al grupo de alto contenido de azúcar (lo
cual equivale aproximadamente a un refresco de 600 ml) y 12 gramos por día al
grupo de bajo contenido de azúcar. Las proteínas, grasas y calorías totales fueron
equiparadas. Después de las 6 semanas los investigadores encontraron que ambos
grupos habían perdido la MISMA cantidad de grasa y peso general (poco más de 7
kilogramos), incluso con la enorme diferencia en la ingesta de azúcar. Además, la
mayoría de los marcadores de salud (presión arterial, lípidos en sangre, etc.)
mejoraron en los 2 grupos, lo que agrega más evidencia al argumento de que la
pérdida de peso y las mejoras en la composición corporal es lo que genera los
beneficios para la salud, no si hay presencia o ausencia de cierto alimento. La
conclusión del estudio fue que, al equiparar las calorías y las proteínas en las
dietas, el azúcar no parece influir en la pérdida de grasa ni en la mejoría de los
marcadores de salud.
Mito #3 - Si las mujeres hacen pesas tendrán cuerpo de hombre
Mito extraño que no tiene ningún sustento fisiológico. Posiblemente la razón por
la cual las personas hayan creado este mito es debido a la tonificación muscular.
Esta es básicamente una contracción parcial o leve del músculo la cual actúa como
preparación para una posible contracción voluntaria. Esta tonificación le da un
look y movimiento más firme al músculo. Posiblemente al comenzar a entrenar y
aumentar la tonicidad del musculo, la grasa que está sobre él, adquiere un aspecto
y movimiento más duro, sin embargo, la grasa no se endureció ni se puede
endurecer. Realmente no conozco de donde salió este mito, pero ahí está,
pululando en las mentes de muchas mujeres (principalmente). No tengan miedo a
hacer pesas, a volverse más fuerte y más si tienes un alto porcentaje de grasa. El
entrenamiento de pesas es sumamente importante si deseas reducir tu peso de
manera saludable y no recuperarlo.
Mito #6 - Si ayuno puedo comer lo que sea e igual bajaré de peso
Una de las confusiones más grandes que hay con la dieta cetogénica es que sí, es
verdad que en ella se oxida más grasa que en una dieta tradicional, pero también
se sintetiza (guarda) más grasa. Guardo más porque estoy utilizando más, por lo
tanto, requiero más reservas. Aparte de eso, la gente ha asumido que a mayor
oxidación de grasa mayor pérdida de grasa y eso no es real. Comer mucha grasa
hace que se le dé prioridad de utilización a ese sustrato (mayor oxidación de grasa)
y más si hay baja disponibilidad del otro sustrato energético, la glucosa. Bajar de
peso como ya vimos no depende de que tantos carbohidratos comamos, depende
de cuantas calorías comamos.
Se conoce que la dieta cetogénica puede generar una restricción calórica indirecta,
esto se debe a la capacidad saciante que tiene, la cual no afecta a todos por igual,
pero si está presente en muchos individuos. Por eso muchas personas creen que es
mágica, por que comen un montón de grasa y bajan de peso. Esto se da porque sin
querer están comiendo menos calorías que antes. Como dijimos, es imposible bajar
de peso si no estás en déficit calórico. Aunado a eso tenemos la bajada drástica de
peso inicial. La gente se emociona mucho con la dieta cetogénica porque baja 4
kilos en una semana, pero ese peso es principalmente agua, la cual se recupera al
momento de volver a consumir carbohidratos.
La dieta cetogénica no ha demostrado ser más efectiva que una dieta tradicional en
cuanto a la reducción de la grasa corporal. Es más, en la evaluación de 32 estudios
se llegó a la conclusión que las dietas bajas en grasa y altas en carbohidratos son
ligeramente más efectivas que las bajas en carbohidrato y altas en grasa.
El mito nace de que al estar en ayunas el cuerpo utiliza la grasa como sustrato
energético principal. Por lo tanto, al hacer cardio en ayunas promovemos la quema
de grasa, lo cual conllevaría a una mayor pérdida de grasa o eso es lo que se cree.
