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Maurice Niveau: “Historia de los hechos económicos contemporáneos”

La crisis de 1929 y la gran depresión:

Lo más difícil es explicar por qué la depresión subsiguiente a la crisis fue tan profunda y tan
general. Para ello hay que recurrir a las explicaciones de tipo estructural.

El crac de la bolsa de NY en octubre de 1929: esta crisis es esencialmente americana, pone


fin a uno de los booms especulativos más extraordinarios. El alza de la bolsa es el resultado de
una especulación general y desenfrenada.

Hasta principios de 1928 el alza de las cotizaciones no es excesiva porque se mantiene paralela
al aumento de los beneficios. Es a partir de marzo de 1928 cuando se entra en el boom
especulativo. En junio de ese año se produce un primer retroceso en la Bolsa. Pero el alza vuelve
a continuar a partir de julio y la campaña para las elecciones presidenciales se apoya en
promesas de prosperidad. Hoover resulta elegido y la Bolsa vuelve a aumentar. No se creía que
la situación era mala, al contrario, se decía que la situación industrial era sana y que nada puede
parar el alza de las cotizaciones.

A pesar de su brutalidad, el desastre de la Bolsa de NY llegó por etapas, ya que desde principios
de octubre de 1929 se manifestaron signos precursores de la baja. El jueves 24 de octubre estalla
el pánico. Los precios se hunden, bajan las acciones, no hay demanda. El lunes 28 comienza el
desastre sin que sea posible frenar la caída. El 29 es el día más desastroso.

La depresión mundial 1929-1932:

La depresión en USA: la depresión que sigue al crack de 1929 es profunda y va a durar hasta
1932. Por sus consecuencias sobre los intercambios internacionales va a extenderse al mundo
entero. Durante este tiempo, la disminución del ritmo de la actividad económica estadounidense
es impresionante: baja la producción industrial, de bienes de equipo, y en la inversión, la cual
tiene lugar a nivel mundial. La quiebra de bancos paralizaba las decisiones de inversión. El
hundimiento de los precios agrícolas y con esto las dificultades financieras de los agricultores
que no pueden devolver los préstamos bancarios llevan a la quiebra a pequeños bancos. Los
precios de los productos agrícolas disminuyen más rápidos que los del costo de vida y de
producción. Hasta la víspera de la SGM y a pesar de la recuperación de 1933 a 1937, los EEUU
no alcanzarán ni el pleno empleo ni el nivel de producción logrado en 1929.

Los aspectos internacionales de la depresión:

a) La extensión de la depresión: se extendió en todo el mundo a través de los intercambios


internacionales y a causa del peso de la economía americana en el mundo. En 1929 la
producción industrial de los EEUU representaba el 45% de la mundial y las importaciones el
12,5% de las mundiales. La disminución de la demanda norteamericana bastaba para iniciar un
proceso multiplicador negativo en la economía mundial.

Los países deudores y pobres sufren las consecuencias de la caída a la vez de los precios
mundiales de las materias primas y productos agrícolas que constituyen lo más importante de
sus exportaciones.

Todos los países no son alcanzados en el mismo grado. Cada país fomentó las exportaciones
frenando las importaciones. No es de extrañar que fracasaren las tentativas de cooperación
internacional.

b) la extensión del proteccionismo: primeras medidas adoptadas por USA fue la de aumentar los
aranceles con pretexto de proteger la agricultura americana. Aplicándola luego en productos
industriales. El abandono del patrón oro por GB en 1931 y el hundimiento del sistema monetario
internacional no hicieron sino aumentar las dificultades. Muchos países aplicaron restricciones
cuantitativas a las importaciones y aumentaron los derechos aduaneros. La mayoría de los
países protegieron su agricultura y procuraron limitar las necesidades de importación de
productos alimenticios. Algunos países llegan a acuerdos regionales preferentes, como el
convenio de Oslo, los acuerdos de Otawwa, los cuales establecían nuevamente los intercambios
entre los países miembros.

A raíz del hundimiento del sistema monetario internacional, en 1931 en Londres se hace una
conferencia económica la cual representa el fracaso definitivo de las tentativas de cooperación y
significa el punto de partida de las devaluaciones y de las medidas bilaterales y proteccionistas
que se extenderán hasta el final de la SGM. El regionalismo, el bilateralismo, la discriminación y
la inestabilidad son las características de la política de comercio exterior de los años 1930-1939.

Sin embargo hay un esfuerzo de Francia, GB y USA que en el acuerdo tripartito de 1936 deciden
prestarse mutuamente ayuda para salvaguardar la libertad de los cambios y el equilibrio
internacional. Poco a poco algunos países irán disminuyendo sus derechos arancelarios, pero
esto es arrastrado al fracaso por la recesión de 1938.

Las causas de la crisis y la depresión: no se esperaba en los meses e incluso en los años una
depresión tan grande y duradera. Por el contrario, se había previsto una depresión para
comienzos de 1929 y eso ocurrió para fines.

A)las causas del crack de 1929: la amplitud del alza de las cotizaciones constituye la causa
inmediata del hundimiento posterior. Un boom de los valores mobiliarios no puede durar
indefinidamente. La especulación sin relación con la actividad económica, con el nivel de
producción y de los beneficios lleva en sí misma su propia pérdida.

Ciertos autores afirman que la especulación de los años 1927- 1929 fue el resultado de una
inflación monetaria provocada por la política de dinero barato y por la facilidad de los créditos del
sistema de la reserva federal. Frente a la afluencia de oro europeo a los EEUU, los gobiernos
inglés, francés y Alemán le piden a los EEUU y a la federal reserve la reducción del tipo de
descuento con el fin de desalentar esta afluencia de capitales extranjeros. La federal reserve
baja su tipo de descuento comprando muchos títulos del estado para bajar el interés. Estas
compras aumentan la cantidad de dinero disponible por los vendedores. Esta facilidad de crédito
puede considerarse como un factor inflacionista que dispara la especulación. Hay que admitir
que la política monetaria haya facilitado la especulación pero no basta con ofrecer créditos en
abundancia y barato para que existan automáticamente demandantes. Hay otros elementos:

1-la estructura bancaria americana extraordinariamente fragmentada ha sido un punto flaco de


la economía. La organización de este mercado era muy favorable a la financiación de la
especulación que podía alimentarse con préstamos a muy corto plazo. Quizás ningún otro país
se hallaba tan bien dotado para aprovisionar en créditos un movimiento especulativo tan grande.

2-la estructura de los negocios era también favorable a todos los abusos. El desarrollo de los
trusts y Holdings son una causa de la especulación. Estas sociedades poseían paquetes de
acciones y de obligaciones y tenían intereses en hacer subir las cotizaciones.

3-factores psicosociológicos del comportamiento del público americano.

B)Las causas de la depresión: es la primera vez desde la revolución industrial que se pone en
duda la capacidad del sistema capitalista para volver a conseguir el equilibrio. Y esta situación
es más grave con la amenaza del sistema colectivista en Rusia que aparece como una alternativa
a la crisis. Causad de la depresión:

1-los errores de la ortodoxia liberal: ellos explican la crisis por las medidas de intervención
gubernamental adoptadas con el fin de lanzar la actividad económica. El capitalismo funciona
mal porque se le impide que funcione. Queriendo poner fin a la depresión no se hace sino
prolongarla, porque se introducen rigideces en los mecanismos del mercado.
2-los factores coyunturales: eran desfavorables ya que el crack bolsista era la causa primera del
ahondamiento de la depresión. El hundimiento del castillo de naipes provoca las reacciones en
cadena que desembocan en la reducción del gasto nacional. Las quiebras bancarias conducen
a otras quiebras bancarias; la baja de precios reduce el poder de compra de los productores y
vendedores mientras que los compradores prefieren estar a la expectativa; un proceso
acumulativo de reducción de la actividad se ve apoyado por las reacciones psicológicas de los
consumidores y de los inversores potenciales; la inquietud y el pesimismo constituyen la euforia.
Pero estos factores coyunturales no son nuevos sino que han aparecido con distintos grados de
intensidad en las anteriores recesiones. Su amplitud es excepcional al estar acompañado de los
factores estructurales totalmente nuevos.

3-factores estructurales: el peso de la economía norteamericana es el que explica la exportación


rápida de la depresión. Privados de los medios de financiación por parte de USA, los países
dejaron de comprar mercancías americanas. Los países industriales disminuyeron sus comprar
de materias primas cuyos precios bajaron rápidamente.

Este movimiento acumulativo de freno entre los intercambios exteriores y las producciones
nacionales se vio acentuado por las consecuencias de las transformaciones estructurales sobre
la competencia internacional.

Las medidas proteccionistas aceleraron la caída del comercio exterior. Si cada país intentaba
exportar sin importar se llegó a la parálisis de los intercambios.

El período de entreguerras fue un período de transición entre el fin del K del siglo 19 y el K
moderno nacido de la SGM. La desaparición de las antiguas estructuras y la adaptación a las
nuevas exigen un tiempo.

Las políticas económicas nacionales y la depresión:

a)El New Deal en EEUU: Roosvelt quiere tener una política económica innovadora. Se trata del
New Deal que propone reactivar el consumo y la inversión, poner fin a ciertos abusos que han
estado en la base del origen de la crisis, teniendo como finalidad salvar el K. A pesar de ello, es
un reformismo en la medida en que pone en acción por primera vez un conjunto importante de
medidas de intervención gubernamental en el terreno de la economía. Medidas:

se prohíbe el atesoramiento y las exportaciones de oro; serie de poderes al presidente;


devaluación del dólar teniendo como finalidad la de fomentar las exportaciones y de hacer subir
los precios interiores; creación en 1929 por Hoover un organismo de sostenimiento de los precios
agrícolas encargado de comprar y de almacenar los productos con el fin de reducir su oferta en
el mercado; política de limitación de las cosechas; en el terreno industrial tiene como finalidad
con la N.I.R.A reactivar la economía evitando la sobreproducción y obligando a las empresas a
aceptar ciertas reglas de juego propias del régimen competitivo, el gobierno quiere conseguir un
aumento de los salarios, reducción de las horas de trabajo y un alza en los precios; el plan
hidroeléctrico.

El New Deal no pudo reactivar la inversión privada. La oposición del mundo de los negocios a
Roosvelt permitiría explicar la desconfianza y la voluntad de obstaculizar la acción
gubernamental. La inversión pública podía difícilmente compensar la caída de la inversión
privada. La profundidad era demasiado grande para que una política basada en el déficit del
presupuesto pudiese cebar la bomba. Pero es cierto que el conjunto de las medidas adoptadas
contribuía a aumentar la demanda global. El ND representa la primera gran experiencia de
intervención estatal. Sin embargo no fue correcta la manera de actuar.

En el terreno social su acción fue beneficiosa por ser humanitaria.

2-La política de GB: Si USA ve crecer su influencia mundial, GB sigue una evolución inversa y
pierde terreno. El gobierno decide ayudar a los más afectados y las empresas que se abren son
en esos lugares con la ayuda y subsidios del Estado. Sistema de Trading States que permite a
las empresas alquilar al Estado terrenos y edificios destinados a convertirse en fábricas.

Política monetaria que maneja bajos los tipos de interés con el fin de facilitar la inversión. Hace
falta además que existan ocasiones de inversión y que haya confianza. Es sobre todo la
construcción inmobiliaria la que constituye el factor más importante de la recuperación
económica inglesa. La devaluación de la libra en 1931 no es una medida comparable a la
devaluación del dólar.

3-la política económica de Alemania: tras la devaluación de la libra de efectos beneficiarios ara
el comercio británico, Alemania permanece en el bloqueo oro. La única solución ante la baja de
los precios mundiales para mantener el equilibrio es la baja de los precios interiores, es decir, la
deflación. El gobierno decreta que lso salarios deben bajar, y los demás precios también. Para
absorber el desequilibrio exterior porque GB exportaba más, el gobierno exige licencias de
importación, controla las salidas de capitales y firma acuerdos bilaterales. Gracias a estos,
Alemania puede explotar a naciones vecinas más débiles antes de invadirlas.

A partir de 1933 el gobierno nazi aplica una política de reflación y de lucha contra el paro. El
Estado subvenciona a las empresas. Una vez alcanzado el nivel de pleno empleo, se impone la
elección entre cañones o mantequilla. El bloqueo de los salarios, la supresión de los sindicatos
obreros y el racionamiento permiten a Alemania orientar los recursos hacia la construcción de
bienes de destrucción.

4-La política económica de Francia: fue alcanzada mucho menos por la crisis. Recién después
de la devaluación de la libra los precios franceses resultan relativamente demasiado altos.
Francia elije la deflación y va a perder las ventajas adquiridas en el momento de la devaluación
de 1926. la ampliación del paro acompaña la baja de precios, los beneficios disminuyen, los
costos de producción disminuyen menos rápido que los salarios, el descontento es general. Los
agricultores son los principales afectados por la baja de precios.

En 1935, Pierre Laval se convierte en presidente del Consejo y prosigue la política de deflación
salvo con respecto a la agricultura. El descontento en las ciudades crece y menos de un año
después lo derriban. A partir de 1936 aparece Blum. Las dos primeras grandes decisiones
afectan a los salarios y a la moneda. Frente a las huelgas, se aumentan los salarios.

Blum consigue restablecer el pleno empleo aunque sin aumentar sensiblemente la producción.

Carpeta:

Comprar acciones daba más ganancia que todo. Cuando esto va para atrás, la gente saca las
acciones. La burbuja especulativa explota cuando empieza a correr un rumor. El problema se dio
cuando un tipo convenció a la gente de que empiece a sacar la plata del banco de las acciones.
Cuando todos quisieron sacarla se dieron cuenta de que no existía.

Medidas socialistas: Keynes: para activar la producción el estado tiene que tomar el rol de
inversor.

A la URSS no le afecta la crisis porque no tiene mercado. Para los afectados, empieza a aparecer
la alternativa socialista. Idea estado de bienestar: recrear el ciclo virtuoso ( a través del consumo
se reactiva la economía ya que lo que uno consume es porque otro lo produce, este paga
impuestos y a la vez genera empleos y en un momento voy a tener que dejar de inyectar dinero.
Plan obras públicas: el estado invierte en rutas, puentes y emplean gente desempleada y también
a diferentes empresas. Se toman cosas de la economía centralizada y del liberalismo. Así sale
USA de la crisis. Se buscaba el pleno empleo para generar que la gente tenga plata y consuma.
Se prioriza el pleno empleo sobre el éxito económico ya que el estado puede planificar a largo
plazo. Empieza a surgir la idea de salir de tener stock para tener lo que se necesita (Japón con
el toyotismo empieza a liderar con esta idea).

Mary Fulbrook: “Europa desde 1945”:

A principios del verano de 1945 el centro de Berlín se encuentra en ruinas. Ahítas de una mezcla
de autocompasión y cansancio por su lucha de supervivencia, la mayoría piensan poco o nada
en los millones de personas asesinadas por las políticas nazis de expansión, conquista y
genocidio.

En el verano de 1973, poco después de que los países del oeste reconozcan oficialmente a
Alemania Oriental como estado independiente, Bahnhof Friedrichstrasse ya no es una estación
como otra cualquiera, sino uno de los pocos lugares de paso controlados entre dos mundos:
entre dos partes diferentes de una ciudad dividida, de un país dividido, de una Europa dividida.
Una frontera hermética que separa el este del oeste, el capitalismo del comunismo, la democracia
de la dictadura. Es posible viajar del oeste al este pero muy difícil de cruzar en sentido contrario.
Separados por apenas unos pocos metros pero políticamente a años luz.

Verano de 1999 vuelve a ser una estación esta vez casi mejor: más parecida a la terminal de
salidas del aeropuerto internacional. Con mucha tecnología.

El lugar geográfico es el mismo pero las gentes, la política, los parámetros, han sido alterados
en sus fundamentos.

Desarrollos y tendencias clave: la guerra fría, la descolonización y la integración europea


alteraron radicalmente la naturaleza de Europa durante la segunda mitad del siglo XX.
Globalización e internacionalización transformaron el contexto más amplio. Estos desarrollos a
la vez tuvieron grandes implicaciones para el funcionamiento de cada uno de los estados
europeos. Aspectos que afectaron:

1-la guerra fría dividió a Europa y a buena parte del mundo en dos sistemas ideológicos, políticos
y económicos opuestos. Todos los estados europeos se vieron afectados por los procesos de
ayuda económica o explotación, alineación política o subyugación. Los patrones de estructura
política, crecimiento económico y desarrollo cultural y social de los estados europeos se vieron
afectados por esta guerra. Luego, tras el colapso de la guerra fría, se produjo cierto grado de
convergencia de los antiguos estados comunistas hacia los modelos políticos y económicos
occidentales aunque no tanto en la práctica. Al final del siglo XX, pese a las variaciones locales
y matizaciones, el modelo occidental de democracia liberal y la regulación del capitalismo de
mercado se han convertido en el modelo de prácticamente todos los estados europeos.

2-durante las décadas que siguieron a la SGM los antiguos poderes imperiales de Europa
renunciaron a sus papeles principales en la escena mundial. Con esto vino una reconsideración
de sus identidades y papeles.

