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Guía de Preguntas – Capítulo 2

1. Caracterice el contexto internacional del período 1914-1930. Tenga en


cuenta:
a) La primera guerra mundial
b) La revolución rusa
c) El Tratado de Versalles
d) La conferencia Internacional de Ginebra
e) Los “felices años 20”
f) La crisis de 1929

La primera guerra mundial produjo la destrucción del aparato productivo, generó


un enorme drenaje de recursos, y comenzó a desplazar el poder económico a favor
de los países que tenían una industrialización relativamente nueva, con mayor
capacidad de producción agrícola y de materias primas. Esta guerra significó el fin
de la hegemonía inglesa y la irrupción de los Estados Unidos como potencia
industrial, Una consecuencia fundamental de la guerra fue el estallido de la
Revolución Rusa en (1917), bajo la dirección del partido bolchevique conducido por
Lenin, con una sociedad socialista se formó la Unión Soviética. La participación del
Estado a través de la propiedad estatal de los medios de producción y de distintos
medios de planificación, se transformó en el eje central del desarrollo económico y
social del país. Más tarde, Stalin desarrollo la colectivización forzada y progresista
en la economía soviética, que junto a sus sucesores que transformarían a la Unión
Soviética en una superpotencia en el orden político y militar, con grandes falencias
en lo económico. La guerra produjo modificaciones sustanciales en el panorama
europeo. El tratado de Versalles (1918), afectó severamente a varias economías
europeas, en especial la de Alemania, produciendo hiperinflaciones, fluctuaciones
económicas, problemas sociales, que derivaron a la aparición de movimientos
autoritarios como el fascismo y el nazismo, a lo que contribuyó a la desintegración
del Imperio Austrohúngaro.

En la posguerra, después de la crisis de 1920-1921, el capitalismo entro en una fase


expansiva, en la cual Estados Unidos fue que más se benefició. Las industrias
surgidas de la segunda revolución industrial (química, petróleo, electricidad,
metalurgia y construcción) experimentaron un gran auge, utilizando nuevas
técnicas, estrategias empresariales y de producción (Taylorismo y Fordismo). Así la
sociedad norteamericana se modernizo y próspero gracias al consumo interno
incentivado por los créditos, consolidado un mercado interno, a la vez que crecían
las exportaciones y la renta nacional; Estados Unidos a principio de los años ´20
poseía la mitad de las reservas mundiales de oro. A nivel internacional, el sistema
monetario y financiero era frágil y existían problemas en numerosos mercados, en
el cual, hasta 1914, había prevalecido el sistema patrón-oro. Durante la guerra los
países involucrados en el conflicto habían gastado gran parte de sus reservas en
oro, y financiaron en gran medida a través de una excesiva emisión de moneda la
compra de material bélico. Lo cual produjo el abandono del sistema patrón-oro,
generando un fuerte proceso inflacionario. Después de la guerra, en la conferencia
internacional de Ginebra (1922), se introdujo el Gold Exchange Standard, en que a
partir de entonces, había dos monedas convertibles en oro, la libra esterlina y el
dólar, lo que posibilito y amplió la base de los intercambios internacionales, y la
acumulación de reservas en oro.

Este sistema bipolar, que en sí era vulnerable, debilito a Gran Bretaña y favoreció
a Estados Unidos. La situación de los grandes mercados internacionales de materias
primas y productos industriales era precaria en los años ´20. La posguerra se
caracterizó por las reorientaciones comerciales y el reforzamiento del
proteccionismo, que junto a la falta de liquidez ocasionada por este sistema
bipolar condujo a serias dificultades en los mercados. Sin embargo, la economía
norteamericana seguía en auge, en el cual el sistema bancario experimento un
notable crecimiento, a excepción de los ámbitos rurales debido a la
superproducción impulsada por la extensión de las tierras de cultivo y la
mecanización, lo que generó una baja en los precios agrícolas. La mayor parte de
los depósitos internacionales estaba concentrado en pequeños bancos
independientes y de un reducido número de instituciones financieras, que
otorgaban créditos a empresarios y pequeños inversores para invertir en la
especulación bursátil.

