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Huesos del oído

Los huesecillos del oído (también llamados osículos auditivos) son huesos que forman


una cadena situada en la cavidad timpánica del oído medio. En los mamíferos son tres
(martillo, yunque y estribo).
La longitud total de la cadena de osículos es de unos 18 mm.2 Son los huesos más
pequeños del cuerpo humano.
Su principal función consiste en transmitir el movimiento del tímpano al oído interno, a
través de la ventana oval. El pie del estribo empuja la ventana oval poniendo en
movimiento el material linfático (linfa) contenido en el oído interno. Su ausencia
produce una pérdida auditiva de moderada a grave.

El martillo o malleus es uno de los tres huesos del oído medio; presenta una cabeza, un
cuello, un manubrio y dos apófisis, una lateral y otra anterior.

 Cabezaː forma parte superior del martillo. Está situada superiormente a la


membrana timpánica, es decir, en el receso epitimpánico. De forma ovoide, la
cabeza del martillo es regularmente lisa, salvo en su parte posterior, donde presenta
una excavación articuluar elíptica con el eje mayor orientado oblicuamente en
sentido inferior y medial.
 Cuelloː es la parte estrecha que sirve de soporte a la cabeza. Es corto y aplanado de
lateral a medial; se relaciona lateralmente con la porción fláccida de la membrana
del tímpano.
 Apófisis lateralː (apófisis corta), de forma cónica y 1mm de largo, se origina
inferiormente de la cara lateral del cuello. Se dirige lateralmente y da origen, en la
cara externa de la membrana timpánica, a la pequeña eminencia cónica en que
terminan los pliegues maleolares.
 Apófisis anteriorː (apófisis larga) nace en la cara anterior del cuello. Es alargada y
muy delgada, se dirige posterior y anteriormente y tiene continuidad con el
ligamento anterior del martillo
 Yunque o incus es un hueso que pertenece a la cadena de huesecillos del oído medio,
localizado en la caja del tímpano. Como su nombre indica, su forma recuerda al yunque
de un herrero, con un cuerpo y dos ramas. Se conecta con el martillo mediante
la articulación incudomaleolar y con el estribo mediante la articulación
incudoestapedial.

El estribo o estapedio es un hueso perteneciente a la cadena de huesecillos del oído


medio, localizado en la caja del tímpano. Se articula por un lado con el yunque (otro
huesecillo del oído medio) y por otro con la ventana oval, a la que se adhiere. Pertenece
a lo que se ha venido en llamar el aparato de acomodación del oído.

La columna vertebral
La columna vertebral, espina dorsal o el raquis es una compleja
estructura osteofibrocartilaginosa articulada y resistente, en forma de tallo
longitudinal, que constituye la porción posterior e inferior del esqueleto
axial. La columna vertebral es un hueso1 situado (en su mayor extensión)
en la parte media y posterior del tronco, y va desde la cabeza (a la cual
sostiene), pasando por el cuello y la espalda, hasta la pelvis a la cual le da
soporte.

Vertebras cervical
Existen siete huesos cervicales, con ocho nervios espinales, en general son pequeños y
delicados. Sus procesos espinosos son cortos (con excepción de C2 y C7, los cuales
tienen procesos espinosos incluso palpables). Nombrados de cefálico a caudal de C1 a
C7, Atlas (C1) y Axis (C2), son las vértebras que le permiten la movilidad del cuello.
Vertebras torácicas
En anatomía humana, las vértebras torácicas (o vértebras dorsales) son las doce
vértebras de la parte central de la columna vertebral. Están a continuación de
las cervicales y son más gruesas y menos móviles que estas.
El cuerpo de la vértebra localizado en el medio de la región torácica, es ancho tanto
antero-posterior como transversalmente, y un tanto más grueso por detrás que por
delante.3 El cuerpo es cilíndrico, con la forma de un corazón, con dos carillas
articulares, superior e inferior. Se distinguen de las restantes vértebras de la columna
por el hecho de que presentan facetas costales a cada lado del cuerpo, con las que se
articulan con las costillas, así como facetas en las apófisis transversas para la
articulación con los tubérculos de las costillas, con la excepción de la vértebra 11va y
12va.
Los pedículos, los pilares a cada lado del cuerpo vertebral,1 a cada lado de la apófisis
espinosa central,4 se dirigen hacia atrás y un tanto hacia arriba, y los nódulos inferiores
son de mayor tamaño y profundidad que en cualquier otra región de la columna
vertebral.