3-comenzó un proceso de integración europea en un puñado de estados centrales de occidente


que posteriormente se expandió y que luego de la caída del muro comenzó a atraer a los estados
post comunistas del Este. Este proceso de integración fue multifacético.
4-Se produjeron además toda una serie de tendencias generales muy importantes durante
nuestro período. En la escena mundial, se formaron organizaciones supranacionales e
internacionales que buscaban soluciones a los problemas militares, políticos y ambientales.
Continuaron las tendencias a largo plazo: industrialización, urbanización, expansión del sector
servicios, investigación científica y desarrollo tecnológico, crecimiento de corporaciones
multinacionales; a la vez una serie de revoluciones de las comunicaciones que transformaron las
condiciones de vida y trabajo de los europeos.

La era del nacionalismo parece haber sido superada por una era al menos de notable
convergencia en los perfiles socio-económicos, culturales y políticos de los estados europeos.

¿De la fragmentación a la convergencia?: internamente los países europeos comenzaron a


asemejarse cada vez más por diversas razones:

1-habían pasado varias experiencias comunes

2-aunque en diferente grado en diferentes áreas, la semejanza cada vez mayor de las estructuras
políticas, sociales y económicas vino acompañada por un grado cada vez mayor de integración
y coordinación en ciertas áreas políticas entre los estados. Al tiempo que cada gobierno defendía
la soberanía nacional y los intereses nacionales, al finalizar el siglo los estados europeos eran
menos diferentes entre sí y estaban más sujetos a instituciones y organizaciones
supranacionales comunes.

El punto de partida de 1945 fue un momento peculiar de fragmentación nacional: el fin de una
era de cataclismo bélico que envolvió a todo el mundo. Pero las guerras de la primera mitad del
siglo XX se produjeron a una escala cualitativamente nueva teniendo enormes efectos.
Diferentes efectos:

1-efectos inmediatos y visibles: muertes; movimiento en masa de gente; destrucción de ciudades,


redes de transporte y capacidad productiva; redefinición de las fronteras.

-efectos económicos a largo plazo: la inyección de la ayuda del Plan Marshall americano en la
Europa Occidental, que alimentó el crecimiento económico de los años cincuenta y alteró el
carácter y la mentalidad de las relaciones industriales y entre clases de occidente; y la
reorientación radical de los sistemas económicos de oriente bajo la influencia soviética.

-diversas memorias: que imprimieron su marca de igual modo sobre política oficial que sobre
actitudes populares y las percepciones mutuas entre las gentes de Europa.

Todos los estados ya eligieran formar parte o no de los nuevos marcos (OTAN, etc) tenían que
confrontar la cuestión de la creciente internacionalización de los asuntos económicos, políticos y
militares durante la segunda mitad del siglo. Por bien que persistieron estilos culturales locales
bien característicos, el simple aumento de la exposición a otras influencias condujo a un
ineludible diálogo, si no a una creciente semejanza. Ejemplos de convergencia política: el fin de
los regímenes fascistas en el sur de Europa y su sustitución por democracias liberales; y el
derrumbe de los estados comunistas durante 1989-1991 reemplazados por regímenes
democráticos.

Parecía estar naciendo una forma característicamente europea de política nacional del centro.
Estas áreas de convergencia estaban relacionadas con tendencias seculares más amplias: ciclos
económicos de crecimiento y recesión; aumento de la longevidad, una población cada vez mayor
de la tercera edad y menos adultos de edad laboral; suposiciones compartidas sobre la
responsabilidad comunitaria y la intervención estatal en la construcción social. No obstante, hay
que resaltar el grado hasta el que diferentes gobiernos defendieron sus conceptos de soberanía
nacional y defendieron el derecho de ser independientes y diferentes. Aún había elección, Europa
es todavía una Europa conformada por regiones y estados distintos. Pese a la homogeneización
no se produjo un movimiento correspondiente al nivel de las percepciones de identidad. Aunque
en algunos aspectos los europeos eran cada vez más parecidos, no existían razones
particulares, como amenazas de un enemigo en común, que promovieran la articulación de una
identidad europea ampliamente compartida.

¿Hacia una identidad europea?: desde una perspectiva larga de la cuestión, se puede arriesgar
la generalización de que los europeos han sido confrontados con otro culturalmente o
étnicamente construido. En el siglo XX pueden distinguirse varias concepciones principales de
identidad europea. Hay versiones propagadas por ciertas elites: las nociones visionarias de la
Europa ideal, a menudo dirigidas hacia la paz y armonía entre los estados constituyendo una
especia de Estados Unidos de Europa. A la vez, las visiones más pragmáticas y funcionales que
vieron en el mercado común europeo el medio para estimular el crecimiento económico y la
movilidad de mercancías y mano de obra entre estados soberanos que se habrían de mantener
separados. También una visión más vaga y general asociada a la evocativa idea de una casa
común europea. A la vez, muchas elites se oponían a cualquier idea de Europa que fuera más
allá de abonar un terreno para la persecución de objetivos que se juzgaban de interés nacional.

A la vez están las concepciones populares: posiciones mucho menos claras. El pasaporte
europeo y la renuncia a los controles de fronteras internas se pusieron en práctica mucho antes
que cualquier concepción popular de identificación.

EL sentido de identidad nacional se hizo más evidente en las regiones de Europa que tenían un
fuerte sentido de identidad local y sentían que sus intereses locales o regionales no siempre
estaban bien atendidos por el estado nacional. Por otro lado, el ideal europeo puede resultar
atractivo para los miembros de grupos subordinados a los que circunstancias económicas o
políticas hayan obligado a emigrar.

Al mismo tiempo qse desarrollaron fuertes tendencias hacia un énfasis en la diversidad cultural
y en las identidades basadas en regiones particulares.

También la articulación de identidades arraigadas en experiencias económicas y sociales,


culturales y particulares.

Los procesos de integración parecen producirse simultáneamente a los intentos de resurrección


de identidades locales, étnicas o de otro tipo. Se dan tendencias simultáneas y opuestas: hacia
una mayor interacción, integración e intercomunicación por un lado; y por el otro, hacia un mayor
apoyo para la renovación de identidades específicas locales, culturales o étnicas. La identidad
europea se ha convertido en un mosaico formado por muchas piedras diferentes dentro de
patrones más amplios.

Por mucho que los europeos compartan en muchos aspectos características y atributos
similares, las ideas de valores e ideales comunes, enemigos comunes y un futuro común brillan
por su ausencia. No hay sueños compartidos ni visiones compartidas sobre el uso de la fuerza
militar. Sin el surgimiento de identidades duales, a falta de valores comunes y de causas
comunes, fuera de algunos círculos, los europeos carecen de un sentido de identidad común.

Al finalizar el siglo XX había una importante diversidad entre estados. No obstante, a pesar de
todas estas complejidades todavía emergen algunos patrones globales de convergencia; se dan
algunso procesos y tendencias comunes que han hecho de Europa una región del mundo más
homogénea aún conservando su variedad.

La creciente convergencia interna no vino acompañada de un sentido de identidad europea más


común y ampliamente aceptado.

El surgimiento del moderno estado benefactor: no surgió hasta después de la SGM como salida
a la situación desastrosa de Europa así como el período de crecimiento económico con el
aumento de la renta pública e ingresos privados fueron una pre condición para la financiación
del moderno estado de bienestar. Se basaba en cuatro principios generales:

1-la garantía de un bienestar material mínimo

2-la garantía de este bienestar mínimo para todos con independencia de la clase social, el sexo,
etc

3-un derecho legal a esta garantía

4-la garantía en situaciones específicas como al enfermedad, accidentes de trabajo

Las distintas políticas del estado de bienestar no llevaron a un sistema uniforme de seguridad
social. Las instituciones se mantuvieron diferentes en cada país pero tenían algunas
características comunes. Se llegó a garantizar un nivel de ingreso mínimo; se estableció un
sistema de seguro social público. El gasto público en la seguridad social aumentó; nuevo sistema
de seguridad social, nuevo en su forma de financiación, nuevo por ofrecer cobertura a todos y
nuevo por su organización centralizada.

Años cuarenta surgieron diferencias entre estos estados entre los occidentales y los orientales:
el del este no tenía de facto que ofrecer protección frente a la pobreza por desempleo ya que el
empleo estaba garantizado. La organización de la seguridad social pública era diferente a la del
este no es sólo por estar más centralizada que en la occidental, por razones de ideología en
busca de un privilegio de la clase trabajadora se estableció una distinción entre la seguridad
pública que cubría a los asalariados y los sistemas que cubrían a los profesionales autónomos.
Además el coste de la seguridad social pública se presentaba al público de forma diferente. En
el occidente el coste de seguridad era más visible, en el este todo estaba integrado en el
presupuesto del estado. Finalmente el papel del cliente en el occidental podía escoger entre
varias opciones de seguridad social.

Durante los años 1970-1980el estado de bienestar entró en crisis en toda Europa. Tuvo tres
dimensiones:

1-crisis financiera. El gasto público alcanzó límites financieros

2-crisis de eficacia: se desarrolló una nueva forma de pobreza que era difícil de combatir con los
instrumentos existentes: pobreza de las familias uniparentales, de los parados a largo plazo, de
los inmigrantes, etc.

3-crisis política: las críticas de todos hacia el estado de bienestar. Crítica de los defensores del
mercado libre, de los antiburocráticos del estado de bienestar, la crítica anticorporativista.

Texto Fulbrook – Europa desde 1945, La economía de crecimiento intensivo

El modelo fordista que había dominado durante el periodo de crecimiento extensivo dio paso a
un modelo de producción flexible basado en las tecnologías del microchip y la maquinaria
controlada numéricamente, donde EEUU llevaba la delantera.

Durante los años 70, los gobiernos europeos tomaron medidas para cerrar esa brecha. Con la
excepción del Reino Unido, todos los países de Europa Occidental se las arreglaron para ampliar
su proporción de exportaciones globales de bienes dependientes de investigación ente mediados
de los 50 y 60. Mientras que EEUU seguía siendo el líder tecnológico, Europa Occidental estaba
cada vez mejor situada para la transición hacia el crecimiento intensivo.

Pero este crecimiento intensivo requería inversión, y esto, a su vez, requería mantener el pacto
de moderación salarial de la posguerra a cambio de la reinversión de los beneficios. El aumento
de la inflación a finales de los 70 hizo peligrar todo este proceso, con los paros laborales que
estallaron por toda Europa.

Varios factores se sumaron para agravar la situación: como había caído el empleo en la
agricultura, la oferta elástica de mano de obra subempleada procedente del sector agrario dejó
de servir para limitar las demandas salariales de la industria; la inflación de precios y salarios
mostraba muy poca tendencia a frenar; además, la amenaza soviética había dejado de percibirse
como algo inmediato, eliminándose así unos de los incentivos para que trabajadores y capital
aunaran esfuerzos.

Mientras los países estaban comprometidos a defender sus tasas de cambio, no existía la
posibilidad de que sucumbieran a políticas de inflación sostenida. Como los estallidos de inflación
eran solo temporales, los incentivos para que los trabajadores demandaran mejoras salariales
compensatorias eran relativamente tibios. El sistema de Bretton Woods anclaba las
expectativas, moderando el impacto de la inflación, sobre los salarios. Pero una vez esa
excepcional ancla comenzó a perder agarre, los sindicatos tuvieron razones para temer que la
inflación, una vez puesta en marcha, persistiera. El estímulo keynesiano de la demanda provocó
un aumento de las demandas salariales y se tradujo en más inflación, no en más producción y
empleo.

Los aumentos salariales conseguidos por los huelguistas en 1969-73 fueron aproximadamente
el doble que en los 3 años anteriores. Al tiempo que se aceleraba el crecimiento de los salarios,
se frenaba el crecimiento de la producción. El resultado combinado fue una marcada caída en la
partida de beneficios de la renta nacional ente 1965/9 y 1970/3.

Dada la limitada eficacia de los controles que implementaron los estados para contener la
inflación, los gobiernos intentaron fortalecer el pacto social. Los sindicatos recibieron promesas
de subidas de los pagos de sanidad y desempleo y un aumento de los estipendios de la seguridad
social a cambio de moderación salarial.

Allí donde las instituciones del corporativismo eran más avanzadas (Austria y Suecia), su
fortalecimiento ayudó a limitar la subida de los costes de empleo y desempleo. A medida que los
salarios comenzaron a subir más rápidamente fue preciso un mayor estímulo de la demanda
inflacionaria para contener el desempleo. La inflación se aceleró y se hizo persistente.

Incluso allí donde la moderación salarial y el estímulo keynesiano de la demanda limitaron el


aumento del desempleo, no consiguió mantener el crecimiento económico a las tasas históricas.
La producción disminuyó notablemente en 1974 antes de que se consiguiera la moderación de
los salarios y comenzaran a sentirse los efectos del estímulo keynesiano; el resultado fue la más
grave recesión europea en dos décadas. La duda sobre la capacidad de las autoridades de
fortalecer el pacto social de la posguerra y responder con políticas contracíclicas hicieron que las
expectativas no respondieran de forma estabilizadora; en consecuencia, la inversión cayó más
rápidamente de lo que lo había hecho en cualquiera de las recesiones previas dentro de la
posguerra.

Al haber una producción en crecimiento tan lenta, aun la mejorada moderación salarial de la
segunda mitad de los años 70 fue insuficiente para producir el aumento de la inversión necesario
para devolver el crecimiento de la productividad a los niveles anteriores.

La aceleración de la inflación también tuvo como consecuencia que, cuando se produjo una
nueva perturbación económica a finales de los 70, se hizo más difícil aplicar la misma fórmula.
Después de haber mantenido los salarios por debajo de la inflación, los sindicatos se mostraban
reacios a hacerlo nuevamente. Habiendo aumentado ya el empleo público significativamente
como respuesta a la recesión anterior, las cargas presupuestarias habían crecido, dejando
menos espacio para volver a realizar esta maniobra.

Al no poseer un mercado laboral altamente descentralizado como EEUU ni acuerdos altamente


concertados como en los años anteriores, a los países europeos les resultó cada vez más difícil
erigir una respuesta coordinada para las presiones recesionarias.

Además, las dificultades que posteriormente atravesó el continente fueron creadas, o al menos
agravadas, por estos esfuerzos por utilizar el estado de bienestar para reforzar el contrato social.
El aumento de gasto público condujo a la acumulación de altos niveles de deuda pública.

Los gobiernos europeos procuraron crear un oasis de estabilidad. Esto apuntaló el apoyo a la
adhesión a la CEE en el Reino Unido. Las fluctuaciones de moneda amenazaban no solo con
excitar las expectativas inflacionarias sino también poner en peligro la Policía Agraria Común
(PAC) que proporcionaba el cemento político para sostener la CEE. Conforme a las disposiciones
del PAC se establecieron precios en apoyo de la moneda nacional para una serie de productos
agrícolas en cada uno de los estados miembros. De forma más general, existía miedo a que unas
fluctuaciones de las tasas de cambio dieran fuerza a las demandas de protección frente a las
importaciones en países con monedas temporalmente sobrevaluadas, minando así el Mercado
Común.

La respuesta de Europa fue la Serpiente monetaria, que permitía una gran ampliación de los
márgenes de cambio de las monedas frente al dólar. Pero el deseo de estabilidad de las tasas
de cambio no vino acompañado de una convergencia significativa de sus políticas monetarias y
fiscales. Los países que siguieron políticas relativamente inflacionarias se salieron rápidamente
de la Serpiente.

En 1979, con el fin de unir tanto política como económicamente a Francia y Alemania, se creó el
Sistema Monetario Europeo. Éste era una versión mejorada de la Serpiente. Si bien los
participantes tenían que mantener sus monedas dentro de unos márgenes de fluctuación, se
permitía la devaluación y revaluación como mecanismo para evitar dificultades terminales como
las que habían llevado a Francia a retirarse de la Serpiente.

La pobre coordinación de las políticas macroeconómicas ponía a prueba el SME. Además, las
iniciativas monetarias y fiscales de los socialistas franceses resultaron ineficaces a la hora de
aumentar el empleo. Con el tiempo, esto llevó a que los gobiernos socialistas abandonaran las
iniciativas unilaterales. Con ello se consiguió una mejor armonización de la inflación y los tipos
de interés.

Pero el logro de estabilidad monetaria no bastaba para remediar el problema de desempleo. Pero
el problema parecía claro: salarios inadecuadamente flexibles, normativas laborales
excesivamente rígidas y costes laborales no salariales demasiado altos.

Una integración europea más profunda podía, con libre movimiento de capital y mano de obra a
la ya existente unión aduanera, podía crear una zona económica unificada tan grande como
EEUU que permitiera a los productores explotar las economías de escala y alcance y competir
internacionalmente. Pero para que este pacto fuera aceptado por los trabajadores, era necesario
asociar a esta más profunda integración una carta social europea que instara a los países
europeos a mantener unas condiciones laborales aceptables y a evitar el dumping social. En
1986 se crea el Acta Única Europea, por la que los países signatarios acordaron la creación de
un mercado único, libre de barreras internas al comercio, para no más tarde de 1992. También
se realizó la segunda ampliación de la Comunidad, que pasó a incluir a Grecia, Portugal y
España.

El Tratado de Maastricht, resultado de una serie de negociaciones intergubernamentales, fue


ratificado por los estados miembros durante 1992, y fue el siguiente paso en este proceso. El
tratado contenía un capítulo social que garantizaba la protección laboral frente al dumping social.
En el núcleo del tratado estaba el compromiso de la CE de alcanzar la unión monetaria antes de
que finalizara la década.