Esta especulación posibilitó el acceso a grandes fortunas en poco tiempo. Durante


los años ´20, se produjo una gran expansión económica generalizada, en la cual, se
evidenciaban fragilidades en el sistema. En los cuales se destaca las tendencias
proteccionistas, las deudas y las reparaciones de guerra, los bajos precios de los
productos agrícolas, que generaron una profunda crisis agraria a nivel mundial,
pero el principal factor de la inestabilidad del capitalismo fue la debilidad de las
distintas monedas. La especulación produjo capitales errantes que se invertían a
corto plazo, que en ciertos momentos eran considerados más rentables, esto
producía la inestabilidad de los sistemas de cambio y las balanzas de pagos. Este
sistema económico basado en los beneficios inmediatos produjo contradicciones
entre la producción y el consumo, en el cual, el circuito bursátil estaba alimentado
por los créditos y no por los sectores asalariados, lo que produjo una desigualdad
en la distribución del ingreso no dejando absorber el conjunto de la producción,
afectando a los sectores rurales.

La especulación bursátil se disparó sobre todo a partir de 1927, en el que el valor


de las acciones comenzó a duplicarse hasta 1929. De esta forma, los circuitos
financieros actuaban de manera independiente de la economía general, en la cual
participaban banqueros, empresarios y pequeños inversores. Hacia fines de la
década del ´20 los empréstitos e inversiones directas de los Estados Unidos en el
exterior habían crecido enormemente, pero a su vez crecían desequilibrios
estructurales del sistema financiero internacional que impedían la continuidad de
dicho proceso, como la intención de diferentes gobiernos para restablecer un
nuevo sistema patrón-oro para que sus monedas se rijan por un criterio de
convertibilidad. El sistema internacional de pagos, ligado nuevamente al oro y
estructurado para regular los cambios entre economías con tasas más o menos
homogéneas y balanzas de pagos relativamente integradas, no logro un objetivo
esperado, produciendo más descompensaciones, debidas a las medidas defensivas
de las distintas naciones. La libra esterlina se mantuvo constantemente
sobrevaluada, y el franco subvaluado. Los Estados Unidos y Francia tuvieron,
durante la década del ´20, un superávit en la balanza comercial y una situación
favorable en la balanza de pagos, además, de acaparar oro sustrayéndolo de los
países más débiles. Hubo una inestabilidad monetaria y política debido a las fugas
de capitales y préstamos a corto plaza con movimientos incontrolables de un país a
otro, que eran capaces de hacer caer la paridad de las monedas y el nivel de las
reservas en oro. Debido a las inversiones de capitales que se movilizaban entre los
distintos países con un carácter especulativo y en busca de beneficios a corto plazo
para una mayor rentabilidad, ejercieron una peligrosa presión sobre las reservas de
oro y las divisas de los países. Es así, que cualquier fluctuación brusca y repentina
que afectara a los mercados estadounidenses generaría una suspensión de los
empréstitos externas junto al desmoronamiento de la compleja estructura en que
se basaba el restablecimiento del comercio mundial. Jugó un papel preponderante
en las transformaciones económicas la suba de los aranceles estadounidenses junto
con la creciente disociación entre las exportaciones de capital respectos a las
exportaciones de mercaderías.

Durante la década del ´20 los capitales que fluyeron hacia otras áreas
industriales, tales como Alemania y otros países periféricos tendían a financiar la
producción de bienes para poder satisfacer la demanda de sus mercados internos.
La industria alemana logro incrementar la productividad como consecuencia de los
préstamos norteamericanos, pero su principal problema lo constituía la devolución
de esos fondos, además, de los cambios que se estaban produciendo en la división
internacional del trabajo. Otro problema para Alemania fue que los mercados
mundiales estaban muy restringidos como por ejemplo la política proteccionista de
Estados Unidos (para que los Estados Unidos pudieran hacer efectivos sus créditos,
debían incrementar sus importaciones o reducir sus exportaciones). La exportación
de capitales se convirtió en un verdadero bumerán lo cual fue unos de los
principales desencadenantes de la crisis de 1929. El sistema internacional de pagos
de posguerra fue creando una serie de descompensaciones, ya que estados Unidos
era el principal exportador de mercancías y de capitales, además de haber
poderosos intereses sectoriales que no permitían la importación de productos
europeos y de otros países. Hacia 1929 se produce la caída de los valores de la
bolsa neoyorquina. Para algunos economistas la crisis del ´29 ha sido calificada de
una crisis de estructura, ya que coincidió con cambios tecnológicos como la
aparición de nuevas industrias, mecanización acelerada, racionalización del
trabajo, estandarización de la producción, un fuerte proceso de concentración
industrial, en la cual las fuerzas del mercado por si solas no pudieron remontar la
situación, sólo la intervención de los distintos gobiernos, primero, y el estallido de
la segunda guerra mundial, después, posibilitaron el nuevo despegue.