Típica vértebra torácica, vista desde arriba: las flechas apuntan a las láminas.
Las láminas por detrás de los pedículos que forman la mayor parte de la mitad
postolateral del agujero raquídeo.1 Son anchas, gruesas y se sobreponen por encima de
aquella de la subsiguiente vértebra, como tejas en un techo.
El canal vertebral, es relativamente pequeño y de forma sensiblemente circular.
La apófisis espinosa es larga, triangular y se dirige oblicuamente hacia abajo, y termina
en una extremidad tuberculada.1 Esta apófisis espinosa se sobrepone una a la otra a
partir de la quinta hasta la octava, perdiendo la dirección oblícua de las restantes.
Cada una de las apófisis articulares superiores (hay una a cada lado) es una placa
plana de hueso que se proyecta desde la unión de los pedículos y las láminas, se dirige
hacia atrás y levemente hacia afuera, por medio del cual se articula con el hueso
adyacente por arriba.5
Cada una de las apófisis articulares inferiores (hay una a cada lado) está fusionada
también con las láminas, y sus facetas articulantes se dirigen hacia adelante y hacia el
medio, para encajar con la apófisis superior de la vértebra por abajo.
Las apófisis transversas parten del arco detrás de la apófisis articular superior y los
pedículos. Son muy anchas, fuertes, considerablemente largas, e inclinadas hacia atrás y
abajo, y terminan en una extremidad cuboidal, delante de la cual hay una superficie
pequeña y cóncava para la articulación del tubérculo de la costilla respectiva.
Vértebras Lumbares
Las vértebras lumbares son los segmentos más macizos de la columna vertebral, tanto
más voluminosas son en cuanto más abajo esté situada en la columna lumbar. Las
vértebras lumbares están situadas en la región lumbar, entre las vértebras torácicas y
el hueso sacro.

 Cuerpo: se caracterizan por presentar un cuerpo vertebral grueso en comparación


con otras vértebras, más ancho de lado a lado que de adelante a atrás y más grueso
en la sección anterior que la posterior.
 Foramen: el agujero raquídeo tiene forma triangular, siendo más largo que las
vértebras torácicas, pero más pequeñas que las cervicales.
 Una apófisis espinosa: de forma cuadrilátera.
 Dos apófisis transversas: se denominan "Apéndices Costiformes"
 Cuatro Apófisis articulares: 2 superiores y 2 inferiores. En la apófisis articular
superior existe un mamelón óseo llamado apófisis mamilar.
 Dos láminas vertebrales: son procesos óseos que conectan las apófisis espinosas de
los pedículos y forman la porción posterior del agujero raquídeo. Son estructuras
fuertes, cortas, amplias y con forma cuadrilátera.
 Dos Pedículos: de notable grosor.

El hueso sacro 
Es un hueso corto, impar, central, simétrico, oblicuo, compuesto por cinco piezas
soldadas (vértebras sacras) en forma de pirámide cuadrangular, que presenta una base,
un vértice y cuatro caras (anterior, posterior y laterales). Sus alas sacras en las zonas
laterales, se unen con las palas ciáticas de la pelvis.

Se encuentra debajo de la vértebra L5 y encima


del coxis y entre los huesos coxales, con todos los cuales
se articula. Contribuye a formar la columna vertebral y
la pelvis. Su función principal es transmitir el peso del
cuerpo a la cintura pélvica.
El borde anterior de S1 es sobresaliente y se denomina
promontorio sacro. El vértice se articula con el cóccix. El
orificio vertebral del sacro se denomina conducto sacro.
Contiene las raíces nerviosas de la cola de caballo (raíces
de nervios espinales situados debajo de L1). En las caras
pélvicas y dorsal del sacro aparecen 4 pares de orificios
sacros a través de los cuales emergen ramos dorsales y
ventrales de los nervios espina

Coxis:
La cara pélvica del coxis es cóncava y bastante lisa, y la cara dorsal
posee apófisis articulares rudimentarias. La Co1 es la más grande y ancha de todas
las vértebras coxígeas. Sus apófisis transversas cortas se comunican con el hueso sacro,
y sus apófisis articulares rudimentarias forman las astas del coxis, que se articulan con
las correspondientes del sacro. Las tres últimas vértebras coxígeas suelen fusionarse
durante las etapas intermedias de la vida, creando un hueso arrosariado, de donde
procede su nombre. Con la vejez, la Co1 suele unirse con el sacro y las vértebras
coxígeas restantes se funden en un solo hueso.
Costillas:
Las costillas humanas generalmente son 12 a cada lado (24 en total): 7 verdaderas o
esternales (I-VII), 3 falsas o asternales (VIII-X), y 2 flotantes (XI y XII), en forma de
arco con un cuerpo con dos caras, externa e interna; dos bordes, superior e inferior, y
dos extremos, posterior y anterior.
Se encuentran en el tórax, constituidos por cartílago en la parte más medial de su
vertiente anterior y por hueso en su vertientes lateral y posterior, que conforman la parte
más visible del armazón óseo de la caja torácica, dándole un aspecto de jaula, que se
articulan con cada una de las doce vértebras dorsales o torácicas por detrás y con
el esternón, a través del correspondiente cartílago costal, por delante.

Costillas verdaderas en rojo, falsas en verde y flotantes en azul.


Clasificación

 Cervicales: Unidas a la séptima vértebra cervical, son vestigiales en el ser humano,


estando presentes (habitualmente sólo una) en el 0,2% de la población mundial.

 Esternales: Se unen directamente al esternón, el responsable de esto es el cartílago


costal, que une estas costillas con el esternón.

 Asternales: Se unen indirectamente al esternón, uniéndose primero al cartílago


costal de la séptima costilla.

 Flotantes: No están unidas al esternón.

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