El país de Europa Occidental donde el impacto de los acontecimientos de la Europa del Este fue
más profundo fue en Alemania. El canciller de la Alemania Occidental, Hemult Kohl, respondió
con la propuesta de la reunificación completa e inmediata de las dos Alemanias. La reunificación
respondía a la creencia de la artificialidad de la división del país tras la guerra. La debilitada
Unión Soviética, preocupada principalmente por obtener la aceptación de la OTAN de sus
fronteras occidentales y desesperada por obtener ayuda internacional, no estaba en posición de
objetar.

La unificación, bajo la bandera de la República Federal, con una sola moneda, el marco alemán,
y un único sistema político, no sanó automáticamente todos los males sociales y económicos. El
desempleo y los fracasos empresariales aumentaron a medida que los bienes de consumo
producidos en el Este eran desplazados de las estanterías de los comercios por las marcas
occidentales. Se mantuvo asimismo un fuerte incentivo para la emigración de este a oeste, un
hecho mal recibido en los confortables recintos de la Alemania occidental. Además, la mano de
obra barata del este suponía una amenaza para los sindicatos.

La respuesta del gobierno de Bonn fue aceptar las demandas sindicales de que su poder
negociador fuera extendido a los nuevos estados del este y que los salarios de los nuevos
estados fueran aupados hasta los niveles de la Alemania Occidental. Proporcionó además
transferencias fiscales a los nuevos estados para mantener a los residentes en sus hogares y
para elevar la infraestructura física y social, así como la productividad, hasta los niveles
occidentales. Las transferencias se tradujeron en déficit, dada la renuencia de los alemanes
occidentales a pagar impuestos. Esto llevó a tipos de interés más altos, que agravó el desempleo
en todo el continente.

Estas condiciones llevaron a la crisis que trastornó el progreso del proyecto de unión monetaria
de Europa durante el verano de 1992. El Tratado de Maastricht requería de los países que
desearan reunir las condiciones para la unión monetaria que mantuvieran sus tipos de interés
dentro de los estrechos márgenes del SME y que adoptaran políticas de austeridad
presupuestaria. Pero cuanto más aumentaba el desempleo, más dudaban los gobiernos en
soportar los costes de la austeridad en el presente a cambio de las recompensas de la unión
monetaria en el futuro.

El rechazo por parte de Dinamarca el 2 de junio de 1992 fue la chispa que encendió la mezcla
combustible. Planteó la posibilidad de que la unión monetaria no llegara a alcanzarse, en cuyo
caso desaparecería el incentivo que llevaba a los gobiernos a perseguir unas rígidas políticas
fiscales y monetarias antiinflacionarias. Ante la expectativa de que países como Reino Unido o
Italia respondieran rebajando los tipos de interés y permitiendo que se depreciaran sus monedas,
los especuladores se abalanzaron. A medida que la crisis se prolongaba, incluso el franco inglés,
una de las monedas clave en el centro del SME, se vio atascada. La crisis se resolvió la última
semana del mes de julio de 1993. Bajo la intensa presión, los ministros y los bancos centrales
acordaron ampliar las bandas del SME al 15%.

Ahora que los tipos de interés podían fluctuar más ampliamente, los especuladores se retiraron
a la sombra. Tras el escudo de las bandas anchas los mercados financieros europeos se
normalizaron. Estimuladas por la recuperación de la economía de EEUU, las economías
europeas comenzaron a recuperarse. Los gobiernos comenzaron a avanzar hacia el
cumplimiento de los requisitos de Maastricht de recortar la deuda y déficit del sector público para
acceder a la unión monetaria.

Con el declive del corporativismo, la herencia de los sindicatos fuertes y los estados del biniestar
altamente desarrollados pasaron a traducirse principalmente en costes salariales altos,
normativas laborales rígidas y fuertes costes no salariales. Aunque los salarios altos
proporcionaban a los sindicatos un buen incentivo para aumentar la productividad al ritmo de los
costes, este proceso tenía límites. Con costes laborales bajos que estimulaban la demanda de
trabajo en EEUU, la economía de este país añadía tantos puestos de trabajo en un mes como
Europa en un año. Esto creaba una creciente conciencia de la necesidad de recortar los costes
e contratación y despido para hacer el mercado laboral europeo más flexible. Aunque el recorte
de los déficit presupuestarios redujo la carga sobre el sector privado, los tipo de interés no dieron
muestras a la baja mientras la permanencia de estos recortes estuviera en duda, y en
consecuencia el estimulo sobre el empleo fue modesto.

Las últimas décadas del siglo XX no estuvieron marcadas por crecientes dificultades únicamente
en Europa Occidental. Entre 1971-5 y 1975-80 la relación entre incremento de capital y
producción aumentó en todos los países de Europa del Este.

Las economías de planificación central se quebrantaron por completo a finales de los ochenta.
Con una economía incapaz de satisfacer la demanda de bienes, la política dio paso a la
desafección y la revuelta, precipitando así el derrumbe del bloque soviético, la democratización
y los primeros pasos hacia una reforma orientada al mercado en 1991. Las limitaciones de la
planificación central hacía tiempo que estaban claras, en especial, la dificultad de formular un
plan que tomara apropiadamente en cuenta la compleja funcionalidad interna de la moderna
economía industrial y la dificultad de recabar esfuerzo en un sistema que proporcionaba pocos
incentivos pecuniarios por los resultados económicos.

En contraste con las reformas anteriores, dirigidas principalmente a aumentar la eficiencia de la


planificación, la reforma de los ochenta injertó en la economía de mando elementos del sistema
de merado. Así, permitió que un número limitado de precios, especialmente en el sector agrario,
respondieran al balance de oferta y demanda. En países como Polonia y Hungría, se permitió a
los productores financiar importaciones de entradas intermedias y bienes capitales. En Hungría
se eliminó el monopolio del banco central sobre los créditos y se autorizó a las empresas a
concederse créditos comerciales ente sí y a individuos.

En Europa Orienta, como en cualquier otro lugar, la libertad económica y la represión política
resultaron ser a la larga incompatibles. A medida que los individuos tomaban cada vez más
libremente decisiones sobre el lugar y la forma de producción, aumentaba la diseminación de
materiales disidentes.

La consecuencia última de la liberación política fue nada menos que el derrumbe de la


planificación central. Con el aumento de los desafíos a la represión política, la intimidación como
fuerza motivadora desapareció, y la ausencia de incentivos positivos se tradujo en desastre.

Con la liberalización política la contradicción central de socialismo de estado se hizo evidente: la


propiedad que oficialmente pertenecía a todos en la práctica no pertenecía a nadie. Nadie tenía
el incentivo para protegerla.

La transición de la Europa del Este hacia el mercado fue cualquier cosa menos suave. Entre
1990 y 1992 la producción cayó en picada. La transición de una economía planificada a una de
mercado comportaba la reasignación de recursos de la producción de capital a los bienes de
consumo. Comportaba desplazar los recursos de la industria a los servicios.

La Europa Occidental había afrontado los mismos retos tras la Segunda Guerra Mundial, pero
había conseguido superar la prueba sin pasar por una recesión de posguerra. Una de las
diferencias fue la implementación del Plan Marshall. En los años 90 no existía un Plan Marshall
para la Europa del Este. En lugar de ser reconstruido, el comercio se derrumbó con la
desintegración del Comecon y la Unión Soviética. Este último acontecimiento acabó con la última
fuente residual de demanda de maquinaria militar y bienes producidos por la industria pesada de
la región.

Varias limitaciones políticas y técnicas impedían la rápida privatización de las empresas. La


privatización requería planificación y ejecución, lo cual llevaba tiempo. Mientras una empresa
siguiera siendo propiedad del estado, los administradores tenían pocos incentivos para obtener
beneficios y evitar pérdidas. Esto se traducía en déficit presupuestario, y éstos a su vez, en
presión sobre el banco central por dinero para financiación e inflación, lo que desanimaba la
inversión exterior.

En toda la Europa del Este, el proceso se hizo de forma gradual. Aun asi, se dio una considerable
variación en la velocidad y el alcance de las reformas.

En prácticamente todos los sentidos económicos, la Europa de hoy no puede parecerse menos
a la Europa de después de la Segunda Guerra Mundial. Tras la guerra su economía se basaba
en la industria pesada, en fuertes entradas de inversión fija, y en una reserva de tecnología
todavía no explotada. Hoy Europa es una economía de salarios altos que produce bienes y
servicios tecnológicos y organizativamente sofisticados, utilizando productos y procesos de
desarrollo propio. Tras la guerra la economía europea estaba dividida en economías nacionales
cerradas y escindida por una fractura Este-Oeste. Hoy Europa ha dado un gran paso hacia el
establecimiento de un auténtico mercado único. En un mundo de libres finanzas, donde la salida
de capital es barata, a los países de Europa y de todo el mundo les resulta cada vez más difícil
recurrir a la amplia regulación y a políticas keynesianas de estabilización para gestionar y
manipular el mercado. El continente ha respondido adoptando políticas más condescendientes
con el mercado como las de EEUU y del Reino Unido, pero al mismo tiempo confiriendo más
autoridad a la UE con la esperanza de que una entidad transnacional más grande pueda
recapturar algún control sobre el mercado.

Cristian Buchrucker: “El fascismo en el siglo XX”:

El movimiento fascista en Italia:

Tres años tormentosos: En tres años febriles el sistema político de Italia se mostró incapaz de
contener las fuerzas discordantes que habían desatado la PGM. Y el embrión partidario fascista
pasó a convertirse en una organización de creciente poder. Cronología:

1920: la mayoría del año hay agitación obrera y huelgas en las ciudades, reivindicaciones de
peones y arrendatarios en el campo. El partido socialista habla de revolución. Mayo: Los
postulados del fascismo. Surgen las primeras escuadras de acción. Verano: se producen
ocupaciones de fábricas por los obreros. Noviembre: Balbo, jefe fascista derroca la
administración socialista de Ferrera. Diciembre: Con Grandi, la insurrección fascista se extiende.
Diciembre: el ejército italiano cierra la experiencia autoritaria acaudillada por D´Annunzio

1921: enero: programa agrario fascista. Mayo: elecciones generales: el PNF integra el bloque
nacional del primer ministro Giolitti. Los escuadristas continúan su ofensiva para lograr el dominio
de las calles. Julio: fracasa un pacto de pacificación de Mussolini con los socialistas. Agosto:
crisis en la cúpula fascista: los jefes locales desafían con éxito la autoridad de Mussolini.
Noviembre: fin de la crisis por reconciliación. En el congreso de Roma, el duque acepta el
fascismo tal como es ahora. Nuevo Programa del PNF. Estatuto- reglamento del PNF.

1922: A lo largo del año el terror escuadrista amplía sus objetivo: además de socialistas y
comunistas son atacados populares y liberales democráticos. Junio: la violencia fascista en
Cremona y en todo el norte y centro del país. Fracasa una huelga de protesta contra el fascismo.
Los partidos antifascistas no logran unirse. Octubre: cae el primer ministro Facta. Se produce la
Marcha sobre roma: Mussolini es nombrado primer ministro.

Escenario económico y social del que surgieron el bienio rojo y luego el negro: La Italia de la
primera posguerra con particular intensidad la crisis de reconversión hacia una economía de paz.
Los pedidos del gobierno a la industria disminuyeron, los flujos del comercio internacional
tardaron en normalizarse y apareció entonces un déficit comercial importante. En el mercado
monetario el valor de la lira italiana decayó, y la inflación aumentaba. Fin de 1920 el desempleo
era enorme afectando especialmente muchos miembros de la clase media con estudios
superiores. Esto se combinó con el estado de ánimo de muchos soldados desmovilizados.
Período 1919-1920 llamado bienio rosso por el protagonismo de la izquierda, cosa que hizo
aparecer el gran miedo de las clases medias y altas, ya que en ese entones la guerra civil rusa
desembocaba el triunfo de los bolcheviques. Aumentaron los hueglguistas y las huelgas. Las
huelgas masivas y ocupaciones fabriles despertaron la reacción, no sólo de los empresarios sino
de consumidores y usuarios que se sintieron afectados por esta obstaculización. Este es otro
factor que permitió el desarrollo del fascismo. En el Partido Socialista predominaba un
autocomplaciente optimismo que decía todo lo que tenemos que hacer es esperar.

Durante la etapa roja los obreros lograron mejorar sus ingresos reales. Las elecciones de 1920
le dieron a los socialistas 25 consejos provinciales y 2.000 de distritos. En las zonas rurales
especialmente los terratenientes perdieron una influencia. A novel nacional su descontento se
vio incrementado por una serie de ministros de agricultura del Partido Popular que mejoraban las
condiciones de peones y arrendatarios. Las primeras reacciones combativas de lso
terratenientes contra las ligas campesinas originaron la Asociación de Defensa Civil de Bolonia,
que rápidamente los fascios locales de camisas negras se convirtieron en la columna vertebral
de este movimiento.

Otro factor era que el discurso socialista sobre la colectivización de la propiedad chocaba con
una evolución de buena parte del norte y centro del país: en los años inmediatos al fin de la
guerra una buena parte de personas adquirieron alguna tierra.

En 1920-1921 se inició el bienio negro y las huelgas cayeron , se destruyeron cámaras de trabajo,
corporativas y oficinas de liga de campesinos. Hubo violencia de ambas partes, pero la de los
fascistas superó en organización y alcance la de sus enemigos. Era la adaptación de los métodos
de las tropas de choque de la guerra a las ciudades y aldeas en plena paz.

Las expediciones fascistas contaban con el apoyo de los jefes militares y policiales y con los
jueces. A nivel regional los jefes fascistas actuaban como pequeños señores feudales,
combinando crecientes cuotas del poder real en las áreas urbanas y rurales.

Al quedar afuera de la escena D´Annuzio y su dictadura, se produjo una convergencia de todos


los integrantes del conglomerado y el nuevo fenómeno escuadrista hacia la figura de Mussolini
y su núcleo milanés. Esta convergencia no implicaba la solución de todos los problemas de
dirección del fascismo pero sí constituía un proceso que contrastaba con la creciente
desorganización y división de las demás familias ideológicas y subculturas italianas.

¿Cuál fue la evolución electoral de estos años? El panorama surgido de las elecciones
parlamentarias era el siguiente: estaba claro que la continuidad parlamentaria de la vida italiana
reclamaba la capacidad de concertación a los tres conjuntos moderados, éste fue el desafío que
no supieron enfrentar con éxito. Lo que pasó es que las fuerzas de la derecha tradicional
perdieron fuerza frente al avance de la izquierda y los populares. A partir de la renuncia de Giolitti
luego de las elecciones de 1921, sucesivos gobiernos de coalición se mostraron cada vez más
desorientados. La violencia fascista trajo como consecuencia la crisis ministerial más larga.
Luego de una gran demostración de fuerzas fascistas contra la huelga de agosto y toma del
poder en algunas ciudades, mucha gente coincidió en que el gobierno era impotente. A la
desunión de los partidos se sumó una creciente división interna del joven Partido Popular. Una
de las pequeñas chances contra el fascismo era la formación de una coalición entre el socialismo
reformista y los populares. Pero el ala de derecha de este partido representada por senadores
se opuso a esa idea ya que hubiera implicado un acuerdo repugnante a sus más sagrados
principios.

La composición social del creciente partido fascista mostraba su capacidad de atraer secciones
de distintas clases y regiones del país aunque en proporciones muy diversas. Se había
convertido en los hechos en un instrumento político de defensa de los intereses propietarios e
industriales, para desarticular con el consenso tácito de las fuerzas del orden, la red organizativa
del movimiento obrero, hecha de leyes, sindicatos, casas del pueblo, cooperativas y municipios
socialistas conquistados en la era giolittiana. Con el avance del fascismo se demuestra un
constante debilitamiento de los temas democráticos e izquierdistas. El Programa Agrario de 1921
le daba toda seguridad a los propietarios, latifundistas y señalaba que la única solución del
problema rural italiano eran las colonias. Y Mussolini en el discurso de 1921 en el que se decía
partidario de devolver a la iniciativa privada toda actividad que no fuese seguridad, justicia,
defensa y política exterior.

Hay un momento de segundo fascismo, cada vez más de derecha, el que crecía y dominaba las
calles con sus camisas negras armados. El Programa del PNF de noviembre de 1921 ya
presentaba los rasgos definidos del nuevo fascismo: el énfasis estaba en la defensa de la clase
media y los consejos técnicos surgidos de las corporaciones. El fascismo se declaraba ahora
opuesto a toda demagogia impositiva y financiera. Exigía un rígido control estatal de la educación
, repudiaba el control estatal del capital. En política exterior rechazaba los principios de la Liga
de las Naciones y glorificaba el ejército. Podían hacer la revolución sin tocar la monarquía y ésta
no tenía razones para oponerse a un cambio de esa clase.

¿Toma o entrega del poder?: el 24 de octubre de 1922 el fascismo realizó su congreso nacional
en Nápoles y allí Mussolini amenazó con tomar el poder por la fuerza si no le era entregado por
la vía pacífica. Se organizaron para encerrar a Roma. Entretanto, sectores de la industria y del
entorno del rey seguían indecisos entre la posibilidad de formar un nuevo gobierno con una
alianza Giolitti-Mussolini y Salandra dirigente conservador. El 27 de octubre éste retiró su apoyo
al primer ministro Facta precipitando la crisis.

