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Curiosidades médicas

Síndrome de pies
ardientes, ‘fuego’ en
las extremidades
El síndrome de Grierson-Gopalan o de pies
ardientes provoca una intensa sensación de
calor, hormigueo o pinchazos en estas
extremidades, sobre todo por la noche. Conoce
sus causas y el tratamiento más indicado para
aliviarlo.

Escrito por:
CARIDAD RUIZ
Periodista especializada en salud y nutrición

Compartido:
1368 +

Actualizado: 2 de marzo de 2023

T ener los pies calientes por la noche


puede parecer una banalidad, pero
quienes sufren el síndrome de Grierson-
Gopalan, popularmente conocido como
síndrome de pies ardientes, saben bien
que se trata de algo muy serio. En estas
personas, es tal la sensación de ardor en la
planta de los pies que les impide dormir, y
el enfermo se ve obligado a sacarlos de la
cama y ponerlos sobre el frío suelo para
experimentar algo de alivio. A veces,
además de experimentar ese fuego,
también puede notar una molesta
sensación de pinchazos o agujas
clavándose en sus pies.

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Síntomas del síndrome de


pies ardientes

Una de las peculiaridades de este


trastorno es que los síntomas “empeoran
por la noche y suelen mejorar durante el
día”, nos comenta la doctora Candelaria
Martín González, del servicio de Medicina
Interna del Hospital Universitario de
Canarias (Tenerife) y profesora asociada de
la Universidad de La Laguna (Tenerife). Sus
manifestaciones más habituales son:

Sensación de calor o ardor en


los pies

Habitualmente, “se percibe solo en la


planta de los pies, pero puede
también notarse en el dorso, tobillos
y en la cara posterior de la pierna”,
aclara la doctora Martín González.

Hormigueo

Algunos pacientes describen


“sensación de hormigueo o de
‘pinchazos de agujas’ en las
extremidades inferiores”, explica.

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Causas de la sensación de
ardor en los pies

Las causas de esta afección son varias,


aunque a menudo se desconoce su origen.
“Puede ocurrir como un síntoma aislado, o
como parte de un grupo de síntomas
asociados con diferentes patologías”,
comenta la especialista en Medicina
Interna, aunque se suele relacionar con
alguno de estos problemas:

Carencia de vitaminas del grupo


B

Según la doctora Martín González es


la causa más aceptada. “Se ha
atribuido a déficits de diferentes
vitaminas, sobre todo de la
riboflavina (vitamina B2), pero
también del ácido nicotínico
(vitamina B3), de la tiamina (vitamina
B1) y de la piridoxina (B6). La doctora
nos explica que la carencia de estas
vitaminas del grupo B “conduce a
alteraciones en el metabolismo
celular de los tejidos, que pueden
causar una estimulación anormal y
excesiva, o disminuir el umbral del
dolor del nervio periférico”.

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Neuropatía periférica

“Se piensa que el síndrome de pies


ardientes puede ser la fase inicial de
la neuropatía que se manifiesta
cuando hay deficiencia de vitamina
B12, antes de que aparezcan los
síntomas neurológicos”, añade.

Absorción deficiente de
nutrientes

Algunas enfermedades provocan la


malabsorción de estos nutrientes en
el intestino delgado, como el
alcoholismo crónico, el síndrome de
malabsorción o la desnutrición.

Síndrome del túnel tarsal

El nervio tibial posterior pasa por una


zona cerca del talón y por la planta
del pie, llamado túnel tarsiano.
Cuando ese nervio se encuentra
comprimido, por una inflamación u
otra causa, puede causar sensación
de ardor, hormigueo…

Causas endocrinas

“Este trastorno se ve frecuentemente


en los pacientes diabéticos y con
hipotiroidismo, aunque se desconoce
su mecanismo etiológico”, nos
comenta la especialista en Medicina
Interna. Algunos expertos piensan
que la hinchazón que a menudo
provoca el desequilibrio en las
hormonas tiroideas puede presionar
los nervios de los pies. Por otra parte,
niveles elevados de azúcar sin tratar
durante un periodo prolongado de
tiempo pueden dañar los vasos
sanguíneos y los nervios, y provocar
una neuropatía periférica.