La exportación de capitales a Europa permitió absorber las carencias de capitales,


la insuficiencia de exportaciones europeas e hizo posible la rápida reconstrucción
de Europa. Pero el retiro de estos capitales de Europa, sobre todo Alemania,
genero una deflación generalizada, que se agravo posteriormente con la
agudización de las barreras proteccionistas, es así, que la economía
norteamericana junto al resto del mundo, en lugar de compensarse, se reprimieron
sobre sí mismos. La crisis se relacionaba con las transformaciones de los procesos
productivos en el marco de normas de consumo y de distribución del ingreso, hubo
un incremento del stock no planeado de productos de bienes que no podían
venderse. Los empresarios ante este problema redujeron su producción,
despidiendo una parte de su plante de obreros y reduciendo los salarios para
ajustar el costo de producción a los precios declinantes por causas de la
sobreoferta, la desocupación y la reducción de salarios contraían aún más la
demanda agravando el problema. Las medidas defensivas impulsaban la deflación
de la mayoría de los países a través de tarifas proteccionistas, o de devaluaciones
y controles de cambios. Los efectos, durísimos para la ocupación y el ingreso no
fueron solo consecuencia de las políticas restrictivas, sino también la ausencia de
organismos capaces de mediar entre las distintas políticas nacionalistas. La crisis
financiera provocó el cierre de empresas industriales y comerciales, caída del
sistema bancario, se contrajo el comercio internacional, la demanda disminuyo y
creció en forma acelerada la desocupación, lo que llevo a una depresión mundial

2. ¿Cuál era la diferencia entre las inversiones que hacía Gran Bretaña y las
que hacía EEUU en otras naciones?

Hasta 1914 Gran Bretaña era el centro hegemónico financiero mundial; que
compensaba una balanza comercial fuertemente deficitaria mediante la
repatriación de los intereses y de otras partidas intangibles (pagos de fletes
marítimos y primas de seguros). Antes de la guerra, Estados Unidos era el principal
productor mundial por sus riquezas naturales, la amplitud de su territorio agrícola
y la disponibilidad de mano de obra. La primera guerra mundial potenció la
participación norteamericana en el comercio mundial al tiempo que declinaba la
inglesa. Estados Unidos exportaba maquinarias o bienes manufacturados de alta
tecnología en cambio Gran Bretaña se vio afectada por el cierre de mercados
tradicionales y muchos de sus productos se vieron afectados por la utilización de
bienes sustitutivos (textiles, carbón, hierro, acero, etc.). Luego de la guerra la
producción mundial creció un 20%, en la cual se produjo un crecimiento de Estados
Unidos en un 40% y la economía inglesa disminuyo un 14%. Finalizada la guerra,
EE.UU. se transformó de un país deudor a un país acreedor.

3. ¿Cuáles fueron los factores que posibilitaron la apertura del sistema político
argentino?