Ante las nociones sobre la movilización fascista, el rey pareció inclinarse inicialmente por resistir.
El 28, Facta renunció porque el rey le negó la proclamación de la ley marcial que le había pedido.
Salandra recibió el encargo de formar gobierno y empezó a negociar telefónicamente con
Mussolini. Éste se negó a participar de cualquier gobierno en el cual él no fuera el primer ministro.
Así se derrumbó el último intento de la derecha por mantenerse a la cabeza del mando. El 29 de
octubre Mussolini recibió del rey el encargo de formar un nuevo gobierno y las escuadras
fascistas desfilaron por Roma sin tener que enfrentar ninguna resistencia. Esta marcha fue una
presión audaz, una apuesta extorsiva de quienes ya dominaban las calles para que la monarquía
los legitimase entregándole a su jefe el gobierno. No se le entregó al fascismo el poder total del
Estado italiano pero se lo asoció al mismo. Se trató de una entrega negociada y abierta a diversas
posibilidades de evolución futura.

En el primer gobierno de Mussolini, éste se reservó asuntos exteriores e interior y sólo colocó
tres fascistas en subsecretarías.

-los partidos antifascistas habían fracasado en su intento de disputarle el control de las calles y
plazas a la milicia fascista.

-no existían razones irresistibles de peso electoral que obligaban a darle el gobierno de Mussolini.

-las salidas diferentes a la crisis de octubre de 1922 esbozadas en los dos puntos anteriores
remiten siempre a los roles centrales de dos actores históricos: la monarca y la jefatura del
ejército. Optaron por el fascismo como aliado, no fueron sus víctimas indefensas.

Carpeta: Fascismo – Nazismo: totalitarismo europeos mediados siglo XX. Surgen a partir del
nacionalismo, como consecuencia de la paz que se firma de la PGM.

Totalitarismo: considera al estado como un fin en sí mismo entonces un estado más grande da
un poder más grande. Supone la negación de las personas como entidad individual. El hombre
vale en tanto es parte de una sociedad. Tiende a pensar en un solo líder y todo se forma ente él,
entonces desaparecen las jerarquías de poderes porque existe un solo poder total extendido a
todas las acciones de la vida cotidiana. No existe democracia.

Existe un solo partido político que tiene una ideología que le confiere una autoridad absoluta. Los
regímenes autoritarios el estado tiene el monopolio de los métodos de coacción y los medios de
comunicación. La economía pasa a ser parte del estado mismo. Se politizan todas las
actividades por lo que cualquier falta se transforma en na falta ideológica por lo que se acciona
con el terror. La ideología se convierte en la verdad oficial. Hay tres elementos que se
transforman en uno solo: el líder se transforma en el partido y viceversa. Y fusión entre el partido
y el estado, entonces Estado y líder terminan siendo lo mismo.

Características Italia 1922-1945: terreno fértil para la aparición del fascismo: crisis social en clima
de revolución en donde es posible que la clase obrera con otras tome el poder:

-régimen totalitario

-guerra mundial catástrofe para Italia

-fin guerra, catástrofe social, clima revolucionario, crisis política, parlamento frenado por los
diferentes partidos políticos.

Italia: cómo surge: contexto fin PGM para Italia: graves consecuencias políticas y económicas
que lleva a una debilidad de estos sistemas más una acción de grupo revolucionario de izquierda
lleva a que la sociedad empiece a pensar en la posibilidad de grupos violentos para solucionar
el problema. Italia se mete en la guerra con la gente en contra, sin apoyo del parlamento y con
poca preparación, por lo que pierde muchos hombres y queda endeudada. La firma de la paz la
perjudica porque todo lo que podía haber ganado no lo gana.

Debido a una gran deuda externa, se larga una inflación y esto proletariza a la pequeña y media
burguesía y cae el poder adquisitivo de los trabajadores + desmovilización en el ejército: Italia
mal económicamente, mucho desempleo, y alto nivel de falta de identidad. Agitación social.

Esquema social italiano: 50% sector agrario pero al tierra está repartida irregularmente.

Diferentes coaliciones gobernantes entre 1919-1922: liberales moderados, radicales, 1921


partido comunista liderado por Gramghi.

M antes era socialista cuando estalla la guerra la apoya y como era socialista y ellos están en
contra de la guerra lo expulsan. Y en 1919: Mussolini, ex dirigente socialista decide crear un
partido llamado Agrupación Italiana de Combate. Conjunto amplio de personas: socialistas
desencantados del partido socialista, ex soldados, algunos anarquistas. Problema sobre su
ideología: desde la consigna creadora se decía que el fascismo no tenía ideología sin embargo
se han podido reconstruir las bases ideológicas ideas del movimiento revisionista del marxismo,
revisión no materialista del marxismo, se queda con el tema de la acción. Violencia como el punto
máximo de la acción + determinada visión antigua del nacionalismo (visión masculina, odio
femenino, acción es más importante que lo intelectual).

Programa de acción: busca a favor de los trabajadores sin embargo con todo esto no lograron
tener el apoyo del parlamento. En 1919 gana las elecciones el partido socialista y el fascismo
fracasó. Los comunistas empiezan a ocupar unas fincas. Los trabajadores empiezan a hacer
realidad el sueño de la apropiación de los medios de producción pero era sólo una reacción no
revolucionaria. La burguesía se empieza a sentir incómoda y tiene miedo que le saquen todo y
el gobierno para calmar esto, baja las horas de trabajo, aumenta impuestos sobre la propiedad.
Los propietarios contrataron grupos armados subvencionados por la alta burguesía y apoyados
para ir en contra del socialismo, el fascismo encuentra sus bases económicas. “Eliminar al
contrario”. Violencia física y psicológica. 1921 fundan sindicatos fascistas, que sólo defendía a
los obreros fascistas.

Doble discurso: a favor de los obreros y de los grandes capitales.

1921: nuevas elecciones, se debilitan los otros partidos pero el fascismo vuelve a fracasar. Sin
embargo los fascistas empiezan a tener más poder con su acción directa. Aumenta el poder real
pero no el político. El terror F va frenando las conquistas sociales de otros.
Leve recuperación económica: parece que la conflictividad empieza a bajar y los F pierden poder,
entonces proyectan ocupar Roma y vuelve la conflictividad. La sociedad italiana empieza a
pensar que sólo M puede mantener las aguas calmadas. Se hace la marcha sobre Roma. El rey
no frena esto sino que se junta con M para proponer formar parte del gobierno. Él sólo quiere
formar el gobierno. 1922: gobierno fascista.

1924: elecciones gana M. Dentro de la oposición es bastante incómoda porque plantea las
diferencias con ese gobierno. Empezaron los F a raptar y matar a los líderes de la oposición
entonces esta abandonó el parlamento y quedó todo en manos del F. Reemplazó el modo de
gobierno representativo republicano por un régimen corporativista. Tiene que ver con la visión
del Estado: la representación se hace en base a grupos de interés. Se reemplaza al congreso
por un grupo nacional de corporaciones. Dejando de existir las diferentes visiones de los
diferentes intereses.

Estado: fin en si mismo. Visión general de la sociedad.

Economía: acciones más con la propaganda que con la economía real. Medidas económicas:

-batalla del trigo: 1925 buscaba marcar la tendencia intervencionista del F. queremos que Italia
pueda producir su propio trigo. No tuvieron que comprar trigo pero perdieron plata porque dejaron
de cultivar frutas. Extensión tierras cultivables y redes viales. Se modernizó pero sin tantos
resultados.

-batalla de la lira: moneda italiana. Revalorizar la moneda con respecto de la libra. País fuerte
necesita una moneda fuerte. Se buscó elevar los tipos de interés, bajaron los salarios, bajó la
circulación monetaria, bajaron las horas de trabajo. Antes 1= 150. ahora 1= 90. perjudicó el
comercio exterior ya que los productos italianos eran más caros. Aumentó el PBI.

-batalla de la bonificación: desecar los pantanos para lograr tener mejores tierras para hacer
colonización.

Código de trabajo: mutación del fascismo. Forma de régimen de justificar su dominio en la clase
trabajadora. Mussolini revaloriza al trabajador, generar una unidad nacional. Al principio apoyo
de los campesinos pero siempre se orientó a la industria. 1926: leyes que favorecen a los
sindicatos y luego corporaciones: generar un dinamismo. Sindicatos: representan a obreros,
igualar las relaciones entre empleado y empleador. Corporaciones: creación monopolios. Leyes:
igualdad obrero patrón. Forma de subsumir al trabajador al capitalismo. Juntamos a la gente por
rama de producción y de ahí sale el representante.

Terminan surgiendo empresas como Pirelli, Fiat y las de alimentos. Monopolizar la economía.

1930: giro definitivo del F. Por una lado significa la decadencia del F a favor de una derecha
nacionalizada tipo nazismo. Diferencia con el nazismo (componente racial). Llega más
organizado el N que el F. diferente nivel de evolución. Hasta la llegada al poder el F causa más
muertes que el N.

Relación con la iglesia: iglesia factor de poder. Al principio era contraria hasta 1929 que M firma
un tratado por el cual al Iglesia reconoce al F y M le da a la iglesia el poder de crear un estado
independiente como el vaticano.

Caída del F: al meterse en la SGM y querer estar al nivel de Alemania de 1943 el consejo fascista
destituye a M + la invasión norteamericana en Sicilia

Italia queda dividida en norte (república social italiana bancada por Alemania) y sur (Italia
recuperada)

1945: M quiere escapar pero lo encontraron los partisanos y lo mataron


F: partido de masas, financiación de las clases altas y apoyo también de las clases medias por
miedo a proletarizarse.

Camisas negras: grupo más radicalizado del F. Clase media y media baja. Promesas del F:
realizar reformas sociales. Terminar con las monarquías, con los grandes capitalistas, realizar la
revolución fascista. Son como un ala izquierda del F. Ambicionan con cargos en el Estado. Tienen
conflictos serios con M. quería avanzar sobre el estado. Conflicto entre partido vs estado y
Mussolini siempre a favor del estado frenando a als camisas negras. Los dirige dándoles y
sacándoles puestos.

F: superadores del K del marxismo y del liberalismo. Son antiliberales, de extrema derecha.
Quiere imponer un estado corporativo: reemplazar al sistema liberal democrático. Parlamento:
grupos políticos diferentes donde se discute y luego se llega a un acuerdo, representa a todos
los sectores. Corporaciones: reemplazar al parlamento. Representantes que tienen algún papel
importante en la vida social o económica. 22 corporaciones. Cada rama de actividad económica
y social forma una corporación. Fin: que todas estas corporaciones dejen de lado los intereses
de clase por el de todo Italia. Con el estado como árbitro. Es un mito, nunca Italia fue un estado
corporativo. Mussolini destruyó al movimiento obrero opositor y lo reemplazó por un sindicalismo
fascista.

En lo económico, benefició a la gran burguesía industrial en lo concreto y a los grandes


terratenientes. La economía capitalista no fue tocada.

Mussolini no pudo terminar con la terrible división neosocial: norte desarrollado, sur agrícola.

Relación Fascismo y clase obrera: Mussolini elimina a los socialistas de izquierda. 1925: decreta
que solo el sindicalismo fascista permitivo que no permite huelgas beneficiando a la burguesía.
Bajan los salarios, cada vez es menos el poder adquisitivo.

Evolución estado fascista: 1940 Italia entra en la SGM. 1938: pacto con Alemania. Entra cuando
piensa que Alemania era invencible. Italia quería colonias en el norte de África, Grecia, Albania,
Libia y Egipto. Primero lucha en Grecia. Los griegos con ayuda de GB lo hacen retroceder cosa
que obliga a Hitler a invadir para tomar Grecia. Los italianos pero no lso obreros apoyan en la
guerra pero sólo en el discurso. El pueblo italiano a diferencia del alemán no tenía ánimo
guerrero. Al declarar la guerra el fascismo es un imperialismo porque ambiciona gobernar a otros
estados. Italia no estaba preparada pierde en Grecia y en Libia para atacar a Egipto. GB lucha,
Alemania tiene que ir a ayudarlo.

1943: USA empieza a penetrar en Italia por el sur para llegar a Roma. Fascismo fuerte resistencia
armada de los partisanos (comunistas, socialistas y católicos que se oponen militarmente,
guerrilleros antifascistas).

Mediados 1943: Italia perdió la guerra. El gran consejo fascista destituye a Mussolini y el rey lo
mete preso. Italia se pasa de mando. Comando de Hitler que libera a Mussolini y lo pone como
títere en el norte de Italia en la república social italiana.

Trayectoria política de M:

1922-1925: pareciera que respeta las normas liberales, funciona el parlamento (Diferencia con
Hitler que lo hace rápido)

1924: las camisas negras asesinan a un diputado socialista Matioti hace que casi caiga Mussolini
y determina que hay que sacar a la democracia y ser el único.

1925: decreto PNF es el único

1925-1940: F gobernando tratando de penetrar en toda la vida. Idea de volver fascista a la


sociedad.
1940-1943: Mussolini pierde poder

1945: lo matan los partisanos o el servicio de inteligencia ingles.

Capítulo IV:

El movimiento naciolsocialista en Alemania:

El nazismo en lucha contra la República de Weimar:

Capítulo V

La trayectoria del régimen fascista:

La fascistización de Italia y las guerras exitosas:

Hay una etapa que va desde el nombramiento de Mussolini como primer ministro hasta
comienzos de 1925. hay una imposibilidad de adaptar el fascismo a la Italia democrática de aquel
entonces. La Ley Acerbo reformó el sistema electoral. En 1924 se hizo palpable la recuperación
de la economía europea de las dificultades de la posguerra, fenómeno que favoreció a todos los
gobiernos en ejercicio. La izquierda se presentó separada en tres bloques: el partido socialista,
el sector reformista y el partido comunista italiano.

Antes de la PGM muchos criticaban el fraude conservador que había en el sur del país. Pero en
las elecciones de 1924 los fascistas demostraron que podían mantener y convertir el fraude en
una práctica nacional.

Clima preelectoral: declaración explícita del gobierno de que las elecciones no tenían sino un
valor relativo, el gobierno se mantendría en el poder con la fuerza. Para reforzar este propósito,
el gobierno tiene una milicia armada.

La respuesta fascista-el asesinato de Matteoti- desencadenó una crisis en la cual la huelga de


un sector de legisladores casi produjo la caída de Mussolini. Los que integraron esta protesta
fueron los comunistas, los dos partidos socialistas y un conjunto de republicanos. Las
instituciones conservadores, la monarquía, las fuerzas armadas, los grupos de presión
económicos y la Iglesia, permanecieron en actitud pasiva pero claramente favorable a la
continuidad del fascismo. Mussolini se deshizo de figuras prestigiosas y reorganizó el gabinete
con nacionalistas y liberales conservadores.

En noviembre de 1925 cietos diputados intentaron de reingresar al Parlamento y fueron sacados


a la fuerza. Desde ese momento se derrumbó toda posibilidad de resistencia y se inició una etapa
de profundización de la fascistización del estado y de la sociedad. La ley electoral de 1928
surgida en un escenario donde ya no había prensa libre, partidos políticos ni sindicatos, disponía
que el electorado no tenía más tarea que aprobar o rechazar una lista única de 400 candidatos.

Entre 1930 y 1934 hay un mayor intervencionismo estatal. De 1935 a 1939 hay una creciente
orientación bélica del régimen y su opción por la alianza con Alemania.
Política y cultura: una vez llegado al gobierno, el fascismo se propuso demostrar que era la idea
superadora de todas las anteriores. Mussolini jamás escribió un libro sistemático siendo lo usual
colecciones de extractos de sus discursos y artículos. La prédica era no mucho más de lo que
ya se había dicho en 1921-1922 con una tendencia clara hacia la cristalización del número
derechista, un sector pseudorrevolucionario y una incorporación tardía del antisemitismo con el
manifiesto de 1938. se podría presentar la ideología como la agrupación de una serie de temas
en dos secciones: la caracterización del enemigo y la retórica de la síntesis nacional con alcance
potencialmente mundial.

A-La caracterización de las ideas y fuerzas enemigas: el fascismo se definía como contrario al
liberalismo, la democracia y el socialismo, rechazando el individualismo que se hay contra el
estado, y los principios de la liga de las naciones. Es una revolución salvadora para evitar a
Europa el miserable fin que le esperaba si continaba la democracia.

B-Una supuesta síntesis y una nueva legitimidad con proyección hacia el exterior: sostenía que
nosotros damos el lujo de ser aristocráticos y democráticos, conservadores y progresistas según
las circunstancias de tiempo. La verdadera democracia se habría realizado en Italia fascista, allí
se habría concretado un socialismo nacional, al cual definía como simpatía por el mundo del
trabajo. Signo ideológico de la autoridad, de restauración hacia la derecha. Se trataba de
defender valores como religión, patria y familia siendo necesario restablecer los principios del
orden, la disciplina, la jerarquía. Todo está en el estado y nada por fuera de él.

El corporativismo sería la economía disciplinada y controlada que supera el socialismo y el


liberalismo creando una nueva síntesis capaz de liberar al pueblo italiano.

La alianza del PNF y conservadores es definida como una suma de jerarquías nuevas a las
tradicionales. El derecho fascista al poder derivaría del hecho de que nosotros llevamos al país
a la guerra y la victoria en 1915-1918. Italia necesita colonias se decía en 1921 y en 1940 se
afirma que las guerras revolucionarias, primero con Etiopía y ahora con GB, son la solución al
problema social nacional.

Mito del Duce: un jefe es todo en la vida de un hombre: orígen y fin, causa y propósito, punto de
partida y meta. Eso vino a ser en los años treinta Mussolini.

Escenario:

-la lista de las afirmaciones de izquierda aparecía sin definición precisa

-las formulacionees modernizadoras más definidas apenas tuvieron realización . El principal logo
del corporativismo fue liberar a los empresarios de los reclamos del sindicalismo independiente.