Es una realidad, al hacer cardio en ayunas promovemos la oxidación de grasa, pero
como vimos antes, la oxidación de grasa no implica pérdida de grasa. Aparte acá
se está obviando algo muy importante y es el periodo posterior al cardio. Verán, el
cuerpo siempre va a buscar la homeostasis (equilibrio), al haberse utilizado la
grasa en mayor medida durante el cardio en ayunas, al consumir alimentos se
inhiben en gran medida la utilización de grasa como combustible y se promueve
en mayor medida el uso de la glucosa durante el resto del día, esto con el objetivo
de generar un balance en el gasto de las fuentes energéticas.
Posiblemente la razón por la cual se creó este mito fue debido a que las personas
que hacían cardio en ayunas comían menos que las personas que comían antes y
después de hacer el cardio. Así sea un pequeño desayuno el que hagas antes de tu
cardio matutino, al dejar de consumirlo, terminas comiendo menos, por lo tanto,
puedes generar una mayor pérdida de peso, pero no por la magia del cardio en
ayunas, sino porque comían menos en total. Este es el tipo de cosas que pueden
suceder cuando no hay un control real de la alimentación, se logran resultados
“sin querer queriendo” y se los adjudicas a x cosa sin ningún fundamento.
Mito #9 – Comer varias veces al día acelera el metabolismo
Este es un mito bastante antiguo. Cuánto tiempo tiene, no lo sé, pero sí creo saber
el fundamento de las personas que comenzaron a difundirlo. Primero definamos
acelerar el metabolismo. El término describe el aumento del gasto energético
durante cierto periodo, por ejemplo, hacer ejercicio, caminar o hasta enfermarse
acelera el metabolismo. Esto se debe a que el cuerpo en esas circunstancias tiene
un gasto energético más elevado lo cual definimos como que el metabolismo “está
acelerado”. Sabemos que comer acelera el metabolismo, ya que digerir, absorber y
movilizar los nutrientes gasta calorías. Con esta afirmación podrás pensar “si
comer eleva el gasto energético, entonces si como más veces al día, elevo más veces
el gasto, por lo tanto, quemo más calorías y bajo de peso ¿verdad?” Pues no
exactamente. Verás, si es verdad que comer eleva el gasto energético, este gasto se
llama efecto térmico de los alimentos (ETA) el punto es que el ETA es porcentual,
suele representar alrededor del 10% de las calorías que ingerimos. Por ejemplo, si
consumimos 100 calorías “pagaríamos” 10 calorías para digerir esas 100. Si
consumimos 1000, pagaríamos 100, por lo tanto, no importaría si hacemos 10
comidas de 100 calorías o 1 comida de 1000, en los 2 escenarios estaríamos
gastando 100 kcal para digerir los alimentos.
Como puedes ver es un mito que tiene cierto sustento, sí gastamos energía al
digerir los alimentos, pero el gasto depende de la ingesta y comer más veces al día
no aumenta este gasto.
Mito #10 – Tomar agua tibia con limón en ayunas por sus
múltiples beneficios
Se dice que tomar agua tibia con limón en ayunas ayuda a adelgazar, desintoxica el
organismo, depura los intestinos, fortalece el sistema inmune y ayuda con el
estreñimiento. Haciendo una rápida búsqueda en Google te encontrarás con
decenas de páginas afirmando sobre los superpoderes de esta maravillosa bebida.
Lo curioso es que al buscar evidencia en una de las bases de datos más importantes
(PubMed) no hay investigaciones que respalden esas afirmaciones. ¿Por qué será
que los investigadores no se han tomado la molestia de hacer estudios evaluando
sus beneficios si en teoría es tan benéfico? ¿Es esto una conspiración para que nos
mantengamos enfermos? No, se debe a que es solo agua tibia con limón y los
“beneficios” de su consumo son básicamente los de consumir agua tibia y limón o
un té de limón, no hay nada más allá. Básicamente te va a hidratar y el limón te va
a aportar un poco de vitaminas y minerales, nada más. Todos sus beneficios
descienden de ahí. Es verdad que te puede ayudar con el estreñimiento, tomar agua
en cualquier presentación lo hace. Sí te puede ayudar con el sistema inmune, el
limón tiene un poco de vitamina C la cual ayuda al sistema inmune. Sí te ayuda a
desintoxicarte y a depurar los intestinos, ir al baño es literal desintoxicarte y
depurar tus intestinos, y consumir agua te ayuda a eso. En cuanto a la parte de la
pérdida de grasa, ni el limón ni el agua tibia tienen propiedades que promuevan la
pérdida de grasa.