Entre los factores que precipitaron la apertura del sistema político deben señalarse
los conflictos intraoligárquicos, las revoluciones impulsadas por el radicalismo y los
movimientos obreros, que generaron un período de fuerte conflictividad social.
Una ruptura de la alianza, de Pellegrini en oposición a Roca, llevo a una resistencia
interna en el desmantelamiento de las posiciones roquistas y reformas del sistema
político. Pese a la derrota de los radicales en 1905, en su intento revolucionario,
no perdieron sus iniciativas ya que reivindicaron el sufragio libre en contra de la
actividad conspirativa. La sucesión de huelgas y hechos de violencia de principios
del siglo XX contribuyó a que se planteara la necesidad de ampliar la base social de
sustentación del Estado. Con la elección de Roque S. Peña como presidente, en
1910, se crearon expectativas reformistas. Durante su campaña electoral R. S.
Peña se entrevistó con Yrigoyen, quienes coincidieron en la necesidad de una
reforma electoral. Dicha reforma promovida por Roque S. Peña planteaba la
elaboración del padrón electoral sobre la base del Registro de Enrolamiento. En
consecuencia el control se exteriorizaba, quedando fuera las influencias de los
grupos intra-oligárquicos sobre el sistema electoral. Tanto el oficialismo como la
oposición estaban convencidos de que con el sistema de lista incompleta la
mayoría correspondía a las fuerzas conservadoras y la minoría al radicalismo. Las
nuevas oposiciones no podrían, hasta 1916, hacer valer su peso electoral y
desplazar el control tradicional de los gobiernos oligárquicos de las provincias, ya
que el Senado Nacional quedaba al margen de la reforma.
4. ¿En qué consistió la Ley Saenz Peña de 1912?

Hasta la sanción de la Ley Sáenz Peña, el voto era voluntario y “cantado”, es


decir, el votante mencionaba el nombre del candidato ante las autoridades de
mesa. Con la ley de reforma electoral que fue sancionada en 1912, se implementó
la instauración del voto secreto y obligatorio, que se hallaba limitada a varones
nativos y naturalizados mayores de 18 años quedando fuera la mujer y los
extranjeros no nacionalizados, (por lo que los ciudadanos habilitados para votar
representaban un bajo porcentaje sobre la población total).

5. Caracterice las presidencias radicales del período y sus principales medidas


económicas.

La primera presidencia de Yrigoyen

Al principio parecía existir una cierta continuidad entre la nueva administración


radical y el gobierno conservador (su gabinete ministerial estaba integrado por
miembros de la elite tradicional, la mayoría afiliados a la Sociedad Rural Argentina
y vinculados a la actividad ganadera). Una vez terminada la Primera Guerra
Mundial, la Argentina fue invitada, a efecto de examinar los términos constitutivos
de la Liga de las Naciones. Hacia 1919, el gobierno aceptó “en principio” la
formación de la liga, pero la Argentina se adhirió cuatro meses más tarde de su
constitución, sin asumir los derechos y obligaciones que el mismo comportaba. La
primera sesión de la Liga se celebró en ginebra, en 1920, en la cual participo el
ministro de Relaciones Exteriores (Pueyrredon), quien propuso la igualdad absoluta
de las naciones integrantes, pero los intereses de las grandes potencias, hicieron
que la delegación argentina se retirara de la asamblea. Argentina no estuvo
representada en la Liga hasta 1930.

Luego del derrocamiento del segundo gobierno de Yrigoyen.

En cuanto a la política interna, la oligarquía tradicional siguió controlando gran


parte del poder económico y social. El radicalismo accedió a la presidencia, pero
quedo con minoría en el senado, en varias provincias y en niveles gubernamentales
inferiores. El gobierno radical decidió consolidar su posición modificando las
situaciones provinciales a fin de asegurar la libre elección de sus autoridades. Para
ello, Yrigoyen, recurrió a las intervenciones federales, en la cual, la más
importante fue la de Buenos Aires (1917), cuyo peso electoral era decisivo en los
procesos políticos del país. De esta manera el enfrentamiento entre radicales y
conservadores se hizo más agudo en 1918. Las intervenciones federales produjeron
una mejora en la situación radical en el Congreso. También se produjeron
reorganizaciones institucionales que llevaron al triunfo de gobiernos radicales en
ocho provincias. Hacia 1918, el oficialismo logro la mayoría en la Cámara de
Diputados, mientras que el Senado siguió bajo el control de la oposición. La
relación conflictiva entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo dio lugar a una
disociación entre la administración económica y el poder político. Es así como los
partidos conservadores mantuvieron su influencia en la legislatura (Senado) y el
Poder Judicial. El resultado fue que numerosos proyectos del presidente no
tuvieron sanción en el Congreso nacional. Existiendo episodios de agitación obrera,
en 1919, en un intento de recuperar el apoyo popular, se apeló a una política de
incremento del gasto público, es así, como Yrigoyen recuperó rápidamente su
popularidad personal. La concesión y disposición de fondos públicos fue una de las
causas principales del enfrentamiento entre el gobierno y los conservadores. Como
el Congreso, durante varios años, no aprobó los presupuestos gubernamentales,
Yrigoyen dispuso el uso de esos fondos mediante simples decretos del Poder
Ejecutivo.