-la práctica del régimen resultó mucho más coherente con sus temas de la derecha. Mussolini se
lanzó a la expansión colonial usando una justificación social: contribuyó a la destrucción de la
liga de las naciones, anuló e derecho de huelga, y persiguió a demócratas y socialistas. Se alió
con la monarquía y tuvo el apoyo de los grandes empresarios y de las elites hasta que la derrota
militar los alejó de estos últimos.

-el corazón de una ideología está en su concepción de la legitimidad. La del fascismo tuvo poco
de moderno porque rechazaba el principio contractual- voluntarista.

La pretensión totalitaria implicaba una relación conflictiva con las subculturas, ideologías y
organizaciones preexistentes. Pero este conflicto resultó muy variable:

1-los sectores democrático liberales socialistas y comunistas de la subcultura laica fueron


sometidos a una persecución intensa

2-con la subcultura católica tradicional, se negoció un compromiso. La iglesia mantuvo sus


organizaciones juveniles y sus órganos de prensa pero el fascismo logró que la jerarquía
eclesiática abandonara todo apoyo al partido popular desapareciendo así el último obstáculo al
ideal fascista de una Italia con partido único.

3-los sectores ligados a la subcultura laica liberal conservadora mantuvieron algunos reductos
en las organizaciones económicas patronales, en las fuerzas armadas y en la monarquía.

Mirada superficialmente la empresa de fascistizar totalmente al pueblo parecía lograda a fines


de la década de 1930. en esos años el partido se mostró mucho más exitosos en atraer a italianos
de los estratos medios urbanos que en retener o incrementar sus seguidores entre los obreros y
campesinos. La presencia obrera era engañosa, porque si no pertenecías al partido era casi
imposible conseguir un puesto de trabajo. Contrastaba con esto la entrada masiva de hombres
de negocios, profesionales y propietarios.

El régimen realizó un gran esfuerzo tendiente a insuflar de espíritu fascista a los medios masivos
de comunicación. Para el italiano media resultaba cada vez más difícil percibir los contornos
reales de la vida política y del entorno internacional. La radio se convirtió en uno de los
instrumentos más importantes.

Disimuladas por el discurso exitista y totalitario se mantenían importantes tensiones encubiertas:

-la rivalidad entre jerarcas territoriales del PNF y los funcionarios del estado

-la dualidad entre la milicia partidaria y el ejército

-el ducismo, la acumulación de funciones y poderes por parte de Mussolini, en una relación
ambigua con el rol poco definido del Gran Consejo, un potencial órgano de resonancia de posible
insatisfacción en las filas de los ras fascistas.

-la relación entre los socios de la diarquía y la cuestión de la legitimidad de ese poder

Economía y sociedad: el fascismo logró relativamente escasas transformaciones en el mundo


agrario de Italia cuyo peso en la economía seguía siendo considerables. El porcentaje de los
propietarios en la población rural no aumentó y en general el campesinado pobre no experimentó
mejoras.

En la elite empresaria urbana, la aceptación del fascismo fue entusiasta. El régimen desarrolló
en sus primeros años una política financiera ortodoza, pero nnca faltaron medidas
proteccionistas favorables a los intereses de la gran industria. Italia se orientó cada vez más
hacia una economía desequilibrada por el crecimiento del gasto militar. La pequeña y mediana
empresa y la industria liviana se vieron relegadas por la política oficial.

El sindicalismo autónomo ya había sido muy debilitado por la violencia escuadrista de 1921-1922
y en los años siguientes apareció el corporativismo como solución fascista de la cuestión social.
Los esfuerzos por apaciguar al mundo obrero incluyeron medidas positivas pero siempre
estuvieron acompañadas por la represión y el miedo de los jerarcas al potencial antifascista que
se mantenía latente entre muchos trabajadores.

Desempeño efectivo del régimen:

-la modernización se aprecia más claramente si se la compara con la trayectoria de países


europeos que al comenzar el fascismo estaban en índices parecidos.

-la brecha de modernidad entre el norte y el sur no fue reducida

-salario real se mantuvo estancado


-aumentos del gasto público en salud, bienestar social pero esto también ocurrió en otros países
sin que ello tuvieron la necesidad de implantar un aparato represivo comparable con el fascista.
Esto se vio contrapesado por un presupuesto militar sobredimensionado y la escasez de los
servicios sociales que llegaban al campesinado.

-en la crisis de los años treinta el fascismo no logró dar más puestos de trabajo que la democracia

-en la industria los costos eran altos y la innovación tecnológica lenta.

Los estados que hacia 1939-1940 presentaban impresionantes estadísticas de aceleración


industrializadota eran Japón y la URSS.

Política exterior en el ámbito del equilibrio entre las potencias: hasta 1934 la política exterior
mantuvo perfil en el que predominaban los rasgos de continuidad con la conducta internacional
de Italia anterior. Había negociaciones de tipo tradicional. Muy pronto se desplegó una retórica
sobre la necesidad de mucho más espacio para Italia planteando así una cuestión del
Mediterráneo. Mussolini ya en 1927 dijo que una nación que no tiene libre acceso a los océanos
no puede ser considerada una gran potencia. E Italia debe convertirse en una gran potencia.

En 1924 Yugoslavia aceptó la incorporación de Fiume a Italia y se lograron muy pequeños


incrementos territoriales a través de negociaciones con GB. En cambio, fracasó el sueño colonial
italiano en Asia Menor.

Entre 1923 y 1932 el régimen intensificó su acción policial y militar en Libia hasta que se podría
hablar de una primera y exitosa guerra periférica. Esto contribuyó al fortalecimiento del fascismo.
Iniciativas a la creación de un pacto consulativo de las cuatro potencias europeas con el fin de
estudiar revisiones en los tratados de Versalles. Con el ascenso del revisionista Hitler el discurso
de hizo más agresivo. El dictador italiano creía que el régimen necesitaba éxitos internacionales
de verdadera magnitud.

En 1935 Mussolini dijo que el país africano era solo el primer paso porque después conquistaría
Egipto y Sudan. La guerra de Abisinia ya dio una clara señal de ruptura con el orden de Versalles.
La reacción predominante del exterior fue negativa. La intervención en la Guerra Civil Española
fue la primera aventura bélica en que los italianos se encontraron aliados con lso alemanes. No
hubo grandes victorias italianas y fueron poco los beneficios materiales. Ahora el interés italiano
se concentraba en el mediterráneo y sus colonias. La anexión de Albania no fue realmente una
guerra sino sólo un éxito escenográfico. En todos los casos tales conflictos periféricos omitían
la terrible prueba de enfrentar al fascismo con otra gran potencia.

En la década de los treinta Italia se embarcó en un programa armamentista que parecía


destinado a sentar las bases militares para su expansión colonial. Pero ese esfuerzo chocaba
con las limitaciones económicas y tecnológicas ya que la modernización había sido poca.

Lo que se había logrado les parecía poco: dentro del pañis habñia habido una revolución que
creo un nuevo tipo humano guerrero; pero en el sistema del poder mundial no había habido
ninguna revolución. La única opción para cambiar esto fue la de iniciar una guerra paralela aliado
al Tercer Reich.

La SGM y la caída del fascismo: en 1940 subestimaron la capacidad inglesa para continuar
resistiendo a los alemanes por mucho tiempo. Italia no estaba ni económica, ni militar ni
financieramente lista para la guerra. La gente de todos los estratos no quería tener nada que ver
con la guerra.
La consecuencia del error político inicial fue la derrota y el hundimiento del régimen tres años
después.

En esta trayectoria se pueden distinguir cuatro etapas:

1-la guerra paralela: 1940-1941. los fracasos italianos dejaron a la vista el hecho de que el
aparato militar del fascismo no estaba a la altura de sus ambiciosos objetivos.

2-dependencia de Alemania y últimas esperanzas: 1941-1942. La intervención de Hitler estabilizó


la situación. La imagen construida durante dos decenios de propagando sobre el Duce que
siempre tiene razón empezó a perder credibilidad. En 1941 ya se decía que este había perdido
intelectual y físicamente. Ya no atraía.

3-el declive militar y desintegración del estado: 1942-1943. crecía el rechazo de la población y
las huelgas eran señales de antifascismo. En la sesión del Gran Consejo de 1943 se pedía la
restitución del supremos poder de decisión al rey y el mando efectivo de las fuerzas armadas. El
rey puso en marcha un plan para la detención del dictador. Se estaba preparando la rendición
secreta de Italia ante los Aliados. Pero esto llevó mucho tiempo permitiendo a los alemanes la
rápida ejecución de una serie de operaciones en los puntos estratégicos. El resultado fue la
desintegración y desarme de las tropas leales a la monarquía y la fuga de la familia real, que
debió ponerse bajo protección de los aliados.

4-La guerra civil y la república de Salo: 1943-1945. en un intento desesperado y contando con la
protección alemana, Mussolini trató de reformar los restos del fascismo

Despojándolo de connotaciones monárquicas y conservadoras para ofrecer un programa social


a los trabajadores y eliminar a los traidores. El eco fue muy limitado y la nueva propuesta no
pudo superar dos contradicciones: su propaganda seguía reivindicando el desacreditado
régimen; y esta república no tenía verdadera independencia de alemania. Aparecieron las
corrientes políticas y sindicales perseguidas durante los años anteriores. Y estalló una guerra
civil italiana. Pero esta vez el rey se había pasado al bando angloamericano. La liberación de
Italia fue la victoria de las luchas de los ejércitos angloamericanos.

La trayectoria del régimen nacionalsocialista:

La nazificación de Alemania (1933-1939)

Un proceso acelerado: la primera mitad de la duración del régimen se puede dividir en cuatro
etapas:

1-el paso de una coalición de las derechas al monopolio nazi del poder político (1933-1934)

2-la combinación de una propaganda de paz con el rearme y la consolidación de la penetración


en la sociedad (1933-1937)

3-los grandes éxitos de la política exterior sin sangre (1938)

4-el camino hacia la guerra (1938-1939)

El flamante canciller prometía brindar su segura protección. No sólo una Alemania libre y con
iguales derechos sino la conservación y consolidación de la paz. Pero no faltaba el riesgo de
caer en el comunismo anarquista. El atentado solitario de un joven que iniciaría un incendio en
el edificio del parlamento daría un excelente pretexto para retomar el tema y convertido en la
justificación para suspender una batería de derechos y garantías constitucionales con el Decreto
para la Protección del Pueblo y el Estado.

La primera etapa en la construcción del régimen implicó la rápida destrucción de todo potencial
político opositor. En febrero de 1933 aumentaron los milicianos de la SA y SS a la política
prusiana. El nuevo régimen reprimió a la prensa comunista y a la socialdemocracia.

Pero su proyecto dictatorial requería una ley de plenos poderes para el ejecutivo para lo cual
necesitaban el 66% de los votos. En marzo los obtuvieron pero otra vez con métodos que
violaban los derechos. El establecimiento del régimen nazi fue facilitado por los errores y
debilidades de las fuerzas que habían creado la democracia de Weimar. Esos partidos carecieron
de una estrategia conjunta.

En junio de 1934 Hitler eliminó a dos peligros: los díscolos de la SA y los conservadores en torno
del vicecanciller Papen. Todo fue presentado como al necesaria represión de un intento de alta
traición.

Propaganda enfatizaba en dos:

-el derecho de Alemania a presionar por una revisión del tratado de Versalles

-la necesidad de crear un bloque de estados anticomunistas a fin de preservar a europe de la


amenaza soviética.

Después de los acuerdos de Munich pensaron que se había solidificado un acuerdo de GB y


Francia para darle camino a Hitler en una guerra contra la URSS. Pero al realidad era más
compleja. Ese acuerdo garantizaba la supervivencia de una Checoslovaquia reducida y ponía
límites al proyecto neoimperial nazi. Hitler no estaba satisfecho y cuando subyugó Praga creando
el Protectorado de Bohemia y Moravia, perdió credibilidad internacional su lema que sólo quería
auxiliar a alemanes que sedean reunirse con el Reich.

En seis meses esto produjo tres transformaciones que derivaron en la SGM:

1-Londres y París abandonaron su alianza e intentaron construir una coalición para contener al
tercer reich, para ello dieron garantías a Polonia y comenzaron negociaciones con la URSS.

-Hitler tomó nota de qu el sistema de alianzas no era viables. Optó por una jugada oportunista:
buscar un acuerdo con la URSS para repartirse Polonia y asegurar suministros de materias
primar que un bloqueo naval anglofrancés podría dificultar

-estuvo la opción elegida por Stalin. Fue Alemania porque los anglofranceses no le aseguraban
la libertad de acción con respecto a Polonia. Surge el pacto Ribbentrop- Molotov.

Política y cultura: el fundamento de este régimen descansó en un proceso de creciente


politización partidaria del aparato policial. La base pseudolegal estuvo dada por el decreto para
la protección del pueblo y del estos que suspendió todos los derechos y garantías
constitucionales y desligó a Hitler de todo control. Este decretó se convirtió en la ley fundamental
de la dictadura institucionalizando una especia de estato de sitio permanente. Las estructuras
decisivas fueron concentradas en la figura de Himmler y su SS las que en junio de 1934 tomaron
el control de todos los campos de concentración y la dirección de la Gestapo (Policía secreta del
estado). EL ministro del Interior perdió importancia frente al poder de facto autónomo de las SS.
El nivel de persecución de los adversarios políticos y los discriminados superó todo lo conocido.

Se impuso rapidamente un régimen unitario: la combinación de acciones violentar con la


complicidad de la policía forzó la nazificación de los gobiernos provinciales y los municipios. Esta
destrucción del federalismo fue sellada por dos leyes para la coordinación de las provincias del
reich. Luego fueron tomados por asalto los sindicatos y confiscados sus bienes, disueltos los
partidos políticos y finalmente promulgada la ley para asegurar la unión entre el partido y el
estado, que declaraba al NSDAP como partido único y exclusivo portador del pensamiento estatal
alemán en diciembre de 1933.

El tercer reich conservó una cierta dualidad, una tensión entre los funcionarios de carrera y los
recientes intrusos del NSDAP. En segundo lugar, por debajo de las coincidencias básicas, se
desarrolló una sucesión de pleitos y pujas entre los principales jerarcas del partido tratando de
sumar cargos. Al renunciar en 1934 las dos figuras conservadoras, Hugenberg y Papen, que
habían tratado de domesticar al nazismo, se aceleró la expansión constante de unas diez esferas
de poder. Reducir la influencia de las elites tradicionales en las fuerzas armadas, la diplomacia,
la administración pública, el mundo empresario y las iglesias. Se trataba de:

-la esfera de poder de Goring presidente de la banca nazi ya en Weimar designado por Hitler en
caso de su muerte

-ESFEROA DE Himmer jefe de la SS en constante expansión lo que implicaba tensiones con el


ejército

-la esfera de Darré jefe de la oficina agraria

Y otras siete esferas más

No todos los dirigentes y aparatos partidarios que habían sido importantes antes de 1933
pudieron convertirse en jerarcas de la primera línea del régimen.

Frente a la estructura sociocultural alemana los aparatos del régimen desarrollaron dos políticas
muy distintas: por un lado la prédica de la reconciliación de las clases sociales; y por otro, el
ataque sistemático a los aspectos de las diversas subculturas e ideologías que representaban
obstáculos serios para la pretensión totalitaria del nazismo. El ataque se realizaba disfrazado por
el postulado nazi de que tales aspectos constituían infiltraciones subversivas de algo no alemán,
del espíritu judío.

El partido mismo se expansió masivamente en los primeros cuatro meses del régimen. En este
proceso se acentuó el predominio de las clases medias en su composición.

-los más altos niveldes de conformidad de la población con el nazismo se dieron entre 1936 y
1939. Hitler aparecía como el garante de la recuperación económica y de éxitos internacionales
sin costo de sangre.

-a partir de la segunda mitad de 1941 se inició un declive que iba a acelerarse a medida que
pasaba el tiempo. Desde 1942 la gente permaneció con un sentimiento de ausencia de
alternativas

-ante esta tendencia, el régimen optó por un incremento de la represión.

-en lo que hace a ka política antisemita parece que la mayor parte de la población adoptó una
actitud de indiferencia.

La población estaba agrupada en tres conjuntos:

-el núcleo duro de los entregados al régimen

-un espectro intermedio: formado por una heterogénea mezcla de personas que tenían en común
la docilidad general ante las órdenes de la autoridad y la adhesión por lo menos a parte de sus
postulados.
-una franja de desafectos al régimen: predominaba la falta de identificación personal con la
doctrina, su actitud iba desde la pasividad total hasta la oposición activa. Este sector aumentó
en la etapa final de la guerra.

Ya en 1933, 1934 los nazis habían logrado insertar a una masa gigantezca de la población.

Idiología nazi no se produjeron transformaciones sustanciales a los largo de los doce años del
régimen aunque sí cambios en el énfasis. La dualidad entre el discurso resevado por Hitler a los
circulos internos y el de los pronunciamientos para públicos masivos y extranjeros se profundizó
en el lapso de 1933-1938 donde se hizo todo lo posible para minimizar la radicalidad antisemita,
la hostilidad contra el cristianismo y el belicismo. Acentuación del ya existente principio de
liderazgo, ahora extendido a todo el país. Pretendía consolidar la legitimidad del nuevo estado,
el fuhrerstaat. La esencia del mismo según Hitler era que en su cúspide hay un líder cuyo espíritu
y voluntad le dan al estado el alma, figura y sello. En su mano se encuentra todo el poder.