La realidad es que puedes tomar el agua tibia o al tiempo, en ayunas o con tus
comidas y te dará los mismos resultados. El punto es que sí, su consumo es
benéfico, pero no porque genere un efecto mágico, sino porque consumir agua
tiene muchos beneficios. En cuanto al limón, hay frutas con más cantidad de
vitamina C, como el kiwi o la guayaba, por lo tanto, no tiene nada de especial su
consumo. En resumen, puedes tomarlo si te gusta, a la final es un té de limón, lo
importante es que tengas presente que no tiene ningún efecto especial, solo te va
a hidratar y te va a aportar un poco de vitaminas y minerales.
Mito #11 – Tomar vinagre de manzana en ayunas te ayuda a
perder grasa
Tomar vinagre de sidra de manzana parece tener una capacidad modesta para
reducir el índice glucémico de los alimentos, lo que lo convierte en una posible
herramienta para ayudar a controlar el azúcar en la sangre. También parece
suprimir levemente el apetito lo cual te puede ayudar a que te apegues más fácil tu
dieta. En ciertas investigaciones se ha encontrado que este efecto puede generar
una reducción espontánea en la ingesta de alimentos, lo cual puede conllevar a una
reducción en el peso y la grasa corporal. A diferencia a las prácticas habituales,
parece ser más interesante tomarlo justo antes o durante las comidas ya que nos
puede ayudar a elevar su saciedad. Si lo tomamos en ayunas nos podría ayudar a
reducir un poco el apetito, lo cual seria interesante si practicamos algún protocolo
de ayuno intermitente. Las personas con diabetes MT2 podrían beneficiarse de su
consumo, ya que les ayuda a regular la glucosa en sangre y puede ayudar a que
consuman menos calorías en total. Se necesita más investigación y no está claro
en qué se diferencian los efectos del consumo del vinagre de sidra de manzana de
cualquier otro tipo de vinagre, pero es poco probable que los beneficios difieran
mucho, ya que el ácido acético (presente también en los demás) puede ser el
principal impulsor de estos beneficios.
mito #12 – al terminar el ejercicio hay que comer en menos de 30
minutos o no crecerá el músculo
Seguro que más de una vez viste a alguien (o tú eras ese alguien) en el gimnasio
que sale corriendo después de entrenar a tomarse su batido de proteínas, ya que la
creencia popular dice que hay una franja de 30 minutos después de realizar
ejercicio físico en el que es el momento idóneo para ingerir determinados
nutrientes, sobre todo proteína, y que si no lo hacemos “catabolizamos” o el
entrenamiento no sirve.
Aunque en la mayoría de los casos la comida post entrenamiento parece no ser ser
muy relevante en ciertas personas o circunstancias podría serlo. Como el caso de
un atleta de alto rendimiento que realiza un entrenamiento de alta intensidad dos
veces al día, cuando estamos en déficit y entrenamos en ayunas o también cuando
realizamos un entrenamiento de alta intensidad con una duración de 2 o más
horas. Fuera de estos casos no te debes obsesionar con la comida post
entrenamiento, sin embargo, si quieres hacerla lo antes posible no hay ningún
problema, solo ten presente que no te va a pasar nada si no la haces en los primeros
30 minutos después del entrenamiento.