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Eritromelalgia

Se trata de una vasodilatación de las


arterias pequeñas de los pies, que
causa dolor y un aumento de la
temperatura de la piel.

Síndrome de Gitelman

Esta patología se relaciona con bajos


niveles de magnesio y potasio, y en
algunos pacientes se manifiesta con
calor local en algunas zonas del
cuerpo como los pies.

Herencia genética

Aunque como nos dice la doctora


Martín González no se ha encontrado
una base genética en esta patología,
“existe un trastorno hereditario
familiar que se transmite de forma
autosómica dominante, que puede
causar síndrome de pies ardientes. El
cuadro clínico en estos pacientes
cursa con dolor bilateral y simétrico
en extremidades inferiores sin
debilidad, atrofia o deformidad”.

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Otras causas:

“Se ha relacionado con múltiples


patologías como la artritis
reumatoide, la enfermedad arterial
periférica, con traumatismos, o en
pacientes en hemodiálisis”.

Cómo se diagnostica el
síndrome de Grierson-
Gopalan

No es fácil diagnosticar el síndrome de


pies ardientes o síndrome de Grierson-
Gopalan, porque como nos ha explicado la
doctora Martín González “se asocia a un
amplio espectro de patologías”. Al no
existir, pues, una prueba concreta, el
médico internista prescribirá las siguientes
pruebas para confirmar o descartar el
diagnóstico:

Elaborar la historia clínica: el médico,


en primer lugar, preguntará al paciente
por sus antecedentes personales y
familiares de enfermedades.

Se realiza una exploración física


minuciosa.
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Una analítica de sangre permitirá


evaluar el estado nutricional y posibles
déficits vitamínicos.

Otras pruebas: “deben individualizarse


en función de la sospecha clínica”,
señala la doctora Candelaria Martín:

Si un paciente tiene antecedentes de


alcoholismo, hay que solicitar niveles
de vitaminas del grupo B.

Si se sospecha que el trastorno está


relacionado con el síndrome de
malabsorción, se deben realizar
pruebas para su diagnóstico, como una
endoscopia o una ecografía
abdominal, además de analíticas de
sangre y heces.

Si se sospecha de una neuropatía,


requerirá un estudio neurofisiológico,
como un electromiograma.

Si se cree que hay una causa mecánica,


se pueden solicitar pruebas de imagen
como una tomografía axial
computerizada (TAC) o una resonancia
magnética (RM).

Tratamiento del síndrome


de pies ardientes

El tratamiento del síndrome de pies


ardientes va a depender de los resultados
de las pruebas anteriores y de las causas
responsables de la aparición de este
trastorno, pero las alternativas terapéuticas
disponibles para aquellos que sufren este
molesto problema son:

Farmacológico: “las terapias


farmacológicas incluyen antidepresivos
tricíclicos y agentes estabilizadores de
membrana como carbamazepina o
gabapentina”, nos dice la doctora
Martín González.

Calzado: se recomienda a los afectados


“que usen zapatos abiertos y cómodos
y calcetines de algodón”, aconseja la
especialista.

Baños de agua fría: los enfermos


deben evitar la exposición al calor y
pueden sentir un alivio de los síntomas
si sumergen los pies en agua fría
durante 15 minutos.

Otras medidas: “si se identifica la causa


del síndrome de pies ardientes se
pueden instaurar medidas como
suplementación de las vitaminas
deficitarias o mejoría del control
metabólico de la diabetes mellitus”.

Antiinflamatorios: si la causa es una


inflamación del nervio que causa
compresión “se pueden pautar
antiinflamatorios (AINEs) o infiltraciones
locales con corticoides y, si estas
medidas fallan, se puede realizar una
descompresión quirúrgica”, concluye la
experta.

Cuándo acudir al médico

Si a pesar de adoptar medidas como


usar calzado amplio y cómodo, o darse
baños de agua fría, el ardor no
desaparece, o incluso va a más.

Si observa que el ardor se extiende


también a las piernas.

Creado: 10 de diciembre de 2019

ETIQUETAS:

Pies Dolor Vitaminas

Sistema nervioso Diabetes Sueño

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