Los valores que reivindicaba el nazismo eran la sangre contra la razón la totalidad orgnánica
contra la disolución individual, el espíritu marcial contra el deseo burgués de seguridad. Para
Hitler la historia era cíclica. El tercer reich sería a la vez un estado popular y un estado total de
liderazgo en el cual no cabrían debates o votaciones, porque la voluntad del pueblo encuentra
su expresión en el partido, una verdad aún no aceptada por muchos al comienzo pero en la cual
sería educados en el tiempo.

Economía y sociedad: reestructuración de las tensas relaciones entre el capitalismo organizado


oligopólico y el estado de bienestar que venían desde la crisis final de la república de Weimar.
Características:

-una política que pretendía apuntar a la autarquía acompañada de llamados a un regreso a la


tierra para consolidar sanas familias campesinas en granjas familiares sustraídas a los vaivenes
del mercado. Esto resultaba imposible por los recursos que brindaba el territorio alemán.

-la destrucción de la autonomía sindical y las negociaciones colectivas

-la creación de una estructura enorme y centralizada con el objetivo aparente de representar
simultáneamente los intereses de los trabajadores alemanes del punó y de la frente: el DAF

-Una política keynesiana de intervencionismo estatal que pretendió combinar la recuperación de


las inversiones productivas, las exportaciones, el pleno empleo y la vigencia de los mecanismos
de seguridad social con una creciente orientación armamentista. La respuesta a la preocupante
realidad del elevado gasto público por el desarrollo armamentístico era que entonces Alemania
poseerá el mercado mundial, entonces llegará la hora en que Alemania sea rica.

¿Existió realmente una revolución nacionlsocialista en economía y sociedad?

A-los índices de la economía y el peso relativo del gasto militar: aumentó el pbi. Y el pbi per
cápita. Aumentaron terriblemente los gastos totales del estado. En síntesis: el notable
crecimiento del producto bruto per cápita es un elemento insoslayable para entender el apoyo
popular que tuvo el régimen nazi; por otro parte, la orientación hacia el gasto bélico planteaba
serios problemas para un futuro próximo.

B- la distribución del ingreso y la estructura social: el desempleo descendió. Los salarios por hora
mejoraron. La relación entre los salarios relaes y el número de horas laborales por semana
mejoró. La distribución del ingreso permite identificar como principales beneficiarios de la
recuperación económica a las empresas y a los propietarios.
C-La modernización del país en términos globales: mientras alemania de Weimar había subido
de 13.,1 a 15, 5, el tercer reichi llegó a 17,7. no hubo una particular aceleración del proceso de
modernización.

La guerra del nazismo y su caída (1939-1945): uno de los objetivos básicos de Hitler era una
expansión territorial que permitieses a Alemania el acceso a la categoría de gran potencia. Pero
todos los éxitos conseguidos hasta marzo de 1939 no alcanzaban para eso. Alemania seguía
estando en una situación inferior a USA y GB en lo que se refería a la extensión de tierra y
recursos humanos disponibles, en el abastecimiento de materias primas decisivas en una guerra
moderna. Hitler en 1936 afirmó que la solución final del problema alemán era la ampliación del
espacio vital, de la base de alimentación y materias primas para su pueblo. Para ello, el ejército
y la economía debían estar listo para una guerra. Hasta 1943- 1945 creía que Alemania podía
aprovechar su ventaja inicial en la carrera armamentista frente al retraso de la reacción.

Los optimistas creyeron que la solución al dilema era posible: las cuatro potencias no obrarían
rápido ni de manera concertada y darían oportunidad para los golpes alemanes.

Los problemas económicos existieron pero todos nacían del absurdo ritmo armamentista
impuesto por decisión de la jefatura política desde 1936.

Durante 1938-1939, no se definieron el escenario socieoeconómico de Alemania como muy


critico o amenazado por peligros internos. Cuando invadieron Polonia no reinaba el entusiasmo
bélico. Razones para hacerlo: un largo período de paz no nos haría bien. Nosotros tenemos el
humano superior. Yo voy a dar motivos propagandísticos para el desencadenamiento de la
guerra. A este pueblo debemos darle su espacio vital. Pocos días después, efectivos de la SS
disfrazados de polacos fingieron agresiones en territorio alemán. El 1 de septiembre de 1939 las
tropas alemanas invaden Polonia.

Hitlere condujo tres guerras simultáneas:

1-una guerra convencional entre las grandes potencias: guerra de ejércitos. El objetivo de Hitler
era quebrar la voluntad política y la capacidad militar de Francia y GB para reordenar el mapa
del continente. Fue desde 1939-1941 pareció confirmar la respuesta nazi de que el uso inmediato
de la ventaja armamentista y de entrenamiento podía anular la superioridad de recursos de los
adversos. La acción combinada de GB, Rusia y USA no podía ser impedida por el Eje, y los
Aliados tenían una aplastante superioridad en la producción de motores. Fue ampliamente
publicitada por la propaganda.

2-una guerra de rasgos coloniales: el tratamiento de las poblaciones civiles con sus
deportaciones, expropiaciones, trabajos forzados y fusilamientos en masa alcanzó niveles de
violación de los derechos humanos altísimos. En Europa oriental los nazis se dedicaron a
construir un imperio colonial haciendo uso intensivo de las peores prácticas. Las razas superiores
tenían una labor civilizadora por lo que esto justificaba su tratamiento de los inferiores esclavos.
Parcialmente disimulada bajo el rótulo de defensa contra los partisanos comunistas

3-una posguerra, en realidad un asesinato estatal masivo: el tercer reich desencadenó una
maquinaria genocida con el objetivo de aniquilar la judería europea, contra el enemigo de la
humanidad. Esta fue la guerra nacionalsocialista. Para ocultarla se apeló no sólo al
anticomunismo sino a la presunta necesidad de hacer trabajar para Europa a los judíos
deportados.

Estas tres guerras eran necesarias para que surgiera el Nuevo Orden:

-el dominio del espacio ruso daría la hegemonía de Europa y una mejor base para luchar

-sería un error querer educar a los indígenas


-Alemania se convertiría en un país exportador de trigo de frutos tropicales, algodón y caucho,
sacados de otros países conquistados

-el nivel de vida rusa se mantendría bajo a fin de obtener grandes excedentes productivos para
enviar a Alemania. Esto permitiría cubrir una parte de las deudas bélicas.

Estratos sociales:

1-alemanes y grupos de holandeses, flamencos y escandinavos asimilados por los servicios


prestados durante la guerra.

2-población de los países no germánicos que estaban combatiendo en la guerra

-casta inferior reducida a condiciones serviles integrada por polacos, checos, serbios y rusos

Junto al tema del nuevo ordenamiento geopolítico venían el antisemitismo y el anticomunismo.


Un complot mundial judío habría provocado esta guerra mientras se caracterizaba la invasión de
la URSS como una acción liberadora que no se dirigía contra los pueblos sino contra sus
opresores bolcheviques.

¿Qué sabía la población alemana? E ciudadano común no tendía a interpretar la frase en su


sentido literal. Creían que los deportados eran solamente llevados a realizar trabajos forzados
para la guerra. Aunque corrían algunos rumores mientras el régimen castigaba con prisión la
difusión de la mentirosa propaganda aliada. Se sabe igual que existió una minoría de arios que
ayudó a los judíos.

Evolución interna de la Alemania nazi durante la guerra: capacidad del régimen de resistir la
desintegración de la coalición que le había dado origen. El máximo nivel de popularidad estuvo
en los años previos al conflicto entre 1936-1938,

. a partir de 1941 se inició un descenso continuo. Pero aún después de las derrotas de 1943
Hitler pensó que existían tres factores que podían producir al menos una paz negociada que
permitiría la supervivencia del tercer reich:

a-la supuesta superioridad racial de sus tropas

b-el perfeccionamiento y empleo masivo de las armas maravillosas que permitirían anular
cualitativamente la ventaja cuantitativa del armamento aliado

c-la inevitable ruptura de la antinatural alianza entre USA, GB y URSS.

Trayectoria de la oposición al régimen: antes de la guerra existía una oposición clandestina. El


antinazismo pudo sólo actuar de manera conspirativa y su única estrategia consistía en un rápido
golpe de estado para instaurar un gobierno pacífico. La escasez de recursos y la alta
vulnerabilidad ante la represión complicaban las cosas. Oposición: iglesias católicas y
protestantes, partidos de izquierda. A comienzos de 1944 el objetivo de la resistencia se había
reducido a lograr con el golpe la apertura del frente occidental a los angloamericanos.

Momento comparativo: las trayectorias de la Italia fascista y la Alemania nazi:

Comparaciones en economía y sociedad:

1-¿Una superación del conflicto social y del K?: ni el corporativismo ni la unión de los trabajadores
de la frente con el puño fueron una expresión autónoma de las organizaciones empresarias y
obreras. Tampoco implicaron la superación de la sociedad de clases. Ambos sistemas se
establecieron (rápido o lento) sobre la base de la destrucción autoritaria de las organizaciones
anteriores. Siempre implicaron una mayor autonomía para el sector empresarial que para el
obrero. En ambos regímenes se superaron, a mediados de los treinta, las peores
manifestaciones de la crisis económica mundial, sin dar mejoras superiores a los que se podían
dar con la democracia. En Alemania se dio una caída espectacular del desempleo cosa que en
Italia no sucedió.

2-Modernización: en industrialización y modernización ambos mostraron avances aunque en


amboas hubo una enorme desproporción entre lo que sostenía la propaganda y la realidad.
Emigraron personas altamente calificadas y descendió la calidad de la educación superior.

Comparaciones en política y cultura:

3-los tiempos del poder: la fascistización de Italia no estuvo políticamente completa hasta 1928,
mientras que la rapidez del proceso Alemán terminaba en 1934.

4-una dualidad latente: el dualismo entre el partido y la burocracia tradicional del estado se
mantuvo en ambos. Sin embargo en el caso alemán el desequilibrio a favor del partido se hizo
más marcado.

5-estado e iglesias: en ambos la relación entre el régimen y los cultos establecidos como de
tensión constantemente negociada. Había diferencias en cuanto en el nazismo esa tensión era
mayor. En ambos el tema de la educación fue el principal campo conflictivo.

6-la legitimidad y el poder de los dictadores: los dos tenían fuerte impronta personal, pero en el
italiano se mantuvieron dos amenazas para el despliegue total del ducismo: el gran consejo y la
posición constitucional del monarca. El dictador germano no debía enfrentarse a ninguna
institución que pudiera recortar sus poderes.

7-la convergencia de los regímenes: en ambos casos los adversos comunes fueron el motor
principal de la convergencia.

8-la penetración en las respectivas sociedades: ambos buscaban lograr el entusiasmo masivo y
el máximo grado de militarización. En Italia los logros reales estuvieron por debajo del caso
alemán. En ambas sociedades sobrevivieron buena parte de las subculturas.

Las políticas exteriores antes de la guerra:

9-continuidades, rupturas y tiempos: ambas políticas exteriores mostraron elementos de


continuidad con las de los gobiernos precedentes aunque el ritmo de las sorpresas nazis fue
acelerado.

10-dos herramientas: ambos utilizaron dos herramientas antes de 1939: la zanahoria consistente
en seducir a las potencias atlánticas con su autoproclamado rol de defensores de occidente ante
la barbarie comunista; y el palo, la amenaza implicada en sus colosales gastos militares.
Reproducían la política que habían seguido para alcanzar el poder. Entre 1935-1938 ambos
lograron sus mayores éxitos.

11-los logros: el tercer reich de fines de 1938 mostraba un claro ascenso en relación con la
Alemania de 1933 al menos en el plano de los recursos militares y la extensión territorial, cosa
que en Italia no sucedió. La expansión de Hitler se hallaba más lejos de su satisfacción que la
alcanzada por Mussolini.

La aventura bélica:

12-varias guerras en una: Alemania tres guerras en una. Italia nunca puso en marcha nada
comparable a la radicalidad asesina de la Shoa.
13-la propaganda: la fascista durante la SGM le dio al tema antisemita la importancia central:
aquí la diferencia fue grande.

14-la caída: la falta de similitud en la caída. El consenso de las elites y la confianza de las masas
de Italia se quebraron al cabo de menos de tres años de guerra, la oposición resurgió con fuerza
y una conspiración logró derrocar al dictador sin que hubiese una reacción eficaz de sus fieles.
Hitler se mantuvo hasta el final y se hundió en un mar de sangre.

Los aparatos de propaganda de ambos subrayaron estas similitudes a partir de 1936. las
diferencias se basan en la velocidad, radicalidad y magnitud de los respectivos experimentos
totalitarios y su proyección internacional. Las principales causas estructurales de esas
diferencias se explican por las trayectorias históricas previas de ambas naciones. A pesar de
ello, decimos que en la década de 1930 estos dos movimientos políticos habían establecido
regímenes lo suficientemente afines para autodesignarse como pertenecientes a un mismo
género ideológico, el fascismo.

Historia del movimiento obrero: Dolleans:

La marcha hacia el fascismo:

1919. el gobierno parecía impotente frente a una opinión pública dividida e irritada por la
amenaza de las perturbaciones sociales. A comienzos de 1919 se fundaron dos partidos: el
partido católico y el partido fascista.

1920 primer acontecimiento decisivo. La federación italiana de obreros metalúrgicos da orden de


ocupar las fábricas. Se organizan los soviets. El director de escena es el ministro Giolitti que
aprovecha el momento de vacilación para obtener el reconocimiento del control obrero y la
evacuación de las fábricas.

Mussolini nació en 1883 en Romania. Su padre antiguo herrero. Abandona Italia por Suiza donde
es albañil y periodista. Excluido del partido socialista en 1914 funda el Popolo D Italia. Cuando
vuelve a la política luego de haber sido herido en acción, reunió a nacionalistas y sindicalistas.
Los camisas negras eran integrados por ex combatientes y constituían una milicia dividida en
secciones militares.

La huelga general de 1922 y el fracaso de la ocupación de las fábricas determinan dos resultados
importantes: la clase patronal se agrupa creando las dos poderosas confederaciones generales
de la industria y la agricultura que financiarán el fascismo naciente; y las masas populares
mismas parecen separarse de los antiguos partidos políticos y en especial del socialista.
Asombraba que el estado no interviniera para terminar con el desorden.

A la caída del ministerio Giolitti en 1921 sigue la asunción de Facta del cual se dice que estaba
en el poder sostenido por una policía ridícula. Este se derrumba ante una huelga general en 1922
hecha por los camisas negras. Desaparecido el Estado sólo queda sustituirlo por el nuevo poder.
En 1922 el rey encarga a Salandra la formación de un ministerio de unión nacional. Mussolini en
octubre dirige un ultimátum al gobierno. Ante la amenaza de una marcha hacia Roma, el nuevo
ministro propone al rey decretar el estado de sitio. El rey se niega a firmar ese decreto. Por
telegrama éste encarga a Mussolini formar el ministerio. Mussolini llega a Roma y en octubre los
camisas negras desfilan. Triunfante el fascismo, queda libre, para aplicar su programa. Poner fin
a la lcuha de clases estableciendo los justos derechos de los trabajadores. El fascismo se limita
a absorber al partido nacionalista, a tener a raya las organizaciones sindicalistas católicas y a
reducir y exterminar a su enemigo la CGL. La clase patronal es protegida, adulada y vigilada. En
1923 hay elecciones. El asesinato de Matteoti suscitó una crisis en la que casi cae el régimen y
sólo por incapacidad de los adversarios no sucedió. Reforzó su poder y estableció un régimen
dictatorial de hecho y derecho. A partir de 1925, Mussolini ya dueño absoluto del poder, comienza
a organizar el nuevo orden que pretende fundar y que tendrá una base sindical corporativa.
Afirmó la necesidad de sustituir un estado de ciudadanos por un estado de productores. En 1925
se promulgó el Código de Trabajo. Se abolieron las organizaciones autónomas que quedaban.
Y fue firmado un acuerdo entre grandes industriales y dirigentes fascistas,

El código del trabajo y el corporativismo italiano: este condensa la ideología fascista. La nación
italiana es un organismo que tiene sus fines superiores por su poder y duración, a los de los
individuos separados o agrupados que la componen. Es una unidad que se realiza en el Estado
fascista. El trabajo es un deber social por lo que es protegido por el Estado. El conjunto de la
producción es unitario. La organización sindical y profesional es libre. Pero solamente el sindicato
legalmente reconocido y sometido al control del Estado tiene el derecho de representar
legalmente todas las categorías de empleados y trabajadores.

El contrato colectivo de trabajo expresa la solidaridad que existe hacia los diversos factores de
la producción, mediante la conciliación de intereses opuestos de empleados y trabajadores. Las
asociaciones profesionales legalmente reconocidas aseguran la igualdad jurídica entre
empleadores y trabajadores. Las corporaciones constituyen la organización unitaria de las
fuerzas de la producción y representan sus intereses. Estas son reconocidas por ley como
organismos del Estado. El Estado corporativo considera la iniciativa privada como el instrumento
más eficaz y útil para la nación. El Estado sólo interviene en la producción económica cuando la
iniciativa privada falta o cuando los intereses políticos están en juego. Esta intervención puede
tener forma de control, estímulo o gestión directa.

En 1927 se hace el código que fijó los principios que servirá de base a la nueva organización del
trabajo, prevé la formación del nuevo estado corporativo que solamente más tarde se organizará
por la institución de las corporaciones. Se sustituye la noción del Estado por la comunidad
nacional.