Mito #13 – La proteína en polvo te hace engordar o ganar
músculo
Hacer ejercicio cardiovascular (cardio) es una de las razones principales por la cual
las personas asisten a los gimnasios. Por alguna razón las personas creen que el
cardio es necesario para reducir nuestro porcentaje de grasa, eligiendo en algunas
ocasiones este tipo de ejercicio por encima de las pesas. Dejemos dos cosas claras,
el ejercicio cardiovascular NO es necesario para reducir nuestra grasa y si en algún
momento debes elegir entre hacer cardio o pesas siempre elige las pesas.
Hemos comentado en repetidas ocasiones que para bajar de peso debemos generar
un déficit calórico. Este déficit lo podemos lograr aumentando la actividad física o
reduciendo la ingesta. Generar un déficit únicamente mediante el aumento de la
actividad es posible, pero no muy viable. Para que te hagas una idea una persona
de 75 kilos que camina 30 minutos a una velocidad ligera (4.5 km/h) quema
aproximadamente 130 calorías, eso equivale a 30 gramos de avena. El déficit lo
debemos generar principalmente mediante la alimentación, podemos utilizar el
cardio como ayuda, pero no es muy conveniente que sea la herramienta principal
para generar el déficit energético.
Previamente dijimos que siempre elijas las pesas por encima del cardio, esto no es
tanto porque las pesas quemen más calorías que el cardio (aunque si comparamos
el gasto energético de 1 minuto real de pesas contra 1 minuto de cardio se gasta
más en las pesas). El objetivo principal de hacer pesas no es quemar calorías, es
ganar fuerza y promover el crecimiento muscular o aumentar la retención de
músculo si estamos en un periodo de pérdida de peso. Tener más músculo hará que
te veas mejor y tener más fuerza te ayudará a tener más músculo, por lo tanto,
debe ser una prioridad.
Posiblemente en este punto ya puedas identificar que está mal con esta afirmación
(la quema de grasa no implica pérdida de grasa). La zona quema grasa es algo real,
se habla de una frecuencia cardiaca entre el 60 y el 70% en donde el cuerpo utiliza
la grasa como sustrato energético principal, aclaro, principal no exclusivo,
recuerden que siempre estamos utilizando los 2 sustratos. El auge con la zona
quema grasa creció tanto que las máquinas de cardio te la calculan o tienen gráficos
para que la calcules y realices tu ejercicio en esa zona o rango de frecuencia
cardiaca. Como ya comentamos, mayor quema de grasa no implica mayor pérdida
de grasa, debemos generar un déficit energético para que exista una pérdida de
grasa, si no existe este déficit por mucha “quema de grasa” que exista durante el
día se va a recuperar toda debido a que hay un balance energético neutro o positivo.
Aparte, si realizar cardio en esa zona realmente te ayudara en mayor medida a
perder grasa, el HIIT (entrenamiento de intervalos de alta intensidad) no fuera un
entrenamiento efectivo para este objetivo ya que se maneja en una frecuencia
cardiaca más elevada, sin embargo, si ha demostrado ser efectivo con este objetivo
(1, 2). Ya hemos hecho mucho énfasis en esto, pero si deseas bajar de peso/grasa
enfócate en generar un déficit calórico, no en hacer o tomar cosas para “quemar
grasa”.
Mito #16 – Si no duele no sirve (No pain no gains)
Comencemos evaluando la relación que hay con el ardor muscular que sentimos al
finalizar la serie, este se da por algo llamado estrés metabólico. Verán, cuando
hacemos ejercicio de alta intensidad la demanda energética es muy elevada. Para
sintetizar energía (ATP) el cuerpo normalmente requiere de oxígeno, pero al ser
tan alta la demanda no se logra absorber y movilizar suficiente del mismo, en
respuesta a esta situación el cuerpo activa una ruta energética que no depende de
oxígeno (anaeróbica) la cual conocemos como sistema glucolítico. El problema de
este sistema es que su capacidad de uso es limitada ya que no resuelve en su
totalidad el problema. La falta de oxígeno y la alta necesidad energética hace que
se acumulen unas moléculas las cuales reducen el PH del músculo (se acidifica), así
poco a poco se va acumulando esa sensación de ardor muscular que literalmente
quema hasta el punto que no puedes realizar una repetición adicional. Esto se
experimenta en series de 8 o más repeticiones, ya que al realizar menos
repeticiones (normalmente con más peso) no se logran acumular suficientes
metabolitos para que se sienta este efecto. Y ahí está la clave de que no hay una
relación directa entre el ardor y el crecimiento muscular. Series de menor cantidad
de repeticiones como 4 o 6 también generan hipertrofia muscular (1), sin embargo,
no experimentas en ellas ese típico ardor de series con más repeticiones, por lo
tanto, podemos concluir que no hay una relación directa entre el ardor intra-
entreno y el crecimiento muscular. Otra manera de comprobarlo es haciendo un
ejercicio básico, levantando las manos. Si duramos suficiente tiempo en esa
postura nos van a arder los hombros, pero eso no implica que nos vayan a crecer,
que se carece del factor más importante para estimular un crecimiento muscular,
la tensión mecánica.