Alvear y el antipersonalismo.

1922, año de renovación presidencial, el radicalismo estaba fortalecido y la


amenaza electoral de los conservadores había disminuido. En consecuencia, el
oficialismo, volvió a imponerse en los comicios presidenciales, con la fórmula de
Marcelo T. de Alvear (al cuál, Yrigoyen lo había elegido como sucesor por su buen
vinculo social y en el exterior) y Elpidio González. Alvear, a diferencia de
Yrigoyen, inauguró las sesiones del Congreso, sus ministros respondieron a las
interpelaciones de los parlamentarios, se acudió a las legislaturas para disponer la
primera intervención federal y se atendió a las demandas militares Alvear
interrumpió la obra de Yrigoyen. La conformación de su gabinete provocó malestar
en la UCR. En materia de educación, el Poder Ejecutivo, saboteó la reforma
universitaria disponiendo intervenciones anti reformistas a las universidades de La
Plata y el Litoral, y sancionando estatutos que la dividían en la de Buenos Aires.
Algunas obras públicas quedaron paralizadas como FFCC, etc. Tampoco insistió en
la restitución al Estado de las tierras fiscales ocupadas por intrusos. Alvear trató de
evitar el recurso de la intervención a las provincias. Hacia 1923, presentó un
proyecto de reforma constitucional, el cual planteaba: que los diputados tuvieran
una duración de tres años, renovación total de la Cámara y la elección directa de
los senadores. Este proyecto no fue tratado en la comisión correspondiente.
Hacia 1924, se realizó un proyecto de un sistema jubilatorio, el cual abarcaba a
trabajadores industriales, empleados de comercio, bancarios y otros gremios. Pero
el gobierno tuvo que ceder por las huelgas generadas por agrupaciones de
sindicatos y las organizaciones patronales los cuales rechazaban el proyecto.
En 1923, se aprobó la ley del pago de salarios en moneda nacional. En 1925, se
reglamentó la ley de trabajo de mujeres y menores en la Capital Federal y en
territorios nacionales y, un año después, la ley de descanso dominical en la Capital
Federal. Por otra parte, el gobierno intervino en un conflicto entre la producción
de azúcar, por lo que se estableció un precio promedio de venta e instituyo un
organismo provincial para resolver futuros conflictos. Dentro del radicalismo hubo
discrepancias entre Yrigoyen y Alvear. Los cuales compartían las ideas de
democracia pero no así, en el orden social y económico. Yrigoyen que pertenecía a
la elite tradicional y tenía tendencias liberales planteaba el retorno a políticas
similares de comienzos del siglo.

El radicalismo sufrió una profunda división: los “personalistas (con la conducción


de Yrigoyen) y los anti personalistas. El proceso de división consistió en tres
etapas.

1. - La primera etapa se desarrolló desde la asunción de Alvear hasta fines de


1923. Los enfrentamientos entre ambos sectores tuvieron como escenario al
senado, cuya presidencia era ocupada por Epidio González vinculado a
Yrigoyen. La presencia mayoritaria de diputados personalistas obstaculizaban las
iniciativas del poder ejecutivo. Por lo que llevó al presidente, por decreto, a
clausurar las sesiones extraordinarias en 1925, 1926, 1927, dada que la falta de
actividad era absoluta.

2. - La segunda etapa comienza con el nombramiento de Vicente Gallo como


Ministro del Interior, su apoyo hacia los anti personalistas acentuó los problemas
internos. Por otra parte, los anti personalistas recibieron el apoyo de los
socialistas, demócratas progresistas y los conservadores. Alvear con su campaña en
contra de la corrupción administrativa y los despidos de funcionarios que realizo el
anterior presidente, lo llevo a alinearse con los anti personalistas. En 1924 los anti
personalistas se separaron de la UCR. En tanto que los diputados Yrigoyenistas con
mayoría en el congreso obstaculizaban el programa legislativo del gobierno, los
anti personalistas a través del Ministro del interior presionaron a Alvear para que
interviniera en Buenos Aires, sin embargo, el presidente se resistió y provocó en
1925 la renuncia de Gallo.