Luego vino la fase social democrática: se creyó poder resolver el antagonismo de clases gracias
al sistema de la libertad sindical y de la acción sindical. Era necesario restaurar la autoridad moral
del estado, la conciencia cívica de los ciudadanos, reprimir los monopolios, reconstruir la unidad
social y económica. Es aquí donde surgió el fascismo para erigir en principio la subordinación del
individuo al Estado- pueblo.

Este código tiene un carácter jurídico obligatorio. Autoriza al gobierno a traducir en textos de ley
los principios del código. Define las características del estado corporativo nuevo. El estado debe
velar por las clases y tener en cuenta los intereses de todos. Todo en el estado, nada fuera ni
contra de él. Autoridad, orden y justicia. La ejerce por intermedio de las asociaciones sindicales
reconocidas o por las corporaciones.

La organización sindical corporativa regula la actividad de las diferentes categoría de


productores. Las asociaciones sindicales legalmente reconocidas se transforman en centros del
poder político del estado. Son las nuevas instituciones representativas. Se opuso una fase
corporativa a una fase sindical. Los fascistas pretenden que la primera complete a la segunda.

El régimen corporativo estaba planteado desde 1926 pero la realidad era muy distintita. Como
no existían todavía las corporaciones se formaron siete grandes corporaciones, las cuales tenían
el derecho de dar su opinión sobre los acuerdos económicos. Todo esto, quedó abolido con la
ley de 1934.

La verdad era que el nivel de vida obrero no dejaba de bajar desde la instauración del fascismo.
En lugar de este sistema de corporaciones, lo que se vio surgir fue un sistema estatista y una
burocracia acrecentada que gravitaba en la ya lesionada economía italiana.

Para remediar un poco la desocupación, el gobierno decidió instaurar la semana de 40 horas sin
aumento del salario. Esto significaba una nueva disminución de vida. No cabe duda de que las
masas agrícolas y muchos trabajadores creyeron que el régimen sabría efectuar las reformas
sociales que se estaban necesitando y que los gobiernos parlamentarios no supieron realizar.
Pero a medida que pasaban los años el pueblo italiano se daba cuenta que las promesas no
habían sido cumplidas y que nunca los serían.

El fascismo no había sabido crear una economía nueva ni elevar el nivel de vida pero sí había
sabido organizar el ocio de los trabajadores. Hubo además un buen dominio de la previsión y
asistencia social.

Nadie ignoraba en Italia que, lejos de pensar todavía en fundar una economía corporativa, las
energías del jefe estaban orientadas hacia la preparación de la guerra.

Primer resultado del corporativismo: la desaparición del sindicalismo libre.

Represión y poder: Kershaw

Terminada la guerra desde la propia Alemania se defendían diciendo que cualquier tipo de
oposición resultaba inútil bajo este régimen totalitario y represivo. La fuerza coercitiva que
subyacía al poder de Hitler resulta inseparable del consenso de amplios sectores de la sociedad.
Coerción y consentimiento. Resaltar que el poder de Hitler a partir de 1933 se basada sobre su
control de los instrumentos de dominación y el aparato coercitivo del estado. Un poder despótico:
acciones que se imponen desde arriba. El colapso de la democracia de Weimar proporcionó el
escenario en el cual se reorganizó el poder estatal sobre bases despóticas.

La atomización de la oposición: Mussolini tardó casi tres años en establecer un poder dictatorial
pleno. En Alemania las formas de organización de la oposición política se destruyeron en menos
de seis meses. Las otras grandes instituciones sociales, como las iglesias, fueron forzadas a
mantenerse a la defensiva. Ya en 1934 la debilidad de la oposición es la fortaleza del régimen.
Los opositores eran ideológica y organizativamente débiles. Este logro se debió a la dinámica
creada por el descrédito absoluto de las formas de gobierno democráticas y parlamentarias, a la
debilidad de la oposición y a la rapidez con que Hitler explotaba al máximo cualquier oportunidad
que se le presentase.

La relación con los conservadores era que estaba unidos en lo que se refería al objetivo de
destruir al marxismo, pero sólo Hitler se aseguraba un ejército político de masas. La ventaja de
no haberse manchado nunca las manos con la participación en el sistema de Weimar. La opinión
sobre la necesidad de poner fin al parlamentarismo estaba dividida. Hitler prefería presionar para
que hubiera elecciones. Lo que estaba en juego en las mismas era el apoyo plebiscitario. Hitler
garantizó que serían las últimas elecciones en mucho tiempo y que el gabinete se mantendría
fuera cual fuese el resultado. Esto hizo que tenga el apoyo de los conservadores para acceder a
la disolución del parlamento y convocatoria a elecciones.

Ya en 1933 se estableció un sistema de partido único. Se prohibió todo periódico que atacara al
nuevo estado. Goring dio ordenes a la policía prusiana de que apoyara a las fuerzas paramilitares
nazis. Hitler se cuidó de no hacer nada en contra de su alianza a los conservadores. Pero la
quema del Parlamento le brindó de nuevo la oportunidad de debilitarlos aún más y de reforzar su
posición de poder. Era una señal del esperado levantamiento comunista y Hitler y Goring
reaccionaron con furia. El momento psicológicamente apropiado había llegado. Suspendieron
todos los derechos y libertades personales. Se inauguró un estado de emergencia.

En marzo, el presidente de la policía de Munich, Himmer, anunció la instalación del primer campo
de concentración para los presos políticos. Se hizo una ley que le daba el poder al gobierno de
aprobar leyes sin tener que consultar con el parlamento. Los sindicatos fueron disueltos. Los
lideres se exiliaron, o arrestados.

Con la destrucción de la izquierda se había alcanzado el objetivo común que unía a los nazis con
la derecha conservadora. Se disolvieron también los partidos liberales así como el partido
católico. En julio el NSDAP fue declarado oficialmente el único partido político en Alemania. La
autoridad ya no era cuestionada por ninguna oposición organizada. Se desplazó de los gobiernos
locales a los que no eran afines al régimen. A mediados de 1933 el espacio organizativo que
necesita una oposición ya no existía.

La institución más poderosa que quedó intacta fue el ejército. Antes de la noche de los cuchillos
largo en junio de 1934 ya se venía dando un enfrentamiento con el mando de la SA. Los jefes de
la SA no ofrecían una clara alternativa de futuro. Hitler fue convencido por Himmler y Goring para
actuar contra la SA. Mediante un ataque rápido el 30 de junio jefes de las guardias de asalto
fueron arrestados y fusilados por la Gestapo y la SS con el pretexto de que estaban involucrados
en los preparativos de un golpe contra el gobierno. Se había eliminado entonces la única fuerza
dentro del régimen capaz de ofrecer una oposición. Tras la muerte de Hindenbrug todos los
soldados hicieron un juramento de lealtad Hitler.

Era inevitable que la resistencia estuviera fragmentada, atomatizada y apartada de cualquier


posibilidad de ampliar el apoyo de masas. En Alemania nazi la represión no fue estratégica sino
dinámica. La clave estuvo en la inexorable erosión de la legabilidad bajo la presión de un Estado
policial, donde los rasgos represivos convencionales de la policía política se combinaban con el
dinamismo ideológico de la organización de elite del partido, la SS.

La subyugación de la legalidad en el estado del Fuhrer: nuevo código penal basado en castigar
la intención de cometer un delito pero no se cambió todo. Los principales cambios se dieron en
cuanto al derecho penal. Poder del Fuhrer era un poder político personalizado otorgado a este
como ejecutor de la voluntad común de la nación.

Con el cargo de jefe de la policía alemana Himmler ganó sobre Frick. En teoría como jefe de la
policía se encontraba subordinado a Frick, pero como jefe de la SS se hallaba sólo bajo órdenes
de Hitler.

En 1936 se fusionó a la policía con el órgano del partido con mayor dinamismo ideológico, la SS.

Nazismo y clase obrera: Bologna

Participación determinante de capas sociales obreras en la victoria electoral nazi, y la presencia


masiva de trabajadores en la composición social de la base del partido.

Los trabajadores que votaron a Hitler y el nuevo revisionismo histórico: nazismo como fenómeno
con un fuerte componente obrero y se elimina la interpretación tradicional que presentaba el
partido como uno partido de las clases medias.

La estructura de la fuerza alemana de trabajo al final de la república: composición técnica de


clase. Al final de la república, el número de los obreros ocupados era alrededor de la mitad de la
fuerza de trabajo. Era una clase obrera muy atomizada. Había mucho trabajadores autónomos.
Clase obrera fragmentada y caracterizada por un sistema de empleo no estable.
Divisiones entre los parados y fracturas en el movimiento obrero alemán: el punto máximo de
parados (oficiales) se da en 1933 cuando Hitler ya está en el poder.

Una desocupación de estas dimensiones produjo una división muy marcada en la composición
técnica de clase que reflejó consecuencias en las mentalidades y comportamientos políticos. La
primera división se produjo entre los trabajadores ocupados y los parados, es decir, entre una
buena parte de la base socialdemócrata y de la base comunista. Una segunda división, entre los
parados con subsidio, los desocupados con asistencia individual y los parados sin ningún tipo de
ayuda.

El paro debilitó al sindicato. Los partidos del movimiento obrero, el comunista y el socialista se
vieron privados de su capacidad para ejercer un poder real dentro de la sociedad. Los socialistas
se veían identificados con la república de Weimar mientras que los comunistas querían destruirla
tomando el poder. Por lo que mantenían posiciones muy distantes. No se puede fingir que
pertenecían a un mismo movimiento, el movimiento obrero. Eran dos fuerzas políticas en lucha,
eran dos culturas, dos mentalidades enemigas.

El sistema asistencial como sistema de control: los últimos gobiernos de la república usaron a
los componentes del sistema de seguro obligatorio contra la desocupación con el fin de crear la
máxima segmentación en el interior de la masa desocupada. Con una serie de decretos se
modificaban las condiciones de los subsidios por lo que algunos grupos quedaban excluidos
creando una confusión burocrática y un factor de inseguridad. La razón para justificar los recortes
y exclusiones era la necesidad de reducir el déficit presupuestario. La inseguridad crecía al igual
que las ganas de terminar con ese régimen, pero la atomización de los desocupados impedía
una nueva compactación social hacia la izquierda. La unión de esta no existía sino que había
una corriente que defendía el régimen como régimen democrático fruto de las conquistas de los
trabajadores; y una que quería su abolición.

El sistema asistencial se articulaba de tres formas de intervención: el subsidio de desempleo que


sólo aquellos que habían cotizado durante un cierto período podían disfrutarlo; el subsidio
previsto para situaciones excepcionales de crisis de determinados distritos industriales o fábricas
pero que era disfrutado por aquellos que no habían alcanzado el período mínimo de contribución,
es decir que no habían logrados encontrar un trabajo estable y alternaban trabajo y paro; y la
tercera forma, el subsidio asistencial, de asistencia que estaba prevista por una ley de
intervención sobre la pobreza. Mientras los otros dos subsidios eran pagados por las oficinas de
empleo formando parte del sistema de seguridad social estatal, este tipo de subsidio era
concedido por los ayuntamientos. Gesto de solidaridad y además había una obligación de
reembolso.

Con la gran depresión, se produjeron períodos de paro de masas cada vez más largos y como
el sistema tenía estos tres niveles, un número cada vez mayor de parados después de un
prolongado tiempo, o bien perdía sus derechos adquiridos o bien caducaba el período de disfrute
previsto para los subsidios de los primeros dos niveles. Así, un número cada vez mayor perdió
el derecho de subsidio de los primeros dos niveles y quedó abocado al tercer, por lo que los
ayuntamientos se encontraron en la necesidad de afrontar una intervención no prevista. Los
parados se convirtieron en pobres asistidos y la posibilidad de tener ese derecho no lo decidía
ya la burocracia ministerial sino la municipal. Significó que los trabajadores se convirtieron en
pobres de hecho y derecho. Esto creó un sentido de extrañamiento de la clase obrera con el
estado. Y como con los ayuntamientos había reembolso, se creó una multitud de deudores de
por vida.

El problema no era solamente el del desempleo, era también el del sistema de gestión y
asistencia al desempleo y la pobreza.

Asociales: de la oficina de asistencia al lager: el partido comunista promovió la agitación y las


movilizaciones entre los aspirantes a la resistencia. Con la crisis todo se empeoró y fe en ese
momento cuando el papel del sistema asistencial en cuanto sistema de control y de fichaje
emergió en toda su amplitud. La estructura misma se convierte en un sistema policíaco, un
sistema que divide y selecciona cada vez más. Es aquí donde se injertó el sistema nazi. El
personal administrativo asistencial pasó sin trauman del gobierno socialdemócrata al nazi.
Construyeron una estructura paralela de selección de marginado a partir de las bases biológicas
y raciales. La estructura asistencial facilitaba una serie de información sobre los individuos a la
estructura que tenía que intervenir en el plano de la segregación.

Una gran parte de la gente fue calificada como asocial en este proceso de selección social. La
política de selección de la raza no nación a partir del antisemitismo ni de la base étnica sino
surgió para afrontar la cuestión social, para destruir físicamente a los marginados. Los primero
Lager, los campos de concentración fueron las casas de trabajo donde estaban alejados los que
a cambio del subsidio de asistencia tenían que prestar un servicio de trabajo obligatorio.

Se sanciona una de las leyes más importantes en política laboral, en 1924 la ley para la reducción
del desempleo. No teniendo el trabajador el derecho a una retribución. El régimen nazi combinó
fórmulas keynesianas (financiamiento de obras públicas para crear trabajo) con los mecanismos
de tipo asistencial de la época weimariana y con un sistema de coerción y de represión. Se trata
de un trabajo militarizado.

Los años de la guerra civil encubierta: ¿por qué la clase trabajadora no se reveló? Esta pregunta
niega la realidad. La república de Weimar era un extraño sistema estatal. Allí el primero de mayo
no era un día festivo. Los comunistas los socialrrevolucionarios y los anarquistas que querían
hacer una jornada de lucha y de fiesta del proletariado pública y abierta como desafío al capital;
a la vez los socialdemócratas oscilando entre preocupaciones legalistas y exigencias de
afirmación de su papel y presencia en una jornada tan significativa. El jefe de la policía de Berlín
un socialdemócrata ya había prohibido las manifestaciones en lugares públicos. Los comunistas
decidieron retar la prohibición y manifestase en las calles. Se produjeron enfrentamientos
violentos. El partido comunista convocó a la huelga general. El ministro del interior prusiano
aprovechó para declarar ilegal las organizaciones de masas del partido comunista. Esto
determinó una fractura incurable entre militantes comunistas y partido y organizaciones
socialdemócratas. Fue un trauma que divido a la clase obrera y que sucedió en vísperas del
enfrentamiento final con las milicias nazis.

La batalla para conquistar Berlín duró tres años. Allí había un fuerte proletariado industrial y
terciario. Los nazis confiaron esta tarea a personajes que representaban la extrema izquierda del
partido. Estos llevaron adelante una propagando obrerista y sindical.

Texto Tannembaum

El régimen fascista tuvo un control virtualmente absoluto sobre el movimiento obrero, pero muy
escaso sobre la estructura económica de la nación. Lo mismo que la Monarquía, la Iglesia y las
fuerzas armadas, los grandes empresarios cooperaron con el régimen cuando fue necesario,
pero nunca se comprometieron por completo, y dirigieron sus propias empresas con muy poca
interferencia exterior. Ni el Gobierno de Mussolini ni las corporaciones fascistas estaban en
condiciones de intimidar a Fiat, Pirelli o el Banco de Italia. En conclusión con estos gigantes, el
régimen destruyó el movimiento obrero independiente italiano e integró a los trabajadores de la
nación en sus propios sindicatos. Estos fueros exclusivamente fascistas.

En relación con la vida económica italiana bajo en fascismo se plantean dos cuestiones: hasta
qué punto fue fascista; de qué forma la política específica del Gobierno fascista hizo que las
condiciones económicas italianas fueran mejores o peores de lo que podrían haber sido con otro
sistema.

Una de las características más significativas del fascismo italiano fue su pretensión de haber
implantado un nuevo sistema de organización económica, un sistema basado en las
corporaciones fascistas. El corporativismo fascista desempeñó la función de un mito que
solucionaba los problemas de la lucha de clases y de la pobreza económica nacional; al hacerlo,
mantenía unidas las fuerzas divergentes dentro del Partido y del país. El corporativismo se
empeló para encubrir una serie de acuerdos tanto jurídicos como de facto durante el final de la
década de 1920 y en la década siguiente.

Otro atractivo del corporativismo fascista fue el argumento de que trascendía tanto el liberalismo
como el socialismo para crear una nueva síntesis. Rechazaba la idea liberal de que el mejor
sistema organizativo para una nación se conseguía a través del libre juego de las fuerzas de
mercado, y la idea socialista de que este juego se lograba transfiriendo las tareas productivas al
Estado. En lugar de estas soluciones, el corporativismo fascista quería utilizar la capacidad de la
empresa privada, pero controlada por el Estado.

El Estado corporativo fascista fue una construcción jurídica del nacionalista reaccionario Alfredo
Rocco. Sus primeros pasos en esta dirección fueron las leyes laborales de 1926 y 1927, que
insistían en la responsabilidad del Estado en el control y la disciplina de los sindicatos. Una vez
cumplida esta fase nacional-sindicalista, Rocco avanzó hacia la fase corporativa con la creación
de corporaciones supuestamente autocontroladas en los más importantes sectores de la
economía. Estas corporaciones podrían al fin unificar a los representantes de as empresas y de
los sindicatos en un mismo organismo, eliminando en realidad a los sindicatos como agentes de
negociación.