Con respecto al dolor post entrenamiento, ese típico dolor al día siguiente,
tampoco hay una relación directa con el crecimiento muscular. Este se da por algo
llamado daño muscular el cual es literalmente eso, un daño que se hizo a las fibras
musculares. Se da especialmente en principiantes, pero si se realiza un
entrenamiento extremadamente intenso o se prueba con un ejercicio que nunca se
ha realizado los intermedios o avanzados también lo pueden experimentar. Se
conoce que no hay una relación directa entre el daño muscular y el crecimiento
muscular (2), es más, demasiado daño muscular es contraproducente para el
crecimiento muscular (3), por lo tanto, no solo es algo que no debemos buscar, sino
que en la medida de lo posible lo debemos evitar, ya que a mayor daño muscular
mayores son los recursos que se destinan para la reparación y no al crecimiento del
músculo.
En algún momento se planteó la idea de que a medida que pasan los años el cuerpo
se va deteriorando. Por alguna razón esto llevo a la creencia de que a los 40 años
nuestra capacidad de desarrollo muscular está
enormemente reducida lo cual “ahuyenta” a
muchas personas de esa o más edad a incursionar
en el entrenamiento de resistencia (pesas)
Como puedes ver la mayoría de las investigaciones que buscan comprender cómo
afecta la edad en el crecimiento muscular son en adultos de la tercera edad (+60
años). A los 40 años estás en una edad media y tu potencial de crecimiento muscular
no es muy lejano que el que tenías a los 25 años. Así que, nunca es tarde para
comenzar o retomar el entrenamiento, siempre verás mejoras en tu fuerza, salud
y masa muscular, por lo tanto, no tomes la edad como una limitante, si haces lo
que debes hacer vas a avanzar independientemente de tu edad aun teniendo 75
años.
Mito #18 - Las verduras no son carbohidrato
Este mito no es un mito como tal, sino que a muchas personas cuando les dices que
las verduras son un carbohidrato se sorprenden. Cuando pensamos en
carbohidratos lo primero que se le viene a la mente el pan, la papa, el maíz, avena,
entre otros. Cuando decimos que X alimento es X macronutriente, no es porque
exclusivamente tenga el macronutriente sino porque es su macronutriente más
abundante. Pongamos el ejemplo de huevo, si te pregunto qué macronutriente es
posiblemente pienses en proteína, sí efectivamente es el macro que más contiene,
pero también tiene grasa y un poco de carbohidratos. Las verduras contienen una
mayor cantidad de carbohidrato con respecto su cantidad de proteína y grasa, por
lo tanto, se dice que son un carbohidrato. Muchos podrán pensar “X verdura tiene
proteína” puede ser, pero una cosa es que aporte un poco de proteína y otra que la
proteína sea su macronutriente principal.
fatsecret.com.mx
El sudor está relacionado con el esfuerzo físico, éste con quemar calorías y quemar
calorías con bajar de peso. Esa aparente conexión ha hecho creer a miles de
personas que mientras más sudas más bajas de peso, promoviendo que muchos
entrenen con ropa térmica, envueltos en plástico, vayan a saunas, entre otras
prácticas del estilo.