3. La tercera etapa comienza con el nombramiento de José Tamborini en


reemplazo de Gallo. Por su parte, Alvear brinda un apoyo más cauto a los
personalistas y deja de lado a los propósitos intervencionistas al distrito
bonaerense. Los anti personalistas se prepararon para las elecciones de 1928, con
la fórmula de Melo-Gallo, contando con el respaldo de los conservadores y la
mayoría de los gobernadores provinciales. El socialismo también sufrió una división
partidaria, por la expulsión de un grupo de afiliados (entre ello Pinedo y
Tomaso) que terminaron formando el Partido socialista Independiente. Los cuales
acompañaron a la fórmula anti personalista. Hacia las elecciones de 1928, era
previsible que Yrigoyen asumiera como presidente. Esto provocó un descontento de
los militares que se manifestaba a través de crecientes rumores de golpe de
Estado. Este recelo se debió a que en el mandato anterior de Yrigoyen, nombro a
civiles al frente del Ministerio de Guerra, la cual era considerada como una falta
de consideración. Otro de los problemas era la falta de atención en cuestión de
mayor presupuesto para el ejército y la intención de reintegrar y restituir sus
derechos a una pensión a los oficiales que acompañaron los intentos
revolucionarios radicales en 1980, 1893 y 1905.

El gobierno de Alvear había recompuesto las relaciones con las fuerzas armadas, ya
que se nombró al Cnel. Agustín Justo al frente del Ministerio de Guerra, y la
satisfacción de sus demandas profesionales y presupuestarias aumento el poder del
ejército dentro del Estado. Durante del gobierno de Alvear, en 1928, se realizó la
VI Conferencia Panamericana en la Habana, en la cual se discutió las políticas
proteccionistas implementadas por los Estados Unidos, que afectaba las
exportaciones de Argentina y de otros países, y la intervención del mismo en
América Central, en especial Nicaragua. El representante argentino, Pueyrredon,
se opuso abiertamente a esas prácticas políticas y económicas. Pueyrredon seguía
las instrucciones de su gobierno, pero la decisión de este en aislar a la Argentina
en el continente, provoco el descontente del canciller argentino, el cual renuncio.

El retorno de Yrigoyen.

En 1928, Yrigoyen llegó nuevamente a la Presidencia de la Nación. Este hecho no


significaba una continuidad política, ya que las circunstancias no eran las mismas,
como la separación de un sector del radicalismo y que ahora se sustentaba en los
sectores populares, con un intento de estructurar una democracia social de
carácter nacionalista. Uno de los objetivos de Yrigoyen era poner en control del
Estado las reservas petrolíferas y su explotación, ya que consideraba que los
ingresos de esta actividad permitirían cancelar la deuda externa y el incrementar
los ingresos públicos, si bien contaba con un fuerte respaldo de en la Cámara de
Diputados no así en la de Senadores, por lo cual, se encontró con problemas en
esos objetivos. Para concretar sus objetivos, el gobierno nacional, buscaba una
mayoría de los senadores, en especial en las provincias de Mendoza, San Juan y
Salta, las cuales eran opositoras al gobierno. Por otra parte, los problemas con los
Estados Unidos no se limitaban sobre los temas del petróleo sino también se
relacionaban con los intereses ganaderos debido a la prohibición de compras de
carnes argentinas. Distinta fue la misión comercial británica, ya que Argentina tuvo
el compromiso de otorgar concesiones a empresas y mercancías británicas en el
mercado argentino.

Hacía 1929 hubo crecientes tensiones políticas por:

1. La ineficiencia administrativa, ya que los dirigentes que lo acompañaban


carecían de capacidad para afrontar la crisis que se avecinaba, los efectos políticos
y militares.
2. La inacción parlamentaria comenzó a ser capitalizada por la oposición.
3. Varios episodios políticos, de violencia y de crisis económica precipitaron el
deterioro del gobierno. Como intervención a las provincias de Mendoza y San Juan,
a los poderes Legislativo y Judicial de Santa Fe y el asesinato de Lencinas y un
atentado fallido contra Yrigoyen.
4. Además se produjo la crisis de Wall Street que afectaron la situación económica
Argentina. La presencia de las Fuerzas Armadas constituye un nuevo factor a esta
situación. Desde 1900, en las Fuerzas Armadas se produce un proceso de
modernización y profesionalismo con la creación del servicio militar obligatorio, la
creación de la Escuela Superior de Guerra y la Escuela de suboficiales. Las Fuerzas
Armadas tienen dos nuevas características como la influencia prusiana y la
existencia de logias militares. Ambos hechos favorecieron la carrera d dos oficiales
del ejército: José Uriburu (que tenía gran admiración por el ejército alemán y tuvo
como asesor por varios años al general germánico Faupel) y Agustín Justo (que
nombrado como ministro de guerra, durante la presidencia de
Alvear, por lo que consolido su carrera militar como política).
Los radicales anti personalistas, los conservadores y los socialistas independientes,
apoyados por medios de difusión de gran influencia, como el diario la Crítica,
desarrollarían una campaña política de desprestigio de la administración radical,
que culminaría en hacia 1930.

6. ¿Las políticas económicas de los gobiernos radicales se diferenciaron de las


del modelo agroexportador estudiado en el capítulo previo? Justifique

En cierta forma si, debido a que en ese contexto el ingreso masivo de divisas desde
el extranjero incrementó rápidamente los presupuestos nacionales. En cuanto al
radicalismo, si bien tuvo algunas iniciativas parciales de reforzar actividades del
Estado o proteger ciertos intereses sectoriales, esas medidas no alteraron la
composición del PBI, que solo muestra cambios de los distintos sectores entre 1919
y 1929, advirtiendo una leve caída de la agricultura y la ganadería y, un
incremento del comercio y del sector manufacturero. El rubro que más se
incrementó fue el de la construcción. Yrigoyen propuso diversas medidas
económicas que implicaban una intervención más acentuada del Estado en
distintos sectores o procuraban realizar moderadas reformas en los sistemas
productivos vigentes. Se destacaban el estímulo a la colonización agrícola, al
establecimiento de bancos oficiales, la comisión de la marina mercante, la
apertura de nuevas líneas ferroviarias estatales en zonas atrasadas y la
intensificación de la explotación de los recursos petrolíferos fiscales. Además, se
intentó recurrir a la expansión del crédito bancario. Pero la mayoría de las
iniciativas económico-financieras elaboradas por Yrigoyen no pudieron concretarse
porque fueron rechazadas por el Congreso.

7. Caracterice la nueva estructura social y los conflictos sociales del período.

Hacia 1914 se perfiló una nueva estructura social, claramente diferente, en lo que
los sectores medios adquirieron gran significación. En los cuales se diferencian los
asalariados urbanos dependientes y los sectores ligados al comercio y a la industria
junto a los obreros urbanos que aumentó en comparación a los trabajadores
rurales, artesanos y trabajadores sin ocupación definida. Entre el período de 1880-
1925 se produce una intensa movilidad social. Entre los miembros de la clase
media autónoma lo constituía el inmigrante o hijo de inmigrante que a través de la
industria o del comercio, transitaba hacia un nivel social más alto. Y la clase media
dependiente, nacido en el país, cuyos estudios eran costeados con esfuerzo por la
familia, ella misma de origen obrero y probablemente extranjera.
La presencia de los inmigrantes en los años ´20 era predominante en esa clase
media en expansión y en el nuevo sector obrero urbano-industrial. En
consecuencia, en la Argentina, la burguesía empresarial urbana, pequeños y
medianos comerciantes, sectores medios rurales y la clase obrera más calificada,
está integrada por inmigrantes o hijos de inmigrantes. Los argentinos de origen
criollo se concentraban en sectores pudientes (estancieros, militares y funcionarios
públicos), las clases medias tradicionales, sobre todo del interior, y sectores bajos
de las clases trabajadoras, urbanas y rurales.
Entre 1895-1947 la participación de las clases medias aumentaron y las clases
populares se redujeron. Estas diferencias se deben al incremento en la
participación de empleados y profesionales. Otra característica del aumento de la
clase media fue la mayor escolaridad de la enseñanza secundaria y universitaria.
En el censo de 1914 se mostró un punto de inflexión sobre el aumento de la
población, a este descenso contribuyó la finalización en 1930 del período de
inmigración creciente, en que la inmigración comenzaba a disminuir su
contribución al crecimiento demográfico del país. El proceso inmigratorio sufrió
anti-bajos: durante la primera década del siglo se experimentó un aumento de la
misma, pero en 1914-1919 se redujo esta corriente debido a la primera guerra
mundial. Finalizada la guerra, el flujo inmigratorio recibió un nuevo impulso hasta
el periodo de 1921-1930, en el cual, la inmigración tuvo resultados inferiores al de
la primera década del siglo. Casi la mitad de la inmigración que se introdujo en la
Argentina eran de origen italianos, aunque también hubo inmigración proveniente
de España como de Polonia.