El corporativismo de Rocco era realmente una especia de neomercantilismo. Para Rocco la


consigna nada fuera del Estado no significaba en la esfera económica ni el socialismo de Estado
ni el capitalismo de Estado; significaba la reorganización de las grandes empresas de forma que
pudieran evitar la inútil competencia interna con el fin de enfrentarse, bajo condiciones de máxima
eficacia económica, a las batallas de la competencia internacional. Rocco quería eliminar
totalmente la autonomía de la clase obrera, sus privilegios y su influencia en las empresas
productivas. Rocco no creía en la posibilidad de la armonía entre clases.

Rocco nunca vio realizado su sueño neomercantilista, en parte por la resistencia de los grandes
empresarios a la interferencia estatal, en parte porque la depresión retrasó las reformas jurídicas
que quería llevar a cabo y en parte porque sus objetivos sociales y económicos no interesaban
ni a Mussolini ni a la mayoría de los fascistas. El Estado Corporativo alcanzado en 1934 no
cambió nada.

Debido a que todo el problema del corporativismo estaba divorciado de la realidad, el régimen
permitió una polémica viva y abierta sobre la cuestión, especialmente en relación con el
aparentemente ultramoderno corporativismo integral de Ugo Spirito. Su premisa fundamental era
que el corporativismo fascista había asestado un golpe mortal a la concepción liberal de la
propiedad, y que su consecuencia solo podía ser la fusión gradual del capital y el trabajo en todas
las grandes empresas. De eta forma, la propiedad de las empresas pasaría de los accionistas a
los productores, que las poseerían y las dirigirían de acuerdo con su competencia técnica,
eliminando así la lucha de clases.

La política sobre el corporativismo no se redujo a los estudiantes e intelectuales doctrinarios; al


contrario, produjo un mayor interés en muchos círculos que cualquier otra cuestión durante el
periodo fascista.

Las reuniones de las corporaciones tenían un carácter teórico y académico, en especial porque
la mayor parte de las cuestiones que trataban habían sido decididas ya por otros órganos.

A fines de la década de 1930 estaba claro que el Estado corporativo no era más que una fachada,
y que incluso como tal no convencía a nadie.

Aunque no toda la política económica fascista complacía a los grandes empresarios, el régimen
les permitió aumentar su poder absoluto sobre la economía, especialmente durante la depresión
mundial. Una forma de lograrlo fue el consorcio, sobre el que el Estado tenía poco control. Estos
consorcios aparecieron por primera vez en 1929 y 1930 como asociaciones voluntarias de los
fabricantes de acero y de otras industrias, deseosos de limitar la producción y fijar los precios en
un mercado débil.

Aunque aprobados y supervisados por el Gobierno, los consorcios no introdujeron ningún


disciplina en las empresas privadas a favor de los intereses públicos. Después de 1935, la política
de autarquía (las restricciones de las importaciones para la producción nacional), creó un mayor
número de canales burocráticos entrecruzados y de jurisdicciones superpuestas que facilitaron
a los consorcios y a otros órganos de los empresarios organizados el mantenimiento de su control
sobre la producción en beneficio de sus propios intereses.

Hubo muchas quejas contra los consorcios y contra la concentración económica en general.

No hay duda de que, como en la Alemania nazi, los fascistas italianos, después de llegar al poder
gracias a las promesas hechas a los pequeños empresarios, favorecieron más a los grandes
capitalistas que a los pequeños.

Desde octubre de 1922 hasta julio de 1925, el ministro de Finanzas de Mussolini fue Alberto De
Stefani, cuyas directrices de laissez-faire sirvieron para tranquilizar a los intereses de los grandes
empresarios para equilibrar el presupuesto del Estado. Para equilibrar este presupuesto con
ingresos reducidos, De Stefani llevó a cabo grandes reducciones en los gastos del gobierno,
incluidos los militares. El que el gobierno de Mussolini adoptara esta medida y consiguiera que
los trenes llegaran a su hora se debió principalmente a la supresión de las huelgas, pero la
impresión favorable que produjo este triunfo se convirtió en uno de los clichés favoritos del
régimen.

La primera y más significativa política económica fascista fue la llamada Batalla del Trigo, que
empezó en 1925 y fue considerada como un éxito ocho años más tarde. Su objetivo era elevar
la producción italiana de trigo hasta un nivel que permitiera al país no emplear grandes sumas
de sus limitadas divisas extranjeras en la importación de este cereal. Este objetivo se consiguió
en parte por el cultivo de tierras marginales, y en parte persuadiendo a los agricultores para que
abandonaran otros cultivos. La batalla del trigo fue típicamente fascista no sólo por u nombre,
sino también por la fanfarria que la acompañó por su esfuerzo por movilizar a millones de
personas en una empresa común y por su énfasis en el prestigio nacional a expensas de una
economía solvente.

La batalla del trigo fue antieconómica. Una buena parte de lo que se ahorró en compras de trigo
extranjero se perdió como consecuencia del descenso en las ventas extranjeras de algunos
productos italianos. El estímulo otorgado a la producción de trigo mantuvo a millones de
campesinos marginales y de trabajadores agrícolas subempleados en el campo más que en las
calles de las ciudades, pero desanimó a otros a dedicarse a aspectos más productivos y
lucrativos de la agricultura. En el sur, la batalla del trigo reforzó un sistema fundamentalmente
erróneo de agricultura, que necesitaba urgentemente una transformación. El clima del sur
favorecía mucho más la tierra de pastos que los trigales, cuyo producto es menos remunerativo
y más incierto. Además, la ganadería, con su producción natural de fertilizantes, habría
enriquecido el suelo de forma que parte de él podría haber sido cultivado más intensamente con
huertas o granjas de hortalizas. El sur necesitaba especialmente unas formas más intensivas de
agricultura que proporcionaran trabajo a una población siempre en aumento y despojada de las
posibilidades de emigración que tuvo antes de la guerra.

Cronológicamente, la siguiente decisión de primera importancia de la política económica fascista


fue otra batalla, esta vez para revaluar la lira hasta el valor de 90 en relación con la libra esterlina
la quota novanta. Los motivos de Mussolini eran más políticos que económicos. Quería que Italia
tuviera una moneda estable y fuerte, y quería demostrar que podía crear dicha moneda.
Finalmente, Mussolini permaneció firme en la cuestión de la quota novanta con el fin de
demostrar su poder como Duce y el poder del Estado sobre la comunidad empresarial. Pero
también existen pruebas de que los dirigentes de la industria pesada favorecieron realmente la
política monetaria deflacionista de Mussolini como un medio de consolidar la propiedad y la
dirección industrial, y como la mejor forma de perpetuar el equilibrio de fuerzas existente entre
los grupos de intereses industriales rivales. Aunque los fabricantes de algodón fueron víctimas
importantes de la Batalla de la Lira, el trabajador común fue el que más sufrió con ella, en parte
porque sus salarios disminuyeron en una proporción muy superior a la de la reducción de los
precios, y en parte porque muchas fábricas redujeron la semana de trabajo a 3 o 4 días ante la
reducción de los pedidos.

Las leyes laborales de Rocco en 1926 destruyeron el movimiento obrero, garantizando así que
los grandes empresarios no tuvieran más problemas laborales.

Una de las reformas económicas fascistas que obtuvieron un mayor grado de publicidad fue la
recuperación de la tierra mediante la desecación de pantanos y de marismas, la irrigación y la
repoblación forestal, pero no se recuperaron muchas tierras.

La debilidad más importante del programa de recuperación de la tierra fue que el gobierno
permitió a los consorcios una exagerada amplitud de tareas con un control y con unos fondos
insuficientes.

Los esfuerzos fascistas por intervenir directamente en la banca y en la industria fueron más
intensos que los realizados para intervenir en la agricultura, y se vieron estimulados por la crisis
económica mundial. De principio a fin, esta intervención tuvo lugar fuera del aparato y de los
procedimientos del corporativismo.

Creado para intervenir de forma temporal en los problemas bancarios y financieros, el IRI pronto
se convirtió en una organización implicada permanentemente en los problemas industriales.
Apoyó la política que querían las propias compañías para volver a levantarse, en lugar de tratar
de reducir sus costos, de consolidarlas organizativamente o de adaptarlas a las nuevas
condiciones económicas.

Aunque sería una exageración considerar al IRI como una nueva forma de capitalismo de Estado,
realmente creó un sector industrial público con la misma estructura legal y con los mismos
procedimientos operativos que el sector privado.

La constante incapacidad de la banca y de la industria italianas para suministrar el capital


necesario forzó al IRI a asumir un papel permanente en una economía mixta que estaba
emergiendo incluso antes de las reformas bancarias de 1936. Una vez que su función original de
conceder préstamos y otorgar subvenciones fue transferida al IMI, el IRI, bajo la dirección de
Beneduce, se convirtió en un departamento permanente de la administración pública hasta fines
de la década de 1930, con la finalidad de estimular la reorganización y la racionalización de las
industrias bajo su control.

El sector de la economía en el que el Gobierno fascista intervino de forma permanente fue el


comercio exterior, en el que impuso una política de autarquía. Es cierto que Italia no adoptó una
política de aranceles altos, cuotas de importación y embargos totales hasta 1935,
fundamentalmente como respuesta defensiva a las sanciones de la Liga de las naciones durante
la guerra de Etiopía.

Una cosa era el nacionalismo económico, y otra bastante diferente, y que provocó muchas
críticas, era el intento de conseguir que la economía de un país como Italia fuera autosuficiente.
Sobre todo, la política de autarquía no produjo un impulso sustancial del desarrollo industrial
italiano respecto al pasado. En este proceso de adaptación se sacrificaron ciertos sectores,
especialmente el textil y la construcción. Incluso bajo las restricciones impuestas por la autarquía,
las grandes empresas se desenvolvieron mejor que cualquier otro sector de la economía.

Durante la totalidad del periodo fascista, el crecimiento económico italiano fue modesto; y en los
años de la represión, de 1929 a 1938, la tasa de crecimiento de la renta industrial italiana fue
inferior a la de casi todos los demás países europeos.

Es difícil afirmar cuál de las 3 variables implicadas fue la que tuvo una mayor responsabilidad: el
atraso básico de la economía, la propia depresión o la política fascista. Los economistas opinan
que la política deflacionista de finales de la década de 1920 hizo particularmente difícil para Italia
el enfrentarse a los problemas de la depresión. También tienden a culpar a la política de
autarquía de la reducción del comercio extranjero, y como consecuencia del retraso en el
crecimiento económico interior. La autarquía, según ellos, estimuló el desarrollo de industrias
con bajos ingresos y de productos primarios cuyo alto costo supuso precios más altos de los
productos manufacturados. En todo caso, el atraso básico de la economía italiana empeoró las
cosas al limitar la demanda de todos los bienes de consumo, retrasando así la recuperación de
la depresión.

Durante el periodo fascista se implantaron varios sustitutivos de los salarios y de los sueldos.
Estos incluían asignaciones familiares, pagas de fin de año y aumentos en las indemnizaciones
por despido.

El sistema de asignaciones familiares se desarrolló a finales de 1934 para compensar a los


trabajadores que tenían al menos dos hijos de la disminución de sus salarios motivada por la
reducción de la semana laboral a 40 horas, pero se mantuvo desde entonces en sustitución de
los aumentos salariales.

A parte de las asignaciones familiares, el régimen fascista no fue muy lejos en la creación de un
Estado de Bienestar. Bajo el fascismo los beneficios de la Seguridad Social eran modestos,
estaban divididos entre varios organismos y eran menos avanzados que en Escandinavia y
Nueva Zelanda, por no mencionar a la Unión Soviética.

A pesar de todo lo que el régimen hizo por ocultar los hechos, la década de 1930 fue una década
de depresión y de abundante desempleo en Italia, solo un poco menos dura que en Gran Bretaña.

La política de autarquía ocasionó algún desempleo en empresas industriales y agrícolas


desligadas del comercio extranjero, pero el motivo principal del desempleo, que agravó la
depresión, fue el hecho indiscutible de que el crecimiento económico apenas superó el
crecimiento de la población. No solo fue ignorada por las clases medias la pobreza de las masas
rurales italianas, sino que la vida rural en todas sus formas quedaba fuera de su alcance.

El régimen fascista hizo menos que muchos regímenes liberales parlamentarios para
contrarrestar la depresión y el desempleo. Muchas de sus medidas temporales de socorro fueron
organizadas por los funcionarios locales del partido y de los sindicatos, y en una gran proporción
de los proyectos de obras públicas fueron patrocinados y financiados por las municipalidades.
Las únicas innovaciones importantes del gobierno nacional fueron la reducción de los salarios
hasta 1934 y la introducción de la semana de 40 horas y de las asignaciones familiares a partir
de entonces.

El hecho fundamental que hay que tener en cuenta en la relación con la respuesta de los
trabajadores italianos a la experiencia fascista es que las huelgas, las manifestaciones de
protesta e incluso la crítica verbal de gobierno eran ilegales. Por tanto, el número de auténticas
huelgas y protestas fue pequeño, e incluso éstas no fueron conocidas públicamente, por lo que
la impresión que el público tenía era la de una masa laboral disciplinada y satisfecha.

Las penalidades económicas arrojaron tanto a las mujeres como a los hombres a las calles y a
las plazas para protestar. Un abuso que sirgió como consecuencia de los aumentos salariales
de finales de la dpecada de 1930 fue la costumbre de algunos patronos de despedir a
trabajadores cuya antigüedad les hacía acreedores al máximo salario, para volverlos a contratar
después con el salario mínimo.

El paternalismo continuó siendo la norma de las relaciones entre el trabajo y el capital durante
todo el periodo fascista, tanto en las empresas grandes como en las pequeñas.

Pero los sindicatos fascistas no dejaron de ejercer influencia sobre los trabajadores, como indica
el constante aumento de sus afiliados. A diferencia de la afiliación al Partido, la afiliación al
sindicato nunca fue un requisito para conservar el empleo, por lo que esta circunstancia no
desempeñó un papel muy importante.

Durante el comienzo de la década de 1930, tanto el Partido como los sindicatos lograron avances
considerables entre los trabajadores industriales de las compañías más importantes, y las
actividades del Partido relacionadas con la beneficencia fueron populares entre los
desempleados.

A principios de 1932, bajo la dirección de Capoferri, los sindicatos fascistas negociaron contratos
bastante favorables para los trabajadores, pese a encontrarse la economía en plena depresión,
e incluso consiguieron igualdad de salarios entre los trabajadores de Milán y los de otras zonas
de la provincia.

El gobierno y el partido no apoyaban con fuerza a los sindicatos.

Pero a pesar de las quejar sobre las insuficiencias de los sindicatos fascistas, éstos contribuyeron
a romper el sentimiento de aislamiento cultural y social de los trabajadores y a darles un sentido
de pertenencia a la comunidad nacional. Los sindicatos desarrollaban muchas funciones:
manejaban los beneficios de la Seguridad Social, servían a través de la bolsa de trabajo y de
agencias de colocación, controlaban las indemnizaciones por despido, y algunas veces
negociaban contratos que en ocasiones eran claramente ventajosos para los trabajadores.

En contraste con sus diversos contactos con los trabajadores urbanos, el régimen fascista tuvo
pocas formas de llegar a la mayoría de los campesinos. Los sindicatos de campesinos y de
trabajadores agrícolas estaban dirigidos por burócratas y gozaban de poco respeto.

La agricultura italiana estaba desequilibrada y era ineficaz, por lo que ni siquiera suministraba
los medios de subsistencia necesarios para la creciente población del país. La depresión mundial
golpeó a la agricultura italiana de forma particularmente dura porque ésta era muy débil.

Nunca se alcanzó el objetivo fascista de inundar el país de pequeños propietarios; en realidad,


la estructura de la Italia rural permaneció prácticamente inalterada.

Como en todos los países, los trabajadores agrícolas italianos constituían la clase más desvalida
y pobre de la nación, un verdadero proletariado. La mayoría eran trabajadores emigrantes
empleados en grandes fincas con contratos a corto plazo.

El ideal fascista de acabar con la emigración se convirtió en un imposible debido a su misma


política agrícola, concentrada en la producción cerealista, que impidió la instalación permanente
de los jornaleros en un lugar determinado.

En el terreno económico, el fascismo fue un fracaso. La innovación ideológica y constitucional


más serie del régimen, el Estado corporativo, no hizo nada para reducir los antagonismos de
clase o para mejorar las condiciones económicas; de hecho, no funcionó más que en el papel.
El IRI, que se ha utilizado desde 1945 para estimular el crecimiento económico, no fue diseñado
con ese objetivo; bajo el fascismo, el IRI sirvió principalmente para llevar a cabo operaciones de
recuperación similares a las de las Corporación de Reconstrucción Financiera de EEUU.

La autarquía trajo consigo una menor movilidad social y una menor expansión económica que
en las economías menos reglamentadas, pero aseguró a cada fabricante una parte fija del
mercado. Evidentemente, la abolición de los sindicatos independientes favoreció a los patronos
frente a los asalariados, pero los sindicatos fascistas, si bien hicieron poco para ayudar
económicamente a los trabajadores, les proporcionaron una cierta conciencia de formar parte de
una comunidad italiana más amplia.

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