Otra razón por la que muchas personas promueven la sudoración es porque les han
vendido la idea de que “están reteniendo líquidos” y en la mayoría de ocasiones el
problema es un exceso de grasa. Si eres una persona sana y estás pasando por un
periodo de mucho estrés podrías llegar a retener líquidos, esto sucede porque el
cortisol (hormona del estrés) estimula la hormona antidiurética (vasopresina) la
cual controla la reabsorción de agua de los riñones y genera la retención de
líquidos. De ser este el caso la solución no es promover la sudoración, es atender la
situación que te está generando estrés.
Tener el abdomen marcado es símbolo de estar fit, es uno de los objetivos más
buscando por la comunidad que va a los gimnasios. El mito de que hay que hacer
muchos abdominales para que luzcan definidos posiblemente surgió por la
creencia de que si ejercitas esa zona perderás más grasa en ella (pérdida de grasa
localizada).
Para que se noten los preciados abdominales debemos cumplir con 2 requisitos,
tener recto abdominal suficientemente musculoso y un porcentaje de grasa
suficientemente bajo para que estos músculos se noten.
Imagen 1. Alto y bajo porcentaje de grasa con alto y bajo desarrollo muscular en la zona abdominal.
En la imagen 2 podemos observar las zonas del abdomen llamadas línea del alba e
inserción tendinosa. Este es un tejido conectivo el cual une los músculos de la zona
abdominal, por cuestión genética estas zonas pueden ser más o menos gruesas, a
mayor grosor más fácil se notan los “cuadros” ya que van a estar más separados
uno del otro, lo cual genera una ilusión de un mayor tamaño muscular.
Imagen 3. Mismo porcentaje de grasa, pero mayor separación de los músculos abdominales lo cual
genera un abdomen aparentemente más definido
En cuanto a si entreno más esa zona voy a perder más grasa en ella (pérdida de
grasa localizada), las investigaciones han fallado en demostrar su viabilidad. Por
ejemplo, en este estudio realizado en 24 personas las cuales ejercitaron su
abdomen durante 6 semanas no se encontró una reducción significativa de la grasa
abdominal. En este otro (1) donde 104 participantes entrenaron solo su brazo no
dominante y aunque si hubo una pérdida de grasa esta fue en el cuerpo entero más
no en mayor medida en el brazo entrenado. Como esos hay varios estudios más
(2, 3, 4) que no han logrado demostrar la posibilidad de reducir la grasa de manera
localizada. En conclusión, para lograr que se vean los preciados cuadros debemos
tener un porcentaje de grasa bajo el cual se logra con dieta (principalmente) y una
zona abdominal hipertrofiada la cual puede ser que traigas de fábrica y si no es tu
caso la deberás entrenar como cualquier otro músculo. Como tal hacer
abdominales podría ayudar a desarrollar el músculo, pero difícilmente te ayudará
a perder grasa en la zona.
Mito #21 - Muchas repeticiones con poco peso para marcar y
pocas repeticiones con mucho peso para crecer
Mito antiguo el cual desconozco su origen. Podría asumir que las personas
relacionaron el ardor muscular que se genera por el estrés metabólico al hacer
muchas repeticiones con “quemar” la grasa localizada. Por otro lado, relacionaron
ser más fuerte con crecer muscularmente.
Hoy en día se conoce que para crecer muscularmente podemos realizar un rango
de repeticiones muy amplio, actualmente se propone un rango entre 6 a 30
repeticiones. El requisito que debemos cumplir para estimular el crecimiento
muscular es llegar cerca del fallo, lo ideal sería quedar entre 1 a 3 repeticiones antes
del fallo, ya que llegar al fallo como tal no parece ser lo más conveniente debido a
la fatiga que se genera.
Muchas gracias por llegar hasta acá, espero que esta información te ayude a tomar
mejores decisiones en tu viaje de tener un mejor y más saludable cuerpo. También
que te ayude a reconocer qué personas hablan con fundamento y cuales solo te
quieren engañar para que les compres algo o consumas su contenido. Recuerda,
no hay fórmula mágica, no hay método especial, la base de todo siempre será la
una buena nutrición y entrenamiento.
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