El aporte inmigratorio siguió siendo importante para el crecimiento urbano. A


partir de 1914 comienza las aglomeraciones en el Gran Buenos Aires, Córdoba y
Rosario, lo que indica que la población urbana superaba por primera vez a la
población rural. Si bien la presencia de los inmigrantes extranjeros era decisiva en
el proceso de urbanización también lo eran las migraciones internas, ya que
comenzaron a adquirir una progresiva importancia.

Por otra parte, los cambios políticos resultantes de la ley electoral de 1912
permitieron la integración de una importante masa de población en la
participación política. Esta incorporación al sistema político fue acompañada de
una integración más profunda en el campo social de las clases populares.
La gestión del Yrigoyen intento transformar el Estado gendarme en un agente
activo de democratización, impulsando medidas tendientes a una mayor
participación de los sectores discriminados en la actividad política, así se
favorecieron los procesos d movilidad ocupacional y de ascenso social. Para
afirmarse en el poder, el radicalismo debió asegurarse el voto de los sectores
medios, por lo que facilito su acceso a cargos públicos y creó un sistema
clientelístico destinado a manejar la distribución de favores. El gobierno radical
manifestó su apoyo a los estudiantes e impulso cambios reformistas en las
universidades públicas, lo que contribuyó a eliminar los criterios elitistas y
anacrónicos que imperaban en estos establecimientos, también creo las
universidades de Santa Fe y Tucumán.
En el terreno laboral, debió afrontar tres frotes de malestar obrero con distintas
reacciones:

1. En 1916, se declaró un paro de los trabajadores del puerto de Buenos Aires, en


el cual los sindicalistas impulsaban reivindicaciones salariales concretas. Con
motivo a las huelgas ferroviarias, en 1917-1918, el Estado arbitro el conflicto
satisfaciendo la mayoría de las demandas de los huelguistas.

2. En 1919, hubo una nueva agitación obrera, en que los trabajadores metalúrgicos
realizaron una huelga, por mejoras salariales y reducción de horas de trabajo. El
gobierno recurrió a la represión policial, lo que generó varias muertes (semana
trágica), lo que derivó en una huelga general. Para poner fin al conflicto intervino
el ejército y la armada para disuadirlos y el Estado como mediador reconoció y
reivindico los pedidos de los trabajadores.

3. En 1921, surgió la tercera ola de agitación obrera en la Patagonia, impulsada por


una sociedad obrera anarquistas, en reclamos de mejoras salariales, ocho horas de
trabajo y condiciones higiénicas. La huelga origino enfrentamiento entre los
huelguistas y las fuerzas en servicio de los estancieros, quienes solicitaron ayuda al
gobierno nacional, por lo que Yrigoyen envió tropas militares, y en 1922, se llegó a
un acuerdo entre las partes. Pero este acuerdo no se cumplió, por parte de los
estancieros, lo que generó una nueva huelga. El ejército reprimió a los huelguistas
y se impuso la Ley Marcial, como resultado arrojando un saldo de muertos de más
de mil personas, este episodio se llamo
“Patagonia trágica”.
La etapa de agitación obrera, entre 1917-1921, consagro la hegemonía del
sindicalismo revolucionario en el movimiento obrero. Durante este período el
movimiento obrero sufrió profundas transformaciones, que se iniciaron con la
agitación a través de huelgas que parecían prácticas revolucionarias y de acción
directa características de la primera década del siglo y culminó con un movimiento
obrero que asistió al golpe de Estado en 1930.

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